INTRODUCCION A. Ubicacién de la criminol De tiempo atras, la conducta del hombre, et medida en que tenga relevancia social, ha preocupado a los estudiosos y ha sido, por Jo mismo, objeto de investigacién. Segiin la naturaleza del estudio de ese comportamiento humano, las disciplinas cientificas que de é! se ocupan suelen denominarse causal. explicativas, normativas y aplicativas. Las ciencias causal-explicativas investigan el origen del hech propio del fenémeno que estudian. Las ciencias normativas se ocupan de aquellos comportamientos —tipos de conducta— que previamente han sido plasmados en normas legales, su radio de accién es, mas estrecho que el de las precedentes en cuanto no va més alla del marco normativo. a Las ciencias aplicativas son mas bien un conjurito de técnicas que, valiéndose del material cientifico aportado por las otras, ensenan la manera de responder los interrogantes précticos que ellas le plantean. La sociologia y la sicologia son ejemplos de ciencias causal- cexplicativas; el derecho lo es de las ciencias normativas y la medicina de las ciencias aplicativas. Ahora bien, si tomaramos como referencia el delito desde el punto de vista tradicional (sin que esto signifique que él sea objeto exclusivo de la criminologia) encontrarfamos que podria ser estudiado desde tres dngulos distintos, cada uno de los cuales corresponderia a las tres gran- ico precedentemente enunciadas. primera de ellas se ocupari iies'y desarrollos dentro de la sociedad que lo produce y la forma como esta reacciona ante el hecho; la segunda interpreta los madelos de com- portamientohumano que ia leydecribe como delitos y aplica las conse- cfaladas, y la tercer instrumentales y tempoFS-espacial ida una de estas areas real son la criminologia, el derecho penal y la criminal Por manera que la criminolog penal es ciencia normativa y la criOS BUIIPIYY | ODR). sty "wAtORL ONDINE HID « Png Bp pepsisaon ) “OMIS¥D AU ¥VAINY VIOT “HED Store SBed “wer “OUNNWY {1 a2zIPA BADOS “euso}O 1D "VLLVANE OONYSEIIY II) ¢ ‘90-50 s8ed "1861 8 BuNB B2uWY “OHIO 136 YSOY “HD + p jap eanus > sored ‘SPUUJOJe1 auodosd & sauOIIMISUL BIBINFUD OWWEAD 2 ronp1D ex8ojoUrUIID BUN so * 9p coeur jap onuaq p oduisny £ 4280 joa J9 Tenuaye ap ut [> UOI ‘(219 “]LID0s pepuNses "eID BjaoqeD £ feUo!soipsunf OTe re1suaiuad & sajeuad sa4a}) SU! 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Tiene el indudable mérito de haber iniciado la formacién de cua- técnicos de crimindlogos que comienzan a trabajar con seriedad vs sectores de policia judicial, bienestar social y_prisiones. icese de esta corriente que ‘‘es el arte aplicado a la prevencién ral del delit \FOQUE cRITICO Designamos c piestas a las tendencias tradicionales interesadas fundamen explicar la criminalidad como fendmeno mas individual que social propiciar una politica criminal conservadora del BerisTAin resume asi los aspectos negativos de la criminologia tra- nal, que habrian dado lugar a este nuevo enfoque: 1°) su método amente ahistorico, apolitico, unilateral, individualista y for- ene el delito un concepto for as; 4°) considera el delito como fendmeno anormal, cuando socio- ‘amente bien puede tenérselo como de cardcter normal; 5°) concede asiada importancia a la criminologia convencional y olvida la tras- de la no convencional; 6°) su imagen del delincuente como © patoldgico no se compadece con la realidad; 7°) su criterio sobre pel de las clases dirigentes como creadoras de una legalidad indiscu- est4 revaluado por la moderna ciencia politica; 8°) la sancién y, particularmente, la pena privativa de la libertad, consustancial sriminologia tradicional, han demostrado su ineficacia para detener iminalidad’. Esta nueva orientacién de la cyiminologia no ha Ilegado a confor- se como unidad conceptual; sus teér investigadores solo estan Entre sus varias tendencias mencionaremos la criminologia del paso cto, la interaccionista y la radical. a) Del paso al acto.—Se le ha dado este nombre porq nologta que se interesa en el estudio de los fenémenos individuales ciales que explican la razén por la cual el Clr. LOLA ANIYAR DE CASTRO, Criminologia.., ed. cit, pig, 71 Cir. ANTONIO BERISTAIN, Cuestiones penales y eriminolégicas, NI 1979, pig. 524 \ ‘c1on 5 el acto delictivo; pudiera decirse que es esta la co 7 entre la criminologia tradicional y la critica ‘Sus exponentes mas conocidos son SELLIM, ct de la “anomia’” (término aculado por DueKuer), segiin encia g-tehtperszofia conflictiva de normas e alien sostiene (ceoria de eral) que \dor de la teoria cual la a.combucTé delictiva se aprende en asociacién con aqu {que definen esa conducta favorablemente yen aisiamiento deaquellos que la definen desfavorablemente, y que una persona en una 5 piada participa de esa conducta cuando y solamente de las definiciones favorables es superior al de las defi dad sostiene, en sintesis: a) que las causas de la desviacion no se tran en factores bioantropoldgicos y naturales ni en situaciones patol6gicas de le estructura social; b) que la'desviacidn es un fendmeno normal de cualquier estructura social, yc) que solo cuando se han sobrepasado ciertos fendmeno de la desviacion se torna negativo para la existencia y desarrollo de la estructura social, caso en el cual puede surgir un estado de desorganizaci6n en el que todo el sistema de reglas, de conducta pierde valor, sin que haya logrado todavia afirmarse uno nuevo; es entonces cuando surge el fendmeno de la “anomia”®. Criticasele a esta concepeién, ademas de su conservadurismo, hecho de asentarse “en la jerarquia y el dominio como bases de la ley y el orden”, y de concebir el orden social como “moralmente estruc- turado”, con lo que estaria fortaleciendo el statu quo injusta y falsa~ mente consensual! b) Interaccionista.