03 - Allison Shatters The Looking-Glass - C.M. Stunich

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Sinopsis:
Estoy tan jodidamente asustada ahora mismo.
No, no solo asustada, estoy aterrorizada.
Y si estás leyendo esto, también deberías estarlo.
Caí a través del espejo; Regresé a casa.
Pero escucha esto: no vine sola. Ah, y ya no se siente como en casa.
A diferencia de Alicia en la historia original, este no es mi país de las maravillas.
En la historia original, la Morsa y el Carpintero no siguieron a Alicia.
En esa historia, ella no trajo su harén de amantes con ella para conocer a papá.
Mamá, papá, conoce a mis nueve novios; uno de ellos es un hada que predice el
futuro, ¿es eso lo que se supone que debo decir?
De vuelta en Underland, las cosas están aún peor.
Traición, desamor y muerte... eso es todo.
Soy "la Alicia", portadora de la profecía, y estoy empezando a enamorarme de los

nueve hombres de mi vida.
Entonces, ¿puedo detener el caos que está rodando sobre alas negras?
Si estás leyendo esto, ¿puedes ayudarme, por favor?
Salva el mundo, atrapa a los chicos y dame mi final feliz.
Lista de capítulos:
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
DEDICACIÓN:
En el último libro, escribí un pequeño ensayo para mi dedicación, agradeciendo a
todas las personas maravillosas en mi vida que son responsables de ayudarme a
hacer tantas palabras como sea posible. Estos son los seres humanos que me
permiten, ya sea a través de la bondad, la amistad o los consejos, tejer mi corazón,
alma, sangre y lágrimas en cada mundo en el que escribo.
Esta vez, voy a hacerlo breve y dulce.
Este libro está dedicado a aquellos que esperaron con impaciencia los libros dos y
tres, su abrumador amor y paciencia, y la amabilidad que me mostraron a lo largo
del camino. Tú sabes quiénes son y también eres parte de este viaje.
Hay tanta negatividad en el mundo, pero elegiste alegrarlo con un poco de

positividad.
Nunca podré agradecerles lo suficiente por eso.
Así que este libro... este libro es para ti.
Una espada bajo un cielo tormentoso
Luchando sólo por esta última vez,
Alicia ahogándose, marea negra y roja —
Nueve hombres que pelean tan cerca,
Ansiosos y sobre todo con miedo,
Aterrorizados de escuchar este cuento —
Mucho tiempo había oscurecido los cielos soleados:
Los ecos se desvanecen, los recuerdos mueren.
Las heladas sombrías han asesinado a los chicos buenos.
Ella todavía me persigue, el fantasma,
Alicia luchando bajo cielos ensangrentados
Nunca visto por ojos despiertos.
Ciudadanos, todavía hay cuento para escuchar,
Ojos muy abiertos y orejas sangrantes,
Ellos luchan contra los miedos.
En un Underland ellos mueren,
Soñando con alas atadas para volar,
Deseando un Wonderland pasado:
Siempre a la deriva por la corriente —
Persistiendo en el brillo de la profecía —
Vida, ¿qué es sino un sueño?
1
“instinto del espejo”
Todo huele a sangre.
Me estoy asfixiando, esa quemadura metálica que sabe a centavos en la parte posterior
de mi lengua.
Mi papá está detrás de mí, pero no lo reconozco en este momento. Parece un puto
zombi, por la forma en que mira a la Anti-Alicia. Cómo la reconoce como Rhoda me
supera. Demonios, ¿quizás yo también estoy loca? ¿Cómo podría ese monstruo no
muerto ser la hija que mis padres perdieron hace tantos años?
La Morsa, que ahora tiene unas diez veces su tamaño anterior, cruza la sala de estar
hacia el Sombrerero Loco, tirando a un lado lo que queda de los muebles. Raiden
Walker se aparta del camino en el último segundo, llevándose el Espejo con él y
usando cualquier mierda de vampiro vudú que tenga bajo la manga para reaparecer
fuera de la ventana salediza.
Sin embargo, no detiene a la Morsa. Simplemente atraviesa la pared y termina en

nuestro patio delantero.
Y papá solía estar preocupado por las opiniones de los vecinos sobre su elección de
adornos para el césped.
Bueno, estoy bastante segura de que esto traerá problemas a mis padres con la
Asociación de Propietarios.
Respiro profundamente, mi mirada se clava en los ojos demasiado azules de la Anti-

Alicia, como fragmentos de cielo de verano en su rostro de no-muerto.
Es mi trabajo luchar contra ella; es mi trabajo matarla.
Soy la única que puede hacerlo.
"Está bien, perra", le digo, odiando la forma en que me tiembla la voz. "Ven por mí."
Oh, soy tan ruda con mis jeans ajustados rotos y una camiseta sin mangas de un-
maldito-unicornio, Pienso poniendo los ojos en blanco. ¿Cómo se supone que voy a
vencer a la Anti-Alicia sin zapatos (solo pantuflas de gatito), sin experiencia de lucha
en el mundo real y ¿sin coraje? Estoy jodidamente aterrorizada.
Tú también estarías en mi posición; no me juzgues.
La Anti-Alicia hace crujir su cuello hacia un lado, y su piel gris se desgarra, la sangre
roja rubí se derrama de la herida en una ola maloliente. Mi nariz se arruga mientras
coloco mis piernas en una postura de lucha, la Espada Vorpal extendida en mi lado
derecho.
"Allison", susurra papá detrás de mí, y hay algo tan mal en su voz que me siento
vacilar. Recientemente perdió a un hijo, entonces, ¿qué pasaría si ve a su hija matar la
reencarnación de su otro niño muerto?
O... ser asesinada por ella.
Maldiciendo en voz baja, me doy la vuelta y agarro a papá del brazo, lo empujo hacia
la puerta abierta del baño y luego empujo mi espalda contra ella para cerrarla. La
Anti-Alicia ya está sobre mí, balanceando su guadaña y estrellándola contra la puerta
cerrada del baño cuando me agacho.
Sus faldas a rayas blancas y negras se arremolinan mientras se gira para enfrentarme,
tirando de la guadaña de hueso de la puerta con una explosión de fragmentos. Estoy
haciendo todo lo posible para ponerme de pie, pero parece que no puedo poner los
pies debajo de mí y no terminar en mi trasero.
"¡Allison!" Escucho a Tee gritar mi nombre segundos antes de que la Liebre de March
se estrelle contra la Anti-Alicia desde un costado, golpeándola contra la puerta del
baño. Mi padre también estaba empezando a abrirla. Ahora la puerta está rajada por la
mitad pero encajada en el marco de la puerta; No estoy segura de que pueda abrirla.
March agarra a la Anti-Alicia por el brazo y luego le da una sacudida mortal, rompe el
hueso y envía su guadaña volando por la habitación.
¡Puedo hacer esto!, pienso, sintiendo una ráfaga de adrenalina correr por mis venas.
Tengo una apertura, tengo la Espada Vorpal y...
Hay un fuerte golpe de dolor cuando mi cabeza se echa hacia atrás; algún imbécil está
tirando de mi cabello.
Cuando mi cabeza golpea el suelo, miro hacia arriba y veo al Carpintero parado sobre
mí, su gran nariz bulbosa oscureciendo los dos pequeños pinchazos de sus ojos.
"Ven aquí, perra", dice, arrastrándome por el suelo y tirándome contra la pared junto a
la entrada de la cocina. Mi espalda golpea el panel de yeso con tanta fuerza que se
agrieta, y una imagen cae de la pared al suelo, rompiéndose en pedazos.
Por un breve segundo, tengo una vista clara de la sala de estar destruida y el patio
exterior.
Edith está en la espalda del monstruo Gato de Cheshire, esta gloriosa bestia en blanco
y negro, con aros plateados en las orejas y un collar alrededor del cuello. Es casi tan
grande como el maldito bandersnatch, y está sangrando profusamente por toda la
maldita calle.
Los vecinos están parados en sus patios, boquiabiertos ante la escena de la carnicería
frente a ellos.
En minutos, la policía estará aquí; Ya puedo escuchar las sirenas.
"Me gusta tu apariencia", dice el Carpintero, moviendo su lengua larga y delgada

sobre su labio inferior. Es alto, demacrado y afilado, y sus dedos son delgados y
nudosos. Cuando se acerca a mí, instintivamente le lanzo la Espada Vorpal.
Agarra mi muñeca con tanta fuerza que escucho que se rompen los huesos.
El dolor me atraviesa, esta quemadura eléctrica que dobla mis rodillas, y me

encuentro colgando del brazo lesionado como una muñeca de trapo. Sucede tan rápido
que no estoy segura de cómo reaccionar. Afortunadamente, no estoy sola.
Tee cae de rodillas a mi lado, agarra mi cara entre sus manos y me besa con fuerza en
la boca. Sus alas explotan desde su espalda justo antes de que use una para golpear el
brazo del Carpintero hacia arriba y lejos. Los largos dedos del repugnante me sueltan,
dejando que mi cuerpo acribillado por el dolor se derrumbe en los brazos de Tee.
"Te tengo, te tengo", susurra, levantándome contra su pecho. De alguna manera me las
arreglo para mantener mi control sobre la Espada Vorpal que, en realidad, es mi única
gracia salvadora. Supongo que ser golpeado por North, Chesh y los gemelos
realmente me enseñaron algo. "Tenemos que llegar al Sombrerero Loco, y rápido".
Mi mente está solo a la mitad, destrozada por el dolor, pero asiento con la cabeza
mientras Tee me llevaba a través de los restos de la sala de estar de mis padres y hacia
la puerta principal.
"¿Por qué siento que vamos a perder esto?" Susurro, dándome cuenta de que hay un
poco de hueso que sobresale de mi muñeca. Tee no me responde, pero veo sus labios
fruncidos. No es una expresión facial muy prometedora.
Salta sobre lo que queda de la media pared rota y llega al césped.
El monstruo de la Morsa está en la mitad de la calle, y tiene algo... no, tiene a alguien
en su maldita boca.
Ese alguien es lanzado hacia nosotros, su cuerpo roto se estrella contra el costado de
la camioneta de mi padre y lo derriba. ¿Entiendes la fuerza necesaria para que eso
suceda?
Y, sin embargo, el Sombrerero Loco se levanta en unos segundos, sangrando por

todas partes, la ropa rota, pero de alguna manera todavía de una sola pieza. Él mira
hacia arriba cuando Tee corre hacia él, me da su muñeca y pone su boca contra el
cuello del príncipe ángel todo de una vez.
"La sangre de ángel que envía a los vampiros en frenesí".
Puedo escuchar las palabras de Chesh mientras chupo otro bocado de sangre de
vampiro. Oye, estoy empezando a acostumbrarme al sabor. Unta un poco de eso en
una tostada para mí la próxima vez que me golpee el dedo del pie, ¿de acuerdo?
La mano de Raiden agarra la parte posterior de la oscura cabeza de Tee, clavando las
uñas en su cuero cabelludo mientras bebe. Cuando sus ojos se abren, puedo ver que el
color de la mermelada se ha iluminado a un naranja calabaza salvaje y brillante. Eso,
y sus dientes se ven más grandes, más largos, más aterradores mientras se echa hacia
atrás y desliza su brazo por su boca, manchando sangre.
"Oh, bueno, eso estuvo delicioso."
El Sombrerero Loco se rompe en una docena de pedazos, rompiéndose como una

ventana rota y convirtiéndose en una bandada de murciélagos. Sus ojos brillan
mientras se dirigen hacia la Morsa en un enjambre, rodeando la cabeza de la criatura y
luego reformándose en una sola entidad.
Raiden Walker se materializa en la parte superior del cráneo de la Morsa, quitándose

el sombrero y sacando su bastón. Sin esperar ni un segundo, desenrosca el cráneo al
final, revelando una hoja que apuñala rápidamente en el cerebro de la Morsa.
La criatura llorosa ruge de dolor, elevándose sobre los transeúntes en la calle y,
cuando el primer coche de policía llega a la esquina, lo lanza volando con una de sus
aletas delanteras. El auto hace un agujero en la puerta del garaje de nuestros vecinos y
destruye la motocicleta nueva de la que el Sr. Jones estaba presumiendo.
"Santo cielo", gimo mientras mi muñeca se juntaba, y Tee me ayudaba a ponerme de

pie. "¡Van a enviar al ejército!"
"¿Tu gobernante enviará a su ejército por esto?" Tee pregunta, y aunque es adorable
como una mierda, no tengo tiempo para explicar que sí, la Guardia Nacional
probablemente estará aquí dentro de unas horas. O diablos, si mis vecinos están
transmitiendo esta mierda en las redes sociales, ya estamos jodidos.
"Tenemos que terminar con esto, rápido. Ni siquiera me importa si ganamos:

¡¿podemos hacer que estos idiotas vuelvan al Espejo?!"
Tee me mira como si estuviera enojado, lo cual, considerando la situación en la que

ahora me encuentro, seguramente se volverá aún más preciso por minuto.
"Allison", dice Tee, asintiendo con la cabeza para redirigir mi atención. "No iremos a
ninguna parte a menos que recuperemos el Espejo".
"¡¿De nuevo?!" Me ahogo, dando vueltas para encontrar al Grifo despegando con… el
¡¿Espejo en sus putas manos?! "¡No! ¡Tee, vete!" Grito, pero me empuja detrás de él
e intercepta una... ¿lengua?
Oh santos corazones, diamantes, tréboles y espadas. ¡Oh, que se joda toda la maldita
baraja!
La Tortuga Falsa azota su lengua en dirección a Tee, y el príncipe la atrapa alrededor

de su cuchillo. Cuando M.T.1 lo succiona de nuevo, Tee lo sigue, todavía aferrado a su
arma. Al menos Dee no se queda atrás, deslizándose a mi lado con sangre cayendo por
un lado de su cabeza.
"Te amo, lo necesito, tengo que irme", susurra, besándome con los labios
ensangrentados y alejándose mientras sus alas explotan y se despliegan desde su
espalda como un proyecto de origami. Las cadenas todavía cuelgan de ellas mientras
él corre hacia él, despegando en el aire con un aleteo de esos poderosos apéndices,
dirigiéndose tras el Grifo.
1
Son las abreviaciones del inglés Mocking Turtle, que significa Tortuga Falsa.
Una ráfaga de viento explota detrás de Dee, despeinando mi cabello mientras levanto
la Espada Vorpal y observo a la Anti-Alicia arrastrándose por la mitad de la pared con
los fragmentos irregulares de vidrio. A ella no parece importarle mientras le desgarran
la carne. No, simplemente sale de la casa como una araña y luego me mira con el pelo
blanco ensangrentado colgando de su cara.
"Querida", gruñe Chesh, acercándose a mi lado justo antes de que sus patas delanteras
colapsen y termine arrodillado como un caballo, con su enorme cuerpo felino
balanceándose mientras trata de mantener el resto de sí mismo erguido para Edith.
"Allison", se lamenta, pero está llorando tan fuerte que no sale nada más. Cuando
Chesh deja escapar un gemido y finalmente cae de lado, ella casi se va con él. Agarro
sus manos justo a tiempo para tirar de ella antes de que aterrice en el cemento con un
aullido de agonía. "Estoy tan jodidamente asustada."
Edy se lanza hacia mí, pero ya la estoy empujando para ver cómo está Chesh. Hay
tanta maldita sangre que casi resbalo cuando me arrodillo junto a su enorme cabeza.
Es tres veces más grande que los tigres del zoológico local, tiene patas enormes y un
par de ojos grises nublados por el dolor.
"Lo siento, Bailarina de Bragas de Medianoche", respira, y mis ojos se llenan de

lágrimas. Giro mi cabeza para ver a la Anti-Alicia pavoneándose hacia nosotros con
su guadaña. No tengo tiempo para sentarme aquí y ver morir a Chesh.
"Mierda", gruño, poniéndome de pie y alcanzando la Queenmaker. Tengo cerillas,

pólvora y balas de mosquete en la tercera bolsa de mi funda de la Espada Vorpal, pero
no tengo mucho tiempo para jugar con ellas.
Un disparo podría ser todo lo que consiga.
Apago una cerilla, solo para darme cuenta de que tengo algo más bajo la manga: la
carne del hongo.
Cierro la bolsa, raspo la cerilla del fondo del Queenmaker y la enciendo.
La Anti-Alicia comienza a correr hacia mí mientras apunto y disparo.
La bola de metal se eleva y se aleja, chocando contra el cemento justo detrás de la

Anti-Alicia. Las llamas y el calor la arrojan como una hoja de otoño no muerta,
enviándola directamente sobre mi cabeza y sobre el techo de Smith.
Je.
Y el Sr. Smith siempre se queja de que mis padres no abordan el problema del musgo
en los suyos. Ahora, ¿quién tiene un 'crecimiento peligroso' en su techo, eh?
Bromas a un lado, Edith y yo también somos lanzados hacia atrás, directamente en el

vientre musculoso y peludo de Chesh. La explosión naranja y roja de la Queenmaker
forma una mini nube en forma de hongo en medio de nuestra calle suburbana.
Edith se niega a levantarse, acurrucándose al lado de Chesh y enterrando su rostro en

su pelaje. Podría estar muriendo, pero sé que la protegerá hasta su último aliento. Yo,
necesito traer al Sombrerero Loco aquí, y necesito hacerlo jodidamente rápido.
Me pongo de pie a trompicones, vuelvo a poner la Queenmaker en su pistolera y saco

un poco de carne de champiñón.
Mirando hacia la carne blanca y esponjosa, alabo mi propia previsión: tallé una "B"
con la uña para una casa grande y una "S" para un ratón pequeño en las piezas.
Además, me maldigo a mí misma porque las golosinas de los hongos han estado
rebotando en la bolsa de la pistolera, y la desordenada "B" se ve igual que la "S". ¿O
es la "S" que se parece a la "B"?
"Mierda", maldigo, dejando que mi cabeza caiga hacia atrás. Oh bien. Si solo tomo un
mordisco, eso debería responder la pregunta por mí, ¿verdad?
Mantengo mis ojos en la Anti-Alicia mientras lucha por ponerse de pie, su cabello y
ropa arden mientras me mira fijamente y salta directamente desde el techo hacia mí.
Mierda.
Doy un rápido mordisco al hongo, y mi estómago se desgarra justo debajo de mí. Esa
sensación de montaña rusa está de vuelta, y en solo unos segundos, miro hacia arriba,
hacia arriba, hacia arriba mientras la Anti-Alicia navega sobre mí.
Su guadaña destruye el pavimento justo detrás de mí, y me doy cuenta de la maldita

suerte que tengo de haberme comido el hongo "equivocado". Metiendo el trozo de
carne extra de hongos en mi bolsillo, me doy la vuelta, doy unos pasos hacia atrás y
muerdo un gran trozo del otro lado.
Mi cabeza se echa hacia atrás mientras broto hacia arriba, como las plantas de
zarzamora en el patio trasero a las que mamá solía maldecir. Ya sabes, antes de que la
encarcelaran por asesinar a los violadores que asesinaron a mi hermano.
Grito, no puedo evitarlo, mientras disparo al aire como un fuego artificial, mis
extremidades se alargan al tamaño de árboles pequeños, mi voz retumba como una
advertencia de tornado.
En el lapso de un instante, me mareo y tropiezo, pero me elevo sobre la casa de mis

padres y la Morsa.
Raiden Walker todavía está luchando contra el monstruo, pero ahora, soy mucho más
grande que ese pedazo de mierda llorosa. Cuando lo alcanzo, veo al Carpintero
primero, saliendo de la casa con sangre por todo el cuerpo y una sonrisa en su rostro
huesudo y grotesco.
Redirijo mi atención hacia él, agarrando a ese hijo de puta con uno de mis puños
gigantes y apretando tan fuerte como puedo. Es perturbador, por decir lo menos, sentir
el cuerpo de un hombre estallar en mi mano como una uva.
La sangre y los pedazos salpican por todas partes, un saco de carne cae al pavimento
cuando suelto mi agarre. Casi vomito, pero luego, a esta altura, ahogaría a todo el
vecindario.
¡Esta es la mierda más surrealista que he hecho! Pienso mientras mi mente se

apresura a escapar de las consecuencias de mi acto violento. No puedo pensar en eso o
me desmoronaré. Y ahora mismo, no puedo permitirme hacer eso.
Empiezo a volverme hacia la Morsa cuando me doy cuenta de que los pedazos del
Carpintero... se vuelven a juntar, la carne y la sangre se hunden en su saco de carne
hasta que está de pie justo frente a mí de nuevo, total y absolutamente ileso.
"¿Que…?" Maldigo, y las palabras resuenan por el vecindario cuando el siguiente

coche de policía gira a la vista. Y luego otro, y otro, y otro. Antes de que pueda
siquiera imaginarme remotamente cómo manejar este problema, los hombres de azul
están afuera y apuntan con sus armas a la Morsa.
Disparan docenas de tiros que se pegan en la grasa del monstruo y no hacen...

absolutamente nada en absoluto.
Qué. Mierda.
Un dolor agudo se clava en mi tobillo, y grito, mirando hacia abajo para ver a la Anti-
Alicia con su guadaña enterrada en la tela de mis jeans y la carne debajo. Al principio,
es solo un pinchazo, y me imagino que la agarraré y la aplastaré a continuación. Pero
luego, siento esta succión horrible, como si hubiera un vacío fuera de mi herida,
devorando cada gramo de calor que tengo dentro de mí.
Tee aterriza en mi hombro, sacándome de mi sorpresa.
"¡Ella está chupando toda tu magia! ¡Al igual que necesitas golpearla con la Espada
Vorpal y sostenerla, ¡así que ella tiene que hacerte lo mismo con su arma!" Me quedo
ahí parada, con el corazón latiendo con fuerza, la oscuridad arrastrándose en mi
visión. Y luego siento otro dolor agudo en mi pierna, miro hacia abajo y veo que
Chesh acaba de gatear varios pies para morderme.
La tibia filtración de sangre de mi tobillo izquierdo me saca de él por completo, y

pateo a la Anti-Alicia lejos, desalojando su guadaña en el proceso. Aterriza en los
arbustos cerca de la casa en ruinas de mis padres, pero no se queda abajo por mucho
tiempo.
"Tee, ¿qué hago?" Pregunto mientras agita sus alas y se mueve hacia mi otro hombro,
apuntando hacia la Espada Vorpal del tamaño de un automóvil en mi mano.
"Golpéala con eso", gruñe, y tengo este momento de ajá.
Hoja gigante... ¿absorbe más magia que una hoja pequeña?
¿Veeerdad?
Caigo de rodillas, sacudiendo la calle, y giro la Espada Vorpal en la dirección de la

Anti-Alicia. Su lazo rosa ondea con la brisa de mi movimiento, y su abdomen se corta
por la mitad.
Dios mío, más sangre.
Sangre, sangre, sangre, está en todas partes.
La Anti-Alicia permanece inmóvil como una piedra por una fracción de segundo, y
luego se desmorona, colapsando en el suelo en pedazos. Y, sin embargo,
definitivamente no está muerta. Ni por asomo.
La Morsa choca contra mis rodillas, tirándome hacia atrás mientras lo persigue un
enjambre de murciélagos. Mientras tropiezo, se acerca a la Anti-Alicia, recogiendo
ambas mitades de ella con la boca antes de despegar con el Carpintero aferrado a su
costado.
La Tortuga Falsa está en la espalda de la Morsa, montándolo como un maldito dragón
llorón.
Rompen la cerca entre nuestra casa y la siguiente, en dirección al campo vacío y al

bosque.
"¡No encuentro el espejo!" Dee gime, aterrizando en mi otro hombro. "¡El Grifo se ha
ido! Deben tener aliados de Topside."
"¡¿Aliados en la superficie?!" Le pregunto, pero luego siento este repugnante

movimiento dentro de mí, y me doy cuenta de que me tambaleo un poco, como si
estuviese a dos segundos de desmayarme. Tonterías. Levanto el enorme trozo de carne
de champiñón a mis labios y le doy un mordisco, tropezando mientras mi estómago se
tambalea, y empiezo a sentir que me estoy cayendo.
Los gemelos despegan de mis hombros antes de que mi cuerpo sea demasiado
pequeño para estar de pie, pero la repentina ráfaga del suelo viniendo hacia mí, la
herida en mi pierna y la magia que me han succionado... rápidamente me hacen caer
sobre mis pies en una planta de cara.
Lo último que veo de la batalla es el espantoso gris del cemento agrietado.
Mis sueños están tan jodidos que hacen que Underland parezca Wonderland. Me
muevo y sudo, enredándome tanto en las sábanas que cuando me despierto, estoy
convencida de que me han secuestrado la Morsa y el Carpintero, que me están
sujetando como Liam y sus amigos, que...
"Allison", susurra Chesh, sentándose a mi lado en forma de gato. Tiene a Dinah a su

lado, mirándolo como si fuera la segunda venida de Cristo. Me levanto bruscamente,
luchando con uñas y dientes para quitarme las sábanas, cuando se abre la puerta y
entra mi padre.
"Te desmayaste", dice, con el ceño fruncido por la preocupación mientras ahuyenta a
los gatos y se sienta en el borde de la cama. "Aquí, te traje un poco de la famosa sopa
de pollo con fideos de mamá".
"¿Mamá hizo esto?" Le pregunto, que es una pregunta estúpida porque, por supuesto
que no lo hizo. Está en prisión. Maldita, prisión de chupapenes. "Quiero decir, ¿usaste
la receta de mamá?"
Papá asiente con la cabeza mientras tomo la bandeja, todo el tiempo tratando de
descubrir cómo está tan malditamente tranquilo cuando nuestra casa fue destruida, vio
a su hija muerta reencarnada en un monstruo y su otra hija reapareció después de dos
semanas de silencio.
"La policía está aquí; quieren hablar contigo", dice en voz baja, mirando hacia su
regazo, con las gafas deslizándose hasta la punta de la nariz.
Por supuesto que la policía quiere hablar conmigo: toda la calle parece una zona de
guerra.
"¿Cómo está Edith?" Me las arreglo para ahogarme, tomo una cucharada del caldo
amarillo y dejo que gotee de nuevo en el cuenco. Ni siquiera puedo mirar a mi padre
en este momento, y no tengo idea de cómo voy a enfrentar a mi hermana. Estaba tan
asustada que se orinó. ¿Cómo me disculpo por traerme todo eso?
"Enojada, feliz, confundida". Papá aparta la mirada de mí, hacia un póster que tengo
en la pared. Es de la exhibición Alice's Adventures in Wonderland en el museo local, y
presenta una de las ilustraciones de John Tenniel.
Je.
Apuesto a que uno no se abre a un pasillo oscuro con antorchas, o que conduce a un
dormitorio en forma de corazón donde un magnífico Duque...
La puerta se abre de golpe y ahí está: el Duque Salvaje, mirándome con sus ojos
dorados. Su cabello rubio-dorado cuelga sobre su frente, pero sus cuernos y su cola ya
no están.
"Allison Liddell", dice North con esa voz retumbante suya, ordenando a todos en la
habitación que se detengan y lo miren.
Estoy bastante segura de que mi padre salta fuera de su piel.
"¡Dije que todos los policías abajo!" Henry ladra, levantándose de la cama e inflando
el pecho. El Duque ya está inflado, por lo que es casi, un poco divertido verlos tener
un enfrentamiento en la puerta de mi habitación.
"Yo, buen señor, no soy" comienza North, mientras hago a un lado la sopa de pollo
con fideos y me arrojo fuera de la cama, metiéndome entre los dos hombres en guerra.
"Estoy segura de que este detective sólo quiere una declaración", comienzo,
empujando a North hacia el pasillo antes de tomarlo de la mano y arrastrarlo hacia la
antigua oficina de mamá. Estoy a punto de empujarlo y cerrar la puerta cuando miro
hacia las escaleras.
Y veo al maldito Rey.
Lleva traje y guantes, pero su cabello es rojo como la sangre y su ceño fruncido es lo
suficientemente afilado como para cortar queso.
"¿Qué..." comienzo, porque puedo ver muy claramente la sala de estar, y nada ha sido
destruido. Todo está tal cual estaba cuando salí por primera vez del Espejo. "De
ninguna manera, de ninguna puta manera", murmuro, tropezando con los primeros
escalones y luego simplemente mirando la perfección inmaculada de la casa.
La pared frontal sigue ahí, la ventana está entera, el sofá está limpio y blanco.
Lo único 'apagado' que noto es una lámpara que parece estar pegada debajo de la
mesa auxiliar, en lugar de estar encima de ella. Ah, y está la mesa del desayuno desde
el rincón del frente, apoyada en el techo y completamente preparada para el té con
cubiertos, servilletas e incluso una tetera.
Me balanceo un poco, pero el Duque me agarra del codo y me doy cuenta de que
probablemente solo estoy teniendo otro sueño. Quiero decir, ¿de qué otra manera
explicas la repentina aparición del Duque y el Rey? ¿La reencarnación del salón? ¿La
falta de miembros de SWAT en mi casa?
"Hola, Sonny", dice el Conejo Blanco, apareciendo desde la cocina con un cronómetro
en la mano derecha. Presiona una perilla en el costado y mi papá, que estaba a medio
camino de la puerta de mi habitación, se congela en su lugar.
Como, literalmente se congela, y me encuentro mirando una versión de estatua del

hombre llamado Henry George Liddell.
"¿Qué demonios?" Susurro, tratando de pellizcarme para despertarme.
No funciona.
Todo lo que obtengo son pequeñas ronchas en el interior de mi brazo.
"Solo relájate y escucha: no puedo aguantar tanto tiempo sin desmayarme", dice Rab,
su voz como sombras sobre el hielo. Hermoso, pero frío, solitario. Como que quiero
calentarlo. También quiero abofetearlo, porque... ¡¿qué diablos está pasando aquí?!
"Hemos reparado el daño a tu casa", dice Lar, sin alas y aun etéreamente hermoso con
su cabello rubio azulado y sus ojos de cielo de verano. Está de pie cerca de la puerta
principal, y yo estaba tan perpleja por la transformación de la sala de estar que no me
di cuenta al principio. Mirándolo ahora, no puedo imaginar cómo lo extrañé. Es
demasiado hermoso, demasiado perfecto para ser visto. "Y por el momento, tu
hermana y tu padre no recuerdan lo que pasó. Pero lo harán. Ningún recuerdo
permanece oculto para siempre".
"¡¿Cómo hicieron esto, chicos?!" Jadeo, y Rab me sonríe con dientes grandes y
blancos, sin orejas de conejo a la vista en la parte superior de su cabeza. Ya encuentro
que los extraño mucho.
"Magia", dice Rab, levantando su cronómetro. "Pero no durará, y no es ilimitado. Solo

tengo tanto en mí antes de morir".
"¿Morir?" Le pregunto y aprieta los dientes, asintiendo bruscamente.
"Morir. Cada segundo que congelo el tiempo me quita una hora de mi vida".
"¡¿Qué?!" Suelto, bajando las escaleras y arrebatándole el reloj de la mano. La idea de

perder tanto tiempo con él es... Bueno, apenas me gusta el chico, pero... ¡pero es
exasperante! "Deja de usarlo entonces", gruño cuando mi padre comienza a moverse
de nuevo, parpadeando abruptamente al encontrarme de repente de pie al pie de las
escaleras con los cuatro hombres que no creía que hubieran logrado atravesar el
Espejo.
Pero no puedo preguntar ahora. Más tarde, sin embargo.
Tan pronto como me recupero lo suficiente como para prestar atención, veo que Lar y
Rab están vestidos con uniformes negros de policía. El Rey y el Duque llevan trajes,
como si fueran del FBI o alguna mierda.
"Ahora, le pedí paciencia y respeto a mi hija", gruñe Henry, ya en modo papá dragón.
Me pregunto qué pasaría si se enfrentara a un dragón de verdad. Err, lo siento,
jabberwock. "Ya puedo verlos a ustedes zambulléndose para matar".
"Estimado señor, si estuviera 'lanzándome a matar', como dijo tan elocuentemente,

entonces lo sabría," El Duque Salvaje gruñe esta última parte, lo que confunde a mi
padre, ya que parece tener la impresión de que el hombre que está frente a él es una
especie de detective o algo así.
"Está bien, está bien", le digo, corriendo por las escaleras y dándome cuenta de que
mierda, mi pierna todavía me duele, y Jesús, este va a ser un día difícil de superar.
"Estoy segura de que el buen hombre solo está tratando de hacer su trabajo, ¿verdad
Detective North?"
El Duque me da esto... quiero decir, una mirada agresiva, carnal, y los ojos de papá se
abren como platos. Estoy bastante segura de que cuando los hermosos labios de North
se abran para decir algo, la primera palabra en la punta de su lengua sé que es
compañera. De acuerdo, tal vez la primera palabra será mía, pero compañera es una
segunda cercana.
"Bueno, encuentro su conducta inapropiada", dice papá, agarrándome por el hombro y

empujándome a un lado. "Y realmente no me gusta la forma en que te mira. Ahora, no
tengo ningún problema con la policía de Eureka, pero pronto lo haré si no sales de mi
casa".
"Se estaba yendo de todos modos", digo, dándole a North un por favor, querido Dios,
¡solo vete! una especie de mirada. Siento un pequeño apretón alrededor de mi tobillo
y me doy cuenta de que el Duque tiene la maldita cola fuera. "Entonces, vete, adiós."
Empujo a mi papá y espero a que North baje los escalones.
Le toma una cantidad incómoda de tiempo dejar de mirarme antes de que finalmente
se vaya, deslizando su mano por la barandilla, con la barbilla levantada como si
todavía estuviera de vuelta en Underland en su palacio de pantalones de fantasía.
Hace una pausa en la parte inferior, junto a Brennin Red, y luego me mira.
Ahora, los cuatro hombres están mirando.
El Rey y su séquito.
Entonces, ¿dónde está el resto de mis... me refiero los chicos?
"Cuando tenga un minuto", dice Brennin, su voz como carbón y humo, "por favor
envíe un mensajero con una invitación para jugar al croquet".
¡¿Ehhhh?!
"¿Un mensajero?" Pregunta papá, luciendo total y absolutamente desconcertado.

"O. Te. Llamaré. A. Tú. Celular", gruño, señalando la puerta principal.
"Mi teléfono no funciona en la parte superior", dice el Rey, agitando perezosamente

una mano enguantada en el aire. Se quita el pelo rojo sangre de la frente mientras yo
aprieto los dientes y hago todo lo posible por no gritar.
"Tiene un mal servicio", le digo a mi papá.
"¿Tuviste tiempo para hablar sobre el servicio celular?" Papá pregunta, pero luego me
mira y algo se rompe dentro de él.
Todavía no hemos superado mi regreso, ni siquiera cerca.
"Dejamos tus cosas al lado del gato", dice Lar, dándome un pequeño saludo mientras
los cuatro se dirigen hacia la puerta principal y salen.
Ya los extraño.
Siento que me estoy quedando atrás.
Y luego un cuerpo suave y peludo se frota contra mis tobillos, y miro hacia abajo para
encontrar a Chesh saltando contra mis pantorrillas. De alguna manera, estoy vestida
con un camisón viejo y no recuerdo haberme cambiado de ropa. Apuesto a que uno de
los chicos lo hizo; es mejor que no se hayan sentido nada. Eso es asalto, ya sabes, en
caso de que no lo supieras.
"Allison", dice papá en voz baja, fragmentos de su corazón roto revoloteando en el

aire con su voz. "Solo porque apareciste anoche, y ahora es de mañana, eso no cambia
nada. Tenemos mucho de qué hablar".
"Lo sé", digo, sintiéndome tan culpable que apenas puedo soportarlo. "¿Pero está bien
si me ducho primero?"
Papá asiente cuando la puerta de Edith se abre, y veo su rostro somnoliento

mirándome. Ella solía hacer eso todo el tiempo cuando éramos pequeñas, abrir la
puerta y mirarme en la sala de estar, o camino al baño, en mi habitación cuando de
vez en cuando dejaba la puerta abierta. Lo odiaba en ese entonces… ya no tanto.
"¿Ducharte?" Pregunta papá, mirándome aturdido. Se ajusta las gafas y pasa las
manos por la parte delantera de su arrugada camiseta blanca. Estoy acostumbrada a
que mi papá se vea perfecto: después de todo, es profesor universitario. Pero ahora
mismo, con manchas de café por todo el pecho, el cinturón sin un lazo y dos zapatos
izquierdos en los pies… Apenas lo reconozco. "Sí, por supuesto, pero... deja la puerta
entreabierta."
"¡Padre!" Lo reprendo, volviendo a los viejos hábitos. Lo sobresalta por un segundo,

pero luego hay un silencio incómodo entre nosotros, como si ni siquiera me conociera.
"Me ducharé, me vestiré y..."
"¿No vamos a ver a mamá hoy?" Pregunta Edith, empujando la puerta para abrirla el
resto del camino. Ella ya está cubierta de maquillaje, su cabello rizado, vestida con
una camiseta blanca y pantalones cortos.
"Iremos a ver a mamá", dice papá, mirándome mientras me retiro a mi habitación y

cierro la puerta detrás de mí. Pongo mi oreja contra la madera y escucho por un
minuto para ver si Edy y papá todavía están ahí afuera, pero parece lo suficientemente
silencioso.
Chesh está sentado en mi cama junto a Dinah. Ella no deja de frotar su cabeza contra
él, lo que encuentro adorable pero estoy bastante segura de que él no. Le doy una
palmada en la cabeza y luego me detengo junto a mi escritorio para encender mi iPod.
White Rabbit de Egypt Central se pone en marcha y enarco una ceja. Esa es... una
canción extrañamente apropiada.
"Está bien, háblame", le digo, sentándome en el borde de la cama junto a los dos
gatos. Pongo a Dinah en mi regazo, acariciando con mis dedos el pelaje negro y liso
de su espalda. Chesh me mira como si quisiera que lo acariciara.
Solo... tal vez no su espalda.
"¿Hablar contigo?" ronronea, poniéndose de pie y estirándose. Espero que se

mantenga en forma de gatito porque mi padre o mi hermana podrían entrar fácilmente
en cualquier momento, pero... ¿por qué debería esperar sensatez de estos hombres de
Underland de todos modos? "¿Supongo que quieres saber dónde se han ido los
demás?"
Cambia a su forma humana, todavía vestido con ese traje con el que lo vi por última
vez durante el Baile de Corazones Rotos y Tartas Robadas. Me hace preguntarme de
dónde sacaron sus trajes el Duque y el Sombrerero.
Chesh lanza sus brazos alrededor de mi cuello y acaricia mi garganta, haciendo que
mi corazón palpite mientras siento su calor presionar contra mi espalda.
"Estaba tan preocupado cuando te fuiste con el Rey", murmura, mordisqueando mi
lóbulo de la oreja. Se siente tan malditamente bien, que es casi físicamente doloroso
sacarlo. "Tan pronto como lo hizo, hubo una conmoción. El Caballero Blanco y
Knave se pelearon un poco".
"¿De verdad?" Pregunto, imaginándome a Chevalier enfrentándose cara a cara con

Inés y sus dos espeluznantes maridos.
"Y luego alguien encontró guardias muertos en la cocina, blah blah blah". Chesh
bosteza, soltándome, para poder arquear la espalda y rasguñar con sus uñas mi colcha.
Dinah deja escapar un pequeño maullido y lo golpea, pero él le sisea y ella retrocede.
"Fue simplemente un pedazo de-mierda-mierda-mierda-mierda."
"Muy descriptivo", digo, dándome cuenta de que la sangre seca se ha desprendido del
brazo de Chesh y se ha caído al mío. Lo cual, por supuesto, me recuerda que la última
vez que vi al gato de Cheshire, estaba desangrado. "¿Cómo sigues vivo?" Pregunto,
dándome la vuelta para enfrentarlo.
Toma mi cara entre dedos con garras y luego se inclina hacia mis labios.
"Quizás traer al vampiro mercenario al Reino de Corazones no fue la peor idea del
mundo", ronronea, lamiendo mi labio inferior, su cola rayada en blanco y negro se
balancea perezosamente detrás de él.
Una de las orejas de gatito de Chesh se arquea en dirección a mi puerta, y luego se

aleja rodando de mí hacia la alfombra junto a mi cama.
Edith aparece un momento después y me mira.
"¿Con quién hablabas?" pregunta, deslizándose dentro y cerrándola detrás de ella. Una
fracción de segundo después, Chesh en forma de gatito se sube a mi cama y se estira.
Edy le lanza una mirada extraña.
"¿De dónde vino este gato de todos modos? Traté de sacarlo afuera, pero me mordió y
luego roció mi bata de baño".
"Yo, eh, lo encontré en la calle, empapado hasta los huesos. ¿De qué otra manera se te
pega un gato?" Sonrío mientras cito las palabras del Duque, cruzando los brazos sobre
mi pecho y tratando de no frustrarme con Edy. Ella no sabe que estoy lidiando con
políticas de otro mundo. Todo lo que sabe es que su hermana desapareció durante dos
semanas y ahora está de regreso.
"No creas que he olvidado lo que pasó ayer", dice, y el pelo de la parte posterior de mi
cuello se eriza. Chesh también. Lo acaricio para calmar su pelaje de nuevo en su
lugar. "Tú y los bichos raros del cosplay. ¿Dónde están ahora?"
Oh eso.
Ella nos recuerda dando tumbos a través del espejo; eso es todo lo que recuerda,
espero.
"¿Recuerdas haber tomado café con papá?" Pregunto, y Edith levanta una ceja.
"Sí, y uh, ¿cómo es eso importante comparado contigo, y tu pintura plateada, y

abrazar a un tipo que nunca hemos conocido? ¿Jodidamente desnuda?"
"¿Qué pasó después del café?" Pregunto, porque me estoy volviendo cada vez más
curiosa, jodidamente más curiosa a cada segundo.
"Después del café, te desmayaste y papá te llevó arriba. Jesús, realmente debes estar
fuera de esto. ¿Cuántas drogas tomaste mientras no estabas?"
Realmente tengo que pensar en eso por un momento.
Fumé mucha marihuana, eh, merlán, y definitivamente bebí un poco de té reforzado.
"Necesito ducharme", digo, recogiendo un par de jeans limpios, una camisa que dice
No pueden quemarnos a todos con un pentagrama atrapado en un símbolo de Venus, y
algo de ropa interior. Agarro a Chesh en mi otro brazo y me dirijo al baño.
"Salir corriendo de mí no me hará olvidar", susurra mientras paso, pero como no

tengo ni idea de qué decirle, me deslizo hacia el baño y cierro la puerta detrás de mí.
Una vez que el agua y el ventilador están funcionando para darnos un poco de
privacidad a Chesh y a mí, lo miro.
"¿Puedo tener un momento para cambiarme?" Pregunto, y él inclina la cabeza hacia

un lado como si estuviera pensando, moviendo la cola detrás de él. Se lame el hombro
y luego me mira.
"Puedes tener dos momentos y treinta y tantos segundos", dice, pero luego sigue
mirándome con esos hermosos ojos grises suyos. Poniendo los ojos en blanco, lo
agarro por la nuca, lo meto en el armario debajo del fregadero y me cambio lo más
rápido que puedo.
Afortunadamente, hay una ventana en la ducha, esta vieja de los ochenta con vidrio
esmerilado que mi padre piensa que es lascivo, y a mi madre le encanta porque deja
entrar la luz del sol mientras se ducha. Supongo que se duchaba, ya que nunca saldrá
de la cárcel para volver aquí.
Dejo salir a Chesh y trepo a través de ella, dejando el agua sobre en marcha. Si papá o
Edith de alguna manera se dan cuenta de que me he ido, les diré que salí a tomar aire
o algo mientras ellos no miraban. Si están vigilando la puerta, bueno, ya desaparecí
durante dos semanas, así que escabullirme por la ventana durante diez minutos no
debería importar mucho, ¿verdad?
Arrastrándome por las tejas del techo, tomo mi ruta probada y verdadera hacia el patio
trasero, salto a la tapa de la bañera de hidromasaje y levanto una ceja mientras Chesh
se mueve en el aire en su camino hacia abajo detrás de mí. Aterriza con unas cien
veces más gracia que yo, se quita la pajarita y la arroja al montón de tulipanes de
mamá.
Ella los plantó en forma de corazón, por lo que cada año, mueren y luego vuelven a
crecer en la misma forma. Me encantan los bulbos en flor. Bueno, en la primavera de
todos modos. Es solo un trozo de tierra desnuda en este momento.
"¿Asumo que sabes a dónde vamos?" Pregunto, y luego escucho una voz familiar
desde los arbustos a mi izquierda.
"Las suposiciones te hacen un tonto y tus pantorrillas, dos de las cuales todos
tenemos". Dee sale de los arbustos y me saluda con un pequeño saludo, su cabello
negro y azul revuelto y enmarañado con sangre vieja. "A menos que, por supuesto,
seas un amputado, entonces podrías tener una pantorrilla o ninguna y luego la única
persona que es un asno eres tú".
"Oh, wow, gracias por eso", susurro, pero parece que no puedo evitar cruzar el césped
a medio trote. Le rodeo el cuello con los brazos mientras se ríe y le doy un beso
rápido en la mejilla; no puedo arriesgarme a uno en la boca en este momento porque,
ya sabes, con alas y todo. "Me alegra que estés bien."
"Estamos todos bien", susurra, "pero si el Rey y Compañía no hubieran salido del
Espejo cuando lo hicieron, todos estaríamos muertos".
"Entonces el espejo..." comienzo y Dee me da esa expresión de labios apretados que

dice mucho.
No lo tenemos.
"Podemos volver a la Madriguera del Conejo", comienzo, pero él ya niega con la
cabeza.
"No podemos ir a ninguna parte hasta que recuperemos el Espejo", dice Dee, pero en
mi corazón, ya lo sé. Quien sostiene el espejo tiene el poder, ¿no es así? Quiero decir,
poder viajar entre mundos es monumental.
"No está roto, ¿verdad?" Pregunto, pero Dee ya está negando con la cabeza y pasando
los dedos por el cabello negro con mechas azules. Sus alas se han ido, pero por ahora,
eso es lo mejor. Explicar unas alas de diez metros a Tom, Dick y Harry no suena
exactamente como un buen momento.
"La Morsa y el Carpintero están tan preocupados por mantener el espejo entero como
nosotros". Dee hace una pausa y mira por encima del hombro, hacia las oscuras
sombras del bosque. "Vamos. Hay algo que creo que necesitas ver."
Dee toma mi mano y me empuja detrás de él mientras el gato se mueve y se acurruca

entre las hojas junto a nosotros, el collar tintineando mientras camina.
A medida que nos movemos, noto diminutos hongos que brotan de la tierra húmeda,
brillando y brillando en colores antinaturales. Eso... no es normal para Topside.
Debería saberlo: crecí en este mundo aburrido y monótono.
"Dee", comienzo, pero el bosque está tan jodidamente silencioso, de manera

antinatural. No escucho pájaros ni instintos, solo el crujir de hojas crujientes bajo
nuestros pies. Me mira, pero yo solo niego con la cabeza. Más tarde, preguntaré más
tarde. En este momento, tengo mariposas por su declaración críptica. ¿Algo que
necesito ver? Nadie deja caer una declaración como esa a menos que esté sucediendo
algo malo.
Tejemos a través del bosque, empapados de sombras y goteando en ramas de hoja

perenne. Pequeñas y congeladas gotas de agua besan mi nariz y mis labios mientras
miro hacia arriba.
"¿Quizás deberías advertirle?" Chesh dice después de un rato, volviendo a su forma

humana y moviendo la cola hacia adelante y hacia atrás. Mira a Dee con ojos que
hacen juego con el cielo: un gris oscuro y tormentoso.
"Quizás", dice Dee, haciendo una pausa cuando escuchamos el chasquido agudo de
los dientes y sentimos el olor acre de la sangre.
"¿La Tortuga Falsa?" Pregunto, pero Dee niega con la cabeza de nuevo, se agacha
para rascarse el vientre a través de la camiseta. Estoy bastante segura de que
reconozco esa camisa, es de Fred. Y ahora que lo pienso, esos trajes que llevaban el
Rey y el Duque también eran de Fred. Me sorprende que papá no se haya dado cuenta.
¿O tal vez lo hizo, y solo usaron algo de su vudú de Underland con él?
"Es el Sombrerero Loco", me dice Dee, mirando hacia el suelo y luego hacia mi
rostro. "Está... bastante jodido. No sé cómo decirlo de otra manera".
"Está en un frenesí", dice Tee, saliendo de entre dos árboles. Mi corazón da un salto
cuando lo veo, esa mirada curiosamente severa en su rostro que lo hace parecer una
década mayor que su hermano gemelo. Frota la palma de su mano derecha por la
izquierda, mostrándome los gloriosos tatuajes de plumas en el dorso de sus brazos. "Y
no sabemos cómo sacarlo de eso".
Paso por delante de Tee y rodeo un apretado grupo de abedules2, encontrándome cara
a cara con el Sombrerero Loco.
O... lo que solía ser el Sombrerero Loco.
"Santos jodidos corazones", maldigo, golpeando mi boca con mi mano cuando esos
ojos salvajes se turnan para mirarme.
Raiden Walker está encadenado a una enorme secuoya3; sus tobillos están fuertemente
unidos con gruesos y pesados eslabones de metal, y sus brazos están hacia arriba y
hacia los lados. La expresión de su rostro no es en absoluto humana. Mierda, parece
un maldito vampiro en este momento. Sus ojos color mermelada son de color naranja
neón y brillantes, y sus dientes son dos veces más largos y afilados que antes. Está
mordiendo el aire como un perro rabioso y gruñendo, como un esclavista y la sangre
goteando de sus labios.
La Libre de March está apoyada contra el costado del árbol junto a él, sangrando
profusamente por el cuello. No solo parece que Raiden lo mordió, más bien que le
arrancó un pedazo a su amigo.
"Que…?" Comienzo cuando March se acerca con una mano grande y se frota la
herida sangrante. Bueno, en realidad, es más como carne cruda y harapienta, pero si la
miro demasiado de cerca, podría enfermarme. Solo mantendré mi mirada en otra
parte. Como en el Sombrerero Loco, y su piel demasiado blanca, sus pupilas dilatadas
2
Es un género de árboles de la familia Betulaceae y del orden Fagales
3
Es un género monotípico de plantas perteneciente a la familia de las cupresáceas, subfamilia Sequoioideae
y las venas abultadas en los músculos de sus brazos mientras lucha por escapar de su
confinamiento. "¿Así es como se ve en frenesí?"
"Así es como se ve en frenesí si no se controla", gruñe March, bajando la cabeza. Esta

vez, su sombrero de copa se cae y golpea el suelo del bosque. De él salen todo tipo de
cosas: revólveres gemelos, varios cuchillos, viales de veneno... ¿lubricante? "Traté de
alimentarlo antes de que perdiera la maldita trama, pero ha perdido su maldita
mierda". March golpea su puño contra el árbol, rompiendo la corteza y atrayendo la
atención del Sombrerero Loco hacia él.
Raiden muerde el aire, haciendo vibrar las cadenas y haciendo crujir los eslabones.
Estoy seriamente preocupada de que se escape.
"Es su culpa que hayamos perdido al puto Espejo, escoria mercenaria", gruñe Red,
parado allí con el traje de mi hermano, y luciendo completamente fuera de lugar en las
oscuras sombras del bosque.
"Oye", dice March, levantando su sombrero del suelo y metiendo todas sus golosinas
en él. "Sin esa escoria mercenaria, tu Alicia estaría muerta." March se pone de pie y
se pone el sombrero en la cabeza, la sangre empapa su camisa y se la pega al pecho.
Parece que también tomó prestada parte de la ropa de Fred. Tendremos que tener
cuidado; Mi papá podría haber estado demasiado distraído para darse cuenta esta
mañana, pero si me pilla con nueve tipos todos vestidos con la ropa de mi hermano
muerto, vamos a tener problemas.
"Es cierto", dice Tee, dándole una mirada al Rey. "Y sabes que no soy fanático del
Sombrerero. Pero si no hubiera entrado en un Frenesí, la Morsa y el Carpintero nos
habrían matado a todos, y lo sabes".
"Bueno, si hubiera logrado contener su Frenesí solo una fracción de pulgada,

podríamos haber podido tomar el Espejo. En cambio, pasamos nuestro tiempo
tratando de asegurarnos de que no nos asesinara o cualquier Topsiders desprevenidos
que, por cierto, son idiotas". Rab mira alrededor del bosque con sus ojos rojos, como
si estuviera buscando espías. "Sin embargo, ¿sobreviviste dieciocho años aquí? Qué
pesadilla".
Enarco una ceja porque… vamos. Underland está jodido, pero también Topside.
Cuando llegué por primera vez a Underland, todo lo que quería era volver a casa.
Ahora que estoy aquí, todo lo que quiero es volver.
"Hay tanta magia aquí como en casa", dice Lar, sin alas y luciendo miserable por ello.
Juega con uno de sus pendientes rojos y suspira. "Sólo está... atrapado."
"¿Bajo una capa de masculinidad tóxica, política divisoria de dos partidos y
tonterías?" Pregunto, pero nadie entiende la broma y, de todos modos, no creo que
pueda encontrar mucha gracia con el Sombrerero Loco gruñendo y mordiendo el aire
de esa manera. "¿No puede simplemente convertirse en una bandada de murciélagos y
escapar de esas cadenas?"
"Una colonia de murciélagos", corrige la Liebre de March, mientras el Duque frunce

el ceño y remueve las hojas caídas con la cola. "Se llama una colonia de murciélagos,
y sí, podría. Es por eso que lo estamos observando particularmente de cerca. Si lo
hace, y atrapamos incluso a uno, podemos evitar que se vuelva a reformar. Incluso en
su estado salvaje, él lo sabe. Será cauteloso con lo que haga".
"Entonces, ¿cómo arreglamos esto?" Pregunto, acercándome unos pasos. Mi

movimiento vuelve a llamar la atención del Sombrerero Loco, y hago una pausa, las
risas nerviosas se apoderan de mi vientre.
"Sangre", dice March, pero incluso él se ve un poco... jodidamente asustado. "Pero

está tan fuera de lugar en este punto que no aconsejaría ofrecer tu cuello".
"¿Qué haces normalmente con él cuando está así?" Dee pregunta, inclinando la cabeza
hacia un lado y estudiando al Sombrerero Loco con ojos de zafiro.
"¿Por lo general? ¿Porque hay tantos ángeles de los que puede alimentarse?" March
pregunta, y luego suspira, como si no estuviera siendo un idiota a propósito por una
vez. Se quita el sombrero, hurga en él y saca una piruleta en forma de... bueno, un
sombrero de copa. Se lo mete en la boca y vuelve a suspirar. "Estoy jodidamente
perplejo. ¿El sexo, tal vez, podría ayudar?"
Me mira directamente cuando dice eso.
"¿Sexo?" Me ahogo y me sonrojo cuando los nueve chicos se vuelven para mirarme.
Eso es un montón de penes grandes para satisfacer. Maldita profecía. ¿He mencionado
alguna vez que odio las profecías? "No voy a tener sexo con él; me arrancaría la
vagina de un mordisco".
"¿Sexo para calmar a una bestia?" pregunta el Duque Salvaje, y noto los más
pequeños puntos de cuernos que sobresalen de su cabello dorado. El Rey se acerca y
pone una palma sobre uno, empujándolo de nuevo a su lugar mientras North le gruñe.
"¿Es eso lo que estás diciendo?"
"Estoy diciendo que no tengo ni idea de qué hacer. Esta es la primera vez que Raiden
está en un frenesí. Solo tiene veintiocho años, ya sabes. Solo un bebé vampiro".
March se recuesta contra el árbol, chupa su piruleta y juega con los frascos de colores
brillantes alrededor de su cuello.
"¿Tiene veintiocho?" Pregunto. La misma edad que el Rey. No tan viejo en realidad,
pero... como, tengo dieciocho, así que... "¿Cuándo se fue de Topside a Underland?"
El Sombrerero Loco gruñe y estalla, salpicando sangre por todo mi cuerpo. Me toma
un minuto darme cuenta de dónde viene la sangre: se mordió la lengua y los labios.
Ay.
"Hace quince años", dice March, arqueando una ceja. "¿Por qué?"
"Simplemente no importa." Me quedo ahí por un momento, pasando mi lengua por mi

labio inferior. "¿Asi que que hacemos?"
"Eres la futura Reina de Corazones", dice Red, su rostro tan estúpidamente arrogante
como siempre lo es. Todavía no puedo decidir si lo odio o si estoy jodidamente
obsesionada con él. "Dínoslo tú. Necesitamos el Espejo, tenemos que volver a casa y
necesitamos que el Sombrerero Loco deje de comportarse de forma destructiva".
"Y, necesito pasar algo de tiempo con mi familia". Le doy una mirada al Duque.
"Además, por favor, no interactúes con mi padre o mi hermana sin antes consultarme.
Ya tengo suficiente mierda con la que lidiar con respecto a mis dos semanas de
ausencia".
"Estuvimos encubiertos esta mañana ", dice Lar, su cabello rubio azulado alborotado
por una brisa sobrenatural. Incluso aquí, en Topside, tiene magia a su alrededor. "El
hechizo que les lancé debería evitar que recuerden demasiado a la vez. Para cuando
les golpee y recuerden todo lo que han visto, nos habremos ido". Hace una pausa, los
ojos azules suaves se deslizan hacia un lado, como si pudiera ver algo acechando en el
bosque. "Ojalá."
"La importancia de mi familia no termina cuando regrese a Underland". Le doy a

Brennin Red una mirada dura, encontrándome con sus ojos oscuros directamente.
"Quiero acceso completo al Espejo".
"Y mira lo bien que te fue ayer", dice, entrecerrando los ojos hacia mí.
"Esto es un factor decisivo para mí", espeto, y me doy cuenta de que estoy siendo
demasiado ruidosa. Estamos en el bosque, claro, pero hay casas a lo largo del borde de
este parque. Además de los excursionistas, los adolescentes que buscan lugares para
follar o besarse, las personas sin hogar. Podríamos encontrarnos en cualquier
momento, y tengo a un hombre literalmente echando espuma por la boca que necesito
arreglar de alguna manera. "Le daré mi sangre al Sombrerero".
"¡Allison!" Tee chasquea, mordiéndose el labio inferior. Metió los dedos en los
bolsillos delanteros de sus jeans prestados. Incluso con sus ojos morados y esos
hermosos tatuajes de alas, parece un niño normal en este momento. Para mí, es tan
sexy como cuando estaba canalizando su lado de príncipe ángel. "Te matará si tiene la
oportunidad."
"Bueno, no podemos simplemente dejarlo así", digo, dando un paso más hacia el
Sombrerero Loco, sin preguntarme por primera vez quién era, de dónde venía. Debe
tener una familia en alguna parte, ¿verdad? De alguna manera, en mi mente, lo había
imaginado como un viejo vampiro de hace como doscientos años, alguien cuya
familia estaba muerta y desaparecida.
Es posible que todavía tenga una madre buscándolo, un padre, hermanos.
Levanto las manos y retrocedo cuando Raiden me ataca. Su sombrero de copa todavía
está puesto, cayendo perezosamente a un lado, y está usando la misma ropa del baile,
solo que está hecha pedazos y salpicada de sangre.
"Oye", le digo, mirando atentamente su rostro, "sé que estás ahí en alguna parte, el
idiota antagonista y chantajista que conocí la semana pasada". Tomando una
respiración profunda, extiendo la mano y toco un lado de su cara mientras él actúa
como un gato salvaje e intenta morderme. Me pregunto brevemente si debería ofrecer
mi muñeca o algo, pero luego tengo el miedo muy real de que me muerda la mano.
Paso mis dedos por las mejillas del Sombrerero Loco, teniendo cuidado de
mantenerlos fuera del alcance de sus dientes. Cuando los deslizo hacia arriba y hacia
su sedoso cabello negro, veo que todo su cuerpo se pone rígido.
"Necesitamos tu ayuda", le digo, porque vi lo jodidamente cerca que estuvimos de que

nos entregaran el culo. Y si la Morsa y el Carpintero tienen el espejo, podrían traer
aún más refuerzos. No hay manera de que lo recuperemos sin Raiden Walker.
"Ten cuidado", susurra Dee, de pie bastante cerca de mí. Supongo que se está
preparando para sacarme del camino en caso de que ocurra algo malo. Probablemente
también sea una buena idea, porque todavía estoy buscando a tientas en esto.
No tengo idea de lo que estoy haciendo aquí.
"Dale una mamada y mira qué pasa", sugiere March, y le lanzo una mirada de ojos
entrecerrados. Sigue chupando su piruleta, le falta un trozo carnoso del cuello. Apenas
puedo soportar mirarlo, y me imagino que debe doler como el infierno. Sin embargo,
tenemos que poner a Raiden en funcionamiento de nuevo antes de que se pueda
curarlo.
"No le voy a dar una mamada…" retrocedo cuando Raiden me muerde de nuevo,
sangre y saliva salpicando mi cara. Asqueroso. Trago saliva y pongo mis manos sobre
los hombros del Sombrerero, amasando su carne. Lo calma, pero solo un poco. Paso
mis palmas por la parte posterior de su cuello, enredando mis dedos en su cabello de
nuevo. Le doy un pequeño tirón y él me gruñe, pero es un tipo diferente de gruñido.
Mierda.
"Necesita ser emparejado", dice el Duque con un largo suspiro, haciendo crujir los
nudillos. "Bestias salvajes, saciadas por la violencia, la sangre y el sexo. Eso es lo que
los vampiros y los jabberwocky tienen en común. March, ¿tal vez te gustaría
enfrentarte a esto?"
March se encoge de hombros, gira su lengua alrededor de su piruleta y luego pasa el

caramelo pegajoso por su labio inferior.
"Quieres que le chupe el pene, ¿verdad?" pregunta, y me vuelvo para mirar en

dirección a la Liebre de March.
"¿Lo has hecho antes?" Alzo una ceja, pero March se limita a encoger sus enormes
hombros. Tengo que decir que se ve jodidamente fantástico con esa camiseta ajustada.
Fred solía usarla como camisa de dormir, pero March apenas le queda. Se extiende a
lo largo de la amplia extensión de su pecho y hombros. ¿Eso, combinado con los
enormes bíceps que cuelgan de las mangas de la camisa? Ugh. Ni siquiera puedo
ahora.
"Este es tu trabajo ahora, Muñeca." Se pone de pie y se aleja del árbol, dejando que el
palito blanco de la piruleta cuelgue de su boca. March extiende su mano, como si me
estuviera presentando el Sombrerero Loco.
"Gracias por la falta de respuesta", murmuro, apartando el cabello rubio y con mechas
de arcoíris de mi cara. Puse mis palmas de nuevo a los lados de la cara de Raiden
mientras él continuaba chasqueando y gruñendo. "Vamos, Sombrerero". Respiro
hondo y cierro los ojos, tratando de reunir un poco de esa energía loca que sé que
tengo dentro de mí.
"Señorita Liddell", advierte North, pero al menos tengo que intentar esto, ¿verdad?
El poder burbujea desde la parte inferior de mi vientre como corrientes cálidas en una
fuente termal, extendiéndose a mis dedos de manos y pies. Todavía no he intentado
hacer nada con él, pero está ahí, esperando a que me apodere de él.
"Ya es suficiente", susurra Dee, poniendo su mano en mi hombro derecho. Abro los
ojos y miro para encontrarlo sonriéndome, esa pequeña media sonrisa angelical que
esconde tanto dolor. "Tú eres Alicia; no hay límite para tu magia. Si asimilas
demasiado, tendrás un episodio como la última vez".
Exhalo y dejo de intentar buscar la magia, en lugar de eso me concentro en dejarla…

no sé, filtrarse a través de las yemas de mis dedos hacia el Sombrerero Loco.
"Twas brillig, y las resbaladizas toves, giraban y gimoteaban en el wabe". Oigo

ronronear a Chesh cuando empiezo a recitar su poema. Bueno, supongo que
técnicamente no es su poema; estaba en el libro original. Pero ayuda, todas esas rimas
sin sentido.
Las pupilas del Sombrerero Loco se dilatan un poco menos, y hace este sonido
jadeante que no se parece a ninguno de los ruidos que hacía antes.
"Allison Liddell", se ahoga, la sangre brota de la comisura de su boca. Raiden deja

caer la cabeza hacia atrás contra el árbol, cierra los ojos y respira con jadeos cortos y
ásperos. "Necesito estar conectado a tierra".
"¿Cómo hacemos eso?" Pregunto, levantando los dedos para tocar el costado de mi
cuello.
"Esta no parece una idea particularmente sensata", dice Rab arrastrando las palabras,
sacando un cigarrillo para fumar. Me mira con ojos que son demasiado brillantes,
demasiado rojos, para ser naturales. Pero supongo que los contactos proporcionan una
explicación fácil, ¿verdad? Leí este libro una vez, llamado Pack Ebon Red, y había un
montón de hombres lobo con ojos de colores poco naturales. De todos modos, usaron
la excusa de los contactos de colores, y pareció funcionar para ellos.
Sin embargo, la vida real es más extraña que la ficción, ¿verdad?
Me quito el pelo del cuello y luego me inclino hacia el Sombrerero, justo cuando el
Duque y Tee avanzan para detenerme.
Con un gruñido salvaje, la cabeza del Sombrerero se levanta, los ojos se abren y la
boca se ensancha aún más. Se aferra a mi garganta, haciéndome gritar.
"¡Allison!" Tee grita, pero la Liebre de March se interpone entre nosotros, sacando su
piruleta de su boca como un arma y apuntando al príncipe ángel.
"Retrocede, amigo, y deja que la naturaleza siga su curso, ¿no?"
Tee choca contra él, y los dos terminan peleándose en el suelo cerca de mis pies.
Sin embargo, no veo mucho de eso, porque mi cerebro se inunda con una oleada de
dolor cegador cuando los dientes de Raiden penetran en mi piel, a solo unos
centímetros de donde me mordió la última vez.
"No lo hagas", le susurro a North, levantando una palma mientras el Duque pone una
mano en mi hombro. "Déjanos en paz por un minuto." A regañadientes, da un paso
atrás, gruñendo todo el tiempo.
Gimo cuando el Sombrerero Loco muerde más fuerte, haciendo que mis rodillas se
debiliten por la agonía. Puedo sentirlo bebiendo tanto mi sangre como mi magia, y al
principio, estoy bastante segura de que me desmayaré por el dolor. Pero luego su
lengua comienza a lamer la herida y el dolor comienza a desvanecerse lentamente
hasta convertirse en placer.
Muerdo mi labio inferior para reprimir un gemido, inclinándome hacia el mordisco y

disfrutando cada momento.
Más, más, más, Dios, ¡MÁS! Pienso mientras el Sombrerero toma y toma y toma,
haciéndome sentir mareada. Él también está gimiendo ahora, lamiendo mi cuello tanto
como chupando. El calor de su boca contra mi piel se siente demasiado bien, y aprieto
mis muslos contra una oleada de placer, chocando contra el cuerpo de Raiden y
sintiéndolo grueso y duro a través de sus pantalones de cuero negro.
Mi mano derecha cae y lo acaricia a través de la tela, sacando un sonido salvaje de su

garganta que no es ni de lejos cuerdo. Pero cuando Raiden finalmente suelta mi
cuello, me doy la vuelta y encuentro sus labios con los míos, saboreando la sangre
pero sin importarme. Nos besamos en un frenesí salvaje, mi brazo izquierdo se desliza
alrededor de su cuello, mi derecho aprieta su pene.
Nuestras bocas trabajan el uno en el otro, las lenguas se enredan. Sus dientes me
muerden aquí y allá, pero no me molesta; Me encanta.
Mis pezones se ponen duros, y de repente desearía haber usado ese cómodo sujetador
de camiseta. Como estoy ahora, sin sostén en absoluto, puedo sentirlos raspando
contra la tela de algodón, y me está excitando. Aunque desearía que fueran los dedos
de Raiden en mis pechos.
¡Eep! ¡¿Acabo de pensar eso?!
Pero es demasiado tarde para detenerlo, este torrente de calor violento y hormonas, mi
lujuria desplegándose como los pétalos de una dalia. Mi necesidad es intensa,
implacable e irresistible.
Abro la cremallera de los pantalones del Sombrerero, deslizo mi mano dentro y

encuentro la gruesa y cálida longitud de él. Lo tomo en mi palma, frotando mi pulgar
sobre la cabeza de su eje y encontrándolo resbaladizo con pre-eyaculación.
Gracias nuevamente, Sra. Davenport por enseñarnos sobre la pre-eyaculación.

Supongo que hay una razón por la que nuestro distrito escolar tiene la tasa más baja de
embarazo adolescente en el estado de California. Educación sexual, gente. Es muy
efectiva.
Mis dedos trabajan en Raiden, sus caderas bombeando contra mi mano mientras nos
besamos. Y, sin embargo, definitivamente todavía está en un frenesí. Cuando me
aparto, sus pupilas son tan grandes que borran su iris anaranjado.
Mis labios están hinchados y doloridos, pero me hormiguean, al igual que mi cuello.
Puedo saborear la sangre en el dorso de la lengua y estoy bastante segura de que
tenemos audiencia.
El Sombrerero Loco me mira fijamente, su sombrero de copa colgando hacia adelante

y oscureciendo parcialmente su ojo derecho, su cabello negro despeinado y levantado.
Está cubierto de salpicaduras rojas y sus venas están abultadas mientras tensa los
músculos para escapar. Y lo que podría hacer si lograra escapar me asusta y me
fascina.
Me lamo los labios y me arrodillo, mis jeans absorben la humedad de la tierra mojada,
y enrosco mis dedos alrededor de la base del pene de Raiden Walker.
Mi lengua recorre la punta, pero eso solo parece enfurecerlo. Mueve las caderas y
gruñe, haciendo que las cadenas crujan y giman mientras se esfuerza con cada gramo
de su fuerza. Honestamente, estoy sorprendida de que lo mantengan en su lugar.
¿Quizás están hechas de algún tipo de material que es como la kriptonita para los
vampiros o algo así?
No importa.
Todo lo que importa es el sabor salado del pene de Raiden mientras envuelvo mi boca
alrededor de él, complaciéndolo con remolinos de mi lengua y movimientos de mi
mano. Intento trabajarlo duro y rápido, esperando que un orgasmo sea suficiente para
curarlo de su estado de frenesí.
Nota personal: la próxima vez que alimentes al vampiro con sangre de ángel,
asegúrate de estar lista para las consecuencias.
Las deliciosas y deliciosas consecuencias.
Raiden gime y se agita, raspando las cadenas contra la corteza del pobre árbol viejo,
empujando al compás del movimiento de mi mano.
Con un chirrido de metal, suelta un brazo, los grilletes cuelgan de su muñeca mientras
me agarra del pelo y me pone de pie, haciéndome jadear. Nuestras bocas chocan
cuando deja caer su mano sobre mi cadera, me aprieta con fuerza y luego desliza su
palma hacia arriba para agarrar mi pecho. Las ásperas vueltas de su pulgar raspan mi
pezón, haciéndome gemir de la manera más vergonzosa posible.
Hola, excursionistas, ciclistas y cualquier posible vagabundo errante: ¡Estoy a punto

de tener sexo en un parque público! ¡¿Qué tan emocionante es eso?!
Pero también tengo una audiencia bastante impresionante de otros ocho tipos que
quieren ser mis amantes o son mis amantes, así que eso también.
Raiden mueve su mano de mi pecho a mis jeans, desabotonándolos y

desabrochándolos antes de comenzar a bajarlos por mi cadera. El impacto del aire frío
en mi trasero es casi, y repito casi, suficiente para sacarme de mi propio frenesí, pero
luego Raiden está metiendo dos dedos en mi coño caliente, y estoy acabada.
Empujo mis propios pantalones hacia abajo mientras él me toca, luchando por
mantener el control en la oleada de placer. Brevemente, el Sombrerero Loco retira sus
dedos, para que pueda patear mis pantalones hasta una pierna, y luego, toma mi
trasero y me atrae hacia él, apoyando mi muslo izquierdo hacia arriba con su brazo
derecho.
Depende de mí posicionar nuestros cuerpos, usando mi propia mano para guiar a

Raiden a donde quiero que vaya. Tengo un breve pensamiento sobre las ETS y el
embarazo, gracias una vez más, Sra. Davenport, pero también soy joven y la gente
comete errores, así que muevo las caderas hacia adelante y me deslizo por el eje de
Raiden.
Conectamos con un profundo gemido de ambas partes, y luego su boca está en mi

cuello nuevamente, y mis caderas están trabajando horas extras. Empujo porque no
puede moverse mucho con las cadenas, trabajando mi pelvis contra su cuerpo con
movimientos salvajes y apresurados. Simplemente se siente demasiado bien y no
puedo parar.
Ni siquiera veo a los hombres a mí alrededor, mis ojos se cierran de felicidad mientras
Raiden se alimenta de mi sangre y follamos al mismo tiempo. Mi camisa está atrapada
sobre mi pecho desnudo, por lo que mi pezón duro presiona contra su pecho, frotando
contra su piel a través de un agujero en la camisa negra con volantes que usó para el
baile.
Mi orgasmo comienza de la misma manera que mi magia, como burbujas cálidas que
salen de la parte inferior de mi vientre, llenando mis extremidades, haciendo que mi
cabeza parezca ligera y difusa. Gimo, sintiendo mi cuerpo tensarse de placer, ondas de
él pulsando entre mis muslos, apretando y acariciando al Sombrerero Loco a medida
que avanzo.
Sucede demasiado rápido para mí; Quiero seguir adelante. Pero luego me estoy
moviento fuerte, chocando contra Raiden lo más rápido y salvaje que puedo. Se agarra
con fuerza a mi cuello y luego empuja lo mejor que puede mientras está encadenado,
perdiéndose dentro de mí con un gruñido, su mano derecha sujeta mi trasero con tanta
fuerza que apuesto a que dejará huellas dactilares.
Por unos momentos, nos sentamos allí, su boca todavía en mi cuello, su cuerpo
todavía envainado dentro del mío, y simplemente respiramos.
"¿Has vuelto a la normalidad, jefe?" March pregunta después de un rato, y siento este
rubor subir por la parte posterior de mi cuello y quemar mis mejillas, las de mi cara.
Las de mi trasero están heladas por la brisa del invierno, y me alejo de Raiden con un
gemido, tropezando con la única pernera del pantalón que todavía está puesta y me
encuentro sostenida por la mano del gato en mi codo.
"Tranquila, Bailarina de las Bragas de Medianoche," ronronea mientras yo me sonrojo

y trato de vestirme furiosamente.
"Así es, March", dice el Sombrerero mientras se arregla los pantalones con su única
mano libre. Sin que nadie se lo pregunte, March lo desencadena mientras el resto de
los hombres se quedan callados y meditabundos. Bueno, la mayoría de ellos están
inquietos. Tee parece enojado; el Rey está lleno de silenciosa furia; el Duque está
gruñendo.
Suspiro.
Arreglo mis jeans y mi camisa, y luego empiezo a preguntarme cuánto tiempo he

estado aquí, y si mi papá y mi hermana ya me están buscando.
"Necesito volver a la casa", comienzo, mirando cualquier cosa menos las caras a mi
alrededor. Termino concentrándome en un nudo en un árbol cercano.
"No puedes irte", dice el Rey, jugando con sus guantes. No he olvidado lo que puede
hacer cuando se los quita. Literalmente puede decapitar a la gente con un toque. Un
maldito toque. "Necesitamos formular un plan para recuperar el Espejo".
"O eres sordo o tonto, o probablemente ambos", dice Chesh, desapareciendo de la

vista y reapareciendo como nada más que una gran sonrisa blanca en la oscuridad.
"Ella dice que tiene problemas familiares que resolver, idiota".
Su sonrisa desaparece, y siento un peso pesado pero manejable sobre mis hombros
antes de que el Gato de Cheshire vuelva a aparecer, lamiendo su pata peluda.
"Un día, quitaré tu cabeza de tu cuerpo y arrojaré tu cadáver al río", dice el Rey, pero
no tengo tiempo para escuchar sus tonterías.
"Tengo que irme, pero volveré. No vengas a la casa a menos que yo vaya a buscarte
primero, ¿entendido?" Miro a los hombres, pero hay mucho escepticismo, incluso por
parte de Tee y Dee.
"No sabemos dónde están la Morsa y Carpintero ", dice Dee.
"Ni la Anti-Alicia, el Grifo o la Tortuga Falsa", agrega Tee.
"Nuestro único objetivo es mantenerte a salvo", dicen ambos al unísono. Dee agrega.
“'Ha llegado el momento', dijo la Morsa,
'Para hablar de muchas cosas:
De dolor — y huesos — y asesinatos —
Alicia y sus reyes —
Y como su sangre está hirviendo —
Y arrancando las alas de los ángeles.'”
Por una vez, Tee toma a Dee el anzuelo y agrega otra estrofa.
“'No esperes un poco', lloraron los monstruos,
'Antes de que tengamos nuestro refrigerio;
Algunos de nosotros estamos muertos de hambre.,
¡Y todos nosotros estamos locos!’
¡Sí, date prisa! dijo el Carpintero.
Mucho le agradecieron por ello.”
Tee hace una pausa y se muerde el labio inferior.
"No estamos tratando de apresurarte, Allison", agrega, rodando los hombros como si
le estuviera perdiendo las alas. "Pero es de vida o muerte. ¿Podemos al menos esperar
en la acera?"
"Haz un perímetro, si quieres", le digo, recogiendo mi cabello hacia atrás y sintiendo

esa incómoda humedad entre mis muslos, "no dejes que nadie te vea".
Me doy la vuelta, pero el Sombrerero Loco me agarra del brazo. Le doy una breve
mirada por encima del hombro y encuentro esos ojos color mermelada mirándome.
"Estaré cerca, si me necesitas", dice, pero como acabamos de follar y no sé qué hacer
conmigo misma, arranco mi brazo de su agarre y me dirijo hacia el patio trasero en un
trote, y el maldito gato enganchándose en mis hombros.
Las mujeres no les deben sexo a los hombres, nunca. Y ciertamente no le debía nada
al Sombrerero Loco, pero me gustó ser su salvadora. ¿Qué clase de fantasía sexual
jodida es esa?
"Está bien tener fantasías, Allison", murmuro mientras me apretujo entre el rocío del
árbol de la vida. Estas jodidas plantas están cubiertas de arañas; Quiero decir, aquí es
el cielo de las arañas. Edith solía llamarlos hoteles de arañas cuando éramos niñas.
"Todos tenemos fantasías, Bailarina de Bragas", ronronea Chesh mientras paso a

hurtadillas por el estanque de koi de mi padre, compruebo si la puerta trasera está
abierta y miro dentro. No veo a nadie. "Y todos tenemos oscuras fantasías que no
deseamos que nadie sepa".
"Shh", le susurro, escabulléndome por el corto tramo del pasillo hasta la escalera.
Corro hacia arriba y saco una horquilla de mi bolsillo que había guardado antes, la
inserto en la cerradura y me deslizo dentro mientras alabo a los dioses de arriba y de
abajo que lo logré.
Por supuesto, ahora el agua está helada, pero me desnudo y vuelvo a meter a Chesh en
el armario, me meto en la ducha y me froto la vagina, las axilas y el cuero cabelludo.
El pomo de la puerta se agita, y en solo unos segundos, Edith se desliza hacia el baño
y echa la cortina hacia atrás.
"Papá dice que debería dejarte en paz, porque no sabemos qué trauma experimentaste
mientras no estabas, pero yo solo vine aquí y tú te fuiste de nuevo". Se pone una mano
en la cadera y me mira con descaro, como si fuera la dueña del maldito mundo. Su
miedo y euforia por mi desaparición y eventual regreso se han ido, y están
comenzando a ser reemplazados por ira. "¿Y qué diablos, Sonny? ¿Estabas
conociendo a tu nuevo novio?"
"¿Puedes salir y dejarme terminar de ducharme?" Chasqueo, inclinándome hacia atrás

en el agua helada para enjuagar mi cabello. No me importa lo mal que me castañeteen
los dientes o la intensidad de mi piel de gallina, me estoy limpiando.
Me doy la vuelta y Edith deja escapar un chillido, se tapa la boca con la mano y me
señala el trasero.
Oh.
¡Oh, carajo!
Miro por encima del hombro y encuentro moretones en forma de huellas dactilares.
Ella levanta sus ojos hacia los míos y nos miramos.
"Simplemente no lo hagas", le espeto mientras se sienta en el inodoro y me miraba

fijamente. "No tienes idea de lo que está pasando".
"Todo lo que sé es que no pareces muy traumatizada. De hecho, te ves mejor y más
feliz de lo que nunca te había visto antes. Encontraste tiempo para hacerte un nuevo
tatuaje, y claramente te estás poniendo un buen culo, Entonces, ¿cuál es el problema?
¿Te cansaste de este agujero de mierda?" Ella mira hacia otro lado, su cabello rubio
cayendo para oscurecer su rostro como una cortina. "Porque yo también. A veces,
pienso en huir como lo hiciste tú. La cosa es que nunca planeo regresar".
"Edy", empiezo, justo antes de que papá toque a la puerta.
"¿Están bien chicas ahí dentro?" dice, y todavía puedo escuchar esa tensión tensa en
su voz. Lo estoy lastimando, y ya lo he lastimado lo suficiente. Su pequeña hija de
alguna manera apareció como un monstruo no muerto adulto. Tan pronto como lo
recuerde, estará hecho pedazos.
Niego con la cabeza para aclararlo, cierro el agua y agarro mi toalla.
"¡Saldremos en un minuto!" Miro a Edith, que todavía me mira fijamente, y trato de

averiguar qué decir. Claramente, estamos teniendo un momento, pero toda mi
sabiduría es la sabiduría de Underland, que en realidad no es tan sabia en absoluto.
"Tenemos que hablar", le digo, pero ella se encoge de hombros y aparta la mirada de
mí.
Hay arrugas en su rostro que juro que nunca antes había; se ve vacía, triste y rota.
Y eso me hace sentir vacía, triste y rota.
"Lo que sea", dice, levantándose, pero la agarro del brazo.
"No, hablaremos más tarde", le digo, pero ella se encoge de hombros y sale del baño
antes de que pueda pensar en alguna mierda reveladora y fraternal que decir.
Y es por eso que no puedo volver corriendo a Underland y dejar atrás mis problemas.
Amo demasiado esos problemas para dejarlos ir.
Bajar las escaleras para encontrarme con papá... es aterrador.
Estoy literalmente temblando, la palma de mi mano chirría mientras se desliza por la

barandilla.
"Estaré aquí por apoyo moral, emocional o sexual", susurra Chesh en mi oído,
lamiendo un poco mientras llego al final de los escalones y luego me quedo allí, como
si fuera una extraña en mi propio hogar
Mi papá está sentado en el suelo con la mesa auxiliar junto a él, tratando de quitar la
lámpara del fondo.
"No creo que este tipo de bromas sean divertidas", espeta, finalmente liberando la
lámpara de la madera, pero dejando una extraña marca de quemadura en su lugar. "Y
estoy cansado de eso, Edith."
"¡Yo no lo hice!" chilla, señalando el techo y la mesa completamente puesta que

cuelga de él. "¿Cómo crees que podría llegar hasta allí?"
"No lo sé, Edy, ¿con una escalera?" Papá empuja la mesa hacia arriba y se pone de
pie, golpeando la lámpara sobre ella.
"Probablemente fueron Allison y sus extraños amigos", espeta Edith, gesticulando al

azar en mi dirección. Si las miradas pudieran matar, la que ella me arroja... mataría.
"Uno de sus cuatro novios nuevos y estúpidos cosplay".
Se precipita hacia la puerta principal, la abre con tanta fuerza que agrieta el panel de
yeso y sale corriendo, dejándola abierta detrás de ella.
"¿Debería ir tras ella?" Le pregunto, pero papá niega con la cabeza y se sube las gafas
por la nariz con un solo dedo.
"No irá muy lejos; nos vamos a visitar a tu madre en una hora".
"Nosotros... ¡¿qué?!" Pregunto, y mi cuerpo entero se enfría. Visitar a mamá es... es

