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FACULTAT DE FILOLOGIA UNIVERSITAT DE \ E VALENCIA Lanarrativa del indio en ta revist Amauter ARALLANOS. laa Mgt . r areeié en el numero 26 de ta i usin” de Adslato Vealans apreié en oh MO A ey = oH epondiente & 108 meses de septiembre octubre de 1929". Alli, el ms, on ina biogratia escrita por el propio autor que iba a poner de manifiesto a eae ape indigenista se enfrentaba, Como Martine? de 1a Torre, en su sec ero rerettanos que habia nacido en la sierra y que haba de ae . ‘eri la crisis de identidad que los 1 digenistas habfan sufrido al Faget eatin que fa cost iimprimia sobre las regiones. El ser tratado como age 1 no de gues sinicran mis prsios a Tos ns Jes condcia a inset0 021g de identidad sin solucion, Por ello, en “Crime celestial”, a fnfancia extraviada” que le 10 Ts iba a mostrar 10 que habia sido su vida como una silenciar su biogratia o parte de ella, como si la otra parte se hubiera anulado ono ae reeonacer como resultado de este conflicto: sa {A HASTA EL 29 Oe 4 en Husnuco. Infancia extaviada ene los padres, Adolescence Jestis, Dos de ayo coeio Lina. Une mujer, 2 ningun ‘A Jos 2 fos asesiné mi esperanza, caso idéntico al ‘i jo, Juventud, Carezco de biograffa: Me lame: demifernan pequeio Pero Adalberto Varallanos no carecfa de biografialiteraria, ya que anres dela ublcacion de este relato ya habia dirigido la revista de vanguardia Jarana cag27)°. fr el dexeo de silenciar su biograa, pues Aldalberto Varallanos haba nacido en Husnoco y habia estudiado en el Colegio de los Maristas; en 1922 viajar a Lima para sua en la Universidad de San Marcos; allf vabajard como editor € importador de firos Entre 1926 y 1927 escrbird algunas composiciones en prosa breves que ¢l llamaha semieventos, en correspondencia con las seminovelas de Max Jacob, a mitad de camino entre la narativay el género postico. Para Esteban Pavlevitch, Varallanos a patir de 1926 se empefia por aclimatar el superrealismo" a su estilo y es entonces cuando escribe en revistas como Amauta, Guerrilla y Boletin Titikaka'”’. Aquejado de una grave enfermedad muere en Lima a los veintitin afios dejando como testimonio de su tragica existencia La muerte de los 21 aiios. La redaccién de la biografia del autor en "Crimen celestial” tenfa la intencién de a A ™ o as ee van ‘Crimen Celestial”, en Amauta, 0°26, septiembre-octubre de 1929, p.67-72 eo oe os ee a el dominio de Gliraldes. A Oliverio Girondo poeta transedinte”, . e + P-77; "Sonido interno de marzo", n° il de 192 “Entusiasmo ‘manera de elogio’, n°15, mayo-junio de Nes we marzo”, n°14, abril de 1928, p.33; "Entusiasmo a "Amauta, 0°26, p.67. ie 406 Mirko Lauer, "La poest Lancia a eee ct Peed”, en Revista de Critica Literaria eects PEE” ."Prologo" escrtoretem go", en Adalberto Varallanos, Permanencia, cuento: PI a 5 1S, poemas y otros VAS - jacosta ¥ dE 108 Blancos. g que manifesta con el afin de fa.en el problema qe * renfrentadas. Por ello ese fo ene FelalO ¥ GUE Unc, to de una iglesia ante ta crimen también sino que & jrandonado a 10s hombres iba a presentar 108 hechos 9g, sino que en C1 iba a 1p se presentaba con dos ¢ > decimonénico y e| itud decadentista que igen. _ Este mares a en la sie peruanas a del realist” Jando una acl ena sierra. centro del Peri En plena sierra. cen a on, Asperedil- in estacidn- ie Maus para ve. Fira i oo Ha salopar HESS en pensaiemo- depart oe el pueblecivo de Cha hin. Realiion.”" i rt jon. fragmentaria que pretendia reflejar el estado del By resultado era una narraci ene la modernidad y que habia dejado en el a también al tratamiento aba parte ae : ane ae modo de narrar afectaba temporal in se vela jnterrumpida por bruscos cambios temporales que apenas pplicaban, 2 Boh ue las secuencias Se encadenaban con una © plicacién dada por Fe eae raracin ibaa dejar constancia Ce Ia situaci6n que se vivia en owes desde el principio, el narrador se dirige a Hudnuco para interesarse sobre ba un viaje peligroso a Chaulin que no Jas robos cometidos en Ia regidn, se nos anuncial ‘hacia sino destacar Ia