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(1953-1956)

Editorial Sudamericana
Otra vez: así, simplemente, Ernesto
Guevara titula el diario que escribe du-
rante su segundo viaje por América La-
tina. Es julio de 1953 y hace poco más
de un año que volvió de su primer viaje
con Alberto Granado. A los veinticinco
años, luego de haber completado con
una rapidez sorprendente los exámenes
universitarios y de haberse graduado de
médico, Ernesto emprende la partida.
Oficialmente para cumplir la palabra
dada a un amigo, que le ha reservado un
puesto de investigador en Venezuela,
pero en realidad se marcha impulsado
por la curiosidad y la certeza de que só-
lo durante el camino podrá descubrir su
meta. Y así será. En el largo itinerario

Boston Public Líbrary


que lo llevará a Bolivia, Perú, Ecuador,

Boston, MA 02116
Panamá, Costa Rica, Guatemala y final-
mente a México, el joven médico argen-
tino refuerza su convicción de que la in-
justicia social es desde todo punto de
vista inaceptable, profundiza el conoci-
miento de la situación política del con-
tinente, consolida la relación con acti-
vistas opositores a varios regímenes dic-
tatoriales y avanza velozmente hacia la
elección revolucionaria. En las páginas
en las que Guevara registra día a día los
acontecimientos no se vislumbra toda-
vía la conciencia de un objetivo deter-
minado. Se ve, en cambio, la esponta-
neidad de un joven aventurero que ama
la vida y la belleza: la de la naturaleza
que observa fascinado, la de las impo-
nentes ruinas arqueológicas de las gran-
des civilizaciones precolombinas, a las
que describe cuidadosamente, la de las
relaciones de amistad y de amor que en-
tabla en cada lugar en el que se detiene.
Existe también la curiosidad, el deseo
de conocer, que lo lleva a aventurarse en
cosas nuevas, y también la pasión con

Continúa en solapa siguiente


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Otra vez

El diario inédito del segundo viaje


por América latina (1953-1956)
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Kahle/Austin Foundation

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ERNESTO CHE GUEVARA

OTRA VEZ
El diario inédito del segundo viaje
por América latina (1953_1956)

EDITORIAL SUDAMERICANA
BUENOS AIRES
Edición:
María Cristina Eduardo Vázquez

Diseño de tapa:
María L. de Chimondeguy / Isabel Rodrigué

Diseño de interior:
Alexis Manuel Rodríguez Diezcabezas de Armada

Fotos:
Ernesto Guevara de la Serna
Ernesto Guevara March

Confección de mapas:
Rafaela Valerino Romero y Alexis Manuel Rodríguez D. de A.

Corrección:
Rafaela Valerino Romero y Marbelys Sánchez Águila

Sobre la presente edición:


© 2000, Archivo Personal del Che, published by arrangement
with Sperling & Kupfer Editori Spa., Milán, Italia.

Se agradece a Gianni Mina por haber hecho posible la


publicación de este libro.

www.edsudamericana.com.ar

IMPRESO EN LA ARGENTINA

Queda hecho el depósito


que previene la ley 11.723.
© 2000, Editorial Sudamericana S.A.®
Humberto Io 531, Buenos Aires.

ISBN: 950-07-1860-X

SPA
Nota al lector

Otra vez, texto íntimo y testimonial; ineludible para penetrar en

ernesto CHE guevara


la férrea personalidad que lograra forjarse Ernesto Guevara de la
Sema, en compañía de la palabra como cómplice permanente, donde
entrelaza la ironía y el humor con la percepción profunda del
entorno por el que transitaba en su afán de descubrir las tierras
americanas, nos ofrece una panorámica dimensional de su propio
futuro, imbuido de pensamiento y acción.
Antecedentes de este Diario son las crónicas recreadas después
de su primer viaje por el Continente, publicadas por esta misma
editorial, llenas de aliento y juventud, en las que comunicó " el
alegre impulso que llega hasta nosotros y va a perderse en el
horizonte americano".1 1
Ernesto" Che"
El Diario que se presenta al lector, y como tal apuntes, es el Guevara.
preludio de su formación revolucionaria integral, que en su mo- Notas de viaje.

mento podrían haberse elaborado como relatos al igual que los Ediciones Abril,
1992.
primeros. Ante la ausencia de estos por incuestionables razones,
su publicación se impone por el valioso legado histórico al testi-
moniar hechos decisivos en su trayectoria por "Nuestra Mayús-
cula América".
Para alcanzar una mayor comprensión del texto, se presenta
una edición con anexos, donde el lector pueda sentirse
compenetrado con el relato y asimile en toda su profundidad el
tono reflexivo y puntual del mundo que este joven se propuso
asumir en el decursar de su vida futura y ligado para siempre a
uno de los acontecimientos más trascendentes del siglo XX, la
Revolución Cubana.
A la pasión por la escritura, deforma permanente, lo acompa-
ña la fotografía, como un complemento vital en sus ansias por
profundizar en su entorno. En el texto que se presenta se añaden
fotos inéditas del recorrido, como testimonio viviente de la multi-
plicidad de experiencias acumuladas y su deseo de dejarlas plas-
madas en imágenes, que expresan su fina sensibilidad y pasión
para captar todo lo que en su andar lo estremeciera.

Archivo Personal del Che


Prologo

Prologar un libro escrito por un hombre cuya obra y vida lo con-

ernesto CHE guevara


vierten en paradigma de ser humano es una tarea difícil ya que se
corre el riesgo de caer en la tentación de transformar a ese ser en un
mito alejado de la realidad que lo rodeó durante su vida.
Pero dicha dificultad es aún mayor cuando el que lo escribe
tuvo la enorme dicha de ser partícipe de la transformación de
",sueños de lujuriosos viajes" en realidades concretas.
Por eso, como parte del medio que lo circundó, los que gozamos
de su amistad y pudimos palpar su capacidad moral e intelectual,
por encima de la media de la humanidad, tenemos que tener pre-
sente siempre, que este gran amigo es sólo un hombre y solamente
un hombre y no un ser mitológico.
Consecuente con ese ideal, es que acepto la responsabilidad de
ser yo, su amigo de siempre -desde un lejano octubre de 1942-,
quien haga la introducción de su segundo diario de viaje por
América Latina y que premonitoriamente titulara Otra vez.
Se trata de un vivido relato a lo largo del cual se encuentra al
Ernesto Guevara de la Serna de carne y hueso, que, con sus teme-
rarios 25 años, nos va mostrando las diversas facetas de una per-
sonalidad en proceso formativo, que se propone enfrentar todas
las dificultades, expresadas sintéticamente, cuando emprende viaje
con su amigo Carlos Ferrer (Cólica) son: "dos voluntades dis-
persas extendiéndose por América sin saber precisamente qué bus-
can m cuál es el norte".
Sin embargo, a partir de la decisión de dejar el trillado camino
que se le ofrecía en Venezuela, para ir a conocer y participar en la
revolución que se estaba llevando a cabo en Guatemala, ya se
palpa la transformación que se está operando y se experimenta la
certeza de que ha encontrado el camino buscado.
Si el primer recorrido por Sudamérica le sirvió para hacer más
profundas sus convicciones sobre las diferencias sociales y lo
sensibilizó con la importancia de luchar contra ellas, en su segun-
do viaje va consolidando sus conocimientos políticos y se acre-
cienta la necesidad de profundizar en sus estudios, para determi-
nar con mayor claridad el porqué y el cómo de una lucha que
culminara en una revolución verdadera.
Con los ojos del recuerdo, recreo esa despedida, en medio de sus
familiares y amigos, que sin entender el porqué pero siguiendo la
conducta formal de despedir a un miembro de su grupo o clase que
sale a buscar nuevos horizontes, la lleva a cabo, aunque en este
caso el que se va lo hace rompiendo todos los cánones del grupo a
que pertenece y contradiciendo todos los esquemas preestablecidos.
Lo veo vestido con la ropa de "fagina" del ejército argentino,
pantalón estrecho, camisa rústica, y borceguíes con los cordones
seguramente desamarrados, no por un signo de desidia, sino para
sea' consecuente con su escala de valores, donde el atuendo no es lo
más importante.
Así, colgado del vagón de segunda clase con su amplia sonrisa,
erguida la cabeza semi rapada, el "pelao Guevara" de siempre, se
va alejando del andén porteño y va entrando en la historia.
A partir de ese momento, a lo largo de las páginas del Diario,
aparecen en un alucinante caleidoscopio todo lo que considera
digno de ser anotado y siempre presente, en permanente simbio-
sis, el estilista literario y el observador profundo.
De la visita a Bolsa Negra hace una descripción muy vivida
del paisaje que rodea la mina y luego agrega: "Pero la mina no se
sentía palpitar. Faltaba el empuje de los brazos, que todos los días
arrancan la carga de material a la tierra y que ahora estaban en La
Paz defendiendo la Revolución por ser el 2 de agosto, día del
indio y de la Reforma Agraria."
Se puede encontrar en este párrafo, en apretada síntesis, lo que
para Ernesto ya comenzaba a ser un axioma: la importancia del
hombre en todas las actividades de la vida. Pero al mismo tiempo
dicho con la belleza de un literato de fuste.
Otro de los aspectos a resaltar en el Diario es su prematura
multiplicidad, patente en las numerosas y diversas actividades
que lleva a cabo en el corto peiiodo de su viaje.
Es así que emprende tareas tan disímiles como dar una confe-
rencia sobre las actividades docentes en la Universidad de Buenos
Aires o discurrir sobre investigaciones con el eminente fisiólogo
español P. Suñer, víctima de la persecución franquista.
Comienza una serie de intercambios con personalidades con
quienes discutió y muchas veces discrepó.
De cada una de las entrevistas hace un balance crítico y se
observa con asombro la cantidad de aciertos que se encuentran en
estos análisis, vistos a la luz de casi medio siglo de distancia.
Al llegar a Costa Rica, conoce a varios exiliados políticos,
entre ellos dos que tendrán una actuación política de trascenden-
cia en sus respectivos países donde llegarían a la presidencia de
los mismos.
De la entrevista con Juan Bosch, dominicano, y Rómulo Betancourt,
venezolano, surge espontáneamente una pregunta, ¿ cómo este joven
desconocido, desprejuiciado en el atuendo, incisivo y crítico en el
diálogo, pudo romper el cerco oficioso que los rodeaban ?

ernesto CHE guevara


La respuesta no es fácil pero lo real es que intercambió con ellos
y al hacer las conclusiones de esos encuentros, éstas no pueden ser
más exactas.
A Bosch lo retrata tal como fue en su actividad gubernamental,
en pocas palabras. Respecto a Betancourt, anticipa con crudo rea-
lismo la conducta que llevaría a cabo Rómulo, tanto en sus años de
presidente de Venezuela, como al frente de la maquinaria electoral
de Acción Democrática, desde donde enfregó las grandes riquezas
a las transnacionales de los Estados Unidos.
No falta en el Diario un toque de alegría y vitalidad y junto al
hombre de ideas, hallamos al joven vigoroso, lleno de energías,
sensible a la presencia femenina, capaz de darle un poco de cariño
y consuelo a "la negrita Socorro" sin traicionarse a sí mismo y
juzgar la aventura con auténticos matices.
Extraordinariamente importante resultan los pasajes descri-
tos de su estancia en México, por la diversidad de interés y facetas.
Visita museos, admira los murales de Orozco, Rivera, Tamayo y
Siqueiros, y recorre las fascinantes pirámides aztecas, sin olvidar
sus varaderos objetivos. A la fascinación de la cultura mexicana
le agrega un toque determinante e irreversible, cuando escribe que
hará "una vida de proletario".
De esa forma, no se deja tentar por las ayudas que le ofrecen los
Ulises Petit deMurat, Hilda, Petrona, su propia tía Beatriz, que
lo llevarían a un camino burgués. Permanece en su estatus prole-
tario con "la rutinaria cadena de esperanzas y desengaños" que
caracterizan la vida de esta clase durante la lucha por la toma del
verdadero poder.
Esa actitud nueva frente a los problemas políticos que lo ro-
dean, queda claramente expuesta en una discusión, que reproduce,
con un grupo de exiliados argentinos en México. Estos querían
enviar una nota de apoyo al nuevo gobierno argentino, surgido
después del derrocamiento de Perón. En esa reunión Ernesto soli-
cita que antes de apoyar a dicho gobierno "se esperara que este
llevara a cabo actos concretos, como la democracia sindical, y la
conducta económica".
Unido al espíritu proletario, surge en él, más potente que nunca,,
su gran sentido de solidaridad: así como compartió, en el primer
viaje; su manta de abrigo, con la pareja de obreros en la fría noche
del altiplano chileno, ahora en México, pese a las penurias económi-
cas que sufre; busca y consigue dinero ($150,00) para ayudar a su
amigo El Patojo, a quien aconseja retornar a Guatemala al lado de
su madre que necesita de su apoyo económico y afectivo.
En las últimas páginas se encuentran perfectamente peifrladas
las tres grandes líneas de conductas que han demarcado su vida
durante sus primeros cinco lustros. Su afición y capacidad para la
ciencia; su deambular entre viajeros curiosos y el estudio de la
naturaleza y las civilizaciones en compañía de sus amigos y terce-
ra, la necesidad de participar en una Revolución ver dada'a.
Como ilustración de lo anterior, se pueden apreciar los comen-
tarios acerca de la presentación en Guanajuato de su trabajo sobre
alergia, y sopesa la posibilidad de haca' ciencia investigativa y
medicina humana.
En esos días, al comentar también sobre su futuro, se refiere a
una presunta reunión en Caracas con los Granados, y aunque la
considera como posibilidad, es más bien un pensamiento fugaz y
concesión al llamado de los amigos, que una firme resolución.
Queda claro, y especialmente para mí, que ya la forma de actuar y
de pensar dista mucho de aquel Fuser de 1952 con quien compartí
momentos irrepetibles. Siguen presentes sus deseos de viajar e
investigar, pero se siente la férrea convicción de no volver a ser
semicientífico, semibohemio, semirrevolucionarlo, sino de entre-
garse de lleno al gran salto decisivo.
Por azares de la vida en ese duro mes de agosto conoce a Fidel,
en quien encuentra el aliento y apoyo que necesitaba.
Es por eso que si se dijera que en su diario existe poco espacio
para la descripción de un encuentro tan importante en el fu turo,
¿estaré equivocado cuando pienso que en el instante de escribir
esas líneas dijo para sí, parafraseando al Maestro: Hay cosas
que en silencio han tenido que ser... ?

Alberto Granado
La Habana, agosto de 1998
Otra vez

11
El sol nos daba tímido en la espalda mientras caminába-

ernesto CHE guevara


mos por las lomas peladas de la Quiaca. Repasaba mental-
mente los últimos acontecimientos. Esa partida tan llena de
gente, con algunos lloros intermedios, la mirada extraña de
la gente de segunda que veía una profusión de ropa buena,
de tapados de piel, etc., para despedir a dos snobs de apa-
riencia extraña y cargados de bultos. El nombre del ladero
ha cambiado, ahora Alberto se llama Calica; pero el viaje es
1

1
Recuerda
el mismo: dos voluntades dispersas extendiéndose por Amé-
a su amigo
rica sin saber precisamente qué buscan ni cuál es el norte.
Alberto Granado,
En torno a los cerros pelados una bruma gris da tono y cjuien lo acompañara
tónica al paisaje. Frente nuestro un débil hilo de agua sepa- en su primer
ra los territorios de Bolivia y Argentina. Sobre un puentecito recorrido
por algunos países
minúsculo cruzado por las vías del ferrocarril las dos ban-
de América Latina,
deras se miran la cara, la boliviana nueva y de colores vi-
y menciona
vos, la otra vieja, sucia y desteñida, como si hubiera empe- a Carlos Ferrer
zado a comprender la pobreza de su simbolismo. (Calica), su
Conversamos con algunos gendarmes y nos dicen que compañero en este
segundo viaje por el
hay un cordobés de Alta Gracia, nuestro pueblo de la infan-
continente,
cia, trabajando con ellos. Es Tiqui Vidora, uno de mis com-
que se inicia
pañeros de juegos de la mfancia. Extraño reencuentro en el el 7 de julio de 1953.
rincón septentrional de la Argentina. (Todas las notas
Fue el dolor de cabeza y el asma quienes intransigentes del Diario son
me obligaron a frenar. Por eso pasaron tres días especial- del Archivo Personal
del Che.)
mente aburridos en el pueblito hasta que zarpamos con
rumbo a La Paz.
La noticia de que andábamos en segunda clase provoca-
ba una inmediata indiferencia hacia nuestro viaje. Todavía
es importante la noticia de que puede haber una buena pro-
pina, aquí y en cualquier lado.
Ya en territorio boliviano, tras de un reparo superficial de
la aduana argentina y chilena, seguimos sin inconveniente.
Desde Villazón camina el tren pachamentamente hacia
el norte, entre cerros, quebradas y vías de una aridez total.
El verde es un color prohibido.
El tren desmigaja su desgano sobre las áridas pampas
donde el salitre comienza a hacer su aparición, pero llega la
noche y todo se pierde en medio de un frío que va tomando
paulatinamente todo. Tenemos camarote ahora pero, a pe-
sar de todo, de las mantas adicionales, un frío tenue se infil-
tra en los huesos.
A la mañana siguiente las botas están heladas y produ-
cen una sensación molesta con los pies.
El agua de los lavatorios y hasta de las garrafas está
congelada.
Con la cara sucia y despeinados vamos al vagón come-
dor con cierta desconfianza, pero las caras de nuestros com-
pañeros de viaje nos dan tranquilidad de muchos.
A las 4 de la tarde se asoma el tren a la quebrada donde
está La Paz. Una ciudad chica pero muy bonita se desperdiga
entre el accidentado terreno del fondo, teniendo como centi-
nela la figura siempre nevada del mimara. La etapa final de
unos cuantos kilómetros tarda más de una hora en comple-
tarse. El tren parece que fuera a escapar tangentemente a la
ciudad, cuando toma y continúa su descenso.
Es un sábado a la tarde y la gente a la que estamos reco-
mendados es muy difícil de encontrar, de modo que nos
dedicamos a vestirnos y sacarnos la roña del viaje.
Ya empezamos el domingo a recorrer a nuestros recomen-
dados y a ponemos en contacto con la colonia argentina.
La Paz es la Shanghai de América. Una riquísima gama
de aventureros de todas las nacionalidades vegetan y me-
dran en medio de la ciudad policroma y mestiza que mar-
cha encabezando al país hacia su destino.
La gente llamada bien, la gente culta se asombra de los
acontecimientos y maldice la importancia que se les da al in-
dio y al cholo, pero en todos me pareció apreciar una chispa de
entusiasmo nacionalista frente a algunas obras del gobierno.
Nadie niega la necesidad de que acabara el estado de
cosas simbolizado por el poder de los tres jerarcas de las
minas de estaño, y la gente joven encuentra que éste ha sido
un paso adelante en la lucha por una mayor nivelación de
personas y fortunas.
El 15 de jubo a la noche hubo un desfile de antorchas
largo y aburrido, como ejemplo de manifestación pero in-
teresante por la forma de expresar su adhesión que era en
forma de disparos de Mauser o //Piri-pipí,,/ el terrible fusil
de repetición.
Al día siguiente pasaron en interminable desfile gremios,
colegios y sindicatos haciendo cantar la Mauser con bastan-
te asiduidad. Cada tantos pasos uno de los directores de las
especies de compañías en que estaba fraccionado el desfile
gritaba: "Compañeros del gremio tal, viva La Paz, viva la
independencia americana, viva Bolivia; gloria a los
protomártires de la independencia, gloria a Pedro Domingo
13
Murillo, gloria a Guzmán, gloria a Villarroel.,/ El recitado se

ernesto CHE guevara


efectuaba con voz cansina a la que un coro de voces monóto-
nas daba su marco adecuado. Era una manifestación pinto-
resca pero no viril. El paso cansino y la falta de entusiasmo
de todos le quitaba fuerza vital, faltaban los rostros enérgicos
de los mineros, según decían los conocedores.
Por la mañana de otro día tomamos un camión para ir a
las Yungas. Al principio subimos basta alcanzar los 4 600
metros en el lugar llamado la Cumbre para bajar luego len-
tamente por un camino de cornisa al que flanqueaba un
profundo precipicio en casi todo su recorrido. Pasamos en
las Yungas dos días magníficos, pero faltaban en nuestro
acervo dos mujeres que pusieran la nota erótica como matiz
necesario al verde que nos rodeaba por todos lados. Sobre
las laderas vegetadas que se despeñaban hacia un río dis-
tante abajo, varios centenares de metros, y custodiados por
un cielo nublado, se desperdigaban cultivos de cocos con
sus típicos grados, de bananeras que a la distancia semejan
bébces verdes emergiendo de la selva, de naranjos y otros
citros, de cafetales enrojecidos de frutos; todo matizado por
la raquítica figura de un papayo con una configuración que
recuerda algo la estática figura de la llama y de otros fruta-
les y árboles del trópico.
En un rincón había una granja escuela de los curas
salesianos que uno de ellos, alemán, nos mostró con toda
gentileza. Una gran cantidad de frutas y hortahzas se culti-
van alh con todo esmero. No vimos los niños, que estaban
en clase, pero al hablar de otras granjas similares en Argen-
tina y Perú, me trajo el recuerdo de la indignada exclama-
ción de un maestro pureño: Ya lo dijo un educador mexi-
"

cano, es el único lugar del mundo donde se trata mejor a los


animales que a la gente." Yo no le contesté, pero el indio
sigue siendo una bestia para la mentalidad del blanco, so-
bre todo si es europeo, por más hábitos que lleve.
La vuelta la hicimos en la camioneta de unos mucha-
chos que habían pasado el fin de semana en el mismo hotel.
Llegamos con una curiosa facha a La Paz, pero rápido y
relativamente cómodos.
La Paz, ingenua, cándida como una muchachita provin-
ciana, muestra orgullosa sus maravillas edilicias. Visita-
mos sus nuevos edificios, la Universidad de bolsillo desde
cuyas terrazas se domina toda la ciudad, la biblioteca mu-
14 nicipal, etc.
N
La belleza formidable del Illimani difunde su suave clari-
OJ dad, eternamente nimbado por ese halo de nieve que la natu-
raleza le prestó por siempre. En las horas del crepúsculo es
> cuando el monte solitario adquiere más solemnidad e impo-
nencia.
Hay un hidalgo lu cu ma no que me recuerda su augusta
serenidad. Exiliado de la Argentina, es centro y dirección de
u la colonia que ve en él un dirigente y un amigo. Sus ideas
4J políticas hace mucho que han envejecido en todo el mundo,
pero él las mantiene independiente al huracán proletario
O que se ha desatado sobre nuestra belicosa esfera. Su mano
amiga se tiende a cualquier argentino sin preguntar quién es
y por qué viene, y su serenidad augusta arroja sobre noso-
3
tros, míseros mortales, su protección patriarcal, sempiterna.1
Se refiere
a Isaías Nogués,
Seguimos varados esperando una definición y un cam-
bio y esperando el 2 en donde veremos qué pasa, pero hay
algo ondulante y con buche que se ha cruzado en mi cami-
no, veremos...
Visitamos al final la Bolsa Negra. Tomando el camino
del sur se va ascendiendo hasta llegar a una altura de 5 000
metros aproximadamente, para descender luego al valle en
cuyo fondo está la administración de la mina y en una de
cuyas laderas, la veta.
Es un espectáculo imponente: a la espalda el augusto
Illimani, sereno y majestuoso, adelante el blanco Mururata,
y ante los edificios de la mina que semejan copas de algo
arrojado desde el cerro que quedaran allí por caprichos del
accidente del terreno que los detuviera. Una gama enorme
de tonos oscuros irisa el monte, el silencio de la mina quieta
ataca hasta a los que como nosotros no conocen su idioma.
El recibimiento es cordial, nos dan alojamiento y des-
pués dormir.
A la mañana siguiente, domingo, vamos con uno de los
ingenieros a un lago natural alimentado por un glacial del
Mururata. Por la tarde visitamos el ingenio que es el molino
donde se logra el Wolfram, el mineral que produce la mina.
El proceso sucinto es: la piedra que se extrae de la mina se
divide en tres porciones, la que constituye el mineral con un
70% de hez que se embolsa así: la que tiene algo de Wolfram
pero en cantidades menores y la capa, vale decir la que no
tiene nada, que se arroja por vertederos afuera. La segunda
porción va al molino con un alambre carril o andarivel, como
llaman en Bobvia, cae en un depósito y luego de allí va al 15
molino que la tritura y la deja de menor tamaño, otro molino

ernesto CHE guevara


la reduce más todavía y una serie de pases por agua va sepa-
rando el metal que queda en estado de polvo fino.
El jefe del ingenio, un señor Tenza muy competente, ha
planeado una serie de reformas que traerán como resultado
el incremento de la producción y el mejor aprovechamiento
del mineral.
Al día siguiente visitamos el socavón. Llevando los sa-
cos impermeables que nos dieron, una lámpara de carburo
y un par de botas de goma, entramos en la atmósfera negra
e inquietante de la mina. Anduvimos dos o tres horas por
ella revisando topes, viendo las vetas perderse en lo hondo
de la montaña, subiendo por trampas angostas basta otro
piso, sintiendo el fragor de la carga que se echa por los
vagones hacia abajo para ser recogida en el otro nivel, vien-
do preparar los agujeros para la carga con la máquina de
aire comprimido que va cavando.
Pero la mina no se sentía palpitar. Faltaba el empuje de
los brazos que todos los días arrancan la carga de material
a la tierra y que ahora estaban en La Paz defendiendo la
Revolución por ser el 2 de agosto, día del indio y de la Refor-
ma Agraria.
Por la tarde llegaron los mineros con sus caras pétreas y
sus cascos de plástico coloreado que los semejan guerreros
de otras tierras.
Sus caras impasibles, con el marco invariable del eco de
la montaña devolviendo las descargas mientras el valle
empequeñecía el camión que los traía, eran un espectáculo
interesante.
La Bolsa Negra puede producir todavía cinco años más en
las condiciones actuales, luego parará su producción a menos
que se baga una galería de varios miles de metros de empalme
nuevamente con la veta. La galería está proyectada. Hoy por
hoy es lo único que mantiene a Bolivia, pues es un mineral
que los americanos compran, por lo que el gobierno ordenó
incrementar la producción; lo que se ha conseguido es un
30% gracias al esfuerzo inteligente y tesonero de los inge-
nieros responsables. El doctor Re villa nos atendió con toda
amabilidad invitándonos a su casa.
A las 4 partimos de vuelta aprovechando un camión, y
pernoctamos en un puebhto llamado Palca y temprano lle-
gamos a La Paz.
1
Estamos ahora esperando un [ J1 para huir.
Ilegible
16 Gustavo Torlincheri es un gran artista como fotógrafo.
en el original
N Además de una exposición pública y de sus trabajos parti-
0) culares tuve oportunidad de ver su manera de trabajar. Una
técnica sencilla subordinada íntegramente a una composi-
> ción metódica da como resultado fotos de notable valor.
Con él hicimos un recorrido que, saKendo de La Paz, toma
el club andino de Chacoltoya para seguir luego por las to-
mas de agua de la compañía de electricidad que abastece
u La Paz.
4J Otro día fui al Ministerio de Asuntos Campesinos, donde
me trataron con extrema cortesía. Es un lugar extraño, monto-
O nes de indios de diferentes agrupaciones del altiplano espe-
ran tumo para ser recibidos en audiencia. Cada grupo tiene su
traje típico y está dirigido por un caudillo o adoctrinador que
les dirige la palabra en el idioma nativo de cada uno de ellos.
Al entrar, los empleados les espolvorean DDT.
Al fin estuvo todo listo para partir, cada uno de nosotros
tenía su referencia amorosa que dejar allí. Mi despedida fue
más en plano intelectual, sin dulzura, pero creo que algo
hay entre nosotros, ella y yo.
La última noche fue de Hbaciones en casa de Nogués,
tanto que me olvidé la máquina fotográfica. En medio de
una gran confusión sahó Cahca solo para Copacabana,
mientras yo me quedaba otro día que empleé en dormir y
recuperar nú máquina.
Después de un viaje lindísimo bordeando el lago y de
cruzar La Bolsa por Taquería llegué a Copacabana, nos
alojamos en el mejor hotel y contratamos un barquito que
nos llevará al día siguiente a la Isla del Sol.
A las 5 de la mañana nos despertaron y salimos con rumbo
a la isla; el viento era muy pobre de modo que hubo que remar.
A las 11 llegamos a la isla y visitamos una construcción
incaica, más tarde me enteré de que había otras reúnas más.
de modo que obligamos al botero a ir hasta allí. Era intere-
sante y sobre todo escarbando entre las ruinas encontra-
mos algunos restos, un ídolo representando una mujer que
prácticamente llena mis aspiraciones. El botero no se ani-
ma a volver, pero lo convencimos de que zarpara, sin em-
bargo se cagó hasta las patas y hubo que hacer noche en un
cuartucho miserable con paja por colchón.
Volvimos a remo en la mañana del día siguiente, pero
nosotros nos hacíamos los burros debido al cansancio que
nos embargaba. Perdimos ese día durmiendo y descansan-
do, y resolvimos salir a la mañana siguiente en burro, pero lo 17

ernesto CHE guevara


pensamos mejor y resolvimos no hacerlo, dejando el viaje
para la tarde. Contraté un camión pero éste se fue antes de
que llegáramos con el bultaje de modo que quedamos ancla-
dos pudiendo al final llegar al límite en una camioneta. Allí
se inició nuestra odisea: teníamos que caminar dos kilóme-
tros con nuestro pesado equipaje a cuestas. Al fin consegui-
mos dos changadores y entre risas y puteadas llegamos al
alojamiento. Uno de los indios al que habíamos puesto Túpac-
Amaru presentaba un espectáculo lamentable, cada vez que
se sentaba a descansar había que ayudarlo a ponerse en pie
porque no podía solo. Dormimos como lirones.
Al día siguiente nos encontramos con la desagradable
sorpresa de que el investigador no estaba en su oficina, de
modo que vimos partir los camiones sin poder hacer nada.
El día transcurrió en medio de un aburrimiento total.
Al siguiente, cómodamente instalados en "Coceta", sa-
1
La estancia de Ernesto
limos rumbo a Puno, bordeando el lago. Cerca de este pue-
1

por Bolivia se extendió


blo florecieron las Bolsas de tolora de las que no habíamos por un mes y días,
visto ninguna desde Taquira. Al llegar a Puno hicimos la aunque la fecha exacta
última aduana del camino y en ella me requisaron dos li- no aparece consignada

bros: El hombre en la Unión Soviética y una publicación del en el pasaporte.


No obstante, la salida
Ministerio de Asuntos Campesinos que fue calificada de
de La Paz se produce
Roja, Roja, Roja en acento exclamativo y recriminatorio; des- el 7 de agosto
pués de una jugosa charla con el jefe de policía quedé en y es relatada
buscar en Lima la publicación. Dormimos en un hotelucho en carta a su madre
desde El Cuzco,
cercano a la estación.
del 22 de agosto
Cuando portando todo nuestro equipaje íbamos a subir de 1953, citada
a segunda, nos atajó un empleado de investigaciones que en Ernesto Guevara
tras algunos cabildeos nos propuso subir a primera y llegar Lynch. Aquí va un
soldado de América,
gratis al Cuzco con las medallas de dos de ellos, lo que, por
Editorial Planeta,
supuesto, aceptamos. Así viajamos cómodamente dándo- Argentina, 1987.
les a los tipos el importe del pasaje de segunda. (Ver Anexo.)
A la noche, al llegar a la estación, uno de ellos desapare-
ció sin su chapa que quedó en mi poder. Nos alojamos en
un hotelucho de mala muerte y dormimos a pata suelta.
Al día siguiente fuimos a controlar nuestros pasaportes y
nos encontramos con un pesquisa que nos preguntó con el
tono profesional que los caracteriza dónde está la chapa que
se llevó usted anoche. Le expliqué lo que pasó y le devolví la
chapa. Todo el resto del día lo dedicamos a recorrer iglesias
así como el siguiente. Ya hemos completado todo lo más im-
portante del Cuzco aunque un poco por encima, y espera-
mos a una señora argentina que nos cambie dinero nuestro
por soles para ir a Machu-Picchu y recorrerla enseguida.
Ya tenemos los soles, pero por 1 000 pesos nos han dado
600; hasta qué punto incidió la argentina no sé, ya que el
intermediario no apareció, lo cierto es que momentánea-
mente estamos a cubierto del hambre.
En estos días de espera hemos agotado la provisión de
iglesias y monumentos interesantes de Cuzco. Nuevamen-
te hago en mi cabeza un motete de altares, cuadros grandes
y púlpitos.
Me impresionó por su sencillez y serenidad el púlpito de
la iglesia de San Francisco, cuya sobriedad contrasta con el
estilo recargado que impera en casi todas las construccio-
nes de estilo colonial.
Belén ya tiene sus torres, pero el brillo blanco de ambos
campanarios nuevos resulta chocante comparado con los
tonos oscuros de la nave que es vieja.
Mi estatuilla inca, Martha de nuevo nombre, es auténtica
y hecha de tunyana, la aleación de los incas. Uno de los
empleados del museo me lo dijo, lástima que extrañamos
[sic] los pedazos de vasija que son los que dan la pauta de la
civilización que fue. Hemos coñudo mejor desde el pago.
Machu-Picchu no defrauda, no sé cuántas veces más po-
dré admirarla, pero esas nubes grises, esos picachos mora-
dos y de colores sobre los que resalta el claro de las ruinas
grises, es uno de los espectáculos más maravillosos que
pueda yo imaginar.
Don Soto nos recibió muy bien y al final nos cobró sólo la
mitad del hospedaje, pero a pesar del entusiasmo de Calica
por este lugar siempre extraño la compañía de Alberto.
Nuestra identidad de caracteres que tan bien se comple-
mentaban se hace más patente en Machu-Picchu.
Vuelta al Cuzco, a echar al pasar una mirada a alguna
iglesia y a esperar la salida de algún camión. Una a una se
desmembran nuestras esperanzas, mientras pasan los días
y menguan los pesos o soles. Ya habíamos conseguido el
camión, que era justo lo que necesitábamos, cuando con
todas las vahjas cargadas se armó la gorda por 2 hbras que
no teníamos. Contemporizando algo, podríamos haber he-
cho negocio, el hecho es que estábamos varados hasta el día
sábado, mañana, y los primeros cálculos indican 40 soles
más caro en contra del ómnibus.
19
Conocimos aquí en Cuzco un médium espiritista. Fue

ernesto CHE guevara I


así: conversando en lo de la señora argentina con ella y
Pacheco, el ingeniero peruano, empezaron a hablar de espi-
ritismo, tuvimos que hacer esfuerzos para no reír pero enca-
ramos el asunto con seriedad y al día siguiente nos llevaron
a conocerlo. El tipo dio unos informes raros sobre unas lu-
ces que veía, de las que vio en nosotros; se refirió a la luz
verde de la simpatía y la del egoísmo en Calica, y la verde
oscuro de la adaptabilidad en mí. Después me preguntó si
no tenía algo al estómago porque veía radiaciones mías
medio caídas, lo que me dejó pensando, porque mi estóma-
go se queja de los guisos peruanos y de la comida en lata:
lástima no poder estar en una reunión con este médium.
Ya el Cuzco se ha perdido a lo lejos; después de un inter-
minable viaje de casi tres días del ómnibus llegamos a Lima.
Desde Abancoy para acá el camino sigue durante toda una
jomada de ómnibus la quebrada del río Apurimac que se va
haciendo más pequeño cada vez. Nosotros nos bañamos en
un pequeño remanso en que apenas nos tapaba el agua, pero
el frío era muy intenso y no fue para mí un baño agradable.
El viaje se hacía interminable. Las gallinas habían caga-
do todo el asiento bajo el cual estábamos, y un olor insopor-
table a patas ponía el ambiente como para cortarlo a cuchi-
llo. Después de pinchar varias gomas y alargar más aún el
viaje, logramos llegar a Lima y dormimos como lirones en
un hotelucbo de mala muerte.
En el ómnibus conocimos a un explorador francés que
había estado en el Apurimac y había naufragado, llevándo-
se la corriente a una compañera de él, que en un primer
momento dijo que era una profesora y luego resultó ser una
alumna fugada de la casa de los padres y que de yapa no
sabía nadar. El tipo se las va a ver negras.
Fui a visitar al Dr. Pesce y a la gente del leprosorio.1 To-
1
Leprosorio De Guía. dos me recibieron muy cordialmente.
Tanto el doctor Pesce Han pasado nueve días en Lima, todavía sin visitar nada
como extraordinario debido a los compromisos con amistades, pero
Zoraida Boluarte
conseguimos un comedor universitario que cobra 1,30 cada
le brindaron apoyo
y amistad
comida, de modo que estamos perfectos en ese sentido.
en su primer viaje Zoraida Boluarte nos invitó a su casa. De allí fuimos al
por América Latina cine a ver el famoso tridimensional. No me parece ninguna
de ahí que los visite revolución de nada y las películas siguen siendo igual. Lo
de inmediato
bueno ocurrió más tarde cuando nos encontramos con dos
20 cuando vuelve
investigadores que pusieron patas arriba todo y nos lleva-
N a Lima.
ron a la cárcel donde luego de estar unas horas nos larga-
0) ron citándonos para el día siguiente, boy; veremos.
El asunto policial no fue nada después de un interroga-
> torio suave y unas cuantas disculpas nos dejaron en liber-
tad. Al día siguiente nos volvieron a llamar solicitándonos
datos sobre una pareja secuestradora de un chico que había
encontrado parecido con el matrimonio Roy de la Paz.
u
Los días se han sucedido sin que tuviéramos oportuni-
dad de nada nuevo. El único acontecimiento importante es
o el cambio de domicilio que hemos hecho, lo que nos permite
vivir gratis totalmente.
La nueva casa nos ha resultado magnífica. Ya ligamos
una fiesta en la que yo no pude chupar por estar con asma
pero que sirvió para que Calica se pescara una nueva curda.
El Dr. Pesce nos brindó una de sus charlas tan completas
y amenas en las que habla con tanta seguridad de temas tan
diversos.
Ya tenemos casi seguro los pasajes para Tumbes por in-
termedio de un hermano de la señora de Peirano. Estamos
aquí esperando, ya prácticamente sin cosas que ver en Lima.
Siguen pasando los días abúlicos, mientras nuestra pro-
pia inercia contribuye a que nos quedemos en esta ciudad
más de lo deseado. Tal vez mañana lunes se decide el asun-
to pasajes y se fija la fecha definitiva de partida. Han hecho
su aparición los Paso que dicen tener buenas perspectivas
de trabajo aquí.
Ya estamos sobre la marcha, quedan los últimos minu-
tos para repasear a la soñadora Lima: sus iglesias llenas de
magnificencia por dentro no alcanzan externamente -mi
opinión- a mostrar esa augusta sobriedad de los templos
cuzqueños. La catedral tiene una serie de escenas de la pa-
sión del señor de un pintor que da la impresión de ser de la
escuela holandesa, de alto valor artístico; pero no me gusta
su nave, ni me gusta tampoco su exterior un poco amorfo en
cuanto a estilo, parece haber sido construida en una época
de transición cuando en España se iniciaba la decadencia
de su furia guerrera para empezar el amor al lujo, a las
comodidades. San Pedro tiene una serie de cuadros de va-
lor, pero tampoco me gusta su interior.
Nos tropezamos con Rojo que había sufrido nuestras mis-
mas vicisitudes pero aumentadas por causa de los libros que
llevaba. Viaja a Guayaquil y allí nos encontraremos.

