Sin importar los momentos difíciles, ha seguido adelante, con el alma deshecha y el corazón roto,

la he visto entregar todo y por todos. Conocer un poco de su historia de vida y verla sonreír a
pesar de las adversidades me parece sorprendente, cualquier persona, con la mitad de lo que
usted ha vivido debería estar, o enferma o muerta.

Son las 2:47 am, pero no me quise dormir sin antes decirle lo mucho que significa para mí, aprecio
de verdad que me haya dado su cariño, así tal cual, como al de un hijo, compartir momentos con
usted y que orgullosamente pueda decir que es la abuela de mi hija; Se que usted no es de regalos
o fiestas, pero le ofrezco de corazón y como un regalo lo que mejor se hacer, escribir.

Le escribo porque mi corazón me dicta que le haga saber la gran persona que es y el valor humano
que representa para mí, siempre me ha apoyado y ha estado disponible para enfrentar cualquier
situación que tenga, como últimamente con la Depresión; Ha estado en los momentos que
necesite de una mano que me tomara y me impulsara hacia adelante, se ha dedicado a
entenderme y a darme su soporte, incluso me ha consolado en los momentos que sentía que ya
no había más.

Es usted la madre correcta, la que siempre ha estado para apoyar a sus hijas, en el lugar y en
momento preciso, acurrucándolas en sus brazos en momentos de dolor, en momentos de tristeza
y de miedo, admiro tanto lo que ha hecho por ellas; No me equivoco al decir que es la madre mas
buena que he conocido (después de la mía claro je), cuando la miro, me inspira amor, cariño,
ternura y respeto: A veces en mis momentos de oración, le pido a Dios que nunca se aparte de mi
hija, tiene mucho que aprender de usted y quisiera que pronto supiera de la fortaleza de su
abuela, sus desvelos, su incasable lucha por sacar a sus hijas adelante, su lealtad, sus valores, la
misericordia para con los más necesitados y el amor por el prójimo, son cosas que mi hija necesita
saber, de donde viene el que su mama y sus tías sean así de elocuentes en su vida .

Por todo eso, le admiro demasiado, la veo como una mujer valiente, independiente, capaz de
lograr cosas inimaginables. Y si bien como cualquier humano tiene momentos de vulnerabilidad,
siempre trae en sus ojos esos deseos de vencer y de salir adelante, porque todo lo que usted
predica con la boca, se ve reflejado en su forma de actuar y de asumir su vida, es usted una mujer
de verdad.

Te quiero mucha suegra, gracias por su cariño y comprensión.

Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado. Proverbios 31:20