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ANTECEDENTES
I. Lo que se demanda
2.3. La entidad descontó la anterior suma por la vía de la compensación a que hace
referencia el artículo 1714 y siguientes del Código Civil, efectuando el descuento de las
sumas adeudadas a la contratista Alservice Ltda.
2.6. Agregó que el contrato terminó normalmente, es decir con cumplimiento del objeto
y el plazo y que la entidad procedió a liquidarlo unilateralmente y en forma
extemporánea, mediante resolución 01812 del 31 de julio de 2000, confirmada
mediante resolución 02268 del 7 de diciembre del mismo año y modificada parcialmente
por resolución 00134 del 28 de febrero de 2001.
2.7. La demandante señaló que con ocasión de las decisiones de la administración sufrió
graves perjuicios materiales por concepto de demandas y embargos judiciales, pasivos
laborales, afectación del good will, pago de honorarios por asesorías y representaciones
judiciales, menoscabo total de las posibilidades económicas y financieras de la sociedad
y varias deudas pendientes por cancelar, como resultado de las pérdidas ocasionadas
por el proceder arbitrario e ilegal de la demandada al negarse a restablecer el equilibrio
económico del contrato, por valor de $ 115 591 113 y se ha privado del derecho a
beneficiarse directamente de la suma retenida de $ 38 903 113,32, la cual deberá ser
indexada y pagada con intereses. También se produjeron perjuicios morales al
representante legal de la sociedad demandante, por la depresión y angustia ocasionados
por las cuantiosas pérdidas y las deudas generadas con terceros.
2.8. La demandante adujo que con los actos administrativos demandados se violaron las
siguientes normas:
2.8.1. De la Constitución Política: i) El artículo 1º, pues teniendo en cuenta el objeto del
contrato, que era la alimentación en jardines infantiles y habitantes de la calle, no se le
dio prevalencia al interés general al impedir que el contrato se ejecutara en su totalidad
y faltando tan sólo el 5% de ejecución, optó por su terminación unilateral; además con
esa decisión, también violó el derecho al trabajo de la sociedad contratista al impedirle
ejecutar labores equivalentes a $ 5 800 000 –saldo que según el demandante, la entidad
no necesitó utilizar por confusión y desorden presupuestal-, frente al valor total del
contrato que fue de $ 389 000 000 aproximadamente; ii) el artículo 2º, pues desconoció
el deber de las autoridades de proteger a las personas en sus bienes y demás derechos y
de asegurar la vigencia de un orden justo, pues violando el equilibrio entre las partes del
contrato procedió a terminarlo cuando faltaban por ejecutar $ 5 800 000 y procedió a
sancionar al contratista con la suma de $ 38 000 000; iii) el artículo 29, referido al debido
proceso, por cuanto no cumplió las normas jurídicas materiales aplicables al declarar el
incumplimiento del contrato, pues contradijo la realidad histórica de su ejecución, ya
que el mismo se cumplió íntegramente en cuanto al objeto y dentro del plazo dado.
Además, a pesar de declarar ocurrido el siniestro amparado por la póliza, procede a
descontar la cantidad objeto del cobro, de las obligaciones a favor del contratista. Adujo
además, que de haberse presentado el incumplimiento aducido en el acto acusado, lo
procedente habría sido la declaratoria de caducidad, pero en este caso no hubo
paralización de la ejecución contractual; iv) el artículo 124, pues siendo eminentemente
reglada la función pública, en el presente caso la declaratoria de incumplimiento debió
cumplirse dentro del término de ejecución del contrato, pero el acto que lo declaró,
quedó en firme después de que éste había terminado por vencimiento de su plazo y
cumplimiento de su objeto y la liquidación unilateral se produjo con 7 meses de atraso
respecto del plazo establecido por la ley, con lo que se verificó la incompetencia de la
entidad demandada para declarar el incumplimiento y liquidar el contrato de suministro
celebrado por las partes.
2.8.2. Del Decreto 01 de 1984: i) artículo 3, pues la entidad dejó de lado los principios
que informan las actuaciones administrativas y además no concedió los recursos en
contra de sus decisiones, sino que los rechazó, a pesar de haber sido interpuestos en
debida forma y dentro del término legal; ii) el artículo 44, por anomalías en la
notificación del acto que declaró el incumplimiento contractual; iii) artículo 59, pues a
pesar de haber rechazado el recurso que se interpuso en contra del acto de liquidación
unilateral, procedió la entidad a confirmarlo, como si hubiera resuelto el recurso, lo cual
no hizo, pues no se refirió a la petición central, que era la revocación de la decisión.
2.8.3. De la Ley 80 de 1993: i) el artículo 5, pues la entidad no efectuó los pagos debidos
dentro de los términos pactados en el contrato, incurrió en mora en el cumplimiento de
sus obligaciones y se negó a restablecer el equilibrio económico del contrato; ii) el
artículo 14, porque en el expediente administrativo de la ejecución del contrato no
obran requerimientos que le hubiere efectuado la entidad al contratista para la
adecuación de su conducta contractual antes de tomar la decisión de incumplimiento
impugnada y además por haberle descontado al contratista el monto que a la vez
ordenó hacer efectivo mediante la póliza de seguro de cumplimiento, con lo que se
configuró también una desviación de poder, pues se desconoció la finalidad de dicha
garantía del contrato y se violó la ley, pues la entidad no podía hacer efectiva la cláusula
penal pecuniaria en la forma en que lo ordenó en el acto demandado, mediante la
decisión unilateral de hacer efectiva la garantía de cumplimiento, equiparando estas dos
figuras, cuando en realidad son diferentes y la exigibilidad de la última se deriva de la
declaratoria de caducidad del contrato, mientras que la primera corresponde a una
indemnización de perjuicios que pactan las partes por el incumplimiento de obligaciones
contractuales, pero que la administración no puede cobrar directamente y menos de
manera conjunta con la garantía, pues ello se traduce en una sanción por partida doble,
en donde podría darse aplicación a la caducidad y a la cláusula penal pecuniaria; iii) el
artículo 24, porque en los términos de referencia se anunció la designación de
supervisores para la vigilancia de la ejecución contractual y eran éstos quienes una vez
recibidos los alimentos, daban su aceptación en cuanto a calidad, cantidad y entrega
oportuna. Y si nada se dice en el momento, en virtud de la naturaleza del contrato de
suministro, cada entrega se entiende cumplida como una obligación instantánea y no se
puede predicar luego su incumplimiento, cuando los supervisores designados para la
vigilancia y control de la ejecución del contrato certificaron mensualmente el
cumplimiento íntegro del objeto contractual como requisito para obtener el pago
correspondiente, lo que contradice la motivación general de incumplimiento aducida en
el acto administrativo demandado; iv) el artículo 59, pues no se precisaron en el acto
administrativo los hechos de incumplimiento del contratista ni se dosificó la
indemnización de los perjuicios supuestamente sufridos por la entidad, teniendo en
cuenta que hasta el 1º de noviembre de 1999, se cumplió el contrato en un 77,35% de su
valor, pero se cobró el monto de la cláusula penal pecuniaria como si hubiera habido un
incumplimiento total, a pesar de que el contrato se siguió ejecutando y se terminó
cumpliendo en un 100%. Además, si se presentaron irregularidades en la ejecución del
contrato, las mismas, en su momento, nunca fueron puestas en conocimiento del
contratista por los supervisores del contrato a fin de que pudiera contradecirlas,
corregirlas o emitir explicaciones del caso, ejerciendo su derecho de defensa. El
contratista tuvo conocimiento de los informes de supervisión que sirvieron de base al
acto de incumplimiento luego de que éste fue expedido y porque se los solicitó a la
administración. La decisión administrativa fue genérica y ambigua, no precisó su
motivación ni los cargos contra el contratista y de manera irregular, en el acto que
rechazó el recurso de reposición en su contra, se incluyó la motivación de lo resuelto, la
cual además es falsa, porque no es cierto que el contratista hubiera incumplido con la
forma y tiempo de las entregas a su cargo; v) los artículos 25, 60 y 61, pues el principio
de economía y la actividad contractual en general están gobernados por el principio de
literalidad y no es cierto que el contratista, verbalmente, hubiera manifestado su
desacuerdo con la liquidación contractual propuesta por la entidad, por lo cual ésta
incumplió su obligación de agotar la instancia del común acuerdo antes de liquidar
unilateralmente.
