La idea y el concepto del seguro ha sido algo que estuvo
rondando la mente del ser humano desde siempre; ya que, la misma era una necesidad que había nacido y que vivirá para siempre, puesto que, por siempre el ser humano está expuesto a riesgos, hechos e imprevistos ante los cuales se siente invulnerable. El ser humano por naturaleza busca el riesgo pero desea, aunque sea inconscientemente que los imprevistos, resultado de los hechos que son producto del riesgo buscado no le signifiquen pérdidas incontrolables y vio la solución en “El seguro”. INTRODUCCIÓN En la vida estamos expuestos a muchas situaciones que pueden repercutir negativamente en nuestra salud, nuestras pertenencias o, incluso, privarnos de la vida. Todo ello lleva consigo, además, un gasto económico que, la mayoría de las veces, resulta muy elevado. Es por ello que quizá sea conveniente la adquisición de un seguro que cubra el daño, al menos en cuanto a los gastos se refiere. El Seguro no es otra cosa más que el contrato que se establece con una empresa aseguradora. En dicho contrato, denominado "Póliza", la empresa se compromete a que si la persona que compró el seguro sufre algún daño en su persona (enfermedades o accidentes e incluso la muerte), o en algunos de sus bienes (automóvil, empresa, taller o casa) por cualquier motivo (robo, incendio, terremoto), dicha persona (o quien ella haya designado como beneficiario) recibirá la cantidad de dinero acordada en la póliza. A este dinero se le conoce como "Indemnización". INTRODUCCIÓN Las empresas aseguradoras no únicamente pagan con dinero el daño que el Asegurado o alguna de sus pertenencias haya sufrido, sino que, según el tipo de aseguradora y de contrato, pueden llegar a reparar ese daño. Por ejemplo, si se trata de una enfermedad, la persona será hospitalizada en la clínica con la cual la compañía de seguros tenga un convenio de servicios, o acudir a la de su preferencia y recibir posteriormente de la aseguradora el reembolso de los gastos. Si tuvo un accidente automovilístico, su carro será reparado en los talleres con los que la compañía aseguradora sostenga convenios. De la misma forma, la póliza establece la cantidad de dinero que el Asegurado deberá pagar a la empresa cada mes o en el tiempo que ambos hayan acordado. A este dinero que se le paga a la Compañía de Seguros se le llama "Prima". Para muchas personas resultará obvio, pero es importante resaltar que no se podrá contratar un seguro cuando el interesado haya sufrido un accidente o desarrollado alguna enfermedad, ni cuando el automóvil, por ejemplo, ya esté chocado o haya sido robado. ETIMOLOGÍA Proviene del latín Securus, que significa libre y exento de todo peligro, daño o riesgo. Se entiende como un contrato por el cual una persona, se obliga a resarcir pérdidas o daños que ocurran en las cosas (propiedad) que corren un riesgo o en su integridad. HISTORIA La historia del Seguro se remonta a las antiguas civilizaciones de donde se utilizaban prácticas que constituyeron los inicios de nuestro actual sistema de Seguros. Probablemente las formas más antiguas de Seguros fueron iniciadas por los babilonios y los indios, también de forma rudimentaria en Grecia allá por el siglo III A.C. Estos primeros contratos eran conocidos bajo el nombre de Contratos a la Gruesa y se efectuaban, esencialmente, entre proveedores de fondos como banqueros y los propietarios de los barcos. Con frecuencia, el dueño de un barco tomaría prestados los fondos necesarios para comprar carga y financiar un viaje. El contrato de Préstamos a la Gruesa especificaba que si el barco o carga se perdía durante el viaje, el préstamo se entendería como cancelado. Naturalmente, el costo de este contrato era muy elevado; sin embargo, si el banquero financiaba a propietarios cuyas pérdidas resultaban mayores que las esperadas, este podía perder dinero. HISTORIA Este seguro marítimo protegía a los dueños de los barcos de sus cargas contra pérdidas ocasionadas por los riesgos del mar, esta forma de seguro consistía en que, el asegurador de aquel entonces proporcionaba un préstamo al propietario de la embarcación. RIESGO SINIESTRO INDEMNIZACIÓN Si la embarcación y sus cargas llegara a salvo a su destino, el importe del préstamo más los intereses era devuelto por el propietario de la embarcación al prestatario, por el contrario, si ocurría cualquier tipo de desastre y se perdía la embarcación o la carga, el préstamo no era devuelto. HISTORIA Con el crecimiento del