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VEGETACION: BOSQUES, MANGLARES, ARBUSTOS Y

SOBREPISOS.

La vegetación urbana es uno de los elementos que componen el paisaje de las


ciudades.

Además de funciones estéticas y recreativas, ofrece beneficios ambientales


que están ligados al desarrollo sostenible.

Los servicios ecosistémicos son “beneficios que la naturaleza aporta a la


sociedad”. Los sistemas ecológicos –y el capital natural del que dependen– son
fundamentales para el funcionamiento del sistema de soporte vital de la Tierra,
del que depende la humanidad y el resto de seres vivos. La urbanización
supone una evidente pérdida de servicios.

En las ciudades hay siete ecosistemas naturales: árboles, praderas, bosques


urbanos, cultivos, humedales, lagos o mar contiguos y ríos o arroyos. El diseño
actual de las ciudades no favorece su presencia.

La población valora los pavimentos poco uniformes, con vegetación


espontánea o la presente en muros, praderas lineales, alcorques o macetas.
Se valora más si se asocia con gestión humana, y menos si es espontánea. Y
la valoran más las personas que mantienen contacto habitual con la naturaleza
fuera de la ciudad.

En este texto voy a tratar de relacionar los servicios ecosistémicos con el día a
día de las personas que viven en las ciudades. Así, la vegetación proporciona
distintos beneficios para el entorno urbano y sus habitantes.

1. Aprovisionamiento de hábitats
Es sorprendente la cantidad de plantas y animales capaces de vivir en los
hábitats “creados” por el hombre en las ciudades, gracias a su capacidad de
adaptación (sinantropización). Los beneficios de una mayor diversidad de
hábitats son poco evidentes, pero muy importantes.

2. Reducción de ruido
El ruido del tráfico puede reducirse hasta un 50 % si hay vegetación y diseños
adecuados. Una barrera de 5 metros de profundidad puede reducir el ruido del
tráfico entre 9 y 11 decibelios. El tronco de los árboles también tiene efecto en
la reducción. Las barreras sintéticas tienen menos efectividad,
psicológicamente y en valores absolutos.

3. Deposición y dispersión de la contaminación


La contaminación del aire, asociada con millones de muertes al año en todo el
mundo, es el problema ambiental más grave para la salud. Está causada por
partículas, moléculas de origen antrópico o moléculas presentes en la
naturaleza, pero en proporción mayor que la natural (ozono). La reforestación
urbana y periurbana pueden ayudar a mejorar la calidad del aire.

La vegetación reduce la concentración de contaminantes en los parques, sobre


todo si son grandes. Las partículas de mayor tamaño son las que más se
reducen. El diseño de la vegetación, por ejemplo, en un parque, alienta a los
usuarios a evitar los límites contaminados. Árboles y arbustos pueden
conseguir un descenso de hasta un 2 % del ozono. Los tejados verdes
contribuyen menos que los árboles.

4. Efecto sobre el clima de fondo: enfriamiento


La utilización de vegetación en las ciudades mitiga el efecto de isla de calor
urbano en zonas no tropicales. Pero para que se dé un efecto con cierto
impacto, las parcelas deben tener al menos media hectárea. La reducción en
consumo energético asociada, y la de reducción del efecto invernadero
(causante en parte del calentamiento global) pueden ser importantes.

5. Movilidad y cambios en la actividad física


Si las infraestructuras de movilidad sostenible son atractivas (verdes) son
consideradas espacios de calidad ambiental alta, y más utilizadas en
detrimento del transporte motorizado. Además, permiten recuperar los espacios
de la ciudad para que sean ocupados por las personas.

La vegetación tiene una importancia –como mínimo moderada– en la mejora de


la calidad del aire y en la sensación calórica.
6. Permeabilidad de suelos
Los árboles y arbustos interceptan el agua de lluvia con sus raíces, y los suelos
permeables son cruciales para reducir la presión sobre el sistema de drenaje,
disminuyendo el riesgo de inundaciones.

Por efecto de la urbanización, con un 50–90% de suelo impermeable se pierde


el 80 % de la lluvia por escorrentía superficial (en un bosque la pérdida es del
10 %). La filtración asociada puede ser considerada como otro “servicio”: el del
tratamiento natural de las aguas.

7. Secuestro de carbono
Se produce en dos escenarios: por acumulación de carbono en los troncos y
ramas de árboles y arbustos y por acumulación en el suelo debido a la
actividad biológica de organismos como hongos y bacterias. Si el suelo está
“sellado”, no acumula agua y pierde la capacidad de sostener las redes de la
vida.

8. Servicios culturales
Se ha demostrado la existencia de beneficios para la salud, también
psicológicos, de los espacios verdes, especialmente si tienen una alta
biodiversidad de plantas y de animales. La propiedad aumenta su valor en
áreas próximas a zonas verdes. No debe olvidarse que son espacios de recreo
de los ciudadanos.

