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Había una vez un pequeño ratón llamado Tito que vivía en un agujero en la pared de una casa.

A pesar
de su tamaño, Tito era muy valiente y curioso. Un día, mientras exploraba el sótano de la casa,
descubrió una caja llena de queso delicioso.

Emocionado por su hallazgo, Tito decidió llevar un poco de queso de vuelta a su agujero para
compartirlo con su familia. Sin embargo, en su camino de regreso, se encontró con un gato hambriento.

El gato intentó atrapar a Tito, pero el pequeño ratón era muy astuto y logró escapar, llevando consigo
un pedazo de queso. A partir de ese día, Tito se convirtió en el proveedor de queso de su familia, y se
convirtió en un héroe en su comunidad de ratones.

Y así, a pesar de su tamaño, Tito demostró que con un poco de valentía y astucia, cualquiera puede
superar los desafíos y alcanzar el éxito.

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