Está en la página 1de 18

Universidad de Oriente

Núcleo Anzoátegui

Escuela de Ciencias de la Salud

Departamento de Cirugía

Cirugía III

Sección 05

TEMA IV:
NARIZ Y SENOS
PARANASALES

BACHILLERES.
TUTOR:
Gutiérrez, Andrés C.I.:25.621.769
Dr. Carlos Jiménez
Hernández, Humberliz C.I.:25.578.598
León, María José C.I.: 23.998.104
López, Anakarina C.I.:25.100.305
López, Joseph C.I.:25.273.585
Ramos, Rita C.I.:24.402.870

Barcelona, Marzo del 2021


TEMA IV: NARIZ Y SENOS PARANASALES

PRIMERA PARTE

DESARROLLO EMBRIOLÓGICO

Nariz: El desarrollo nasal tiene lugar durante las semanas 4 a 10 de gestación. Las
células migratorias de la cresta neural pueblan la protuberancia frontonasal, una de
las cinco protuberancias faciales, y forman las placodas nasales u olfatorias
(engrosamientos convexos en el ectodermo superficial de la protuberancia
frontonasal). Luego, a medida que se desarrolla la cara, las placodas nasales
experimentan una depresión central, formando las fosas nasales.

Posteriormente, durante la quinta semana, la proliferación mesenquimatosa


adyacente a las placodas nasales conforma las prominencias nasales mediales y
laterales. La protuberancia nasomedial dará lugar a una parte del tabique nasal y la
porción medial del cartílago alar lateral inferior. La protuberancia nasolateral se
desarrollará en la pared externa de la nariz, los huesos nasales, el cartílago lateral
superior, el ala y la cruz lateral del cartílago lateral inferior. El vértice y el dorso de la
nariz se desarrollan a partir de la protuberancia frontonasal.

Senos paranasales:

Los senos maxilares: inician su desarrollo hacia la semana 12 de vida intrauterina


son pequeños en el momento del nacimiento, crecen lentamente hasta la pubertad
(15 años) y no se desarrollan de manera completa hasta que aparece la dentición
permanente.

Laberinto etmoidal o celdillas etmoidales: En el nacimiento, el neonato ya tiene


todas las estructuras de las celdillas etmoidales (que se originan durante el quinto y
sexto mes de vida intrauterina); éstas, tienen un tamaño pequeño antes de los 2
años de edad y no comienzan a crecer de manera rápida hasta los 6-8 años. A los 7
años de vida, la mayoría o todo el espacio disponible se encuentra neumatizado y
entre los 12-14 años de edad, las celdas han adquirido su forma definitiva.

Los senos frontales, (no existen en el momento del nacimiento) a los 2 años de
edad (o en ocasiones después), se desarrollan a partir de las dos celdillas
etmoidales más anteriores, éstas crecen hacia el hueso frontal formando un seno
frontal a cada lado. En general los senos frontales pueden verse en las radiografías
efectuadas a partir de los 7 años de edad (a veces antes)

Senos esfenoidales: no existen en el momento del nacimiento. Aproximadamente a


los 2 años de edad, las dos celdillas etmoidales más posteriores crecen hacia el
hueso esfenoides, formando los dos senos esfenoidales, de ahí éstos progresan en
sentido anteroposterior, completando su desarrollo a los 15 años de edad en el 50 %
de los casos, e incluso hasta los 30 años.

ANATOMÍA DE NARIZ Y SENOS PARANASALES

NARIZ: es un órgano ubicado en el centro de la cara, debajo de la frente, encima del


labio superior y entre las mejillas. Consta de 2 porciones: pirámide nasal y cavidad
nasal:

PIRÁMIDE NASAL:

Formada en su parte superior por el dorso de la nariz (óseo) y la parte inferior se


extiende hasta el vértice (cartilaginosa), y es atravesada por dos aberturas piriformes
llamadas narinas u orificios nasales anteriores, limitadas lateralmente por los
cartílagos nasales laterales o alas de la nariz.

Se describen: 3 caras (2 caras laterales y 1 posterior) y 3 bordes de la pirámide


nasal:

- Caras laterales son planas, inclinadas hacia las mejillas; fijas en su parte
superior, donde reposan sobre un esqueleto óseo; y móviles en su parte
inferior (alas de la nariz).
- La cara posterior está representada por dos canales que se comunican con
las dos cavidades nasales correspondientes.
- Los bordes: Dos bordes laterales: forman las partes vecinas de la cara; Y el
borde anterior o dorso de la nariz: Reúne las caras laterales y se extiende
desde la raíz de la nariz (espacio interciliar que une la nariz con la frente)
hasta el vértice.

Constitución anatómica de la pirámide nasal: Comprende un esqueleto, una capa


muscular, un revestimiento interno y uno externo.

El esqueleto: formado por un armazón osteocartilaginoso y una membrana


fibrosa, La porción ósea está formada:

- Los huesos nasales


- Los procesos frontales del maxilar (apófisis frontal del maxilar)
- La porción nasal del hueso frontal y su espina nasal
- Las porciones óseas del tabique nasal (la parte anterior de la lámina
perpendicular del etmoides que constituye la parte superior del tabique
nasal; y el vómer que constituye la porción posteroinferior del tabique
nasal).

