Jerónimo Gordillo García  

                                                                               
1ºBIC
LA CRÍTICA A LA REALIDAD ESPAÑOLA DE LA ÉPOCA EN EL ÁRBOL DE
LA CIENCIA:
El árbol de la ciencia es una novela en cuyo contenido destacan ciertas críticas a la
realidad española de la época. Si son bien analizadas, estas críticas nos pueden llevar a
una buena comprensión de la visión subjetiva del autor, Pío Baroja, sobre la situación de
España en la época y que abarca ámbitos que serán mencionados más adelante en esta
reflexión.
Gracias a las críticas que Pío Baroja sitúa en la novela, se nos permite ubicarnos en el
contexto histórico y de este modo entender la postura de muchos personajes que se
mencionan en la misma. Los principales ámbitos que son criticados en esta obra son la
educación, la higiene, la falta de desarrollo científico, la religión, etc.
La crítica a la educación es una de las críticas negativas que contiene la novela. El autor
presenta como un problema en la educación el peso que tenía el sentimiento nacionalista
español, provocando una tendencia a la mentira y que, como se dice en la novela, no
dejaba a aquellos estudiantes cultos ver las cosas dentro de la realidad. Junto a ello, el
autor también nos da a pensar que existen carencias por parte de los profesores a la hora
de establecer un lugar de estudio apropiado e impartir la clase como es debido. Esto se
muestra durante los primeros días de clase al proporcionarnos información sobre los
alborotos que tienen lugar en las aulas y la actuación de los profesores al respecto. La
crítica de todo ello queda reflejada en el siguiente fragmento de la novela:
“Los profesores no sirven más que para el embrutecimiento metódico de la
juventud estudiosa. Es natural. El español todavía no sabe enseñar; es demasiado
fanático, demasiado vago y casi siempre demasiado farsante. Los profesores no
tienen más finalidad que cobrar su sueldo y luego pescar pensiones para pasar el
verano.” (Baroja, 1911, pág. 85).

En ese fragmento, se realiza una crítica tanto a los profesores como al español en sí.
Otro de los temas en el que más se centra es en el de la religión y las tradiciones
españolas, y cómo éstas tienen un gran efecto en la sociedad y en la forma de vida de
los ciudadanos españoles. Como se puede entender del libro, Baroja demuestra tener
mayor apreciación a la ciencia que a la religión, razón por la que utiliza la novela para
tratar la religión y mostrar lo perjudicial que es ésta para la ciencia. Esta idea se puede
sacar claramente del siguiente fragmento de la novela:
“Sin duda faltaban laboratorios, talleres para seguir el proceso evolutivo de una
rama de la ciencia; sobraba también un poco de sol, un poco de ignorancia y
bastante de la protección del Santo Padre, que generalmente es muy útil para el
alma, pero muy perjudicial para la ciencia y para la industria.” (Baroja, 1911, pág.
170).
Dentro de la religión, se habla también de la fe religiosa y de la necesidad de la
destrucción de ella. Comenta la falsedad e inutilidad de ésta.
Otro fragmento en el que sin duda alguna es criticada la tradición española es en el
siguiente: “Las costumbres de Alcolea eran españolas puras; es decir, de un absurdo
completo.” (Baroja, 1911, pág. 119). Para criticar este ámbito, utiliza al personaje
Andrés Herrara, el cual demuestra un rechazo a costumbres españolas como puede ser el
rechazo a las corridas de toros.
Junto a todas estas críticas que se van realizando a lo largo de la novela, se añade en la
parte quinta la siguiente frase: “¡Qué hermosa sería una revolución!” (Baroja, 1911,
pág. 121). Esta frase es mencionada por Andrés a su patrona en el contexto de la
necesidad de acabar con el partido conservador que gobierna en el pueblo y que al ser
conservador apoya todas esas tradiciones que Andrés tanto odia. Con ello, Baroja
pretende mostrar esa oposición a lo tradicional.
Todas las críticas mencionadas a lo largo de esta reflexión forman parte de esa crítica a
la realidad española de la época que Pío Baroja quiere transmitir.