difícil y estimulante a la vez. Es como, siento tantas cosas cuando la veo que es como
si hubiera pequeñas explosiones dentro de mi corazón y cerebro. Me hace feliz, triste,
enojada, orgullosa, pero también me hace sentir culpable sin siquiera quererlo.
Porque si no hubiera empezado a salir con Liam, el chico malo de la motocicleta, nada
de esto habría sucedido. Pero claro, sé que, lógicamente, no es mi culpa que él eligiera
victimizarme, no es mi culpa que luego eligiera victimizar a Fred, y no está bien que
los tribunales le dejen a él y a sus compinches caminar sin castigo.
Nunca le pedí a mi mamá que los matara, aunque debo admitir que me alegré cuando
lo hizo.
Pero ella tomó sus propias decisiones y ahora yo tengo que tomar las mías.
Algo se me ocurre, este pequeño clic en el fondo de mi mente que seca las palabras en
mi garganta. Tengo un dragón, tengo un Conejo con magia del tiempo, tengo un
vampiro. ¿No podríamos, entonces, sacar a mi madre de la cárcel?
¡¿No podría llevarla conmigo a Underland?!
Mi piel se enfría y luego se calienta, y empiezo a temblar.
"Tu madre estaba tan preocupada por ti como Edy y yo. El hecho de que esté en
prisión no significa que no le importes". Papá suspira y pasa los dedos por su cabello
castaño oscuro, haciéndolo peinarse de muchas formas extrañas. "Saber que te habías
ido, y saber que no había nada que pudiera hacer al respecto, casi la mata".
Siento que esa repugnante y candente ola de culpa se apodera de mí, y alzo los dedos
para acariciar al gato. Claramente, es un poco extraño que tenga un gato rayado
blanco y negro en mi hombro que mi padre nunca ha visto antes, así que
probablemente no debería llamar la atención de nadie hacia él, pero no puedo evitarlo.
Chesh frota su cara peluda contra la mía, y lo juro sobre una baraja de cartas, lo
escucho susurrar algunas palabras de ese maldito poema.
"Ella tomó su Espada Vorpal en la mano:
Mucho tiempo el enemigo manxome4 que ella buscaba —
4
Una palabra sin sentido inventada por Lewis Carroll para describir al Jabberwock (un monstruo imaginario en el
poema "Jabberwocky"): (quizás) temible, monstruoso.
Así que ella descansó junto al árbol Tumtum,
Y se quedó un rato en sus pensamientos."
Me sonrojo cuando mi padre entrecierra los ojos en dirección al gato.
"No quise irme, y no quise quedarme fuera", susurro, pero las palabras salen todas
raídas y raras. Henry George Liddell me mira fijamente con ojos marrones,
parpadeando como si apenas me reconociera.
"¿A dónde fuiste, Allison?" pregunta, su voz suave y comprensiva. Quiere que confíe,
pero ¿cómo puedo? ¿Qué puedo decir realmente? Si le digo la verdad, no me
creerá. Tal vez debería pedirle a Chesh que cambie de forma ahora mismo y ver qué
pasa.
Sin embargo, también tengo un poco de miedo de que mi padre tenga un ataque al
corazón.
"Papá, solo necesito que me creas. ¿Puedes hacer eso?" Quiero dar un paso hacia él,
pero me quedo quieta. Él solo me mira fijamente. No creo que sepa qué hacer aquí,
cómo manejar esto.
"Te creo. Eres mi bebé; siempre te creeré". Pero no estoy segura de que lo haga. En
cambio, se da la vuelta y mira hacia la mesa en el techo. "Tu hermana se ha portado
bastante últimamente. Ya no sé qué hacer con ella". Baja su mirada hacia mí, y hay
una súplica. "Por favor, no te vayas de nuevo. Si lo haces, las perderé a ti y a tu
hermana, sé que lo haré".
Bueno, mierda.
Mierda, mierda, mierda.
"Yo…" Me quedo ahí parada y miro a mi papá. "Necesito un refresco."
Me dirijo a la cocina, agarro una lata del refrigerador y luego escapo al patio trasero,
sentándome en el banco al final de la terraza cerca del estanque koi. Rab hace crujir
los arbustos a propósito para llamar mi atención sobre él.
"Vamos a ver a mi mamá", le susurro, abriendo la lata con un siseo y mirando

fijamente la tapa de aluminio. "Entonces estaremos conduciendo. ¿Supongo que
ustedes no tienen acceso a un vehículo?"
"Podemos impulsar uno", dice, sonriéndome fríamente entre las hojas. "Una vez, robé
el Bugatti de un multimillonario".
"Eso es realmente extraño." Miro por encima del hombro y encuentro a mi padre
fingiendo no mirarme por la ventana mientras lava los platos. Tendré que asegurarme
de mantener la voz baja. "No tienes que robar un auto; toma el de Fred".
"¿Quieres que nos llevemos el coche de tu hermano muerto?" Repite Rab, su voz tan
fría como el aire exterior. Pero no sin emociones, no cruel. Él simplemente... está
conectado de manera diferente, el Conejo Blanco lo está. "¿Dónde están las llaves?"
"Todavía están colgadas en el estante de llaves cerca de la puerta principal. El auto

está estacionado en el garaje. Es un Acura NSX 1991 en rojo que mi hermano pidió.
Era el auto de sus sueños". Dejo el refresco y paso ambas manos por mi cabello. Solo
pensando en la cara de Fred cuando recibió las llaves… quiero derrumbarme y gritar.
"Solo asegúrate de regresar y estacionarlo antes de que lleguemos a casa. Además,
solo tiene capacidad para dos, así que... saca terrones de azúcar o algo así".
"Solo asegúrate de dejar atrás al Rey", dice Chesh, lamiendo su pata. "Él siempre
causa problemas".
"Dos de nosotros no será suficiente para detener a la Morsa y al Carpintero si deciden

ir tras de ti otra vez; todos tenemos que ir". Rab hace una pausa y mira hacia la calle.
"Encontraré un vehículo diferente, no te preocupes".
"Por favor, no uses tu magia del tiempo", le digo, frotándome la frente. Soy una bola
de emociones enredada en este momento, y exploto. No soy la mejor con sentimientos
en un buen día. Agrega la reencarnación no muerta de mi hermana, nueve novios
extraños sobrenaturales y mis padres... y ni siquiera es un día bueno. "Una hora por
segundo no es un buen negocio. Nunca sabes cuánto tiempo te queda en la vida, y
cuando el final llega demasiado pronto, darías cualquier cosa por una hora extra con
tus seres queridos".
"Eso es profundo, Sonny", dice Rab, tocándose el labio inferior. Lleva una camiseta
negra y jeans oscuros con botas de combate que, en realidad, creo que son mías. A
veces las compro tres tallas más grandes, por lo que se ven más torpes con mis faldas
plisadas. "Pero dudo que alguien me extrañaría si me fuera una hora o incluso cien
horas antes de lo que el universo pretende".
"¿Ves?" Digo, agarrando mi refresco y poniéndome de pie. "Ese es el tipo de mierda

que me enoja". Me doy la vuelta para regresar a la casa, pero entonces Rab está ahí,
parado frente a mí. "Mi papá…" comienzo, pero luego noto que todo a mi alrededor
está congelado, incluso las hojas de los árboles, incluso el maldito gato. "Rab, no lo
hagas."
Toca un lado de mi cara con los dedos tatuados, luciendo como, bueno, una especie de
niño con su camisa y jeans prestados.
"¿Por qué no?" pregunta, pasando su pulgar a lo largo de mi mandíbula. "¿Te molesta
la idea de que me mate con magia?"
"¿Cuántos años tienes?" Pregunto, apartando su mano. La cuestión es que, una vez
que lo agarro del brazo, no lo suelto. Solo sostengo su muñeca a su lado, jugueteando
con su pulso con mi pulgar. "Sigo pensando que todos son mucho mayores".
"Crecemos rápido en Underland". Su aliento recorre mi mejilla mientras se inclina y

pone sus labios contra mi piel fría. Está comenzando a llover aquí afuera, una linda
llovizna de invierno que disfrutaría mucho más si estuviera adentro con chocolate
caliente y un libro.
"¿Pero en años…?" Me sobresalto y Rab se ríe.
"Veintiséis", dice, y aunque es mucho mayor que yo, parece un niño triste y perdido
en ese momento. Puede que sea un poco psicópata, pero también estoy bastante segura
de que se siente solo. Ojalá pudiera averiguar cuál es su tercera forma; Ojalá pudiera
decírmelo. Es obvio que está bajo algún tipo de hechizo para evitar que diga algo.
"¿Por qué?"
"Te ves triste." Lo dejo ir y doy un paso atrás. "Ahora, hazme caso y comienza el
tiempo de nuevo. Por favor, deja de desperdiciar tu magia".
Rab da un paso adelante y toma mi rostro entre sus dos manos entintadas, el viento
despeina su cabello oscuro. Debe ser más de ese viento sobrenatural porque nada más
se mueve.
"Bésame, y entonces tal vez ya no esté tan triste". Está bromeando, creo, cuando lo
dice, pero no tanto cuando se inclina hacia mí, rozando mi boca con la suya. El calor
arde entre nosotros, este frenesí llameante que me quema los labios y la lengua
cuando nos reunimos. Para un hombre con una voz tan helada, Rab seguro que está
caliente al tacto. "Mm, señorita Liddell, sabe a cola, luz de luna y magia".
Se aleja de mí, sonríe y luego levanta el pulgar para tocar la comisura de mi boca.
"Más tarde, Sonny", dice, y luego parpadeo y se ha ido.
Ese hijo de puta.
"Allison, ¿estás lista para irte?" Pregunta papá, abriendo la puerta trasera, con un plato
aún en la mano, como si tal vez tuviera miedo de que me vaya de nuevo y no vuelva
nunca. Mierda. Doy mi mejor sonrisa, llevo mi refresco a mis labios, y espero a los
corazones que este encuentro salga bien.
¿Sentada en un auto silenciosa con papá y Edith? Mierda. Tratar de explicar por qué
creo que es una buena idea traer un gato extraño con ojos grises que tiene rayas
blancas y negras como ninguna criatura natural en la tierra que no sea una cebra es...
tonto.
Sigo mirando por la ventana trasera, tratando de averiguar dónde están los chicos o
qué están conduciendo. Se me ocurre que ahora sería el momento perfecto para que la
Morsa y sus amigos vengan tras de mí. Podrían voltear el auto y matarme
instantáneamente. Realmente no tomaría tanto esfuerzo. Demonios, apuesto a que la
Anti-Alicia podría recoger la camioneta de mi papá y tirarla por la carretera.
Como no puedo llevar una pistola y un cuchillo a la prisión, tuve que dejar la
Queenmaker y la Espada Vorpal con Tee. Me hace sentir jodidamente desnuda, lo
admito. Por favor, por favor, enemigos de Underland, no empiecen una pelea en la
Autopista 101 hoy.
"¿Hablaste con mamá por teléfono, supongo?" Pregunto, acariciando con mi mano la
espalda de Chesh. Su nariz está temblando y sigue mirando el bolsillo de mi sudadera
con capucha arcoíris como si estuviera de cacería. De verdad. Siento que algo se
mueve dentro de la tela y dejo escapar un pequeño chirrido.
"Por supuesto que hablé con ella", comienza papá cuando Edith mira por encima del
hombro para mirarme. Llevo la mano al interior del bolsillo y encuentro un ratón.
Mordisquea suavemente la punta de mi dedo y aprieto los labios. No tengo ni idea de
cuándo Rab se coló allí; No llevaba el maldito suéter cuando estaba afuera.
Y, sin embargo, ahora tengo un ratón en el bolsillo.
Si volviera a usar esa maldita magia del tiempo...
"¿Por qué? ¿Estás preocupada por algo?" Henry me mira por el espejo retrovisor
mientras yo envuelvo mis dedos alrededor del ratoncito que se retuerce y le doy un
apretón. Sus ojos marrones están oscuros por el estrés, y lo juro, hay nuevas líneas en
su rostro que no estaban allí antes.
Sí, papá, me preocupa ver a mi mamá, que actualmente está encarcelada por asesinar
a un grupo de violadores / asesinos adolescentes que intentaron violarme y también
mataron a mi hermano. Y estoy nerviosa por tener que explicarle por qué desaparecí
durante dos semanas sin una razón discernible y sin una buena explicación.
Eso es lo que me preocupa.
No, no, no preocupada, jodidamente aterrorizada.
"Lo superaré," digo mientras Edy me frunce el ceño y se da la vuelta.
"Ya tengo un gato y un ratón. Bien podría haberle pedido a la Liebre de March que se
trasformara en un tove resbaladizo, para que él también pudiera venir", murmuro
cuando Edy enciende la radio. Encuentra una canción pop grotesca y empieza a tocar
en el asiento delantero.
"Los toves son enormes", ronronea Chesh cerca de mi oído. "Podrías montar uno, pero
ciertamente no podrías guardarlo en tu bolsillo".
Rab-ratón saca la cabeza de mi sudadera con capucha, la pequeña nariz rosada va a un

millón de millas por hora. Mira a su alrededor por un momento y luego vuelve a
entrar. No sé qué piensa ninguno de estos muchachos que va a pasar: la prisión hace
una revisión bastante minuciosa antes de que te permitan entrar. Dudo mucho que
pueda hacer que un ratón y un gato pasen la seguridad.
"Oye", le susurro, mirando a papá por el espejo retrovisor para asegurarme de que no
me está mirando. "¿Crees que podríamos sacar a mi mamá de la prisión y llevarla a
Underland con nosotros?"
"Tienes bastantes hombres poderosos a tu disposición", dice Chesh al final de un

bostezo, al final, ja. Se acurruca alrededor de mi cuello y me frota las mejillas. Creo
que Dinah está enamorada de él. Si no estuviera esterilizada, honestamente estaría
preocupada de que ella intentara robármelo. ¿Qué tan jodido es eso? "Todo lo que
tienes que hacer es... preguntar."
Nos detuvimos en el estacionamiento y papá se acerca para apagar la radio mientras
navega, buscando un espacio libre.
"Llamé a tu escuela mientras estabas en la ducha esta mañana." Está tratando de ser
casual y fracasando miserablemente. "Todos tus profesores han acordado
proporcionarte el trabajo de recuperación y la escuela te ha ofrecido una semana
completa para que todo vuelva a estar en orden".
"¿Es eso así?" La sola idea de volver a la escuela... apesta. Mi último año de
secundaria... o Underland. Hay pan y mariposas, hongos tan grandes como casas y un
reino que se está derrumbando, un reino que puedo salvar. "Suena bien."
Ahora no es el mejor momento para explicarle a mi familia que quiero irme de nuevo,
pero que también haré todo lo posible para volver.
Mieeeeeerda.
Me quito el cinturón de seguridad y salgo, dejando a Chesh en el asiento trasero.
"Quédate aquí hasta que la costa esté despejada", le susurro, cerrando la puerta y
caminando delante de papá y Edith, para tener un momento a solas con Rab.
"Si no estás conduciendo el coche, ¿quién lo está? Tú, March y Raiden sois las únicas
personas que han estado en la parte superior, ¿no es así?" Rab saca su peluda cabeza
blanca de mi bolsillo y me mira con ojos rojos.
"Se preocupa demasiado, señorita Liddell." Olfatea el aire, salta de mi bolsillo y se

esconde debajo de un coche aparcado. Miro por encima del hombro, pero
afortunadamente papá y Edith están demasiado ocupados discutiendo como para darse
cuenta de que acabo de sacar un roedor de mi sudadera.
Cuando ambos miran rápidamente en mi dirección, tengo la idea de que están

discutiendo sobre mí.
Una minivan familiar se detiene en el estacionamiento y ocupa un espacio para

discapacitados a menos de seis metros de mí. Hago una pausa por un momento,
entrecerrando los ojos a través de la ventana cuando veo a nuestra vecina, la Sra.
Jones.
"Mierda..." Y entonces noto al hombre sentado en el asiento del pasajero. Es el

maldito Sombrerero. Me mira con su sombrero de copa y me guiña esos bonitos ojos
de mermelada. Estaba dentro de ti como, ni siquiera hace tres horas.
Me ahogo con mi propia saliva y empiezo a caminar más rápido, deteniéndome cerca
de la puerta para que mi padre y mi hermana los alcancen.
"¿Tienes mucha prisa o algo así?" Edy pregunta, sacando a propósito un paquete de
cigarrillos y mirando a papá, como si lo estuviera desafiando a que no fume uno.
"Olvidé dejar esto en el auto. ¿Te importa si me fumo uno antes de devolverlo?"
Papá frunce los labios y luego se da la vuelta, abre la puerta de la cárcel y entra. ¿O es
una prisión? Bueno, mierda si conozco la diferencia. De todos modos, mientras mamá
se comporte bien, puede permanecer en condiciones de baja seguridad.
El edificio es tan frío, estéril y deprimente como siempre.
Lo juro, tan pronto como mi pie golpea el concreto, esos fuegos artificiales
emocionales comienzan a estallar en mi cerebro.
Ni siquiera puede entrar en la habitación de su hijo muerto y oler su ropa o acostarse

en su cama como lo haces a veces. Ella está atrapada aquí para siempre; deberías
haber tenido las agallas para hacer lo que ella hizo antes de hacerlo.
Hacemos fila en el escritorio y miro hacia atrás a las puertas dobles de vidrio tintado
que conducen al interior. Se mueven hacia adentro y espero a Edith, o tal vez a un
extraño, pero en cambio... obtengo al Sombrerero Loco y la Liebre de March.
Ni siquiera me miran mientras entran, vestidos con ropa limpia que creo que podría
ser de papá. Quiero decir, también podrían ser de Fred. Papá parece notarlos mientras
pasan y hace una pausa.
"¿No es esa mi...?" Comienza cuando Raiden se detiene en seco y se gira para mirarlo,
sus ojos brillan intensamente.
"Nada de lo que llevamos puesto es reconocible para ti", dice Raiden, y luego sonríe
con dientes afilados, barre la línea con March detrás de él y corta directamente al
frente. La Liebre de March está comiendo un melocotón, el jugo hace que sus labios y
dedos se pongan pegajosos. Me mira a los ojos mientras los miro boquiabierta.
Raiden le ronronea algo al hombre del mostrador y listo, se dirige hacia el control de
seguridad. Él se desliza y desaparece, dejándome ahí, boquiabierta.
Jodido vampiro mierda vudú, Creo que Edith finalmente se digna a unirse a nosotros,
oliendo a tabaco y sonriendo como si fuera dueña del mundo. Literalmente no puedo
creer que mi papá la esté dejando salirse con la suya. En el pasado, antes de que Fred
muriera, le habría quitado el teléfono y la computadora portátil, probablemente
también su maquillaje y zapatos. No hay peor castigo para Edith que tener que ir a la
escuela con chanclas viejas y raídas o zapatillas rotas y manchadas.
Quizás papá esté cansado, porque simplemente nos entrega nuestras identificaciones y
luego nos escolta a seguridad. Después de una cantidad totalmente jodida de
manoseos por parte de una guardia, me dejan entrar en una pequeña habitación
alfombrada con máquinas expendedoras y pequeñas mesas redondas que parecen
pertenecer a una cafetería de secundaria.
Mamá está sentada en el fondo de la habitación, con los brazos cruzados sobre su
mono naranja, mirando a la distancia como si solo fuera la mitad de este mundo. Tal
vez una parte de ella esté deseando que la lleven a, digamos, un lugar llamado
Underland. Después de todo, es su línea familiar, la línea Liddell, de la que obtuve la
sangre de Alicia.
Me muevo lentamente por la alfombra estampada, tratando de pensar en cómo se ve

como la alfombra de un hotel, y no en cuán arrugada por la preocupación está la frente
de mi madre.
Ella escucha mis pies arrastrándose y se vuelve lentamente para mirarme, las lágrimas
brotan de sus ojos azules. Se parece a Edith y a mí: rubia, de ojos azules, de piel clara.
Podríamos ser clones las tres.
"No sé si abrazarte o darte una bofetada", susurra, dándose la vuelta por un momento.
Aprieta los ojos con fuerza y cuenta hasta veinte. Ella siempre ha tenido una forma
bastante saludable de lidiar con el estrés. Solía volver loco a Fred. Él le gritaría y le
gritaría, y vería si no podía sacarla de su conteo. Nunca funcionó.
Realmente extraño a Fred.
Me siento con fuerza en la silla de plástico a su lado, solo para ser envuelta
rápidamente en un fuerte abrazo. Dos segundos después, un guardia imbécil ya está
haciendo sonar un silbato y gritando su nombre.
"Hannah Reeve Liddell, retira las manos, por favor." Mi madre vuelve a sentarse en su
silla y sonríe a Edy y a papá cuando se acercan, apretándole la mano de Edy y
besando los labios de papá.
Se sientan al otro lado de mí mientras mi madre toma mis dos manos entre las suyas y
me mira directamente a la cara.
"¿A dónde fuiste, Allison?" pregunta, mientras escucho una risa muy familiar, y
muevo mis ojos hacia la derecha para ver a la Liebre de March chupando un trozo de
regaliz, girando su lengua alrededor del extremo y mirándome directamente.
Frunzo los labios y resisto la tentación de hacerlo enojar mientras el Sombrerero Loco
mantiene una conversación con una anciana que actúa como si la conociera desde
hace años.
Mi mirada se vuelve hacia mamá y me doy cuenta de que ya estoy empezando a

sudar.
"Underland", susurro, y luego me odio a mí misma porque no tengo idea de cómo se

me escapó. Mamá me mira fijamente, parpadeando con pestañas pálidas y luego se
sienta en su asiento. Ella aprieta mis manos de nuevo para tranquilizarme, como si
simplemente estuviera esperando a que yo le explicara.
Siento un pequeño tirón en mis jeans y miro hacia abajo para encontrar a Rab-ratón
subiéndose a mis pantalones. Se aferra a la parte posterior de mi pantorrilla, pero no
se mueve, con suerte fuera de la vista de mi familia.
"Under… land", dice mamá, probando la palabra en dos partes separadas. "¿Eso es un
club? ¿Un… refugio? Allison, solo ayúdame aquí."
Mi garganta está tan seca que apuesto a que hay plantas rodadoras allí. Me hace toser,
y lo tomo como una excusa para ganarme algo de tiempo.
"¿Podrías darme algo de dinero para las máquinas expendedoras?"
"En serio", se queja Edith, poniendo los ojos en blanco dramáticamente. "¿Te fuiste
por cómo, un millón de años, y ahora ni siquiera tienes la decencia de decirle a mamá
a dónde fuiste?"
Papá saca su billetera y me da unos dólares, y me levanto, mi silla raspa la alfombra.
Mientras me dirijo hacia el área de refrigerios, puedo escuchar a mi familia susurrar

sobre mí.
"¿Qué les vas a decir?" Pregunta Rab, subiendo para sentarse en mi hombro. Un
visitante en una mesa cercana me mira, pero solo acaricio la cabeza del ratón y sonrío.
"Es una mascota", digo, acercándome a las máquinas. Están sentados detrás de estas
jaulas gigantes y oxidadas. Es ridículo, como si los reclusos desperdiciaran parte de su
precioso tiempo de visita para irrumpir en una estúpida máquina expendedora por una
botella de agua cara.
Pongo mi frente contra el metal, aunque sé que mi familia probablemente me está

mirando.
"¿Bien?" Pregunta Rab, mordisqueando mi lóbulo de la oreja. "¿No necesitas un

plan?"
"¿Plan?" Pregunto, mientras miro una botella de Mountain Dew Code Red.
Rojo.
Plan.
"Mierda." Golpeo mi cabeza contra el metal un par de veces y consigo una mirada de
otro guardia de la prisión. Err, ¿oficial correccional? Al diablo con ser políticamente
correcta de todos modos. "Tuve relaciones sexuales con Red y Raiden sin protección".
"¿Entonces?" Pregunta Rab, tirando de mi cabello.
"Entonces, ¿enfermedades? ¿Embarazo? ¿No tienen ese tipo de cosas en Underland?"
"Tenemos una enfermedad de transmisión sexual que hace que el pene de un hombre
se vuelva verde con manchas amarillas. Las mujeres no se ven afectadas; la magia
adicional que llevan las protege".
"Eso no me ayuda, Rab", espeto, y luego noto que el guardia está dando algunos pasos
adicionales en mi dirección. Probablemente piensa que estoy hablando sola, que tal
vez de alguna manera me deslice mi mono naranja y pertenezca a este infierno.
Empujo el dinero en efectivo en la máquina, agarro mi botella de agua y luego me

dirijo hacia la mesa.
"Ni Rey ni el Sombrerero Loco tienen enfermedades". Es curioso cómo, incluso en

esta forma, la voz de Rab es helada. "Y no solo yo soy optimista: Raiden Walker es un
vampiro, por lo tanto, es inmune a las enfermedades. Y el Rey, bueno, si alguna vez
contrajo algo, tiene un encantador maldito en el personal para curarlo. De todos
modos, todo eso es irrelevante ya que seguramente consumiste algo de la sangre de
Raiden durante tu pequeña sesión de besos. Su sangre lo cura todo".
Aprieto mis manos en puños, deseando no ser tan pesimista. Quiero decir, estoy
segura de que Rab tiene razón, pero ¿cómo puedo saberlo realmente?
"Busqué en Google Underland en mi teléfono", sonríe Edith mientras me siento y
desenrosco la tapa de mi botella. "Lo único que aparece es un extraño libro de harén
inverso. Entonces, ¿dónde diablos estabas?"
Harén inverso?
De verdad.
Como, digamos, yo con mis nueve nuevos amigos.
La atmósfera es tensa y extraña mientras tomo un sorbo y miro a mi alrededor a las

tres caras más familiares del mundo para mí. Bueno, en Topside de todos modos. Me
están encariñando bastante las caras de Tee y Dee. Rab se ha subido a la capucha de
mi sudadera; Puedo sentirlo moviéndose mientras chupo la mitad de la botella de una
vez.
"Estoy tratando de ser paciente", dice mamá, exhalando y contando hasta veinte de
nuevo. "Pero no tengo exactamente todo el día, Allison." Hace una pausa y tira de su
manga naranja, los ojos azules llorosos de nuevo. "Si no quieres decírmelo, está bien;
yo solo... me alegro de que estés a salvo". Ella levanta la vista de nuevo. "Y si hay
algo que quieras decirme más tarde, incluso si es dentro de una década, te creeré,
cariño".
"Mamá, no fui violada". Me froto la cara con una mano. "Pero gracias por intentar ser
comprensiva; sé que me creerías". Dejo caer mi mano en mi regazo y me quedo
mirándola, escuchando al Sombrerero Loco balbucear tonterías en una mesa tres
estaciones más allá.
Cuando Liam y sus amigos me atacaron, algunas personas no me creyeron. Dijeron

que era una mentirosa, una puta, que quería atención… o peor aún. Pero mi familia
me creyó, y no solo porque Fred estaba allí. Confiaron en mí en mi trauma y supe lo
precioso que se sentía ser amada y creída por las personas que se suponía que estaban
allí para mí. Sería una chica entre mil millones que alguna vez querría la atención de
una acusación de agresión: la gente te trata como menos que una escoria de estanque
por eso.
"Desapareciste la misma noche que asesinaron a un niño". Mamá toma mi mano entre
las suyas y frota su pulgar sobre mis nudillos. "Tú también eres mi hija. ¿Entiendes las
implicaciones de eso?"
Solo la miro porque, maldita sea, tiene un buen punto.
"Yo no lo maté", repito, pero ¿qué evidencia hay de lo contrario? Toqué el cuerpo de
Brandon, fui la última persona que se vio con él, y el verdadero culpable es un hombre
que ni siquiera existe en este mundo.
Guau.
Necesito largarme de aquí y... rara vez, si es que alguna vez, regresaré.
Pero tampoco dejaré a mi mamá, no cuando tengo la oportunidad de salvarla de una

cadena perpetua. Demonios, me llevaré a Edy y a papá conmigo, y ellos podrán
decidir si quieren quedarse o irse más tarde.
"Sé que no lo hiciste", dice mamá, con voz suave y suplicante, "pero ¿quién lo hizo?
Allison, no tienes que decirme nada a mí ni a tu padre" Papá hace un gruñido pero se
queda en silencio, empujando su anteojos en la nariz, "pero si no les dice algo a los
detectives, entonces podrías estar en problemas".
"Había policías en la casa esta mañana", agrega papá, haciéndome preguntarme cómo
los chicos se deshicieron de los verdaderos policías en primer lugar. "Y a decir
verdad, estaban siendo totalmente inapropiados: les pedí que se fueran".
Mamá suspira y cierra los ojos. Parece que está a punto de sufrir un ataque de nervios.
Lo sabía; Mierda, lo sabía. La está matando estar atrapada aquí, encerrada tras barras
de hierro, incapaz de ayudar a uno de sus hijos.
Mis pensamientos se desvían hacia la Anti-Alicia, y siento que una enfermedad

burbujea dentro de mí. No sé cómo un niño fallecido se convierte en un monstruo no
muerto, pero esa era Rhoda; Yo sé que lo era. Tiene sentido, ¿verdad? Alguien de
sangre Liddell se apoderará de Underland.
Solo tengo que asegurarme de que ese alguien sea yo.
Papá está mirando a mamá, mirándola caer en pedazos, pero a pesar de que tiene una
expresión de simpatía, no se ve tan molesto por ella como creo que debería. El día que
sentenciaron a mamá, pensé que podría suicidarse. Sé desde joven que él la ama más
de lo que me ama a mí, y estoy de acuerdo con eso. Creo que los padres deberían
amarse más; les da a los niños una base sobre la cual pararse y una motivación para su
propio futuro.
Pero la forma en que la mira ahora, no es suficiente. Debo estar volviéndome loca,
pienso mientras niego con la cabeza y suspiro. Papá mira en mi dirección, con tanta
naturalidad que casi... no es tan casual en absoluto. Es como si me estuviera
estudiando, midiendo mi reacción. Eh.
"Me siento como si me estuviera muriendo, día a día", susurra mamá de repente, con
la voz quebrada. Suena como un cristal roto, solo pedazos de algo hermoso que ahora
no vale nada. Me mata escucharla así, pero papá... él solo aprieta su mano como si ella
simplemente le hubiera pedido un pañuelo. No hay brillo en sus ojos, ningún estallido
violento de amor y afecto brillando en sus iris marrones. "Henry, cada día es peor".
"Todo estará bien, Hannah. Superarás esto". ¿Superarás esto? ¿No "superaremos
esto"? Es muy posible que me esté volviendo loca, pero algo en esa afirmación me
molesta. Y luego, tres segundos después, cuando veo a mi papá estirarse y rascarse la
cabeza, se me ocurre algo.
"¿Cómo reconoces a un Conejo?" Susurro y sé que Rab puede oírme.
"Eso es lo especial de nosotros: no de ti".
2
“whisky y agua”
Tan pronto como giramos por nuestra calle, veo a los detectives sentados en su coche
en la entrada.
No es como si no supiera que se acercaba este momento, pero apesta.
Nos detuvimos junto a ellos, justo cuando nuestra vecina, la Sra. Jones, aparca en el
camino de entrada. Los detectives ya están saliendo, pero también el Sombrerero
Loco, chasqueando los dedos y atrayendo su atención hacia él.
"Damas", dice, dándoles a ambas mujeres una sonrisa maliciosa, "vinieron aquí para
entrevistar a Allison Pleasance Liddell y tomar su declaración, pero no hay nada que
valga la pena aquí. ¿No están de acuerdo?" Hace una pausa y las mira a las dos directo
a los ojos.
Ese debe ser el truco, los ojos.
Las detectives se miran una a la otra y luego me miran a mí, mientras mi padre
parpadea estúpidamente en dirección al Sombrerero Loco. La Liebre de March está
justo detrás de él, todavía jodidamente comiendo. Siempre está comiendo. Supongo
que no importa, ya que es tan grande como un Clydesdale5 y también tiene la
complexión de uno, todos músculos gruesos y ondulantes y una bonita sonrisa blanca.
"Hola Allison", dice Raiden mientras el Rey, el Duque, los gemelos y Lar salen de la
minivan. Cómo diablos se las arreglaron para encajar allí está más allá de mí, como un
coche de payaso de mierda. Mierda de tipo subterráneo. Todos lucen arrugados,
confusos y furiosos, en diversos grados. Excepto por Dee; Dee siempre está
sonriendo. "Sr. Liddell."
Raiden mira directamente a mi padre, sus ojos brillan intensamente. Él lo mira

fijamente por un momento antes de volverse hacia Edith, quien le está dando esa
mirada demasiado fría para la escuela con la boca entreabierta y una mano apoyada en
su cadera.
5
Raza de caballo.
"Sube a tu habitación y mira tú programa de televisión favorito con el volumen alto.
¿No suena bien?" Edith levanta una ceja y abre la boca para dar un dulce descaro
cuando Raiden da un paso adelante y se inclina, poniendo su boca cerca de su oreja.
Su sombrero de copa se desliza hacia un lado de su cabeza mientras inclina su rostro.
"Por favor. ¿Por mí?"
Edith parpadea un par de veces, como si estuviera tan confundida como las detectives.
Aproximadamente al mismo tiempo se dirigen hacia su coche, así que ella va hacia la
puerta principal y entra en la sala de estar.
Y luego Raiden mira hacia atrás a mi papá.
"¿Le gustaría entrar y tomar un buen whisky y agua, tal vez?"
Rab-ratón salta de mi bolsillo, cambiando a medida que se mueve; Chesh hace lo

mismo.
Ahí es... cuando estoy bastante segura de que estoy metida en una mierda profunda.
Lar dibuja un sello en el aire con sus dedos, levantando un escudo entre mi padre y yo
que brilla tan bonito como lo harían sus alas si pudiera verlas ahora mismo.
"Allison, ¿qué está pasando?" Pregunta papá, volviéndose para mirarme con miedo en
sus ojos. Se encuentra con mi mirada a través de la capa de magia que forma el
escudo, y puedo ver que quienquiera que sea, realmente tiene miedo.
Y aunque me duele el corazón ver a alguien que se parece a mi padre tan asustado, sé
que no es él. Lo supe tan pronto como miró a mi mamá. Mierda, lo sabía.
Doy un paso atrás, chocando contra el pecho de Tee mientras Raiden agarra a Conejo-
Papá, le pone el brazo detrás de la espalda y lo golpea contra el auto.
"Podríamos despedazarte ahora mismo, darte de comer hasta jabberwock". North da

un pequeño gruñido para enfatizar mientras March pone sus labios en el oído de
Conejo-Papá y susurra. "¿O podrías decirnos por qué sigues aquí y qué quieres?"
"Cuando le disparé a esa pequeña perra disfrazándose de Brandon", dice Rab,

apareciendo detrás de mí con una pistola apuntando a su sien. Golpea el cañón contra
su cuero cabelludo un par de veces mientras mira con ojos rojos los asustados ojos
marrones de mí no-padre. "Dijo que necesitaba más tiempo. ¿Más tiempo para qué?"
"Por favor, no me mates aquí", susurra el hombre, mirándome directamente. "Si mi
alma queda atrapada en Topside, seré eternamente miserable". Me pregunto por un
segundo si él sabe algo sobre las almas y la reencarnación que yo no, pero luego veo
que Rab pone los ojos en blanco y me imagino que es solo una conjetura.
Eh.
Bueno, de todos modos tiene razón.
"Empieza a derramar", dice Raiden, dando un paso atrás y dejando ir al hombre. El

rostro de Conejo-Papá cambia, como arcilla moldeada torcida por las manos de dioses
invisibles. En solo unos segundos, estoy mirando a una mujer completamente
diferente. Ella también se ve joven, como... digamos, lo suficientemente joven como
para haber tenido su Fiesta Inaugural. Lo cual, si ella se está transformando en mi
papá...
"¡¿Te comiste a mi papá?!" Me ahogo, sintiendo que mis rodillas se debilitan. Chesh
me agarra por la cintura y me sostiene mientras me enfrío por dentro. Papá no puede
estar muerto. El hecho de que esta Coneja se comiera algo de su carne no significa
que esté muerto, ¿verdad? El Sombrerero Loco todavía está aquí y supuestamente
March puede convertirse en él.
"Sólo una probada", dice la Coneja, encogiéndose, su cabello naranja colgando en

grandes rizos a ambos lados de su cara. No podría parecerse menos a mi padre si lo
intentara, agarrándose las orejas peludas y tirándolas hacia abajo para cubrir su rostro.
"Tuve un pequeño mordisco, un bocado en realidad, una migaja".
El Sombrerero Loco golpea con la palma de la mano la ventana del coche, haciendo
que la Coneja salte. Tiene las orejas fuera, pero considerando que el hombre lanzó un
hechizo, hipnotizó a mi vecina y vio a mi papá convertirse en una mujer pelirroja,
creo que sus orejas negras son lo menor de nuestras preocupaciones. Si la Asociación
de Propietarios quiere escribirnos una carta con una redacción muy severa sobre el
incidente, pueden hacerlo.
Miro a mi alrededor, pero nuestro vecindario es tan sencillo y de nueve-a-cinco como

sea; todo el mundo está en el trabajo o en la escuela, parece. Apuesto a que Edith
estaba enojada por tener que faltar a clase hoy. Aunque se está convirtiendo en un
idiota rebelde, está obsesionada con ser la más popular, tener la mayor cantidad de
amigos.
"¿Dónde está mi papá?" Susurro mientras los ojos verdes de la Coneja se mueven de
un lado a otro, buscando una salida. Desafortunadamente para ella, está rodeada de
nueve tipos sobrenaturales... y yo. Supongo que también soy un tipo sobrenatural, a
mi manera. Por supuesto, la Espada Vorpal y Queenmaker todavía están con Tee; todo
lo que tengo es un enorme pozo de magia que apenas puedo usar sin tener un ataque.
"Está en Underland", dice la Coneja, moviendo la nariz.
"¿Qué tontería es esta?" pregunta el Rey, dando un paso adelante y agarrando la falda
de la Coneja. Él rasga la tela sobre su cadera, y lo juro, estoy a punto de darle un
puñetazo en la cara. Pero luego veo una cadena de diamantes tatuada en el costado de
la niña. "¿Estás trabajando para los Clubs?"
"¡No! ¡Nunca!" jadea, colocando dos manos enguantadas sobre su boca. Una de sus
orejas negras se contrae y cae sobre su ojo derecho mientras repite: "No trabajo para
los Clubs".
"¿Entonces quién?" dice el Rey, gesticulando con una mano enguantada. Cuando la
Coneja no muestra signos de responderle, muy lenta y deliberadamente comienza a
quitarse los dedos de un guante, revelando su palma enrojecida. Corazones arriba, lo
que puede hacer con esa cosa… "No hago preguntas dos veces, ¿verdad, Rab?"
"Una vez es sólo una gota en una taza de té", ronronea, inclinándose hacia la chica y
tocando un lado de su cara con el cañón de su arma. "Dos veces es toda una maldita
olla. Responde la maldita pregunta". Rab retira el martillo de su arma y luego se lleva
el arma a los labios, pasando la lengua por la punta.
Oh, por el amor de Dios.
"Yo-he estado en la superficie durante semanas. Meses, en realidad. Incluso más

tiempo antes de eso, estudiando mi materia." La Coneja me mira directamente. "He
llegado a preocuparme por ti y tu hermana, Alicia. De verdad."
"Vete a la mierda", espeto, empujando a Chesh lejos, para poder dar un paso hacia
ella. "¿Dónde diablos está mi papá?"
"Si has estado aquí tanto tiempo", comienza Rab, mirando al Rey. "¿Entonces
supongo que llegaste cuando el Reino de Diamantes todavía tenía su Espejo?"
"Lo hice, y dejé al verdadero Henry George Liddell con tu caballero, ya sabes. Supuse
que estaría en buenas manos. Mira, sé que a todos nos encantaría volver a asesinarnos
entre nosotros, pero el Rey de Diamonds quiere que Alicia triunfe tanto como
cualquier otra persona. Ni un solo alma está interesada en servir a la Anti-Alicia, la
Morsa y el Carpintero".
"¿Mi caballero?" pregunta el Rey, cortando las dos palabras con la punta de su lengua.
Cierra los ojos por un momento y maldice en voz baja.
"Te dije que no deberíamos confiar en ese pequeño y dulce chiflado sacarino,", dice el
Conejo Blanco mientras Tee y Dee intercambian una mirada.
"El Caballero Blanco tiene a tu padre", repite la Coneja. "No tengo ni la más mínima
idea de lo que ha hecho con él".
"Sabía que ambas estaban involucradas, el Knave y el Caballero", dice Tee, y siento
que me estoy perdiendo algo aquí. ¿Es este el chisme de la corte y la política interior
que todos estaban insinuando? ¿Por qué el Rey sintió que era más seguro dormir con
en la Suit de Corazones sobre sus propias habitaciones? "Apuesto a que es toda la
jodida corte".
"No seas pesimista", gime Dee, frotándose la cara con ambas manos. "Es muy
probable que no sea toda la corte".
"Al contrario", espeta Tee, pero estoy demasiado ocupada con mi maldita mente
alucinada para escuchar sus bromas.
El Caballero Blanco.
Santa maldita mierda.
¡Por supuesto! ¡Por supuesto!
"Probamos el vestido y nunca tocamos la coraza", me ahogo, preguntándome cómo

pude ser tan estúpida. Chevalier Blanc y todas sus sonrisas, ¡¿y ella es un chico
malo?! ¡¿Cómo?!
"No lo hiciste, Muñeca. Nosotros lo hicimos", dice March mientras Raiden agarra a la
Conejo por la nuca y la arrastra hacia atrás unos pasos. Da golpecitos con la uña
contra el pulso de su garganta.
"¿Qué otra cosa?" ronronea. "¿Antes de que te arranque la garganta y te deje sin
sangre?" El Sombrerero Loco muestra sus afilados dientes y mi cuello palpita. No
puedo resistirme a levantar una mano, presionando mi palma contra el lugar donde me
mordió. La herida en sí ha desaparecido, pero juro que siento un latido fantasmal de
placer.
"Solo estoy aquí en reconocimiento, para vigilar a Alicia. Estuve aquí antes de que
ella se fuera, y me quedaré hasta que se ordene lo contrario". Las orejas negras de la
Coneja se pliegan hacia abajo para cubrir su rostro. "Por favor, me ordenaron dar mi
vida por Alicia. Seguramente, ¿no puedes culparme por eso? Mi colega, el Conejo al
que llamas Brandon, era un agente doble. También trabajaba para el Caballero
Blanco."
"Ahh", dice Rab, que suena muy parecido a un loco. "Solo necesitaba más tiempo
para... ¿una explicación? Lo más probable es que eso sea lo que iba a decir. Ah, y me
ha estado molestando durante semanas, esa curiosidad desenfrenada". El Conejo
Blanco sonríe, pero no es un espectáculo particularmente agradable. "UPS. Es posible
que entonces haya asesinado a alguien innecesariamente". Vuelve a poner el arma en
la cabeza de la Coneja Negra. "No sería la primera vez... ni la última".
"Es un oops sólo si ella está diciendo la verdad. Podría estar mintiendo. Fuera de su
cabeza", dice Brennin, empujando su guante de regreso a su lugar y agitando su mano.
Empieza a caminar hacia la casa, pero lo agarro del brazo. Sus ojos negros vuelven a
los míos, y un calor salvaje y violento surge entre nosotros. Siento que me estoy
ahogando.
"No vas a matarla", grito, y Red se burla de mí como si fuera chicle en la parte
inferior de sus perfectos mocasines. "Tengo más preguntas. Y además, ella no ha
hecho nada para merecer la muerte". Froto mi frente con la palma de mi mano. Sin
mencionar el hecho de que no tenemos exactamente una guillotina a mano en el
garaje.
"¿Quieres dejarla libre? En la remota posibilidad de que esté siendo sincera, en el filo
más delgado de la posibilidad de que tenga en mente tus mejores intereses". Red
levanta los ojos al cielo y exhala. "Sabía que habría una curva de aprendizaje,
enseñándote a ser la Reina de Corazones, pero son mis cartas, Su Majestad.
Ciertamente, esa no es una opción". Se quita el brazo de mi agarre, pero no se mueve
hacia la casa. Probablemente sea algo bueno porque no sé cuánto tiempo va a durar en
Edith esa mierda de encantamiento que usó el Sombrerero Loco; Espero que sea un
buen tiempo porque realmente no quiero verla meterse en esto con el Rey de Pendejos
y Corazones. Idiotas.
"No sé ustedes", dice March, comiendo unos cacahuetes que tiene guardados en el
bolsillo delantero. Creo que los robó de la prisión. Creo que, lo crea o no, los robó de
la máquina expendedora, al diablo con las jaulas de metal. Maestro Ladrón March,
ladrón de cacahuetes salados. "Pero no confío en los conejos". Mira fijamente a Rab.
"Yo tampoco confío mucho en los conejos", responde, parpadeando con los ojos
rojos. "Pero deseo complacer a Alicia. ¿Quizás, si el Rey y la Oruga así lo desean,
podríamos conjurar un hechizo de la verdad?
Lar pone los ojos en blanco y levanta la mano para pasar sus pálidos dedos por su
cabello.
"Si Sunshine y el Rey así lo desean..." Me mira a los ojos mientras levanto la barbilla
y cuadro los hombros. No quiero a esta mujer muerta. En primer lugar, aunque sé que
técnicamente, ella es una asesina entrenada, parece loca de miedo. En segundo lugar,
me he pasado todo el día pensando que ella era mi padre y, para ser justos, lo hizo
bien. Lo único real que hizo mal fue no mirar a mi madre con toda una vida de amor
en sus ojos.
"Lo deseo", digo mientras Brennin cruza los brazos sobre su pecho, entrecerrando sus
ojos oscuros y mirándome directamente a mí en lugar de a la Coneja.
Lar hace una pequeña reverencia mientras Raiden se hace a un lado, dejando a la
Coneja Negra parada en medio del camino de entrada sola. Observa a Lar con
cansancio mientras él da un paso adelante, la mira a la cara y luego dibuja otro de sus
sellos dorados en el aire, moviendo sus alas hacia adelante con un movimiento
violento y bañando a la chica con brillo dorado, azul y negro.
Estornuda varias veces, se frota los ojos y gime.
Me muevo para pararme al lado de la Oruga.
"Si te dejamos ir, ¿correrás?" Pregunto, pero la chica Coneja ya está negando con la
cabeza.
"Mis órdenes son..."
"Claro, claro, mantener viva a Alicia a toda costa. Eso no es lo que pedí". Cruzo los
brazos, imitando la pose del Rey. "¿Quieres correr?"
"No", espeta la Coneja Negra, arrugando la nariz, como si ni siquiera hubiera tomado
una decisión consciente para responder. Me recuerda un poco a la Tórrida Fiesta de
Té.
"¿Estás trabajando para el Caballero Blanco? ¿Intentarás matar a alguno de nosotros?"
"Sí y no", espeta la Coneja Negra, estornudando de nuevo. Me doy cuenta de que Lar
está a mi lado, abanicando sus alas, que no son tan brillantes como de costumbre. Me
pregunto cuántas veces seguidas puede lanzar ese hechizo, o si tiene que esperar a que
sus alas se recuperen por completo antes de poder hacerlo por segunda vez.
"¿Serás una buena deportista y harás todo lo posible para que no quiera matarte?" Rab
interrumpe y pongo los ojos en blanco.
"Sí." La nariz de la Coneja Negra se contrae. "Y antes de que preguntes: no, no sé qué
es lo que busca el Caballero Blanco. Pero creo en ella y en sus causas, y sirvo a mi
Rey con respeto".
"¿Viejo Humphrey6?" March se ríe, como si esto fuera lo más gracioso que ha
escuchado en todo el día. "¡¿Sirves al Viejo Humphrey con respeto?! Gracias, pero no
gracias, amor, serviré al Sombrerero Loco cualquier día de la semana".
"El Sombrerero Loco es un buen segundo para servir, pero siempre elijo a los
ganadores primero". Rab y March se miran fijamente, y juro mierda que puedo sentir
la energía crepitando entre ellos. Doy un paso adelante, impidiéndoles que se miren el
uno al otro.
Hay un gran peso sobre mis hombros que me hace temblar. Papá no está, el
Caballero Blanco es una traidora, y estúpidamente usé esa coraza sin
cuestionarla. Ugh. Tee se da cuenta del cambio en mi estado de ánimo, se coloca a mi
lado y me ofrece la Espada Vorpal y la Queenmaker. Los tomo en mis manos,
apretando las fundas de cuero con fuerza. Si no hubiera tirado de la Espada Vorpal
hacia Knave, entonces... mierda, ¿tal vez no estaría aquí ahora mismo?
No puedo decidir si eso es algo malo... o bueno.
Ahora sé que mi padre, el pobre y aburrido Henry George Liddell, está atrapado en
Underland.
Debe estar sufriendo un maldito ataque al corazón.
"Hubo momentos", comienzo, pensando en la regañina de Edith esta mañana, "en los
que realmente actuaste como mi padre". Miro a los ojos de la Coneja, tan verdes como
la hierba fresca, y ella me sonríe. Ella es agradable, demasiado agradable. Me hace
6
Fue un actor de cine y teatro estadounidense. El estilo cínico y moralmente dudoso de muchos de sus personajes,
la elegancia perpetua, el eterno cigarrillo siempre entre sus dedos y su condición de galán poco convencional son
algunos de los rasgos más recordados de su filmografía.
desconfiar de ella de una manera que debería haber sido cautelosa con el Caballero
Blanco todo el tiempo.
"Lo estudié durante mucho tiempo", susurra, con los ojos brillantes y la nariz
crispada. "Y cualquier buen Conejo lo sabe: una vez que adoptas una forma, asumes
todos sus aspectos". Extiende una mano para tomar un lado de mi cara de una manera
muy… maternal, o debería decir paternal, algo así.
Me tambaleo hacia atrás y choco contra Chesh, sus dedos rodeando mis hombros y
dándoles un pequeño apretón.
"¿Entramos, pequeña Bailarina en Bragas?" susurra, y yo asiento. No puedo

imaginarme que estar afuera con tal séquito sea una buena idea. El hipnotismo, los
hechizos y las tonterías solo llegarán hasta cierto punto y luego, antes de que todos
nos demos cuenta, estaremos atados en un laboratorio del gobierno mientras los
científicos nos separan para ver qué es lo que nos motiva.
Estoy segura de que al gobierno de Estados Unidos le encantaría tener en sus manos
máquinas de matar como el Rey, el Duque o el Sombrerero.
La chica Conejo hace una pausa por un momento, y luego la sigo, manteniendo la
puerta principal abierta y dejándonos entrar antes de cerrarla y observa como Lar
lanza un hechizo simple, dibujando sellos de oro a través de la pared con sus dedos.
Puedo escuchar la televisión de Edith a todo volumen desde arriba y dejo escapar un
pequeño suspiro de alivio cuando me desplomo en el sofá, poniendo ambas manos
sobre mi cara.
Qué mierda de grupo.
¡En serio, malditos!
"No crees que el Caballero Blanco lastimaría a mi papá, ¿verdad?" Pregunto, mirando
al Rey. Está sentado en el sillón de mi padre como si fuera un trono, con los dedos
enguantados enrollados en los extremos de los apoyabrazos.
"No tengo ni lo más mínimo", dice, exhalando y cerrando los ojos, como si fuera él
quien está a punto de tener un ataque de pánico.
Dinah entra en la habitación como si nada estuviera mal y comienza a frotar las
piernas de Chesh. Estoy un poco enojada con ella por, ya sabes, marcarme como la
Bailarina de las Bragas de Medianoche con sus feromonas de mejillas de gato, pero
supongo que lo superaré.
Hay una parte de mí que se pregunta hasta qué punto nos divertiríamos Chesh y yo si
bailáramos un poco en bragas en medianoche juntos...
"¿Cómo consiguieron la Tortuga Falsa y el Grifo llegar a Topside si no tenían acceso

al Espejo?" Pregunto, esforzándome mucho por no mirar al Sombrerero Loco.
¡¿Cómo acabo de follar con ese tipo?! ¿Qué demonios es lo que me pasa?
"¿Podría ser una madriguera que no conocemos?" dice el Duque, encaramado en los
ladrillos de la chimenea y cruzando las piernas como si fuera un caballero delicioso.
Extraño sus cuernos y... oh, espera, su cola está fuera, golpeando la alfombra en un
patrón rítmico y llamando mi atención sobre el hecho de que esta no es en realidad la
alfombra de mi mamá. Ha sido reemplazada.
Supongo que ni siquiera la magia del tiempo puede ayudar a un grupo de tipos a
limpiar la sustancia viscosa plateada del Espejo de una alfombra persa, ¿verdad?
"¿Hay Agujeros de Conejo en Topside?" Pregunto, pensando en cómo me caí por el

agujero original. Entonces, si estuviera en Underland y encontrara uno, ¿todavía me
caería? ¿O iría hacia arriba? ¿Porque ciertamente uno no puede caer para llegar a un
lugar y luego volver a caer para volver a subir?
"Solía haber docenas", dice Dee, sentándose tan cerca de mí en el sofá que tiene que
colocar una de sus piernas sobre la mía. No puedo decir que me importe mucho. Es un
poco de sol en toda esta oscuridad de Underland. "Pero cuando los Reinos
comenzaron las guerras después del Riving, la mayoría de ellos fueron aniquilados
junto con los Espejos".
"¿Un fragmento, tal vez?" March pregunta, yendo a la cocina y husmeando hasta que
encuentra el refrigerador. Lo abre y puedo oírlo murmurar en voz baja sobre la
maldita máquina interesante que es. Cuando regresa, desenroscando un frasco de
cerezas al marrasquino, le echo un vistazo.
"¿Un fragmento? ¿Cómo la Espada Vorpal?"
"Claro", dice, sus orejas brotan de la parte superior de su cabeza como jodidas
margaritas. Mientras miro a mi alrededor, veo al resto de los hombres desplegándose,
por así decirlo, trozos Wonderland-Underland desplegándose de sus cuerpos como,
bueno, magia. "Un fragmento no se puede usar para viajar de un lado a otro como un
espejo, pero, en las manos adecuadas, se puede manipular".
"¿Cómo es eso?" Pregunto, obligándome a ponerme de pie con un gemido. Si los
otros hombres van a, eh, pasar el rato con su basura, por así decirlo, entonces Tee y
Dee también pueden hacerlo. Y sé que basura significa pene y pelotas, pero juntemos
alas, cuernos y colas también, ¿de acuerdo?
Primero, sin embargo, voy a hacer un jodido café.
Delicioso, delicioso café, cuánto te he echado de menos.
"Puedes sacrificar un fragmento para hacer un agujero de conejo, ¿no?" Chesh

ronronea, se quita la chaqueta, se desabotona la camisa y desliza el cuerpo por el
respaldo de los cojines del sofá. Dinah lo sigue y se acurruca en una pequeña bola
negra en la parte baja de su espalda.
"Se rumorea, pero nunca se ha confirmado", dice Lar, parado allí con su traje
prestado. Ojalá todavía estuviera usando la media chaqueta roja del baile. Si todo sale
bien, y todos volvemos a Underland y vivimos... bueno, no creo que el feliz para
siempre exista realmente en Underland, así que digamos vivos, entonces voy a tener
un maldito desfile de modas con estos hombres.
Ellos me deben mucho, por decir lo menos.
"Bueno, gracias por decírmelo ahora", bromeo poniendo los ojos en blanco, "así que si
sucede más tarde, no es un agujero en la trama, ¿verdad?" Dee y Chesh se ríen de mi
estúpida broma, pero todos los demás me miran como si estuviera loca. Pero también
les gusta que yo esté loca, así que supongo que eso es bueno.
Al pasar a la cocina, veo una de las dos fotos de la casa que tienen a Rhoda en ellas.
He pasado junto a ellos tantas veces que dejé de pensar al darme cuenta de ello. Si le
menciono a mi hermana fallecida a alguien en la escuela, realmente pensarían que es
un puto agujero en la trama.
Lo siento, pero no pienso en mi hermanita muerta con tanta frecuencia. No es que sea
desalmada o que no me importe, pero ella pasó varios años antes de que yo naciera,
murió a los pocos días de nacida y mis padres nunca hablan de ella. Rhoda
simplemente no se me pasa por la cabeza con la suficiente frecuencia.
"No puedo creer que todos lo supieran", digo, pero ¿cómo puedo enojarme con ellos?
Me di cuenta cuando hablaron sobre la Anti-Alicia que algo andaba mal. A Tee le
dolía tanto cada vez que la mencionaba; estaba preocupado por hacerme daño. "Todos
sabían que Rhoda era la maldita Anti-Alicia."
"Tenía que ser alguien de sangre Liddell", suplica Tee, casi como si estuviera tratando
de disculparse conmigo. Se acerca a la entrada de la cocina mientras yo preparo la
cafetera. "Tenía que ser, y no había nadie más".
"¿Cómo creció alguien que murió tan joven?" Pregunto, poniendo mi mano en el
costado de la máquina mientras hace sus familiares sonidos crepitantes y
burbujeantes. Crecí con el sonido del café recién hecho cada mañana; Creo que la
mayoría de nosotros lo hacemos. Hay algo en ese olor, ese sonido, la media sonrisa
cansada en el rostro de un padre cuando bajas las escaleras y están vestidos con una
bata y sosteniendo una taza.
Mi corazón sufre un espasmo y cierro los ojos. No puedo pensar en que le pase algo a
mi papá o no podré funcionar.
Cuando los abro de nuevo, me encuentro mirando el estúpido estanque de koi fuera de
la ventana. Bueno, no es de extrañar que 'papá' estuviera tan desconectado estas
últimas semanas. Ni siquiera estaba papá aquí.
"Nigromancia", dice Tee en voz baja, entrando en la cocina para pararse a mi lado. Le
da a la cafetera una mirada extraña, pero no dice nada. "No sé mucho al respecto.
Después del Riving, ya nadie lo practica. Bueno, nadie más que el Carpintero".
Me acerco al armario, lo abro y busco la taza favorita de Fred. Es blanca con una
versión de dibujos animados de Britney Spears en el frente. No bebería una bebida
caliente a menos que estuviera en esta maldita taza. Y, sinceramente, Fred era el
'Bailarín de Calzoncillos de Medianoche' original. Me asomaba a su habitación y lo
veía en calzoncillos, sincronizando los labios ¡Ups!... Lo hacía de nuevo en un lápiz o
en una hoja de papel enrollada como su micrófono.
Dios, lo extraño.
Tomo la taza y cierro la puerta del armario. Me llevaré esta maldita taza a Underland
conmigo si me mata.
Y, teniendo en cuenta nuestra situación actual, muy bien podría hacerlo.
Me sirvo una taza, agrego una generosa cucharada de crema de Calabaza con especias
(soy una perra básica y estoy orgullosa de ello) y me dirijo a la sala de estar con Tee
siguiéndome. Miro al otro lado de la habitación a la Coneja-Chica.
"¿Cómo supiste que la Anti-Alicia era Rhoda?" Le pregunto, dándome cuenta de que
no le he ofrecido café a nadie. No soy exactamente el anfitrión consumado. "Lo
siento, ¿alguien más quiere una taza?"
"Negro, por favor, dos azúcares", gruñe Rab acostado de espaldas en medio de la
habitación con la pistola en el pecho. "March, ¿no bebes café también? O, con tu
personalidad ácida, ¿preferirías un limpiador de desagües?"
"¿No eres gracioso? No he pasado tanto tiempo follando en Topside como tú, pero
tomaré un café, por favor." Olfatea el aire mientras hace estallar una cereza roja
brillante entre sus labios, la chupa y luego usa su lengua para llevarla a su boca. "Y
tomaré un poco de esa cosa de calabaza-canela que pusiste en el tuyo."
"Calabaza-canela, ¿eh?" Pregunto, mirando mi café. Supongo que si realmente lo

piensas, la calabaza es una calabaza, y seguramente también hay canela allí. Pero
jodidamente extraño. "Seguro. ¿Qué hay de ti... uh, cómo te llamas? Espera, espera,
probablemente tengas un apodo como... ¿Cabello Naranja? ¿Cara con Pecas? ¿Algo
descriptivo y extrañamente obvio?"
"Esta es el Conejo Negro", dice Lar, dándome una pequeña sonrisa sardónica.
Encuentra todo esto divertido, bueno para él.
"Oh, el Conejo Negro, ¿eh?" Estudio sus orejas oscuras y me dirijo a la cocina para
empezar a servir café. En mi cabeza, ya la estaba llamando el Conejo Negro.
"¿Quieres café, Conejo Negro?"
"Sí, por favor, como le gusta a tu padre", dice, con voz suave mientras me mira.
"Cuando adoptas una forma, adoptas sus atributos. Te lo dije. Conocí a Rhoda
porque... un padre conoce a su propio hijo".
"Sí, bueno, y es de conocimiento común en Underland que la fallecida Rhoda

Caroline-Anne Liddell es la Anti-Alicia. No olvides ese pequeño detalle de
conocimiento", agrega Rab con su voz de huesos y hielo.
Preparo el café, le doy dos de las tazas a Tee y le llevo la tercera al Conejo Negro.
Ella lo acepta agradecida, mirándome con esa extraña expresión feliz-triste en su

rostro. Si tan solo hubiera comenzado a enamorarse de mamá, nunca lo hubiera
sabido. ¿Quizás los hombres ya lo hicieron? No tengo ni idea.
"Me alegro de que estés a salvo", me dice, pero simplemente pongo los ojos en
blanco. Si ella es un Conejo, ¿seguramente podría haberse unido a la pelea? O estaba
demasiado ocupada tratando de mantenerse encubierta o heredó el nerviosismo
general de mi padre. No puedo seguir mirándola, pensando en ella mordiendo el
cuerpo de mi padre, masticando su piel y su carne y tragándola.
Me estremezco.
"¿Entonces, qué hacemos ahora?" Me vuelvo a sentar en el sofá, todavía negándome

deliberadamente a mirar al Sombrerero Loco.
"Necesitamos que rastrees o atraigas a la Anti-Alicia". Raiden dice, ajustándose el

sombrero y jodidamente mirándome hasta que no tengo más remedio que mirarlo
directamente. Un rubor colorea mis mejillas, y veo esta lenta y malvada sonrisa
curvarse sobre sus perfectos labios. "¿O te gustaría subir las escaleras y repetir lo de
esta mañana primero?"
Una sonrisa malvada se apodera de mi boca esta vez mientras lo miro, ojos azules
mirando fijamente al naranja.
"¿Recuerdas cómo dijiste que me harías suplicar?" Bromeo con una pequeña
inclinación atrevida de mi cabeza. "Bueno, fue al revés, perra." Me recuesto en los
cojines y bebo mi café mientras Raiden levanta ambas cejas, me da una pequeña
palmada y luego vuelve a sonreír.
"Siempre me han gustado las mujeres fuertes y capaces. No decepcionaste, Pequeña

Alicia." Se lame los labios mientras me burlo de él.
"Eres un maldito pervertido", gruño, escondiendo mi sonrojo en la taza de Fred. Si él

es un pervertido, entonces yo también lo soy. Yo era el, eh, agresor en ese momento,
¿no? Quiero decir, el Sombrerero estaba encadenado a un maldito árbol.
"Un pervertido que sabe cómo rastrear a la Anti-Alicia y al Espejo", dice, sentándose
en el borde de la silla donde la Liebre de March ha establecido su residencia. Tiene
esta mirada de pura felicidad en su rostro cuando toma un sorbo de café. Debe ser la
crema de especias de calabaza. March también es una perra básica.
"Deberíamos establecer algún tipo de perímetro", dice Lar, entrando en el centro de la

habitación con sus alas desplegadas en todo su esplendor brillante. Se me ocurre que
Edith podría bajar en cualquier momento, pero tengo más de qué preocuparme que
solo una hermana pequeña asustada. De todos modos, ¿no puede Raiden volver a
hipnotizarla como vampiro?
"Un perímetro, y luego una siesta", dice Chesh, frotándome el hombro.
Sé que solo está siendo un gato, pero tiene un buen punto.
"Descansemos un poco", digo, frotándome la cara. Me siento agotada emocional y

físicamente. "No puedes matar a los malos cuando te quedas dormida sentada. Ni
siquiera el café ayuda".
"Sí, duerme un poco", me dice Lar, mirándome con esos ojos azulados que tiene. "Y
cuidaremos de la casa, Sunshine."
"Algunos de nosotros vigilaremos la casa", gruñe North, levantándose y ofreciéndome

su mano. "Dormiremos por turnos".
Me acerco a Dee para dejar la taza en la mesa auxiliar, en la que la lámpara estaba
atascada al revés hace solo unas horas. Y luego tomo la mano de North. Espero que
me ayude a ponerme de pie. En cambio, me tira hacia arriba y luego me lleva a sus
brazos como si fuera una especie de príncipe azul de cabello dorado. Solo que mi
príncipe azul tiene cuernos y cola.
"¿Quizás una ducha primero? Estoy bastante agitada; no creo que pueda quedarme
dormida todavía", digo, pero luego... ni siquiera recuerdo haber subido las escaleras.
El mundo estaba destrozado y marchito,
destrozado y lleno de miedo:
Alicia hizo todo lo posible por tomarlo…
En las horribles vistas —
Pero esto fue difícil
La corrupción de su vida.
La luna estaba bañada en sangre y odio,
Borró el sol
Los reyes no tenían nada que hacer allí
Porque su tiempo se acabó —
'Es muy grosero de ellos, ella dijo,
'¡Matando a todos!'
La sangre era roja como el rojo podría ser,
Los huesos estaban secos como secos.
No podías ver una estrella porque
Nubes grises estaban en el cielo:
No hay ángeles volando por encima —
No quedaba nadie para volar.
La Morsa y el Carpintero
Estaban acechando al alcance de la mano:
Ellas sonrieron como maníacas al verlos
La formación de su banda:
'Si esto solo fuera aclarado,'
Ellos dijeron, '¡seria grandioso!'
'Si nueve hombres grandes con nueve penes grandes
Supongo que la tienen cerca,
¿Supones?' Dijo la Morsa,
'¿Cómo podríamos aclararlo?'
'Lo sé', dijo el Carpintero,
Y dio una horrible mirada.
'Oh Alicia, ven y camina con nosotros!'
La Morsa suplicó
'Un agradable paseo, una agradable charla,
Y repara esta sangrienta brecha:
Todavía podemos sacrificar a nueve o más,
Así que di adiós a cada uno.'
El ángel mayor se burló de ellos,
Y muchas palabras dijo:
El obstinado monarca cerró los ojos,
Y dijo que ella no estaría muerta —
Tenían que dejar que Alicia pensara
De lo contrario, su Reina pronto sangraría roja.
Pero nueve jóvenes pretendientes se apresuraron,
Todos ansiosos por su regalo:
Su cabello fue cepillado, sus caras lavadas,
Sus ropas estaban limpias y ordenadas —
Y esto fue bueno, porque sabes,
Hasta la fecha, Alicia fue un logro.
Porque todos los monstruos la siguieron,
Ellas anhelaban su cadáver sangriento;
Tan grueso y rápido las hordas atacaron,
Solo más, y más, y más —
Todos esperando un bocado o dos,
Sus hombres deben prevenir lo sangriento.
El Grifo y la Tortuga Falsa
Observado desde posiciones lejanas,
Y luego ellos contemplaron el infierno.
En reinos tan extraños:
La Queenmaker su única esperanza
Contra una cicatriz irregular.
'El tiempo ha llegado,' La Morsa dijo,
De dolor — y huesos — y asesinatos —
Y arrancando las alas de los ángeles.'
'No esperes un poco', gritaron los monstruos,
'Antes de que tengamos nuestro refrigerio;
Algunos de nosotros estamos muertos de hambre.,
¡Y todos nosotros estamos locos!’
'¡Sí, date prisa!' dijo el carpintero.
Muchos le agradecieron por ello.
'Un poco de carne', dijo la Morsa,
'Es lo que principalmente necesitamos:
Las muertes de los verdaderos nueve de Alicia
Son muy buenos de hecho —
¿Lista, mi Anti-Alicia, querida?
Nosotros podemos comenzar a alimentarnos.’
'¡No sobre nosotros!', Lloraron los soldados del corazón.,
Levantando sus armas en alto,
'Oh, qué locura, no podemos dejarlo estar
'¡De lo contrario, seguramente moriremos!'
'Eso estaría bien', suspiró la Morsa,
'¡Cadáveres ensangrentados que observo!’
'¡Fue tan amable de su parte haber venir
Debes saber muy agradable!’
Entonces le dice Carpintero a Alicia,
'Cortaré otra rebanada:
Desearía que no estubieras tan viva —
¡Tendré que matarte dos veces!’
‘Es una lástima,’ dijo la Morsa,
‘Los nueve de ellos son idiotas,
Después de luchar contra ellos tanto tiempo,
¡No los mataremos rápido!’
El Carpintero no dijo nada pero
‘¡Mis muñecas solo necesitan una lamida!’
‘Lloro por ti '', dijo Alicia.
‘Simpatizo profundamente.’
Con la cabeza en alto, lo resolvió
El plan de su desaparición.
Sosteniendo la Espada Vorpal en la mano,
Ante sus ojos abiertos.
‘¡Te venceré! gritó Alicia entonces.
‘¡Has tenido una mala racha!’
Ella mató a todos sus enemigos.
Luego, hubo toneladas de vítores —
Y eso no era extraño, porque
Ella había golpeado a todos.
Me despierto de golpe con un grito ahogado, arañando mi garganta, la luz de la luna

cayendo sobre mi cama y convirtiendo la colcha en una colcha de barrotes. Es como si
estuviera durmiendo bajo una jaula de luz de luna y no me gusta. Salgo de entre los
gemelos, despertando a Tee en el proceso.
"¿Estás bien?" pregunta, y yo asiento, levantando al gato del borde de la cama, bueno,
un gato, lo siento, Dinah, pero te quedas aquí, y me dirijo a la puerta de mi habitación.
"Estoy bien, solo... necesito respirar". Salgo al rellano de arriba, hago una pausa para
ver cómo está Edith —gracias a la mierda, todavía está durmiendo— y luego bajo los
escalones como un troll galopando. El Sombrerero Loco, la Liebre de March y el Rey
están sentados en la sala de estar, mirándome mientras bajo.
Hago una pausa por un momento, mirándolos mirándome.
Me follé a dos de los tres, bien por ti, Allison. Ese pensamiento atrae mi atención
hacia March, sentado allí y tocando los frascos de colores alrededor de su cuello
mientras bebe un poco de café. Su cuchillo envenenado me salvó la vida, quizás
también la de Tee. Probablemente debería agradecerle. En cambio, no puedo dejar de
repetir los versículos de esa maldita profecía en mi cabeza.
'Ha llegado el momento', dijo la Morsa,
De dolor—y huesos—y asesinato—
Y arrancando las alas de los ángeles.'
Niego con la cabeza mientras camino y luego comienzo a susurrar en voz alta el
poema de Jabberwocky.
"Twas brillig7, y los toves resbaladizos
Hizo girar y gimble en la wabe:
Todas mimsy eran las borogoves,
Y la mome raths outgrabe."
Chesh salta de mis brazos, moviéndose en el aire. Debe haberse desnudado mientras
yo dormía porque está sin zapatos y sin camisa otra vez, y no usa nada más que
pantalones negros desabotonados. Puedo ver su rastro feliz que, uh, me hace feliz
también.
7
Es muy difícil traducir esta primera parte del poema ya que son palabras inventadas por el autor, las cuales se
dejaron así ya que no tienen traducción.
"¡Cuidado con el Jabberwock, mi chica!" sisea él, haciéndome pequeñas garras
mientras sonríe con esa mueca de gatito suya."¡Las mandíbulas que muerden, las
garras que atrapan!" Enrolla sus dedos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y
me da un pequeño rasguño en la parte de atrás de mi cuero cabelludo que se siente
demasiado bien para las palabras. "Te dije que era jodidamente pegadizo."
"Es malditamente pegadizo", murmuro mientras abro la puerta de la terraza trasera y

encuentro a Lar sentado solo en los escalones, con las alas dobladas sobre los
hombros como una capa. Él nos mira, el cabello rubio azulado bailando en una brisa
real esta vez. El movimiento de su cabello coincide con el vaivén de las hojas naranjas
y amarillas de los árboles, el último adiós del otoño antes de que inevitablemente gane
el invierno. "Hola Oruga".
"Sunshine", dice, acariciando la cubierta mojada junto a él. Realmente no me importa

la lluvia; Solo necesito alejarme de ese sueño y esa profecía. Cómo lo soñé todo sin
siquiera escuchar el final está más allá de mí. "¿Estás bien?"
"Soñé el resto de la profecía", digo, mirando la hierba cubierta de rocío mientras

Chesh se acuesta a mi lado y pone su cabeza en mi regazo, las orejas con rayas
blancas y negras se mueven nerviosamente mientras cierra los ojos y comienza a
ronronear. Termino acariciándolo sin siquiera querer hacerlo. "Pero no veo cómo eso
es posible cuando nunca lo había escuchado antes".
Lar sonríe y no puedo evitar preguntarme si él tuvo algo que ver con eso. Decido que
no hay nada de malo en preguntar.
"¿Te infiltraste en mi sueño o algo así? No tengo idea de qué tipo de poderes tienes
realmente, así que..."
"Soy simplemente un vidente sabio e incomprendido", dice arrastrando las palabras,

sacando una pipa de su bolsillo y encendiéndola. Él sopla humo en el aire oscuro y
hace girar su dedo, haciendo que pequeñas formas bailen. Veo una Morsa, y veo un
hombre delgado y monstruoso que se parece al Carpintero.
"Eso es todo lo que eres, ¿eh?" Me estremezco un poco y me rodeo con los brazos. Un
momento después, la Oruga me mete debajo de una de sus alas y me acerca. A pesar
de su aspecto delicado, casi parecido al papel de seda, las alas de Lar son
notablemente fuertes. Cálidas también. Acurrucada contra él de esta manera, huelo
tabaco y arándanos, este aroma reconfortante almizclado pero dulce que me envuelve
y calma las mariposas (juego de palabras) en mi estómago.
No me responde, solo sigue fumando y sonriendo mientras Chesh enfundando y
desenvainando sus garras, trata de atrapar las galletas en el aire. No puedo creer que
pueda convertirse en un gato doméstico y una bestia lo suficientemente grande como
para hacer que un león se cague en los pantalones.
"La profecía nunca menciona quiénes se supone que son los nueve de Alicia. Quiero
decir, menciona vagamente a los ángeles, por ejemplo. Y al Rey, pero no dice
exactamente en quién se supone que debo confiar. La única predicción que parece
mencionarlos es la que me diste, en la Tórrida Fiesta de Té".
"La profecía nunca tuvo la intención de ser una predicción exacta de lo que está por
venir. El futuro es como... un río con afluentes y arroyos que se ramifican en el
infinito". Lar mira al frente, hacia la oscuridad del bosque donde me follé al
Sombrerero Loco. Sus ojos azules están ensombrecidos, pero la luz del porche se
refleja en su cabello, convirtiéndolo en un caleidoscopio de azul y oro. "Todo lo que
podemos hacer es adivinar. Entonces la profecía no menciona a los nueve, porque los
nueve tienen que ser elegidos por Alicia, y nadie sabía quién o cuándo aparecería
Alicia".
"¿Qué hay de tu pequeño, eh, poema?" Pregunto, tratando de recordar las palabras. La
sonrisa de Lar se vuelve sensual cuando me mira, da otra calada a su pipa y luego me
la ofrece. No estoy segura de querer ver visiones si se aparecen, pero la ignorancia
nunca es algo de lo que estar orgulloso.
Con un suspiro, tomo la pipa y aspiro dos grandes bocanadas de humo perfumado.
"¿Cómo profetizó Alicia?" comienza, dibujando diseños en mi humo exhalado y

haciéndome... bueno, a mí. "¡Mejora su harén de hombres. Ella sale con asesinos,
reyes que sangran, príncipes, ángeles, dragones!" Mientras cita, dibuja más formas
con los dedos. Son pequeñas piezas de arte toscas, como galletas de animales o algo
así, solo formas vagamente reconocibles, pero me gustan de todos modos. "Con qué
alegría sonríe su gatito," continúa, dibujando la gran sonrisa blanca de Chesh en el
aire mientras el gato mismo da una réplica del mundo real. "Howneatly cambia a su
conejo. ¡Da la bienvenida a los hombres videntes alados mientras que salir con
ladrones es un hábito!"
Lar golpea su ala izquierda, haciendo que las figuras de humo bailen en el olvido.
"Sí, esa," dije con una leve sonrisa, levantando un dedo y captando el último giro de la
figura de humo de Alicia. "Eso los explica con bastante claridad, ¿no les parece?"
"Es una profecía basada en ti, específicamente", continúa Lar, mirándome, sus aretes
rojos captan la luz del porche y brillan como rubíes. "Pero es solo una suposición.
Sunshine, eres libre de elegir tus nueve. Solo estamos aquí porque queremos estar".
"Todos quieren algo de mí", les digo, pero no es un juicio ni siquiera una
preocupación. Simplemente lo es. "Tee quiere un socio; Dee quiere un salvador; el
Rey quiere una reina". Miro a Chesh, pasando mis dedos por su cabello oscuro y
frotando las puntas peludas de sus orejas. Con sus ojos grises me mira.
"Éramos los más propensos a encajar como tus nueve, pero todo depende de ti. Elijas
nueve; elijas uno; elijas ninguno. Tú creas tu propio destino. Lucharemos a tu lado,
independientemente. Tendrás nueve guerreros, de una forma u otra ". Chesh ronronea
y me guiña un ojo antes de cerrar los ojos de nuevo, amasando el aire en pura
felicidad. Un gato típico, solo aparece en la conversación para expresar su opinión.
Suspiro y me apoyo en el hombro de Lar, solo porque es sólido y reconfortante y

huele increíblemente delicioso. Me encanta la forma en que mueve las manos y los
dedos, como si siempre estuviera a medio camino de lanzar un hechizo. Y su boca,
ligeramente entreabierta, como si estuviera tan cerca de hacer una pregunta descarada.
Lar me quita la pipa y sigue fumándola, deteniéndose cuando el Conejo Blanco sale a
la terraza. Miro por encima del hombro y lo veo allí de pie, vestido con un pijama que
debe haberle pedido prestado a papá: pantalones de pijama de franela a cuadros y una
blusa blanca. ¿Qué pasa con los tipos heterosexuales y los pijamas de franela a
cuadros? Lo juro, todos tienen un par.
"¿Algo?" Pregunta Rab, dando unos pasos hacia adelante y quitando el ala de Lar de
mi hombro. Se asoma al centro azul, entrecerrando los ojos con fuerza. "Bueno,
fóllame el pene y llámame Conejo. ¿Nada en absoluto, en serio?"
"Nada todavía", responde Lar, con la voz tensa. Me pregunto si todavía está dolido
por lo que sea que le hizo la Tortuga Falsa. Siempre y cuando no tenga que escuchar
la voz de ese idiota soltando tonterías en mi cabeza, estoy tranquila. Amenazó a Edith;
trató de envenenarme con tonterías de culpabilización de las víctimas. "Pero si yo
fuera la Morsa, llevaría a mi séquito a Underland y enviaría un ejército aquí para
proteger el Espejo".
"Tenemos que esperar tener apoyo en Underland entonces", dice Rab, pero no parece
particularmente optimista. Sigo mirándolo mientras saca un paquete de cigarros de su
bolsillo, enciende uno y dobla sus orejas de conejo hacia atrás como un par de tijeras.
"Si la Corte puede evitar que entren más idiotas..."
"O evitar que estos imbéciles regresen", dice Lar, con las fosas nasales dilatadas
mientras exhala bruscamente. "Si la Tortuga Falsa y el Grillo atravesaron una
Madriguera de Conejo en Underland, entonces ciertamente pueden enviar refuerzos;
eso no hace nada por ellos si no pueden regresar".
"Buen punto", dice Rab, fumando su cigarrillo con una expresión pensativa en sus
fríos rasgos. "Bésame, y tal vez ya no esté tan triste". ¿Por qué tenía que decir eso?
Ahora casi siento pena por el chico. "Sigo esperando que vengan a nosotros, en
nuestros términos".
"Mm." Lar hace un sonido con la garganta, pero no parece convencido. "¿Por qué lo
harían? Tienen el Espejo, lo que significa que tienen la ventaja. Esperarán a que
vayamos a ellos".
Nadie habla durante un rato, el único sonido es el ulular ocasional de un búho o el

chillido de algún roedor lejano siendo cazado.
Así es como me siento en este momento, un ratón corriendo entre las crujientes hojas
muertas del invierno.
"¿Podría probar este café del que hablabas tan bien?" Lar pregunta con una pequeña
sonrisa lateral.
"Quiero probar un miau-ka", dice Chesh, sonriendo alegremente, y me doy cuenta de

que está haciendo un juego de palabras moka. La risa brota de entre mis labios antes
de que pueda detenerla, y sonrío, dándole palmaditas en la cabeza.
"¿Cómo sabes siquiera lo que es un moka?"
"Los Conejos solían entregar mercancías desde Topside", explica, sentándose y

bostezando, mostrando dos afilados colmillos de gatito. Su cola se mueve de un lado a
otro, y sonríe tan grande que parece que podría caerse y caer en la hierba. La felicidad
llena mi pecho como el helio en un globo, haciéndome sentir liviana, como si
estuviera flotando.
Aparece una seta verde y blanca, y luego una rosa. Brillan y brillan, y las manchas
rosadas se transforman en rosas blancas.
"Llevas mucha magia salvaje extra de Underland", dice Lar, mirándolos y luego hacia
mí. "Debes haber recogido algo de magia gratis de las tormentas."
"¿Eso es bueno o malo?" Me quedo mirando las setas que brillan intensamente y
luego miro de nuevo a Lar, Rab y Chesh. Los tres me están sonriendo.
"Buenoo," ronronea Chesh, con un pequeño colmillo colgando sobre su labio inferior.
"Es muy bueno."
"Vuela el pene a la Morsa", dice Rab, sonriendo y guiándome un ojo. "Para eso es
bueno".
"Aunque no ayudará contra la Anti-Alicia", susurra Lar, mirándome como si no

estuviera seguro de sí debería permitirse gustarme.
Me mira como si pensara que pronto estaría... muerta.
"La Anti-Alicia", repito, sintiendo una brisa fresca acariciando mi cabello. Miro hacia
las sombras por un momento antes de ponerme de pie y ofrecer una mano a cada uno
de los dos hombres. Ambos toman una, y el otro también, de modo que cuando se
ponen de pie, hacemos un pequeño círculo. Rab se acerca y se inserta en el grupo.
"¿Entonces hacemos un poco de café? ¿Asaltar los gabinetes tal vez? Estoy
hambrienta."
"Siempre y cuando estés en la cama antes de que este reloj dé las dos", ronronea el
Conejo Blanco, tocando un reloj rojo en el dorso de su muñeca.
"Trato", digo con una pequeña sonrisa.
No termino en la cama hasta mucho, mucho, mucho después de eso.
La erección de alguien me está apuñalando por la espalda, pero me siento cálida y

acurrucada, y no quiero moverme particularmente.
Es Dee.
"Buenos días, Allison-quien-no-es-Alicia", murmura contra mi cabello. Mi cabeza

está metida debajo de su barbilla, y hay una cola peluda en blanco y negro
golpeándome en la cara mientras el gato de Cheshire observa pájaros revoloteando
fuera de la ventana. "¿Dormiste bien?"
"Lo hice, hasta que tu pene me pinchó en la columna y me despertó."
"Ups," Dee se ríe, presionando un beso en el costado de mi cuello que se siente

demasiado bueno para las palabras. Se abre camino por mi hombro hasta mi garganta,
sacando un pequeño gemido de mis labios que estoy demasiado cansada para reprimir.
Abro mis ojos entrecerrados y cansados el resto del camino y miro hacia la habitación
de mi infancia con mezclas iguales de incomodidad y alivio.
Sé dónde estoy; aquí es donde siempre he pertenecido, donde siempre me he sentido

cómoda. Y, sin embargo, este es uno de los últimos lugares del mundo en el que
quiero estar. Todo es como debería: mi computadora portátil está en mi escritorio, mi
ropa cuelga en el armario y el reloj decorativo Alicia, que me regaló mi mamá cuando
tenía ocho, haciendo tic-tac en los segundos con un suave tac-tac-tac.
Todo es normal, tranquilo, habitual y, sin embargo, nada lo es.
Mi padre está en Underland; mi madre está en la cárcel; mi hermano está muerto; y la

hermana mayor fallecida de la que casi me había olvidado está tratando de matarme.
"Necesito ver cómo está Edith," refunfuño, pero levanto la cabeza para ver a Tee de
pie cerca de mi tocador, doblando la ropa. Generalmente, dejo la ropa limpia en el
piso en montones o, si me siento productiva y responsable, la meto en los cajones de
mi cómoda y juego un juego para ver si puedo hacer que se cierren sin que sobresalga
ningún trozo de tela.
"Ya lo hice", dice Tee, poniéndose una camiseta que dice Stomp the Patriarchy8! con
un unicornio en una bolsa de viaje. "El Sombrerero le pidió gentilmente que volviera a
la cama; está a salvo".
Me siento y me apoyo en las almohadas, cierro los ojos para protegerme de la luz del
sol y hago todo lo posible por dejar de pensar en todas las cosas malas que M.T. dijo
sobre Edith. Preferiría morir antes que dejar que le pasara algo malo.
"¿Me estás preparando una maleta?" Le pregunto a Tee y él hace una pausa, mirando
la bolsa a medio empacar.
"No quiero tomarme libertades asumiendo que sé lo que podrías querer traer, pero..."
8
“Pisotear el patriarcado”.
"Está siendo optimista", dice Dee, asintiendo con la barbilla hacia su hermano y
alborotando su cabello negro con mechas azules con los dedos. "Y prospera haciendo
las tareas del hogar y cumpliendo tareas; si no puede hacer eso, se vuelve
insoportablemente insoportable".
"Eres insoportablemente insoportable, y encuentro tu compañía insoportablemente

insoportable".
Tee agarra otro artículo del cajón... y termina con un par de bragas de encaje en sus
manos. También son sin entrepierna. Nunca las he usado; Una vez perdí una apuesta
con Edith y ella me retó a comprarlas cuando estábamos en el centro comercial. Ella
pensó que me avergonzaría muchísimo, pero no fue así.
Quiero decir, entonces no fue así.
Me avergüenza muchísimo ahora.
"Oh", dice Chesh, moviendo y arrebatando la ropa interior de la mano de Tee antes de
que el pobre ángel ruborizado pueda averiguar qué hacer con ellas. "¡Estos son
encantadoras! Y muy prácticas, también." Ronronea y se frota la cara con los encajes.
"Eres un maldito pervertido", gruño, arrebatándoselas y apretándolas en mi puño.