—E1 VII Congreso Internacional de Crimi ia (Belgrado, 1973) consider que esta corriente ‘pone el acento en el hecho de que la sociedad misma selecciona a sus delincuentes; partien- do de este punto de vista se esfuerza por cuestionar las investigaciones ‘adicionales, insistiendo (sic) en la investigacién de la cifra negra, el proceso de estigmatizacin y la estereotipia del delincuente’’! lo blanco, trad, de Rosa del Olmo, "Cir, Bowe Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1969, pig, 178. ° Cir. A, BARATTA, Criminologia critica... ed. cit, pags. S1/8 fF. [AN TAYLOR, PAUL WALION y JACK YOUNG, Criminologia Siglo XX1, 1977, pag. 411) *DUISWD AC AWAINY VIO “HID He ‘361-681 “Fed “ERT “eIsuag saUO!NPA, o owonaresuad 13 "50510 & FVOWIE OL¥IHOW "3D 0: vuLvave euorouews 35 ,52189 2 p> ag oypa1eg ap mysscyy Ud OW 'TS1/051 “Bed "99 “Pe * 29 sejemise SeUt2{40%, jojoutuic “OUIS¥D TO ¥WAINY VIO} “HID rz, 0ntieJ9 ososapod ontaumn.nsut ns 59 fa] vy [END fa [eIOI BUITSIS fe O ‘Kal Vv OWS nouifap [e sworIpow $9 o,, [eIpsoWLd peprfeUy ng "woNpUIDIS!S Sojounmiz9 eun wioey sorajdwoour sozionys@ UakniTIsuoD O1UeHD UR "TED pes & visitorsoesnin seiouapuay se] sesodns & res89qut epuayord JeI00s piosea. @] ap e/Rojouruio epeurny¥| anb “oyuousjeuLy “sown IPL {seta} Sopiseasuos & saqueyodust Knut uoLeHEGap 26 anb sel UD Suowunas zorp opeaqa[29 vy odnup ONDIp Zg6t ESEH ‘TEUoIDIpeN and jus jop Soopeusndin sounje sopnsuipe uosony seuede (gz6t BOastT) Bojouruns5 ap feuoteusoruy oses4U0} [ITA [2 UO ‘Jeaxpes ug!9e}U0 jog JOON jap X UgIDEIASA eI aD oIpNIsa| [2 wed oadosng, Jp etouaroyg ua grunas3s (EL61 ‘opes%jaq) eIBojoUWLID ap [euO!D roti tun s2 anbiod ‘owtap jp esBoyomtjod wun sa,, anb ayua12309 #959 > asaaiq] {208 98 upINb Bs]UOD? {uadeY BI SAUD? gJeUad Ae] BL “ujs pnb ezeq? owoo soe) sajuedousoyuy sefodsap e ugfouare auasayoud =apap eaed peprjeuturtzo vl ap souBoxe A soussopu9 so101084 $0] 2P Ipmise [p otepunses ouD|d une eBo[or jeoIpes eIBopOURLUL!D eT ensare(Su] U2 (GN) ,,20uar9ju03 KoueLAsG [UONEN,, B] 9p A “49 ‘sueq 9p PePIsIPAIUN P| ap BRO[OULWLLD ap Plandsal B] ap souLUNE & sat asajoud 40d eisanduros (San) ,,sIS1BojOUULLD [wOIPEY Jo worn, Bf p ugioea19 g] & X euoIoIpeN smbosus > vO oANMUap omuoruntdOL jovainpuioa anb soy ‘(299 ¢,,ooLsIginb O}USUTAOU! 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B] anj eI>UEpLaI else ap uOIaNqlIUOD aWELOdWy 08. resaqy —aiqwou ns aquawalqqoid scan nateNlcRIMINOLOGIA Ack LOGIA EN LATINOAMERICA robablemente el siquiatra argentino José INGeNtEROS el pre- or de la criminologia en América Latina; su obra®, de obvio ct tivista y antropol6gico, esta dividida en tres grandes capitulos: Etio- a ctiminal, Clinica criminaldgica y Terapéutica del delito; ella ha ntado el movimiento criminolégico de nuestro subcontinent va muy reciente. Siguiendo direccin semejante a la de INGENIEROS han escrito obras asayos valiosos, entre Otf0S, FRANCISCO LA PLAZA23, JOSE RAFAEL 1D02A TROCONIS#, HUASCAR CAsIAS2S, VEIGA DE CARVALHO, NEL HUNGRIA27, JUAN MANUEL MAYORCAS, BLIO GOMEZ GRILLO2, JORGE 10 RENGEL, JOSE LUISELSITDIES!, MARCELA MARQUEZ DE VILLALOBOS?? VILLERMO OLIVERA DIAZ™. En el contexto de una criminologia que comienza a ser critica, 2sario és mencionar la obra de los brasileros ROBERTO LyRa™, JUA: kno Dos SANTOS; y dentro de una orientacién mucho mas radi- sé INGENIEROS, Criminologia, Buenos Aires, Talleres Graficos Argentinos, 2) FRANCISCO LA PLAZA, Objeto y método de la criminolosi is, 1950. 18 RAFAEL MENDOZA TROCONIS, Curso de criminolog 4, 1951 2 HuAscak Callas, Criminologis, La Paz, 1956. % Vilon DE CARAVALHO, Manual de introducao 20 estudo da criminologia, 1961 en Revista Brasileira de » Madrid, Gréficas Mar Caracas, Graficas Amerieanas, 1963, fosla, Caracas, Universidad RENGEL, La concepeién sociol6gica del d Loja, 1968. » Jose Luis Etsrrove, “Fundamentacin ci . Beuador, Edito- de Ia eriminologia y método i ca", en Archivos de Criniaologia, Neurosiqugtria§ De netas, vol. XVil, Quito, Universidad Central del Ecuador, 1970 | MaRceLA MARQUEZ DE Vi..aLopos, ‘Panorama Cuadernos Panamefos de Criminclo 2 Cfe-GuILLERMO OLVERA Diaz, Chiminologie peruan 1a, 1973. 7 noes es Rowerto Lyx, {AREZ CRINO DOS SANTOS, A erin acoes Forense, 1979. nlogia da represa0, Rio de Janeiro, Pu- InrRoDUCCION 9 cal, citemos los nombres de JUAN BUSTOS y TERESA MIRALLESY%, EMILIO Gancta MENDEZ, de las venezolanas LOLA ANIYAR DE CASTRO"? y ROSA DEL OLMO3, y de los argentinos ROBERTO BERGALLII? y EUGENIO RAUL ZAFFARON!®. Esta ultima autora ha escrito un valioso ensayo: América Latina ¥y su criminologia, de indispensable lectura para conocer los origenes, Yesarrollo y estado actual de la criminologia en nuestra América’) ‘A partir del XXiiI Curso Internacional de Criminologfa, realizado por el Centro de Investigaciones Criminolégicas de la Universidad del Falia (Maracaibo) entre el 28 de julio y el 3 de agosto de 1974, se inicié un interesante movimiento renovador de la criminologia mericana orientado por la directora de aquel centro —LOLA ANIYAR DECAsTRO_- y auspiciado por el Centro Internacional de Criminologi ‘Comparada adscrito a la Universidad de Montreal y dirigido por Dens ‘Szan0 (actual presidente de la Sociedad Internacional de Criminolo- sia). Este movimiento ha despertado el interés por la inves holdgica de campo y por la concepcién critica de la criminologi Fruto de ese esfuerzo coordinado ha sido la formacién de centros de investigaci6n criminologica en Ecuador (Universidad Central del Feuador), Peri (Universidad Fray Martin de Porres), Brasil (Universi dad Candido Méndez), Panamé (Universidad de Panama), Guatemala (Universidad de San Carlos) y Colombia (Universidad Externado de Colombia). Como interesantes realizaciones de este movimiento merece destacarse una investigacién sobre la violencia en América Latina, con participacion de grupos de trabajo de los paises ya mencionados, y bdemés de Venezucla (Universidad del Zulia), México, Santo Domingo, Martinica y Guayana, cuyo contenido se examind y discutid en semina- ros de Quito (1976), Lima (1977) y Bogota (1978); en este timo se inicié una nueva investigacion sobre la criminalidad del cuello blanco en América Latina, cuyo primer seminario de estudio y evaluacién se realizé en Rio de Janeiro (1979). Actualmente se trabaja en otra investi- % Cle. El pensamiento criminolégico, ed. cit. LOLA AnivaR DECASTRO, Criminologia de Ia reaccién soc versidad det Zulla, 1977 Bt Rosa DEL OLMo, La prevenci rinario nacional sobre prevencién del deli {a criminologia”, en Revista de Derecho Penal y Cri aim. 4 ROBERTO DEROALLI, Critica a Ja criminologia, Bogot WE, R. ZAFFAROM rinoamericana, Buenos Aire raj, 1982. 