comercio durante la Edad Media tanto en Europa como en el Cercano Oriente, se hizo necesario garantizar la solvencia financiera en caso que ocurriese un desastre de navegación. Eventualmente, Inglaterra resultó ser el centro marítimo del mundo, y Londres vino a ser la capital aseguradora para casco y carga. Inglaterra empezó un rápido desenvolvimiento del seguro marítimo. La protección de este tipo de seguro no la proporcionaban las compañías aseguradoras tal como las conocemos en la actualidad sino que; más bien, lo hacían los comerciantes, prestamistas y banqueros como una línea o trabajo adicional de sus actividades regulares. HISTORIA En aquel entonces, las actividades de prestar seguro se las desarrollaba o hacía en lugares poco comunes para las actividades, estos lugares eran CAFÉS y CLUBES, principalmente los mismos que servían de lugar de reunión para artistas, actores profesionales y hombres de negocios. Uno de los más comunes era el café del Sr. Edward Lloyd, en este lugar era donde se reunían los propietarios de los barcos, capitanes, comerciantes y hombres interesados en seguros, debido a eso el café Lloyd se convirtió en centro de noticias sobre el movimiento marítimo y por consecuencia natural, allí concurrían los interesados en obtener seguro para sus embarcaciones o cargas a los que estaban interesados en brindar esa protección. HISTORIA Cuando el propietario de una embarcación o mercancía deseaba obtener un seguro ponía un aviso en el que hacía constar el nombre del barco, su destino, la ruta a seguir, la cantidad que deseaba asegurar y cualquier otra información pertinente. HISTORIA Los vestigios del Seguro de Vida se encuentran en antiguas civilizaciones, tal como Roma, donde era acostumbrado por las asociaciones religiosas, colectar y distribuir fondos entre sus miembros en caso de muerte de uno de ellos. El Seguro de Incendio surgió más tarde en el siglo XVII, después que un incendio destruyó la mayor parte de Londres. De aquella terrible catástrofe nació la necesidad de buscar un instrumento o la forma de evitar en el futuro la ocurrencia del desastre económico que se había producido con motivo de aquel incendio y que había llevado a la ruina a millares de habitantes de la cuidad de Londres con el natural reflejo negativo sobre la economía en general de la Inglaterra en aquel entonces. HISTORIA Después de ese suceso se formularon muchos planes, pero la mayoría fracasaron nuevamente debido a que no constituían reservas adecuadas para enfrentar las pérdidas subsecuentes de las importantes conflagraciones que ocurrieron. El hombre que hizo realidad aquella idea de encontrar el medio práctico de evitar los efectos desastrosos de aquel devastador incendio, fue el Dr. Nicholas Barbon que decidió establecer la primera oficina que se dedicó por entero a ofrecer protección contra el riesgo de incendio a los propietarios de casas y edificios. Las sociedades con objeto asegurador aparecieron alrededor de 1720, y en las etapas iniciales los especuladores y promotores ocasionaron el fracaso financiero de la mayoría de estas nuevas sociedades. HISTORIA Eventualmente las repercusiones fueron tan serias, que el Parlamento restringió las licencias de tal manera que sólo hubo dos compañías autorizadas. El mercado de seguros (compañías de Seguros) en Inglaterra se denomina Lloyd's de Londres o en inglés Lloyd's of London que se remonta a 1688, cuando los comerciantes y armadores se reunían en Londres, en el café de Edward Lloyd, para asegurar los buques y sus cargas a cambio de una prima. HISTORIA Es en Europa , pero principalmente en Inglaterra, durante los siglos XVII y XVIII cuando empezaron a nacer y a desarrollarse nuevas formas de seguro, pendientes a amparar contra riesgos de muy distintas clases tales como: robo, accidentes personales, vidrios, montajes y otros que con el correr del tiempo y por las experiencias sufridas y la creación de nuevos mercados de seguro, se han ido puliendo y tecnificando hasta llegar al estado actual. Momento en el que se puede decir que es casi perfecto en la amplitud del contrato y que podemos acotar casi con absoluta seguridad de que no existe riesgo que no haya podido ser asegurado. HISTORIA La evolución del seguro en América Latina se dio por influencias de naciones europeas sobre todos por los países de Francia, Inglaterra y España. Una de las manifestaciones más antiguas en este sentido data de 1543, en Perú, año en que se registra mercancías aseguradas de España.