ernesto CHE guevara


Como despedida de Lima vimos Gran concierto, una peK-
cula rusa pehgrosamente parecida a las norteamericanas,
pero de mayor cahdad en cuanto a colorido y ñdehdad
musical. La despedida de los enfermos fue más o menos
emotiva, pienso escribir.
La primera jornada fue de un tirón basta Piura, adonde
llegamos a la hora del almuerzo. Yo con asma me encerré en
mi pieza y sólo sab un ráto por la noche para conocer algo
del pueblo, que es una típica capital de provincia de la Ar-
gentina pero con más coches nuevos.
Acomodados con el chofer para pagar menos, tomamos
al otro día el ómnibus a Tumbes, adonde llegamos al ano-
checer luego de pasar, entre otras poblaciones, por Talara
que es un puerto petrolero bastante pintoresco.
También sin conocer Tumbes debido al asma, seguimos
viaje, llegando a la frontera en Aguas Verdes y pasando
luego al otro lado, Huaquiilas,1 no sin sufrir los asaltos de 1
Llegan a Ecuador
las bandas que hacen el transporte de un lado a otro del
el 27 de septiembre
puente que marca la frontera. Un día perdido en cuanto a de 1953,
viaje, aprovechado por Calica para tomar cerveza de arriba. y controlados
por inmigración
Al día siguiente emprendimos la marcha hasta Santa
el 28.
Marta, donde tomamos un barco que nos llevó por el río
basta Puerto BoLvar, y tras toda la noche de navegación
llegamos por la mañana a Guayaquil, yo siempre con asma.
Allí encontramos al gordo Rojo, pero no solo, con 3 ami-
gos estudiantes de derecho que nos llevaron a su pensión;2 2
Son los estudiantes
éramos 6 personas y formamos un círculo cerrado de ciu- argentinos
dad estudiantil con las ruedas de los últimos mates que nos Andrews Herrero,
Eduardo (Guato)
quedaban. El cónsul se mostró impermeable a nuestro García
pechazo de unas hojas de la infusión. y Oscar Valdovinos.
Guayaquil es, como todos estos puertos, una ciudad pre-
texto que gira alrededor del suceso diario de la entrada o
salida de barcos sin vida propia casi.
Poco pude conocer, ya que la historia de viaje de los mu-
chachos que partían para Guatemala, uno con el gordo Rojo,
nos absorbió. Posteriormente conocí a un muchacho,
1
Maldonado,1 que me conectó con gente médica, el doctor
Doctor Jorge
Safadi,2 psiquiatra y bolche,3 como su amigo Maldonado.
Maldonado Reinella
Por intermedio de ellos me conectó con algún otro especia-
2
Doctor
lista de lepra.
Fortunato Safadi.
Tienen una casa de reclusión con 13 personas en condi-
Expresión empleada ciones bastante precarias y con poco tratamiento específico.
para marcar
su filiación
Los hospitales por lo menos son limpios y no del todo malos.
comunista, Mi pasatiempo favorito es el ajedrez, que juego con los de
bolchevique. la pensión. Mi asma, bastante mejor. Pensamos quedarnos
4
dos días más para tratar de localizar aquí a Velasco Ibarra.4
Presidente
ecuatoriano, reelecto Planes deshechos y rehechos, angustias económicas y
en varias ocasiones. fobias guayaquileras. Todo esto es el resultado de una broma
hecha al pasar por García: "Muchachos, ¿por qué no se van
5
con nosotros a Guatemala ?"5 La idea estaba latente, faltaba
Ver en Anexo
carta a su madre
ese empujoncito para que yo me decidiera. Calica me sigue.
fechada Ahora han venido días febriles de búsqueda. Ya las visas
el 21 de octubre están virtualmente concedidas, pero para un gasto calcula-
de 1953 do de 200 dólares hay una existencia de 120,80 dólares difí-
desde Guayaquil.
cil de conseguir, aunque se van juntando merced al esfuerzo
de venta de nuestro equipaje. El viaje hasta Panamá es gratis,
salvo el pago de 2 dólares diarios por cabeza lo que suman
32 dólares para los cuatro; era esta la discusión, es decir
puede ser anulado. En Panamá nos esperan días de escasez.
La entrevista con Velasco Ibarra fracasó lamentable-
mente, el jefe de ceremonial un señor Anderson contestó a
nuestra patética imploración de ayuda diciendo que la
vida tiene altas y bajas, ahora estamos en una baja pero ya
vendrán altas, etc.
Conocí el domingo unos lugares de la costa parecidos a
cualquier zona lluviosa con ríos inundables pero el viaje
fue particularmente mteresante por la compañía del Dr.
Fortunato Safadi y un amigo suyo que vendía seguros. Un
poco más arriba dije que en Panamá nos esperan días de
escasez, lo que hace falta saber es si Panamá nos espera...
Después de sacar sin dificultad la visa a Guatemala fuimos
a obtener los boletos del barco para así sacarlos sin la otra
visa a Panamá, y allí se armó la gorda puesto que el repre-
sentante de la Compañía se negó terminantemente a ven-
demos sin antes preguntar telegráficamente a la Compañía
Colón Panamá. La respuesta llegó al día siguiente por la
noche y fue terminantemente negativa. Esto fue un sábado,
el "Guayos", elbuquecito que debía partir el domingo pos-
tergó su viaje para el miércoles.
Calica partió con rumbo a Quito en un camión particu-
lar, de garrón. 23
El lunes probamos nuevamente, esta vez con una orden

ernesto CHE guevara


de tránsito por 35 dólares, a nombre de García y mío que
éramos los que resolvíamos salir primero; el resultado fue
negativo, con esto por delante, teniendo sólo un misero car-
tucho que quemar, mandamos un telegrama a Calica para
que nos espere. Por la noche me entrevisté con Enrique
Arbuiza el vendedor de seguros quien nos dijo que tal vez
lo consiguiera y a la mañana siguiente, hoy, nos entrevista-
mos con el encargado de una compañía del turismo que se
negó también; pero dio otra tabla explicándonos que la com-
pañía que nos llevará a Panamá podía dar la carta. El ven-
dedor de seguros también era amigo del capitán del
"Guayos" y consecuentemente me llevó hasta él para plan-
tearle el problema. El capitán saltó como leche hervida pero
después que le explicamos un poco las cosas se calmó y
quedamos en recibir la contestación definitiva esta tarde.
De todas maneras, hicimos un nuevo telegrama a Quito
rectificándonos, de modo que Calica seguirá solo hasta Bo-
gotá, por lo menos. Nuestro plan es esperar la respuesta
definitiva y luego ir dos a Panamá o zarpar cuanto antes los
3 de aquí.
Veremos...
No vimos nada: una hora y pico esperando infructuosa-
mente al capitán del "Guayos". Mañana se decidirá termi-
nantemente qué se hace, pero de todas maneras Andró He-
rrero se queda. El arguye que es necesario que uno se quede
de agente de enlace en Guayaquil y además que es más fácil
conseguir colada para dos que para tres. Eso es cierto, pero
nos parece que hay gato escondido en esto y que algún
amor lo debe retener aquí, pero es tan misterioso en sus
cosas, que nadie sabe nada.
Pasé un día malísimo postrado por el asma con mareos y
diarreas consecuencia de un purgante salino. García no
hizo nada en todo el día, así que la incertidumbre continúa.
La visa a Panamá es una obsesión, cuando ya estaba
todo bsto soltaron 90 sucres más que no teníamos en ese
momento, de modo que quedó para la tarde. Me encontré
sin embargo con el cónsul que me invitó a visitar un barco
1
argentino. Nos trataron bastante bien y nos dieron yerbas,1
Yerba mate.
pero el cónsul me hizo formar rehgiosamente los 10 sucres
de lancha. Es una barcaza del tipo de la " Ana G." de gran
24
2
recuerdo para mí.2 Quiero anotar expresamente el hecho
N Embarcación
siguiente: los soldados que cuidan las oficinas de enrola-
en la que se enroló
(D como enfermero miento llevan detrás las iniciales US.
en su recorrido Ya tenemos la visa con su tremendo letrero: 'Tiene pasa-
> por el Caribe je pago de Panamá a Guatemala/' Se va a armar un quilom-
a partir de 1950.
bo de ordago. Hoy comimos con García en el barco argenti-
no, nos trataron a cuerpo de rey, nos regalaron cigarrillos
u americanos y tomamos vino, amén del puchero. El resto del
día en 0.
4J
Dos días más: el sábado triste de la despedida incómo-
o da, el domingo triste del viaje postergado. El sábado tenía
casi vendida la máquina pero el resto burgués de mi afán
propietario me impidió hacerlo al momento, después fue
tarde aparentemente, aunque boy se sabrá. El anillo recién
se pudo colocar más o menos seguro el domingo por la
noche; pero a la mañana cuando todos los proyectos pare-
cían derruirse, sin un cobre, sin posibüidades de conse-
guirlos nos pareció la noticia de la postergación del viaje
un regalo del cielo, sin embargo, cuando a la pregunta so-
bre fecha de sahda, contestó el ingeniero dubitativamente,
"quién sabe, tal vez el jueves", nuestro entusiasmo se fue al
suelo, 5 días más son 120 sucres más, significan mayores
dificultades para pagar etc., etc.
Y ahora días y días más y la máquina no se pudo vender
y prácticamente no hay más cosas que quemar, de modo
que nuestra situación es bastante precaria: encima ni un
peso, deuda 500, potencialmente mil pero cuándo, esa es la
cosa. Recién el domingo vamos a partir si es que no hay un
nuevo atraso por cualquier circunstancia fortuita.
Ya en el mar paso revista a estos últimos días. Las febri-
les búsquedas de alguien que diera algo por nuestros uten-
silios vendibles, el esquivo comprador del anillo que al fin
se achicó y el definitivo gesto del amigo Monasterio que dio
500 sucres y habló a la dueña de la pensión. El instante de
las despedidas siempre frío, siempre inferior a lo que uno
espera, encontrándose en ese momento incapaz de exterio-
rizar un sentimiento profundo.
Ahora estamos en un camarote de primera, que para los
que pagan será malo, pero para nosotros ideal; tenemos
como compañeros de pieza a un paraguayo conversador
que hace un viaje relámpago por América en avión y un
ecuatoriano farabuti,1 ambos un par de boludos. García se 1
Bueno. 25
ha mareado y tras de vomitar y tragarse un Benadril duer-

ernesto CHE guevara


me a pierna suelta. Para esta tarde hay sesión de mate con el
ingeniero.
Me he enterado de la muerte de una tía mía en Buenos
Aires por conducto de un diplomático que conocí en Chile y
encontré en el barco argentino inesperadamente. La noticia
me la dio como al pasar.
Marta no tiene ningún valor, según dicen, nosotros no
bajamos al puerto, pero al día siguiente en Esmeraldas hici-
mos el gran derroche y nos patinamos un dólar para visitar
todo el pueblito y sellar la salida del país.
Uno de los compañeros, el ecuatoriano, se encontró con
un primo al que no conocía pero del que se hizo gran amigo,
llevándonos a pasear por las afueras del pueblito en medio
de montes tropicales.
Después de eso, hemos tenido un día entero de mar lo
que a mí me parece precioso, pero no le gusta nada a Gualo
García. A la salida de Esmeraldas fue encontrado un pavo,
es decir un polizón, el que fue devuelto a puerto. Me trajo
agradables recuerdos de otras épocas.
Ya estamos instalados en Panamá,2 sin un rumbo cierto, 2
En carta
sin nada nada seguro, sólo la seguridad de llegar. Han pasa-
de 21 de octubre
do cosas increíbles. Por partes: llegamos y no pasaba nada, de 1953
tranquilamente el vista de aduanas revisó nuestras cosas, el Ernesto estima
otro empleado selló y retuvo los pasaportes y salimos rumbo que llegaría
a Panamá
a Panamá City desde Balboa, el puerto donde desembarca-
entre el 29 ó 30
mos.
de ese mes.
El gordo Rojo había dejado la dirección de una pensión a La salida se produce
la que fuimos a parar donde nos acomodaron en un pasillo el 25 de octubre.
por 1 dólar diario a cada uno. (Ver Anexo.)

Ese día no pasó nada nuevo, pero al siguiente nos en-


contramos con la gran sorpresa: al abrir las cartas en el
consulado argentino hallamos una de Rojo y Valdovinos en
la que nos anunciaban el casamiento de este último. Queda-
mos intrigadísimos hasta que se presentó la niña Luzmila
3
Oller1 que nos contó el casamiento y sus cosas. Han produci-
Hija
do una revolución en la familia, el padre se mandó mudar de
de un diputado
panameño , la casa, la madre no lo recibió y el tipo siguió viaje a Guate-
mala sin echarse un polvo ni, al parecer, una franela en serio.
La chica muy simpática parece bastante inteligente, pero
es demasiado católica para mi gusto.
El cónsul argentino tal vez nos arregle el fato, tal vez
26
podamos escribir en una revista llamada Siete, tal vez dé
N
una conferencia y tal vez comamos mañana.
0) Nada nuevo, salvo que mañana doy una conferencia
> sobre alergia un poco tamizada y mezclada con organiza-
ción de la Facultad de Medicina en Buenos Aires. El recibi-
miento del alumnado fue bastante caluroso. Conocí a Don
<TJ
Santiago Pi Suñer, el fisiólogo, y conocimos fuera de tema al
u Dr. Carlos Guevara Moreno quien me impresionó como un
demagogo intehgente, muy conocedor de la psicología de
4J
las masas pero no mucho de la dialéctica de la historia. Es
O muy simpático y cordial y nos trató con deferencia. Da la
impresión de que sabe lo que hace y adonde va, pero no
llevará una revolución más allá de lo estrictamente indis-
pensable para contentar a las masas. Es admirador de
Perón. Tal vez coloquemos dos artículos uno en la revista
Siete y otro en el suplemento dominical Panamá-América.
Ya Luzmila recibió carta de Oscar Valdo vinos, de 16
páginas. Respira fehcidad.
Ya di la famosa conferencia ante un púbhco de 12, inclu-
yendo el doctor Santiago Pi Suñer, 25 dólares. Escribí una
crónica sobre el Amazonas, 20, y una sobre Macbu-Picchu,
probablemente 25.
Nos vamos a cambiar de casa, a una gratis. Conocimos a
un pintor jovencito, no mal tipo. A los muchachos los están
por expulsar de la FUA por haber ido a los consulados y
haber viajado en un avión de la fundación desde Guaya-
quil a Quito y a Valdo vinos lo tienen cogido en Guatemala
porque se mandó una declaración a nombre de "unos jóve-
nes antiperonistas argentinos". No sé cómo se las van a
arreglar. Fuimos a un paseo con Mariano Oteiza, el presi-
dente de la Federación de estudiantes de Panamá, estuvi-
mos en la playa, en Riomar, muy agradable.
Ha salido en el Panamá-América1 la crónica sobre el Ama- 1
"Un vistazo
zonas, la otra está peleando. Nuestra situación es mala. No a las márgenes
del gigante de los ríos",
sabemos cómo podremos salir de aqui y en qué forma. El
en Suplemento
cónsul de Costa Rica es un pelotudo y no nos da la visa. dominical
Conocimos a un escultor, Manuel Teijeiro, interesante el Panamá- América,
hombre. non 22 de 1953. p.10
y "Machu-Picchu,
La lucha se vuelve pesada. Como pintor a Sinclair que
enigma de piedra
estudió en la Argentina, buen tipo. en América",
Lo mejor basta ahora, el trío integrado por Adolfo en Suplemento semanal
Benedetti, Rómulo Escobar, Isaías García. Todos muy bue- Siete, dic. 12 de 1953, _ _
p.18. (Ver Anexo.) ^
nos muchachos.2

ernesto CHE guevara


2
Todavía no conocemos bien el canal, el otro día fuimos, Todos miembros
de la Federación
estaba cerrado por ser muy tarde.
de Estudiantes
Hay que agregar un binomio: Everaldo Tómlinson, de Panamá.
Rubén Darío Moneada Luna.
Los últimos días de Panamá fueron al pedo. El cónsul de
Costa Rica no nos quiso dar la visa si no presentábamos
además del boleto de salida otro de entrada al país, y nece-
sitamos que Luzmila nos prestara la plata. La máquina de
fotos no la pudimos sacar y tampoco devolver el pasaje a
Costa Rica por la PAA. Una Resta de despedida que le die-
ron a Luzmila nos la perdimos, mejor dicho la perdí yo,
porque Gualo estaba acomplejado por la forma en que nos
miraban y no quería ir, al final Luzmila un poco fría.
Por la segunda nota me dieron 15 dólares, gracias a la
fuerza que hizo otro buen tipo: José María Sánchez.
Partimos de Panamá con cinco dólares en el bolsillo, co-
nociendo en el último momento a una figura mteresante:
Ricardo Luti, cordobés, botánico y asmático, que ha estado
en el Amazonas y en la Antártida y piensa hacer un viaje
recorriendo América por el centro y a través del Paraguay-
Amazonas-Orinoco: mi vieja idea.3 3
Ver en Anexo
Ahora estamos en el centro de Panamá, con los muelles nota aparecida
del camión que nos conducía completamente rotos y sin se- en el periódico
ñales del camionero que fue a David a buscar repuesto y no La Hora,
del 10 de noviembre
vuelve. Nos desayunamos con un poco de arroz y un huevo.
de 1953.
De noche los mosquitos no dejan dormir, de día los mosqui-
tos no dejan vivir (poético). Es una zona de relativa elevación
no del todo caliente con chaparrones de árboles y de agua.
Visité Palo Seco en forma relámpago, hay una pareja de
judíos americanos que viven desde hace 20 años allí. No
parecen tener grandes conocimientos pero se dedican ex-
clusivamente a los enfermos.
Rubén Darío Moneada no acertó sino a medias. El chofer
resultó más malo que pegarle a la madre y en una curva en que
fallaron los frenos nos tumbamos. Yo iba en la parte de arriba y
cuando vi el desastre me tiré lo más lejos posible y rodé otro poco
hasta quedarme quietito prendida la cabeza con las manos.
Cuando pasó el barullo corrí a ayudar a los otros y constatar
que nadie tenía nada salvo yo, que salí con un codo pelado,
pantalón roto y el talón derecho muy dolorido.
Esa noche yo dormí en casa de Rogelio, el camionero, y
Gualo en el camino, cuidando las cosas.
Al día siguiente perdimos el tren de las 2 de la tarde y
debimos conformamos con el de las 7 de la mañana del otro
día, llegar a Progreso y de allí "tirar pata" hasta la cuesta
en territorio costarricense donde nos han recibido muy bien.
A pesar de mi pie enfermo jugué fútbol.1
Fecha de la llegada
a Costa Rica, Partimos por la mañana temprano y tras equivocar el
ro
el 1 . de diciembre camino, llegamos a la buena senda y caminamos 2 horas
de 1953. en un lodazal, después llegamos al punto terminal del
ferrocarril donde apalabramos al inspector que, por casua-
lidad, había querido ir a la Argentina pero no le habían
2
dado bola. Llegamos a puerto y pechamos2 a la capitanía el
Pedir prestado
(argentinismo).
pasaje, lo que nos fue concedido pero nos negaron aloja-
miento. Dos empleados se condolieron de nosotros y aquí
estamos instalados en el cuarto de ellos, durmiendo en el
suelo y muy alegres.
La famosa Pachuca (que transporta pachucos, vagos) sal-
drá mañana domingo de este puerto. Ya tenemos cama. El
hospital es una confortable casa donde se puede dar una co-
rrecta atención médica y cuyas comodidades varían según la
3
categoría de la persona que trabaja allí, en la compañía.3 Como
Se refiere
siempre, se deja ver el espíritu de clase de los gringos.
a la United Fruit
Company. Golfíto es un verdadero golfo, bastante profundo, ya que
entran perfectamente buques de 26 pies con un pequeño
muelle y las casas necesarias para que se alberguen como
puedan los 10 000 empleados de la compañía. El calor es
grande, pero el lugar muy bonito. Cerros de 100 metros se
levantan casi en la costa, con laderas cubiertas de vegetación
tropical que sólo cede cuando el hombre está constantemente
sobre ella. También la ciudad está dividida en zonas bien
definidas hasta con guardianes que pueden impedir el paso,
y, por supuesto, la mejor zona es la de los gringos. Se parece
algo a Miami pero naturalmente que los pobres no están en
el mismo lugar y se ven impedidos entre las cuatro paredes
de sus casas y el estrecho grupo que forman. La comida
corre a cargo de un buen muchacho y ya buen amigo: Alfredo
Fallas.
Medina es el compañero de pieza y también buen tipo.
Uno, tico, es estudiante de medicina, el padre médico; el
otro nica, maestro, periodista que se desterró voluntaria-
mente para huir de Somoza.
29
La Pachuca salió de Golfito a la 1 de la tarde y nosotros

ernesto CHE guevara


/

con ella. Ibamos bien cargados con comida para los dos
días de viaje. En la tarde se puso el mar un poco bronco: la
"Río Grande", que es su verdadero nombre, empezó a vo-
lar. Casi todos los pasajeros incluyendo a Gualo empeza-
ron a vomitar. Yo me quedé afuera con una negrita que me
había levantado, Socorro, más puta que las gallinas, con 16
años a cuestas.
Quepos es otro puerto bananero, hoy bastante abandona-
do por la compañía pues se han debido sustituir las planta-
ciones de banano por cacao y palma aceitera que da menores
dividendos a la compañía. Tiene una playa muy bonita.
Entre quiebros y remilgos de la negrita pasó todo el día,
llegando a Puntarenas a las 6 de la tarde. Allí debimos es-
perarnos buen rato porque se escaparon 6 presos y no los
podían encontrar. Fuimos a una dirección que nos había
dado Alfredo Fallas con una carta de él para un señor: Juan
Calderón Gómez.
El tipo se portó a las mil maravillas y nos dio 21 colones.
Llegamos a San José reviviendo la sentencia despectiva de
un charlatán porteño: "Centro América son estancias, tiene
la estancia Costa Rica, la estancia de Tacho Somoza y así."
Una carta de Alberto con lujuriosos viajes en la imagina-
ción me vuelven a dar ganas de verlo. Según sus planes se
va en marzo a Estados Unidos.
Aquí iniciamos tiro al aire y al blanco. En la embajada
nos dan yerba. Los amigos anotados no parecen servir para
un carajo, uno es director y espiquer de radio, un boludo.
Mañana trataremos de entrevistamos con Ulate.
Un día pasado a medio pedo. Ulate no nos podía atender
porque estaba muy ocupado. Rómulo Betancourt se había
ido al campo. Pasado mañana saldremos en el diario de
Costa Rica con fotos y todo y una sarta de macanas enor-
mes. No conocimos a nadie de valor pero nos encontramos
con un tico, ex pretendiente de Luzmila Oller que nos pre-
sentó a otra gente. Mañana tal vez conoceré el leprosorio de
Costa Rica.
Conocí dos personas excelentes pero no el leprosorio. Al
doctor Arturo Romero, persona de vasta cultura ya retirado
de la dirección del leprosorio por intrigas y al doctor Alfon-
so Trejos, investigador de escuela y muy buena persona.
Visité el hospital y recién mañana el leprosorio. Tenemos
un día bravo. Charlar con un cuentista y revolucionario
dominicano: Juan Bosch y con el líder comunista costarri-
cense Manuel Mora Val ver de.
La entrevista con Juan Bosch fue muy interesante. Es un
literato de ideas claras y de tendencia izquierdista. No ha-
blamos de literatura, simplemente de política. Calificó a
Batista de hampón rodeado de hampones. Es amigo perso-
nal de Rómulo Betancourt y lo defendió calurosamente, lo
mismo que a Prío Socarrás y a Pepe Figueres. Dice que Perón
no tiene arraigo popular en los países americanos y que en
el año 45 escribió un artículo en que lo denunciaba como el
más peligroso demagogo de América. La discusión se llevó
en términos generales muy amables.
Por la tarde nos entrevistamos con Manuel Mora
Valverde, es un hombre tranquilo, más que eso pausado,
pues tiene una serie de movimientos de tipo de tics que
indican una gran mtranquilidad interior, un dinamismo
frenado por el método. Nos dio una cabal explicación de la
política de Costa Rica en estos últimos tiempos:
"Calderón Guardia era un hombre rico que subió al poder
apoyado por la United Fruit y las fuerzas de terratenientes
locales. Así gobernó dos años hasta que vino la guerra mun-
dial y Costa Rica se puso de parte de las potencias aliadas.
La primera medida del Departamento de Estado fue exigir
que fueran confiscadas las tierras de los terratenientes ale-
manes dedicadas con preferencia al cultivo de café. Así se
hizo, vendiéndose posteriormente las tierras, lo que condujo
a oscuros negociados en que se vio envuelto parte del equipo
ministerial de Calderón Guardia y le restaron el apoyo de
todos los terratenientes del país, salvo la United Fruit. El
personal de esta compañía, por reacción frente a la explota-
ción, es antiyanqui. Lo cierto es que Calderón Guardia que-
dó absolutamente sin apoyo de ninguna índole y hasta le
era imposible salir a la calle por las rechiflas de que era
objeto. En ese momento, el partido comunista le ofreció su
apoyo a costa de crear leyes obreras fundamentales y reno-
var su gabinete. En este ínterin Otilio Ulate, hombre de iz-
quierda por ese entonces y amigo personal de Mora, le avi-
só y demostró un plan para engañarlo y que Calderón Guar-
dia había previsto. Mora siguió adelante con la alianza y el
gobierno de Calderón se rodeó de popularidad al iniciarse
las conquistas obreras fundamentales.
31
Se planteaba el problema de la sucesión del poder pues

ernesto CHE guevara


terminaba el período de Calderón, y los comunistas propu-
sieron un frente único de conciliación nacional para seguir
la política obrera del gobierno y propusieron a Ulate; el
candidato rival León Cortés se opuso terminantemente
presentando su propia candidatura. Por esta época, Ulate
comenzó desde su periódico El Diario de Costa Rica una
fuerte campaña contra las leyes obreras y se produjo el rom-
pimiento de las izquierdas y el viraje de don Otilio.
Las elecciones dieron el triunfo a Teodoro Picado, inte-
lectual pusilánime y estropeado por el whisky, aunque hom-
bre de relativa tendencia izquierdista y que inició su gobier-
no apoyado por los comunistas. Continuó su tendencia
durante todo su gobierno, aunque el jefe de policía era un
coronel cubano, agente del FBI que EU había impuesto.
En las postrimerías, los capitalistas descontentos orga-
nizaron una gran huelga de la banca y la industria que el
gobierno no quiso romper. Los estudiantes salieron a la
calle, se tiró contra ellos y hubo heridos. Teodoro Picado fue
presa del pánico, las elecciones se avecinaban y había dos
candidatos: Calderón Guardia nuevamente y Otilio Ulate.
Teodoro Picado, contra la opinión de los comunistas, entre-
gó la máquina electoral a Ulate y él se reservó la policía. Las
elecciones fueron fraudulentas, triunfando las fuerzas de
Ulate. Se planteó recurso de nulidad ante el tribunal electo-
ral y se pidió una decisión cualquiera sobre las denuncias
presentadas, advirtiendo que se acataría cualquier decisión
pero pidiendo una, el tribunal no accedió a considerar la
denuncia, con el voto salvado de uno de los tres jueces, por
lo que se presentaron a la cámara, se aprobaron y se anuló
la elección. En este momento se creó el gran pleito y la gente
estaba en ebullición. Aquí un paréntesis.
En Guatemala, con la presidencia de Arévalo se había
formado lo que dio en llamarse las Repúblicas Sociahstas
del Caribe. Apoyado el presidente guatemalteco por Prío
Socarrás, Rómulo Betancourt, Juan Rodríguez, un millona-
rio dominicano, Chamorro y otros. El plan revolucionario
primitivo era desembarcar en Nicaragua y desalojar a
Somoza del poder, ya que Salvador y Honduras caerían sin
mayor lucha, pero Argüello un amigo de Figueres planteó
el problema de Costa Rica, su convulsionada situación in-
terior y Figueres voló a Guatemala. La ahanza se llevó a
cabo y Figueres se alzó en Cartago tomando rápidamente el
aeródromo de las armas, punto necesario para recibir ayu-
da por aire.
La resistencia se organizó rápidamente y el pueblo asal-
tó los cuarteles para conseguir armas, pues el gobierno no
se las quería dar. La revolución sin apoyo popular, ya que
Ulate no se había adherido a ella, estaba condenada al fra-
caso, pero el triunfo lo lograrían las fuerzas populares acau-
dilladas por los comunistas, la burguesía, y con ellos
Teodoro Picado, se sintieron sumamente inquietos con esto.
Picado voló a Nicaragua a conferenciar con Somoza para
obtener armas, pero allí se encontró con que también estaba
en la conferencia uno de los altos funcionarios nortea-
mericanos y se le exigió a Picado, como precio de la ayuda,
el aniquilamiento del comunismo, garantizando la caída
de Manuel Mora y que cada arma iría con su hombre, lo que
significaba la invasión de Costa Rica.
Picado en el momento no aceptó puesto que significaba
la traición a los comunistas que lo habían apoyado todo el
tiempo, pero la revolución estaba agonizante y el poder de
los comunistas asustó tanto a la gente reaccionaria del go-
bierno que éste boicoteó la defensa hasta que los invasores
llegaron a las puertas de San José y entonces abandonaron
la capital estableciéndose en Liberia cerca de Nicaragua. Al
mismo tiempo, el resto del ejército tomaba todo el parque
disponible y se entregaba con él a los nicaragüenses. Se
hizo entonces mi pacto con Figueres, siendo garante de él la
embajada mexicana ante quienes depusieron las armas las
fuerzas del pueblo. Figueres no cumphó el pacto pero la
embajada mexicana se vio imposibilitada de hacerlo sentir
porque su enemigo era el Departamento de Estado Ameri-
cano. Mora fue deportado y el avión en que iba ametrallado,
salvando la vida por casualidad. El avión aterrizó en la zona
norteamericana de Panamá y, preso por la policía yanqui,
fue entregado al jefe de policía de Panamá, en esa época el
Coronel Remón. Los periodistas yanquis fueron expulsados
cuando pretendieron interrogarlo y entonces tuvo un alter-
cado con Remón que lo mandó al calabozo. De allí fue a Cuba
donde Grau San Martín también lo afuero basta que se tras-
ladó a México y pudo volver al país en el tiempo de Ulate.
Figueres se vio abocado al problema de que sus huestes
estaban constituidas por sólo 100 ticos y irnos seiscientos
33
hombres que constituirían la Legión del Caribe y aunque al

ernesto CHE guevara


principio notificó a Mora que su programa era 12 años y no
pensaba entregar el poder a la burguesía corrompida repre-
sentada por Ulate, debió entrar en componendas con éste y
comprometerse a entregar el poder luego de un año y medio
de gobierno, pacto que cumplió luego de componer la maqui-
naria electoral a su antojo y hacer una represión organizada
y cruel. Pasado ese lapso, Ulate tomó el poder y lo conservó
los cuatro años que le correspondían. Su gobierno no se ca-
racterizó por la garantía de las libertades instituidas y el
respeto a las leyes progresistas conseguidas en los gobiernos
anteriores; salvo la derogación de la ley de represión de los
terratenientes, llamada ley de los parásitos.
Las elecciones fraudulentas dieron el triunfo a Figueres
sobre el candidato que representaba al Calderonismo, ya
que éste, proscripto y vejado, está en México. La opinión del
Sr. Mora sobre Figueres es que éste es un hombre con una
serie de buenas ideas sin base científica alguna por lo que
se pierde en divagaciones. Que desdoblan a EU en dos. El
Departamento de Estado (muy justo) y los truts capitalistas
(los pulpos peligrosos). Cuando Figueres se desengañe so-
bre la bondad del Departamento de Estado viene la incóg-
nita, ¿luchará o se someterá? Así está el dilema y veremos
qué pasa/'
Día sin huella, aburrimiento, lectura y charlas insulsas.
Roy, un viejito pensionista de Panamá, cayó a que lo aten-
diera pues se sentía morir a consecuencia de una tenia.
Tiene salteritis crónica.
La entrevista con Rómulo Betancourt no tuvo las carac-
terísticas de lección de historia que nos diera Mora. Me da
la impresión de ser político con algunas firmes ideas socia-
les en la cabeza y el resto ondeante y torcible para el lado de
las mayores ventajas. En principio está firmemente con Es-
tados Unidos. Falseó el Pacto de Río y se dedicó a hablar
peste de los comunistas.
Nos despedimos de todo el mundo y especialmente de
León Bosch, un pendejo macanudo y nos largamos en óm-
nibus basta Alajuela y de allí a dedo. Tras de diversas peri-
pecias llegamos esa noche a Liberia, la capital de la provin-
cia de Guanacaste, que es un puebhto infame y ventoso
1
como los de nuestra provincia de Santiago del Estero.1
Ver en Anexo
"Experimento
Un jeep nos llevó hasta donde el camino lo permitía y de
extraordinario allí empezamos nuestra caminata bajo un sol bastante fuer-
es el que se realiza te. Después de caminar más de 10 kilómetros nos encontra-
en Bolivia", mos con otro jeep que nos alzó llevándonos basta el puebhto
nota periodística de la Cruz donde nos invitaron a almorzar. A las 2 de la
en Diario
tarde seguimos viaje para hacer 22 kilómetros, pero a las 5 ó
de Costa Rica
del 11 de diciembre 6 ya la noche se nos venía encima y yo andaba con la pata a
de 1953. la miseria. Dormimos en una batea para arroz y peleamos
toda la noche por la manta.
Después de caminar basta las 3 de la tarde y rodear como
12 veces un río llegamos a Peñas Blancas donde nos tuvi-
mos que quedar debido a que ya no bahía más carros que
fueran basta la vecina ciudad de Rivas.2
2
Es el momento
Amaneció lluvioso el día y ningún camión apareció bas-
en que se traslada
ta las 10, de manera que decidimos desafiar la llovizna y
a Nicaragua,
el 22 de diciembre. lanzarnos a lo que fuera rumbo a Rivas. En ese momento
apareció el gordo Rojo en un coche con patente de la univer-
sidad de Boston. Pretendían cruzar a Costa Rica, cosa im-
posible porque el sendero barroso donde nosotros nos que-
damos empantanados, a veces, era la carretera paname-
ricana. Rojo iba acompañado por los hermanos Domingo y
Walter Beberaggi Allende. Fuimos basta Rivas y allí, cerca
de la ciudad, nos mandamos un asado con mate y cañita,
una especie de ginebra nicaragüense. Era un poco de Ar-
gentina trasladada a la "estancia de Tacho". Ellos siguie-
ron a San Juan del Sur para embarcar a Puntarenas en co-
che, y nosotros tomamos el ómnibus para Managua.
Llegamos ya de noche y empezó la peregrinación por
pensiones y hotelucbos para conseguir lo más barato. Al
fin fuimos a dar a una que por 4 córdobas cada uno nos
tenían en una piecita sin luz.
Empezamos el día siguiente la peregrinación por consu-
lados con su cortejo de imbecilidades. En el de Honduras
aparecieron Rojo y sus compañeros que no habían podido
pasar y además desistieron por el precio fantástico que les
cobraban. Alb se decidió todo rápidamente. Nosotros dos
nos iríamos con Domingo el menor de los Beberaggi a Gua-
temala a vender el coche y el gordo y Walter a San José de
Costa Rica en avión.
Esa noche tuvimos una larga tenida exponiendo cada uno
su punto de vista sobre el problema argentino. Rojo, Gualo y
Domingo eran radicales intransigentes, Walter laborista y yo
francotirador, según el gordo. Para mí el más interesante fue
Walter que me dio una idea sobre el partido laborista y
35

ernesto CHE guevara


Cipriano Reyes, muy diferente de la que yo tenía. Nos contó
los orígenes de Cipriano como dirigente gremial y su presti-
gio gradualmente conquistado entre los obreros en los
frigoríficos de Berisa y su actitud frente a la coalición de la
Unión Democrática, tomando el partido laborista -fundado
en ese momento-, el partido de Perón, aún a sabiendas de lo
que se exponía.
Pasadas las elecciones, Perón ordenó la unificación del
partido, disolviendo de esta manera el partido. Se inició en-
tonces en las cámaras un debate violento en que los laboris-
tas encabezados por Cipriano Reyes no aflojaban. Al fin
empezaron las conversaciones para un golpe revolucionario
encabezado por los militares representados por el Brigadier
de la Colina, su asistente Veles, que fue el que lo traicionó,
yendo con el cuento a Perón.
Los tres principales líderes del partido: Reyes, Beberaggi
y García Velloso fueron encarcelados y torturados, el pri-
mero bárbaramente. Después de un tiempo, el juez Palma
Beltrán ordenó la Hbertad condicional de los detenidos que
quedaron con custodia pohcial, mientras él fiscal apeló la
sentencia. En momentos en que la cámara se reunía,
Beberaggi consiguió escapar y salir por conducto secreto al
Uruguay, todos los demás fueron apresados y todavía es-
tán en la cárcel. Walter fue a EU a graduarse de profesor de
economía y allí en una serie de conferencias radiadas fue
terminante para calificar el régimen de Perón. Se le quitó la
ciudadanía argentina.
A la mañana partimos para el norte después de dejar en el
avión a los otros y llegamos a la frontera a punto de cerrar.
Nuestro haber era de 20 dólares. Del lado de Honduras
debimos pagar. Seguimos basta cruzar toda la estrecha fran-
ja de este país y caímos a la otra frontera, pero no podíamos
pagar porque resultaba muy caro. Dormimos a la intempe-
rie en unas colchonetas de goma ellos, en una bolsa de dor-
mir, yo.
Cruzamos los primeros la frontera y seguimos rumbo al
norte. El viaje era muy lento por la cantidad de gomas pin-
chadas que nos habían dejado con irnos repuestos asquero-
sos. Llegamos a San Salvador y nos dedicamos a garronear
las visas, cosa que nos resultó factible por intermedio de la
embajada Argentina.
1
Seguimos viaje hasta alcanzar la frontera1 donde paga-
Su llegada
a Guatemala
mos el sobreprecio con unas libras de café; al otro lado nos
se produjo costó una linterna pero ya estábamos encaminados, aun-
entre el 23 y 24 que con 3 dólares en el bolsillo. Domingo tuvo sueño y nos
de diciembre de quedamos a dormir en el auto.
1953.
Tras algunas peripecias minúsculas llegamos a la hora
(Ver Anexo.)
del desayuno a la pensión de Oscar y Luzmila, encontrán-
donos con que estaban medio peleados con la dueña, de
modo que tuvimos que buscarnos otra pensión para entrar
a deber plata. Por la noche, 24 de diciembre, fuimos a feste-
jar la fecha a lo de Juan Rothe, ingeniero agrónomo, casado
con una muchacha argentina, que nos recibió con la cordia-
lidad de viejos amigos. Dormí mucho y chupé demasiado,
me hizo mal inmediatamente.
La serie siguiente de días lo pasé en medio de un deses-
perante ataque de asma, inmovilizado por esa causa y por
los días de fiesta. Llegando ya el 31 bien, pero hice régimen
perfectamente durante esa fiesta.
Personas interesantes con las que haya podido hablar
no he conocido totalmente ninguna. Una noche tuve una
larga plática con [Ricardo] Temoche, ex diputado aprista.
Si uno lo oye, el principal enemigo del APR A es el Partido
Comunista. No hay imperialismo ni oligarquía que valga,
los bolches son los enemigos irreconciliables. En la misma
fiesta estaba un economista de la talla de Carlos Dáscoli,
con quien no pude hablar por el pedo que tenía. Después de
mi ataque, y al final de las fiestas, asistimos a la ruptura del
romance que Domingo Beberaggi tenía con una chica Julia,
que parece iba en serio. Domingo vendió el coche y voló a
Costa Rica.
Juan Rothe se va a Honduras como técnico y dio un asa-
do de despedida. Estuvo formidable en todo sentido. El
único que no estaba en pedo era yo que hacía régimen. Visi-
té a Peñalver,1 un mararíologo de Acción Democrática que 1
Exiliado venezolano
se ha movilizado algo para conseguirme alguna cosa. Ya
con quien se relacionó
estoy cerca del ministro, pero no pinta nada bien. posteriormente
En otro ramo conocí a un gringo extraño que escribe en México.
boludeces sobre marxismo y lo hace traducir al castellano.
El intermediario es Hilda Gadea2 y los que laburan Luzmila 2
Exiliada aprista
y yo. Hasta ahora cobramos 25 dólares. Yo doy clases de
que se convertiría
inglés-castellano con el gringo. en la primera esposa
Otra adquisición es el matrimonio Valerini. Ella es muy del Che. El gringo
bonita, él, muy borracho, pero buen tipo. Quedaron en pre- es el profesor Harold

ernesto CHE guevara


White. Al triunfo
sentarnos a una eminencia gris dentro del gobierno: Mario
de la Revolución
Sosa Navarro, veremos qué resulta. fue invitado por el Che
Los días pasan sin que se resuelva nada. Por la tarde para visitar Cuba,
trabajo un rato con Peñalver pero no me paga nada. Por la donde se quedó
hasta su fallecimiento
mañana salgo a vender cuadros de mi Cristo, Esquipulas,
en 1968.
adorado por la gente del lugar y tampoco se gana nada, por
falta de venta. Entre la gente interesante que conocí está
Alfonso Vanergais, que es un abogado presidente del Ban-
co Agrario y persona bien intencionada. Edelberto Torres
(h) es un joven estudiante comunista hijo del profesor To-
rres,3 que escribió una vida de Rubén Darío. Parece un buen 3
Se refiere al
muchacho. No hay nada sobre la eminencia gris. Con el prestigioso
gordo Rojo y Gualo tuvimos una discusión exaltada por intelectual
cuestiones políticas en la casa de un ingeniero Méndez. nicaragüense
Edelberto Torres
Todo igual en cuanto a la posibilidad de conseguir laburo.
Rivas.
Fracasaron las gestiones administrativas frente al ministro
de Salud Pública. Por ahora, lo único aparentemente jugoso
es un contrato de avisos de radio que si bien no nos ha dado
nada, promete algo. No hemos conocido a nadie interesan-
te en estos últimos días. Yo me pongo ACTH desde las 8 a
las 2 y pico de la tarde, ando bien.
Nada de perspectivas cercanas, el capo gris no apareció
después de tenernos citados.
Día sábado sin pena ni gloria. Lo único bueno fue una
sustanciosa charla con la Sra. Helena de Holst,4 cercana en 4
Exiliada
algunos puntos a los comunistas y que me dio la impresión
hondurena.
de ser muy buena persona. Por la noche plática con Mujica,5 5
Nicanor Mujica
Hilda y cierta aventurilla con una maestra fatera. Desde Álvarez, dirigente
hoy trataré de escribir el diario todos los días y acercarme apnsta exiliado.
algo a la realidad política de Guatemala.
Día domingo sin novedad, hasta la noche en que me
1
vinieron a buscar para atender a uno de los cubanos1 que se
Es la primera vez
en el diario
quejaba de fuertes dolores de vientre. Hice llamar a la am-
que menciona bulancia y estuvimos basta las dos en el hospital, hora en
a los cubanos que el médico resolvió que había que esperar antes de ope-
asaltantes
rar y lo dejamos en observación.
del Moneada,
exiliados Previamente, en una fiesta en lo de Myrna Torres, conocí
en esos momentos a una chica que me dio algo de bola y la probabüidad de
en Guatemala. conseguir un puesto de 40 quetzales. Veremos.
Traba contacto
30 con ellos
Un día más sin pena ni gloria. Hay en perspectiva 10
N por intermedio quetzales (nos corresponden $25 de comisión) y una casa.
de Myrna Torres, Veremos. El cubano, en su departamento, había que ver
0)
hija del profesor
qué fue.
Edelberto Torres,
> quien a su vez Un día más sin pena ni gloria. Estribillo que lleva carac-
era amiga terísticas de repetirse en forma alarmante. Gualo desapare-
03 de Hilda Gadea. ció todo el día y no hizo nada y yo aproveché para no hacer
nada tampoco. Por la noche fui a visitar el colegio donde tal
U
vez trabaje.
4J
Nada nuevo se produjo. Conversamos con el embajador
O bobviano, buen hombre y poco más en cuanto a prepara-
ción política. A la noche fuimos a la apertura del 2do Con-
2
greso Sindical de la CGTG,2 un bodrio salvo el discurso del
Confederación
General delegado de la FSM, que es buen orador.
de Trabajadores Otra y van... Se pubbcaron pruebas de que el complot de
de Guatemala. que se hablaba existía realmente. Conseguimos la posibüi-
dad de un aviso, pero hay que presentar mi programa como
la gente. Soy representante de cueros y de avisos lumino-
sos, de puesto nada. Yerba en abundancia.

