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VII Las embaxadas célebres de los Duques de Humena, y de Pastrana, para la

conclusion de los casamientos del Rey de Francia Luys XIII y del Príncipe de España
Felipe IV.

(Códice H. 50 Ms. de la Biblioteca Nacional, pág. 51.)

                     Tratado etc.           


     Para este dia (22 Agosto segunda Audiencia) dexo el duelo la Corte
de España (fuera del Rey) haziendo lo mismo el de Humena, y les de
su compañía.
     Entre los acuerdos se expressaua: Que la Infanta renunciaua peder
suceder ni sus hijos, ni descendientes en ningun Estado de España,
sino en dos casos solamente: quedando ella viuda de Luys XIII
boluiendo á España, y tambien si por razon de Estado, por el bien
público de los Reynos de España, y por justas consideraciones se
cassase con voluntad del Católico Rey su Padre, ó del Principe su
hermano. Finalmente coneluydo el acto, y pedida licencia en otra
audiencia, se partió el Duque para Francia muy acariciado y los suyos
con la magnificencia del Rey: y el agrado de la mucha cortesia y
benevolencia de España. Escriuió el Príncipe á Madama Isabel, y el
secretario de la primera carta fué Don Juan Idiaquez, que dize assí:
Señora embidia tengo á Don Iñigo de Cárdenas, y que á de ver á V.
Alteza primero que yo: paguemelo en tenerme muy en su memoria,
que selo meresco por tenerla á V. Alteza en la mia. Espero en Dios,
muy breue se certificara á V. Alteza deste amor, y verdad mia, yo
deseo que sea luego.
     Hizo su vistosa entrada (Pastrana) por la puerta de San Jaques con
este orden, los clarines españoles con cotas de armas de tela de oro, y
encarnado con las armas del Duque Embaxador; ochenta y ocho
azemilas [64] con reposteros de tapizeria, y armas del Duque y las de
su compañía: los Caualleros y criados costosissimamente vestidos,
siete azemilas con reposteros de terciopelo carmesí, bordados de oro y
plata; diez correos, treinta y ocho azemilas con los guarda joyas,
sesenta y ocho personas con los oficios de su camara en postas; luego
en su seguimiento dos clarines, y catorce pages del Duque de Neuers
en cauallos españoles, y la librea española, despues doze clarines del
Rey con casacas de terciopelo blanco, veinte caualleros españoles,
vestidos de tela de oro y plata, cada vno en medio de dos Señores
Franceses, y los principales eran los dos hermanos del de Pastrana,
Don Francisco, y Don Diego de Silua, el Conde de Galue, dos
Marqueses, dos deudos del Duque Don Antonio y Don Pedro de Silua,
Don Sancho de Leyuas, Don Juan Maldonado, Don Antonio del
Aguila, el adelantado del Rio de la Plata, Don Manuel de Meneses,
Don Rodrigo Herrera, Don Alonso de Luna, Don Gabriel de Chaues, y
Don Fernando de Leiua, y otros Caualleros. Despues el Duque de
Pastrana brillante de oro y pedrería sobre vn brioso y bien enjaezado
cauallo, y el Duque de Neuers á mano izquierda. Con esta Magestad
entró en Paris, y fué hospedado en la Rua de San Antonio en la casa de
Rochelaura.
VIII. La Embaxada que hizo a Francia el Duque de Pastrana para la conclusion del
casamiento del Príncipe de España.

(Códice H. Ms. de la Biblioteca Nacional, pág. 55.)