En 1784 se establece en Argentina la Agencia de una
compañía de seguros Terrestres y Marítimos de Madrid, a mediados del siglo XIX las agencias de aseguradoras inglesas comienzan a operar intensamente en varios mercados de Sudamérica y el Caribe. HISTORIA La evolución del seguro en América Latina se dio por influencias de naciones europeas sobre todos por los países de Francia, Inglaterra y España. Una de las manifestaciones más antiguas en este sentido data de 1543, año en que se registra que por primera vez en Perú mercancías aseguradas de España. En 1784 se establece en lo que es hoy Argentina, la Agencia de una compañía de seguros Terrestres y Marítimos de España. Ya a mediados del siglo XIX las agencias de aseguradoras inglesas comienzan a operar intensamente en varios mercados de Sudamérica y el Caribe. HISTORIA
Pero ya en esta época surgen las primeras compañías
de América en relación a seguros: en el año de 1789 en México, 1795 en Cuba, 1796 en Argentina, 1808 en Brasil, 1854 en Uruguay (país independiente), 1876 en Ecuador (ya República)y en 1895 en Perú (independiente). HISTORIA En Ecuador a finales del Siglo XIX existían únicamente compañías extranjeras se ofertaban los seguros de Transporte e Incendio, en 1933 se faculta para que la Superintendencia de Bancos sea el organismo de Control para las compañías de seguros y reaseguros por la creación de compañías nacionales, siendo las primeras en el año 1940 La Nacional y en el año 1943 La Unión Compañía Nacional de Seguros S.A. Es así que se describen las apariciones de todos los servicios del Seguro en el Ecuador en los siguientes años: HISTORIA En 1943 se emite la primera póliza de aviación suscrita en el Ecuador, En 1945 se introduce al Ecuador el Seguro de Fianzas de Fidelidad En 1946 se introduce el ramo de automotores En 1947 se introduce el ramo de accidentes personales y el de rotura con fractura En 1953 se introduce el seguro de garantías y cumplimientos de contratos En 2006 Seguros La Unión introduce la póliza de exequias En 2008 lanza al mercado el seguro integral para Pymes SEGUROS EN ECUADOR Desde el aparecimiento de las primeras compañías de seguros se ha dado lugar a la creación de numerosas clases de seguros, instituidas dependiendo del tipo de riesgo que deben cubrir. De la misma manera, nuevos tipos aparecen dependiendo del desarrollo de la sociedad y la tecnología, pues constantemente surgen nuevas necesidades, especialmente en el área patrimonial y de servicios. Históricamente, los seguros se dividen en tres grandes grupos dependiendo de la clase de riesgos que asumen: seguros de vida y de salud, seguros contra daños materiales o accidentes y seguros de servicios. No obstante, las compañías de seguros en la actualidad han ampliado su oferta, cubriendo necesidades cada vez más específicas, vinculadas en gran parte al área patrimonial y de servicios, pero también a sectores como negocios, defensa jurídica, asistencia técnica, informática, entre muchos otros. SEGUROS EN EL ECUADOR El sector asegurador en el Ecuador se ha caracterizado por ser uno de los sectores con gran dinamismo y susceptible a cambios en leyes, políticas o reglamentos que han reducido de manera importante su crecimiento y posicionamiento en el Ecuador. Justamente en el año 2011, se emitió la resolución JB-2011-1973, mediante la cual obligaba a los grupos financieros a desvincular dentro de sus participaciones a empresas ajenas a la actividad financiera; mediante dicha resolución varias de las Compañías de Seguros que formaban parte de algún grupo financiero tuvieron que ser vendidas. Adicional, es importante señalar que el 12 de octubre del año 2011, se emitió la Ley Orgánica de Regulación y Control del Poder de Mercado, con la finalidad de evitar el manejo y prácticas monopólicas en el sector empresarial ecuatoriano; si bien es cierto esto ha permitido un mercado mucho más competitivo y ha creado oportunidades de inversiones locales y extranjeras, también ha desencadenado un proceso de fusiones y absorciones que han contraído el número de participantes en el sector. SEGUROS EN EL ECUADOR Código Orgánico Monetario y Financiero, segundo suplemento del Registro Oficial 332 del 12 de septiembre del 2014 incorpora la Ley de Seguros. Dentro de la normativa se establece por ejemplo que la entidad que regulará y controlará a las Compañías de Seguros ya no será la Superintendencia de Bancos y Seguros, sino la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. DERECHO DE SEGUROS