4) Chr, Rosa OF. O1MO, i981 Eudt, Temis, 1982, Hammu-ELGL "SHURA SEOPID pa “nofo ‘eued oyoosap pe epfoyoumunss #2, "2RAVAAY VLSOBY SIT ID 66 161 “RuOEN wud seujum> epSoyoredoosed & eojodos1Uy ‘010s OXBNOY OTN “14D ae 6961 Topungy 23:01. “IPS rodog “219uH}99 U9 BrouanoWIBp ef 2p eIROIOIND ET “AITISIN OSNONTY “14D 6961 tuo, “pg “plodog “11 Yeurd oypa19q “O1OS OMNOY ANDINA SINT 14D 9 0p “wonisypersa ugIreuUOyuy Bde ap OTNNE fe tod TeUOIDEE eIOUaND P v| 2p sootdo? sossaAlp 2190s SUOIZEFepU saiuErodW g1UEIaPE Sif ap OLIBISHUIWY Jap SEOIpLAMOTDOS SAULOTIBTTISAAUT ap BUIOTFO BaP pisdailp Bf apsop UaIMb “xVAOY ZFATILND TaNaVO JOseJoud Jo any RG {ojog ta ¥YSojoU!WLA9 bj ap 1opEsNsaaut JOU fo a1uaWOTgEOLE eonupUIpOUNULD BL K sisouPFOUNUTID E[ ‘soonsod seUIaIsIS [A yeuad oysaxap [2 ‘3e8NSe9 ap OYsaIap Jap SoaUTEPLNY So] WO susp ue; sewio) WBA SoyT|de9 SOUNT S241 ns UD |, oIUOTOUTOD fap PEP uosiod,, b] op o1gnU op ONUEP SoaISGIOUUUEID A Sazeuad seUIAL ap OF infuoa ustuexe [e oppoipap ise auzed 404eul ns uo ‘seUN|dIDsIp swyjoNbe 1ua suoIDE pO! 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ALA SICOLOGIA ¥ LA SIQUIATRAR Estas dos disciplinas, junto con las anteriores, han contribuido roftndizar el enfoque sicologista de la criminalidad; aquellas me- ate la explicacién de fendmenos bioldgicos y estas a través del exa- 1 de la sique humana. La sicopatologia criminal —hija de la siquiatria— ha pretendido rostrar la estrecha relacién que existe entre ciertas enfermedades atales (oligofrenias, esquizofrenias, sicosis epilépticas) y determina- comportamientos’ criminales © Bueno RAUL ZAFFARONt, i criminal... ed. cit, pha. 33 INTRODUCCION El sicoandlisis ha ido mucho mas lejos al formular la tesis de una criminalidad asentada en las profundidades del inconscient la hipotesis de que existe en la colectividad un también imiento de justicia que se rebela cuando el malhechor no es adecua- daimente reprimid i bien no puede compartirse la afirmacion de que el delito se explica suficientemente dentro del mundo de la sique, tampoco es posi ble desconocer que estas disciplinas han enriquecido el conocimiento de la conducta humana desde el punto de vista sicolbgico, aspecto este jue no es légico desechar cuando se pretende llegar a una explicacion tegral de la criminalidad. 4, ALA SOCIOLOGIA Desde cuando se reconocié que la criminalidad no es solamente hecho individual sino fenémeno social, esta disciplina humanistica ha estado indisolublemente ligada a la criminologia; respetables co- rrientes de opinién le dieron tal trascendencia que hicieron de nuestra iencia una verdadera sociologia criminal. Dicho enfoque, lejos de superarse, esté hoy siendo retomado desde Angulos diversos por Ja criminologia critica No tratamos de afirmar que la criminologia como ciencia sea socio- logia; sostenemos, simplemente, que sin ella toda explicaci6n de la cri- inalidad es incompleta, por lo menos. 5. A LA ANTROPOLOGIA Podriamos decir que esta ciencia ha ido evolucionando con Ja c nologia; cuando se ocupaba del hombre desde el punto de vista fisico y formal se buscaron y hallaron pretendidas relaciones enire ciertas Categorias humanas y la criminalidad; nacieron asi las clasificaciones iotipoldgicas de los delincuentes; ahora que se la considera como cien- cia que estudia la cultura humana, desde la del hombre prehist6rico hasta la del contempordneo, oftece un invaluable aporte a la eriminolo- gia en la medida en que los conceptos de cultura y criminalidad “entrambas manifestaciones sociales— presentan no pocas correlaciones 6. ALA ESTADISTICA Desde las iniciales y rudimentarias investigaciones lombrosianas hasta las sofisticadas indagaciones de campo que hoy se realizan sobre 8 Cfr, Sicuunn PaEUD, Totem y Tabi, Samtiago de Chile, Edit. Ercilla, pags 90 ss,ib apy UL “NIVTAS HIRASWOFRL, “HID ey HOA ANN “H aut 0 Sp soz0x19 usDa1]0 SopeLOUe BIP> 30d soVEp SO} anb ap UgzeA “nynjosqe 49s apand ou pepyiqetsto9 ns sub sousus soo} ou ‘0018 purus oxpnise tammbreno ua ajqiputosaxdtu: 2 osorfea o}UOUITUASTH So {ptt 28 e& otUOD *|euTwUD BofIsIpeIs> ¥I aNd OVAID sa WaIg IS seplits & sosas3u1 ap ooiporied ofny J owod se saad so] ap sojeuosiod somadse sputiap & viouapsvosd “pep ‘oxas Tinchy say 28 anb sowjap ap seUORaieD svss9AIp sB| ‘SopeuapUoD 2p SOpEDIPUIS SOT fed jap esnpa1 uoioeigod 109 SOpeuoIrefaL 50 HsIpeIsa op [eu p [e1su2H eUMpeandosg F] MeIOGEIOD HOIDEINQeI & OjuaIL ns to & 129] ovepureed 40d w2iyeo 9s FoyforIesap ns ua SepEIOIp (01d Se] & SOpETOIU S0s29020 So} 09 opJanoe ap syed jap sayeuod snsifeuw & sadant so] ueuorsiodosd ob $2 /Bxaypn! wonIs|peIST ‘9S61 apsap ‘pepiyearuns wistaar EI UP suujenire opueoriqnd usuata a & ‘sted [9 OO? > SopeUNWASIP B Soisand € seumpiiiazson ‘sauorooadsut ‘se}sestwu0d *serpyeoye yotuo1 Hos ‘souoIauaARsUOD & somlFaP weoTEE anb ‘sop sns ode] ejiduion & a8ooa1 anb eyjanbe s9 /2rO1/0d wNISIpeIST A qeroipnt e ‘pepyjod ®| reoe1s9p etiad ef 2pea SonosoU as}Ua asseuis 10 uapond sepeurano s uueszared amb rotau[91209 J099]qRIs9 ‘soperzode sovep soy 13 pou ojos anbiod ‘ea13sjpeyse ef ap offpene fap Uoz9tnbos ‘zaa ns v ‘sou ‘eoqurytip ns & pepryeulluls9 e] ap eIBojoro wfo|dwO9 E| 1d anb oduiea ap sauorseaHiseaul ap ugiDezt|pas eT 28K9 ® sts SOPO1 US OW|9P [9p CIpNIse OWOD e/FO[OUTUNLID ey ra, atuaojtun upjd un Jos aiuaweaipotied sopeonand, ‘sorep & seodoiea nud souore|ay anos anb pea 10} U2 sopezipeur & Soisandsip ‘sopeotyise[o ‘sayeia1yo sous 10 ap sos3siB94 So] ap Sopiwsnxs ‘sajeurts9 A souaU9 $0] 2190S $O> © juinit sorep ap ounfuo> [p,, feulLULIa eansiperse 40d asepugnUa | ANWR VoUSIaVESH “Z “e1go 1exa ap wergey aub souauiguay Soy ap uo|suaidwI0> B| U9 up) “sepisoues ssuo!se> 1p SoIdaaU09 SOS19AIp SO] Norzonaow.Nt ‘spurape ‘upiesioaid a8 ‘1998 Bija anb seua|qord so} ap & pepyfeururtso 2] ap oiwarwpoues 10fsu ja exed eonstperse vj even anb eoueyod ul B] *s]UDUIE]UIINS eas Joe ‘sBNISOUE O[MIdeD 9189 Ua SOLApUDTAIE saavarTv¥anap “1 pepyeumumno < ransipesy “C ‘e(SojounuL Bf ap oIxeyOD fap OMUEP SOUeUEISE 3] [ded gnb Bran 98 ssou0 Mt 1 seuljdiosip e189 sepo} wos SOU:RIIHODU B SOW2z94]04 O29N Jap OONTEUTEABOAd OffOLTESap [9 U “soqjanbe ap wiany 10d e1s9 reoy[dxa ap ozranysa [a [9089 EyNse) anb 1H B] woo & Js aZIUa SOpes| anuaws9/qn{OsIpUt Ke) UyIs —VDs jouo9— soudUIgU) SOUITIID Sop SOVS9 aNb Sd PEpIeA eT ‘Bpetasop zjonpucs sure] Us OPEP et 28 a}uDUTEDL:gUES anb o] v jesBa}U! 