Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA

POLÍTICAS PÚBLICAS Y PRIVADAS

DIARIO DE CAMPO

CUARTO A

ELCY YISEL CONTRERAS CALDERÓN


ANA MARÍA FORERO CORONADO
LUNA VALENTINA FAJARDO MOLINA
PAULA ALEJANDRA PINZÓN QUEVEDO
KAROL MICHELLE RODRÍGUEZ VEGA

11 DE AGOSTO DE 2022
Sábado 06 de agosto del 2022.

Museo Nacional, Centro de Bogotá (Carrera 7 N. 28-66).

2:19 pm.

Nuestro recorrido comenzó en la tarde, al encontrarnos frente al museo Nacional, siendo fin
de semana, observamos familias compartiendo el día festivo y extranjeros explorando el lugar
con miradas curiosas y comentarios sobre lo que veían.

Caminando junto a la gran masa de personas que se encontraba ese día en el centro, iniciamos
nuestro recorrido determinado, pasando por la calle gastronómica, un lugar lleno de casas y
restaurantes coloridos, con personas disfrutando de la comida que ofrecen estos lugares. Este
lugar nos generó dudas acerca de la determinación del mismo, puesto que parece ser un
espacio que transita entre lo público y lo privado, ya que habían sillas y mesas ocupando la
acera, pero justo al frente de los restaurantes y parecía ser que si las personas no consumían
los productos del establecimiento no podrían ocupar estos asientos. Lo que más nos llamó la
atención en ese momento es que las personas que se encontraban en este lugar se veían
bastante libres de realizar distintas actividades como por ejemplo un hombre de 30-35 años
aproximadamente que en medio de la gente que esperaba su comida, se instaló cerca a un
árbol a ensamblar lo parecía ser su espacio para expresar su arte y cantar. Seguimos
observando la larga calle, disfrutando de los olores y del cálido clima llegamos a nuestra
primera parada; Plaza La Perseverancia.
Alrededor de las 2:25 pm llegamos al lugar y nos sorprendió no ver la cantidad de personas
que imaginábamos, pese a ello, nos acercamos más y entramos. Vimos familias disfrutando
del ambiente y la comida, eso nos hizo sentirnos cómodas y de alguna manera pertenecientes
al lugar. Nos sentimos acordes a ellos, sin mucho que pensar y solo disfrutar del lugar abierto
y lleno de personas, quienes a su vez se veían despreocupadas y sin mucho lujo de por medio.
Un lugar que definitivamente nos hizo sentir tranquilas y sin pensar mucho en lo que
debíamos hacer o no. Allí también observamos familias extranjeras que estaban dando un
recorrido y comprando diversos productos. Así mismo, pudimos dar cuenta de la interacción
amena y familiar entre las personas que tienen sus negocios en la Plaza La Perseverancia.

Continuando y saliendo del lugar seguimos camino al Parque de la Independencia, allí vimos
una pareja pasando un momento romántico y un grupo de amigos fumando y bebiendo, se
evidenció que allí las personas interactúan de una forma más informal y festiva. algo dentro
de este ambiente no nos hacía sentir del todo cómodas, sus zonas verdes contaminadas de
basura, la indiscutible inseguridad que se presenta en este espacio nos alarma y hace de esta
zona un campo de desconfianza. Alrededor de las 4:00pm pudimos evidenciar una fuerte riña
entre dos habitantes de calle por el espacio que ambos ocupaban debajo de un árbol.

Luego de ello decidimos seguir nuestro recorrido por estos célebres lugares, bajando por el
parque al cruzar la calle nos encontramos con uno de los hoteles más icónicos de Bogotá, el
hotel “Tequendama”. Muy ansiosas y a la expectativa nos sentamos a observar desde una
distancia prudente a las personas que salían y entraban a este lugar; la presencia e imponencia
de hombres con trajes llamó nuestra atención, relojes caros en sus muñecas, celulares de alta
gama de los cuales pocos de ellos se desplegaba. Sus gestos despectivos al mirarnos nos
hacían sentir inferior, como si no pudiéramos ocupar un espacio allí. Desde el momento que
llegamos pudimos evidenciar la presencia del cuerpo policial en la zona, contamos alrededor
de 16 policías uniformados custodiando el hotel.

Sobre las 5:00pm, todas las personas (en su mayoría) empezaban a tomar un paso más rápido
de lo que habíamos podido observar media hora antes, asumimos que tal vez era la hora
donde varias empresas que rodeaban la zona terminaban su horario laboral. En reiteradas
ocasiones pudimos evidenciar el desprecio de algunos de los hombres con traje por las niñas
y niños indígenas que en ese momento se encontraban transitando cerca de la zona.

Culminamos el recorrido en el último punto, el Centro Comercial San Martín, allí la


diferencia fue grande respecto a la Plaza La Perseverancia y la calle gastronómica, las
interacciones entre las personas eran más frías y fugaces y se centraban sólo en interactuar
con su círculo social y familiar, aunque en algunas ocasiones las personas no interactuaban
con nadie al estar constantemente usando el teléfono celular. Este lugar nos hizo sentir quizás
más seguras en comparación con el recorrido del Parque de La Independencia al Hotel
Tequendama, sin embargo, no nos sentimos en un espacio ameno y agradable, no hubo una
sintonía con este lugar.

También podría gustarte