vision que de la sierra se tenfa en la costa. Posiblemente porque era ‘asi en realidad y las regiones se habjan convertido en un nido de bandoleros necesitados, -que poco tenfan que ver con aqui se ! re] mundo idealizado de seres pacificos que sdlo se sebelaban ante las injusticias atroces de los gamonales y que Churata, Valearcel, Garro, ‘Urguiela, Reyna o Martinez de la Torre habia retratado: : Saag ee Dicen que la gente es muy mala, A nosotros quizis no nos PEE css 0 oe La cra. vez le habian cortado la lengua a SABAS, fin, ms valent ahora es ldados, Muy pendejos cholos de Chautin. Taita. Yo ‘ regidor y muy alegre es...” VAg Os dy ea ; vag Bait qoeiel pesdico mis importante del Pert ignorara por ° ey como se manifiesa en wn diario lleno de anuncios que el ty # se Se og joy a acostarme en el pell6n que std tendido cerca de la puerta de fa chez “la sero de BL COMERCIO. Lo abro: in editorial. Avisos, avisos. No hay nada iy sdiencio ln tande desde esta puerta" sa 0 ice nada de los personajes, que Unicamente apareven definids vez hace de narrador, La narrativa det indio en ta revista Amauta ‘ge bundidaje manifestaba el descuido con que as ciudades de a fuera del aparato del Estado, De hecho, si esa situacion era ‘Sin embargo, sabemnos que el protagonista, que a tanto es blanco, pero a este hombre no le molesta vivir como los ve en la sierra y habita en una choza. Mientras, posiblernente. su gue vi 0 ey munda blanco, su fe est con el mundo indigena ba a mostrar como una realidad muy diferente a la de apenas habia tenido "El mundo de la sierra se! primitivo al que la modernidad Pa era un mundo muy in mundo rural que implicaba pobreza y rninguno de los lujos a los que les “astetos posian estar acostumbradas. Pero esa descripeidn se hacia sin ps jos y existia, ee un afiin de realismo mesticista en el que se aceptaban Jos caracteres de ambas wn una realidad dual. Por ello se realizaba una breve des cripeién de la fas camo posible ci «asa del preceptor de Chaulin sin criticar la austeridad de su sencillo hogar, pero ello no del atraso y el desatendimiento que sufrian los pueblos de la cejata de dejar constancia segidn. Posiblemente, esta realidad smo se habia planteado el seconocida como tal y para que Ja problematica ot era desconocida para 1os habitantes de Ia costa y el rescate de este mundo de olvidados para que fuera btuviera una respuesta: 1 existe. Una silleta que ya se abraza al uf el mueblaje ya nose salva: ‘un retrato ugitivo de Cristo en la pared que 1 un dngulo un fog6n olvidadizo er "Chava con pretensiones de casa. Aq sselo, Un poyo, Monturas, alforjas, vasijas. pellejos de vaca, de camero, ponchos, paquetes:e Porque el indio que mostraba Varallanos no era un indio enfrentado al sistema. Tbaa ver indios y cholos malos, pero Ja mayoria de los indios tenian cosas en comin con Jos habitantes de la costa. Por ello, no era casual que apareciera una imagen de Cristo en la casa de un indio como simbolo de ese mundo mestizo que se retrataba y se trataba de valorar positivamente. La falta de prejuicios respecto a Ja otra raza aparecta también en el momento en que el narrador describia al preceptor, descripeién que manifestaba cierta comprensi6n por parte del narrador y que ponia en evidencia los defeotos de alimentaci6n, Jos problemas culturales, el estado de relegamiento generalizado en que se habia dejado condenado al indio, asi como sus costumbres ancladas en un tiempo que poco tenia que ver “Ibidem. *"Ibidem bombo y platillo. La a genist e Mla eno seen preserraciones indigenistas que cise. ramen miedo ERE MPLESO el ce a Gdumentaria intermedia, su faz es or A e-ripida-inmed mirada €8 FPO yo sentado pobre-répidarinmediatamen. © Ne te, pada 06 SOSEYO Y UN amy Cot IA VIDA. Tem! Di sno 00 0 P aguas. Luto: por la {ys de este estado de marginalidad responsables s del int Boe ate Hommo causantes 0 COlADOTAUICTES ce] ueblo, que habia huiido de alli se ba a delataba 10s abusos que algunos rurales, La autoridad ita a alli, pero la realidad iba a ser rior vivian a finales de los a cabezas Por clocel