3
Nuevo día sin pena ni gloria. Por el lado de Díaz Rozzoto3
Jaime Díaz
Rozzoto,
no hay nada que esperar. Sah con una chica que promete
secretario algo bueno. Anita nos pidió la plata de la pensión e Hilda
de la presidencia. no puede darnos más de $10 Debemos 60 o más. Mañana
es domingo, así que no hay que desmayar.
Dos días más sin que ningún acontecimiento importante
cambie nuestra rutina. Tengo más asma pero parece que la
voy a dominar. Gualo se va a México con el gordo Rojo a
4
estarse un mes. Yo tengo carta para el gerente del IGSS,4
Instituto
Guatemalteco
Alfonso Solórzano, veremos qué pasa. Si nada de esto cris-
de Seguridad Social. taliza, uno de estos meses tomaré mis petates y emigraré
también a México. Escribí un artículo grandilocuente que
se titula el"Dilema de Guatemala77;1 pero no es para publi-
3
Publicado
car sino para sacarme el gusto no más[...].2 con posterioridad
en el libro
En cuestión de asma va cada vez peor, empecé a tomar Aquí va
mate y dejé las tortas de maíz, sigo empeorando. Mañana un soldado
pienso sacarme una muela para ver si por allí está la mamá de América,
del cordero. Además veré si por fin resuelvo el problema de Ob. cit., pp. 68-74.
(Ver Anexo.)
las divisas.
2
Nuevos días para acoplar al diario. Llenos de vida inte- Los corchetes
con puntos
rior y nada más. Colección de fracasos de todo tipo e inalte-
suspensivos
rables fabricadores de esperanzas. Decididamente, soy de
indican, siempre 39
un fatalismo optimista. Estos días los pasé con asma, los

ernesto CHE guevara I


c¡ue aparezcan
últimos confinado en mi pieza sin apenas salir, aunque en el texto,
ayer domingo fuimos con los venezolanos y Nicanor Mujica expresiones
estrictamente
a Amatitlán. Allí hubo una violenta discusión entre todos
personales.
contra mí, salvo el gordo Rojo que manifiesta que no tengo
categoría moral para discutir. Hoy fui a ver un puesto del
que hay posibilidades como médico con 80 cañas mensua-
les por una hora de trabajo. En el IGSS ya me dieron la
completa seguridad de que no hay caso. Solórzano estuvo
amable y conciso. Ahora se puede acabar el día con el anti-
guo punto final. Veremos.
Pero no vimos nada. Como no estaba en disposición de
moverme mandé a Gualo a entregar el título, pero después
apareció el asunto de que Herbert Zeissig pedía datos míos,
si yo era afiliado o no al partido, etc. Hilda no habló con la
señora Helena de Holst pero... le mandó un telegrama. Si-
gue el asma. Gualo apuntándose para irse.
Dos nuevos días agregados a esta sucesión y nada nue-
vo, fuera de ellos. No me moví debido al asma, aunque pare-
cería que ésta preveía un clímax con vómitos ocurrido ano-
che. Helenita de Holst ya trató de comunicarse conmigo, de
ahí en realidad es de donde espero más. Hilda Gadea sigue
preocupándose mucho por mí y constantemente pasa a ver-
me y me trae cosas. Julia Mejías me consiguió una casa en
Amatitlán para pasar fin de semana. Herbert Zeissig se es-
quivó el bulto de la resolución definitiva, mandándome a
verlo a V. M. Gutiérrez, para asegurar el apoyo del partido
comunista, lo que me parece muy dudoso.
4

Otro día más, aunque la esperanza se renueva con la


salud que está empezando a mejorar. Hoy es víspera defini-
tiva y Gualo definitivamente se va mañana a la madruga-
da, no duerme aquí. La pensión fue pagada en medio por
Rojo. Debo 45 quetzales. Todavía no sé si manana me voy a
Amatitlán; cuando venga Gualo tendré la certeza de sí o no.
Visité a la Sra. de Holst quien me atendió muy amable
pero sus promesas, sinceras sin duda, están supeditadas a
lo que diga el ministro de Salud Pública, quien ya me largó
duro. Por la noche visité a lulia Valerini que ha perdido un
chico y está con un dolor de cabeza bárbaro todo el día.
Dos días de largo, lleno de un frío extraño sobre todo la
noche que pasé al raso, con temblores y qué sé yo. Fue des-
pués de un Festival de la Juventud que organizaba Myrna y
al que fui acompañado por Hilda para variar, después me
largué a la orilla del lago a dormir y vino la parte de temblo-
res, etc. Al día siguiente, domingo, compré algo de provisio-
nes en el mercado y me fui caminando muy despacito a la
otra orilla del lago y en un lugar de solfataras me mandé
una siesta terrible, traté de tomar mate pero el agua estaba
demasiado amarga. Al caer la noche hice el fuego para el
asado pero los palos eran malos, yo ya estaba con frío y el
asado salió como el culo. Tiré la mitad al lago para que no
quedara huella de la ignominia.
Me fui caminando despacito cuando me encontré con un
borracho que hizo más corto el camino. Una camioneta nos
alzó y aquí llegué.
El día limes no tuvo ningún rasgo sobresaliente, salvo el
anuncio por parte de Peñalver de que había un puesto de
médico que él me está trabajando. La señora de Holst no
conoce a ninguno del PAR, que es el partido que domina la
sección a ver, lo suficiente como para pedirle una cosa de
esa. Veremos.
Día de desesperanza consciente, vale decir no basados
en crisis ciclotímicas, sino en el análisis frío de la realidad.
Mi puesto como capataz en lo del argentino, lo tengo y es lo
único fijo. De lo otro renuncié al de médico de los sindica-
tos, quedando en el aire un puesto en mía comunidad cam-
pesina y otro conseguido por Helenita de Holst. Conocí a
1
Pellecer,1 personalmente, ni fu ni fa.
Carlos Manuel
Pellecer, Lo demás sigue su curso de todos los días, conociendo
dirigente campesino gente a diestra y siniestra. Si la cosa sigue así, gano un
de filiación tiempo el puesto de cartelero, como para pagar mis gastos y
comunista. me los pico. Veremos.
Al fúi recibo carta de casa y sé a qué atenerme con la
yerba, nones. El día pasó muy fácil porque yo me sentía sin
energía y me las tomé a mi cuarto a siestar. El capo Dícono
no se fue, sólo su mujer, me regaló un mango como para
tirar.
Tal vez mañana vaya al campo al puesto en la colonia.
Han pasado varios días, dos de ellos en la colonia La
Viña, lugar espléndido, con un paisaje de las Sierras Gran-
des de Córdoba con material humano para trabajar en for-
ma, pero falta lo esencial, las ganas de tener un médico
costeado por ellos. Todo estuvo muy bueno, pero a la vuelta
me encontré con que algo me había hecho mal y estaba tan 41
mal del estómago, que tuve que vomitar todo lo que tenía, rd
calmándome un poco. Al día siguiente lo pasamos en
Chimaltenango, un pueblecito donde se hacía el Festival de
la Juventud. El lugar era muy bonito y cada uno hacía lo
lO
CT»
que se le daba en gana, de modo que formamos el grupito de
siempre con Hilda Gadea, el gringo y una hondureña [...] W

El día lunes no tuvo nada de particular sólo que marca


5
un nuevo día de acercarse a la meta: 1ro de mayo. O
4J
V)
Tras de una fallada en la cuestión presentación, me fui a 0)
la finca con Peñalver y él expuso con bastante demagogia c
u
0)
mi candidatura a la plaza. Me preguntó el director cuánto
quería ganar y yo me achiqué hasta 100 quetzales por dos
veces a la semana, con la condición de que ellos gastarán 25
mensuales en útiles de laboratorio. El sábado debo ir nue-
vamente a ver qué han resuelto sobre el particular.
Lo de la finca muy oscuro. Contestación diferida. Fui a
Tiquisate y me falló el tiro, pero hay alguna esperanza de
un puesto inferior, con casa y comida. Quedó sólo lo de la
Sra. de Holst y luego lo del argentino, mañana se verá.
No es mañana, sino pasado y, por supuesto, no se ha visto
nada, ni se verá al parecer, en un futuro cercano. Traté ya,
completamente decidido, de ver a Guerrero pero no lo pude
localizar. Lo único digno de mención es una carta de mamá
en la que me avisa que Sara1 está operada y bastante grave, 1
Sara de la Serna,
ya que le encontraron un cáncer en el intestino grueso.
hermana de la madre
Hoy sí se me dio una alegría grande. Fue Julia Mejía que de Ernesto.
me presentó a García Granados y éste me dijo que me daba
un puesto para ir al Petén con 125 dólares de sueldo. Falta
la autorización del sindicato, que trataré de conseguir ma-
ñana. Si se hace será muy bueno. Mañana puede ser el día
del nuevo desengaño o el gran día en Guatemala.
Tengo optimismo.
Ya no tanto ni mucho menos. Hablé con Sibaja pero no
me dio bola aparentemente, mañana a las cuatro me dará
contestación definitiva sobre si ba influido o no en el jefe
del sindicato, por otra parte, mañana también hablará Lily
con el hermano. Probablemente quede en cero nuevamente.
Veremos. El trabajo de Geografía sigue adelante a pesar de
que boy vagué bastante.
Dos nuevos días y hoy sí un poco de esperanzas. Ayer
no pasó nada.
Sibaja no sirve para nada, pero boy fui por mi cuenta a ver
al señor jefe del sindicato. Un hombre con ganas de conser-
var su puesto, anticomunista, me parece que intrigante, pero
al parecer dispuesto a ayudarme. No fui lo suficientemente
cauto pero tampoco arriesgué mucho. El miércoles me da la
contestación definitiva.
Dos nuevos días agregados al concierto de lamentos, pero
con dos saldos positivos. Ayer fue la visita a la antigua casa
del famoso hermano de Lily, muy monetizado pero con un
buen consultorio y algo de laboratorio. La mujer es una
italiana que me hizo aumentar las ganas de viajar por Euro-
pa. Tienen algo que les falta a las indoamericanas. Andaba
con un poco de asma y como queriendo aumentar pero me
mandé unas cuantas píldoras de Ross y se cortó. El suceso
positivo de boy fue la llegada de un kilo de yerba, además
de una carta de Alberto y CaHca en la que me anuncian
guita y me hacen soñar un rato con aquello. El Hbro de
Hilda sigue progresando poco a poco, pero bastante lerdo.
Mañana veré de ir a Sanidad para estudiar un poco enfer-
medades parasitarias.
Dos días más en los que aparentemente no ba pasado
nada. Sin embargo la cosa parece ya definitivamente acep-
tada en cuanto a la ida al Petén [...]
El Petén me pone frente al problema de mi asma y yo, frente
a frente y creo que lo necesito. Tengo que triunfar sin medios y
creo que lo haré, pero también me parece que el triunfo será
obra más de mis condiciones naturales -mayores de lo que mi
subconsciente cree-, que de la fe que ponga en ello. Cuando
oía a los cubanos hacer afirmaciones grandilocuentes con
una absoluta serenidad me sentía chiquito. Puedo hacer un
discurso diez veces más objetivo y sin lugares comunes,
puedo hacerlo mejor y puedo convencer al auditorio de que
digo algo cierto pero no me convenzo yo, los cubanos sí.
Nico dejaba su alma en el micrófono y por eso entusias-
1
1
Antonio (Ñico)
maba hasta a un escéptico como yo.
López, asaltante
Ahora tres dias y nada nuevo, salvo un ataque de asma del Moneada
que me tiene recluido en "mis aposentos". Es domingo e y expedicionario
Hilda se fue al puerto, yo no me sentí con ánimo. Del puesto del "Granma",
no hay nada definitivo aunque supongo que el resultado muerto
en la contienda.
final sería sí. Estoy deseando que se resuelva en cualquier
sentido para poder definir mi situación. Económicamente,
los meses de selva sólo servirán para dejarme sin deuda y
con una máquina fotográfica.
El porvenir, en cuanto a país, es oscuro, le escribiré a 43

ernesto CHE guevara


Alberto. Parece que el asma cedió un poco.
Mañana si no be mejorado mucho no me moveré de aquí.
El trabajo no se resuelve pero parece que en principio está,
dentro de dos días hay una nueva comunicación y puede
ser que sea definitiva. Veremos...
Dos nuevos días bajo el sol, poco y mucho ha pasado. El
puesto sigue a la deriva, pero da la impresión de que es mío.
Hablé con el jefe del sindicato y me dijo que presentara una
lista de cosas para exigir al contratista.
Dos días más y sin arreglar nada definitivamente. Yo ya
digo que me voy al Petén aunque no tengo la menor seguri-
dad de que eso sea así. Estoy por preparar una lista de
cosas necesarias. Ardo por irme. El lunes tal vez esté todo
decidido. Mañana se va Myrna a aventurar a Canadá.
Ya se fue Myrna dejando un saldo de corazones destro-
zados y sin saber ella lo que quiere, pero lo grave es que yo
no sé si me voy. Siempre la misma incertidumbre...
Y otra vez malas noticias. Este es el cuento de nunca
acabar. Ni siquiera me recibió el hijo de puta de Andrade y
me hizo preguntar, por la mañana, qué quería, dos veces.
Estoy en el aire y no sé qué hacer.
Dos días más en que nada pasó. Mi primitiva decisión
de escribirle inmediatamente al Dr. Aguilar quedó en la
2
2
Doctor Juan Ángel
nada y quiero hacerlo sólo si hoy me contestan que no o con Núñez Aguilar,
una nueva evasiva. También el licenciado García Granados agrónomo
estuvo frío. Sólo fulia me responde. y economista
Del laburo minga. Todavía tengo en mi bolsillo la carta hondureno, presidente
del Dr. Aguilar. Dentro de un rato trataré de ver al hijo de en esos momentos
del Instituto de
puta de Andrade para que me diga algo. Supongo que nada.
Fomento
Tengo toda mi correspondencia parada por culpa de esto. de la Producción
El entusiasmo depende de la salud y de las circunstan- de Guatemala
cias, ambas me fallan. El puesto del Petén parece cada vez (INFOP).
más lejano. Ya salió la carta para el Dr. Aguilar, pero, por
supuesto, no he recibido aún contestación. El asunto se pone
jodido. Ya no sé qué mierda hacer. Tengo ganas de volar a
la mierda: Tal vez Venezuela.
Días más, si no suculentos en acontecimientos, sí en pro-
mesas. De Tiquisate ni noticias. De Buenos Aires, noticias
de que murió mi tía Sara. Del Petén, ya no se nombra. De la
pensión, que pague. Del gringo, que no le gusta la comida
de la nueva pensión, que si no mejora me vaya yo por él. De
la Sra. de Holst que me vaya a su casa a vivir. Esto es extrac-
tado lo último que pasó. Estoy practicando en el laboratorio
de Sanidad por si me llaman de Tiquisate, en lo demás dejo
hacer para ver qué pasa. El sábado, dentro de dos días, me
comprometí pagar la pensión, un mes por lo menos, pero no
sé con qué guita.
Han pasado varios días y una serie de acontecimientos
nuevos, sin mayor importancia para el futuro, pero gigan-
tesco boy, se han producido. Las cosas se pusieron feas en
la pensión cuando el sábado no pude pagar ni cinco centa-
vos. Dejé en prenda mi reloj y una cadena de oro. Después
de empeñar mi joyería me fui a Tiquisate y en el camino se
me descolgó el asma, como presagio de lo que será aquello
si me llego a ir. El doctor Aguilar fue nuevamente conciso;
puesto hay de laboratorista, pero no sin tener todos los pa-
peles arreglados. Ahora estoy en eso. La Sra. de Holst me
invita a su casa; probablemente vaya pero todavía no be
dicho nada definitivo... Mañana dejo de frecuentar la mier-
da para meterme en la sangre. Murió Sara de la Serna, tía
mía, de una emboba provocada por una operación para
extraerle un tumor mahgno del intestino grueso. No la que-
ría, pero me impresionó su muerte. Era una persona sana y
muy activa y parecía lo más lejos posible de una muerte de
ese tipo, lo que no obstante es una solución, ya que las con-
diciones en que la hubiera dejado la enfermedad hubiera
sido terrible para ella.
Un día carente en absoluto de movimiento. Haya de la
Torre pasó por Guatemala... Llegó carta de Gualo en la que
me cuenta que ya le dieron visa al gordo Rojo. También una
carta de Beatriz en la que me cuenta que sale otro kilo de
yerba de Buenos Aires. Mañana veré al secretario del minis-
tro para ver qué me cuenta de lo de la radicatoria.
Los días siguen pasando pero ya no me importan un
queso. Tal vez, mío de estos me mude a lo de Helenita Leiva,
tal vez no, pero de todas manera sé que el asunto tiene que
arreglarse de alguna forma y no me caliento más los sesos.
En cuanto a puestos: la radicatoria hasta después de
Semana Santa no hay nada que hacer, el ministro de Salud
Pública dijo que pidiera donde quisiera y yo sé que en
Livingston en la costa del Atlántico hay, y el lunes Helenita
le pedirá ese puesto para mí. Hilda dice que me va a pedir
un puesto en la OEA. Veremos qué hay de todo esto pero no
me hago muchas ilusiones. Ya estoy decidido y uno de es-
tos días voy a escribir a China para ver qué me dicen.
Nada nuevo bajo el sol. 45

ernesto CHE guevara


Fuimos el domingo a San José Pínula donde hay una
Ciudad de los Niños, cuyo nombre es un poco pretencioso
porque son dos pequeños pabellones que albergan 40 chi-
cos pero que como esfuerzo es interesante. El director es el
licenciado Orozco Posadas, medio loco pero que ha hecho
una obra digna de mérito. La ciudad es para chicos del
reformatorio y se les da buena alimentación, buena casa,
instrucción escolar y se les enseña a trabajar la tierra y un
oficio. Los chiquilinos están encantados. De mis posibili-
dades de trabajo, sólo hay de nuevo lo de un profesor de
estadística de Ffilda que trabaja para la OEA y que Núñez
Aguilar prometió hablarlo al Ministro de Relaciones Exte-
riores para que me dé la residencia.
Lo del profesor es jarabe de pico, no hay nada... a la vuel-
ta de San Juan Sacatepéquez nos topamos con una proce-
sión de encapuchados que llevaba a Cristo a cuestas con
unas velas y unas caras patibularias, pasamos al lado de
ellos y hubo un momento en que no me gustó ni medio,
cuando pasaron los de las lanzas mirándonos feo.
Tuvimos que llegar a Guatemala en un jeep que cobró 5
dólares por 8 personas. El día siguiente, hoy, lo pasé escri-
biendo, comiendo en lo de Holst, jugando canasta, y viendo
los libros del gringo, todos en inglés, pero muy interesantes.
Mis progresos en ese idioma no son como para meterme con
esos inmensos mamotretos, pero tengo varias revistas, en-
tre ellas, una fisiología del sistema nervioso de Pavlov.
Han pasado varios días sin que suceda nada que cambie
este tipo de vida tan pelotudo... El gringo me invitó a ver una
película sobre Rimsky-Korsacov, rusa. Muy buena música y
una mujer que emocionaba cantando, pero como siempre la
trama era pesada y lenta y los actores no muy eficaces en sus
papeles, salvo el personaje central que estaba muy natural.
Mi permiso de residencia sigue como hasta ahora en el
aire. Núñez Aguilar se mueve y pide, pero no sé si le darán
bola, veremos.
Núñez Aguilar se mueve y pide pero no tanto y yo tam-
poco hago gran cosa por eso. Lo demás, sigue todo igual,
salvo que Hilda me contó que se piensa ir a China, y da la
casualidad que por uno o dos años. Yo le aconsejé que pen-
sara bien las cosas. Evidentemente está por largar el APRA.
Yo sigo con mi sistema de comida. Mamá me escribe que
Sara le dejó $250 000 en el testamento, lo que le va a venir
muy bien.
Son días sin movimiento ninguno. Qué es lo que va a
suceder no sé, lo único cierto es que vivo y que no pierdo el
tiempo del todo. Recibí de Buenos Aires otro kilo de yerba.
Claro que ahora es diferente porque la vieja tiene "tapín".
No sé cómo seguirá el asunto residencia, supongo que igual;
mañana le voy a hablar a Núñez Aguilar para ver qué re-
sultó de todo esto.
Otros días que no agregan nada a Guatemala. La resi-
dencia hay momentos que se pone pesada y otros en que
parece que la consigo. Morgan resultó mi boludo. Fui con el
gringo a Chimaltenango en el ómnibus del Ministerio de
Educación. Se le ponía a una escuela el nombre de Pedro
Molina, el procer guatemalteco. Don Edelberto dijo algo bien
dicho pero el de la STEG que habló, no hizo más que repetir
lugares comunes de pobtiquería.
Mi decisión está tomada. Inquebrantable y heroica: me
mando mudar a la mierda dentro de 15 días, si no se ha
resuelto nada de la radicatoria. Pienso hacerlo de juego; ya
avisé a la pensión, e ir poniendo cada cosa a buen recaudo,
donde corresponda, en cajas que le pediré a Ernesto
Weinatañer. De lo demás, poco que informar, vimos una
representación de Electra de Sófocles, muy mala. Llegó un
kilo de adrenalina que manda Alberto desde allá, Vene-
zuela, y una carta en que me pide que vaya o mejor dicho me
ofrece que vaya. No tengo muchas ganas.
Llegaron los remedios que Alberto me mandaba desde
Venezuela, en cantidad y cabdad, de modo que eso sólo
bastó para elevarme el espíritu, pero además, ya me citaron
de la pobcía, que es un paso previo a la residencia después
de soportar en el Ministerio un asedio peor que el de Dien
Bien Pbu, cuya caída refuerza la convicción de que el Asia
se liberará de los colonialistas.
Mi vida transcurre tan exactamente igual que casi no
vale la pena contar nada. El lunes pienso iniciarme en la
Cardiolopina y la Halner para dejar el viernes todo listo
para partir de esto que tengo pagado hasta el sábado. No
creo que mis asuntos se solucionen antes de esa fecha, de
modo que me iré a Quezaltenango, me estaré ahí los días
que pueda y luego volveré un día para acelerar las cosas y
me tiraré nuevamente a campo travieso. Veremos (fórmula
abandonada hace algún tiempo).
Se acerca el día en que tome un rumbo cualquiera. Ya me
quemé las naves anunciando con bombos y platillos que 47
me iba. Si Lily mantiene invitación, me iré a Quezaltenango

ernesto CHE guevara


[...] si no me largo al lago y trato de subir a algún volcán. Si
no hay nada de eso, me largo a la zona de Quiriguá. Si
puedo con la máquina del gringo. La residencia está com-
pletamente estancada y no sé cuándo saldrá y no me impor-
ta tampoco. Ya Juba Mejías me prestó una vahja para que la
llene de hbros y se los mande para guardarlos. La ropa
probablemente la deje en lo del gringo porque Helenita no
me habló más por teléfono, de modo que se me acabaron las
gangas. Sahó una noticia que indicaría que ahora el ejecuti-
vo va a despachar los revákdos y en 15 días, sería magnífi-
co si es cierto y me dan la residencia. De Buenos Aires tengo
la noticia de que me vienen por barco 4 kilos de yerba, será
dentro de dos meses, pero no importa, además me vendrá el
Gráfico. No hay nada nuevo en ningún otro orden.
Ha pasado mucha agua bajo los puentes. El día anuncia-
do dejé la pensión en medio de la consternación de toda la
familia. Ese día fui con Hilda a San Juan Sacatepéquez [...].
Dormí alb toda la noche aguantando chubascos y con la
compañía de la mochila alb dentro pues no podía dejarla a la
intemperie. Tenía asma al ir, pero estaba casi bien al volver.
Al mismo tiempo se resolvió el asunto pendiente en Relacio-
nes Exteriores, en el sentido de que tenía que rajar del país,
pero Zochinson me consiguió 20 dólares y después de unos
días de dormir en lugares diferentes me largué a El Salva- 1
En Aquí va un
dor.1 Al principio tuve dificultades en la frontera pero luego soldado..., Ob. cit,
se sobornaron y en Santa Ana me dieron la visa correspon- aparece una carta

diente para 6 meses de permanencia en Guatemala, al pare- sin fecha, donde explica
a la familia
cer se solucionaron algunas dificultades en esto.
los detalles del recoirido.
En El Salvador me encontré con un mexicano que estaba
El padre presume
varado por no sé qué inconveniente con los papeles de safi- cjue podría ser
da y tuvo que regresar a San Salvador, yo lo encontré en la de fines de abril de 1954.
frontera. Nos hicimos amigotes y me dio su dirección para (Ver Anexo.)
cuando fuera a México. Pedí la visa a Honduras, la que se
resolvería el sábado a la noche, pero yo me fui al puerto y
me estuve viernes, sábado y domingo, de modo que no sé
nada de la visa. En San Salvador le hablé al médico amigo
de Hercilia que no la reconocía por Sra. Guevara y recién
arrancó con el Hernández, mañana lunes lo iré a visitar un
rato y luego partiré para Honduras o Guatemala, según me
den o no la visa. En el puerto la vida estuvo muy buena,
pero me quemé demasiado, con el resultado que el último
día no pude casi bañarme pues salir al sol hubiera sido
criminal para mí.
El régimen lo tiré a la mierda y ya se ven las consecuen-
cias. Mi próxima ruta se decidirá mañana.
Un día de San Salvador, un día de no diré aburrimiento
pero sí de desencanto, angustia disfrazada de hambre, o
viceversa, tal vez. No hay noticias de Honduras y sólo espe-
ro hasta mañana, pues, se acaban mis reservas de dólares.
Conocí al matrimonio Moreno, muy amables, muy simpáti-
cos pero no me invitaron a comer, les daré mañana una
carta para Hercilia, ya que se van para Estados Unidos la
semana próxima. Me pasé el día leyendo una Historia An-
tigua del Salvador que pienso acabar mañana y también
mañana visitar el museo. Tiré el régimen por la ventana,
veremos qué pasa.
Fui a entregar al matrimonio Moreno una carta para
Hercilia y me invitaron a comer; no era muy abundante la
comida pero lo suficiente para poder aguantar el hambre.
Tomé enseguida la camioneta para Santa Ana, de allí a
Chalchuapa, a las ruinas de Tazumal, pero me encontré
con que estaban cerradas al público, de modo que tuve que
acampar estratégicamente debajo de un foco y ponerme a
leer. Al rato picó una señora y me convidó con agua caliente
y una hamaca para dormir. Hablando de Guatemala, yo
como siempre metí la pata y dije que allí había más demo-
cracia que en El Salvador y resultó que el dueño de casa era
el comandante del pueblo.
Las ruinas de Tazumal son una parte de un vasto con-
junto edilicio que abarca varios kilómetros, quedando en
pie sólo los templos. Hay vestigios de la mezcla de la civili-
zación maya con los conquistadores Tlascatelcas que da-
rían la raza pipil. El edificio principal es una gran pirámide
cuadrangular, probablemente coronada por un templete que
ya no existe. La construcción es en forma de escalones y se
hizo de piedra y barro al que recubrieron con una mezcla
arcillosa muy semejante al actual cemento; el conjunto no
tiene la solemnidad de las construcciones incas. Como or-
namentos sólo dos o tres dibujos incisos que ya no existen
pues la intemperie los liquidó y que no dan una idea exacta
de quiénes fueron sus habitantes.
La construcción íntegra estaba tapada con tierra y for-
maba un montículo arbolado que pasó desconocido mu-
chos años. En 1942 un arqueólogo norteamericano, Boxh,
49
empezó las excavaciones que basta ahora siguen con gran

ernesto CHE guevara


éxito, a pesar de las pobres partidas que el gobierno salva-
doreño da para ello. El sistema de construcción parece ha-
ber sido concéntrico, cubriendo un templo con el siguiente,
quedando a su vez más grande. Cada período de tiempo
que ahora se desconoce pero podría ser los 52 años del siglo
del calendario maya. Hay trece capas concéntricas y las
últimas forman, además de la pirámide, un juego de pelota
y un escenario semicuadrangular. Al lado de la gran pirá-
mide de tipo predominantemente maya, hay una mucho
más pequeña que presenta todas las características de ser
pipil, mucho más chica, estaba, no obstante, trepando sobre
la otra. Probablemente también estuviera coronada por un
templo pero no quedan ni vestigios de él. En la gran pirámi-
de, las últimas capas, que soportaron sin exudado alguno la
intemperie, fueron las que sufrieron más y algunas están
casi totalmente perdidas. Dejé mi dirección al encargado y
me fui a dedo basta San Salvador, pues me había olvidado
de sacar el permiso de sahda, apenas hecho esto tomé una
camioneta basta Santa Techa y de allí fui dedeando basta
llegar oscureciendo a Santa Ana, durmiendo en la sahda de
la carretera a la frontera.
Temprano me fin caminando pero enseguida un jeep me
dio un"jalón", después un auto me llevó basta la frontera
y posteriormente basta Progreso, de donde me tiré cami-
nando unos veinte kilómetros hasta que me alzó un camión
y me llevó más allá de f alapa. Es esta una región muy bonita
que va subiendo progresivamente, llena de pinos verdes y
tapiada casi por las nubes bajas, tiene un encanto especial
de un tipo que no había visto basta ahora en Guatemala,
aunque no descarto que lo que pasara es que no me había
encontrado antes en parecida situación. Ya muy cansado
inicié la bajada a pie. La mochila se volvió de plomo y el
portafolio me lastimaba los dedos, de modo que apenas se
puso la noche caí a la casa que primero apareció y pedí
alojamiento. Allí hice el gran negocio de todo el viaje, pues
me cambiaron una linterna buena por una que es una por-
quería y yo de pelotudo hice el cambio.
Salí perezoso hacia abajo, pero los hombros y los pies me
frenaban completamente. Un camión me alzó pero me co-
bró bien: 0,40 para llegar a la estación Jalapa, de donde
tomé el tren hasta Progreso. Allí una mujer se apiadó de mí
50
y me regaló 0,25. Me tiré a pie, pero no hice más de una
N
legua de las de acá (4 kilómetros) cuando ya pasó un jeep
0) que me llevó hasta el Ranchito, por donde pasa el Motagua,
un río de 100 metros de ancho que todavía es algo torrentoso
>
a esta altura. Allí me bañé y lavé mi ropa, acondicionándome
los pies con papeles para que aguantaran algo más y luego
03 seguí caminando unos 5 kilómetros hasta llegar a un río
U algo hondo en el que no hay puente. Un camión de obreros
del camino me alzó llevándome hasta Uzumatlan donde
4J
dormí. Aquí mi tejido de cuentos era algo fabuloso y me veía
O en figurillas para armonizar las diferentes versiones. La
ruta al Atlántico está bastante adelantada y para hacerla
transitable sólo faltan los puentes, pues los ríos en esta épo-
ca del año están crecidos y no siempre se pueden vadear.
Salí temprano al día siguiente caminando unos trece ki-
lómetros a pleno sol antes de sentar bandera y hacerme
1
llevar pe r un camión hasta una estación [ J,1 de donde tomé
Ilegible ,
, , el tren a Quiriguá y enseguida me fui a ver las ruinas que
en el original.
están a 2 millas exactas de la estación. Las ruinas no son
importantes y sólo constan de una serie de estelas y piedras
zoomorfas con algunas construcciones de piedra
poligonales que recuerdan bastante a las ruinas menos im-
portantes de los incas. En este tipo de construcción no al-
canzaron los mayas ni remotamente la calidad refinada de
los Incas pero se nota cierto parentesco. Cuando se nota la
superioridad manifiesta sobre los Incas es en el tallado de
las piedras calizas, donde alcanzaron formas verdadera-
mente sugestivas que recuerdan mucho a las ruinas
indostánicas del Asia. Particularmente, hay una estela que
presenta una figura de cara redondeada vestida con una
especie de babuchas orientales y las rodillas plegadas que
semejan mucho un retrato de Buda. Hay otro con una cara
de las mismas características, acabada en una pera de for-
ma triangular como una barba del tipo de la de Ho-Chi-
Minh. Una de las piedras zoomorfas tiene toda una serie de
esculturas o bajorrelieves que según el letrero están consi-
deradas como la cumbre de la escultura aborigen america-
na. Sin embargo Morley trae fotografías de esculturas que
me parecen superiores. De todas maneras, el paisaje es hon-
damente sugestivo, con su silencio, con los grandes árboles
y el pasto que recubriera ahora esas estelas tan esotéricas
con sus jeroglíficos bien pulidos y acariciantes. Si no fuera
por los letreros y la barandilla de metal que circunda cada
51

ernesto CHE guevara


monumento se diría que hemos tomado la máquina del tiem-
po de Brick Bradford, el héroe de las historietas. Dormí en el
suelo de la estación, resguardado de los mosquitos por la
bolsa que me está siendo útilísima.
Me presenté por la mañana al Dr. Díaz, un indio reaccio-
nario pero que me trató con la indispensable cortesía de dar-
me de comer en el hospital. Un mozo de comedor que además
era fotógrafo de toda la zona fue a acompañarme a las ruinas
y sacó 6 fotos, cobrándome sólo el rollo y regalándome algu-
nas más, pero de todos modos quedaba muy disminuido en
mis fondos aunque todavía alcanzaba para volverme, sin
embargo decidí tirarme a lo macho para Puerto Barrios, pero
el tren estaba atrasado por un derrumbe y después de las
12:30 llegué, durmiendo en la estación.
Al día siguiente se presentó el peliagudo problema de
conseguir trabajo, cosa que conseguí en las obras de la ruta
Atlántico. El trabajo es de 12 horas seguidas de 6 de la tarde
a 6 de la mañana, y es bastante matador aún para tipos con
más traine que yo. A las 5:30 éramos autómatas o "bolos"
como dicen aquí a los borrachos.
Trabajé un segundo día, el día crítico con mucho menos
ganas pero lo pasé completo, señal de que podía seguir, sin
embargo uno de los caporales se ofreció a conseguirme un
pase en el ferrocarril, lo que es muy bueno pues esto no lo
pagan sino después de varios días de acabado el trabajo.
Este ya es más liviano y si no fuera por los zancudos que
joden de lo lindo y la falta de guantes que convierten las
manos en llagas, sería, muy pasable. Toda la mañana la
pasé adormilado en mi "residencia" al lado del mar, des-
pués de hacer un somero lavado a mis medias y camisas.
Estoy convertido en un chancho perfecto, lleno de polvo y
asfalto de la cabeza abajo, pero realmente contento: conse-
guí el pasaje, la vieja donde comía ña do me dijo que le paga-
ra un dólar en Guatemala al hijo y yo me demostré que soy
capaz de aguantar lo que venga y o fuera por el asma más
de lo que venga.
Ahora voy instalado en el tren dándome un banquete
con un dólar que me regalara un capataz semilustrado.
Han pasado días en que ocurrieron y no ocurrieron cosas.
Tengo la firme promesa de un puesto de ayudante con un
médico sanitario. Devolví mi dólar. Visité nuevamente a
Obdulio Barthe, el paraguayo que me cagó a pedos por mi
conducta y me confesó que él sospechaba que yo era agente
de la embajada argentina, además supe que es la sospecha
general esa u otra parecida, pero el líder hondureño Ventura
Ramos opina que no. Como continúa la bronca de Mrs. Holst,
yo como de contrabando una vez al día y duermo con Ñico el
cubano, cagado de risa todo el día pero sin hacer nada. El
lunes Ñico se va y pasaré entonces a otra pieza de un amigo
guatemalteco llamado Coca. En la misma pieza que Ñico
duerme un cubano que canta tangos y que me invitó a irme
con él a pie por el sur hasta Venezuela; si no fuera por el
puesto que me prometieron me largaba. La residencia dicen
que me la van a dar y Zochinson pasó ahora de jefe de
Inmigración [...]
Nuevamente los días se suceden sin que nada nuevo
pase. Estoy en la pensión acompañado por el cubano can-
tor, ya que Ñico se fue a México. Por el puesto voy un día y
luego otro y nada, ahora me dijeron que dejara pasar la
semana y yo no sé bien qué hacer, yo no sé si los compañe-
ros siguen empeñados en que yo no tenga nada o qué. De
Buenos Aires llegan pocas noticias. Helenita parte con rum-
bo desconocido y se me acaba el rebusque pero me va a
llevar a casa de una tía que me dará el almuerzo, además le
va a hablar al ministro por teléfono. Yo estoy con un buen
ataque de asma provocado por las cosas que comí en estos
días, espero que me pase en 3 días de riguroso régimen.
Los últimos acontecimientos pertenecen a la historia,
cualidad que creo que por primera vez se da en mis notas.
Hace días, aviones procedentes de Honduras cruzaron las
fronteras con Guatemala y pasaron sobre la ciudad, en ple-
na luz del día ametrallando gente y objetivos militares. Yo
me inscribí en las brigadas de sanidad para colaborar en la
parte médica y en brigadas juveniles que patrullan las ca-
lles de noche. El curso de los acontecimientos fue el siguien-
te: luego de pasar estos aviones, tropas al mando del Coro-
nel Castillo Armas, emigrado guatemalteco en Honduras,
cruzaron las fronteras avanzando sobre la ciudad de
Chiquimula. El gobierno guatemalteco, que ya había pro-
testado ante Honduras, los dejó entrar sin ofrecer resisten-
cia y presentó el caso a las Naciones Unidas.
Colombia y Brasil, dóciles instrumentos yanquis, presen-
taron un proyecto de pasar el caso a la OEA que la URSS
53
rechazó pronunciándose por la orden de alto al fuego. Los