Los ecosistemas silvestres pueden ser percibidos negativamente, y hay que


contar con los costos de mantenimiento (ejemplo: tejados verdes y filtraciones).
Algunas actuaciones para incrementar la biodiversidad pueden recibir críticas
por un aparente descubrimiento de los servicios de mantenimiento, por eso hay
que ejecutarlas con buenos estándares de calidad e informar de su finalidad,
promoviendo una correcta educación ambiental.

Hay que evitar “plantar cualquier especie en cualquier lugar” y actuaciones que
provoquen, por ejemplo, un exceso de polen o de otros productos. Algunos
diseños (como los árboles con copas anchas en calles estrechas) pueden
provocar un efecto de techo: los contaminantes no pueden disiparse y
concentrarse.

Acceso a la vegetación urbana: justicia ambiental


En la mayoría de las ciudades existe una conexión positiva entre la vegetación
urbana y la educación superior, y negativa en barrios o ciudades con presencia
de mínimas.

En entornos urbanos es importante diseñar la presencia de la vegetación


urbana para conseguir una equidad verde urbana como parte de la justicia
ambiental.

¿Cómo mejorar la calidad ambiental en las ciudades?


Aumentando la biodiversidad, pero sin proteger especies concretas, sino los
hábitats próximos a los naturales, que están muy simplificados por la presión
humana por cuestiones de seguridad ciudadana o por la contaminación que
sufren.

Las opciones son aumentar la densidad de árboles nativos (es necesario que
sean grandes) y aumentar la vegetación de sotobosque. Solo con esto
aumenta la presencia de murciélagos, aves nativas e insectos, importantes
eslabones de muchos ecosistemas. Un manejo no demasiado costoso tiene
grandes efectos sobre la calidad ambiental de las ciudades.

BOSQUES

Los bosques urbanos son las áreas de valor ambiental que se localizan en
suelo urbano, en las que predominan especies de flora arbórea y arbustiva y se
distribuyen otras especies de vida silvestre asociadas y representativas de la
biodiversidad, así como especies introducidas para mejorar su valor ambiental,
estético, científico, educativo, recreativo, histórico o turístico, o bien, por otras
razones análogas de interés general, cuya extensión y características
contribuyen a mantener la calidad del ambiente en la Ciudad de México.

Los árboles, no son meros adornos en las ciudades, más bien son una
necesidad para la salud. En su conjunto, son conocidos como bosques
urbanos, y al igual que sucede cuando se encuentran en los entornos
naturales, facilitan la biodiversidad urbana y ofrecen numerosos servicios
a la sociedad asociados a la mejora de la calidad de vida.

Entre otras cosas, permiten la purificación del aire contaminado, absorben


grandes cantidades de CO2, ralentizan el viento y las aguas pluviales, ayudan a
la reducción de la temperatura, y mejoran la salud mental de las personas.
Pero no solo eso, los bosques urbanos y periurbanos son imprescindibles en la
lucha contra el cambio climático.

A finales del siglo XX, surge el concepto de “bosques urbanos” haciendo


referencia a aquellas zonas verdes que crecen en las ciudades y que, a
diferencia de los “parques urbanos”, otorgan mayor importancia a la
naturalidad y son capaces de brindar servicios ecosistémicos.

 BOSQUE NATIVO O AUTÓCTONO: Si la zona no ha sido intervenida y


se encuentra naturalizada.
 BOSQUE NATURAL ANTROPIZADO: Si la zona boscosa se ha
intervenido como parque periurbano.
 PARQUE URBANO: Cuando se intenta recrear desde cero las
condiciones preexistentes.

La presencia de los bosques urbanos en las ciudades proporciona beneficios


medioambientales y sociales a sus habitantes y visitantes, mejorando
considerablemente la calidad de vida. Entre estos numerosos beneficios,
caben destacar:

 DISMINUYEN LA PRESENCIA DEL CO2: Resolviendo uno de los


principales problemas de las zonas urbanas que es la mala calidad del
aire. Los árboles, filtran el aire eliminando contaminantes atmosféricos
(incluidos el monóxido de carbono, el dióxido de azufre, los óxidos de
nitrógeno, el ozono y los hidrocarburos).
 PURIFICAN Y MEJORAN LA CALIDAD DEL AIRE: Atrapan todo tipo
de partículas que pueden ser nocivas para la salud. Un solo árbol puede
filtrar hasta una tonelada de polvo al año.
 REDUCEN EL RUIDO: Es sabido que los niveles excesivos de ruido
provocan daños fisiológicos y psicológicos a la población. En este
sentido, los árboles ayudan a mitigar tales daños absorbiendo,
refractando o dispersando los ruidos propios de las zonas urbanas (el
producido por el tráfico, la industria, etc.)
 REGULAN LA TEMPERATURA: Los árboles, arbustos y otras formas
de vegetación ayudan a regular la temperatura de los entornos urbanos.
La sombra de un árbol grande sobre un edificio puede equivaler al
trabajo realizado por 15 acondicionadores de aire de 4000 BTU (4 220
kJ) en un edificio similar que no disponga de sombra, lo que se traduce
en un considerable ahorro energético.
 FACILITAN MATERIAS PRIMAS: En algunos lugares se plantan
árboles frutales como complemento a los huertos domésticos urbanos.
Así mismo, ciertos árboles proporcionan materias primas para algunas
labores artesanales o ayudan a cubrir necesidades como la producción
de forraje y leña (procedente de los trabajos de poda).
 AUMENTAN LA BIODIVERSIDAD LOCAL: La presencia de especies
vegetales en las ciudades favorece un aumento considerable de la
biodiversidad. Cuantos más árboles, arbustos y parques urbanos posea
la ciudad, mayor será su biodiversidad y mayores los beneficios que ésta
ofrezca a la población.
 MEJORAN LA CALIDAD ESTÉTICA: Los árboles, además del
incuestionable valor estético y recreativo, satisfacen ciertas necesidades
psicológicas, sociales y culturales de la población.
 MEJORAN LA SALUD FÍSICA Y PSIQUICA DE LA POBLACIÓN: La
función de purificación del aire que realizan los árboles en las ciudades
influye directamente en la mejora de la salud y el bienestar de sus
poblaciones. Pero también, se han identificado otros efectos muy
beneficiosos para las personas, pues distintos estudios científicos
demuestran que el verde del paisaje reduce el estrés, introduciendo
calma y tranquilidad en las personas y haciendo que éstas sean más
productivas y felices.
 Pero estas tareas deben realizarse de una forma planificada, siendo
necesaria la implicación de las administraciones y contando con la
colaboración y asesoramiento de expertos en temas ambientales
capaces de establecer prioridades, las necesidades y los objetivos a
cumplir en cada zona.
 El resultado de este trabajo colaborativo permitirá satisfacer las
necesidades del entorno urbano y de su población de una forma eficaz.
Pero como exponíamos al comienzo de este artículo, no basta con
realizar estas tareas para lograr que los bosques urbanos sean unos
grandes aliados sociales, ambientales y económicos.
 Para que sean capaces de ofrecernos sus múltiples beneficios, resulta
vital realizar una custodia de estos espacios verdes y que los
trabajos sean realizados por equipos especializados, pues no hay que
olvidar que los bosques urbanos se encuentran ubicados en lugares
cuyas condiciones para su desarrollo no son tan favorables como lo
serían si se encontrasen en su hábitat natural.

VISTAS: DESDE- HACIA DONDE

Es necesario definir por objeto la delimitación conceptual y la caracterización


de unos elementos territoriales de naturaleza paisajística, las vistas
panorámicas urbanas o imágenes urbanas de conjunto, y el análisis de su
tratamiento en la ordenación territorial a partir del estudio de los ámbitos
legislativos que se han venido ocupando de ellas, tanto el urbanístico y el
relativo al paisaje como el de patrimonio cultural. Se aporta una propuesta de
definición y se detallan los contenidos que deben incluir este tipo de
panorámicas, así como los atributos que las caracterizan, incidiendo en su
utilidad social y en su potencialidad económica, aspectos éstos que las
convierten en recursos territoriales relevantes. Se analiza la presencia de estas
perspectivas en la legislación de incidencia en la ordenación territorial, tanto la
de ámbito estatal como la de carácter autonómico, el tratamiento que han
venido recibiendo en estas disposiciones legales y su evolución a lo largo de la
historia reciente. Tras ese recorrido, se comprueba que las vistas panorámicas
han estado presentes en la legislación existente en España desde hace
décadas, y con mayor frecuencia en las leyes sobre suelo y patrimonio que en
las específicamente dedicadas al paisaje. A pesar de que se aborden desde
una visión excepcionalista del paisaje, y que en muchos casos su aplicación no
haya garantizado la conservación del recurso, la abundancia de referencias
legales aplicables a las vistas panorámicas urbanas permite disponer de un
marco legislativo de referencia, aun heterogéneo e incompleto, para su gestión
futura.

Dado que el paisaje urbano es la expresión de todo lo que es posible percibir


en los espacios públicos de la ciudad, el análisis de los atributos urbanos
permite identificar patrones, secuencias y unidades del paisaje urbano que
conducen a establecer criterios de diseño en términos de calidad visual. Se
propone el estudio de los atributos de la calidad visual y funcional del paisaje
urbano, entre los que se destacan atributos físicos como: configuración físico-
espacial, actividades, biodiversidad y diversidad; y atributos psicológicos como:
integridad física y expresión estética, aplicados a la valoración y el diseño del
espacio público. Bajo el enfoque metodológico de la construcción
multidimensional del paisaje urbano, se explican los aspectos conceptuales que
inciden en la percepción del espacio público, en relación con los atributos del
espacio urbano. La comprensión observada plantea futuros aspectos que
demuestran su utilidad para realizar propuestas de investigación y diseño sobre
el paisaje urbano.

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