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Fomento Pastoral de México, A.C.

Propuesta de un Código de Ética Interconfesional

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I. Código de Ética Interconfesional

Desarrollar e implementar un código de ética interconfesional es una tarea ardua

que conlleva riesgos. La presente propuesta no es una panacea que tiende a

solucionar el paso seguro a través de cada laberinto ético entre varios grupos

religiosos.

Sin embargo, un código de ética escrito ayudará como una guía y como una

meta; debe enseñar a la vez que inspirar. Un código de ética no es substituto de

la conducta, pero puede dirigir a un mejor entendimiento en las relaciones

interconfesionales.

Para elaborar un texto que quede claro y coherente, tanto en forma como en

contenido, se considera esencial iniciar con la definición de cada uno de los

conceptos que rigen el sentido de la definición.

Definición de código de ética

La ética está vinculada a la moral y establece lo que es bueno, malo, permitido o

deseado respecto a una acción o una decisión, tanto a nivel individual como a

nivel colectivo. El concepto proviene del griego ethikos, que significa “carácter”.

Puede definirse a la ética como la ciencia del comportamiento moral, ya que

estudia y determina cómo deben actuar los integrantes de una sociedad.

Un código, por su parte, es una combinación de signos que tiene un

determinado valor o sentido epistémico dentro de un sistema establecido. En el

derecho, se conoce como un código al conjunto de normas que regulan una

materia determinada.

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Un código de ética, por lo tanto, fija normas que regulan los comportamientos

de las personas dentro de una empresa u organización (Porto y Gardey, 2010).

Aunque la ética no es coactiva (no impone castigos legales), un código de ética

supone una normativa interna de cumplimiento obligatorio. Es el deber ser de

un colectivo regido por dicho código ético.

El principal objetivo de estos códigos es mantener una línea de

comportamiento uniforme entre todos los integrantes de una asociación. Al

incluir instrucciones por escrito, no resulta necesario que se explique a los

integrantes, en cada momento, cuáles son sus obligaciones éticas y morales.

Definición del concepto interconfesional

El significado más básico de este concepto se define como aquel que incluye a

todas las confesiones religiosas que comparten un denominador común como la

base de su fe.

En ese sentido, en esta propuesta, se identifica el diálogo interconfesional

cristiano, como aquel que se refiere solo a los grupos religiosos que aceptan a

Jesucristo como el Hijo de Dios, Señor y Salvador del mundo.

La necesidad de un código de ética

Trull y Carter en su texto Ética Ministerial (1997), dedican un capítulo a

explicar la importancia de establecer un código de ética entre los grupos

religiosos, para construir un parámetro de acciones que permitan la convivencia

pacífica, respetuosa y equitativa que tienda a establecer los nexos para el diálogo

entre las distintas denominaciones.

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El objetivo de un código interconfesional también es instituir una base que

ayude a sostener y a proteger a los miembros individuales de las

denominaciones. La existencia de un código protege al individuo, ya que le da

identidad dentro del grupo, al saber cuáles son sus principios del hacer dentro

de la comunidad. Los códigos ayudan a definir los valores del grupo.

Los códigos no son únicamente reglas para la acción; sino que, además,

identifican los puntos morales de tensión dentro de un grupo y presentan un

modelo deóntico a seguir.

La naturaleza de los códigos interconfesionales

La ética es un sistema moral normativo que le permite al individuo saber qué

hacer y qué no hacer en un contexto, en este caso el religioso, con respecto a su

propio comportamiento y al de los demás. Es decir, el saber las normas que lo

rigen le permitirá conocer sus límites dentro de una comunidad y las acciones

pertinentes que debe llevar a cabo para establecer nexos comunicativos

dialógicos basados en el respeto, la armonía, la paz y la justicia.

La estructura de los códigos interconfesionales

Los códigos interconfesionales tienen como objetivo elevar a nivel de profesión

las actividades de las organizaciones religiosas. Toda organización está sujeta a

una estructura normativa que implica obligaciones personales y colectivas, así

como responsabilidades hacia los integrantes del grupo propio y su interacción

con otras organizaciones que confiesan una misa fe.

El código establece por escrito una serie de lineamientos que permitirán

establecer entre los grupos regidos por él, un compromiso, un sentido de

pertenencia, el conocimiento necesario para establecer compromisos en común.


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Los deberes en común que establece el código están fundamentados en los

principios de: confiabilidad, honestidad, competencia, diligencia, cooperación,

lealtad, justicia, compasión y discreción.

El tener un código de ética interconfesional permitirá desafiar y resolver los

inevitables dilemas humanos a los que se enfrentan todas las organizaciones

consideradas como sistemas vivos; como seres humanos, a pesar de compartir

una misma fe, estamos conformados por distintas personalidades, caracteres,

idiosincrasias que influyen siempre en la manera de percibir y entender el

mundo y el entorno inmediato, aunque nuestro denominador común sea el

mismo Dios. El tener una forma en común para entender nuestra realidad como

grupos nos permitirá crecer en la comunidad sustentándonos en el

entendimiento y el conocimiento mutuo.

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II. La regla de oro bíblica como la base
código de ética del interconfesional

Esta “Regla de Oro” podría ser el denominador ético común para todos los

sistemas religiosos, porque todos los sistemas de creencia se suscriben a ella:

» Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes;

porque en eso se resumen la ley y los profetas. Mateo 7:12 (DHH)

Como madre de la ética para toda la humanidad, esta regla de oro podría, por lo

tanto, convertirse en el núcleo de un acuerdo inicial, del cual un diálogo

interconfesional actual podría construir mil años de paz.