Parte de las normas que regulan el contrato de seguro
pertenecen al Derecho Público, aquellas sobre el control administrativo de la actividad reguladora, y parte al Derecho Privado, aquellas que regulan el contrato de seguro. El Derecho de Seguros encuentra su regulación principalmente en las siguientes normas: Código Orgánico Monetario y Financiero Libro III Código de Comercio Código Civil DERECHO DE SEGUROS
El derecho de seguros estudia la actividad
aseguradora desarrollada por las entidades aseguradoras, al contrato de seguro, diferentes tipos de contratos de seguro (Seguro contra daños, Seguro de personas, etc.) como también la responsabilidad civil relacionada con los mismos, incluyendo la regulación de la responsabilidad. Contrato de seguro SECCION I DEFINICIONES Y ELEMENTOS DEL CONTRATO DE SEGURO (código de comercio) Art. 690.- El seguro es un contrato mediante el cual una de las partes, el asegurador, se obliga, a cambio del pago de una prima, a indemnizar al asegurado o a su beneficiario, por una pérdida o daño producido por un acontecimiento incierto; o, a pagar un capital o una renta, si ocurre la eventualidad prevista en el contrato. Contrato de seguro La incertidumbre juega un papel determinante en el seguro, ya que el suceso necesariamente será futuro y no dependerá de la voluntad exclusiva de los contratantes, de allí que el legislador utilice la palabra incierto. La limitación de la protección dependerá por un lado del monto máximo asegurado o el límite de responsabilidad y por otro lado del riesgo específico asegurado. Contrato de seguro Una vez acontecido el daño o pérdida producto de sucesos inciertos estipulados en el contrato, la protección que brinda la empresa de seguros se efectivizaría a través de la indemnización que deberá pagar al asegurado o beneficiario del contrato, por ello, uno de los elementos esenciales del contrato de seguro consiste en la obligación por parte del asegurador de pagar la indemnización. Elementos del Contrato de seguro Art. 691.- Son elementos esenciales del contrato de seguro: a) El nombre del asegurador; b) El nombre del solicitante o tomador; c) El interés asegurable; d) El riesgo asegurable; e) La prima o precio del seguro; f) La obligación del asegurador, de efectuar el pago del seguro en todo o en parte, según la extensión del siniestro; y, g) El monto asegurado o el límite de responsabilidad del asegurador, según el caso. A falta de uno o más de estos elementos el contrato de seguros es absolutamente nulo. Contrato de seguro Art. 692.- Para efectos de este Código, el asegurador es la persona jurídica legalmente autorizada para operar en la República del Ecuador, que asume los riesgos especificados en el contrato de seguro…” Contrato de seguro Art. 62 del Código de Comercio define: El solicitante es la persona natural o jurídica contratante, que bien puede hacerlo por cuenta propia es decir, para asegurar un interés suyo, o bien realizarlo por cuenta de un tercero, en tal caso asegurando un interés ajeno, por ejemplo el representante legal de una compañía contrata un seguro de incendio para proteger la fábrica de la empresa en este caso contrata como asegurado a la compañía y no a él como persona (asegurando un interés ajeno), en cambio si la misma persona contrata un seguro de daños para proteger el teléfono celular de su propiedad buscará asegurar un interés suyo, convirtiéndose él mismo en asegurado. Contrato de seguro Solicitante o tomador Puede reunir las calidades de