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La murmuración y sus consecuencias 

 
Si hay algo que afecta tremendamente a la Iglesia del Señor es la murmuración, y es que este
mal se propaga como un virus mortal, enfermando y matando a muchos cristianos. A veces
solemos ser tan inocentes como para pensar que en medio de la congregación no se dan
estas cosas, pero cuando comenzamos a observar con un poco más de atención nos
sorprenderemos al darnos cuenta de cuánta gente “cristiana” está sumida en este terrible mal
de la murmuración. ¿Qué nos dice la Biblia respecto a esto? ¿Por qué se genera la
murmuración; cuáles son los factores que hacen que exista? Aquí aprenderemos en qué
consiste y cómo atacarla con las armas espirituales. 
Analicemos lo que dice Números 12:1-16
 
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque
él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha
hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.  Y aquel varón Moisés era muy manso, más
que todos los hombres que había sobre la tierra. Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a
María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. Entonces Jehová
descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y
a María; y salieron ambos. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros
profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo
Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras;
y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo
Moisés? Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. Y la nube se apartó del
tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he
aquí que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre
nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. No quede ella
ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio
consumida su carne. Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la
sanes ahora. Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro,
¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y
después volverá a la congregación. Así María fue echada del campamento siete días; y el
pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos. Después el pueblo partió de
Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.”
 
¿QUÉ ES LA MURMURACIÓN?
 
En la traducción castellana usa la palabra “chismoso”. La palabra hebrea significa “difamador,
llevador de cuentos”.
- Hablar entre dientes manifestando queja o disgusto por alguna cosa.
- Hablar mal de alguien a sus espaldas
- Conversación en perjuicio de un ausente
 
Ahora, veamos algunos puntos importantísimos:
 
1) LA MURMURACIÓN ES UN PECADO
 
Santiago 4:11 - “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros”  El cristiano que
continuamente está murmurando, hablando entre los dientes, que vive quejándose detrás de
la espalda del pastor y de los hermanos está provocando discordias, disensiones, pleitos,
rencillas;  el tal está dando a conocer su escases de poder espiritual, y una vida controlada
por los impulsos naturales de la carne. 
 
2) LOS CREYENTES MADUROS NO MURMURAN
 
Filipenses 2:14 - “Haced todo sin murmuraciones y contiendas”  La madurez no se mide por
conocimiento teórico, sino por la relación con Dios
Santiago 1:19 - “…todo hombre sea pronto para oír, tarde para hablar, tardo para airarse…” 
Los creyentes maduros tienen dominio sobre su lengua con la ayuda del Espíritu Santo 
2 Corintios 10:5 - “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” El cristiano,
aunque tenga un pensamiento negativo y eso le provoque el deseo de murmurar, él llevará
cautivo ese deseo y someterá obediencia. 
 
3) CARACTERÍSTICAS DE LA MURMURACIÓN
 
La murmuración puede ser sobre un hecho falso; en ese caso entonces recibe el nombre de
calumnia. Pero también puede ser sobre un hecho verdadero, entonces se le llama
chisme. No se cuestiona si lo que se comunica es cierto o no, sino que el hecho de hablarlo,
de comentarlo con otros con el fin de hacer escarnio de alguien; ahí se constituye en
murmuración y eso es pecado. Si hay algo que nos parece mal de parte de alguien, mejor es
decirlo directa y personalmente con esa persona y no comentarlo por otro lado.
En la historia que leíamos en Números, si a los hermanos de Moisés les parecía que él se
había equivocado al casarse con una madianita, debieron comentarlo con él directamente y
los más pronto posible, en forma privada y sin hacérselo saber a la gente sino al directo
involucrado.
Y es que la murmuración y el chisme causan muchos estragos. La Biblia dice: Proverbios
16:28 - “El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores
amigos”. Nuestro Señor llama a los chismosos corruptos: Jeremías 6:28, NVI  - “Todos
ellos son muy rebeldes, y andan sembrando calumnias; sean de bronce o de hierro, todos son
unos corruptos”. Por eso, Dios prohíbe la murmuración dentro de su pueblo: Filipenses 2:14  -
“Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones”.
 
4) LA MURMURACIÓN TIENE OTROS MOTIVOS
 
Muchas veces los que murmuran quieren aparentar que están preocupados por la Obra de
Dios, por hacer crecer  su reino sobre la tierra, pero no siempre es así. En la historia
analizada, se deja ver que los motivos escondidos de María y Aarón al murmurar de Moisés
eran los celos y la envidia. Ellos sentían esas cosas porque cuestionaban el por qué pareciera
que él era el favorito del Señor. También sentían envidia porque Dios lo había escogido para
ser el líder y ellos pensaban que también tenían derecho. Además, eran mayores de edad que
Moisés, y por si fuera poco, también Dios había hablado al pueblo por medio de ellos. Dios
dice en su Palabra que los que murmuran sólo buscan satisfacer sus propios intereses: Judas
1:16  - “Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos…”
 