Aceptar la regla de oro como una ética global va a asegurar que todas nuestras

naciones y todos nuestros credos abracen el pluralismo tanto en la cultura como

en la sociedad y enfocará nuestros corazones y nuestras mentes. La ética global

imprimirá en nosotros la verdad poética de que “Ningún hombre es una isla sino

una parte de la humanidad” (UPF, 2007).

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III. Premisas Fundamentales para el Código Ético Interconfesional

1. Las distintas tradiciones religiosas y culturales no deben ser obstáculos que

impidan trabajar juntos a favor de una mayor humanización.

2. En la ética interconfesional se parte de la premisa de que Dios estableció el

matrimonio entre un hombre y una mujer para formar una familia cristiana.

3. Toda fe religiosa debe contribuir, basada en la Palabra, al crecimiento espiritual

de las personas.

4. Un código ético interconfesional no unifica en una misma ideología a las

diferentes confesiones de fe. Tampoco presupone el predominio de una sobre las

otras.

5. Un Código Ético Interconfesional está fundamentado en una serie de valores

vinculantes, criterios de fe inamovibles y actitudes básicas personales.

6. Los problemas sociales, ecológicos y morales que se enfrentan actualmente son

globales en sus implicaciones. Por lo tanto, se debe enfrentar el reto de

“globalizar” nuestros valores y nuestros estándares éticos.

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IV. Código de Ética Interconfesional

Considerando que todos creemos en Dios;

Considerando que Dios es amor;

Considerando que el amor de Dios mora en nuestros corazones;

Considerando que el amor es la fuerza más poderosa para trasformar nuestra

sociedad, se propone el siguiente reglamento:

1. Se aceptarán a las personas de otros credos religiosos sin cuestionar sus

creencias y costumbres.

2. Se buscará el bien de la dignidad humana a través de la armonía.

3. Se promoverá el respeto y la bondad entre todas las confesiones de fe.

4. Se promoverá la justicia entre las diferentes confesiones religiosas.

5. Se promoverá la tolerancia y el respeto hacia las otras religiones.

6. Se fomentará el respeto a las actividades de evangelización de los diversos

grupos religiosos.

7. Se promoverá el beneficio de la colectividad sobre el individual,

fomentando el trabajo colectivo para el bien común.

8. Se fomentará la verdad como valor universal.

9. Se promoverán las convergencias en lugar de las divergencias.

10. Se fomentará la confianza para el diálogo armónico y respetuoso.

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V. Declaración de compromiso para el cumplimiento

del Código Ético Interconfesional

1. Asumimos el compromiso de adherimos a este código los que estamos

interesados en construir una mejor sociedad. Así como en buscar

soluciones conjuntas a los problemas comunes que nos atañen a las

diferentes confesiones religiosas. Porque solo se puede poner en práctica

a nivel de naciones y religiones lo que ya se vive en el plano de las

relaciones personales y familiares.

2. Asumimos el compromiso para probar la estrategia de la unidad en

conceptos comunes.

3. Asumimos el compromiso de que todo ser humano debe recibir un trato

justo y digno. Si nos vemos como hermanos, hijos de un mismo Dios, se

evitará la discriminación y el rechazo.

4. Asumimos el compromiso de que la prédica de la paz, el amor y la

hermandad se transforme en hechos reales y no solo en una declaración

de fe.

5. Asumimos el compromiso de promover un lenguaje inclusivo de amor y

de respeto hacia otras confesiones de fe. Reprobamos todo lenguaje

antagónico, de rechazo, intolerancia y persecución religiosa.

6. Asumimos un compromiso con la dignidad humana, la igualdad, la

libertad, la justicia, la paz y la conservación de la Tierra.

7. Asumimos un compromiso de ratificar y profundizar, desde el ángulo de

la ética, el respeto total a la persona humana, al carácter inalienable de la

libertad, a la igualdad básica de todos los humanos y a la interdependencia

de todos con todos.


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8. Asumimos el compromiso de esforzarnos en cumplir la misión a la que

hemos sido llamados. No se descalificará o se rechazará, debido a intereses

personales o materiales, a las personas de otra religión

9. Asumimos el compromiso de respetar la credibilidad y fomentar la

aceptación social de los líderes religiosos. Se evitará la crítica a un líder

religioso que haya cometido una falta moral.

10. Asumimos el compromiso de promover la compasión a favor de una

cultura de la no violencia, el diálogo y el respeto a la vida.

11. Asumimos el compromiso de tributar tolerancia y respeto, e incluso

estima y consideración a los grupos minoritarios. Las minorías, sean de

tipo racial, étnico o religioso, necesitan nuestra protección y estímulo.

12. Asumimos el compromiso de ser llamados para servir y no para ser

servidos.

13. Asumimos el compromiso de que impere el respeto mutuo, un razonable

equilibrio de intereses y una voluntad abierta a la mediación y a la

consideración recíproca.

14. Asumimos el compromiso de leer y usar la Biblia interconfesional, para

darle continuidad al esfuerzo de unidad. Esto no significa tratar de

unificar las religiones, sino de buscar un mejor entendimiento en la

riqueza de la pluralidad.

La filosofía imperante para el cumplimiento del Código de Ética

Interconfesional debe ser la premisa de san Agustín:

“En lo esencial, unidad; en lo no esencial, libertad; en todo,

pero sobre todo la caridad”

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