solicitante, asegurado y beneficiario, esto sucede verbigracia en un contrato de seguro de daños para proteger un automóvil, donde el solicitante que es el dueño del vehículo tiene interés en asegurar su auto y es a la vez el beneficiario en caso de que se produzca un siniestro contemplado en el contrato. Contrato de seguro Asegurado: Es la persona natural o jurídica, que tiene “al tiempo del contrato un interés real en evitar los riesgos, es decir, un interés asegurable”. El asegurado por lo tanto es quien está expuesto al riesgo previsto contractualmente, sea en su persona, o en sus intereses económicos. Beneficiario: El beneficiario de un contrato de seguro es aquella persona natural o jurídica, que recibe la indemnización ante un daño o pérdida provocado por un siniestro amparado en el contrato de seguro. El beneficiario puede ser a título gratuito o a título oneroso. Contrato de seguro Interés asegurable alude a la pretensión de que el siniestro no se produzca, pues de acontecer, generaría un perjuicio para el patrimonio de una persona natural o jurídica, por lo tanto se debe diferenciar de la cosa o bien en sí mismo pues el objeto del contrato de seguro no es precisamente aquello sino es la intención de protegerse ante el daño o pérdida que se podría producir en ese bien o cosa Contrato de seguro Art. 694.- Es asegurable todo interés del asegurado que, además de lícito, sea susceptible de estimación en dinero. También existe interés asegurable sobre la vida y la salud. Riesgo -Siniestro En materia de Seguros existen riesgos; es decir, alguna desgracia que se pueda dar tiene un costo ya que para que una aseguradora corra con los gastos de una pérdida debe el asegurador pagar una prima `por más pequeña que sea, si no hubiera costo no se hablaría de seguro. Póliza Las condiciones particulares recogen aspectos concretamente relativos al riesgo individualizado que se asegura y son los previstos en el siguiente artículo (Código de Comercio): Art. 699.- Toda póliza debe contener los siguientes datos: a) El nombre y domicilio del asegurador; b) Los nombres y domicilios del solicitante, asegurado y beneficiario; c) La calidad con que actúa el solicitante del seguro en caso de no ser asegurado o beneficiario; d) La identificación precisa de la persona o cosa con respecto a la cual se contrata el seguro; e) La vigencia del contrato, con indicación de las fechas y horas de iniciación y vencimiento, o el modo de determinar unas y otras; f) La suma asegurada o el modo de precisarla; g) La prima o el modo de calcularla y la forma de pago; h) Los riesgos tomados a su cargo por el asegurador; y, i) La fecha en que se celebra el contrato Póliza Finalmente, junto a las condiciones generales y particulares, se encuentran las condiciones especiales, cuya misión más frecuente es matizar o perfilar el contenido de algunas normas recogidas en aquellas. Las Condiciones Especiales regulan el alcance de las garantías que proporciona el asegurador, tanto para el seguro principal como para cada una de las coberturas complementarias. Las Condiciones Especiales pueden incluir o excluir garantías u otras circunstancias que modifiquen lo indicado en las Condiciones Generales. Póliza Art. 697.- Perfeccionado el contrato, el asegurador deberá emitir la póliza dentro del término de tres días. En el evento de que ocurra un siniestro antes de que se emita la póliza, se presumirá que el asegurado tiene derecho a la cobertura que según el ramo hubiere sido aprobado a dicha empresa de seguros por la entidad de control y supervisión de seguros del país. La póliza de seguros y sus modificaciones o renovaciones deberán ser formalizadas por escrito o a través de cualquier sistema de transmisión y registro digital o electrónico, reconocidos por nuestra legislación. La póliza deberá redactarse en idioma castellano, de manera clara, de modo que sean de fácil comprensión para el usuario y con caracteres tipográficos de un mismo tamaño de letra fácilmente identificables y legibles acorde a las disposiciones en materia de seguros, eliminando la posibilidad de ocultamiento de estipulaciones dentro del contrato. Póliza Art. 700.