CONSIDERACIONES
I. Competencia
1
El artículo 129 del C.C.A establece que el Consejo de Estado conocerá en segunda instancia
de las apelaciones de las sentencias dictadas en primera instancia por los Tribunales
Administrativos. El numeral 4º del artículo 13 del Acuerdo 58 de 1999 de la Corporación
establece que la Sección Tercera conoce de las controversias de naturaleza contractual.
Conforme al Decreto 597 de 1988 –aplicable en el sub examine–, la cuantía exigida para la
época de presentación de la demanda, 21 de septiembre de 2001, era de $ 26 390 000 y en este
caso, la mayor de las pretensiones asciende a $ 150 000 000, según la estimación razonada de
la cuantía que se hizo en la demanda (f. 37, c. 1).
9. Teniendo en cuenta los medios de prueba regularmente allegados al plenario, se
acreditaron los siguientes hechos, relevantes para la litis2:
9.1. El 29 de julio de 1999, mediante contratación directa, luego de haber sido declarada
desierta la respectiva licitación pública, el Distrito Capital de Santafé de Bogotá-
Departamento Administrativo de Bienestar Social celebró el contrato de suministro n. o
367, cuyo objeto fue “suministrar y distribuir alimentos perecederos y no perecederos
(grupo 4) de los términos de referencia, para consumo en jardines infantiles, unidades de
protección y proyecto habitante de la calle, del Departamento Administrativo de
Bienestar Social de Santafé de Bogotá D.C.”, de acuerdo con la propuesta presentada por
el contratista y los términos de referencia (cláusula primera), por un plazo de 6 meses, a
partir de la comunicación que así lo indique (cláusula sexta). Se pactaron, además, entre
otras estipulaciones, las siguientes (f. 70, c. 2):
9.1.1. El valor del contrato fue de $ 389 031 133,20, pagadero mediante la entrega de un
anticipo equivalente al 25% del valor del contrato que se entregaría dentro del primer
mes de ejecución, “un segundo pago al tercer mes de iniciado el contrato, una vez
legalizado el anticipo, previa presentación a los supervisores y/o interventor por parte del
contratista de una relación de los productos entregados y distribuidos en cada unidad
operativa, soportada con las facturas. Los supervisores y/o interventor certificarán el
cumplimiento del contrato y el valor a pagar, el cual será sobre la diferencia entre lo
ejecutado realmente a la fecha y el anticipo, los pagos restantes se harán por
mensualidades vencidas (…)”, con los mismos requisitos de la anterior (cláusulas tercera
y cuarta). En la cláusula décima tercera, se pactó el reconocimiento de los intereses
moratorios a favor del contratista a los que hubiere lugar de conformidad con las
normas legales vigentes, “(…) una vez transcurridos 15 días hábiles siguientes a la
solicitud de pago debidamente soportada”.
9.1.2. En la cláusula décima, se incluyó entre las garantías que debía constituir el
contratista la de cumplimiento, en cuantía equivalente al 30% del valor del contrato,
con vigencia igual a su plazo y 6 meses más.
2
De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 168 del Decreto 01 de 1984, en los procesos
contencioso administrativos son aplicables las normas del Código de Procedimiento Civil sobre
la admisibilidad de los medios de prueba, la forma de practicarlas y los criterios de valoración.
Dado que algunos documentos fueron aportados en copia simple, los mismos serán valorados,
toda vez que no fueron tachados por las partes, de acuerdo con lo establecido por la
jurisprudencia de la Sala Plena de la Sección Tercera de esta Corporación, en sentencia del 28
de agosto de 2013, expediente 25022, C.P. Enrique Gil Botero, en la cual se estableció: “Por
consiguiente, el criterio jurisprudencial que se prohíja en esta providencia, está relacionado
específicamente con los procesos ordinarios contencioso administrativos (objetivos o subjetivos)
en los cuales las partes a lo largo de la actuación han aportado documentos en copia simple,
sin que en ningún momento se haya llegado a su objeción en virtud de la tacha de falsedad
(v.gr. contractuales, reparación directa, nulidad simple, nulidad y restablecimiento del derecho),
salvo, se itera, que exista una disposición en contrario que haga exigible el requisito de las
copias auténticas” .
9.1.3. Se estipuló una sanción penal pecuniaria (cláusula décima primera) en los
siguientes términos: “En caso de declaratoria de caducidad o de incumplimiento parcial o
total del contrato, SANTAFÉ DE BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL DEPARTAMENTO
ADMINISTRATIVO DE BIENESTAR SOCIAL, podrá hacer efectiva directamente al
CONTRATISTA de la garantía de cumplimiento, como sanción penal pecuniaria
equivalente al diez (10%) por ciento del valor [d]el presente contrato” y la cláusula de
caducidad (décima segunda), de conformidad con la cual “Por incumplimiento de
cualquiera de las obligaciones contractuales a cargo del CONTRATISTA que afecte de
manera grave y directa la ejecución del contrato y que pueda conducir a su paralización,
SANTAFÉ DE BOGOTÁ DISTRITO CAPITAL DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE
BIENESTAR SOCIAL, podrá declarar la caducidad del presente compromiso de
conformidad con lo establecido en el artículo 18 de la Ley 80 de 1993, por medio de un
acto administrativo debidamente motivado lo dará por terminado y ordenará su
liquidación en el estado en que se encuentre (…)”.
9.1.4. En relación con la liquidación del contrato, en la cláusula décima octava se acordó
que se llevaría a cabo dentro de los 4 meses siguientes a la terminación del plazo
pactado, de conformidad con lo establecido en el artículo 60 de la Ley 80 de 1993.
9.3. El 19 de agosto de 1999, la entidad demandada suscribió acta con los contratistas
distribuidores de alimentos, entre ellos Alservice Ltda., en la cual se acordó: i) el estricto
cumplimiento de los horarios de entrega: para jardines infantiles y centros de protección
de atención externa: el segundo y tercer día hábil de la semana, de 7 a 4 p.m. y para las
unidades operativas de protección que atienden usuarios institucionalizados, los viernes
y sábados, en el mismo horario; ii) entrega de alimentos en la cantidad y calidad
acordadas, con especial cuidado en los alimentos altamente perecederos, sobre todo en
materia de frescura, adecuada presentación y tamaño; iii) entrega de los faltantes el
mismo día, cuando esto se presente y reposición de las devoluciones dentro de las 24
horas siguientes; iv) entrega de los productos en bolsas plásticas o descontado el peso
de los empaques; v) elaboración y envío a la entidad, de planilla con rutas y horarios de
entrega, que deberá ser firmada a la entrega de los productos por el coordinador de la
unidad, a satisfacción; vi) compromiso de entrega de productos de marcas conocidas con
el correspondiente registro sanitario, fecha de vencimiento, cantidades determinadas
por paquete, etc. Esta acta fue remitida a los gerentes COL y supervisores de los
contratos de alimentos, mediante memorando en el cual se anuncia que también se les
están remitiendo los cuadros con la respectiva programación de rutas y horarios,
discriminando las horas y días de entrega a cada una de las unidades operativas por
medio de la firma Alservice Ltda l(f. 257, c. 2 y 639, c. 4).
1. Las remisiones no están llegando con las respectivas copias a la Unidad Operativa.
2. Las remisiones no presentan el valor unitario y no especifican el valor del IVA.
Igualmente no aparece la liquidación de los valores correspondientes a los alimentos.
3. Las facturas no vienen debidamente diligenciadas.
4. En las Unidades Operativas recibieron un cronograma elaborado por ustedes, en el cual
hacen referencia a la entrega de los mercados que a la fecha no han cumplido.
5. Se presentan frecuentemente faltantes en los pedidos los cuales no son subsanados en el
tiempo que se especificó.
9.10. El 29 de octubre de 1999, la responsable del proyecto 0-5 años del COL Kennedy
remitió a la asesoría de prevención de la entidad, los informes de los jardines infantiles
sobre la entrega de mercado de esa semana por parte de Alservice, los cuales dan
cuenta de la mala calidad de algunos productos, faltantes de algunos alimentos que no
fueron repuestos y la entrega tardía del mercado (f. 228 a 232, c. 3).
9.11. Obra memorando –sin fecha- dirigido por la gerente de prevención a la gerencia
jurídica de la entidad demandada, en el cual da cuenta de las irregularidades que se han
seguido presentando en la ejecución del contrato 367 celebrado con Alservice Ltda. de
acuerdo con los informes enviados a esa gerencia por los diferentes gerentes COL, así (f.
254, c. 2):
3. COL Tunjuelito: A las 3:43 p.m. del 27 de octubre, el mercado solamente había
llegado a 2 jardines y la entrega fue incompleta, faltando la mayoría de las frutas
pedidas y afectando así el servicio.