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VINONOOA YTV "L e1qo Pf 9p Panonponut oud vise ap o1idpoe owixgad ja soureoxpap aj osa 30 “912981 UolseINoeds9 eiow 198 ap Bpesed on BFojouruts9 vy oj9 WIS FeurjdiDsIp wssoAU 3p Zeaijo seryNne opIs BY ANS|PEIS P| “pPEpHBUIUIID e| ap SO1DedsE sOS.2AIp WIDoTONIAIO, aIINOLOGIA fuentes mismas de la informa- jos datos que recoge, en deficien- zados para plasmar la informacién, .cidn del personal encargado de tomar dicha en falta de uniformidad en los rubros utilizados para clasifi- una misma categoria de datos y, desde luego, en el hecho de que as existe correspondencia absoluta entre 1a criminalidad tabulada que realmente se comete en un espacio y tiempo determinados. Por eso dice, con razén, Gutieerez TovAR que la estadistica cri- ales arma de doble filo, y explica asi tal afirmaci6n: ‘“Los guaris- den conehicir a conclusiones vulnerables 0 equivocas, la preten- mogencidad (unidad estadistica) a menudo no es mas que taposicién de cuestiones helerogéneas e incomparables. Las lineas tendencia y las predicciones son riesgosas. Las interpolaciones y ‘apolaciones, ponderaciones arbitrarias, cortelaciones reprochables, ducen Falsas imagenes. Pero presta el gran servicio de sefalar los 10s Algidos, enconosos, irritativos del problema y la veloc: into, decrecimiento, conexidad, amplitud, extension, saturacion ¢ nisidad del del snto, 0 mejor, «reconocimien- del campo de combate, es posible proceder con éxito tanto en la vencidn como e1 tificas desentrahan- de la masa esta rbadores cuerpo 0 En re {tase de valioso instrumento de medicién del delito : debe, sin embargo, ser manejado con mesura y espiritu critico, jca aquellos gérmenes patdgenos pert 60, CRIMINALIDAD Para los efectos de este acipite, entendemos por criminalidad el ravencioges comet jempo y espacio -epto, sin embargo, admite distinciones segin nayor o menor amplitud con que se tome o de acuerdo con la fuente 2 lo produzca, Cuando Ja er lad se estudia estadisticamente es necesario fenomeno en va~ ad real, aparente, legal, oculta, judicial, Jar. Explicaremos enseguida el sentido 1 febrero de 1972, pax. 142 INTRODUCCION 21 a) jalidad real —Bs la total que efectivamente se realizan en un tiempo y espacio determinados, \depei ede que hayan sido 0 no investigados 0 siqu conocidos por Ia autoridad o los particulares. Si se dijera, por ejem| que durante el ailo de 1979 se perpetraron en Colombia 800.000 hechos lad de delitos y contravenciones les (delitos y contravenciones tentados 0 consumados), como jento publico, res también la crit siempre una cifra incierta. b) Criminalidad aparente.—Esta constituida por el conjunto de fos y contravenciones que Hlegan a conocimiento de la autoridad (policia judicial, inspectores, alcaldes, jueces) en virtud de denuncias formuladas, por conocimiento directo de tales funcionarios, por infor- maciones confidenciales © mediante cualquier otro medio de comunica- cin o percepcién. iminalidad oculta.—Resulta de la diferencia que media entre inalidad real y la aparente, vale decir, entre e! nimero de hech punibles realmente cometidos y la cantidad de ellos que ha legado a conocimiento de la autoridad. Resulta facil deducir, entonces, que la cifra de la criminalidad oculta sera mas 0 menos amplia segin que {a autoridad tenga noticia de un hniimero mds 0 menos cercano a la totalidad de infracciones que efectiva- mente se cometieron En este orden de ideas, si la autoridad tuviese conocimiento de la totalidad de los hechos punibles que se hubiesen cometido en un tiempo y lugar deverminados, desapareceria la criminalidad oculta. La verdad, sin embargo, ¢s la de que tal hipétesis no se da munca; en aquellos paises lados y con muy cficientes autoridades, existe of Tal fendmeno se presenta por una de dos causas: porgue el hecho no se denuncia 0 porque la policia no investiga s que un hecho delictivo no es denunciado a ser las siguientes: no llega a descubrir ima 0 testigo como delicttioso; hay descoi judicial; neuente; porque la comunidad misma se mue: a denunciar; por temor a represalias; porque se considera la condena mponible como mas grave que cl daito ocasionado por el delito; para evitar ser implicado en Ia inves! cipe; porque se piensa que es una pérdida de Ja posibilidad de obtener reparacién nor otra las autorS161 ‘adiea-esesa, pSD8U1 9p 988 #189 © ‘a “pupa FOqOM fran 8d ay art ‘9et veansning "4S 4340 pepisosow ‘woroe vy ap uoiaduasasd ‘peprinu ussaUed anb sajeseo 0463 UN B BZULD SoNOSoU a:1u9 anb *]2!OUNOUY|ap ,,PEPTELOW,, ap ad1pUy aIsq "pyoreuapuos e:UsIUIs Ua YOIBUTWIND OU sEpIO| ‘09 opts opusiqey anb soeuad souoisoesruy ap osaumN [> so ‘sesqeyed 10 U2 0 {[epipn! ey A ayuazede ef astu9 eIpoUr anb pepryeUTUND e] ap OUBUE BIS ap aseUlpy[—aundut pepmeuTUHID (J ‘{QRooADAIL BO}eUDPHIOD eIDUDIEs tioa ns va opuyoud wéey as OW SBsTMORM J1200U So euOsIed eUN ins Jap ayred anb oYsas9p ap Opes uN us vproouddes Pp aun. 2 $9 ‘09 iopeuapuod serouayues u3 eururno anb (eddy Pej sabe soureuiwiousp a1qwiow ais woD—eMaIpN! pep eUIUILLD (2 oid ap ome [2 & ugiusiap ap We [> ows Te sew yeIorpaf uorsizap wun op poud By 9s [pro Bj oD UpL>PI>1 UD £ ayuiajadwos peplo}ne Bj 10d BpeR ‘aU ajuatujeal opis BY anb eyanbe sj—"esoy peprreunwny (p soBUO}A LIS SOUTAP Sof soptnjout ueEZeponb ou daod A senquue spuu se] 0 s9aa] Biopistioa anb souo!2>e,;UH se] epsTTIg! 