- Formarán parte integrante de la póliza, en caso de existir, la solicitud del seguro hecha por el tomador, informes de inspección u otros que hayan servido para la valoración del riesgo que hayan sido expresamente consentidos por el tomador, la declaración sobre el estado del riesgo y los documentos que se emitan para pedir renovaciones, modificaciones, o revocatorias de la póliza, los mismos que deberán estar firmados por el tomador. Dichos documentos deberán indicar la identidad precisa del contrato de seguro al que se refieran. Las renovaciones requerirán de la aceptación previa y expresa del asegurado y contendrán, además, el término de ampliación de vigencia del contrato. Póliza Art. 701.- Las pólizas deberán contener adicionalmente los medios de contacto de la aseguradora para recibir avisos y comunicaciones de sus asegurados, tanto en medios físicos, telemáticos y electrónicos. Las páginas digitales de las aseguradoras también contendrán esta información de forma visible y destacada. En el caso de seguros de vida, la póliza también deberá contener los medios de contacto del o los beneficiarios, tales como teléfonos o correos electrónicos. Art. 703.- La póliza solo puede ser nominativa o a la orden, salvo en los casos previstos por este Código. La cesión de la póliza nominativa en ningún caso produce efecto sin previa aceptación del asegurador. Este puede hacer valer frente al cesionario o endosatario en su caso, o ante quien pretenda aprovecharse de sus beneficios, las excepciones que tuviere contra el solicitante, contra el asegurado o contra el beneficiario. Póliza Las condiciones generales reflejan el conjunto de principios básicos que establece el asegurador para regular todos los contratos de seguro que emita en el mismo ramo o modalidad de garantía. En tales condiciones suelen establecerse normas relativas a la extensión y objeto del seguro, riesgos excluidos con carácter general, forma de liquidación de los siniestros, pago de indemnizaciones, cobro de recibos, comunicaciones mutuas entre asegurador y asegurado, jurisdicción, subrogación, etc. En tales condiciones suelen establecerse normas relativas a la extensión y objeto del seguro, riesgos excluidos con carácter general, forma de liquidación de los siniestros, pago de indemnizaciones, cobro de recibos, comunicaciones mutuas entre asegurador y asegurado, jurisdicción, subrogación, etc. Riesgo En la terminología aseguradora, se emplea este concepto para expresar indistintamente dos ideas diferentes: De un lado, riesgo como objeto asegurado; de otro, riesgo como posible ocurrencia por azar de un acontecimiento que produce una necesidad económica y cuya aparición real o existencia se previene y garantiza en la póliza y obliga al asegurador a efectuar la prestación, normalmente indemnización, que le corresponde. Este último criterio es el técnicamente correcto, y en tal sentido se habla del riesgo de incendio o muerte para aludir a la posibilidad de que el objeto o persona asegurados sufran un daño material o fallecimiento, respectivamente; o se habla de riesgos de mayor o menor gravedad, para referirse a la probabilidad más o menos grande de que el siniestro pueda ocurrir Riesgo El riesgo se define como un acto que no se ha determinado (probabilidad) que pone en peligro o desventaja al individuo. Características Esenciales del riesgo 1. Incierto o aleatorio 2. Posible 3. Concreto 4. Lícito 5. Fortuito
Contenido económico La Probabilidad es la manifestación