9.12. En noviembre de 1999, la supervisora del contrato 367 del COL –centro operativo
local- Tunjuelito informó que desde el inicio de la ejecución se presentaron
inconvenientes por la calidad de los productos –frutas, tubérculos, verduras y plátanos-
pues no era la óptima; que ha habido incumplimiento en las entregas, en cuanto a las
horas y días pactados para las mismas; que los productos que deben entregarse en
empaques no cumplen con las especificaciones necesarias, como fecha de vencimiento;
que las planillas y remisiones no cumplen con las especificaciones exigidas por el DABS,
no se entregan oportunamente y ello dificulta los reportes mensuales generados por
cada unidad y el consolidado a nivel del Col; que los precios varían mucho de una
semana a otra, generalmente en la semana hay más de 4 faltantes en cada unidad
operativa y no llegan dentro de las 24 horas siguientes, como se había pactado y a veces
no llegan productos que están autorizados, que nunca han sido despachados, lo que
afecta notablemente el cumplimiento de la minuta; que hasta el momento no se había
podido hablar con el representante legal del contratista, pues no lo habían podido
localizar a pesar de los mensajes dejados con su personal auxiliar y por lo tanto, las
inquietudes de las coordinadoras de las unidades operativas no habían sido respondidas.
En sentido similar, la gerente de la COL Tunjuelito presentó informe al subdirector de
intervención social de la entidad contratante el 10 de noviembre del mismo año (f. 260, c.
2 y f. 157, c. 4).
9.14. Mediante oficio del 8 de noviembre de 1999, el gerente de Alservice Ltda. informó
a la entidad contratante que el valor recibido por la empresa a título de anticipo, que
ascendió a la suma de $ 97 257 783 y que fue abonado a su cuenta el 10 de septiembre
de 1999, fue invertido y aplicado en el pago del impuesto de timbre nacional por valor
de $ 2 917 733 y en amortización o abono por $ 94 340 050 al valor total facturado y
entregado a los jardines DABS entre el 1º de agosto y el 10 de septiembre de 1999 –
fecha de ingreso del anticipo-, cuyo valor facturado total a esa fecha era de $ 113 975
430 (f. 199, c. 3).
9.18. El 11 de noviembre de 1999, la gerencia del centro operativo local COL Rafael Uribe
Uribe presentó –con base en los informes de los directores de las instituciones
destinatarias del suministro- informe sobre la ejecución del contrato de Alservice en
dicha unidad, manifestando el incumplimiento de algunos de sus compromisos, en
cuanto a los cronogramas de entrega en los diferentes jardines infantiles, la calidad y
cantidad de los alimentos suministrados, la continua entrega de los productos con
faltantes y en mal estado ocasionando su devolución, la ausencia de fecha de
vencimiento en algunos productos, el incumplimiento de lo pactado en cuanto a los
empaques de los mismos, incremento promedio del 43% en 15 de los productos en los
meses de agosto, septiembre y octubre, el no envío oportuno de las facturas, la entrega
de mercados incompletos y la demora en la reposición (f. 291 a 300, c. 2).
9.21. El 11 de noviembre de 1999, la gerente del centro operativo local COL Bosa remitió
al subdirector de intervención social de la demandada el informe de ejecución del
contrato con Alservice en dicha localidad, en el que se relaciona incumplimiento en el
horario de las entregas, porque llegan los pedidos incompletos y porque los faltantes no
los entregan en el plazo acordado en el contrato, también por inconsistencias en las
facturas. El 30 de noviembre del mismo año, la mencionada funcionaria y la supervisora
del contrato enviaron al la asesoría jurídica de la entidad la relación de las
inconsistencias detectadas en la ejecución del contrato, relacionando los
incumplimientos con las fechas en las que se presentaron, según los reportes de los
directores de los jardines infantiles (f. 167 a 171 y 249 a 200, c. 4).
9.24. El 17 de noviembre de 1999, la gerente del centro operativo local COL Engativá
remitió al subdirector de intervención social de la demandada el informe de ejecución
del contrato con Alservice en dicha localidad, en el que anotó el incumplimiento con las
rutas y horarios establecidos para la entrega de los pedidos, la no reposición de los
artículos faltantes dentro de las siguientes 24 horas, facturas presentadas con
cantidades mayores a las solicitadas o a las realmente entregadas, el incumplimiento de
la asesoría de nutricionista e ingeniero de alimentos, ofrecida por el contratista (f. 165, c.
4).
9.25. El 17 de noviembre de 1999, el gerente del COL San Cristóbal presentó al gerente
de prevención de la entidad contratante informe de la ejecución del contrato 367 con
Alservice, en el que manifestó que i) en el mes de agosto, las coordinadoras de los
jardines infantiles realizaron los pedidos semanales de acuerdo con la relación de
productos y precios suministrada por la asesoría de prevención y que las entregas fueron
realizadas por el contratista los miércoles entre las 12 y las 3 p.m, la calidad de los
productos fue regular, debiéndose devolver algunos alimentos, que se entregaron
algunos productos que no correspondían con los solicitados, que el proveedor no
suministró a los jardines, previamente, el listado de productos con sus precios, ni
entregó facturas, porque según informó, estaban diseñando los formatos; ii) en
septiembre, el contratista no entregó listado con precios, los pedidos no llegaron
completos y los faltantes nunca fueron entregados. Tampoco este mes se entregaron
facturas, a pesar de las llamadas y oficios enviados al contratista pidiéndolas; para
certificar agosto y septiembre, se elaboró el condensado con base en las remisiones de
Alservice de acuerdo a las cantidades recibidas y se estableció el valor con el listado de
precios al consumidor suministrado por el contratista la última semana de septiembre,
ya que las remisiones sólo indicaban cantidades y no incluían precios, ni valor unitario ni
valor total; iii) en octubre las entregas fueron realizadas los jueves y viernes después del
medio día, la calidad de los productos fue regular, debiendo devolver algunos y se
presentaron faltantes (f. 288, c. 2).
9.26. El 17 de noviembre de 1999, el gerente del centro operativo local COL Mártires –
con base en los informes de los coordinadores de los jardines infantiles- envió a la
subdirección de intervención social del DABS, informe de ejecución del contrato con
Alservice Ltda. en dicha localidad, con las irregularidades que se presentaron,
relacionadas con entregas en días y horas no acordadas, alimentos que debiendo ser
entregados no lo fueron, o han sido entregados con deficiencias de calidad, en las listas
de precios entregadas a los jardines los precios estipulados no corresponden con los
facturados y los valores de las facturas no coinciden con los consolidados del mes, la no
realización del cambio de los productos devueltos en las 24 horas siguientes y a veces la
demora de semanas en la entrega de dichos productos y finalmente, la compleja
comunicación con el contratista, que agrava los hechos descritos (f. 147 a 151, c. 4).
9.29. El 26 de noviembre de 1999, la gerente del centro operativo local COL Barrios
Unidos-Teusaquillo envió al asesor jurídico de la entidad demandada informe de
ejecución 02 respecto del contrato 367 suscrito por la supervisora, en el cual relaciona el
incumplimiento del contratista en cuanto a i) horarios y rutas de entregas, ii) los
beneficios adicionales ofrecidos –talleres de nutrición, etc.-, iii) calidad y presentación de
los alimentos entregados, faltantes en las entregas, iv) no reposición o reposición tardía
de los faltantes y v) entrega de las remisiones con irregularidades (f. 266 a 270, c. 4).
9.32. El 2 de marzo de 2000, el asesor jurídico del DABS envió memorando a la unidad de
recursos financieros en la que le informó que en virtud de lo dispuesto en la Resolución
674 de 1999, en la que se ordenó hacer efectiva la cláusula penal pecuniaria del contrato
367 de 1999 suscrito con Alservice Ltda., por la suma de $ 38 903 113,32, este valor
“debe ser descontado de las sumas de dinero adeudado por el Departamento al
contratista, en aplicación de la figura jurídica de la compensación” (f. 586, c. 4).
9.36. El 5 de septiembre de 2000, la jefe de la oficina jurídica del DABS envió oficio al
apoderado de la firma Alservice Ltda. en el cual le informa que el 31 de julio del 2000, el
representante legal de esta sociedad se notificó personalmente de la liquidación
bilateral del contrato 367 de 1999 y manifestó su desacuerdo con la misma, razón por la
cual la entidad procedió a proferir la Resolución 01812 del mismo día, de liquidación
unilateral del contrato (f. 373, c. 4).