8 e] anbsod sorajdurosut opuals uestnBas SOpIuaigo Jse SoTeP anb ‘o1adwo ‘sas0uo9a1 so oLsesa90U ‘efauNLIP op er[ef 10d SopzID inf sopensa so} ® eBay] Ou anb pep:feUTUT 21q0s UOIOBULLO FUL 1980091 usiad 0159 ‘odurar) ap opouiad o14910 a1uEINp SOUP ap seUUTIOTA OPIS Tap seatieiuaseidas sexsonoua ap aserpa; ‘opundes je ojeno UA ‘soujap S091 Fesajuo> B BIDUDHTOA ‘sososUDUE Sault \qisod "Sopeisanoua so] ap aed ap s0qujoo v elDuanuat joBa1e9 anb pod va e1so 30d ‘od Somjap oprrowioa uey seuosiod seiupno D4 UD aysystt09 ODL | yo14 v| ap [9 & UgIseFUOSOINE POLLED B] ap opeunxo4ch ad anb sowisiussaw sounidje ‘a1esqo 0} noqe9 Suosieg, No199NGOWLNT 151 “BEL “sed “4D “py oonepetsa “wvADL ZaUM fanauyap stxEpJOIA 9p seIVa1109 seprpaut 19uOdoId £ Operiz9 oluaqureroin(ua un ejje ap Jo¥4 eed “oWISIMI o] 30d “A BaKIsNOULap ¥] ap ouatugtiay [2 21g0S Sorajdioo sorpmyse sezijea1 ered OBO}OURLULID Jp eNuanou9 as anb 09 ozaKdon oL128 spur jo akraNstOD vI{NI0 PEP jeUIWUD Bf ap ‘aqasard aiduials O1od “eys0nIS9 0 exjdure BuO? e] 19. 378 ‘Sootjfedsa ap soi0paption ‘soBojonse ‘SeisquOISNI! ‘soraNqa[n> ‘sottaspe ‘sasinbe) ap sopepianse sv] ap auqura(us o¥sea [a Uo A sompeeq sosmuro1duo> ap ofed P zipnye exed sapnesy so] ua ‘peproIpuaus 25; ‘open o20d ap soreLgo BP «saIta0UN» soLINY SO] UP seUDLe se5OD E Sovep soyanbed So] ua ‘oqoUeULIed oLUNsUOS op SoIuaLLA|9 ap PEpHttED & pepyyes ‘osx ap apnetj ja Uo ‘peprsacon erstuLd 2p sojnayere So] 2p ‘oaudaigos fp ta ‘souaoeuue & sompuadya ‘sasng ‘suputan Se] Ua ,SOW>M, SO} 2p owed [p u9 asosuptd ‘OMPapOIONU op oUDUUDUD} fe BID—dsax anb Of ua & ““oaxoq [2 0 logins ‘SOTTEe? ap seIALIE> se] OLNOD seanodap SOpepIAnoe ap OTOHESED [2 Ua Sosed ap sauoy|ru taanposd anb souorrew -tnbpur sesnso sj 0" pepryeaz wun xesraniBio} o winIonais9 wun sedwwor “ouafe orjsarap un 1990t102s9p seosIpoulad o sare exouafo1n b| ap oFDI920(9 [F EZOTeOALOD o UOIDeRIISUT RI SE: 3d siso} 9p UIoes[NaIp «=}UDI0UP» BI aonptIOD anb v JOeNIIS SESDIRENIOD K SPPUALIOK| Se UI O ‘sepe[NdfED saUOIIeUT asip SP] ua 0 ‘Uamns Te BNUOD O O8fe esmu0D epIBLsIp ‘artteI—[01 ‘EHIOTED {juoa uoIDustdoy Bun ap SOPeALsap SOUaUTOUAY SO} (6 Sonpiaiput Sof B1IUED soIto|O{A © soLoIwHOdxS $038 So] UD © Se soyuusaqba 2 saiqeindutt soot “se yju1 ap oveuiet [> U9 ‘ofdiuafo 40d ‘asasupe “sa[eox Sajqezapuodust 20d sensowap uapand as ou 0 sojeiounusp ered J0[BA ap aaIeD as 0 wD "ua}stx9 ns Ua 9019 26 OU 0 “SeIqerouNU9p uos OU RzDpeINyEU BUUSTEI ns Zod 1 ap ‘Soavs8 ULI SOMTap AEH, ‘ug}oeianase [p olu09 omjaposreutr j2 o1e1 2 “ted uaDey endo peprreunuud ef ap anb avaod zauWaLiND Brees Opmuusip ey peplyeuuts> e anb ap uoresues e| sep 2s {a eBYsoAu as ou ord ode sauoysaid e ered aiqiuodsip ey ‘sopenoape so: uosiad Ket OU ! 1 soyuatuaj> Uaystxe OU Len uoosotn0s eiaueodutt ap s URIIp yeBTIS2AU ap wOUaSHe | UaYdxa aNb soUOTLL Sey visonotiveia wzCRIMINOLOGIA ion , congestion de procesos, extravio 0 pérdida de dientes, presiones indebidas sobre los jueces y otros Factores seme s. Las providencias judiciales que expresa o tacitamente han de reco- + la existencia de una criminalidad impune son el auto de cesacion cocedimiento, el sobreseimiento definitivo y ta sentencia absolutoria. Necesario es, en todo caso, aclarar que esta especie de criminalidad ignifica siempre el reconocimiento de una verdadera impunidad, nidida como la falta de sancién penal de alguien que efectivamente quid, dado que comprende también aquellas hipétesis en las que emuestra que el hecho investigado no se produjo o existié pero onfigura infracei6n penal; en tales casos, lo que la decision judicial pregonando es que hubo error al iniciar la investigacio 2) Criminalidad trarada.—Es aquella parte de la criminalidad judi- que sefiala las infracciones penales en las que se ha producido encia de condena y cuyos responsables efectivamente han cumplido \cidn impuesta, Por fuera de ella quedan los condenados que no ontaron total o parcialmente la pena, en relacién con los cuales terra intimidadora y resocializadora de la sancién penal no se ejer- plenamente. ‘Los factores que determinan esta especie de criminalidad son ausen- Jel sindicado durante el proceso —lo que supone declaratoria de ausente—, fuga del enjuiciado o condenado, condena de ejecucion Jicional, libertad condicional, perdén judicial, amnistia o indulto h) Criminalidad global.—También denominada “inespecifica’’, es que comprende todo el conjunto de delitos y contravenciones siscriminacion alguna; es la suma de infracciones penales cometidas an determinado tiempo y espacio, cuya realizacién ha llegado a ocimiento de las autoridades; esta modalidad y la siguiente se refie- pues, a la criminalidad apargnte. i) Criminalidad especitica —Con tal nombre se conoce aquella parte a criminalidad global que se refiere a una determinada categoria pecie de infracciones penales; de esta naturaleza ¢s la criminalidad tra la propiedad o contra la vida o contra la libertad sexual. También s, en sentido estricto, la que cuantifica una determinada clase de 10s punibles; asi, delitos de robo, de violencia carnal, de secuestro e peculado. Guriéarez Tovar sefiala algunas reglas relativas a la forma como den conjugarse las distintas clases de criminalidad explicadas en sedencia. Tales son: r) 10 se aproximen ms Tos datos de criminatida lad real, habré menos criminalidad ocuita InTRODUCCION 28 dad disminuye et 24) “Aumentando el indice de denunciabi criminalidad oculta’ 33) “A menor criminalidad oculta disminuiré la criminalidad real (efecto intimidante del proceso)"” 49) “La reduccién de ia criminalidad «impunizada» (por cal cién provisional acertada, investigacién exitosa y oport ificacion y fallo prontos y justos, sistema judicial eficaz) aumenta la crimsinalidad legal “Todo aumento en la ctiminalidad legal y en la crim atada, debe producir reduccién en la criminalidad real por la cert bre de que los delitas se castigan 0 por cuanto la eficacia de los trai ceviene la reincidencia’’66 mientos FE, Concepto de la criminologis ‘Aungue del examen gue ya hicimos de los enfoques tradi ‘0 de la criminalogia, bien puede deducirse el concepto que u nen de nuestra disciplina, concretaremos un poco en este acépi- L, Onseto ‘A la pregunta jcual es el objeto de la criminologia? se han dado las més variadas respuestas. Veamos algunas: ‘Para EXNeR es una ciencia que estudia el delito “como aparicion on la vida del pueblo y en la vida del particular’. Nicerono pretende que se ocupe de examinar los resultados de la socioogia y de la antropologia criminales “‘coordinando sus resulta- dos en un conjunto arménico’'s Huawrt7. piensa que la criminologia “debe estudiar los Factores ddividuales y Sociales que fundamentan la conducta criminal, mediante la investigacién empirica”®. En opinién del profesor Quinos CUARO ne por objeto “el es- ti dad, sus causas y medios para comba- FRANZ EXNER, Biologia Cir. ALEREDO NICEFORO, Cri Cir. SUEPHAN Hurwnrz, Criminotog! 