En cuanto a los cartílagos; 5 principales y varios accesorios:


1. El cartílago del tabique nasal, que prolonga hacia adelante el tabique óseo de
las cavidades nasales, llena el espacio angular comprendido entre la lámina
perpendicular del etmoides y el vómer. Se extiende de la espina nasal al
vértice de la nariz.
2. Cartílagos nasales laterales (uno derecho y otro izquierdo). Tienen forman de
lámina triangular. Su base, en la línea media, se apoya y se continúa con el
cartílago del tabique nasal. En la actualidad, éste cartílago ya no se considera
un cartílago independiente, sino que forma parte del cartílago del tabique
nasal.
3. El cartílago alar mayor (uno para cada lado) está configurado en forma de U.
Su pilar lateral constituye el esqueleto del ala de la nariz. Su pilar medial se
apoya sobre el tabique nasal. Su vértice forma el dorso del vértice de la nariz.
Son libres y móviles.
4. Los cartílagos alares menores: son pequeñas formaciones cartilaginosas que
complementan a los cartílagos alares mayores. Por lo general se ubican
posterolateralmente entre el cartílago nasal lateral y el alar mayor.
5. Los cartílagos nasales accesorios tienen forma muy variable. Se los
denomina cuadrados, sesamoideos, vomerianos, según el lugar que ocupen
entre los cartílagos precedentes o entre éstos y el esqueleto óseo.

La membrana fibrosa: ocupa los espacios que dejan libres los cartílagos; es una
membrana resistente, emanada del periostio y del pericondrio que reúne a los
cartílagos y los huesos vecinos.

Capa muscular de la nariz: formada por los músculos faciales insertados en la


nariz: piramidal, transverso, elevador y dilatador del ala de la nariz

Revestimiento externo de la pirámide nasal: representado por tejido adiposo,


algunos músculos de la expresión facial y piel. La piel es gruesa y contiene
abundantes glándulas sebáceas, y folículos pilosos, esta se extiende hasta el
vestíbulo nasal, donde posee un número variable de pelos rígidos (vibrisas), que
al estar habitualmente húmedos, filtran las partículas de polvo existentes en el
aire que entra a la cavidad nasal.

Revestimiento interno: más allá de la piel de las narinas, la nariz está tapizada
por la mucosa nasal.

SEGUNDA PARTE

CAVIDADES O FOSAS NASALES:

Son dos, una derecha y otra izquierda. Se encuentran excavadas en el macizo óseo
de la cara y separadas por un tabique vertical mediano y por la mucosa que contiene
los aparatos receptores olfatorios. Poseen dos aberturas anteriores (narinas) y dos
aberturas posteriores (coanas). Estas últimas comunican las cavidades nasales con
la nasofaringe.

Las cavidades nasales están recubiertas por mucosa, excepto en el vestíbulo nasal,
donde está cubierta por piel. Dicha mucosa está firmemente adherida al periostio y
pericondrio de huesos y cartílagos adyacentes de manera ininterrumpida en toda la
superficie nasal y cámaras con las que comunica: la nasofaringe (posterior), senos
paranasales (superior y lateral) y el saco lacrimal y la conjuntiva (superior).

Las fosas nasales, a su vez se dividen en áreas respiratoria (correspondiente a los


2/3 inferiores) y olfatoria (correspondiente al 1/3 superior). La entrada a las
cavidades nasales, caracterizada por su revestimiento cutáneo y no mucoso se
denomina vestíbulo nasal, éste posee tanto a la derecha como a la izquierda:

1. Una pared medial, formada por el cartílago del tabique nasal.


2. Una pared lateral, corresponde a la parte profunda del ala de la nariz y
está constituida por el pilar lateral del cartílago alar mayor
3. Una pared anterior, se prolonga en el vértice constituyendo un receso en
el vértice de la nariz.
4. Una abertura inferior, de forma variable, situada arriba del labio superior,
que corresponde a la base de la nariz, la narina.
5. Una abertura superior, se abre en la cavidad nasal y está señalada por la
unión cutaneomucosa y un relieve sobreelevado: el limen nasal.

El revestimiento cutáneo del vestíbulo, se caracteriza por la presencia de pelos o


vibrisas, que retienen el polvo y las impurezas del aire inspirado. La piel de las
narinas no contiene glándulas sudoríparas, pero sí glándulas sebáceas anexadas a
los pelos, que son susceptibles a las infecciones (furúnculos de la nariz).