"Deja mis bragas en paz."
"Muéstrame un baile de bragas de medianoche, por favor", grita Chesh, recostándose

en las almohadas y cubriéndose la cara con las manos entintadas. "Yo también me
uniré. Bailaré contigo, Alli Cat." Baja las manos y sonríe, los dientes brillan al sol.
"¿Viste lo que hice allí? Así que versión-garra, soy yo. La garra es una de ellas. Alli
Cat."
"No sigas inventando apodos para mí, por favor. Por el amor de Corazones". Me llevo
las bragas y me arrastro hasta el final de la cama para mirar a Tee. Ha dejado de hacer
las maletas y ahora simplemente está parado ahí mirándome. "¿Por qué me haces una
maleta? ¿Tenemos prisa?"
"Podríamos tenerla", dice Tee en voz baja, mirándome con cansados ojos morados.
"Yo solo... en caso de que tengamos que hacer algo drástico, quería que tuvieras
algunos artículos de esta vida. Sé lo que es que todo cambie en un instante. Daría un
brazo solo por tener la bolsa de canicas con el que jugaba cuando era niño, o mi
cuchillo de caza favorito, o... cualquier cosa en realidad".
Me pongo de pie y abro la bolsa, mirando dentro para encontrar una extraña variedad
de artículos.
Ahí está mi diario, una pequeña figura de gato de cristal, algunas camisetas, un cepillo
para el pelo, la taza Britney de Fred, los pendientes de Edith, el reloj de papá y una de
las bufandas de mamá.
"Traté de conseguir un artículo de cada miembro de la familia", dice Tee mientras lo

miro y encuentro sus ojos color amatista enfocados en la ventana y no en mi cara.
Miro hacia abajo a la bolsa y sigo investigando, encontrando algunas fotos familiares
en la parte inferior. La mayoría de ellos me tienen a mí, Edith, Fred, papá y mamá.
Uno de ellos tiene a mis padres… ya Rhoda.
Miro hacia arriba de nuevo.
"Gracias, Tee." Él asiente con la cabeza mientras cierro la cremallera de la bolsa,

palmeando el costado con la palma de la mano. Miro hacia arriba y encuentro mi
propio reflejo mirándome. Si algo vivo saliera de él, seguro que me avisaría. "Si el
Espejo estuvo en mi sala de estar todo el tiempo, ¿cómo pasaron los Conejos sin que
nadie se diera cuenta?"
"Bueno", comienza cuando Dee se acerca para unirse a nosotros, y el gato de Cheshire
golpea los mechones de mi cabello con una pata... eh, una mano. Una mano tatuada
con garras. "Hasta hace poco, había varios Espejos esparcidos por Underland. Ya no".
"El Reino de Diamantes y el Reino de Corazones tenían cada uno el suyo, pero
Brennin Red hizo un trato con los Diamantes para usar su espejo. La otra mitad se
llevó al el sótano de un museo; teníamos conexiones allí". Tee hace una pausa y Dee
se hace cargo, sus voces son tan similares y, sin embargo, tan diferentes. Un hombre
es el sol, el otro la lluvia; la tierra necesita ambos para prosperar.
"Los Corazones siempre han mantenido su Espejo bajo llave". Dee me sonríe.
"Necesitábamos ver quién iba a ser Alicia; no podíamos arriesgarnos a influir en él de
ninguna manera viniendo aquí y arrebatando o molestando a un Liddell. Nadie más
sabía que su familia tenía la otra mitad del Espejo de los Corazones. "
"¿Que le paso a los otros?" Pregunto, mirando entre los gemelos. Intercambian una
larga mirada, parpadeando al unísono antes de que ambos bajen la mirada para
mirarme.
"Estaban destrozados", dice Tee, su voz llena de melancolía. "Para evitar que la Morsa
y Carpintero lleguen a Topside".
"Y sin embargo, ¿de alguna manera consiguieron ir a Topside de todos modos?"
Pregunto con un largo suspiro. Chesh se sienta y pone una de sus piernas a cada lado
de mí, recogiendo mi cabello con sus dedos y peinándolo con sus garras. Después de
un momento, comienza a trenzar, y tengo todas estas mariposas nerviosas en mi
estómago.
"¿Recuerdas cómo dijimos que ocurrió el Riving porque había tal desequilibrio en tu
mundo?" Dee pregunta, parpadeando con sus grandes ojos color zafiro. "La superficie
está llena de masculinidad tóxica; ese tipo de maldad y odio alimenta a la Morsa y a
sus seguidores. Es un idiota grande, ignorante y sin sentido que se alimenta del dolor
y el sufrimiento. Se nutre de la disidencia, las luchas internas y el sufrimiento masivo
en su mundo…"
"Evitar que viniera aquí era la prioridad número uno de Underland. Por una vez, los
cuatro reinos no están en guerra entre sí", agrega Tee mientras Chesh termina de
trenzar mi cabello, chasqueando los dedos y apuntando con una sola garra a mi
tocador. Tee toma un lazo para el cabello de color arcoíris y se lo entrega. "Si logra
establecerse en este mundo, usará el desequilibrio aquí para su ventaja; los hombres
tienen todo el poder. Puede hacer estallar a propósito un Riving en este lado del
Espejo".
"Pero no tenemos magia de la misma manera que tú en Underland", digo, sintiendo

que empiezo a sudar. Tee asiente y Dee toma mi mano entre las suyas.
"No, no es así. Por eso traté de advertirte: si afecta a Underland, afecta a Topside y
viceversa. En Underland, las mujeres tenían toda la magia y los Riving nos
destruyeron. Aquí, los hombres tienen toda la magia; destruirá tu mundo con la misma
seguridad. Tal vez de una manera diferente, pero eso es lo que quiere la Morsa. Altera
el equilibrio en este lado, y sentimos ondas abajo. Quiere debilitar los tres reinos
restantes, por lo que puede poner sus manos sobre ellos".
Me recuesto en Chesh y trato de no vomitar.
Qué forma de despertar.
"Incluso si conseguimos el Espejo", dice el Rey, sorprendiéndome al entrar en la

habitación vestido con su ropa del baile. Solo ver ese estúpido atuendo rojo y blanco
me hace pensar en la bragueta con joyas que estaba debajo. "Y lo atravesamos,
tendremos que esperar que todavía tengamos suficiente apoyo del otro lado para
mantenerlo a salvo".
Parpadea con sus ojos oscuros y siento que mi garganta comienza a cerrarse.
"Mi reina, mi Alicia."
Eek.
¡¿De verdad me dijo esa mierda?!
"¿Puedo hablar contigo un minuto?" Pregunto, levantándome y haciendo una pausa.

Necesito hablar con Brennin, pero... también... las alas. Si nos atacan, necesito a los
dos gemelos con toda su fuerza. "Un segundo", digo. Me vuelvo hacia Tee y pongo
mis manos sobre sus hombros, mirando su rostro demasiado serio, sus ojos oscuros,
ese casi perpetuo medio ceño fruncido. Sus párpados se vuelven pesados cuando me
inclino de puntillas, presionando mi boca contra la suya.
Se pone tenso, pero solo por un momento. Cuando pone sus palmas en mis caderas y
aprieta, siento un salvaje golpe-golpe-golpe en mi pecho. Mi cuerpo se inclina
naturalmente hacia el suyo, y encuentro que encajamos, como dos piezas de un
rompecabezas muy complicado. Toda mi vida me he sentido como una clavija
cuadrada siendo forzada a entrar en un agujero redondo. Cuando estoy con los
gemelos, me siento como si estuviera con mi tribu.
Las alas de Tee se despliegan desde su espalda con una ráfaga de energía y calor, las
cadenas caen al piso de mi habitación en un bulto inútil. Ahora que soy consciente de
la magia que emana de él, siento que podría simplemente disfrutar de ella, como
Dinah tomando el sol en el alféizar de la ventana de mi habitación.
Nuestras lenguas se tocan, tentativamente al principio, y luego nos besamos tan rápido
y fuerte como podemos. Tee me envuelve completamente en sus brazos, me tira más
cerca y luego me envuelve en sus grandes y hermosas alas con sus plumas negras y
moradas.
A medida que nos separamos el uno del otro, una sola pluma de amatista flota
suavemente entre nuestras caras.
"¿Puedo contarte un secreto?" susurra, inclinándose para poner su boca cerca de mi

oído. Su cálido aliento me hace temblar, y puedo sentir un bulto muy distinto en sus
jeans prestados. Por cierto, ¿he mencionado lo deliciosos que se ven Tee y Dee con
jeans? ¿Y mencioné que los que lleva Tee hoy no son de Fred: son míos?
Niños con pantalones de niña. Uno de las mayores cosas que me atren.
"Dime", le susurro de vuelta, poniendo mi oído contra su pecho y respirando su

esencia. Huele a aire fresco de otoño después de una tormenta, como estar en la cima
de una montaña después de que acaba de pasar una tormenta de nieve, pero el sol aún
no ha salido.
"Yo…" se ahoga, con la voz quebrada. Tiene que aclararse la garganta para volver a
hablar. "A veces me pongo celosa, Allison." Levanto la cabeza, pero Tee ya se está
alejando, presionando un beso en mi frente y alejándose. Dobla sus alas detrás de él y
solo me mira.
Hacemos contacto visual y Tee sonríe.
No creo que tenga idea de cuánto me ha excitado con esa declaración.
"Por el amor de Corazones", gruñe el Rey, pero lo ignoro, me acerco a Dee y me

siento a horcajadas sobre su regazo. Gime y se cubre la cara por un momento con las
manos, mostrando los tatuajes en el dorso de los brazos.
"No puedo luchar contra el Carpintero con una erección", gime, pero aparto sus manos
y le rodeo el cuello con los brazos, besándolo en la boca con toda la pasión que se
arremolina dentro de mí. No tengo que hacer que Dee se ponga caliente y molesto: ya
está allí. Siento su pene debajo de mí, escondido dentro de unos pantalones de pijama
prestados, también míos, negros con pequeños corazones rojos, y mordisqueo su labio
inferior mientras sus alas estallan y asustan a la pobre Dinah.
Ella sale por la puerta con la cola esponjada detrás de ella.
"¿Podemos quedarnos así para siempre?" Dee pregunta, acariciándome. Le doy un

beso en la frente y luego me levanto, solo para ver al gato de Cheshire mirándome con
grandes ojos grises.
"¿Dónde está mi beso?" pregunta, aplastando una oreja contra su cabeza y dándome
una mirada que me recuerda al Gato con Botas de la película Shrek 2. Solo que esta
vez, la mirada viene de un Adonis sin camisa, tatuado y con perforaciones en su carne.
"No te atrevas a besar a ese gato asqueroso", dice Brennin, lo que, obviamente, solo
me hace querer hacerlo más.
Trepo por encima de Dee y me subo en la cama, cubriendo a Chesh con mi cuerpo.
Mis rodillas están a cada lado de sus caderas, mis palmas a cada lado de su cara. Me
mira sin parpadear y luego sonríe, provocando una de sus perforaciones en los labios
con la lengua.
"Gato de Cheshire," susurro, inclinándome hacia él. Su cola se enrosca alrededor de
mi cintura y me tira más cerca, atrayendo un empujón de mí cuando nuestros cuerpos
se unen. Y mierda, Chesh se siente bien presionado contra mí de esa manera, cada
centímetro de mi cuerpo emparedado con el suyo.
"Bailarina de Bragas", susurra en respuesta, y luego inclino mi boca hacia la suya,

probándolo, pasando mi lengua por sus pequeños colmillos. Su cola acaricia mi
espalda y baja hasta mi trasero, ahuecando y apretándome, haciéndome reír al mismo
tiempo que gimo.
Sus manos se deslizan desde mi espalda, las uñas rastrillando mi piel suavemente a
través de mi ropa, y como sé que el Rey está observando y odiando cada momento,
me muevo contra Chesh y lo hago gemir. Mi mano izquierda sube sigilosamente, mi
palma raspando su pezón.
Hay algo en su sabor que me recuerda a las tartas de cereza, y huele a bosques de
pinos y tierra blanda, con solo una pizca de humo de leña. También es un besador
experto, este gato de Cheshire. Apuesto a que ata los tallos de cereza en lazos y todo
eso.
Cuando me aparto de él, se aferra a mi labio inferior y le da un mordisco rápido.
"Te dije que podía actuar, Alli Cat", dice, ronroneando la última palabra mientras
acaricia la apertura de mi trasero y mi, bueno, otra apertura con su cola. También se
siente bien, tan bien que casi no tengo fuerzas para ponerme de pie.
Si estuviéramos solos ahora mismo...
Pero, por desgracia, no lo estamos.
Me levanto y me alejo de él, me deslizo de la cama y le doy al Rey una especie de

mirada triunfante. Me mira como si no le importara un carajo, pero hay un brillo en
sus ojos de obsidiana que me dice lo contrario.
"Tres hombres con erecciones y tú con pantalones de pijama mojados. ¿Se supone que
debo estar impresionado?" pregunta mientras me sonrojo y frunzo el ceño, y rechino
mis malditos dientes. "Ven." Se da vuelta y sale de la habitación como si estuviera de
vuelta en el Castillo de Corazones en lugar de desfilar por Suburbia, EE. UU.
Brennin Red en realidad entra en el estudio de mi madre y luego extiende su brazo

como si me estuviera conduciendo a sus aposentos personales, estirando la mano para
ajustar su perezosa corona.
Indique el giro de los ojos.
Se mueve para cerrar la puerta, pero le pongo la palma de la mano, me maldigo en voz
baja y grito escaleras abajo.
"¡Raiden!"
Hay un breve momento de silencio, y luego veo al Sombrerero Loco sale de la cocina,
balanceando las palmas de las manos en su bastón. Su sombrero cae sobre su ojo
derecho.
"¿Sí, querida?" dice arrastrando las palabras, el único ojo que puedo ver brillando
intensamente.
"¿Podrías subir, por favor?"
Da los pasos a paso de caballero. Y por ritmo de caballero, me refiero a lento como la
mierda. Cuando finalmente se digna a entrar en el estudio, casi le cierro la puerta en la
cara, solo por si acaso.
March está al pie de las escaleras, rompiendo el extremo de una barra de chocolate y
sonriéndome. Me guiña un ojo mientras cierro la puerta y le doy la espalda.
Esta es la última conversación que quiero tener en este momento.
"¿Ya estás buscando un trío?" pregunta el Sombrerero Loco, mirándome como si

pensara que puede intimidarme con una actitud arrogante. Le hice rogar, Pienso,
moviendo mis hombros y cruzando los brazos sobre mi pecho.
"Imperial fiddlestick", resopla el Rey, que probablemente sea la maldición más

divertida que he escuchado en mi vida. Se apoya en la estantería de mi madre y me
mira con ojos de obsidiana. "Seguramente después de estar contigo, Alicia está
bastante lista".
"Yo, uh," comienzo, exhalando, sabiendo que hay cosas más importantes en este
momento que erm, preocupaciones sexuales. Pero no puedo evitarlo. Estoy un poco
ansiosa, un poco TOC. "Hablé con Rab sobre las enfermedades de transmisión sexual"
"¿Enfermedades?" pregunta el Rey, arrugando la nariz hacia arriba y mirándome con

una expresión de desconcierto en su hermoso rostro. "No seas ridícula. El Rey y la
Reina de Corazones son pilares de la buena salud". Inclina la cabeza para mirarme y
su corona se desliza sobre su cabello rojo sangre. Oh. Corona. Eso es correcto. La mía
está por aquí en alguna parte. Probablemente debería llevármela. "¿Me diste una
enfermedad?"
"¡No! Yo no, yo..." Me sobresalto cuando el Rey me mira como si quisiera

estrangularme, y el Sombrerero mira desconcertado. "En realidad, estaba preocupado
por ti". Miro hacia el aparador contra la pared roja oscura y el mar de fotos
enmarcadas que descansa allí. Rhoda no está en ninguna de ellas; Fred está en todas
ellas. "No importa. Lo que quería preguntar era, eh..." Eres una chica grande, Allison.
Si tienes la edad suficiente para follar, entonces tienes la edad suficiente para hacer
preguntas difíciles. "Sobre el embarazo".
"¿El embarazo?" pregunta el Rey, mientras Raiden se ríe. "Es un poco pronto para
hablar de herederos, ¿no?"
"Quizás no, con nueve por hacer. Es mejor empezar temprano", dice Raiden Walker,
dándome una sonrisa de vampiro mientras un pequeño murciélago se asoma por
debajo de su sombrero, mirándome con ojos oscuros y redondos. Cuando ve la
expresión de mi cara, simplemente la pierde, se dobla y golpea con su bastón los pisos
de madera. "¡Oh, Alicia, que encantadora! ¡Que pregunta!"
Brennin Red todavía se ve confundido, jugueteando con sus guantes y mirándome con
las fosas nasales ensanchadas, como si no estuviera seguro de qué hacer conmigo.
"Bien, no me digas", gruño, sintiéndome frustrada y avergonzada al mismo tiempo.

"Creo que puedo hacer una suposición fundamentada". Empiezo a irme, pero el Rey
me pone una mano enguantada en el hombro y me detiene en seco. Incluso con un
guante entre nosotros, me gusta sentir sus dedos sobre mí. Hay poder en su toque,
poder que me atrae como una abeja a una flor. Solo espero ser yo quien tenga el poder
de picar.
"¿Quieres decir que crees que puedes encontrar la respuesta?" pregunta el Sombrerero
Loco, poniéndose derecho y ajustándose el sombrero. Sus ojos color mermelada
brillan brevemente, recordándome ese salvaje frenesí en el que estaba ayer.
"Sí", me apresuro a responder, quitando la mano del Rey de mi hombro. "Por lo

menos… al menos me refiero a lo que digo, eso es lo mismo, ya sabes".
"¡No es lo mismo ni un poco!" dice el Sombrerero. "Bueno, también podría decir que
'Veo lo que como' es lo mismo que 'Yo como lo que veo'. Y Alicia, me gusta comer lo
que veo". Raiden me sonríe, su mirada se dirige al pulso atronador en mi garganta. De
repente, no me siento como el agresor aquí, sino como la presa.
De repente, no me siento segura en esta habitación con estos dos hombres tan
peligrosos.
Mi corazón late con fuerza y trago más allá de una opresión en mi garganta.
"O", continúa Raiden, moviéndose hacia mí mientras el Rey observa. El Sombrerero

Loco se detiene a mi lado y coloca algunos mechones sueltos de cabello con mechas
de arcoíris detrás de mí oreja. "También podría decir que 'me gusta lo que obtengo' es
lo mismo que 'obtengo lo que me gusta'". Se inclina y muerde mi lóbulo superior de la
oreja. "Y siempre obtengo lo que me gusta, Alicia".
"Te hice suplicar", le susurro, pero puedo sentir mi cuerpo temblar, mi sangre
calentarse, mis entrañas ardiendo con una necesidad repentina. ¿Incendio? Bien, eso
hace que parezca que soy yo la que tiene la ETS9. Lo cual es, por supuesto, una
tontería porque me hice dos pruebas separadas en la clínica local, por si acaso. Leí un
libro llamado Groupie una vez donde el personaje principal recibió una ETS por su ex
infiel; No iba a permitir que me pasara lo mismo.
"¿Lo hiciste?" Pregunta Raiden, mordiéndome tan suavemente en la oreja que no hay
dolor, solo puro placer. "Actúas como si hacerme suplicar me impidiera hacerte
suplicar. Creo que es una falsa lógica, ¿no crees, Alicia?"
"Yo..." No puedo respirar de repente, y mis párpados se sienten pesados y mis rodillas
están débiles. Raiden sonríe, retrocediendo un poco.
"También podrías decir que 'Follo cuando estoy caliente' es lo mismo que 'Estoy
caliente cuando follo', ¿eh Alicia?" El Sombrerero Loco me empuja contra la
estantería y dejo escapar un pequeño sonido. Mis manos suben y descansan sobre sus
hombros mientras desliza su bastón de cuerno de jabberwock por el interior de mi
muslo. Se burla de la entrepierna ya mojada de mis pantalones de pijama y me hace
gemir. "Entonces, ¿estás caliente, Alicia? ¿Rogarás?"
"No estoy suplicando una mierda", susurro, y aunque sé que el Rey está en la
habitación con nosotros, que tenemos cosas mucho más importantes que hacer, no
puedo evitarlo. Cuando Raiden pone su boca en la mía, lo beso. Todo ese fuego
salvaje y primario de esta mañana se eleva dentro de mí, y mi cuerpo grita por ambos.
Su lengua se burla de la mía, y sus colmillos hacen pequeñas mellas con las que juega
sin piedad, sangrando y complaciéndome al mismo tiempo. Siento que tanto la comida
como el sexo para él, satisfaría sus necesidades más primarias de una sola vez. El
9
Enfermedades de transmisión sexual.
Sombrerero Loco deja caer su bastón al suelo con un chasquido y lo reemplaza con
los dedos. Desliza su mano pálida en mis pantalones, acariciando con su dedo medio
en mi frente resbaladiza.
"Rógame", exige, pero soy demasiado orgullosa.
"Necesitamos tener una charla de adultos", le susurro, pero Raiden ha movido sus
labios a mi cuello. Mordisquea mi piel suavemente mientras el Rey se acerca para
pararse a nuestro lado. Nos mira a los dos con lujuria ardiendo en sus ojos oscuros.
"¿Quieres saber si podrías estar embarazada?" pregunta el Sombrerero Loco, oliendo

la sangre que brota de los dos pinchazos en mi garganta. "Supongo que hay formas de
averiguarlo".
"¿Formas?" Me ahogo cuando el Rey toca con sus dedos mi cuello ensangrentado. Su
cicatriz tira de su hermoso rostro mientras una perversa sonrisa se apodera de sus
labios.
"Bueno, ciertamente. Pero toman tiempo. Pídale a la Oruga una prueba más adelante.
En dos semanas, tal vez, si todavía estamos vivos, entonces".
"¡¿Dos semanas?!" Mis ojos se abren cuando los dedos del Sombrerero Loco se
deslizan en mi resbaladizo calor. "Eso es..." Apenas puedo encontrar la fuerza para
hablar. "Eso es lo mismo que una prueba de embarazo de Topside".
"No todas las soluciones son convenientes, Su Majestad," el Rey arrastra las palabras,
empujándome hacia adelante y hacia el Sombrerero. Da un paso detrás de mí y
comienza a besar el otro lado de mi cuello. Tengo dos hombres altos y crueles a cada
lado de mí... y sin embargo, a pesar del horror de nuestra situación actual, no puedo
evitar que me guste. Me encanta, de verdad. "No todos los problemas se resuelven en
pequeños moños".
Sus manos enguantadas se deslizan por mi frente, ahuecando mis pechos a través de
mi camiseta sin mangas y dándoles a ambos un fuerte y codicioso apretón.
"¿Quieres ver lo que puedo hacer con mis propias manos?" Red susurra contra la parte
posterior de mi cuero cabelludo. "Cuando no estoy tomando cabezas de todos modos".
"Yo..." No hay palabras para cómo me siento en este momento. Culpable, asustada,
confundida, caliente, desesperada, todo al mismo tiempo. La habitación tiene un olor a
humedad, sin usar, como una biblioteca vieja. El aroma se mezcla con el olor a sangre
y té del Sombrerero y el aroma de flores y tomillo del Rey.
"Suplica", repite Brennin, deslizando sus manos por mi cuerpo. Luego, con
agonizante lentitud, comienza a quitarse los guantes. Primero, uno cae al suelo en un
aleteo blanco, y luego el otro. Sus palmas están rojas mientras empuja hacia arriba la
parte delantera de mi camisa y las presiona contra mi vientre desnudo. "Debería rogar,
Su Majestad."
"Come mierda". Mi voz sale con un temblor débil, como un alma perdida a la deriva
en una brisa otoñal.
"¿Quieres saber por qué estaba chupando la sangre del Rey antes?" Pregunta Raiden,
empujando un segundo dedo dentro de mí. No puedo mantener los ojos abiertos; mis
párpados pesan demasiado. Me dejo caer contra el rey y me toma en sus brazos. "¿Lo
quieres, Alicia?"
Hay una calidez proveniente de las palmas del Rey, y a pesar de que estoy
moderadamente aterrorizada de que me vaya a arrancar la cabeza con su magia, me
relajo. Ese calor pronto se convierte en un agradable calor abrasador, como sumergir
los pies fríos en las burbujeantes aguas de un jacuzzi. Es como si pudiera sentir cada
una de las huellas dactilares de Brennin dentro de mí, pequeños hilos de magia
infiltrándose en mi sangre, llamando mi propio poder a la superficie.
"Lo hago", susurro, sintiendo que me estoy cayendo de nuevo, cayendo por la
Madriguera del Conejo en los brazos de estos dos hombres.
"Porque..." Raiden agrega un tercer dedo al mismo tiempo que el Rey mueve sus
cálidas y rojas manos para palmear mis pechos. Cuando pasa el pulgar por cualquiera
de los atrevidos puntos rosados, pierdo la mierda. La magia caliente y salvaje se
apodera de cada centímetro de mi cuerpo, atrayéndome hacia las manos de Brennin
Red. Es como ese día en el jardín cuando traté de usar mi poder y me sentí abrumada
por él, excepto que esta vez, hay alguien con más experiencia para guiarme en mi
exploración. "Me gusta el sabor, verás".
"A él le gusta su sabor", repite el Rey, moviendo su mano izquierda hacia abajo y
cubriendo la del Sombrerero. Raiden cambia dos de sus tres dedos, para que Brennin
pueda tomar su lugar, empujando dos de los suyos dentro de mí. "Por favor, le gusta
mi sabor. Me atrevo a decir eso con sinceridad".
"Se atreve a decirlo", repite Raiden, "un poco de sangre, un beso, un abrazo, ¿qué más
podría necesitar?" Los dos hombres comparten un beso por encima de mi hombro que
no hace nada para calmar la necesidad entre mis muslos. Oh no, me encanta.
"¿Ustedes dos son amantes?" Pregunto, pero Raiden encoge sus musculosos hombros
en respuesta.
"Nos gusta compartir, Alicia". Luego besa mis labios, y me encanta que puedo
saborear a Red en su boca.
"Te gusta compartir, ¿qué?" Repito, tragando saliva y luego moviendo las caderas
violentamente cuando el Sombrerero pasa un pulgar por mi clítoris.
"Nos gusta compartir a Alicia", repite Raiden, y luego me besa lo suficientemente

fuerte como para robarme el aliento. "Ahora suplica".
"Bien, fóllame", digo bruscamente, y es más una orden que una súplica, pero
funciona. Los hombres retiran sus manos, y el Sombrerero Loco usa su bota para bajar
mis pantalones por mis piernas, aplastando la entrepierna contra el piso con su suela
gruesa. "Pero tienes que usar protección". Cortejar. No estoy segura de cómo me las
arreglé para sacar eso.
"Qué triste", dice Brennin con un suspiro. Pero saca dos pequeños paquetes de papel
de su túnica.
"¿Que son esos?" Susurro, y Brennin arquea una ceja roja.
"Se les conoce como condones", dice, con toda la arrogancia y autoridad de un rey.
"¿Llevas condones en el bolsillo?" Empiezo a pensar en Tee y en cómo se puso

lubricante cuando lo necesitábamos.
"El sexo seguro es importante, ¿no crees? Uno siempre debe estar preparado". Red le
entrega uno de los paquetes al Sombrerero Loco; lo abre para revelar un condón
blanco con pequeños corazones rojos por todas partes. Que pintoresco.
Los hombres se visten, y luego me encuentro siendo levantada entre ellos. Mis piernas
se envuelven alrededor de Raiden, sus manos debajo de mi trasero, mientras que Red
enrosca las suyas debajo de mis muslos. Me siento ingrávida con los dos a cada lado
de mí.
El Rey de Corazones y el Sombrerero Loco, el mercenario más grande y más malo de

Underland.
¿Y ambos son... míos? O podrían ser míos, si tan sólo los reclamara.
Raiden se guía a sí mismo hacia mi apertura primero, mirándome a los ojos mientras
se empuja hacia adentro con un gruñido. Mis manos se enroscan detrás de su cuello
mientras Brennin besa un lado de mi garganta. En lugar de dirigirse a mi culo como lo
hizo Tee, se alinea en mi coño.
"¿Qué...?" Comienzo, pero luego él se empuja lentamente hacia adentro, y mi cuerpo

se estira para acomodar a los dos. Al principio, siento que podría doler, pero
rápidamente me acostumbro a esa sensación de plenitud, magia arremolinándose en
mi vientre como una tormenta.
"Mi Reina de Corazones", susurra Red, y luego el poder está surgiendo a través de sus
palmas y dentro de mí, sacando un orgasmo de mi garganta en un grito de placer. Me
acerco a los dos hombres, los músculos palpitan y siento que el poder se enciende en
mi pecho. Es como si acabara de girar una llave y rompiera todas mis barreras.
Los dos comienzan a moverse, alternativamente besando mi garganta, Raiden besando

mis labios, pasando sus lenguas a lo largo de mi oreja.
Todo es sudor, magia y gemidos, solo tres cuerpos retorcidos con asombro primordial.
Y se siente tan jodidamente bien con el Rey batiendo la magia en mi cuerpo con el
poder en sus manos. Saca otro orgasmo de mí con su magia, y lo juro, me deshago en
sus brazos.
Muy bien podría estar jodiendo a dos villanas, Creo, pero no importa. Su crueldad es
deliciosa, sus penes gruesos, mi cuerpo lleno. Todo se siente tan bien, como si me
estuviera ahogando en una bruma de placer. Seguramente moriría feliz así.
Red mueve una de sus manos a mis pechos, haciendo que mis pezones se
estremezcan, como si los hubieran empapado de brillo. Es difícil de explicar, ese
cosquilleo de energía salvaje provocando mis partes más sensibles. Sus gemidos
llenan mis oídos como música, sus ejes llenan mi cuerpo como acero, y un tercer
orgasmo se acerca sigilosamente a mí, uno enviado por mi cuerpo y no por Brennin
Red esta vez.
Mi boca se abre en un gemido silencioso mientras mis músculos se agitan, apretando a

dos de los hombres más poderosos de Underland entre mis muslos. No se siente tanto
como súplica ahora; se siente como si fuera yo quien tiene todo el poder, la magia, el
control.
Ambos se vienen con un minuto de diferencia el uno del otro, sus caderas dando esos
últimos y fatales empujes, su respiración entrecortada y jadeando junto con la mía.
Cuando finalmente me dejan en el suelo, no puedo encontrar mis pies.
"¿Haces orgasmos con tus manos?" Le pregunto a Brennin, dejándome caer en el

sillón orejero favorito de mi madre. Se arregla los pantalones y luego me mira, el
cabello rojo se pega a su frente sudorosa. Sus ojos oscuros ya no se ven negros; en
cambio, son remolinos de estrellas azul marino, brillando con poder.
Red se inclina y recoge sus guantes, deslizando con cuidado la tela blanca sobre los
largos dedos de su mano derecha.
"Me muevo con magia libre y salvaje. No tan bien como tú; No me aferro a él". Se
pone de pie y me sonríe. "Simplemente lo muevo".
"¿Eso debería hacer el truco?" Pregunta Raiden, intercambiando una mirada con el
Rey. Tienen una extraña relación, los dos. Incluso después de lo que acaba de suceder,
no estoy segura de qué pensar. "¿No crees?"
"Coge esa maldita coraza y luego veremos", dice Brennin, acercándose para abrir la
puerta.
Rab está esperando afuera, sosteniendo la Coraza del Coraje que me dio el Caballero
Blanco. Sabiendo ahora que ella tiene su propia agenda, no solo me siento como una
idiota, sino que quiero saber qué hacer, exactamente, esa pieza de armadura.
Sonrojándome, me apresuro a ponerme los pantalones mientras Rab me sonríe.
"No te dejes atrapar con los pantalones bajados, Sonny. La regla más antigua del
libro".
"Toca primero, ¿quizás esa sea la regla más antigua del libro?" Respondo mientras me
sonrojo y paso mis dedos por mi trenza. Una de las orejas de Rab cae sobre su ojo rojo
y se estira para enderezarlo con los dedos tatuados.
"Pantalones abajo, es lo más viejo: confía en mí", dice arrastrando las palabras,
entregando la coraza al rey. "Regla número cuarenta y dos".
"Eso no es del todo cierto; lo inventaste hace un momento" le espeto, mirando a

Brennin Red pasar su mano izquierda desnuda sobre la tela blanca con sus elegantes
broches para los hombros.
"Es la regla más antigua del libro". Rab rompe la última palabra con de la punta de su
lengua y apoya un puño en su cadera, como si pensara que es un regalo del universo
para las mujeres.
"Entonces debería ser la número uno". Le doy una mirada de triunfo femenino y
petulante, y me acerco para estar junto a Brennin y a la coraza.
"Tráeme a Lar", dice, y Rab asiente, encendiendo un cigarrillo mientras se aleja y

regresa con la Oruga.
"Hay un truco simple en esto para el coraje", dice Brennin, señalándolo con su palma
roja. Lar lo mira, a la cara sonriente del Sombrerero, y luego a mí. Guiña un ojo y tira
de uno de sus pendientes antes de volverse hacia el regalo de Chevalier. "Aparte de
eso, no hay nada. Es solo una estúpida e inútil pieza de armadura con broches". La
forma en que dice esta última palabra muestra que no le importan mucho los inventos
del Caballero.
Lar se pasa el cabello rubio azulado detrás de una oreja y se inclina, mostrando todos
esos gloriosos músculos de la espalda y los hombros. Tienen que ser bastante fuertes,
¿no es así?, para sostener una envergadura tan impresionante. Esas ventanas azules,
doradas y negras al mundo, se mecen como pétalos en el viento cuando Lar dobla sus
alas y las abre, como una mariposa descansando sobre una margarita.
Sus dedos pálidos dibujan un sello dorado sobre el artículo, pero estalla como un poco
de confeti, derramando brillo por todo el piso del estudio que pronto se disipa.
"Mmm." Lo levanta y le da la vuelta, frotando su pulgar a lo largo del interior mate.

"Estudié esto antes del baile, pero no encontré nada. No veo cómo lo haré ahora". Me
acerco a ellos mientras Lar le da la vuelta a la armadura. Hay un escudo en la parte
superior izquierda del frente, con el emblema del Reino de Corazones: un corazón
roto cortado por una espada. Lo miro por un momento y luego frunzo el ceño.
"¿Sacaste esto?" Pregunto, pero la Oruga, el Rey y el Sombrerero Loco me miran con
este tipo de expresión como diciendo ¿Qué?
"La magia no puede esconderse debajo de un simple diseño de metal", Brennin

resopla, pero Rab se acerca y me mira con brillantes ojos rojos.
"Mierda, Sonny", susurra, entregando la Espada Vorpal. La saco de su funda y luego

uso la punta afilada para levantar el emblema. Debajo, hay un pequeño círculo gris
con un pequeño símbolo de corazón. Aprieto los labios con fuerza. "Inútil en
Underland, muy útil en la parte superior".
"¿Qué es?" Lar pregunta mientras tomo el pequeño dispositivo. Solo sé lo que es
porque le compré uno a Dinah, para colgarlo del cuello.
"Es un rastreador de GPS". Le entrego el artículo a Rab para que lo examine. "Es
como... es como tener un hechizo que te muestra dónde está alguien en todo
momento".
"Aplástalo", exige Brennin, pero ya estoy negando con la cabeza.
"No, usémoslo". Retiro el artículo, lo miro hacia abajo y empiezo a formar un plan.
"¿Por qué el Caballero Blanco trabajaría con la Morsa de todos modos?" Pregunto
mientras termino de atarme las botas de combate. Dee me ayuda a ponerme de pie y
me roba un momento tirándome a sus brazos. Se siente bien estar tan pegada a él.
Sus dedos apartan mi cabello de mi cara. El resto todavía está trenzado, gracias al gato
de Cheshire.
"No tengo ni idea", susurra, mirándome como si realmente daría su vida por la mía.
No puedo imaginar que sea todo porque él... me ama o lo que sea, ¿verdad?
Probablemente sea solo porque soy Alicia, la supuesta salvadora del mundo que ama.
Bien, sobre todo. Quiero decir, podría ver esta relación yendo a lugares. Mis padres
¿son... eran... son?… Metas de relación de hashtag. Podrían verme a Dee y a mí llegar
allí algún día. "Pero lo resolveremos. Lo haremos bien de nuevo".
"Espero que estés bien." Me aparto de él y me dirijo al vestíbulo de arriba para

encontrar al Sombrerero Loco esperando fuera de la habitación de Edith.
Nuestros ojos se encuentran.
No puedo creer que acabo de follar con este tipo de nuevo.
Trato de ser una adulta al respecto, aclarándome la garganta y abriendo la boca para
preguntar por mi hermana, pero él solo se ríe de mí y termino cerrando los labios de
golpe.

"¿Qué?" Pongo mis manos en mis caderas y lo miro. "¿Tienes algo que decir?"
"Tu hermana está despierta, y bueno, ¿qué quieres que haga al respecto?" Raiden
inclina la cabeza hacia mí y se quita uno de sus sombreros, revelando otro debajo con
rayas naranjas y púrpuras. Se quita este y luego se quita uno verde, continuando con
su juego de anidar sombreros hasta que encuentra una... tetera y una taza de té. Deja
sus sombreros a un lado, se sirve una taza y luego vuelve a colocar la tetera y la pila
de sombreros de copa.
Y, ¿qué sabes? El té en su taza está humeando.
"¿Cómo haces eso de todos modos?" Pregunto, mirando la puerta del dormitorio de
Edith y la miríada de calcomanías por todas partes. Tiene pegatinas políticas que
dicen cosas como Cualquier adulto que funcione, 2020 y Apoyo#
YoTambién. También tiene tiburones arcoíris, gatos rosados y tortugas marinas
bailarinas. Yo sonrío.
"¿Cómo hago qué?" pregunta el Sombrerero Loco, mientras escucho un ruido

procedente de la habitación de Edith. "¿Encantar a la gente?"
"Exactamente eso." Intento averiguar cómo lograr lo que hay que hacer mientras
mantengo a Edith a cuestas. No es una hazaña fácil. Lamento decirlo, pero mi
hermana puede ser difícil a veces, tan difícil que me hace parecer un puto melocotón.
"La hipnotizas, pero ¿cómo?"
"Si tomo suficiente sangre, suficiente sangre poderosa" Raiden me mira con
determinación, "entonces puedo manejar algunas rondas. Mejor trato que hacer
puertas. ¿Sabes cómo pago por esos?" Niego con la cabeza y él sonríe, tomando otro
sorbo de té. "Un diente por puerta".
"¿Un diente?" Pregunto, pensando en la puerta que creó y que conducía directamente
al jardín del Rey. "¿Qué quieres decir?"
El Sombrerero Loco deja su taza a un lado, en una mesa decorativa junto a un cuenco
de fruta podrida. No siempre solía estar podrida; Mamá lo reemplazaba regularmente,
y Fred… bueno, Fred siempre se lo comía. Pero ahora Fred se ha ido, y mamá se ha
ido, así que se queda ahí y se echa a perder.
Raiden abre la boca y apunta hacia adentro, al lugar donde deberían estar sus molares.
"Un diente, una puerta", dice, encogiéndose de hombros. "No pretendo entender cómo
funciona la magia; simplemente... lo hace. Hago una puerta y pierdo un diente". Toma

su taza de té de nuevo cuando Edith abre la puerta y me mira con los ojos muy
abiertos.
"¿Qué diablos, Allison?" se ahoga, echando un vistazo a las fundas de mi pistola y mi

cuchillo, la corona en mi cabeza que no se cae sin importar cómo me mueva, y el
vestido de gala hecho jirones que llevo sobre mis jeans. Reutilicé mi atuendo del
baile, arrancando la falda y deslizando el resto sobre la mezclilla. Sin embargo, me
quedé con el corsé porque, es como droga. "¿Tus nuevos novios han vuelto?" Ella
mira al Sombrerero Loco, entrecerrando los ojos y arrugando la piel de su frente. "¿Y
quién diablos es este?"
"Edy", comienzo, mientras sus ojos se mueven hacia las alas de Dee de nuevo. Ella las
mira fijamente, como que en el fondo de su corazón, sabe que no son cartulina de
cosplay y plumas adhesivas. "Necesitamos hablar."
"Uh, oooooookay", dice, saliendo del dormitorio y haciendo una pausa para mirar al
gato blanco y negro que ahora se mueve entre mis piernas. "¿Qué pasa? ¿Dónde está
papa?"
Exhalo bruscamente.
"Necesito que confíes en mí. ¿Puedes hacer eso?" Ella simplemente mira con ojos tan
azules como un cielo de invierno, fríos y sin nubes. Edith ha sido herida, y todos los
miembros de nuestra familia la han herido, ya sea en serio o no. Demonios, ella ha
sido lastimada por mí. "Quiero que sepas que no me fui por elección y que volví tan
pronto como pude. Si solo, bueno, no seas grosera, pero si te callas y me sigues, lo
verás".
Edith entrecierra los ojos y abre la boca para responderme, pero se detiene cuando se
da cuenta de que Chesh se mueve justo delante de su cara.
"Bueno", ronronea, agitando la cola y guiñándole un ojo. Hace una pequeña zarpa con
la mano y golpea el aire cerca de su cara. "Antes de que insultes a tu hermana, y
normalmente, disfruto un poco de descaro, solo mírame y piensa por un momento.
¿Podrías creer lo increíble, solo por un momento? ¿Podrías creer en lo imposible?
¿Cómo, digamos, un gato que se convierte en hombre o un hombre que se convierte
en gato?
La boca de Edy se abre y se cierra, como esos peces de colores que Dinah comía
cuando era un gatito. Realmente nunca los lloré, cosas estúpidas.

"¡No puedo creer eso!" dice Edith, frustración, confusión e incredulidad escritas en su
rostro. Simplemente cruzo los brazos sobre mi pecho y le miro a ella y a sus mejillas
nerviosas y su frente sudorosa. Es todo lo que puedo hacer para no reírme. Incluso con
la evidencia allí mismo frente a su cara, ella lo niega. Esa es Edith para ti, terca hasta
la última gota.
"¿No puedes?" Pregunta Chesh, desapareciendo hasta que solo queda su sonrisa.
"Vuelve a intentarlo: respira profundamente y cierra los ojos".
"¡No sirve de nada intentarlo!" ella responde, claramente enojada y tambaleándose. Es

mucho para asimilar, debo admitir. "¡No se pueden creer cosas imposibles!"
"Me atrevería a decir que no has tenido mucha práctica", dice el gato. Su cuerpo
reaparece, pero esta vez, está de vuelta en forma de gatito. "Cuando tenía tu edad,
siempre lo hacía media hora al día. Vaya, a veces he creído hasta en seis cosas
imposibles antes del desayuno". Se mueve una vez más y aterriza sobre sus pies
humanos descalzos, inclinando la cabeza hacia un lado como si dijera que te reto.
"¿Estás malditamente lista, Muñeca?" March pregunta, subiendo las escaleras y

tocando los frascos de veneno alrededor de su cuello. En la otra mano, tiene una serie
de cuchillos, uno entre los dedos, cuatro en total. Los dobla y luego los vuelve a abrir,
como un abanico. "Pensé que te gustaría un arma extra o dos".
Sus orejas giran sobre su cabeza, y los ojos de Edith se centran directamente en ellos.
"Elige tu veneno, Alicia-Muñeca", continúa March, elevándose sobre mí con su

enorme forma. No es la primera vez que lo miro y me pregunto cómo sería estar
envuelta en brazos tan grandes. Me pregunto si el Sombrerero Loco sabe la respuesta
a esa pregunta. "La parálisis, dura unos cuatro minutos, come carne, no te pinches con
esa, o llamas, como hormigas de fuego arrastrándose por tus venas". Tuerce los
frascos de vidrio juntos, pero no se molesta en explicar el último.
"¿Qué hay en eso, el blanco?" Pregunto, mirando de cerca. La Liebre de March me

lanza una enorme sonrisa, sus ojos marrones se oscurecen con una mirada traviesa que
hace que mis bragas se tuerzan en un nudo.
"Eso no es veneno, amor, es lubricante, para tu placer". March se ríe mientras le

arranco el veneno amarillo, el de la parálisis, de su cuello. Edith sigue mirando,
realmente boquiabierta, pero me imagino que no hay mejor manera de aprender a
nadar que ser arrojada al abismo. Incluso si lo más profundo es nadar con tiburones,
¿verdad?

"¿Me ayudas a aplicarlo?" Pregunto, y March sonríe. Sus orejas se aplanan hacia atrás
contra su cabello oscuro.
"Oh, te ayudaré a aplicarlo, pero es posible que primero deseemos algo de privacidad
de tu hermana, ¿no crees?" Le doy un empujón en el pecho mientras se ríe, pero, por
supuesto, está construido como una maldita montaña, así que no va exactamente a
ningún lado. "Entonces, vayamos con este cuchillo". Lanza un cuchillo al aire (lo
reconozco como uno de los elegantes cuchillos de cocina de papá) y luego lanza los
otros tres en rápida sucesión. Se pegan a la pared junto al estudio en una perfecta fila
vertical.
"Sonny", se ahoga Edith, pero por mucho que me gustaría sentarme y explicarle las
cosas, no tenemos tiempo.
No, definitivamente no tenemos tiempo porque estamos planeando una fuga de la

prisión, todos.
"Solo escúchame", le suplico, dando un paso adelante para poner mis manos sobre sus
hombros. Nuestros ojos, nuestros jodidos ojos casi idénticos, se encuentran, y espero
que Edith pueda ver lo desesperada que estoy aquí. "Por una vez en tu vida, por
favor".
"¿Necesito encantarla?" Pregunta Raiden, pero niego con la cabeza. No, quiero que
Edith vea lo que está pasando y quiero que sepa exactamente lo que está pasando.
Porque me la llevaré de regreso a Underland conmigo; será su elección si decide
quedarse.
Mi hermana no dice nada mientras me alejo y le entrego el frasco de veneno a March.

Desliza el cuchillo en el corcho de la parte superior, da la vuelta al frasco y al cuchillo
y luego vuelve a sacar la hoja. La única tajada del corcho es la hendidura perfecta para
cubrir el metal con el veneno amarillo brillante. Cuando termina, me entrega el
cuchillo, revisa debajo de su sombrero y encuentra un corcho nuevo para reemplazar
el viejo, tirando el corcho cubierto de veneno a la basura.
Coloco mi nuevo cuchillo en la funda de la Espada Vorpal. La última vez, ese cuchillo
venenoso salvó a Tee y a mí. Me alegro de tener uno nuevo para reemplazarlo.
Las escaleras crujen, y miro por encima del hombro para encontrar al Duque
esperando al pie de los escalones con Tee y el Conejo Negro.

"¿Está lista, señorita Liddell?" gruñe, mirándome de arriba abajo con una mirada de
amante. Sus ojos dorados brillan mientras mira mi atuendo con intensa y lujuriosa
aprobación.
"Estoy lista", le digo, extendiendo la mano para tomar la mano de Edith.
Probablemente hoy será un espectáculo de mierda, pero al menos... al menos mi

hermana no se aleja de mí.
El rastreador GPS entra en la minivan de la Sra. Jones y ella va a la tienda de

comestibles.
El Sombrerero Loco ni siquiera necesita encantarla; Solo sé que nunca cierra las
puertas de su auto, y que siempre va a la cooperativa local para comprar en esta hora
los días de semana. Ella es tan predeciblemente predecible que nos ayudará a hacernos
un poco menos predecibles.
"Mi madre está en prisión por matar a los hombres que intentaron violarme", digo, y
mi voz suena horriblemente fuerte dentro del vehículo silencioso. Con Rab y Chesh en
sus formas de ratón y gato, y la Liebre de March y el Sombrerero Loco tomando
prestado el viejo coche de Fred, hay suficiente espacio para el resto de nosotros en la
camioneta de papá.
Estoy conduciendo, y Edith está sentada petrificada en el asiento delantero con el

portabebé de Dinah en su regazo, pero sé sin siquiera molestarme en mirar que los
hombres están escuchando. Les conté antes sobre mi plan, trasladar nuestra lucha a la
prisión, ya que está en las afueras de la ciudad, rodeada de campos vacíos y un parque
estatal. Y les expliqué que llevaría a mi madre de regreso a Underland, pero realmente
no les dije por qué.
De alguna manera, se siente más fácil hacerlo mientras conduzco, como si mantuviera
la vista en la carretera, realmente no tuviera que pensar en lo que estoy diciendo.
Puedo formar palabras y encadenar oraciones juntas, y eso es todo lo que serán: solo
letras colgando de mis labios como humo.

"Bueno, supongo que los mató porque eran los asesinos de mi hermano, y supongo
que incluso entonces sólo lo hizo porque ellos caminaron desde el..." Casi digo la sala
del tribunal, pero decido por facilidad de comprensión que iré con una palabra
diferente. El Rey de Corazones celebra una Juicio semanal, ¿verdad? Iré con eso.
"Juicio sin castigo alguno".
"Esa es la Alicia para ti", dice Dee, sonando orgulloso. "Y su ilustre familia, matando
a los malos". Mueve las alas y atrae la atención de mi hermana para que lo mire en
estado de shock y confusión. No ha dicho una maldita palabra desde que la tiré por las
escaleras y salí por la puerta principal. "Siempre del lado de lo bueno, ya sea que esté
encima de él en Topside o debajo de él en Underland..." Se apaga con un suspiro
melancólico. "Érase una vez, rumores de otras tierras con las que el Espejo podía
conectarse, lugares al lado o entre".
"Pero se han perdido", termina Tee con una exhalación que suena más triste. "O de lo
contrario nunca lo fueron".
"E incluso si lo fueran, no lo son, así que supongo que no tiene sentido hablar de eso,
a menos que estemos diciendo tonterías, en cuyo caso hay algo de sentido en la última
parte de la palabra". Dee hace una pausa cuando tomamos la salida hacia la prisión, y
me estaciono en el borde del lote casi vacío fuera de las puertas. Podríamos entrar con
el jabberwock en llamas, vampiros mordiendo y reyes mágicos decapitando, pero ese
no es realmente mi estilo.
En cambio, vamos a... encantar nuestro camino a través de las puertas.
Rab-ratón está en mi bolsillo y el Gatito de Cheshire está sobre mis hombros. Miro a
mi alrededor al resto de los hombres, dándole al Duque una mirada en particular. Si
fuera por él, cambiaría a su enorme forma de dragón y me protegería con aliento de
fuego y extremidades negras y escamosas.
"Eres mi compañera", dice, pero está gruñendo y sus brazos grandes y gruesos están
cruzados sobre su pecho de bronce. Él también ha reemplazado su ropa por la que
vestía la noche del baile. Parece ser una firma suya dejar los botones superiores
desabrochados, probablemente con la única intención de atraer a hermosas señoritas.
Sé a ciencia cierta que logró atraer a esta. "Pero cuidaré a tu hermana, si eso es lo que
deseas".
"Es lo que deseo", digo, volviendo mi mirada hacia los gemelos, a Lar, al Rey.
Finalmente, miro a Edith. Ella se niega a mirarme, mirando en cambio las medias
negras rotas que cubren su rodilla. "Regreso con mamá".

"Vas a volver con esposas o camisa de fuerza", murmura, pero no tengo tiempo para
sus juegos. La dejo allí, confiando en que los cinco hombres restantes la protegerán.
Justo antes de salir, levanto la mano y me quito la corona, dejándola al cuidado de
Tee. También lo verificamos en busca de un rastreador GPS, pero no hay nada que no
se suponga que esté allí.
March y Raiden ya me están esperando afuera.
"Todavía son horas de visita, por lo que deberíamos poder entrar y salir bastante
rápido". Miro hacia la cerca de tela metálica, rodeada de campos vacíos, y el enorme
edificio de hormigón que se eleva desde allí. Juro por Dios que hay espeluznantes
nubes grises que se aferran al horizonte en ese lugar en particular.
"Tu deseo es nuestro comando", dice March, mordiendo el extremo de un plátano y

mirando a la prisión como si lo hubiera visto peor. Demonios, sé muy poco sobre su
historia, ¿así que tal vez él lo haya hecho? "Solo dinos qué hacer y vamos a buscar a
tu mamá".
"Trata de no dispararle a nadie", dice Rab desde el interior de mi bolsillo. "Está

bastante loco, Sonny. ¿Tú sabes eso, verdad?"
"¿Como si estuvieras cuerdo?" March responde, dándole al ratón una especie de

mirada desdeñosa. Lleva puesto su gabardina de terciopelo morado y su sombrero
negro, y ciertamente no le importa un comino la misión que estamos a punto de
emprender.
Estoy muy nerviosa.
Pero esto no puede esperar más. Quién sabe qué está pasando en Underland, qué están
haciendo la Morsa y su tripulación a estas alturas en Topside, donde está mi pobre
padre. Tenemos que volver, y tenemos que volver ahora.
Y si vuelvo, me llevaré a mamá.
Nos movemos hacia las puertas de entrada con Chesh ronroneando en mi oído, y
entramos, bailando el vals hasta el frente de la fila como lo hizo el Sombrerero Loco
la última vez.
"Hola, querida", susurra, convirtiendo los ojos marrones oscuros del empleado en un
negro lujurioso y necesitado. "Estamos aquí para ver a Hannah Reeve Liddell. Ya nos
registramos con nuestras identificaciones, así que ¿le importaría dejarnos pasar?" Sus

ojos brillan en un naranja brillante, como esas luces de calabaza que mi mamá solía
colocar en Halloween.
"Y entrega ese sándwich también", agrega March, robando la mitad de un sándwich
de salami a la pobre mujer. Lo muerde mientras nos acercamos a seguridad, el gato de
Cheshire ronroneando en mi oído y acicalando mi cabello rubio con su lengua de
papel de lija. Ahora que Chesh y yo hemos tenido nuestro primer beso, al menos sé
con certeza que su lengua humana no se parece mucho a su forma de gato. Es
resbaladiza, suave y caliente...
Con un gemido, me froto la frente y trato de desterrar los pensamientos de adolescente

caliente de mi cerebro. Viendo que todavía tengo dieciocho años y estoy plagada de
hormonas, eso es prácticamente imposible, pero al menos lo intentaré en la
universidad.
La gente está mirando al gato extraño en mi hombro, pero supongo que es lo

suficientemente extraño como para no justificar que la gente saque sus teléfonos
inteligentes para grabar el momento. Bueno, eso o el letrero en la pared de ¡No
Teléfonos móviles! están haciendo el truco.
Raiden usa su, err, encanto para pasar por seguridad, y luego no hay nada que hacer
más que esperar. Mamá no espera visitas hoy, por lo que podrían pasar algunos
minutos antes de que los guardias de la prisión la acompañen hasta aquí.
Mi estómago está lleno de mariposas y mis palmas están empapadas de sudor.
Vamos a... sacar a mi mamá de la cárcel, literalmente. Solo sacarla. Y claro, tal vez
algo como esto no funcionaría si nos quedáramos en este mundo. Se revisarían las
cámaras de seguridad, los registros no coincidirían y hay demasiadas personas a las
que encantar para que esto funcione a largo plazo.
Lo bueno de este plan es que no es necesario que dure mucho tiempo. No, solo
necesita durar ahora. Lástima que no recordara que las prisiones y las cárceles
generalmente tienen una sala de control central llena de cámaras. ¿Sabes, una
habitación tan bien protegida que es impenetrable incluso durante un motín? Sí.
Olvidé ese.
"Me estoy volviendo loca", susurro mientras Chesh frota su mejilla contra la mía. No
tengo idea de cómo terminé follándome al Sombrerero Loco antes que a él; De hecho,
me gusta el gato de Cheshire. Nota para mí misma: hacer todas las rondas de sexo
más tarde. Como todos ellos. No hay nada como pensar que podrías morir para poner
a una persona de humor, ¿eh?

"¿Sobre qué?" March pregunta, mirándome. Me siento desnuda sin la Queenmaker y
la Espada Vorpal, pero tuve que dejarlas en el auto porque, ya sabes, encantar a
algunos guardias en una prisión es un poco diferente a dejar que docenas de otros
visitantes me vean con armas. "¿Sacar a tu madre de aquí?"
Ni siquiera se molesta en bajar la voz y yo me estremezco.
"Sí, exactamente eso", digo rodando los ojos. March simplemente me sonríe mientras
acaricio al gato y al ratón al mismo tiempo... y me pregunto cómo sería acariciarlos de
una manera muy diferente. ¿Ves lo que quiero decir? Supongo que me pongo caliente
cuando estoy nerviosa. Es tan inapropiado, como que solo quiero acurrucarme en una
bola y reírme hasta la locura.
La puerta del lado opuesto de la habitación se abre y mi madre entra, luciendo

horriblemente confundida.
"Allison", dice cuando me reconoce, asimilando mi extraño atuendo con paso firme.
Mi madre me ha visto llevar ropa rara durante años. Es solo lo mío. "¿Qué estás
haciendo aquí? ¿Dónde está tu papá?" Ella le da al gato de Cheshire una mirada muy
peculiar, sus ojos azules se oscurecen con preocupación. "¿Qué es eso?"
"Mamá", comienzo con cuidado, dándole un abrazo muy breve mientras el

Sombrerero Loco se aleja con un silbato, haciendo sus rondas a todos los guardias en
la habitación. Por encima del hombro, tengo una cartera con ropa. No puedo tener a
Hannah caminando con un mono naranja. "Ha habido una revocación de la decisión
del tribunal", espeto, odiándome a mí misma por mentir, pero sabiendo que mi madre
es demasiado inteligente para salir de la cárcel sin una explicación. Una vez más,
podría hacer que el Sombrerero la encante, pero quiero que ella esté presente para
esto.
Necesito que ella lo esté
Esta es su nueva realidad.
"¿Un qué?" pregunta, dándole a la Liebre de March una mirada muy curiosa —y muy
sospechosa—. Ella mueve sus ojos de nuevo a los míos, buscando mi expresión con
esa mirada penetrante suya. "¿De qué estás hablando?"
"Es hora de irse, pequeña Alicia", silba Raiden, avanzando y dirigiéndose

directamente a la puerta. Presiona el timbre, habla con el hombre detrás del vidrio a
prueba de balas y luego espera a que nos unamos a él.

"Tic-tac, Allison, llegas tarde" Rab murmura desde el interior de mi bolsillo. Mamá
definitivamente escucha eso, pero mira alrededor de la habitación como si estuviera
buscando la fuente. Me aclaro la garganta para llamar su atención de nuevo.
"Mamá, eres libre", le digo, tomando sus manos y tratando de tirar de ella hacia la
puerta. Ella se resiste por un momento, la confusión clara en su rostro. ¡Maldita sea
por ser práctica! Ella no está comprando nada de esta mierda. "Pero tenemos que
irnos ahora. Papá está... teniendo una crisis. Él te necesita".
Hannah Reeve me mira con la frente toda arrugada, levantando la mirada para estudiar
de nuevo a la Liebre de March. Uno de los guardias en el borde de la habitación
escucha un zumbido en su radio, y siento que una gota de sudor comienza a gotear por
mi espalda. La mujer dice algo que es demasiado bajo para que yo lo escuche, pero
veo a March mirando casualmente en esa dirección. Incluso sin sus orejas de conejo
marrón, parece tener una excelente audición. Supongo que tú también lo necesitarías,
si fueras a ser un asesino o un guardaespaldas o un maestro ladrón que roba
cacahuetes.
"Dios mío, amor", dice, volviéndose hacia mí. Raiden Walker todavía está esperando
en la salida con las cejas levantadas, golpeando los dedos de una mano contra el dorso
de la otra. "Es posible que queramos, eh, acelerar un poco nuestra estrategia de
salida".
Noto que la guardia se acerca a nosotros, y una sensación de malestar se agita en mi

estómago.
"Oh, cielos", murmura Chesh, volviéndose completamente invisible. Suertudo. Ojalá

tuviera esa habilidad ahora mismo.
Al levantar la vista, veo los ojos negros como perlas de varias cámaras incrustadas en
el techo.
Apuesto a que alguien que no está hipnotizado por la mierda de vampiros de

Underland nos está mirando fijamente, y saben que no estamos tramando nada bueno.
"Disculpe, reclusa Liddell", grita el guardia, pero ella no puede terminar su oración
porque March está dando vueltas y tirando un pequeño cuchillo en su dirección. La
golpea en el hombro mientras me quedo boquiabierta y la veo caer al suelo. Sin
embargo, no puede haberla matado o incluso lastimado realmente, ya que es del
tamaño de una jodida aguja de coser.

"Tónico para dormir. Dura unas horas. Un dolor de cabeza asesino, sueños horribles,
pero no se puede hacer mucho al respecto". March agarra mi brazo con una mano y la
muñeca de mi madre con la otra.
"¿Qué estás haciendo?" grita mientras la habitación estalla en un caos. Incluso los
guardias que Raiden ya encantó parecen molestos. "¿Quién eres tú? ¡¿Allison?! "
¡Lo siento mamá! Creo que la Liebre de March finalmente se rinde y la arroja sobre su
hombro como un saco de papas. Raiden nos sostiene la puerta mientras pasamos el
control de seguridad y entramos en el vestíbulo, justo cuando la alarma comienza a
sonar. Las sirenas suenan y las luces rojas parpadean en varios puntos de la
habitación. Apenas salimos por las puertas cuando escucho el clic de un bloqueo
automático y las barras de metal se deslizaron en su lugar sobre las ventanas.
Esto es como una mierda de la Prison Break o algo.
Ya hay guardias esperándonos afuera, pero en realidad, ni siquiera son una broma
para el Sombrerero Loco y la Liebre de March. Raiden patea las piernas por debajo de
un hombre con barba gris, y luego tiene la audacia de bostezar mientras golpea en la
garganta a un hombre que sostiene un arma automática. Hay otros guardias, en las
torres colocadas alrededor de la propiedad. Es, literalmente, solo cuestión de tiempo
antes de que empiecen a dispararnos.
Eso, y mi madre está gritando algo feroz, gritando a todo pulmón y mordiendo el
hombro de la Libre de March, dándole un puñetazo en la columna. Tengo que dárselo:
Hannah sabe cómo defenderse.
"Oh, maldita sea", gruñe March cuando Raiden da un paso detrás de él, agarra el
rostro de mi madre entre sus palmas y la mira directamente a los ojos.
"Sientes que necesitas relajarte, o vas a hacer que maten a tu hija. Puede esperar una
explicación adecuada de los eventos que tienen lugar aquí hoy, ¿no es así?" Él la
suelta y luego se hace añicos, murciélagos negros pululan hacia el cielo soleado.
La Liebre de March no se queda ahí boquiabierta como yo. Se agacha, toma mi mano
y me empuja colina abajo hacia las puertas de entrada. Lo que sea que el Sombrerero
Loco les haga a los guardias de la torre, ellos no nos disparan. Y cuando llegamos a la
puerta cerrada y bloqueada en el frente de la propiedad, March simplemente saca un
frasco de su sombrero y lo tira. El vidrio se rompe y el metal es devorado por una
especie de... sustancia viscosa de color rosa intenso. Sí. Puto rosa caliente, como
mocos de troll o algo así.

Corremos juntos hacia los autos, justo cuando el sonido de las sirenas de la policía
resuena en la distancia. March deja a mamá en el suelo y ella se balancea brevemente
antes de ponerse de pie.
Hannah Reeve, al sol, una mujer libre por primera vez en lo que parece una eternidad.
Y ni siquiera puedo disfrutarlo porque tenemos que reservar el culo o arriesgarnos a
que nos disparen o nos arresten.
La vida es una perra, ¿verdad?

3
“humpty tonto-mierda”
Sacar a mamá de la prisión se siente un poco como... un secuestro, especialmente
cuando abro la puerta trasera de la camioneta de papá y encuentra a Edith rodeada de
un grupo de hombres extraños. Afortunadamente, ella está demasiado ocupada
mirándolos como para notar que el Sombrerero Loco se está reformando sin
murciélagos.
"Allison", comienza, y puedo escuchar el miedo en su voz. Mamá está jodidamente

aterrorizada.
"Sé cómo se ve esto". Está bien, bueno, en realidad no tengo idea de cómo se ve
esto. "Solo tienes que confiar en mí". Le entrego la cartera y Hannah la toma con una
expresión de desconcierto en el rostro. Se vuelve sobre su hombro para mirar al
Sombrerero y a la Liebre de nuevo. Lo admito, parecen intimidantes.
"No tenemos mucho tiempo para explicaciones", dice March, intercambiando una
mirada sombría con su jefe. "¿Deberíamos, eh, cuidar de tu madre por ti, Muñeca?"
"¡¿Muñeca?!" Mamá pregunta, echándose hacia atrás, completamente horrorizada.

"¡¿Cuidar de qué?!"
"Por favor, sube a la camioneta, mamá", le suplico, empujando la cartera contra su

pecho mientras las sirenas de la policía se hacen más fuertes. Ella lo toma, pero no
parece convencida. A medida que pasan los momentos, la confusión en su rostro se
agudiza hasta una absoluta claridad, y cuadra los hombros.
"Cuando cometí ese crimen, Allison, sabía en lo que me estaba metiendo. Maté a esos
chicos y me haré responsable de mis acciones". Ella tiembla cuando dice esto, pero
sea lo que sea que crea que está pasando ahora, sabe que no fue una simple revocación
judicial de su sentencia. Quiero decir, las sirenas y el cuchillo venenoso y los mocos
troll nos delataron. "Quienquiera que sean estos hombres, pueden... bueno, pueden
irse a casa ahora".
"¿A casa?" el Salvaje Duque arrastra las palabras, apoyando la barbilla en los nudillos.
"Ese es el plan, ¿no es así, amor?"

"¡¿Amor?!" Mamá chilla, desviando su mirada de mí al círculo de hombres. Hay algo
en su expresión que hace... clic. Ve la forma en que Tee me mira, la forma en que Dee
sonríe. Oh diablos. "Allison Pleasance Liddell, ¿quiénes son estos hombres?"
"Tu salvación", dice el Sombrerero Loco, poniendo su mano sobre el hombro de mi

madre, los ojos brillan cuando ella gira su mirada para encontrar la de él. "Te sientes
cómoda con esta situación, por ahora. Sube al vehículo, para que podamos estar en
camino".
"¿Qué le estás haciendo a mamá?" Edith grita, derribando el portabebés de Dinah,

saliendo del asiento delantero y luchando para ponerse entre Raiden y Hannah.
"Dejala sola."
"Lo siento, hermana pequeña de Alicia", dice el Sombrerero Loco encogiéndose de

hombros, los ojos brillan con ese color naranja neón. "¿Por qué no te subes a la parte
de atrás y tomas una siesta por un rato?" Se queda mirando a Edy durante mucho
tiempo, tanto tiempo que honestamente me pregunto si sus poderes hipnóticos
vampíricos van a funcionar. Justo cuando creo que Edy podría saltar y huir, su mirada
se pone vidriosa y se mueve para gatear hacia la parte de atrás. "Bueno", dice
finalmente Raiden al final de una exhalación, "no volveré a hacer eso sin un
pequeño... refresco. ¿Qué dices, Alicia?"
"Ya has tenido suficiente de su sangre", espeta Brennin Red, con las piernas cruzadas
a la altura de la rodilla, ojos oscuros estoicos y encerrados en una expresión de altivo
desdén. Hay celos en su voz, a pesar de que él, Raiden y yo, bueno, tuvimos un
maldito trío. "Puedes tener algunos de los míos". Chasquea los dedos y Lar sale
rodando sus ojos azules, intercambiando lugares con el Sombrerero Loco. "Entra."
Mi madre y Edith encuentran lugares para sentarse, tan flexibles y en blanco como
zombis. Odio eso. Lo odio en serio, pero Raiden Walker tiene razón: no tenemos
mucho tiempo. De hecho, me sorprende que no nos hayan abordado todavía. Debe
haber sido el enjambre de murciélagos vampiros sobrenaturales que nos dio algo de
tiempo.
"Está bien", digo, exhalando mientras todos se acomodan, y me deslizo en el asiento

del conductor. "Pasamos por el río y atravesamos el bosque". Arranco el coche y salgo
del aparcamiento, con el viejo Acura rojo de Fred detrás de nosotros.
Mi corazón se acelera cuando Tee, que todavía está en la parte de atrás con su gemelo,
le pasa la corona, la Queenmaker y la Espada Vorpal hasta el Duque. Los dedos de
North se enredan con los míos cuando me entrega los artículos, y no por accidente.

"Tenemos esto, Allison", me dice Tee, su voz tan suave como gotas de lluvia fresca en
el techo. Siempre me gustó eso, acostarme en la cama en la tranquila oscuridad,
envuelto en mantas, escuchando cómo llegaba una tormenta. Eso es Tee, una bebida
refrescante para la tierra reseca. Sus alas y las de Dee ocupan cada centímetro
disponible en la parte trasera del SUV, las plumas presionan contra las ventanas.
Podría ser más fácil sin ellos, pero no podemos arriesgarnos a ser atacados sin los
gemelos con toda su fuerza... o sin el frenesí de Raiden como plan de respaldo.
El Conejo Negro parece un poco aterrorizada por estar aplastado entre ellos, pero es lo
suficientemente inteligente como para mantener la boca cerrada.
"Seguro que eso espero", susurro mientras Edith yace en el suelo a los pies de los
gemelos, y mi madre se sienta al lado del Sombrerero y el Rey. Sus ojos vidriosos me
molestan, así que aparto la mirada, mordiéndome el labio inferior mientras enciendo
el auto. "Seguro que espero que así sea."
Hay un parque a unos treinta minutos de la prisión, uno que estoy bastante segura de
que estará vacío tan temprano en la mañana en un... espera, ¿qué día es? De todos
modos, es el mejor lugar en el que puedo pensar para una confrontación, mejor que
los suburbios de todos modos. Llevaré a uno o dos excursionistas callejeros por una
calle llena de vecinos burgueses boquiabiertos.
Agarro un espacio vacío cerca de uno de los senderos más difíciles y apago el motor.
Cuando miro por el espejo retrovisor, puedo ver al Sombrerero Loco lamiendo las
últimas gotas de sangre del cuello del Rey. Por supuesto, Brennin Red fácilmente
podría estar completando sus impuestos o contemplando hacerse un tratamiento de
conducto; apenas parece complacido, aunque puedo ver que sus manos enguantadas
están apretadas en puños.
"Tee, Dee, quiero que vigiles a mi familia, ¿de acuerdo?" Me giro sobre mi hombro
para mirar a los gemelos, sabiendo que no podría poner a Edith y mamá en mejores
manos. "No importa qué, necesito que estén a salvo, ¿de acuerdo?"

"Lo que sea por ti, Allison-que-no-es-Alicia", dice Dee, mientras abro la puerta de una
patada y salgo.
"¡Espera!" grita el Conejo Negro, y hago una pausa, mirándola. Los ojos verdes
brillan mientras me contemplan, como un papá orgulloso. Es demasiado jodidamente
extraño. "Puedo ayudar, ya sabes. Realmente, podría ser una ventaja. Todo lo que
quiero es mantenerte a salvo, Allison. El pensamiento consume mi pecho, en ese
espacio justo debajo de mis costillas". Arqueo una ceja escéptica.
"Prefiero no pelear al lado de la mascota del traidor", Rab arrastra las palabras desde
mi bolsillo y me inclino a estar de acuerdo con él. Dejar con vida al Conejo Negro es
una cosa, pero confiar en ella en una pelea es otro animal.
"Lo siento, tú también te quedas en el auto". Aprieto el botón de bloqueo de mi puerta

y la cierro de golpe detrás de mí.
Vestida con gruesas botas de combate de cuero cubiertas con hebillas, un vestido de
gala rasgado y una corona, me siento un poco ruda. Sobre nosotros, las viejas
secuoyas se elevan como gigantes, su suave corteza marrón rojiza es un telón de
fondo agradable para lo que ciertamente no será un día muy agradable.
"Esto me recuerda a Tulgey Wood10", dice Lar, inclinando la cabeza hacia un lado.
Los brazaletes de oro en su muñeca tintinean mientras juega con ellos por un
momento. "Y estos, se parecen un poco a los árboles Tumtum, ¿no estás de acuerdo,
Rab?"
El ratón se arrastra desde mi bolsillo y luego salta al pavimento cubierto de agujas de

pino, volviendo a su forma alta y entintada, con relojes tatuados que se alejan.
"Dudo mucho que estos árboles sangren". Rab hace una pausa y sus orejas caen en
direcciones opuestas, cruzando en forma de X sobre su cabeza. "De hecho, apuesto a
que ellos tampoco gritan".
"Ellos tampoco gritan, maldicen o llaman prostitutas a mujeres jóvenes llamadas

Allison", dejo salir, pensando en las estúpidas flores de Underland. Incluso con toda la
mierda y las tonterías, todo lo que quiero es volver.
Con la melodía de I Left My Heart In San Francisc.
Ejem.
10
El Bosque Turgal aparece en la película de Walt Disney nombrado por Alicia como su nombre inglés Tulgey
Wood.

"¿Están todos listos?" Pregunto, poniendo mi mano en la funda de la Espada Vorpal y
tomando una respiración profunda.
Tee y Dee están esperando en la camioneta con Edith y mamá, pero el resto de los
hombres están parados a mí alrededor en un semicírculo. Y todos me miran también,
como si mi opinión importara, como si realmente fuera la futura Reina de Corazones.
"La pregunta es", comienza Lar, inclinando ligeramente la cabeza. "¿Eres Sunshine?"
Exhalo bruscamente, el aroma húmedo de pino, musgo y tierra llenando mis fosas
nasales cuando inhalo. El bosque está en silencio, los grandes árboles se mueven con
la brisa del mar. Estamos cerca de la bahía aquí, Humboldt Bay para ser exactos. Es lo
único que me gustó de esta pequeña ciudad de California: el mar.
"Estoy lista." Miro al Rey, y él sonríe, tan endiabladamente guapo, tan malditamente
perverso. Da un paso hacia mí, se quita los guantes y luego coloca una mano desnuda
sobre mi pecho. La magia que he traído de Underland, toda esa terrible y violenta
magia salvaje, se agita dentro de mí, retorcida por los poderes de Red. Cuando lo
siento todo caliente y embriagador, subiendo a mis miembros y llenando mi cráneo
con energía candente, saco la Espada Vorpal y la dejo cantar.
Entonces convoco a la Anti-Alicia. La trae corriendo. Bueno, ahora desafío a la perra.
"Ven a buscarme", le susurro.
Durante varios momentos, no hay nada más que un silencio inquietante, nada más que
el crujir de las ramas en el viento.
"¿Los árboles aquí ladran?" pregunta el Duque, levantando la cabeza para mirar el
dosel sobre nosotros.
"Tienen ladrido", digo, pero él ya está sacudiendo su cabeza de cabello dorado, sus
cuernos oscuros proyectan sombras en el pavimento detrás de él.
"Ciertamente tienen ladrido, pero ¿ladran? Quiero decir, sabes que las ramas de los
árboles se llaman ramas, ¿no es así? "
"¿Y?" Pregunto, la mano de Brennin todavía está abierta sobre mi pecho. "¿Qué tiene
eso que ver con esto?"

"¿Por qué crees que los llaman así? Porque Bough-wough 11". El duque sonríe, pero no
creo que tenga la intención de hacer un mal juego de palabras; Creo que habla en
serio. Bough-wough. Bow-wow, como el ladrido de un perro, ¿entiendes? Oh, tierra
subterránea ridículamente maravillosa, absurdamente mágica, ridículamente
incomprensible.
"¿Podrías cambiar y dejar de tonterías?" pregunta el Rey mientras el Duque sonríe, su

cuerpo crece y se mueve, extendiéndose por el pavimento en relucientes escamas
negras. Se eleva por encima de nosotros, agachándose para evitar que su cabeza
golpee las ramas más bajas de los árboles que cuelgan. Bough-wough, de hecho.
El Duque de Northumbria es impresionante, esta gloriosa montaña de músculos, todo

bestia, dientes y garras. Parece que no puedo ayudarme a mí misma y murmuro parte
del poema de Jabberwock.
“Y como en el pensamiento uffish se puso de pie,
El Jabberwock, con ojos de llama.,
Vino silbando a través del bosque de Tulgey,
Y borboteó como vino.”
"Buena suerte con eso, duquesa", se ríe Chesh mientras salta de mis hombros y
cambia de su forma de gatito a su... forma de gato de la jungla. "Manteniendo a la
bestia a raya". Gruñe este último trozo, su enorme forma musculosa se ondula con
poder. Por supuesto, parece que el Duque podría tener a Chesh como bocadillo por la
tarde si realmente quisiera, pero eso no hace que el gran felino sea menos
impresionante.
Es un poco como un tigre, con esas rayas blancas y negras, pero todavía tiene
perforaciones en las orejas, la nariz y la boca, y sus patas son al menos tres veces del
tamaño del gato naranja y negro que vi en el Sequoia Park Zoo el verano pasado.
11
Fragmento de Alicia en el cual se trata de explicar esta palabra: " Bough-wough! ", Gritó una Margarita:" ¡por eso
sus ramas se llaman ramas!"" Hace referencia al sonido de las ramas que hacen la chocar. Su traducción sería:
Ladrar: ramas.

"¿Estamos seguros de que esto va…?” Comienzo, cuando escucho un crujido en el
dosel encima de mí.
"Absolutamente seguro", murmura March, sacándome del camino justo a tiempo para
evitar a la Anti-Alicia mientras se estrella contra el pavimento del estacionamiento,
rompiendo el cemento en pedazos irregulares. El Rey se hace a un lado y noto que
tiene mucho cuidado de no tocarla. Me pregunto qué pasaría si sus manos mágicas
tocaran un vacío mágico literal. "Perdón, Muñeca", continúa March, su cuerpo se
derrite en una forma completamente extraña.
Es el puto tove.
El tove, el tove, ¡finalmente puedo ver el maldito tove!
March se convierte en un caballo alto y musculoso con un pecho como la parte

delantera de un puto tren de carga. Es más grande que un Clydesdale12, con pezuñas
enormes y afiladas en los extremos de sus largas piernas, un estante de astas brillantes
en la parte superior de su cabeza oscura y un par de enormes alas correosas que se
doblan contra su espalda. March parece una especie de caballo de guerra demoníaco,
con protuberancias huesudas en la parte delantera de sus piernas, como una armadura
de marfil viviente.
Su melena y cola son como fuego oscuro, arremolinándose en el viento en ataques

parpadeantes y chispas de llamas.
La Anti-Alicia se pone de pie, su vestido blanco y negro ondea mientras se golpea la

cabeza con su delgado y podrido cuello. Son sus ojos, esos ojos demasiado azules, los
que realmente me atrapan. Solo hay tres personas en este mundo con esos ojos: yo,
Edith, mamá. Los reconocería en cualquier lugar. Además, la forma de su boca, su
nariz, la forma en que su frente se inclina hacia abajo... esta es Rhoda Caroline-Anne
Liddell.
Y la única persona que puede derrotarla… soy yo.
Mierda.
No me fue tan bien la última vez, y no he tenido exactamente tiempo para agregar
entrenamiento a mi agenda entre entonces y ahora.
12
El Clydesdale es una raza escocesa de caballos de tiro.

"Ya has asesinado a un hermano" una voz dice dentro de mi cabeza, el sonido viscoso
de una lengua deslizándose por labios torcidos acompañándola. "¿Qué tan difícil
puede ser eliminar un segundo?"
La Tortuga Falsa no está aquí con nosotros, todavía no, pero está de nuevo en mi
cabeza, el bastardo. La Anti-Alicia se mueve a través del tiempo y el espacio a su
manera, de una forma que los otros cuatro no pueden. Ella vino por la Espada, pero se
quedará por patear traseros.
Retrocedo unos metros, tiro del Queenmaker hacia mi mano y saco la cerilla que
tengo escondida detrás de la oreja. Oye, he aprendido algunas cosas entrenando con
los muchachos. Lo golpeo con la empuñadura de la pistola y luego lo enciendo,
disparando una de las enormes bolas de metal en la dirección de la Anti-Alicia.
Apunto hacia arriba, enviándola volando en un arco a través del estacionamiento. La

camioneta con mamá, Edith y los gemelos debería estar lo suficientemente lejos como
para que estén completamente fuera del círculo de fuego.
"Sube", gruñe March, su voz más profunda y más oscura en esta forma, como un eco
de sombras en una caverna oscura. Agarro la piel de su cuello mientras se arrodilla y
me levanto. La onda de fuego, viento y calor del Queenmaker hace que las agujas de
pino se pierdan, enviando una lluvia de verde sobre nuestras cabezas. Pero al menos,
desorienta a la Anti-Alicia por un breve momento.
Las alas de March se levantan y luego se bajan con un movimiento rápido y brusco,
empujándonos hacia arriba y hacia arriba. Él también es rápido como la mierda, y me
imagino que esta debe ser la razón por la que su reina, la Reina de Picas, ¿no es así?
Eligió esta como una de sus formas.
La Anti-Alicia no parece responder a la gravedad. Mierda, ¿por qué debería hacerlo?

Ella es un monstruo no muerto, ¿verdad?
Salta, su falda ondeando a su alrededor como un gorro de hongo. Flota hacia nosotros
con su cabello rubio de la familia Liddell, sus vidriosos ojos azules relucientes. Su
falda y cabello están chamuscados, y hay llamas bailando a lo largo de la parte
delantera de su falda, pero eso no parece molestarla. Ella está total y completamente
concentrada en la Espada Vorpal. O yo. Quizás los dos.
"Déjame navegar", gruñe March a través de unos dientes demasiado afilados para
pertenecer a un caballo. ¿Qué dijo Tee? ¿Que un tove era como un Pegaso? Un tove
no se parece en nada a un maldito Pegaso. Tiene las cornamentas gigantes brillantes

como algunos ciervos prehistóricos, las alas de un murciélago gigante y una armadura
de hueso natural como un triceratops o alguna mierda.
Pegaso, ja. Y aquí estaba yo, imaginando una bestia reluciente, blanca como la nieve,
con una sonrisa angelical y alas emplumadas como las de los gemelos.
Esto... bueno, supongo que esta sería la versión de Underland de un Pegaso, ¿eh?
Como una especie de criatura de pesadilla caballo-murciélago-alce con esteroides.
Vuelvo a meter la Queenmaker en su funda mientras la Anti-Alicia hace girar su

guadaña de hoz de hueso en el aire, bajando tan fuerte y rápido que estoy convencida
de que esta vez voy a terminar con algo más que un brazo roto. Pero la Liebre de
March me respalda, se agacha y nos pone fuera del alcance de su arma. Todavía estoy
lo suficientemente cerca para dar un golpe, así que lo hago, lanzando la Espada
Vorpal con fuerza y rapidez; Agarro a la Anti-Alicia en el tobillo y siento que la hoja
se engancha en el hueso.
La sangre carmesí salpica por mi cara mientras March se sumerge, arrancando con
fuerza mi cuchillo de la pierna de mi hermana muerta. El olor de las viejas tumbas
polvorientas se mezcla con el hedor a podredumbre mientras lucho por controlar un
temblor involuntario en mi cuerpo. En el mejor de los días, no me gusta matar cosas.
Y éste no es el mejor de los días. La Anti-Alicia es mi carne y sangre, mi carne y
sangre podrida y reanimada tal vez, pero aun así... ella es de mi familia de todos
modos.
La sensación de que mi arma golpeó su hueso me está enfermando, pero no puedo

dejar que me afecte. Un error aquí, uno, y estoy jodidamente muerta.
"Mírate," la Tortuga Falsa regaña, su voz aún resuena en mi cabeza, "¿Te gusta
destrozar a tu propia hermana? ¿Sientes su sangre caliente salpicar tus labios? ¿A
qué sabe ella, a esta alma olvidada a la que no te has molestado en dedicar un solo
pensamiento en toda tu vida egoísta?"
Apretando los dientes, aprieto mis muslos contra la espalda gruesa y musculosa de
March, tratando de predecir sus movimientos. Gira como una moneda de diez
centavos, lanzándome de un lado a otro. Cuando extiendo mi mano izquierda por
reflejo, agarrando su melena aparentemente inexistente, mis dedos entran en contacto
con un humo cálido y sensual. Se enrosca alrededor de mi mano y me da un agarre,
algo sólido a lo que agarrarme mientras March rueda y se zambulle, agita sus enormes
alas y nos impulsa aún más alto en el dosel.