5) LA MURMURACIÓN ATRAE EL CASTIGO DE DIOS
 
Podemos dividir la acción de Dios en tres partes: Dios oyó, amonestó y castigó.
Primeramente Dios oyó. Los que murmuran, calumnian o chismean deben saber que antes
que los escuchen los hombres, primero que nadie, Dios ya los ha oído.
En segundo lugar, Dios amonestó. El Señor llamó de pronto a los tres hermanos: Moisés,
Aarón y María. El texto hebreo dice: “Súbitamente”. Nosotros debemos tener cuidado pues no
sabemos cuándo nos llamará el Señor.
En tercer lugar, Dios se enojó pues su ira se encendió contra ellos. Los dejó ahí, la nube se
apartó del Tabernáculo y enseguida María se volvió leprosa. 
 
6) ¿QUÉ MÁS AÑADE LA BIBLIA SOBRE LA MURMURACIÓN?
 
Los murmuradores tienen una mente reprobada Romanos 1:28-32 - "Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas
que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,
maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin
misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas
son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las
practican”. 
Los murmuradores serán destruidos 1° Corintios, 10:10 - "Ni murmuréis, como algunos de
ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”.
Salmo 101:5 - "Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de
ojos altaneros y de corazón vanidoso“-
El que murmura en contra de un hermano murmura en contra de Dios  Santiago 4:11-12 -
"Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su
hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la
ley, sino juez. 4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién
eres para que juzgues a otro?”
 
La murmuración contrista al Espíritu Santo  Efesios 4:30-31 - "Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.  4:31 Quítense de
vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”
Los murmuradores son insensatos Tito 3:2-3 - "Que nadie difamen, que no sean
pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los
hombres. Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados,
esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.”
Dios lo condena Levítico 19:16 - "No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra
la vida de tu prójimo. Yo Jehová.”
Crean contienda Proverbios 26:20 - "Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso,
cesa la contienda”
Caerán en juicio Proverbios 13:3 - "El que menosprecia el precepto perecerá por ello; Mas el
que teme el mandamiento será recompensado.”
Son hipócritas Santiago 1:26 - "Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su
lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”
 
Proverbios 11:9 - “El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con
la sabiduría”
2° Timoteo 3:1-6  - “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos;  Sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno;  Traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios; Que tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las
casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas
concupiscencia.”
Son necios Proverbios 10:18 - "El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que
propaga calumnia es necio”
Serán avergonzados 1° Pedro 3:14-16 - "Mas también si alguna cosa padecéis por causa de
la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os
conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de
la esperanza que hay en vosotros; Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran
de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena
conducta en Cristo.” 
 
7) ¿CÓMO DETECTAR LA MURMURACIÓN DENTRO DE LA IGLESIA?
 
La murmuración, el chisme y la difamación dañan la esencia de una congregación que es la
manifestación pura del amor de Dios. Los chismosos quieren la atención sobre ellos y sentirse
apreciados, no soportan ver a otros hermanos ser queridos por la congregación porque
sienten que le están robando algo que les pertenece. Analicemos algunas características de
su comportamiento:
-  Suelen tener apariencia de santidad, la cual realmente no poseen.
-  Tienden a mostrarse como amorosos con los demás; abrazan, besan y les dicen a los
demás que los aman pero realmente lo que quieren es escuchar que los demás los aman  a
ellos.
-  Tratan de acaparar la atención de los demás. Usan cualquier medio de comunicación, es
decir, teléfono, redes sociales o visitas personales para informar a otros de los “problemas” de
algunos hermanos, supuestamente sólo con la intención de que oren por ellos, así sutilmente
esparcen un chisme disfrazado de preocupación espiritual.
-  Gustan de aconsejar; por lo mismo al autoproclamarse consejeros, buscan la manera de
encontrar gente a la cual aconsejar con el fin de poder enterarse de los problemas de los
demás.
 
8) ¿QUÉ HACEMOS CON LA GENTE MURMURADORA?
 
 Veamos algunas recomendaciones de cómo actuar ante este tipo de personas:
-  Ignorarlos, ya que estas personas se alimentan de la atención que reciben. Si los ignoramos
a la larga desistirán.
-  Cuando nos quieren hablar de algún hermano dígale que usted va a llamar a esa persona y
que los enfrentará; verá que el chismoso le dirá que no, ellos siempre quieren estar en el
anonimato.
 
-  Si persisten pida una reunión con el pastor o algún líder espiritual y déjele saber quiénes
son esos chismosos, y esté dispuesto a estar presente en una reunión para
desenmascararlos.   Usualmente estas actitudes son las que más crisis causan en la Iglesia,
pero hay más, hay personas con conductas difíciles que también provocan en el ambiente de
la congregación una usualmente tensa.
Mateo 7:12 - “Así que,  todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,  así
también haced vosotros con ellos;  porque esto es la ley y los profetas.” 
 
 AMÉN

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