ernesto CHE guevara


invasores fallaron en su intento de levantar a las masas con
armas que tiraban desde aviones, pero capturaron la pobla-
ción de Bananera y cortaron el ferrocarril de Puerto Barrios.
El propósito de los mercenarios era claro, tomar Puerto Ba-
rrios y de allí recibir toda clase de armas y las tropas merce-
narias que les llegaran. Esto se vio claro cuando la goleta
"Siesta de Trujillo,, fue capturada al tratar de desembarcar
armas en dicho puerto. El ataque final fracasó pero en las
poblaciones mediterráneas los asaltantes cometieron actos
de verdadera barbarie asesinando a los miembros del
SETUFCO (Sindicato de Empleados y Trabajadores de la
UFCO)1 en el cementerio donde se le arrojaba una granada 1
United
de mano en el pecho.
Frmt Company.
Los invasores creían que a una voz de ellos todo el pueblo
se iba a largar en su seguimiento y por ello lanzaban armas
con paracaídas, pero éste se agrupó inmediatamente a las
órdenes de Arbenz. Mientras las tropas invasoras eran blo-
queadas y derrotadas en todos los frentes hasta empujarlas
más allá de Chiquimula, cerca de la frontera hondureña, los
aviones piratas continuaban ametrallando los frentes y las
ciudades, siempre provenientes de bases hondureñas y ni-
caragüenses. Chiquimula fue bombardeada fuertemente y
sobre Guatemala cayeron bombas que hirieron a varias per-
sonas y mataron a una chiquita de 3 años.
Mi vida transcurrió de esta forma: primero me presenté a
las brigadas juveniles de la Alianza donde estuvimos va-
rios días concentrados hasta que el Ministro de Salud Pú-
blica me mandó a la Casa de Salud del Maestro donde estoy
acantonado. Yo me presenté como voluntario para ir al frente
pero no me han dado ni cinco de bola. Hoy sábado 26 de
junio, llegó el ministro, mientras yo me había ido a ver a
Hilda; me dio mucha bronca porque pensaba pedirle que
me mandara al frente [...]
Una terrible ducha de agua fría ha caído sobre todos los
admiradores de Guatemala. En la noche del domingo 28 de
junio el Presidente Arbenz hizo la insóhta declaración de
su renuncia. Denunció púbhcamente a la frutera y a los EU
como los causantes directos de todos los bombardeos y
ametrallamientos sobre la población civil.
Un buque mercante inglés fue bombardeado y hundido
en el puerto de San José y los bombardeos continúan. En ese
momento Arbenz anunció su decisión de dejar el mando en
manos del Coronel Carlos Enrique Díaz. El Presidente dijo
que bacía esto llevado por su deseo de salvar la revolución
de octubre e impedir que los norteamericanos llegaran a
estas tierras como amos. El Coronel Díaz, en su discurso, no
dijo nada. Los partidos PDR y PRG dieron sendos acuerdos
llamando a sus afüiados a cooperar con el nuevo gobierno.
Los otros dos, PRN y PGT,1 no dijeron nada. Me dormí con
un sentimiento de frustración frente a los hechos. Había
hablado con el Ministro de Salud Púbhca y pedido nueva-
mente que me mandaran al frente, ahora no sé qué hacer.
Veremos qué nos trae el día de boy.
Dos días densos de acontecimientos pohticos aunque
personalmente no hayan significado gran cosa para mí.
Los acontecimientos: Arbenz renunció frente a la presión
de una misión mibtar norteamericana que amenazó con
bombardeos masivos y con la declaración de guerra de
Honduras y Nicaragua lo que provocaría la entrada de Es-
tados Unidos. Lo que quizás no previera Arbenz fue lo que
siguió. En el primer día se agregaron a Díaz, los Coroneles
Sánchez y el Fejo Monzón reconocidamente anticomunista
y el primer decreto fue declarar ilegal el PGT. La persecu-
ción empezó inmediatamente y las embajadas se llenaron
de asilados, pero al día siguiente temprano vino lo peor,
cuando Díaz y Sánchez renunciaron, quedando Monzón al
frente del gobierno con dos tenientes coroneles de subordi-
nados. Se entregaron totalmente a Castillo Armas, según
vox populi y se decretó la ley marcial a todo el que fuera
encontrado con armas de calibre prohibido en la mano. La
situación personal es más o menos así: yo seré expulsado
del hospitalito donde estoy, probablemente mañana ya que
estoy renombrado como //cbebol,/,2 y la represión se viene.
Ventura y Amador están asilados, H. se mantiene en su
casa, Hilda cambió de domicilio, Núñez está en su casa.
Los altos capos del partido guatemalteco están asilados. Se
dice que Castillo entrará mañana; yo recibí una linda carta
que guardo aquí para los nietos.
Pasaron varios días en los que los acontecimientos no
tuvieron el ritmo afiebrado de los anteriores. Castillo Ar-
mas obtuvo un triunfo completo. La junta quedó integrada
por el Fejo Monzón como presidente y Castillo Armas, Cruz,
Dubois y el Coronel Mendoza. Dentro de 15 días se hará
una elección dentro de la junta para ver quién queda como
55
jefe; por supuesto. Castillo Armas. No hay Congreso ni Cons-

ernesto CHE guevara


titución. Al juez de Salamá, Ramiro Reyes Flores lo fusila-
ron después que éste se había muerto un guardia al tratar
de ganarlo. El pobre Edelberto Torres está preso acusado de
comunista, quién sabe cuál será la suerte que corra el pobre
viejo. Eloy 3 de julio entró el"libertador77 Castillo Armas, la
gente lo aplaudió mucho. Yo vivo en casa de dos salvadore-
ñas que se han asilado, una en Chile y otra en Brasil, con la
viejita que se manda cuentos de las fechorías de su marido
y otros bastante interesantes. Del hospitalito me sacaron
cagando y ya estoy instalado aquí...
Lo de los asilados sigue igual. Ya se pasó la novedad y
está todo tranquilo. Helenita se fue hoy en avión. El alemán
cada vez me ve con peores ojos. A él no lo visitaré sino una
vez para sacar algunas cosas y los libros que tengo.
Han pasado cosas de alguna gravedad. En el orden polí-
tico no, ya que lo único es la calificación del voto,
negándoselo al analfabeto. Eso en un país con 65% de po-
blación adulta analfabeta es reducir a un 35% la cantidad
de gente que vote. De ese 35 puede haber un 15 que esté a
favor del régimen. El fraude no tendrá entonces que ser muy
grande para ser electo el probable "candidato del pueblo77
Carlos Castillo Armas. Lo grave fue la despedida que me
hacen de la casa donde vivía, ya que Yolanda, la otra her-
mana de las asiladas, está aquí, y levanta la casa para ir a
San Salvador llevándose a las hermanas. Voy a ver si me
voy a la casa de la tía de Helenita.
Ya estoy aquí instalado en la nueva casa. Como siempre
seguía yendo a la embajada Argentina pero hoy ya se acabó
la cosa. Sin embargo, pude entrar por la tarde gracias a que
era 9 de julio. Hay un nuevo embajador Torres Gispena, un
petiso cordobés pedante. Morfé variado pero con merma.
Estoy hecho un cabrón. Conocí a varios tipos interesantes
dentro de la embajada . Uno de ellos es Aguilez, que escri-
bió un libro sobre la Reforma Agraria, otro es el Dr. Díaz, un
pediatra salvadoreño, amigo de Romero, el de Costa Rica.
El asma me está jodiendo como consecuencia de lo que
comí en la embajada. Las demás cosas no varían mayor-
mente. Recibí carta y una foto de mi vieja y carta de Ceba y
Tita Infante.
El Cheché1 se debe haber asilado ya a estas horas pues
56 1
José Manuel Vega quedamos en que a la 6:30 se presentaría a la embajada. Mis
N Suárez, cubano proyectos son muy fluidos pero lo más probable es que vaya
exiliado a México, aunque entra en mis cálculos de posibibdades el
ai en Guatemala. ir a Bebce a probar fortuna.
> Bebce queda lejos. Lejos o cerca, no sé bien porque estoy
en uno de esos momentos en que una pequeña presión de
costado puede torcer mi rumbo completamente. Si todo sale
bien, dentro de un rato estaré en el consulado bien resguar-
u dado pues ya pedí y se me concedió el asilo. Uno de tantos
4J días en que andaba por alK, cuando ya había acabado el
artículo y pensaba ir a lo de Hilda, me encontré con una
O
chica, hermana de la dueña de la pensión donde Hilda
vivía, que me contó que había llegado la guardia del ejército
de bberación y se había llevado a la dueña de la pensión y
a ella. A la dueña la largaron rápido, Hilda todavía está en
la cueva. Yo anduve unos días al garete pero al final me
asilé y aquí estoy gozando de la fresca viruta en compañía
de un heterogéneo grupo de personas entre las que sobresa-
le el Cbecbé.
Han pasado varios días de asilo. Hilda ya sahó Ubre,
según parece, pues el diario informó que había llevado una
huelga de hambre y el ministro le había prometido salir
hace dos días. El asilo no puede calificarse de aburrido
pero sí de estéril, ya que no se puede dedicar uno a lo que
quiere debido a la cantidad de gente que hay. Mi asma anda
mal y ya tengo ganas de irme a la mierda pues se me crea un
problema con la visa para México. Hilda no viene por aquí.
No sé si por ignorancia de donde estoy y que puede visitar-
me o porque no puede. Si no hay mayor pehgro, voy a salir
para poder irme tranquilamente por el lago Atitlán. Pobti-
camente no ha pasado nada, fuera de que ha sido acusado
de inconstitucional el decreto 900 sobre Reforma Agraria.
Han pasado varios días más en un ambiente bastante
estéril. De las personas asiladas, todas bastante buenas, la
más interesante es Pellecer. Yo ya tengo mi comida especial
o más o menos especial y tomo sol todas las mañanas de
modo que no tengo ningún apuro en irme. De Hilda no sé
absolutamente nada. Yo le mandé un mensaje pero no me
contestaron nada, no sé si llegó. La situación política no ha
variado, salvo que aumentaron las medidas persecutorias.
Con Pellecer tuvimos una discusión sobre la resolución de
Arbenz de renunciar a la presidencia. No me parece que
tenga él mismo una idea muy clara de si la situación fue
57

ernesto CHE guevara


resuelta en la mejor forma posible. Yo creo que no.
Pasaron varios días más de encierro que se caracteriza-
ron por un profundo aburrimiento, por un ataque regular
de asma, la ruptura de dos vaporizadores y la búsqueda de
los que tenía en casa de Helenita, encontrándome con la
sorpresa de que ella había llegado a Guatemala. La vida
transcurre monótona e indisciplinada con discusiones sin
sentido y perdiendo el tiempo en cualquier forma posible.
El acontecimiento fue un cañoneo continuo que se oyó el
día lunes desde la madrugada. Costaba imaginarse qué
pasaba, pero poco a poco empezaron a circular rumores,
que enhebrando pudieron hacer una imagen de la realidad:
un desfile del día anterior, de tropas del ejército regular y de
liberación había servido para humillar al ejército regular,
posteriormente unos cadetes fueron vejados por algunos
integrantes del ejército de liberación y esto encendió el pol-
vorín. Al principio fue un movimiento de sólo los cadetes
contra el ejército de liberación, al correr el día ya todo el
ejército se había plegado a los cadetes pero sin mayor ener-
gía. El resultado fue que los cadetes hicieron rendir al ejérci-
to de liberación y desfilaron con las manos en alto por la
ciudad. En ese momento el ejército controlaba totalmente la
situación y hubo cierto intento de dar golpe, pero como siem-
pre, los militares fueron irresolutos. Al día siguiente, Casti-
llo Armas en un discurso inconexo hablaba ' babosadas"
al pueblo, que silbaba a Monzón pero al parecer ya era due-
ño de la situación,,pues la base aérea se le había plegado
nuevamente. Tomó presos a varios militares e iniciaron nue-
vamente la vociferación anticomunista, apoyada por la re-
acción. La impresión es que Castillo Armas se mantiene
debido al apoyo yanqui y a la inestabilidad e indecisión de
la gente del ejército. De los salvoconductos no se sabe nada
nuevo, mi nombre no figura en la lista de asilados.
Han pasado varios días sin jalones que marque mi esta-
día en la embajada. El gobierno de Castillo Armas está to-
talmente consolidado. Se tomaron presos a varios militares
y sanseacabó. La convivencia con los personajes que duer-
men conmigo en la cancillería me hace que les haga un
somero análisis a cada uno. Empiezo por Carlos Manuel
Pellecer: por lo que pude averiguar fue alumno de la
politécnica en época de Ubico, siendo procesado y dado de
baja. Fue a México y luego apareció como agregado en las
embajadas de Guatemala en Inglaterra y Europa, ya comu-
nista. Aquí era diputado y dirigente campesino en el mo-
mento de caer Arbenz. Es un hombre inteligente, valiente al
parecer. Tiene gran ascendiente sobre todos los camaradas
asilados, ascendiente que no sé si dimana de su propia
personalidad o del hecho de ser dirigente máximo del par-
tido. Se para siempre derecho con los pies juntos, en posi-
ción de firme. Hizo algún libro de versos en años anteriores,
enfermedad muy difundida por esos lares. Su ilustración
marxista no tiene la solidez de otras figuras que be conoci-
do y la esconde detrás de cierta petulancia. La impresión
que me da es la de un individuo sincero pero exaltado, uno
de esos personajes ambiciosos a los que un traspié colocan
en situación de renegar violentamente de su fe pero capaz
de realizar los más altos sacrificios en un momento dado.
En otras conversaciones con él me di cuenta de que el pro-
blema agrario lo posee a fondo.
Otro día en la sucesión, con el antecedente de que brilla
en lontananza el resplandor de 120 certificados que dicen
darán en esta semana. A mí eso no me interesa pero estoy
pendiente de la llegada de Hilda pues la mandé a llamar
para ver qué pasa afuera. El anábsis de hoy, Mario de Ar-
mas, es cubano, del partido ortodoxo que fundara Chibás,
no es anticomunista, muchacho simple, fue ferroviario en
Cuba e intervino en el frustrado ataque al Cuartel Moneada,
se asiló en la embajada guatemalteca y de alh vino acá. No
tiene preparación política de ninguna clase y es un des-
preocupado muchacho cubano medio, pero es mi buen com-
pañero y se nota que es noble.
En el día pasado ya se anunció que se darían salvocon-
ductos a los extranjeros, de modo que se formó un despelote
bárbaro. Se inició también un certamen de ajedrez en el que
gané las dos primeras partidas, una de ellas a uno de los 4
mejores jugadores, entre los que estoy yo. Un jugador regu-
lar le ganó al que yo le tenía más miedo, de modo que que-
damos dos de relativo cuidado en mejores circunstancias.
El de boy, José Manuel Vega Suárez, alias Cheché: cuba-
no, bruto como un cascote y mentiroso como un andaluz.
De su vida en Cuba no sé nada cierto, salvo que hay indicio
de que fue lo que se llama un "jodedor", y que la policía de
Batista le dio una paliza de ordago y lo tiró a la vía del tren.
59
Era anticomunista. Aquí divierte por su exageración sin

ernesto CHE guevara


malicia. Es un niño grande, egoísta y malcriado que cree
que todo el mundo debe supeditarse a sus caprichos. Come
como un biguá.1
i ucuáticu
Ya se anunció la entrega de salvoconductos y ñguran en ^ ^ ^
ella los dos cubanos y el ingeniero nicaragüense Santos
Benatares. Es especializado en Estados Unidos y de él sé
que era integrante de la directiva de los nicaragüenses en el
exilio. A raíz de la detención del nica Fernando Lafuente,
éste dijo que podía dar referencia de él un ingeniero nicara-
güense, le preguntaron si era especializado en Estados
Unidos, dijo que sí y sin averiguar más lo metieron al bote.
A la caída de Arbenz fue liberado pero ya quedó con fama
de espía, yo creo que apresuradamente puesta. Se ha mos-
trado como una persona inteligente, hasta cierto punto
marxista, perfectamente situado en el panorama interna-
cional. Es un escéptico y no es un luchador. Su actitud es
claudicante y yo creo que por exceso de análisis. Es buen
compañero, meticuloso como buen ingeniero, es un poco
pesado, pues su manía de análisis lo lleva a extremos hasta
en casos de poca monta. Su análisis de la plusvalía fue
interesante, tengo que estudiar el punto.
Todo está complicado como la puta. Yo no sé cómo mier-
da voy a salir de aquí pero de alguna manera será. Recibí
carta de Hilda donde me comunica que Helenita Leiva está
presa. Por un lado me alegro para que no existan sospechas
sobre ella pues los comunistas la consideraban sospecho-
sa. Mientras llegan los salvoconductos, Roberto Castañeda:
guatemalteco, su profesión es fotógrafo en la que no brilla
mucho, además es bailarín. Me hace la impresión de una
persona de temperamento artístico, de inteligencia despeja-
da, y de afán de perfeccionamiento en todo lo que hace.
Viajó tras la Cortina de Hierro y es un sincero admirador de
todo aquello aunque no ingresara al partido. Le falta cono-
cimientos teóricos de marxismo y quizás no sea un buen
militante por esas taras burguesas digamos, pero es seguro
que en el momento de la acción será de la partida. Me im-
presiona como un magnífico personaje por sus condiciones
en la vida de relación y no tiene prácticamente ninguno de
los afeminamientos del bailarín.
Otro día agregado sin mayores conquistas a mi lacra de
vago. Florencio Méndez: del PGT. Estuvo en Chiquimula
con las tropas del gobierno y vio caer la plaza por la trai-
ción de sus defensores o mejor dicho del alto mando defen-
sor. Es un muchacho simple, sin mayor cultura y también
sin inteligencia. La cultura marxista es nula y actúa como
simple máquina obedeciendo consignas. Es un muchacho
alegre y despreocupado que probablemente tenga una tara
constitucional ya que aquí mismo en el asilo tiene un her-
mano que bordea la oligofrenia. Evidentemente valiente y
leal, en su despreocupada eficacia de autómata puede lle-
gar a las cumbres del sacrificio por un ideal.
Otros dos días que transcurren sin que nada bueno haya
que agregar a lo dicho en general. Luis Arturo Pineda: gua-
temalteco de 21 años, del PGT. Es un muchacho serio, orgu-
lloso de su eficacia militante y creyente firme en la infabilidad
del partido, sus aspiraciones máximas serán ser secretario
del partido en Guatemala, tal vez en Latinoamérica y estre-
char las manos de Malenkov. Desde su ortodoxia militante
mira con desprecio todo lo que no está sujeto a la disciplina
partidista. Se considera muy inteligente y no lo es, aunque
tampoco es tonto ni mucho menos. Su eficacia militante lo
lleva a cualquier tipo de sacrificio por el partido.
Han pasado dos días más en que el único entretenimien-
to fue esperar la llegada de Hilda, que estuvo dos veces en
la puerta y no pudo entrar. De asma no estoy muy bien por
lo que me voy a purgar y hacer ayuno el día de mañana.
Felicito Alegría: es un muchacho callado, humilde, cuya
dote de inteligencia no puedo precisar debido a su retrai-
miento. Da la impresión de ser un elemento de choque de
altas virtudes combatientes, parece de gran firmeza. Marco
Tulio de la Roca: guatemalteco de 20 años, al parecer hace
versos, pero aquí no lo demuestra. Es serio y callado tam-
bién, pero tiene una sonrisa medio tristona que refleja un
cerebro fatalista que piensa. No creo que tenga militancia
política activa.
Hercilia escribió de Nueva York contestando una carta
mía y contándome lo de María Luisa, parece que es serio.
En cuanto al retrato diario, Gillete: creo que es un osado. Es
un muchachito de unos 18 a 20 años que no parece tener
grandes condiciones intelectuales. Buenote y simple. Se ca-
racteriza por hacer unos versos kilométricos cuyo conteni-
do no conozco pero se me figuran malos. Tiene salidas de
cierta consistencia en su ingenuidad como ésta, "eso de
61
morirse todos los días está muy visto", haciendo la crítica a

ernesto CHE guevara


otro de los poetas jóvenes del asilo. No he conversado con él
para poder juzgar en firme sobre sus conocimientos o dotes
poéticos.
Otro día al pedo, Marco Antonio Sandoval: guatemalte-
co de 18 años, estudiante y poeta. Como poeta está plagado
de reminiscencias nerudistas y de meditaciones sobre la
muerte, pero tiene una que otra figura buena. Está lleno de
figuras románticas en su carácter y se ha constituido en un
enérgico admirador de sí mismo. Habla con una seriedad
notable de todo lo que concierne, afirmando con mucha
seguridad sobre una porción de cosas. Tiene un carácter
cáustico pero le falta aplomo para aguantar la réplica. No
tiene configuración política, tomándolo todo como una ex-
periencia política.
Ninguna novedad en dos nuevos días. Hice de cocinero
y si bien pude acabar me cansó bastante y me quedaron los
músculos cansados, lo que demuestra mi falta de estado
físico. Núñez Aguilar se va hoy para Argentina, le di la
dirección del viejo, puede ser que le hable. Valdez, su nom-
bre no lo recuerdo, es otro de los poetas jóvenes del grupo.
Sólo leí una de sus composiciones hechas en verso Ubre y
con marcado contenido de lucha social, pero sin esa chispa
que distingue al auténtico poeta. Es un muchacho de 18
años, con carácter picaro de mocoso que se reconoce dentro
de la edad, a pesar de ciertos brotes de seriedad. Es un ca-
rácter recto y franco, sin mayores pretensiones políticas pero
capaz de llegar a tenerlas con el tiempo.
Otro día al pedo sin ninguna novedad. Marco Antonio
Derdon (a) Terremoto. Es un muchacho de escasas dotes
intelectuales con cuerpo que denota cierto infantilismo
hipofísiario o hipogenital, lo que se ve confirmado por el
hecho de que se le subió un testículo en el asilo al mismo
tiempo que le salía una hernia inguinal indirecta. No tiene
otro atractivo que el de su constitución patológica ya que no
se puede hablar de formación política.
Otro día pasado en nulidad absoluta. Como suceso que
altera la monotonía de los días, está en el orden internacio-
nal el suicidio del presidente Vargas.
He quedado un poco desconcertado ya que no sé cuál
será el camino que imprima al Brasil el vicepresidente o los
que lo manejen, de todas maneras, sospecho que han de
venir días tumultuosos para los brasileros. En el orden lo-
cal está la fuga de un asilado saltándose el alambre de la
cerca. Hugo Blanco (a) la vieja, jovencito y poeta. Mal poeta.
No creo siquiera que sea una persona inteligente. El sesgo
que parece distinguir a todo él es la bondad. Siempre una
sonrisa de chico bueno acompaña al poeta.
Otro más sin novedad. Alfonso Riva Arroyo: es dirigente
del gremio de Sanidad y persona interesante por sus escrú-
pulos intelectuales pues tiene cierta mentalidad marxista y
está en abierta pugna con los comunistas. Además tiene un
insomnio que se me antoja de origen psíquico. Es carpintero
y según él bueno. Le di una carta para el viejo. Con esto acaba
la relación de gente de la sala central de la cancillería.
Dos o tres días en los que ha pasado mucho tiempo y
algo de importancia como medida general, Perón acepta
que se lleve a las familias, lo que cambia el panorama para
muchos de los asilados. Un ejemplo: un señor resolvió en-
tregarse a la policía pues no quería separarse de su familia
y tras avisar con un día de anticipación salió a entregarse,
pero la policía, con ganas de joder, sin querer llevárselo
preso ni lo dejaba ir, de modo que estuvo una punta de
horas afuera con la mujer y los hijos que habían estado a
despedirse de él. Al fin el ministro se cansó y lo hizo entrar
a dormir; a las dos de la mañana llegó la noticia de que se
concedía la ida con famiba y todo. A la noche siguiente
pasó algo menos espectacular pero no menos importante.
Víctor Manuel Gutiérrez entró por una de las tapias y se le
concedió asilo, pero a las dos se les echó a un cuarto en el
cuerpo principal para que no entren más. Raúl Salazar:
tipógrafo de unos 30 años, mentalidad simple, quizás infe-
rior a la normal, que se dedica a su trabajo y nada más, era
no obstante, consecuente con el PGT. Era de Tribuna Popu-
lar y dirigente del gremio, se me ocurre que dócil.
En estos dos días han pasado cosas muy lindas; la entra-
da de Gutiérrez provocó un gran alboroto dentro de la em-
bajada la que aprovechó una frase imprudente de uno de
los Pinedas sobre la demagogia de Perón al dar asilo a la
famiha de los asilados también para cagarse bien en los
comunistas y en Pellecer que trató de aclarar las cosas. Des-
pués con alarde de fuerza se nos confinó a 13 en el garaje
con prohibición de hablar con los demás, al mismo tiempo
que aislaban a Pellecer y Gutiérrez en un cuarto solos los
dos. Como respondiendo a eso, esa misma noche se escapa-
ron los dos Pineditas.
Fue muy graciosa la cara de furia con que Banabés, am-
parado en la furia de los elementos oficiales, expresaba tam-
bién su furia. Seguiré con los de aquella camada al mismo
tiempo de los 13. Ya están Lencho Méndez, Luis Arturo
Pineda, Roberto Castañeda, Cheché Vega y yo, quedan ocho:
Humberto Pineda, hermano mayor del anterior; tiene una
parecida constitución psíquica pero el mayor parece mejor
y de buen humor, aunque es igualmente levantisco que su
hermano. Es evidente que tienen los huevos bien puestos,
fosé Antonio Ocboa: tipógrafo, dirigente sindical de línea
bien consecuente, aunque no pertenece al partido, pertene-
ce al grupo de los 13. Su carácter es blando de la misma
consistencia de su cuerpo rechoncho, pero tiene intefigen-
cia clara y es bien consecuente en toda su línea política. Es
un carácter alegre, expresivo y juguetón, un poco aniñado y
a veces tristón. No será capaz de ninguna acción heroica
pero es incapaz de una traición.
Como si respondiera a lo que yo decía, Ocboa consiguió
trasladarse al otro lado donde ya está muy orondo. Ahora
quedan 10 en la jaula.
Ricardo Ramírez es quizás de los más capacitados diri-
gentes de la juventud. Evidentemente el partido ha reem-
plazado a su casa, la que parece no haber tenido en la ju-
ventud, o mejor dicho en la niñez pues recién tiene 23 años.
Va a Buenos Aires donde evidentemente le vendrá bien una
experiencia en el partido. Su cultura general es elevada y su
manera de encarar los problemas mucho menos dogmática
que la de otros compañeros. De la cancillería me falta del
cuarto que estaba describiendo a Arana, un viejo tipógrafo
de unos cincuenta años, débil y sin base ideológica pero
leal al partido. De inteligencia mediana es lo suficiente-
mente capaz como para darse cuenta de que el único cami-
no ideal para la clase obrera es el comunismo.
Han pasado varios días sin mayores novedades, salvo
que Cheché armó un lío con una putica que es mucama y
nos confinaron más radicalmente aún. De los "trece";
Faustino Fermán Tino, zapatero. Una mentalidad simple
pero leal y sincera hasta donde se puede llegar; de carácter
alegre y llano y muy buen técnico para hacer zapatos, esas
son sus más grandes características. Tomás Yancos, de los
viejos compañeros de la cancillería, es un personaje enig-
mático. Como Rivas Arroyo que resultó luego ser un trai-
dor, según parece, éste era de los que tenían "ciertas dife-
rencias " con el partido, pero consecuentes con la línea ge-
neral. Esto es falso y Yancos resultó un hijo de puta. Tiene
un carácter extraño, con una brusquedad que repele pero
que parece muchas veces ser en broma. Tiene un carácter en
general antipático.
Han pasado varios días con acontecimientos más o me-
nos importantes que ya olvidé pero entre los que se desta-
can la fuga de Lencho Méndez y de Roberto Muradles. Ro-
berto era un muchacho al parecer medio botarate, sin nin-
guna base intelectual y completamente impulsivo. De lo
que se puede estar seguro es de su lealtad y creo que única-
mente de eso.
Al día siguiente se fueron 118 asdados en los cinco avio-
nes que vinieron, entre ellos Carlos Manuel Pellecer y Víctor
Manuel Gutiérrez. La embajada ha quedado vacía y sola-
mente quedo yo del grupo de los 13 de la perrera.
Hablé entonces con Sánchez Toranzo y hoy mismo me
rajo a la calle. En el avión vino un amigo de Gualo García,
Varisco, que me trajo de casa 150 dólares, dos trajes, 4 kdos
de yerba y un montón de "babosadas".
De los que se fueron de los 13 quedaron sin analizar " El
fígaro" Vázquez, el peluquero, un hombre sin mayor base
intelectual pero muy pretencioso. No parece mala persona
pero funciona por impulsos repetidos, no con continuidad
revolucionaria, es muy ostentoso en todos sus actos y bas-
tante rabioso. Es el que ponía la nota discordante en el am-
biente cordial de los 13.
Humberto Pineda era el jefe reconocido por nosotros y
por la embajada de todo el grupo. Es un hombre que ha ce-
dido sus impulsos violentos, como los de sus hijos por
una más razonada calma. Ni sus alcances intelectuales
son demasiado grandes ni su preparación intelectual tam-
poco, pero sabe ponerse a la altura de lo que de él se espe-
ra, es un buen militante. Eduardo Contreras es un maestro
chiquitito de tamaño, bastante chico de edad, muy buena
persona, alegre y jodedor, con cierta base teórica y muy
buena base práctica. Valiente y leal. A veces parece un
65
poco pedante pero con una pedantería inofensiva que no

ernesto CHE guevara


es antipática.
Ya me fui a la libertad sin ningún inconveniente e inme-
diatamente visité a mi primer visita, franelando en forma.
Me vine a dormir a lo de la viejita Leiva y visité a F. U. quien
no me mandó el artículo, de modo que no hay nada concre-
to contra mí. Hoy comienzo a tramitar la entrega de mi pa-
saporte y si no hay inconveniente mañana a la mañana me
voy para Atitlán y Quezaltenango a conocerlos. Iré con una
cámara fotográfica prestada.
Atitlán no es superior a los lagos del sur argentino, ni
mucho menos. A pesar de que no estaba el día para dar un
juicio definitivo me atrevo a darlo porque la diferencia es
muy grande. Después de ver el lago me fui a Chichicor-
tenango donde sí encontré cosas de real interés en la vida
de los indios y sobre todo en sus ritos, pero me dio por
tomar guaro y comer porquerías y el resultado fue que me
conseguí un ataque de asma, además estaba gastando mu-
cho dinero al pedo, de modo que me vine de un salto a
Guatemala. Al día siguiente retiré el pasaporte con mi visa
de salida concedida y en un día más tuve la visa de México.
El domingo, hoy, lo dediqué a despedirme de Guatemala
con un paseíto a San Juan Sacatepéquez con profusión de 1
Por su importancia,
franelas y algún polvito superficial. Mañana me dedicaré a se reproducen algunas
despedirme de la gente que tenga ganas y el martes por la cartas enviadas
mañana inicio la gran aventura a México. 1 a su familia,
publicadas ya en
La gran aventura ha tenido una primera etapa feliz y Aquí va un
aquí estoy instalado en México, aunque sin saber absolu-
2
soldado..., Ob. cit.
tamente nada sobre el futuro. Salí con mis duditas encima (Ver Anexo.)
hasta la frontera; pasar fue una bicoca pero del lado mexi- 2
Llegó a México
cano empezaron los profesionales de la mordida. Me junté el 18 de septiembre
de entrada con un buen muchacho guatemalteco, estudian- de 1954.
1
te de ingeniero, se llama Julio Roberto Cáceres Valie1 y tam-
Conocido
como El Patojo,
bién parece dominado por la obsesión de viajar. Piensa irse
por su pequeña luego de un tiempo a Veracruz y tentar de allí el gran salto.
estatura. El viaje hasta México lo hicimos juntos y aquí estoy solo
Al triunfo de la aunque a lo mejor vuelve. Lo único realmente interesante
Revolución
del viaje fue una excursión a las minas de Mitla, cerca de
se traslada a Cuba,
Oaxaca. Son minas de los antiguos mixtecas sin mayor im-
en donde vivió hasta
su incorporación portancia al parecer; constan de varios patios cuadrangu-
a la lucha lares rodeados de construcciones también cuadrangulares
de liberación de adornadas por paredes de formas rectilíneas.
66 su país, donde cae
Hay una o dos construcciones subterráneas cuyo exacto
N en combate.
Che en su libro significado no sé todavía pero que sin duda debía ser desti-
^ Pasajes de la nada al atavío de los personajes. Parece ser que los techos
guerra eran sostenidos, en las partes importantes al menos, con
** revolucionaria, columnas redondeadas de forma levemente cónicas y he-
le dedica un retrato
chas de una especie de concreto. Todas las construcciones
^ como homenaje
postumo. son de piedra unida por barro con piedregullo y retocadas
U con una especie de cemento también. No hay aquí ni la
imponencia de Machu-Piccbu, ni la belleza y sugestión de
4J
Quiriguá, ni siquiera la emotividad de las minas salvadore-
O ñas, pero con todo presentan cosas interesantes y un antici-
po de lo que será el conocimiento de todas las maravillas de
por aquí. Hoy mismo, o tal vez mañana, veré a U. P., ya que
Harold White no está y al parecer se fue a Norteamérica.
Han pasado días de febril ineficacia en que fui a lo de
2
Petit,2 me sacó a pasear, discutimos sobre política. Tiene
lllises Petit
una hija agradable pero que está dentro de la típica educa-
de Murat, guionista
de cine y antiguo ción burguesa clericaloide. Petit, evidentemente es un de-
amigo del padre. sertor que disimula su huida con sentencias del papa y
habla del amor católico que es lo único que puede ser firme,
etc. Visitamos las ruinas de Teotihuacán o algo así. Hay
pirámides enormes pero sin valor artístico y otras que sí lo
tienen. Iré a visitarlas de nuevo con tiempo y detallaré en-
tonces lo que vea pues ahora sólo le saqué una foto a Marta
Petit con la nueva máquina que compré una Zois 1 Kon 1:35
de 35 exposiciones.
Han pasado varios días en cero. Después de la discu-
sión muy amistosa con Petit solamente le hablé para dejarle
el teléfono y no me habló más. Visité a Helenita y algo raro
hay entre los dos, aunque no sé bien. También visité el mu-
seo de arte mexicano aunque no pude hacerlo con todo,
como siempre, me resultaron interesantes las muestras de
cultura arcaica entre las que hay verdaderas obras de arte.
Me gustaron dos cabezas de arte maya y azteca y una vasija
de obsidiana que figura un mono estilizado, hay, además,
una monumental cabeza de rasgos negroides muy intere-
sante. Por supuesto, lo que sigue en interés son los cuadros
de la tetralogía: Rivera, Tamayo, Siqueiros y Orozco. Me
entusiasmó sobre todo Siqueiros pero me parecieron todos
muy buenos, aunque los frescos están en muy mala posi-
ción para verlos.
Entra la vida de México en un tren de burocratización
67
bárbaro. Ya Petit se hace el burro olímpicamente. Las cosas