Ninguno de los otros hombres lo sigue, aunque algunos de ellos podrían hacerlo si
quisieran. Pero incluso North se queda abajo. Pueden ayudarme a defenderme de sus
ataques, evitar que ella me mate, pero la única que puede detenerla soy yo.
Y tengo que hacerlo. Mierda, tengo que hacerlo.
Todo nuestro plan gira en torno a deshacernos de la Anti-Alicia y el Grifo, los únicos
dos miembros del desfile de las Morsa que pueden volar. Es decir, a menos que haya
traído refuerzos a través del Espejo, algo que probablemente no sabremos hasta que
sea demasiado tarde.
El sonido de las ramas que se rompen precede a un chillido masivo, uno que North
imita con un rugido propio. La enorme y llorosa forma de la Morsa aparece a la vista,
los colmillos captan un rayo de luz solar y me cegan al mismo tiempo que siento la
sangre goteando de mis oídos.
"¡Duck!" March grita, y siento que nos desplomamos tan rápido que mi estómago se
aloja en mi garganta y empiezo a ahogarme y toser. Pero me agacho lo mejor que
puedo sobre la enorme espalda del tove, sintiendo una ráfaga de aire cuando la Anti-
Alicia golpea el lugar donde estaba mi cabeza solo unos segundos antes. March se
desplaza hacia la derecha con un batir de alas y luego nos empuja hacia arriba en una
corriente de viento cálido. Me toma un momento descubrir de dónde viene todo ese
calor, mirando hacia abajo para ver a North desatando una ráfaga de color rojo
anaranjado que se traga en llamas la forma masiva de la Morsa.
El calor de esas llamas es lo que nos hace volar, enviándonos por encima de la Anti-
Alicia.
March está haciendo un excelente trabajo evitando que me lesione, pero no estoy
haciendo un trabajo particularmente bueno tomando las vacantes que estoy
obteniendo. Necesito colocar la Espada Vorpal en la Anti-Alicia y mantenerla allí.
Incluso elevándome sobre las casas de mis vecinos con una cuchilla del tamaño de un
automóvil, incluso partiéndola por la mitad, eso no funcionó.
Necesito un nuevo plan.
Mirando hacia abajo de nuevo, veo al Rey sosteniendo su hoja decorativa, con el
brazo derecho extendido, la punta apuntando al Carpintero y su hacha con el cráneo
en la parte superior. El hombre es alto, inquietantemente delgado y se mueve como
una jodida araña. Puedo imaginarme piernas articuladas saliendo de su espalda y
llevándolo por la acera mientras se mueve. Brennin no parece particularmente
preocupado, pero ¿cuándo lo hace?

Rab, en forma de bandersnatch, se enfrenta a la Tortuga Falsa mientras que el
Sombrerero Loco se enfrenta al Grifo, y Lar les brinda apoyo de respaldo a ambos.
Recuerdo que no lo querían mucho cerca de M.T. durante la Tórrida Fiesta de Té.
¿Quizás también deberíamos haberlo dejado en el auto?
Los gemelos todavía están escondidos a salvo con mi familia, y el gato de Cheshire...
no se ve por ningún lado.
Si puede encontrar el espejo mientras el resto de nosotros estamos en combate, lo

consideraré una victoria.
La Tortuga Falsa se golpea las encías desdentadas, y el sonido es tan malditamente

fuerte que me suenan los oídos, que ya sangran. Me imagino que si pone esa boca
suya en cualquier parte del Sombrerero Loco, los huesos se romperán. Me pregunto
cómo se cura el vampiro a sí mismo de todos modos. ¿Bebe su propia sangre?
March se levanta cuando la Anti-Alicia baja rápido y con fuerza, la falda manchada de
sangre ondea alrededor de sus desgarradas medias blancas y negras. Esta vez, ella no
me ataca, va a por él. Su hoja de hueso corta a March a lo largo del hocico,
provocando un relincho frenético de él y un mar de sangre roja que salpica y empapa a
la Oruga.
Él mira hacia arriba justo a tiempo para que el líquido caliente le entre en los ojos,
mientras la Anti-Alicia viene hacia nosotros nuevamente, balanceando su espada
hacia el ala derecha de March en un arco agudo. Incluso resoplando de dolor y
sangrando por todas partes, esquiva el segundo golpe, enviándonos aún más alto entre
los árboles.
Estamos por encima de la Anti-Alicia ahora, pero solo por un segundo; no durará. Ella
es jodidamente implacable.
"¿Puedes atraparme si me caigo?" Pregunto, y March deja escapar un extraño bufido.
"Maldita sea, ¿ahora qué?" pregunta, y ya no se siente tan estable como antes. Ese
golpe en la cara lo está lastimando, mucho. "¿Te caerás, Muñeca? ¿Por qué tendría
que atraparte?
"¡Sí o no!" Grito, y él me gruñe, chasqueando sus afilados dientes.
"¡Sí!"

Me pongo de pie y salto, antes de que pueda pensar en eso. Odio las alturas, recuerda;
Estoy jodidamente aterrorizada. Y, sin embargo, lo hago de todos modos, saltando y
aterrizando sobre la espalda y los hombros de la Anti-Alicia. La Espada Vorpal se
desliza por su garganta, empapando mi mano en un líquido espeso y caliente. Ella deja
escapar un chillido extraño, como el viento silbando entre las lápidas, y lucha por
deshacerse de mí. La apuñalo de nuevo con la hoja, odiando la forma en que se siente
el cuchillo al entrar en su vientre.
Al tocarla así, puedo sentir la falta de poder y energía. No, no solo una falta, sino un
vacío activo, succionándome la vida. Mantengo al Espada Vorpal donde está mientras
nos deja a los dos hacia el pavimento.
Lo único que evita que me salpique en pedazos en el cemento es March, arrojándose

debajo de mí. Todavía duele, probablemente también le duele a él, y creo que me
rompo algunas costillas, pero sigo viva. Nuestros cuerpos enredados ruedan por la
espalda de March y caen al suelo duro.
La Anti-Alicia tiene su guadaña en la mano, pero yo estoy debajo de ella, y mi espada

está enterrada en su vientre podrido. Ella no puede golpearme exactamente desde este
ángulo, ¿verdad?
Pasos golpean a través de la acera hacia mí, y miro hacia arriba para ver la boca
grande y rosada de la Tortuga Falsa abierta entre sus labios torcidos. Grito, pero Lar
se interpone entre nosotros, agitando sus alas hacia adelante y bañando al hombre
calvo con brillo azul, negro y dorado. M.T. grita cuando le llega a los ojos, arañando
su rostro con uñas puntiagudas y rotas.
Empujo la hoja aún más en la Anti-Alicia, negándome a soltarla. No tendré otra

oportunidad como esta. Ya puedo sentir su debilitamiento, succionando magia del
flujo interminable de la Espada Vorpal, llenándose como un globo de agua a punto de
estallar.
March lucha por ponerse de pie, balanceándose ligeramente. Puedo ver hueso en su
hocico mientras se mueve. Cuando regresa, eh, llamémoslo forma humana, es aún
peor. Su nariz es un lío de sangre y carne, pero eso no le impide tomar una de sus
pociones, balancearse detrás de Lar y golpeando el frasco de vidrio en el costado de la
cabeza redonda de la Tortuga Falsa.
Tengo el cuchillo venenoso, pero si funcionará en la Anti-Alicia o no es una apuesta.

Para llegar a él, tendría que soltar una mano y, si lo hago, no estoy segura de poder
mantener mi agarre de hierro.

La Tortuga Falsa desata su lengua de culo espeluznante, envolviéndola alrededor del
cuello de Lar y tirando de él hacia adelante, incluso cuando la carne de la cabeza calva
de M.T. comienza a derretirse por el veneno de March. Es como si no le importara
una mierda que literalmente se estuviera desmoronando.
La Anti-Alicia lucha, dándome un codazo tan fuerte en el estómago que me quedo sin
aliento. Mi mano derecha se suelta de la Espada Vorpal y, por un minuto aterrador,
creo que la voy a perder. Pero entonces mi mano izquierda encuentra agarre, clavando
la hoja a media pulgada extra. El monstruo no muerto al que me aferro encuentra sus
pies, y aunque mis costillas gritan de dolor, fuerzo mi mano hacia la funda en mi
muslo, sacando el cuchillo de cocina contaminado de March.
Con cada pizca de fuerza que puedo reunir, la golpeo contra su pierna, haciéndola
gritar con esa extraña y angustiada voz suya, como murciélagos en un cementerio. No
hay nada humano en la Anti-Alicia. Ella es un monstruo, de principio a fin. No queda
alma. Al menos... eso es lo que me digo a mí misma porque no tengo otra opción.
De lo contrario, me derrumbaré.
Encontré el cuerpo de Fred; Lo vi con ojos vidriosos y una mueca ensangrentada,

congelada para siempre en su hermoso rostro. Esa imagen me perseguirá el resto de
mi vida. Y la Anti-Alicia, mientras su cuerpo se debilita y se derrumba de rodillas
conmigo todavía aferrado a ella… eso también me perseguirá.
"Lo siento", susurro, una y otra y otra vez. "Lo siento mucho".
"Hola, Allison", susurra una voz, llamando mi atención para encontrar... a Liam. Es
Liam. Sus ojos oscuros se deslizan sobre mi rostro, haciéndolo sentir como si
estuviera cubierto por una película viscosa. Se pasa la lengua por el labio inferior
mientras yo arranco mis dos espadas de la Anti-Alicia y me tambaleo hacia atrás.
"Hola", dice otra voz, y me doy la vuelta para encontrar a Fred detrás de mí. El pobre
y hermoso Fred de cabello oscuro y ojos oscuros, el hermano mayor de los sueños de
toda niña. Lo miro fijamente, mis manos tiemblan. Dejo caer el cuchillo de March al
suelo, pero me las arreglo para sujetar la Espada Vorpal. "Te he extrañado."
"No eres jodidamente real", grito, cerrando los ojos y presionando mis palamas de
ambas manos contra ellos. "Esta es la Tortuga Falsa jugando con mi mente". Las
manos se cierran alrededor de mis muñecas, tirando de mis brazos hacia abajo, y abro
mis ojos rápidamente para ver a Fred allí de pie, sólido, cálido y reconfortante. Tiene
esa expresión en su rostro, la que tenía antes de reírse, llamarme Sonny y luego
tomarme en sus brazos.

Oh, Fred.
"Estoy aquí, Alicia", susurra, moviendo sus dedos hacia la Espada Vorpal, como si
estuviera planeando quitármela. Casi lo dejo a él también, hasta que me doy cuenta de
lo que acaba de decir.
Alicia.
Fred nunca me llamaría Alicia. Demonios, rara vez me llamaba Allison. Era Sonny o
Alli o Pequeña hermana o Asshole o Cara-de-perra. ¿Pero Alicia?
"¡Allison!" Tee grita, golpeando una pistola de la mano del parecido a Liam.
Tengo unos dos segundos antes de darme cuenta de que el Fred que está frente a mí...
es un maldito Conejo.
Un conejo con una pistola.
Fred levanta el arma, saca una cerilla de detrás de la oreja y lo enciende. Pero cuando
me apunta con el arma, duda. Los conejos adquieren las esencias de sus formas. Por
una fracción de segundo allí, parece que podría haber cambiado de opinión. El Conejo
regresa a lo que supongo que es su forma original, como si estuviera tratando de
aclararse la cabeza. Sus orejas son de un marrón caramelo dorado a juego con sus
ojos, temblando mientras me mira fijamente.
Trato de apartarme del camino, pero mi cuerpo está adolorido por todas partes, mis
costillas están rotas, y no importa qué tan rápido trate de moverme, Conejo-Fred
mantiene su arma apuntando hacia mí. La mecha se quema y... entonces el Conejo
Negro se interpone entre nosotros, protegiéndome con su cuerpo.
El arma dispara con el chasquido de azufre y pólvora, enviando un pequeño proyectil

directamente a su pecho. Ella se tambalea con la fuerza del impacto y se estrella
contra mí, tirándonos a las dos al suelo.
"Allison-quien…" Dee está jadeando tan fuerte que ni siquiera puede terminar su
apodo para mí, sacándome de debajo del cuerpo del Conejo Negro. Miro su rostro
mientras él me arrastra a un lado, y no puedo evitarlo: toco con mis dedos sus labios
ensangrentados.
"Allison", murmura mientras contengo las lágrimas. Puedo ver la forma en que me
mira en este momento, la pequeña parte de mi padre que está absorta. Ella realmente
se preocupaba por Edy y por mí. "Mi pequeña niña." El Conejo Negro tose sangre

mientras Dee me pone de pie de un tirón. Fred-Conejo nos apunta con su arma de
nuevo, pero Dee me empuja a un lado, enviándome al suelo.
Con mis costillas heridas, definitivamente no es una sensación agradable. Puedo sentir
los huesos frotándose, los fragmentos de mi propio cuerpo raspándose unos con otros.
El dolor es jodidamente exquisito, rompiendo mi visión en líneas irregulares, al rojo
vivo, como relámpagos en mi cerebro. Un gemido se me escapa, y la pura y cruda
agonía del sonido hiere mis oídos ya ensangrentados.
"¡Allison!" Mamá grita y espero que no intente venir aquí.
Miro hacia arriba justo a tiempo para ver al Grifo bajar hacia mí, con las piernas
dobladas contra su cuerpo como un halcón que desciende sobre su presa, los dedos de
los pies estirados y las garras extendidas. Apenas rasca la superficie de mi pecho
cuando Lar se acerca a mí, dibujando un sello dorado con sus dedos. Un escudo
protector se interpone entre el Grifo y yo, dejándolo a un lado momentáneamente.
"Arriba, Sunshine, date prisa", suspira Lar, quitándose uno de sus pendientes. Se lo
arroja al Grifo, encendiendo las plumas marrones andrajosas de la criatura. Las llamas
se arrastran por toda su envergadura mientras grita y se agita. Tomo la mano que me
ofrece la Oruga y me pongo de pie justo a tiempo para ver a Tee proteger a mi madre
y a mi hermana con sus alas, haciendo a un lado un bandersnatch de rayas marrones
con un simple movimiento de una de sus alas emplumadas.
Dejé que Lar me tomara en sus brazos, su chaqueta roja todavía se aferraba a sus
hombros. Me imagino que está escrito, al igual que mi corona, para que no se caiga.
Su aroma a tabaco y arándanos me envuelve, pero está teñido con el hedor a sangre y
la empalagosa dulzura de la carne podrida. La piel del cuello de Lar se está
despegando, dejando un músculo rojo rojizo y bordes negros teñidos. De la lengua de
la Tortuga Falsa, sin duda.
Frenéticamente, busco a la Anti-Alicia, pero no se la ve por ningún lado. ¡¿No la

maté?! Pienso, preguntándome adónde podría haber ido. Apenas podía ponerse de pie,
por el amor de Dios. Alguien debe haberla movido. Mi mirada busca en el área del
estacionamiento y los árboles, pero parece que no puedo encontrar al Carpintero o al
Rey. Y, a pesar de su tamaño, la Morsa y el Duque están notoriamente ausentes.
Rab salta y sus garras se deslizan por el pavimento.
"¿March y el Sombrerero?" Pregunto, sin aliento y dolorida. Realmente me vendría

bien una buena dosis de sangre de vampiro, si sabes a qué me refiero. Lar niega con la

cabeza, pero antes de que tenga la oportunidad de responderme, los tres estamos
rodeados por el Grifo, la Tortuga Falsa y sus dos nuevos Conejos.
Mi madre y mi hermana están paradas cerca de la camioneta con Tee y Dee delante de
ellas.
"Arrastraste a tu hermano al infierno con tus acciones", susurra la Tortuga Falsa,

dando vueltas a nuestro alrededor, la carne de su rostro se despega en tiras podridas.
El veneno de la Liebre de March está haciendo su trabajo, pero el idiota no parece
estar sufriendo por ello. "Y parece que te llevarás al resto de tu familia contigo".
"Cómete un pene", le susurro, pero apenas puedo hablar. De hecho, cada vez es más
difícil respirar. Mis pulmones se sienten húmedos y hay un sabor metálico a sangre en
mis labios. ¿Me he perforado un pulmón o algo así?! Mi corazón retumba en mi
pecho cuando M.T. nos sonríe, su pico curvo de una boca torciéndose en una grotesca
réplica de una sonrisa.
"¿Deberíamos hablar sobre el dulce sabor del ratón mascota el Conejo Blanco?
¿Cómo se atragantó, cómo lloró, después de que el ex Rey de Corazones le quitó la
cabeza y luego se la hizo comer? ¿Te acuerdas, Rab, de cómo tu nariz se taponó de
mocos, tu garganta de bilis, tu corazón de dolor?"
"¡Callate la boca!" el bandersnatch ruge, la cola se agita salvajemente, los clavos se

clavan en el pavimento. "O te la cerraré."
La Tortuga Falsa se ríe mientras el Grifo le sonríe desde el otro lado de nuestro
pequeño círculo.
"Oh, Orugar", M.T. murmura mientras Lar cierra los ojos y tararea en voz baja.
Dibuja más sellos de oro a nuestro alrededor, pero puedo decir que está sufriendo bajo
la mirada de estos dos hombres. Recuerdo cómo me sentí la noche de la Tórrida Fiesta
de Té. La Tortuga Falsa y el Grifo... hay una razón por la que son la mano derecha de
la Morsa y el Carpintero. "¿Te duele la cabeza? ¿Puedes sentirnos dentro de tu
cráneo?" M.T. se lame los labios, pero he terminado de escucharlo hablar.
Los dos Conejos están ahí parados mirando, esperando, armas en mano. Podrían
cambiar a la forma de bandersnatch en cualquier momento y enfrentarse a nosotros.
Con Tee y Dee, los superamos en número, pero apenas. Y si los gemelos se unen a la
pelea, mi madre y mi hermana quedan expuestas. No puede pasar eso.
Doy un paso adelante, sintiendo la magia arremolinándose dentro de mí. Esos

conejos... tienen a Liam y Fred dentro de ellos. Uno de los cuales es tan malvado que

no merece existir de ninguna forma. El otro... es demasiado bueno para que le roben
su esencia.
La Espada Vorpal vuelve a su funda antes de que junte mis manos en puños y cierre
los ojos. Hay tanto poder, tanta magia que me atraviesa como una tormenta. Una brisa
sobrenatural agita mi cabello rubio y arcoíris alrededor de mi cara, y aunque me duele
respirar, sé que tengo esto.
"Sunshine, no", susurra Lar, pero ya estoy desatando esa magia, dejándola escapar de
mí como cadenas. Golpea el suelo en varios puntos, convocando más de los pequeños
hongos brillantes. Brotan por todas partes, iluminando la oscura y tormentosa zona de
aparcamiento. De alguna manera, por un minuto allí, me las arreglo para mantener la
magia bajo control. Pero entonces el Grifo y la Tortuga Falsa se acercan a mí, y lo
dejo ir.
El poder estalla de mí, como una onda en un lago. Resuena por todo el parque, sopla
las ramas, empuja la camioneta hacia un lado y derriba a todos a mí alrededor. No es
mi intención golpear a los gemelos o a mi familia, Lar o Rab, pero simplemente
sucede y no puedo controlarlo. Cuando llega la próxima oleada, lo empujo hacia los
cuatro hombres que están tratando de matarnos.
Mi poder se aferra a ellos como un rayo en varillas de metal, estrellándose y

quemando los ojos marrones pantanosos del Grifo, los pozos oscuros de la Tortuga
Falsa y las miradas de los dos Conejos. Sus gritos me desgarran los oídos, como el
rugido del jabberwock, y siento más sangre fluir por los lados de mi cuello.
La Tortuga Falsa se recupera primero, luchando por llegar a mí, arremetiendo con su
lengua y golpeándome en la cara con ella. Es tan poderoso como un puño y me hace
retroceder varios pasos. Puedo sentir los huesos crujir en mi cara, pero la magia es
demasiado salvaje para que algo tan simple como una mandíbula rota me detenga. Me
vuelvo hacia M.T., justo a tiempo para verlo agarrar mi brazo, llevarlo a sus labios y
apretarlo con esas encías desdentadas.
Me invade tanto dolor que dejo escapar un grito propio. En la distancia, juro que
puedo escuchar a algunos de los hombres llamándome, pero no me detengo. Lanzo mi
brazo roto aún más fuerte en la boca de la Tortuga Falsa, enviando una ola de magia
salvaje a través de él. Al igual que con las mujeres de Underland durante el Riving,
esta magia atraviesa a la Tortuga Falsa, desgarrándolo de adentro hacia afuera.

La sangre le sale por los ojos y la nariz, la boca y los oídos. Se tambalea hacia atrás,
arañándose la cara, retorciéndose y con espasmos de agonía. La escuela de Reeling
and Writhing13, mi trasero.
"¡Sonny, detente!" Rab grita, de repente parado frente a mí, sus manos sobre mis
hombros. Intenta mirarme a los ojos con sus brillantes ojos rojos, pero ya no veo casi
nada. Todo lo que soy es poder, magia, energía. Lanzo mi mano derecha y envío un
rayo hacia el ala del Grifo, volando su mano izquierda por completo. El olor a plumas
chamuscadas llega a mi nariz mientras Rab maldice en voz baja y luego lentamente
comienza a cambiar.
Su rostro se suaviza, sus labios se vuelven más llenos, los ojos más redondos y más
grandes. Su cabello oscuro se vuelve rojo sangre cuando sus orejas se hunden en él, y
en solo unos segundos, estoy mirando a una hermosa joven que me recuerda mucho al
Rey.
"Allison Liddell", susurra, poniendo sus manos sobre mis brazos desnudos. Tan
pronto como sus palmas hacen contacto con mi piel, siento que la magia reina y
retrocede. Es como si Rab me lo metiera todo y lo atara con un bonito lazo, de la
misma manera que lo hizo antes el Rey. Está reorganizando la magia. "Déjalo ir,
Alicia" susurra la mujer Rab, y lo hago.
Con un gemido, colapso en sus brazos y ella me levanta como si no pesara nada.
Estoy teniendo otra convulsión, sacudiéndome y retorciéndome, sangre y saliva
salpicando mis labios.
"Te dejo solo por un segundo", espeta el Sombrerero Loco, cargando el Espejo con la
Liebre de March, su rostro todavía ensangrentado, espantoso. El gato de Cheshire
también está con ellos, pero definitivamente no está sonriendo. "Haz que Alicia y su
familia pasen". Las lágrimas de Raiden abren su muñeca y empuja la herida
ensangrentada contra mis labios, drenando la mayor cantidad posible del líquido
carmesí caliente en mi garganta.
"No me iré sin ti", dice March arrastrando las palabras, pero la mirada que le da
Raiden es bastante clara. No está haciendo una sugerencia: está dando una orden.
"¡Jefe, ha perdido la maldita trama!"
"Lleva el Alicia de regreso a Underland, y nos ocuparemos del espejo de Topside". El

Sombrerero Loco deja el espejo en el suelo mientras Tee y Dee se acercan para
13
Juego de palabras, Reeling (tambalearse) y writhing (retorcerse), que sustituya a los términos curriculares
habituales de Reading (lectura) y writing (escritura)

pararse a nuestro lado, arrastrando a mi hermana sollozante y a mi madre aterrorizada
con ellas. "Ahora."
Raiden extiende una mano para indicar el plateado del vidrio, pero Rab no necesita
más convencimiento. Con una maldición que suena tan amable en su nueva voz
femenina, atravesamos y entramos en la calidez y viscosidad del líquido del Espejo.
No estoy exactamente allí, agitándome, mi cuerpo se contrae en violentos ataques y

espasmos. El paso a través del Espejo es mucho peor así, el líquido plateado me cubre,
me ahoga. Se siente como si estuviéramos cayendo para siempre, mucho más lejos
que mi caída por la Madriguera del Conejo.
Cuando pasamos al otro lado, con un grito ahogado… lo primero que veo es la
horrible media sonrisa en el rostro del Knave.
Ines Fripon me mira desde entre barras de metal, su cabello oscuro despeinado y
colgando en mechones sueltos a ambos lados de su rostro. Mi primer pensamiento es
que la hemos despertado, pero probablemente sea solo porque estoy hasta las rodillas
en medio de otro ataque inducido por la magia.
"Allison", gime Tee, ayudando a Rab a bajarme al suelo. Esta vez, es Dee quien pone
sus dedos en mi boca para evitar que me muerda la lengua. Esta vez, tengo una
audiencia de más de nueve hombres y algunos servidores de cartas.
El Knave está mirando; sus maridos están mirando; mi madre y mi hermana están
mirando.
"Mi bebé", llora mamá, tomando mi mano entre las suyas y mirando a los hombres
que han pasado por el espejo conmigo. Tee, Dee, Lar, Rab, Chesh y March. Eso
significa que el Rey, el Duque y el Sombrerero Loco se quedaron atrás. Lógicamente,
soy consciente de que alguien tiene que quedarse del otro lado hasta que el espejo de
la parte superior esté asegurado. Sin embargo, no significa que tenga que gustarme.
"¿Qué puedo hacer? ¿Qué le está pasando?

Para su crédito, Hannah Liddell suena fuerte y segura de sí misma, como si pudiera
afrontar cualquier crisis. Su comportamiento me recuerda el día en que fue arrestada,
cómo dejó que la policía la esposara, lo tranquila que estaba cuando salió al coche
patrulla.
"No hay nada que puedas hacer", susurra Lar, arrodillándose a mi lado. Rab está de
vuelta en su forma habitual, pero parece conmocionado, sus ojos rojos se posan en los
míos. Nuestras miradas se encuentran, y aunque mi cuerpo no coopera, mi mente es
aguda como una tachuela. "Sunshine, ¿quieres quedarte dormida?" Niego con la
cabeza y Lar asiente, dibujando magia en el aire sobre mí. Se siente como si estuviera
cortando pequeñas rebanadas en mi alma, dejando que el poder se desangrara en el
aire frío y húmedo que nos rodea.
"Me sorprende verte de regreso en Underland", dice Knave, y no puedo decir si se

dirige a mí, a los hombres, o a todos nosotros. "Pero has dejado atrás al Rey de
Corazones, eso es desafortunado".
Rab da un paso hacia ella, cruzando sus brazos tatuados sobre su pecho mientras el
Gato de Cheshire olfatea las barras de metal. Después de un momento, mete una pata
entre dos de ellos y grita, tropezando hacia atrás con un pelaje perdido y un dedo del
pie ennegrecido. Él lo mira por un momento, el olor a podredumbre tiñe el aire, y
luego se acerca a mí para lamer un poco de la sangre del Sombrerero de mi cara. Es
suficiente para curar la herida, pero dudo que vuelva a hacerlo pronto.
"Concéntrate en mí, Allison-que-no-es-Alicia." Dee toma mi cara con una mano, los
dedos de la otra todavía están metidos entre mis labios. Sin embargo, no lo voy a
morder esta vez, no como lo hice con Tee. Ya siento que estoy empezando a
calmarme. Pase lo que pase, no me desmayaré. "Solo sigue mirándome".
"Me sorprende verte tras las rejas". Rab asiente con la barbilla en dirección al Knave.
Se necesita hasta el último grano de fuerza que tengo, pero inclino un poco la cabeza
para mirar a Inés de nuevo. No solo está detrás de un par de rejas, sino de dos.
Estamos en una mazmorra de algún tipo, muy parecida a la del Castillo de Corazones,
pero esta... no parece tan, um, sin usar. Puedo ver a la Liebre de March examinando
los muros de piedra con las palmas de las manos, moviendo la nariz ante el horrible
olor.
Si escucho con atención, puedo escuchar gritos y llantos resonando por el pasillo de
piedra. El hedor a sudor, heces y orina es fuerte, tan fuerte que si aún no estuviera las
convulsiones, podría vomitar. Tee me acerca a él, doblando un ala debajo de mí para
acunar mi cuerpo sangrante. Mis costillas ya están comenzando a unirse por la sangre
del Sombrerero, pero todavía me ahogo con el líquido en mis pulmones.

"Mamá, tengo miedo", susurra Edy, aferrándose a la espalda de Hannah como si
volviera a tener cinco años. Mi madre la ignora, con rostro estoico y decidido, incluso
con lágrimas cayendo por sus mejillas. Lleva el suéter blanco grueso y de gran tamaño
que le traje, pero todavía puedo ver el mono naranja debajo.
"Ella se está calmando, creo", susurra Dee mientras Lar continúa dibujando sigilos14,
y Chesh vuelve a su forma humana para dejar que Dinah salga de su portador, gracias
a la mierda que alguien se acordó de traerla con nosotros. Los ojos de mamá se abren,
pero no dice nada, no en voz alta de todos modos. "Los gatos se convierten en
personas, bueno, eso es ciertamente interesante, pero mi hija está sangrando por
todas partes y tengo preocupaciones más importantes que abordar". Eso es lo que
imagino que está pensando. Hannah Reeve Liddell, amigos, siempre una policía.
Tee asiente con la cabeza, pero no dice nada, apartando el cabello de mi frente
pegajosa. Cuando cierro los ojos, puedo olerlo a él y a su hermano, sus dulces aromas
atravesando la sangre y la mierda. Pero no me atrevo a mantener los ojos cerrados
demasiado tiempo por miedo a quedarme dormida.
"¿Sorprendido de verme aquí?" Responde Knave, mirando por encima de sus hombros
a sus maridos, el León con su cabello dorado y barba canosa, y el Unicornio con su
moño plateado y ojos pálidos. "¿Y por qué es eso? ¿Porque tú y el Rey estaban
demasiado ocupados tratando de incriminarme por traición cuando todo el tiempo, era
su precioso Caballero Blanco?"
"Me lo estás diciendo", dice Rab, sacando un cigarrillo de su bolsillo y encendiéndolo.

No parece preocupado en absoluto de que estemos atrapados en una celda tan pequeña
con nada más que un cubo sucio y montones de paja mojada y podrida para hacernos
compañía. March le arrebata el cigarro encendido a Rab, lo que le obliga a sacar otro
con el ceño fruncido manchando sus labios. "¿Que no tuviste manos ni pies en
ninguna traición, duplicidad, intención traidora o engaño?"
Knave sonríe y niega con la cabeza, su corona todavía se posa sobre su desordenado
cabello castaño.
"Eso es exactamente lo que te estoy diciendo", dice, su mirada verde se levanta al

mismo tiempo que March grita y Rab se gira, solo para encontrar el Espejo girando,
su espalda dorada contra la pared de piedra de la mazmorra. Es un muro de mierda, y
gira tan rápido, volviendo a su lugar tan rápido que, aunque Chesh, March y Rab se
abalanzan sobre él, se encuentran con nada más que piedra.
14
Un símbolo inscrito o pintado que se considera que tiene poder mágico.

"¡¿Qué diablos?!" grita Rab, volviéndose y dirigiéndose directamente a las barras de
la mazmorra. Intenta enrollar los dedos alrededor del metal, solo para encontrarse
quemado con quemaduras podridas, como Chesh. Maldiciendo, se chupa la piel e
inclina la cabeza hacia un lado, una oreja blanca cayendo completamente. "Esto…"
"Un regalo del Carpintero", dice una voz suave, precediendo a un séquito de botas por
el pasillo. Me estoy calmando lo suficiente como para que Dee deslice sus dedos de
mis labios y Tee me ayude a sentarme. Mi cuerpo todavía tiene espasmos, y dudo
mucho que pudiera unir dos palabras si lo intentara. Chevalier se detiene entre nuestra
celda y la de Knave, mirándome con ojos lavanda. Ella no se ve alegre o maníaca,
solo triste, como si todo esto fuera un mal necesario. "Es decir, su último regalo para
mí. No volverá a través del Espejo, ni él ni el Carpintero".
"Debería haberte volado la cabeza cuando tuve la oportunidad", dice Rab, de una
manera muy casual, sus ojos rojos rastreando al resto de la multitud reunida. Se sube
la manga de la camisa y marca el tic-tac de un reloj. "Esta fue una cuenta regresiva
para la traición, y como puedes ver, estamos muy atrasados".
"Si sospechabas de mí antes, ¿por qué no me derrotaste?" Chevalier pregunta,

inclinando la cabeza hacia un lado. El cabello rubio cae en cascada sobre sus
hombros.
"Órdenes… del Rey..." Rab arrastra las palabras, sacando su pistola y golpeando un
lado de su cabeza con ella. A nadie parece preocuparle que tenga un arma dentro de la
celda. Me imagino que no hay una bola de nieve en el maldito infierno de que pueda
dispararla entre los barrotes y golpear al Caballero. Sea lo que sea esta magia extraña,
que nos mantiene aquí, apuesto a que también protege a todos los que están ahí afuera.
"Bueno, el rey es un tonto", maldice Chevalier en voz baja, mirando a un hombre

grande y redondo que está parado cerca de ella. Su rostro es tan pálido como un huevo
y ovalado como uno también. Parece una figura de peluche, más que un rey, con su
vientre protuberante, barba rubia pálida y mechones de pelo alrededor de su coronilla.
Compararlo con Brennin Red sería como, bueno, comparar a un niño con un hombre,
aunque estoy segura de que este rey es mucho, mucho mayor.
"No, creo que el Rey de Diamantes es un tonto si cree que este ronroneo funcionará",
gruñe Chesh, mientras la punta de su peluda cola acaricia mi mejilla mientras está
junto al Conejo Blanco. Sus garras se extienden y se retraen de las puntas de sus
dedos mientras se encrespa y desenrolla los puños.
"Es muy provocador", dice el Rey de Diamantes, porque basándome en su túnica roja,
cubierta de formas de diamantes blancos, y el enorme diamante blanco en la parte

delantera de su corona, debe serlo, dice después de un largo silencio, apartando la
mirada de mí. "Por primera vez desde que llegué al pasillo. Ser llamado tonto, es
mucho. Quiero decir, considerando que Brennin Red no se ve por ningún lado. ¿Para
que los sirvientes pasen por el espejo cuando falta el mismísimo gobernante del Reino
de Corazones? Qué raro".
El Rey de Diamantes mueve la nariz, su bigote blanco de cerdas tiembla con el

movimiento. A su lado, la reina, si es que es ella, está parada con el chal torcido, el
pelo revuelto y las manos temblorosas. Es tan tímida como una maldita oveja, y no
puedo evitar preguntarme si es una especie de reina títere, una mujer en el trono que el
rey está manipulando. Está tan de mal humor que incluso tiene un cepillo de mango
plateado atascado en su cabello blanco y enmarañado. Ella no dice una palabra
mientras el rey grita.
"Algunas personas no tienen más sentido común que un bebé", dice, comenzando a
alejarse. "Pónganse cómodos allí, mis amigos. Una vez que nos hayamos asegurado
de que la Morsa y el Carpintero no cruzarán el Espejo, pisotearemos a su ejército y
luego ustedes idiotas, pueden regresar a casa. Al menos todavía tenemos a la Reina de
Corazones, en cualquier caso. No tengo ningún interés en matar idiotas cuyo único
crimen es su abyecto fracaso en defender la profecía".
"No se han casado", interviene Knave, como si simplemente estuviera furiosa al

pensar en mí tomando el trono. "Y el Rey volverá. La muerte no pudo apartarlo de su
trono".
"Humpty Dumpty15 se sentó en una pared" comienza la Oruga, poniéndose de pie y

metiéndose el pelo detrás de la oreja que todavía tiene el pendiente rojo colgando de
ella. "Humpty Dumpty tuvo una gran caída".
"¡Silencio!" grita el rey, volviéndose y acercándose mucho a los barrotes. Los

guardias y sirvientes que lo acompañan parecen ser humanos. Bueno, todo lo humano
que se supone que puede haber en Underland, pero ciertamente no son gente de cartas.
De todos modos, parece que las barras mágicas funcionan en ambos sentidos porque
nadie se mueve para abrir la puerta. "¡Herejía!"
"Todos los caballos del Rey" Lar continúa mientras el rey arroja violentamente su
túnica sobre su hombro y se aleja por el pasillo, pasando por Dor, de quien ni siquiera
me había molestado en tomar nota hasta ahora, y hacia la pesada puerta de madera por
la que entró. "Y todos los hombres del Rey no pudieron volver a juntar el cuerpo
15
Humpty Dumpty es un personaje de una canción infantil inglesa. Aunque no es descrito explícitamente como tal,
suele ser representado como un huevo antropomórfico.

destrozado de Humpty". Lar aprieta los dientes y se inclina lo más cerca posible de los
barrotes. "¡Esto es una profecía! Te caerás, estoy seguro".
La puerta se cierra de golpe cuando la Oruga redirige su atención al Caballero Blanco.
"Deberías estar avergonzada de ti misma", murmura, mirándola de arriba abajo con

sus pálidos ojos azules, las alas crujiendo con brillo y luz. Por un momento, parece
que podría tener una visión para compartir, pero no surge nada. ¿Quizás la Tortuga
Falsa lo rompió de nuevo? "Dudar de nuestra capacidad para manejar la profecía. ¿No
crees que si tuvieras un papel en él, tu nombre habría sido mencionado?". Lar se
desliza un poco de la sustancia viscosa plateada que cubre su brazo, pero no sirve de
nada; todos estamos cubiertos por eso.
"Y tú", dice March, avanzando a grandes zancadas, limpiando sangre y... cualquier
otra cosa lejos de su rostro. Creo que son trozos de carne. Su nariz parece estar
curada, pero hay algunos, uh, trozos sobrantes de ella que casi se cortan. Da un paso al
lado de Rab, hombro con hombro, Conejo a Conejo. Sus ojos color chocolate toman la
forma enorme y descomunal de Dor con el ceño fruncido. "Debería haberte
catalogado como un doble-traidor", murmura en voz baja. ¿Soy la única que está
tomando nota del doble-doble en esa oración? "¿Pero servir al Caballero Blanco, en
serio? Seguramente, tirarías la toalla con alguien que tiene mejores probabilidades de
ganar su mano en las cartas, ¿eh?"
"Tú y el Jefe se fueron a través del Espejo", dice Dor con un fuerte encogimiento de
hombros, observando a nuestro desordenado equipo y sonriendo cuando se da cuenta
de que el Duque está notoriamente ausente. "Aparte, me dieron un trato mejor. ¿Qué
dijiste? ¿La gente nos da dinero y reza para que no se supere la oferta? Bueno, te han
sobrevalorado, mascota". Dor cruza sus enormes brazos frente a su cuerpo, levantando
la barbilla. Sus orejas pequeñas y redondas se mueven en su cabello castaño sucio.
Después de un momento, como si acabara de pensar en ello, estira la mano y se quita
el pequeño sombrero de copa de la cabeza, arrojándolo a un lado.
March solo sonríe, sus orejas marrones aplanándose contra su cráneo. Definitivamente
sabe algo que no está diciendo. Se ajusta el sombrero, se encoge de hombros y niega
con la cabeza.
"El Sombrerero Loco... no cose y vende sombreros exactamente, ¿verdad, Dor?

¿Sabes lo que hace con las mascotas desobedientes?" El Lirón ignora las palabras de
su ex-camarada y mira fijamente a la pared, como un empleado muy bien educado... o
muy bien pagado.

"Basta de conjeturas", dice el Caballero Blanco, apretando una pequeña flor en su
hombro. Estornuda y llena el aire con una nube rosa brillante y el aroma veraniego de
los guisantes de olor. "Esto", continúa antes de que nadie pueda preguntar, "es mi
propia invención. Es un spray que aclara la cabeza, mantiene la mente concentrada y
reduce la frecuencia cardíaca frenética". Lo que quiero decir es, suena como un
montón de mierda, y una pizca de aromaterapia, perra. "Mira, hice un pequeño trato
con la Morsa y el carpintero, pero lo hice por el bien de Underland". Hace una pausa,
entrecerrando sus ojos redondos y lavanda en el suelo, como si estuviera pensando
bastante en algo. "No, lo hice por Wonderland, porque cuando termine, este mundo
florecerá como flores en una tormenta primaveral".
"Se marchitará y morirá como rosas en el desierto", dice Rab mientras Tee y Dee me
ayudan a ajustarme. Estoy completamente sentada, pero mi cuerpo todavía se retuerce
y tiene espasmos, y parece que no puedo encontrar mi voz. "Pero sigue así. Pronto
estarás muerta. ¿No crees que la Morsa y el Carpintero esperaban una traición? Ellos
comen, viven y respiran."
"Sé lo que estoy haciendo", espeta Chevalier, suspirando y luego volviendo a mirar a
Knave. "Sé lo que estoy haciendo y soy la única calificada para hacerlo". Luego me
mira y luego sonríe. No creo que me odie. No, ella realmente cree que está haciendo
lo mejor para el mundo, por equivocadas que sean sus acciones.
"¿Dónde está mi papá?" Jadeo, dedos de fuego arañando el interior de mi garganta. Es

como tener estreptococos, pero un millón de veces peor. Mi lengua también puede
estar sujeta entre tenazas de hierro calentadas por el fuego, y muy bien podría haber
un escorpión viviendo dentro de mi garganta. "Quiero verlo."
El Caballero Blanco hace una pausa, suspira y luego hace un gesto con la mano hacia
los guardias. Noto que llevan sobrevestes rojos cubiertos de corazones blancos. Si hay
algo que ver con el color en este mundo, negro, rojo, blanco, no puedo decirlo. Los
trajes parecen ser la única parte importante de la ecuación, además de la preferencia.
Al Rey de Corazones le gusta el rojo, a Knave prefiere el negro y el Caballero
Blanco… bueno, su nombre es literalmente blanco en francés.
"Pon a su padre con Knave. No podemos arriesgarnos a abrir la celda de Alicia".

Chevalier sale de la habitación como los guardias hacen lo que le pide, abriendo una
de las otras celdas de la prisión con el crujido del hierro.
"¿Su padre?" Mamá pregunta, luciendo confundida como el infierno. Observa cómo
las guardias arrastran a papá por el pasillo de piedra. No lleva grilletes ni nada, solo
un vendaje viejo en el brazo izquierdo. Me pregunto si de ahí es de donde el Conejo
Negro... ya sabes, obtuvo su carne.

"¡Henry!" Hannah grita mientras Edith deja escapar un pequeño chillido,
escondiéndose detrás de la fuerte forma de mi madre. Ambas miran cómo empujan a
papá a la celda de Knave, las barras de hierro se cierran de golpe y el hechizo del
Carpintero se reactiva con un sello especial.
Papá nos mira a través de lentes sucias y rotas, sus ojos marrones muy abiertos por la
sorpresa y el miedo.
"Edy, Allison… Hannah", se ahoga, sentándose para envolver sus dedos alrededor de
las barras."¿Cómo llegaron aquí? "
"¿Cómo has llegado hasta aquí?" Mamá repite, parpadeando confusa.
"Yo... yo me caí a través de un espejo", se ahoga, mirando hacia otro lado sin
vergüenza. Para un ateo que enseña estudios de mujeres (uno de apenas una docena de
hombres en los EE. UU. Que tiene un doctorado en ese campo, ¡vaya papá!), Toda
esta mierda mística, metafísica y sobrenatural debe estar volviéndolo loco.
"Nosotros también." Mamá levanta las manos y examina el líquido plateado y viscoso
de su piel. "Al menos, creo que lo hicimos. Siento que estoy perdiendo la cabeza".
"Bueno," ronronea Rab, metiendo su mano izquierda brillantemente entintada en su

bolsillo. Levanta la barbilla, saluda con su cigarrillo encendido y esboza una sonrisa
lo suficientemente aguda como para cortar. "Esa es la norma aquí, amigos.
Bienvenidos... a Underland."
Por más que lo intento, termino quedándome dormida, empapada en ese extraño
líquido plateado, envuelta en los brazos de los gemelos. Mi madre está a mi lado
cuando finalmente me rindo, flotando en un río de sueños. Lo último que quiero hacer
en el mundo en este momento es quedarme dormida, pero estoy demasiado débil por
la magia para luchar contra ella.
Lo primero que escucho cuando me despierto es a mi mamá discutiendo con los

gemelos.

"Ella puede, si quiere", dice Dee, "no tenemos ninguna objeción. Al contrario".
"¡Cosas egoístas!" mi madre resopla, y cuando abro los párpados, veo que sus fosas
nasales se dilatan de ira. "Puedes hablar todo lo que quieras sobre esto... esta profecía
o lo que sea, pero Allison es mi hija. La llevaré a casa de inmediato."
"¿Cómo es eso?" Tee pregunta, y puedo decir por su tono de voz que esta discusión
debe haber estado ocurriendo durante algún tiempo. "Ya te lo dije: el único camino a
casa es a través del Espejo. ¿Cómo te propones salir de esta celda, encontrarlo dentro
del Castillo de Diamantes y luego volver sin ser ensartado por la Morsa y el
Carpintero?"
"Esto no es real", susurra Edith, sentándose contra la pared de piedra con las palmas
de las manos sobre las orejas. Su rímel ha bajado por su rostro junto con sus lágrimas,
solo dos rayas negras en sus pálidas mejillas. "Dejé caer ácido16 y..."
"¿Estás echando ácido ahora?" Mamá pregunta, su voz entrecortada y llena de

frustración. "¿Desde cuándo?" Se da la vuelta para mirar a Edy, pero mi hermana
pequeña está completamente loca, sus ojos azules tan vidriosos como un lago en
primavera.
"¿No estás más bien aliviada de que ella no sea Alicia?" Pregunta Chesh, mirando a la
cara de mi hermana con una sonrisa de dientes afilados. "Un diez por ciento de
posibilidades de salvar Underland... no, no, eso no es correcto. Me imagino que hay
un cero extra añadido al final de sus posibilidades". Chesh golpea a Edith en el
hombro con la cola y ella grita.
"No me imagino que hubiera estado tan contento si el Rey nos hubiera regalado a ella
en su lugar", Dee asiente, mientras mi madre reanuda su mirada fija con Tee.
"Puedo elegir, ¿qué?" Me ahogo, y luego tengo un ataque de tos, llamando la atención
de todos en ambas celdas.
"Puedes quedarte en Underland", dice Tee, volviéndose para mirarme. Puedo decir
cuando miro a sus ojos color amatista que él ya conoce mi plan. Sus alas se han ido, es
la única pista que tengo de qué hora es. Extiende la mano para tomar un lado de mi
cara, mostrando esos intrincados tatuajes negros y morados en la parte posterior de su
brazo. Honestamente, una vez que se rompa la maldición, podría preguntarle si
consideraría comprar tinta nueva. Le queda muy bien.
16
Hace referencia a tomar drogas.

Hablando de tinta, casi me había olvidado de la mía. Por supuesto, los jeans que estoy
usando se han roto en el lugar correcto para lucirlo, ese reloj enterrado dentro de un
camafeo de encaje. Mamá se da cuenta de que lo miro de inmediato, y levanta ambas
cejas mientras levanta su mirada hacia la mía.
"Mamá", le digo, quitando la mano de Tee de mi cara y sosteniéndola en mi regazo.

"¿Supongo que recibiste un informe mientras yo estaba fuera?" Miro a papá, sentado
tan cerca de los barrotes de su propia celda como puede estar sin quemarse. Me mira a
los ojos y sonríe suavemente, con lágrimas en los bordes de los ojos. Su expresión me
hace pensar en el Conejo Negro una vez más, cómo incluso una pequeña astilla de la
esencia de Henry podría rebosar de amor.
Tengo la suerte de tener la familia que me queda.
No es de extrañar que estuviera tan en conflicto acerca de quedarme aquí al principio.
Pero no estoy en conflicto ahora.
"Yo... me estaba informado", dice Hannah, mirando a papá y luego de nuevo a mí.
"Pero Allison, es bastante difícil de creer".
"Excepto que tu ropa está empapada en la sustancia viscosa del Espejo, estás sentada
en una mazmorra de piedra y viste esa batalla con tus propios ojos. Mamá", le suplico,
inclinándome hacia ella. "La incredulidad y la negación son las herramientas de los
ignorantes y los incultos. Me lo has dicho toda mi vida. Mira a tu alrededor".
Intento ponerme de pie, pero todo lo que sucede es que caigo en los brazos de Dee.
"Estoy mirando, Allison. Es solo... es mucho." Mamá se pone de pie, mirándonos a

Dee y a mí con una expresión curiosa en el rostro. Más curiosa y jodidamente más
curiosa, ¿eh, mamá? Oye, apuesto a que te estás preguntando si uno de estos tipos es
mi novio. ¡Resulta que tengo nueve novios! Hasta ahora solo me he acostado con
cinco, pero no te preocupes: estoy segura de que pronto llegaré al resto.
Si, no.
"Y ya conociste…" comienzo, señalando a los chicos. Ya estoy casi en pánico

pensando en los tres que dejé atrás. Gancho, línea y plomada, estos imbéciles han
hecho que mis bragas se vuelvan un fajo permanente.

"¿Tus nueve penes grandes?" Pregunta Edith, finalmente levantando la cabeza para
mirarme como si fuera un extraterrestre de otro planeta. "Sí, los conocimos. Y no te
preocupes: todos han mencionado que son tus novios".
"Novio es una palabra tan extraña", dice Dee, su voz adquiere un poco de esa calidad
especial de Underland. "Porque denota a un chico que es un amigo que, en realidad,
sería cualquier persona que sea un amigo que tenga un pene menor de cierta edad. Por
otra parte, esa edad varía de persona a persona, pero estoy bastante seguro de que ni
Rab ni Lar ni March calificarían como un niño". Hace una pausa y se golpea los
labios, pero Edith se limita a mirarlo como si estuviera perdiendo la cabeza.
"Novio", dice Chesh con un bufido, juntando los dedos detrás de su oscura cabeza.
"No, nunca dijimos novio. Dijimos que algunos de los hombres que estabas mirando
pertenecían al harén de Alicia, y luego varios más que quedaron atrás estaban en el
harén de Alicia, y luego el resto de nosotros somos... solo aspirantes."
"Harén", dice mi madre, asintiendo brevemente mientras mira a Tee y Dee. Supongo
que ha dado el salto lógico de que el sexo está involucrado. Sé que tengo dieciocho
años y el sexo es perfectamente normal y natural, pero tener a tu mamá mirándote con
esta mirada que dice que te follaste con muchos de estos tipos es simplemente...
incómodo.
Un paso de orgullo, Allison, no un paso de vergüenza. ¡Paso de jodido orgullo!
"La Bailarina de Bragas de Medianoche, es aquí la futura Reina de Corazones",

declara Chesh con orgullo, acariciando la espalda de Dinah. La gata me mira con sus
brillantes ojos amarillos, y juro, si no lo supiera mejor, diría que me estaba sonriendo.
"Lo que significa que eres la madre, el padre y la hermana de la futura Reina de
Corazones. Es un gran honor".
"Todo un honor", asiente Dee mientras escucho a Knave suspirar desde el otro lado
del pasillo.
Me vuelvo para mirarla, y aunque todavía es una tonta crítica que maldijo a mis
pobres gemelos, me siento mal por sospechar de ella solo por ser una perra. Ella no
está trabajando con el Caballero, por lo que realmente debe estar del lado del Rey.
Debería haberlo sabido, considerando la profundidad de su enamoramiento por él.
"Entonces, ¿cómo salimos de aquí?" Le pregunto, porque estar atrapada en una

mazmorra mientras se desarrolla una guerra no me parece un momento
particularmente bueno para mí. "Red dijo que sus soldados, más los del Sombrerero,

estaban listos para ir a la batalla contra el ejército de la Morsa y el Carpintero. ¿Eso
todavía está sucediendo?"
"La guerra se enfurece independientemente de los caprichos de las mujeres y los

hombres", dice Knave, parpadeando con sus ojos verdes primaverales hacia mí. Ella
mira hacia atrás a sus maridos, a quienes todavía encuentro raros, pero al menos los
respeto por defender a su esposa. Seguro, el León pudo haber golpeado a Brennin en
la cara, pero yo sostuve una hoja muy poderosa en la garganta de su esposa. Una
espada que, debo añadir, todavía está en mi poder.
El Caballero Blanco y el Rey de Diamantes deben tener mucha fe en esta maldita

celda.
"Los soldados se han mudado, sí. No están al tanto de la traición del Caballero Blanco
y ella sigue siendo la general del ejército Rojo". Knave mira a March con una de sus
cejas perfectamente cuidadas y levantadas.
"El ejército de Raiden los seguirá hasta que escuchen lo contrario... o hasta que se les
acabe la paga". March suspira y busca algo de comer en su abrigo de terciopelo.
Cuando no encuentra nada, se levanta el sombrero y saca una magdalena.
Tiene un pequeño saltamontes cubierto de caramelo en la parte superior, glaseado rosa

y chispas blancas. Después de un momento de mirarlo, avanza y se arrodilla a mi lado,
su abrigo revoloteando a su alrededor. Cuando ofrece ese cupcake como si fuera un
anillo de diamantes, siento un pequeño aleteo en mi vientre.
"Gracias", le susurro, y aunque normalmente no aceptaría comida cuando estoy segura

de que todos los demás también tienen hambre, la magia que usé en el Grifo y la
Tortuga Falsa me dejó seca. Necesito esto; Ya me siento lo suficientemente débil y
mareada. Esta vez, incluso me como el saltamontes.
"Una vez que el Rey, el Duque y el Sombrerero estén de vuelta, no podrán retenernos
aquí", dice Lar, exhalando y pasando sus dedos por su largo cabello. "Pero quién sabe
cuánto tiempo será". Sus alas baten suavemente, removiendo trozos de paja podrida
en el suelo. La brisa sobrenatural que siempre lo rodea está aquí incluso ahora. "La
Espada Vorpal, puede hacer puertas, ¿no?"
"No sin un alto precio", se burla Tee, negando con la cabeza. "E incluso entonces, es
un rumor. ¿Pensé que ya lo habíamos establecido?"

"Es un fragmento del espejo", dice Lar, mirando al príncipe ángel. "¿Quizás podría ser
nuestra salida?" Avanza y extiende su mano, pidiendo el arma. Sé lo precioso que es,
así que entregársela a él es un gran acto de fe y confianza.
La Oruga la toma y pasa los dedos por la brillante superficie plateada, examinando la
hoja en sí y el cuerno de jabberwock negro tallado que forma la empuñadura. Después
de un momento, mira hacia arriba y hacia los barrotes de la celda.
"Hemos intentado todo lo demás para salir de aquí", dice Rab, encendiendo otro
cigarrillo. "Es lo suficientemente apretado para mantener a un ratón encerrado. Las
piedras reflejan nuestra magia hacia nosotros. Y, bueno, ni siquiera voy a intentar salir
disparado. Tengo algo de sentido común, ya sabes. Así que a menos que puedas sacar
un conejo de un sombrero "—muestra su sonrisa afilada como un cuchillo—"entonces
no tenemos suerte".
"Es la nigromancia del Carpintero lo que compone estas celdas", dice Knave, mirando
hacia el techo cubierto de musgo. El musgo en sí brilla en todo tipo de colores
diferentes: rosa neón, verde primavera, naranja calabaza, pero recoge el agua de las
filtraciones entre las piedras y la humedad gotea sobre nuestras cabezas. "Estos son
años de fabricación, probablemente décadas, tal vez cerca de un siglo".
Sigo su mirada hacia arriba y alrededor, mirando la piedra gruesa y oscura, el musgo,
los pequeños racimos de hongos que brotan aquí y allá. Aunque estamos en
Underland, en una mazmorra, en una situación terrible, me siento mejor. El aire se
siente diferente aquí, cargado, como si hubiera una posibilidad en cada molécula. No
me sentía así cuando estaba en la superficie.
"Si North estuviera aquí, tal vez sabría qué hacer", grita Chesh, sentado en el suelo
con las plantas de los pies descalzos juntas, los codos apoyados en las rodillas
abiertas.
"¿Por qué North lo sabría mejor que cualquiera de ustedes?" Pregunto, frustrada al
escuchar que mi voz todavía suena como un coro de sapos, todos ellos con faringitis
estreptocócica y pulmón de fumador.
"Los Northumbrians solían hacer los Espejos", dice Lar, sentándose a mi lado y
devolviéndome la hoja. "Prestaron sus creaciones a los cuatro Reinos de Suits, así
como a otras naciones: los ángeles, los neko, los... fae". Lar hace una pausa y
exhala. Neko— eso significa gato en japonés, ¿verdad? Miro a Chesh y lo encuentro
mirándonos con las pupilas dilatadas. Apenas puedo ver algo de gris en sus iris. "Se
suponía que iban a recuperarlos, en caso de que lo pidieran. Y cuando ocurrió el
Riving, el arte se perdió y la guerra comenzó... los Northumbria sí pidieron que los

devolvieran, a todos". Gira la hoja en sus manos. "Por supuesto, ningún Reino estaba
a punto de cumplir con esa solicitud".
"¿Excepto por el Rey de Corazones?" Pregunto, tocando la hoja. 'Me lo debían', había
dicho North, agitando la cola. "E incluso entonces, sólo un fragmento." Lar asiente y
se inclina hacia atrás, agitando una de sus alas con frustración cuando el musgo gotea
varias gotas heladas por su espalda. "Para que sepa qué hacer con esto, si aún no está
muerto".
El miedo se aloja en mi garganta, pero me niego a pensar en perder a North. Lo acabo

de atrapar. Y no creo que realmente me haya permitido aceptar o disfrutar el hecho de
que lo tengo en primer lugar.
"Tal vez", dice Tee, pero suena escéptico como una mierda. "Pero lo dudo."
"Bueno, valió la pena un pensamiento errado." Lar agita su mano con desdén mientras
estudio los labios de Tee. Antes de que pueda dejar que la duda me invada, me siento
y me inclino hacia adelante, empujando mi boca contra la suya. Es un beso rápido
porque, eww, mamá y papá me están mirando, pero funciona: sus alas se abren en
gloriosos pliegues de ébano y amatista.
Dee es el siguiente, y muy descaradamente me jala a sus brazos y me lame mientras

papá se queda boquiabierto y se ajusta las gafas con el dedo medio. Dudo que ese
movimiento fuera accidental.
Las cadenas son ridículamente ruidosas cuando golpean el suelo, y levanto la cara
para mirar por encima del hombro de Dee en dirección a Knave.
"Si te sacamos de aquí, quitas la maldición de los gemelos", le digo, pero ella niega
con la cabeza, enfureciéndome aún más.
"Una vez que vea que los gemelos se lo ganen, los liberaré".
"No te molestes con ella, Allison-que-no-Alicia", dice Dee, empujándose hacia atrás
lo suficiente, para poder mirarme a la cara. "Ella no cambiará de opinión, pero tú
puedes, eventualmente, eliminar la maldición".
"Todo eso está muy bien, ¿no es así, amor?" March dice con un suspiro, sus ojos
marrones pesados y cansados. Apuesto a que está preocupado por el Sombrerero
Loco. Lo curioso es: yo también. El Duque y el Rey también. "Y, sin embargo,
tenemos que salir de aquí y tenemos que llevar el Espejo con nosotros". Clava la
punta de su cuchillo entre dos de las piedras y maldice en voz baja, algo así como

idiotas ensangrentados, chupapenes. Suena muy, no sé, británico. Lo encuentro sexy
como el infierno.
Miro hacia arriba de nuevo y encuentro un insecto con alas como hojas de acebo,
descansando boca abajo sobre los racimos de musgo.
"¿Qué es eso?" Pregunto mientras Rab se acerca a mí, siguiendo mi mirada con sus
hermosos ojos rojos.
"Es una mosca de dragón". Extiende la mano y agarra a la pobre por el ala, llevándolo
a la altura de mis ojos. "Su cuerpo está hecho de pudín de ciruelas, y su cabeza es una
pasa que se quema en brandy".
Al notar las pequeñas llamas en la cabeza de la criatura, arqueo una ceja. Eso sí, eso
es una mierda de Underland.
"Es perfectamente comestible", dice la Liebre de March con otro giro de ojos.
"¿Y qué come?" Me cuesta incluso creer que exista una criatura así, y mucho menos
que se cuide a sí misma. Ni siquiera veo una boca.
"Frumenty y pastel de carne picada". Rab ni siquiera parpadea cuando transmite dos
cosas de las que nunca había oído hablar en toda mi vida. De acuerdo, tal vez haya
oído hablar del pastel de carne picada, pero realmente no sé qué es. ¿Y Frumenty?
"Trigo partido hervido con leche o caldo, y un pastel dulce relleno de frutos secos y
especias".
"Malditamente asqueroso", murmura Edith desde su rincón del lugar. Me doy cuenta
de que ha elegido la esquina opuesta a la de la pared encantada. Sin embargo, no me
sorprendería si hubiera otra.
Rab saca la cabeza en llamas del bicho, maldice y sacude los dedos. Me ofrece el
cuerpo de pudín, pero arrugo la nariz. March lo toma y se lo come mientras Rab
remata la cabeza.
"Supongo que sabemos que podríamos sobrevivir aquí a largo plazo, incluso si no nos
alimentan", bromeo, pero las palabras fallan. Mi madre me mira como si no supiera
quién soy, mi hermana mira al suelo como si quisiera fundirse en él, y mi padre me
mira con asombro desde el otro lado del pasillo. "Ellos nos alimentarán, ¿no es así?"
"Presumiblemente, si tienen algún sentido", dice Rab, caminando a lo largo de la

celda.

Por un rato, está en silencio excepto por el goteo del musgo sobre la piedra. Un nuevo
hongo crece entre los adoquines, amarillo con manchas anaranjadas. Eso me
recuerda… abro el broche de la funda de la Espada Vorpal y saco lo último de mi
carne de hongo. Por supuesto, siempre puedo chupar a Tee o Dee si necesito más.
Solo... no frente a mami y papi, no gracias.
"Incluso si te encoges, no puedes meterte entre los barrotes", dice Rab, pero yo
levanto la mirada hacia él y arqueo una ceja.
"No puedes, porque no eres Alicia."
Rab me sonríe con intención asesina y carnal. Me estremezco.
"Pensé que tú tampoco eras Alicia, esas protestas que hiciste." Se pasa las manos por
los oídos y luego saca un cronómetro del interior de su bolsillo. Lo reconozco como el
que usó para activar su magia de tiempo antes.
"No", le digo, levantándome y acercándome a él. Enrollo mis dedos alrededor de los
suyos y lo miro directamente a los ojos. "Deja de usar esto". Me observa por un
momento y luego hace clic en el botón de todos modos. Todos a nuestro alrededor se
congelan, dejándonos a nosotros dos en esa celda húmeda. "Rab, detente, por favor."
"¿Por qué?"
"Ya hemos hablado de esto", le susurro, sin estar segura de por qué estoy susurrando
en primer lugar. Miro hacia atrás a la habitación, notando que mi mamá está mirando
a mi hermana ahora, y también mi papá. Me alegro de que no estén congelados en su
juicio, mirándome fijamente. Eso me pondría demasiado nerviosa. "No quiero que
desperdicies tu vida. Cada segundo que tenemos es precioso, y nadie sabe lo que
vendrá después. Por favor, no lo hagas". Pasan dos latidos, luego tres. Rab todavía me
mira fijamente, pero puedo ver el pulso en el costado de su cuello latiendo
salvajemente. "Me preocupo por ti."
"No puedo imaginar cómo sucedió eso". Intenta sonar indiferente, pero su voz es
demasiado áspera. Rab extiende una de sus manos entintadas y acaricia un lado de mi
cara. Sus dedos se sienten demasiado bien para las palabras, las yemas de sus dedos se
burlan de mi boca. "Aunque... a pesar de mis tendencias psicópatas" —la esquina de
su labio se curva en una sonrisa burlona— "cuando vi que te pateaban el trasero antes,
dolió... aquí mismo, en la oscura caverna de mi corazón."
"El lugar de tu corazón, ¿eh?" No puedo apartar los ojos de los de Rab, incluso
cuando intento arrebatarle el cronómetro de la mano. Cuando tengo la oportunidad, la

aprovecho, presionando el botón con fuerza con el pulgar. No pasa nada. Seguimos
siendo solo él y yo, y gotitas de agua congeladas que se aferran al aire.
"Solo yo puedo activar o desactivar esta magia". Guardo el cronómetro en el bolsillo

del chaleco de Rab y suspiro.
"Entonces, ¿qué quieres, hmm? ¿Qué quieres que haga para que te detengas con estas
tonterías?"
El Conejo Blanco simplemente me mira como si no pudiera tener suficiente de mí,

como si tuviera JODIDO BÉBEME escrito en mi frente, y no pudiera tragar lo
suficientemente rápido.
"Sonny", susurra, su voz como escarcha. Pero luego sus brazos se deslizan a mí
alrededor, y es como si estuviera envuelta en una manta de lana a cuadros, bebiendo
chocolate caliente, con un nuevo libro en mi Kindle esperando que sus páginas sean
devoradas. "Sonny", repite, inclinándose y tocando sus labios con los míos tan
suavemente, es como un copo de nieve posándose en mi boca caliente.
Y, como un copo de nieve, acaba derritiéndose contra mí. Su lengua caliente se

desliza entre mis labios, su palma sobre mi espalda baja. Rab enrolla los dedos de su
mano izquierda alrededor de mi trenza desordenada y le da un pequeño tirón. Su
lengua viaja a través de mi labio inferior hasta mi mandíbula, y luego besa su camino
hasta mi oreja.
Cada segundo de esto le está costando una hora de su vida, Creo, pero cuando repito
ese pensamiento en voz alta, Rab simplemente se ríe.
"¿Crees que no vale la pena?" pregunta, tomando mi corsé y desabrochando con

cuidado los cierres. Tira la tela blanca y negra a un lado, luego ahueca mi cintura con
sus manos entintadas. Nuestras miradas se encuentran y mi respiración se queda
atrapada en mi garganta. "Porque lo es, para mí."
Nos da la vuelta y me empuja contra la pared, metiendo la mano debajo de lo que

queda de mi vestido de fiesta hecho jirones y desabrochándome los jeans.
El Conejo Blanco me lleva la boca a la oreja.
"Por supuesto, es posible que queramos hacer que esta primera ronda sea rápida".
Empuja la mezclilla por mis caderas, siguiéndola hasta el suelo mientras miro, todos
los demás a nuestro alrededor congelados, encerrados en los grilletes silenciosos y
quietos del tiempo.

"Solo esta primera vez", bromeo, pero el sonido es tan jadeante y embriagador que
Rab simplemente se ríe de mí. Dejo que me desenrede los pantalones y la ropa interior
de un pie, liberando mis piernas. Se pone de pie y pone su palma entintada en la pared
junto a mi cabeza, mirándome con una mirada roja sangre.
"Solo esta primera vez", repite, una lenta y cruel sonrisa se extiende por su rostro.
Extiendo la mano y toco sus mejillas, enredo mis dedos en su cabello oscuro, pasando
mis palmas sobre sus suaves y blancas orejas.
"Oh," murmuro mientras los ojos de Rab se cierran. Su cuerpo se estremece y sus
labios se abren de placer. Demonios, también podría estar acariciando su pene.
"Siempre me he preguntado..." comienzo, deslizando mi mano por su espalda y dentro
de sus pantalones. Y ahí lo encuentro: una puta cola hinchada. Le doy un apretón y
Rab, bueno, me gruñe. No es como la cola de un conejo real, más como la de un lobo.
Probablemente pueda encenderlo y apagarlo, como lo hace el Salvaje Duque.
Rab toma mis manos y las sujeta por las muñecas, sosteniéndolas por encima de mi
cabeza.
No puedo evitar pensar en su otra forma, la mujer con el cabello rojo sangre, y cómo
una vez que se había cambiado a ella, tenía poderes como el Rey.
"Tu otra forma," comienzo y Rab maldice, su mano apretándose alrededor de mis
muñecas. Se inclina para besarme, pero mi curiosidad me hace un agujero en la
garganta. "¿Quién era esa?"
El Conejo Blanco mira hacia abajo y cierra los ojos por un momento. Cualquiera que
sea el hechizo en el que se encuentra para no revelar su tercera forma, todavía parece
estar impidiéndole que me lo diga, a pesar de que lo he visto. Finalmente mira hacia
arriba, su mirada oscura por la lujuria.
"Sabes", logra rechinar entre dientes, "que el Rey tenía una hermana mayor, ¿no?"
Mi boca se abre, pero Rab ya me está besando de nuevo, alejando de mi mente

cualquier pensamiento sobre la hermana de Brennin Red. Su lengua conquista mi
boca, y dejo que mi cabeza caiga hacia atrás contra la piedra, relajándome con su
toque.
"Escuché que hiciste que el Rey usara un condón", susurra, riendo de nuevo. Le doy
una falsa lucha contra sus manos, frunciendo el ceño, pero luego me muerde la oreja y
cualquier pretensión de ser infeliz huye junto con mi gemido. "Eso es bastante

atrevido de tu parte, me encanta. Pero", levanta un dedo entintado, liberando algo de
la presión en mis muñecas, "soy un cambiaformas".
"¿Y eso qué significa?" Me las arreglo para ahogarme. ¡Malditas sean mis
conversaciones adultas al infierno!
"Los cambiaformas cambian su propia fertilidad dentro y fuera. La mía está apagada".
Toma mi mano y la pone en su camisa, sobre su corazón. "Tú eres Alicia; puedes
darte cuenta si estoy siendo honesto contigo." Trago saliva, pensando en mi incursión
en la mente de Dee. Teniendo en cuenta que Rab se vio obligado a comerse a su
propia mascota, no quiero esos recuerdos. En cambio, me concentro en su corazón
cálido y palpitante y en la punta vivaz de su pezón.
Rab vuelve a besarme el costado del cuello y yo gimo. La sangre del Sombrerero
Loco puede curar básicamente cualquier cosa que tenga, así que esta vez no me
molesto en preguntar acerca de las ETS. Dejé que pensamientos más prácticos
escaparan de mi mente como mariposas, dejando que el Conejo Blanco limpiara la
sangre del vampiro de mis labios para curar las quemaduras de podredumbre en sus
dedos.
"Quiero estar en tu harén, Sonny", dice, besando su camino de regreso a mi boca.

Estoy desnuda abajo, y puedo sentir la piedra fría en mi trasero, el calor del cuerpo de
Rab en mi frente. Y hay un bulto revelador en sus pantalones del que no puedo tener
suficiente, no importa cuánto mueva mis caderas contra él. Está parado entre mis
piernas, dándome el sabor suficiente para hacerme la boca agua.
Lo quiero. Gravemente. Esto me está matando.
"Tendrás que preguntarle a Tee", le susurro, mientras Rab se agacha y se desabotona

los pantalones.
Libera mis muñecas y me toma por debajo del trasero con su mano derecha, sus dedos
entintados se clavan en mi carne. Mi pierna se envuelve alrededor de él
automáticamente, y agradezco que sea alto y use botas altas de combate. De lo
contrario, esta posición podría no funcionar en absoluto.
Rab se posiciona ante el calor húmedo y resbaladizo de mi coño, mirándome

directamente a los ojos por un momento. Es entonces cuando me doy cuenta de mi
error: no es un psicópata en absoluto, en realidad no. Es un alma hermosa oscura y
retorcida, pero un alma buena de todos modos. Tiene emociones, montones de ellas.
Simplemente les tiene miedo, huye de ellas. Me gustaría ayudarlo a atraparlos.

"Será mejor que nos demos prisa", gruñe, empujando solo la punta dentro de mí y
haciéndome jadear, "llegaremos tarde".
Rab empuja sus caderas hacia mí, llenándome hasta el fondo. Mi jadeo es
interrumpido por un beso profundo y duro de sus labios, su pelvis empuja contra mí
con tanta fuerza que mi trasero raspa contra la pared. Sin embargo, no importa, no en
este momento. Estoy tan excitada que apenas puedo respirar, ese fuego que altera la
mente, que hace temblar el cuerpo y que todo lo consume, corre por las venas y hace
que mi corazón truene.
Todo lo que puedo pensar, saborear, oler, sentir en este momento es a Rab.
Nos une, pero nunca deja de besarnos, ni siquiera por un segundo.
Mis manos encuentran sus orejas y tiran de las suaves y blancas longitudes a ambos
lados de su cabeza. Se sienten tan bien contra mi piel, y son tan… inusuales, parece
que no puedo tener suficiente de ellos. Eh, tal vez no pueda tener suficiente de él.
Dejo que una de sus orejas vuelva a su lugar y se desploma por la mitad nuevamente.
Esta vez, uso mi palma para frotar y acariciar su brazo, disfruto de sus bíceps gruesos
y musculosos, acaricio su piel brillantemente entintada con la yema de mi pulgar.
Podría hacer esto por siempre, pero también odio el hecho de que cada segundo de
placer carnal esté robando una hora de la vida de Rab.
Mi otra pierna envuelve el cuerpo de Rab, y no escatimo mis movimientos,

encontrando sus embestidas con ondulaciones de mis caderas, moliéndolo y
follándolo al mismo tiempo que él me está follando a mí.
Rab usa su única mano libre para agarrar mi pecho a través de mi vestido, tocando mi
pezón a través de la tela mientras sus gemidos se vuelven mucho menos civilizados, y
yo lo amo así: no jodidamente civilizado.
Me golpea contra la pared de piedra y se viene con un poderoso gemido, enterrando su

rostro contra mi cuello, jadeando salvajemente. Mi propio cuerpo está agarrando su
eje como un guante resbaladizo, abrazándolo con fuerza mientras se estira entre
nosotros para encontrar mi clítoris.
"Termino lo que comienzo", gruñe, frotándome y acariciándome, haciéndome gemir y

agitarme. O es un dios o los cambiaformas tienen más resistencia que un hombre
humano normal, porque no hay período refractario — esa molesta cantidad de tiempo

después de que un tipo se corre cuando no puede volver a ponerse duro — para el
Conejo Blanco es todo lo contrario.
Empieza a moverse de nuevo, haciéndome gritar y arañar su espalda, como si los dos
tuviéramos un pequeño golpe en nosotros.
Mi clímax me atraviesa como una jodida estrella fugaz, esta luz brillante y caliente
que aleja toda la oscuridad, y me quedo llorando y aferrada a Rab como si fuera una
balsa salvavidas.
Solo dura unos segundos, esta extraña ternura entre nosotros, y luego me deja en el
suelo y ambos nos arreglamos los pantalones. Me limpio un poco el sudor de la cara y
luego agarro la carne del hongo de la funda de nuevo.
"No quiero mirar a mi madre con el pelo de sexo", le digo, y él se ríe, juntando sus
manos y poniéndolas contra sus labios mientras deja caer su cabeza hacia atrás. "Me
estoy encogiendo, y luego puedes empezar el tiempo de nuevo".
"Trato", dice, con una pequeña sonrisa muy malvada.
Empujando la carne esponjosa de color amarillo blanquecina en mi boca, cierro los

ojos, cuento mis estrellas de la suerte y salgo de esa horrible, horrible sensación de
montaña rusa. Desde que recién tuve un orgasmo, estoy un poco más relajada que de
costumbre, y no es tan malo como recuerdo.
Por supuesto, cuando finalmente abro los ojos, termino tropezando y cayendo de culo.
Todavía estoy montando esa horrible ola de magia que convoqué cuando estaba en
Topside; Realmente me vendría bien algo más que un cupcake, una siesta y un polvo.
No es que me queje.
El tiempo se acelera rápidamente, y lo primero que escucho es a Dee haciendo una

pregunta horriblemente vergonzosa.
"¿Por qué el corsé de Allison-quien-no-es-Alicia está tirado en el suelo?"
"¿Excelente pregunta, Conejo Blanco?" Tee gruñe, y me alegro de estar tan encogida
para que no logre leer mi expresión.
"No tengo lo más mínima idea", dice Rab, fumando un cigarrillo. "Pero voy a darle a
Sonny algo para montar, si ella me acepta." Mientras habla, su cuerpo comienza a
encogerse, un pelaje blanco brota de su ropa. Mantiene el cigarrillo, hasta que está

parado frente a mí en forma de ratón con el cigarrillo apretado entre los dientes. Rab
inhala por última vez y lo escupe al suelo. "Sube."
"¿Quieres que te monte?" Pregunto. Por encima de mí, mi madre se cierne sobre
nosotros, esta gigantesca bestia de mujer.
"¿Allison?" se ahoga, y estoy segura de que una mujer menor se desmayaría. "¡Oh,
Dios mío, Allison!"
"¡Estoy bien, mamá!" Grito, poniendo mis manos alrededor de mi boca. No estoy
segura de que pueda oírme, pero Tee la retiene y puedo oírle intentar explicarle.
"Verás, si Allison se come la carne del hongo..."
"O el semen de mi hermano", interviene Dee, algo inútil.
"¿Quieres decir…", dice Rab-ratón, acercándose a mí, "quieres montarme de nuevo?"

Lo ignoro, estudiando los tatuajes en sus piernas desnudas de roedor rosa. Para mí
ahora es tan grande como un pony. No es un caballo de tamaño completo, sino un
pony de buen tamaño. Decido aceptar su oferta y subo, agarrando un puñado de pelo
blanco para mantenerme boca arriba.
Rab nos hace girar hacia los barrotes y la extraña magia que parece pudrir la carne
cuando se toca. No quiero perder el tiempo con esto; es jodidamente peligroso. Así
que daremos un paso a paso.
"Ten cuidado, muévete despacio y no te arriesgues", le advierto, apretándolo con mis

muslos y encontrándome bastante complacida cuando avanza como un caballo
adecuado. Rab nos lleva hasta el borde mismo de los barrotes. Coloca una de sus
diminutas garras entre ellos y, después de varios segundos, comienza a marchitarse
hasta que se cae por completo, dejando solo un pesados de uña.
"Qué... inquietante", gruñe mientras tomo la Espada Vorpal de mi funda y miro mi

reflejo en la brillante superficie plateada.
Apenas me reconozco, con esos ojos azules grandes y abiertos, ese cabello dorado, las
rayas vibrantes del arco iris. Mi rostro está decidido, mi expresión dura, y sé con
certeza que no soy la misma chica que se cayó por esa Madriguera del Conejo..
No, esta Allison... es Alicia.

Exhalando, me inclino hacia adelante y extiendo el brazo, con los dedos apretados
alrededor de la Espada Vorpal. Tan pronto como se desliza bajo la magia de
nigromancia del Carpintero, refleja una luz verde enfermiza. ¿De qué otra manera
puedo describirlo sino decir que es del color de la putrefacción y la maldita ruina?
Mi mano lo sigue, tan lentamente que si mi carne comienza a desprenderse, puedo

salvarme de una herida bastante horrible. Hasta ahora, todo bien, creo que mientras
Rab da unos pasos arrastrando los pies hacia adelante.
Levanto la Espada Vorpal sobre mi cabeza, creando una especie de escudo protector,
como un paraguas. Rab se lanza y se mete entre los barrotes. No pasa nada. Es la
mejor mierda que he experimentado en años.
Seguimos avanzando hasta que nos encontramos en el pasillo entre las celdas.
"Qué inteligente", dice Knave, mirándonos, y en realidad estoy bastante contenta de

escuchar que suena impresionada. Sorprendida, pero impresionada. Miro y encuentro
a mi papá mirando con los ojos muy abiertos. Parece que está conteniendo las
lágrimas o algo así. Supongo que esto debe ser un gran alivio para él, ¿verdad? Quiero
decir, ha estado atrapado aquí por más de un mes.
"¿Debería seguir después?" Tee pregunta, sonrojándose levemente. Supongo que está
pensando en cómo obtener un poco de semen sin, ya sabes, jalarlo frente a mi mamá.
Hablando de semen… mierda, creo que la entrepierna de mis jeans está mojada. Oh
bien. No hay nada que hacer al respecto. Y si Rab consigue algo en su peludo pelaje,
bueno, es su culpa que esté ahí de todos modos.
"Quédese en la celda en caso de que el Caballero Blanco o ese lloroso idiota del rey
regrese", dice Rab con un suspiro. "Tira la chaqueta de March sobre su hermana y
deja que se vea su cabello rubio, haz un buen juego. Si todos desaparecemos de la
celda, ellos lo sabrán".
"Y no me gusta especialmente la idea de que mi madre, mi hermana y mi padre se

coman el esperma de Tee", refunfuño, frotando mi mano por mi cara. La carne de los
hongos se ha ido, así que a menos que nos encontremos con algunas botellas
afortunadas de JODIDO BÉBEME, esa es nuestra única opción si más personas
necesitan encogerse.
"¿A dónde, exactamente, piensas ir?" Tee pregunta, poniendo sus manos en sus
caderas mientras nos mira a Rab y a mí. Sus ojos morados están llenos de
preocupación, y puedo decir que simplemente está preocupado por nosotros. La
verdad se a dicha: yo también.

"A encontrar el Espejo, por supuesto", dice Rab, trotando por el pasillo conmigo a
lomas de él. Puedo sentir los ojos de todos sobre nosotros mientras nos dirigimos
hacia la puerta de la mazmorra y nos deslizamos por debajo, pasando una astilla en la
madera. Si somos rápidos, tal vez podamos encontrar el Espejo y, a su vez, el Rey, el
Duque y el Sombrerero. Me imagino que con ellos de nuestro lado, nos resultará
mucho más fácil sacar al resto de la tripulación del Castillo de Diamantes,
especialmente porque han dejado bastante claro que no quieren hacernos daño.
El Caballero Blanco, ella se cree un buen tipo.
"¿Tienes idea de adónde vas?" Susurro, agarrando una de las orejas redondas de Rab
mientras serpenteamos por otro pasillo de piedra. No se ve muy diferente al que
acabamos de encontrar, aunque debo admitir que huele muchísimo mejor.
"Ni lo más mínimo", dice, "pero si uno no sabe dónde está, debe continuar hasta
encontrar el camino".
"Eso no tiene ningún sentido", me quejo, "si uno ya está perdido, entonces uno no
encuentra de repente la capacidad de saber dónde está".
"Uno no puede, quizás, pero dos pueden". Rab llega a unos escalones, pero no los
sube. Se queda ahí parado, mirando hacia arriba con sus ojos rojos. "Verá, y ya lo
hemos hecho. Ahora sé adónde ir".
"¿Lo sabes?" Pregunto, poniendo mis manos en mis caderas. "¿Cómo es eso?"
"Bueno, sé adónde no ir, al menos, y eso es todo. Seguramente el Caballero Blanco y

el viejo Rey Humphrey son lo suficientemente inteligentes como para saber que,
eventualmente, alguien o algo pasará por ese Espejo. O será ser nuestro Brennin Red y
amigos, o la Morsa y los de su grupo. De cualquier manera, necesitarán mantenerlo
bastante seguro. Estará aquí en alguna parte, en las mazmorras con el resto de sus
trapos sucios".
Rab hace una pausa y se vuelve, olfateando la pared hasta que volvemos a la puerta de
la mazmorra. Mientras tanto, estoy sentada sobre su espalda, mi mente girando como
un teetoto17, eso es una ruleta llena de números, mientras trato de averiguar adónde
debemos ir. Si no pudimos pasar la piedra en la pared en la celda, no veo cómo
encontraremos nuestro camino a través de la piedra aquí abajo.
17
Especie de trompo.

Caminamos de un lado a otro por un rato, hasta que Rab se instala en la esquina,
debajo de un montón de escobas viejas y trapeadores sucios, con la cabeza tan seca
que es evidente que no se han usado en algún tiempo. Sobre nosotros, una araña hace
una telaraña, y me molesta ver lo desproporcionadamente grande que es. Además, su
rostro se parece al de una anciana con unas tenazas que sobresalen de sus labios
arrugados.
"Araña viuda negra", explica Rab cuando se da cuenta de que estoy mirando.
Continúa su vigilia, escudriñando el pasillo con los ojos. No lo cuestiono. Después de
todo, él es el asesino entre nosotros. ¿Qué sé yo acerca de escabullirse por pasajes
secretos? Lo más cerca que estuve fue que una vez tuve que arrastrarme por el pasillo
de la escuela y tirar un poco de hierba que había traído a clase. UPS.
Una sección de la pared cerca de las escaleras gira, revelando a unos guardias vestidos
con una sobreveste cubierta de diamantes.
"¡Oh!" Susurro, cubriendo mi boca con mis manos para sofocar mi emoción. "Ahora
que sabemos dónde está el muro, podemos escabullirnos"
Rab me tira de su espalda, se lanza desde debajo de la escoba y cambia a su forma

habitual. Levanta las manos y agarra el cuello del guardia, rompiéndolo con una
fuerza inhumana. El hombre cae al suelo en un bulto cuando Rab se vuelve hacia mí y
me tiende una mano entintada.
"Ven, Sonny, rápido...." Toca el bolsillo de su chaleco, y yo me apresuro a sacar lo

último de la carne del hongo, me la trago entero y luego maldigo cuando derribo todas
las escobas y trapeadores, y termino con la viuda negra en mi cabello.
Sin embargo, en lugar de morderme, me maldice por arruinar su casa, lamentando la

muerte de su marido-araña mientras trepa por la pared de piedra junto a mi cabeza.
"Mierda, Rab, una advertencia hubiera estado bien", refunfuño mientras tomo su
mano, y él golpea la pared con la otra, buscando el interruptor. "Pensé que íbamos a
acercarnos sigilosamente en forma diminuta, sentarnos en la pared y esperar a que
girara".
"No", ronronea, y luego encuentra la piedra que está buscando, empujándola con la
palma de la mano. Damos la vuelta y salimos por el otro lado en... otro corredor de
aspecto idéntico. Apuesto a que toda esta capa inferior es un maldito laberinto. "Eso
habría llevado demasiado tiempo. No soy bueno evadiendo problemas".