cura del p renombre que ete ts 208 de que nadie quisiera vivir i Tlesia mprcennanes de Fe Tl Fepmsilzra fos bundles ik don Criséstomo Lad 6 hay falsia, que el cura don Crisdstomo Lacironi, oleate Sey pea pss px ee pueblo. La cs eins yepciiment tind SIMILLUCO. Qué cholo tin malo y alegre, Es un pee ‘jo. En este lus a ‘como en otres del Dos de Mayo, Jos indios tienen mu aan a ‘Gono de Huanuco, Para ellos que son bandoleras el arma es lo mas pre pts es para prmnover su flr, bertachera y la muerte, Lamwerte al que les quita’""" ‘No obstante, esa realidad era muy diferente de la versién dada por el preceptor ‘puesto que las necesidacles tanto econdmicas como de seguridad no se atendfan en las Tegiones. Y asi, el precepto contaba los problemas que causaban les bandoleros con las armas, pero también mostrar el Ultimo oficio que habia mandado a Lima en que se daba ao be la situacion de bandolerismo. La solucion habia tardado cuatro meses, después ie fee a pee un Kat de soldados, y ese larguisimo plazo no ° Sue Tas soluciones a la sierra siempre llegaban tarde porque | i ban tarde porque las "eines se antenjanrelegadas del ritmo al que caminaba la costa: “Polvareda en ef fsles. La toa, eee cerca. Caballos, Banderolas, U Transmisin elgeica dela novia, /ADOS SHAY, SOLDADOS, SHAY. Jniformes, Brillos opacos de hing ai ANAUTa, 26, 9p 6g "Amaia 026, rep ea 148 La narrativa det indio en la revista Amauta Tucto, Ponciano, Similluco, donde sus primos, parientes, animales." jon de bandidaje en la que vivian las regiones no sélo era negative “0 para Tos hatbitantes de la costa que podfan leer en las oa ie 10 Delmar la amenaza de una “tempest” que ia a bajar de Tos q delitos eran igualmente dafiinos para la poblacién indigena Ja sierra, Por ello, cuando Hleguen las tropas, los indios, rritesaea ese olvido al que se sometia a las regiones y que motivaba : > todos sulifan: i a ypara que me entreguen las armuis que los PONCIANO, TUCTO yy otios tienen estas armas se est fomentando el bandolerismo y la mataria. (Una chola grita: Sf tuna sola gallina, todos me los ha muerto...Malditos). Uds saben, al menos, donde : a sino tendré que fusilar a Jos cabecillas, si no declaran pronto, ;Dénde eel silencio de la multitud, los soldados comenzarén a registrar el pueblo. Al 4n los fusiles escondidos entre el manto de los santos en la iglesia. Los smarcharn una vez requisadas las armas. Y esa era toda la solucién que pont ierno de la costa ante la pobreza y el atraso que motivaba el surgimiento de bandas idos, No se mediaban decisiones econémicas, ni culturales ni de ningtin otF0 Upo. demidad se quedaba fuera de las regiones, y del mismo modo que se atentalba contra ‘mediante la violencia, ahora la requisiciGn de las armas era la tniea medida que se Ia para solucionar Ios problemas de ese recondito mundo rural que aparecia olvidado “por el gobierno de Lima. La reacciGn de los forajides no se hard esperar. Cu ‘amas y no las encuentren, ando vwelvan a buscar sus arremeterdn contra las figuras de | plaza y luego rematadas como decidiran incendiar la iglesia: los sanios dispuestas en la ‘en un fusilamiento, No contentos con el fusilamiento sumo, lamaradas. Cancin del humo. El humo es una iusion percida, {Donde esti el poema’? ‘gut El poera del humo. Camba el color dela semi roche, Dios se siente al final del humo. Las llamaradas inundan de luz la comarca. Calor.“ Se volvfa a repetir la venganza anunciada por Valcarcel como una tempestad, pero esta vez sin telurismo, sin utopfa milenarista, sin ninguna alusin al retorno de aquel idealizado y falsificado del antiguo imperio de los incas. Ahora se contaba lo que en la realidad, la manera como aquellos hijos del rio olyidado por Dios rebelaban contra la autoridad porque se habia desatendido durante muchos afios ja region que habitaban y esa desatenciOn se perpetuaba en el presente y mantenfa al indio en una ees “biden. 