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Psic.

Laibeth Delgado

Módulo IV

Ámbitos y áreas de trabajo de la Psicología Clínica

Ámbitos de Actuación

Lugares de Intervención

La Psicología Clínica y de la Salud ha tenido su tradicional ámbito de aplicación en


nuestro país en los gabinetes privados. El deficiente desarrollo de nuestra red pública
sanitaria y el genuino interés de ejercer su profesión por parte de las sucesivas
generaciones de psicólogos han propiciado, durante muchos años, la creación y
mantenimiento de centros privados especializados en Psicología Clínica y de la Salud. En
la actualidad, el sector privado de la Psicología Clínica y de la Salud tiene un gran
dinamismo y diversidad, pudiéndose encontrar entre sus filas desde los gabinetes
unipersonales hasta centros más o menos complejos con amplios equipos
multiprofesionales.

En el ámbito público, ha habido desde hace unos 25 años una progresiva incorporación
de psicólogos clínicos y de la salud, que con la Ley General de Sanidad han afianzado y
reforzado su papel dentro de la Sanidad Pública y de la atención sanitaria. Su función es,
en todos los casos, la de un facultativo especialista que trabaja dentro de un equipo
multidisciplinar, aunque por desgracia, en algunos casos, sin reconocimiento de tal nivel
laboral.

En lo que se refiere a los lugares específicos de intervención, hay distintos dispositivos


en los que el psicólogo clínico y de la salud desarrolla (o podría desarrollar) sus funciones
adecuándolas a la especificidad derivada de los objetivos de estos. Entre ellos vamos a
nombrar los siguientes:

• Centros privados de consulta, asesoramiento y tratamiento.

• Equipos de atención primaria.

• Equipos de salud mental.

• Unidades de salud mental del hospital general.

• Unidades de Psicología del hospital general.

• Unidades de Neuropsicología del hospital general.


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• Unidades de rehabilitación hospitalarias o comunitarias.

• Hospitales de día.

• Hospitales psiquiátricos.

• Unidades u hospitales geriátricos.

• Hospitales Materno-infantiles.

• Unidades o centros de atención psicológica infantil.

• Unidades de dolor crónico y de cuidados paliativos.

• Centros de voluntariado o Centros de Organizaciones No Gubernamentales de


atención a personas con discapacidades.

• Unidades de Salud Laboral.

• Otros dispositivos (Centros educativos, Equipos de psicología clínica en el


ejército, etc.).

Las distintas intervenciones que se realicen en estos sitios podrán ir dirigidas al


individuo, familia, ambiente, equipo sanitario o a toda la Institución.

Áreas en las que se trabaja

En su faceta de psicólogo clínico el área de dedicación prioritaria es la de Salud Mental.


Es en esa área dónde el psicólogo clínico y de la salud lleva más tiempo trabajando.

El tipo de intervención que se realice dependerá de la población en la que tengamos que


intervenir (infantil, adultos, ancianos) así como del carácter de la intervención
(preventiva, tratamiento y rehabilitación).

Los estudios de carácter preventivo en sujetos con un desarrollo evolutivo normal,


ayudan a localizar los acontecimientos vitales y las crisis evolutivas, que unidos a los
recursos del individuo y del ambiente incrementan su probabilidad de padecer un gran
número de trastornos o patologías. Las áreas que se evalúan prioritariamente son las
que hacen referencia a la influencia del comportamiento, la psicología o los factores
ambientales en la salud mental del anciano, de la mujer, de los niños y adolescentes.

En lo que se refiere al tratamiento, los psicólogos clínicos y de la salud evalúan,


diagnostican y tratan, solos o en equipo con otros profesionales de la salud mental, los
trastornos y patologías que se enmarcan en los siguientes epígrafes:
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• Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia.

• Delirium, demencia, trastornos amnésicos y otros trastornos cognoscitivos.

• Trastornos mentales debidos a enfermedad médica.

• Trastornos relacionados con el uso de sustancias.

• Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

• Trastornos del estado de ánimo.

• Trastornos de ansiedad.

• Trastornos somatoformes.

• Trastornos facticios.

• Trastornos sexuales y de la identidad sexual.

• Trastornos de la conducta alimentaria.

• Trastornos del sueño.

• Trastornos del control de los impulsos.

• Trastornos adaptativos.

• Trastornos de la personalidad.

Esta es una posible gama de problemas frente a las que el psicólogo clínico puede dirigir
su atención terapéutica, pero, sin embargo, incluye los epígrafes más significativos.

La rehabilitación de los enfermos con trastornos mentales debe ser uno de los ejes más
significativos de toda política sanitaria responsable en este campo. Actualmente los
psicólogos clínicos y de la salud asumen todo tipo de tareas en este ámbito, incluyendo
el diseño, dirección y aplicación de procedimientos rehabilitadores para todo tipo de
trastornos crónicos en los que exista o haya existido un trastorno mental. La orientación
de la actuación rehabilitadora es, normalmente, de índole comunitaria, pero también
puede centrarse en el ámbito hospitalario o de consulta ambulatoria. El tipo de
trastornos susceptibles de recibir atención rehabilitadora por parte de los psicólogos
clínicos y de la salud, que trabajan en Salud Mental, es muy amplia y abarca básicamente
la misma gama de epígrafes que antes se enumeraron para el tratamiento.
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La segunda área en la que el psicólogo clínico y de la salud trabaja, pero subrayando su


faceta de Psicólogo de la Salud, es el ámbito de la problemática psicológica asociada a
la enfermedad y salud físicas. A ese respecto el área de trabajo de la Psicología Clínica y
de la Salud tiene que ver con problemas derivados de la promoción y mantenimiento de
la Salud y con la prevención de la enfermedad (así, por ejemplo, el psicólogo de la salud
participa activamente en el diseño, ejecución y evaluación de las campañas preventivas
de las enfermedades cardiovasculares).