ernesto CHE guevara


más nuevas son que Hilda está en México en Tapachula y
no se sabe en qué condiciones y que estuve con un Dr. Icharti,
joven y peruano que me impresionó bien pero no sé qué
podrá hacer por mí. Tengo un puesto de fotógrafo en los
parques que veré qué resulta mientras prometen cosas mil.
Han pasado varios días y en general puedo decir que,
salvo la amargura de no poder estudiar algo más de medici-
na por día, todas han sidolo gradas. El limes veré un puesto
médico, el miércoles uno de los otros, mientras sigo con mis
fotografías y conozco algo de gente.
Francisco Petrone no es un comunista ni mucho menos
pero es un hombre sincero y convencido de que su posición
es la correcta. No es lo que se llama un tipo culto, pero en
escena se ve que inmediatamente toma el tipo que conviene.
Vi sus direcciones y la encontré bastante bien. El gran dios
Brown, en cambio, fue asesinado por los universitarios. Con
Petit ya hemos tenido agarradas que anuncian un total rom-
pimiento por lo menos, que no me dará más pelota. Con
Hilda parece que llegamos a un statu cjuo, veremos.
Sigo trabajando en forma discreta con las fotografías pero
hay que patear en forma. En los hospitales me voy asentan-
do y creo que haré algo aunque no en el instituto de la nutri-
ción. Me mudé a una pieza como la gente, en el centro de la
ciudad, por la que pago 100 pesos al mes. Tiene baño para
nosotros dos (el Patojo) y derecho a cocina. La dueña es una
gorda fea que tiene una cara de gustarle la piola que voltea.
La foto no va mal y la medicina promete no ir del todo mal.
Los garbanzos se consiguen... Por ahora mi vida intelectual
es nula, salvo algo que leo de noche y unas gotitas de estudio
diario. A los González Casanova no los pude ver todavía y
no sé cuándo será el asunto, a Hilda la veo mañana.
Pasó un poco de agua bajo los puentes. La cosa en gene-
ral se presenta así: de subsistencia, tengo que contar en
firme nada más que la fotografía, la que no da lo suficiente.
En esta semana tenía unas sesenta fotos que indicaban un
número parecido de pesos lo que no era despreciable y 30
me fallan pues se veló un rollo. En cuestiones médicas estoy
trabajando tres días en cada uno de los hospitales: Infantil
y General. En el General sobre las degradaciones alimenti-
cias de Pisará y en el Infantil me dijeron que presentara un
plan de trabajo del que tengo un esbozo. A Icharti, el médico
60 aprista, lo vi una vez y quedé en verlo nuevamente mañana.
N
De México en general casi no puedo hablar pues no he co-
d) :
nocido nada nuevo.1
Ver en Anexo
^ carta enviada A Petit, Petrone y Piaza no los he visto hace buen tiempo.
a la familia Sigo sin ver a la gente de arriba y ya que organicé mi
en noviembre vida, sin mayores apuros por visitarlos. El hospital me ab-
AQ de 1954, publicada
sorbe la mañana aunque no haga nada y la tarde sola no me
en Aquí va un
U soldado..., Ob. cit.
alcanza para repartir las fotos, de modo que estoy en déficit.
Aquí ya se acabó el gas y la vieja no tiene muchas ganas
4J
de que vengan de nuevo, de modo que se acabó parte de la
O panza. Ahora somos también fotógrafos de la Agencia Lati-
2
na,2 pero la primera prueba me resultó muy mala, pues me
Agencia Latina
tuvieron toda la tarde de plantón en el aeropuerto esperan-
de Noticias,
financiada do a unos aviadores argentinos y perdí la oportunidad de
directamente sacar fotos en el parque, por lo que el día me quedó en cero.
por el gobierno No he visto gente nueva, salvo unos muchachos del Par-
argentino.
tido Democrático Revolucionario Hondureño, que me pare-
cieron muy a la derecha, Helenita los defiende pero no hay
razón, van a la transformación de lo poco proletario que
hay en ellos en algo profundamente pequeño burgués.
No hay nada nuevo que contar, ya que todo sigue su
camino con tranquilidad. Piaza dice que "tal vez" me con-
siga un puesto de vendedor de libros en un estand de la
OEA en la feria del libro, ya que las fotos no me dan para
vivir. De lo demás, nada nuevo, he recibido la noticia de que
los guatemaltecos zurditos están todos presos, de que se
casa Ceba y de que se casa Hercilia con un viejito platudo.
No he conocido a nadie mteresante en estos días y parece
que no lo conoceré en algún tiempo si sigo esta vida. La
bicicleta la tendré dentro de unos días, al parecer.
Han pasado algunas cosas de cierta importancia en el
curso de estos días. Conocí en la calle al jefe de Agencia
Latina1 que es médico, simpatizó conmigo y me nombró 1
Se refiere
corresponsal provisorio. Saqué a los bichos de la Panameri-
al señor Alfonso
cana y algo de plata me dieron pero no mucho, creo que Pérez Vizcaíno.
podré vivir con eso. La fotografía camina despacio. Me es-
toy endeudando, pero también me deben. En el hospital voy
trabajando sin que pueda ver a donde llego.
Los días se han sucedido con la rutinaria cadena de es-
peranzas y desengaños que caracterizan mi vida proleta-
ria. El puesto en la feria del libro fue un sueño ya finalizado,
pero tengo uno nuevo más lindo aunque igualmente inse-
69
guro: el jefe de la Agencia Latina me ofreció un puesto en el

ernesto CHE guevara


que ganaría unos 500 mensuales por trabajar 3 veces a la
semana en la confección de una síntesis periodística de los
acontecimientos de México.2 Por ahora sigo en la fotografía 2
Se trata
pero cada vez con menos ganas. Flota en el aire una deci- de los Juegos
sión de hacerlas por nuestra cuenta pero nos falta plata. Panamericanos
Los días se van sucediendo con un ritmo rapidísimo. realizados en México
Estoy trabajando mucho en alergia y ya empiezan los roces del 12 al 16 de
marzo de 1955.
con los médicos.
Es nombrado por la
En general creo que iré adelante pero que a los triunfos Agencia Latina
corresponderán los choques más fuertes. El lunes haré la reportero acreditado
prueba en la Agencia Latina para ver si entro allí a trabajar. desde el 31 de enero
de 1955 hasta
La fotografía la he ido abandonando pues me canso de an-
el 31 de diciembre
dar de pedo por todo México. Ya estoy trabajando con mi
del mismo año.
nuevo sueldo de $700 y pocas horas al día, sigo, sin embar-
go, haciendo algo de fotos y le saqué a la OEA $150 por
unos mamarrachos. La crítica a la obra de Petit parece bas-
tante dura pero yo pienso ir a la función dentro de uno o
dos días a ver qué tal.
Mi trabajo en el hospital marcha bien a pesar de que
continuamente me doy cuenta de que fuera de la alergia no
sé un pito de medicina. Tengo dos enfermos en tratamiento
en cada hospital; en el de niños estoy con las manos atadas
y no puedo hacer nada, pero en el General me doy la gran
hartada de libertad. Estoy por hacer un experimento de
electroforesis3 pero no sé qué resultado dará. Fui el domin- 3
Migración
go al aniversario de la virgen de Guadalupe que estuvo no
de las proteínas
tan concurrido como'de costumbre, según dicen; es como (moléculas cargadas
siempre, una mezcla de fiesta pagana con algo de religión. eléctricamente)
Cantidad de indios bailan disfrazados de más indios toda- en presencia
de un campo eléctrico.
vía y al son de músicas de ritmo sencillo, parecidos a los de
Bolivia y Perú.
Se acercan los últimos días del año y parece que se anun-
cia cierto cambio económico en el futuro. Científicamente
sigo igual, trabajando en los alimentos digeridos y prepa-
rándome a trabajar en la electroforesis de sangre y en los
propectores de Urbach; además en el hospital infantil quie-
ren que haga un trabajo de experimentación con sueldo y
todo. En la Agencia Latina sigo trabajando aunque sin co-
brar todavía. En estudio estoy estancado, pues leo muy poco
de medicina y en producción literaria más, pues casi nunca
escribo. En relaciones públicas sigo más o menos igual, sin
haber hecho ninguna amistad, intelectual o sexual, que real-
mente valga la pena. La nochebuena la pasaré cómoda-
mente metido en la bolsa de dormir cuidando un estand de
juguetes como sereno. Ya he dejado la fotografía y hay mo-
mentos en que me arrepiento haberlo hecho pues no tengo
un cobre y eso siempre me dejaba algo, sin embargo ahora
tengo tiempo para dedicarlo a otras cosas y, pasado el año
nuevo me disciplinaré un poco. En el aspecto educacional
(sic) me siento un abuelito, ya que el Patojo, respondiendo a
una admonición mía sobre su vida, resolvió volverse a Gua-
temala a ayudar a su madre.
En el plano político es digno de destacar la vuelta de
Don Edelberto Torres y de su hijo, uno liberado y expulsa-
do, otro prófugo.
Nada nuevo puede ponerse aquí y sí lo viejo de un año más
que se acaba. Como siempre, Hilda se enojó porque no quise
acompañarla a una fiesta, yo pasé el año en el local de la OE A
de sereno. No hay cosas nuevas que contar, no me pagan en la
Agencia Latina y tal vez no me paguen en un tiempo porque la
guita viene o, mejor, no viene de Buenos Aires.
Hoy me siento un poco como el abuelito bueno que da
consejos sanos: el Patojo se fue a Guatemala con un herma-
no //cabrón,/ que tiene. La cosa proviene de una conversa-
ción en la que le dije que él estaba huyendo de algo y no
luchando, como pretendía en una carta a la madre que me
leyera; al día siguiente resolvió irse y poco después el her-
mano lo acompañaba. Además de la guita que le había pres-
tado antes, le di $150 más que me prestó Piaza. Mi situación
es rara, porque cuento con el sueldo de la Agencia Latina
pero me mantienen con promesa, sin concretar nada. En el
terreno científico tengo grandes esperanzas aunque la rea-
lidad todavía no me permite tenerlas. Inicié los estudios
para hacer electroforesis con papel de filtros y espero empe-
zar a trabajar sobre eso, dentro de 1-2 semanas. Escribo
poco a mi casa, de modo que no sé mucho de allá.
Ya tengo el pago del primer mes y ya me lo gasté también,
salvo las cosas que no pagué pero que debo pagar. No me
preocupa mucho el hecho por lo siguiente: con el Dr. Cortés
estoy atendiendo una enferma que me paga $20 por consul-
ta, que se hace cada 4 días, y con eso tendré para comer
hasta que llegue la próxima remesa a la Agencia Latina.
Con ésta tengo buenas relaciones, a pesar de que me tiene
medio calado el Dr. Pérez; de lo que trato de convencerlo,
entre joda y joda, es que me mande a Costa Rica a la 71

ernesto CHE guevara


chingadera de José Figueres. No he tenido noticias del "Pa-
tojo" y tampoco de casa, sólo un estudiante peruano me
escribe y me hace acordar mi vaticinio sobre la caída de
Guatemala. Lo científico está parado un poco por la situa-
ción tan inestable que tengo, pues tengo que irme de la casa
y no sé bien a donde.
El problema de la vivienda sigue sin resolverse y estoy
prácticamente en el aire en todo sentido. La máquina casera
de electroforesis marcha léntamente, los demás trabajos es-
tán prácticamente estancados. Con el Dr. Cortés atiendo a
una enferma que creo que mejorará mucho y cobro $20 en
cada consulta. Espero que esta que viene sea una semana
rica en acontecimientos.
[•••]

Mi enferma apareció muy desmejorada, le hice nuevas


pruebas y salió muy sensibilizada a varias cosas que comía
y que le quité. Yo sigo sin plata pese a todo, pues no hay
forma de nivelar el presupuesto. La Agencia Latina no paga
con la debida prontitud y eso me jode más. De los proyectos
grandes no hay nada nuevo. Mañana acabaré el artículo
sobre Guatemala que me pidieron y me dedicaré en toda la
semana a sacar algunas cartas, pues estoy muy atrasado en
mi correspondencia.
Todo está en el aire y son días de incertidumbre. Recibí el
sueldo de enero y ya me lo gasté (estamos a fines de febrero)
ahora se vienen los Panamericanos encima y tengo que tra-
bajar como una bestia dejando de lado el hospital. Mi enfer-
ma está estacionada, exactamente donde la dejé. Con Hilda
creo que rompí definitivamente luego de una escena de me-
lodrama. Me gusta una chica que es química; no es muy
inteligente y es bastante ignorante, pero tiene una frescura
agradabilísima y unos ojos bárbaros. Presentaré un trabajo
al Congreso de Alergia en abril sobre estudios con test cutá-
neos con alimentos digeridos.
Ha pasado más de un mes desde los últimos apuntes del
diario. Han pasado muchas cosas y no tantas, según como
se mire el asunto. Los Panamericanos me trajeron un trabajo
de la chingada y cuando parecía que no había compensa-
ción surgió la promesa de que sí habría y casi simultánea-
mente la inexplicable noticia de que la Agencia Latina se
disolvía y la consecuente angustia por el dinero. Ahora pare-
ce ser que me pagarán los dos meses que me deben, más tres
meses de indemnización por despido, más $2 000 por las
fotos. Vale decir alrededor de $5 000, cantidad que me viene
muy bien pues con ella puedo pagar algunas deudas, viajar
por México e irme a la mierda.
El trabajo me costó algunos disgustos e hice simultánea-
mente dos buenas amistades: Fernando Margolles y
Severino Rossell, el Guajiro. Vivo en otra casa y ya tengo
problemas para pagar el alquiler, como de costumbre.
[...] Científicamente estoy comprometido a acabar un tra-
bajo para presentar al congreso de alergia y creo que lo haré
y me han invitado a irme a Nuevo Laredo, en la frontera con
los gringos pero sería para trabajar dos años y no estoy
dispuesto a tanto. Mis proyectos son más simples: hasta
marzo trabajo en alergia y presentar el trabajo; mayo, junio
y julio viajar por México de norte a sur y de este a oeste;
julio-agosto irme a Veracruz y quedarme hasta que consiga
un barco para Cuba o Europa; si eso no se puede, en diciem-
bre estoy en Caracas. Veremos cómo se da.
Ha pasado mucha agua bajo mis puentes ahora [...] apa-
rezco como interno en el Hospital. Las cosas se desarrollaron
1
Trabajo presentado así: fui a León, Guanajuato, presenté mi trabajo: "Investiga-
en el IX Congreso ciones cutáneas con antígenos alimentarios semidigeridos//.1
Nacional El trabajo tuvo una discreta acogida y fue comentado por
de Alergistas, celebrado
Salazar Mallén, el capo de la alergia mexicana. Ahora será
del 25 al 30 de abril
de 1955 en la Escuela
publicado en la revista Alergia, Salazar Mallén me prometió
de Mediána de León, una ayuda monetaria para hacer un trabajo de investigación
Universidad y el internado en el Hospital General pero todavía está en
de Guanajuato, veremos esto.
y publicado
De la guita de la Agencia Latina no hay noticias concre-
en la Revista
tas. Otra noticia digna de apuntarse es que me compadroné
Iberoamericana
de Alergología, como votante mexicano gracias a la total falta de control
México, D.F., que existe: uno se presenta da un nombre y una dirección y
mayo 1955, p.157. se acabó. Así saldrán las elecciones.
En Guanajuato vi los famosos entremeses cervantinos
representados por artistas aficionados de la localidad en
un escenario natural que tiene una iglesia como fondo. A la
mayoría de los actores les falta clase, pero es tan natural el
escenario que todo pasa inadvertido.
Tras de muchas peripecias estoy instalado en el Hospi-
tal General y trabajando bastante, aunque un poco desor-
denadamente, la comida me tiene un poco mal, pues si la
como me da asma y si no, tengo hambre. Salazar Mallén me
paga $150 [...]. La Agencia Latina dice que va a pagar y eso
significará cerca de $5 000, veremos si es cierto. Me dedico 73
ahora a conocer las inmediaciones de México, acompaña- <\3

do de Hilda. Ya fuimos a ver irnos magníficos frescos de *


>
Rivera en una escuela agrícola y visitamos Puebla. 0)
O
Han pasado cosas buenas y malas. Sigo sin saber qué
será de mi vida futura. La Agencia Latina pagó, pero no w
pagó todo y sólo me restarán $2 000 luego de pagar algunas
cuentas y hacer algunos regalos. Me habían invitado al Fes-
o
tival de la juventud, pero yo debía pagarme el pasaje y con- 4J
tando con el dinero había visto la posibilidad de irme a 0)
España el día 8 de jubo y lo había anunciado a los 4 vientos.
c
u
0J
Ahora todo queda en la nada y sigo con el proyecto de visi-
tar México a partir del 1ro. de septiembre. Como aconte-
cimiento deportivo, debo señalar el ascenso al Popocatépelt,
lado inferior por un grupo de esforzados andinistas impro-
visados, entre los que me encontraba. Es maravilloso y lo
quiero repetir con alguna frecuencia. Pascual Lozano, el
venezolano, se quedó un poco antes de llegar, a pesar de
que lo remolcamos en la última etapa. Otro acontecimiento
es el hecho de la revolución en Argentina que me llena de
inquietud debido a que mi hermano está en la Infantería de
Marina. El hecho jocoso lo constituye la invitación que hice
a Hilda y una amiga peruana a ver un partido de fútbol. La
cosa empezó suave con bolas de nafta encendidas y acabó
con baldes de mierda que hgamos los tres.
Un acontecimiento poKtico es haber conocido a Fidel Cas-
tro, el revolucionario cubano, muchacho joven, intehgente,
muy seguro de sí mismo y de extraordinaria audacia; creo
que simpatizamos mutuamente.1 1
El encuentro
Acontecimiento deportivo es nuestra fahida escalada del entre ambos se produce
"Popo", donde quedamos a pocos metros de la cima debido a fines de julio de 1955
a que Margolles no quiso seguir pues tenía los pies helados en la ciudad
y se asustó. de México.
Acontecimiento turístico es la ida de Margolles a E.U.
Acontecimiento científico es la aparición de mi primer
trabajo como autor sólo en medicina, en la revista Alergia:
"Investigaciones cutáneas con antígenos alimentarios
semidigeridos,/; pasable.
En fisiología estoy hecho un operador de gatos.
Han pasado meses. Estoy casado con Elilda, nos cam-
biamos de casa y todo parece orientado hacia unos meses
de cómoda contemplación del porvenir.1
1
Se casaron Políticamente, como nota importante está la caída de Perón,
74 en Tepoztlán
sin pena ni gloria, y la toma del poder por una camarilla
N el 18 de agosto
militar que está en relaciones con el clero y los partidos cen-
de 1955.
0) tristas. En estudio estoy un poco más compacto, sólo leo aler-
gia, estudio algo de inglés y un poco de álgebra. En trabajo
> estoy realizando sólo tres y tengo uno en ciernes, son:
Histaminas en Sangre, Histamina en Tejido Pulmonar de
Tuberculosos y Progesterona en relación con la Histaminasa;
pienso hacer algo de electroforesis de sueros. En algún otro
U
punto: me compré una máquina fotográfica en lugar de la
que me robaron y estoy aprendiendo a escribir a máquina al
tacto. Todavía no sé si entraré a trabajar en las Naciones
O Unidas o no, la idea me repugna pero la paga me atrae.
No hay mucho que agregar, salvo que por fin, llegué a la
cima del Popo. La trepada fue sencilla, casi no hubo proble-
mas y llegamos a 6:30 horas hasta el borde inferior (no subi-
mos más) pero no pude sacar fotos adecuadas debido a la
niebla que cubría todo. Dentro de algún tiempo pienso ir a
Yucatán a conocer toda la zona maya. No hay nuevas polí-
ticas, salvo las encendidas cartas de mi familia donde me
ponen oro y azul por el apoyo a Perón frente a los
2
Ver carta
liberadores.2
que se anexa,
enviada a su madre Fui a una reunión donde se cambiaron impresiones so-
en septiembre de 1955, bre la caída de Perón, el informante era un señor Orfila, del
tomada de Aquí va que después me enteré que gran parte de su furia contra
un soldado,.., Perón se debía a líos que éste tuvo con el Fondo de Cultura
Ob. cit., pp. 109-111.
Económica, del que aquel era director.3 La cosa transcurrió
3
Con posterioridad al bien hasta los postres en que se tiraron contra los compañe-
triunfo revolucionario, ros y entonces salté yo a cantar algunas frescas al tal señor,
Orfila mantuvo pero estaba medio enojado y no pude coordinar bien; al
estrechas relaciones
final, propuse que se subordinara el envío de una nota de
con el Che,
y mostró siempre
felicitación a que el gobierno realizase actos concretos como
su apoyo solidario la democracia sindical y la conducta económica, pero Orfila
hacia Cuba. aseguró que no se podían parar en "cosas hasta cierto pun-
to secundarias, como el control de cambios". Los socialis-
tas van rumbo a la mierda.
Ya hice mi cacareada ronda circunvalatoria por el sures-
te mexicano, alcanzando a cubrir superficialmente el área
maya. Fuimos a Veracruz en tren, un viaje sin interés nin-
guno. Veracruz es un pequeño puerto sin mayor vitalidad y
con todas las características de la pequeña localidad de
ascendencia española. Las playas son chicas, sucias y pla-
nas, el agua tibia.
Nos encontramos allí con un barco argentino, el
75
"Granadero", donde conseguí que me regalaran unos

ernesto CHE guevara


quilitos de yerba. Boca del Río es una pequeña localidad de
pescadores situada unos 10 kilómetros al sur de Veracruz.
Allí fin a ver un día de pesca en la barca "La Tonina" de
Rosendo Rosado, es muy interesante la vida y los proble-
mas de la población pescadora.
Después de cinco días en Veracruz fuimos en dirección
sur en ómnibus. Pasamos primero la noche en el lago
Catemaco pero no pudimos visitarlo porque era un día llu-
vioso; seguimos entonces para llegar a pasar la noche en
Coatzacoalcos, en la ribera del río de ese nombre, puerto de
mar de discreta importancia. Llegué con asma. Al día si-
guiente cruzamos el río. La otra margen se llama Allende y
de allí nos fuimos en tren a Palenque, llegamos de noche a
la estación y nos fuimos en jeep al hotel.
Las ruinas de Palenque son magníficas: sobre la falda de
un cerro está el núcleo de la ciudad, lo que fue un centro; de
allí se extiende por un espacio de 4 y 6 kilómetros en medio
de la selva; inexplorada todavía, pese a que se conoce clara-
mente la situación de construcción tapada por la maraña.
La desidia de las autoridades es completa, para limpiar
totalmente la tumba principal, una de las joyas arqueológi-
cas de mayor valor en América, se tardó 4 años, cuando con
implementos y personal adecuados se hubiera podido ha-
cer en 3 meses. Los edificios más importantes son: el pala-
cio, que tiene un conjunto de galerías y patios con grabados
en piedra y aristas de estuco de mucha calidad artística. El
templo de las inscripciones, también llamado de la tumba,
que tiene como característica principal una tumba, única
en su tipo en América, a la que se entra por la parte superior
de la pirámide, bajando por un largo túnel de techo
trapezoidal que conduce a una cámara amplia en la que se
encontró una lápida monolítica de 3,80 de largo por 2,20 de
ancho y 27 cm de grueso adornada con jeroglíficos repre-
sentando el sol, la luna, y Venus.
Debajo de la lápida hay un catafalco íntegramente talla-
do en un bloque de piedra que contenía el cadáver de un
personaje principal.
Había joyas de diversos tamaños, todo en jade. En Palen-
que es digno de hacer notar la belleza y fragancia de sus
bajorreheves, estucados, hechos con un arte que se pierde
luego, a medida que se avanza en los dominios del tercer
imperio donde ya se nota la influencia tolteca, más monu-
mental pero mucho menos escultórica.
Los motivos escultóricos palencanos son más humanos
que los de los aztecas o toltecas, y en general se ven figuras
humanas de cuerpo entero en hechos históricos o rituales
mezclados con la representación de los dioses más importan-
tes de su olimpo, que son el del sol, la luna. Venus, el agua, etc.
Palenque, según la clasificación hecha por el arqueólogo
norteamericano Morley, es un centro de segunda categoría
dentro del área maya (este arqueólogo sólo concede primera
categoría a Copán, Tikal, Uxmal y Chichén-Itzá). La investiga-
ción arqueológica demuestra que Palenque erigió monumen-
tos fechados durante el primer cuarto del Baktún 9 (435-534)
más o menos contemporáneamente, al de Piedras Negras, el
otro centro artístico del imperio. Ambas florecieron durante el
primer imperio. En total son 19 ciudades de segunda categoría
según la clasificación de Morley, aunque la última investiga-
ción está dando más importancia a Palenque; sea o no esta
ciudad un centro de primera categoría es innegable para casi
todos que es la ciudad maya donde el estuco fue trabajado con
más técnica y más arte.
Dejamos Palenque en la noche y nos fuimos en el ferroca-
rril del sudeste hasta el pequeño puerto de Campeche, donde
pasamos mi día. No tiene mucho que ver salvo las ruinas de
los fuertes que se construyeron para defenderse de los pira-
tas. En dos horas de autobús estuvimos en Mérida, que es
una ciudad bastante grande para su tipo pero de una vida
muy provinciana. Mérida no es puerto de mar y todas las
características de la ciudad son de un poblado que estuviera
a 500 kilómetros de él y no a 30. En la noche refresca bastante
considerando el gran calor que hace. Su museo está muy mal
presentado y aprovechado, pero tiene cosas interesantes.
Las atracciones principales de Mérida son sus vecinas ciu-
dades mayas en ruinas, de las que visitamos dos de los
importantes centros como son Uxmal y Chichén-Itzá.1
1
Las fotos
Chichén-Itzá fue descubierta y poblada por los mayas en
que se publican
expansión alrededor del siglo 4 de esta era, según tradición sobre las ruinas
del Chilam-Balam de Chumayel, aunque la fecha más anti- de Uxmal
gua leída con seguridad es 878. Para esta fecha se estaba y Chichén-Itzá
fueron tomadas
completando el abandono de las ciudades del viejo imperio y
por Ernesto Guevara
se iniciaba la trayectoria de Chichén-Itzá dentro de las mar- de la Serna
cas del nuevo imperio. Los Itzcen se habían retirado de la en su recorrido
77
ciudad en el 692, para establecerse en la zona de Campeche. y tienen carácter

ernesto CHE guevara


Posteriormente se establece el renacimiento maya en los dos inédito.

siglos que van de 997 a 1194 aproximadamente, es la época


de la Liga de Mayapán, época que deja la seña de los monu-
mentos actuales con su Chac-Mool y serpientes emplumadas,
aunque la base sobre la que están edificados los monumen-
tos actuales pertenecen al período maya. Este resurgimiento
maya parece ser debido a la invasión aparentemente pacífica
del civilizador Quetzalcoalt de la meseta central de México
que trajo consigo el Águila y la Serpiente, signo básico de la
región nombrada. Chichén-Itzá inicia su decadencia al per-
der la guerra civil con Mayapán, junto con Uxmal compo-
nente del trío gobernante de la confederación maya. Los de
Mayapán llamaron en su auxilio a guerreros mercenarios
mexicanos y destruyeron la fuerza de sus oponentes, lleván-
dolos a vivir con ellos hasta que en 1441 parece acabar todo
tipo de gobierno centralizado en el norte de Yucatán al rom-
perse la hegemonía de la casa Cocomina de Mayapán por
una guerra civil.
Empecemos la descripción de sus templos y construccio-
nes: lo primero es el Cenote de los Sacrificios, situado al
norte de la ciudad y actualmente lleno de un agua verdosa.
Tiene en su costado sur un pequeño adoratorio de donde
probablemente se tirarían a las víctimas juntas con los obje-
tos de ceremonial. La cantidad de joyas que guarda entre
sus aguas todavía debe ser fabulosa a pesar de las cantida-
des extraídas de él. Mide 40-60 m de diámetro, tiene 10 m
de altura y 20 de hondo. Hay otro cenote, el llamado Xtoloc,
situado en el sur y de donde extraían el agua para beber; a
diferencia del Cenote Sagrado, a éste se desciende por
una rampa de declive suave que lleva hasta el borde mis-
mo del agua. El Castillo, la gran pirámide de la ciudad
está más de 500 m al sur, con un puente principal mirando
al cenote; está unido a éste por una calzada de 6 m de ancho
y a 5 m de elevación sobre el nivel del suelo. Posiblemente el
Castillo sea el templo más antiguo de los que están en pie;
está compuesto por 91 escalones de cada lado que da un
total de 364, según algunos figurando los días del año que
se completarían con uno más que es un escalón situado
arriba. Corona la construcción un templo de no muy fina
terminación con pocos grabados pero una tumba donde se
baja por una rampa de piedra tapada con una losa, alK bay
esculturas y se encuentran joyas de gran valor arqueológi-
co. En la base bay una puerta que conduce por una escalera
subterránea a la cámara, donde se encontró lo que Morley
calibea de mayor joya arqueológica de América, un jaguar
rojo de tamaño natural e incrustado con 43 discos de jade
verde manzana imitando las manchas del jaguar, a mí no
me parece tanto. Unos 100 metros al este está el Templo de
los Guerreros, el más majestuoso y evocador de los edificios
de Chichén-Itzá, coronado por una serie de columnatas con
la hgura de la serpiente emplumada y Cbac-Mool en primer
lugar; este es una bgura reclinada, de gran dignidad que
tiene los pies junto a las nalgas y sostiene un plato en el que
debían poner las ofrendas.
Al lado del Templo de los Guerreros está la serie de co-
lumnas que ba hecho bautizar el lugar como de Las Mil
Columnas y luego una serie de edificios muy destruidos
entre los que se bailaban 2 ó 3 juegos de pelotas y un baño
de vapor. Unos 200 metros al oeste del Castillo está el Juego
de Pelota Mayor, de grandes dimensiones 146 x 36 metros
el campo. Todavía se conservan los dos aros de piedra em-
potrados en la pared por donde era necesario pasar la pelo-
ta de caucho macizo que no podía ser disparada con la
mano sino con los codos o rodillas y es tradición que era tan
difícil embocar que quien lo hiciera tenía derecho a quitar
todas las joyas a los presentes. En el costado este del Juego
de Pelota está el Templo de los Jaguares que tiene pintado
unos frescos ya muy deteriorados. Frente a la cara norte del
Castillo hay una serie de pequeñas plataformas denomina-
das Las Piñas, Casa de las Aguilas, Tzompanth (lugar de
las calaveras donde se conservaban las cabezas de las víc-
timas sacrificadas) sin mayor importancia arquitectónica.
Siguiendo al sur, cargando la actual carretera a Mérida se
encuentra lo que Morley denomina "Tumba del gran Sacer-
dote" y los antropólogos mexicanos "El Osario", donde
había gran cantidad de ofrendas y uno de los pocos lugares
donde se encontraron perlas (en la nueva tumba de Palen-
que hay una que parece una lágrima). Actualmente sólo
hay dos grandes cabezas de serpiente emplumadas y unas
columnas cuadrangulares. Después hay una serie de tem-
plos menores, como el del Venado y el Chac-Mool antes
llamado Casa Roja y por esta zona se llega al Caracol u Ob-
servatorio, uno de los edificios principales por su tamaño y
significación. El Caracol es el observatorio donde los mayas
79

ernesto CHE guevara


hacían sus investigaciones astronómicas; está constituido
por dos vastas plataformas que sostienen la construcción
importante: una torre de 12 m de altura, parcialmente des-
truida ahora a cuya cúspide se sube por una estrecha escale-
ra de caracol y que tiene apertura que deja pasar los rayos
solares y lunares y los equinoccios de primavera y otoño. Al
extremo sur de Chichén-Itzá se encuentra Las Monjas, que es
un edificio bastante derruido con bonita decoración en for-
ma de guarda y restos de fresco. Al este se encuentra un
edificio sin mayores pretensiones, Akab'Dzib, que también
conserva pequeños restos de frescos.
Uxmal es una ciudad mucho más moderna que Chichén-
Itzá, fundada en el siglo X por un jefe de la familia Xiu,* Ah
* En el libro
Zuitok Tutl Xiu, de origen mexicano, en las guerras entre
La civilización
Chichén y Mayapán, Uxmal se mantuvo neutral y luego con- Maya de Morley
tribuyó a derrocar al jefe Mayapán en 1441 pero ya abando- aparece como
naron Uxmal. Esta es una ciudad verdaderamente bonita, Hun Uitzil Chac
mucho más tierna que Chichén aunque no llega a la categoría Tutul Xiú.
[Nota de Ernesto
artística de Palenque. No ha sido tan estudiada y reconstruida
Guevara.]
como Chichén, lo que es una lástima porque tiene edificios de
gran belleza, tal como el Palacio del Gobernador, que ha sido
catalogado como el más bonito del área maya, aunque perso-
nalmente me gusta más el Cuadrángulo de las Monjas. El
edificio del Gobernador tiene 95 metros de largo, 12 de ancho
y 8 de alto y está trabajado con notable esmero. En Uxmal se
ve poco la serpiente emplumada y otros motivos aztecas pero
todo el mosaico de sus frisos tiene, a mi juicio, gran parecido
con los trabajos zapotecas o miltecas de la zona de Mitla-
Oaxaca. Al norte y en una esquina de la Casa del Goberna-
dor está el llamado Templo de las Tortugas, pequeña joya
arqueológica. El Cuadrángulo de las Monjas está formado
por 4 alas que encierran un patio de 80 x 65 m; se entra por
una amplia puerta de bóveda trapezoidal en el costado sur y
enfrente se encuentra con el Templo de Venus (así llamado
modernamente) de gran belleza arquitectónica y las alas este-
oeste, también primorosamente trabajadas. Junto a esta cons-
trucción se levanta el llamado Templo del Adivino, que fuera
probablemente el más importante edificio de ceremonial de
la ciudad. Estos son los edificios principales y los más con-
servados pero hay buena cantidad de otros como El Grupo
Norte y Noroeste, La Terraza de los Monumentos, el Juego de
Pelota, El Cementerio, El Grupo Oeste, El Palomar, La Gran
Pirámide, Grupo Sur, La Pirámide de la Vieja, que todavía no
están bien limpias y restauradas.
Al día siguiente (ese mismo día por la noche, mejor di-
cho) nos embarcamos rumbo a Veracruz en la "Ana
Graciela"; una pequeña motonave de 150 toneladas en la
que anduvimos un día bien y al otro se desató un norte
regular que nos hizo bailar de lo lindo. Descansamos un día
en Veracruz y nos largamos a México por el camino de
Córdova donde nos quedamos una hora para conocerla. No
vale gran cosa, pero es muy agradable, situada a más de 800
m sobre el nivel del mar, tiene un aire fresquito dentro de su
ambiente tropical; hay sembradillos de café en abundancia.
Cerca de allí está Orizaba que ya es mucho más andina y, por
ende, más tétrica, más fría. A la salida de esta última, como
una dependencia está Río Blanco, donde se produjo una his-
tórica masacre de obreros que reclamaban por la explotación
de una compañía yanqui, no recuerdo el año.
Dos acontecimientos importantes solamente; uno de ellos
demuestra que me estoy haciendo viejo: una chica a la que
ayudé a redactar una tesis me puso entre los directores (aquí
existe la costumbre de dedicar la tesis a medio mundo) y yo
me sentí bastante contento. El otro es muy lindo, fui al
Iztacihualt, el tercer volcán de México, el camino es muy
largo y era lo que se llama una novatada en la que iban
algunos a caballo. Al principio caminé a la par de los mejo-
res pero en un momento dado me paré 5 minutos a curarme
una ampolla y cuando volví a caminar me tiré a todo trapo
para alcanzar al grueso de la columna; la alcancé pero ya
sentido y al final me empecé a sentir cansado. Tuve enton-
ces la suerte de encontrar una chica que no daba más y con
el pretexto de ayudarla (iba a caballo) me fui colgado del
estribo. Llegamos por fin a las carpas donde había que pa-
sar la noche y mi noche estuvo llena de frío, durmiendo
muy mal. Cuando llegamos estaba la tierra seca, al levan-
tarnos al día siguiente había 30 ó 40 cm de nieve y seguía
nevando. Se resolvió subir de todas maneras pero no se
pudo llegar ni al cuello, de modo que a las 11 de la mañana
iniciábamos el retomo.
Todo el camino que había sido polvoriento y pedregoso
estaba ahora cubierto de nieve; yo que padezco de mala circu- 01
lación en las patas llevaba 5 pares de medias, lo que casi no me

ernesto CHE guevara


dejaba caminar, pero un arriero que llevaba las muías de carga
pasó con sus patas al aire tan campante, me acomplejó. Al
llegar a la zona boscosa fue cuando el espectáculo estuvo más
bonito pues la nieve en los pinos es algo formidable, además
estaba cayendo nieve todo el tiempo y eso aumentaba la belle-
za del cuadro. Llegué molido a la casa.
Otra vez al Iztacihualt, después de unos y otros fracasos.
Esta vez la cosa fue así: llegamos 9 a la poya al amanecer y
empezamos a subir bordeando la Gubia rumbo al refugio
de Ago, loco para enderezar las rodillas. Cuando atacamos
la nieve, dos se volvieron; yo quedé en el último grupo y el
que iba conmigo, al atacar el glacial y ver que era puro hielo
se volvió, entonces quedé solo atrás y me caí, quedando
agarrado de una saliente en el hielo. La caída me hizo más
prudente y caminaba muy despacio. El guía trataba de dar-
me ánimo y mostrarme cómo se hacía para subir cuando se
vino abajo. Pasó al lado mío como una bala tratando deses-
peradamente de clavar el piolet en el hielo y al fin se fue a
detener, después de rodar unos ochenta metros, cerca de un
precipicio de donde daba el salto grande a la mierda. Al
darse el porrazo el guía, bajamos todos con mucho cuida-
do, dándose el caso de que tardamos más en bajar que en
subir. El guía se sentía agotado y erró después el camino de
bajada de modo que llegamos a las 6 de la tarde a la poya.
Ha pasado mucho tiempo y muchos acontecimientos
nuevos se han declarado. Solamente expondré los más im-
portantes: desde el 15 de febrero de 1956 soy padre: Hilda
Beatriz Guevara es la primogénita. Pertenezco al grupo de
Roca del CE de México. Fracasaron cinco puestos que se me
ofrecían y me metí de camarógrafo con una pequeña com-
pañía, mis progresos en el arte cinematográfico son rápi-
dos. Mis proyectos para el futuro son nebulosos pero espe-
ro terminar un par de trabajos de investigación. Este año
puede ser importante para mi futuro. Ya me fui de los hos-
pitales. Escribiré con más detalles.
Testimonio
Con Eduardo García (Gualo).
Foto inédita tomada por el autor en su recorrido.

Foto inédita tomada


por el autor
en su recorrido.
En Guatemala
con Ricardo Rojo,
Luzmila Oller,
Eduardo García (Gualo),
Hilda Gadea,
Oscar Valdovinos,
entre otros.
Foto inédita tomada por el autor. El Popocatépetl.

En México.
Grupo de amigos en uno de los intentos de subir El Popocatépelt.

Foto inédita tomada por el autor. Castillo de Chichén Itzá.


Castillo de Chichén-Itzá.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Foto inédita
tomada
por el autor.
Tribuna del norte.
El Juego
de Pelota.
Chichén-Itzá.

Foto inédita
tomada
por el autor.
El Caracol
o el Observatorio.
Chichén-Itzá.

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Foto inédita tomada por el autor. Templo de los Guerreros. Chichén-Itzá.

Templo de los Guerreros. Chichén-Itzá. (Foto tomada por Ernesto, hijo, en la actualidad.)
Foto inédita tomada por el autor. Templo de los Jaguares. Chichén-Itzá.

Templo de los Jaguares. Chichén-Itzá. (Foto tomada por Ernesto, hijo, en la actualidad.)
Foto inédita
tomada
por el autor.
El Osario.
Chichén-Itzá.

Foto inédita
tomada
por el autor.
Plataforma
de los Tigres.
Chichén-Itzá.

Plataforma de los Tigres.


Chichén-Itzá.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)
Foto inédita
tomada por el autor.
El Cenote Sagrado.
Chichén-Itzá.

Foto inédita
tomada
por el autor.
Vista panorámica
del Castillo
de Chichén-Itzá
y el Templo
de los Guerreros
desde el Caracol
(Observatorio).

Foto inédita tomada


por el autor.
Las Monjas,
vista desde el Caracol
(Observatorio).
Foto inédita tomada por el autor. Iglesia de un pueblo cerca de Uxmal.

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Foto inédita tomada por el autor. Templo del Adivino. Uxmal.


Uxmal.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Uxmal. (Foto tomada por Ernesto, hijo,


en la actualidad.)

Uxmal.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)
Uxmal. (Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)
Palacio del Gobernador. Uxmal.
(Foto tomada por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Foto inédita tomada por el autor. Palacio del Gobernador. Uxmal


Palacio del Gobernador,
Uxmal. (Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Foto inédita
tomada
por el autor.
Entrada
al patio del
Cuadrángulo
de las Monjas.
Uxmal.

Foto inédita tomada


por el autor.
Mascarones del Dios
Chac y el Templo
de Venus. Uxmal.
Mascarones
del Dios Chac
y el Templo
de Venus.
Uxmal. (Foto
tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Vista panorámica
de los restos
arqueológicos
de Uxmal.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)

Vista panorámica
de los restos
arqueológicos
de Uxmal.
(Foto tomada
por Ernesto, hijo,
en la actualidad.)
Foto inédita tomada por el autor. Catedral de Campeche vista desde el Mercado.

El autor en Campeche.
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por el autor.
Fuerte
de Campeche
Puerta
de tierra.

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Foto inédita
tomada por el autor.
Lago Catemaco.

Foto inédita tomada


por el autor.
Coatzacoalcos
desde Allende.
Foto inédita
tomada por el autor.
Puerto Alvarado
sobre el Papaloapan.

Foto inédita
tomada
por el autor.
Márgenes
del Papaloapan.

En el ferry cruzando
el Papaloapan.

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'
Foto inédita
tomada por el autor.
Boca del Río,
pequeña localidad
de pescadores.

Foto inédita tomada


por el autor.
Palenque. Templo
de las Inscripciones
y de la Tumba,
desde el Observatorio.

