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LA COMPOSICION DE LAS DROGAS Y EFECTOS EN EL CEREBRO.

Pondremos los ejemplos má s populares de cada tipo de droga. Hablare sobre la


composició n química de algunas y efectos de estas en el cerebro.

-DEPRESORAS:

Alcohol:

Esta sustancia es una droga, normalmente viene de una fermentació n de frutas, o


mejor dicho una fermentació n de azucares que dan lugar al alcohol etílico, o etanol,
este es el ú nico alcohol que el humano puede consumir sin envenenarnos.

El etanol es obtenido a partir de una fermentació n alcohó lica, que se da cuando la


fruta se pudre y aparecen unos hongos llamados saccharomyces estos ingieren el
azú car y lo metabolizan en dió xido de carbono y etanol.

El alcohol una vez en sangre, afecta a al aumento del neurotransmisor GABA, que
da un efecto de aumento de somnolencia y lentitud de movimiento y pensamiento.

También reduce la actividad del neurotransmisor= glutamato, que al ser


disminuido, da desinhibició n y emotividad excesiva, ademá s de una memoria y
atenció n comprometidas.

En general la persona alcoholizada al principio siente una falsa euforia, pero con el
paso del tiempo la persona se puede sentir sedada, incontrol de los movimientos
motrices entre otras cosas comunes.

Aumento la dopamina (puede desarrollarse una adicció n) que da una sensació n,


sentido de gratificació n, euforia, hiperactividad.

-ESTIMULANTES:

COCAINA:

Esta popular droga viene de la planta de la coca, la cocaína es un compuesto donde


predomina el psicoactivo de la coca ademá s de mezclarse con talco, cafeína,
anestésicos, anfetaminas… Lo que da resultado a ese polvo blanco que se puede
esnifar, fumar o inyectar.

Cuando la cocaína ha ingresado a la sangre y llegado al cerebro, afecta al


funcionamiento normal de algunos neurotransmisores, como la dopamina,
nodralenalina y serotonina.

La nodralenalina se produce eventualmente para informar al cerebro de


situaciones que pone en peligro nuestra integridad física, haciendo qu estemos
alerta, paranoia, y agitació n. Pero para alguien que está en cocaína estos actos se
ven má s afectados dando la típica imagen de alguien en cocaína.

Es una sustancia adictiva por la estimulació n de la dopamina, y al no sentir esa


satisfacció n nuestro cuerpo relaciona ese estado a consumir esa droga.

Nicotina:

Es una sustancia que genera naturalmente las hojas de tabaco como manera de
protecció n frente a insectos, y si es, veneno comparable a la estricnina y tres veces
má s mortífero que el arsénico.

Lo que la nicotina hace en el cerebro es “reemplazar” a un neurotransmisor que se


encarga de liberar en el cerebro má s de 200 sustancias químicas entre ellas la
dopamina, esta ú ltima es fundamental en la causa por la cual es adictiva.

La nicotina empieza a liberar mas dopamina de lo normal, dá ndonos un efecto de


gratificació n al fumarlo, y por eso al tiempo de dejarlo volvemos a extrañ arlo y se
crea un círculo vicioso.

PSICODELICAS O PERTURBARDORAS :

Cannabinoides:

Es una sustancia que normalmente se consume de forma natural ,es en el caso de la


marihuana, y a veces mezclada en el caso del hachís.

Esta sustancia tiene varios componentes má s conocidos los cuales son el THC, CBD,
CBN, estas dos ú ltimas son legales, y el TCH es el componente cannabinoide
psicoactivo y esto es lo que da ese efecto pertubardor o psicodélico, es decir reloco.

En cuanto a los efectos en el cerebro son los siguientes:

No es adictiva como en drogas anteriores, ya que no da esa alta cantidad de


dopamina por lo cual no se crea adicció n

El THC actú a sobre los neurorreceptores o mejor dicho en el receptor


cannabinoide y se cuela en lugar del neurotransmisor endocannabinoide.

Hay varias partes del cerebro en donde son importantes los receptores
cannabinoides, como los ganglios nasales, hipocampo (encargado de la memoria a
corto plazo, el thc lo empeora), cerebro y hipotá lamo.
Y los efectos son dilatació n de las pupilas, haciendo que se vean má s vistosos los
colores , euforia, relajació n aunque los efectos no se pueden generalizar ya que son
diferentes en las personas.

Cabe destacar que este tipo de drogas, ya pueden ser el lsd o hongos alucinó genos,
pueden ser un detonante de enfermedades mentales como la esquizofrenia entre
otros.

¿ Que son las drogas ?

La droga es toda sustancia que introducida en un organismo vivo por cualquier vía
(inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa) es capaz de actuar sobre el sistema
nervioso central provocando una alteración física y psicológica, la experimentación de
nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar
el comportamiento de la persona, y que posee la capacidad de generar dependencia y
tolerancia en sus consumidores.