41 4 maura, 0°26, p-70. “amauta, 0°26, 7.72. _ ini, sucedia 149 _ que implicaba esa penuria hay, gotencia Ge. de ese estado, ta ala Ves visibles de ese estado, Los jue Si ane) eran aloraci Fe eric : e Be fa con Jarellexion interior del nay spand0leFS gente Y relato COP que no aparecia u in nice” motive, &! ecido, puesto 4 Be ricc at: ie Presi 1 coo Un BMI vinieran los cor f antes de que Vinieran los s, ccompren ral a igual que antes oe ju vez, a 10s que aban ¢ A QUE Censure, 4 en la venganza, en la utc, habian visto €t que idad que no acompaiiaba como fa de modtericl Zompa a yen ST ao, Per elo cl aad de is HM ? componente de tienes de fos mls neia enol” como componente Je esas ces” cusionst 9 an ¥ os voles de mi mismo” quedatan * i flevaba en s : confciogue dl Teva 9 por ello sugia "una i cerebvo", Ni la radicalidad de if sonra en mi cerebro". Ni | de re prolucioar el problema del indo, nila ignorancia que ee cn Fe Leeuia tampoco. El mundo del indio e mostraba 1a al “jovialdad de un mundo primitivo y natural: sas dos razas visto con "“SIMILLUCO! Traiga su alegria antigua, Poncho al brazo, esta majiana ‘mason de fastidio, para saltar, para gozar, para correr, para reir. ‘Mascando sus pensamientos digo. Asi pues. ADOLESCENCIA CHOLA. Pienso en la longitud de un romanticismo sin tristeza, sin palabras y sin ‘égrimas. La antigtiedad circula en mis venas y puedo reir en un curaca falso, Amarro la ‘gn demi cansarcio en una ruina que se queda en un pueblo aquel: Chaulan. Rompo los voltmenes dem mismo y hay una sonrisa dificil en mi cerebro. {Qué vamos a hacer, qué ‘vamos a hacer! Giro en las margenes de una nueva antigtiedad. Oh cholo, Oh cholo" Yanguardia se mostraba com : la vida y la narrativa de ; 10 | FeO : ns fa necesidad de explicar el mundo sta sometia al resto de la nacién tiZO que se distanciaba de ahondaba en ese S aos veinte, condicién le las mejores obras de la literatura PeTUa de xo, fine Manifestard en ung d = we José Mar ae Me fa oa : . ee Arguedas recogers como una n que ef ie cae ed Por Varallanos INjustici ; naldicién en acercaba ast que Unicamente tenfa a la 150 La narrativa del indio en la revista Amana De este modo se desatencl De est fa a una parcializacién de Ta narrativa en defensa del indio en la SETS ja moderna fue ene Peri de muy disintotpo. Uno de os mes jos afios veinte esta constituido por la obra de César Vallejo. La -de asideros ferreos a los que sujtar la precaria existencia en ‘a.um sistema de valores caduco, el hombre debia. sobrevivr en un orm de convivencia careian de vate. Co seal Lge Alfons, lejo expresa este doloroso trance de modo excepcional y con una que se encuentra en pocos escritores’'® Los escritores indigenistas solo ponder a la irrupcién de la modernidad con la defensa del indio. Vallejo Ja defensa del hombre. Aungue su inclusin en este alnjo puode plantar hhemos preferido incluirlo dada la importancia del autor ys dudosa trode los mirgenes del indigenismo pex parte de alguns eriticos Fido en Santiago de Chuco en 1892'"", César Vallejo serd el poeta mis César Abraham Vallejo Mendoza fue un cholo, un ue desde joven fue dvido lector y que ya jrfa entre Trujillo y Lima realizando pate del grupo Norte al of Orrego, autor del prologo de Thilee y que publicaria los prises pas fen el periddico La Reforma, y Victor Ratil Haya de la Torre, fundacor "en Lima ya, se vincula a Ta revise Colénida que desde 1916 dirigia Abraham 430 la i fi atic su primer poemario, Los Heraldos neg os “0 : Bs oe ual nan de simbolisme medernist con ale Reissig, Valdelomar, José Maria Eguren y Darfo juno, junto a SSe0 o Herrera y Reis its el ularsmo ye creas a que se maniendrin Dalek ua fa dotorosa experiencia de la moderna, Con Los aie ae ‘paasqueda formal que conflu‘a en una poesia de una 0 una ruptura contra toda la Logica postica. Aunque sar Valeo: ts trazas del mara, Universidad de Valencia, 4s prancisen Jos Le ii Fitologia, 1995, p-185. Pe ane ar Vs ape Asturian, sar aleln Hnerar Aigopre ta vida sar \ sore, Li mo Lis ‘Alonso Git ee : Madrid All ma ie aimroducsion’ en és alles id, Cétedra, 1988, P15 151 yeia de la poesia hispanoamericana del Poemas en Prosa. Poemas humanos- Espaita

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