1% Cir. ALFONSO QUIROS CUARON, “Evol Penal Contemporineo, México, 1256, nim. 3et “Bed “ap “pa eso tiwsad anb sowstuesout U0d §, , ss1ejuayjua ap By Pept 9] anb 9949 ajuals409 exanu vf ‘pepreuosiad ns ua, ,osuape ap dIanoutap fe 1BIgiue> s99ey apuoveid tgiodaouod elaiA o7] (Pp foqiaaey 9p glep © opereunmiis vy OU Aaj EL anb reqasop seisnpuod set B Of jure Seonus9 Sayua{4s09 sey sap aruatu[e8a| soysfap So] 9p o1pnase jap aquaueUErSsNs asred © aqap BiFoJoURLUtI9 B] aNd PiapisuoD [euODIPEN ejanase eT ‘efouanouyap ueas anb soyv%a] seuszou sey vA 1 £ soantugti009-0190s s0331[]409 so} # UpE|ADUIA FISe PEpLLEULLILLD 5p euasa B] anb ueuido soosiLo So] ‘jeiUaIqUIe 0 jeIDOs “ODIAOIO1G iunginbis ‘0oiSo[0oIs J919p189 9p So[eULOUR soUauI o SPU SOLOLIQUA] peynsas fa $9 Onjap o anb ubsapisuod seistTEUoHpEN so7 (4 0,501 20110 pisos soss20:d 9p ugzW! 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El rol de estos elementos condicionantes esta determina b) Por ser inherente a toda sociedad, el delito no puede ser aboli- iderablemente, constituyendo un ti la cual los efectos daninos icionantes hayan sido reducidos a un minimo ra- del delito hay que distinguir entre el problema os problemas de los sistemas de justicia penal y los proble- antes para la criminologia como disciplina. Todos ellos estan vestigacion debe jamente signifiear que el or una ideologia particular; 'd) La prevencién del delito depende mas de la planficacién so- econdmica y politica, q n de politicas especificas wentivas dentro de sistemas politicos y sociecondémicos injustos; +e) deba estar domina- ral. En esto, los derechos de la sociedad, tanto como los de los incuentes, deberian ser tomados en consideracié: izada en la explicacion que . plasmada en el desarr mos al sefialar su obj lo de este libro, InTRODUCCION 29 F, Los delincuentes Examinaremos en esta acdpite la posicid rientes minol6gicas —tvadicional ycrtica— frentea la persona del detincuente 1, ENFOQUE mIosicot Se agrupan aqui algunos de los principales intentos de estudio del combte delincuente mediante el mecanismo de su clasificacion con base en criterios biosicoldgicos. a) Bl del *—Cabe a Lomstoso el honor de haber @ iniciado el estudio c mediante una serie de in ‘estigaciones clinicas sobre la poblacién penitenciaria del norte de Italia; Tales indagaciones lo Hlevaron a afirmar la tesis de la existencia de un hombre euyas malformaciones biosiquicas lo empujaban inevitablemen- te al delito: dichas alteraciones, de origen atavico o adquirido, hacian na peculiar species generis humanis, perfectamente diferenciable individuas normales y susceptible de identificaci6n; para referirse ‘Lomeoso hablo de delincuente nato, expresién que en st idioma original podria entenderse como nacido para el delito. Esta teoria, bien puede sintetizarse en dos afirmaciones: 18) Existen personas respecto de las cuales se da una vigorosa predis- il en razn de significativas alteraciones sicosomaticas personas evidencian estas alteraciones en forma tal que su determinaci6n clinica permite diferenciarlas de las personas normales. ‘La doctrina lombrosiana del delincuente nato suscit6 desde su or gen enconadas polémicas; ha sido por igual acogida con alborozado benepldcito y rechazada con acritud. ‘Las criticas que ordinariamente le han sido formuladas, pueden ise as resur jad explosiva’"76. Jia de un delincuente nato en el sentido de la teoria icamente, Cietto que Munoz, Mar2 “pa "Leos "yeunuy ex90p01905 eel Bed out “Sed yjod erapepson Bun jgnbe 2p ety & onttio4s owgpY [9 OpuaLIINbpe ‘omep [2 Us sondsep uorsisied iaoaju! ap o1a9 Ol2pups9A ‘OPKEwOLI09 oIpow uM ap < rpuvisunoino sey ap alndura jo 9un 9s feno eB & Bidoud s@ $9] anb [es0Ww {oe (eyes e| 10d oUuIGD seiauapuar sns 10d 0342} OU “pepaldosd B] es1U0D snjoxo tse A ‘euesdwa) Knut pepo gun ua Bouanoas) vunsye jap souiLid Jo opnauioa Zan wun O1ad ‘oveL peUUNID jap Soo! salarpei3 so} ‘eseyp sousU! PrauleUs bun ap UE}UDseAd 0 WeyUDS id ou,, Sofenniqey Soittonoulfap So7]—seyensiqey saquanousjaq (9 ¢9,,010U080] [> vied wan 9p anboyp un 9p 2 © [eae [2 exe oWepUE Un ap 98> ap PEP tqisod ®] oUto ‘sepesuOY Se 0] wegedwose anb so] ap o1sijad o lainbyens owos ‘]eultUL9 PUISNUE ns 9p OAsaL! UN OOD “owns 'p ‘0 Opezio} ostiwssap Udd wIseY BI>UaNass Seu! 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Es esta una clasificacién propuesta el profesor KReTSCHMER, sobre Ia base de tres tipos principales: ssémicos, ailéticos y picnicos, con caracteres morfol6gicos detini- 7; sus rasgos somaticos son, en esencia, los siguientes: El leptosomico (asténico, cuando su estructura es més radical) es persona delgada, de hombros estrechos, extremiclades largas S, caja toricica estrecha, vientre delgado y reducido peso, cuyo rrollo vital sigue la linea vertical; es aparente: , no obstamte, parece ser capaz de realizar esfuerzos superiores 1 contextura fisica El atlético cs un individuo de talla vigorosa, entre mediana y alta, jo que se estrecha adera y las piern jemasia- fortaleza de su t6rax; constituye, el ideal de la belleza masei nico es un sujeto de talla mediana, contornos redondeados, icho y blando, cuello corto casi unido al tronco, caja tordcica co PERRI, Sociologia. fd. cit, pa. freA, Sociologia... t 1, ed. St, pag. 182 Clr, ERMEST KRETSCUMER, Constitucién y carieter, 3* ed., trad, de José Sole sascelona, Edit. Labor, 1961, pigs. 27 y 38, 402 y'ss iNTRODUCCION 33 1u desarrollo vital abombada que desemboca en un volun sigue la linea horizontal. Las mujeres presentan, en