Foto inédita
tomada
por el autor.
Palenque.
Jeroglíficos.
Foto inédita
tomada por el autor.
Palenque.
Templo del Conde
y Palacio del Norte.

Foto inédita
tomada
por el autor.
Palenque.
Cascada
del Arroyo

Foto inédita
tomada
por el autor.
Palenque.
Medallón.
Foto inédita
tomada
por el autor.
Juegos
Panamericanos
de México
1955.

Foto inédita tomada


por el autor.
Juegos Panamericanos
de México 1955.
"Bod Richard
trasponiendo
la varilla a 4,50 m."
Foto inédita tomada por el autor. Juegos Panamericanos de México 1955.
“Desfila la cuarteta mexicana que impusiera su calidad en la Copa de las Naciones/'

Foto inédita tomada por el autor. Juegos Panamericanos de México 1955.


“Se larga la final de los 1 500 metros llanos."
Foto inédita tomada por el autor. Juegos Panamericanos de México 1955.
"Beckler, de Argentina, sale en primer lugar en la posta corta."

Foto inédita tomada por el autor. Juegos Panamericanos de México 1955.


"Se esfuerza Miranda y gana el toque."
Subiendo El Popocatépelt.

En Ciudad
de México.
En el patio de la estación migratoria Miguel E. Schulz 136 (Prisión) México.

En la estación
migratoria
Miguel E. Schulz
136, con
Reinaldo Benítez
Nápoles,
Alberto Bayo,
Universo Sánchez.
En la estación migratoria Miguel E. Schulz 136, con un grupo de futuros expedicionarios
del "Granma" y la compañera María Antonia.
Recorrido
de Ernesto
Guevara
por
algunos
países del
continente
americano.

Leyenda:
I Buenos Aires
2. La Quiaca
3. Villazón
4. La Paz
5. Titicaca (lago) PARAGUAY i
6. Puno v

7. Cuzco
8. Machu-Picchu i
9. Lima í—
10. Tumbes
(A R G E T I N A /'
II Bolívar (puerto)
12. Guayaquil r
/.r\

13. Esmeraldas l¿\


14. Balboa (puerto)

15. Panamá (ciudad) E ? URUGUAY
Lugares por donde pasó o permaneció Ernesto Guevara en su recorrido
por algunos países del continente.

Leyenda:
1 Balboa (puerto) 15. Tiquisate 29. Iztaccihuatl (5 286 m)
2. Panamá (ciudad) 16. Guatemala (ciudad) 30. Ver acruz
3. Golfito 17. San Salvador 31 Catemacos (lago)
4. Puntarenas 18. Santa Ana 32. Coatzacoalcos (río)
5. San José 19. El Progreso 33. Campeche
6. Liberia 20. Jalapa 34 Mérida
7. Alajuela 21. Quiriguá Vieja 35. Uxmal
8. La Cruz 22. Puerto Barrios 36. Chichén-Itzá
9. Rivas 23. Atlitán (lago) 37. Veracruz
10. Managua 24 Chimaltenango 38. Córdoba
11 San Salvador 25. León (Guanajuato) 39. Orizaba
12. Guatemala (ciudad) 26. Puebla 40. México (ciudad)
13. Amantitlán 27. México (ciudad) 41 Tuxpan
14. Chimaltenango 28. Popocatépetl (5 450 m) 42. Las Coloradas (Cuba)
Anexo
Por su importancia histórica, se reproducen, en el Anexo,
cartas enviadas a su familia, posteriores a los sucesos
cjue narra en el Diario, el que evidentemente deja inconcluso
por su decisión irrevocable de participar en la preparación
militar de los futuros expedicionarios del "Granma".
Se agregan, además, noticias aparecidas en diarios mexicanos
que reportan su encarcelamiento y gestiones para su liberación.
Las notas a partir de ahora son de Ernesto Guevara Lynch.
Aquí va un soldado de América. Editorial Planeta,
Argentina, 1987.
Carta a la madre

117
Cuzco 22 [agosto de 1953]

ernesto CHE guevara


Calá el epígrafe mami:
Me di el gran gustazo por segunda vez y ahora a lo
semibacán, pero el efecto es diferente, Alberto se tiraba en
pasto a casarse con princesas incas, a recuperar imperios.
Cahca putea contra la mugre y cada vez que pisa uno de los
innumerables zoretes,1 quex
jalonan las calles, en vez de mi-
- i Fxiuomptitn humano
rar al cielo y alguna catedral recortada en el espacio se mira
los zapatos sucios. No huele esa impalpable materia
evocativa que forma Cuzco, sino el olor a guiso y a bosta;
cuestión de temperamentos.
Toda esa aparente incoherencia de me voy, me fui, yo no
be ido, etc., respondía a la necesidad que teníamos de que
se nos supiera fuera de Bohvia, porque se esperaba una
revuelta de un momento a otro y teníamos la sana intención
de quedamos a verla de cerca. Para nuestro desencanto no
se produjo y sólo vimos manifestaciones de fuerza del go-
bierno, que, contra todo lo que digan, me parece sóhdo.
Estuve por ir a trabajar a alguna mina pero no estaba
dispuesto a quedarme más de un mes y me ofrecían tres
como mínimo, de modo que no agarré.
Posteriormente nos fuimos a la orilla del lago Titicaca o
Copacabana y pasamos un día en la Isla del Sol, famoso
santuario del tiempo de los incas donde se cumphó uno de
mis más caros anhelos de explorador: encontré en un ce-
menterio indígena una estatuita de mujer del tamaño de un
dedo meñique, pero ídolo al fin, hecho del famoso chompi,
la aleación de los incas.
Ya al llegar a la frontera había que andar dos kilómetros
sin que hubiera transporte, y a mí me tocó como un kilóme-
tro llevar la valija mía llena de libros que era un explosivo.
Llegamos los dos y dos peoncitos con la lengua por los
tobillos.
En Puno se armó la bronca con la aduana porque me re-
quisaron un libro boliviano diciendo que era rojo. No hubo
forma de convencerlos de que eran publicaciones científicas.
De mi vida futura no te hablo porque no sé nada, ni si-
quiera cómo andarán las cosas en Venezuela; pero ya con-
seguimos la visa por intermedio [...] del futuro más lejano te
l^g diré que sigo en mis trece de los 10 000 u$s que tal vez
“ hagamos un nuevo viaje por Latinoamérica, pero esta vez
en dirección norte-sur con Alberto, y que tal vez sea en heli-
^ cóptero. Luego Europa y luego oscuro.

>

u
4J

O
Carta a su amiga
Tita Infante

119
Lima, septiembre 3

ernesto CHE guevara


Querida Tita:1 3
Berta Gilda (Tita)
Lamento tener que escribirle usando ésta mi bella letra, Infante, militante
pero no conseguí máquina alguna que remediara el mal. De de la Juventud
todos modos espero que tenga algún día Ubre para dedicar- Comunista Argentina
lo a leer esta carta. y estudiante
de Medicina
Vamos al grano. Agradézcale a su amigo Ferreira la car- fue muy amiga
ta de presentación para el colegio boliviano. El doctor de Ernesto Guevara.
Molina me trató muy amablemente y se mostró encantado
conmigo y también con mi compañero de viaje, el que Ud.
conoció en casa. Enseguida nos ofreció un puesto a mí de
médico y a Caúca de enfermero en una mina; aceptamos,
pero restringiendo a uno los tres meses que quería hacemos
quedar. Todo Esto y tan amigos teníamos que presentamos
al otro día para ultimar detalles. Cuál sería nuestra sorpre-
sa cuando nos encontramos al siguiente día con que el Dr.
Molina había ido de inspecciones por la cadena de minas y
volvería recién a los 2 ó 3 días. Nos presentamos pasado
este tiempo y ni noticias de Molina, pero se creía que en dos
días estaría de vuelta. Sería muy largo enumerarle las veces
que fuimos en su búsqueda, el hecho es que pasaron veinte
días antes de que estuviera de vuelta, y ya no podíamos ir
por un mes pues con la pérdida se hacían dos, de modo que
nos dio unas letras para el encargado de una mina de
Wolfram y allí fuimos a pasar 2 ó 3 días. Es muy interesan-
te, sobre todo que la mina está situada en un paraje maravi-
lloso. Fue un viaje sin desperdicio.
Le diré que en La Paz me olvidé del régimen y de todas
esa macanas, a pesar de lo cual estuve magníficamente du-
rante el mes y medio que permanecí. Paseamos algo por los
alrededores más o menos lejanos de la capital, como los
Yungas, que son unos valles tropicales preciosos, pero una
de las cosas interesantes a que nos dedicábamos era a otear
el panorama político que es sumamente interesante. Bolivia
es un país que ha dado un ejemplo realmente importante a
América. Vimos el escenario mismo de las luchas, los im-
pactos de bala y hasta restos de un hombre muerto en la
pasada revolución y encontrado recién en una comisa don-
de había volado su tronco, ya que explotaron los cartuchos
de dinamita que llevaba a la cintura. En fin, se ha luchado
120 sin asco. Aquí las revoluciones no se hacen como en Bue-
N
nos Aires, y dos o tres mil muertos (nadie sabe exactamente
0) cuántos) quedaron en el campo.
Todavía ahora la lucha sigue y casi todas las noches hay
>
heridos de bala de uno u otro bando, pero el gobierno está
apoyado por el pueblo armado de modo que no hay posibi-
lidades de que lo liquide un movimiento armado desde afue-
u ra y sólo puede sucumbir por sus luchas internas.
El M.N.R. es un conglomerado en el que se notan tres
4J
tendencias más o menos netas: la derecha, que está represen-
O tada por Siles Suazo, el vicepresidente y héroe de la revolu-
ción; el centro, por Paz Estenssoro, más resbaladizo aunque
probablemente tan derechista como el primero, y la izquier-
da por Lechín, que es la cabeza visible de un movimiento de
reivindicación serio, pero que personalmente es un advene-
dizo mujeriego y parrandero. Probablemente el poder quede
en definitiva en manos del grupo Lechín, que cuenta con la
poderosa ayuda de los mineros armados, pero la resistencia
de sus colegas de gobierno puede ser seria sobre todo ahora
que el ejército se reorganizará.
Bueno, le he contado algo del panorama boliviano, de
Perú le contaré luego, cuando haya vivido un poco más
aquí, pero en general me parece que el dominio yanqui ni
siquiera ha significado para Perú ese ficticio bienestar eco-
nómico que se puede ver en Venezuela, por ejemplo.
De mi vida futura sé poco en cuanto a rumbo y menos en
cuanto a tiempo. Pensábamos ir a Quito y de allí a Bogotá y
luego Caracas, pero los caminos intermedios los descono-
cemos. Aquí a Lima llegué nuevamente por vía Cuzco.
No me canso de recomendarle que en cuanto pueda haga
una visita allí, y sobre todo a Machu-Picchu. Le aseguro
que no se va a arrepentir.
Me imagino que desde que me fui habrá dado por lo
menos 5 materias, y me imagino también que seguirá pes-
cando gusanos entre la miércoles. De todas maneras en cues-
tión de vocaciones bay poco o nada escrito, pero si algún
día cambia la suya cloaquera por la de conocer mundo
acordáte de este amigo
que por vos ha de jugarse el pellejo
pa'ayudarte en lo que pueda
cuando llegue la ocasión
un abrazo y basta cuando se le ocurra y yo llegue por donde 121

ernesto CHE guevara


se le haya ocurrido.

Ernesto
Carta a la madre

122
N Guayaquil [21de octubre de 1953]

0)

> Te escribo la carta que leerás vaya a saber cuándo desde


mi nueva posición de aventurero 100%. Mucha agua corrió
bajo los puentes luego de mi última noticia epistolar.
El grano es así: Caminábamos un poco añorantes de la
u
amada patria, Calica, García (una de las adquisiciones) y
4J yo. Hablábamos de lo bien que estarían los dos componen-
tes del grupo que habían conseguido partir para Panamá y
O
comentábamos la formidable entrevista con X.X., este ángel
de la guarda que me diste, lo que te cuento luego. El hecho
es que García, como al pasar, largó la invitación de irnos
con ellos a Guatemala, y yo estaba en una especial disposi-
ción psíquica para aceptar. Calica prometió dar su respuesta
al día siguiente y la misma fue afirmativa, de modo que
había cuatro nuevos candidatos al oprobio yanqui. Pero en
ese momento se iniciaron nuestras desdichas en los consu-
lados, llorando todos los días para conseguir la visa a Pa-
namá, que es el requisito que falta, y después de variadas
alternativas con sus correspondientes altibajos psíquicos
pareció decidirse por el no. Tu traje, tu obra maestra, la
perla de tus sueños, murió heroicamente en una compra-
venta, y lo mismo sucedió con todas las cosas mnecesarias
de mi equipaje, que ha disminuido mucho en beneñcio de
1
la alcanzada (suspño) estabilidad económica del terceto.1
El terceto
lo integran Lo concreto es lo siguiente: si un capitán semiamigo ac-
Guato García, cede a hacer la matufia necesaria, podremos viajar a Pana-
Andrews Herrera má García y yo, y luego el esfuerzo mancomunado de los
y Ernesto,
pues Calica partió
que llegaron a Guatemala, más los de aquel país, remol-
hacia Venezuela. carán al rezagado que queda en prenda de las deudas exis-
tentes; si el capitán de marras se hace el burro, los mismos
dos compinches seguirán con rumbo a Colombia, quedan-
do siempre la prenda aquí, y de allí partirán con rumbo
guatemalteco en lo que dios todopoderoso ponga incauto al
alcance de sus garras.
Guayaquil 24, después de muchas idas y venidas y de
llamar harto, más meter un perro discreto, tenemos la visa a
Panamá. Salimos mañana domingo y estaremos el 29 a 30
por alb. Escribí rápido al consulado.

123
Ernesto

ernesto CHE guevara


Nota del periódico La Hora

Argentina visitaron
anoche a "La Hora"
Visitaron ayer la redacción de
"La llora" los estudiantes argen-
tinos Eduardo García, de la fa-
cultad de Derecho de la Unlver¿
si dad del Plata, y el Dr. Ernesto
Guevara especialista en alergia
.y lepra.
Los jóvenes mencionados por
medio de las páginas deí perió-
dico diferente saludan a los es-
tudiantes panameños. La per-
manencia de los estudiantes ar-
gentinos en esta ciudad será
corta. Su viaje es de buena vo-
luntad y piensan visitar varios
países de Centro América.
Nota del periódico
Diario de Costa Rica

"Experimento Extraordinario es
el que se Realiza en Solivia" «. • -V .- ■
u
íkm «na capacidad mínimo, el país e*IÁ haciendo eos»* ti*» encomio**.— AnollMWBes »•
\i»jo de dos |áVH)?S arK¡eitihm* «pie icccNpr**» el continente por tierra

* *mím Interesa»», pmlmUr» *'fíueste» Interés p»r IóB asno-


Eduardo Pxié ti arría, de Síi 10« nr^ueolpfkms Pó* fe» iiévado
% i»»* y Ernesto éípevar* Serna de atente, UM estudias d«. arte antee
«a admirar, en toda «1 yramfcra,
;í;>, mn 4»« |óve»e* »*x«*»tlt«*s tone» mumm A«*o* tiene eape*
elst interés «w poner** fe** eón~ yt Maetm-Jdehu, ciudad perdida
pne dejaron por \m tiempo sos torea de C«*eo, en F»rl. donde
estudio* ■<— el ((fimo* <» los »e¡>!!✓ s i meto son médico* especial bdm*
en l*peúl#iÍ4 para «***$»* lm~ «na atan rivUirárló» hlsttdlea tu
m {» Fmutímé. 4« l¿*yp* »§« la. M«*
»r«#onae sobré método* de tea- TO su asienta. Todos lo* america-
Tersidad de la |¡|.Ji®4T*«do tseptento f profilaxia. no* deben su conocerla**
< m Sf
es doctor eo ‘ ‘*§1 pp*« 4Í# m&$ nm ha Impee^ í*esexmo* presentar 9** rfté-
prender »n td»£| * tf*- alonado ee, sin dad* a i* una, It»~ dio de DIARIO D« COSTA Rl*
ves de todo H WwmM& amert- ferie. Ttumñim 1»á dos meses une C*A «» «aludo úuty «prrflal a eét*
laiMtí «Ntayiraos recorriendo la r,«na »«i helio Pai*. Agradecemos profun-
Su }h"A tiene e! «nt.ro propó- ñera y otras regiones Importan- «amanta * ims haMianie* d« O»!
sito «te ampliar «1 Ambito de su tes de su territorio, tus*: hemo* lito su cálido recibimiento. Fue
{•«Hura ¡teueia.1 y de estudiar & impuesto del estado de *e*t*elén en a«{Ué) pnerto donde empeau-
fondo, en el propio terreno y si a. en <*«* se e«c»«»tr¡Mt »«.« instituí a dhdratar da I» bo*yy|toli*
Ulteriores pretcnsiones, los pro- «Iones. El experimento es de lo'
más interesante y valioso une dad tío*, 4»»* tiene tañía y Un
blemas feiie afectan a tos países
{«dOéJRrerioesn,*, puede haber. ü«n «na capacidad bien fañada fama *** S«r**ftéri-
e« eueto de i sin* *«* *nintro,a se reaitx».»* empresa* ex-
tra ordinarias. «me están preda- xeEorai .Éawi CSaeci» y *®u#
y» T» a> terminan d* &»«»«* Al* tara Serna permanecerán en San
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«i ó» en mútf »r>!és aspe rio» de la .tesé per espacio de «»* semana»
t«*¡MÍ« jjéref? a«ó it» d*~ Esperanio* le* »e* ipraé* ** asta*
1*14» «m*d»r*e en Ecuador, otro vida polMtra, social y económica
de Bflíivia, T tanto es asi «?ne to- da*
se enetésnir* ya m Owafcetnal* y
Po tt) «leed* y <ípefpim mrtm y*.*» do* lo* países del hemisferio tie-
por la mitad Á«i «‘•siltw, ne» los ojos puesto* en a a «di,a
*» ftSnersxio ,h* eónjprn«I»do, pojante y revolucionarla ifeptt-
f>M*« aboca. a iloUrls». E#*» K««* Idica”.
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Cowér» Amért»* f RnaHtnrAn *1
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Mil dolares te* fea ««atado lias-
te lo fuesen le la jira. Ellos mis-
en»*, coy* su tr-alri* j*> f éo« #»*
«horro*. la. han fina neta do»
Un vistazo
a las margenes
del gigante de los ríos

El Amazonas, con su cortejo tributario, configura un enor-


me continente pardo enclavado en el centro de América. En
los largos meses lluviosos, todos los cursos de agua aumen-
tan su caudal en tal forma que esta invade la selva con vir-
tiéndola en morada de animales acuáticos o aéreos. Sólo en
las tierras, éstas que, como manchas emergen de la sábana
parda de las aguas, se pueden refugiar las bestias terres-
tres. El caimán, la piraña o el cañero son los nuevos peligro-
sos huéspedes de la Tronda, reemplazando al tigrillo, al
yaguareté o al pécari en la tarea de impedir al ser humano
sentar sus reales sobre la maraña.
Desde la lejana época en que las huestes de Orellana, an-
gustiadas y hambrientas, posaron su vista en ese mar barro-
so y lo siguieron en improvisados navios hada el mar, se han
hecho miles de conjeturas sohre el exacto lugar donde nace el
gigante. Mucho tiempo se consideró al Marañón como el ver-
dadero nacimiento del río, pero la moderna investigación
geográfica ha derivado sus investigadones hada el otro po-
deroso tributario, el Ucallaly, y siguiendo parientemente sus
márgenes, desmembrándolo en afluentes cada vez más pe-
queños, se llegó a un diminuto lago, que, en la cima de los
Andes, da nacimiento al Apurimac, arroyo cantarín prime-
ro, pod erosa voz de la montaña posteriormente, justificando
entonces su nombre, ya que en quechua, apurimac significa
el gran aullador. Allí nace el Amazonas.
Pero, ¿quién se acuerda aquí de los límpidos torrentes de
montaña? ¿Aquí donde el río alcanzó su definitiva catego-
ría de coloso y su silencio enorme aumenta el misterio de la
noche de la selva? Estamos en San Pablo, una colonia de
enfermos del mal de Hansen que el gobierno peruano sos-
tiene en los confines de su territorio y nosotros utilizamos
como base de operaciones para entrar en el corazón del
bosque.
En todas las imágenes de la selva, ya sean los paraísos
policromos de Hudson o aquellas de sombríos tonos de
José E. Rivera, se subestima al más pequeño y más terrible
de los enemigos, el mosquito. Al caer la tarde, una nube
cambiante ñota en el agua de los ríos y se arroja sobre cuan-
to ser viviente pase por allí. Es mucho más peligroso entrar
a la selva sin un mosquitero que sin un arma. Las ñeras
carniceras difícilmente ataquen al hombre, no todas las
127
"cochas" que hay que vadear están habitadas por caima-

ernesto CHE guevara


nes o pirañas, ni los ofidios se arrojarán sobre el viajero
para inocularle el veneno o ahogarlo en un abrazo de muer-
te: pero los mosquitos atacarán. Lo picarán inexorablemen-
te en todo el cuerpo dejándole, a cambio de la sangre que se
llevan, fastidiosas ronchas y, una que otra vez, el virus de la
fiebre amarilla o más frecuentemente, el parásito productor
del paludismo.
Hay que descender siempre a lo pequeño para ver al
enemigo. Otro, invisible y poderoso, es el Anchylostoma,
un parásito cuyas larvas se introducen perforando la piel
desnuda de las gentes descalzas y luego de un viaje por
todo el organismo, se instalan en el tubo digestivo, provo-
cando, con las continuas extracciones de sangre, anemias
muy serias que padecen casi todos los habitantes de la zona,
en mayor o menor escala.
Caminamos por la selva, siguiendo el flexuoso [sic] trazo
de un sendero indígena, rumbo a las chozas de los Yaguas,
aborígenes de la región. El monte es enorme y sobrecogedor,
sus ruidos y sus silencios, sus surcos de agua oscura o la
gota limpia que se desprende de una hoja, todas sus contra-
dicciones tan bien orquestadas, reducen al caminante hasta
convertirlo en un punto en algo sin magnitud, ni pensamien-
to propio. Para escapar al influjo poderoso hay que fijar la
vista en el amplio y sudoroso cuello del guía o en las huellas
esbozadas en el piso del bosque que indican la presencia del
hombre y recuerdan la fuerza de la comunidad que lo respal-
da. Cuando toda la ropa se ha pegado sobre el cuerpo y varios
manantiales resbalan por nuestras cabezas abajo, llegamos al
caserío. Un corto número de chozas construidas sobre esta-
cas, en un claro de la selva y un matorral de yucas, que consti-
tuye la base alimenticia de estos indios, son sus rique-
zas: efímeras riquezas que deben ser abandonadas cuando
las lluvias hinchen las venas de la selva y el agua los empuje
hacia las tierras altas, con la cosecha de yucas y frutos de
palmera que los harán subsistir.
Durante el día, los yaguas viven en casas abiertas con
techo de palma y una plataforma que los aleja de la hume-
dad del suelo, pero al caer la noche, la plaga de mosquitos
es más fuerte que sus cueros estoicos y el aceite de repug-
nante olor con que se untan el cuerpo, y deben refugiarse en
unas cabañas de hoja de palmera, a las que cierran hermé-
120
ticamente con una puerta del mismo material. Las horas
N
que dure la oscuridad permanecen encerrados en el refugio
OI todos los integrantes de la tribu, para quienes, la promis-
cuidad en que transcurren no tiene efectos molestos sobre
>
su sensibilidad, ya que las reglas morales por las que nos
regimos no significan nada en su mundo tribal. Me asomé a
la puerta de la choza y un olor repugnante de untos extra-
u ños y cuerpos sudorosos me repelió enseguida.
La vida de esta gente se reduce a seguir mansamente las
4J
órdenes que la naturaleza da por intermedio de las lluvias.
O En esa época invernal comen la yuca y las patatas recolec-
tadas en verano y salen con sus canoas de tronco a pescar
entre la maraña de la selva. Es curioso verlos: una inmovili-
dad vigilante a la que nada turba y en la diestra el pequeño
arpón levantado; el agua oscura no deja ver nada, de pron-
to, un movimiento brusco y el arpón se hunde en ella, se
agita el agua un momento y luego se ve sólo la diminuta
boya que éste se lleva en un extremo, unida a la varilla por
un hilo de uno o dos metros de largo. Los fuertes golpes de
pala mantienen la canoa cerca del flotador hasta el momen-
to en que el pez, exhausto, deja de luchar.
En época propicia viven también de la caza. A veces co-
bran una gran pieza con alguna vieja escopeta conseguida
por quién sabe que extraña transacción pero, en general,
prefieren la silenciosa cervatana. Cuando las bandas de
micos cruzan entre el follaje, una pequeña púa untada de
curare hiere a alguno de los monos; éste, sin lanzar un grito,
se extrae la incómoda punta y sigue su camino durante
algunos metros, hasta que el veneno surte efecto y el nuco se
desploma vivo, pero incapaz de emitir un sonido. Durante
todo el tiempo en que pasa la bulliciosa pandilla, la
cervatana funciona constantemente, mientras, la vigilante
mirada compañera del cazador va marcando en el follaje
los puntos donde caen los animales heridos. Cuando el
último nuco, ajeno a la tragedia, se aleja, sin que una sola de
las piezas quede sin recoger, vuelven los cazadores con su
contribución alimenticia a la comunidad.
Festejando el arribo de los visitantes blancos, nos obse-
quiaron con uno de los monos cobrados en la forma relata-
da. En un improvisado asador preparamos el animal a la
usanza de nuestras pampas argentinas y probamos su car-
ne, dura y amarga pero con agradable sabor agreste, dejan-
129
do entusiasmados a los indígenas con la forma de aderezar

ernesto CHE guevara


el manjar.
Para corresponder al regalo, entregamos dos botellas de
un refresco que llevábamos con nosotros. Los indios bebie-
ron ávidamente el contenido y guardaron las tapitas con
rebgiosa unción, en la bolsa de fibra trenzada que llevan
pendiente de su cuello y donde se encuentran sus más pre-
ciados tesoros: algún amuleto, los cartuchos, un collar de
pepas, un sol peruano etc.
Al volver, algo hostilizados por la noche que caía, uno de
ellos nos guió por atajos que nos permitieron llegar antes al
seguro refugio que significaban las telas metálicas de la colo-
nia. Nos despedimos con un apretón de manos a la usanza
europea, dándome el guía de regalo una de las fibras que
formaban su pollera, única vestimenta de los yaguas.
Se ba exagerado mucho sobre los peligros y tragedias del
monte, pero hay un punto en que tenemos una experiencia
que certifica la verdad. Se dice siempre que es pefigroso
separarse del sendero trazado cuando uno marcha en la
selva, y es cierto. Un día hicimos la prueba, relativamente
cerca de la base de operaciones que habíamos tomado y de
pronto nos miramos desconcertados, ya que el sendero que
queríamos retomar parecía haberse diluido. Dimos cuida-
dosas vueltas en torno, buscándolo, pero fue en vano.
Mientras uno se quedaba fijo en un punto, otro camina
en línea recta y volvía guiado por los gritos. Hicimos así
una estrella completa, sin resultado. Afortunadamente, nos
habían puesto sobre aviso previniendo la situación en que
nos encontrábamos y buscamos un árbol especial, cuyas
raíces forman tabiques de unos centímetros de grueso que
sobresalen de la tierra hasta dos metros a veces y que pare-
cen hacer de sostén adicional de la planta.
Con un palo de regular tamaño, comenzamos a darles con
todas nuestras fuerzas a los tabiques vegetales: se produjo
entonces un ruido sordo, no muy fuerte, pero que se oye a
gran distancia, mucho más efectivo que un disparo de arma
de fuego al que el follaje ahoga. Al rato, un indio de sonrisa
burlona apareció con su escopeta y con una seña nos condu-
jo al camino, mostrándonos la ruta con un gesto: sin saber
cómo, nos habíamos separado unos quinientos metros del
sendero.
En general, se tiene la idea de que la selva es un lujurioso
130
paraíso de alimentación; no es así. Un habitante conocedor
N
nunca morirá de hambre en ella, pero si algún incauto se
0) pierde en el bosque los problemas alimenticios son serios.
Ninguna de las especies de frutas tropicales conocidas por
>
nosotros crece espontáneamente en él. Como alimentación
vegetal silvestre hay que recurrir a ciertas raíces y frutos de
palmera que sólo una persona experimentada puede dife-
u renciar de similares venenosos; es sumamente difícil cazar
a quien no esté acostumbrado a ver en una ramita partida el
4J
rastro de algún chancho del monte o un venado, a quien no
O conozca los abrevaderos y sepa deslizarse por la maraña
sin hacer el menor ruido; y pescar, en un lugar donde la
densidad de animales acuáticos es tan grande, constituye,
no obstante, un arte bastante complejo ya que existe una re-
mota posibilidad de que los peces muerdan el anzuelo y el
sistema de arponearlos no es sencillo ni mucho menos. Pero
la tierra trabajada, ¡qué piñas enormes, qué papayas, qué
plátanos! Una pequeña labor se ve recompensada con éxitos
rotundos. Y sin embargo, parece que el espíritu de la selva
tomara a los moradores de ésta y los confundiera con ella.
Nadie trabaja si no es para comer. Como, el mono, que busca
entre las ramas el diario sustento sin pensar en el mañana o
el tigrillo que sólo mata para satisfacer sus necesidades ali-
menticias, el colono cultiva lo preciso para no morirse de
hambre.
Los días pasaron con mucha rapidez en medio de traba-
jos científicos, excursiones y cacerías por los alrededores.
Llegó la hora de la despedida y, la noche de la víspera, dos
canoas repletas de enfermos del mal de Hansen se acerca-
ron al embarcadero de la zona sana de la colonia para testi-
moniarnos su afecto. Era un espectáculo impresionante el
que formaban sus facies leoninas, alumbradas por la luz de
las antorchas, en la noche amazónica. Un cantor ciego en-
tonó huaynitos y marineras, mientras la heterogénea or-
questa hacía lo imposible por seguirlo. Uno de los enfermos
pronunció el discurso de despedida y agradecimiento; de
sus sencillas palabras emanaba una emoción profunda que
se unía a la imponencia de la noche. Para esas almas sim-
ples, el solo hecho de acercarse a ellas, aunque no sea sino
con un afán de curiosidad merece el mayor de los agradeci-
mientos. Con la penosa mueca con que quieren expresar el
cariño que no pueden manifestar en forma de apretón de
manos, aunque sea, ya que las leyes sanitarias se oponen 131

ernesto CHE guevara


terminantemente, al contacto de una piel sana con otra en-
ferma, se acabó la serenata y la despedida. La música y el
adiós han creado un compromiso con ellos.
La pequeña balsa en que seguiríamos nuestro camino
acuático estaba atestada de regalos comestibles del perso-
nal de la colonia y de los enfermos que rivalizaban en dar-
nos la piña más grande, la papaya más dulce, o el pollo más
gordo. Un pequeño empujoncito hacia el centro del río y ya
estábamos sólo conversando con él.
" Sobre las ancas del río
viene el canto de la selva,
viene el dolor que mitigan
sobre las balsas que llegan.
Y los balseros curtidos
sobre las rutas sangrientas
del caracol de los ríos
vienen ahogando sus penas."

Llevamos dos días de navegación río abajo y esperábamos


el momento en que apareciera Leticia, la ciudad colombiana a
donde queríamos llegar, pero había un serio inconveniente ya
que nos era imposible dirigir el armatoste. Mientras estába-
mos en medio del río, muy bien, pero si por cualquier causa
pretendíamos acercamos a la orilla, sosteníamos con la co-
rriente un furioso duelo del que ésta salía triunfante siempre,
manteniéndonos en el medio hasta que, por su capricho, nos
permitía arrimar a una de las márgenes, la que ella quisiera.
Fue así que en la noche del tercer día, se dejaron ver las luces
del pueblo; y así fue que la balsa siguió imperturbable su cami-
no pese a nuestros desaforados intentos. Cuando parecía que
el triunfo coronaba nuestros afanes, los troncos hacían pi-
rueta y quedaban orientados nuevamente hacia el centro de
la corriente. Luchamos hasta que las luces se fueron apa-
gando río arriba y ya nos íbamos a meter en el refugio del
mosquitero, abandonando las guardias periódicas que ha-
cíamos, cuando el último pollo, el apetecido manjar, se asustó
y cayó al agua. La corriente lo arrastraba un poco más lige-
ro que a nosotros; me desvestí. Estaba listo para tirarme,
sólo tenía que dar dos brazadas, aguantar, la balsa me al-
canzaba sola. No sé bien lo que pasó; la noche, el río tan
enigmático, el recuerdo, subconsciente o no, de un caimán,
132 en fin, el pollo siguió su camino mientras yo, rabioso con-
N
migo mismo, me prometía tirarme y nuevamente retrocedía,
OI hasta abandonar la empresa. Sinceramente, la noche del río
me sobrecogió; fui cobarde frente a la naturaleza. Y luego,
> ambos, los compañeros, fuimos enormemente hipócritas:
nos condolimos de la horrible suerte del pobre pollo.
Despertamos varados en la orilla, en tierra brasileña, a
u muchas horas de la canoa de Leticia adonde fuimos trasla-
dados gracias a la amabilidad proverbial de los pobladores
4J
del gigantesco río.
O Cuando volábamos en el " Catalina" de las fuerzas ar-
madas de Colombia, mirábamos abajo la selva inmensa. Un
gran coliflor verde, interrumpido apenas por el hilo pardo
de un río estrecho, desde la altura, se extendió por miles de
kilómetros y horas de vuelo. Y por eso era sólo una ínfima
parte del gigantesco continente amazónico con el que ha-
bíamos sostenido una íntima amistad durante varios me-
ses y a cuya franqueza nos inclinábamos reverente.
Abajo, emergiendo del follaje y flotando sobre los ríos, el
espíritu de Canaima, el dios de la selva, levantaba su mano
en seña de despedida.

Ernesto Guevara Sema


Machu-Picchu,
enigma de piedra
en América

Relato exclusivo para Siete por el Dr. Ernesto Guevara Serna

ernesto CHE guevara


(Diciembre 12 de 1953).