                     Tres dias antes que llegasse a Paris el Duque de Pastrana, fue la           
Reyna auer la composicion, y aderezo de la casa de Rochelaura. La
misma tarde que llegó ala posada, visito al Duque de parte del Rey
Mos el Grande (que es cauallerizo mayor) acompañado de mucha
Nobleza, y cantidad de hachas blancas por ser de noche. El Jueues a 16
de Agosto alas dos despues de medio dia embio Mos el Grande de
parte de sus Magestades al de Pastrana treinta cauallos con gualdrapas
de terciopelo negro, y seis carrozas, las dos a seis cauallos, las otras
dos a quatro, y las vltimas a dos. Despues salio a acompañar al de
Pastrana el Duque de Guisa con sus dos hermanos el Principe de
Zoinville, y el cauallero de Guisa, su primo el Duque de Elbeuf, los
Marqueses de Nermoustier, de Nesle, y de la Valeta, los Señores de
Crequi, de San Luc, de Bassompierre, y de Termes, y mucha Nobleza,
todos con costossisimas galas. Halló al de Pastrana con la Nobleza
Española, todos acauallo, y mucha vizarría, y con gallardo orden
llegaron a Loure, lleuando el de Guisa la mano izquierda. Estauan en
la puerta del Palacio con buen orden el Capitan de la Guardia con sus
Archeros en dos hileras, [65] el gran Preuoste, sus Lugartenientes con
los demas Archeros, y la compañia ordinaria de los Suyzos. En la gran
Sala hizieron la misma assistencia el Capitan de las Guardias, sus
Tenientes y Archeros y fue receuido el Duque del Conde de Suisons,
estando los pages de la pequeña, y grande cauallería tendido a lo largo
de aquella sala con hachas de cera blanca encendidas: y entro por la
Camara del Rey en la Galería, en donde la esperaua. En los dos lados
desta Galería auia vn palenque vestido de alfombras y por el contorno
los pages de los Reyes tambien con hachas encendidas. De frente auia
una tarima bien leuantada, cubierta de una alfombra de terciopelo
violado, sembrado de flor de lises de oro y vn dosel de la misma
forma, y arrimadas dos sillas, la del Rey de terciopelo, azul, y la de la
Reyna de terciopelo negro, á mano izquierda con muchas Princesas y
Damas. Estando el Duque en la Galeria, y los suyos arrimados alos
Palenques con plaça para los Caualleros, se detuuo vn poco hasta que
el Mariscal de Bois Daufin le hizo passar adelante. Hechas sus
cortesias presentó al Rey vna carta, diziendole: Que el Rey su Señor le
auia embiado para assegurar a su Magestad de su aficion y estimacion
que hazia de la suya. Entonces el Rey le abraço y le respondio: Yo
agradesco al Rey de España mi hermano su buena voluntad, la mia
estava siempre dispuesta a honrrarle como a padre y amarle como a
hermano. Puede assegurarse bien la infanta de mí entera aficion a su
seruicio, y de que la amare perfectamente. Y tambien se assegure Mos
el Principe de España que le tengo de amar con toda aficion como a
hermano proprio. Haziendo el Duque vna cortes reuerencia, boluiose
ala Reyna, y con grandes sumissiones le presentó otra carta. Despues
de muchas razones y cortesias pidió el Duque licencia para besar la
mano a Madama la infanta. Lleuole el de Guisa por otra Galeria ala
antecamara, donde le reciuieron los quatro Mayordomos, y le
acompañaron hasta donde estaua Madama assentada en vna silla baxa
debajo de vn dozel de terciopelo carmesi, con franjas de oro, vestida
con ropa encarnada, bordada de oro, y mucha pedreria, pendiente al
pecho vna cruz de inestimable valor, con vna sarta de perlas gruessas,