"¿Lo crees?" Me burlo, poniendo los ojos en blanco. Sí, estoy bastante segura de que
evadir no era lo suyo desde el primer momento: le disparó a mi enamorado en la cara
a menos de cinco metros de mí, ¿recuerdas? Sigo detrás de Rab mientras camina por
el pasillo como si estuviera dando un paseo por la tarde.
Esto, por supuesto, nos lleva a un callejón sin salida en ambos lados.
Esto no perturba a la mano derecha del Rey. De hecho, sonríe como si este fuera un
desafío para el que ha entrenado toda su vida. Y supongo que, en cierto modo, lo ha
hecho. Este es su trabajo: encargarse del trabajo sucio de Brennin Red, sin mencionar
al propio Brennin Red, al parecer.
Camino a lo largo del muro de piedra, pasando la palma de la mano por los adoquines.
Cada uno tiene el doble del tamaño de mi cabeza y un color azul-verde-gris oscuro.
Hay musgo en casi todas las grietas, su resplandor fosforescente ilumina el pasillo
tanto como las antorchas parpadeantes.
Hago todo lo posible por no mirar el cadáver.
Es decir, hasta que miro por encima del hombro y encuentro el cadáver mirándome.
"Rab", le susurro, con los ojos muy abiertos mientras veo al hombre con el cuello roto
ponerse de pie, como una marioneta siendo levantada de la tumba.
"Oh, mis orejas y bigotes", gruñe Rab. "Sonny, por favor, agáchate." Hago lo que me
pide, agachándome mientras el Conejo Blanco saca su arma de la funda, apunta con
un brazo extendido y dispara. El proyectil impacta en... lo que sea que se convierte el
guardia, soplando sangre y sesos a través de la pared.
Me pongo de pie, dándome cuenta de que estoy temblando por todas partes. Y no es
porque tenga miedo. Bueno, quiero decir, si te dijera que no tengo miedo, estaría
mintiendo. Por otra parte, tampoco tengo miedo. Soy... un promedio de miedo. Sí, eso
suena bien. De todos modos, estoy temblando porque estoy cansada y estresada y,
bueno, ver a un zombi no es exactamente lo más destacado de mi día.
Sin esperar un parpadeo, Rab recarga, gira y dispara contra la pared sin salida frente a
nosotros. Desliza su arma de nuevo en su funda y se acerca para agarrar mi mano,
tirando de mí hacia el polvo y los escombros que se están asentando. Sin duda,
tendremos un ejército sobre nosotros en minutos, pero supongo que Rab tiene esa
magia del tiempo...
No.

¡De ninguna maldita manera, Allison! Conozco esa mierda desde hace unos días y ya,
incluso yo estoy tratando de manipularla.
Rab me empuja hacia adelante y luego se detiene, extendiendo su brazo para detener
mi impulso. El polvo se asienta un poco, y luego, de la oscuridad, una figura viene
volando hacia nosotros.
Me tambaleo hacia atrás, pero incluso con la protección de Rab, me encuentro

envuelta en un par de poderosos brazos.
"Señorita Liddell," gruñe North, su cabello rubio enmarañado con sangre, sus enormes
cuernos negros sobresaliendo de los lados de su cabeza. Me mira con ojos dorados, su
cola ya comienza a enroscarse alrededor de mi tobillo. Me asustó muchísimo, pero me
condenaría si se lo dejo saber. "Mi compañera." El Duque acaricia mi mejilla mientras
Rab exhala un fuerte suspiro de alivio al ver al Rey y al Sombrerero emergiendo del
polvo.
El rey tiene el espejo debajo del brazo.
Su rostro normalmente estoico, sin embargo, está encerrado en una rabia violenta.
"¡Se fueron por la maldita Madriguera del Conejo!" ruge, y aunque soy un poco lenta
en asimilarlo, Rab lo entiende.
"¿La Morsa y el Carpintero?" aclara mientras Raiden se detiene a mi lado y me da una

media sonrisa muy suelta. Si incluso el ejército mercenario del señor de Underland
está nervioso, yo también lo estoy.
"Y sus conejitos viscosos", dice Brennin bruscamente, mirándome mientras el Duque
me acuna contra su pecho bronceado.
"Puedo caminar, sabes", murmuro, pero North solo sonríe y sigue al Rey,
manteniéndome en sus brazos. Supongo que no es el peor destino que le puede ocurrir
a una chica. "¿Qué pasa con el Grifo y la Tortuga Falsa?" Pregunto, aterrorizada de
escuchar esa voz viscosa resonando en mi cabeza de nuevo, dando voz a todos los
pensamientos más profundos, oscuros y autocondenantes que he tenido.
Los cuatro hombres me miran confundidos.

"Pequeña Alicia," ronronea el Sombrerero Loco, atrayendo mi atención hacia él. Se
estira para ajustar su sombrero de copa mientras Rab activa la pared de trucos de
nuevo. "Tu magia los dejó como manchas en el pavimento de la parte superior, ¿no te
acuerdas?"
"No... particularmente," me ahogo cuando North finalmente me deja, esta vez

enroscando su cola alrededor de mi cintura. Lo dejo, acariciando la gruesa longitud
muscular con mi palma. "Todo es un poco borroso. Recuerdo que el Conejo Negro
murió y luego... nada."
"No importa", espeta Brennin, agitando la mano mientras trato de dejar que se hunda
en el hecho de que acabo de matar a dos de los malos. Yo. Allison Pleasance Liddell.
Maté gente. Gente mala, sí, y no me arrepiento, pero putos corazones santos en
galletas. Jodidamente maté a esos tipos. "Salieron por la madriguera del conejo tan
pronto como aseguramos el espejo, lo que, por supuesto, significa que están aquí".
"Eso explicaría el cadáver animado entonces", reflexiona Rab mientras North abre la
puerta de la mazmorra con su bota, rompiendo las cadenas en el proceso. O es
extremadamente fuerte o el Rey de Diamantes y el Caballero Blanco no están
particularmente preocupados porque alguien entre allí.
Después de todo, si metes los dedos a través de las barras y literalmente te pudrirás.
Eso sería un incentivo suficiente para mí, si no fuera Alicia, claro está.
"¿Que está pasando aquí?" Pregunta Brennin mientras nos detenemos entre las dos
celdas de mazmorras completas. También hay otras personas aquí. Los vi cuando
pasamos, pero en realidad no miré. Huele a podredumbre y desesperación aquí, pero
no puedo simplemente ir liberando prisioneros cuando no tengo idea de por qué
fueron encarcelados en primer lugar. Además, odio decirlo, pero de todos modos no
tenemos tiempo para eso. Mi estómago se aprieta con culpa y me pregunto si esta es
una de esas decisiones difíciles que los líderes a veces tienen que tomar.
Ojalá no lo estuviera haciendo ahora.
"Su Majestad", respira Knave al mismo tiempo que mi madre me llama. Creo que
tengo un poco de sangre fresca en mi vestido hecho jirones, pero en realidad no
importa. Desde el momento en que conocí al Conejo Blanco, he estado cubierta de
sangre. "El Caballero Blanco cree que lo hace bien; en cambio, maldice Underland".
Brennin Red mira a mi padre primero, y luego a mi madre y a mi hermana. La

comisura de sus labios se curva, pero no dice nada.

"¿Y el Rey de Diamantes?" pregunta el Sombrerero Loco.
"Otro maldito idiota", dice March, inclinando la cabeza hacia un lado, las orejas
marrones cayendo. "Ahora, date prisa y sácanos de aquí antes de que la pequeña
vomite de nuevo." Hace un gesto con el pulgar en dirección a Edy. "Gracias a la
mierda que ella no es la maldita Alicia."
"El Rey de Diamantes también está involucrado. Oh, y Dor", agrego, levantando un
dedo y esperando que alguien más que yo tenga un plan para sacar a todos de su celda.
Tomaría demasiado tiempo encogerlos a todos y sacarlos con la Espada Vorpal.
Bueno, eso, y como dije: no puedo pedirle a mi familia que pruebe el semen de mi
nuevo novio… No importa. Ni siquiera continuaré con ese pensamiento.
"Dor, ¿eh?" Pregunta Raiden, intercambiando una mirada con March.
"Ella traicionó a la Morsa y al Carpintero, el Caballero Blanco lo hizo", agrega Lar,

suspirando y pasando las manos por su rostro. Creo que, como yo, él también está
drenado por la magia. A los dos nos vendría bien una siesta.
"Bueno, el Lirón todavía está trabajando para la Morsa y el Carpintero", dice Raiden,
y mis cejas se disparan hacia arriba. "Lo sabemos desde antes de que recogiéramos a
Alicia; tenía un contrato resuelto con ese jodido llorón. En realidad, nunca planeamos
visitar los Clubs, era demasiado peligroso".
"¿Nunca planeaste visitar los Clubs y, sin embargo, nos extorsionaste a la señorita
Liddell y a mí?" North gruñe, pero Raiden simplemente se encoge de hombros.
Suspira y se quita el sombrero, se quita el bastón y luego, experimentalmente, golpea
las barras con la punta.
"Le hemos dado la cantidad justa de información, aquí y allá. Parece que el Caballero
Blanco se ha convertido en una rata. Y seguramente una que le morderá en el trasero
en el camino".
"O, en realidad, un ratón", ronronea Chesh, desapareciendo y reapareciendo junto a

los barrotes. De acuerdo, su sonrisa reaparece de todos modos; el resto de él sigue
siendo invisible.
"Será mejor que salgamos de aquí rápido, entonces", dice Tee, con los brazos
cruzados sobre el pecho mientras intercambia una mirada larga y persistente conmigo.
No estoy segura de si se está dando cuenta del hecho de que Rab y yo tuvimos
relaciones sexuales (estoy casi segura de que sí) o si está sinceramente preocupado
por que salgamos de aquí. Necesitamos tener una charla, él y yo. He estado con el Rey

y el Sombrerero dos veces, y ahora con Rab, y sin embargo, se supone que Tee es mi
principal. Siento que estoy fallando en todo este asunto del harén. "¿Y si…?" Se
sonroja un poco y se frota la nariz, y sé que no me va a gustar esta sugerencia. Sin
embargo, me imagino que será práctico al respecto; Tee siempre lo es.
"¿Qué?" Pregunto, mi voz llena de sospecha. Tee me mira directamente con esos
hermosos ojos color amatista, y luego endurece sus hombros y levanta la barbilla,
luciendo mucho como el príncipe ángel que estaba destinado a ser.
"Así que me parece que el hechizo del Carpintero está destinado a contenernos
mágicamente, mientras que las barras están destinadas a contenernos físicamente".
Levanto una ceja, pero hago un gesto para que por favor, continúe. "Las barras
probablemente están hechas de conchas de ostras negras, como las cadenas de
nuestras alas, las que sostenían al Sombrerero Loco". ¡Ah, entonces de ahí vinieron
esas cadenas!
"¿Ostras negras?" Pregunto, y Dee me saluda, aplaudiendo.
"En el agua, cuando las olas son altas,
No dejes que las espumosas crestas nieguen —
Que en sus profundidades mienten estos monstruos,
Las ostras negras comen los ojos de sus víctimas."
Dee exhala mientras termina el poema y luego me sonríe.
"Las ostras negras tienen aproximadamente el mismo tamaño que un bandersnatch, y

son malas y desagradables, y se alimentan de carne. Afortunadamente, solo viven en
el océano, pero sus conchas son más duras que los diamantes, aunque no tan
preciosas. Escuche que son la comida favorita de la Morsa y del Carpintero:
agradable, salada y mala".

" Non-sequitur18", le gruñe Tee a su hermano, pasando sus dedos por su cabello
oscuro.
"No lo fue", murmura Dee, y su gemelo le lanza una mirada.
"Así fue."
"No fue así."
"Independientemente", espeta Tee, volviéndose hacia mí con una mirada de súplica de

disculpa. No me gusta eso, como si ya estuviera pidiendo perdón. "Estos barrotes, ni
siquiera la Espada Vorpal pueden cortarlos. Así que necesitamos que la puerta se abra,
y para eso, necesitamos una llave... o una ganzúa".
March levanta una ceja oscura.
"No puedo abrir la cerradura con ese horrible hechizo en su lugar, no sin perder las
manos y pudrirme". Hace una pausa por un momento. "Y además, una cerradura tan
complicada como esta requeriría que tuviera un kit completo conmigo. Y por kit
completo, me refiero a una bomba que no nos haría explotar junto con la cerradura".
"Quizás... Allison podría encogerse y... abrir la cerradura desde adentro. Seguramente,
estoy dando saltos de lógica aquí, ya que no soy un maestro ladrón, pero suena
razonable, ¿no es así?" Tee se ajusta la gorra de visera, empujándola con más firmeza
hacia abajo sobre su cabeza.
La Liebre de March piensa por un momento, frotándose la barbilla con los dedos.
"Eso podría funcionar. Conozco el funcionamiento interno de la cerradura Diamante

como si fuera mi propia mano. El único problema es que es una maldita perra para
deshacer. Hay alrededor de una docena de pinzas que deben colocarse así. Sin
embargo, si Alicia-Muñeca sigue mis instrucciones, no veo que no podamos elegirla".
"Una vez que los barrotes se hayan ido", continúa Tee, mirando el Espejo debajo del
brazo del Rey. Es enorme, pero lo lleva como si no pesara nada, tal es la
majestuosidad de su fuerza, supongo. "Haremos un escudo del Espejo, muy parecido a
un paraguas, y lo atravesaremos".
18
Hace referencia a una falacia lógica en la que la conclusión a la que se llega no se deduce por su premisa, una
traducción más precisa sería que “no es lógico”.

"Bueno, entonces adelante", ordena el Rey, agitando una mano enguantada en nuestra
dirección. Deja el espejo sobre la piedra, pero lo rodea con un brazo. Me muero por
saber dónde escondieron la otra mitad, pero ahora no es el momento para preguntas.
No se me ha escapado que me he quedado sin carne de hongo.
"¿Alguien tiene alguna, err, un JODIDO BÉBEME tal vez?" Pregunto, mirando hacia
atrás al Knave, al León y al Unicornio. Todos me miran como si esto fuera una
especie de prueba.
"Me temo que no, Allison-que-no-es-Alicia", dice Dee con una pequeña mueca. Sus
ojos bajan rápidamente a la entrepierna de su hermano y yo gimo. Excelente. ¿Cómo
supe que esto eventualmente surgiría?
"Sólo un poco ", dice el Sombrerero Loco, sacando un cuarto de botella de debajo de
su sombrero de copa. Me lo entrega y yo suspiro de alivio. Todo el plan depende de
que vuelva a atravesar esos barrotes. Pero, si tengo esto, entonces seguramente no
necesitaré el semen de Tee, ¿verdad?
Tomo la botella con su pequeña etiqueta, mis dedos se enredan con los del
Sombrerero y envían una ráfaga de violento calor a través de mí. Es un hombre
hermoso, con su cabello oscuro rizado alrededor de sus orejas, sus ojos color
mermelada y su sonrisa de vampiro. ¡Le hice suplicar primero! Me recuerdo a mí
misma, descorchando la botella de BÉBEBE y bebiéndola de una vez.
Esta vez, los sabores abarcan toda la gama de frutas, pasando de plátano demasiado
maduro a naranja agria, a la dulzura de verano de la sandía y el extraño y amargo
bocado de un kumquat19. Un chillido se escapa de mi garganta mientras mi cuerpo
hace un rápido descenso hacia el pavimento.
Solo que no soy tan pequeña como me gustaría ser, más como una Barbie que como
una ganzúa.
"Mierda."
Empujo mi cabello rubio sobre mis hombros y ajusto mi corona, sacando la Espada
Vorpal y deslizándome rápidamente entre las barras sosteniéndola por encima de mi
cabeza como un pararrayos. Una vez que estoy adentro, tengo hipo y vuelvo a mi
tamaño completo, así como así.
19
Especie de fruta, similar a la Naranja/naranjo/quinoto.

"No quedaba mucho, de hecho," refunfuño, frotándome la cara con las manos. No es
que importe, ya que necesitaba más de todos modos. Pero también me preocupa
bastante saber que los efectos no son indefinidos. ¿Qué pasa si volviera a tamaño
completo mientras estaba en la cerradura? ¿Mi cuerpo aplastaría el ojo de la cerradura
como si me hubieran pasado por una picadora de carne?
No tiene sentido preguntar ahora. Miro por encima del hombro para ver a mi
audiencia, mirándome con expectación. Dios, esto apesta peor que aquella vez que
papá se ofreció como voluntario para venir a la escuela y ayudar con la charla
sexual.
"Podría activar... " comienza Rab, tocándose el bolsillo del pecho, pero niego con la
cabeza. Tee y yo tendremos que lidiar con esto como adultos. Lo miro y Dee se pone
detrás de mí, empujándome un paso hacia adelante y luego abanicando sus hermosas
alas de color azul celeste y ébano para bloquearnos del resto de los habitantes de la
celda.
Tee y yo estamos, por supuesto, ahí de pie y mirándonos como adolescentes

incómodos.
"¿Qué pasa?" Mamá pregunta mientras Chesh se coloca con mucho cuidado frente a
ella y evita que intente mirar más allá de las alas de Dee.
"Nada, mamá, solo danos un minuto para este... hechizo."
"Menos una maldición, más una bendición, siempre dije", murmura Knave, y aunque
tiene la mitad de la razón, todavía quiero darle un puñetazo en la teta.
"¿Quieres que…" Tee hace un gesto hacia su entrepierna con la mano. "Y luego
podría ponerme un poco en los dedos y..."
Rodeando sus hombros con las palmas de mis manos, acerco la boca a su oreja.
"De alguna manera, eso es aún más repugnante. Déjame... hacerlo de la manera
habitual, ¿y tal vez no se sienta como una tarea?" Mis labios susurran contra su carne,
y él se estremece, rodeando con un brazo mi cintura y dándome el más cálido abrazo
con un solo brazo, uno tan cálido que definitivamente eclipsa la mayoría de los
abrazos con dos brazos que he tenido antes. "Aunque esto puede marcarme de por
vida, debo admitir".
"¿Estás segura de que no quieres que yo sólo…" Lo beso con fuerza en la boca para
callarlo, tomando el control del momento con mi lengua, labios y dientes. En un

momento y lugar diferente, voy a pasar horas simplemente besándome con él,
probando cada matiz de su boca, sintiendo cada centímetro de su cuerpo.
Solo... no frente a mis padres y mi hermana, ¿de acuerdo?
"¿No tienes lubricante en tu bolsillo?" Susurro después de haber besado mi camino a

lo largo de la línea de la mandíbula hasta la oreja.
"Cualquier Underlander inteligente sabe que debe tener suministros sexuales seguros
en el bolsillo", se ahoga mientras busco dentro de su bolsillo y encuentro la pequeña
botella de vidrio de lubricante. "Es una cuestión estándar, ya sabes. Dan condones y
lubricante en la escuela, junto con lápices afilados y horarios que describen cuánto
más breves son las lecciones todos los días".
"¿Por qué las lecciones se acortarían?" Pregunto, y Tee me arquea una ceja, apartando
un poco de mi cabello de mi cara.
"Esa es la razón por la que se llaman lecciones", explica, sonriendo suavemente. Juro
por todo un paquete de cartas que podría mirar a este hombre todo el día, todos los
días, y nunca aburrirme. Su belleza es angelical, seráfica, absorbente. "Porque
disminuyen día a día".
Esta es una idea bastante nueva para mí, y la pienso un poco antes de hacer mi
siguiente comentario.
"Incluso tú, con toda tu lógica, encarnas la maravilla de Underland". Pongo un poco
de lubricante en mi palma y vuelvo a colocar la botella en su bolsillo, mirando por
encima del hombro para asegurarme de que estamos escondidos detrás de las alas de
Dee. El Gato de Cheshire y Dee están jugando con las tonterías del otro y llenando el
aire con suficiente parloteo para proteger cualquier sonido silencioso que podamos
hacer.
Nota para mí misma: agradecerles profusamente más tarde.
Mi mano derecha se desliza dentro de los pantalones de Tee, encontrándolo duro y

listo para mí. Cierra los ojos y deja caer la cabeza hacia atrás cuando mi mano se
enrosca alrededor de su eje, resbalando humedad a lo largo de su gruesa y dura
longitud. Hay una cierta desesperación en el momento que no puedo negar, una
urgencia que exige dedos apretados y un ritmo frenético, mi boca mordisqueando y
lamiendo la piel repentinamente sudada de Tee.

Se apoya contra la pared, sus alas se agrupan detrás de él en un grupo de plumas
brillantes, su corazón late tan fuerte que puedo escucharlo a través de los centímetros
que nos separan. Mientras lo trabajo con mi mano, me doy cuenta de que desprecio
esos centímetros, que no quiero nada más que estar unida a él, nuestros cuerpos
sudorosos apretados juntos.
Quiero a Tee, y creo que nunca podré dejarlo ir.
Mis mejillas arden con la revelación, pero no tengo más remedio que acelerar el ritmo,
trabajando duro y rápido, lamiendo, besando y mordiendo. Solo toma unos minutos,
creo, pero se sienten como horas, como si estuviéramos atrapados en un mundo carnal
creado por nosotros mismos.
Cuando Tee se acerca al orgasmo, levanta las manos y las encierra alrededor de la
parte superior de mis brazos, los dedos se clavan en mi carne, haciéndome jadear.
Antes de que pueda terminar en sus pantalones, me agacho, le abro la cremallera y me
meto el pene en la boca. Hace calor y es dulce, y sabe a brisa cálida de las montañas.
Su clímax llega y muy gentilmente envuelve sus dedos en mi cabello, tratando
desesperadamente y fallando en controlar un leve empuje de sus caderas.
La semilla del príncipe ángel llena mi boca, ese sabor dulce y salado descansa en mi
lengua, y lo trago, deslizando su eje entre mis labios con un pop. Solo me queda un
breve momento para tomar una gran bocanada de aire antes de volver a encoger... y
encogerme y encogerme. Mierda, pienso mientras mi estómago se revuelve con los
nervios, ¡tragué demasiado!
Pero entonces el terrible impulso descendente se detiene y me quedo junto a la suela

de la bota de Tee. Se arregla los pantalones y luego, con mucho cuidado, me levanta
por la parte de atrás de mi vestido, como si agarrara a un gatito por la nuca. Luego me
deja caer sobre su palma y me mira de cerca con uno de sus hermosos ojos color
amatista. Puedo ver todas las estrías de color, todos los matices de lavanda y
berenjena y violeta.
"Un recipiente para ti, pequeña Allison", susurra, y su voz es como una tormenta,
barriéndome y despeinando mi cabello y mi ropa. Tee ofrece una elegante pluma
negra y yo me subo. Lar luego usa su magia para hacerme flotar desde la palma de
Tee hasta la cerradura.
La Espada Vorpal se desliza en mi mano como si la hubiera estado empuñando toda

mi vida, y la levanto para protegerme del hechizo del Carpintero, saltando de la pluma
y dentro del mecanismo metálico de la cerradura. No puedo medir más de media
pulgada ahora, ¿verdad? Qué altura tan miserable.

"¿Puedes oírme?" March pregunta, y me estremezco un poco. Puedo decir que está
tratando de hablar en voz baja, pero es como estar de pie junto a los altavoces en un
concierto de rock; No me sorprendería que me sangraran los oídos. Asomo la cabeza,
ahueco mis manos alrededor de mi boca y grito a todo pulmón.
"¡Sí!"
March se inclina y acerca la oreja. Probablemente podría arrastrarme dentro de él,

pero como, eww, asqueroso. Así que grito de nuevo y él asiente, volviéndose y
dándome una sonrisa brillante. Soy tan alta como sus dientes frontales.
"Ve más adentro", dice, y hay un extraño ronroneo en su voz que me pone la piel de
gallina. "Busca una serie de alfileres que sean tan grandes como tú". Hago lo que me
pide, con mis botas ruidosas contra el suelo negro del interior de la cerradura. Son
rugosos y desiguales, y estoy bastante segura de que el cerrajero que hizo esto nunca
lo diseñó para que una persona humana real caminara a lo largo de su trabajo.
Me siento tan desorientada, casi como si fuera a desmayarme, pero no me atrevo, no

cuando soy tan pequeña. ¿Podrías imaginarlo? Podría ser devorado por un
saltamontes, pisada por un zapato, aplastada por una caída de unos pocos centímetros.
Tragando mi miedo, miro a mi alrededor a todos los mecanismos, estudiando la
intrincada combinación de pestillos, ruedas y engranajes.
"Como no puedo oírte muy bien, seguiré parloteando como un anciano bebiendo té
dulce". March pone su iris color chocolate hasta el ojo de la cerradura y mira hacia
adentro. "Alinea los pines de manera que todas sus partes superiores estén niveladas.
Necesitarás un poco de magia para mantenerlos en su lugar".
"¡Oh, ahora dime tú!" Gimo, deteniéndome junto a una serie de grandes de alfileres
rectangulares. Cada uno tiene una longitud diferente y parecen pesados como el
infierno ahora que soy del tamaño de un mosquito. Pongo la Espada Vorpal entre mis
dientes, necesito ambas manos para esta mierda, y empiezo a empujar al más pequeño
del lote en su lugar. La parte superior golpea otro trozo de metal con un chirrido, y me
quedo allí como una idiota, buscando ese poder dentro de mí.
"Tú gobiernas la magia, señorita Liddell", retumba la voz del Duque, "no te gobierna
a ti".
Está muy bien que él diga eso, pero ¿qué significa realmente?
"La magia es simplemente energía", dice el Sombrerero Loco, con su inconfundible

acento de la Costa Oeste. "Identifica qué es lo que quieres que haga y luego pídeselo".

"Más tonterías de Underland", refunfuño, pero cierro los ojos de todos modos y siento
ese poder sobrecogedor a mí alrededor. No era que Topside no tuviera ninguno, pero
aquí abajo... la magia libre está jodidamente en todas partes. Gira a mi alrededor, las
moléculas se juntan contra mi piel; Lo juro, si cerrara los ojos, podría contarlos.
Sostener el vaso de alfileres sobre mi cabeza es un trabajo duro, así que imagino que
la magia lo hace por mí, que barre debajo del metal, lo sostiene en su lugar. Cuando
mis brazos finalmente ceden, y tropiezo hacia atrás para evitar ser aplastada... veo que
ha funcionado.
"Los hechizos son como canciones”, dice la Oruga, la calma en su voz calma algunos
de mis rápidos latidos. "Una nota a la vez hasta que esté completa. Cántalo,
Sunshine".
Me abro paso por los alfileres, los empujo en su lugar y luego los bloqueo allí con la
misma magia que usé para destruir la Tortuga Falsa y el Grifo. Lo curioso es que es
mucho más difícil mantener estos pasadores en su lugar que simplemente disparar
energía a través de los cuerpos de mis enemigos. ¿Por qué a veces los mínimos
detalles pueden parecer mucho menos manejables?
"Suponiendo que hayas terminado tu tarea", continúa March mientras tomo la Espada
Vorpal y la sostengo en mis manos. Si me concentro, puedo sentir el hechizo del
Carpintero a mí alrededor, como una cascada de carne podrida e invisible, derramando
entrañas en mi cabeza. Si dejara ir la espada y mi magia, me convertiría en un cadáver
en poco tiempo. "Encuentra un engranaje plateado y gíralo tres clics hacia la derecha.
Una vez que haya hecho eso, una pequeña puerta se deslizará hacia atrás, revelando
una secuencia de números. Déjame saber cuáles son".
"Que cerradura más extraña". Me agarro al volante y utilizo cada gramo de fuerza
física que tengo para girarlo con un solo clic. Literalmente tengo que sentarme y
descansar entre ciclos. Ser diminuto apesta. "Solo en Underland tendrían algo tan
estúpidamente complicado como esto".
Se oye entonces un gran golpeteo, como elefantes en estampida en el suelo encima de

nosotros; No creo que sea una buena señal.
"Date prisa, Bailarina de Bragas", ronronea Chesh, el sonido vibra en el aire y hace
que mi pequeño cuerpo se estremezca. "Ellos vienen."
Con mis músculos ardiendo, empujo el volante dos veces más, espero a que se abra la
puerta interior y luego corro de regreso al ojo de la cerradura para gritarle a la Libre
de March.

"Seis-nueve-seis-nueve", grito, y él sonríe, una expresión bastante inquietante a esta
altura.
"Sesenta y nueve, sesenta y nueve", reformula, y juro mierda, hago tres rodados de
ojos consecutivos. "Entrega los seis a uno y deje los nueves. Una vez que hayas hecho
eso, pon el reloj a la medianoche".
"¿Reloj? ¿Qué reloj?" Pero la Liebre de March no puede oírme, así que hago lo que
me pide, activando otra puerta con un... ¡¿reloj de pie en miniatura detrás?! Bueno, me
parece enorme, pero si tuviera mi tamaño real, sería más pequeño que ese horrible
grano en la cara de Brandon Carmichael. Cómo el Caballero Blanco y sus guardias
cierran y abren esta celda con una llave me supera.
Muevo la manecilla de las horas y los minutos a su lugar... y luego escucho un clic.
Con mi tamaño actual, suena un poco como una tormenta, pero reconozco que ese
sonido satisfactorio fue un éxito.
Dirigiéndome hacia el ojo de la cerradura, termino saltando hacia la palma de Tee

cuando el Rey toma el Espejo, lo desliza entre las barras y lo usa como palanca para
abrir la puerta. No parece preocupado porque se rompa, pero me da una jodida
ansiedad.
Una vez que la puerta está abierta, Brennin sostiene el espejo sobre su cabeza y entra
directamente en el hechizo del Carpintero.
"No soy Alicia", grita, el sudor brota de su frente. "Salgan antes de que el espejo se
rompa y me pudra hasta los huesos."
Todos salimos en fila al pasillo... y luego comienza todo de nuevo.
El mismo ojo de cerradura del mismo tamaño, mismo puto candado, solo que esta vez
con una secuencia de números diferente. Sin embargo, no perturba a la Liebre de
March; todavía lo hace bien.
Una vez que todos son libres, me doy cuenta... de que necesito volver a ser grande.
"No te veas tan nerviosa, Allison-quien-no-es-Alicia", dice Dee con una sonrisa,
inclinándose para mirarme mientras descanso en la palma de Tee. Los espirales de su
piel parecen colinas y putos valles desde aquí. Y cuando el príncipe ángel más joven
me ofrece un enorme dedo cubierto de, ya sabes, esperma, no tengo más remedio que
tomarlo.

Una lamida me lleva al tamaño de un ratón, dos al tamaño de una muñeca y tres hacen
que Tee tenga que dejarme en el suelo. Esta vez, simplemente agarro el dedo entero
de Dee y lo succiono en mi boca, disparando de nuevo a mis cinco-diez en el lapso de
un instante. Sucede tan rápido que me siento un poco mareada. Además, todavía estoy
chupando semen del dedo de un tipo frente a mi familia. Empujo a Dee y paso mi
brazo por mi boca.
"¿Podemos largarnos de aquí ahora?"
"Bueno," gruñe el Duque, su voz como un trueno en una tormenta mágica salvaje. "La
parte fácil ha terminado. Ahora, veremos si podemos escapar vivos del Castillo de
Diamantes." Mira hacia el techo mientras el polvo y la piedra caen sobre nuestras
cabezas. "O... si alguien puede, para el caso".

4
“el león y el...
¡Santa Mierda, eso es un maldito

unicornio!”
Solo hay una forma de salir de la mazmorra que es una mierda, porque eso significa
salir por la puerta de madera, subir las escaleras y nos meternos en problemas.
El Castillo de Diamantes está invadido por Clubs, soldados de cartas y humanos por
igual, y no están solos. Hay... cosas con ellos, cosas horribles, horribles que parecen
muñecas rotas y ensangrentadas. Tan pronto como Edith los ve, se desmaya y por
poco evita romperse el cráneo en el suelo de piedra porque Dee la agarra y la levanta
en sus brazos.
El Rey de Diamantes, el Caballero Blanco, Dor y el resto de las personas que vimos
en el pasillo no están a la vista. Si son inteligentes, estoy segura de que correrán. Sé
que lo estamos planeando. No podemos luchar solos contra los grandes males y su
ejército. No, tenemos que combatir fuego con fuego. Además, tenemos a mi familia y
tenemos el Espejo, y no podemos arriesgarnos a una pelea total en este momento.
"¿Cómo consiguieron un ejército aquí tan jodidamente rápido?" Brennin chasquea,

doblando una mano enguantada sobre la barandilla y mirando hacia una habitación
llena de dispositivos de tortura… y soldados. ¡¿Pero santo infierno, dispositivos de
tortura?! ¿El Rey de Diamantes, ese idiota de Humpty Dumpty, tiene una mazmorra
con un estante en ella? Si descubro que mi padre fue sometido a tortura, Corazones,
ayuden al hombre y a su corte.
"Claramente, tienen un as bajo la manga", dice el Duque, agitando la cola.
"O una rata", murmura March, mientras estudio la forma alta de North. Me imagino
que podría moverse y tirar, pero el objetivo aquí es salir antes de que la Morsa y el
Carpintero nos encuentren. North se aleja de la barandilla y se acerca a una pequeña
ventana. Es lo suficientemente grande como para que pueda pasar un brazo,
probablemente un agujero de asesinato o algo así. Demonios, ¿tal vez sea una
ventilación medieval para todos los horribles olores que emanan de esta habitación de
pesadilla?

El Duque mira por la ventana por un momento, y luego simplemente golpea la piedra
con el puño, rompiendo la pared en pedazos. La abertura ahora es lo suficientemente
grande para que una persona pueda pasar. El gato de Cheshire, que sostiene a una
inquietantemente tranquila Dinah en sus brazos, se inclina para mirar.
"Por aquí", dice North, haciendo una reverencia y gesticulando con un brazo en
dirección a la brisa fresca. Afuera, puedo ver la oscuridad, los árboles y los hongos
gigantes, eso es todo. Me recuerda a mi primera noche en Underland, cuando salí por
esa puerta y me encontré en The Pool20, con nada más que bosques a nuestro
alrededor.
"Disculpeme, ma’am21", dice Lar, levantando a mi madre en sus brazos. Ella deja
escapar un pequeño chillido, pero no pelea con él cuando él salta por la ventana,
extiende sus alas y termina con cuidado en el césped, un piso más abajo.
Dee da un paso adelante para seguir su ejemplo, cuando uno de los monstruos
muñecos podridos tropieza con los escalones de piedra y deja escapar un silbido. Le
sigue otro, y otro, y otro. Y luego un enjambre, como una nube de insectos podridos y
sangrantes. Parecen zombis o cadáveres, pero hay pedazos de plástico y sonrisas
falsas, cabello grande y elástico y llaves de metal en la espalda.
El Rey entrega el Espejo al Duque y toma su espada. Lo que no ve es al Carpintero

arrastrándose por el techo por encima de nosotros.
Pero lo hago. Y también Tee.
El príncipe ángel ni siquiera dice nada. Pero sus ojos se encuentran con los míos por
un breve segundo, y debe haber algo en mi mirada temerosa que anula su odio por
Brennin Red. O eso, o Tweedledum es solo una buena jodida persona. Empuja al Rey
fuera del camino mientras el Carpintero cae con su enorme hacha de hueso, cortando
la mitad de un ala en el proceso. Plumas, sangre y trozos de hueso salpican el suelo de
piedra mientras grito. Y una podredumbre acompañante comienza a trepar por lo que
queda del ala de Tee, justo en su hombro. Mientras me paro allí y miro, todo el lado
de su rostro se vuelve negro.
"¡Raiden!" Grito y agarro el brazo del Sombrerero Loco con una empuñadura de
hierro. Afortunadamente para él, es un hombre inteligente, porque si deja morir a Tee
allí, nunca lo perdonaría. Nunca. Incluso si no fue su culpa.
20
La piscina.
21
Madam.

Con una maldición, se rasga la muñeca, envuelve un brazo alrededor de mi cintura y
agarra a Tee por la nuca, todo en menos tiempo del que me lleva parpadear. Besa al
príncipe ángel mayor en la boca, obligando a su sangre a bajar por la garganta de Tee.
Tampoco se aparta de inmediato, besando a Tee más y más fuerte. Hay tanto rojo
manchado alrededor de sus bocas que me imagino que probablemente se mordió la
lengua. Necesita más sangre; la herida es tan jodidamente mala. Sacando la Espada
Vorpal de su funda, me preparo para enderezar el rostro esquelético y ceñudo del
Carpintero. Si tengo que hacerlo, defenderé a Tee con mi vida.
¡¿Cuando sucedió eso?! ¡Lo sabía! ¡Cuando aplastas, aplastas duro, perra! Lo
suficientemente duro como para hacer malditos diamantes.
"Lo siento", gruñe North, tirándome hacia atrás con una longitud de cola negra y
sinuosa. "No bajo mi vigilancia, señorita Liddell". Lucho contra él mientras me tira
hacia el cielo nocturno, pero Knave se interpone entre el Sombrerero y yo.
"Nunca digas que no sirvo a la corona", espeta, apretando los dientes y mirándome a
los ojos. "Y nunca me llames traidora". Con un movimiento de su brazo, decenas de
soldados salen volando. Con un chasquido de sus dedos, el León y el Unicornio entran
en acción. Y con un solo beso, lanzado por el aire en la dirección a Tee, veo aparecer
cadenas hechas de sombras en sus alas. Se parten como huesos rotos y caen al suelo
en pedazos; ella hace lo mismo con Dee.
Espera. Espera, espera, espera... ¡¿acaba de romper su maldición?!
Tee empuja a Raiden hacia atrás, jadeando y ahogándose con sangre, pero su ala ya se
está tejiendo, las plumas brotan de la herida a medida que crece y se transforma de
nuevo en su estado original. Pero el propio Raiden Walker... no se ve tan bien.
"Vas a necesitar un montón de sangre, jefe", dice March, balanceando al vampiro

sobre su hombro. Se mueve hacia la abertura en la pared mientras yo verifico que mi
familia esté a salvo; No me iré a menos que estén todos a salvo primero. Pero cuando
miro, veo que el resto de los hombres han logrado sacarlos del problema.
Cuando vuelvo mi atención a Knave, la veo mirando a Brennin con una lealtad y un
respeto que apenas puedo entender. Cómo alguien puede ser tan devoto de un idiota
como él está más allá de mi comprensión.
"Ponte en marcha", le dice, haciendo una pequeña reverencia. "Y no dudes que
siempre me ha preocupado la prosperidad del Reino de Corazones". Ella se hace a un
lado cuando su esposo, la Torre Unicornio o el Caballero, lo sigo olvidando, se

transforma en un enorme caballo de guerra con pelaje plateado, cascos tan afilados
como los de los toves y un cuerno que parece un maldito taladro.
"¡Santo cielo, se convirtió en un maldito uni-jodido-corneo!"
Objetivo: utilizar jodido tantas veces como sea posible en una frase. Objetivo
completado.
El León no es menos impresionante, cambiando de forma a esta enorme bestia con

una melena dorada, garras tan grandes como mi hoja vorpal y una cola como un
escorpión. Me quedaría mirando más, pero luego, hay muñecos zombis podridos
arrastrándose por las paredes, y un nigromante con un hacha hecha de hueso se acerca
a mí.
"Allison, por favor", gruñe el Duque, lanzándome en el aire con su cola y lanzándonos
por la ventana hacia la noche.
Al momento siguiente, los soldados vienen corriendo por el bosque, al principio de

dos en dos y de tres en tres, luego diez o veinte juntos, y al final es tal la multitud que
parecen llenar todo el bosque. Y también son monstruosos, como muñecos rotos que
se tambalean y se deshacen a la menor provocación. Estos cuerpos distorsionados
pueden haber sido humanos, hadas o ángeles, pero sea lo que sea en lo que el
Carpintero los haya convertido ahora, son simplemente marionetas. Cualquier parte de
ellos que faltara debido a una lesión o podredumbre, ha sido reemplazada con
pedacitos de plástico y ojos saltones, grandes rizos falsos o sonrisas de goma
congeladas.
Diez veces más aterrador que los servidores de cartas. Mil veces. Mil.
Cuando los soldados del Rey Humphrey los atacan, caen en pedazos, como hileras de
dominós podridos, uno tras otro, se desmoronan. La parte difícil es que siempre hay
más. Eso, y ellos tampoco parecen sentir dolor.
Nos reunimos detrás de un árbol Tumtum, por miedo a ser atropellados, y los vemos
pasar. En toda mi vida, nunca había visto una escena tan trágicamente perturbadora:

los muñecos-zombis-soldados siempre están tropezando con algo u otro, y cada vez
que uno cae, siempre caen varios más sobre ellos, de modo que pronto se cubre el
suelo con pequeños montones de muñecos rotos.
"Vamos, mientras tenemos un baño de sangre como distracción". Rab se adentra en el

bosque y abre el camino al resto de nuestro grupo. Mamá, papá y Edith se toman de la
mano, como si tuvieran miedo de ser separados, o tal vez como si tuvieran miedo de
que uno de ellos simplemente se perdiera en el éter.
Realmente no puedo culparlos, ¿verdad? Underland está bastante jodido. Pero también
nuestro mundo. Puede que tengan muñecos zombis, monstruos Morsa y bichos con
pasas encendidas por cabeza, pero en casa tenemos traficantes sexuales, pedófilos y
países con líderes que admiten abiertamente haber agredido a mujeres, y están muy
orgullosos de ello. Los monstruos toman todo tipo de formas diferentes, ¿no es así?
"¿Podríamos hacer una puerta?" Jadeo, cuando siento que estamos lo suficientemente
lejos de la carnicería como para poder hablar sin atraer a uno de los soldados. Me
arden las piernas y tengo problemas para respirar. Mamá, papá y Edith en realidad
lucen peor. Por una vez, no soy la persona más lenta de Underland. Eso, y realmente
necesito tocar a Tee y asegurarme de que esté bien. Mis dedos rozan un lado de su
cara, y descubro que no puedo dejar de recordar ese terrible momento en mi mente
una y otra vez.
¡¿Eso acaba de suceder?! Mis ojos se deslizan hacia los del Sombrerero Loco. Se
encuentra con mi mirada fija... y luego tiene la audacia de sonreírme. Y, sin embargo,
no olvidaré lo que hizo, no pronto. Tampoco olvidaré lo que dijo March acerca de que
necesitaba sangre. Entonces, ¿la magia en su sangre se alimenta al alimentarse de
otros? Interesante…
Rab, que lidera nuestro pequeño grupo, se ralentiza bajo las brillantes branquias de un
hongo gigante. Es una forma muy diferente a las que me había acostumbrado en el
Reino de Corazones, más como una campana que como un hongo, en realidad. Y es
de este color marrón dorado como el pudín de melaza.
No creo que este hongo en particular tenga la capacidad de hacernos tan grandes como
una casa o tan pequeños como un ratón. Según mis conversaciones con los hombres,
parece que esa es una flora particular que es exclusiva del Reino de Corazones.
"Podríamos hacer una puerta, ciertamente", dice finalmente Raiden, deslizando dos
dedos en su boca de una manera muy seductora mientras me mira. Mi papá se da
cuenta y sus fosas nasales se ensanchan. Parece que incluso en un reino mágico bajo

asedio, Henry es su yo sobreprotector habitual. El Sombrerero Loco lo ignora,
contando sus propios dientes.
Si un humano adulto normal tiene treinta y dos dientes, y Raiden Walker comenzó
como humano, entonces ciertamente le quedan algunos, ¿no es así?
"Veintiséis", dice finalmente con un suspiro, deslizando los dedos de su boca, un hilo
de saliva uniéndolos a sus labios. Lo lame y me sonríe como, bueno, un señor
mercenario vampiro. "Podría prescindir de otro, digo."
Y, sin embargo, el problema de encogerse para cruzar esa puerta todavía existe, a
menos que Raiden pase por alto a un par de JODIDOS BÉBEME con sus sombreros
de copa de muñeco de anidación.
"¿Y a dónde iría esa puerta, exactamente?" Pregunta Brennin, con voz baja y oscura.
Sus ojos negros están entrecerrados y mira hacia el bosque como si sospechara una
emboscada en cada esquina. También es bueno, ya que apuesto a que realmente lo
hay. "El Castillo de Corazones podría verse comprometido, y si la Morsa y el
Carpintero tienen un ejército de muertos vivientes esperándonos, estaremos muertos
antes de que podamos decir callooh, callay." No tengo idea de lo que significa
callooh, callay, pero lo aceptaré.
Me siento de espaldas a un árbol de Tumtum (son como jodidas secuoyas, ¿no?) Y mi

hermana hace lo mismo. Solo que lo hace con mucha menos gracia, colapsando en un
montón y conteniendo un sollozo. Mamá pone sus manos sobre los hombros de Edy
para consolarla, mientras papá acurruca a Dinah en sus brazos.
"¿Podríamos visitar tu Fiesta de Té Eterno?" Lar pregunta después de un momento,

saca una pipa de su bolsillo y se enciende con un poco de llama en la punta de su
dedo.
¿Fiesta del Té Eterno?
Ese es un nombre genial.
"Podríamos, y sería el lugar más seguro para encontrarnos con el ejército". Raiden
intercambia una mirada con la Libre de March. "Sin embargo, requiere un cierto nivel
de…" Sus ojos color mermelada se deslizan hacia mi familia, y la comisura de su
labio se contrae. "Footwork22, para llegar allí. Y está mejor protegido que el Castillo
de Corazones".
22
Es un estilo de baile de calle/de baile de casa que originado en Chicago.

"Que los terrenos del Castillo de Corazones", corrige Brennin, dándole una mirada al
Sombrerero Loco. "Buena suerte entrando en la Suit de Corazones."
"Ningún alma podría penetrar la Suit de Corazones", dice Raiden arrastrando las
palabras, inclinando la cabeza hacia un lado y dándome una mirada tan traviesa que
mi madre se eriza. "A menos que uno penetre en Ali…"
"Está bien", espeto, poniéndome de pie. "Si nos dirigimos a Fiesta del Té Eterno,
¿estaremos a salvo?"
"Seguro...", dice March, sacudiendo las ramas de un árbol cercano. Una manzana
negra cae al suelo cerca de sus pies y él la levanta, la limpia con el frente de su abrigo
púrpura y luego se la lleva a los labios. La carne de adentro es tan roja como la sangre,
tan roja como el cabello del Rey. "Estaremos cerca de las líneas del frente. Podemos
hacer que Alicia tome las riendas de los ejércitos y aplastar a la Morsa y al Carpintero,
un soldado a la vez. Además, deberíamos viajar a pie por un tiempo. Nunca se sabe
quién podría estar mirando y esperando que viajáramos por arte de magia".
Los ojos de March se enfocan en las ramas sobre nosotros, mirando a un búho que
parece estar hecho de madera. Solo cuando abre el pico y suelta un pitido, me doy
cuenta de que está vivo.
"Búho de madera manchado", explica mientras parpadea con sus grandes ojos negros.
Sin embargo, recuerdo la noche de la Tórrida Fiesta de Té, cómo había otros ojos
además de la Tortuga Falsa y el Grifo mirándome desde sus caras.
El pájaro abre grandes alas de madera, y con un crujido como madera astillada,
despega hacia la noche. Dinah deja escapar un silbido.
"Si atravesamos una de las puertas de Raiden y nos aplastamos al salir por el otro
lado, eso no sería suficiente, ¿verdad?" March da otro mordisco a su manzana y mete
la mano derecha en el bolsillo de su abrigo. "Caminemos un poco y tomemos un tren".
"¿Un tren?" Pregunto, pensando en esa guitarra eléctrica con todos los engranajes, los
teléfonos celulares que explotan cuando presionas el ícono de la bomba y todas las
otras maravillosas excentricidades de Underland, como la plomería interior y los
inodoros que se descargan.
"Oh, sí, el tren", ronronea Chesh, pero son sólo sus dientes los que hablan, sólo una
gran sonrisa blanca y salvaje en la oscuridad. "Han pasado años desde que tomé el
tren".

El chillido de un jabberwock rompe el breve silencio, y casi todos, excepto el Duque,
el Rey y el Sombrerero, se tapan los oídos con las palmas de las manos. Edith
comienza a sollozar. Trato de no reprimirlo, todo ese miedo y debilidad, pero estoy
muy contenta de que ella no sea Alicia.
"Deberíamos irnos, y rápido", susurra North, con la voz entrelazada con un miedo
helado. Él mira hacia arriba y hacia la oscuridad de las ramas, su cola se agita, las
garras se extienden y se retraen de sus dedos. "Lo último que quiero es que mi pareja
me vea violado y asesinado por una hembra jabberwock".
Sus ojos dorados se vuelven intencionadamente en mi dirección, y sonríe, una especie

de sonrisa muy lasciva en la que, lo adivinaste, mis padres enfocan. Edith está
demasiado ocupada llorando, me temo.
"¿Quizás los Conejos podrían tomar algo de… holgura?" Dee pregunta, sonriendo y
entrelazando sus dedos frente a él. Parece un poco disgustado incluso por preguntar,
pero lo entiendo: mi familia está luchando por mantenerse al día.
"March", dice Raiden, chasqueando los dedos.
"Rab", dice el Rey.
Ambos Conejos se vuelven para mirarse, las orejas se mueven nerviosamente y

suspiran al unísono.
"Si insistes", dice March, y ambos adoptan sus formas bandersnatch, como dos
enormes lobos con pelaje marrón y blanco. Uno está rayado, el otro manchado. Sus
mandíbulas son lo suficientemente grandes para atrapar, sus garras lo suficientemente
afiladas para capturar. Y tienen esas colas de lobo largas e hinchadas. "Súbanse,
amores". March gira su enorme cabeza y le da a mi familia una sonrisa de bestia, todo
dientes y lengua.
"¡No hay manera de que me suba a la parte de atrás de esa... esa cosa!" Edith grita,
pero Tee ya la está agarrando por la cintura y levantándola. Intenta colocarla
amablemente sobre la espalda de Rab, pero ella pelea con él y termina tendida sobre
los enormes omóplatos de Rab.
"Vamos", dice Tee, mirando detrás de nosotros hacia la oscuridad. Fuera del
resplandor del hongo gigante, no puedo ver nada. Siento que deberíamos estar
celebrando que su maldición podría romperse, pero no lo sabremos con certeza hasta
la medianoche, ¿verdad? Además... supongo que primero deberíamos salir del bosque.

"Estoy de acuerdo", repite Dee, moviendo sus alas nerviosamente y levantando un
dedo.
"Estoy de acuerdo con su acuerdo", agrega Tee, ajustándose el sombrero.
"Y estoy de acuerdo con que él esté de acuerdo con el acuerdo", responde Chesh,
desapareciendo de nuevo a la vista. Él también cambia a su forma de gato grande, que
es aproximadamente tres cuartas partes del tamaño del bandersnatch, y hace un gesto
con la cabeza para que me suba.
Estoy demasiado cansada para discutir.
Monto al gatito y despegamos hacia el bosque.
Suena sucio, ¿no?
Hay cosas que viven en estos bosques que desafían los límites más grandes de la
imaginación. Los cerdos verdes que he visto antes, hurgando en busca de trufas y
hongos venenosos, y los hongos gigantes, pero hay pájaros de aspecto raído con sus
plumas pegadas por todos lados.
"Borogoves", gruñe Chesh debajo de mí, sus piernas se mueven como pistones bien
engrasados, sus músculos son gruesos debajo de su elegante abrigo blanco y negro.
"Ciertamente disfrutaría de un borogove23, si tuviera tiempo para atrapar uno". Él
chasquea las mandíbulas y deja escapar un ronroneo retumbante que vibra entre mis
muslos y me hace temblar.
"A mí me parecen cositas fibrosas y desagradables", le susurro, frotando sus orejas

peludas. Me da otro de esos deliciosos ronroneos gruñidos, y me doy cuenta de que
mejor me detengo o todo ese retumbar entre mis piernas me va a hacer cosas
inapropiadas.
"El León, Knave, y el Unicorneo estaban luchando por la corona," Lar murmura
mientras camina junto al Rey y el Sombrerero. "Cómo malinterpretamos esa pequeña
23
Un pájaro ficticio delgado y de aspecto andrajoso con sus plumas sobresaliendo por todos lados.

profecía". Levanta un dedo y suspira. "Aunque te he advertido una y otra vez, es mi
trabajo recitar, no descifrar".
"Haré un memorándum", dice Brennin arrastrando las palabras, estirando la mano

para ajustar su corona sobre su cabello rojo sangre, aunque no hace ningún
movimiento para hacerlo. Culo gracioso.
"Entonces, el León y el Unicornio estaban luchando por la corona, como en nombre

de, y no en busca de. Que desafortunado. ¿Crees que vivirán?" Lar mira al Rey, pero
no dice una palabra. ¿Quizás no lo sabe, o no le importa pensar en eso? Después de
todo, Knave y sus maridos están bastante literalmente arriesgando sus vidas para
dejarnos escapar.
Incluso si maldijo a los gemelos, son libres... ¿creo? Y de todos modos, su acto
desinteresado la ha redimido por completo a mis ojos. Bueno, sobre todo. Ella todavía
no puede ser la maldita Reina de Corazones, y... odio a Brennin, pero ... bueno,
supongo que me quedaré con él.
Gimo y apoyo la cabeza contra el cuello de Chesh, frotando mi mejilla contra su

sedoso pelaje.
"¿Estás bien, Allison?" Mamá susurra, agarrándose a la forma dormida de Edy

mientras Rab trota por el suelo del bosque con sus enormes patas. Papá está
acurrucando a Dinah y no parece que tenga la menor intención de dejarla ir. No es que
el gato se fuera, no con Chesh cerca. Parece tener afinidad por el gatito.
Levanto la cabeza para mirar a mi madre, forzando una sonrisa. Ella se está tomando
todo esto con calma. Quiero decir, toda mi familia lo está, pero ¿qué opción tienen?
"Estoy bien, mamá", le digo, y me aseguro de poner un poco de corazón en ello, para
que sepa que es verdad. Ahora que estoy de vuelta en Underland, solo puedo
preguntarme si he pasado toda mi vida conteniendo la respiración, si he pasado toda
mi vida con pulmones gritando, simplemente ahogándome, ahogándome,
ahogándome. Porque aquí, siento que puedo respirar por primera vez en la eternidad.
A veces, cuando leo un libro, me sumerjo tanto que cuando miro hacia arriba, tengo
que parpadear varias veces para recordar dónde estoy, quién soy, cómo es realmente
mi vida. Ha habido tantas veces que deseé no despertarme nunca, morir en un sueño
de palabras, oraciones, personajes y romances.

Y ahora lo estoy. Estoy aquí; esto está ocurriendo. Al menos ahora mi familia, incluso
si deciden regresar a casa, sabrán dónde estoy, que estoy a salvo y que nunca tuve la
intención de abandonarlos.
"¿Aquí es donde fuiste, cuando desapareciste?" pregunta después de unos momentos

más de silencio. Sé que mi papá y los nueve chicos están escuchando, así que no es el
mejor momento para una conversación sincera, pero no puedo dejar a mi mamá
colgando.
"Lo es," respondo, exhalando lentamente. "Y Brandon, bueno, el tipo con el que estás
montando, es el que lo mató".
"Órdenes del rey", repite Rab encogiendo sus enormes y musculosos hombros. El
movimiento despierta a Edy a empujones, pero ella solo mantiene sus ojos azules
enfocados en el bosque por delante.
"Disculpa, pero teníamos la impresión de que Conejo iba a asesinar a tu hija", dice el
Rey, claramente no emocionado de haber traído a mi familia conmigo. Sin embargo,
tendrá que superarlo. Lo siento, pero mi mamá tiene literalmente una tarjeta para salir
de la cárcel y no hay forma de que desperdicie esa oportunidad.
"¿Conejo?" Pregunta mamá, intercambiando una mirada con mi padre. Está tan sucio
y despeinado; No puedo imaginar el miedo que debe haber sentido al estar atrapado en
la mazmorra de los Diamantes durante tanto tiempo.
"Asesino, cambiaformas, mano derecha de reyes y reinas", responde el Duque, su voz

es un barítono resonante que toca todas las notas correctas para mí. Es glorioso a la
vista, como la pintura más fina o la estatua más detallada, una obra de arte destinada a
los ojos. Mío, y lo beben positivamente.
"¿Un asesino?" Mamá hace eco con los ojos muy abiertos.
"Los Clubs pensaron que iban a cazar furtivamente a Allison-quien-no-es-Alicia antes

de que ella se recuperara", dice Dee, estirando las alas por encima de su cabeza. "Lo
planeé con años de anticipación, también, antes de que el resto de los Espejos se
hicieran añicos. Sin duda, incluso si Brandon se hubiera pasado al lado del Caballero
Blanco, había otros asesinos esperando para matar a toda su familia".
"¿Cuántos de estos... espejos mágicos hay?" Pregunta mamá, su mirada se desliza

hacia el Duque. Ahora es él el que lleva el espejo.

"Uno", responde Tee en voz baja, y eso es lo último que alguien habla en bastante
tiempo. Creo que todos estamos agotados, preocupados, aterrorizados o alguna
combinación de ambos. Me pregunto si alguien más está caliente o si soy totalmente
inapropiada.
"Entonces, ¿rompemos en Potsville?" pregunta Raiden a March.
El bandersnatch marrón refunfuña a modo de aquiescencia.
"Dado que son los únicos dos imbéciles que saben cómo llegar al Fiesta Eterna del Té,
tendremos que seguir su ejemplo. Nos pones a tu merced, ¿no es así, Sombrerero?" el
Rey arrastra las palabras.
"Mi única preocupación es Alicia", dice Raiden, dándome una mirada que es a la vez
curiosidad y deseo. Parece que quiere tirarme y follarme aquí mismo. No puedo decir
que me oponga a la idea, siempre que sea en privado. Lo último que necesito es una
repetición de la mamada de Tee: sexo con una audiencia. No es lo mío, no cuando mi
familia forma parte de la audiencia. Asqueroso. "Pero si estás preocupado, por
supuesto, ve por un camino diferente".
Brennin Red frunce el ceño, pero no dice nada más cuando nos acercamos al borde del
bosque, el sol brilla en el horizonte. Las lunas dobles se han puesto y el resplandor
dorado de la mañana ilumina las colinas y los valles de un pequeño pueblo formado
por... teteras, tazas, platillos y vallas diseñadas con tenedores y cucharitas de postre.
"Santos jodidos Corazones", murmuro, con los ojos muy abiertos. Hay un enorme río
marrón que corre a lo largo de la ciudad y está humeando.
"Potsville", repite Raiden, ajustándose el sombrero de copa. "Alquilaremos algunas

habitaciones, reuniremos algunos suministros y reservaremos un ferry para mañana
por la mañana". Se lame el labio inferior mientras mira hacia la ciudad, como si
tuviera alguna otra agenda en mente.
"¿Por qué te ves tan jodidamente emocionado?" Me quejo, y Raiden mira por encima
del hombro para sonreírme, sus dos colmillos asomándose por el borde de su labio.
"Porque", comienza el Sombrerero, mientras mi padre se desliza de la espalda de

March y aterriza sobre sus pies. La Libre de March vuelve a su forma habitual y le
sonríe a su jefe. "Nos gusta apostar."

La ciudad de Potsville es muy peculiar, aunque debo admitir: estoy jodidamente
enamorada de ella. Huele a té negro recién hecho, y cada vez que una puerta se abre o
se cierra, es como escuchar el suave tintineo de las tazas Chinas en una fiesta de té.
Ni siquiera tengo que preguntar si todavía estamos en el Reino de los Diamantes: las
ollas, tazas y platillos están adornadas con formas de diamantes rojos, blancos y
negros. Caminos detrás de casas y tiendas, manteniendo un perfil algo discreto, y en
Underland, incluso un grupo de personas con orejas de conejo, alas de ángel y colas
de dragón no atraen mucha atención.
El Sombrerero nos lleva a una pila de tazas de té, como si una mano enorme en el
cielo hubiera amontonado sus platos durante semanas. Cada uno tiene una pequeña
ventana con cortinas con volantes, y el patio de enfrente es grande y está bien
cuidado. Un letrero de madera ondea en la brisa con las palabras The Scented Rush —
Bed and Breakfast pintadas a mano en el frente. Empuja la pequeña puerta para abrirla
con la palma abierta y se pavonea adentro como si fuera el dueño del lugar.
"Buenos días, Brebis", dice Raiden, caminando hasta la recepción y golpeando con su
bastón la encimera de madera. Una mujer con un gran broche de oveja en la parte
delantera de su vestido lo mira con grandes ojos marrones y la boca abierta. Tiene un
par de agujas de tejer en sus frágiles manos y, al principio, creo que ha atrapado el
hilo en su cabello blanco y rizado. Solo después de una inspección más profunda me
doy cuenta de que en realidad está tejiendo su propio cabello. "Necesitaré al menos
tres habitaciones para pasar la noche. Y si las demás no están vacíos, saca a tus
invitados a la calle".
"¿Qué carajo?" Murmuro mientras la anciana se pone de pie y casi derriba su taburete.
La habitación es pequeña pero acogedora, con paredes redondeadas de porcelana y
una escalera de horquillas. Paquetes secos de bolsitas de hojas de té cuelgan de la
barandilla de metal, dejando un agradable aroma a hierbas en el aire. Estoy tan
cansada en ese momento que podría acurrucarme en la alfombra de piel de
bandersnatch que cubre el piso de porcelana y quedarme dormida.
"Allison", susurra mamá, dándome un apretón en el hombro. Aunque realmente no sé

qué decirle, excepto que copiar lo que dijo Rab: bienvenida al puto Underland.

"Jefe", murmura el posadero, sacando varias llaves gruesas de hierro. Para evitar que
los duendes las roben, ¿recuerdas? "Tenemos algunos invitados esta noche, pero me
aseguraré de que salgan dentro de una hora". Raiden toma las llaves y comienza a
darse la vuelta cuando Brebis lo llama. "Ah, y el último envío está listo, pensé que te
gustaría saberlo. Has estado... incomunicable durante algunos días".
El Sombrerero Loco simplemente sonríe y se da la vuelta, se dirige a la escalera y

luego se detiene en la parte inferior para sostener dos de las llaves. La tercera se la
guarda para sí mismo.
"March, asegura el pasaje en el ferry para mañana. Descansen, coman y prepárense

para moverse. Su Majestad, ¿cree que podrá encargarse de mantener a Alicia a salvo
para mí mientras hago… arreglos?"
"Creo que si me vuelves a hacer una pregunta tan insultante, te negaré lo que buscas".
Brennin da un paso adelante, arrebata una llave de la mano de Raiden y se desnuda el
cuello. El resto de nosotros miramos en silencio mientras Raiden abre la boca,
muestra los dientes y muerde. La sangría es rápida e indolora, pero no puedo evitar
sentir que estoy viendo algo que sería mejor a puertas cerradas.
El Sombrerero Loco retrocede y se limpia la sangre de los labios sonrientes.
"Vamos", dice Brennin mientras toma mi mano, la agarra con su puño enguantado y
comienza a arrastrarme escaleras arriba. El Duque está justo detrás de mí, instándome,
y apenas logro hacer contacto visual con Tee. Toma la última llave y envía a mi
familia por las escaleras de metal antes que él.
Mierda, no sé qué haría sin él.
Sin ninguno de ellos, de verdad.
Creo que acabo de arruinarme de seis maneras hasta el Domingo porque estoy
empezando a encariñarme. Estaba apegada a Fred; Lo amaba más que a nada. Y sé lo
que le pasa al corazón cuando ese amor es arrancado, cuando ese apego se rompe
como un hueso.
El alma se desangra hasta morir.

Hay una oruga en mi nariz, arrugada como un gusano. Tiene el pelaje de un percal y
seis pares de ojos negros simples. Cuando abro mis propios ojos y lo veo siseando,
casi pierdo la mierda y el pánico, me incorporo a una posición sentada y golpeo a la
pequeña criatura en mi regazo.
"Vaya, es sólo una pequeña oruga", dice Lar, recogiendo el insecto entre dos dedos
largos. Lo coloca en el alféizar de la ventana, lo golpea con el dedo y dos alas azules y
negras brillantes brotan de su espalda. Despega hacia el aire fresco de la tarde
mientras parpadeo y me despierto por completo. Solo estamos él y yo despiertos ahora
mismo; el gato de Cheshire duerme en una bola de gatito junto a Dinah, en la otomana
blanca junto a la puerta. Su tela brilla con los últimos rayos del sol, casi como un... oh,
no, espera, es un terrón de azúcar gigante.
En el suelo, acurrucado en una colcha de colores, está el Duque, moviendo la cola

suavemente. Y en la cama gemela junto a la mía, duerme el Rey. Extiendo la mano y
froto mi cabello enmarañado con la palma de mi mano mientras Lar coloca el bolso
que Tee empacó para mí en el extremo de la cama. Casi había olvidado su existencia
ya que Tee lo ha estado cargando todo este tiempo. Debió de dejarlo después de que
me durmiera.
"¿Puedo abrirlo?" Lar pregunta, y asiento con la cabeza, mirando mientras saca un
cepillo plateado y se mueve para sentarse a mi lado. Me deslizo hacia adelante y él
toma una posición en las almohadas conmigo entre sus piernas, aun parpadeando más
allá del sueño y tratando de recordar cuándo y cómo me desmayé en primer lugar.
Lar toma mi cabello con manos suaves y comienza a cepillarlo, tarareando una
canción en voz baja que se siente vagamente reconocible. Cuando canta algunas de las
palabras, lo reconozco como la misma melodía con la que iba a bailar en el Baile de
Corazones Rotos y Tartas Robadas.
'''¿Marcharás un poco más rápido?', Dijo una Alicia a un rey, 'Hay una Morsa detrás
de nosotros, y está pisando mi victoria'. ¡Mira con qué entusiasmo avanzan los
monstruos y los soldados! Están esperando la señal, ¿tomarás una posición de
pelea?"
Cierro los ojos y disfruto de la música por un momento.
"¿Mis padres y mi hermana están con los gemelos?"

"Y con el Conejo Blanco", responde Lar, su voz tiene una calma reconfortante en un
mar de locura. Siento que necesito este momento, o explotaré en un millón de
pedazos, loca como el maldito Sombrerero. Fuera del juego, ¡qué tontería! Será mejor
que no lo estén. Y él y la Liebre de March... seguramente será mejor que no estén
entreteniendo a amigas. Oye, al menos sé que no hay burdeles, ¿verdad?
Corazones en las cartas, odio lo jodidamente celosa que estoy.
"Están en el suelo justo encima de nosotros; están a salvo". Asiento con la cabeza, y
aunque me siento culpable por ello, ¿estoy un poco feliz de tener un descanso de
ellos? No sé qué decir, qué hacer, cómo actuar. Es como... ahora no soy tanto Allison
como Alicia. "¿Quieres un poco de té después de que te arregle el cabello?"
"No tienes que arreglar mi cabello en absoluto", digo, pero mis ojos ya se están
cerrando, y se siente muy bien tener sus dedos masajeando mi cuero cabelludo y
resolviendo todos los nudos. "No importa, tacha eso. Sigue haciendo lo que estás
haciendo". Lar se ríe, abanicando sus alas suavemente y provocándome con una brisa
perfumada de arándanos y tabaco. "Mi cuerpo se siente como un nudo gigante".
"El precio que pagamos por la gran magia", dice, tarareando un poco más de la
canción en voz baja. "Me sorprende que hayas llegado tan lejos, después de todo eso.
La Tortuga Fasa y el Grifo... eran muy viejos, muy poderosos, muy locos". Lar hace
una pausa y mueve sus manos a mis hombros, amasando mi carne con grandes y
poderosos movimientos de sus dedos. Es mucho más fuerte de lo que parece. A
primera vista, tiene este tipo de personalidad de mago y erudito, pero imagino que
podría golpear a un hombre con un golpe muy cuidadosamente dirigido con sus
nudillos anillados. "Si quieres sumergirte, puedo prepararte un baño".
"¿Sumergirme?" Pregunto, y él se ríe de nuevo. "¿Como una maldita bolsita de té?"
"Te gustan las bolsitas de té, ¿verdad?" Lar pregunta, y hay una nota de picardía en su
voz que hace que la posición en la que estamos sentados cambie de agradable a...
agradablemente incómoda. Mi cuerpo se anima ante la idea de darse la vuelta y
besarlo, viendo cómo podría desarrollarse esa escena carnal en sus alas. Sin embargo,
imagino que debería darme un baño y cambiarme de ropa. Tee, al menos, en su
infinita previsión, me trajo algunas.
Pero el resto de mi familia probablemente todavía estén cubiertos de una costra del
Espejo, sangre y paja sucia de las mazmorras. Todos necesitamos baños y ropa, y lo
más importante: necesito algo de comida.

"No estoy segura de si alguna vez he experimentado realmente con las bolsas de té",
digo arrastrando las palabras, burlándome de Lar mientras lo miro con coquetería por
encima del hombro. Si no está familiarizado con la jerga, las bolsitas de té son
cuando... bueno, ¿saben cómo sumergir una bolsita de té en una taza de agua caliente?
Bueno, la bolsita de té es un eufemismo para los testículos y la taza de agua caliente
es, como, tu boca. "Nunca he estado con un chico con el que me hubiera gustado
intentarlo".
"Qué vergüenza", susurra Lar, soltando mi cabello. Me levanto y me estiro con un

gemido, sintiendo cada músculo de mi cuerpo gritar en protesta. Me duele tanto que
probablemente podría empezar a nombrar músculos que ni siquiera sabía que tenía,
tan intensamente los siento. "Avísame si cambias de opinión al respecto".
Le doy un vistazo y luego abro la puerta del baño, la totalidad del cual está contenido
en la gruesa asa de la taza de té. Tengo que agacharme para entrar por la pequeña
puerta, pero cuando me levanto, me sorprende gratamente encontrar una bañera con
patas, un pequeño lavabo de porcelana y un inodoro. El agua dentro de la taza del
inodoro está humeando y huele a Earl Grey, pero la tomaré. Hago pis lo más rápido
que puedo, me ruborizo y me agacho para arrastrarme hasta el dormitorio.
El sol se está poniendo, pero me muero de hambre. Me pregunto si una ciudad de este
tamaño tiene un lugar para comer. Un restaurante, una panadería, un café, no soy
exigente: diablos, iré a una carnicería si es necesario. Mi estómago gruñe y pongo mi
palma sobre ella para calmarla. Si voy a vivir en Underland el resto de mi vida
natural, es mejor que me acostumbre aquí. No hay hamburguesas de comida rápida
para llevar, así que tendré que conformarme con lo que se ofrece.
"¿Hay algún lugar donde podamos comer algo?" Pregunto, mirando dentro de mi
cartera y sacando una camiseta sin mangas negra que dice Pueblo de Bruja, junto con
un sujetador nuevo, bragas y una falda a cuadros en blanco y negro.
"No conozco bien la ciudad", dice Lar, acercándose a la mesa decorativa cerca de la
ventana y abriendo un mapa. "Pero esto debería ayudar". Poniéndome a su lado con
mi ropa agarrada en mis brazos, miro el folleto doblado hecho de pergamino. Hay
dibujos a tinta de varios lugares en el área inmediata, con pequeños letreros
intermitentes encima de cada uno, anunciando sus productos. Es un poco extraño ver
la hoja de papel de aspecto medieval con sus colores neón y luces parpadeantes.
Magia. "Hay una panadería de veinticinco horas", dice la Oruga, dando golpecitos en
el mapa con el dedo. "Tienen pasteles de carne, dice".
"¿Cómo puede una panadería estar abierta veinticinco horas si solo hay veinticuatro
horas en un día?" Le pregunto, y Lar me sonríe, con esta pequeña media sonrisa

desconcertada que dice que está pensando en cientos de cosas que no se molesta en
decir. Eso me intriga. Eso, y sus piercings en los pezones en forma de llave, sus
visiones, su magia. Quiero saber más.
"Solo están abiertos durante veinticinco horas a la vez, y luego cierran por un período
de tiempo indeterminado antes de volver a abrir".
"Eso no tiene ningún sentido", digo mientras Lar cierra suavemente el mapa, doblando
sus alas detrás de su espalda al mismo tiempo.
"No es necesario", me dice, mirando hacia arriba, el cabello rubio azulado cayendo
sobre su frente pálida. "Sunshine, algunas cosas son simplemente… divertidas.
Relájate un poco." Lar da un paso atrás y se vuelve hacia la extraña y pequeña puerta
que conduce al baño. Como la manija se conecta a la taza de té tanto en la parte
inferior como en la superior, en realidad hay dos puertas que conducen al interior,
aunque no puedo imaginar a ninguna persona cuerda usando la superior. De ninguna
maldita manera. "Te prepararé un baño y te dejaré remojar esos músculos".
Se apretuja contra la puerta inferior, arrastrando sus alas contra las paredes y el techo,
y dejando un rastro de brillo detrás.
"Solo por diversión, ¿eh?" Le pregunto, pero es difícil pensar en la diversión como
algo que no sea extravagante mientras hay una guerra. Con un encogimiento de
hombros y un suspiro, sigo a Lar y me esfuerzo mucho por no pensar en lo que voy a
decirle a mi familia la próxima vez que los vea.
La panadería se conoce como Pan-y-Mariposa, un aplauso muy inteligente y lento

para ellos, y no está muy lejos, ubicada dentro de una vieja tetera plateada con vapor
saliendo por el pico. El paseo vespertino es bastante agradable... o lo sería si no fuera
por las jodidas flores.
"Cuando la Morsa y el Carpintero se apoderen de este bosque", comenta una no tan

tímida margarita mientras pasamos, "me imagino que el paisaje se irá al infierno en
una canasta".

"Bueno, ciertamente el paisaje de alguien ya se ha ido al infierno ", dice una espuela
púrpura, agitando sus pétalos en mi dirección. Estoy usando ropa interior esta vez,
para que puedan irse a la mierda. "¡Puedo ver pequeños pelos en la parte interna de
los muslos! ¡Mira, hay uno ahí mismo!" chilla, señalando con una delicada hoja verde.
"Sabes que cuando podas tus partes traviesas, también debes encerar allí, ¿verdad?
No aguantaría a un hombre con un solo pelo en sus bolas. ¿Lo harías, Daisy?"
"Ciertamente no lo haría" responde la margarita, agitando pequeños pétalos blancos

hacia mí mientras camino con mi hermana y mis padres. Qué hermosa conversación,
una discusión sobre los pocos pelos que tengo en la parte interna de mis muslos.
Gracias, señoras, por hacerme sentir hermosa hoy.
"Bueno, no soy un hombre, y no pedí tu opinión", gruñí, agachándome y arrancando

un montón de ellas por los tallos. Gritos y aullidos acompañan el movimiento, y
varios duendes se dispersan, dejándome con un ramo de flores sangrantes que le
entrego a Lar.
"¿Esto es para mí?" pregunta, sonriendo mientras me lo quita de los dedos. Nuestras
manos se rozan y terminamos mirándonos el uno al otro por mucho más tiempo del
necesario. Cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo, me aparto y me apresuro
hacia la puerta principal de la panadería, manteniéndola abierta para que mi familia y
los gemelos pasen adentro.
Muy segura de que todos están en estado de shock de algún tipo. Solo espero que no
los maten. Quiero decir, supongo que si se desmayan, y creo que sus vidas están en
peligro, puedo arrebatarle un poco de sangre de vampiro a mi amante de veintiocho
años. No estoy segura de que sobrevivan al trauma de eso, pero, ya sabes, es una
opción.
Dentro del Pan-y-Mariposa, es absolutamente adorable. Hay una estación de té de

servicio completo (por supuesto) y mostradores hechos de azulejos relucientes en todo
tipo de colores. Las paredes están pintadas con escenas fantásticas de Wonderland,
definitivamente no de Underland porque hay un texto que dice Antes del Riving, y
candelabros hechos de flores cristalizadas. Pequeñas campanillas tintinean cuando
entramos, y mi nariz hace cosquillas con los aromas polvorientos del azúcar, la
levadura y la harina.
"¿Podrías hacer un pedido para nosotros?" Le pregunto a Lar, notando que mi

hermana todavía está acobardada, mi padre está boquiabierto y mi madre me mira
fijamente, con la cara de piedra. "No sabría qué conseguir de todos modos". Lar
asiente y comienza a alejarse cuando extiendo la mano y agarro su brazo. Él mira
hacia abajo a mis dedos, curvándose alrededor de su hermoso bíceps desnudo, su

chaqueta roja todavía colgando de sus hombros como si estuviera cubierta allí, y me
sonríe. "Sin té potenciado", le advierto, pero todo lo que hace es guiñar un ojo.
Idiota.
"Lo vigilaré", dice Tee, exhalando bruscamente. Recuerdo lo que dijo una vez sobre
ser un adicto al té, y me pregunto sobre eso. Pero lo mencionará cuando esté listo. Así
que extiendo la mano y les doy a él y a Dee un pequeño masaje en sus alas.
Tweedledum baja la mirada a mi mano y luego vuelve a mirarme a la cara. "No
termina hasta que termina", susurra, y sé que tanto él como Dee están esperando la
medianoche con mariposas en la panza.
"La maldición está rota; Puedo sentirlo", dice Dee, pero su optimismo solo parece
molestar a su gemelo. "Tú también lo sabes. Simplemente le gusta ver su vaso medio
vacío, es cierto".
"No es así". Tee declara, moviéndose un poco para estudiar el tablero del menú. "Soy
simplemente práctico".
"Pesimista", corrige Dee, levantando un dedo, los ojos color zafiro brillando. "No hay
nada de malo en eso, así es como eres".
"Me cortaron el ala hoy", gruñe Tee, exhalando bruscamente y mirando a su hermano.
"¿Puedes dejarme un poco de holgura, por favor?"
"En realidad", continúa su gemelo, metiendo las manos en los bolsillos. "Eso fue
anoche."
"Era pasada la medianoche, lo que significa que era hoy. Aún no es medianoche".
"Hoy implica después de que se hayan puesto las lunas y salido el sol. Están todos
retorcidos, al revés". Dee se inclina con complicidad hacia mí y me besa en la mejilla.
"No sabe lo que dice".
"Por el contrario", dice Tee, y entran en otra de sus batallas verbales de gemelos.
Decido dejarlos en ello, dirigiéndome a una mesa en la esquina para sentarme; mi

familia hace lo mismo.
Lo que sucede a continuación es el momento más incómodo de toda mi vida. Pensé

que fue cuando mi papá se acercó a mí y a los gemelos, pero... bueno, ese no era mi

papá, ¿verdad? Ese era el Conejo Negro cuyo rostro perseguirá mis pesadillas durante
los próximos años. Y de todos modos, esto es peor. Esto es infinitamente peor.
"Estamos teniendo un engaño grupal", dice Edith, mirando entre mis dos padres. Ella
es la única de nosotros que se negó a bañarse antes de dejar el Scented Rush, así que
huele jodidamente horrible, y su cabello rubio es una estera enredada, pero no parece
importarle. "Eso puede suceder, ya sabes, como... como si el agua está envenenada o
si algunos productos químicos tóxicos entran en el aire".
"Esto no es una ilusión, Edith", dice mi madre con calma, mirando a su hija menor.
¿Cómo hago para decirles a ella y a papá que su hija mayor es una pesadilla no
muerta? Mierda, ¿quizás eso es algo que nunca debería compartir? Si, no. En este
momento, al mirar sus rostros asustados y confusos, sé que no lo haré.
Me llevaré ese secreto a la tumba.
"¡¿Cómo sabes eso?!" Edith chilla, sus hombros temblando con nuevos sollozos.
Mirándola ahora, ya sé algo que debería haber descubierto antes incluso de traerla
aquí: Edy nunca será feliz en Underland. Mierda. Mirándola ahora, me siento como
una idiota egoísta. Me dije a mí misma que la iba a traer aquí para protegerla, pero
¿tal vez no era eso en absoluto? ¿Quizás la traje aquí porque aquí es donde quiero
estar, y ella es mi hermana, y no podría imaginar la vida sin ella?
Ese espejo... no se puede romper.
Ahora, en la mesa de al lado, Tee y Dee se mueven incómodos y me lanzan un par de

miradas comprensivas. Sus alas son gloriosas y llenas, franjas de plumas oscuras
salpicadas de color. La maldición de Knave se ha ido (probablemente), y ni siquiera
puedo disfrutarla porque estoy sentada aquí atrapada en una pesadilla familiar que yo
misma he creado.
"Edith, vives y respiras la realidad en la que estás", dice mamá con calma,
extendiendo la mano para tomar la mano de mi hermana, pero Edy la tira hacia atrás y
la acuna contra su pecho como si la hubieran mordido, como si las palabras de mi
madre la hubieran abofeteado duro en la cara. "Es la única pesadilla de la que no
puedes despertarte". Hannah exhala y me mira; Apenas puedo mirarla a los ojos.
"Cuando Fred murió, deseé, oré, soñé y grité hasta que me desmayé, pero cuando
desperté, todavía existía en esa misma y horrible realidad. Así es la vida."
"Eres tan jodidamente mala", gruñe Edith, y puedo ver con tanta claridad en ese
momento que solo tiene dieciséis años, que es joven de corazón, que está cansada y

temerosa del mundo que la rodea. No, Edith tiene que volver a través del Espejo tan
pronto como sea seguro para ella.
Lar se acerca a la mesa con una olla humeante de... algo y un puñado de tazas de té.
"Chocolate caliente", dice, pasando las tazas y dejando la olla en el centro de la mesa.
"Y les he pedido a todos pasteles de carne jubjub con pastel de ciruelas como postre".
"¿Qué diablos es un jubjub?" Edith espeta, pero Lar solo la mira como si ella fuera la
loca en esta fiesta del té.
"Sabes, tu hermana luchó con todo lo que tenía para regresar. ¿Lo sabes? Estaba
dispuesta a arriesgar la corona y el reino para asegurarse de que no te sintieras
abandonada". Lar se inclina y pone las palmas de las manos sobre la mesa, el único
pendiente que le queda se balancea con el movimiento. "No seas una maldita
mocosa".
Se va de nuevo a buscar los pasteles, mientras que Edith se queda sentada allí,
completamente estupefacta.
"Gracias por venir a buscarme", dice Hannah, mirándome con esos familiares ojos
azules suyos. "Estaba dispuesta a pagar por lo que hice, pero... prefiero estar aquí
contigo".
"Incluso en Underland" susurro, sintiendo que mis mejillas se sonrojan cuando mi

madre extiende la mano para cepillar algunos cabellos sueltos detrás de mí oreja. Se
detiene un momento para tocar algunas de las hebras de colores del arco iris.
"Incluso en Underland... donde sea que Underland pueda estar". Mira a mi padre, que
se ve sustancialmente mejor ahora que se ha duchado y cambiado de ropa. El
posadero les trajo a los tres miembros de mi familia artículos frescos para usar y los
dejó en pilas afuera de su puerta. Papá se ve un poco raro con pantalones ajustados y
una camisa blanca con volantes, muy parecida a la que lleva el Duque, pero de todos
modos es guapo.
"Siento que te hayan metido en esto", le digo, alcanzando la olla y sirviendo una
ronda de chocolate caliente para toda la mesa. Hay una taza de té adicional llena de
malvaviscos en forma de nubes. Dejo uno en mi bebida y se derrite de inmediato,
nubes blancas de cúmulos subiendo de mi taza y disipándose en el aire cálido de la
panadería. "Esta es la basura del linaje de sangre Liddell que nos perseguirá a todos".

Papá sonríe y rodea la taza de té con las manos. Después de un momento, él mismo
busca algunos malvaviscos.
"Cuando tomé el apellido de tu madre", comienza, y mi corazón se llena de orgullo.