Límites de las cavidades nasales propiamente dichas:

1. El techo o pared superior de las cavidades nasales. Está dividido en 3


partes (frontonasal, etmoidal y esfenoidal), según los huesos que las
constituyen; su porción principal, situada en la parte mediana, está
representada por la lámina cribosa del hueso etmoides, atravesada por los
filetes del nervio olfatorio.
2. El piso de las cavidades nasales o pared inferior, es más ancho que el
techo y está constituido de adelante hacia atrás, por los procesos
palatinos del maxilar y las láminas horizontales del hueso palatino.
3. La pared medial (tabique nasal) está formada por la lámina perpendicular
del etmoides, vómer, cartílago septal y crestas nasales del hueso maxilar
y del hueso palatino. En la región anteroinferior de está pared, por encima
y detrás del vestíbulo nasal, se describe una zona muy vascularizada
denominada “mancha vascular de Kiesselbach”
4. La pared lateral de las cavidades nasales, es oblicua de arriba hacia abajo
y de medial a lateral; separa arriba: la cavidad nasal de la cavidad orbitaria
y abajo, del seno maxilar. Su constitución anatómica es compleja.
Participan en ella los siguientes huesos: el maxilar, el lagrimal, el
etmoides, una pequeña superficie del palatino, el esfenoides (por la
apófisis pterigoides) y, por último, el cornete nasal inferior. Esta pared es
irregular debido a la presencia de tres láminas óseas: los cornetes nasales
superior, medio e inferior (el superior y medio se originan del hueso
etmoidal y el inferior es un hueso independiente).

Los cornetes, se configuran enrollados sobre sí mismos (lo que ofrece una amplia
superficie para el intercambio de calor), convexos medialmente y cóncavos
lateralmente, se disponen escalonados de atrás hacia adelante y de arriba hacia
abajo. Entre los cornetes y la pared lateral se encuentran tres espacios o meatos
que son superior, medio e inferior; En ellos se abren conductos de las cavidades
anexas que desembocan en las cavidades nasales:

Meato Inferior Medio Superior


Drenaje Conducto Senos maxilares, Celdillas etmoidales
nasolagrimal celdillas etmoidales posteriores y receso
anteriores y media, y esfenoetmoidal (postero
senos frontales. superior)

IRRIGACIÓN DE NARIZ Y FOSAS NASALES

La pirámide nasal está irrigada por arterias que provienen de la arteria nasal,
originada de la arteria oftálmica y, en especial, de la arteria facial. Las venas
desembocan tanto en la vena angular como en la vena facial; y los vasos linfáticos,
son drenados: la parte superior, por los ganglios linfáticos parotídeos, la parte
inferior, por los ganglios linfáticos submandibulares. En cuanto a Las fosas nasales,
su irrigación proviene de diversas fuentes:

1. La arteria oftálmica (rama de la carótida interna) proporciona las arterias


etmoidales (anterior y posterior), para la bóveda de las cavidades nasales.
2. La arteria maxilar (rama de la carótida externa) da la arteria esfenopalatina
para las regiones posterior, lateral, medial e inferior. A través de sus
ramas: las arterias nasales posteriores laterales y las ramas septales
posteriores.
3. La arteria facial (rama de la carótida externa) envía a las narinas la arteria
del tabique nasal (rama septal de la arteria labial superior).

En la parte anteroinferior del tabique nasal, existe un plexo de anastomosis (área


de Kiesselbach) donde se anastomosan todas estas arterias (ramas finales de las
arterias esfenopalatinas, etmoidales y del subtabique):

Drenaje venoso, las venas de las cavidades nasales son drenadas hacia tres
regiones diferentes: Anterior, hacia la vena facial; posterior, hacia las venas
maxilares y del plexo pterigoideo y superior, hacia las venas intracraneales por la
vena oftálmica.

Las vías linfáticas emanadas de la mucosa nasal se dirigen hacia tres centros de
ganglios linfáticos diferentes: ganglios linfáticos submandibulares (drenan el territorio
anterior); ganglios linfáticos retrofaríngeos (reciben los eferentes de la parte posterior
y superior de las cavidades nasales) y ganglios linfáticos profundos superiores (que
reciben los vasos linfáticos posteroinferiores).

INERVACIÓN, todos los músculos faciales (incluyendo los nasales) son inervados
por el nervio facial. La sensibilidad de la nariz y cavidades nasales depende del
nervio trigémino, a través de sus ramas: nervio oftálmico (nervio nasociliar, que da
los nervios: nasal externo, nasal interno o etmoidal anterior y el nervio etmoidal
posterior); Y nervio maxilar (a través del nervio infraorbitario y nervio nasopalatino).
Además, nervios de origen vegetativo (simpático y parasimpático) acompañan a las
arterias de la mucosa. Éstos le aseguran una inervación vasomotora que tiene una
acción esencial en las reacciones frente a las diferentes agresiones que sufre a
partir del aire exterior.

La inervación sensorial: es dada por el Nervio olfatorio que se origina en las células
del epitelio olfatorio.

TERCERA PARTE

SENOS PARANASALES

Son cavidades neumatizadas, (llenas de aire), extensiones de la porción respiratoria


de las cavidades nasales. Ubicadas en los huesos frontal, etmoidal, esfenoides y
maxilar. Su denominación corresponde a los huesos donde se alojan, existiendo 8
senos paranasales (4 a cada lado de la nariz)

La función principal de estos senos, es aligerar el peso de los huesos del cráneo, ya
que si estos fuesen totalmente compactos el cráneo sería demasiado pesado.
Además, tienen la función de calentar y humedecer el aire aspirado, secretar moco,
servir de caja de resonancia de la voz y expulsar o desechar cuerpos extraños que
penetran en la inhalación.