términos generales, los mismos caracte de su propia contextura. in, KRETSCHMER encontré una doble relacién tempera- ‘al y patolégica respecto de cada uno de sus tipos, en Ia siguiente forma: los leptosomicos son de temperamento esquizoide y propensos f Ta esquizofrenia; los atléticos son de temperamento viseoso, con w inclinacién patoldgica hacia la sicosis epiléptica, en tanto que los picni- {Cos presenian un temperamento ciclotimico, orientado hacia la sicosis maniaco-cdepresiva Estos caracteres sicosomaticos influirian sobre el comportamiento ‘oso de cada uno de los tipos descritos en precedencia; en este orden de ideas, los leptos6micos serian delincuentes precoces, de reitera~ dda propensién criminasa, notable frialdad afectiva, perseverantes y c culadores, con predominio de a esfera intelectiva sobre las demas; cos serfan delineuentes la naturaleza de sw 50 Vi {que atraviesan; en aquella, son comunes los d Ofensas a las autoridades y las contravenciones contra Clorden piblico; en esta, en cambio, es frecuente el llamado suicidio am- pliado, esto es, la eliminacién de sus seres queridos y luego el st ‘impulsos de la desesperacion. Los atléticos mostrarfan una crimin dad cronolégicamente intermedia pero caracterizada por la innecesaria violencia en su ejecucién; los delitos contra Ia vida y la integridad personal, el robo y, en general, aquellos de realizacién vi Tos de mas frecuente comision. En términos de peligrosidad, el primer far Jo acupan los leptosémicos, en tanto que el ultimo corresponde a los pienicost, Criticase a esta clasificacién el hecho de que sus tipos fundamenta- les son attificiosos en cuanto no corresponden a la realidad; solo son estadisticamente demostrables; de otra parte, en ella juegan muy pobre papel los Factores exdgenos del delito, cuya importancia no desconoce hoy cerimindlogo’’. 3°) Clasificacién somatotipica. Siguiendo en general los lineamien- tos de la clasificacién tipoldgica de Kwerscumer, el profesor SHELDON formuld la suya sobre la base de lo que él denomind el ‘“somatotipo"’; por tal la cuantificacion de los componentes primarios de la gs. 403 y 58te Std "gser '5001 pe Iv asep ap “Pen 19 9p Operes la 6r6\ Hog 120 8 sen AVE NOGTAHS LLONAZOAYY “1.9 ce 9? JO “soiopefeqen souang ‘sosolsoqe| O}seUIpIO ap SoNPIArPU WOS :B/9Ua7 sar ap pepioedeo aseoso 10d pepotdo.d vy esjuoo sojwanounog (2 SososB}od ajuaut|eisadsa a9vy soj [eIoUanaUyep Pep eéno sape|20s soxiszzud wos {usu Jo ua Wapfoutes ‘janbe op quoe foduratt un aluvanp UBia¥94 OsoUTtULID OYDat| [2p o1NpOId [9 LOI epatdosd e| psluod a]uat[ei9Ue% ‘oMap jap EIDUAISISQns Ns UBATIOP usitu 0] sod ‘< opesuoy ofequas fe upIss9Az epunjozd eum usyua!s and aa{ts UOs :ofegen |v sopressesyer sapeuorsasosd sojuanausfacr (1 se Sodru® oyD0 U2 saquendutjap sns seoyjise[o ey OITaAg ‘soqUaTULa|UR|A soso UOD PepNUIOsU0 2q z6usS@[BUNULO SOURLLIOUAS SO] » elpuase o} A pepayen ef epesguimbs spy esueWH Ee ap sep 19pod zd ‘epia ap seusio} & s9199229 [9p spepatdosd ‘jenioe o| A jeuO!D soxlstp 0] soaiojoulwiji9 sapedioutsd sod so] ap uplgeUIZO} P| to SOU ‘utqitioa Offa tO; “sootis}so9RJe9 swzINpUOD 2p sopow UxIqUIE) OW noe jap ocltian Je pepiieuosiad e| ap euaBouIMILD UoIIsodsip Eun uamstsuoo sod) ise 438 ap seor8o}olsersese> sopepl[eisadsa sv] O1tTey 3h tn ua uaumos anb seiajoese9 ap sodnad sourezyjlin sonosou :sodry 3] ap UO!oBULIO] BI Ua OpEINguloD oNsTUTPasoId UN ap PepIsadoU El snpap 96 je aq] “ez9]euNIeU | Jod wpep FDUEISUNDI ws9 BIND UD {uio) and auani *sodhi So| ap UpIseWIO} FI BEd sozsIDEIED ap SwISTTED! 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eIMIaNNSe vJD010% aD +cAININOLOGIA enes la conducta y fuertes que enc fuosa se explica ante la pre ptran una escasa fentemente cometen son la apropiac el peculado, la quiebra fraudulenta; ‘a pesar de los buenos propésitos, seoneciben a mnenuido, reinciden con frecuencia, faltandoles la consi moral y social que distingue a la personalidad estabilizad 3) Delincuentes por agresividad: la causa de la criminalidad cn ‘9s hombres es su elevada excitabilidad afectiva que los ‘brusca y desproporcionalmente frente a estim ension emocional en la que viven los hace agresivos; 2xterioriza en actos violentos contra las personas 0 las cosas entos, lesiones personales, dafio en cosa ajena, resistencia a la auto~ 2d, enlos hombres y difamaciones, injurias y calumnias en las mujeres); 1 3S yecinos"” porque su lad emocional no les ‘mite entablar cordiales relacione a que la ssividad constituye en ellos una 7 frecuencia en el delito; "fen gran parte son dados a la bebida y ‘neten sus actos bajo el influjo inmediato del alcohol o a consecuei tuna descarga mot6rica intensificada por el abuso erénico de 4) Delincuentes por falta de dominio sexual: en el es el efect que caracteriza, pues, a estos sujeto: istacer su instinto sexual —-que, por lo demés, es comin 2 tod humano— sino el defectuoso dominio de este, que les impide subli arlo o aplazarlo de conformidad con las conveniencias sociales y cultu- pulso puede ser normal o anormal; en el primer caso, jon de hechos delictuosos como la violencia 1 segundo surgiran delitos como nosexualismo 0 la corrupeién de menores y, en general, toda gama de perversiones sexuales 5) Delincuentes por crisis: desde su nacimiento hasta su muerte hombre atraviesa por una serie de etapas que responden a desarrollos su biosiquismo; el paso de una etapa a otra crea con frecuencia eraciones en la personalidad y no pacas veces produce verdaderas aberal, la pospuberal, la del climaterio, etc a las que el hombre desesperado uosidad del comporta ato en categoria de os lgs. 125/26 pigs. 191/32 INTROBUCCION 7 risis que, si bien se exterioriza en ido de un proceso de desadaptacion individuos depende, pues, dew un instante, es de ordinario el resul més 0 menos lento. 