¡Toma eso patriarcado! "Sabía que me iba a casar con algo interesante. Pensé que iba
a terminar siendo escandalosos secretos familiares de los años cincuenta o algo así,
pero... esto tiene cierto sentido".
"No veo cómo todos ustedes pueden simplemente sentarse allí y reír", dice Edith,
negándose a tocar su chocolate.
"¿Prefieres que nos sentemos aquí y lloremos?" Mamá replica. El silencio reina sobre
nuestra mesa por un momento, pero esta vez es mucho menos incómodo. Lar vuelve a
la mesa primero con nuestros pasteles de carne y luego con grandes y jugosas
rebanadas de pastel de ciruelas que huelen a frutos secos y especias. Blandió los
platos como un artista de circo, haciéndolos girar sobre la mesa hasta que aterrizan.
"El postre siempre se encuentra a la derecha del plato principal, las bebidas calientes
arriba y las bebidas frías a la izquierda". Lar se va por última vez y regresa con una
jarra de agua helada, una que está llena de docenas de flores de colores que provocan
el líquido con un aroma dulce y floral. "¿Hay algo más que pueda ofrecerte,
Sunshine?"
"Nada", susurro, sintiendo mis mejillas calentarse. "Y gracias."
Lar se va para sentarse con los gemelos mientras mi madre se acerca y me da un

apretón en la mano.
"Alguien está un poco enamorada. He podido reconocer esa cara en ti desde que tenías
ocho años".
"¡Mamá!" Hago un chasquido, recogiendo el pastel de carne y negándome a pensar en

ese pájaro monstruo gigante escupiendo seda de araña mientras doy mi primer
bocado. "Es bueno saber que puedes avergonzarme a ambos lados del Espejo".
"Hablando de eso", continúa Hannah, mientras papá toma un trozo experimental de

pastel de ciruelas. "Si tu padre y tu hermana quieren volver..."
"Hannah", comienza papá, pero ella evita que termine la oración levantando la mano.
Sus ojos azules se clavaron en los míos.
"¿Que necesitamos hacer?"

"Tú, nada", le digo con una media sonrisa sardónica, levantando la mirada para mirar
entre ella y papá. "Yo, tengo una guerra que ganar. "
"Quédate en la habitación con nosotros", dice mamá, después del juego Jacks de estilo
vintage. El Conejo Blanco fuma un puro que huele a fresas y nos mira, con las orejas
blancas girando sobre su cabeza. Dee, él también juega, y es muy bueno en eso.
"Duerme aquí esta noche, Allison. Puedes compartir la cama con tu hermana".
Tan atractivo como eso suena… Pienso, pero no quiero ser grosera en voz alta.
"Apuesto a que Allison-quien-no-es-Alicia tiene mucho trabajo que hacer esta noche",
dice Dee, doblando sus alas con fuerza contra su espalda mientras lanza la pequeña
bola con dibujos de arlequín en blanco y negro, y agarra las diez jacks de una vez.
Sonríe grandemente cuando la pelota rebota en la superficie de la mesa. "Pero no te
preocupes: me quedaré aquí contigo y te contaré sobre el juego jacks". ¿Sabías que en
algunos círculos se llama nudillos? Originalmente jugado con huesos de oveja".
"Eso es morboso", resopla Edith, sentada en una de las camas, con los brazos
alrededor de sus piernas para que sea tan pequeña y redonda como la pelota de
arlequín. Esta habitación tiene cuatro camas, en lugar de dos. Tee está descansando
sobre una, sosteniendo su ala derecha en su regazo y acariciando sus dedos sobre las
plumas. Nunca olvidaré lo que vi anoche; Nunca olvidaré que casi lo pierdo.
"Realmente debería irme", digo, sintiendo que la fatiga me invade. Dormir junto a
Edith suena tan atractivo como acurrucarse junto a una de esas malhumoradas orugas.
Eso, y me gustaría al menos hablar con el Rey sobre nuestros planes para los
próximos días. Además, me está matando la curiosidad: ¿dónde escondieron la otra
mitad de ese maldito Espejo? "Dee tiene razón". Me levanto y le doy un abrazo a mi
papá, un beso a mi mamá. En Edith, simplemente me detengo junto a la cama hasta
que finalmente me mira. "Te llevaré a casa, Edy".
"Claro, Sonny", dice, mirando a otro lado con brusquedad. "Claro que lo harás." Pero
cuanto más niega mi capacidad para cumplir mi palabra, más pone los ojos en blanco
y actúa como si fuera una idiota, más decidida estoy de hacerlo. No dejes que nadie te
diga que el odio no puede motivar. Quiero decir, no odio a Edy, pero su actitud apesta.

Dee atrapa la pelota que rebota, se pone de pie y raspa las patas de madera de su
taburete por el piso de porcelana. Su cabello azul y negro capta la luz de las lámparas
de gas, y sus ojos lucen como dos joyas de zafiro en ese hermoso rostro. Sonríe a mis
padres, se quita el sombrero y luego pasa su brazo por el mío. Al pasar junto a Tee, le
doy la sonrisa más dulce que puedo esbozar.
"Me alegro de que estés bien", le digo, y abre la boca para decirme algo, haciendo una
pausa cuando se da cuenta de que mis padres nos están mirando. Realmente no me
han preguntado por mi pequeño harén y no estoy del todo lista para hablar de eso.
Suena agotador y estoy más que agotada.
"Me alegro de que estés bien también". Se acerca y toca mi mano, y le doy un
pequeño apretón a sus dedos. Dee me lleva al pasillo, cierra la puerta detrás de
nosotros y la cierra con llave de hierro.
"¿Estás bien?" Pregunto mientras Dee se da la vuelta y me mira con una ceja oscura.
Se ajusta la gorra de nuevo, un hábito nervioso al que ambos gemelos parecen
someterse. "Quiero decir, viste cómo le cortaban el ala a tu hermano. Eso debe ser
bastante horrible". Me mira fijamente durante un largo momento con esos ojos
grandes y hermosos, su aroma de aire limpio se mezcla con las mezclas de té de
hierbas que se elevan desde el vestíbulo.
"No es la primera vez que veo algo así", susurra, metiendo los dedos en los bolsillos
de su chaqueta militar roja. Sus ojos se oscurecen con recuerdos que no sabe que yo
conozco. Se sientan dentro de mí como sombras, girando y tapando el sol. Solo puedo
imaginar lo que debe haber sido vivirlo realmente.
"Recuerdas cuando me dijiste que pusiera mi mano en tu pecho y..." Dee levanta la
cabeza y sonríe, y yo dejo de hablar, mis mejillas se sonrojan ligeramente. Por
supuesto que recuerda. Con suerte, nunca lo olvidará. Sé que recordaré esa noche el
resto de mi vida. "Vi... bueno, vi algo más".
"¿Algo más?" pregunta, dando un paso hacia mí. Retrocedo hasta que mi cuerpo está
presionado contra la barandilla de metal. Dee enrolla sus alas a mí alrededor y me
empuja hacia adelante unos centímetros, deslizando sus manos alrededor de mi cintura
y acercándome. "¿Qué más, Allison-quien-no-es-Alicia?"
Cerrando los ojos, respiro profundamente y luego apoyo la mejilla contra su cálido
pecho, escuchando los latidos de su corazón. Él es el único en este grupo además de
Chesh que podría describir como descarado o divertido o juguetón; se siente bien estar
cerca de él, ligero, casi despreocupado. Casi. Hay una oscuridad dentro de

Tweedledee que tardará años en sanar, pero está bien, porque yo también tengo mi
propia oscuridad.
"Puedes llamarme... Alicia, si quieres."
"¿O Allison?" pregunta, y yo me encojo de hombros. Realmente ya no me importa.
"No tiene sentido volver al ayer, porque yo era una persona diferente entonces, y
ahora no sirve de nada pretender ser dos personas. Bueno, apenas tengo lo suficiente
para ser una persona respetable".
"Creo que hay más que suficiente para hacer una docena de personas respetables",
dice mientras me inclino hacia atrás y levanto la barbilla, mirando esos gloriosos ojos
en tonos de joyas. "O incluso una docena de panaderos, en realidad, que no es una
docena en absoluto, ya que a menudo se considera que significa trece".
Mis labios se contraen en una sonrisa por sí mismos.
"Dee, justo antes de que tuviéramos sexo por primera vez..." Dejo caer la mirada y
recojo las charreteras de sus hombros, jugando con el flequillo. "Vi en tus recuerdos".
Se pone rígido y lo miro para ver si me he sobrepasado. Solo que se ve triste, y
cuando se ve triste, se parece a Tee. Por el contrario, cuando Tee se ve feliz, se parece
a Dee. Dos hermanos, cada mitad de una moneda. "La noche que mataron a tu madre,
vi a los soldados de cartas trepando por las paredes de tu torre..."
Dee exhala y deja caer la cabeza hacia atrás, pero su gorra con visera no va a ninguna
parte, otro elemento escrito para quedarse. Alzando una mano, toco mi corona y
pienso en lo que realmente significa convertirse en la Reina de Corazones, heredar un
reino y un legado empapado en sangre. Sin embargo, quedarme en Potsville me ha
dado una perspectiva interesante. Esta noche me senté en una panadería y comí una
rebanada húmeda de pastel de ciruela que olía a jengibre, cáscara de naranja confitada
y brandy. Vi a un par de niños jugar dominó y, al salir, el comerciante les regaló
fresas cubiertas de chocolate.
Este es el Underland que no he visto lo suficiente, gente normal haciendo cosas

normales.
Estas son las personas por las que estoy luchando, ¿no es así?
"Siento que tuvieras que ver eso", susurra Dee, sus ojos color zafiro oscuros y llenos
de sombras. "Esa fue la peor noche de mi vida, pero la mejor parte de la peor noche de
tu vida es que cada noche después se siente como una bendición". El joven príncipe

ángel toma mi rostro con ambas manos, se inclina y deja que su aliento recorra mis
labios por un momento. "Cada beso después de la peor noche de tu vida se siente tan
bien como Knave rompiendo esa maldita maldición".
Me pongo de puntillas y cierro el espacio entre nosotros, besándolo, dejando que todo
el sentimiento que tengo en mi cuerpo fluya por mis labios. Dee me abraza con sus
brazos y sus alas, apretándome con fuerza y probándome lentamente. Sabe a chocolate
caliente y me pregunto si yo también. Dejo que mis dedos exploren sus alas, su
cabello sedoso, empujando su gorra juguetonamente hacia adelante hasta que esconde
sus ojos. Dee se ríe y el sonido se apodera de todo mi cuerpo, aligerando mi estado de
ánimo en una buena docena de tonos. Quizás una docena de panaderos, de verdad.
"Huyendo de la Morsa y el Carpintero, y todavía tenemos tiempo para besarnos como

adolescentes", susurro, y Dee sonríe.
"Tú tienes dieciocho años y yo diecinueve, así que ciertamente ambos somos
considerados adolescentes". Hace una pausa y levanta los ojos al techo pensativo.
"Pero si crees que estamos huyendo, estás equivocada. No estamos corriendo; estamos
siendo cautelosos. Reunirse con el ejército, encontrar consuelo en un espacio seguro,
averiguar quién es leal y de quién debe rodar la cabeza, eso es lo que estamos
haciendo". Leal. Como el León, Knave y el Unicornio. Espero que estén todos bien;
También necesito una oportunidad para demostrar mi valía ante Inés. Si muere con
todo ese desdén por mí, me molestará el resto de mi vida.
"¿Crees que podemos ganar?" Pregunto, y Dee me sonríe, aunque esta vez es una
sonrisa diferente. No es tonto, ni tonto ni divertido, hay esperanza enterrada allí.
"Lo he sabido desde el día que te conocí, Alicia. Solo recuerda eso: creo en ti". Dee
me besa de nuevo, lento y suave, y cuando el reloj del vestíbulo marca la medianoche,
ambos nos congelamos. Pero esta vez, no hay cadenas, ni pliegues de sus alas, ni
control de su magia. Somos solo yo, y un niño ángel, y un beso que recordaré para
siempre.

5
“monstrous fabulosos”
El Rey de Corazones está en el baño cuando vuelvo a mi habitación, dejando a Dee a
regañadientes en la puerta con un beso que perdura como el rocío de la mañana.
Podría besarlo para siempre y no cansarme nunca.
"¿Nunca pensaste en cerrar la puerta?" Pregunto mientras me quedo ahí y miro hacia
la extraña puerta superior del baño con manija de la taza de té. Brennin Red se
presenta en un baño de té humeante, desnudo y glorioso, más allá de la confianza en sí
mismo en su apariencia. Sus mejores partes están ocultas por el agua, pero puedo ver
la extensión plana de su pecho, sus hombros musculosos, sus hermosos brazos… y sus
palmas, rojas como la sangre.
"¿Por qué debería? Solo mi adivino tiene una llave, mi reina tiene mi corazón y yo
comparto la habitación con dos gatos infernales". Da golpecitos con los dedos en el
borde de la bañera mientras entrecierro los ojos.
"¿Qué quieres decir sobre que tienes mi corazón? Cada uno de nosotros solo tiene
uno, ¿sabes?"
"Soy el Rey de Corazones, Su Majestad. Me refiero a lo que digo." Me sonríe,

haciendo referencia a nuestra pequeña conversación en el estudio de mamá. Menos
mal que nunca tendrá que saber que tuve mi primera doble penetración en su oficina.
Miro hacia atrás y encuentro al Duque mirándome, acostado en su lado de la cama,
balanceando la cola perezosamente. La Oruga está sentada en la ventana abierta, con
una pierna colgando, fumando su pipa de cristal de seta venenosa.
"North."
"Duquesa", responde el duque, y levanto una ceja porque el maldito gato de Cheshire
le ha dado la idea, y dudo que me llame mucho más en este momento.
"¿Se puede realmente ser una duquesa y una reina?" Bromeo, alejándome del baño
para sentarme en la cama junto a Dinah y Chesh. Este último se arrastra a mi regazo...
y luego cambia a forma humana, acariciando un lugar que ya es bastante sensible por
mi sesión de besos con Dee. Acaricio su cabeza y juguetonamente meto mis dedos en
las presillas plateadas de sus aretes.

"Uno puede ser una duquesa y que luego se convierte en reina. Primero fuiste mi
compañera y luego te enfrentaste al Rey, así que eso significa que has mejorado de
estatus". North balancea las piernas sobre el borde del colchón y se inclina sobre el
espacio entre las dos camas. Se mueve para besarme, pero yo me quedo inmóvil y
dejo que se haga cargo de mi boca. Es casi lo contrario de Dee, tan exigente y
posesivo como el otro hombre es despreocupado.
"El Rey todavía necesita obtener el permiso de mi primaria", digo, y no estoy

bromeando en absoluto. Escucho una burla frustrada en la dirección del baño y un par
de risas de Chesh y Lar.
"¿Qué hay de mí, Bailarina de Bragas?" Chesh aúlla, frotando su cara contra mi
vientre. Se pone de costado y besa mi piel desnuda entre la camiseta sin mangas que
está levantada y mi falda. Me estremezco cuando mordisquea la carne cerca de mi
ombligo. "Sería el amante perfecto, y me gustas mucho". Me frota la mejilla por todas
partes, recordándome que supuestamente así es como Dinah me nombró la Bailarina
de las Bragas de Medianoche en primer lugar. ¿Qué tipo de mensajes escribe el gato
de Cheshire con su olor a gatito?
"Ya veremos", respondo tímidamente, pero mis dedos ya están enterrados en su

cabello, y le tengo mucho cariño. ¡Por el amor de todo lo sagrado, golpea al maldito
gato de Cheshire, por favor! Pienso para mí misma, reprimiendo una sonrisa secreta.
Empujo a Chesh después de un momento, le doy un rasguño a Dinah y me dirijo a la

mesa de té en la esquina. Alguien ya ha encendido el fuego en la chimenea y sale un
poco de vapor de la tetera. ¿Sabes que realmente hay una diferencia entre una pava y
una tetera? En el primero es donde se calienta el agua y en el segundo es donde se
remojan las hojas de té. Todo es muy apropiado e importante.
Hay varios frascos en un estante, cada uno con una etiqueta escrita a mano y pequeños
diseños coloridos pintados en él. Lavanda-bergamota, limón cítrico, menta, chocolate
cereza, mezcla exclusiva Scented Rush. Elijo el último y doy la vuelta al frasco,
leyendo los efectos secundarios. Puede causar mareos, fatiga, alegría abrumadora,
calor, lujuria, mejillas enrojecidas, pezones endurecidos, sueños extraños que
involucran volar o caer, o el repentino soltar de lugares comunes.
Oh bien. Cuando estás en Underland y todo eso.
Ya no estoy de vacaciones: ahora soy local.
"Excelente elección", dice el gato de Cheshire, deslizándose detrás de mí. Se pierde de

vista y siento unas manos invisibles que cubren las mías, guiando mis movimientos.

No puedo decir que no me guste tener a Chesh tan cerca detrás de mí. Puedo sentir su
dureza presionando en mi espalda baja, y me muerdo el labio. "No has hecho mucho
té en tu tiempo, ¿verdad Alicia?" Susurra esta última palabra en mi oído y me
estremezco.
"Realmente no. En casa, a veces, cuando estaba lloviendo y quería leer, metía una
bolsita de té Lipton en una taza de agua y la ponía en el microondas".
"¿Microonda?" Chesh dice mientras miro por encima del hombro y veo reaparecer su
boca y sus orejas. "¿Qué es un microondas?"
"Es una caja eléctrica que hace que los artículos estén tibios o tan calientes que te
queman. Es una especie de invención de mierda, pero es imposible que la gente
perezosa, incluido yo misma, pueda vivir sin él. Chesh me guía a través de los pasos
para hacer una preparación adecuada y luego una taza de té adecuada, agregando la
cantidad justa de azúcar y demasiada crema.
Lo bebo de todos modos, cerrando los ojos y sorbiendo dulces toques de humo y
ciruelas maduras atadas en un regusto terroso. Es jodidamente delicioso. Suspiro
felizmente cuando Chesh da un paso atrás y me muevo para que él pueda hacer su
propia taza.
"¿Alguno de ustedes quieren un poco de té?" Pregunto, mirando tanto al Duque como
a la Oruga. Red todavía está en el baño, y no puedo preguntarle a Dinah, ¿verdad?
Aunque veo que Chesh le pone un platillo de crema en la cama. Cuando me mira,
lamiéndose los labios, tiene la jodida mirada más engreída.
"No para mí, querida", dice North, y la única forma que conozco de describir la forma
en que está acostado en este momento es decir que está holgazaneando. "Debo estar
alerta, para defenderte a ti y a tu ilustre Rey en caso de ataque".
"¿Desde cuándo se convirtió en mi ilustre rey?" Pregunto, pero en realidad, solo estoy
siendo contraria. Ya no tiene sentido pelear conmigo misma por lo que quiero. Quiero
estar aquí y quiero tener un harén, y me follé al Rey dos veces y estoy soñando con
hacerlo de nuevo, ¿y qué? Está bien permitirme ser feliz y está bien permitirme
tenerlo. No necesito mantener una diatriba interna para sentirme mejor persona.
Mímate un poco, Allison, y disfruta de ese placer o, de lo contrario, ¿qué sentido
tiene tenerlo? "De todos modos, ¿crees que estamos a salvo aquí?"
"La seguridad es relativa", dice Brennin, apretando su cuerpo musculoso a través de la

puerta extraña. Se pone de pie y se quita el pelo rojo y mojado de la frente. "Los
ciudadanos no nos denunciarán: no hay un alma en Underland que desee un mundo en

el que gobiernen la Morsa y el Carpintero. Si nos alcanzan, oleremos la
podredumbre".
"Eso no tiene en cuenta los espías y los conejos", digo, suspirando y sentándome junto
a la Oruga. Copio su pose, sacando una pierna por la ventana solo para encontrar un
balcón allí que nunca antes había notado. Sin embargo, no hay una puerta adecuada
para acceder a ella, solo la ventana. Qué jodidamente extraño.
"El Duque y yo contamos con espías y conejos", dice el Rey, bajando lentamente los
guantes hasta los dedos. Mirándolo así de pie junto al Duque, solo puedo imaginar
cómo sería llevarlos a ambos a la cama al mismo tiempo.
"¿Dónde escondiste el espejo?" Pregunto, y todos sabemos que no me refiero al que

está aquí. Ese está debajo de la cama, envuelto en una sábana.
"Irrelevante", dice el Rey, agitando su mano enguantada. Deja caer la toalla y no

parece importarle un carajo que esté completo y totalmente desnudo y erecto. Lo miro
boquiabierta, pero los otros hombres apenas parpadean. Sin embargo, Dinah parece un
poco ofendida. "Y de todos modos", continúa, sonriendo de tal manera que tira de la
cicatriz en su labio, llamando mi atención sobre la herida curada en su garganta. "Si te
preocupan los espías y los conejos, ¿no es mejor que no lo repita?"
Él tiene un punto.
Continúo bebiendo mi té, sintiendo que mi cabeza se marea un poco cuando hago
contacto con los perfectos ojos azules de la Oruga, como trozos de hielo en su rostro
pálido. Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Si lo besara ahora, ¿sabría cómo el
dulce pastel de ciruelas que comimos en el Pan-y-Mariposa?
"Vi la tercera forma del Conejo Blanco", arrastro las palabras con indiferencia,
prefiriendo sacarlo a colación cuando el Conejo no está cerca, por si acaso el Rey se
enoja. Su boca se endurece en una delgada línea, pero no hace ningún movimiento
para vestirse. "¿Quién es la chica de todos modos?"
"¿Qué chica?" pregunta el Rey, claramente jugando juegos de palabras conmigo. "Su
tercera forma es un secreto de estado; no es posible que lo hayas visto".
"Pero lo hice", espeto, mi taza de té traquetea en su platillo. Solo entonces me doy

cuenta de que el balcón exterior también está formado por un platillo, que se
encuentra debajo de nuestra sala de tazas de té. "Tenía el pelo rojo sangre y los ojos
oscuros, y su magia..."

"Tenía dos hermanas", dice Brennin, con las fosas nasales dilatadas. Claramente, no
quiere contarme nada de esto. ¿Quizás piensa que es lo correcto? O tal vez piensa que
diciéndome eso, cerraré la boca y dejaré de hacer preguntas estúpidas. Con este
último, tiene toda la razón. "Una hermana mucho menor, solo una niña. Y una
hermana mayor que debería haber sido reina; todas las reinas tienen conejos, ya sabes.
Cuando mi padre se volvió loco, primero mató a mi madre y luego a las niñas. Tomó
un trono que ningún hombre tiene derecho a sostener por sí solo. Y luego trató de
matarme".
Después de un momento, el Rey se quita uno de sus guantes y me muestra su mano.
"Toma una vida, lleva la marca", susurra, y recuerdo que la forma femenina de Rab
también tenía las palmas enrojecidas. "Mi hermana ya había aprendido su crueldad de
mi padre, pero en el fondo tenía un alma buena; ella podría haber sido salvada".
Continúa mirando fijamente su palma por un momento más, y luego reemplaza el
guante.
"¿Y la magia de la decapitación...?" Comienzo, preguntándome si estoy arriesgando

mi suerte. El Rey me mira con ojos de obsidiana.
"Una maldición, provocada por una salvaje tormenta mágica. Como Noth. No nací
con la capacidad de arrancar cabezas de los hombros, ya sabes. ¿Qué niño sano lo es?"
"¿Y eres un jabberwock... por una maldición también?" Termino mi té y lo dejo a un

lado mientras North asiente.
"Precisamente, pero no puedo decir que me arrepienta. No lo curaría si pudiera". Sus

palabras me hacen pensar en Knave y los gemelos. Me pregunto si rompió su
maldición para ayudar a mantener a salvo al Rey, o si el sacrificio de Tee de alguna
manera calentó su feo y negro corazón. No hay forma de saberlo sin preguntarle. Mi
pecho se contrae y me siento muy mal por pensar mal de ella y sus maridos. Son un
poco raros, incómodos y malos, pero en el fondo son buenas personas.
Me volví, dejé que ambas piernas colgaran por la ventana y luego salté al balcón del
platillo, poniendo mis manos en la barandilla de metal, la que estaba hecha de
tenedores de postre. Miro al otro lado de la ciudad y al bosque más allá. Puedo ver
varios hongos gigantes brillando desde aquí. Incluso hay uno no muy lejos de nuestro
balcón, una seta venenosa decorativa en el jardín trasero de la posada. Es brillante y
violeta, con branquias blancas brillantes y motas plateadas en la parte superior.
Siento que podría flotar hacia él, si tan solo me subiera a esta barandilla...

"Espera ahí arriba, Sunshine" susurra Lar, su cabello y arete bailando con la brisa.
Exhala un poco de humo azul, dibuja en él un corazón que late y luego se pone de pie.
Me entrega la pipa y tomo algunas inhalaciones antes de guardarla en su bolsillo para
él. "¿Quieres, no te unirás al baile?" Lar murmura mientras se acerca detrás de mí,
dándome la vuelta con manos suaves.
Automáticamente, le pongo una en el hombro y él me pone una en la cadera. Nuestras

otras manos se juntan mientras él tararea, y comenzamos a bailar el vals, allí mismo,
en la suave porcelana blanca del balcón.
"Realmente no puedes tener ni idea de lo delicioso que será". Lar canta, mientras
nuestros pies comienzan a levantarse del balcón. Su voz es melosa, suave como el aire
y el doble de clara. Cierro los ojos y me inclino hacia él, dejando que el subidón del té
reforzado se apodere de mí. "Cuando ella tome su trono y se levante, ¡con nueve
maridos a la vista de todos! Pero los enemigos responden '¡De ninguna manera, de
ninguna manera!' Y luego se arriesgan: Alicia los mata amablemente, porque no
terminarán su baile".
"Estás inventando esta canción ahora mismo", le susurro, pero Lar sigue tarareando,
abanicando sus alas mientras nos elevamos por encima de la barandilla. Se hace a un
lado, para que estemos uno al lado del otro, me toma de la mano y nos lleva por el aire
hasta la seta venenosa.
Desde aquí, puedo ver el resto de la ciudad, incluido el río hecho de té, los pequeños
botes flotando con pequeñas luces de colores brillando en sus ventanas. La brisa huele
a crema y azúcar, y el grito distante de un jabberwock parece lejano y sin importancia;
incluso mis oídos no sangran.
"No es una canción inventada; se ha cantado en la Corte de Corazones durante años".

Lar me suelta la mano y observa mientras giro en círculos con los brazos abiertos.
Maldito té potenciado. La etiqueta de advertencia era bastante precisa, debo decir.
Pero yo también me siento bien, relajada. Tal vez sea un error, tal vez algo esté
esperando en esa oscuridad para destruirme, pero uno nunca puede saber algo así con
certeza, ¿verdad? "Lo encuentro bonito, ¿no te gusta?"
"Si fueras a cantar, me gustaría cualquier cosa, incluso Britney Spears, apuesto".
"Britney, ¿quién?" pregunta, sacando su pipa y fumando de nuevo. Sus alas brillan y
me preparo para una visión. Pero simplemente las agita suavemente y luego las dobla
detrás de su espalda. No me he olvidado de esa imagen de nosotros, envueltos en
dicha carnal, manos, bocas y cuerpos tocándose en todos los sentidos.

"No importa", me río entre dientes, sentándome en el borde de la seta y mirando hacia
el camino de adoquines de abajo. Lo primero que hice después de la cena fue
comprobar si el Sombrerero Loco y la Liebre de March estaban de vuelta, pero o no lo
estaban o no se molestaron en abrir la puerta cuando llamé.
"¿Ves algo ahí abajo?" Lar pregunta, pero niego con la cabeza.
"No veo a nadie".
"Ojalá tuviera esos ojos", bromea, sentándose a mi lado con una sonrisa de
desconcierto en los labios. "¡No poder ver a nadie! Y a esa distancia también. Vaya,
es todo lo que puedo hacer para ver a alguien con esta luz".
Le doy un codazo en el costado, pero él sigue sonriendo, guardando su pipa una vez
más. Su mano sale de su bolsillo, y cuando desenrolla sus dedos, hay dos pendientes
de lágrima azul descansando en su palma. Esos son los mismos aretes que usó desde
el día en que lo conocí, hasta la noche del baile.
"¿Son esos mágicos, como tus aretes rojos?" Pregunto, moviendo el que le queda con
mi dedo. "¿O simplemente sentimental?"
La Oruga no responde, en lugar de eso, estira la mano para apartarme el cabello de la

oreja. Desliza el metal del arete en mi agujero (suena sucio, ¿eh?) Y luego hace lo
mismo en el otro lado.
"Estos son para ti", me dice mientras me estiro para tirar de ellos. "Si alguna vez estás
en apuros, lanza uno".
"¿Qué hará?" Pregunto, mientras la fresca brisa de la noche nos acaricia, despeinando
mi cabello.
"Supongo que lo descubrirás, si alguna vez estás en apuros", es su respuesta. Idiota. Él

mira mi muslo, estirando un pulgar y frotando mi nuevo tatuaje. El reloj avanza hasta
una hora marcada con una línea negra. Diez y nueve de la noche, dentro de varios
días. Me pregunto para qué estará contando.
"Gracias." Mi voz sale en un susurro, y aunque hace bastante frío aquí afuera,
empiezo a sentir calor por dentro. Mirando a la Oruga, con sus ojos azules
concentrados en el horizonte, me doy cuenta de que no puedo evitarlo. Me inclino y lo
beso en la mejilla.

Su sonrisa es más genuina cuando me la da y se da palmaditas en el regazo. No dudo
antes de subirme a él, sentándome a unos buenos cuatro o cinco pisos del suelo sin
nada que me mantenga aquí arriba, excepto los fuertes brazos de la Oruga a mi
alrededor.
"¿Qué hace la otra llave?" Pregunto, alcanzando una palma dentro de la camisa de Lar
y frotando mi pulgar sobre su pezón. Sus ojos se entornan y traga saliva. "¿Uno es
para la puerta principal del Castillo de Corazones, y el otro...?"
"Era un marcador de posición", dice, mientras empujo su camisa hacia atrás un poco
más y noto que la segunda llave es diferente a la primera. Tiene un corazón en ambos
extremos, y lo reconozco como el del Palo de Corazones. "Nunca tuve la intención de
intentarlo para tu harén", continúa mientras le doy un pequeño tirón, y deja escapar un
jadeo tenso, como si estuviera tratando de no presionar demasiado o demasiado
rápido. Sonrío y empiezo a hacerlo de nuevo, pero Lar aprieta sus dedos alrededor de
mi muñeca. "Nunca tuve la intención de intentarlo, pero... una vez que me diste esa
llave, supe que quería mantenerla cerca".
Mis dedos se entrelazan con los suyos y miro hacia arriba, hacia esos ojos que son un
poco más pálidos que los míos. Mis párpados se vuelven pesados y me inclino hacia
adelante, acercando mi boca a la de él. Nuestro beso es lento y lánguido, como la
mismísima Oruga. Se mueve a su propio ritmo, cuestiona todo y esconde un inmenso
pozo de poder bajo una fachada civil.
Bestial, sería tremendo; He visto destellos de ello. Lar es un maldito, maldito

trabajador, o brujo, o como quieras llamarlo.
Nos besamos con el sonido de la ciudad debajo de nosotros, ese suave susurro
tintineante de la porcelana China emparejado con el murmullo de voces distantes. Los
botes en el río hacen sonar sus bocinas y dejan escapar ráfagas de vapor que se elevan
en el aire de la noche como nubes.
Mis dedos juegan con los pezones de Lar, provocando y girando las llaves. Me deja
burlarme de él por un tiempo, la dura longitud de su pene crece en sus pantalones.
Puedo sentirlo cuando me muevo en su regazo. Ajustándome, envuelvo mis piernas
alrededor de él, mi espalda al borde de la seta. Extiendo la mano por encima de sus
hombros para encontrar sus alas, al principio las acaricio suavemente con las yemas
de los dedos. Lar gime y ahueca mi trasero, apretándolo con fuerza. Cuando empiezo
a apartar las manos, él se acerca y toma mi muñeca, animándome a seguir.
Agarro el borde de su ala izquierda, dándole un tirón. A Lar parece gustarle,

apretándome el trasero con más fuerza, succionando el costado de mí cuello con tanta

fuerza que sé que me voy a despertar con chupones por la mañana. ¿No te encantará a
mamá? El té reforzado me hace sentir valiente, así que tiro un poco de su ala hacia
adelante y luego paso la lengua por el borde.
"Corazones y diamantes, Sunshine", gime... pero luego lo muerdo, y Lar nos hace
rodar sobre la seta venenosa, de modo que él está arriba y yo me quedo mirando su
cabello rubio azulado que cae en su cara, enmarcado por estrellas. "Eso fue bastante
malo de tu parte."
"Me gusta ser traviesa", le susurro mientras se desliza hacia abajo y pone sus cálidas
palmas en mis muslos, deslizándolos hacia arriba y debajo de mi falda. Sus dedos
encuentran mis bragas, y hay una pausa allí, como si estuviera pidiendo mi permiso.
Soy grande en el consentimiento, así que aprecio ese tipo de mierda. Aunque
Underland no parece tener tantos problemas con ese tipo de cosas. Dudo que tengan
carteles que digan ¡No significa no! por aquí. "Ve a por ello."
Lar me da una de sus sonrisas mordaces y luego se toma su maldito tiempo para
bajarme las bragas. Toca el algodón negro por un momento y luego lo prende fuego
con su magia. Doy un chillido juguetón cuando los arroja a un lado, pero ni siquiera
llegan al suelo, sino que flotan como cenizas en el viento.
"No eres el único que es travieso". Suavemente, Lar toma mis pantorrillas y empuja
mis piernas hacia arriba, animándome a doblar las rodillas. Lo hago, y lentamente
extiendo mis muslos, al igual que Lar separa sus alas de mariposa.
La mirada que me lanza es pura maldad.
Apoyando la cabeza contra la superficie del hongo, me muerdo el labio inferior y miro
las estrellas. Underland no solo tiene dos lunas, sino que las constelaciones son
diferentes. Veo una tetera y tazas en platillos, una montaña de terrones de azúcar y
una hilera de dominó. Demonios, ¿tal vez solo estoy drogada? O tal vez estoy
disfrutando de los besos dulces y pecaminosos que Lar me pone en las pantorrillas, en
la parte posterior de las rodillas, en la parte interna de los muslos.
Los pensamientos de constelaciones huyen de mi cabeza cuanto más se acerca a mi

núcleo. Sin embargo, no se apresura y vuelve a bajar para quitarme las botas. Sus
pulgares amasan mi arco, sus dedos acarician la parte superior de mis pies. Es pura,
jodida dicha. Definitivamente nunca he salido con un chico que da masajes en los
pies.
Lleva mi pie a sus labios, succionando suavemente uno de mis dedos. Eso solo me
hace reír, y arranco mi pie de su agarre.

"¿No te gusta eso?" Lar pregunta, inclinándose y lamiendo su camino hacia la parte
interna de mi muslo. "¿Debo chupar algo más?" Desliza sus manos debajo de mis
muslos, agarrándolos con sus fuertes brazos. Mi respiración se vuelve rápida y
frenética, anticipando la sensación de su boca en mi centro. En marcado contraste con
mi rutina con Rab en el calabozo, Lar se mueve lento como la melaza. Está tan
lánguido en la cama como en la vida.
Besa mis muslos y luego se abre camino alrededor de mi clítoris, lamiendo y

chupando cada centímetro disponible de carne que no es mi botón mágico. En cierto
modo me dan ganas de estrangularlo. Pero entonces, no obtendría un orgasmo de eso,
¿verdad?
Mi cuerpo está en un frenesí, tanto que no puedo mantener mis propias manos fuera
de mis pechos, apretando y amasando la carne, jugando con mis propios pezones a
través de la tela. Estoy empapada abajo, y mis músculos se agitan en anticipación a
ser llenados. Es tentador agarrar a Lar y rogarle que me folle en la seta venenosa, pero
quiero tomarme mi tiempo. He tenido muchos rapiditos últimamente y voy a disfrutar
de este breve momento de paz si me mata.
Su lengua finalmente hace un suave remolino alrededor de mi clítoris, recompensando

mi cuerpo dolorido por ser tan paciente con una oleada de placer salvaje. Es como
magia mientras gira a través de mí, levantando mi espalda del suelo, doblando mis
dedos de los pies. Clavo mis dedos en la carne elástica del hongo y me aferro a mi
vida.
"Lar", gimo, los párpados revolotean mientras me muerdo el labio y trato de no gritar.
La sensación de su boca sobre mí es tan malditamente intensa. Quiero más, más, más
al mismo tiempo, quiero arrastrar este sentimiento para siempre. El orgasmo es el feliz
para siempre, pero es el viaje lo que realmente amo.
El adivino del Rey es un amante experto con una lengua mágica que la desliza sobre
mi clítoris y la desliza entre los cálidos pliegues de mi coño. Dibuja un círculo
alrededor de mi apertura, probándome. Me pregunto, ¿a qué sabré de todos modos?
Sea lo que sea, Lar parece disfrutarlo, emite sonidos de placer mientras mueve un
dedo dentro de mí, besando y chupando mi clítoris hasta que está tan hinchado que
duele. Para cuando trabaja en un segundo dedo, las constelaciones y las lunas se han
movido por el cielo, y estoy jadeando y sudando de necesidad.
"Me estás tomando el pelo", me las arreglo para ahogar mientras Lar toma aire,
engancha sus dedos dentro de mí y golpea un punto que me hace jadear. "Deja de
burlarte de mi."

"Las burlas implican que no habrá un resultado culminante. Pero créeme Sunshine,
habrá uno". Lar vuelve a subir por mi cuerpo, usando su mano libre para bajar mi
camisa, sacando mi pecho completo del sostén para poder chupar y lamer mi pezón.
Su otra mano continúa follándome con movimientos lentos y deliciosos. Cuando nos
besamos, me pruebo en su boca, y juro que es el sabor de la luz de las estrellas. No sé
cómo, considerando que nunca antes había comido una estrella, pero así es como se
siente.
En algún lugar a lo lejos, los grillos y las ranas comienzan un coro nocturno, una
canción que acompaña a nuestro amor. Bueno, suenan como grillos y ranas, pero por
lo que sé, podrían ser duendes o demonios o quién diablos sabe. Pero me gusta el
ruido, y me gusta la forma en que Lar está chupando mi pecho con su boca, y el ritmo
de sus dedos cuando entran y salen de mí.
Mis brazos se envuelven alrededor de su espalda, los dedos se clavan en sus alas
brillantes, y alcanzo el clímax en el mismo momento en que me doy cuenta de que
esta es la escena que vi en sus alas mientras bailamos, este es el futuro que él predijo.
Aun así, sé que tomé la decisión de estar aquí. Esta soy yo, eligiendo mi destino.
Lar me sostiene un rato, hasta que dejo de estremecerme y temblar.
"Te dije que habría un clímax", dice, su boca tan cerca de mi oído que puedo sentir su
aliento hacer cosquillas en mis nuevos aretes. "¿Quieres otro?"
"Sí, por favor," gimo mientras ambos nos sentamos, y lo veo desabrocharse los
pantalones con dedos hábiles. La Oruga, cuyo apodo es un misterio para mí, ya que se
parece mucho más a una mariposa, libera el grueso y alabastro largo de su pene.
"¿Cuál es tu historia, con respecto a... ya sabes, el embarazo?"
"¿El embarazo?" Lar pregunta, cepillando un poco de su cabello detrás de la oreja con
una mano mientras se acaricia con la otra. "Veo." Él se ríe y sus alas brillan en azul y
oro. "Preocupación comprensible. ¿Te gustaría que use condón? Tengo algo en el
bolsillo de mi chaqueta…
"No hay historias sobre lo infértil que eres, o lo... no sé, ¿usas magia para hacer bebés
o algo por el estilo?" Lar simplemente se ríe de mí y se acuesta en la seta de mi lado
derecho, su mano todavía trabaja en su eje. También está usando mi humedad como
lubricante, y es increíblemente sexy.
"Nada como eso. Si entro dentro de ti, tal vez tengas un hijo. No sé la respuesta a
eso". Hace una pausa en el movimiento de la mano, se estira y se quita la chaqueta de
los hombros. Después de buscar en el bolsillo, saca uno de los paquetes de condones

de papel cuadrado y me lo entrega. Lo tomo mientras se quita la camisa, dejando su
pecho desnudo y hermoso.
Me siento a horcajadas sobre las piernas de Lar y abro el condón (es otro con un
patrón de corazón) y luego lo deslizo sobre su eje mientras él gime, provocándolo con
pequeñas cosquillas con la punta de mis dedos. Si miro hacia el balcón de nuestra
habitación, juro que puedo ver al gato de Cheshire mirándome con ojos grises. No me
molesta. En cambio, me excita pensar en Chesh mirándome montar a Lar.
Me levanto de rodillas y me deslizo hacia adelante, colocando el pene de Lar en mi

humedad, y luego lo miro fijamente. Planta sus manos anilladas en mis caderas y me
ayuda a empujarme hacia abajo, mi cuerpo envuelve su eje con músculos calientes y
palpitantes. Lo llevo hasta el fondo, presionando nuestras pelvis juntas, y luego
comienzo a moverme.
Las alas de Lar se curvan hacia mí, barriendo mi cuerpo y provocando mi piel con
brillo. Deja mi carne reluciente como el cielo nocturno mientras me inclino, cabello
rubio y arcoíris colgando en una cortina junto a mi cara.
"Bésame", dice, y sonrío mientras lo hago, presionando nuestras bocas juntas,

extendiendo mi palma contra su pecho para poder sentir su corazón latiendo. Gime en
mi boca, amasando mis caderas con sus dedos, animándome a trabajar su cuerpo con
el mío. Mis senos cuelgan sobre los alambres de mi sostén, mis pezones están
animados, tensos y rosados en el aire fresco de la noche. Después de un rato, muevo
una de sus manos hacia la taza. Ese es todo el estímulo que necesita, tomar ambos
senos en sus manos y apretarlos, masajear la carne ansiosa y jugar con mis pezones.
Me siento e inclino mi cabeza hacia atrás, manteniendo mis manos en el pecho de Lar
mientras él continúa provocando mi dolorido cuerpo. Ambos estamos sudando y hay
mucha humedad entre mis muslos, lo que hace que mi movimiento de balanceo sea
tan fácil y suave.
El gemido de Lar se vuelve más áspero y menos pulido, menos practicado, y es

jodidamente satisfactorio cuando se corre, empujándose contra mí mientras deja caer
sus manos en mis caderas y aprieta. Me muevo un poco más rápido y más fuerte,
agachándome para besar su cuello y asegurándome de que mi clítoris se frote cuando
muevo mi pelvis. Mientras las olas de su clímax lo recorren, me doy otro, gritando y
colapsando en sus brazos.
Mi cabeza está en su pecho y puedo escuchar los latidos de su corazón, puedo ver las
estrellas y puedo sentirlo envolverme en sus alas. A decir verdad, no hay ningún lugar
en Topside o Underland en el que prefiera estar.

Y a pesar del frío, debe sentir lo mismo porque no salimos de ese lugar hasta que el
sol asoma su cabeza por encima de las colinas.
El ferry está encaramado a la orilla del río Camellia Sinensis (si no lo sabes, la
camellia sinensis es una planta del té), balanceándose suavemente en la corriente
humeante. Se parece mucho al Long Tale, pero con un fondo de metal salpicado de
docenas de agujeros.
"Ese es el colador", explica Dee, señalándome mientras parpadeo más allá de una
resaca de té aumentada. Reconoció de inmediato que eso era lo que me pasaba esta
mañana. Mamá y papá me llevaron a un lado por separado para preguntarme si estaba
siendo presionada para beber alcohol con estos hombres extraños, y Edith ha
murmurado la palabra hipócrita en voz baja una docena de veces. Supongo que beber
un poco de té y dormir con un chico que me gusta es tan malo como inyectarse
metanfetamina con una aguja sucia, al menos en sus ojos.
"¿El colador?" Pregunto, ladeando la cabeza. Es un hábito de Underland que he

empezado a adquirir.
"Lo rellenan con hojas de té frescas y secas. Mantiene el río fragante, lo que es una
bendición para la vida silvestre local, y también ayuda a que el barco se mantenga a
flote". Dee señala al otro lado del río, hacia las colinas distantes cubiertas de hileras
de plantas de un verde brillante. "Esas son las granjas de té allí. El setenta por ciento
de todo el té se cultiva en el Reino de Corazones, pero esta es en realidad la segunda
plantación de té más grande de todo Underland".
"Eh." Puse mis manos en mis caderas, todavía vestida con mi atuendo de ayer,
excepto, ya sabes, esas bragas que se prendieron fuego. Afortunadamente, tenía
algunos arcoíris en mi bolso que decían Hacer que Estados Unidos vuelva a ser gay.
Una vez leí un libro llamado The Nine de Tate James y... bueno, creo que fue
coescrito por otro autor, pero que me condenen si puedo recordar su nombre. De todos
modos, el descarado personaje del mejor amigo gay estaba luciendo una camisa con
ese eslogan, y me enamoré de él. "¿Qué tipo de animales pueden vivir en un río
hirviendo como este?"

"Manatea", dice Dee, y ni siquiera sonríe cuando lo dice. Me tomo unos buenos diez
segundos mirándolo para darme cuenta de que no es una broma. "Criaturas grandes y
llorosas con aletas y bigotes largos". De verdad. Suena como el manatí que tenemos
en casa. "Solo que tienen gloriosas melenas de cabello y, a veces, se las confunde con
sirenas".
"¿Hay sirenas aquí en Underland?" Pregunto, tratando de no emocionarme demasiado.

Dee me mira como si fuera una loca.
"No en este río, tonta. Necesitan agua fría". Él se ríe y me toca juguetonamente en el
hombro mientras esperamos que se instale la pasarela. Mis ojos se desvían hacia la
Liebre de March y el Sombrerero Loco. Ambos lucen agotados, pero sin resaca.
Mientras miro, La Libre de March abre su gabardina y saca un largo pincho de madera
con varios pescados deshidratados. Muerde la cabeza de uno y me sonríe.
"¿Nos extrañaste anoche, Muñeca?" pregunta, pero yo solo lo miro.
"¿Encontraron alguna mujer hermosa con la que revolcarse en la ciudad propiamente

dicha?" Pregunto, no es que llamaría a Potsville una ciudad. Es más como un pueblo.
Una aldea. Una parada de descanso. Simplemente no hay mucho aquí.
"Ni una sola mujer en toda la ciudad", dice March encogiéndose de hombros. "Y no
voy a tener una carrera de gallos con un tipo de pueblo pequeño por una mujer que no
quiero. Sabes que la única mujer que me interesa eres tú, amor".
"Acepté casarme con el Sombrerero Loco, ya sabes, no tú", espeto, y March finge
estar herido. Además, los ojos de mis padres se abren como platos.
"¿Casarte?" Pregunta mamá, dándome una mirada de indignación aterrorizada. Papá

la toma de la mano y la aprieta antes de subirse las gafas por la nariz. Pobre tipo.
Están agrietados en el centro de una lente. Me pregunto si tienen oftalmólogos aquí en
Underland.
"Siempre les he advertido que el matrimonio es una herramienta obsoleta del

patriarcado destinada a controlar a las mujeres, sus hijos y sus finanzas, ¿no es así?"
Papá dice en voz baja y yo pongo los ojos en blanco.
"Au contraire24", dice Dee, aprovechando la oportunidad de educar a mis ignorantes

padres de Topsider. "En Underland, cuando una mujer se casa con un hombre,
esencialmente lo posee. Su dinero es su dinero, su tierra es su tierra, sus logros son sus
24
En Francés, significa: “Al contrario”

logros. A veces pienso que las mujeres toman el número máximo legal de maridos
solo para cobrar las monedas". Se ajusta el sombrero y se golpea los labios con un
dedo mientras mi familia mira, estupefacta. "Por supuesto, Alicia, es decir, tu hija
Allison Pleasance Liddell, no va a contratar a nueve maridos por el dinero".
"¿Nueve maridos?" Mamá repite, mientras deslizo mis brazos sobre los hombros de
Dee y pongo mi mano sobre su boca.
"Gracias, Tweedledee, eso es suficiente de tu lección de historia cultural".
"La próxima vez", me dice mientras me suelto y paso mis palmas por su espalda, justo
entre sus alas. "La lección será más corta. Por eso las llaman lecciones, ya sabes.
Porque disminuyen todos los días".
"Eres una gran fuente de información", dice Lar mientras el capitán del barco, un
hombre de pelo blanco lanudo muy similar a la señora de las ovejas de la posada,
desengancha una cadena y nos da la bienvenida a bordo.
"¿No es así?" Dee ronronea mientras comienza a subir los escalones, y yo lo sigo. Lar
está justo detrás de mí y no puedo evitar pensar en cómo pasamos la noche. Hicimos
el amor en la seta venenosa hasta que salió el sol; Dormí dos horas como máximo. Me
sigue a la terraza y luego se inclina, besa mi oreja y mueve mi pendiente nuevo con la
lengua.
"Voy a dormir bajo cubierta, si quieres unirte a mí". Se me corta el aliento y aprieto
las manos en puños. Casi digo que sí, pero entonces... realmente quiero hablar con
Tee. Bien, quiero hablar con la mayoría de los chicos. ¡Bien! Quiero hablar con todos
ellos, pero uno a la vez. No creo que pueda hacer esto en grupo.
"Si es tan encantador como la cabaña en la que me quedé en el Long Tale, entonces
pasaré". Lar me guiña un ojo al pasar y se mueve por la cubierta mientras el Duque
lleva el Espejo a bordo. Está envuelto en varias sábanas y atado con gruesos haces de
cuerda. Ya es difícil saber qué es.
Subiendo mi cartera por mi hombro, tomo asiento en un banco frente a la plantación

de té y saco mi diario. Se siente como si hubiera pasado una eternidad desde la última
vez que lo escribí. Para ser honesta, tengo miedo de leer lo que hay allí; se siente
como una vida diferente.
Tee se sienta a mi lado mientras Dinah asoma la cabeza fuera de la bolsa y mira a su
alrededor. Con un bostezo, se retira al interior y se acurruca para dormir.

"Ojalá tuviera mi diario", dice Tee con nostalgia, poniendo una de sus enormes alas
detrás de mí como un cojín. Sonrío suavemente mientras abro las páginas y encuentro
línea tras línea de texto cuidadosamente garabateado. La última entrada que escribí
me hace sonreír.
Querido diario de mierda, Edy quiere que vaya a una fiesta esta noche. Odio las
fiestas, pero ¿sabes qué? Iré porque Brandon Carmichael está allí, y pasar el último
año sola sería un golpe. ¿A quién llevaría al baile de graduación? Además, traigo un
libro. Incluso si algo sale mal, puedo acurrucarme en un rincón y leer. Nunca estás
solo con un libro, ¿verdad?
"¿Quién diría que vería los cerebros de Brandon salpicados en las lentes de sus
anteojos?" Pregunto, y escucho la risa fría de Rab desde el extremo opuesto de la
cubierta.
"Esa madriguera de conejo con la que te tropezaste", comienza Tee, mirando a través
del agua mientras la tripulación nos prepara para zarpar. Según North, nuestro
próximo destino, la ciudad de Wabe, está a solo un día de viaje desde aquí. "Eso fue
lo mejor que me ha pasado".
Oh corazones, ahí va, Pienso, sintiendo este calor inundar mis mejillas.
"No estaba dispuesta a estar de acuerdo contigo al principio", digo, moviéndome

nerviosamente en el banco por un momento. "Pero ahora..." Miro hacia arriba y
encuentro sus ojos morados, sintiendo mi estómago revolotear por los nervios.
Claramente, él sabe que algo pasó entre Lar y yo anoche. Lo pude leer en su rostro tan
pronto como lo vi parado en el vestíbulo esta mañana. "Ahora, tengo que decir que
tienes razón". Agarro un portaminas de mi bolso, hojeo la última página del diario y
encuentro una nota que Edy escribió.
¡Me encanta leer tus entradas, perra! Entrecierro los ojos, cambio el lápiz por un
bolígrafo y tacho su nota con violentos garabatos.
"Quería hablar contigo", digo mientras el barco deja escapar un chillido, lanza una
ráfaga de vapor y se tambalea hacia adelante, golpeando mi hombro contra el de Tee.
"Ya sabes, porque eres el principal y todo eso".
"Ya lo sé", dice Tee, y su voz suena ahogada mientras mira un barco vestido con
cintas de colores. Debe haber miles de ellos, y revolotean con la brisa como
mariposas. "Brennin Red es la primaria legítima; está bien."
Solo lo miro por un momento y luego resoplo.

"No. Diablos no. Mierda, no". Niego con la cabeza violentamente y me coloco un
cabello de color arcoíris detrás de la oreja. "Eres el principal; eso es lo que he
decidido". Muevo mi mirada y lo encuentro mirándome tan intensamente que siento
que mi rubor se abre camino hasta mi cuero cabelludo. Apuesto a que Tee puede ver
rojo en la línea del cabello. "Pero yo... necesito contarte sobre algunas cosas que
sucedieron conmigo y algunos de los otros muchachos".
"¿Como Lar anoche, o el Conejo Blanco en el calabozo?" pregunta, sonriendo con

simpatía. "Ya lo se."
"¿Tú lo haces?" Parpadeo y él se encoge de hombros. Me encanta cuando los chicos

alados hacen eso, porque sus hermosas alas se encogen de hombros junto con ellos.
"Soy perspicaz, siempre lo he sido". Mira hacia el muelle. "Lo sé todo y está bien.
Sabía que tomarías nueve maridos".
"Debería haberlo consultado antes", digo, pero Tee vuelve a negar con la cabeza.
"Le diste las llaves a nueve hombres, y las pinturas de las Suits de corazones reflejan
eso". Me mira. "Sabes que no fue una coincidencia, ¿verdad? Esas pinturas estaban en
blanco hasta que apareciste en el castillo. Esas imágenes estaban ahí porque esos eran
los nueve hombres del mundo que más te interesaban. Si tus gustos habían cambiado,
también lo harían las pinturas".
Mi boca se abre en estado de shock, y la cierro rápidamente para evitar tragar un

mosca-caballito balancín.
"Yo... no sabía eso".
"Sin embargo, todavía me pongo celoso", susurra, mirándome. "No puedo evitar eso.
Me gusta estar contigo, Allison, y solo soy un ángel". En lugar de ser solo un
humano... eso me gusta. Me inclino hacia adelante y lo beso en la boca, saboreando su
sabor. Es más de lo que jamás podría haber pedido, más de lo que nunca podría haber
esperado en nueve hombres, y mucho menos en uno.
Me alegro de que Tee sea mi principal.
Me recuesto y exhalo, sabiendo que tengo otras conversaciones incómodas por

delante.
Hay algunos tipos en este barco, como North y Dee, que sé que están listos para ser
parte de esta profecía. Hay otros, como Chesh y March, en los que necesito trabajar.

Está bien, y por trabajar en… me refiero a follar. Porque el sexo sella el trato en una
relación para mí. Antes de eso, se siente como si fuéramos... ¿amigos? O tal vez lo
estoy usando como excusa porque solo quiero llevar a esos chicos a la cama conmigo.
"¿Quieres escribir una entrada conmigo?" Le pregunto a Tee, y él sonríe, dejándome

colocar el diario en la mitad en su pierna y la otra mitad en la mía.
Lo que puedo decirte... es que la letra de Tweedledum es infinitamente más bonita que
la mía.
La ciudad de Wabe está situada alrededor de una enorme torre en forma de reloj de
sol. Es mucho más grande que Potsville, con cabañas de piedra cubiertas con techos
verdes. No hay un solo edificio que no tenga musgo, césped, flores o comida brotando
de su azotea. Cuando atracamos, veo que la residencia del maestro del muelle tiene un
gran manzano en la parte superior.
Descargamos el Espejo y nos quedamos agrupados en el muelle, mirando hacia una

larga calle adoquinada, hacia una carpa gigante y colorida llena de puestos.
Bienvenido al mercado de Wabe dice el letrero, y luego debajo, está etiquetado

Direcciones: ¡va un largo camino antes de él y un largo camino detrás de él! Eh.
Bien. Eso no tiene ningún sentido.
Los edificios aquí parecen tener una mezcla de diamantes y corazones, lo que me hace
preguntarme qué tan cerca de la frontera del reino de Red estamos realmente.
"Tienen la comida más magnífica en Wabe", se lamenta March, mirando hacia el río y
el sol poniente. A medida que se hunde bajo las colinas, pinta el agua humeante de un
brillante oro bruñido. "Lástima que estemos aquí por negocios y no por placer".
Vuelve a mirar al Sombrerero, arqueando una ceja oscura. "Aunque la gente necesita
comer, ¿no es así?"
"Supongo que necesitan... comer", ronronea Raiden, pero cuando dice esa última
palabra, sus ojos están definitivamente en el pulso palpitante de mi cuello. "Esta es

nuestra última parada civil antes de llegar al Fiesta del Té EternO. La ropa fresca, la
comida y los billetes de tren son el negocio de esta noche".
"¿Y supongo que también tienes conexiones para quedarte aquí en un lugar seguro?"
Pregunta Brennin, pero Raiden Walker solo le sonríe con malicia. Aunque Red
mantiene su férreo control, puedo decir que está fuera de su elemento. Dudo mucho
que viaje de incógnita con regularidad. Apuesto a que usa una escolta real.
"¿Qué constituye exactamente una escolta real de todos modos?" Le pregunto al

Duque mientras el Sombrerero Loco levanta su sombrero de copa, saca su bastón y
nos hace un gesto para que lo sigamos.
"Una escolta real", declara North, con su cabello dorado como plumas alrededor de
sus cuernos oscuros, "se compone precisamente de lo siguiente: noventa y nueve
soldados de infantería, diecinueve de caballería, diecinueve arqueros, nueve conejos,
un carruaje y un juego de té con exactamente nueve opciones de té, con Darjeeling
generalmente se sirve primero. La escolta siempre viaja a diecinueve kilómetros por
hora, y solo se detienen a las nueve de la mañana o a las nueve de la noche".
"¿Todos estos nueves tienen algo que ver con la profecía?" Pregunto, pero el Duque
solo me da una de sus pequeñas sonrisas bestiales, enroscando su cola alrededor de mi
cintura y acercándome. Siempre me siento segura a su lado, como si pudiera
conquistar el mundo. Quiero decir, puede transformarse en un jodido dragón, eh,
jabberwock, ¿quién no se sentiría segura?
Las calles aquí están mucho más concurridas que en Potsville, y el aire huele a
azafrán, cúrcuma y flores silvestres. Apuesto a que los dos primeros aromas provienen
del mercado, mientras que el segundo proviene de los techos vivos. Tomamos calles
laterales y callejones hasta llegar a una casa de té llamada Haigha y Hatta.
"¿Adivina cómo se pronuncia?" Raiden dice, moviendo el letrero de madera. Tiene

una pintura de una liebre con sombrero. Qué listo. Y qué dolorosamente obvio
también.
"Buena manera de anunciarle al mundo que eres dueño del lugar", digo rodando los
ojos, pero el Sombrerero Loco se detiene con la mano en la puerta y me da una mirada
muy seria.
"En realidad, mi querida Alicia, esta taberna es el lugar de donde se originan nuestros
nombres. ¿No es así, March?"

"Exacto", responde, pelando una naranja que sacó de solo Dios sabe dónde. Los dos
me miran fijamente, pero no parecen interesados en dar más explicaciones. En
cambio, Raiden se abre camino hacia el estruendo de la casa de té. Hay una banda en
la esquina con instrumentos muy parecidos a los que vi en The Pool: una guitarra
eléctrica con engranajes, una batería y una mujer que canta una melodía tan lasciva y
obscena que mis padres se sonrojan.
Hay mujeres en cada mesa, rodeadas de hombres, pero está muy claro quién manda en
Underland. Se pasan teteras y el tintineo de la porcelana llena cada rincón en sombras.
El letrero detrás del mostrador anuncia docenas de tés diferentes, y el pasillo al lado
está marcado Solo para invitados que pasan la noche (y miembros del personal de
Lazy Ass).
El Sombrerero Loco arregla el pago con el mostrador, y el camarero quita la cuerda de

terciopelo, guiándonos a través. Las paredes aquí están hechas de piedra y gotean
constantemente, esos mechones de musgo que vi en el calabozo crecen entre las
piedras, brillando débilmente.
"Una suite esta noche, muchas habitaciones". Raiden abre una puerta con una pesada
llave de hierro y se hace a un lado mientras todos entramos. La habitación es
acogedora, con un fuego rugiendo en la chimenea, y veo una gran cantidad de puertas
dispuestas en tres de las paredes. "Esto se conoce como la suite de una esposa", me
dice mientras entra y cierra la puerta detrás de nosotros. "Destinado a la mujer
exigente con muchos maridos, pero solo si le gusta mantenerlos separados. Algunas
mujeres prefieren una cama individual. Yo mismo me inclino hacia eso".
"¿Cuál es el punto de tener varios maridos si tienes que dividir tu tiempo entre ellos?"
Pregunto, acercándome al fuego y sosteniendo mis palmas frente a él. Me muero por
ir a ver ese mercado, y como dijo March: tenemos que comer, ¿no?
Mi madre es la primera en experimentar abriendo una de las puertas. Tiene un

pequeño letrero en el frente que dice Niños (y enanos, duendes y bebedores de
Bébeme)! Por lo que puedo decir, hay varias camas gemelas allí, lo que es bastante
perfecto para mamá, papá y Edy. Mi hermana busca el baño más cercano, exhala un
suspiro de alivio y desaparece dentro.
Aún no se ha duchado, y no creo que sea yo la única que esté rezando para que se
bañe antes de salir de esa puta habitación.
"Creo que la pobre Dinah tiene hambre", dice Chesh, sacando a la gata negra de mi
bolso y colocándola en el sofá verde con mechones. Bosteza, mostrando una lengua
rosa brillante, y luego procede a rascarse las uñas en la tela. El gato de Cheshire se

pone a su nivel, mueve una oreja en blanco y negro y baja los párpados a media asta.
Esto parece transmitir un mensaje muy claro a Dinah, y ella se detiene y se sienta para
lamer su hombro. "Tendremos que comprar pescado en la ciudad. Ah, y tal vez
algunos cangrejos de agua dulce. Te gustaría un cangrejo, ¿verdad, Dinah?"
"No la malcries", lo regaño, dándome la vuelta y poniendo mis manos en mis caderas.
"Ella ya está lo suficientemente malcriada y, además, creo que está enamorada de ti".
"¿Estás celosa?" Pregunta Chesh, moviéndose para pararse frente a mí. Siempre está
gateando, moviéndose y desapareciendo de la vista, de modo que a veces olvido lo
malditamente alto que es en realidad. O que casi lo asesino con la Espada Vorpal.
Envuelve su cola blanca y negra alrededor de mi cintura mientras yo alcanzo y tiro de
su perforación del tabique.
"No particularmente", miento, aunque sé que es una mierda estar celoso de un gato.
Pero, como Chesh es tan a menudo un gato como un humano, no veo por qué no
podría estar enamorado de la propio Dinah. "Tú no... follas gatos, ¿verdad? Como los
gatos normales, ¿no te involucras románticamente con ellos? "
El gato de Cheshire me mira durante un largo momento y luego echa la cabeza hacia
atrás con un aullido de risa. Tengo las mejillas enrojecidas y trato de alejarme, pero él
me agarra de las muñecas y me acerca, inclinándose para ronronear en mi oído.
"Estás bastante enojada, ¿no es así, Alicia?" Lame el caparazón de mi oreja y reprimo
un gemido. "¿Si me follo a los gatos? No, ciertamente no lo hago".
"¿Ni siquiera en forma de gato? ¿Por qué es una pregunta menos ridícula que
preguntar si te follas a los humanos?"
"Porque los humanos pueden decir acertijos y los gatos no pueden aceptar una broma.
Tú, entre todas las personas, deberías saber eso, Alicia". Enarco una ceja, porque aquí
vamos con el sinsentido de Underland de nuevo. Pero te contaré un pequeño secreto,
ya que has leído hasta aquí y todo: ya no me molesta. De hecho, me encanta. "Ven,
iremos al mercado por pescado fresco, crema y hierba gatera, solo lo esencial".
"Si vas al mercado", ronronea el Duque Salvaje, deslizando el espejo debajo del sofá,
"necesitarás un séquito. Yo te acompañaré".
"¿Quizás deberías cuidar a la familia, y Dee y yo podemos ir con Allison?" Tee dice,
sentándose en la silla más cercana al fuego y estirando su ala derecha hacia las llamas.
Lo deja suavemente sobre la alfombra frente a la chimenea y absorbe el calor. "¿O tal
vez March y el Sombrerero pueden hacerlo?"

"Debemos conseguir los boletos", declara March, escogiendo entre varios platos
decorativos de cristal para dulces de diferentes tamaños. Cada uno está relleno de algo
diferente: frutos secos, nueces, menta, cerezas recubiertas de chocolate. Se llena la
boca con una variedad de golosinas antes de mirar hacia arriba, los viales de veneno
restantes alrededor de su cuello tintinean. "Los boletos de tren no son fáciles de
conseguir, especialmente con tan poca antelación".
"¿Por qué no le pides a Twinkle que venga a buscarnos?" Pregunto, moviéndome para
pararme al lado de March. Huele muy bien, a té fuerte y gardenias. La Liebre de
March resopla y niega con la cabeza.
"¿Ese cabrón perezoso? Ese murciélago no podría llevar a más de cuatro personas si
su vida dependiera de ello".
"Pero tenemos suficientes personas con alas aquí que probablemente podríamos hacer
que funcione, ¿verdad?" Levanto la tapa de uno de los platos de dulces y agarro un
pretzel. Sabe... no se parece en nada a un pretzel, más bien a un croissant. Es un poco
desconcertante.
"Demasiado lejos para viajar, demasiado conspicuo. La Morsa y el Carpintero

ciertamente tienen suficientes ojos en el mundo para notar un jabberwock que
transporta pasajeros humanos, ¿no crees?" Raiden agarra un puñado de pretzels antes
de que vuelva a poner la tapa, mirándome mientras mastico. "Hemos pasado por esto,
¿no es así? ¿Y no te gustan las alturas?"
"Solía hacerlo", le digo encogiéndome de hombros. "No estoy segura de si vale la

pena temer por eso". Me siento en la mesita mientras mamá y papá merodean en la
puerta del dormitorio, tratando de parecer útiles. Puedo decir que sienten que deberían
estar haciendo algo, pero en realidad, es mejor que simplemente se relajen. Todo esto
está fuera de sus manos. "¿Necesitas más sangre?"
"¿Estás ofreciendo?" Pregunta Raiden, animándose sustancialmente.
"No me gusta que pienses en Alicia como un bocadillo; en su lugar, toma un poco de
la sangre de Rab ", dice Brennin Red, después de haber seleccionado una habitación
para él y Rab. Le entrega la llave en su mano derecha y luego se sienta en el sofá,
chasqueando los dedos enguantados en silencio. Noto que le da a Dinah una mirada
muy entrecerrada de mantente alejado de mí.
Rab pone los ojos en blanco, se sube las mangas de la camisa mientras revisa los
platos de dulces, le lleva las mentas a Brennin antes de llenar un vaso de agua del
grifo del bar. Sí. Nuestra antigua casa de té en casa de campo con techo vivo tiene una

barra con fregadero. Pero, como, una barra húmeda para el té y no para beber. Tienen
alcohol aquí, pero no mucho. Todo el mundo prefiere el té reforzado y no puedo decir
que los culpe. Es algo jodidamente asombroso.
"Sí, bueno, ella es un bocadillo y un polvo y un amor y una salvadora, todo en uno".
"No llames a mi hija así", dice mamá, avergonzándome como una mierda. Puedo
defenderme, sabes.
"Mamá", grito mientras Raiden lanza un pretzel al aire y lo atrapa con la boca. Él le
sonríe y luego se quita el sombrero, ofreciendo una reverencia. Aunque sé que tiene
pistolas, un bastón, comida y un millón de sombreros debajo, todo lo que veo es su
cabello oscuro, ligeramente rizado.
"Mis disculpas, Sra. Liddell. Estás en lo correcto. ¿Donde estan mis modales?" Raiden
se vuelve a colocar el sombrero y luego lo levanta de nuevo, sacando su bastón.
Golpea el suelo con el extremo y me mira con ojos color mermelada. "Todo lo que
quiero decir es que mis fantásticas habilidades curativas se basan en mi capacidad
para encontrar nutrientes carmesí de alta calidad. Es decir, necesito sangre y mucha
jodida sangre también".
Pienso en lo rápido que reaccionó para salvar a Tee, y sé que le voy a dar un poco.
Mierda, le voy a dar todo lo que quiera.
"Toma un poco de mi sangre para empezar", dice Rab arrastrando las palabras,
sirviendo al rey su agua y luego colocando las manos en las caderas. "Puede que sea
un poco fría para el gusto, pero te prometo que hay algo de valor".
"La sangre de cambiaformas sabe a mierda de perro", dice Raiden, mientras el Conejo
Blanco levanta la mirada para mirarlo. "Solo bebo de March cuando tengo que
hacerlo".
"Solo cuando tiene que hacerlo", repite March mientras Dee aparece con un par de
pantalones de pijama de lino negro y nada más.
"Tienen prendas, en los cajones", explica mientras levanto una ceja. "Y gracias a la
mierda por eso. La sangre de cambiaformas puede saber a mierda de perro, pero
ciertamente olía a eso". Sonrío, porque no creo que nunca haya pensado que los
gemelos olían bien. Genial, de hecho. Perfecto. ¿Quizás es algo que me gusta?
¿Porque me gustan tanto que ya no percibo la realidad? Eso es amor.
No es que los ame.

Quiero decir... quiero decir, mierda. ¿Quizás lo haga?
Oh mierda.
"Entonces, si Alicia está de acuerdo con eso, porque es su sangre, entonces me

gustaría beber antes de irme. March y yo la escoltaremos a ella y a todos los demás a
la ciudad. Como dije, cómprate algo de ropa. Todos huelen a mierda de perro para mi
pobre y sensible nariz de vampiro".
Dee se acerca para pararse a mi lado, escogiendo los malvaviscos de colores brillantes
de uno de los platos. Se los mete en la boca y luego busca las hormigas confitadas.
Asqueroso. Pero todavía se ve sexy con sus alas azules y negras, su pecho sin camisa
y esa magnánima sonrisa suya.
"Sigamos con esto entonces, ¿de acuerdo?" North pregunta en un gruñido bajo.
Claramente, tampoco le agrada que comparta sangre con un vampiro, pero no se
puede negar: Raiden Walker ha sido muy útil. Literalmente, no puedo imaginar haber
llegado tan lejos sin él: hay una razón por la que es el mercenario más poderoso de
Underland. "No me importa quién más vaya al mercado con nosotros, pero necesito
algo de tiempo con mi compañera".
"Y ahí está esa palabra de nuevo", murmura papá, pero mamá lo calla.
"¿Lo haremos aquí mismo?" Raiden ronronea mientras me siento en una silla roja con
un cojín a cuadros blanco y negro. "¿En frente de todos?" Pasa un poco de pelo por
encima de mi hombro y me estremezco.
"Tú eres quien dijo que preferías que todos compartieran la misma cama. ¿Qué hace
que esto sea diferente?" Cierro los ojos e inclino la cabeza hacia un lado, esperando
que el delicioso placer de los dientes del Sombrerero Loco se hunda en mi piel.
Él duda, pero solo por un momento, arrodillándose frente a mí, justo entre mis piernas
abiertas. También llevo una falda, y esto es demasiado jodidamente sexual para mí en
este momento.
"¿Estaría feliz de llevarte a la casa de té para comer algo?" les dice Lar a mis pobres y
confundidos padres. "Sirven pasteles y bollos, mermelada y nata fresca. Tus hijas
están bien protegidas aquí con los ángeles".
Tee suspira, pero puedo decir que está resignado a quedarse con su hermano y cuidar
de Edy. Me encuentro primero con los ojos de Dee y luego de Tee por encima del

hombro de Raiden, justo antes de que mis padres se vayan con Lar, y el vampiro
muerda con fuerza.
El placer se precipita desde mi cuello para acumularse en mi vientre, haciendo que me

duelan los músculos de la parte inferior de la barriga mientras Raiden bebe profunda y
largamente, la lengua jugando con la piel sensible de mi garganta. Su mano derecha se
desliza por mi muslo y debajo de mi falda, provocando mis bragas de la manera más
deliciosa posible. Mis dedos se enroscan en su cabello y lo sostengo con fuerza contra
mí mientras bebe. Una vez más, tengo la idea de que se trata de algo más que comida:
hay una sexualidad que está intrínsecamente entretejida en el acto.
¡¿Y una pequeña cantidad de… afecto?! ¿Me siento afectuosa con él mientras le
acuno la cabeza y él bebe? Asqueroso.
"Está bien, suficiente," jadeo después de un momento, empujando a Raiden y

poniendo mi palma sobre la mordida. El Sombrerero Loco se lame el rojo de los
labios y retira la mano.
"Gracias, Alicia", gruñe, y apenas suena medio humano, si es que lo es. "Nunca sé
cuándo me necesitarás". Raiden se pone de pie y luego se inclina cerca de mi oreja, su
mano derecha toma la mía y la presiona contra su entrepierna. "Sangre buena y
fuerte... es útil para ciertas cosas". Me da un momento para apretar su erección, y
luego da un paso atrás, sonriéndome como si supiera que ha causado una buena
impresión.
Pinchazo.
La única pregunta aquí es: ¿qué tipo en esta habitación es el mayor idiota de todos?
Pista: no es Tee, Dee, Chesh o Lar. Los otros cinco son juego limpio. ¿Aunque mi
conjetura? Probablemente sea el maldito rey o el imbécil Sombrerero.
Manchando con sangre de mi cuello, acepto una servilleta de tela empapada en agua
tibia de la mano de Dee y seco la herida.
"Ahora, ¿podemos ir al mercado por favor?" el Duque arrastra las palabras,

desabrochando un botón extra en su camisa con volantes para una máxima exposición
del pecho. Podría simplemente agarrarlo por los cuernos y besar su boca llena ahora
mismo, lo juro por el As de Corazones. "Los Fabulosos Monstruos están en la ciudad
esta noche... y tengo la intención de aprovecharlos".
La forma en que mira mi boca cuando dice eso... da la idea de que tal vez sea yo quien
planea aprovechar.

El mercado es grande, ruidoso, colorido y está plagado de innumerables aromas. Mi
nariz apenas sabe qué olfatear, si sabes a qué me refiero. Hay especias y perfumes,
jabones y ropa de cama fresca, animales tanto salvajes como domésticos, todo junto
con vendedores de armas, vendedores de joyas y boutiques abiertas que se han
instalado en algunas de las cabañas que rodean la plaza del mercado.
"¿Qué son los Fabulosos Monstruos?" Pregunto, y North sonríe con sus hermosos
dientes blancos. Chesh ya ha comprado un par de cintas rojas con diminutos
corazones blancos y ha atado grandes lazos esponjosos alrededor de cada uno de los
cuernos oscuros del Duque. Es divertido y sexy al mismo tiempo.
"Actuando en compañía, viajan en Underland y ofrecen un gran espectáculo". March

mira por encima del hombro, chupa una manzana confitada mientras me mira con ojos
café expreso. "Es lascivo y obsceno, y para ser franco, es la esencia misma de
Underland". March le da un mordisco a la manzana, la traga y luego sonríe. "Trucos
de cartas, desnudez y lenguaje soez. Te encantará, estoy seguro".
"Los boletos cuestan una sonrisa o un ceño fruncido, una risa o un llanto, un brazo o
una pierna; la mayoría de la gente paga con una sonrisa". Un brazo o una pierna, ¿eh?
Bien. Chesh estira los brazos por encima de la cabeza y bosteza.
"Lástima que no te permitan pagar con uno de esos", bromeo mientras pasamos por un
puesto lleno de jaulas de pájaros de diferentes formas y tamaños. Cada uno de ellos es
una obra de arte, brillando con joyas, o hecho de un metal tan fino que parece pétalos
y enredaderas. Hay un pájaro dentro de cada uno, y son tan fantásticos como cualquier
otra cosa que se encuentre en Underland. Hay uno con dos pares de ojos, un par a
cada lado de la cabeza. Y otro que parece un pajarito jubjub; incluso tiene una red
gruesa que se extiende a lo largo de la parte inferior de su jaula.
Me estremezco y me alejo.
"Oye, ¿hay conejos que adopten la forma jubjub?" Pregunto mientras North acaricia
un poco de seda roja con una especie de mirada melancólica en su rostro.
"Esto sería una excelente tela para bodas", murmura, y finjo no escucharlo. Sé que
poco después de que todo esto termine, me casaré con el Rey, el Sombrerero y
cualquier otra persona que necesite casarse para que estas políticas funcionen. Cuando

eso fue todo, solo un movimiento político, no me importó. Ahora que mis
sentimientos están involucrados, lo admitiré: estoy un poco nerviosa.
"Los conejos adquieren la esencia de sus tres formas, ¿recuerdas?" March dice,
deteniéndose cerca de un puesto que anuncia ¡Sapo recién hecho en el agujero! ¿Qué
diablos es eso? Quiero decir, vagamente, y quiero decir vagamente, recuerdo que el
sapo en el agujero es un plato británico tradicional hecho con salchicha y pudín de
Yorkshire. Nada mal para un estadounidense, ¿eh? Pero cuando miro... sea lo que sea,
parece literalmente ranas horneadas en extraños bizcochos verdes. "Un jubjub es
demasiado primitivo, mezquino y estúpido para asumirlo. Si hubiera un Conejo
corriendo por ahí, eso fue en parte jubjub, lo sabrías".
"¿Es por eso que eres tan idiota entonces?" Pregunto mientras la Libre de March lanza
una moneda al dueño de la tienda y recoge tres pequeños envoltorios de muffins
llenos de la misteriosa golosina. Me entrega uno y lo tomo con la nariz arrugada,
dándome cuenta de que en realidad no es un sapo o una rana en la parte superior, sino
más del pudín de Yorkshire horneado en un molde.
Decido que casi me gusta el imbécil cuando también le da a Chesh un obsequio, y el

gato ronronea con deleite.
"¿Qué estás tratando de insinuar ahí, Pequeña Alicia?" Raiden pregunta, hurgando en
el siguiente puesto, que vende sombreros, por supuesto, ¿qué más? - con su bastón.
"Estoy insinuando," comienzo mientras escojo el empanado de la cabeza del sapo y

trato de no pensar en los ojos sangrantes de la Tortuga Falsa mientras lo borro con mi
magia, "que la Liebre de March ha adquirido tu esencia, y que eres un idiota. ¿Que no
está claro acerca de eso? "
"Nunca dije que mi tercer forma fuera el Sombrerero Loco, imbécil y descarado", dice
March con cariño, comiendo su sapo en el agujero en dos bocados. También mastica
muy bien, y nunca hay comida atorada entre sus dientes. Debe ser mágico. "Lo has
inventado, todo es complicado".
"Lar me dijo; tiene visiones. Y la negación no les sienta bien a ninguno de los dos".
Exhalo, cierro los ojos y le doy un mordisco a mi comida. De hecho, es bastante
bueno. Sabe a pastel de carne, más o menos. Probablemente también sea orgánico y
no transgénico. Hah. "Además, el Rey me dijo a quemarropa que todos los
gobernantes tienen conejos que pueden lucir su imagen".
"No Brennin Red", dice el Duque Salvaje, usando su cola para jugar con mi cabello.
"Es demasiado arrogante para dejar que otro le quite el pellejo".

"Bueno, eso, y el Conejo Blanco ya le fue prometido a su hermana". Raiden sonríe
mientras levanto las cejas en estado de shock. "Podría ser un secreto de estado para
algunos, pero no es mi secreto. Rab lleva la piel de Scarlet, no la de Brennin".
"¿Scarlet?" Susurro, emocionada de finalmente tener otra pieza del rompecabezas.

"Pero vamos: ¿Scarlet Red? ¿De verdad?"
"No veo cómo eso es más extraño que el nombre de la Libre de March", dice March
poniendo los ojos en blanco.
"¡Pero ese es tu nombre, y dijiste que lo elegiste!" Respondo poniendo los ojos en
blanco, tomando otro bocado de mi comida.
"Sí, bueno, ¿por qué eso debería impedir que sea absolutamente ridículo? Soy un
conejo con el nombre de Liebre. ¿Sabes la diferencia entre un conejo y una liebre?"
Um. En realidad, ahora que lo pienso... "No".
"Yo tampoco", dice March encogiéndose de hombros, y aparentemente eso es todo.

Seguimos caminando, pasando por una docena de puestos diferentes que podría pasar
todo el día mirando, si tuviera tiempo. Miro el tatuaje en mi muslo; mis padres
definitivamente lo vieron, pero supongo que esa es la menor de sus preocupaciones,
considerando que están atrapados en un universo alternativo lleno de gente loca.
Todavía está haciendo tic-tac y eso me asusta, solo un poco.
Porque a veces, cuando el reloj marca la medianoche, el cuento de hadas se acaba.
No quiero que mi cuento de hadas nunca termine.
"Hay un puesto completo de relojes", susurro mientras pasamos por un puesto tan
lleno de artículos a la venta que el dueño de la tienda tiene que sentarse en el techo.
No estoy segura de cuántos negocios consigue hasta allí, pero seguro que es
fascinante.
"Y un puesto completo para gatitos", dice Chesh, haciendo una pausa en una fila y
agachándose para mirar una variedad de coloridos juguetes de fieltro para gatos. Se
lame los labios y sus pupilas se agrandan mientras estira los dedos y toca
juguetonamente los objetos con los dedos curvados. "Ah, y la hierba gatera...
Cambiaría té potenciado por hierba gatera cualquier día".
"Ahora que lo mencionas", dice el encargado de la tienda, y... ¡¿veo que ella también
tiene cola y orejas?! ¡Es otra persona felina, una neko, como Chesh! Ella balancea su

esponjosa cola blanca y agarra una lata del estante en la parte de atrás, presentándola
con un pequeño ronroneo y un destello de colmillo. "Té de hierbas con hierba gatera.
Te da un subidón divertido y luego te pone a dormir".
Chesh se lo quita de las manos y luego le grita al Duque.
"No tengo una moneda a mi nombre, idiota que soy", dice mientras North le da una
palmada en la cabeza y le paga al dueño de la tienda con varias monedas de oro del
interior de su bolsillo. "Me tratas muy bien, Salvaje Duque".
"Y mantienes mis pies calientes en las noches frías, aunque no me gusta que me
orines en mis camisas recién almidonadas". North observa mientras Chesh recoge
algunos frascos con peces muertos flotando en ellos, varios juguetes para gatos,
manojos de hierba que deben ser hierba gatera y un collar nuevo, aunque no para
Dinah, claramente para él, ya que es bastante grande.
"Lo hice una vez, y solo porque te negaste a rascarme el trasero". Chesh acepta una
bolsa de papel de la niña gato detrás del mostrador. Ella ronronea coquetamente hacia
él, pero él simplemente golpea con un clavo su placa de identificación y ella mira de
cerca para leerla, el cabello erizado a lo largo de su cuello con un suspiro.
"De todos modos, ya tengo cuatro maridos", dice moviendo el hombro y moviendo la
oreja. Reprimo los celos y sigo caminando. Es interesante cómo he estado alejando a
Chesh durante semanas, y ahora quiero acercarme a él. Debe ser toda esa magia
salvaje en el aire, envenenando mi cerebro. Quiero decir, ¿de qué otra manera se
podría explicar mi atracción por el Duque, el Rey y el Sombrerero? Son pendejos, los
tres.
"Y recuerda: incluso si orino en tus cosas, o rasco tus muebles, o toso bolas de pelo en
tu cama, también te protejo cuando caminas dormido. Me aseguro de que llegues a
casa sano y salvo, y nunca dejaré que el jabberwock se apodere del Duque de
Northumbria". Chesh sonríe, desapareciendo de la vista hasta que solo se ve su bolsa
de golosinas y su sonrisa.
"Punto tomado", gruñe North, golpeando su gruesa y musculosa cola contra el

pavimento. Nos dirigimos hacia una intersección muy transitada, y tanto el
Sombrerero como la Liebre se detienen para tomar un sombrero.
"Iremos de camino a buscar los boletos de tren", dice Raiden, mirándome con sus
hermosos ojos naranjas, como hojas que caen en un fresco día de otoño. Me pregunto
si tienen temporadas aquí en Underland de la misma manera que lo hacen en casa.
"Encuentranos en Haigha y Hatta antes de la medianoche. Disfruta de tus Fabulosos

Monstruos". Me guiña un ojo y tengo la idea de que tal vez cuando dice Fabulosos
Monstruos, es un eufemismo para otra cosa. ¿Quizás los penes de North y Chesh?
¿O tal vez solo quiero que sea un eufemismo? Recuerda: jovencita todavia caliente
por aqui. No he subido de nivel en ese campo desde que comenzaste a leer. Lo siento,
pero simplemente soy obstinada en mantener mi propia edad durante los trescientos
sesenta y cuatro días de mi no-cumpleaños.
"Ven, ven", dice North, abriéndose paso entre la multitud en dirección a una carpa
rayada. En realidad, es una carpa dentro de una carpa, porque todo el mercado está
cubierto por una gran muestra de tela roja decorada con los símbolos de los cuatro
reinos.
Afuera hay una taquilla, pero North simplemente sonríe y le entrega un talón. Chesh
frunce el ceño tan fuerte como puede para conseguir el suyo, y yo me quedo allí como
una idiota hasta que el gato me hace cosquillas con la cola y una risa me sube por la
garganta.
"Casi pensé que no podrías pagar tu camino por un minuto allí", ronronea la mujer
dentro de la cabina, la mitad de su rostro oculto con un velo. Ella hace un pequeño
silbido y veo una lengua bífida que sale de debajo de la tela. "Triste es el bastardo que
no puede pagar el peaje".
"¿Qué pasa si no puede pagar?" Pregunto, aunque sé que no debería, y Chesh tira de
mi brazo en dirección al escenario.
"Se une a la compañía", dice otra voz, y miro hacia la izquierda de la taquilla para
encontrar a un hombre con pantalones de cuero ceñidos, tatuajes y nada más, lanzando
una serie de cuchillos en llamas al aire. Los atrapa a todos con las yemas de los dedos,
con la hoja hacia abajo, y luego sonríe mientras el rojo brota de su piel y gotea en la
tierra. "Hasta que aprende a mostrar emociones, o si no es etiquetado como sociópata
o psicópata, y se queda con los Fabulosos Monstruos para siempre. Esa es la regla."
"¿Y quién inventó esa regla?" Yo desafío. Lo siento, parece que no puedo ayudarme.
El hombre de los cuchillos me mira con ojos que se arremolinan en los colores del
arco iris.
"El monstruo más fabuloso de todos: el maestro de la compañía. Todos saben eso.
¿Qué eres, un maldito Topsider? se ríe y sacude su largo y oscuro cabello, alejándose
de la taquilla mientras la dama serpiente le mira el culo. La miro un poco más de

cerca... hasta que veo que la mitad inferior de su cuerpo es toda serpiente, y no tanto
una mujer.
Malditos corazones en una tarjeta...
Chesh me arrastra, siguiendo al Duque hasta la última fila de bancos en el centro de la

tienda a rayas. Ya se las arregló para hacerse con unas palomitas de maíz, no. No,
espera, eso no son palomitas de maíz. Lo siento, culpa mía: es solo una tetera de
cogollos.
"¿Qué diablos es una tetera de cogollos?" Pregunto mientras Chesh toma un bocado,
se deja caer en el regazo de North y comienza a ronronear. Le da a su amigo un buen
masaje y recibe una palmada y un rasguño en respuesta, antes de molestarse en pasar a
mi otro lado para sentarse.
"Es un capullo de flor joven muy tierna que se cocina en una tetera de hierro fundido
con sal, azúcar y aceite. Prueba." Él sostiene un trozo y abro la boca, chupando sus
dedos de una manera que es un poco abierta, incluso para mí. Pero luego nuestras
miradas se encuentran y no puedo evitarlo. Me gusta el gato de Cheshire, lo tengo
desde el primer día. Bueno, tal vez no el primer día porque es un imbécil que me trae
roedores muertos, pero como el día cuatro o cinco al menos.
De todos modos, debería sacar al pobre gato de su miseria y pedirle que se una a mi
harén.
"¿Qué es lo que te gusta tanto de los Fabulosos Monstruos? ¿Has ido a verlos antes?"
North toma algunos de los cogollos de la tetera entre las yemas de sus dedos, sus
garras negras sobresalen ligeramente de las yemas de sus dedos mientras me estudia
con ojos dorados. No puedo creer que esté sentada aquí junto a él, esperando que
comience un espectáculo extraño. La cosa es que estoy feliz aquí. Aquí es donde
quiero estar.
"Todos somos monstruos fabulosos aquí en Underland", dice North, mirándome

directamente, su mirada tan intensa que empiezo a retorcerme. "Supongo... me gustan
porque me recuerdan que ser un monstruo no es tan malo como parece. Todos los que
actúan aquí están maldecidos por la magia salvaje".
Lo miro y me pregunto cuántos años tenía cuando se convirtió en un jabberwock.