Se describen los siguientes senos:

SENOS FRONTALES

Son dos cavidades ubicadas entre las tablas externa e interna del hueso frontal,
posteriormente a los arcos superciliares y a la raíz de la nariz. Cada seno frontal,
drena a través de un conducto frontonasal en el infundíbulo etmoidal del meato nasal
medio.
Están inervados por ramos de los nervios supraorbitarios (V1). Raras veces los
senos frontales tienen el mismo tamaño, y el tabique interfrontal que los divide no
suele estar situado totalmente en el plano medio. El tamaño puede variar desde
unos 5mm hasta grandes espacios (en promedio miden 3 cm de alto y de 2 a 2.5 de
ancho, con una profundidad de 1.5 a 2 cm.) y su capacidad aproximada es de 6 a 7
ml. Sus límites se describen a continuación:

- Anterior: porción escamosa del hueso frontal y piel


- Inferior: orbita y techo de la cavidad nasal
- Posterior: En relación con las meninges que cubren el lóbulo frontal del
cerebro. (Fosa craneal anterior)

CELDILLAS ETMOIDALES:

Son pequeñas invaginaciones de la mucosa de los meatos nasales medio y superior


en el hueso etmoides, entre la cavidad nasal y la órbita. Éstas no suelen verse en las
radiografías simples antes de los dos años de edad, pero pueden ser reconocidas en
las exploraciones por TC.

Las celdillas etmoidales anteriores: drenan en el meato nasal medio, a través del
infundíbulo etmoidal;
Las celdillas etmoidales medias: se abren directamente en el meato nasal medio y a
veces se denominan celdillas bullares debido a que forman la bulla etmoidal
(protuberancia situada en el borde superior del hiato semilunar)
Las celdillas etmoidales posteriores: se abren directamente en el meato nasal
superior.

Están inervadas por los ramos etmoidales anterior y posterior de los nervios
nasociliares (V1).
Sus límites son los siguientes:
- Superior: Base del cráneo
- Posterior: seno esfenoidal
- Medialmente: cornete superior y medio.
- Lateral: separado de la órbita por la lámina papirácea del hueso etmoides.

SENOS ESFENOIDALES:

Localizados en el cuerpo del esfenoides, pudiendo extenderse a sus alas. Están


divididos por un tabique óseo y drenan en el receso esfenoetmoidal.
Sus dimensiones aproximadas son 15 x 12 x 10.5 mm con una capacidad de 7.5 mL.
Las arteriales etmoidales posteriores y los nervios homónimos que las acompañan
irrigan e inervan los senos esfenoidales. Límites:
- Pared medial, que lo separa del seno esfenoidal del lado opuesto.
- Pared lateral, son dos partes: una posterior, craneal en relación con el seno
cavernoso que contiene la arteria carótida interna; otra parte anterior, orbitaria,
en relación con el conducto óptico.
- Pared superior, que corresponde a la silla turca y a la hipófisis.
- Pared posterior, esfenoidal
- Pared inferior, que responde al techo de la nasofaringe.
- Pared anterior, cuya parte lateral, se apoya sobre las celdillas etmoidales
posteriores y cuya parte medial se abre a la cavidad nasal.

SENOS MAXILARES:

Son los senos paranasales de mayor tamaño y a diferencia de los otros senos, éstos
ya existen al nacer; tienen forma piramidal con base hacia la fosa nasal y vértice
hacia la apófisis cigomática o piramidal del maxilar; y ocupan el cuerpo de los
huesos maxilares. Cada seno maxilar drena en el meato nasal medio a través del
hiato semilunar. Sus dimensiones son de 31 a 32 mm de altura, 18 a 20 mm de
ancho y 19 mm de profundidad. Su capacidad es de 15 ml. Límites:

- Su vértice: se extiende hacia el hueso cigomático y con frecuencia se


introduce en él.
- Su base, forma parte de la pared lateral de la cavidad nasal (en su porción
inferior).
- Su techo está formado por el piso de la órbita. Se relaciona con el saco
lagrimal
- Su piso: formado por la porción alveolar del hueso maxilar y el paladar óseo.
Las raíces de los dientes maxilares a menudo producen elevaciones crónicas
de este piso.
- Pared medial: es principalmente cartílago, relacionándose con el hueso
etmoides y el cornete inferior.
- Pared anterior: cara facial del maxilar superior por donde recorre el nervio
orbitario inferior
- Pared posterior: corresponde con la cara anterior de la fosa infratemporal y se
relaciona con la fosa pterigopalatina.
Su irrigación arterial, procede principalmente de ramas alveolares superiores
de la arteria maxilar, aunque su piso recibe irrigación de ramas de las arterias
palatinas descendentes y mayor. Su inervación está dada por el nervio
trigémino, específicamente el nervio maxilar, a través de los nervios
alveolares superiores anterior, medio y posterior.