9.37. Mediante resolución n.o 01812 del 31 de julio de 2000 –confirmada por la
resolución n.o 02268 del 7 de diciembre de 2000-, la directora del Departamento
Administrativo de Bienestar Social del distrito liquidó unilateralmente el contrato de
suministro n.o 367 del 29 de julio de 1999. En dicho acto, la entidad efectuó el siguiente
corte de cuentas (f. 189 y 203, c. 2; f. 385, c. 4):
3 Sobre esta disponibilidad, se explicó en el acto que se ejecutó un mayor valor al presupuesto
del proyecto 7154, por la suma de $1 066 120, debido a las fluctuaciones que en el mercado
tienen los productos de frutas y verduras, el cual se respalda con el certificado de disponibilidad
presupuestal n.o 2398 de 2000 por el mismo valor, que se reconoce y ordena cancelar al
contratista en el presente acto administrativo.
del Departamento $ 5 857 835,20
TOTAL $ 390 097 253,20 $ 390 097 253,20
9.38. De acuerdo con certificación expedida el 4 de junio de 2001 por el jefe de la unidad
de pagaduría de la Secretaría de Hacienda del distrito, se cancelaron las siguientes
órdenes de pago (f. 248, c. 2):
IV Análisis de la Sala
12. Al respecto, se observa que la controversia gira en torno del contrato de suministro
n.o 367 del 29 de julio de 1999, celebrado entre el Departamento Administrativo de
13. El artículo 13 del estatuto de contratación, dispone que los contratos que celebren
las entidades estatales se regirán por las normas del derecho privado en todo aquello
que no haya sido expresamente regulado en esta ley7, la cual consagra las facultades
excepcionales que en los contratos regidos por sus normas pueden ejercer las entidades
estatales, al disponer en el inciso 2º del artículo 14 que “Pactarán las cláusulas
excepcionales al derecho común de terminación, interpretación y modificación
unilaterales, de sometimiento a las leyes nacionales y de caducidad en los contratos que
tengan por objeto el ejercicio de una actividad que constituya monopolio estatal, la
prestación de servicios públicos o la explotación y concesión de bienes del Estado, así
como en los contratos de obra. (…) podrán pactar estas cláusulas en los contratos de
suministro y de prestación de servicios”.
15. Aparte de la anterior disposición, la Ley 80 de 1993 no contiene ninguna otra que le
atribuya a la entidad contratante competencia para imponer a su contratista sanciones
derivadas de su incumplimiento parcial o total, de manera unilateral, a través de actos
administrativos, a diferencia de lo que sucedía en el anterior estatuto de contratación,
Decreto-Ley 222 de 1983, que consagraba expresamente la atribución de imponer
6
El artículo 1o de la ley establece el campo de aplicación de sus disposiciones, al indicar que
tiene por objeto disponer las reglas y principios que rigen los contratos de las entidades
estatales y en el artículo 2º establece cuáles son las entidades estatales para los efectos de
esta ley, enunciando entre las mismas al distrito capital.
7
“ARTÍCULO 13. DE LA NORMATIVIDAD APLICABLE A LOS CONTRATOS ESTATALES. Los contratos que
celebren las entidades a que se refiere el artículo 2o. del presente estatuto se regirán por las
disposiciones comerciales y civiles pertinentes, salvo en las materias particularmente reguladas en esta
ley (…)”.
multas a los contratistas en caso de mora o incumplimiento parcial y de declarar el
incumplimiento, como decisión diferente a la declaratoria de caducidad del contrato,
para efectos de hacer efectiva la cláusula penal pecuniaria8, por lo cual resultaba
inclusive procedente una vez vencido el término de ejecución del mismo 9.
8
El artículo 60 del Decreto-Ley 222 de 1983, establecía las cláusulas que forzosamente debían contener
los contratos y entre ellas, expresamente enunciaba las multas y la penal pecuniaria, las cuales regulaba
en los artículos 71 a 73, así: “Artículo 71. De la cláusula sobre multas. En los contratos deberá incluirse la
facultad de la entidad contratante para imponer multas en caso de mora o de incumplimiento parcial, las
que deberán ser proporcionales al valor del contrato y a los perjuicios que sufra. // Su imposición se hará
mediante resolución motivada que se someterá a las normas previstas en el artículo 64 de este estatuto.
// En los contratos de empréstito no habrá lugar a la inclusión de esta cláusula. Artículo 72. De la
cláusula penal pecuniaria. En todo contrato que no fuere de empréstito, deberá estipularse una cláusula
penal pecuniaria, que se hará efectiva directamente por la entidad contratante en caso de declaratoria
de caducidad o de incumplimiento. // La cuantía de la cláusula penal debe ser proporcional a la del
contrato. // El valor de la cláusula penal que se haga efectiva se considerará como pago parcial pero
definitivo de los perjuicios causados a la entidad contratante. // Artículo 73. De la aplicación de las
multas y de la cláusula penal El valor de las multas y de la cláusula penal Pecuniaria a que se refieren los
artículos anteriores ingresará al tesoro de la entidad contratante y podrá ser tomado directamente del
saldo a favor del contratista, si lo hubiere, o de la garantía constituida, y si esto no fuere posible, se
cobrará por jurisdicción coactiva”.
9
Así lo reconoció la jurisprudencia de la Sección Tercera, al manifestar: “Para la Sala, la doctrina
expuesta merece ratificación parcial, pero con algunas precisiones en torno a la declaratoria de
incumplimiento, la que, en ciertas circunstancias, sí podrá hacerse por la Administración contratante
después del vencimiento del término del contrato. // Si se observa el régimen contractual vigente, similar
en este campo al que organizaba el Decreto 150 de 1976, puede afirmarse, frente al incumplimiento del
contratista, en síntesis lo siguiente: // Durante la vigencia del contrato el incumplimiento parcial, que no
haga imposible su ejecución, justificará la multa como medida coercitiva provisional para constreñir su
cumplimiento. Pero si ese incumplimiento es de mayor entidad la Administración podrá darlo por
terminado en forma anticipada o anormal y podrá exigir las multas vigentes y la cláusula penal
pecuniaria, además de ordenar la liquidación del contrato. // Hasta aquí ese incumplimiento o es la causa
de la multa o el motivo para la caducidad. En otros términos, la declaración de incumplimiento es el
fundamento o apoyo de una medida diferente, pero consecuencias, vinculada íntimamente con la
vigencia del contrato. // Pero qué sucede cuando el contratista incumple y la administración guarda
silencio durante la vigencia del mismo? // Con la tesis anterior, nada podía hacer; y tenía que someterse
la Administración que cumplió o se allanó a cumplir a la decisión del Juez del contrato. // Pues bien. Aquí
se rectifica la tesis con el siguiente alcance: En los contratos de obra pública, de suministro o prestación
de servicios, por ejemplo, en los cuales la nota de tracto sucesivo se ve clara, la Administración podrá
declarar el incumplimiento del contratista luego de que haya vencido el plazo contractual sin que éste
haya ejecutado la totalidad de la obra, entregado todos los bienes o prestado el servicio convenido, como
medida obligada para hacer efectiva la cláusula penal pecuniaria. // El fundamento de esta facultad se
encuentra en el mandato contenido en el inciso lº del artículo 72 del Decreto 222 de 1983 (…). // Pues
bien. La doctrina venía tomando este texto en forma recortada. Aceptaba que con la declaratoria de
caducidad pudieran hacerse efectivas dicha cláusula y las multas, pero no aceptaba que esas medidas
pudieran hacerse efectivas cuando la Administración no hiciera el pronunciamiento de caducidad durante
el plazo contractual o lo produjera después de su vencimiento y menos que pudiera hacer, vencido el
contrato, una declaración de incumplimiento para tales efectos. // Con esta interpretación se estaba
recortando evidentemente el poder de la Administración contratante; porque si bien ésta no puede
caducar lo ya ha terminado nada impide que se pronuncie sobre el incumplimiento del contratista,
cuando precisamente el vencimiento del plazo pone en evidencia que ya el contrato no se puede ejecutar
en su integridad. En otros términos, cuando el vencimiento del plazo, per se, muestra que hubo un
incumplimiento en determinado porcentaje. // Y todo se debió a una mala interpretación de la ley y como
si ésta sólo permitiera la declaración de incumplimiento para efectos de multas, o de caducidad. Ese
artículo 72 va más allá y permite ese pronunciamiento con otro fin diferente: El poder hacer efectiva la
cláusula penal pecuniaria. En otros términos, ese artículo 72 permite que se haga efectiva la cláusula
16. Dicha situación varió con ocasión de la expedición de la Ley 1150 de 2007 -la cual no
resulta aplicable en el presente caso, puesto que fue posterior a la celebración del
contrato de suministro objeto de la controversia y a la expedición del acto
administrativo demandado- que en su artículo 17 revivió la competencia de las
entidades estatales para tomar esta clase de decisiones, al disponer:
Artículo 17. Del derecho al debido proceso. El debido proceso será un principio rector
en materia sancionatoria de las actuaciones contractuales.