Parece que ahora le gusta, pero no puede haber sido fácil, asumir la personalidad de
un... monstruo.

"Creo que los monstruos son hermosos, siempre que su monstruosidad esté en el
exterior. Los que mantienen ocultos a sus monstruos son con los que hay que tener
cuidado". El Duque me sonríe, como si hubiera dicho algo, bueno, fabuloso, y luego
se inclina para besarme.
Y, oh, mierda, si tuviera mi diario en este momento, probablemente garabatearía algo

como esto:
Querido Diario de Mierda, la forma en que el Salvaje Duque de Northumbria besa

es… criminal. Su lengua es un trozo caliente de tentación carnal, y su boca es esta
oscuridad posesiva a la que no quiero nada más que sucumbir, someterme y
rendirme. Cuando estoy cerca de él, me siento como una heroína desafortunada en
una novela romántica, una de esas con un hombre sin camisa en la portada, y ni
siquiera me importa. También me hace sentir valorada, apreciada e interesante.
Querido Diario de Mierda, si creyera en el matrimonio, probablemente me casaría

con este tipo. Tal como están las cosas, me gustaría compartir una tarjeta de Costco,
convivir y también joderle los sesos. ¡Gracias por su atención!
El Duque y yo nos separamos cuando las lámparas de gas parpadean y varias personas
en monos negros entran al escenario con jaulas de pájaros en las manos. Mientras la
multitud se vuelve loca y luego se calla rápidamente al nivel de susurros y secretos,
los artistas enganchan sus jaulas con cadenas que cuelgan del techo.
La música comienza, misteriosa e inquietante mientras las luces de colores brillan en

el escenario y el humo se filtra por el piso de madera. Una de las personas en traje de
baño se detiene para tocar una campana de viento plateada con un pequeño mazo justo
antes de que suenen varias trompetas y el sonido de una tabla de lavar.
Las jaulas de pájaros se elevan en oposición entre sí, comenzando en un patrón

aleatorio y volviéndose cada vez más absurdas a medida que avanza la música. Las
luces se iluminan y una mujer con una falda corta e hinchada, un corsé que apenas
contiene sus pechos y tacones altos se pavonea con un látigo en la mano, golpeando
los barrotes de cada jaula mientras pasa el vals.
En el interior, las aves se transforman en seres humanos con distintos grados de

vestimenta.
Abren las puertas de la jaula y se unen a la mujer de la falda, haciendo un baile que es
nada menos que una provocación para el público. Cuando llegan al can-can, puedo ver
que realmente quieren que este show sea obsceno. Ni un par de bragas en todo el

grupo, incluidos hombres y mujeres. Todos llevan faldas y todos bailan el mismo
baile. Me gusta esa parte, al menos.
Cuando terminan y hacen una reverencia, la gente comienza a arrojar flores al

escenario.
Escucho a una Venus atrapamoscas murmurar mientras la arrojan, con olla y todo,
hacia los bailarines.
"¡Ni un par de ropa interior a la vista!" advierte, justo antes de que su maceta se
rompa en pedazos y el duendecillo se escape para sentarse en las vigas.
Una nueva canción comienza con uno de los miembros del grupo tocando un
acordeón, y una bailarina del vientre vestida solo con serpientes, sale, balanceando sus
caderas con la lenta y sensualidad de la melodía. Ella comienza a quitarse las
serpientes, entregárselas a más artistas en trajes negros. Es bastante bonita, con los
reflectores haciendo que su piel de ébano brille, la cortina de rayas blancas y negras es
un marco para su sexualidad.
Me arriesgo a echar un vistazo tanto a North como a Chesh, sus ojos enfocados en el
escenario. Y luego echo otro vistazo a sus respectivas entrepiernas. Ni una erección a
la vista. Eso me hace sentir mejor, de una manera mezquina y molesta. No debería
ponerme celosa, pero... lo estoy. Tonterías. Nueva energía de relación, así es como la
llamaremos. Me está haciendo actuar como una loca.
Una vez que está completamente desnuda, pero por un solo corazón brillante pastoso
en su ombligo, hace una reverencia y luego silba. Un tigre rayado en blanco y negro
sale al escenario para encontrarse con ella, balanceando una pelota en su nariz. La
bailarina de danza del vientre lo toma, lo hace rodar por un brazo y por encima de los
hombros al otro lado. Luego lo arroja y el tigre lo golpea. Ella lo agarra de nuevo y
luego lo coloca de nuevo en su nariz, aceptando una bandeja de plata, preparada para
el té, de la gente del mono.
Ella hace desfilar esto por el escenario y luego se lo lleva al gran felino,
balanceándolo sobre la pelota que todavía descansa sobre la nariz del tigre. Con un
silbido y un chasquido de la lengua, convence a la bestia de que se ponga de pie sobre
sus patas traseras. Cuando se convierte en un hombre desnudo, ella saca una de las
tazas de té de la bandeja y la coloca con cuidado en la punta de su pene erecto.
La multitud se vuelve loca, incluidos mis dos hijos, y la gente comienza a tirar cosas
extrañas en lugar de flores: cartas y dados, llaves y jacks, incluso dominó. Chesh

arroja algunos cogollos de tetera en esa dirección, pero caen sobre los bancos vacíos
frente a nosotros.
"Oh, disfruto de un buen espectáculo", ronronea, provocando el costado de mi teta con

su cola. Lo agarro y él hace un sonido que es más un gruñido que un gemido. "Pero
esto me encanta aún más. ¿Acaríciame, Gata Alli? Por favor." Miro y encuentro sus
ojos grises mirando los míos. Mi lengua recorre mi labio inferior y Chesh sigue el
movimiento con la mirada.
Uso mis manos para jugar con su cola mientras el hombre de antes, el de los ojos de
arcoíris, sube al escenario a continuación. Todavía lleva pantalones de cuero ajustados
y nada más, hace malabarismos con un juego de nueve cuchillos en llamas y realiza
giros fantásticos mientras se las arregla para levantarlos todos al mismo tiempo.
Mientras continúa con su acto, los cuchillos son reemplazados por erizos de colores
brillantes. Pobres cosas. Casi siento pena por ellos hasta que, en medio del
malabarismo, se mueven hacia la gente y caen por los lados del escenario.
La música se calma brevemente cuando el hombre se acerca a la audiencia y se

inclina, su largo cabello colgando como una cortina. Lo aparta y luego extiende su
brazo a una mujer en topless con una falda corta de encaje y una corbata. Tiene un
corazón reluciente y pastoso en su clítoris, pero eso es todo. También lleva tacones de
quince centímetros y medias de rejilla, y no parece en absoluto que pueda tropezar y
romperse la cara. Si esa fuera yo, ya estaría muerta.
"El puto intérprete más lascivo de todo el país", grita el hombre, animando a la
multitud a vitorear haciendo malabarismos con piezas del juego de té mientras
camina. "Una vez se casó con veinte hombres en una noche y se divorció de todos al
día siguiente. Cada uno de sus senos tiene su propio club de fans, y su coño se postula
para alcalde".
El hombre se inclina mientras la mujer toma el centro del escenario, mirándonos con
brillantes ojos rosados.
"Atraigo a tantos penes", dice con voz ronca, "¡He tenido que empezar a aceptar
solicitudes!" Ella levanta las cejas, acepta una baraja de cartas del hombre del pelo
largo y luego las baraja con magia. Hacen un arco de palma a palma sin que ella tenga
que mover un músculo. "¡Y mira, mira, aquí están dos de los chupapenes ahora!"
Las cartas giran a su alrededor como una tormenta, y se detiene cuando dos hombres
con cascos de Caballero, como piezas de ajedrez, en la cabeza, suben al escenario.
Ambos están desnudos y erguidos como el infierno, llevando garrotes en forma de

penes gigantes de espuma, y comienzan a empezar a golpearse el uno al otro con
ellos.
Está claro que tiene la intención de ser gracioso, ya que se caen y se tambalean ante
cada posible provocación. A veces, los garrotes de espuma ni siquiera hacen contacto,
y dan una pequeña voltereta o un redondeo. Nuestra protagonista mira divertida hasta
que ambos hombres se tiran al suelo. Luego toma algunas de las cartas del aire, las
lanza hasta que crean un conjunto de escaleras y sube por ellas.
El público se la está comiendo mientras la mujer parece elegir entre los dos hombres,
luego se encoge de hombros y arruga la nariz, señalando en su lugar al hombre de
pelo largo. Se une a ella en las escaleras de cartas y luego se desabrocha los
pantalones, revelando un pene tatuado en colores fantásticos.
"¿Qué están haciendo?" Pregunto mientras el gemido de Chesh se convierte en una

risita, y el Duque sonríe lascivamente.
El tipo de ojos de arco iris levanta a la mujer por las caderas y luego la ayuda a
inclinarse hacia adelante, de modo que esté en posición de tabla con las piernas
abiertas. Es acrobático y bastante hermoso... hasta que se desliza dentro de ella y
comienza a empujar. Ella tampoco es del todo tímida con sus gemidos.
"Oh. Es ese tipo de espectáculo" susurro mientras Chesh me quita la cola de las manos
y la envuelve alrededor de mi cintura. Al ver que la cola del Duque ya está envuelta
alrededor, se entrelazan. En realidad, es bastante lindo. O sería lindo si no hiciera
tanto calor y vapor en esa tienda.
La protagonista dobla las piernas a la altura de la rodilla y levanta la caja torácica, de

modo que se recuesta contra el pecho del hombre mientras él continúa empujando.
Otro miembro del grupo, uno de los que está vestido completamente de negro, sube
los escalones de cartas, se clava agujas de metal en la parte superior de la espalda y
luego le hace un gesto a otro miembro para que tire de una cadena.
Suspensión. Santo cielo. Pero no como nada que haya visto en mi vida. En lugar de
simplemente sostener a la mujer por los ganchos en su espalda, la cadena la levanta a
ella y a su amante, con solo su pene dentro de ella y sus manos en sus caderas para
mantenerlos conectados.
Mi boca se abre.
"Eso es lo que yo llamo un coño fuerte", dice Chesh, aplaudiendo junto con el
público. La pareja no permanece suspendida por mucho tiempo, pero una vez que se

bajan, esta vez hasta el suelo, las cartas se vuelven a montar en una cama y se relajan
en ella. Mientras los bailarines de fuego llenan el escenario, y los hombres y mujeres
caen del techo envueltos en sedas aéreas, los veo retorcerse, tocarse, sudar y besarse
en las tenues luces del borde del escenario.
Me resulta difícil mirar al Duque o al Gato, porque mis pezones están como piedras y
estoy mojada entre los muslos. No puedo decidir si es el show lo que me excita o si
una diatriba constante sobre el sexo simplemente le ha recordado a mi cuerpo lo que
me estoy perdiendo. ¿Quizás fueron los gemidos de Chesh mientras le acariciaba la
cola? Lo más probable es que sea una combinación de todo lo anterior.
Tragando saliva, me agacho y coloco una mano en el regazo de cualquiera de los dos.
"Oh, ¿mi compañera está disfrutando del espectáculo?" susurra el Duque mientras me
lamo el labio inferior. Las luces son lo suficientemente tenues y no hay nadie sentado
cerca. Debo estar perdiendo mi mierda en serio. O eso, o el incienso fuertemente
perfumado que flota en el aire me tienen clavada.
"No sé cómo me siento acerca del show", admito, desabrochando los pantalones de
ambos hombres. Mis palmas están sudorosas, así que no necesito lubricante cuando
los tomo en mis manos. Es una experiencia única tener uno a cada lado. Nunca antes
había hecho algo así.
"Oh, Gata Cat", gruñe Chesh, como si estuviera tan sorprendido como yo. "Creo que
esta es la primera vez que tocas mi pene". Se inclina y frota su mejilla contra mi
hombro, encrespando una de sus manos alrededor de la mía y animándome a seguir.
Mantengo mis ojos en el escenario, moviéndolos solo brevemente para captar la

expresión en el rostro de cualquiera de los dos. Los ojos dorados del Duque están
entornados y hay un gruñido que emana de lo profundo de su pecho que vibra a través
del banco y dentro de mí. Chesh, por otro lado, ronronea, pero la vibración es igual de
agradable.
El espectáculo pasa a otros eventos extraños y surrealistas, pero esa pareja de atrás
nunca abandona el escenario. De hecho, los dos hombres a los que arrojó a la acera
terminan uniéndose a ellos hasta que se ven envueltos en un cuarteto bastante
fascinante. No puedo decir que no robo ninguna idea de los Fabulosos Monstruos.
Mi primera vez tocando a Chesh, y me aseguro de que sea una hazaña voyeurista.
Genial, Allison, bebiendo una copa de Underland, ¿verdad?

Mis manos se burlan de los hombres durante la mayor parte del espectáculo, llevando
a Chesh al clímax primero. Enrolla las uñas en el banco de madera y deja surcos, gira
la cabeza y muerde mi hombro con fuerza cuando se corre. Dejo escapar un pequeño
grito, pero en realidad también se siente un poco bien, así que no lo detengo. Lo
termino y luego lo dejo para que se ocupe de su propio lío.
Chesh se vuelve a meter en los pantalones y se limpia lamiendo su mano limpia,

volviéndose para mirarme con el Duque. Sin embargo, ese dragón bastardo es terco
como el infierno, y me lleva malditamente cerca de los arcos finales para lograr que
empuje hacia arriba y hacia mi mano, volviéndose caliente y pegajoso contra mi
palma.
Agarro un puñado de servilletas, las limpio y las pongo en su regazo, sonrojándome

furiosamente y aplaudiendo mientras termina el espectáculo. Aparentemente, no hay
actos en esta actuación en particular, probablemente porque todos se apresuran a ir a
follar contra una pared en algún lugar. Me siento bastante bien al respecto, como si tal
vez me saliera con mi doble paja, cuando una cara sorprendentemente familiar
aparece entre la multitud.
"¿Primera vez en un espectáculo de Fabulosos Monstruos?" Pregunta Lory, con Dodo,

Eaglet, Duck y Mouse detrás de ella. Ella me da una especie de mirada de
complicidad cuando me pongo seis tonos de rojo en la cara. Chesh todavía está
lamiendo su mano, limpiando entre sus dedos con una lengua larga. Apenas reconoce
a los piratas, desapareciendo de la vista y luego reapareciendo como una sonrisa
masculina triunfante sobre mis hombros. Incluso en forma de gatito, sigue siendo un
idiota.
"¿Sin embargo, adivinaste?" Pregunto mientras el Duque me ayuda a ponerme de pie.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Intento actuar de forma casual, como si no le hubiera
hecho una paja a dos tipos en una carpa de circo, pero eh, supongo que es lo que es.
"Entregando un envío de té y tratando de permanecer fuera del Castillo de Corazones

por el momento". Suspira y parpadea con sus ojos marrones. "Ese Baile se fue a la
mierda tan pronto como te fuiste. Quiero decir, el Caballero Blanco tomó el control
bastante rápido, pero no confío en ella hasta donde pueda tirarla, y créeme, soy fuerte:
podría arrojarla desde la popa del Long Tale hasta la proa."
Me pongo de pie, derramando trozos sueltos de cogollos por todo el suelo cerca de
mis pies. Juro por Dios que la mujer en el escenario me llama la atención mientras
toma sus cartas y me da un guiño muy dramático que pretendo ignorar.
"Sí, bueno, ese es un problema en curso..." Me froto la frente con la palma de la mano.

"Nadie cruza a los terrenos del castillo sin el permiso del Rey", gruñe Dodo, cruzando
sus fornidos brazos sobre su pecho y mirando a nadie en particular mientras el Duque
escanea a la multitud con una mirada dorada muy perspicaz. Está alerta, pero no
alarmado, lo que me hace sentir un poco mejor por no ver la presencia de los piratas
en la habitación. Estoy segura de que los notó de inmediato. "Quiero saber cómo esos
idiotas se metieron dentro de las paredes para empezar".
"La Anti-Alicia", dice el Sombrerero Loco, apareciendo detrás de la tripulación del

Long Tale como si acabara de materializarse allí. Más vudú de vampiros, todos
ustedes. "Ella usa la Espada Vorpal como punto de referencia para viajar fuera del
reino de lo regular. Ella solo trajo algunos invitados con ella".
"Así que si no me hubiera enojado y sacado la hoja..." Comienzo, sintiendo que la

revelación me golpea como un cubo de agua helada. March sale de detrás del
Sombrerero Loco, comiendo nuestros cogollos de tetera sobrantes. Ni siquiera estoy
segura de cómo los consiguió porque estoy bastante segura de que solo estaba
sosteniendo la caja. Suspiro. Maestro ladrón, ataca de nuevo.
"Habría tenido otro plan para que la saques; no te preocupes. Fue ese agujero en la
pared lo que lo jodió todo. Si no fuera una cosa, habría sido otra, Muñeca". March
estudia a los piratas con una mirada fría y morena. "¿Quiénes son tus amigos, amor?"
"Somos unos malditos piratas, obviamente", dice Lory, enderezando su sombrero

tricornio.
"Obviamente", arrastra March, levantando una ceja.
"Estábamos pensando en cenar, ven y siéntate, quédate un rato". Lory asiente con la
cabeza en dirección al mercado y miro a los cuatro hombres que están conmigo.
Todos parecen estar mirándome en busca de confirmación.
"Está bien, sí", digo, agachándome para tomar la mano de North, en lugar de su pene.
Aprieto nuestros dedos juntos. "La cena suena bien".
"Y luego, si tu jabberwock está de acuerdo, puedo patearte un poco el trasero,

asegúrate de que te mantengas alerta". Lory se mueve por la fila de bancos sin esperar
a que conteste, y yo pongo los ojos en blanco. Hay un mono ahí arriba, también
comiendo cogollos de tetera, con pelaje de arcoíris y ojos de cristal. Simplemente se
cuelga de su cola y se come su bocadillo, ignorándome por completo. Vuelvo a mirar
las espaldas de los piratas en retirada.
"Bien. Más formación. Porque me encanta que me pongan de espaldas en el tapete".

"Parece que te encanta cuando lo hago", ronronea North, llevando mis nudillos a sus
labios para un beso. Retiro mi mano de la suya y le doy un puñetazo en el pecho, pero
él se ríe y me roba un beso de los labios.
"Solo... trata de no apuñalar a nadie esta vez", dice Chesh arrastrando las palabras, su
boca incorpórea flotando cerca de mi oído. También le pongo los ojos en blanco y
dejo que el Duque me acompañe fuera de la tienda, con el Sombrerero Loco y la
Liebre de March siguiéndonos.
Varias horas después, después de que me lastimaran y me golpearan hasta la mierda

cerca de la fuente en el patio afuera de nuestro hotel, entendí mucho mejor cómo
sostener mi cuchillo, cómo hacer fintas, esquivar y lanzar, pero también... mis
músculos se encuentran doloridos como la mierda. Me quedo en la antigua tina de
cobre hasta que el agua está helada.
Salgo a la alfombra de felpa que tiene enfrente, me seco con una toalla blanca y
esponjosa, me pongo mi camiseta sin mangas, mis shorts de algodón y apago las
velas. Cuando salgo descalza a la sala de estar, encuentro al gato de Cheshire bailando
frente a un espejo.
Lleva un par de bóxers de lino negro y canta con un bastón de caramelo con una
forma de calavera en el extremo. Eso es Underland para ti, ni siquiera puedes dejar en
paz la santidad de los bastones de caramelo.
Cruzo los brazos sobre mi pecho y sonrío, mirando cómo se balancea con una
estridente grabación de gramófono de una maldita canción de rock decente. De hecho,
creo que podría ser la misma canción que Dee y yo bailamos en The Pool mi primera
noche en Underland.
Dinah le está frotando las piernas; ella es jodidamente despiadada.
"¿Qué estás haciendo?" Pregunto, y el gato se detiene, mirando por encima del
hombro y mostrando dos pequeños colmillos. Mueve sus piercings plateados en los
labios con la lengua y dobla una oreja rayada en blanco y negro contra su cabeza.

"Estoy practicando mi baile de calzoncillos de medianoche". Chesh se da la vuelta
para mirarme, agitando la cola detrás de él y apunta a sus bóxers con una garra negra.
"Calzoncillos." Se señala a sí mismo a continuación. "Bailarín." Y luego mueve la
mano para señalar el reloj de la pared. "Medianoche."
"Muy inteligente", le digo con un pequeño giro de ojos, moviéndome para estar junto
a él y el fuego rugiente. Ha movido el espejo de la repisa de la chimenea al suelo y lo
ha colocado verticalmente. No es un espejo, pero es bonito, con un marco incrustado
con lo que parecen ser diamantes reales. "¿Cómo está funcionando?"
"Siento..." Chesh comienza, inclinando la cabeza hacia un lado, aplanando ambas

orejas, los aros plateados en ellas tintinean. "Que si tuviera un maestro, me iría mucho
mejor". Me acerco y toco la etiqueta que cuelga de su cuello, la que dice Alicia en
ella.
Bueno, finalmente di el paso: me metí con el maldito gato en público.
"Quería hablar contigo de todos modos", digo mientras el gramófono se queda en

silencio y Chesh se mueve para tocar con la aguja, comenzando la canción de nuevo.
"¿Sobre?" pregunta, tomando un sorbo de una botella de leche de vidrio en la mesa y

luego girando para que pueda verlo lamiendo sensualmente sus labios blancos.
Agarro otro bastón de caramelo con una calavera en el frasco de la mesa de café, ¿o es
una mesa de té, ya que aquí no tienen café? No sé la letra de la canción, pero al menos
puedo bailar con ella.
"No lo sé", le digo mientras se reúne conmigo frente al espejo y miramos nuestros
reflejos, ambos en ropa interior y no mucho más, ambos meciendo los pies descalzos
y con bastones de caramelo. Dinah me está frotando ahora. "Cosas del harén".
Chesh hace un bufido y empuja al gato con el pie.
"Ella te está marcando con un nuevo apodo", dice, lamiendo su mano derecha tatuada
y pasándola por su cabeza para limpiarse. Está cubierto de tatuajes negros y grises que
me llaman la atención, una historia representada con tinta sobre su piel. Hay recuerdos
tristes allí; Puedo decirlo basándome en las expresiones de los gatos y las personas en
ellos. Parecen volverse más felices cuanto más suben por su cuerpo.
"¿Y qué es eso?" Pregunto mientras alargo la mano y tiro del piercing en su nariz.

"Ella ha comenzado a llamarte Alicia en Celo". Chesh me sonríe y le doy un fuerte
puñetazo en el hombro tatuado.
"Ella no lo está", murmuro, pero él solo levanta las cejas y se encoge de hombros.
"Lo está. ¿Por qué mentiría sobre eso? Si fuera a inventar un apodo lascivo con la
intención de avergonzarte, bueno, sería mucho peor que eso". Chesh se lleva el bastón
de caramelo a los labios y gruñe, a tiempo con el cantante de la canción de rock.
"Ni siquiera voy a pedir un ejemplo", digo mientras Chesh muerde el cráneo de su
bastón de caramelo y luego lo arroja a un lado. Me tiende una mano para que la tome.
"¿Bailarías conmigo?" pregunta, y aunque ambos chupamos traseros en el quintrille,

me gusta bailar con él. Es fácil estar con él y me hace sonreír. Es un poco pervertido,
claro, pero es divertido y juguetón, el único del grupo, además de Dee, al que podría
ver sentado a jugar videojuegos.
"¿Por qué no?" Lanzo mi propio bastón de caramelo a un lado y tomo su mano,
dejándolo que me haga girar y luego me acerca enroscando sus dedos debajo de la
cintura de mis bragas. Sus cálidos dedos acarician la sensible piel de mi cadera
mientras tocamos las guitarras eléctricas, ¿o de vapor? Con tanta piel desnuda entre
nosotros, cada toque es una tortura. Cada toque hace que mi corazón lata más rápido,
mi pulso se acelera a un millón de millas por hora.
Chesh se inclina y frota su mejilla contra la mía antes de darme la vuelta para que esté
presionado contra mi espalda, encontrándose con mi mirada en el espejo. Su mano
derecha tatuada se desliza hacia abajo sobre mi vientre, sus dedos se sumergen debajo
de la cintura de mis bragas.
Muerdo mi labio, viendo mis propios ojos brillar con lujuria cuando Chesh encuentra
mi núcleo ya húmedo, roba un poco de lubricante y luego arrastra sus dedos hacia
atrás para jugar con mi clítoris. Él todavía se balancea conmigo, abrazándome con un
brazo alrededor de mi cintura.
Además, está ronroneando. El sonido retumba en mi cuerpo y me pone la piel de

gallina.
"Gatito Cheshire", gimo, inclinándome hacia él y sintiendo su duro pene a través de

sus bóxers. Él simplemente me sonríe, mostrando un colmillo, y luego usa su mano
izquierda para empujar mi camiseta hacia arriba y sobre mi pecho, exponiendo mi
pezón al aire caliente. Sus dedos lo acarician sin piedad, haciendo rodar la punta
rosada entre ellos como si fuera una canica.

Su cola me hace cosquillas en la parte interna del muslo y luego se abre camino hasta
la grieta de mi culo para deslizarse sobre mi vientre. Es como ser molestada con un
plumero o algo, este suave susurro de placer contrasta con el fuerte tirón de mi pezón.
"Dime lo que ibas a decir antes, sobre el harén". Chesh lame un lado de mi cuello, y
me estremezco, empujando mi trasero en su entrepierna y haciéndolo gruñir. "Dime
por favor, Gata Alli; Necesito saber."
"Iba a preguntarte si... querías ser uno de mis nueve", le susurro, y él gime como si se
corriera en pantalones. Chesh saca sus manos de mi ropa interior y me da la vuelta,
rodeando mis hombros con los dedos de ambas manos.
Me besa con una asombrosa cantidad de afecto, deslizando una mano hacia un lado de
mi cara. Cuando se aleja, sus ojos brillan.
"Me he estado aplastando tan fuerte", gime, pasando sus dedos mojados por su
cabello. UPS. Es como… sobresale un poco. Chesh me suelta y se acerca a la puerta,
agarrando una canasta que solía tener sombrillas. Recuerdo haberlo visto cuando
regresamos antes porque tenía un pequeño letrero que decía ¡Por favor, no manchen
los paraguas con semen! Gracias, Gerencia.
Pero ahora los paraguas están por todo el piso, y hay un olor a perro mojado cuando
Chesh lo trae y me lo da.
Está lleno de pájaros muertos, ratas, ratones y... algunos animales que no puedo
identificar.
"Cuando entrenabas y te bañabas, te compré esto". Parece tan feliz por eso que tengo
miedo de decirle que no los quiero.
"Eso es increíble. Gracias, Chesh". Él sonríe y me besa, entregándome la canasta. Me

aseguro de ponerlo lo más lejos posible del sofá y luego retrocedo para estar junto a
él.
Los ojos de Chesh se suavizan cuando da un paso hacia mí, y de repente me cuesta
tragar.
Él toma el dobladillo de mi camisa mientras levanto mis brazos por encima de mi

cabeza, y luego la levanta y la tira, arrojándola sobre la espalda de Dinah mientras ella
aúlla en protesta.

"Vamos, amigo, te prometo que no soy tan rudo como el Duque". Mi corazón palpita
con fuerza ante eso, y dejo que Chesh me lleve al sofá, acostada sobre mi espalda
mientras trepa por encima de mí, y comenzamos a besarnos con el crepitar de las
llamas.
Mi mano derecha lo masajea a través de la tela de sus bóxers mientras aprieta su

cuerpo contra el mío. Jugamos entre nosotros durante más de una hora, lo sé porque el
reloj marca dos veces mientras estamos en esa sala de estar, cambiando quién está
arriba, quién controla el beso, quién tiene una mano en los pantalones del otro.
Cuando siento que podría romperme si no encontramos algún tipo de conclusión de

nuestro encuentro, saco el duro pene de Chesh de sus bóxers, empujándolos hacia
abajo lo suficiente para que su eje y bolas estén libres. Y luego aparto mis bragas.
No quiero quitármelas.
Las bragas parecen... algo importante entre nosotros.
Chesh me besa de nuevo mientras averiguamos cómo encajar como un rompecabezas.

Es él quien se detiene en la punta y siento que podría gritar. Parpadea hacia mí con
ojos como tormentas.
"He estado tomando anticonceptivos malditos durante años", espeta, y le doy un

¡¿eh?! Una especie de mirada. "Ayuda a mantener mi pelaje brillante. Pensé que
deberías saberlo, ya que eres una persona muy responsable". Se golpea la barbilla y yo
gimo, moviendo un poco las caderas. Aprecio su franqueza y su honestidad, pero solo
quiero follar ahora mismo.
El gato de Cheshire se inclina y muerde un lado de mi cuello, empujándome al mismo

tiempo. Se mueve con movimientos ondulantes que me hacen gemir y arañar su
espalda mientras mueve sus labios hacia mi boca para besarme más.
Nos las arreglamos para mantener algo bueno durante mucho, mucho tiempo, y
cuando Chesh llega primero con un gruñido, se asegura de devolverme el favor con la
boca. Solo que... mi papá entra, grita como una víctima de asesinato y se desmaya en
el suelo.
Sí, así es como empiezo mi mañana.

6
“es mi maldita invención de corazones”
"Sigues mirándome", dice March mientras nos paramos en la estación de tren y yo
hago todo lo posible por no mirar boquiabierta a todos los extraños individuos
apiñados en la plataforma, escondiéndose de la salvaje tormenta mágica. Llegó de la
noche a la mañana y arrojó granizo y relámpagos al campo. Ya he visto a un hombre
colapsar en un charco y cambiar de forma a un pequeño gatito negro.
Definitivamente no voy a salir en ese lío. Puedo sentir la magia desde aquí,
contaminando el aire, haciendo todo lo posible por encontrar un camino debajo de mi
piel. Probablemente podría derribar montañas durante una tormenta como esta, solo
que probablemente derribaría las montañas equivocadas porque aún no estoy
completamente entrenada.
Después de revivir a mi padre con un poco de sal volátil, me sonrojé durante el

desayuno en el comedor con los piratas obscenos, los nueve hombres (ocho de los
cuales me he follado) y un aullido. Dinah. Lory se aseguró de patearme un poco el
trasero en el entrenamiento antes de abordar el Long Tale con Dodo y su tripulación.
Y el Sombrerero Loco... bueno, trató de darme algunas lecciones de magia.
Todo lo que puedo decir es que muchos hongos crecieron en un círculo a mí

alrededor, mi cabello se volvió brevemente de un color rojo sangre y logré romper la
fuente en el patio. Bueno, tal vez no esté roto, pero ahora está llena de melaza
pegajosa en lugar de agua.
"No te estoy mirando", murmuro finalmente, acurrucada en una capa de piel hecha de
terciopelo rojo y forrada con piel de conejo blanco, juego de palabras. Es acogedor
como el infierno, y me acurruco en él mientras la lluvia cae sobre el techo de vidrio.
"Está bien, lo estoy, pero ¿a quién le importa?"
"Me importa, mucho." March rompe un melón en sus manos y me ofrece la mitad. La
pulpa del interior es rosada y las semillas blancas como fantasmas. Huele a una
mezcla entre sandía y pomelo, así que lo tomo. Incluso me ofrece una cuchara que
saca de debajo de su sombrero.
"Solo... me preguntaba cuáles son tus motivaciones, eso es todo". Me siento en el

banco donde Chesh está dormitando en forma de gato, y me sonrojo de un rojo
brillante cuando mi padre mira en nuestra dirección con los ojos muy abiertos y las

fosas nasales ensanchadas. Cavo en el melón y le doy un mordisco. Puede oler la
sandía y pomelo, pero sabe a tarta de limón.
"¿Motivaciones?" March pregunta, dejando que una oreja marrón se gire en mi

dirección. El viento sopla su gabardina púrpura por todo el lugar, azotándola contra
sus nuevos pantalones negros. Casi todo el mundo tiene un nuevo atuendo hoy,
cortesía del mercado. Mientras entrenaba, Tee y Dee salieron y recogieron
suministros. "¿Qué motivaciones? Yo sirvo al Sombrerero Loco; Soy su conejo".
"¿Y tu amante?" Sigo picando mi melón mientras el sonido del silbato de un tren
resuena por la estación. El tren de vapor negro con todos los engranajes dorados
comienza a moverse, las ruedas giran cuando sale de la estación Great Wabe y
despega hacia un destino que figura en una pizarra como un lugar muy útil. Así que el
tren de las dos en punto es de Wabe a Algún lado. Muy descriptivo. Supongo que nos
perdimos los dos de esta mañana que estaban programados para Aquí y Allá.
No es broma. ¿Realmente podría inventarme esta mierda? Quiero decir, tal vez
alguien podría, pero probablemente sería una perra loca.
"Ya que tanto quieres saber si el Sombrerero Loco y yo hemos follado, te diré algo.
¿Me estás mirando porque soy el único hombre de este grupo al que no has invitado a
entrar en tu harén? Porque no quiero que te sientas obligada. Busco amor, Muñeca, no
simpatía".
Termina su melón y lo tira a un cubo de basura cercano.
La papelera también eructa, lo cual es jodidamente extraño. Además, tiene pequeños

racimos de hongos creciendo por todo su borde. Incluso brotando de la basura, brillan
y brillan de una manera muy bonita.
"Bueno, dijiste que me dirías algo, así que hazlo". Tomo otro bocado de melón y finjo
que no escuché el resto de lo que dijo. Pero tiene razón. Eso es exactamente lo que
estaba pensando. No le he preguntado todavía. ¿Voy a hacerlo? ¿Debería? Me gusta, y
creo que sería muy agradable ver cómo sería tener esos grandes brazos musculosos...
"Te dije algo. Te dije que estaba buscando el amor, eso es algo". Me sonríe, los
dientes blancos en su rostro oscuro. Le lanzo un poco de melón y fácilmente atrapa la
bola redonda y rosada en el aire y se la mete en la boca. "Pero también, claro, Raiden
y yo hemos follado". Se encoge de hombros como si no fuera gran cosa, pero lo miro
boquiabierta. "Los dos somos bisexuales, nos inclinamos mucho hacia una preferencia
por las mujeres, pero no hay muchas mujeres alrededor. Y ciertamente no ha habido
nadie con quien quisiéramos salir".

"Lo sabía." Sigo recogiendo bocados de mi melón, tratando de no imaginarme a los
dos haciéndolo. Porque si me lo imagino, querré verlo, y luego comenzaré a mojarme
incómodamente abajo, lo que seguramente arruinará mis bragas nuevas.
Otro silbido suena en la distancia, y miro hacia arriba para ver otro gran tren de vapor
negro que llega a la estación. Se instala con un suspiro frente a nosotros, tirando de
unas buenas dos docenas de automóviles de pasajeros de colores brillantes.
"Tengo nuestras entradas", ronronea Raiden, levantando un puñado de enormes

talones de mierda. Son la mitad del tamaño del maldito espejo que todavía estamos
cargando. Me pone nerviosa, incluso si Tee y Dee lo sostienen y lo protegen como si
fuera su primogénito. Personalmente, no me molestaría demasiado si se rompiera, me
gusta estar aquí, pero creo que Edith podría marchitarse y morir. "Hagamos esto de
manera ordenada, ¿de acuerdo?"
Él abre el camino con su bastón en alto y ofrece el fajo de enormes talones de boletos
a un hombre con cabeza de cabra. Me escuchaste. Este tipo tiene la cabeza de una
cabrona de mierda. Y cuando consigue los boletos, los cuenta, señala a cada persona
del grupo y luego comienza a comérselos.
Nadie más que mi familia parece preocupada, así que simplemente miro hacia él y
subo las escaleras hacia el vagón del tren. Raiden nos lleva por habitaciones llenas de
mesas y lámparas de gas, cortinas de terciopelo y barras de mármol que sirven té
reforzado. La música que suena está en un idioma que no entiendo, con voces
quejumbrosas y tambores que suenan constantemente. No soy una experta, pero
parece que podría ser de origen indio.
Nos trasladamos a la parte trasera, a un coche particular con cinco compartimentos

separados. Uno es un baño, uno tiene mesas y sillas, el tercero es una sala de estar y
los otros dos son dormitorios con dos juegos de literas. No hay suficientes camas para
todos, pero si tuviéramos que compartir... quiero decir, dormir por turnos, entonces
estaríamos bien.
No tengo idea de cuánto tiempo estaremos en el tren, como Raiden Walker se niega a
decir. Tiene sentido, supongo. No quiere que nadie sepa cómo llegar a su escondite.
Aparentemente, tiene una residencia separada y más pública para que la gente
presente sus respetos o realice transacciones comerciales.
Hacia dónde nos dirigimos ahora, su ubicación no es de conocimiento público.
La residencia privada del Sombrerero Loco.

Me da escalofríos.
Nos instalamos y Dee toca una campanilla que llama a un carrito de bocadillos. Está
repleto de té reforzado, pasteles y galletas glaseadas, insectos confitados y panecillos
calientes rellenos de gelatina. Hay bollos de bayas, crema fresca y botes de
mermelada afrutada. También hay un estante completo de comidas picantes cuyo
sabor coincide con la música, curry que huele a cúrcuma y cordero, con pequeñas
manchas redondas de pan y arroz amarillo para acompañarlo.
Para cuando hemos limpiado los platos y Edith está dormida en una silla, el tren ya no
está en la estación y estamos viajando por un campo salvaje, los bosques más allá de
las vías están tan oscuros por la densa capa de nubes que se siente como la noche otra
vez.
Hay un fuego ardiendo en la chimenea y Dee se colocó frente a él, calentándose las
alas, con las plumas erizadas de placer.
"También hay un vagón de biblioteca, ya sabes", dice, sonriendo alegremente. "Con

todo tipo de libros, y muchos eróticos también".
"¿Eso es una pista?" Pregunto, mientras Dee se inclina hacia adelante, se arrastra
hacia mí y me da un beso muy caliente en la rodilla.
Papá tose dramáticamente y mamá finge mirar a cualquier parte menos a mi cara.
Suspiro.
"¿Crees que hay algo de póquer en este tren?" March le pregunta al Sombrerero Loco,
e intercambian una mirada. De hecho, estoy empezando a preguntarme si podrían ser
adictos al juego. "¿Gin rummy25? ¿Carreras de gallos en las que podríamos apostar?"
"Ciertamente hay carreras de gallos, por lo menos", dice el Sombrerero Loco,

sacándose el sombrero y sacando una pila de naipes. "Pero tengo cartas y tenemos
jugadores, si alguien está interesado en un juego".
Me mira directamente cuando lo sugiere, y no entiendo la idea de que estaríamos

jugando por dinero.
No, el Sombrerero Loco no está interesado en ninguna moneda mía, ya que planea
casarse conmigo. Según Dee, eso haría todo su dinero, mi dinero entonces, ¿no?
Sonrío para mí misma y estiro mis brazos sobre mi cabeza. Después de anoche con el
25
Es un sencillo y popular juego de naipes de origen estadounidense creado por Elwood T. Baker en 1909. Pueden
jugar de dos a cuatro jugadores, aunque el número ideal para una partida es de dos jugadores.

espectáculo y el entrenamiento, el sexo con Chesh, más entrenamiento... Estoy
agotada.
"Tal vez más tarde", les digo mientras Dee se sube al sofá y me empuja contra su
pecho. La Libre de March hace un sonido de decepción cuando Raiden se encoge de
hombros y guarda las cartas.
"Como quieras", ronronea, y los dos hombres desaparecen en el tren.
Yo, tomo un sorbo de té y veo pasar el paisaje, la tormenta azota la tierra y me quedo
dormida en los brazos de Dee.
Es la última buena noche de sueño que tendré por un tiempo.
Pero aún no lo sé.
Cuando me despierto, el vagón del tren huele a curry y Tee está sentado frente a mí,
junto al Duque y al Gato. Está comiendo curry de un cuenco de cerámica de colores
brillantes mientras North lee un libro titulado The Alice: a Collection of Ancient
Prophecies, y Chesh duerme la siesta con sus brazos humanos alrededor de la
ronroneante figura de Dinah.
Dee todavía me está acurrucando, pero con cuidado muevo sus brazos, levantando los
míos por encima de mi cabeza para estirarlos. Me duele todo el cuerpo, y no solo
porque Lory y el Duque me patearon el trasero. Estoy crónicamente cansada. Tan
pronto como esto termine, tomaré una pipa de Lar y dormiré durante una semana.
"¿Puedo ofrecerte algo, Allison?" Tee pregunta, pero niego con la cabeza, me levanto
y me acerco a la ventana para mirar por las cortinas de terciopelo. El tren acelera a
través de un bosque de hongos gigantes, sin árboles a la vista. Brillan con su propia
luz interior, iluminando la tormenta. Creo que veo un extraño ciervo blanco
deambulando debajo de ellos, pero es muy difícil de decir, a pesar de lo oscuro que
está afuera.

"¿Dónde están todos los demás?" Pregunto, dejando que las cortinas vuelvan a caer en
su lugar.
"El Rey de Corazones, la Oruga y el Conejo Blanco están cuidando a tu familia", dice
el Duque, mirándome con ojos dorados. Extiende la mano y se burla a lo largo de su
cuerno, tocando su dedo con la punta mientras me sonríe. "No sé lo que han hecho la
Liebre y el Sombrerero. Malditos idiotas, si quieres mi humilde opinión".
"¿Para ti que es humilde?" Resoplo, dirigiéndome hacia la puerta. Voy a hacer pipí, y
luego probablemente comeré algo antes de colapsar en la cama de nuevo. North me
agarra mientras camino, me tira a su regazo y me besa con su lengua caliente.
"Nada en absoluto", gruñe, frotando su cara contra la mía. "Por eso me llaman el
Duque Salvaje".
Le doy un masaje en los cuernos y me pongo de pie antes de terminar envuelta en un

acto sexual lascivo aquí mismo, en el compartimento principal. Lo último que
necesito es que mis padres vuelvan a verme. Ya estamos trabajando en muchos
problemas aquí, no es necesario agregar más.
"Mientras no salgas de aquí, puedes abrir la puerta y podremos velar por ti", dice Tee,
su voz llena de ansiedad. Le sonrío y hago lo que me pide, dejando la puerta corrediza
de madera con una luz plateada brillando a través.
Las lámparas de gas en el vagón del tren parpadean mientras avanzamos retumbando
sobre un terreno accidentado, la música suena a través de los altavoces en un aullido
pegajoso y chirriante. Me balanceo hacia adelante y hacia atrás por un momento,
sumergiendo mis caderas al sonido. Rápidamente, miro en el primer dormitorio y
encuentro a Rab solo en una cama, leyendo un libro llamado Dark Glitter, y veo que
Edith se ha desmayado en la litera de arriba.
"Sonny", ronronea con esa voz gélida suya. Tiene una pistola al costado y
absolutamente nada de camisa. Sus orejas están apoyadas contra su cráneo mientras
me sonríe maniáticamente. "Si necesitas un lugar para acostarte, lo tengo cubierto".
"Quizás más tarde, primero quiero comer algo". Él asiente y me guiña un ojo, los
tatuajes de su reloj sonando. Hablando de tatuajes de relojes, toco con una mano mis
nuevos pantalones de cuero negro y froto mi palma sobre la tela. Todavía no puedo
creer que mi nueva tinta solía ser la puta piel de Rab. Debe haber tenido algún
significado en ese ritual, pero todavía no sé qué es.

Dejo al Conejo Blanco a su lectura y me muevo a la otra habitación para dormir,
encontrando a la Oruga en su propia cama, mis padres en otra. El Rey de Corazones
está sentado erguido con sus ojos oscuros cerrados, pero cuando abro la puerta e
inundo la habitación con luz, abre un ojo para mirarme.
"Gracias por cuidarlos", digo, y sus ojos se entrecierran. Estoy a punto de retroceder y
cerrar la puerta detrás de mí cuando escucho un leve susurro, tan bajo que casi creo
que lo he imaginado.
"Eres bienvenida."
Sonrío y cierro la puerta, deteniéndome en el baño para orinar y luego me dirijo al

compartimiento con todas las mesas en busca de comida. Lo que encuentro... satisface
un apetito muy diferente.
La habitación está casi a oscuras, salvo algunas velas parpadeantes. La mayoría de las
mesas han sido apartadas, salvo en la que están sentados la Liebre de March y el
Sombrerero Loco. Ambos están sin camisa, con cartas en la mano. Y la forma en que
ambos se giran para mirarme me produce serios escalofríos.
Sin darme un momento para pensarlo dos veces, entro y cierro la puerta detrás de mí.
"Es un placer que te unas a nosotros, Muñeca", dice la Liebre de March, con su
sonrisa brillante en la oscuridad. Juega con los viales de vidrio alrededor de su cuello,
prestando especial atención al que tiene el lubricante. Levanto una ceja y me acerco
para pararme junto a la mesa.
"¿No pudiste encontrar ninguna carrera de gallos en la que apostar?" Pregunto, mi voz
entrecortada en la oscuridad humeante. Han encendido incienso aquí, algo que huele a
ámbar y almizcle. Solo se suma a las sombras sensuales en la habitación. Los paneles
de madera oscura y el papel pintado carmesí con lirios negros tampoco son malos.
"Oh, encontramos algunos", dice el Sombrerero Loco, sonriendo con sus dientes de
vampiro. "Y ganamos mucho dinero, ¿no es así, March?"
"Excelente dinero, jefe. Debería ayudar a pagar su boda con Alicia". Ambos se ríen,
pero yo me quedo ahí, mirando su juego y su ropa que no combina. March no tiene
zapatos ni calcetines, mientras que el Sombrerero Loco tiene solo un calcetín. Ambos
llevan pantalones, pero no camisas, y no hay patatas fritas en la mesa, solo tazas de té.

"¿Esto es... qué tipo de póquer es este?" Pregunto mientras una silla se coloca detrás
de mí y me levanta. Basándome en la risa de Raiden, me imagino que es su magia la
que lo ha logrado.
"El mejor tipo que hay: perder una mano, tomar un trago y quitarse un poco de ropa.
Te desnudas y te emborrachas, rápido". March baraja las cartas y luego reparte una
mano. Parece que podrían estar jugando al Texas Hold'em26, pero como aquí no es
Texas, debe ser otra cosa.
Cojo mis cartas y me meto un poco de pelo detrás de la oreja, haciendo que los
talentosos pendientes de Lar se balanceen.
Fred me enseñó a jugar al póquer, así que no tengo ni idea de qué hacer.
"La corona no cuenta, ni las joyas", dice March, mirándome con ojos oscuros. El color
me recuerda a la tierra después de una nueva tormenta, empapado pero resistente, listo
para comenzar de nuevo. Hay algo resistente en su expresión, como si hubiera
luchado durante mucho tiempo para llegar a donde está y no lo dejará pasar sin luchar.
"Tienes pantalones, ropa interior, camisa, sostén, dos calcetines y dos zapatos, eso es
todo".
"¿Estoy comenzando con una ventaja?" Pregunto, y ambos hombres se encogen de

hombros.
"Oh diablos, no." Me pongo de pie, me quito la chaqueta y me quito los zapatos y los
calcetines de un puntapié, alejándome de ellos y me quito el sostén sin quitarme la
camisa. Ya saben lo que es, señoras, ese movimiento cuidadoso de tirar-tirar-torcer-
desabrochar que tienes que hacer antes de poder sacarte el sostén de la parte superior.
Lo dejo a un lado, desabrocho la Espada Vorpal y la Queenmaker, luego me doy la
vuelta, ahora con la misma cantidad de objetos que el Sombrerero Loco.
Tres.
Tres rondas perdidas y estaría desnudo, solo que no tengo la intención de perder.
Me vuelvo a sentar y la ronda comienza con el Sombrerero a la izquierda de March.
Hay un cigarro ardiendo en un cenicero sobre la mesa que huele a lluvia fresca y
relámpago. No sé cómo sé a qué huele un relámpago, simplemente lo hago, y lo
recojo, dando una calada antes de volver a ponerlo. Me hace sentir mareada y valiente
al mismo tiempo. UH oh.
26
Es una versión estándar del juego de cartas de póquer.

"¿Alguno de ustedes alguna vez se abrirá y me contará una maldita cosa sobre su
pasado?" Pregunto, y Raiden se ríe, abanicando sus cartas contra sus labios.
"Sabes que vine de Topside; ¿Qué más hay ahí?"
Miro mis cartas y niego con la cabeza.
"Si me retiro...", comienzo, preguntándome cómo funciona, ya que no hay apuestas en

este juego.
"Si no tienes la mano ganadora, te desnudas y bebes. Si planeas plegar, decide lo que
te vas a quitar, Alicia-Muñeca". March mira entre el Sombrerero y yo, pero nadie está
a punto de retirarse todavía. Reparte las tres cartas comunitarias.
"¿Qué tipo de familia de Topside?" Presiono, preguntándome en qué tipo de casa

creció Raiden, cómo eran sus padres, si tenía hermanos. Me ignora y se recuesta en su
asiento.
" Check ", ronronea, lo que simplemente significa que el juego se mueve hacia mí.
"Check", repito, y March reparte otra carta llamada Turn.
"Esa vida se acabó para mí", dice mientras levanta la vista y me mira a los ojos con
los suyos del color de la mermelada. "¿Que importa? Aquí es donde estoy ahora; aquí
es donde quiero estar. Tú también lo sientes, ¿no? El tirón de Underland. Llama al
aventurero que hay en todos nosotros".
Nadie habla hasta que llegamos a la última ronda de la mano, llamada Showdown.
"No llama a Edith", susurro mientras Raiden sonríe y deja caer sus cartas sobre la
mesa.
"Escalera real", dice, y la forma en que sonríe... uf, ¡es tan jodidamente exasperante!
March y yo simplemente intercambiamos una mirada, tiramos nuestras cartas sobre la

mesa y comenzamos a quitarnos los pantalones. Estoy tan sudorosa y caliente de
repente, haciendo todo lo posible por no mirarlo mientras se desnuda y se queda con
sus bóxers de lino negro. Me encanta que tengan boxeadores aquí en Underland, por
cierto. Sea lo que sea la ropa interior que usaban en la época medieval. Apuesto a que
fue asqueroso.
"No llama a Edith porque esté débil y asustada; ella es una campesina, no una reina".
Levanto los ojos a Raiden mientras March bebe una taza de té reforzado, y luego
Raiden le da una nueva mano. Quiero estar molesta con el Sombrerero por hablar así
de mi hermana, pero... tiene razón. Tiene tan jodidamente razón.
Yo también bebo mi té, y tiemblo ante su sabor ahumado, como si las hojas de té
estuvieran en un ahumadero durante semanas antes de llegar a mi taza. Sabe a bosque
después de un incendio de verano, cuando el aire es nebuloso y gris, pero se siente
bien ver la tierra limpia. Con mis cartas en la mano, miro hacia la Libre de March.
"¿Y tu historia de fondo? ¿Cómo sé tan poco de ti? Maestro ladrón de cacahuetes, lo
entiendo". Me sonríe mientras revisa sus cartas, luego las deja sobre la mesa para
poder servir un poco de té recién hecho. "¿Pero de dónde vienes? Creciste en la Corte
de Picas, ¿verdad?"
"Los peores años de mi vida, sirviendo a una reina indigna", dice arrastrando las
palabras, apoyando un codo en la mesa mientras Raiden reparte las tres cartas
comunitarias, y March maldice en voz baja. O tiene una mano de mierda... o está
fanfarroneando. Mmm. "Aún peor ahora que su horrible hijo se ha hecho cargo.
Escuchaste la profecía, Muñeca: Los reyes no tenían nada que hacer allí, porque su
tiempo había terminado." Agita su mano para animar a Raiden a que mueva la ronda.
"El actual Rey de Picas es una pesadilla débil y sin ánimos de un hombre. Una vez
que terminemos con la Morsa y el Carpintero, y tú estés establecida como la Reina de
Corazones, lo mataremos. ¿No es así, Sombrerero?"
"Absolutamente", ronronea Raiden, y continuamos hasta que llegamos al

enfrentamiento.
Una vez más, Raiden patea nuestros traseros.
"Fuera su... ropa", dice, con los ojos brillantes mientras bebo mi té primero... y luego
me quito la camisa, llevando mis pesados pechos a la habitación llena de humo. Una
gota de sudor gotea entre ellos, y ambos hombres la miran con hambre evidente en sus
miradas lujuriosas.
"Eres un idiota", me quejo, mientras tomo asiento y doblo un brazo sobre mis pechos
para mantenerlos en su lugar. Cuando comienza la siguiente ronda, veo que mi mano
está temblando por la tensión en la habitación.
"¿Algo más que quieras contarme sobre tu pasado?" Le pregunto a March. Es mi

turno de repartir las cartas, y apesta hacerlo con una sola mano, pero me niego a soltar
mis tetas.

"Solo que me han lastimado, que me rompieron el corazón y me hicieron pedazos. No
quiero volver a pasar por eso nunca más. Te lo dije: busco el amor, Muñeca". Hago
una pausa y lo miro, encontrando sus ojos color chocolate con mis ojos azules. March
aplana sus orejas contra su cráneo, y nos miramos el uno al otro por un largo rato, solo
parando cuando Raiden se aclara la garganta.
"¿Podríamos volver al juego, por favor?" dice, apoyando su cabeza en sus nudillos y
levantando dos cejas oscuras hacia mí. Su sombrero de copa cae hacia adelante y
protege sus ojos de la vista antes de que se estire para arreglarlo. "Estoy tan listo para
verlos a los dos borrachos, desnudos y lamiendo las heridas de sus pérdidas".
Sonrío y continuamos con la mano, pero cuando llega el momento de otro

enfrentamiento, Raiden es una vez más el ganador.
Dejo que mi cabeza caiga hacia atrás y gimo.
"Has hecho trampa, ¿no es así?" March pregunta, entrecerrando los ojos mientras me
vuelvo a sentar, y Raiden nos sonríe a los dos. Es una no respuesta que lo dice todo.
"Yo también estaba haciendo trampa, así que, ¿cómo demonios me perdí eso?"
"¿Ambos estaban haciendo trampa?" Me ahogo cuando la Libre de March se pone de

pie... y empuja sus bóxers sobre sus magníficas caderas. Su cinturón de Adonis, esos
hermosos músculos en V en un hombre, captan la luz de las velas, creando sombras
profundas debajo que enfatizan lo hermosos que son en realidad. Se me hace agua la
boca, y se necesita todo lo que tengo en mí para mirar hacia otro lado.
"Siempre hacemos trampa", dice el Sombrerero Loco mientras nos observa con
atención. "¿De qué sirve jugar si no lo haces?"
Ni siquiera sé cómo responder a eso, así que simplemente me levanto, respiro

profundamente y empujo mis bragas al piso, a mis pies. Lo juro por los corazones,
siento una ráfaga de calor arremolinarse a mi alrededor. Maldita magia salvaje.
Afuera hay una tormenta como loca, probablemente filtrando algunas de esas
moléculas locas de la magia en el tren.
March se sienta con fuerza en su silla, como si verme fuera demasiado para sus
piernas deliciosamente musculosas. Paso mi lengua por mi labio superior para
limpiarme el sudor, estirándome y esponjando mi cabello rubio.
"¿No quieres que te rompan el corazón?" Pregunto, y March hace un sonido con la
garganta. "¿Crees que lo rompería?"

"No tengo el más mínimo idea", susurra con voz ronca, mirando mientras me acerco
para pararme a su lado. Cuando levanta sus enormes manos y las pone en mis caderas,
gimo, dejo que mi cabeza caiga hacia atrás y mi cabello acaricia mi espalda. Me
siento tan adolorida por todas partes, como si pudiera separarme de la tormenta. Me
pregunto si así es como se sentían las mujeres del Riving, esta jodida magnificencia,
antes de que las destrozaran. "Pero estoy dispuesto a intentarlo".
Me sube a su regazo y me envuelve en sus brazos gruesos y musculosos, como he

estado soñando durante días. Y oh, oh, también se siente bien. Ambos estamos
resbaladizos, sudorosos y calientes, y gimo cuando mete mi cabeza debajo de su
barbilla, su respiración agita el cabello en la parte superior de mi cabeza.
La silla de Raiden raspa el suelo mientras se pone de pie y se mueve alrededor de la

mesa, deslizando sus manos sobre mis hombros y amasando la tierna carne. Se inclina
y muerde mi pendiente, tirando de él con los dientes y haciéndome temblar.
March mueve su cabeza hacia atrás mientras ajusto mi rostro, inclinando mi barbilla
para mirarlo. Nuestras miradas se encuentran y hay una seriedad en su expresión que
no creo haber visto antes, ni siquiera en el fragor de la batalla. Dispuesta a intentarlo,
¿eh? Tengo tanta curiosidad por saber quién le rompió el corazón en el pasado, pero
tampoco estoy dispuesta a romper la tensión del momento preguntando.
En cambio, me inclino hacia él mientras Raiden besa su camino por mi hombro

desnudo, apenas raspando mi piel con sus dientes. Mi boca se acerca a milímetros de
la de March, y lo escucho soltar una pequeña maldición mientras exhala, su aliento
contra mis labios.
Y luego, de repente, nos estamos besando, y él me abraza con tanta fuerza que no
puedo respirar, pero en el buen sentido, como si no pudiera tener suficiente de mí y
nunca lo hará. Sus labios están malditamente calientes al tacto, y la punta de su lengua
se burla de mi boca de una manera que hace que mi estómago se revuelva.
Estoy tan ocupada probándolo y saboreando el momento que apenas me doy cuenta
cuando Raiden Walker da un paso atrás, se ajusta el sombrero y sale del vagón del
tren, cerrando la puerta detrás de él.
La música aún fluye a través de los parlantes, un ligero ruido de fondo que apenas
penetra la niebla de lujuria alrededor de mi cerebro. Claro, el té potenciado es parte de
eso, pero no estoy borracha, ni siquiera cerca.

"Tramposo sangriento", murmura March, besándome más fuerte, más profundo. Hay
un romance en su beso que no esperaba, un anhelo que me desgarra el corazón y una
ternura imponente que me hace querer rendirme a su beso.
Una de esas manos grandes finalmente encuentra mi pecho, amasando y masajeando

la carne dolorida hasta que grito, cubriendo sus pectorales con mis manos y
sintiéndolo de una manera que quería hacer desde la primera vez que lo vi pelando esa
manzana con su cuchillo.
Huele como una fiesta de té en un jardín, su esencia natural se mezcla con el incienso
de ámbar en este sueño febril. Apenas puedo ayudarme a mí misma, ajustando mi
cuerpo para estar a horcajadas sobre su regazo en lugar de simplemente sentarme en
él. La enorme y dura longitud de su pene provoca mi clítoris mientras me deslizo
hacia adelante, atrapando su erección entre nuestros vientres.
Las cartas se caen de la mesa y revolotean hasta el suelo mientras ajusta sus manos y
golpea la superficie de madera, deslizando sus palmas hacia abajo para ahuecar la
redondez de mi trasero y dándole un apretón también. Pero luego mueve su mano
derecha hacia arriba para acunar la parte de atrás de mi cabeza y me mira a los ojos
con esta profundidad conmovedora que nunca esperé del hombre.
"¿Es esto una invitación?" murmura, chupando mi labio inferior. "Porque si lo es, lo
aceptaré".
"Tal vez", le susurro de vuelta, alcanzando entre nosotros con mi mano y provocando
su pene con mis dedos. Tiene ese vial de lubricante alrededor de su cuello, pero
ciertamente no lo necesito. Está sudoroso, la punta de su eje reluce con una gota de
pre-semen, y estoy más que mojada. Es casi vergonzoso, considerando que estoy
sentada completamente desnuda en su regazo.
"Tal vez sea la respuesta para los tratos secretos que aún no has descubierto cómo
manipular, lo que dices cuando estás buscando a la otra parte y secretamente liberando
tu pistola debajo de la mesa. Quiero una respuesta real, Muñeca. No tienes que decir
que sí, pero si es no, quiero escucharlo".
Me recuesto y lo miro, su rostro muy por encima del mío. Es jodidamente alto este
tipo, su cabello castaño espresso colgando sobre su frente sudorosa, pegándose a su
piel. Su sombrero de copa se encuentra entre sus orejas de conejo marrón, una de ellas
aplastada contra su cabeza y la otra apuntando directamente hacia mí como si
estuviera esperando desesperadamente mi respuesta final.

"Sí", le digo con un pequeño asentimiento, y él me sonríe. "Y no es solo porque eres
una especie de paquete con el Sombrerero. Si no me gustaras, te diría que te vayas a la
mierda".
"Me lo imaginé", murmura, su acento convirtiendo mis rodillas en gelatina. Menos

mal que no estoy de pie o me habría desmayado. Y esta Alicia, realmente no hace
todo el asunto del desmayo. No, realmente no es mi estilo.
"¿Tu fertilidad ha cambiado a la posición de inactividad?" Le pregunto, y él se ríe, el

sonido se desvanece en un gemido cuando levanto la mano y froto sus peludas orejas.
"Es una pregunta válida".
"Válido, cierto. Dudo que el Conejo Blanco se haya tomado el tiempo de enseñarte
biología de cambiaformas, pero ¿tal vez me equivoque?"
"Eso es todo lo que me explicó", digo encogiéndome de hombros, y March resopla.
"Ese hijo de puta. Bueno, eso es todo lo que necesitas saber por ahora. Podría explicar
más después, pero es un poco aburrido y, francamente, no es nada de lo que nadie
quiera escuchar antes de una follada". Nos besamos de nuevo, y March balancea su
brazo sobre la mesa, tirando cartas y tazas de té al suelo, haciendo añicos pedazos de
porcelana a través del tren.
Creo que tiene la intención de subirnos a la mesa, o tal vez follarme encima de ella,
pero me levanto y me deslizo hacia adelante antes de que tenga la oportunidad,
extendiéndome entre nosotros para guiar su eje hacia mi abertura. Cuando lo coloco
sobre mi humedad y empiezo a deslizarme por su pene, nuestras miradas se
encuentran y March se muerde el labio inferior con una maldición y un gemido.
Nos reunimos mientras vuelve a tomar mi trasero en sus manos, animándome a

moverme. Es lento, pero no lánguido como lo fue con la Oruga. Nos tomamos nuestro
tiempo, pero nuestros propios movimientos son frenéticos y rápidos. March mete mi
cabeza debajo de su barbilla, las caderas se levantan de la silla para recibir los
movimientos ondulantes de mi pelvis.
Me deja trabajar con él hasta que ambos estamos resbaladizos y frenéticos, y luego me
anima a ponerme de pie y moverme hacia uno de los taburetes de la barra cerca de la
ventana trasera. Se sienta en un mostrador alto y, cuando March echa las cortinas
hacia atrás, muestra nuestros reflejos en el vidrio oscuro que conduce al balcón.
Apoyo una rodilla en el taburete y el otro pie en uno de los peldaños de metal. A esta
altura, estoy en el nivel perfecto para que March me lleve por detrás. Empuja dentro

de mí, chocando contra mi trasero con un gruñido, y luego tomando mis palmas y
poniéndolas deliberadamente contra el cristal.
Miro fijamente a los ojos de nuestros reflejos mientras él se mueve contra mí, lento al
principio y luego más fuerte, más rápido, mucho más desesperado. Afuera, pasan
hongos resplandecientes, enterrados en bosques oscuros. El reloj marca las nueve y
aún así seguimos. Puedo ver a March estudiándome en la ventana, con los ojos
oscurecidos por la lujuria.
Es incluso mejor cuando se corre, y veo el placer en su rostro, la tensión de sus

músculos, la forma en que sus manos se clavan en mis caderas. Sus últimas
embestidas me pusieron al límite, pero todavía no he llegado. No, quiero saborear este
momento.
March termina y luego se desliza fuera de mí, ayudándome a darme la vuelta, para
que él pueda inclinarse y acercar sus labios a los míos, encontrando mi centro
resbaladizo con sus dedos. Pone tres, usando su pulgar para provocar y torturar mi
pobre clítoris. Es gentil, pero es tan malditamente sensible, y estoy tan lista para
encontrar mi propio clímax. Nos besamos a través de eso mientras mi cuerpo se
estremece, y dejo escapar un sonido de placer que es demasiado vergonzoso para no
sonrojarme.
"Bueno, al menos sé que soy apreciado", susurra con una sonrisa, y le doy una
bofetada, justo en su amplio pecho. Al igual que el Conejo Blanco, no parece tener un
período refractario y se pone duro antes de que el reloj de la pared indique las diez
después.
Diez después...
Siento una sensación extraña en mi muslo, y miro hacia abajo para ver que el tatuaje
del reloj en mi pierna ha marcado la hora marcada.
"Oh", susurro mientras March sigue mi mirada, y luego, de repente, el Conejo Blanco
está parado allí junto a él.
Dejo escapar un chillido cuando March agarra un arma de debajo de su sombrero de

copa y apunta al otro Conejo en menos tiempo del que me lleva parpadear.
"¿Cómo hiciste..." comienzo, pero no me molesto en terminar la oración. Claramente,

aquí funciona la magia del tiempo. Rab hace a un lado mi pregunta, su cronómetro
sostenido entre sus dedos entintados.

"Están en el tren, de alguna manera. Puede que solo sean los Conejos, pero es difícil
de decir. Y como te dije antes: la regla número cuarenta y dos es que no te dejes
atrapar con los pantalones bajados". Él levanta una ceja oscura hacia mí, sus ojos
rojos tomando los de March y mi posición comprometedora con diversión.
"Ellos no están abajo…", dice March rodando sus ojos marrones, pero luego me besa
y me levanta, y ambos nos volvemos a poner la ropa. La Espada Vorpal y la
Queenmaker se colocan en su lugar mientras miro el reloj.
Veintiún segundos. Ya es demasiado. No quiero que Rab desperdicie su puta vida.
"Pon en marcha el reloj", gruño, y él asiente, presionando el botón de su reloj con una
dramática presión de su pulgar. El mundo vuelve a ponerse en movimiento
rápidamente, el paisaje helado pasa volando afuera mientras un par de pies trepan por
la escalera en el balcón trasero.
Santa mierda.
¡¿Alguien estaba ahí afuera mirándonos?!
Hay un golpe y un estrépito, el sonido de una lucha. Cuando Rab se mueve para abrir
la puerta de nuestro compartimento, está bloqueada o atascada. De cualquier manera,
parece que no puede abrirla. Mi corazón se estremece y empiezo a pensar en mi
familia, en el Espejo, en los otros hombres.
El fuego crepita y el humo y el calor se filtran por debajo de la puerta, lo que me

ahoga. Alguien encendió un fuego a propósito o derribó una de las velas o lámparas
de gas. De cualquier manera, un incendio en un vagón de tren cerrado no es algo
bueno de ninguna manera.
"En el techo", dice March, y no se molesta en arrastrarme como esperaba. En cambio,

confía en mí para encontrar mi propio camino, lo que aprecio mucho. Abre las puertas
de vidrio del balcón, aparta uno de los taburetes de repuesto y deja entrar una ráfaga
de viento helado y lluvia.
Se agarra a la escalera y comienza a trepar, girando alrededor del metal hacia el otro
lado para poder acceder al techo.
Aquí es donde empiezo a ponerme nerviosa, lo sigo, mis botas se aferran a las
resbaladizas barras de la escalera. Me muevo hacia el otro lado, también, mucho más
lento y con mucha menos gracia, y encuentro que March se agacha para tirarme de la

parte de atrás de mi nueva chaqueta negra. Me deja en el techo mientras el Conejo
Blanco sube para unirse a nosotros.
Estoy en el techo de un maldito tren, con granizo apedreándome en la cara y

relámpagos cayendo en la distancia. El rugido del trueno es audible incluso sobre la
ráfaga de viento. No soy un asesino de la corte entrenado como los dos hombres que
están conmigo, pero haré lo mejor que pueda.
"¿No deberíamos...?" Comienzo, encogiéndome cuando otro estallido de relámpagos

vuelve el cielo blanco por un breve momento.
"¿No estar en la tormenta?" March pregunta, y se encoge de hombros. "No, realmente

no deberíamos estarlo". Despega del tren, deteniéndose cuando una escotilla abre
varios vagones hacia abajo, y el Sombrerero Loco sale arrastrándose, su sombrero de
copa cayendo hacia un lado mientras se empapa.
"¿Viste?", Comienza, pero no llega a terminar porque se dispara un tiro y falla por
poco golpearlo en el hombro. March no duda en defender a su jefe, arrojando un
pequeño cuchillo desde el interior de su gabardina y haciendo sangrar el aire frente a
nosotros.
Un Conejo aparece justo allí junto a él, desapareciendo a la vista como el Gato de
Cheshire. En realidad, antes de que cambie a la forma de Fred-Conejo, veo orejas y
una cola. Así que este tipo no solo se comió un pedacito de mi hermano (antes o
después de la muerte, no estoy del todo segura), sino que también tiene algo de neko.
El Sombrerero Loco saca un par de pistolas de debajo de su sombrero, gira y dispara,

justo cuando el otro Conejo aparece a la vista, el de Liam. No está en la forma de
Liam en este momento, gracias a la mierda, pero lo reconozco de todos modos.
Pero no son solo esos dos conejos.
Se abre la escotilla de uno de los vagones de delante y salen varios hombres y

mujeres. Todos tienen orejas de conejo, y todos se ven… no del todo ellos mismos.
Llevan llaves en la espalda y sus ojos son opacos como un cristal oscuro. Tras una
inspección más cercana, parece que algunos de ellos están... ¿muertos? ¿No muerto?
Mierda.
"¡Sonny!" Rab grita, empujándome hacia adelante y sacándome del camino mientras
la Anti-Alicia se estrella contra el techo del tren. Se disparan disparos mientras el

Sombrerero y la Liebre intentan lidiar con la afluencia de Conejos y yo, saco la
Espada Vorpal y trato de averiguar cómo lidiar con la Anti-Alicia.
En el techo de un tren. Bajo la lluvia.
Eso rima. Fantástico.
El viento pasa a mi lado mientras ensancho mis pies y espero al infierno no caerme. El
humo se filtra por las ventanillas de la locomotora de abajo, y estoy tan jodidamente
cerca de tener un ataque de pánico. ¿Qué pasa si mi familia está atrapada allí?
Antes de que la Anti-Alicia pueda siquiera levantar su guadaña, el tren se detiene

repentinamente, arrojándonos a todos por el techo. Estoy casi derribada, la mano del
Conejo Blanco alrededor de mi muñeca es lo único que me impide resbalar y
deslizarme hacia la muerte.
Nuestra parada es tan repentina que las vías chirrían, y el vagón en el que nos
dirigimos es lanzado hacia arriba y por encima de ellas, girando como una serpiente y
patinando sobre la tierra húmeda, destruyendo arbustos, árboles pequeños y hongos
que estallan en nubes relucientes de polvo.
Sin embargo, todavía está enganchado al resto del tren, arrastrando varios otros
vagones con él. Casi nos volcamos por completo, pero se endereza en el último
segundo y se estrella contra el suelo con un gemido de metal.
Cuando miro hacia atrás por encima del hombro, puedo ver que hay algo bloqueando
las vías, un montón de... no estoy segura de qué es, ya que se encuentra empapado en
agua de lluvia y retorciéndose. Cuando entrecierro los ojos, veo que es un montón de
muñecos soldados no muertos.
"Corazones de mierda", murmuro, pero entonces la Anti-Alicia viene por mí, justo
cuando North se rompe por la ventana del tren, cambiando a su forma de jabberwock
mientras avanza, haciendo un enorme agujero en la pared de metal. La Oruga está
justo detrás de él, ayudando a mi familia a salir de vagón en llamas y a la lluvia.
No puedo hacer mucho más que confiar en que lo tienen cubierto.
De ninguna manera la Anti-Alicia me va a permitir lidiar con mi familia y pelear con

ella al mismo tiempo.
Ella balancea su guadaña de hueso hacia mí y yo salto, perdiendo por poco el placer
de tener mis pies cortados por los tobillos. Aterrizo en el techo del vagón del tren y

luego abalanzo sobre ella. Esquivarla no va a funcionar por mucho tiempo. La Anti-
Alicia es mejor que yo, más rápida, más fuerte.
Tengo que ser más inteligente.
Esa es mi única salida.
Rab se interpone entre mí y la avalancha de conejos no muertos, cambiando a... ¿su

forma de Scarlet? Se arranca el guante blanco de una mano y agarra primero a un
Conejo macho con orejas grises. La piel de su enemigo se divide en la parte delantera,
como si le estuvieran bajando la cremallera, y la sangre se derrama, mezclándose con
la lluvia. La cabeza del Conejo Gris se echa hacia atrás tan violentamente que sé que
su cuello está roto, y luego su cadáver se desliza y tropieza fuera del tren... solo para
volver a levantarse cuando golpea el suelo.
Maldito infierno.
La Anti-Alicia se lanza hacia mí y yo me muevo para esquivarla de nuevo mientras

pienso en un plan. Honestamente, la única razón por la que me aparto del camino es
porque me resbalo y caigo, rodando sobre la hierba fangosa junto al tren en llamas.
Ella me sigue hacia abajo, implacable en su persecución, y apenas logro ponerme de

pie antes de que se balancee de nuevo, cortando la parte delantera de mi chaqueta y
dando a la tela una pequeña tajada. No puedo escapar lo suficientemente rápido,
resbalándome y deslizándome en el barro. Mi cabello es azotado alrededor de mi cara
por el implacable viento y la lluvia, pero estando tan cerca de la Anti-Alicia, no siento
nada de la magia. Ella lo aspira del aire como una aspiradora.
Estoy perdiendo terreno rápidamente y empiezo a entrar en pánico, cuando siento el

pendiente de Lar golpeando contra mi cuello. Sin permitirme preocuparme por lo que
podría hacer, simplemente me lo arranco de la oreja y lo tiro. Una capa de hielo se
interpone entre la Anti-Alicia y yo, atrapando su guadaña no solo en la mitad del
movimiento sino literalmente a centímetros de mi cara.
Eso es lo que me da tiempo suficiente para retroceder, corriendo por el agua, el hielo y
la magia. Los gemelos están allí en solo unos segundos, tomando cada lado de mí
como guardaespaldas.
"Gracias a la mierda que estás bien", susurra Dee, mirando por encima del hombro y
hacia el borde de una colina empinada. "Pensamos que tal vez estabas allí". Me
muevo unos pocos pies, para poder ver más allá de la hilera de arbustos que bloquean

la vista y... siento que mi respiración se atasca dolorosamente en mi pecho mientras
jadeo.
Hay un ejército ahí abajo, cuyo alcance apenas puedo comprender. Ni siquiera puedo
empezar a captar números mientras aprieto la empuñadura de la Espada Vorpal y miro
con los ojos muy abiertos. Esos muñecos soldados están en todas partes y, aunque son
torpes y estúpidos, son implacables. La marea de soldados vestidos de rojo está
retrocediendo.
"¿Cómo no supimos que la batalla se había extendido hasta aquí?" Susurro mientras
un rugido rompe el cielo en el momento en que un relámpago se estrella contra la
tierra. "No escuchamos rumores ni información ni... nada".
"La red todavía está comprometida", susurra Tee, su voz casi imposible de escuchar
sobre la tormenta. Demonios, apenas puedo oír la batalla que se libra abajo y está
justo ahí delante de mí. "Nadie podía llamarnos, nadie sabía dónde encontrarnos con
las cartas..." Se apaga y mira a la Anti-Alicia mientras ella lucha por liberar su
guadaña del bloque de hielo. "Y ella, chupa la magia de todo. Todavía no puedo sentir
la batalla, ¿y tú?"
Miro hacia abajo, pero Tee tiene razón: no siento nada. Y con la tormenta cayendo
con tanta fuerza, tampoco huelo nada.
"Ellos también se subieron al tren", dice Dee, empujando el cabello mojado, negro
azulado de su rostro. "Tampoco pudo haber sido hace mucho tiempo o nos habríamos
dado cuenta".
Miro mi pierna, envuelta en los pantalones de cuero, y pienso en ese reloj.
"Diez después de las nueve", susurro, justo antes de que escuchemos un sonido
estremecedor, mirando hacia atrás para ver a la Anti-Alicia desgarrando su arma.
Mierda. "Estoy jodidamente asustada", admito mientras Dee se inclina hacia mí y
presiona su frente contra la mía.
"El miedo verdadero está bien", dice, dándome un pequeño beso en la boca antes de
alejarse, sacando su cuchillo. Un chillido resuena detrás de nosotros, como el sonido
de clavos tintineando, rompiendo el monótono zumbido de la tormenta. Colina abajo,
un mar de muñecos con sonrisas de goma y ojos sangrantes se arrastra a través de la
zarza hacia nosotros.
Dee da un paso adelante, extiende las alas y echa la cabeza hacia atrás.

El poder explota de él, arrojando a toda la horda de regreso a la pendiente en pedazos.
Es una de las cosas más hermosas e inspiradoras que he visto en mi vida, ver a Dee
usar todos sus poderes por primera vez en años.
Esa maldita maldición... Estoy tan contenta de que se haya ido.
Tee se prepara para ayudarme a defenderme de la Anti-Alicia mientras su hermano

vigila nuestras espaldas. La cosa es que solo puede protegerme durante un tiempo. Si
quiero que esta guerra termine, tengo que matarla.
Entonces, cuando ella viene hacia mí de nuevo, cierro los ojos por un breve, breve
momento, y extraigo tanta magia del aire como puedo. Cuando mi mirada se abre
sobre sus faldas a rayas, su boca negra y el azul cielo veraniego de sus ojos, lo suelto,
lanzando una pared de hongos gigantes que brillan intensamente entre nosotros.
Suena una bocina en algún lugar cercano, y Tee me agarra, levantándome en sus
brazos.
"¡No, tengo que hacer esto!" Grito, pero él simplemente agita sus alas y despega con
Dee siguiéndonos. La Anti-Alicia nos perseguirá, de eso estoy segura, pero los
gemelos parecen saber a dónde van y qué están haciendo, volando sobre la horda de
soldados que se extiende desde el vagón del tren hasta el borde del bosque, cubriendo
kilómetros de suelo húmedo.
Hay una tienda de campaña blanca y roja con diamantes y corazones en el borde del
campo de batalla.
Aquí es donde Tee me deja en el suelo.
Avanza a grandes zancadas, abre la cortina y me deja entrar.
Debo tener una mente unidireccional porque, a pesar de toda la locura que ocurre
dentro de esa tienda, las primeras cosas que veo son North, Chesh y Lar. Tienen a mis
padres, mi hermana y Dinah con ellos, acurrucados en un rincón con el pelo goteando
sobre las alfombras de felpa bajo nuestros pies. Debe haber una docenas de ellos,

creando un piso acolchado para la enorme carpa blanca y roja. Tiene
aproximadamente el tamaño de la sala de estar, la cocina y el baño de visitas de mis
padres combinados.
Hay una mesa en el centro, antorchas clavadas en el suelo alrededor de los bordes y
cofres llenos de armas y mapas. Incluso veo una estación preparada para el té, con
tetaras, tazas y platillos, torres plateadas de pasteles que se ciernen sobre la superficie
cubierta de azúcar.
El Rey está de pie a la cabecera de una gran mesa rectangular, mirándome con ojos de
obsidiana.
Como los gemelos están conmigo, eso significa que solo faltan el Conejo Blanco, la
Liebre de March y el Sombrerero Loco. Pero al menos sé que lograron salir del vagón
en llamas. Demonios, es posible que ya estén muertos de todos modos, pero... siento
que sabría si lo estuvieran.
"¡Es mi maldita invención de corazón!" grita el Caballero Blanco, viéndose total y

completamente desarreglada. Su rostro está manchado de sangre y lágrimas, y su
cabello largo está enmarañado y desordenado. Parece una persona completamente
diferente, parada allí y mirando hacia un tablero de ajedrez enorme con varias piezas
rotas o faltantes, la mayoría en el lado rojo. El negro parece bastante intacto. "Es mi
propia invención", repite, deslizando la mano por su rostro. "Una pesadilla de mi
propia creación".
"Sí, todos sabemos que te hiciste esto a ti mismo", espeta Knave, y me sobresalto
porque estaba tan ocupada mirando a todos y todo lo demás que ahora la estoy
notando. También tiene a sus maridos con ella, lo que me hace sentir muchísimo
mejor. Si hubiera perdido a uno de ellos, creo que mi corazón se rompería un poco por
ella. "Ahora, la pregunta es: ¿cómo lo solucionamos?"
El Caballero Blanco simplemente mira el tablero como si no tuviera idea de cómo

hacer el siguiente movimiento.
"Voy a tomar tu cabeza", dice Brennin, su voz tan dura e implacable como una tundra.
"Simplemente no ahora. Arreglarás el lío que has hecho antes de que te mate".
Chevalier agacha la cabeza avergonzada, frotándose los ojos nublados con la palma de
la mano.