El psicólogo de la salud se ocupa oficialmente de todos los problemas psicológicos


ligados al proceso de la enfermedad (diagnostico, padecimiento, tratamiento,
curación/cronificación y rehabilitación). Así, la Psicología de la Salud puede ocuparse del
impacto psicológico del diagnóstico de una enfermedad grave, o del impacto psicosocial
de la hospitalización, o de la preparación psicológica para la cirugía a fin de facilitar la
recuperación post-quirúrgica, de la calidad de vida ligada a tratamientos con efectos
secundarios muy agresivos. Naturalmente, el psicólogo de la salud también se ocupa de
resolver los problemas que pueden plantearse en la relación médico-paciente:
comunicación, toma de decisiones y cumplimiento de prescripciones. Finalmente, se
ocupa de los problemas que el propio profesional sanitario padece derivados del
ejercicio de su trabajo.

Algunas de las temáticas de este campo de intervención en Psicología de la Salud se


exponen a continuación, sin ningún ánimo exhaustivo:

• Problemas de adherencia al tratamiento.

• Problemas asociados a la asunción del rol de enfermo.

• Trastornos emocionales derivados de la enfermedad.

• Problemas vinculados con el apoyo familiar.

• Problemas psicológicos asociados a los cambios permanentes producidos por


la enfermedad o lesión y de adaptación al medio.

Además de las áreas de tratamiento, prevención y rehabilitación, los psicólogos clínicos


y de la salud asumen, dentro del campo de la asistencia sanitaria, papeles relevantes en
el campo de la investigación, la docencia y la dirección de centros o unidades, de
acuerdo con su formación específica y habilidades. Así, los psicólogos clínicos y de la
salud pueden desempeñar:

 La dirección de unidades o centros asistenciales.


 La dirección y/o participación en trabajos de investigación.
 La docencia en todo aquello referente a la Psicología Clínica y de la Salud.
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 Autonomía Profesional y Relaciones con Otros Profesionales

Cualquier actividad que se consolida como profesión, lo hace porque cumple


requisitos de utilidad social elementales:

1. Ofrecer soluciones en un campo de intervención determinado.

2. Poseer un bagaje científico- tecnológico, que acredite una calidad y rigor de la


intervención.

3. Que cubra demandas sociales.

Esta concepción de salud nos orienta a desterrar prejuicios sociales que encasillan al
Psicólogo Clínico y de la Salud, en el mundo de "lo mental" y que en definitiva perjudican
al usuario porque le ofrecen un modelo de salud dividido y dicotómico, que no
relacionan lo mental con lo físico, separando para estudio e intervención lo que en
realidad es indivisible.

Es claro que romper ese dualismo inoperante supone un reto para cualquier profesional
de la salud, ya que como se puede observar en este documento existen intervenciones
directas del Psicólogo Clínico y de la Salud sobre problemas Biomédicos: dolor,
cardiovasculares, hipertensión, SIDA, etc.

Cada vez es más patente la íntima relación que existe entre el comportamiento de las
personas y su estado de la salud. Es ahí, en el análisis y cambio de las interacciones
persona-ambiente, donde se sitúa el campo de intervención del Psicólogo Clínico, como
intervención dirigida a la mejora y cuidado de la salud en todos los niveles de
intervención buscando el equilibrio bio-psico-social de la persona utilizando el análisis
pertinente en cada caso y ayudándose de otras intervenciones complementarias cuando
lo estime oportuno.

Es notorio por otra parte refiriéndonos a la competencia profesional del Psicólogo


Clínico y de la Salud, que puede aportar elementos valiosos para la mejora de la salud
de los ciudadanos en estrecha colaboración con otros profesionales. Notable es el
número de profesionales que trabajan en el Sistema público de Salud en sus distintos
niveles, local, autonómico y central y la instauración del sistema P.I.R. es una buena
muestra. Muy importante también es la presencia del sector privado con niveles de
calidad y variedad de productos en constante crecimiento.

Todas estas realidades nos sitúan en la gran demanda social actual de la profesión, razón
prioritaria por la cual este documento adquiere sentido y significado.
Psic. Laibeth Delgado

Refiriéndonos a las relaciones con otros profesionales de la Salud, consideramos la


perspectiva de la cooperación permanente en el marco de equipos interdisciplinarios,
donde cada profesional aporta su perspectiva para dar atención de Salud completa,
donde se contemple a la persona de forma global sin parcelaciones que todos los
profesionales critican, lo que no es un deseo, sino algo que se viene desarrollando de
hecho en equipos de Centros de Promoción de la Salud, Centros Integrados de Salud,
etc., existiendo profesionales de la Psicología coordinando y dirigiendo estos equipos.
De este modo el papel del Psicólogo Clínico y de la Salud, será más protagonista, en la
medida que se aborden aspectos del continuo Salud-Enfermedad, que tienen que ver
con la interacción de la persona con ella misma, el mundo y los demás.

Como ejemplo puede decirse que su campo de actuación tendrá más frecuencia en
atención primaria, tareas de prevención y promoción de la salud y tratamiento de
problemas del comportamiento, que, en una planta de cirugía, pero no debe excluirse
la posibilidad de que pueda y en ocasiones deba actuar en este ámbito.

Asimismo, el Psicólogo Clínico y de la Salud deberá conocer y actualizar


permanentemente sus conocimientos sobre Sociología de la Salud, Epidemiología de los
Trastornos del Comportamiento, Antropología, etc., como apoyo necesario a su que
hacer.

En definitiva, se trata de completar y rellenar vacíos en la asistencia integral a la salud


que demandan los ciudadanos.

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