HISTOLOGÍA DE NARIZ Y SENOS PARANASALES

Los epitelios que podemos encontrar en cada región son:

 Vestíbulo nasal: Epitelio plano estratificado


 Segmento respiratorio de cavidades nasales: Epitelio pseudoestratificado
cilíndrico ciliado, con 5 tipos de células: ciliadas, caliciformes, en cepillo, de
gránulos y basales.
 Segmento olfatorio de las cavidades nasales: ubicado en techo de la cavidad
nasal, región superior del tabique nasal y cornete superior. Tapizado por una
mucosa olfatoria especializada (epitelio olfatorio), con 3 tipos de células:
olfatorias, sustentaculares y basales. Los procesos de las neuronas olfatorias
del epitelio olfatorio nasal, se unen y forman haces que atraviesan la lámina
cribosa del etmoides y penetran posteriormente al bulbo olfatorio.
 Senos paranasales son extensiones del segmento respiratorio de la cavidad
nasal y por lo tanto están tapizados por epitelio respiratorio con moco
(pseudoestratificado cilíndrico ciliado con células caliciformes)

CUARTA PARTE

ASPECTOS FISIOLÓGICOS DE LA NARIZ Y SENOS PARANASALES

Se pueden distinguir, varios aspectos funcionales en la anatomía de las cavidades


nasales:

 La parte inferior constituye el canal respiratorio.


 La parte superior constituye la zona sensorial.
 Las paredes delgadas y los senos paranasales conforman la parte
vocal

A. Función Respiratoria de la nariz y cavidades nasales: se puede considerar


desde dos aspectos: el de la respiración propiamente dicha (esencialmente la
inspiración) y el de la fonación (espiración).

 La fonación o acción vocal, en el momento de la espiración, la columna


de aire espirado provoca sonidos emitidos por vibración de los pliegues
vocales en la laringe. Estas vibraciones llegan a las cavidades nasales que
actúan como "caja de resonancia" gracias a las cavidades anexas y a la
delgadez de ciertos elementos (cornetes, tabique). La obstrucción de las
cavidades nasales confiere a la voz un timbre particular (voz nasal).

 La función respiratoria propiamente dicha, la nariz, cavidades nasales y


senos paranasales intervienen en varios procesos importantes:

1. Acondicionamiento del aire inspirado: las numerosas irregularidades


de la pared lateral de las cavidades nasales, aumentan mucho la
extensión de la superficie mucosa; de ésta manera, el aire inspirado,
circula de adelante hacia atrás y se encuentra en contacto con una
superficie caliente (rica vascularización), húmeda (glándulas con
mucus) y sensible (reacciones a las impurezas); así pues, el aire
inspirado se encuentra -en el curso de su recorrido por las cavidades
nasales-, calentado, humedecido y purificado.

2. Flujo aéreo nasal: en la regulación del flujo de aire que pasa a través
de las fosas nasales, tanto en inspiración como en espiración,
intervienen factores estáticos invariables (configuración anatómica de
cavidades nasales), y factores dinámicos que varían en el tiempo, que
son fundamentalmente la movilidad de las alas nasales y de la válvula,
y los fenómenos vasomotores.

Para entender cómo se da el flujo de aire a través de las cavidades nasales, hay que
recordar, que anatómicamente, los distintos segmentos de las fosas nasales oponen
resistencia al paso del flujo aéreo a través de ellas, tanto en inspiración como en
espiración. El punto de mayor resistencia al flujo aéreo de todas las vías
respiratorias es la nariz, que supone aproximadamente el 50% de las resistencias
totales. Dentro de ésta, la mayor resistencia se localiza a nivel de la válvula
nasal, que es la zona más estrecha de todo el trayecto que ha de recorrer el flujo de
aire en el interior de las fosas nasales; ésta constituye el límite fisiológico entre el
vestíbulo de la narina y la fosa nasal, Esta válvula genera aproximadamente el 70%
de las resistencias de las fosas nasales y debido a su estrechez, cualquier
circunstancia que disminuya la superficie de esta zona, producirá dificultad
respiratoria.

En cuanto al flujo de aire, las corrientes aéreas nasales, pueden ser tanto de tipo
laminar, como turbulento, dependiendo del área nasal o de la fase de la respiración
en la que nos encontremos. Durante una respiración tranquila el flujo de aire es
predominantemente laminar. Si este flujo persistiese en todo el árbol respiratorio, el
contacto entre el flujo aéreo y la mucosa respiratoria se vería reducido, y con él, el
intercambio de calor, humedad y partículas, empeorando por tanto el
acondicionamiento de este aire inspirado. Es por esto último que la nariz posee
estructuras que varían este flujo laminar convirtiéndolo en turbulento. La turbulencia
se produce de manera principal tras pasar la estrechez del vestíbulo nasal y
aumentará con la velocidad del flujo.