Coronando un cerro de agrestes y empinadas laderas, a


2 800m sobre el nivel de mar y 400 sobre el caudaloso
Urubamba, que baña la altura por tres costados, se encuen-
tra una antiquísima ciudad de piedra que, por ampliación,
ha recibido el nombre del lugar que la cobija: Machu-Picchu.
¿Es esa su primitiva denominación? No, este término
quechua significa Cerro Viejo, en oposición a la aguja roco-
sa que se levanta a pocos metros del poblado, Husina
Picchu, Cerro Joven; descripciones físicas referidas a cuali-
dades de los accidentes geográficos, simplemente. ¿Cuál
será entonces su verdadero nombre? Hagamos un parénte-
sis y trasladémonos al pasado.
El siglo XVI de nuestra era fue muy triste para la raza
aborigen de América. El invasor barbado cayó como un alu-
vión por todos los ámbitos del continente y los grandes
imperios indígenas fueron reducidos a escombros. En el
centro de América del Sur, las luchas intestinas entre los
dos postulantes a heredar el cetro del difunto Huaina-Capac,
Atahualpa y Huáscar, hicieron más fácil la tarea destruc-
tora sobre el más importante imperio del continente.
Para mantener quieta la masa humana que cercaba
peligrosamente el Cuzco, uno de los sobrinos de Huáscar, el
joven Manco II, fue entronizado. Esta maniobra tuvo inespe-
rada continuación: los pueblos indígenas se encontraron con
una cabeza visible, coronada con todas las formalidades de
la ley incaica, posibles bajo el yugo español y un monarca no
tan fácilmente manejable como quisieran los españoles. Una
noche desapareció con sus principales jefes, llevándose el
gran disco de oro, símbolo del sol, y, desde ese día, no hubo
paz en la vieja capital del imperio.
Las comunicaciones no eran seguras, bandas armadas
correteaban por el territorio e incluso cercaron la ciudad,
utilizando como base de operaciones la vieja e imponente
Sacsahuaman, la fortaleza tutora del Cuzco, hoy destruida.
Corría el año 1536.
La revuelta en gran escala fracasó, el cerco del Cuzco
hubo de ser levantado y otra importante batalla en
Ollantaitambo, ciudad amurallada a orillas del Urubamba,
134
fue perdida por las huestes del monarca indígena. Este se
N
redujo definitivamente a una guerra de guerrillas que mo-
0) lestó considerablemente el poderío español. Un día de bo-
rrachera, un soldado conquistador, desertor, acogido con
>
seis compañeros más en el seno de la corte indígena, asesi-
nó al soberano, recibiendo, junto con sus desafortunados
compinches, una muerte horrible a manos de los indigna-
u dos súbditos que expusieron las cercenadas cabezas en las
puntas de lanzas como castigo y reto. Los tres hijos del
4J
soberano, Sairy Túpac, Tito CUSí y Túpac Amaru, uno a
O uno fueron reinando y muriendo en el poder. Pero con el
tercero murió algo más que un monarca: se asistió al de-
rrumbe definitivo del imperio incaico.
El efectivo e inflexible Virrey Francisco Toledo tomó preso
al último soberano y lo hizo ajusticiar en la plaza de armas
del Cuzco, en 1572. El inca, cuya vida de confinamiento en el
templo de las vírgenes del sol, tras un breve paréntesis de
reinado, acababa tan trágicamente, dedicó a su pueblo, en la
hora postrera, una viril alocución que lo rehabilita de pasa-
das flaquezas y permite que su nombre sea tomado como
apelativo por el precursor de la independencia americana,
José Gabriel Condorcanqui: Túpac Amaru II.
El peligro había cesado para los representantes de la
corona española y a nadie se le ocurrió buscar la base de
operaciones, la tan bien guardada ciudad de Vilcapampa,
cuyo último soberano la abandonó antes de ser apresado,
iniciándose entonces un paréntesis de tres siglos en que el
más absoluto silencio reina en torno al poblado.
El Perú seguía siendo una tierra virgen de plantas euro-
peas en muchas partes de su territorio, cuando un hombre
de ciencia italiano, Antonio Raimondi, dedicó 19 años de su
vida, en la segunda mitad del siglo pasado, a recorrerlo en
todas direcciones. Si bien es cierto que Raimondi no era
arqueólogo profesional, su profunda erudición y capacidad
científica, dieron al estudio del pasado incaico un impulso
enorme. Generaciones de estudiantes peruanos tomaron sus
ojos al corazón de una patria que no conocían, guiados por
la monumental obra El Perú, y hombres de ciencia de todo el
mundo sintieron reavivar el entusiasmo por la investigación
del pasado de una raza otrora grandiosa.
A principios de este siglo un historiador norteamericano,
el profesor Bingham, llegó hasta tierras peruanas, estudian-
135
do en el terreno itinerarios seguidos por Bolívar, cuando que-

ernesto CHE guevara


dó sojuzgado por la extraordinaria belleza de las regiones
visitadas y tentado por el incitante problema de la cultura
incaica. El profesor Bingham, satisfaciendo al historiador y
al aventurero que en él habitaban, se dedicó a buscar la per-
dida ciudad, base de operaciones de los cuatro monarcas
insurgentes.
Sabía Bingham, por la crónicas del padre Calancha y
otras, que los incas tuvieron una capital militar y política a
la que llamaron Víteos y un santuario más lejano,
Vilcapampa, la ciudad que ningún blanco había hollado y,
con estos datos, inició la búsqueda.
Para quien conozca, aunque sea superficialmente la re-
gión, no escapará la magnitud de la tarea emprendida. En
zonas montañosas, cubiertas de intrincados bosques
subtropicales, surcadas por ríos que son torrentes
peligrosísimos, desconociendo la lengua y hasta la psicolo-
gía de los habitantes, entró Bingham con tres armas pode-
rosas: un inquebrantable afán de aventuras, una profunda
intuición y un buen puñado de dólares.
Con paciencia, comprando cada secreto o información a
precio de oro, fue penetrando en el seno de la extinguida
civilización y, un día, en 1911, tras años de ardua labor,
siguiendo, rutinariamente a un indio que vendía un nuevo
conglomerado de piedras, Bingham, él solo, sin compañía
de hombre blanco alguno, se extasió ante las imponentes
ruinas que, rodeadas de malezas, casi tapadas por ellas, le
daban la bienvenida.
Aquí hay una parte triste. Todas las ruinas quedaron
limpias de malezas, perfectamente estudiadas y descriptas
y... totalmente despojadas de cuanto objeto cayera en ma-
nos de los investigadores, que llevaron triunfalmente a su
país más de doscientos cajones conteniendo inapreciables
tesoros arqueológicos y también, por qué no decirlo, impor-
tante valor monetario. Bingham no es el culpable; objetiva-
mente hablando, los norteamericanos en general, tampoco
son culpables; un gobierno imposibilitado económicamen-
te para hacer una expedición de la categoría de la que diri-
gió el descubridor de Machu-Picchu, tampoco es culpable.
¿No los hay entonces? Aceptémoslo, pero, ¿dónde se puede
admirar o estudiar los tesoros de la ciudad indígena? La
respuesta es obvia: en los museos norteamericanos.
136
Machu-Picchu no fue para Bingham un descubrimiento
N
cualquiera, significó el triunfo, la coronación de sus sueños
OI límpidos de niño grande — que eso son casi todos los aficio-
nados a este tipo de ciencias. Un largo itinerario de triunfos
>
y fracasos coronaba allí y la ciudad de piedra gris llevaba
sus ensueños y vigilias, impeliéndole a comparaciones y
conjeturas a veces alejadas de las demostraciones experi-
u mentales. Los años de búsqueda y los posteriores al triunfo
convirtieron al historiador viajero en un erudito arqueólogo
4J
y muchas de sus aseveraciones cayeron con incontrastable
O fuerza en los medios científicos, respaldadas por la expe-
riencia formidable que había recogido en sus viajes.
En opinión de Bingham, Machu-Picchu fue la primitiva
morada de la raza quechua y centro de expansión, antes de
fundar el Cuzco. Se interna en la mitología incaica e identi-
fica tres ventanas de un derruido templo con aquellas de
donde salieron los hermanos Ayllus, míticos personajes del
incario; encuentra similitudes concluyentes entre un torreón
circular de la ciudad descubierta y el templo del sol de Cuz-
co; identifica los esqueletos, casi todos femeninos, hallados
en las ruinas, con los de las vírgenes del sol; en fin, anali-
zando concienzudamente todas las posibilidades, llega a
la siguiente conclusión: la ciudad descubierta fue llamada,
hace más de tres siglos, Vilcapampa, santuario de los mo-
narcas insurgentes y, anteriormente, constituyó el refugio
de las vencidas huestes del inca Pachacuti cuyo cadáver
guardaron en la ciudad, luego de ser derrotados por las
tropas chinchas, hasta el resurgimiento del imperio. Pero el
refugio de los guerreros vencidos, en ambos casos, se pro-
duce por ser esta Tampu-Toco, el núcleo inicial, el recinto
sagrado, cuyo lugar de emplazamiento sería éste y no
Pacaru Tampu, cercano a Cuzco, como le dijeran al histo-
riador Sarmiento de Gamboa, los notables indios que inte-
rrogara por orden del Virrey Toledo.
Los investigadores modernos no están muy de acuerdo
con el arqueólogo norteamericano, pero no se expiden so-
bre la definitiva significación de Machu-Picchu.
Tras varias horas de tren, un tren asmático, casi de ju-
guete, que bordea al principio un pequeño torrente para
seguir luego las márgenes del Urubamba pasando ruinas
de la imponencia de Ollantaitambo, se llega al puente que
cruza el río. Un serpeante camino cuyos 8 kilómetros de
137
recorrido se eleva a 400 m sobre el nivel del torrente, nos

ernesto CHE guevara


lleva hasta el hotel de las ruinas, regentado por el señor
Soto, hombre de extraordinaria erudición en cuestiones
incaicas y un buen cantor que contribuye, en las deliciosas
noches del trópico, a aumentar el sugestivo encanto de la
ciudad derruida.
Machu-Picchu se encuentra edificada sobre la cima del
cerro, abarcando una extensión de 2 km de perímetro. En
general, se la divide en tres secciones: la de los templos, la
de las residencias principales, la de la gente común.
En la sección dedicada al culto, se encuentran las ruinas
de un magnífico templo formado por grandes bloques de
granito blanco, el que tiene las tres ventanas que sirvieran
para la especulación mitológica de Bingham. Coronando
una serie de edificios de alta calidad de ejecución, se en-
cuentra el Intiwatana, el lugar donde se amarra el sol, un
dedo de piedra de irnos 60 cm de altura, base del rito indíge-
na y uno de los pocos que quedan en pie, ya que los españo-
les tenían buen cuidado de romper este símbolo apenas
conquistaban una fortaleza incaica.
Los edificios de la nobleza tienen muestras de extraordi-
nario valor artístico, como el torreón circular ya nombrado,
la serie de puentes y canales tallados en la piedra y muchas
residencias notables por la ejecución y el tallado de las pie-
dras que la forman.
En las viviendas presumiblemente dedicadas a la plebe,
se nota una gran diferencia por la falta de esmero en el
pulido de las rocas. Las separa de la zona religiosa una
pequeña plaza o lugar plano, donde se encuentran los prin-
cipales reservorios de agua, secos ya, siendo esta una de las
razones, supuestas dominantes, para el abandono del lu-
gar como residencia permanente.
Machu-Picchu es una ciudad de escalinatas; casi todas
las construcciones se hallan a niveles diferentes, unidas
unas a otras por escaleras, algunas de roca primorosamen-
te tallada, otras de piedras alineadas sin mayor afán estéti-
co, pero todas capaces de resistir las inclemencias
climáticas, como la ciudad entera, que sólo ha perdido los
techos de paja y tronco, demasiado endebles para luchar
contra los elementos.
Las necesidades alimenticias podían ser satisfechas por
los vegetales cosechados mediante el cultivo en andenes,
138
que todavía se conservan perfectamente.
N
Su defensa era muy fácil debido a que dos de sus lados
0) están formados por laderas casi a pique, el tercero es una
angosta garganta franqueable sólo por senderos fácilmente
>
defendibles, mientras el cuarto da la Huainca-Picchu. Este
es un pico que se eleva unos 200 m sobre el nivel de su
* hermano, difícil de escalar, casi imposible para el turista, si
u no quedaran los restos de la calzada incaica que permiten
llegar a su cima bordeando precipicios cortados a pique. El
4J
lugar parece ser más de observación que otra cosa, ya que
O no hay grandes construcciones. El Urubamba contornea
casi completamente los dos cerros haciendo su toma prácti-
camente imposible para una fuerza atacante.
Ya dijimos que está en controversia la significación ar-
queológica de Machu-Picchu, pero, poco importa cuál fue-
ra el origen primitivo de la ciudad o, de todas maneras, es
bueno dejar su discusión para los especialistas. Lo cierto, lo
importante es que nos encontramos aquí frente a una pura
expresión de la civilización indígena más poderosa de Amé-
rica, inmaculada por el contacto de las huestes vencedoras
y plena de inmensos tesoros de evocación entre sus muros
muertos o en el paisaje estupendo que lo circunda y le da el
marco necesario para extasiar al soñador, que vaga porque
sí entre sus ruinas, o al turista yanqui que cargado de
practicidad, encaja los exponentes de la tribu degenerada,
que puede ver en el viaje, entre los muros otrora vivos, y
desconoce la distancia moral que los separa, porque éstos
son sutilezas que sólo el espíritu semindígena del latino-
americano puede apreciar.
Conformémonos, por ahora, con darle a la ciudad los
dos significados posibles: para el luchador que persigue lo
que hoy se llama quimera, el de un brazo extendido hacia el
futuro cuya voz de piedra grita con alcance continental:
"ciudadanos de Indoamérica, reconquistad el pasado"; para
otros, aquellos que simplemente "huyen del mundanal rui-
do", es válida una frase anotada en el libro de visitantes
que tiene el hotel y que un súbdito inglés dejó estampada
con toda la amargura de su añoranza imperial: "I am lucky
to find a place without a Coca-cola propaganda."
Carta a la madre

140
N
1
Vieja, la mi vieja:1
Esta carta
(D podría ser de fines
de abril de 1954. No creas que el encabezamiento es para contentar al viejo,
> hay indicios de que se mejora algo y las perspectivas no son
tan desesperadas en cuanto al panorama económico. La tra-
gedia pesística la cuento porque es la verdad y presumía que
2
el viejo me consideraba lo suficiente choma2 como para aguan-
U Macho al revés.
tar lo que caiga, abora, si prefieren cuentos de hadas, hago
V algunos muy bonitos. En los días de silencio mi vida se desa-
rrolló así: fui con una mochila y un portafolio, medio a pata,
O
medio a dedo, medio (vergüenza) pagando amparado por 10
dólares que el propio gobierno me había dado. Llegué al Sal-
vador y la policía me secuestró algunos libros que traía de
Guatemala pero pasé, conseguí la visa para entrar de nuevo
a este país, y ahora correcta, y me largué a conocer unas
ruinas de los pipiles que son una raza de los tlascaltecas que
se largaron a conquistar el sur (el centro de ellos estaba en
México) y aquí se quedaron hasta la venida de los españoles.
No tienen nada que hacer con las construcciones mayas y
menos con las incaicas. Después me fui a pasar unos días de
playa mientras esperaba la resolución sobre mi visa que ha-
bía pedido para ir a visitar unas ruinas hondureñas, que sí
son espléndidas. Dormí en la bolsa que tengo, a orillas del
mar, y aquí sí mi régimen no fue de lo más estricto, pero esa
vida tan sana me mantuvo perfecto, salvo las ampollas del
3
sol. Me hice amigo de algunos chochamu3 que como en toda
Muchacho al revés.
Centroamérica caminan a alcohol, y aprovechando la ex-
troversión del alcohol me les mandé mi propagandita
guatemaltequeante y recité algunos versitos de profundo
4
Comisaría, cárcel, color colorado. El resultado fue que aparecimos todos en la
puesto policial. capacha,4 pero nos soltaron enseguida, previo consejo de
un comandante con apariencia de gente, para que cantara a
las rosas de la tarde y otras bellezas. Yo preferí hacerle un
soneto al humo.1 Los hondurenos me negaron la visa por el
1
Hacerse humo:
solo hecho de tener residencia en Guatemala, aunque de-
desaparecer
más está decirte que tenía mi sana intención de otear una (argentinismo).
huelga que se ha desatado allí y que mantiene parada el
25% de la población total trabajadora, cifra alta en cual-
quier lado pero extraordinaria en un país donde no hay
derecho a huelgas y los sindicatos son clandestinos. La
frutera está que brama y, por supuesto, Dulles y Cía. quie-
141
ren intervenir en Guatemala por el terrible delito de com-

ernesto CHE guevara


prar armas donde se les vendieran, ya que Estados Unidos
no vende ni un cartucho desde hace mucho tiempo. [...]

Por supuesto, ni consideré la posibilidad de quedarme


allí. De vuelta me largué por rutas medio abandonadas y
con la cartera tecleando, porque aquí un dólar es poco más
de un mango y con 20 no se hacen maravillas. Algún día
caminé cerca de 50 kilómetros (serán mentiras pero es mu-
cho) y después de muchos días caí al hospital de la frutera
donde hay unas ruinas chicas pero muy bonitas. Aquí ya
quedé totalmente convencido de lo que mi americanismo
no quería convencerse: nuestros papis son asiáticos (contále
al viejo que pronto van a exigir su patria potestad). Hay
unas figuras en bajorrelieve que son Buda en persona y,
todas las características lo demuestran, perfectamente igua-
les a las de antiguas civilizaciones indostánicas. El lugar es
precioso, tanto que hice contra mi estómago el crimen de
Silvestre Bonard y me gasté un dólar y pico en comprar
rollos y alquilarme una máquina.2 Después mendigué una 2
Se refiere a una
morfada en el hospital, pero no pude llenar la joroba sino cámara fotográfica.
hasta la mitad de su contenido. Quedé sin plata para poder
llegar por ferrocarril a Guatemala, de modo que me tiré al
Puerto Barrios y allí laburé en la descarga de toneles de
alquitrán, ganando 2,63 por doce horas de laburo pesado
como la gran siete, en un lugar donde hay mosquitos en
picada en cantidades fabulosas. Quedé con las manos a la
miseria y el lomo peor, pero te confieso que bastante conten-
to. Trabajaba de seis de la tarde a seis de la mañana y dor-
mía en una casa abandonada a orillas del mar. Después me
tiré a Guatemala y aquí estoy con perspectivas mejores. [...]
...(la redacción no es estrafalarismo pensado, sino la con-
secuencia de cuatro cubanos que discuten al lado mío). [...]
La próxima, más tranquilo, te mando nuevas si las hay...
Un abrazo para todos.

142
N

OJ

>

4J

O
Carta a la madre

143
Abril de 1954

ernesto CHE guevara


Vieja:
Como ves no me fui al Petén. El hijo de puta del que debía
contratarme me hizo esperar un mes, para después hacer-
me decir que no podía hacerlo [...]
Yo ya le había presentado una lista de medicamentos,
instrumental y todo lo demás y me había puesto tanque1 en 1
Ponerse fuerte.
el diagnóstico de las enfermedades tropicales más abun-
dantes de la zona. Naturalmente que esto me sirve igual,
máxime ahora que tengo oportunidad de trabajar en la com-
pañía frutera en una zona bananera.
Lo que no quiero dejar de hacer es de visitar las ruinas
del Petén. Allá hay una ciudad, Tical, que es una maravilla,
y otra, Piedras Negras, mucho menos importante pero en
donde el arte de los mayas alcanzó un nivel extraordinario.
En el museo de aquí hay un dintel que está todo escodado,
pero es una verdadera obra de arte en cualquier lugar del
mundo.
A mis viejos amigos peruanos les faltaba la sensibilidad
tropical, de modo que no podían hacer nada parecido, ade-
más de no tener la piedra calcárea tan fácil de trabajar que
tienen los de esta zona. [...]
Yo cada vez más contento de haber salido. Mi cultura
médica no se agiganta y mientras voy asimilando otra serie
de conocimientos que interesan mucho más que aquéllos.[...]
Tengo, eso sí, ganas de hacerles una visita, pero no tengo
idea cuándo ni cómo. Hablar de planes en mi situación es
contarles un sueño hilvanado; de todas maneras si -condi-
ción expresa- consigo el puesto en la frutera, pienso dedi-
carme a levantar las deudas que tengo aquí, las que dejé allí,
comprarme la máquina fotográfica, visitar el Petén y tomár-
melas olímpicamente para el norte, es decir México. [...]
Me alegro que tengas tan elevada opinión de mí. De to-
das maneras es muy difícil que la antropología sea mi ocu-
1
pación exclusiva de la madurez. Me pare1 un poco paradó-
Contracción de
jico de hacer como "norte" de mi vida investigar lo que está
me parece.
muerto sin remedio. De dos cosas estoy seguro: la primera
es que si llego a la etapa auténticamente creadora alrededor
de los treinta y cinco años mi ocupación excluyente, o prin-
cipal por lo menos, será la física nuclear, la genética o una
144
materia así que reúna de lo más interesante de las materias
N
conocidas, la segunda es que América será el teatro de mis
OI aventuras con carácter mucho más importante que lo que
hubiera creído: realmente creo haber llegado a comprender-
>
la y me siento americano con un carácter distintivo de cual-
quier otro pueblo de la tierra. Naturafínente que visitaré el
resto del mundo [...]
u De mi vida diaria poco te puedo contar que te interese.
Por la mañana voy a sanidad y trabajo unas horas en el
laboratorio, por las tardes voy a una biblioteca o museo a
O estudiar algo de acá, por las noches leo algo de medicina o
de cualquier otra cosa, escribo alguna carta, en fin, tareas
domésticas. Tomo mate cuando hay y desarrollo unas in-
terminables discusiones con la compañera Hilda Gadea,
una muchacha aprista a quien yo con mi característica sua-
vidad trato de convencerla de que largue ese partido de
mierda. Tiene un corazón de platino lo menos. Su ayuda se
siente en todos los actos de mi vida diarios (empezando por
la pensión).
Carta a la madre

145
10 de mayo de 1954

ernesto CHE guevara


Vieja:
[...]
Además de mirar el porvenir con gusto a asado, mi resi-
dencia va para adelante aunque con toda la pachorra pro-
pia de estas tierras, y supongo que dentro de un mes podré
ir al cine sin estar acoplado a ningún bondadoso vecino.
Tengo prometido algo que ya creo le conté al viejo, y tam-
bién le conté mis proyectos muy a la ligera. El 15 be resuelto
dejar esta pensión y tirarme a campo Ubre con una bolsa de
dormir que heredé de un compatriota que pasó por estos
lugares. De esta manera podré conocer todos los lugares
que quiera, salvo el Petén adonde no se puede ir así porque
es la estación de las lluvias, y podré escalarme algún vol-
cán, ya que hace mucho tiempo que tengo ganas de verle las
amígdalas a la madre tierra (qué figura bonita). Esta es la
tierra de los volcanes, y los hay para todos los gustos, mis
gustos son sencillos, ni muy elevados ni muy activos. En
Guatemala podría hacerme muy rico, pero con el rastrero
procedimiento de revahdar el título, poner una clínica y
dedicarme a la alergia (aquí está lleno de colegas del fuelle).
Hacer eso sería la más horrible traición a los dos yos que se
me pelean dentro, el socialudo y el viajero. [...]
Abrazos cáhdos y mojados porque aquí llueve todo el
día (mientras queda mate, muy romántico).
Carta a la madre

20 de junio de 1954

Querida vieja:
Esta carta te llegará un poco después de tu cumpleaños,
que tal vez pases un poco intranquila con respecto a mí. Te
diré que si por el momento no hay nada que temer, no se
puede decir lo mismo del futuro, aunque personalmente yo
tengo la sensación de ser inviolable (inviolable no es la pa-
labra pero tal vez el subconsciente me jugó una mala pasa-
da). La situación someramente pintada es así: hace irnos 5 ó
6 días voló por primera vez sobre Guatemala un avión pira-
ta proveniente de Honduras, pero sin hacer nada.
Al día siguiente y en los días sucesivos bombardearon
diversas instalaciones müitares del territorio y hace dos
días un avión ametralló los barrios bajos de la ciudad ma-
tando una chica de dos años. El incidente ha servido para
aunar a todos los guatemaltecos debajo de su gobierno y a
todos los que, como yo, vinieron atraídos por Guatemala.
Simultáneamente con esto, tropas mercenarias, acaudilla-
das por un ex coronel del ejército, destituido por traición
hace tiempo, saberon de Tegucigalpa, la capital de Hondu-
ras, de donde fueron transportadas basta la frontera y ya se
han internado bastante en territorio guatemalteco. El go-
bierno, procediendo con gran cautela para evitar que Esta-
dos Unidos declarara agresora a Guatemala, se ba Umitado
a protestar ante Tegucigalpa y enviar el total de los antece-
dentes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
dejando entrar las fuerzas atacantes lo suficiente para que
no hubiera lugar a los pretendidos incidentes fronterizos.
El coronel Arbenz es un tipo de agallas, sin lugar a dudas,
y está dispuesto a morir en su puesto si es necesario. Su
discurso último no hizo más que reafirmar esto que todos
sabíamos y traer tranquilidad. El peligro no está en el total
de las tropas que han entrado actualmente al territorio pues
esto es ínfimo, ni en los aviones que no hacen más que bom-
bardear casas de civiles y ametrallar algunos: el peligro
está en cómo manejen los gringos (aquí los yanquis) a sus
nenitos de las Naciones Unidas, ya que una declaración,
aunque no sea más que vaga, ayudaría mucho a los
atacantes. Los yanquis han dejado definitivamente la care-
ta de buenos que les había puesto Roosevelt y están hacien-
do tropelías y media por estos lados. Si las cosas llegan al
extremo de tener que pelear contra aviones y tropas moder- 147

ernesto CHE guevara


nas que mande la frutera o los EE.UU., se peleará. El espíri-
tu del pueblo es muy bueno y los ataques tan desvergonza-
dos sumados a las mentiras de la prensa internacional han
aunado a todos los indiferentes con el gobierno, y hay un
verdadero clima de pelea. Yo ya estoy apuntado para hacer
servicio de socorro médico de urgencia y me apunté en las
brigadas juveniles para recibir instrucción militar e ir a lo
que sea. No creo que llegue el agua al río, pero eso se verá
después de la reunión del Consejo de Seguridad que creo se
hará mañana. De todos modos al llegar esta carta ya sabrán
a qué atenerse en este punto.
Por lo demás no hay mayores novedades. Como estos
días la embajada Argentina no funcionó, no he tenido noti-
cias frescas después de una carta de Beatriz y otra tuya la
semana pasada.
El puesto en Sanidad dicen que me lo van a dar de un
momento a otro, pero también estuvieron las oficinas muy
ocupadas con todos los Eos de modo que me pareció un
poco imprudente ir a jeringar con el puestito cuando están
con cosas mucho más importantes.
Bueno, vieja, que lo hayas cumplido lo más feliz posible
después de este accidentado año, en cuanto pueda mando
noticias.

Chau
Carta a la madre

4 de julio de 1954

Vieja:
Todo ha pasado como un sueño lindo que uno no se
empeña luego en seguir despierto. La realidad está tocando
muchas puertas y ya comienzan a sonar las descargas que
premian la adhesión más encendida al antiguo régimen.
La traición sigue siendo patrimonio del ejército, y una vez
más se prueba el aforismo que indica la liquidación del
ejército como el verdadero principio de la democracia (si el
aforismo no existe, lo creo yo) [...].
La verdad cruda es que Arbenz no supo estar a la altura
de las circunstancias.
Así se produjo todo:
Después de iniciar la agresión desde Honduras y sin pre-
via declaración de guerra ni nada por el estilo (todavía pro-
testando por supuestas violaciones de fronteras) los aviones
vinieron a bombardear la ciudad. Estábamos completamen-
te indefensos, ya que no había aviones, ni artillería antiaérea,
ni refugios. Hubo algunos muertos, pocos. El pánico, sin
embargo, entró en el pueblo y sobre todo en "el valiente y leal
ejército de Guatemala" una misión militar norteamericana
entrevistó al presidente y le amenazó con bombardear en
forma a Guatemala y reducirla a ruinas, y la declaración de
guerra de Honduras y Nicaragua que Estados Unidos baria
suya por existir pactos de ayuda mutua. Los militares se
cagaron hasta las patas y pusieron un ultimátum a Arbenz.
Este no pensó en que la ciudad estaba llena de reacciona-
rios y que las casas que se perdieron serían las de ellos y no
del pueblo, que no tiene nada y que era el que defendía al
gobierno. No pensó que un pueblo en armas es un poder
invencible a pesar del ejemplo de Corea e Indochina. Pudo
haber dado armas al pueblo y no quiso, y el resultado es éste.
Yo ya tenía mi puestito pero lo perdí inmediatamente, de
modo que estoy como al principio, pero sin deudas, porque
decidí cancelarlas por razones de fuerza mayor. Vivo có-
modamente en razón de algún buen amigo que devolvió
favores y no necesito nada. De mi vida futura nada sé, salvo
que es probable que vaya a México. Con un poco de ver-
güenza te comunico que me divertí como mono durante
estos días. Esa sensación mágica de invulnerabilidad que
149
te decía en otra carta me hacía relamer de gusto cuando veía

ernesto CHE guevara


la gente correr como loca apenas venían los aviones o, en la
noche, cuando en los apagones se llenaba la ciudad de ba-
lazos. De paso te diré que los bombarderos livianos tienen
su imponencia. Vi a uno largarse sobre un blanco relativa-
mente cercano a donde yo estaba y se veía el aparato que se
agrandaba por momentos mientras de las alas le salían con
intermitencias lengüitas de fuego y sonaba el ruido de su
metralla y de las ametralladoras livianas con que le tiraban.
De pronto quedaba un momento suspendido en el aire, ho-
rizontal, y enseguida daba un pique velocísimo y se sentía
el retumbar de la tierra por la bomba. Ahora pasó todo eso y
sólo se oyen los cohetes de los reaccionarios que salen de la
tierra como hormigas a festejar el triunfo y tratar de linchar
comunistas como llaman ellos a todos los del gobierno an-
terior. Las embajadas están llenas hasta el tope, y la nuestra
junto con la de México son las peores. Se hace mucho de-
porte con todo esto pero es evidente que a los pocos gordos
se la iban a dar con queso.
Si querés tener una idea de la orientación de este gobier-
no, te daré un par de datos: uno de los primeros pueblos que
tomaron los invasores fue una propiedad de la frutera don-
de los empleados estaban en huelga. Al llegar declararon
inmediatamente acabada la huelga, llevaron a los líderes al
cementerio y los mataron arrojándoles granadas en el pe-
cho. Una noche salió de la catedral una luz de bengala
cuando la ciudad estaba a oscuras y el avión volando. La
primera acción de gracias la dio el obispo; la segunda, Foster
Dulles, que es abogado de la frutera. Hoy, 4 de julio, hay
una solemne misa con todo el aparato escénico, y todos los
diarios felicitan al gobierno de Estados Unidos por su fecha
en términos estrambóticos.
Vieja, veré cómo te mando estas cartas, porque si las man-
do por correo me cortan los nervios (el presidente dijo -creer
es cuestión tuya- que éste era un país con los nervios bien
puestos). Un gran abrazo para todos.

150
N

0)

>

nj

u
4J

O
Carta a su tía Beatriz

151
Julio 22 de 1954

ernesto CHE guevara


Querida Beatriz:
[•••]

Aquí todo estuvo muy divertido con tiros, bombardeos,


discursos y otros matices que cortaron la monotonía en que
vivía [...]
Yo partiré dentro de algunos días, no sé cuántos, para
México, donde pienso hacerme una fortuna vendiendo
ballenitas para el cuello [...]
De todas maneras estaré atento para ir a la próxima que
se arme, ya que armarse se arma seguro, porque los yanquis
no se pueden pasar sin defender la democracia en algún
lado [...]
Fuertes abrazos del sobrino aventurero.
Carta a la madre

7 de agosto de 1954

1
Querida vieja:1
Esta carta
y la siguiente [-3
aparecen De mi vida en Guatemala ya nada hay que contar pues
en el original su ritmo es el de cualquier colonia dictatorial de los yan-
como una sola. quis. Aquí solucioné mis asuntos y me rajo a México [...].
Carta a los padres

153
Agosto de 1954

ernesto CHE guevara


Queridos viejos:
[-]
Yo me asilé en la embajada Argentina, donde me trata-
ron muy bien, pero no figuraba en la lista oficial de asilados,
ya toda la tormenta pasó y pienso seguir viaje a México en
pocos días, pero, hasta nuevo aviso, escriban aquí [...].
Encuentro que me mandaste demasiada ropa y gastaron
demasiado en mí, será medio "cursi", pero creo que no me
lo merezco (lo cierto es que tampoco hay indicios de que
cambie en poco tiempo); la ropa no toda me servirá pues mi
último lema es poco equipaje, piernas fuertes y estómago de
faquir también. A la cuadrilla de Guatemala me le dan un
cordial abrazo, y les recomiendo que traten lo mejor posible
a la muchachada que les caerá por allí.
Cuando todo esto se serene y las cosas tomen otro ritmo
les escribiré en forma más concisa. Para todos Uds., con
abrazos del primogénito, pedido de que disculpen los sus-
tos y se olviden de mí, que lo que viene siempre es caído del
cielo, en América nadie se muere de hambre y sospecho que
en Europa tampoco.
Chau, Ernesto.
Carta a su amiga
Tita Infante

Guatemala, agosto de 1954

Querida Tita:
No sé cuándo recibirá esta carta y tampoco si la recibirá,
ya que está condicionado todo al rumbo definitivo del porta-
dor. Por eso no le hago aquí ningún cuento de cómo sucedie-
ron las cosas, solamente era mi objeto presentarle al portador
[...], estudiante de medicina que eligió la Argentina como
patria mientras dure su exilio de Guatemala. El portador
perteneció a uno de los partidos burgueses que colaboró leal-
mente con Arbenz hasta su caída y se preocupó por la suerte
de los argentinos semiexiliados que andábamos por estas
tierras. Por todo ello me gustaría que ayudara con su consejo
y en lo que fuera menester al amigo [...], que estará con la
lógica desorientación de quien va por primera vez a las pam-
pas a correr la liebre.
De mí no le cuento nada porque es fácil que le escriba
antes de que esta presentación llegue a sus manos. Por las
dudas, le diré que continúo mi voluntario exilio con rumbo
a México, de donde trataré de dar el gran salto a Europa y,
si es posible, China.
Hasta que se materialice en algún lugar del mundo, reci-
ba siempre el cariñoso y epistolar abrazo de su amigo.

Ernesto
El dilema de Guatemala

por Ernesto Guevara de la Sema

ernesto CHE guevara


Quien haya recorrido estas tierras de América habrá escucha-
do las palabras desdeñosas que algunas personas lanzaban
sobre ciertos regímenes de clara inspiración democrática.
Arranca de la época de la República Española y su caída. De
ella dijeron que estaba constituida por un montón de va-
gos que sólo sabían bailar la jota, y que Franco puso orden
y desterró el comunismo de España. Después, el tiempo
pubó opiniones y uniformó criterios y la frase hecha con
que se lapidaba una fenecida democracia era más o me-
nos: "ahí no había bbertad, había libertinaje". Así se defi-
nía a los gobiernos que en Perú, Venezuela y Cuba habían
dado a América el sueño de una nueva era. El precio que
los grupos democráticos de esos países tuvieron que pa-
gar por el aprendizaje de las técnicas de la opresión ha
sido elevado. Cantidad de víctimas inocentes han sido
inmoladas para mantener un orden de cosas necesario a
los intereses de la burguesía feudal y de los capitales ex-
tranjeros, y los patriotas saben ahora que la victoria será
conquistada a sangre y fuego y que no puede haber perdón
para los traidores; que el exterminio total de los grupos re-
accionarios es lo único que puede asegurar el imperio de la
justicia en América.
Cuando oí nuevamente la palabra //libertinaje// usada para
calificar a Guatemala sentí temor por esta pequeña república.
¿Es que la resurrección del sueño de los latinoamericanos,
encamado en este país y en Bolivia, estará condenado a seguir
el camino de sus antecesores? Aquí se plantea el dilema.
Cuatro partidos revolucionarios forman la base en que
se apoya el gobierno, y todos ellos, salvo el P.G.T., están di-
vididos en dos o más fracciones antagónicas que disputan
entre sí con más saña que con los tradicionales enemigos
feudales, olvidando en rencillas domésticas el norte de los
guatemaltecos. Mientras tanto la reacción tiende sus redes.
El Departamento de Estado de los EE.UU. o la United Fruit
Company, que nunca se puede saber quién es uno y otro en el
país del norte -en franca alianza con los terratenientes y la
burguesía timorata y chupacirios- hacen planes de toda ín-
dole para reducir a silencio al altivo adversario que surgió
como un grano en el seno del Caribe. Mientras Caracas espe-
156
ra las ponencias que den cauce a las intromisiones más o
N
menos descaradas, los generalitos desplazados y los cafeta-
0) leros temerosos buscan alianza con los siniestros dictadores
vecinos.
>
Mientras la prensa de los países aledaños, totalmente
amordazada, sólo puede tañir loas al "líder" en la única
nota permitida, aquí los periódicos titulados "independien-
u tes" desencadenan una burda tempestad de patrañas sobre
el gobierno y sus defensores, creando el clima buscado. Y la
4J
democracia lo permite.
O La "cabecera de playa comunista", dando un magnífico
ejemplo de libertad e ingenuidad, permite que se socaven
sus cimientos nacionalistas; permite que se destroce otro
sueño de América.
Miren un poco hada el pasado inmediato, compañeros,
observen a los líderes prófugos, muertos o prisioneros del
APRA del Perú; de Acdón Democrática de Venezuela; a la
magnífica muchachada cubana asesinada por Batista. Asó-
mense a los veinte oriñdos que ostenta el cuerpo del poeta
soldado, Ruiz Pineda; a las nñasmas de las cárceles venezola-
na. Miren, sin miedo pero con cautela, el pasado ejemplarizante
y contesten, ¿es ése el porvenir de Guatemala?
¿Para eso se ha luchado y se lucha? La responsabilidad
histórica de los hombres que realizan las esperanzas de
Latinoamérica es grande. Es hora de que se supriman ios
eufemismos. Es hora de que el garrote conteste al garrote, y si
hay que morir, que sea como Sandino y no como Azaña. Pero
que los fusiles alevosos no sean empuñados por manos
guatemaltecas. Si quieren matar la libertad que lo hagan ellos,
los que la esconden. Es necesario no tener blandura, no per-
donar traiciones. No sea que la sangre de un traidor que no
se derrame cueste la de miles de bravos defensores del pue-
blo. La vieja disyuntiva de Hamlet suena en mis labios a
través de un poeta de América - Guatemala: "¿Eres o no
eres, o quién eres?" Los grupos que apoyan al gobierno
tienen la palabra.

[fines de 1954]
Carta a la madre

Vieja, la mi vieja
(te confundí con la fecha)

[...]
Hasta Beatriz ha resuelto aplicar sus represabas y ya no
llegan más los telegramas esos que mandaba.
Contarles de mi vida es repetirme, pues no hago nada
nuevo. La fotografía sigue dando para vivir y no hay espe-
ranzas demasiado sólidas de que deje eso en poco tiempo, a
pesar de que trabajo todas las mañanas en investigación en
dos hospitales de aquí. Yo creo que lo mejor que me podría
pasar sería consiguiera una changuita de médico rural de
contrabando muy cerca de la capital, lo que me permitiría
dedicar con más holgura mi tiempo a la medicina durante
algunos meses. Eso lo hago porque me di perfecta cuenta de
todo lo que aprendí de alergia con Pisará, recién ahora que
me cotejo con gente que ha estudiado en Estados Unidos y
no se chupa el dedo en cuanto al saber ortodoxo, y creo que
el método de Pisará está muchas leguas por encima de todo
esto y quiero ponerme práctico en todas las tretas de sus
sistemas para caer parado en donde sea [...].
[...] estoy con un laburo de ordago pues tengo todas las
mañanas ocupadas en el hospital, y por las tardes y el do-
mingo me dedico a la fotografía, y por las noches a estudiar
un poco. Creo que te conté que estoy en un buen departa-
mento y me hago la comida y todo yo, además de bañarme
todos los días gracias al agua caliente a discreción que hay.
Como ves, estoy transformado en ese aspecto, en lo demás
sigo igual porque la ropa la lavo poco y mal y no me alcan-
za todavía para pagar lavandera.
La beca es un sueño que abandoné ya y me parece que en
este país tan amplio no hay que pedir, se hace y listo el
pollo. Vos sabés que siempre he sido partidario de las decisio-
nes drásticas y aquí pagan macanudo, pues todo el mundo es
baca pero no se oponen a que otros hagan, de modo que tengo
1
3
Pereza
el campo libre, aquí o en la campiña donde tal vez vaya. Natu-
(argentinismo).
ralmente que esto no me hace perder de vista mi norte que es
Europa, y a donde pienso ir sea como sea. A EE.UU. no le he
perdido ni medio gramo de bronca, pero quiero conocer bien
Nueva York por lo menos. No tengo el menor miedo al resulta-
do y sé que saldré exactamente tan antiyanqui como entre (si
es que entro).
159
Me alegra que se despierte algo la gente, aunque no sé
siguiendo qué directivas lo hacen, de todas maneras la ver-
dad es que Argentina está de lo más insulsa, a pesar de que >
en términos generales el panorama que se ve desdé aquí di
0
afuera parece indicar que progresan a pasos notables y que
se va a poder defender perfectamente de la crisis que están w
por desatar los yanquis con el dooping de sus excedentes 5
alimenticios [...]. O
Los comunistas no tienen el sentido que vos tenés de la
0)
amistad, pero entre ellos lo tienen igual o mejor que el que c
vos tenés. Lo vi bien claro a eso, y en la hecatombe que fue
u
<D
Guatemala después de la caída, donde cada uno atendía
sólo el sálvese quien pueda, los comunistas mantuvieron
intacta su fe y su compañerismo y es el único grupo que
siguió trabajando allí.
Creo que son dignos de respeto y que tarde o temprano
entraré en el Partido, lo que me impide hacerlo más que
todo, por ahora, es que tengo unas ganas bárbaras de viajar
por Europa y no podría hacer eso sometido a una discipli-
na rígida.

Vieja, hasta París.