Tipos de drogas

Depresoras del sistema nervioso

 Alcohol

 Hipnóticos: pastillas para conciliar el sueño y barbitúricos

 Ansiolíticos: benzodiacepinas

 Opiáceos: heroína, morfina, codeína y metadona

 Tranquilizantes

 Inhalantes

Estimulantes del sistema nervioso

 Anfetaminas

 Nicotina

 Cocaína y otros derivados

 Xantinas: cafeína teobromina

Sustancias psicodélicas

 Alucinógenos: LSD, mescalina…

 Cannabinoides: hachís, marihuana…


 Éxtasis, ketamina

Enfermedades que pueden mejorar con el Uso Medicinal del Cannabis

No todos los casos logran el mismo grado de respuesta positiva, pero las
enfermedades en las que pueden evidenciarse beneficios son:

 Epilepsia
 Parkinson
 Alzheimer
 Esclerosis Múltiple
 Síndrome de G. Tourette
 Autismo
 Enfermedad de Crohn y otras enfermedades intestinales inflamatorias
 Náuseas – Vómitos
 Anorexia – Caquexia
 Acné
 Psoriaris
 Síndrome de Estrés Postraumático
 Ansiedad
 Psicosis
 Adicción
 Insomnio
 Dolor crónico: neuropático, metastásico, inflamatorio
 Migraña
 Fibromialgia
 Lupus
 Poliartritis Reumatoide
 Diabetes Tipo I
 Tiroiditis de Hashimoto
 Osteoporosis
 Efectos secundarios de la quimioterapia
 Acompañamiento de la radio y quimioterapia
 VIH-SIDA y Sind. Consuntivo
 Estadios terminales
 Glaucoma de ángulo abierto
Aún queda mucho por saber y confirmar en cuanto a estos usos. Sin embargo, dado
que el nivel de riesgos del Uso Medicinal del Cannabis y los cannabinoides es bajo, las
personas interesadas pueden explorar esta posibilidad con productos que tengan
control de calidad, composición conocida y con el acompañamiento profesional
adecuado.

CURIOSIDADES

La adicción no es un hábito ni un vicio.

Es una enfermedad de salud mental que tiene su origen en el funcionamiento de ciertas


estructuras cerebrales. Casi todas las enfermedades mentales se producen porque hay un
desequilibrio bioquímico en el cerebro. Ciertas hormonas y neurotransmisores son los
responsables de que sintamos cosas.

De hecho, todas las emociones se sienten en el cuerpo, son sensaciones físicas que nuestro
cerebro identifica como un sentir determinado, miedo, tristeza, alegría, amor… todo esto se
produce gracias a nuestra bioquímica cerebral. Cuando se tiene una adicción, está bioquímica
está descompensada y con ello todo el sentir de la persona que la sufre, por eso, los adictos se
sienten deprimidos, ansiosos, irritados, apáticos, enfadados cuando no toman y eufóricos
cuando toman. Otros en cambio, dejan de sentir y se vuelven fríos e insensibles.

Pero, la adicción no solo afecta a la bioquímica, también a otras estructuras cerebrales


responsables de tomar decisiones en base a consecuencias, estar atento, recordar las cosas,
tener conciencia del tiempo, planificar, sopesar, anticipar… por eso, las personas que sufren
una adicción pueden tener buenas ideas, pero grandes dificultades para llevarlas a la práctica o
cometer errores simples de planificación y organización.

La adicción es un proceso que se cuece a fuego lento.

La adicción es una enfermedad que se desarrolla lentamente. En este proceso de desarrollo


hay etapas de control donde es posible la abstinencia o el consumo moderado.

Esto hace que a veces sea difícil diagnosticar la adicción de forma temprana. Una de las pistas
que nos pueden dar a entender que una persona sufre una adicción es el coste de su consumo.
Es decir, cuando el consumo le trae más mal que bien. Cuando deja de lado responsabilidades
o le lleva a tomar malas decisiones. Cuando una persona sufre una dependencia, sus actitudes
y decisiones suelen ser poco maduras o con falta de sentido común. El adicto suele sentir que
la vida es complicada y su entorno de una manera u otra se ve afectado. Estas consecuencias
negativas pueden llegar antes que la evidencia de un consumo descontrolado.
El adicto pierde la capacidad de sentir la vida.