En la inspiración, el aire atraviesa en primer lugar las ventanas nasales formando


una columna vertical dirigida hacia arriba, a una velocidad aproximada de 2-3
metros/segundo. Tras esto el flujo converge para convertirse en laminar en el punto
más estrecho de la fosa, la válvula nasal. Al pasar este punto la corriente laminar se
desorganiza pasando a un flujo turbulento.

Una correcta respiración nasal se caracteriza por un íntimo contacto entre la mucosa
y la columna de aire que pasa a través de las fosas. Las alteraciones en la corriente
aérea a este nivel, ya sea por una fosa nasal excesivamente estrecha o amplia, se
traducen normalmente en una reducción de este contacto.

En cuanto al ciclo nasal, se define como una congestión-descongestión alternante


de los cornetes nasales inferiores y del tabiquen nasal que tiene como finalidad
mantener en equilibrio las resistencias de las cavidades nasales. Según esto, en
cada momento existe una fosa que respira y otra que “descansa”, y aunque las
resistencias varían en cada lado de forma individual, la suma de las resistencias de
ambas fosas permanece siempre constante.

Los ciclos se suceden en periodos de 30 minutos a 4 horas y están influenciados por


numerosos factores como son: las condiciones climáticas, la postura, la edad y las
características de cada individuo; El mecanismo exacto de control de este ciclo
permanece aún desconocido, pero se cree que depende de 2 centros vegetativos
periféricos que poseerían conexiones con los ganglios esfenopalatino y estrellado.

B. Función olfatoria de la nariz y cavidades nasales: en la parte superior de las


cavidades nasales, se encuentra el neuroepitelio especializado, contenido en la
mucosa nasal, donde se encuentran terminaciones nerviosas (axones), en forma de
cilios que luego de traspasar los orificios de la lámina cribosa del etmoides se
reúnen para formar el bulbo olfatorio, encargado de transmitir toda la información
química captada en el techo de las fosas nasales, hacia el área olfatoria primaria
para su procesamiento, y la percepción de olor.

El sentido del olfato, cuyo conocimiento es aún incompleto, es mucho más


sofisticado que el sentido del gusto. Existen muchos más olores diferentes
perceptibles que sabores. El sentido subjetivo del gusto al comer (sabor) requiere
la participación del gusto y el olfato, así como de la textura y la temperatura. Es por
ello que la comida puede parecer algo insípida cuando una persona tiene
disminuido el sentido del olfato, como ocurre durante un resfriado.

QUINTA PARTE

C. Función secretora de la mucosa rinosinusal: la mucosa respiratoria constituye


una superficie de barrera que actúa como defensa del organismo frente a diferentes
contaminantes del medio exterior, tales como bacterias, polvo, virus, toxinas, gases
o alérgenos. Para proteger al resto del cuerpo de estas agresiones, la mucosa
respiratoria posee sistemas de defensa locales (como el aclaramiento mucociliar) y
otros generales (como la inmunidad humoral y celular). Esta función tiene como
finalidad la limpieza de las fosas y la supresión de irritantes y agentes nocivos.

El transporte mucociliar depende principalmente de dos aspectos: de la formación de


secreciones por parte de las células caliciformes y de las glándulas mucosas y
seromucosas de la submucosa, y de la actividad ciliar. Actuando de manera
conjunta, atrapan sustancias inhaladas, y las arrastran desde las fosas nasales (y
todo el árbol respiratorio) hasta la faringe para ser deglutidas y así eliminadas.

MÉTODOS DE EXPLORACIÓN DE LA NARIZ Y ANEXOS

1. Exámen físico

 Inspección

- Se debe examinar el aspecto externo de la pirámide nasal: Alteraciones en piel,


morfología, desviación lateral de la nariz (laterorrinia), alineamiento del eje
(fracturas), dilatación y colapso de las alas nasales al inspirar y espirar, salida de
secreción por narinas, así como también observar las modificaciones del
revestimiento cutáneo. El color de la nariz puede variar a azulado o violáceo en
casos de cianosis y rubicundez en caso de Lupus eritematoso sistémico o
alcoholismo crónico. Paralelamente se debe observar si el paciente es respirador
bucal o nasal.

- En la región facial debe tomarse en cuenta si existe igualmente tumefacción,


edema, petequias, hematomas.

 Palpación

- Se debe levantar suavemente la punta de la nariz determinando si el tabique está


alineado, en busca de deformidad y desviación septal, presencia de hematomas del
tabique y alteraciones del vestíbulo nasal.

- Luego se debe palpar la pirámide nasal para determinar si existe deformidad,


crepitación o dolor.

- Posteriormente palpar la región supraorbitaria e infraorbitaria, para determinar dolor


a la palpación, irregularidades, abombamientos.