Carta a la madre

160
N Vieja, la mi vieja:

0)
Es cierto, estoy bastante haragán para escribir pero el
> culpable fue, como siempre, Don Dinero. Al parecer, el fin
del desdichado año económico 54, que me trató como tu
cara, coincide con el fin de mis hambres crónicas; tengo un
puesto de redactor en la Agencia Latina donde gano 700
u pesos mexicanos, es decir un equivalente a 700 de alh, lo
4J
que me da la base económica para subsistir, teniendo, ade-
más, la ventaja de que sólo me ocupa tres horas tres veces
O por semana. Esto me permite dedicar las mañanas íntegras
al hospital donde estoy haciendo roncha con el método de
Pisará. [...].
Sigo en la fotografía pero dedicándome a cosas más im-
portantes como "estudios" y algunas cositas raras que sa-
len por estos lados. El sobresueldo es poco, pero espero
redondear los mil este dichoso mes de diciembre, y si la
suerte me ayuda pondremos una pequeña fotografía al fi-
nal del año que viene (principio quise decir). Contra lo que
pudieras creer, no soy más malo que la mayoría de los fotó-
grafos y sí el mejor del grupo de compañeros, eso sí, en este
grupo no se necesita ser tuerto para la corona.
Mis planes inmediatos contemplan unos seis meses de
permanencia en México que me interesa y me gusta mucho,
y en ese tiempo pedir como de pasada la visa para conocer
bien a los "hijos de la gran potencia", como los llama Arévalo.
Si se da, allí estaré, y si no, veré qué se hace en fírme. Siem-
1
Se refiere pre sin despreciar la ida directa detrás de la cortisona1 para
a la Unión Soviética. ver qué pasa también. Como ves, nada nuevo sobre lo ante-
Ernesto Guevara
rior.
juega con "detrás
de la Cortina En el terreno científico estoy con mucho entusiasmo y lo
de Hierro". aprovecho porque esto no dura. Estoy haciendo dos traba-
jos de investigación y tal vez inicie un tercero, todos sobre
alergia y, aunque muy lentamente, sigo juntando material
para un librito que verá la luz -si la ve- dentro de varios
años y que lleva el pretencioso título de "La función del
médico en Latinoamérica". Con algo de autoridad puedo
hablar sobre el tema ya que, si no conozco mucho de medi-
cina, a Latinoamérica la tengo bien junada.1 Por supuesto,
__ -- ^ ^ ^ ^ I—) L o f L LL'Hsi'LAr t

fuera del plan general de trabajo y de unos tres o cuatro


capítulos no hay nada más, pero el tiempo me sobra.
Con respecto a las diferencias de pensar que según vos
161
se acentúan te aseguro que será por poco tiempo. A aque-

ernesto CHE guevara


llo que tanto le temés se llega por dos caminos: el positivo,
de un convencimiento directo, o el negativo a través de un
desengaño de todo. Yo llegué por el segundo camino, pero
para convencerme inmediatamente de que hay que seguir
por el primero. La forma en que los gringos tratan a Améri-
ca (acordáte que gringos son yanquis) me iba provocando
una indignación creciente, pero al mismo tiempo estudiaba
la teoría del porqué de su acción y la encontraba científica.
Después vino Guatemala y todo eso difícil de contar, de
ver cómo todo el objeto del entusiasmo de uno se diluía
por la voluntad de esos señores y cómo se fraguaba ya el
nuevo cuento de la culpabilidad y criminalidad rojas, y
cómo los mismos guatemaltecos traidores se prestaban a
propagar todo eso para mendigar algo en el nuevo orden
de cosas. En qué momento dejé el razonamiento para tener
algo así como la fe, no te puedo decir, ni siquiera con
aproximación, porque el camino fue bastante larguito y
con muchos retrocesos [...]
Carta a la madre

Septiembre 24 de 1955

Querida vieja:
Esta vez mis temores se han cumplido, al parecer, y cayó
tu odiado enemigo de tantos años; por aquí la reacción no
se hizo esperar: todos los diarios del país y los despachos
extranjeros anunciaban llenos de júbilo la caída del tene-
broso dictador; los norteamericanos suspiraban aliviados
por la suerte de 425 millones de dólares que ahora podrían
sacar de la Argentina; el obispo de México se mostraba sa-
tisfecho de la caída de Perón, y toda la gente católica y de
derecha que yo conocí en este país se mostraba también
contenta, mis amigos y yo, no; todos seguimos con natural
angustia la suerte del gobierno peronista y las amenazas de
la flota de cañonear Buenos Aires. Perón cayó como cae la
gente de su estirpe, sin la dignidad postuma de Vargas, ni
la denuncia enérgica de Arbenz que nombró con pelos y
señales a los culpables de la agresión.
Aquí, la gente progresista ha definido el proceso argenti-
no como "otro triunfo del dólar, la espada y la cruz".
Yo sé que hoy estarás muy contenta, que respirarás aire
de libertad [...]
Hace poco te señalaba en otra carta que los militares no
entregan el poder a los civiles si éstos no le garantizan el domi-
nio de casta; hoy por hoy, sólo lo entregarán a un gobierno que
surja del partido demócrata, o sea, de alguno de los recién
fundados partidos sodal-cristianos, donde me ñnagino que
estará militando..., futuro diputado a la honorable Cámara de
Diputados donde tal vez se siente, con el correr del tiempo...,
líder del partido argentinista, a fundarse.
Vos podrás hablar en todos lados lo que te dé la gana con
la absoluta impunidad que te garantizará el ser miembro de
la clase en el poder, aunque espero por vos que seas la oveja
negra del rebaño. Te condeso con toda sinceridad que la
caída de Perón me amargó profundamente, no por él, por lo
que significa para toda América, pues mal que te pese y a
pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos,
Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el
enemigo está en el norte. Para mí, que viví las amargas ho-
ras de Guatemala, aquello fue un calco a distancia, y cuan-
do vi que junto a las noticias leales (es raro llamarlas así) se
163

ernesto CHE guevara


escuchaba la voz de Córdoba, que teóricamente estaba ocu-
pada, empecé a ver mal la situación, después todo sucedió
exactamente igual: el presidente renunciaba, una junta em-
pezaba a negociar pero desde la posición de resistencia;
luego eso se acababa, subía un militar con su marinerito al
lado, único dato agregado con respecto a Guatemala, y en-
tonces el cardenal Copello hablaba al pueblo lleno de orgu-
llo y calculando cómo iría su negocio bajo la nueva junta;
los diarios del mundo entero -de este lado del mundo- lan-
zaron sus aulhdos archiconocidos, la junta se negaba a
darle pasaporte a Perón, pero anunciaba hbertad para todo
el mundo. Gente como vos creerá ver la aurora de un nuevo
día; te aseguro que Frondizi ya no la ve, porque en el su-
puesto caso de que suban los radicales no será él quien lo
baga, sino Yadarola, Santander o algún otro que sirva a los
intereses yanquis y del clero, amén de los militares. Tal vez
en el primer momento no verás la violencia porque se ejerce-
rá en un círculo alejado del tuyo [...].
El Partido Comunista, con el tiempo, será puesto fuera
de circulación, y tal vez llegue un día en que basta papá
sienta que se equivocó. Quién sabe qué será mientras tanto
de tu hijo andariego. Tal vez baya resuelto sentar sus reales
en la tierra natal (única posible) o iniciar una jornada de
verdadera lucha [...].
Tal vez alguna bala de esas tan profusas en el Caribe
acaben con mi existencia (no es una balandronada, pero
tampoco una posibúidad concreta, es que las balas cami-
nan mucho en estos lares), tal vez, simplemente siga de
vagabundo el tiempo necesario para acabar una prepara-
ción sólida y darme los gustos que me adjudiqué dentro del
programa de mi vida, antes de dedicarla seriamente a per-
seguir mi ideal. Las cosas caminan con una rapidez tre-
menda y nadie puede predecir dónde ni por qué causa esta-
rá al año siguiente.
No sé si han recibido la noticia protocolar de mi casa-
miento y la llegada del heredero, por carta de Beatriz parece
que no. Si no es así, te comunico la nueva oficialmente, para
que la repartas entre la gente; me casé con Hilda Gadea y
tendremos un hijo dentro de un tiempo. Recibí los diarios
de Beatriz, me interesan mucho, quisiera una correspon-
dencia de los de estos días y, sobre todo, semanalmente
]
Nuestra Palabra.1

Órgano oficial
periodístico
Partido Comunista Chau
Argentino,

Un beso a toda la familia, Hilda los saluda.


Carta a la madre

165
1
México, julio 15 de 1956 1
Una copia
del original nj
[Vieja: se encuentra
>
<D

en el Archivo 3
He recibido tu carta, pasabas por el tamiz de una morri- CT
Personal,
ña más o menos grande por lo que se ve. Tiene muchos W
y al cotejarla
aciertos y muchas cosas que no te conocía.] X
se hicieron algunas U
No soy Cristo y filántropo, vieja, soy todo lo contrario de correcciones
O
un Cristo, y la filantropía me parece cosa de... [ ]2, por las y ampliaciones 4J
V)
señaladas
cosas que creo, lucho con todas las armas a mi alcance y (D
entre corchetes, c
trato de dejar tendido al otro, en vez de dejarme clavar en u
2 <D
una cruz o en cualquier otro lugar. Con respecto a la huelga Palabra ilegible.

de hambre estás totalmente equivocada: dos veces la co-


menzamos, a la primera soltaron a 21 de los 24 detenidos, a
la segunda anunciaron que soltarían a Fidel Castro, el jefe
del Movimiento, eso sería mañana, de producirse como lo
anunciaron quedaríamos en la cárcel sólo dos personas.
No quiero que creas, como insinúa Hilda, que los dos que
quedamos somos los sacrificados, somos simplemente los
que tienen los papeles en [malas] condiciones y por eso no
podemos valemos de los recursos que usaron nuestros com-
pañeros. Mis proyectos son los de salir al país más cercano
que me dé asilo, cosa difícil dada la fama interamericana
que me han colgado, y allí estar listo para cuando mis servi-
cios sean necesarios. Vuelvo a decirles que es fácil que no
pueda escribir en un tiempo más o menos largo.
Lo que [verdaderamente] me aterra es tu falta de com-
prensión de todo esto y tus consejos sobre la moderación, el
egoísmo, etc., es decir las cualidades más execrables que
pueda tener un individuo. No sólo no soy moderado sino
que trataré de no serlo ramea y cuando reconozca en mí que
la llama sagrada ha dejado lugar a una tímida lucecita
votiva, lo menos que pudiera hacer es ponerme a vomitar
sobre mi propia mierda. En cuanto a tu llamado al modera-
do egoísmo, es decir, al individualismo ramplón y miedoso,
a las virtudes de X.X., debo decirte que hice mucho por h-
quidarlo, no precisamente a ese tipo desconocido, mengua-
do, sino al otro, bohemio, despreocupado del vecino y con
el sentimiento de autosuficiencia por la conciencia equivo-
cada o no de mi propia fortaleza. En estos días de cárcel y en
los anteriores de entrenamiento, me identifiqué totalmente
con los compañeros de causa, me acuerdo de una frase que
166
N
un día me pareció imbécil o por lo menos extraña, referente a
la identificación tan total entre todos los miembros de un
<D
cuerpo combatiente, que el concepto yo había desaparecido
totalmente para dar lugar al concepto nosotros. Era una mo-
>
ral comunista y naturalmente puede parecer una exagera-
ción doctrinaria, pero realmente era (y es) lindo poder sentir
<TJ
esa remoción de nosotros.
U (Las manchas no son lágrimas de sangre, sino jugo de
4J
tomate.)

Un profundo error tuyo es creer que de la moderación o el


O
"moderado egoísmo" es de donde salen inventos mayúsculos
u obras maestras de arte. Para toda obra grande se necesita
pasión y para la Revolución se necesita pasión y audacia
en grandes dosis, cosas que tenemos como conjunto huma-
no. Otra cosa rara que te noto es la repetida cita de Tata
Dios, espero que no vuelvas a tu redil juvenil. También pre-
vengo que la serie de S.O.S que lanzaron no sirve para nada:
Petit se cagó, Lezica escurrió el bulto y le dio a Hilda (que
fue contra mis órdenes) un sermón sobre las obfigaciones
del asilado político. Raúl Lynch se portó bien, desde lejos, y
Padilla Ñervo dijo que eran ministerios distintos. Todos
podían ayudar pero a condición de que abjurara de mis
ideales, no creo de vos que prefieras un hijo vivo y Barrabás
a un hijo muerto en cualquier lugar cumpfiendo con lo que
él considere su deber. Las [tentativas] de ayuda no hacen
más que poner en aprieto a ellos y a mí.
[Pero tenés aciertos (por lo menos para nú manera de ver
las cosas) y el mayor de ellos es el asunto del cohete mter-
planetario; palabra que me gustaría.] Además es cierto que
después de [desfacer] entuertos en Cuba me iré a otro lado
cualquiera y es cierto también que encerrado en el cuadro
de una oficina burocrática o en una clínica de enfermeda-
des alérgicas estaría jodido. Con todo, me parece que ese
dolor, dolor de madre que entra en la vejez y que quiere a su
hijo vivo, es lo respetable, lo que tengo obligación de aten-
der y lo que además tengo ganas de atender y me gustaría
verte no sólo para consolarte, sino para consolarme de mis
esporádicas e inconfesables añoranzas.

Vieja, te besa y te promete su presencia si no hay nove-


dad. Tu hijo,
167
el Che

ernesto CHE guevara


Carta a la madre

México 15

Querida vieja:
Todavía en tierras mexicanas contesto tus cartas ante-
riores. Pocas novedades puedo darte de mi vida, pues por
ahora sólo hago un poco de gimnasia, leo una barbaridad,
particularmente de lo que ya te imaginás, y veo a Hilda
algunos fines de semana.
He renunciado a que mi caso se solucione por vías lega-
les, de modo que mi permanencia en México será transito-
ria, de todas maneras Hilda se va con la chiquita a pasar el
fin de año con la familia. Allá estará un mes y después se
verá lo que hace. Mi ambición a largo plazo es conocer Eu-
ropa, y si es posible vivir allí, pero es cada vez más difícil
que suceda esto último. Cuando a uno lo toma la enferme-
dad que yo tengo parece que se va exacerbando y no lo
suelta sino en la tumba.
Tenía preparado un proyecto de vida con diez años de
vagabundeo, años posteriores de estudio de medicina, y
después, si quedaba tiempo, internarme en la gran aventu-
ra de la física.
Todo aquello es pasado; lo único que está claro es que
los diez años de vagabundeo tienen visos de ser más (salvo
que circunstancias imprevistas supriman todo vagabun-
deo), pero ya será de un tipo totalmente diferente al que
soñé y cuando llegue a un nuevo país no será para recorrer
tierras, ver museos y rumas, sino además (porque aquello
siempre me mteresa) para unirme a la lucha del pueblo.
He leído la última información que llega de la Argentina
sobre la negativa de dar personería jurídica a tres nuevos
partidos y al despojo de la que tenía el PC. No por esperada
esta medida es menos sintomática de todo lo que está ocu-
rriendo en la Argentina de un tiempo a esta parte. Todos
sus actos tienen una tendencia tan clara -favorecer a una
casta y a una clase- que no puede haber equivocación o
confusión. Esa clase es la de los terratenientes criollos alia-
dos con los inversores extranjeros, como siempre.
Si te digo estas cosas más o menos duras es por el "por-
que te quiero te aporreo". Ahora va un abrazo, uno de los
últimos desde tierras mexicanas y en tren de hacer admoni-
ciones, una final: la madre de los Maceo se lamentaba de no
169
tener más hijos para ofrecer a Cuba. Yo no te pido tanto,

ernesto CHE guevara


simplemente que mi precio o el precio de verme no sea algo
que esté contra tus convicciones o que te haga arrepentir
algún día.

Chau
Carta a la madre

170
N
1
Querida vieja:1
Probablemente
agosto o septiembre
Te escribo desde un punto cualquiera de México, donde
<D
de 1956, después estoy esperando que se solucionen las cosas. El aire de li-
de su liberación. bertad es, en realidad, el aire del clandestinaje, pero no im-
Al cotejar porta, da un matiz de película de misterio muy interesante.
con el original
se incorpora
Mi salud es muy buena y mi optimismo mejor. Con res-
un párrafo pecto a tus apreciaciones sobre los libertadores veo que poco
que no aparece a poco, casi sin querer, vas perdiendo confianza en ellos.
en la versión [Lo del pero fírme y la confianza es de las cosas más trági-
publicada en Aquí
cas que has escrito, pero no te preocupes que no se lo mostra-
o va un soldado...
ré a nadie. Nada más fíjate lo que dicen los diarios de Egipto,
por ejemplo y la "pérdida de confianza de occidente". Es
lógico, ellos tienen mucha más confianza en un feudo de su
pertenencia que en un país aunque no sea con proyectos de
independencia.] El petróleo tampoco será argentino. Las ba-
ses que tanto temían que Perón entregara, las entregaron és-
tos; o por lo menos harán una concesión similar. La libertad
de expresión ya es un mito, solo que cambió de mito, antes
era el peronista, ahora es el libertador, los diarios que jodan a
la calle [Parece decir así]. Antes de las elecciones generales
habrán ilegalizado al partido comunista y tratarán por todos
los medios de neutralizar a Frondizi, que es lo mejor a que
pueda aspirar la Argentina. En fin, vieja, el panorama que
veo desde aquí es desolador para el pobre movimiento argen-
tino, es decir para la mayoría de la población.
Bueno, tengo poco tiempo para escribir y no tengo ganas
de gastarlo en esos temas. Aunque, en realidad, de mi vida
propia tengo poco que contar ya que me la paso haciendo
ejercicio y leyendo. Creo que después de éstas saldré hecho
un tanque en cuestiones económicas aunque me haya olvi-
dado de tomar el pulso y auscultar (esto nunca lo hice bien).
Mi camino parece diferir paulatina y firmemente de la me-
dicina clínica, pero nunca se aleja tanto como para no echar-
me mis nostalgias de hospital. Aquello que les contaba del
profesorado en fisiología era mentira pero no mucho. Era
mentira porque yo nunca pensaba aceptarlo, pero existía la
proposición y muchas probabilidades de que me lo dieran,
pues estaba mi citación y todo. De todas maneras, ahora sí
pertenece al pasado. San Carlos ha hecho una aplicada
adquisición.
Del futuro no puedo hablar nada. Escribí seguido y
contáme cosas de la familia que son muy refrescantes en 171

ernesto CHE guevara


estas latitudes.

Vieja, un gran beso de


tu hijo clandestino
Carta a la madre

172
N [Aproximadamente octubre de 1956]

0)
Querida mamá:
> Tu pinchurriente hijo, hijo de mala madre por añadidu-
1
ra, no está semi-nada; está como estaba Paul Muni1 cuando
Se refería
decía lo que decía con una voz patética y se iba alejando en
a la película
Soy un fugitivo,
medio de sombras que aumentaban y música ad-hoc. Mi
^ interpretado profesión actual es la de saltarín, hoy aquí, mañana allí,
por Paul Muni. etc., y a los parientes... no los fui a ver por esa causa (ade-
más, te confesaré que me parece que tendría mas afinidad
O de gustos con una ballena que con un matrimonio burgués
dignos empleados de beneméritas instituciones a las que
haría desaparecer de la faz de la tierra, si me fuera dado
hacerlo. No quiero que creas que es aversión directa, es más
bien recelo; ya Lezica demostró que hablamos idiomas dife-
rentes y que no tenemos puntos de contacto). Toda la expli-
cación tan larga del paréntesis te la di porque después de
escrita me pareció que vos te imaginarías que estoy en tren
2
de morfa-burgués2 y por pereza de empezar de nuevo y sa-
Comer burgueses.
car el párrafo me metí en una explicación kilométrica y que
se me antoja poco convincente. Punto y aparte. Hilda irá
dentro de un mes a visitar a su familia, en Perú, aprove-
chando que ya no es delincuente política sino una repre-
sentante algo descarriada del muy digno y anticomunista
partido aprista. Yo, en tren de cambiar el ordenamiento de
mis estudios: antes me dedicaba mal que bien a la medicina
y el tiempo libre lo dedicaba al estudio en forma informal de
San Carlos. La nueva etapa de mi vida exige también el
cambio de ordenación; ahora San Carlos es primordial, es
el eje, y será por los años que el esferoide me admita en su
capa más externa; la medicina es un juego más o menos
divertido e intrascendente, salvo en un pequeño aparte al
que pienso dedicarle más de un medular estudio, de ésos
que hacen temblar bajo su peso los sótanos de la hbrería.
Como recordarás, y si no lo recordás te lo recuerdo abora,
estaba empeñado en la redacción de un libro sobre la función
del médico, etc., del que sólo acabé un par de capítulos que
huelen a folletín tipo Cuerpos y almas, nada más que mal
escrito y demostrando a cada paso una cabal ignorancia del
fondo del tema; decidí estudiar. Además, tenía que llegar a
una serie de conclusiones que se daban de patadas con mi
trayectoria esencialmente aventurera; decidí cumplir prime-
ro las funciones principales, arremeter contra el orden de
cosas, con la adarga al brazo, todo fantasía, y después, si los 173
molinos no me rompieron el coco, escribir.

ernesto CHE guevara


A Ceba le debo la carta laudatoria que escribiré después
de ésta si me alcanza el tiempo. Los demás están en deuda
conmigo pues yo tengo la última palabra con todos, aun con
Beatriz. A eba dedle que los diarios llegan magníficamente y
me dan un panorama muy bueno de todas las bellezas que
está haciendo el gobierno. Los recorté cuidadosamente para
seguir el ejemplo de mi progenitor; ya que Hilda se encarga
de seguir el ejemplo de la progenitora. A todos un beso con
1
1
Yo guardaba
todos los aditamentos adecuados y una contestación, negati-
artículos periodísticos
va o afirmativa, pero contundente, sobre el guatemalteco. y mi esposa,
Abora no queda más que la parte final del discurso, refe- cada tanto,
rente al hombrín y que podría titularse: "¿Y abora qué?" hacía una limpieza
Ahora viene lo bravo, vieja; lo que nunca he rehuido y siem- y los tiraba.

pre me ba gustado. El cielo no se ba puesto negro, las conste-


laciones no se han dislocado ni ba habido inundaciones o
huracanes demasiado insolentes; los signos son buenos.
Auguran victoria. Pero si se equivocaran, que al fin hasta los
dioses se equivocan, creo que podré decir como un poeta que
no conocés: "Sólo llevaré bajo tierra la pesadumbre de un
canto inconcluso." Para evitar patetismos "pre morten", esta
carta saldrá cuando las papas quemen de verdad y entonces
sabrás que tu hijo, en un soleado país americano, se puteará
a sí mismo por no haber estudiado algo de cirugía para ayu-
dar a un herido y puteará al gobierno mexicano que no lo
dejó perfeccionar su ya respetable puntería para voltear mu-
ñecos con más soltura. Y la lucha será de espaldas a la pared,
como en los himnos, basta vencer o morir.
Te besa de nuevo, con todo el cariño de una despedida
que se resiste a ser total.

Tu hijo.
Carta a su amiga
Tita Infante

[Aproximadamente noviembre de 1956]

Querida Tita:
Hace tanto tiempo que no le escribo que ya be perdido
esa confianza de la comunicación habitual (estoy seguro
que usted no entenderá mucho de mi letra, le explicaré todo
poco a poco).
Primero, mi indita tiene ya 9 meses, está bastante rica,
tiene mucha vida, etc.
Segundo y principal: Hace tiempo, unos muchachos cu-
banos, revolucionarios, me invitaron a que ayudara al movi-
miento con mis //conocimientos,/ médicos y yo acepté porque
Ud. debe saber que es el tipo de laburo que me piace. Fui a un
rancho en las montañas a dirigir el entrenamiento físico,
vacunar las huestes, etc., pero me puse tan salado
(cubanería) que la policía arreó con todos, y como yo estaba
chueco (mexicanada) en mis papeles me comí 2 meses de
cárcel, amén de que me robaron la máquina de escribir, en-
tre otras naderías, lo que provoca esta manuscrita misiva.
Después cometió Gobernación el grave error de creer en mi
palabra de caballero y me pusieron en libertad para que
abandonara el país en 10 días. De esto hace 3 meses y toda-
vía estoy por aquí, aunque escondido y sin horizonte en
México. Sólo espero ver qué pasa con la Revolución; si sale
bien, voy para Cuba, si sale mal empezaré a buscar país
adonde sentar mis reales. Este año puede dar un vuelco en
mi vida, aunque ya di tantos que no me asombra ni me
conmueve mucho.
Por supuesto, todos los trabajos científicos se fueron al
1
Carlos Marx. cuerno y ahora soy sólo un asiduo lector de Carlitos1 y
2
Federico Engels, Federiquito2 y otros itos. Me olvidé contarle que al detener-
me me encontraron varios libritos de ruso, amén de una tarje-
ta del Instituto de Intercambio Mexicano-Ruso, donde estu-
diaba el idioma por problema de reflejos condicionados.
Tal vez le interese saber que mi vida matrimonial está
casi totalmente rota y se rompe deflnitivamente el mes que
viene, pues mi mujer se va a Perú a ver a su familia, de la que
está separada desde hace 8 años. Hay cierto dejo amarguito
en la ruptura, pues fue una leal compañera y su conducta
revolucionaria fue irreprochable durante mis vacaciones
forzadas, pero nuestra discordancia espiritual era muy gran-
175
de y yo vivo con ese espíritu anárquico que me hace soñar

ernesto CHE guevara


horizontes en cuanto tengo "la cruz de tus brazos y la tierra
de tu alma",1 como decía Pablito. ,1 „
Se refiere al poema
Me despido. No me escriba hasta la próxima que será de paWo Meruda
con más noticias, por lo menos con domicilio fijo. "Una canción
Reciba el siempre cariñoso abrazo de su amigo desesperada".

Ernesto
Notas
del periódico Excelsior

19 de los Extranjeros
Detenidos Salen Libres
Sólo Quedan Presos Ruz, Guevara
y Otros que sí Violaron la ley
Diecinueve de los extranjeros detenidos por la con-
jura para asesinar al general Fulgencio Batista. Pre-
sidente de Cuba, fueron puestos en libertad por la Se-
cretaría de Gobernación, ayer a las 20 botas, peí o^ su-
jetos a vigilancia especial mientras se decide Que se
hará en cada caso.
>F,| subsecretario del ramo, licenciado Fernando ilo-
mán Lugo, informó lo anterior, y señaló quo la libera-
ción condicionada so concedió después de que cada uno
de los conspiradores declaró nuevamente y se levanto
el acta respectiva.
Agregó que la Secretaría, en A LAS 17:30 EMPEZARON
este caso, ha ajustado lodos LAS DILIGENCIAS
sus actos a la Ley General de
Población, y que ha procedido Las diligencias para ponér
de acuerdo con las facultades en libertad a los detenidos se
de que está investida en ma- iniciaron desde las 17:30 ho-
teria migratoria. ras, en Ja Estación Migratoria
Gobernación ordené la li- de las calles de Miguel E.
bertad de los detenidos, pre- Sohulz 13(1, con la presencia
via comprobación de que aun de los funcionarios autorizados
estal>an dentro del plazo que por la Secretaría, y previa co-
les otorga la ley para perma- municación a los liberados, de
necer en el país, al que entra- que todos sus actos deberán
ron como turistas. ajustarse a la Lev, y que su
salida estaba condicionada a
Solamente quedaron deteni-
estricta vigilancia de sus ac-
dos el licenciado Fidel Castro
tos y las medidas que habrán
Mu/, Ernesto Guevara, Calix-
to Garcia y Santiago Hir/el, de (tunarse por considerarlas
por estar probado que viola- perlinentrs.' en su oportunidad
ron flagrante y ostensiblemen- y en cada caso.
t* -

te ia Ley General de Fobla- E" decir, que querían sujo-


i íón, pues aun cuando sola- fot a las leyes migratorias, in-
mente podían permanecer en dependientemente de la arción
México seis meses, llevaban ca- que deba r i creerse pos t prior-
si un año en el país, y en es- mente por las actividades que
fnc casos la .Secretaria proce- dieron motivo a s»» detención y
derá de acuerdo con sus fa- que comprenden otro aspecto
cí» Hades. en el terreno delictuoso.
Más Aprehensiones de Conjurados Cubanos
que se Dice Tenían Apoyo de Comunistas
MAS CONKrtRADORES
El Coronel Bayo Giroud Está Dispuesto a CUBANOS DETENIDOS
Aun cuando los altos fun-
Entregarse y a Responder de Todo el Plan cionarlos de la OPS *e nega
ron1 a '‘confirmar otldalmcu;
Importan!dejaUcs arrojaron ayer las Investiga- la aprehensión de m> a
riónos acorra de la ron jura para derrocar al Presidente conspiradores, en los circulo*
po Mct neos se Insinuó «noche
de Cviba, Fulgencio Batista, cuya muerte también fué
que hablan sido aprehendido*
planeada. nh-ps seis cubanos, entre ellos
lo. F<| movimiento revolucionario para el cual h(*rniniHv« y t-»ft
eran preparados aquí en forma secreta técnicos y ofi- Rivera Flores El primero, pro-
cia fea, fué patrocinado o inspirarlo por 01 ganjr^cionea pietario fiel Rancho de Santa
jtnsa. localizado en Ayapango,
comunista a. según la, PFS. Jurisdicción de Chalen. Nlm,.
2o.™- Seis conjurados más. cubanos, han sido dete- donde los cubanos sedicioso*
nidos por la Dirección Federa! de Seguridad, que se eran prepararlos militarmente
nevó a confirmar oficialmente el dato. para una futura irvolurítm
que deberla estallar dentro <>e
:t<>, K\ líder Fidel Alejan- »Guevara Vertía se halla en tn^s y medio. El segundo, es
dm üivei RAO. y su he»mané México desde Ideo, a raí?, de propietario de un automóvil
J.UíN, inlent.arou am parausé Chcvtnlef modelo IP.T1 con p'a
que fué expulsado junto con 7 u-t .pq une le fué recogido
c-nrUia la aprehensión, et día de »»n grupo de políticos g»'ate
de las cercanía* del "Rancho*
su mpfm a, U» a Uncos, tras de la calda del Ba<m Girón Rivera Flores tic-
4 o. K! coronel español Al- ex pfc«{*dejité de Lúa témala nc s»t domicilio en lh- Jimé-
t,r»m T'avfv (¡i» nnd prófugo '\ & V>f i A f I >D O ?,A nez. número 1 frl, casa que es
(jrio está señalado como prepa- £» doctor Guevara • quien té abandonarla. . ,
rador militar del grupo sed» también ha figurado en otros fxín embargo, "extraoficial-
ciuvo , está dispuesto a entre- moviu' lentos poli líeos dé ea- mente" un abo funcionario in
ga» se a h policía y se hace táclcr internacional en la lié* si mi ó "que tal ver habtía Cu
i esp o n a a b le del movimiento jmhjicr» Dominicana ,v en Fa- jpo sepa»os uno* fie- n "uatjo
n^mú fué identificado por la detenidos más. cuya «relación
descubierto aquí. npq coiné "miembro activo del con la con tur,a todavía no que-
f»>. | ,a IVES amplió s»is in- insHfuto «le Intercambio Cul- da plenamente comprobada
vestigaciones "hasta capturar ture! Mexicano-Ruso".
a olía treintena de conjurados Guevara Serna, en la iraca .()R r‘ONJURA DOS ESTAN
que figu»a et» una lista que fue tu»d* con ún a descubierta aquí,
hallada en poder de Castro t-ra e{ jefe de personal del gru-
ñe fi de .tulio". La nprehensión de los 22
lín,*''. asi como pata conocer conspiradores cufíanos y el
At decir de unos Investigado-
los alcances del movimiento. 'UCVOS UOITlb» OS no SC l»»'S fracaso de su plan ftió pro*
autorizó a revelar "existen en duelo «le ¡nvetigeelones mlnu-
1N Mi;m( 0 ARGENTINO etosas todos ellos se han ne-
t>e )r*«t detenidos otros agentes
LIGADO CON COMUNISTAS de| comunismo Internacional ' gado a revelar datos a la ‘po-
f,# sospeche que el grupo -A lio) a =
1Ymrtclámente, }n PFS reve- de Julio" era copa trocí nado por Lo anterior, al decir del di
tú anoche que el médlcp argén- comunistas v cubano* . rertoc de la DFS. coronel Lean*
tino Ernesto Curvara Sema. dio rastillo Vcnegas v fiel ca-
<>s e| principal nexo que tenuy pitán Fernando Gutiérrez- Ha-
irlo* que dirigió las investiga
fl grupo de conjurados cuba- cienes, se debe a que todos
nos. con cierta^ orgániraeiohes «píos "están sentenciados «
comunista»» de tipo internacio- muerte pf,r Castro Ruz".
nal.
T,n libertad se concedió n tas LA OFFFNSA TRATA HA I>F
* IguIonios personas: Cres- LIBERAR A LOS OTROS
po (.'astro. Jo.'? 6 Raúl Wpn,
Alberto Bayo Cose a ya, Agua- Ayer mismo, el licenciado
do F Aguijar Rodrigue/. To- Ignacio Mendoza Iglesias, que
ma? FJecto Redro *a P í n t o, enrabera a loa defensores de
OeDo Maran<»Ho (,;?!a, Ro!ar\- los conspiradores, y que pre-
if o Js a ufana Hr v r 5, ( V-r o ?* H o - sento las demandas a nombre
drigimz f Hdgado, C n n d i d o de estos, ante el juez federal
Gonzá I f'-z M i! •'Ies, J rv“<> /\ Impi- Lavado Fuente, expresó que
da Hnlnor, Reinaldo Rende? continuaría sus actividades pa-
Ñapóles. Ciro Redondo ííar- ra lograr la libertad de Cas*
ría, Santiago Díaz González. fio Ruz, (»u e v a r a, G arria y
Eduardo Roig Casi díanos, Ar- Hirze!.
turo Chaumont Porto» an uí o, Señaló que estos cuatro, lo
Ricardo Bonnchra Furrio!. Ho- mismo que los diecinueve li-
rario Rodríguez Hernán d r 7. berados, se encuentran ampa-
Universo Sánchez Alvaro?, y
rados por el juez primero pe-
María Antonia González.
nal de Distrito, y que exigirá
Ros liberados, acompañado* <iu»‘ se cumpla tal resolución
por sos defensores, abandona- judicial, pues Gobernación
ron ayer la Estación Migra-
persisto un violar la protección
toria. ‘
federal de la justicia otorgada
a sus defensos.
Calcula la podría qu*- «. gru-
Reveló el capitán Gutiérrez
po "26 Hr* Julio" había invertí*
fio ya poro más do medio mi- Sanios, que en el reglamento
p*ra "Residencias" elaborado
llón de pesos en armas cartu-
por Ostro Ruz *e menciona,
chos. dinamita y otros explo-
npe "cuaIquier, delación o Jn-
sivos, para el adiestramiento
de los 50 "futuros oficiales" discreción queda penada por
la muerte". Fu ese reglamen-
que mas tarde dirigirían la re-
to. recogido de la casa* de Enr-
volución contra Batista,
paran 4P. también se detalla
Ayer, en el despacho del ro que ;ns conjurados "deben
ronel Castillo Veneeas fué ron. obrar en forma independíente
centrado parte del armamento v evitar sostener entrevistas
que utilizábanlos cubanos en en público". Esto es. que Ja-
sus prácticas en el Rancho de más deberían ser' vistos en
Santa Rosa, grupo.
AHI, figuran ios tres fusiles El golpe poli claro fuá dado
militares 30-00 de fabricación un forma repentina, y por ello
nacional, que son motivo de «e encontró la lista de tos in-
mayor preocupación para la tegrantes del Grupo Liberal
DFS. dado que tales armas no *’?6 flp Julio".
están en venta en las armerías f.as aprehensiones fueron
locales, rea 1 i?f|das por e|. capitán Gu
A! respecto, el capitán Gu- tic? re/ Barrios y tos jefes Lid**
tiérrez Barrios indicó que se Bá/et; Marín y Fausto Mora
ahondarán las investigaciones, les Juárez, así como |o.« agen-
inclusive desde que tales fusi- tes Jesús VlVlaseñor Ramírez,
les salieron de la Fábrica Na- Femando González Gutiérrez,
cional de Armas. julio CNoitf ole pe Cortés v Juan
Empero, insinuó que armas Ovozco Gonzáje/
OH ose tipo se hallan en poder
por su parte, el subdirector
de deportistas tiradores perte-
de la DFS, licenciado Suárez
necientes a ciertos clubes re- Torres ratificó que "se presu-
gistrados oficialmente y que
me que el movimiento contra
tal ve/, por ese medio las ad* Batista tiene ramificaciones".
qo i rieron, posiblemente, en el curso de
B WO GIROUR DISPUESTO las investigaciones será reco-
A I NTHKGARSE A gido más armamento.
i,A POLICIA Su áre/ Torres dijo que en
una plática ron Castro Ruz,
Pm otra parte, *<r afirmó ex. éste le indicó que "existen va-
iraoficialmcnle que ej prófugo rios millones de dólares, en ar-
rnrnnfl español Alberto Bayo mas ocultas en Cuba".
r;irnnd veterano ñ» la gue
rra rivj} española que adíes PIDIERON AMPARO FIDEL
traba a los cubanos en .Santa \ MUS CASTRO KV7,
Bnsa envió tipa carta a la
Ayer se informó en e| Juz-
OF5\ en la que dice "estar dis.
pocstn a entregarse" y men- gado Segundo Penal d* Dis-
ciona a Fidel rastro Ruz como trito. que Fidel Alejandro Cas-
np "simple director político tro Ruz y su hermano menor
del grupo, cuyas actividades
Luis, solicitaron amparo el pa-
po tienen por que ser penali-
zada s". sado 21 del actual, contra su
i FJ hi|o de| rotnnrl Bayo aprehensión. Ese mismo día,
a las 12 horas. Castro Ruz fue
Giroud, el piloto aviador Ai capturado junto con otros cua-
hei tu Rayo, también ce baila
tro cubanos. En la demanda
detenido, según confirmación
de ia PFSP de amparo los Castro Ruz ase-
guraban que "estaban en Mé-
Hago constar
de Agencia Latina

iíi. ,;,Tí f'?; re 'f'U'Icr)

to i^uvo i\ioui «\« rm


«Í •< ¿VHftÁJU KN -\1KXJ<:r»>
*' »£NÍ»A SÍ .4»»»
.voíxieo. :«>. r.

A ;ñl!r MCñSBoPOMM,

Por la presante haeems constar ate el señor

pillesto Cbieeara 6ern%-#stin-o trabajando como ñebeetor be esta ¡v~

‘ - o o r? n ' o b i ble? i o áem os trae o toba haz n

yaáar or - os '“a «. ''ira '■ - ' cargo por haber terminada

sus fitredoens esta orga:aiaaoi:6ra

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México* lñ: t . a 20 be jimio be 195?»
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Indice

Nota al lector 5
Prólogo 7
Otra vez 11
Testimonio gráfico 83
Mapas del recorrido de Ernesto Guevara
por el continente americano 112
Anexo 115
Carta a la madre (22 de agosto de 1953) 117
Carta a su amiga Tita Infante (3 de septiembre de 1953) 119
Carta a la madre (21 de octubre de 1953) 122
Nota del periódico La Hora (10 de nov. 1953) 124
Nota del periódico Diario de Costa Rica (11 de dic. 1953) 125
Un vistazo a las márgenes del gigante de los ríos 126
Machu-Picchu, enigma de piedra en América 133
Carta a la madre (fines de abril de 1954) 140
Carta a la madre (abril de 1954) 143
Carta a la madre (10 de mayo de 1954) 145
Carta a la madre (20 de junio de 1954) 146
Carta a la madre (4 de julio de 1954) 148
Carta a su tía Beatriz (22 de julio de 1954) 151
Carta a la madre (7 de agosto de 1954) 152
Carta a los padres (agosto de 1954) 153
Carta a su amiga Tita Infante (agosto de 1954) 154

El dilema de Guatemala 155

Carta a la madre (s/f) 158

Carta a la madre (s/f) 160

Carta a la madre (24 de septiembre de 1955) 162

Carta a la madre (15 de julio de 1956) 165

Carta a la madre (15 ¿?) 168

Carta a la madre
(probablemente agosto o septiembre de 1956) 170

Carta a la madre
(aproximadamente octubre de 1956) 172

Carta a Tita Infante


(aproximadamente noviembre de 1956) 174

Notas del periódico Excelsior 176


Esta edición de 8.000 ejemplares
se terminó de imprimir en
Indugraf S. A.,
Sánchez de Loria 2251, Bs. As.,
en el mes de octubre de 2000.
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ate ©filis matersa® ceoeflts thelitya %
que se sumerge en la vida y en las luchas
para combatir la injusticia, cualquiera
sea el país. La riqueza de experiencias y
la inmediatez del lenguaje hacen de es-
tos apuntes -transcriptos y anotados
por los estudiosos del Archivo Personal
del Che en La Habana- un testimonio
único, un informe del recorrido interior
a través del cual Ernesto Guevara se
convierte en el mítico Che. Una “nove-
la de formación” que permite seguir de
cerca el desarrollo de una personalidad
excepcional y de una situación política
marcada por hechos cruciales: la crisis
de la revolución boliviana que terminó
con la sangrienta represión de la huelga
de los mineros, el golpe de Estado orga-
nizado por la CIA contra el liberal Jaco-
bo Arbenz en Guatemala que borrará
por casi cuarenta años la democracia en
ese país y, finalmente, la caída de Perón.
Fotografías inéditas y una serie de cartas
y documentos completan el diario que
se interrumpe en febrero de 1956,
cuando Guevara decide seguir a Fidel
Castro —a quien conoció unos meses
atrás en México— en los preparativos de
la expedición que los llevará a Cuba, pa-
ra combatir al dictador Fulgencio Batis-
ta. Los hechos que siguieron ya son par-
te de la historia.

Otros títulos de Editorial Sudamericana:

Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo


ERNESTO CHE GUEVARA

Mi amigo el Che
RICARDO ROJO

Mística y coraje. La vida del Che


JEAN CORMIER
Los viajes por América Latina me han hecho
conocer la miseria, el hambre,
la imposibilidad de curar a los niños por falta
de medios, la degradación causada por
-Cj"~ A ■ - . •

la injusticia y el sufrimiento. He visto cosas


que me han parecido tan importantes como
el empeño por convertirme en
un investigador famoso.
tll| " ; ílg | ' ; .
Ernesto Che Guevara
Impreso en la Argentina

I SBN 9 50-07-1860 — X

www.edsudamericana.com.ar

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