10
[4] “Artículo 71, Decreto 222 de 1983”
11
[5] “Artículo 72 ibídem.”
12
[6] “Artículo 73 ibídem”.
fuera el caso, lo cual, según se vio, claramente bajo la potestad de autotutela otorgada en
las disposiciones previamente anotadas, podía hacer mediante acto administrativo.
Ello no ocurrió así con la Ley 80 de 1993. Esta norma, no solo derogó el Decreto 222 de 1983,
anteriormente citado13, sino que restringió la aplicación de cláusulas excepcionales al
derecho común, estableciendo criterios más exigentes para imponerlas, limitando aquellos
contratos para los cuales procede su inclusión, ya sea obligatoria o voluntaria y dispuso de
manera general14: (…).
No obstante lo anterior, no quiere ello decir que las partes, en ejercicio de la autonomía de la
voluntad no las puedan pactar, tal y como se manifestó en precedencia y fue establecido por
esta Sala mediante providencias de 4 de junio de 199815 y del 20 de junio de 200216, pero lo
que no puede hacer, y en este sentido se recoge la tesis consignada en éstas mismas
providencias, es pactarlas como potestades excepcionales e imponerlas unilateralmente,
pues según se vio, dicha facultad deviene directamente de la ley y no del pacto o convención
contractual y, a partir de la ley 80, tal facultad fue derogada. Por tanto, cuando quiera que
habiendo sido pactadas las multas o la cláusula penal conforme a la legislación civil y
comercial vigente, la administración llegare a percibir un incumplimiento del contrato,
deberá acudir al juez del contrato a efectos de solicitar la imposición de la correspondiente
multa o cláusula penal, en aplicación de lo previsto por el artículo 13 de la Ley 80 de 1993,
pues, se insiste, carece el Estado de competencia alguna para introducirlas en el contrato
como cláusulas excepcionales al derecho común y, de contera, para imponerlas
unilateralmente17.
19. En el sub-lite se observa que las partes pactaron la cláusula penal pecuniaria por el
equivalente al 10% del valor total del contrato y estipularon –con olvido del principio
según el cual las normas de orden público no pueden ser desconocidas o derogadas por
convenios particulares18- que la entidad podría hacerla efectiva directamente al
contratista, en caso de declaratoria de caducidad o de incumplimiento parcial o total de
sus obligaciones y que con fundamento en esta estipulación, el Departamento
Administrativo de Bienestar Social del distrito capital de Bogotá expidió la resolución n. o
00674 del 12 de noviembre de 1999, mediante la cual declaró el incumplimiento del
contrato de suministro n.o 367 del 29 de julio de 1999 y ordenó hacer efectiva la
13
[7] “Salvo los artículos 108 a 113, referidos a la ocupación y adquisición de inmuebles e
imposición de servidumbres. Al respecto, véase el artículo 81 de la Ley 80”.
14
[8] De manera específica, las cláusulas excepcionales allí consagradas se encuentran
desarrolladas por los artículos 15 y siguientes de la misma Ley 80.
15
[9] “Exp. 13988”.
16
[10] “Exp. 19488”.
17 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 20
de octubre de 2005, expediente 14579, C.P. Germán Rodríguez Villamizar. Posición que ha
sido reiterada por la jurisprudencia. Ver por ejemplo, Subsección A, sentencia del 30 de abril de
2014, expediente 27096, C.P. Hernán Andrade Rincón.
18
Código Civil, artículo 16: “No podrán derogarse por convenios particulares las leyes en cuya
observancia están interesados el orden y las buenas costumbres”.
cláusula penal pecuniaria, la cual en la resolución 00045 del 19 de enero de 2000 que
resolvió los recursos de reposición en contra de la referida decisión, ordenó descontar
del saldo pendiente de pago a favor del contratista.
20. Con fundamento en lo expuesto, para la Sala no cabe duda de que el acto
administrativo demandado está viciado de nulidad por falta de competencia temporal de
la entidad estatal para proferirlo, razón por la cual así se declarará. En relación con el
restablecimiento del derecho que se deriva de esta declaración y que según la demanda
implica la devolución de la suma retenida por concepto de la efectividad de la cláusula
penal pecuniaria, observa la Sala que si bien en el plenario consta que se presentaron
deficiencias en la ejecución de las obligaciones a cargo del contratista, las mismas
correspondieron a un incumplimiento parcial y no total del contrato, que habiendo sido
pactado por un valor de $389 031 133,20, de acuerdo con la liquidación final que
efectuó la misma entidad –ver párrafo 9.37- fue ejecutado y pagado al contratista por
valor de $ 345 336 304,68, lo que significa que no amerita la efectividad de la sanción
pecuniaria por la totalidad del valor pactado, como lo ordenó la entidad, sino de un
menor valor, que resulte proporcional con el grado de incumplimiento en el que incurrió
el contratista y que la Sala calcula sobre la base del monto del contrato que no fue
ejecutado: $ 43 694 828,52, que corresponde al 11,23% de su valor total. En
consecuencia, si la entidad, en la cláusula penal pecuniaria calculó el monto total de los
perjuicios derivados del incumplimiento definitivo (100% del contrato) del contratista en
el 10% del valor total del contrato, es decir en la suma de $ 38 903 113,32, por el
porcentaje de incumplimiento arriba anotado, procede reconocer una indemnización de
perjuicios a favor de la entidad por valor de $ 4 369 482,85, lo que significa que deberá
reembolsar a la demandante, la suma de $ 34 533 630,46, debidamente indexada.
19Norma vigente para la época de celebración del contrato materia de la litis, que fue
parcialmente derogada por el artículo 32 de la Ley 1150 de 2007 y modificada por el artículo
217 del Decreto 0019 de 2012.
expedición del acto administrativo que ordene la terminación, o a la fecha del acuerdo
que la disponga”.
23. Por su parte, el artículo 61 ibídem, establece que de no ser posible la liquidación
bilateral, porque el contratista no se presente a ella o porque las partes no lleguen a un
acuerdo sobre su contenido, “(…) será practicada directa y unilateralmente por la
entidad y se adoptará por acto administrativo motivado susceptible del recurso de
reposición”. Como se observa, la norma no indica el plazo dentro del cual debe llevarse a
cabo la liquidación unilateral, vacío que fue subsanado por el literal d) del numeral 10
del artículo 44 de la Ley 446 de 1998, que modificó el artículo 136 del C.C.A, norma que
dispuso el término de caducidad de las distintas acciones procedentes ante esta
jurisdicción, y en el referido numeral 10 reguló la correspondiente a la acción
contractual, estableciendo en el literal d): “En los que requieran de liquidación y ésta sea
efectuada unilateralmente por la administración, a más tardar dentro de los dos (2)
años, contados desde la ejecutoria del acto que la apruebe. Si la administración no lo
liquidare durante los dos (2) meses siguientes al vencimiento del plazo convenido por las
partes o, en su defecto del establecido por la Ley, el interesado podrá acudir a la
jurisdicción para obtener la liquidación en sede judicial a más tardar dentro de los dos (2)
años siguientes al incumplimiento de la obligación de liquidar”.
25. No obstante, la jurisprudencia también tiene establecido que así hayan transcurrido
los plazos para la liquidación bilateral y aún para la unilateral sin que el contrato haya
sido liquidado, éste todavía puede serlo dentro del término de caducidad de la acción,
de común acuerdo o unilateralmente por la administración, quien no pierde la
20
Ya en el pasado la jurisprudencia de esta Sección, frente al vacío que también presentaba la ley en
vigencia del Decreto-Ley 222 de 1983 sobre el plazo para llevar a cabo la liquidación del contrato, había
establecido en primer lugar, como un término razonable para la liquidación de común acuerdo el de 4
meses, contados a partir de la terminación del contrato y de 2 meses para la liquidación unilateral
mediante acto administrativo, a partir del vencimiento del plazo para la liquidación bilateral, cuando ésta
no pudiera llevarse a cabo. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera,
sentencia del 3 de mayo de 1990, C.P. Antonio José De Irisarri Restrepo, en la cual sostuvo que el
contrato debe liquidarse al término de su plazo (Sent. sept 11/80, Exp. 2825), momento a partir del cual
las partes tendrán 4 meses para ello: 2 para que el contratista aporte documentos y 2 para hacer el
trabajo de común acuerdo (Sent. en. 29/88 Exp. 3615); si no se efectúa la liquidación bilateral, la
Administración cuenta con otros 2 meses para efectuar la liquidación unilateral (Sent. nov. 16/89 Exp.