La maniobra de Cottle consiste en retraer las mejillas lateralmente, lo cual tracciona


el cartílago lateral, ampliando el angulo interno de la valvula nasal. Usada en
pacientes con obstrucción nasal

2. Exploraciones generales:

A. Rinoscopia anterior: es la exploración más empleada en la práctica diaria, y


permite visualizar el tercio anterior de la fosa nasal y la región valvular. Requiere
para su realización una luz frontal adecuada, espéculo nasal tipo Killian, Vacher o
Palmer, pinza acodada o de bayoneta y anestesia tópica con adrenalina, que nos
facilita la visión de las fosas nasales. En lactantes y niños pequeños, podemos
utilizar el otoscopio en lugar del espéculo nasal.
Se debe explorar la válvula nasal antes de la exploración con el espéculo nasal,
empleando un retractor o una torunda de algodón colocada en el ángulo superior de
la misma. El paciente estará colocado en hiperextensión cervical y, sin deformar el
vestíbulo, podemos valorar la válvula (ángulo y simetría), tanto en reposo como en
inspiración profunda.

 Con espéculo nasal de Killian: las válvulas del espéculo se introducen en el


vestíbulo nasal en posición vertical, para dilatar las alas nasales sin rozar el
tabique. Se debe observar bien la porción anteroinferior del tabique, meato
inferior y la cabeza del cornete inferior. Al inclinar la cabeza hacia atrás del
paciente es posible observar cornete medio, parte superior del tabique y el
meato medio.

Se debe observar la permeabilidad de cada fosa nasal, el color (rosado, pálido) y


aspecto de la mucosa (sano, ulcerado, friable), tamaño de los cornetes. En cuanto
al tabique: existencia de perforaciones, espolones, vasos prominentes, estigmas de
sangrado.

 Con fibra óptica o Endoscopia Nasal:


- Esta exploración proporciona información completa del interior de las
fosas nasales. Se emplea una óptica de fibra rígida de 0 -30º o una óptica
flexible (fibroscopio). El endoscopio se introduce previa aplicación de un
vasoconstrictor y anestesia. Lo primero en visualizar es la fosa nasal y el
meato inferior a lo largo del suelo, hasta la coana y el cavum.
- Al retirar el endoscopio se examinan las colas de los cornetes, agujero
esfenoidal y el tabique posterior. Posteriormente se eleva la óptica a partir del
vestíbulo para explorar la apófisis unciforme, el receso frontal, cornete medio,
meato medio, orificio maxilar y la bulla etmoidal.

B. RINOSCOPIA POSTERIOR: sirve para explorar la región posterior de las fosas


nasales (coanas, colas de los cornetes, borde posterior del tabique), el cavum o
rinofaringe y los rodetes tubáricos.

 Con espejillo de Brunings: Exploración clásica y simple que se realiza a


través de la cavidad oral con un espejillo pequeño con mango y un depresor
de lengua y como fuente de luz un foco y un espejo frontal o fotóforo. El
paciente debe respirar por la nariz de forma relajada y luego se introduce el
espejillo (debe ser calentado antes para que no se empañe) por debajo del
velo del paladar, sin tocarlo, manteniendo la lengua deprimida en su tercio
medio sin sobrepasar la “V” lingual para evitar el reflejo nauseoso. Si este
reflejo impidiese la exploración se deberá aplicar anestesia tópica (lidocaína)
en la rinofaringe y lengua.
 Con fibra óptica o Endoscopia de Cavum: Se puede realizar de dos
maneras:

- A través de las fosas nasales: previa aplicación de un vasoconstrictor y


anestesia. Se introduce a través de la fosa nasal un endoscopio rígido de
4mm de diámetros y visión de 0 a 30° hasta llegar a la rinofaringe o un
fibroscopio (flexible) < 4mm de diámetro y punta con capacidad de flexión
desde 90-180°

- A través de la cavidad oral: se emplea un laringoscopio rígido con visión de


90° y girando hacia arriba. También puede utilizarse el fibroscopio flexible

3. Estudios microscópicos: exploración de las fosas nasales con el


microscópico otológico. Se emplea una Lente de 250 ó 300 mm., y un
aumento de 0,6x o 0,1x 5. Podemos examinar hasta los dos tercios anteriores
de las fosas nasales facilitándolo con el uso de un rinoscopio. Una desviación
septal anterior, hipertrofia de cornete o fosa nasal estrecha entorpece la
exploración microscópica. Resulta bastante eficaz en la edad pediátrica, dada
la dificultad de introducir un endoscopio en estos pacientes.

4. Endoscopia de los senos paranasales

- Sinuscopia: Útil para explorar Senos maxilares, frontales, Esfenoidal. Se accede a


ellos a través de una pared ósea que debe perforarse con un trocar. También es
posible observar los senos maxilares al introducir el endoscopio a través de su
orificio natural empleando una óptica rígida de 4mm de diámetro y visión de 30° a
70°. La exploración del seno frontal es por abordaje externo (trepanopunción) por su
pared inferomedial. Y la exploración del seno Esfenoidal por vía endonasal.

- Diafanoscopia: Consiste en la transiluminación de los senos maxilares y frontales,


en ambiente oscuro. Para los maxilares se coloca una fuente luminosa en la boca
del paciente. Para los frontales se coloca la luz por debajo del seno frontal de cada
lado y si estos están ventilados se iluminaran.