de la técnica que nos ayuda a determinar con cuanta frecuencia se da un riesgo. SINIESTRO SINIESTRO Es la manifestación concreta del riesgo asegurado, que produce unos daños garantizados en la póliza hasta determinada cuantía. Siniestro es el incendio que origina la destrucción total o parcial de un edificio asegurado; el accidente de circulación del que resultan lesiones personales o daños materiales; el naufragio en el que se pierde un buque o las mercancías transportadas; el granizo que destruye una plantación agrícola, etc. Siniestro es, pues, un acontecimiento que, por originar unos daños concretos previstos en la póliza, motiva la aparición del principio indemnizatorio, obligando a la entidad aseguradora a satisfacer, total o parcialmente, al asegurado o a sus beneficiarios, el capital garantizado en el contrato. SINIESTRO También se lo conoce como la manifestación concreta del riesgo asegurado, que produce unos daños garantizados en la póliza hasta determinada cuantía. Siniestro es el incendio que origina la destrucción total o parcial de un edificio asegurado; el accidente de circulación del que resultan lesiones personales o daños materiales; el naufragio en el que se pierde un buque o las mercancías transportadas; el granizo que destruye una plantación agrícola, etc. Siniestro es, pues, un acontecimiento que, por originar unos daños concretos previstos en la póliza, motiva la aparición del principio indemnizatorio, obligando a la entidad aseguradora a satisfacer, total o parcialmente, al asegurado o a sus beneficiarios, el capital garantizado en el contratO,. Póliza Póliza es documento que instrumenta el contrato de seguro, en el que se reflejan las normas que de forma general, particular o especial regulan las relaciones contractuales convenidas entre el asegurador y asegurado. Es un documento cuya inexistencia afectaría a la propia vida del seguro, ya que solo cuando ha sido emitido y aceptado por ambas partes se puede decir que han nacido los derechos y obligaciones que del mismo se derivan. Pese al tratamiento unitario que la legislación concede a la póliza de seguro, en la práctica es frecuente distinguir partes diferenciadas de ella, cuya denominación está íntimamente ligada a su contenido. En este sentido, puede hablarse de condiciones generales, condiciones particulares y condiciones especiales. INDEMNIZACIÓN Importe que está obligado a pagar contractualmente la entidad aseguradora en caso de producirse un siniestro. Es por ello, la contraprestación que corresponde al asegurador frente a la obligación de pago de prima que tiene el asegurado. El fin de la indemnización es conseguir una reposición económica en el patrimonio del asegurado afectado por un siniestro, bien a través de una sustitución de los objetos dañados o mediante la entrega de una cantidad en metálico equivalente a los bienes lesionados. Sin embargo, en cualquiera de ambos casos, es preciso que el valor de reposición no exceda del precio del objeto dañado inmediatamente antes de producirse el siniestro, pues de otra. INDEMNIZACIÓN Importe que está obligado a pagar contractualmente la entidad aseguradora encaso de producirse un siniestro. Es por ello, la contraprestación que corresponde al asegurador frente a la obligación de pago de prima que tiene el asegurado. El fin de la indemnización es conseguir una reposición económica en el patrimonio del asegurado afectado por un siniestro, bien a través de una sustitución de los objetos dañados o mediante la entrega de una cantidad en metálico equivalente a los bienes lesionados. Sin embargo, en cualquiera de ambos casos, es preciso que el valor de reposición no exceda del precio del objeto dañado inmediatamente antes de producirse el siniestro, pues de otra forma se produciría un enriquecimiento injusto para el asegurado, que incluso llegaría a tener interés en que el siniestro se realizase para obtener con ello un beneficio. INDEMNIZACIÓN Importe que está obligado a pagar contractualmente la entidad aseguradora encaso de producirse un siniestro. Es por ello, la contraprestación que corresponde al asegurador frente a la obligación de pago de prima que tiene el asegurado. El fin de la indemnización es conseguir una reposición económica en el patrimonio del asegurado afectado por un siniestro, bien a través de una sustitución de los objetos