con el adereço de la cabeça vistoso y rico, dando estimacion a todo
esto su rara hermosura. Haziendo el Duque tres reuerencias la besó la
mano, y entretanto que hazian lo mismo los Caballeros Españoles, hizo
vna cumplida visita á su hermano y hermanas, y acabados los
cumplimientos se boluió asu casa con el mismo acompañamiento que
salió della.
     El sabado á 25 de Agosto dia de San Luys Rey de Francia le
señalaron al Duque para darle la segunda audiencia, en que se auia de
leer y firmar el contrato del Matrimonio. Tomó á su cargo el Príncipe
de Conty acompañar al Duque á Palacio, y assi alas cinco de la tarde
fue [66] por el, y dentro de la carroza del Rey y el Embaxador
ordinario con Mos de Bonneuil hizieron su camino, siguiendoles
veinte y cinco carrozas llenas de Caualleros Españoles y Franceses,
todos con nueuas y vistosas galas y quarenta pages del Duque, todos
con libreas costosissimas. Llegando á Loure, entró en la galeria, donde
le esperauan el Rey con la Reyna su madre, la Reyna Margarita,
Roberto Obispo de Montepulciano, Nuncio de su Santidad, el Marques
de Boti Embaxador de Florencia, los Príncipes dela Sangre, y otros
Señores con las Damas dela Corte. Despues de auer hecho el Duque
sus reverencias, y tomado su puesto, mandó la Reyna á Villeroy
leyesse los acuerdos del casamiento de Isabel con el Principe de
España, firmados por el Rey, el Duque de Pastrana y la Reyna madre,
recibió al acto el Señor de Seaux Secretario de Estado; boluiendolo á
entregar al Señor de Villeroy; y con esto se boluió el Duque á su casa
con el mismo acompañamiento. Al otro dia Domingo á 26 de Agosto
celebró el sarao la Reyna Margarita Real y magestuosamente
assistiendo a el sus Magestades, Madama Isabel, las Princesas y
Grandes del Reyno. Los primeros que dançaron fue el Rey con su
hermana Isabel, despues el Cauallero de Luisa con la Duquesa de
Vendosme. Madama Isabel dançó vn canario con el Duque de Elbeuf.
Mos de Bressieux la gallarda con la Duquesa de Aumalla: y con la
misma el Duque de Pastrana: y el despues con la Princesa de Conty, y
la Princesa con el segundo hermano del Duque: este con la Duquesa de
Guisa, y su Excelencia con el otro hermano, que dançó despues con la
de Vendosme, y su Excelencia con el caballero de Guisa. Y la Reyna
madre mandó al Duque de Pastrana sacasse á dançar á Madama la
Princesa de España, que se reuzó, diziendo: que en España no
acostumbraban los Grandes y Señores dançar con las Princesas, e
Infantas: y la Reyna madre, por escusar porfías, mandó ala Princesa
sacasse al Duque, como lo hizo. Y finalmente se acabó el dançar con
vna folia, en la qual entraron Madama Isabel, el de Pastrana, la
condesa de Soissons, el Principe de Jonuille, y los demas con las
demas Princesas. Diose remate al sarao con vna colacion
esplendidissima. Boluiendo las visitas el de Pastrana, y haziendo otras
cumplidas alas Princesas, despidióse delos Reyes, de Madama Isabel,
y de sus hermanos: y despues auiendo embiado delante la mayor parte
de su compañia a Orleans, se partió de Paris con quatro carrozas del
Rey. Comió en Corbéil, y durmió en Fontaineblau, passo por Orleans á
25 de Setiembre llego a Burdeos, donde hallo al Duque de Humena,
que se visitaron. Al otro día de mañana se partió el de Pastrana para la
corte de su Rey, y el de Humena tomó la posta para Paris á donde llegó
primero de Octubre y fue recibido de todos los de la casa de Lorena y
otros Principes con mucha alegría. [67]