3625 y 3461), es decir que en total, la liquidación debe efectuarse dentro de los 6 meses siguientes al
vencimiento del plazo del negocio jurídico. Si no se lleva a cabo, deberá hacerlo el juez del contrato.
competencia para ello21, salvo en el caso de que se haya presentado demanda ante el
juez del contrato y se haya notificado el auto admisorio de la misma, con la pretensión
de que aquel sea liquidado. Al respecto, ha dicho la jurisprudencia de la Sección 22:
Los plazos indicados por la jurisprudencia, de una parte, para efecto de la liquidación
de mutuo acuerdo por las partes, cuando en el contrato no se había pactado uno y, de
otra parte, para la liquidación unilateral por la Administración, cuando los
contratantes no lograban acuerdo, tienen su base legal en normas generales, a falta
de especiales, situación autorizada en la ley 153 de 1887 (art. 48).
21
Ha dicho la Sala que “(…) dicho término no es perentorio, vale decir, que pasados ahora 6
meses de haberse vencido el plazo del contrato sin que éste se haya liquidado no se pierde
competencia para hacerla. Pueden practicarla los contratantes por mutuo acuerdo o la
administración unilateralmente, ya que el fin último es que el contrato se liquide y se definan las
prestaciones a cargo de las partes (...)”. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 16 de agosto de 2001, expediente 14384, C.P.
Alier Eduardo Hernández Enríquez. Reiterada en sentencia del 24 de julio de 2013, Subsección
A, expediente 26937, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
22 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 11
23
[18] “Sentencia de 22 de junio de 2000; exp. No. 12723; actor: Sociedad Unisys de Colombia
S.A”.
24
[19] “Sentencia de 13 de septiembre de 2001; exp. No. 17952; actor: Departamento de
Casanare”.
25
[20] “Expediente N° 12.723. UNISYS de Colombia S. A. Contra Universidad Industrial de Santander
“U.I.S.”
26
[21] “Ver sentencia de 2 de mayo de 2002; exp. No. 20472; actor: Esgamo Ltda.”
“La Sala ha precisado que el vencimiento de los términos previstos para que proceda
la liquidación bilateral o unilateral, no excluye la posibilidad de que la liquidación
finalmente se concrete por una u otra vía, siempre que no se haya demandado la
liquidación judicial mediante el ejercicio de la acción pertinente y se haya producido
la notificación del auto admisorio de la demanda 27 o, en el evento de no haberse
ejercido la acción, cuando no se haya cumplido el término de caducidad.
( )
26. En el presente caso, se observa que el contrato n.o 367 de 1999 tenía un plazo de
ejecución de 6 meses, que empezó a correr a partir del 2 de agosto de 1999, razón por la
cual venció el 2 de febrero de 2000. El acto de liquidación unilateral demandado, fue la
Resolución n.o 01812 del 31 de julio de 2000, confirmada mediante Resolución n. o 02268
del 7 de diciembre de 2000.
27. Las partes acordaron que el contrato debía liquidarse dentro de los 4 meses
siguientes a la terminación del plazo pactado –ver párrafo 9.1.4-, lo que significa que, en
principio, tal liquidación bilateral ha debido llevarse a cabo máximo el 2 de junio de
2000, fecha a partir de la cual, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 44 de la
Ley 446 de 1998, empezaba a correr el término de 2 meses con el que contaba la
administración para liquidarlo unilateralmente, es decir que debió hacerlo antes del 2 de
agosto de 2000: Como ya se dijo, el acto fue proferido en julio de ese año, lo que sin
duda alguna significa que la decisión de liquidación unilateral del contrato fue oportuna,
afirmación que igualmente se habría podido efectuar en caso de que la administración
hubiera sobrepasado el referido límite temporal, en los términos en que quedó
explicado, y por lo tanto resulta improcedente el cargo de falta de competencia que se
adujo en la demanda.
28. No obstante lo anterior, se advierte que la invalidez advertida por la Sala respecto
del acto administrativo mediante el cual se declaró el incumplimiento y se ordenó hacer
efectiva la cláusula penal pecuniaria y que será declarada en la parte resolutiva de la
presente providencia, trae como consecuencia la nulidad parcial del acto administrativo
mediante el cual la entidad liquidó unilateralmente el contrato, toda vez que en dicha
liquidación procedió a descontar, ilegalmente, el monto de la referida sanción
pecuniaria. En consecuencia, también resulta procedente la declaratoria de su nulidad
27
[22] “Ver sentencias de la Sección Tercera de Mayo 30/96, exp. 11759; agosto 16/01, exp.
14384.”
28
[23] “Sentencia proferida el 30 de mayo de 1996, expediente 11.759.”
parcial, en la parte que resolvió descontar dicha suma y así se declarará, en aras de
preservar la legalidad de la actuación administrativa.
30. La parte actora pidió que como consecuencia de la declaratoria de nulidad de los
actos administrativos demandados se declarara así mismo el incumplimiento contractual
de la entidad demandada respecto de su obligación de pago, por la reiterada mora a
partir del 2 de septiembre de 1999 –pretensión quinta-.
32. El incumplimiento del contenido obligacional de los contratos, constituye una fuente
de responsabilidad contractual que da derecho al co-contratante a reclamar el
cumplimiento y/o la resolución del contrato más la indemnización de perjuicios –
condición resolutoria tácita, art. 1546 del Código Civil29-, en el entendido de que este
derecho lo puede ejercer la parte cumplida o que se allanó a cumplir, pues no se puede
olvidar que según lo dispuesto por el artículo 1609 del Código Civil “En los contratos
bilaterales ninguno de los contratantes están en mora dejando de cumplir lo pactado,
mientras el otro no lo cumpla por su parte, o no se allane a cumplirlo en la forma y
tiempo debidos”, lo que significa que quien alega el incumplimiento de su co-contratante
se encuentra en el deber de demostrar, en primer lugar, su propio cumplimiento, como
requisito para la prosperidad de sus pretensiones. Al respecto, la jurisprudencia ha
manifestado:
Ahora bien, sabido es que existe responsabilidad contractual sólo a condición de que
cualquiera de las partes deje de ejecutar por su culpa el contrato y haya causado un perjuicio
al acreedor. Para que se estructure esa responsabilidad contractual por infracción a la ley del
contrato, debe demostrarse: (i) el incumplimiento del deber u obligación contractual, bien
29“En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria en caso de no cumplirse por
uno de los contratantes lo pactado. // Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su
arbitrio, o la resolución o el cumplimiento del contrato con indemnización de perjuicios.”
porque no se ejecutó o lo fue parcialmente o en forma defectuosa o tardía; (ii) que ese
incumplimiento produjo un daño o lesión al patrimonio de la parte que exige esa
responsabilidad y, obviamente, (iii) que existe un nexo de causalidad entre el daño y el
incumplimiento30.
Es importante destacar que esa carga de la prueba que pesa sobre quien
alega y pretende la declaratoria de incumplimiento en los contratos
sinalagmáticos31 tiene una doble dimensión, tal y como lo explicado la Sala
así:
Por eso, del artículo 1609 del C.C. antes mencionado se extrae la regla en
virtud de la cual no es permitido ni admisible que una de las partes del
contrato exija a la otra que satisfaga sus obligaciones, mientras ella misma
no lo haya hecho, en tanto que sería injusto permitir o patrocinar que quien
no ha cumplido las obligaciones que correlativamente asumió, pudiera
reclamar del otro que tampoco ha cumplido lo acordado.
30
[19] “Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Exp. 6461 de 4 de julio de 1992,
M.P. José Fernando Ramírez Gómez”.
31
[20] “Artículo 1498 del C.C.: “El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las
partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez…”
32
[21] “Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 24 de febrero de 2005, Exp. No.
14.937. C.P., Germán Rodríguez Villamizar”.
33
[22] “Scongnamiglio, Renato, Teoría General del Contrato, Traducción Fernando Hinestrosa,
Universidad Externado de Colombia, 1982, Pág. 350 y ss”.