6) Delincuentes porireacciones primjtivas: cratase en este caso de pet- sonas en las que el estimulo produce una notable acumulacion de energha fue se exterioriza inmediatamente en una descarga motora impetuosa, sasea porque el hecho produce en ellas una conmocion afectiva que 2e wransforma répidamente en acci6n y habré entonces wna reaccién explo Siva, ora porgue, no habiendo responido a los estimulos que afectaron Sy iquisino, fueron acumulando energia que al fin se desbord6 ante tun ultimo estimulo, casi siempre Ieve, en cuyo caso se habla Feaccion explosiva por acumulacion, Pueden darse también | eeiones de corto circuito, ‘en las que: sobre una base casi siempr ae deficiencia mental—- impulsos afectivos (sin tendencia a la descarga motrica) se transforman, sin pasar por el control del conjunto de Ia personalidad, en Jas correspondientes acciones finales". 7) Delincuentes por conviccién: a esta categoria pertenecen a 10s individuos intimamente convencidos de que deben realizar el hecho feito porque un orden normativo, al que valoran més altamente que tl juridico, asi lo impone; tales normas pueden ser de naturaleza pol a, religiosa, profesional o ética y son las 1s de ser acatadas Gor encima de cualquiera otra consideracion; los delincuentes politicos puros pertenecen a esta especie. 8) Delincuentes por falta de disciplina social: todo Estado, incluso el mas democratico, exige una autol ia propia libertad como precio para el mantenimiento del orden y de la armonla sociales; pero hay personas que no se resignan a la limitacién de sus derechos ¥ por feo contravienen con frecuencia las disposiciones legales que impliquen a de sus libertades personales; falta, pues, necesaria para recondcer que el beneficio jculares intere- cita alguna forma de coartac en ellos la disciplina soci de la comunidad esta por encima de la satisfaccién de pa ses, y esa es precisamente la causa de su conducta 5°) Clasificacién clinica. El profesor Dr TULLIO, director del In. tuto cle Criminologia Cl niversidad de Roma, luego de pro- longados estudios experimentales sobre 1a poblacién carcelaria de La penitenciaria de Rebibbia, ha clasificado los delincuentes en tres prupos fundamentales: ocasionales, constitucionales y enfermios de mente; estos, a su vez, se descomponen en algunos subgrupos%s Tratado..., ed cit, pags. 164/68. 4% Cr. Benicno DITULLIO, ai tione, Ron to di Medicina Sociale, 1960, pays ia forense, 2 edi 3 y 5831D 19 -qo}>) ,s0soun. Svfa4 SSUENUOD So} ap EOHUPUND | uD Bua {09 sew oyu sousugu2| W9sorteuodsipa id sa og ed susnoua 9s anbsof i938 "eau os erepse a1Uejape seus ‘yor “BRA HD “pa *idiouie “OFTINL AC ugioonposd ap souoraejor se] jaded jaora{a yeno Jap OAIURP “nif #1208 BIUDISTS op a7tavOdUK uyuraue|sns $9 o1ljap [2 anb Bfo18e K ‘euapuod vy anb sapeuttuys9 ot fo ania Bipuasapip spur Sey OU onb ouaNISOS NVWAVHO ‘gS2UUANOUYIPP SO} WEALD anb set “(SEP asap) saluaiayip A seyesixa owoD se|TeDHISEPP [eK UaUaTABNUCD Se aN suosiad sej SB}301 SeyDIp seoyide |e "sapepaloos seuUsHU sesa vos & piAsap 8] ap OUDULOLIay [> URUIFLUO anb sel ‘epelasep wionpUOD EI 101 109 ® A Woroawamut BAO svffo1 Se] 12939 [v ‘Sapepo!d0s sey LOS, ‘Oust 22qWIOY |p > ¥IS9 OW]EP Jap SuoTWIS eT and > opesoatnbe oisandns jap aused as anbiod ‘saye1s0u soy 2p 01894 [9p asiantp sautotujsadso op asvy2N1 98 |S OWOD ‘saiuanoUt}ap sosquIOY| SO} aeaipise]> ap OWayUL Jabjeno nu! ezapisuos —pepyppuran ef ap > anibay ua owloo soriosou 10d SepeUTUIExa BA sojUa|L109 sey ednsBE 19 BAST, PPLLNRI] | — eMojourus eaanu eT (B aigos adnyur 2 eapos of anb ja ua & aiquioy [9 Us Ues|UaNaUD 9s OUNJ9p [ap ,,SesMED,, SC] fib vsapisuoo 95 anb ua eprpout B[ ua ‘[euorsype!) efFoyourw9 | 2p ido.d so ,,saluanaulfap serquoY,, $0] B JeOIsISETD ap woFsUaHOd By 13 OdINONGDTOID0S ANDOINA “Z 1b soy ua sou 9p ‘souoIDeUID ) pepatiuiaqua ns Wezir9}oese9 anb sosoqloU SoU@WIOUa} So] ap BND Duifap anb sounuos saitaurap uos sojjanby '3090] Sa[BUILUTs9 SO] 9p soqaNdUHap $020] ‘opeumny] Soy sinsunisip o1seso99u $9 So][9 anjue ‘sisoa1s Eun 40d opesneD 2 ongjap fa “So1afns soisa Uo :ayuoM ap soursazuD sojuonourocr (E ‘46..PEPNuUa ana] ap soiniupss 9 seuOIogRa1 ap Ol|O1IeEep [2 129aI0AK] ap sooedvo osouRULD Ousay Ja Baidord eUaMEP ef We ‘9B € NoIongowsNt 8 A (ci spd “ap duu “OWI, 1G ONDW padsa ap viouasaud e) vA yenpratpu pep -yeuosiad e] ap wnyanzise rejnotysed wun v szoujor 2s anb fesoued ua v9 -uonoiljap Ul B ug}sisodsipaid eun ap elouaysix9 b},, [21 Fod opusipusyua “qetouanouyap ugtananisuod esopepsda eun Key SoseD S01se SOPOI Us “e@prozinbse e| X aploja19 eI ‘apiou soo pep wed ap wsnp9 B ontop [e UeA serEdodts sojeuoIonynsuOD sapeURLALID S07] UK saprozarsny ‘saplordarida sewoyuys soy seyjo ue Saiuanoaay wos ‘Ten 0 OSOIATOU BIHAISIS NS oTLOWIOIQISUOS UBIOITE aNb sesIMbIS sBIjELIOUE uejuasaid anb seuosiad u0s ‘waniganauoois uolaeyu9IL0 ap sorjanby ‘oprimbpe 0 OUEyIpax2y{ ‘oWHZBKOD us81s0 ap (ugDonpoasodyy 9p [wi9u9’ Opes) seaIbISOIg seIIUALDITaP ap ‘ugzea to vatjdxo as ovtop [9 Sauatnb us sonpraspul Uos SoroutTAd 507] seyedoots so] & zaNIOsnaHODIS UOIDEIUALIO ap Sof “SOAsinJodvodry so] sromjy7su03 S9]UANOUTDP SO] ‘SpEPaHIEA 911 UoIstxa od a1S9 2q ny ofojodosiue saisnit Pp odnquiy 3] anb oarmwud owsyerey jap esisosdsap -ouqUio] OveU aHuANLUITap fap EDHUHTD UOTSIaA Bun ap ‘sand “eIEN 9S o1pauu syuanouKTap Ja ua exTUANDUD 28 ab eI an soxeu opp Je uorDIsodsipaid eun ea19 eamnbySoIg EIMONASI eINON ~1ed ns anb So] ua SonpLAIpUl Hos :sayeuoyonzTIstOD sequeNOUHE ‘opezgeis Anu ou pesOW O34NbI raduios uex8o, anb pepifeuosiad ns ap eansaye v19]59 P| 2p saieuors 890 SO|quMISIp SOLI919 UB B>IpeL OI J9p BSNeD P| ‘SOLNEI|N SOI WI saqqesal senuatur & sopezowiur sauonjsadns se] ‘seredusoo sejeus sey “eZOstut Uf OWOD 521421 -oaw sap SojeIUaIqUIE SeIIUEISLNOAID IU Laquinons ‘sopUNBEs SOT S983 ‘3]uatueyTeUIp0 LOS SOnI|ap SAS SpeprrPUTUTT B 9p UoS EWI Te OANA [9 Ua ‘upreoaueusiad ‘asstiades Ou ap ‘anb eioueur (2) ap ‘SaTeUOI2deOxe 2} -zjuapioae ayoureand seuio1x9 sesnea sod uanbutfap soxstutsd Sor] -sopeuors vd £ soanouia Sopeis2 10d sajeuosseso soy sarertiaiqure sepeuorseso so} ‘sound sayeuoises0 So] uandunsip as sawuanauijap So1se any __. ‘TRDOS vpIA vf 2 ugpeIdepe ap pepirede> jenuugey ns uaduros 0 wentgap ‘pepisuarul e1s919 ap sojeuttULD sojnustIsa oo opuenjae ‘anb seuafoxa siuouyeyusuepuny sesne> od sesourL “Hp souojooe weziqear anb sorefNs Uos :sepeuoysesO SaIuaNIUHIag (1 ae