La Dopamina, es el principal neurotransmisor implicado en una adicción. La dopamina forma


parte de un complejo mecanismo de supervivencia, ya que provoca una sensación de
satisfacción que nos ancla a la vida, haciéndonos sentir que la vida tiene sentido a pesar de las
dificultades. Se produce cada vez que hacemos algo bueno para nuestra supervivencia como
comer, tener relaciones sexuales y afectivas, así como hacer cosas gratificantes como escuchar
música o ver una puesta de sol. Cuando se consume una sustancia psicoactiva se transmite de
3 a 10 veces más dopamina entre las neuronas lo que provoca el efecto “colocón” que resulta
tan atractivo al principio. Todas las personas que consumen alcohol y otras drogas pueden
sentir este efecto. No obstante, las personas que sufren una adicción dejan de sentir la
dopamina y con ello la sensación de satisfacción y anclaje con la vida. Esto hace que las cosas
normales que deberían dar satisfacción ya no llenan, no se sienten. Pero esto no acaba aquí,
no solo se deja de sentir la dopamina natural,sino que además se sufre una tolerancia al
consumo.

La ausencia de dopamina produce la sensación de vacío.

El vacío forma parte del sentir del adicto y se representa como una falta de sentido. Es
claramente una sensación física, que cada persona interpreta de una manera diferente.
Algunos lo sienten como pérdida de interés o motivación, otros como una sensación de
aburrimiento o soledad o apatía. Por eso se dice que hay una abstinencia psicológica que se
vive como “desmotivación”, “depresión”, “irritabilidad” e incluso ansiedad.

El adicto sufre.

No es una decisión voluntaria. De hecho, la falta de voluntad y la dificultad para controlar los
impulsos es un síntoma de la dependencia. Cuando se consume más allá del propio deseo o de
las responsabilidades como adulto podemos decir que se sufre una dependencia. La dificultad
para tomar decisiones acertadas es otro síntoma de esta enfermedad. Todo ello, hace que la
persona que sufre una adicción se sienta fracasado, culpable, torpe y caótico y por lo tanto con
muy baja autoestima. Pero, en la mayoría de los casos, no es ese estado de derrota lo que
podemos observan en un adicto, la mayoría de las veces, lo que vemos es una persona
prepotente y victimista, que echa la culpa a los demás de su malestar y que se muestra
orgullosa y poco receptiva a recibir ayuda. Este es el mecanismo de negación y autoengaño del
que tiran la mayoría de los adictos para no ponerse en tratamiento.

La mentira y la falta de compromiso es una consecuencia de la enfermedad.

No tiene que ver con la personalidad. La adicción es la enfermedad del autoengaño, la


justificación y la minimización. La persona que sufre una dependencia justifica su consumo en
base a un relato que se ha contado. Adapta la realidad a su necesidad de consumo y hace que
este se vea como algo lógico. Cuando el consumo ya no puede ser justificado, empieza el
encubrimiento, pero aún en esta etapa, la persona sigue autoengañando, dándose razones
lógicas para su consumo y las acciones que lo acompañan y con ello minimizando las
consecuencias.
El adicto no es capaz de reconocer su enfermedad hasta que no toca fondo.

Al principio el consumo pasa desapercibido ya que se enmarca en situaciones sociales y


aceptadas. Pero cuando la dependencia ya está instaurada la persona necesita consumir más y
con mayor frecuencia ya que se empiezan a sentir un malestar emocional o físico que
desaparece con el consumo. Es por ello, que el adicto empieza a justificar consumos fuera de
lo socialmente aceptado amparándose en su malestar. Se puede referir a ansiedad o angustia,
apatía, tristeza, soledad, aburrimiento, falta de motivación… y todo ello puede estar vinculado
a historias personales reales… pero al final todas estas emociones se mantienen durante más
tiempo del esperado, sin que la persona llegue a superar los eventos de su vida. Esta dificultad
para superar las crisis y mantener el malestar, son la evidencia de que hay una dependencia,
pero la persona que sufre una adicción aún no lo sabe.

No existe la dependencia a una sustancia en concreto.

Las personas que son adictas, son dependientes de cualquier psicoactivo. Es cierto que todo
adicto tiene una “droga estrella” pero es potencialmente dependiente de cualquier sustancia
psicoactiva o incluso a comportamientos adictivos que influyen en la producción de dopamina,
como el sexo, el deporte, el riesgo o el trabajo intenso. Por eso, es importante que el consumo
de una droga no se sustituya con otras sustancias psicoactivas o se tape con conductas
extremas.

Las personas que conviven con un adicto también sufren.

El entorno cercano de un adicto acaba adaptándose al sentir emocional de un adicto y


priorizando el propio bienestar. Esto genera una dependencia que se conoce como coadicción.
Si convives con un adicto, hay algo que debes saber, cuando intentas ayudarle, tapando sus
fracasos, cubriendo sus errores, apoyándose en su malestar, estás sosteniendo la enfermedad
y alargando el sufrimiento.

La recuperación de una adicción es un proceso largo, que va más allá de dejar de consumir.

Es un proceso en el que la bioquímica ha de regularse y recuperar el buen


funcionamiento del sistema dopaminérgico.

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