IX. Relacion del Desposorio que se celebró en la ciudad de Burgos entre la Serenisima
Princessa de España Doña Ana y el Christianissimo Principe Luis de Francia.

(Códice H. 50. Ms. de la Biblioteca Nacional, pág. 385.)

                     Domingo dia de San Lucas 18 de Octubre de 1615 años a las once           
del dia salieron de su Palacio que es la cassa del Condestable de
Castilla tiene en la Ciudad de Burgos. Iba la Real Magestad del Rey
Don Phelipe 3.º acompañado de sus hijos, y Príncipes, y Grandes de su
Corte en esta manera. Toda la guarda española, y Alemanes con sus
capitanes, que eran el de Camarassa, y el de siete Iglesias y sus
Tinientes Alferez y demas ministros y todos con libreas nueuas y muy
ricamente aderezados, y acabada la guardia yban los Atabales
trompetas, y menestriles, y luego 4 Reyes de Armas. Tras ellos
comenzaron los Caualleros Duques, Condes, y Marqueses y
embajadores que serian en todo hasta ciento ricamente aderezados sus
personas, y cauallos con vestidos vordados, y llenos de muy ricas
joyas, y pedreria, de tal manera que algunos señores como era el
Almirante de Castilla, el de Velada, Saldaña, Peñafiel, el de los Arcos,
el de Mirabel, y otros, era necesario yrles ayudando a tiempos a
leuantarles las capas por el mucho peso que tenian. Los cauallos yban
con sus gualdrapas cabezadas y colas bordadas sobre terciopelo negro
de la mesma manera que las capas y muy largas y cumplidas las
gualdrapas, y demas aderezo que parecia que los cauallos tenian harto
que lleuarlos con sus dueños enzima, y los que yban en esta forma
serian hasta 24. Sin los demas que yban ricamente aderezados, que por
todos serian los ciento que esta dicho.
     Todos estos señores lleuauan a ocho, y a doce Paxes, y otros tantos
lacayos con muy ricas libreas de diferentes sedas y colores, con mucho
oro y bordadas algunas y con cadenas, y otros aderezos de oro que
huuo mucho que ver. Estos Señores yban por su órden hasta llegar a la
Carroza de la Reyna, tras ellos yba la Catholica Real Magestad del
Rey Don Phelipe en vn cauallo ricamente aderezado, yba vestido
calza, y coleto de Rasso blanco, y capa de terciopelo negro guarnecida
con votones de oro y lo mismo la gorra con su tuson al cuello, y a sus
lados junto a los estribos sus cuatro cauallerizos. Y luego yba vna
carroza muy rica de brocado por dentro, y fuera bordada con grande
pedrería, y clauos, y ruedas, y toda la madera por dentro, y fuera
bordada muy [68] ricamente, la qual lleuauan seis cauallos alazanes
Napolitanos muy grandes con ricos aderezos bordados, de terciopelo
carmesí sobre que estaua lo bordado: esta carroza lleuaua dos
cocheros, y dos mozos de coche vestidos de terciopelo carmesi
bordado de oro muy cumplidamente. En ella yba el Serenísimo
Principe Don Phelipe 4 y su hermana la Princesa Doña Ana Reyna de
Francia a la cabecera y enfrente los Infantes Don Carlos, y Don
Fernando, y en medio la Infanta Doña Margarita ricamente
aderezados, como para tal ocasion.
     Su Magestad de la Reina yba vestida de nacarado vordado y lo
mismo el Principe y Infantes junto a esta carroza, yba el Marques de
Velada mayordomo mayor y el Duque de Uceda, ayo del Principe y
alderredor della muchos caualleros, y Señores y quatro maceros con
cetros Reales. Luego el Embajador de Francia ricamente aderezado en
vn cauallo muy galan como los grandes.
     Luego yba el Duque de Lerma en vna silla muy ricamente
aderezada y era de brocado bordada por dentro y fuera acompañado de
muchos caualleros a pie, y a cauallo, yba por esta forma por estar
indispuesto de tercianas. Luego yba la camarera mayor de la Reyna, y
la muger del Embajador de Francia. Tras esto yba en vna carroza el
Padre Confesor de Su Magestad y sus compañeros. Y otras carrozas de
Damas y mugeres de Grandes, ricamente aderezadas que serian hasta
doce coches, y en cada vna dellas dos y quatro señores de titulo
ricamente aderezados como los de adelante.
     Con este acompañamiento y fauorecidos del buen dia que les hizo
llegaron Sus Magestades a la Sancta Iglesia metropolitana de la
Ciudad de Burgos donde estaua el Arzobispo y Nuncio, y el Cabildo, y
Capellan Real y Capellanes de la Capilla Real y otros muchos señores
esperando sus personas Reales, fueron con mucha musica a la Capilla
mayor adonde estaua hecho vn tablado muy grande que tomaua toda la
Capilla donde estaua la cortina, como suele ponerse. Sentose el Rey el
primero en su silla, y luego la Reyna, y luego el Principe y los Infantes
y Infantas en Almoadas de terciopelo. Dijo el Arzobispo la missa, y
acabada celebraron los despossorios entre el Duque de Lerma en
nombre del christianissimo rey de Francia con la serenissima Princessa
de España.
     El Arzobispo fue el Cura, y acabados y auiendose cantado mucho, y
hecho muchos regocijos por los musicos se salieron todos, y se
pusieron en sus cauallos y carrozas, como auian venido. Su Magestad
honró mucho al Arzobispo porque al salir de la Iglesia, le echó los
brazos, y se rió con el con mucho gusto mostrando el mucho que tenia
en esta ocasion. Bolbieron por las mismas calles por do se auian ydo
que son la Plaza, y Cerrajeria, y Saomental, las quales estaban muy
ricamente [69] aderezadas con grandes colgaduras de grande valor,
como para semejante ocasion.
     Comió Su Magestad en público con la Reyna, y el Príncipe
gustando mucho de que la gente le viesse, y con auer alguna licencia
en las Puertas, entraron mas de 600 personas averlos, sin los Grandes,
y demas señores que seruian ala mesa. Las Damas estauan á la mano
derecha, todas en pie arrimadas ala pared, y con ellas algunos señores
hablando. El Arzobispo hecho la bendicion ala messa, el qual, y el
Nuncio, y el Embajador de Francia, y todos los Grandes estuuieron en
pie mientras duró la comida y el de Velada, como mayordomo mayor
estaua junto ala silla del Rey, y el de Uceda como ayo junto ala del
Príncipe arrimados ala pared debaxo del dosel de los Reyes auia quatro
musicos. Menestriles, Cantores, Viguelas de arco, Viguelas guitarras,
Rabeles, y arpas, y cantauan algunas letras muy buenas en alabanza de
la Reyna que parecia cosa del cielo.
     A la tarde huuo sarao publico que fue mucho de ver, ala noche
luminarias y muchas inuenciones de fuego. El sabado antes auia auido
vna mascara de treinta y seis canalleros todos de Burgos con ricas
libreas bordadas de tela de oro y con gran musica corrieron delante de
Palacio y del Embajador de Francia, y otras partes, yban en quatro
quadrillas vestidos la vna Española, y otra francesa, y otra Alemana, y
otra Portuguesa, y todos muy al proprio como si de las naciones dichas
fueran. Lunes huuo toros, y juego de cañas con capa, y gorra muy bien
corridas, que las fiestas Reales se guardaron para la vuelta.

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