Quiere decir lo anterior que el éxito de la acción de controversias
contractuales de que trata el artículo 87 del C.C.A. cuando se pretende
obtener el incumplimiento del contrato y la condena en perjuicios presupone
que la parte que la ejerce acredite en el proceso haber cumplido o estado
presto a cumplir sus obligaciones; o lo que es igual, para abrir paso a
pretensiones en ese sentido la parte que las invoca debe probar que satisfizo
las obligaciones que le incumben o se allanó a hacerlo, para demostrar que
la otra parte está en un incumplimiento de las obligaciones a su cargo, que
éstas son exigibles y que, por tanto, se encuentra en mora para su pago.
38. La demandante también pretende que el juez ordene la liquidación del contrato
teniendo en cuenta el restablecimiento económico del mismo que fue solicitado en sede
administrativa y que como consecuencia de esta solicitud, se condene a la entidad al
pago a favor de la sociedad actora de los perjuicios materiales que resulten probados y
que el contratista estaba cumpliendo con los precios ofrecidos y por lo tanto recomendó el pago
de las facturas y iii) que es imposible para la fecha del dictamen –año 2013- realizar una
evaluación física sobre los productos alimenticios entregados por el contratista, por lo que pidió
al Tribunal evaluar los informes realizados por los supervisores de las unidades operativas
locales y del departamento a quienes se entregaban los alimentos para su evaluación y visto
bueno y los reportes analíticos físico químicos y/o microbiológicos que se hubieren realizado
durante la ejecución del contrato a los mismos (c. 6).
los perjuicios morales, en cuantía equivalente a 1000 gramos oro –pretensiones sexta,
séptima y octava-.
40. Cuando las partes de una relación contractual sinalagmática y conmutativa hacen
una manifestación de voluntad tendiente a obligarse y prestan su consentimiento en
este sentido, dando nacimiento al contrato mediante su perfeccionamiento, lo hacen
por cuanto consideran que la relación entre las prestaciones a cargo de ambas partes es
equitativa, es decir que miran las obligaciones a su cargo, como equivalentes a las que se
hallan a cargo de la co contratante. Esa equivalencia que surge al momento de contratar,
es la que se conoce como ecuación contractual, respecto de la cual se predica el
equilibrio económico, que no es otra cosa que el mantenimiento de esa simetría entre
las prestaciones que surgen para las partes del contrato debidamente perfeccionado.
41. Cuando las partes se obligan, lo hacen sobre la base de los cálculos de costo-
beneficio que han realizado, con fundamento en las circunstancias de todo orden que se
encuentran vigentes al momento de proponer o contratar –legales, económicas,
financieras, laborales, fiscales, de mercado, etc.- y que pueden incidir en los precios
ofertados y en las utilidades esperadas, de tal manera que la ecuación contractual
finalmente constituida, surge de esa realidad presente. No obstante, esas circunstancias
pueden variar por diversas causas con posterioridad a la celebración del contrato,
algunas previsibles y otras no, afectando la relación equivalente del contrato.
42. Esa realidad hace cobrar vigencia al principio rebus sic stantibus, de conformidad con
el cual las condiciones originales del contrato se deben mantener, en cuanto a las
obligaciones a cargo de cada uno de los contratantes, siempre y cuando se conserve
durante la etapa de ejecución o cumplimiento la situación de cargas y beneficios que
ellas soportaban en el momento de su celebración, pero no se puede ni debe mantener,
cuando esa situación, por circunstancias ajenas a la parte afectada, sufre modificaciones
entre el momento en que se trabó la relación negocial y una época posterior durante la
ejecución del contrato. Se trata entonces, de reconocer que luego de la celebración del
contrato, se pueden presentar hechos que se traducen en un significativo agravamiento
de las cargas asumidas por las partes voluntariamente, cuando decidieron contratar y
obligarse mutuamente y que sobrepasan el álea normal de todo contrato; por lo tanto,
la normatividad ha contemplado soluciones para eventos de esta naturaleza.
43. Existen eventos que pueden surgir durante la ejecución del contrato y afectar su
equilibrio económico, pero que son previsibles y por lo tanto permiten adoptar medidas
preventivas frente a su posible ocurrencia, como sucede, por ejemplo, con las
variaciones que se presentan en los precios pactados por el aumento del valor de sus
componentes, caso en el cual las partes acuerdan fórmulas matemáticas de reajuste,
que absorban esas variaciones y mantengan el valor real y constante de los precios
durante el término del contrato. No obstante, existen otros eventos que son
imprevisibles y que al presentarse pueden afectar la relación de equivalencia de las
prestaciones de las partes en contra de una de ellas, para quien se hará mucho más
gravosa su ejecución.
45. El artículo 5º, que contiene los derechos y deberes de los contratistas, dispone -
numeral 1- que ellos tendrán derecho a recibir oportunamente la remuneración pactada
y a que el valor intrínseco de la misma no se altere o modifique durante la vigencia del
contrato y que en consecuencia, tendrán derecho, previa solicitud, a que la
administración les restablezca el equilibrio de la ecuación económica del contrato a un
punto de no pérdida, por la ocurrencia de situaciones imprevistas que no sean
imputables a los contratistas.
46. El artículo 14, que se refiere a los medios que pueden utilizar las entidades estatales
para el cumplimiento del objeto contractual y entre éstos, a las facultades excepcionales
que les otorga la ley, dispone que en los actos en que se ejercite alguna de las
potestades excepcionales de interpretación, modificación o terminación unilateral del
contrato, deberá procederse al reconocimiento y orden de pago de las compensaciones
e indemnizaciones a que tengan derecho las personas objeto de tales medidas y que se
aplicarán los mecanismos de ajuste de las condiciones y términos contractuales a que
haya lugar, todo ello con el fin de mantener la ecuación o equilibrio inicial.
47. Específicamente, el artículo 27 de la Ley 80, se refiere a la ecuación contractual en
los siguientes términos:
Para tales efectos, las partes suscribirán los acuerdos y pactos necesarios sobre
cuantía, condiciones y forma de pago de gastos adicionales, reconocimiento de costos
financieros e intereses, si a ello hubiere lugar, ajustando la cancelación a las
disponibilidades de la apropiación de que trata el numeral 14 del artículo 25. En todo
caso, las entidades deberán adoptar las medidas necesarias que aseguren la
efectividad de estos pagos y reconocimientos al contratista en la misma o en la
siguiente vigencia de que se trate.
2) Que ese hecho sea imprevisto e imprevisible para las partes al momento de
celebración del contrato.
4) Que el hecho produzca una alteración anormal y grave de la ecuación contractual que
dificulte la ejecución del contrato más no la imposibilite.
49. En términos de afectación del equilibrio económico del contrato, se han manejado
principalmente dos teorías: la del hecho del príncipe y la de la imprevisión,
correspondiendo la primera, a aquellos casos en los cuales la afectación de la ecuación
contractual proviene de una medida de carácter general expedida por la misma entidad
contratante, no en su calidad de parte del contrato sino en ejercicio de sus funciones,
que de manera indirecta o refleja afecta a su propio contratista 36 y la segunda, a hechos,
36Al respecto, se pueden consultar, por ejemplo: Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 29 de mayo de 2003, expediente 14577, C.P.
Ricardo Hoyos Duque; sentencia del 18 de septiembre de 2003, expediente 15119, C.P. Ramiro
Saavedra Becerra; sentencia de la Subsección C, del 25 de abril de 2012, expediente 21909,
C.P. Enrique Gil Botero.
ajenos a las partes, no imputables a ninguna de ellas. Pero tanto en la una como en la
otra, se requiere que el hecho –o la medida de carácter general- i) haya sido imprevisto e
imprevisible al momento de contratar, ii) que se presente con posterioridad a la
celebración del contrato y iii) que altere en forma extraordinaria y anormal la ecuación
financiera del mismo. Por cuanto como lo ha explicado la jurisprudencia:
En relación con la imprevisibilidad del hecho, cabe precisar que si éste era
razonablemente previsible, no procede la aplicación de la teoría toda vez que se estaría en
presencia de un hecho imputable a la negligencia o falta de diligencia de una de las partes
contratantes, que, por lo mismo, hace improcedente su invocación para pedir compensación
alguna38.