dañados o mediante la entrega de una cantidad en metálico equivalente a los bienes lesionados. Sin embargo, en cualquiera de ambos casos, es preciso que el valor de reposición no exceda del precio del objeto dañado inmediatamente antes de producirse el siniestro, pues de otra forma se produciría un enriquecimiento injusto para el asegurado, que incluso llegaría a tener interés en que el siniestro se realizase para obtener con ello un beneficio. Dependiendo de la función que presta el seguro, los seguros se dividen en seguros sociales si se hallan a cargo del Estado (seguro social) y seguros privados si se encuentran a cargo de una aseguradora privada (Jouvin y Rodríguez, 2008). Seguros sociales Amparan a los trabajadores ante riesgos como accidentes, desmembramiento, invalidez, enfermedad, maternidad o la muerte. Se caracterizan porque son obligatorios y están a cargo de los empleadores y de los trabajadores asegurados. El Estado aporta financiando las indemnizaciones. Al ser un tipo de seguro obligatorio, establecido y controlado por leyes, reglamentos y decretos no requieren de la emisión de una póliza. Los beneficiarios son los establecidos por el asegurado y en caso de faltar, se entenderán como beneficiarios los herederos legales. Seguros privados Este tipo de seguros son contratados de forma directa y voluntaria por los asegurados, para a cambio de una prima a su cargo, cubrirse ante riesgos específicos. Este tipo de seguros se caracterizan por que se formalizan con la emisión de la póliza que contiene los derechos y obligaciones tanto del asegurado como del asegurador. Seguros privados Desde la perspectiva actuarial, los seguros se dividen en “vida” y “no vida‟. Los seguros no vida se conocen también como seguros de daños de acuerdo con la legislación sobre el contrato de seguros.
Código de Comercio (2019).
“Art. 707.- Los seguros podrán ser de personas o generales, estos a su vez, podrán ser de daños o patrimoniales.” Los seguros personales tienen como objeto asegurado a la persona. Se protege al individuo ante la ocurrencia de un evento que le afecte directamente. Entre los seguros personales, se pueden citar: Seguros de vida: sirve para que los beneficiarios puedan tener una seguridad económica en el caso de fallecimiento de la persona asegurada o invalidez absoluta o permanente. Seguros de accidentes personales: se trata de servicios y prestaciones asistenciales. El asegurado puede ser indemnizado si sufriera una lesión o incapacidad a causa de un accidente y también, en caso de fallecimiento. Seguros de salud o enfermedad: ofrece una cobertura sanitaria cuando se necesita, además de prestación de capital o reembolso de gastos sanitarios. Seguros de daños o patrimoniales son aquellos que cubren riesgos relacionados con el patrimonio de una persona, sea material o económico, ante cualquier accidente, siniestro o catástrofe. Se dividen principalmente: Seguros de automóvil: cubren los riesgos que se pueden correr a la hora de conducir y son obligatorios por ley para circular. Adicionalmente, se pueden incorporar coberturas ante robo, incendio y/o daños propios del vehículo. Seguros de ingeniería: están especializados en daños del patrimonio a causa de accidentes provocados por fenómenos naturales, fallos humanos, acción de las cosas o desgaste natural. Seguros multirriesgo: abarcan una amplia variedad riesgos a través de la contratación de una única póliza de seguros. .Otras clases de seguros: Seguros prestación de servicios: En este tipo de seguros, la obligación del asegurador consiste en la prestación de un servicio al asegurado. Seguros de asistencia en viaje: cubren imprevistos en la realización de un viaje. Seguros de decesos: abarcan los gastos derivados del funeral del asegurado y los trámites y gestiones que se deben realizar en el momento del fallecimiento. Seguros de defensa jurídica: se centran en servicios de asistencia jurídica y extrajudicial, etc.
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