SEXTA PARTE

5. Estudios radiológicos (radiología convencional) :

El examen radiológico habitual de los senos paranasales comprende cuatro


proyecciones standard:

I. Radiografía de Waters: Es una posición occipitomental, que muestra bien


los antros maxilares. Se realiza con la boca abierta, para visualizar el seno
esfenoidal a través de ella.

 Muestra el antro maxilar claramente


 Muestra el seno frontal de forma oblicua
 Permite ver órbita
 Permite evaluar traumatismo de tercio medio facial
 Permite evaluar huesos propios y fosas nasales
 No permite ver claramente etmoides (debido a la superposición de
estructuras)
II. Proyección de Cadwell: Es una proyección occipitofrontal, muy útil para
la demostración de los senos frontales y etmoidales, así como para las
paredes laterales de los antros maxilares.
a. Ventajas:

 Muestra claramente el seno frontal (mejor proyección)


 Muestra el piso del seno maxilar
 Muestra el piso de la silla turca
 Permite evaluar la crista galli
 Permite evaluar el septum nasal, cornete medio e inferior (fosa
nasal)
 Permite evaluar etmoides anterior
 Permite evaluar traumatismos laterales

b. Desventajas: Seno esfenoidal queda opacado.

III. Radiografía lateral: Francamente útil para la visualización de las paredes


posteriores de los senos frontales y maxilares, y del área del cavum, área
etmoidal posterior y seno esfenoidal.

IV. Proyección de base: También llamada de Hirtz, es una proyección que


muestra la base del cráneo. Tiene utilidad en las lesiones de los senos
esfenoidales, en la extensión de los tumores hacia la fosa media craneal y
en los tumores del cavum.

a. Ventajas:

 Permite evaluar seno esfenoidal


 Permite evaluar pared lateral y posterior de senos maxilares
 Permite evaluar etmoides posterior
 Permite evaluar base de cráneo-cóndilos occipitales.
b. Desventaja: La posición puede ser incómoda y difícil de hacer en
ancianos o personas con movilidad reducida

6. Tomografía computarizada:

Es el estudio de elección para evaluar el compromiso óseo de patología inflamatoria


y tumoral. Debido a que las densidades de las lesiones inflamatorias y tumorales son
semejantes, es difícil su diagnóstico diferencial sólo con TC. Sin embargo la
presencia de erosión ósea debe hacer pensar en lesión maligna. No diferencia
sangre, líquido o un tumor.

La TAC es un estudio de rutina en complicaciones, de elección en rinosinusitis


sobretodo en rinosinusitis agudas recurrentes. Se realiza también previo a cirugías
endoscópicas

Este estudio permite diagnosticar o detectar:

 Defectos congénitos en los senos paranasales.


 Infección en los huesos de los senos paranasales (osteomielitis).
 Lesión a la cara sobre los senos paranasales.
 Pólipos nasales.
 Sinusitis o una infección en los senos paranasales.
 Los resultados obtenidos de este examen también pueden ayudarle al
médico a planear la cirugía de los senos paranasales o rinoplastia.

Beneficios

 Medio más seguro. Técnica por imágenes más confiable para determinar si
los senos se encuentran obstruidos.
 Ampliamente disponible y se realiza en un tiempo relativamente corto.
 Las imágenes por TAC son exactas, no son invasivas y no provocan dolor.
 Su capacidad de obtener imágenes de huesos, tejidos blandos y vasos
sanguíneos al mismo tiempo.
 La TAC es menos sensible al movimiento de pacientes que la RMN.

5. Resonancia Magnética:

Es una prueba no invasiva que crea imágenes detalladas de los senos paranasales,
utiliza imanes potentes y ondas de radio en lugar de la radiación. Las señales del
campo magnético rebotan en su cuerpo y se envían a una computadora. Allí, se
convierten en imágenes.

- La ventaja sobre la TC es que permite la diferenciación del tejido


blando, permitiendo ver la extensión de tumores de fosas y cavidades
paranasales hacia otros espacios cervicales y diferenciar tumor o tejido
polipoídeo de secreciones retenidas. Sin embargo su desventaja es
que no permite evaluar compromiso óseo.
- Hace diferencia entre las densidades de sangre, líquido y tumores por
lo que es el estudio de elección para patologías tumorales

Indicaciones:

 Drenaje nasal anormal


 Un hallazgo anormal en una radiografía o en una endoscopia nasal
 Defecto congénito de los senos paranasales
 Pérdida del olfato
 Bloqueo de la vía respiratoria nasal que no mejora con tratamiento
 Sangrado nasal repetitivo (epistaxis)
 Signos de lesión al área sinusal
 Dolores de cabeza inexplicables
 Dolor sinusal inexplicable que no mejora con tratamiento
 Determinar si los pólipos nasales se han propagado más allá del área de la
nariz
 Evaluar una infección o absceso
 Identificar una masa o tumor, incluyendo el cáncer
 Planear la cirugía de los senos paranasales o vigilar su progreso después de
la operación

También podría gustarte