CUARTA: Que en razón a la falta de claridad para una correcta ejecución del contrato, a la
anormalidad por imprecisión en los estudios hechos con anterioridad a la firma del contrato,
y a las graves dificultades económicas y legales que se nos ha ocasionado con esta
imprevisión por parte de su entidad, lo que sumado a la mora en los pagos, a la persecución
sin fundamento contra la empresa, y demás actuaciones ilegales, han hecho que se rompa el
37
[11] “GASTÓN JEZE, Principios Generales del Derecho Administrativo. Buenos Aires,
Editorial de Palma,1950; tomo V, pp. 51, 53 y 54. // La teoría de la imprevisión y las diferentes
circunstancias que pueden causar ruptura del equilibrio del contrato, fueron objeto de examen
por esta Sala en la sentencia del 20 de septiembre de 1979, Exp. 2742 (actor: Francia Alegría
de Jacobus). La demandante solicitaba la suspensión, restitución y pago de perjuicios en un
contrato de arrendamiento de un inmueble de su propiedad, destinado al funcionamiento de
oficinas y archivo públicos, por incumplimiento en el pago del cánon de arrendamiento y la
aplicación del principio de la imprevisión por haberse roto el equilibrio financiero del contrato en
virtud del cambio de circunstancias económicas que hacían imperiosa la modificación de sus
condiciones iniciales. La Sala negó las pretensiones de la demanda y consideró que “resulta
claro que la teoría de la imprevisión es admisible cuando la ecuación financiera del contrato de
tracto sucesivo o ejecución diferida sufre “enorme alteración” por hechos sobrevinientes durante
la ejecución y que no eran previsibles en el momento de la celebración”.
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Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 29
de mayo de 2003, expediente 14577, C.P. Ricardo Hoyos Duque.
equilibrio económico de la ecuación contractual, por lo que con el fin de cumplir de nuestra
parte con el contrato, se nos han acumulado pérdidas económicas en la ejecución del
contrato que sobrepasan los 150.000.000,oo (ciento cincuenta millones de pesos) (…).
QUINTA: Que de acuerdo a lo consagrado en la Ley 80 de 1993 Art. 5 Num. 1º nos asiste el
derecho a solicitar el restablecimiento del equilibrio de la ecuación económica del contrato a
un punto de no pérdida.
(…) SEXTA: Que de acuerdo a lo establecido en nuestra propuesta sobre política de precios,
los precios se debían tomar del boletín de precios de Corabastos, por lo que la referencia de
precios es el boletín de Corabastos, por lo cual al romperse el equilibrio económico del
contrato, la fijación de los nuevos precios o JUSTO PRECIO debe hacerse acorde CON LAS
CONDICIONES DEL MERCADO, LAS CARACTERÍSTICAS DEL SUMINISTRO, LA FORMA
VERDADERA DE PAGO, LA VARIEDAD DE LOS PRODUCTOS ENTREGADOS, Y EN GENERAL
TENIENDO EN CUENTA TODAS LAS VARIABLES Y CONDICIONES AFECTADAS CON EL
INCUMPLIMIENTO EN EL PAGO, es así como el boletín de Corabastos establece en su parte
final que ‘ESOS PRECIOS SON INDICATIVOS DE LAS TRANSACCIONES DE CONTADO EN LAS
BODEGAS DE LA CENTRAL’.
DÉCIMA: Que en la cláusula décima tercera se establece que el DABS reconocerá los
intereses moratorios de acuerdo a las normas vigentes.
DÉCIMA PRIMERA: Que de nuestra parte y a pesar de los inconvenientes a que nos vimos
abocados por el incumplimiento de su entidad, y salvo algunos pequeños inconvenientes
normales e imprevistos en esta clase de contratos, y que en términos porcentuales, (…) van
más allá del 0.7%, por lo que de nuestra parte en términos también porcentuales a la fecha
cumplimos en el 99.3% sobre el 100% porcentaje más que satisfactorio, en los contratos de
tracto sucesivo y dadas las características de los productos, las cantidades a entregar y el
número de entregas.
PRIMERA: Que en razón a la anormalidad del contrato se rompió el equilibrio económico del
contrato, por lo que solicito se restablezca en las condiciones reales en que se hizo el
suministro de alimentos, la forma de pago verdadera, las condiciones del mercado y los
precios, y que el mismo reconocimiento se haga de acuerdo a los precios dados por el boletín
de corabastos, sin incluir el descuento del 7%, ya que el mismo y según nuestra voluntad
inicial se ofreció en consideración de las condiciones favorables para nosotros en la solicitud
de la oferta, las cuales al desaparecer contradicen nuestra voluntad inicial, lo (sic) nos lleva
en las actuales circunstancias a modificar nuestra voluntad y por consiguiente la oferta
inicial.
51. Como se puede ver, el contratista pretende un reajuste de los precios pactados
contractualmente, porque considera que no le fue favorable el descuento del 7% que
ofreció respecto de los valores de referencia tenidos en cuenta –costo de alimentos en
Corabastos- y porque ejecutó labores que tenían un costo adicional al valor de los
alimentos suministrados, el cual pretende que le sea reconocido por la entidad a título
de restablecimiento del equilibrio económico del contrato.
54. Por otra parte, la demandante pretende la revisión del precio pactado para que sea
suprimido el descuento del 7% sobre el boletín de precios de Corabastos que ofreció en
su propuesta, afirmando que dicho descuento se ofreció sobre unos supuestos fueron
variados, ya que el anticipo no se entregó antes de iniciarse la ejecución del contrato
como debía ser y que además el contratista tuvo que incurrir en unos gastos adicionales
que no fueron debidamente remunerados.
55. En cuanto a lo primero, se observa que las partes pactaron de común acuerdo, la
forma de pago del contrato y en ella se acordó que el anticipo sería entregado dentro
del primer mes de ejecución, es decir que no se sujetó la iniciación del suministro a la
entrega del anticipo y así lo aceptó el contratista cuando prestó su consentimiento y
suscribió el contrato, de modo que no se trata de una circunstancia imprevista de la que
se pueda afirmar que afectó gravemente la ecuación contractual.
56. En cuanto a lo segundo, se advierte que el contrato suscrito por la firma Alservice
Ltda. no fue de compraventa sino de suministro, lo que implica la entrega periódica de
los alimentos en los sitios y en la forma acordada en el negocio jurídico, con la asunción
de los gastos que ello representara para el contratista, por lo tanto no es de recibo la
reclamación que ahora aduce, por conceptos como transporte, cargue y descargue de
los alimentos, costos de selección de los productos, costos de las bajas por cambios o
maltrato de los alimentos durante el proceso de selección y distribución, los gastos de
empaque y entrega de los alimentos, el costo de bodegaje, el costo de transporte desde
Corabastos a los sitios de entrega, etc., pues evidentemente todos estos gastos y costos
son propios de la ejecución de las prestaciones a su cargo y le correspondía asumirlos.
57. Ahora bien, de la reclamación efectuada por el demandante, lo que se infiere es que
para el contratista, el precio que ofreció en el procedimiento de selección y que le sirvió
para obtener la adjudicación del contrato, no alcanza a absorber los costos de ejecución
de las prestaciones a las que se obligó, pero ésta no es una circunstancia que ahora
pueda alegar como de rompimiento del equilibrio económico del contrato, en cuanto no
fue imprevisible ni posterior a su celebración y además proviene del mismo contratista,
quien al elaborar su propuesta debió efectuar un cálculo real de los costos para así
mismo ofrecer un precio acorde con los mismos y no confiar en que posteriormente,
mediante la alegación del rompimiento del equilibrio económico del contrato podría
obtener un reajuste de su valor, como lo pretende en el presente proceso.
Conclusión
58. Con fundamento en las anteriores consideraciones, la Sala estima que las
pretensiones están llamadas a prosperar parcialmente, en cuanto se comprobó la
ilegalidad del acto administrativo de incumplimiento y la nulidad parcial del acto
administrativo de liquidación, circunstancia que conduce a ordenar a la entidad
demandada el reembolso parcial de la suma deducida al contratista por concepto de la
cláusula penal pecuniaria, debidamente actualizada y a denegar las demás pretensiones
de la demanda, en cuanto no resulta procedente la declaratoria de incumplimiento de la
entidad contratante ni el restablecimiento del equilibrio económico del contrato, al no
haberse acreditado su afectación. Por lo tanto, la entidad deberá cancelar a favor del
demandante la suma de $34 533 630,46, debidamente actualizada, mediante la
aplicación de la fórmula usualmente utilizada por la jurisprudencia para ello:
VA = VH x índice final
índice inicial
En donde:
VA = Valor actual
VA = $ 65 239 477,oo
F A L L A:
SEXTO: El presente fallo se cumplirá en los términos de los artículos 176 a 178 del CCA y
115 del CPC., para lo cual se expedirán copias auténticas de esta providencia con
constancia de ejecutoria con destino a las partes y por intermedio de los apoderados
que han venido actuando en el proceso.