"¿Dónde están la Morsa y el Carpintero?" pregunta el Duque, acercándose a la mesa.
Mueve la cola con enojo mientras estudia la tabla. Mientras observo, la reina negra se
coloca en posición, colocándose varios cuadrados más cerca del rojo.
UH oh.
"El Carpintero", dice Knave, señalando al rey negro. "Este peón, esa es la Morsa".
La pieza a la que está señalando está ahí, completamente inmóvil. No estoy segura de
si eso es algo bueno... o algo realmente aterrador.
Dor todavía está en la tienda, de pie cerca de la parte de atrás con el resto de los
guardias. Tan pronto como lo veo, sé que algo anda realmente mal. Es un tramposo
doble, ¿verdad?
"Y realmente no me gusta la posición del rey rojo", continúa Knave, dándole a su
gobernante una mirada muy severa. "Es probable que lo revisen si continúa allí".
Brennin Red la ignora, se mueve alrededor de la mesa y estudia el tablero.
Los ojos de Dor permanecen en la pared más alejada de la tienda, y me pregunto si

todos menos yo se han olvidado de que él todavía trabaja para la Morsa y el
Carpintero. O tal vez desde que acabamos de caer en este caos, nadie ha tenido la
oportunidad de dirigirse a él todavía.
"¡Exactamente!" el Rey de Diamantes resopla, su desgarrada novia de pie junto a él.

Ella también está temblando, mientras se lleva un pañuelo a la nariz, lloriquea y se
frota. "Tenemos esto bajo control; no necesitamos su ayuda aquí, señor".
"Para pedir perdón", responde Brennin, entrecerrando los ojos hacia el hombrecillo
gordo y redondo. "Estás perdiendo esta batalla y, a su vez, la guerra. Te has cagado en
toda la profecía, y te has dejado en ridículo como rey".
"¡Al menos estoy aquí!" Humphrey ruge, enderezando su corbata. "No veo a ese Rey
de Picas baboso y chupapenes en ningún lugar cerca de este campo de batalla con sus
soldados. He donado el mío, ¿sabes?" Solo lo miro, pensando en cómo los líderes
siempre están tan orgullosos de sí mismos por enviar a sus ciudadanos a morir. Es
fácil, no es así, ordenar a otros que mueran por ti, pero es mucho más difícil correr ese
riesgo tú mismo.
"Humphrey querido", susurra la Reina de Diamantes, tirando de su manga. La ignora

por un momento, prefiriendo en cambio discutir con Brennin. Pero cuando sus ojos se

abren de par en par y un grito ahogado se escapa de su garganta, Humphrey la agarra
por los hombros y la mira a los ojos.
Al igual que las visiones de la Oruga aparecen en sus alas, parece que la Reina
Diamante las tiene en su iris. Puedo ver una escena que se desarrolla desde aquí.
"¿Que es esto…?" Humphrey se sobresalta cuando Lar suspira.
"Todos los caballos del Rey y todos los hombres del Rey..." Se apaga y luego mira a
Humpty Dumpty-mierda a los ojos. "Intenté advertirte."
La tienda estalla en un caos cuando la sangre salpica el tablero de ajedrez.
Al principio, creo que son Humpty Dumpty y su adivina esposa, pero luego me doy
cuenta de que no son ellos en absoluto: es el maldito Dor.
Un hacha sobresale de detrás de su propia caja torácica, sus propios ojos marrones se
abren con miedo mientras mira hacia abajo para ver al Carpintero… arrastrándose
desde el interior de su pecho. El tipo está literalmente dentro de él, como una pesadilla
de parto macabra.
Bueno, supongo que vemos cómo se mueve tan rápido, ¿no es así?
La pieza de peón negro se desliza hacia adelante un cuadrado, acercándose al rey rojo.
Pero si el Carpintero, que actualmente lleva la corona del Reino de Tréboles, es el

peón... entonces, ¿quién es el rey negro?
La Anti-Alicia sale de la tormenta y entra en la tienda, su vestido blanco y negro

pegado a su cuerpo, el cabello blanco pegado a la piel gris de su rostro. La veo de
inmediato y doy un paso atrás, preparándome para otra pelea, cuando el Carpintero se
lanza contra el Rey de Diamantes y su reina.
Y Lar tiene razón: su cuerpo destrozado... nunca se volverá a armarse.

7
“sacÚdete, despierta y decÍdete”
Estoy cagada de miedo.
Si estás leyendo esto, también deberías estarlo. Hay un nigromante salpicado con la
sangre de un rey, un tablero de ajedrez preparado para el fracaso y un ejército de
muñecos no muertos fuera de las paredes de esta tienda. Afuera se desata una
tormenta mágica salvaje y mi hermana muerta me mira con ojos tan familiares que
podría llorar. Veo esos ojos cada vez que me miro al espejo.
Desafortunadamente, es matar o morir, y estoy lista para vivir.
Estoy tan nerviosa que empiezo a temblar, pero me obligo a repetir el poema de Chesh
en voz alta. Con la tormenta y el caos dentro de la tienda, apenas puedo escuchar mi
propia voz, pero me tranquiliza lo suficiente como para recuperar la cabeza de todos
modos.
"Ella tomó su Espada Vorpal en la mano: mucho tiempo el enemigo la buscaba..." Mi

voz se corta cuando la Anti-Alicia viene hacia mí de nuevo… con suerte por última
vez. Tee y Dee se quedan conmigo, pero solo como defensa. Saben que es mejor no
tocar o atacar a la chica de blanco y negro.
Hay caos a mí alrededor, pero solo tengo ojos para Rhoda.
Nada más importa ahora mismo.
Nos rodeamos, nos movemos alrededor de la mesa y pasamos al Rey mientras lucha
con el Carpintero, pasamos a la Oruga y al Gato de Cheshire protegiendo a mi familia
de los muñecos soldados que se deslizan debajo de las paredes de tela. El perímetro de
la tienda está escrito, pero a pesar de que su carne arde y gritan como juguetes de
cuerdas rotas, los muñecos zombis siguen llegando.
En el tablero de ajedrez, nuestras piezas correspondientes se mueven con nosotros.
En casa, el juego de ajedrez se trata del Rey. Aquí, todo se trata de la Reina.
Corro hacia la Anti-Alicia, balanceando la Espada Vorpal y atrapándola en la parte

delantera de su vestido. No es un movimiento lo suficientemente bueno para hacerla

sangrar, pero ahora que estoy cerca de ella, esa guadaña no es tan útil. Ella lo usa
como un escudo en lugar de un arma, agarrando la Espada Vorpal por el mango y
empujándome hacia atrás.
Tan cerca de ella, puedo sentir la magia en el aire desapareciendo en su vacío,

haciendo que mi estómago se sienta como un bloque de hielo, como si me estuvieran
separando de todo lo importante del mundo. ¿La hago sentir así también? ¿Mi
presencia la hace sentir como si se estuviera separando por dentro? ¿O incluso siente
algo?
Supongo que nunca lo sabré.
La Anti-Alicia y yo luchamos, las armas chocan, los pies manchan barro y sangre a
través de las alfombras del suelo. El Duque cambia a su forma de jabberwock
mientras luchamos, su enorme cuerpo derribando la tienda a un lado, enviando una
lluvia fría sobre nuestras cabezas. El Caballero Blanco simplemente se queda parada
allí bajo el aguacero durante un largo, largo momento, mirando los cadáveres de
Humphrey y su esposa. Cuando saca su espada para luchar, casi instantáneamente se
ve invadida por muñecos muertos. La entierran tan rápido que pronto desaparece de la
vista.
Me pregunto brevemente si podría haber visto su muerte con mis propios ojos.
El cabello con mechas de arcoíris está pegado a mi cara, pero no tengo tiempo para
apartarlo, así que miro a la Anti-Alicia a través de una cortina de color mientras un
enjambre de murciélagos desciende sobre la pila de alfombras, transformándose en el
Sombrerero Loco. Llega justo a tiempo para agarrar el arma de la Anti-Alicia por el
mango, dándole un tirón y tirándola a un lado. Se estrella contra el tablero de ajedrez,
derribando piezas por todas partes.
Pero solo ese pequeño toque es suficiente para convertir su mano en un horrible color
gris, la podredumbre extendiéndose hacia su hombro. Raiden arruga la nariz, avanza y
agarra a Dee por la nuca. El príncipe ángel se desnuda la garganta, dejando que el
vampiro hunda los dientes profundamente.
Incluso si tengo que joderle el Frenesí más tarde, sé que necesitamos que Raiden
Walker se vuelva loco, juego de palabras intencionado, con estos imbéciles.
Mientras la Anti-Alicia está preocupada por su guadaña perdida, le doy otro golpe,
agarrando su vestido mientras le clavo el cuchillo en la espalda. Ella tropieza, pero
sigue moviéndose, como si fuera un mosquito al que no ha tenido la oportunidad de
aplastar. Sus pies la llevan en dirección a Knave, cuyos brazos están abiertos mientras

lanza un hechizo para empujar al ejército invasor hacia atrás, su cabello castaño
arremolinándose alrededor de su pequeño rostro en la tormenta. El León y el
Unicornio, con sus nombres Torre y Caballero, de repente cobran mucho más sentido
ahora que he visto el tablero de ajedrez, la mantienen a salvo mientras dibuja
encantamientos y susurra palabras antiguas.
Las lágrimas brotan de mis ojos mientras clavo la hoja profundamente. A diferencia
de la última vez, no la dejaré ir. Ni siquiera si veo un Conejo que se parece a Fred, o
un monstruo con la cara de Liam. Mi pasado... no voy a permitir que vuelva y me
persiga, nunca más. Nunca una mierda de nuevo.
La Liebre de March, en forma de tove, y el conejo blanco como Scarlet, a lomos de

March, aparecen a continuación. Pero no están solos. Están siguiendo al par de
conejos que conocí en Topside. Ambos están en forma de bandersnatch, pero tan
pronto como se acercan a la tienda, comienzan a moverse.
Uno de ellos... se convierte en el Carpintero. El otro, en la Morsa.
Santo cielo.
"Menos mal que solo un Conejo puede compartir la piel de otro, ¿no estás de
acuerdo?" Rab arrastra las palabras con esta voz ronca y femenina que suena más bien
a una versión femenina del idiota de Rey. "Porque este... este no es un buen
escenario". Ella, o él, pero mierda en serio los pronombres de género, se baja de la
espalda de March con una de sus manos rojas al descubierto. El otro todavía está
vestido con un guante blanco y sostiene una pistola.
Sin dudarlo, Scarlet-Rab levanta el arma y dispara un tiro a través del cráneo del
Conejo-Carpintero. No tengo tiempo para ver si eso deja caer al hijo de puta porque la
Anti-Alicia ha encontrado su guadaña, usando el mango para apuñalarme por encima
del hombro y golpearme en la cara.
Tropiezo cuando el rugido del Duque rompe el monótono zumbido del viento.
Mientras resbalo y caigo de espaldas, miro hacia arriba para ver a la Morsa peleando
con North justo afuera del rectángulo de alfombras que marcan el lugar donde solía
estar la tienda. No sé si está luchando contra la verdadera Morsa o el conejo, pero
¿realmente importa?
Se desgarran el uno al otro, salpicando sangre por todas partes, sangre que es
rápidamente consumida por la lluvia.

Es en ese momento que veo el Espejo, envuelto en su sábana y sentado solo en el
suelo cerca del grupo apiñado de mi familia. Lar está cerca, pero está ocupado con
una horda de soldados del Carpintero, lanzando un escudo primero para mantenerlos
alejados y luego una serie de sellos dorados que atraviesan a los monstruos como un
tornado.
Me pongo de pie, pero me obligo a dejar de mirar el espejo. Llamar la atención solo
empeorará las cosas. Empiezo a preguntarme si no deberíamos haberlo dejado atrás en
algún lugar como Potsville. Pero entonces, habría estado desprotegido y solo. ¿Y
cómo podríamos haber sabido cómo se desarrollarían los eventos de hoy?
March se alza con un rugido, bajando con esos cascos afilados sobre el doble del
Carpintero. Al menos... ¿creo que es su doble? El otro idiota que empuña el hacha de
hueso está luchando contra el Rey a menos de cuatro metros de distancia, sus
movimientos son tan impresionantes como una danza coreografiada mientras se
mueven uno alrededor del otro. Desearía poder moverme de esa manera con la Anti-
Alicia, pero tal como están las cosas, es lo suficientemente difícil para mí
simplemente mantenerme en pie.
Dee y Tee están vigilando mi espalda y trabajando en la avalancha de soldados al

mismo tiempo, abriéndose paso hacia el ejército. Si solo tuviéramos un momento,
apuesto a que diez de nosotros podríamos cambiar el rumbo bastante rápido. Un señor
vampiro frenético, un rey que arranca cabezas con la mano, un jabberwock con aliento
de fuego...
Primero tenemos que lidiar con este lío.
El Sombrerero vuelve a romperse en un mar de murciélagos, y luego se reforma a

unos cien metros de distancia, encontrándose con los Conejos no muertos que se
tambalean y que quedan de la pelea en el tren. Los desgarra como un cuchillo caliente
a través de la mantequilla, derramando sangre en el lodo frío a sus pies.
Se siente como si todos estuvieran haciendo al menos algún progreso, mientras que yo
me quedo en este limbo con la Anti-Alicia, sin ningún progreso en absoluto. Si no la
mato, todo lo demás es en vano. Ella es el eje de toda esta operación, una reina de
Underland para hacer retroceder la esperanza de Wonderland.
"Brilla, brilla, pequeño murciélago" La voz de Raiden resuena, y en segundos, veo la

enorme sombra en lo alto, barriendo hacia abajo y dirigiéndose directamente hacia el
Espejo. Gracias, mierda.

Pero la Anti-Alicia también lo ve, y antes de que pueda pensar en una manera de
detenerla, ella corre, se dirige directamente hacia el Gato de Cheshire mientras se
desliza frente al espejo para protegerlo. Lo veo incluso antes de que suceda, ese
movimiento de su guadaña que fácilmente podría quitarle la cabeza de Chesh de sus
hombros.
Lo que no espero es que el Rey, un hombre que odia al Gato de Cheshire más que
nada, se interponga entre ellos y defienda a Chesh con su espada. Pero salvar al gato
tiene consecuencias nefastas, y el Carpintero se aprovecha de eso.
Levanta el espejo, arranca la sábana y luego llama a la Morsa con un silbido. La bestia
llorosa lanza a North a un lado por el cuello, enviando al dragón a estrellarse contra
los árboles, y luego regresa a su rostro de ogro. Ambos hombres huyen al cristal, y la
Anti-Alicia los sigue, arrojando a Red contra Chesh y derribándolos a ambos.
No tengo idea de cuál es su plan, pero justo cuando estoy pensando en romper el
Espejo yo misma para mantenerlos atrapados, un chillido suena detrás de mí y me giro
para encontrar al Carpintero saliendo del estómago reventado de uno de los muñecos
soldados, como si fuera del puto Alien o algo así.
Me agarra y nos lanza a los dos a través del espejo y hacia Topside.
Emergemos en un basurero, literalmente un puto montón de basura.
Aunque es un buen escondite. Realmente es el último lugar al que miraría.
Me alejo gateando del Carpintero, cubierto de una sustancia viscosa plateada y

rezando para conseguir algo de respaldo antes de que el monstruo nigromántico me
convierta en uno de sus muñecos zombis. Girándome, lo pateo en la cara tan fuerte
como puedo antes de que la Morsa me agarre por las axilas y me ayude a ponerme de
pie.
"Ha llegado el momento", dice la Morsa, "de hablar de muchas cosas. Del dolor, y los
huesos, y el asesinato de Alicia y sus reyes". Lame mi oreja mientras lucho y grito,
balanceando la Espada Vorpal y logrando marcarlo del brazo con ella.

Sisea, pero no se suelta, ni siquiera cuando el Carpintero levanta el hacha por encima
de la cabeza.
Observo con abyecto horror mientras baja el arma... y hace añicos el espejo.
Un grito sale de mi garganta junto con su risa mientras la Anti-Alicia se mueve para
pararse frente a mí, mirándome con ojos azules en blanco. Todavía son bonitos, pero
no hay alma allí, ninguna en absoluto. ¡El espejo! mi corazón grita de dolor, ya
preguntándome cómo voy a volver. Si estuviera atrapada aquí… pero no. Me niego a
pensar en eso. Mi mente lógica grita por una razón diferente, ahora plenamente
consciente de que no vendrán refuerzos. A menos que uno de esos hombres de allá
sepa cómo viajar por los mundos arrastrándose por el interior de otras personas...
Estoy jodida.
La Anti-Alicia hace girar su guadaña y luego, con cuidado, meticulosamente... me

corta la garganta con ella. Al mismo tiempo, el Carpintero enciende el Espejo en
llamas, y me encuentro con el privilegio de verlo arder mientras yo me desangro hasta
morir al mismo tiempo.
Puedo sentir la sangre caliente fluir por mi garganta mientras mis pulmones
comienzan a gritar por aire, ya muy consciente de que algo anda mal en mi cuerpo, de
que el oxígeno no va a donde se supone que debe ir. Hay un ardor en mi pecho
mientras me quedo boquiabierta como un pez fuera del agua, mi boca se abre y se
cierra mientras la Anti-Alicia deja su espada incrustada en mi piel.
Es como si ella estuviera conectada a mí, penetrada en la esencia misma de mi alma.

Mi vida y mi magia se drenan de mí, succionadas en un vacío tan frío como el
espacio, tan vacío como una eternidad desprovista de estrellas. Nadie viene por mí;
nadie puede salvarme.
¿Pero realmente los necesitas? una voz susurra desde el interior de mi cabeza, el
sonido resuena alrededor de mi cráneo. Son solo los nueve, los ayudantes de Alicia,
guías para su viaje. Esos hombres, por fabulosos que sean, no son Alicia.
Toso con el líquido que llena mis pulmones mientras pienso en Dee, diciéndome
cuánto creía que podía cambiar el mundo. Pero, ¿cómo puedo, si muero aquí en un
basurero retirado? Mi cuerpo será arrojado a un lado como basura, enterrado debajo
de pajitas de plástico y bolsas de compra, comida podrida y refrigeradores viejos.
Me hundiré en el lodo, me pudriré y arruinaré, un festín para los gusanos.

A medida que la Anti-Alicia drena mi magia, su piel comienza a cambiar de color, de
un horrible gris carbón a un fresco melocotón rosado que es muy parecido al mío.
Literalmente, está llenando su propio vacío con mi esencia.
Soy la maldita Alicia, pienso, con los dedos crispados, la Espada Vorpal todavía en mi
mano. El Carpintero se inclina hacia adelante para quitármela, con los dedos
curvándose alrededor de la empuñadura. Y hay magia en todas partes, incluso en
Topside.
Con un grito ahogado, aspiro tanta magia del aire como puedo, bombeándola a la
Anti-Alicia, abrumando su conexión conmigo. Ella grita y se tambalea hacia atrás,
sacando su arma lo suficiente para que yo tenga un breve respiro de esa pesadilla
helada.
La siguiente oleada de energía que recojo va directamente a la Hoja Vorpal y sube por
los dedos del Carpintero. No es suficiente para lastimarlo de verdad, pero se tambalea
hacia atrás, dándome la apertura que necesito para golpear a la Morsa en su plexo
solar. Tendré que agradecerle a Lory por eso más tarde.
El bastardo lloroso se tambalea hacia atrás mientras me apresuro a escapar, jadeando y

ahogándome. Estoy empezando a marearme por la falta de oxígeno, y ciertamente no
hay sangre de vampiro para beber, así que necesito un plan diferente.
Llamo al universo en busca de ayuda. Después de todo, el poder especial de Alicia es

que puede recurrir a toda la magia, no solo a la magia con la que nació. Y
seguramente debe haber suficiente poder en el mundo para curar mi herida, sin
importar cuán severa sea.
Atrayendo energía a mi cuerpo, la canalizo hacia el corte en mi garganta, sellándolo,

piel y carne uniéndose mientras las lágrimas escapan espontáneamente de mis ojos. El
oxígeno nunca supo tan malditamente bueno, y chupo varios bocados codiciosos antes
de que la Anti-Alicia me aborde de nuevo, enviándonos a los das rodando por el
costado del montón de escorias.
Huele tan jodidamente horrible aquí, a sangre y podredumbre, pero no me importa;

mientras pueda respirar, tomaré cualquier olor desagradable que el mundo me arroje.
Puse tanta distancia entre la Anti-Alicia y yo como pude, usando la magia para
empujar el suelo bajo mis pies. Me levanta en el aire, dándome una vista perfecta de
los tres enemigos abajo.

El Carpintero parece ser la mayor amenaza, en realidad lo ha sido todo el tiempo. Pero
recuerdo la forma en que el peón se movía en el tablero con él, y cómo el rey negro se
quedaba quieto. Eso, y en los libros originales de Lewis Carroll, la Morsa lo traiciona.
"Puta sucia", gruñe la Morsa, saliva y sangre volando por sus colmillos. "Hubieras
sido una pequeña ostra encantadora para agregar a mi colección". Me sonríe y luego
estira la mano para agarrar al Carpintero por la garganta. "Pero supongo que si te dejo
aquí para que te pudras, eventualmente morirás. Eso es todo lo que realmente
necesito, que te hayas ido. Y para salir de aquí, solo necesito un único sacrificio.
Adiós, Alicia". Le rompe el cuello a su hermano y me doy cuenta de lo ridículos que
hemos sido: el Carpintero no es el único nigromante de la familia.
Con sangre caliente corriendo por sus manos, la Morsa abre las mandíbulas y se come
al otro hombre en unos pocos, horribles y gorgoteantes mordiscos. Una vez que su
hermano desapareció por su garganta, el cuerpo de la Morsa se pliega sobre sí mismo,
como si se estuviera volviendo del revés. Veo sangre, huesos y órganos palpitantes
antes de que empiece a desaparecer de la vista.
¡No! ¡No te vas a ir! Pienso, dejando que mi cabeza caiga hacia atrás, abriendo mis
brazos como acabo de ver hacer a Knave. Como hice con el Grifo y la Tortuga Falsa,
aprovecho la energía del bosque detrás de mí, justo afuera de la valla de tela metálica
oxidada del basurero. Tirando de ese poder hacia mí, lo redirecciono hacia la Morsa.
Todo lo que intento hacer es evitar que manipule la energía vital de su hermano para
escapar. Ni siquiera trato de lastimarlo, solo... mantenlo aquí.
Pero el proceso de saltar mundos con un sacrificio de sangre en lugar de un espejo

debe ser una verdadera puta porque tan pronto como lo interrumpo, comienza a gritar.
El sonido es este horrible chillido espeluznante, hecho aún más macabro por la cara de
adentro hacia afuera de la Morsa. Puedo ver todos sus dientes mientras su boca se abre
de par en par y comienzan a salir sonidos inhumanos.
Con otra ola de magia, lanzo mi mano y lo envío volando por el patio. Choca contra la
cerca... y la atraviesa, como carne en una picadora de salchichas, cayendo en pedazos
por el otro lado. Mi estómago se revuelve con bilis, pero no tengo un momento libre
para pensar en lo que acabo de ver.
La Anti-Alicia salta en el aire, su piel mucho menos gris, sus ojos más azules. Ella se
lanza hacia mí, dejándonos a las dos en el aire. En nuestro camino hacia abajo, llamo
a la tierra húmeda para que nos atrape mientras la lluvia cae de un cielo gris.
Je.

Está asaltando tanto en la superficie como en el interior.
Mi magia crea un pequeño nido en el que la Anti-Alicia y yo caemos, tirando nuestras

armas a un lado. Luchamos juntas, solo manos, dedos y piernas, pateando, arañando y
gritando. Es una lucha primordial entre dos caras de la misma moneda: la vida y la
muerte.
Eso es lo que es esta lucha, una lucha por la vida.
Pienso en los niños pequeños del Pan-y-Mariposa, que llevan sus fresas de chocolate
en la mano. Pienso en mis padres y Edith, acurrucados bajo la lluvia torrencial. Sobre
todo, pienso en los nueve hombres de los que me estoy enamorando y en lo
desesperada que estoy por ver cómo las semillas de nuestro afecto se convierten en
árboles poderosos.
Con la Anti-Alicia tocándome así, no debería poder usar magia. Todavía puedo sentir
su vacío, pero... lo que sea que hizo cuando empezó a chupar mi vida parece haber
debilitado ese aspecto de sus poderes. Usando la pequeña cantidad de energía que
consigo convocar, uso el viento para agarrar la Espada Vorpal y dejarla caer en mi
mano.
Se me escapa un grito que es fabulosamente monstruoso, y empujo la Espada Vorpal

hacia arriba y debajo de la barbilla de la Anti-Alicia, enviándola directamente a través
de su cráneo. No es una hoja normal, canaliza la magia que extraigo del mundo y
corta huesos como mantequilla.
La Anti-Alicia me escarba con las uñas, la sangre brota de sus ojos, buscando
desesperadamente un punto de apoyo. Si tuviera que quitar la hoja ahora, vendría
hacia mí de nuevo. Pero no lo hago. En cambio, me siento allí bajo la lluvia y lloro,
con el pelo mojado pegado a la cara y el corazón hecho pedazos.
Toma casi una hora, lo sé porque puedo escuchar el tatuaje del reloj en mi muslo
haciendo tictac de nuevo, antes de que se derrumbe, su cuerpo se marchita y se
convierte en cenizas en el viento. Huelo a podredumbre, polvo y lápidas… pero
también el sabor salado de las lágrimas. Un destello de luz deja las cenizas y se aleja
flotando como un hada en el viento.
"Adiós Rhoda", le susurro, mirándola alejarse, mis manos empapadas en sangre

caliente, mi corazón esperando que encuentre algo de paz en lo que venga después.
Mi cabeza vuelve a caer en el barro... y mi cuerpo comienza a convulsionar.

Sola en Topside, tengo una convulsión inducida por la magia sin nadie que me abrace,
me abrace, me ayude.
No... esta vez estoy sola.
Cuando me despierto, temblando y helada, todavía está oscuro.
O más bien, cuando uso la Espada Vorpal para abrirme los pantalones y comprobar la
hora, veo que ha pasado un día entero. He estado acostada aquí en coma y solo
durante veinticuatro jodidas horas. Temblando, empapada y muerta de hambre, me
arrastro fuera del barro y me lavo las manos en un charco. Una vez que están limpias,
las llevo a mis labios y bebo profundamente.
Tarda un poco, pero en cuanto tengo fuerzas para ponerme de pie, me levanto y
empiezo a caminar.
Una vez que salgo del vertedero de basura, empiezo a ver los letreros de las calles,
siguiendo uno tras otro hasta que las cosas comienzan a ser vagamente reconocibles.
La gente me mira cuando paso, cubierta de barro y empapada hasta los huesos, pero
nadie me detiene. Honestamente, en Topside, eso es una bendición. Prefiero no ser
violada y asesinada de camino a casa, gracias.
Regreso a la casa de mis padres. Se necesitan horas, pero llego al amanecer,

castañeteando los dientes mientras me dirijo al patio trasero y busco la llave de
repuesto, la que mamá enterró en el centro de sus tulipanes en forma de corazón.
Me dejo entrar y no llego a un metro y medio antes de colapsar de nuevo. Pero esta
vez, estoy decidida a seguir adelante. Me obligo a levantarme y comer algo de carne
de la nevera, cojo un plátano del mostrador y bebo un enorme vaso de zumo de
naranja. Después de eso, me siento lo suficientemente bien como para desnudarme y
meterme en una ducha caliente en el baño de abajo.
Ahí es donde tengo la segunda convulsión, mi cuerpo golpea contra las paredes de
vidrio de la ducha mientras el poder me castiga por usarlo en exceso, por canalizarlo a
través de mi indisciplinado y debilitado cuerpo. Pero lo vivo. Yo vivo.

Después de secarme y vestirme, me dirijo a la habitación de Edith y entro en su
computadora; puede que ella sepa dónde está mi diario, pero yo conozco todas sus
malditas contraseñas. Me conecto a sus redes sociales y comienzo a revisar los
mensajes hasta que encuentro uno que habla sobre la fiesta donde murió Brandon.
Escribo la dirección, robo algo de dinero del cajón de los calcetines de papá y llamo a
un taxi con el teléfono de la casa, quién sabe dónde diablos están nuestros teléfonos
móviles.
Una vez que llego allí, le pago al conductor y me apresuro a la puerta trasera, entro y
no me importa una mierda si hay gente en casa. No tengo ni idea de si los hay; No me
importa. En cambio, corro a través de la lluvia, a través del césped y hacia los
arbustos donde caí por la Madriguera del Conejo.
Cayendo de rodillas, busco en el suelo como si estuviera buscando un anillo de

diamantes en la tierra.
Después de mi primera ronda en los arbustos, siento que tal vez estoy perdiendo la
cabeza. Debería estar aquí, ¿verdad? Pero en mi corazón, sé la verdad...
"La madriguera es como un arroyo en un río", dice el Sombrerero Loco, ajustándose

el sombrero de copa y mirando a mi hermana como si la acabara de ver. Ahora está
temblando, sus ojos están tan abiertos que parece probable que se le salgan. "Este es
el río", dice Raiden, acariciando sugerente el borde del espejo.
Y el río ha sido... destrozado.
Pero aún así, sigo buscando en ese patio, revisando cada jodido centímetro mientras la
tormenta ruge, el agua de lluvia me empapa hasta los huesos. Cuando un nuevo
amanecer comienza a apoderarse del cielo, me siento de rodillas, me apoyo en los
tobillos... y lloro.

8
“¡¿lo soÑÉ?!”
Me despierto presa del pánico, mi mente llena de sueños de hongos de colores
brillantes y hombres con alas. Hay momentos de gran pasión mezclados con destellos
de violencia y campos empapados de sangre. Escucho música y el sonido de los pies
de un vals en salones de baile hechos de vidrio y corazones.
Frotándome los ojos, trato de recordar dónde estoy exactamente. La habitación es

vagamente familiar, pero no está bien; algo no está bien. Y ahí es cuando lo recuerdo:
estoy en casa, en los suburbios.
Estoy completamente sola en el jodido Topside
Salgo de la cama y encuentro el calendario en la pared, el que tiene todas las X rojas.
Han pasado nueve días desde que me encontré atrapada en el lado equivocado de un
Espejo roto. Nueve días de puro infierno. El marcador rojo chirría cuando dibujo otra
X en la fecha de ayer, dándome la vuelta y apoyando la espalda contra la pared. Me
deslizo hasta el suelo y me siento allí en un montón. Existe la posibilidad de que me
quede sentada aquí durante horas. Quizás todo el día. Eso es lo que hice ayer.
Simplemente no puedo encontrar en mí misma algo que me importe.
Mi madre, mi padre y mi hermana están en Underland; los hombres que he llegado a

amar están en Underland.
Mi destino, mi magia, mi reino, mi felicidad... todo está en Underland.
Y yo estoy aquí.
Vida. Maldito. Apesta.
Poniendo mi cara en mis manos, aspiro profundamente varias veces, luchando contra
los dedos fríos de un ataque de pánico. Todavía no he tenido uno, me he mantenido
fuerte, pero la realidad de mi situación está comenzando a asentarse.
No hay camino de regreso a Underland. No importa cuántos días me siente aquí en el

piso de la habitación de mi infancia, miro la ventana y el enorme roble afuera, y nada
cambia. No importa cuánto tiempo espere, no vendrá nadie.

Bueno, nadie de Underland de todos modos.
Ayer llegó la policía y yo me escondí en el techo mientras ellos gritaban sobre una
orden de registro e irrumpían, registrando la casa por todas partes. Esa fue la mayor
cantidad de compañía que tuve en nueve días. La comida de los gabinetes y el
refrigerador se han ido, y comencé a recibir pizza. Eventualmente, mis padres se
quedarán sin dinero. Eventualmente, la casa será embargada. Eventualmente, no
tendré un lugar seguro para llamar mío.
Entonces, realmente, solo tengo una opción, y es hacer una vida aquí... por mi cuenta.
Sin Fred... sin Edy... sin mamá... sin papá.
Solo yo.
Poniendo mi cabeza en mis manos, me doblo hacia adelante y las apoyo sobre mis
rodillas, soñando con ríos hechos de té, castillos imponentes con armarios llenos de
ropa fantástica y hombres que me llaman por una docena de apodos diferentes. Todo
eso se ha ido ahora, y no tengo más remedio que aceptarlo. Conseguir un trabajo,
ganar algo de dinero, hacer todo lo posible por explicar a la policía que yo no maté a
Brandon... tratar de explicar cómo saqué a mi madre de la cárcel.
Tengo dieciocho años; Podría tener tiempo para lo que hice.
Entonces vienen las lágrimas, y aunque dije que no lloraría, lo hago. Lloro y sollozo y
sollozo, porque no es solo Fred el que se ha ido esta vez, son todos. Todos los que
amo se han ido, y estoy sola en un mundo al que no le importa si vivo o muero. Todos
los lectores sueñan con encontrar lo fantástico, con escapar a otro reino, un reino que
es mejor que este, que está lleno de esperanza, magia y amor. Pero nunca lo
encuentran, por lo que no saben lo que se pierden.
Lo hago.
Probé una eternidad y lo perdí todo.
Cayendo de lado, lloro sobre la pila de ropa sucia en el piso de mi habitación, y luego
me duermo de nuevo. Al menos en mis sueños, puedo verlos a todos de nuevo. En mis
sueños soy la Reina.

La próxima vez que me despierto, está oscuro afuera y no es menos deprimente. Me
siento y me froto los ojos llenos de costras. ¿Quizás volveré a la Madriguera del
Conejo otra vez? No estaba allí la última vez, pero... ¿tal vez no estaba mirando en el
lugar correcto? Vale la pena intentarlo de nuevo, al menos. ¿Qué más voy a hacer? La
idea de seguir adelante con una vida normal ahora, una vida sin la única familia que
me queda... es devastadora.
Esos hombres, esos nueve, hombres hermosos, me hicieron creer en la profecía. Me

hicieron creer que podía vivir una vida, enamorarme, vivir feliz. Me hicieron creer
que era reina y que podía cambiar el mundo. Y ahora esos sueños que nunca quise en
primer lugar, los que llegué a abrazar, están muertos, como cadáveres hinchados que
flotan en un río de decepción y desesperación.
Me levanto y saco la Espada Vorpal de su funda, mirando en la brillante superficie mi

reflejo. Ahora que estoy de vuelta en Topside, mi cabello no está tan dorado y las
rayas del arco iris están comenzando a desvanecerse. ¿Quizás es porque mi espíritu
también se está desvaneciendo?
"Vete a la mierda", le digo a la espada, porque no importa lo que haga con ella, no
importa cuánto lo intente, no puedo conseguir que sea nada más que una espada. Mi
magia todavía está dentro de mí, seguro. Todavía puedo sentir eso, pero es mucho más
difícil de recolectar aquí en Topside, y sabe diferente, huele diferente, se siente
diferente. Intenté lanzar hechizos y también logré hacer cosas. Pegué una mesa al
techo y la dejé allí durante días. Exploté el viejo columpio del patio trasero. Encendí
algunas velas y las vi derretirse en charcos de cera.
Pero no puedo volver a Underland.
"Puedes sacrificar un fragmento para hacer una Madriguera del conejo, ¿no?"
Chesh dijo eso y Lar confirmó el rumor. Sin embargo, aquí estoy, parada aquí con una
Espada Vorpal y sin Madrigueras del Conejo. No he estado en Underland el tiempo
suficiente, no he entrenado con Lar o el Duque o el Sombrerero Loco lo suficiente
como para saber qué hacer. Si tan solo hubiera tenido más tiempo, ¿tal vez podría
arreglar esto? Después de todo, una vez, no había Madrigueras de Conejo ni Espejos,
¿verdad? Alguien tenía que hacerlos.

Suspiro y guardo la hoja, bajando las escaleras hacia la cocina. Quedan sobras de
pizza y unas gotas del brandy favorito de mi padre, eso es todo. Tomo una rebanada
de pepperoni frío en una mano, la botella en la otra, y me siento en el sofá de la sala
de estar, recordando mi horror y miedo cuando caí por primera vez a través del Espejo
y pensé que podría estar atrapada.
Malditos corazones, el alivio que sentí cuando los gemelos vinieron dando tumbos
después... No estoy segura si alguna vez me sentí tan aliviada. Quizás lo más cercano
fue cuando Fred me salvó de ser violada. Pero entonces, todos sabemos cómo resultó
eso. ¿Quizás es la forma del universo de buscar el equilibrio, ofrecer algo hermoso y
luego igualar la balanza con una dosis de horror?
Termino la pizza, bebo un poco de brandy y luego enciendo la peor película de terror
que puedo encontrar, algo donde todos sufren y nadie vive feliz para siempre. Porque
todo es un montón de tonterías, ¿no?
Estoy un poco aturdida, así que mi mente divaga y empiezo a notar cosas al azar,
como cuánto más pequeña es esta nueva alfombra en el piso. Laque fue arruinada por
la sustancia viscosa del Espejo era al menos un veinticinco por ciento más grande que
esta. Llevando la botella a mis labios, noto el espejo sobre la chimenea a
continuación. Ciertamente no es el Espejo original, ese fue hecho añicos y quemado.
Este nuevo espejo no es tan ornamentado, ni tan impresionante. Pero es
aproximadamente del mismo tamaño.
Como de todos modos estoy en camino de emborracharme, decido que no está de más
agarrar lo que queda de las cenizas originales del Espejo. He intentado todo con ellas:
frotándolos en la Espada Vorpal, untándolas en mi piel, comiéndome algunas. No
pasó nada.
Esta vez, tomo un poco y froto las cenizas sobre el nuevo espejo, asegurándome de
cubrir cada centímetro del vidrio. Cuando termino, dejo mi botella de brandy a un
lado y agarro tanto a ella como a la Espada Vorpal, una en cada mano. Cerrando los
ojos, extraigo tanta magia del aire como puedo, canalizándola hacia los dos objetos,
imaginando el poder de las cenizas y la hoja fusionándose en el espejo.
No estoy segura de cuánto tiempo permanezco ahí, pero cuando finalmente me suelto
y tropiezo... nada ha cambiado.
Por supuesto que no es así.
Las lágrimas corren por mis mejillas mientras aprieto los dientes con frustración.

Cuando Fred murió, deseé cualquier cosa para traerlo de vuelta. Finalmente, tuve que
aceptar que nunca podría, que él se había ido para siempre. Eso es lo que tengo que
hacer ahora: tengo que aceptar que esta es mi nueva normalidad. Esta es mi nueva
realidad.
"La imaginación es la única arma en la guerra contra la realidad".
"A la mierda la realidad", gruño, imaginándome caer en ese espejo, volviendo a

Underland, aterrizando en los brazos de Rab como lo hice la primera vez que caí en la
Madriguera del Conejo. "¡A la mierda la realidad!" Balanceo la Espada Vorpal en el
espejo con cada gramo de fuerza que tengo, y se rompe. Ambos se rompen: el espejo
y la hoja.
El calor húmedo y caliente me salpica la mano mientras retrocedo, y me doy cuenta de

que me acabo de triturar la mano y la muñeca en cintas con el vidrio. El aerosol
carmesí recubre los fragmentos cubiertos de ceniza del espejo y la Espada Vorpal,
gotea, gotea, gotea y salpica los ladrillos de abajo.
"Incluso si te encoges, no puedes meterte entre los barrotes", dice Rab.
"No puedes, porque tú no eres Alicia", responde el Rey.
Alicia. Yo si soy la maldita Alicia. Doy un paso adelante y toco con mis dedos
temblorosos y ensangrentados el marco del espejo. La magia fluye a través de mí y
dentro de ella, levantando fragmentos de la Espada Vorpal del suelo. Como hice con
los engranajes en la cerradura, coloco las piezas donde quiero y las mantengo en su
lugar.
Tan pronto como la última pieza encaja en su lugar, el espejo roto comienza a girar.
Apenas puedo respirar; mi garganta se siente apretada; mi corazón truena. Extiendo
mis dedos hacia adelante... encuentro el líquido viscoso y caliente de un espejo.
"Oh, mierda", sollozo, sacándolo del manto y dejándolo suavemente en el suelo frente
a mí. No hay forma en el infierno de que esté esperando para ver si mi buena suerte se
acaba. No, adelanto un pie, con cuidado, para no romper más el espejo, y lo dejo,
mirando cómo mis dedos descalzos desaparecen en el remolino plateado.
Y luego... luego salto.

9
“reina alicia”
Mi cuerpo golpea el suelo con tanta fuerza que los huesos se rompen; Puedo oírlos.
El grito que tan desesperadamente quiere salir de mí es interrumpido por mi falta de

aliento. No solo me estoy ahogando con esa horrible sustancia viscosa, sino que me he
hecho bastante daño. No debería haber saltado tan... con entusiasmo.
Por un breve momento allí, estoy completamente desorientada, preguntándome a

dónde me podría llevar la segunda mitad de mi nuevo espejo. Por lo que sé, podría
estar en el Reino de los Clubs. La Morsa y el Carpintero pueden estar muertos, pero
eso no significa que la corrupción se desvanezca de la noche a la mañana. Todavía
queda mucho trabajo por hacer en Underland.
"¡Allison!" Escucho la voz de Tee, su perfecta, seráfica y heroica voz, llamándome

por mi nombre. Y ahí están sus manos, por todo mi cuerpo, dándome la vuelta
suavemente para que yo mire al techo de la Suit de Corazones. Lo reconocería en
cualquier lugar, en esta habitación. Se siente mil veces más mío que el dormitorio de
mi infancia. Incluso con la sangre saliendo de mis labios, me río. "¡Consigue al
Sombrerero!"
En cuestión de minutos, estoy rodeada por un mar de caras preocupadas que aparecen
y desaparecen, que se estremecen y tiemblan y me hacen preguntarme si todavía estoy
soñando. Pero ya no. No puede ser. Nunca lo fue. Bajo tierra, siempre fue real.
"Bebe, pequeña Alicia", respira Raiden Walker, abriendo su muñeca, chupando un

bocado de sangre y poniendo sus labios en los míos. Como un príncipe que despierta a
una princesa al final de un cuento de hadas, el Sombrerero Loco me besa con lengua y
dientes y la pasión del amor perdido regresa. Me ha extrañado, Creo que, sabiendo
que más tarde, me regocijaré como loca por eso.
Por ahora, disfruto de mi beso de cuento de hadas, y aunque es muchísimo más

sangriento, mucho más morboso de lo habitual... lo acepto. Porque esto no es
Wonderland, es el maldito Underland.
Esta... esta es mi casa.

Despertar en esa enorme cama, con el Gato de Cheshire acurrucado sobre mis
hombros, Dee tirado y babeando sobre el edredón rojo, y el Duque sentado al lado de
mi madre en un par de sillas, es como ganar mil veces la lotería.
Mierda, es todo.
Las lágrimas brotan de mis ojos, pero las rechazo. Llorar era apropiado cuando estaba
sola en casa sin nada más que pizza vieja y alcohol para hacerme compañía. No los
necesito ahora.
"Allison", susurra mamá, levantándose y dándome un gran abrazo. Ella está llorando,
pero yo no voy a hacerlo. "Pensé que..." Ella deja de hablar por un momento,
abrazándome fuerte, estrangulándome la vida con su amor. Pero mierda, después de la
semana y media que he tenido sola, lo tomaré. Aceptaré un millón de abrazos porque
¿sabes qué? Nunca sabes lo importante que son las personas que amas hasta que las
pierdes. Llámame un cliché, pero es cierto: es difícil entender la pérdida si nunca la
has experimentado. "Pensé que te había perdido como perdí a Rhoda y Fred".
Mi propia garganta se detiene, pero me niego a llorar, y soy una perra terca, así que no
voy a hacerlo.
"Pensé que nunca volvería", susurro, exhalando y mirando para encontrarme con los
ojos dorados de North mirándome. Hay una ternura allí, enterrada debajo de toda la
bestia. Con solo mirarlo, puedo ver que lo dice en serio: realmente me considera su
pareja.
¿Sería demasiado pronto para decir que estoy orgullosa de ser su duquesa? Quizás.
Pero lo estoy de todos modos. El corazón quiere lo que quiere.
"Rompí mi palacio en busca de pistas sobre el arte del Espejo", susurra, con voz ronca
y baja, como grava raspando mi corazón. Quiero abrazarlo, abrazarlo, besarlo… y
otras cosas. Mamá se sienta allí mirándonos por un momento, y luego se levanta
abruptamente.
"Traeré a tu padre y a tu hermana", dice, y luego hace una pausa. "Solo... por favor, no
tengas relaciones sexuales mientras no estoy; No tardaré".

"Mamá", me ahogo, pero el Duque de Northumbria solo se ríe, su risa como campanas
en el viento. Tan pronto como mi madre sale de la habitación, empujo suavemente al
gato de Cheshire dormido a un lado, sobre una almohada junto a Dee, y me subo en el
regazo del dragón.
Mis dedos trazan sus cuernos mientras su cola se envuelve alrededor de mi cintura.
Está tan jodidamente emocionado que sus enormes alas correosas explotan desde su
espalda.
"Señorita Liddell, fui con todos los hombres de mi ducado con la tarea de crear un
nuevo Espejo. No habría descansado hasta que se recuperara el arte y Topside se
reuniera con Underland". Frota su mejilla contra la mía y luego me besa con tanta
pasión que me mareo.
"¿Allison-quien-no-es-Alicia?" Dee murmura, sacudiendo al gato rayado blanco y

negro. Abre un ojo gris y luego el otro. Veo que a Chesh se le erizan los pelos de la
espalda.
"Bailarina de Bragas de Medianoche, ¡estás despierta!" se lanza hacia mí, moviéndose

mientras lo hace, y luego termina en el regazo del Duque conmigo. El jabberwock
gruñe, pero a Chesh le importa una mierda, frotándose sobre mí hasta que termino en
ataques de risa. "¡Era miau-miserable sin ti!"
Agarro su rostro entre mis manos y también lo beso. Podría besarlos a todos durante
horas, simplemente acostarme aquí en la cama con los nueve hombres y deleitarme
con su cercanía. Demonios, ¿tal vez haga eso? La Morsa y el Carpintero están
muertos; eso no significa que la pelea haya terminado en Underland, pero merezco
una semana libre, ¿verdad?
"Oh, Allison-quien-no-es-Alicia", gime Dee, y me doy la vuelta para encontrarlo

esperándome en el borde de la cama con los brazos abiertos y las alas abiertas. No
parece tener problemas para llorar, no como yo. Él simplemente deja caer estas
grandes y felices lágrimas, abrazándome y apretándome como si su enamoramiento
por mí fuera tan duro como los diamantes, y el doble de precioso. Nuestro beso es
triste y feliz, ambos al mismo tiempo.
Las puertas se abren de golpe y se estrellan contra la pared, pero cuando Dee mueve
su ala fuera de mi camino, para que pueda ver quién es, no es mi mamá. No, el Rey
está aquí y ha traído a su séquito: la Oruga, el Conejo Blanco y el príncipe ángel
caído.

"Alicia está despierta", respira Brennin, deteniéndose al final de mi cama. Tee no se
molesta con las formalidades, dando la vuelta y robándome de los brazos de su
hermano, mirándome a los ojos como si fuera la única chica con la que ha soñado.
Puede que tenga nueve amantes, pero para él, soy la única que hay.
"Me asustaste como una mierda", dice, justo antes de que mi familia ingrese a la
habitación y se paren incómodamente a un lado. Prácticamente puedo oír a Edith
babear ante la vista del espejo, pero no estoy molesta. No importa cuántas cosas malas
hayan sucedido en su vida, ese es su hogar y quiere volver.
Respeto eso.
"Me asusté hasta la mierda", susurro, incapaz de levantar la voz por encima del nivel
de silencio por temor a que muy bien podría rendirme y llorar. Y eso simplemente no
serviría, ¿verdad? Este es un final feliz, no triste.
"Llegas muy, muy tarde, ¿sabes?", Dice Rab, su voz como huesos y hielo. Se arrastra
a la cama y me mira con esos hermosos ojos rojos suyos, como rubíes en un hermoso
rostro. Con solo un chaleco que cubre su hermoso cuerpo, puedo ver las amplias
líneas de sus tatuajes de colores brillantes. Hay uno nuevo que juro que no estaba allí
cuando me fui, un rostro muy familiar con ojos azules y cabello rubio, y me está
mirando desde la parte interna del codo.
El Conejo Blanco se acerca y agarra la bata que estoy usando, una que claramente no
recuerdo haberme puesto después de beber la sangre del Sombrerero. Sin embargo,
gracias a la mierda, porque la ropa que llevaba cuando llegué aquí era de B.O. Se
desabotona el chaleco y me muestra el reloj en el centro de su pecho. Ha pasado
varios días la hora marcada.
"Esta, se suponía que era tu boda", susurra, y luego levanta la mano y toma la parte de
atrás de mi cuello con dedos de colores brillantes, atrayéndome para un beso que sabe
a la primera helada en invierno. "Y llegas tarde. Knave ha dado su aprobación y las
festividades ya están en marcha".
"Pero yo ni siquiera estaba aquí", susurro, mi corazón se acelera, mi pulso se acelera.

"¿Cómo se puede planificar una boda sin una novia?"
"Soñando, Sunshine", dice Lar, sentado en la cama junto al Conejo Blanco.

"Estábamos planeando, esperando y soñando. El universo tiene que ver con la
intención: no se limita a sentarse y desear algo que deseas. Debes hacer que suceda. Y
hemos planeado una boda".

"En realidad, nunca le dije que sí a ese horrible Rey", murmuro, arrastrándome y
acurrucándome en el regazo de Lar, dejándolo que me abrace y juegue con mi cabello.
Su aroma a tabaco y arándanos me rodea, calmando algo de mi ansiedad. Cuando
miro hacia arriba, puedo ver que tenía miedo; no sabía si volvería. Supongo que sus
profecías no le dicen todo, ¿verdad?
Lar y yo nos besamos, pero no dura mucho. Es difícil entrar en eso con mis padres
mirándolo. Eso, y tengo otros hombres a los que saludar.
Me pongo de pie y me enfrento al Rey, sintiéndome muy valiente, incluso descalza y

en camisón.
"Regresaste, Su Majestad", dice, y la esquina de su labio con cicatrices se contrae,

como si estuviera tratando de sonreír. Estoy a punto de preguntarle dónde están la
Liebre de March y el Sombrerero Loco cuando entran en la habitación, uno al lado del
otro, vestidos con gabardinas y sombreros de copa.
March tiene medio cupcake en la mano, como si hubiera comenzado a comerlo y

luego simplemente olvidó que estaba allí. Raiden me sonríe, pero no hay arrogancia
en esa expresión. Incluso él se alegra de que regrese. Todavía no estoy segura de
cómo lo logré, pero lo hice.
"¿No has aceptado casarte conmigo?" Pregunta Brennin Red, pasando sus dedos
enguantados por su cabello. "Esa es una declaración bastante tonta, ya que deberías
ser tú quien haga la pregunta. Los hombres no preguntan; las mujeres están a cargo de
los arreglos matrimoniales".
"Oh, ¿es así cómo es?" Pregunto, poniendo mi mano en mi cadera.
Me siento bastante valiente y en la cima de mi juego hasta que Knave y sus maridos
se mudan a la habitación, peinados y hermosos y afortunadamente vivos. Ahí es
cuando me doy cuenta de que mi cabello está jodidamente enmarañado, mis axilas
todavía apestan y no estoy usando bragas debajo de estos malditos pijamas.
"He aprobado la boda", repite, exhalando una especie de sonido bajo y decepcionado.
Ella todavía está enamorada del Rey de Corazones, pero supongo que tendrá que
superarlo. Él es mío ahora, me guste o no. Bueno, está bien, me encanta, ¡pero no se
lo digas a nadie! El hecho de que hayas leído todos mis secretos no te da derecho a
contarlo. "Todo lo que tienes que hacer es hacer una propuesta oficial y se hará".
"Continúa entonces, Muñeca", dice March, sonriendo mientras se separa del

Sombrerero Loco, moviéndose para pararse a mi lado. Es tan jodidamente alto, y su

piel de café expreso se ondula con los músculos. Podría caer en sus ojos marrones y
quedarme un rato. Cuando se inclina para besarme, sabe a té de hierbas y azúcar, y su
gran mano se desliza alrededor de mi espalda baja, sosteniéndome cerca.
Es interesante, besar a todos estos hombres diferentes, uno tras otro. Todos saben
diferente; huelen diferente; incluso sus auras son diferentes. Como un arcoíris, cada
uno parpadea de un color diferente detrás de mis ojos cerrados.
"Está bien, entonces", digo, sintiendo mis mejillas enrojecer cuando veo la mirada de
mi padre de ojos marrones. Edith sigue mirando el espejo, pero incluso ella mira hacia
atrás cuando respiro hondo. Pensé que había perdido este lugar para siempre; No estoy
esperando un momento más, esperando algún "momento adecuado" o una alineación
mágica de estrellas. Si voy a hacer esto, lo haré ahora. "¿Quieres casarte conmigo
entonces?"
El Sombrerero Loco es el primero en dar un paso adelante, levantando su bastón en el

aire, antes de sonreírme con sus colmillos de vampiro destellando.
"¡Acepto!" grita, y luego me toma en sus brazos y besa mi cuello, tomando solo una
gota de sangre antes de mover sus labios a los míos. Me beso con Raiden, pero solo
por un minuto, retrocediendo y mirándolo. Acepté casarme con él, pero... solo le
estaba preguntando al Rey en ese momento... ¿verdad?
"Acepto", dice Tee, con el pecho hinchado de orgullo mientras levanta la barbilla.
Nuestros ojos se encuentran y puedo ver que los suyos brillan.
"En Underland, si tienes más de un hombre en tu harén, generalmente propones

matrimonio al mismo tiempo, a menos que no quieras a uno de ellos. Entonces sería
costumbre deshacerte de ellos de antemano". Raiden hace una pausa y entrecierra sus
ojos anaranjados, haciendo una mueca levemente. "Y ciertamente no soy de los que
obligan a la chica que me gusta a casarse. Cuando no me agradabas, era diferente.
Ahora que me gustas, no podría. ¿Quieres dejarme entonces?"
"No quiero dejarte, idiota", me río mientras me alejo de él, y Dee ofrece un saludo.
"Acepto", declara con una enorme sonrisa.
"Lo mismo", ronronea Chesh, golpeando al Duque salvaje con el codo.
"Sí, por supuesto, mi dulce compañera, mi duquesa". North se pone de pie. Demonios,
todos lo hacen, y es vergonzoso como una mierda.

"Humildemente, acepto", dicen March y Rab al unísono, y luego sus oídos se mueven
y se miran el uno al otro como si una pelea estuviera a punto de estallar.
"Palabras formales usadas en la Fiesta Inaugural", susurra la Oruga, tirando de mi

cabello detrás de mí oreja. "Y si me aceptas, yo también lo aceptaré".
La habitación se queda en silencio mientras todos los idiotas se vuelven para mirar al
estúpido Rey.
Pero mierda, Brennin Red es hermoso con su cabello color rubí, esa cicatriz en el
borde de su labio que hace soportable su perfección, y esos ojos como fragmentos de
obsidiana. Si él dice que no, entonces… seguiré siendo Alicia, y todavía tendré a mis
otros hombres, pero nunca llegaré a escucharlo susurrar 'Mi Alicia, mi Reina de
Corazones' en medio de la pasión de nuevo.
Y yo quiero eso. Jodidamente lo necesito.
Antes de que me dé cuenta de lo que está sucediendo, tengo un poco de humedad en la

mejilla y Brennin Red se adelanta para limpiar una lágrima con su pulgar enguantado.
Sus ojos se encuentran con los míos justo antes de inclinarse y robar un último beso.
"Espero con ansias nuestra boda, Su Majestad".
Nuestros labios se encuentran y afuera, escucho los vítores estridentes de mil flores,
sirvientes de cartas y ciudadanos del Reino de Corazones.
Escucho los vítores de un futuro Wonderland.
Una boda en Underland es inquietantemente similar a una en Topside... y también

completamente diferente. Nadie me está delatando, nadie tiene derecho a hacerlo, y
hay nueve novios, no uno. Pero, desafortunadamente, viene con un vestido
enormemente poof y una cola que es más larga que toda mi habitación en la Suit de
Corazones.

El vestido en sí es, por supuesto, rojo, y modifiqué el sombrero de copa que me regaló
el Sombrerero Loco para que mi corona quede en el ala y mi velo esté debajo.
También es solo un trozo de velo, lo suficiente para abanicar mi frente. Supongo que
usaron el resto de la tela en ese maldito tren y salieron corriendo.
Juego con el único pendiente azul que me queda y me contemplo en el espejo. Para
ser honesta, nunca pensé que me casaría. Si estuviera en la superficie, probablemente
nunca lo haría. Pero aquí las cosas son diferentes. En Underland, los cuentos de hadas
con los que soñaste se hacen realidad, solo que a veces son pesadillas. Pero ese es el
riesgo que corre una persona, ¿no es así? Siempre hay obstáculos, obstáculos para el
futuro. Es la forma en que los superamos lo que determina nuestro carácter. Y de vez
en cuando colapsamos, nos derrumbamos, gritamos y lloramos… eso es lo que nos
hace humanos.
Mi corsé está hecho de plata y tengo la Queenmaker y la espada del Rey en fundas
debajo de mi vestido. Me siento... diferente sin la Espada Vorpal, como si hubiera
perdido a un familiar amigo. Sin embargo, el sacrificio valió la pena. Así que valió la
pena.
"¿Estás segura de que quieres ir a casa?" Mamá le pregunta a Edith por centésima vez,
alisando las mangas de su vestido hinchado. Sí, mi mamá también lleva uno, y se ve
cien veces más elegante que yo. "Porque... te echaré de menos. ¿Podrías al menos
quedarte hasta después de la decapitación del Caballero Blanco?" Hago una mueca
porque a pesar de que su ejecución pública por traición está en el calendario de la
Corte de Corazones... quiero cancelarla. Ella es una traidora, pero estaba tratando de
hacer el bien de una manera equivocada; No quiero que muera.
"Me has estado preguntando eso durante la última semana", se queja Edith, poniendo
los ojos en blanco. "No quiero quedarme aquí; Quiero ir a casa." Papá suspira e
intercambia una mirada con mamá, una que está tan llena de pasión que... es algo
asquerosa. Pero también, me encantaría si mis hombres me miraran de esa manera por
el resto de mi vida.
El plan actual es que Henry se dirija a Topside con Edith y que mamá se quede.
Visitarán los domingos, y tan pronto como Edith esté sola en el mundo, papá volverá
a vivir aquí a tiempo completo. No es lo ideal, pero al menos sé que tendrán un
contingente de conejos allí para mantener a salvo el Espejo, así como para vigilarlos.
Eso es lo importante.
Mamá toca el costado de la mejilla de Edith y luego se mueve hacia atrás para
mirarme en el espejo.

"Todavía no creo que debas casarte a los dieciocho años".
"Lo mismo", le digo con una sonrisa y un encogimiento de hombros, "pero es un

movimiento político, de verdad".
"Si fuera solo un movimiento político, no te dejaría hacerlo". Mamá juega con
algunos mechones sueltos de cabello que cuelgan cerca de mi cara y luego se hace a
un lado cuando las puertas se abren, revelando a todos mis hombres excepto al Rey...
y Tee. Porque si bien el primero podría ser el gobernante de sangre de este reino, el
segundo sigue siendo mi principal.
"Oye", grita Edith mientras los chicos avanzan para recoger mi cola. "Ya que es tu
noche de bodas y todo eso, no lo olvides: el método de extracción no funciona
realmente". Se ríe de su propia broma mientras mi padre intenta callarla.
"Tienes razón: no funciona... para la mayoría de la gente. Porque no lo hacen bien".

Me giro sobre mi hombro y le doy una pequeña sonrisa. "¿Quizás lo sabrías si no
fueras virgen?"
"¡No soy virgen!" Edith grita lo que, por supuesto, atrae la atención de mis padres
hacia ella, haciéndola sonrojar de pies a cabeza. Justo en el clavo.
"Nadie te avergonzará el día de tu boda, ¿verdad?" Dee se ríe mientras levanta la

montaña de tela y ajusta sus alas, sus malditas alas libres de maldiciones.
"Definitivamente no", susurro mientras giramos en un círculo lento, salimos y

bajamos las escaleras hacia el salón de baile. Especialmente no después de que
finalmente obtuve esa prueba de embarazo negativa, perras. Hablándome sobre la
retirada, por favor… pero incluso los expertos-en-sexo cometen errores alguna vez.
Debería sentar a Edith y hablar con ella... pero lo haré el próximo domingo.
Este domingo, esta perra está reservada.
Además, nunca supe que había pruebas de embarazo con mariposas, sangre y magia,
pero esa es una historia para otro día. Además, obtuve todos los resultados negativos
de las pruebas que hice que uno de los conejos de la corte me comprara en Topside.
Porque, ya sabes, uno nunca puede ser demasiado cuidadoso y todo eso.
"¿Sabías?" Rab dice casualmente desde mi otro lado. "Que tengo un tatuaje que
cuenta los momentos hasta que conocí a mi verdadero amor". Mis mejillas se
sonrojan, pero finjo no estar escuchando. Probablemente esté lleno de mierda de todos

modos. "Dejó de contar desde el momento en que te conocí en esa fiesta. ¿Lo sabía,
señorita Alicia?"
"Eso es una tontería", me ahogo, pero realmente me gusta, y solo estoy tratando de ser
dura porque... este día es surrealista. Es surrealista y sin sentido, y hay una mesa de
buffet con un asado que camina y saluda a los invitados con pequeños volantes de
papel en los extremos de sus patas. Hay pan y mariposas revoloteando, macetas con
flores que me dicen lo gorda que me veo con mi vestido y una alfombra roja que
conduce a un estrado donde esperan el Rey y Tee.
"¿Estás lista, Allison?" Chesh susurra y yo asiento.
Estoy más que lista.
"Hagamos esto", le susurro, y luego empiezo a bajar los escalones hacia el salón de
baile y hacia un futuro que es tan incierto como emocionante.
Nada es predecible en Underland, y no quisiera que lo fuera.
Cuando el público, algunos de los cuales tienen los ojos mojados por las lágrimas, se
han secado positivamente por un discurso tan largo y aburrido (un discurso bastante
seco, para ser específica), y he llamado la atención de la pirata Lory, el Capitán Dodo,
y el resto de la tripulación de Long Tale haciendo gestos lascivos e inapropiados una
docena de veces como un buen panadero: Knave entrega la corona que hizo al Rey.
Una vez que me mira a los ojos y lo coloca en mi cabeza con sus manos sin guantes,
la multitud deja escapar un grito ahogado colectivo cuando mi cabello rubio se pone
rojo como la sangre.
''La Reina de Corazones'', susurran mientras mi propio corazón golpea-golpe-golpea

en mi pecho, y mis labios encuentran los de Dee, luego los de Chesh, los de March,
luego los de Raiden, los de North y Lar, los de Rab... y finalmente los de Tee y
Brennin.
Nueve besos, nueve penes grandes y un reloj que da la medianoche sin que ninguno
de ellos se convierta en rana, mendigo o cualquier otro tipo de criatura pequeña y
molesta.
Ahora, yo llamo a eso una maldita victoria.

"Este no es el vestido más fácil de quitar", susurra Brennin Red, de pie detrás de mí y
ayudando a la Oruga a quitarme el corsé de metal. Lar lo deja a un lado mientras las
manos enguantadas del Rey desabrochan una docena de botones de satén en la parte
de atrás de mi vestido.
"¿Estás segura de que no quieres pasar unas vacaciones en Brillig?" Pregunta Dee,
quitándose la chaqueta roja y negra y arrojándola sobre el sillón. Estamos de vuelta en
la Suit de Corazones porque, bueno, un viaje en carruaje de diez horas en una tetera
gigante a un destino de vacaciones simplemente no está en la parte superior de mi lista
de tareas pendientes. Quiero estar aquí, en este castillo, en esta habitación.
"¿Y posponer el sexo?" Chesh ronronea y parpadeo sorprendida al descubrir que ya

está desnudo. Cómo lo hizo tan rápido, no tengo la menor idea, debe ser una cosa de
gatos. Sus ojos grises imitan la salvaje tormenta mágica que entra del exterior y arroja
al vaso pequeñas y redondas bolas de hielo. Edith odia el granizo, pero no está aquí
para verlo: ella y papá ya se han ido a través del Espejo.
Y se fueron antes de que el cucharón de sopa saltara de la sopera, se acercaron a mi

silla y me hicieron señas con impaciencia para que me apartara. Era todo un
espectáculo, como la mierda de princesa de las hadas en crack. Bueno, no fue la
cuchara parlante lo que lo hizo espeluznante: fue cuando la pierna de cordero asesinó
a la cuchara, justo en frente de todos nosotros.
Hay mucha magia salvaje por aquí, y parece filtrarse en todo. Algunas personas, como
el Duque de Northumbria, mi nuevo esposo, Dios que me da escalofríos, son
maldecidos y se convierten en jabberwocky. Algunos elementos cobran vida.
Definitivamente es una curva de aprendizaje, descubrir cómo lidiar con todo a diario.
¿Por qué, ayer en la cena, tuve que enfrentarme al personal de servicio de cartas y
decir: "No me presentaré el pudín, por favor, o no cenaremos en absoluto" solo para
escuchar "Pudín, Alicia; Alicia: pudín. ¡Quita el pudín!" Se lo llevaron tan rápido que
no tuve tiempo de devolverle el arco.
"¿Disfrutaste la fiesta?" North gruñe, aflojando su corbata. Se rio bastante antes

cuando lo llamé cinturón por accidente. ¿Qué puedo decir? No muchos tipos usan
corbatas en casa. Mi estómago ruge y levanto una ceja mientras Tee me ayuda con mi
sombrero y velo. La corona, sin embargo, dejamos la corona en mi cabello rojo
sangre.
Probablemente ya lo he mirado una docena de veces, he admirado el color en la curva
de una cuchara de postre plateada que poco después salió corriendo a follar unos
tenedores. Mi estómago ruge y arqueo una ceja.
"No pude comer mucho; los malditos platos seguían corriendo para unirse al baile".
Lar se ríe de mí, vistiendo su chaqueta como le gusta, sobre esos hermosos hombros.
Todos los hombres están ataviados con diferentes patrones de rojo, blanco y negro, y
la chaqueta de la Oruga es de un hermoso color ébano con charreteras de cuero rojo.
"Sin embargo, no me pisaste hoy; estás mejorando". Observo mientras Rab me quita
la capa, y March... se aparta a un lado y termina un plato de pastel de bodas. Tenía
diez niveles, ya sabes, y una figura muy poco favorecedora de mí en la parte superior,
hecha completamente de chocolate blanco. Quien sea que lo esculpió me dio tres
pechos, lo cual es completamente inexacto, si lo digo yo misma.
"Vaya, gracias", murmuro con un dramático giro de ojos. Sin embargo, no dura
mucho, porque el Rey me desliza el vestido sobre los hombros, cayendo en un charco
rojo alrededor de mis botas. Sí, usé botas de combate hoy; los tacones se ven bonitos
pero duelen como el infierno y son muy sexistas. Lo siento, lo sé, dije que eran lindos,
pero también son una herramienta del patriarcado. ¿Y aquí en Underland? No hay
patriarcado.
"Te ves deliciosa", murmura Raiden, extendiendo una mano y ayudándome a quitarme
el vestido. Sus ojos anaranjados toman mi lencería con una chispa de agradecimiento.
"Los propios dioses no podrían haber escogido mejor ropa interior. Es decir, si
existieran los dioses".
Me da un pequeño giro y me suelta, para que Tee pueda atraparme, envolviéndome en

sus alas por un breve momento, para que podamos tener algo de privacidad. Mira mi
corsé rojo, los muslos y el liguero como si nunca hubiera visto un libertinaje tan
decadente en toda su vida.
"Te ves impresionante", susurra, besándome suavemente en la boca y luego

retrocediendo.
"Como tú", digo levantando la barbilla, haciendo todo lo posible para no sentirme
como un aspirante a disfrazarse. No puedo sentirme así, si quiero hacer cambios
significativos en Underland. La profecía solo me llevó hasta cierto punto: el resto lo
tengo que hacer por mi cuenta. "Te verías mejor si estuvieras desnudo".
Tee sonríe mientras me muevo hacia la cama, arrastrándome sobre el colchón

extendido y rodando sobre mi espalda con un adulto. Se siente tan malditamente bien

acostada que podría quedarme dormida aquí ahora mismo. Mis ojos se cierran, pero
Chesh ya está gateando hacia mí, pasando su lengua por la parte superior de mi corsé.
"Estoy a favor de una siesta de gato", murmura, besando las blancas hinchazones de
mis pechos, "pero todas las buenas bestias saben que el apareamiento viene antes que
dormir. ¿No estás de acuerdo, Duque Salvaje?
"Oh, estoy muy de acuerdo", gruñe, sus cuernos y cola son la única parte de su
atuendo que queda de antes. "Estoy a favor de aprovechar este concepto de luna de
miel".
"Quién sabía que los mojigatos de Topsiders tendrían unas vacaciones enteras
dedicadas a follar". Dee se arrastra a la cama, compartiendo mi lado derecho con
Chesh. Toma una de mis piernas envueltas en medias en sus manos y cuidadosamente
me quita la bota, tirándola al suelo. "¿Nos explicas cómo funciona de nuevo?"
"Después de una boda, se supone que debes tomarte unas vacaciones y follar mucho".
Empiezo a reír porque suena bastante ridículo cuando lo pones de esa manera. Esa risa
muy pronto se convierte en un gemido cuando la lengua de Chesh se vuelve un poco
más aventurera. Sus dedos acarician el deshuesado del corsé, haciéndome moverme.
"¿Por qué?" Rab arrastra las palabras, descansando sobre mi cabeza con una taza llena
de té reforzado. Hay una bandeja de plata cubierta con teteras humeantes que los
sirvientes dejaron en nuestro tocador. Todavía los encuentro horribles como la mierda,
pero eso es un problema para otro día. "¿No es que los amantes de tu mundo también
follan mucho antes de la boda?"
"Estoy seguro de que sí", dice March mientras Dee besa su camino hacia mi pierna,
deteniéndose solo para aceptar un sorbo de té ofrecido de la taza del Conejo Blanco.
"¿Pero quién se quejaría de una noche libre dedicada al sexo?"
"Sólo una persona muy loca se quejaría de eso", asiente Raiden, quitándose toda la
ropa... excepto el sombrero. Aunque no me importa. Si tuviera que admitirlo en voz
alta, lo negaría, pero encuentro el sombrero de copa sexy como el infierno.
El Sombrerero Loco observa a Dee adorar mi pierna derecha y decide que la izquierda
parece bastante solitaria.
March separa suavemente mis muslos y se instala entre ellos. Él siempre está
comiendo algo, así que también puede comerme a mí, ¿verdad? Eso es lo que está
impreso en la parte delantera de mis bragas, por cierto: cómeme. De todos modos, el

cálido aliento de March se extiende por la parte interna de mis muslos mientras se
burla de mis sedosas bragas con un dedo y luego las reemplaza con su boca.
El Duque se apodera de mis labios, me besa y se burla de mi lengua con la suya,

pequeños gruñidos posesivos se le escapan mientras Chesh comienza a desatar los
broches del corsé. Tan pronto como mis senos están libres, North desliza su mano
hacia abajo y toma una en su palma de bronce, masajeándola y amasándola mientras
yo gimo y me deleito en mi adoración.
Porque eso es lo que está sucediendo aquí: me adoran.
Por nueve tipos.
Es surrealista como una mierda.
Mi mano busca a alguien a quien tocar, para entrar en la bacanal, y pronto me

encuentro con mis dedos curvándose alrededor de la cintura de los pantalones de Lar.
Me ayuda a abrirlas y a tomar su pene en mi mano; Toco su eje con mis dedos por un
momento antes de que me los lleve a la boca y los chupe.
Trago saliva mientras March me da placer con su lengua y luego cambia de lugar con
el Sombrerero Loco, lamiendo la planta de mi pie cubierta con medias en su lugar.
Raiden no pierde el tiempo en agregar sangre a la ecuación, porque en realidad, ¿qué
sería de una orgía sin un poco de carmesí derramado?
Tee finalmente se une a nosotros, encuentra un lugar libre en mi otro lado, y luego
alcanzo sus pantalones. Deja caer la punta de un ala hacia abajo y se burla de mi
vientre con sus plumas mientras el Gato de Cheshire abre el corsé y deja la parte
superior de mi cuerpo desnuda, sudorosa y con ganas.
Chesh deja caer su boca sobre mi pezón derecho, lamiendo la punta atrevida y
llevándola a su boca mientras North hace girar el otro entre el pulgar y el índice.
Mi cabeza se marea cuando el Sombrerero Loco toma la suficiente sangre como para
hacer que la habitación se balancee sobre mí. Es como si me hubiera tomado una taza
de té potenciado sin tomar un solo sorbo. Y luego mueve su boca hacia mi coño
adolorido, besando y provocando con su lengua a través de la fina tela roja. Dee y
March desatan los broches de mi liguero y cada uno se toma su dulce, dulce momento
para quitarme las medias, convirtiendo el acto en un asunto carnal.

Mis manos trabajan con Lar y Tee mientras Raiden muerde mis bragas y comienza a
tirar de ellas hacia abajo con los dientes. Lo hace todo unos centímetros antes de
frustrarse y sentarse, arrancándolos con el sensual sonido de la tela al romperse.
"¿Cansado de esperar?" Susurro mientras North se aparta un poco de mi boca y el

Sombrerero Loco se desliza para besar mi cuello. "¿Qué pasó con esa exasperante
paciencia tuya?"
"Cuando se trata de ti, pequeña Alicia... soy un imbécil imperfectamente impaciente.

No puedo pensar con claridad". Él besa su camino desde mi garganta hasta mis labios,
besándome con el leve sabor cobrizo de la sangre en sus labios. Soy tan hábil y lista
que cuando alinea su pelvis con la mía, se desliza hacia adentro.
¿Sabías que Underland tiene su propio método anticonceptivo totalmente natural y sin
hormonas? Los malditos lo mezclan con la planta de merlán, una raza especial de
hongo rosado brillante, una mezcla de tres tipos diferentes de trufas y un poco de
magia. Ah, y es para que beban los hombres. Entonces no tengo que preocuparme por
nada.
La pelvis de Raiden se encuentra con la mía, y mi espalda se levanta de la cama en un

jadeo mientras me llena con su pene. Sus dientes rozan mi cuello, pero no muerde. Él
sabe exactamente cuánta sangre tomar para marearme, pero no cruza esa línea.
Quiere que confíe en él.
Mis manos dejan de funcionar tan bien en Lar y Tee, así que las envuelvo alrededor
del cuello del Sombrerero Loco, notando que Brennin Red finalmente ha puesto su
pomposo trasero en la cama con el resto de nosotros. Miro a los ojos de él mientras el
Sombrerero Loco me folla en mi cama nupcial en forma de corazón, ensuciando esas
sábanas perfectas con la evidencia de nuestra excitación.
Encuentro su resistencia impresionante, pero no estoy segura de que los otros chicos
lo hagan. Aun así, son pacientes al respecto. No están dispuestos a apresurar nuestra
noche de bodas. Raiden nos da la vuelta después de un rato, animándome a montarlo.
Extiendo la mano para ajustar mi corona, el cabello rojo sangre cayendo alrededor de
mis hombros.
Mi mirada se eleva y miro para encontrarme con la Liebre de March mirándonos con
ojos oscuros llenos de lujuria. Lo invito a que venga, y él viene detrás de mí, sus
enormes brazos musculosos me envuelven mientras meneo el pene de su jefe. Mira,
incluso yo puedo hacer rimas en Underland.

March lame el caparazón de mi oreja, deslizando sus manos morenas hasta mis pechos
blancos, haciendo el contraste más hermoso de nuestra piel mientras desliza su eje
entre mis mejillas.
Gemidos escapan de mis labios, sonidos sensuales que apenas reconozco. Estoy
montando una ola de felicidad aquí hoy, porque, como estoy segura de que ya te
habrás dado cuenta, mi felicidad para siempre no viene sin algunas cosas traviesas
entretejidas. De lo contrario, ¿qué divertido sería?
Escucho el tintineo del vidrio cuando la Liebre de March levanta algunos de los viales
alrededor de su cuello, agitando el blanco sobre mi hombro para que pueda verlo.
"Para tu placer, ¿recuerdas?" susurra contra mi oído y me estremezco. De hecho lo

recuerdo. "Me pediste que te lo aplicara, así que aquí va". Me río mientras él retrocede
un poco, descorchando el frasco. Puedo escuchar el sonido resbaladizo de su mano
moviéndose hacia arriba y hacia abajo por su eje antes de que la ponga en mi abertura
de nuevo. Se burla de mi culo y mi coño, frotando un poco su pene contra la del
Sombrerero Loco antes de comenzar a empujar hacia adentro.
Mis labios se abren con un chasquido mientras March trabaja dentro de mí,
compartiendo el calor resbaladizo entre mis piernas con su jefe. Se necesita mucha
respiración y mucho lubricante, y esas manos grandes frotando mi clítoris, pero una
vez que ambos chicos se calman y March se hace cargo de la embestida, pierdo la
mierda.
Un orgasmo se apodera de mi cuerpo mucho más rápido de lo que esperaba; hay algo
en esa sensación de plenitud que me atrae. Mis músculos envuelven a los dos hombres
con los que estoy follando actualmente, haciendo que Raiden se estremezca y gima
mientras se derrama dentro de mí. March, aún no ha terminado.
"Toma una taza de té", susurra Rab, inclinándose sobre el rostro jadeante del
Sombrerero Loco y ofreciéndome un sorbo del líquido humeante. Bebo, gotas de
humedad escapan de mis labios y corren por mi garganta. El calor del té se siente tan
malditamente bien que cuando Rab tiene este pequeño brillo en los ojos y luego
comienza a verterlo sobre mis pechos, todo lo que hago es gemir.
"Me apartaré de tu camino", susurra Raiden, y nos movemos de un lado a otro, para
que pueda deslizarse fuera de mí, haciéndome gemir mientras mis músculos se agitan
de placer. Eso es algo que aprendes rápido sobre las orgías: hay muchas revueltas
incómodas para llegar a las partes sexys. Aprendí mucho sobre eso cuando leí ese
libro, Groupie. Solo que el personaje principal de ese libro tenía cinco amantes.

Atentamente, la que tiene nueve.
Mi cuerpo va a doler después de esto, pero me niego a parar hasta que me haya
follado a mis nueve nuevos maridos. Así es como ruedo. Además, siempre he tenido
fantasías como esta, en las que conquistaba a todo un grupo de chicos. Casi se arruinó
para mí cuando Liam y sus amigos me asaltaron, manchando mis fantasías sexuales.
Pero he aprendido que ese trauma no me define; Está bien seguir adelante y gustarme
lo que me gusta, no es una vergüenza.
El Conejo Blanco toma mi boca con la suya, saboreando té y azúcar. Su lengua gira
contra la mía antes de tomar suavemente mi labio inferior entre sus dientes, dándole
un pequeño tirón. Se sienta contra las almohadas y yo me reajusto para poder tenerlo a
él y a March al mismo tiempo, ambos Conejos a la vez.
Se está gestando una rivalidad entre ellos que me enciende, esta energía competitiva
que da chispas y enciende. No es malicioso, solo lo suficientemente afilado para
cortar. Sentirlos a ambos dentro de mí a la vez me deja sin aliento mientras nos
movemos juntos en movimientos lentos y ondulantes, meciendo la cama y al resto de
los hombres en ella.
Mis manos acarician los tatuajes en el pecho de Rab, las yemas de los dedos juegan
con sus pezones, deslizándose por los valles entre sus músculos. Toma uno de mis
pechos en su boca y lo chupa, mientras los otros hombres miran, hambrientos de su
propio momento en el centro de atención. Poco saben, no van a conseguir uno: la
única persona en el centro de atención esta noche soy yo.
Chesh se las arregla para colarse en la refriega, apoderándose de mi boca con besos
sensuales que rizan mis dedos de los pies y hacen que mi corazón palpite dentro de mi
pecho. También debo hacer que los músculos de la parte inferior de mi estómago se
agiten, porque tanto March como Rab hacen sonidos de dolor, como si el placer fuera
demasiado. March termina poco después, y aprovecho para estar sola con el Conejo
Blanco dentro de mí.
Mis caderas se balancean furiosamente mientras me beso con Chesh, mi mano

derecha es apartada y envuelta alrededor de la base de un pene grueso. Estoy
acariciando a alguien a quien no puedo ver porque mis ojos están cerrados y estoy
envuelta en una ola de placer brumoso.
La siguiente persona en llegar al orgasmo soy yo, todo mi cuerpo se enfría como el
hielo y luego al rojo vivo. Se siente tan malditamente bien que dejo escapar un
pequeño grito, llevándome a Rab al límite conmigo, masajeando su cuerpo con mi
calor húmedo.

Cuando ruedo, jadeando, una risa salvaje se escapa de mi garganta.
"Esto es como un maratón", susurro, cubriéndome los ojos con las manos. Ese
cuarteto que vi durante el show de Fabulosos Monstruos me viene a la mente...
"No tienes que complacernos a todos a la vez, sabes", gruñe el Duque Salvaje, pero
aparto las manos de mi cara y le doy una mirada.
"Es mi noche de bodas. Quiero reclamar a todos mis hombres".
Me siento y aparto el cabello de mi frente sudorosa, mirando el mar de cuerpos

desnudos en mi cama. Al menos la cama es lo suficientemente grande como para
albergarnos a todos. Bastante malditamente impresionante. No sé si todos dormiremos
aquí todas las noches, pero esta noche, eso es lo que quiero, más que nada. Quiero
estar rodeada de amor, romance y nuevos comienzos.
"North, acuéstate", ordeno, empujando su gran cuerpo bronceado sobre la cama.

Gruñe y me tira hacia él con la longitud musculosa de su cola. "Lar, aquí." Señalo
detrás de mí y luego señalo con un dedo al gato que ronronea emocionado. "Vi esto en
el show..." comienzo, y Dee se ríe.
"No eres la primera persona en robar una posición sexual de los Fabulosos
Monstruos", dice con una sonrisa, envolviendo sus alas alrededor de sí mismo y
haciendo un capullo de plumas. Nos mira con un ojo de zafiro.
Miro de nuevo a North, con sus gloriosos cuernos negros saliendo de su cabello
dorado. Le quito algunos mechones de la frente, me inclino y le beso la mierda. Estoy
bastante segura de que estoy ensuciando toda esta cama, pero no importa. No ahora.
Esta es nuestra puta luna de miel, incluso si soy la única que lo piensa de esa manera.
Me pongo a horcajadas en North, deslizando su eje entre mis pliegues húmedos antes
de tomarlo dentro de mí, gimiendo y arqueando la espalda hasta que él está
completamente enfundado por dentro. Lar se mueve detrás de mí, tomando mis
pechos en sus manos, apretando y amasando la carne mientras besa mi cuello,
abanicando nuestros cuerpos sudorosos con sus alas. Y Chesh, lo animo a que se
siente a horcajadas sobre la cabeza del Duque, para poder inclinarme hacia adelante y
llevarlo a mi boca.
Menos mal que a North le gusta Chesh, de lo contrario, esto nunca funcionaría. Elige
tus batallas, ¿verdad?

Mi lengua se desliza alrededor de la cabeza del pene de Chesh mientras mis dedos
agarran la base de su eje, tomándolo tan profundo como puedo, tarareando bajo en mi
garganta para que la vibración viaje a través de mi lengua y dentro de él.
No logro llevarlo a cabo como un espectáculo, no como lo hicieron los Fabulosos

Monstruos, pero se siente muy bien, y estoy complaciendo a tres de mis hombres al
mismo tiempo. Hay tantos gemidos, tanto sudor y todo está resbaladizo. Es una de las
cosas más primitivas que he experimentado.
Afuera, la tormenta continúa, llenando el castillo de magia, haciendo que mi sangre

cante.
Cuando Lar termina, Chesh toma su lugar, besándome y provocando mi trasero con
sus dedos hasta que estoy lista para tomarlo.
Me duele muchísimo cuando me caigo de espaldas junto al jadeante Duque, más que
lista para una ducha. Pero no hasta que termine, no hasta que haya completado mi
misión de la noche de bodas. Tee y el Rey son los siguientes, uno de ellos a cada lado
de mí, los dos hombres que estaban hoy en el estrado.
Me adoran por ambos lados, sus manos se enredan mientras tocan mi cuerpo, los
dedos desnudos de Tee se mezclan con los guantes de Brennin. Hay demasiada gente
aquí para que él arriesgue sus palmas desnudas.
Cuando los tomo, los tomo uno a la vez, montando primero el pene del Rey mientras
Tee proporciona los juegos previos y el respaldo, besando mi cuello, palmeando mis
pechos, masajeando mi clítoris. Brennin podría pensar que es un tipo rudo, pero se
acerca bastante rápido, mirándome a los ojos azules y susurrando en voz baja.
"Mi Reina de Corazones", canturrea, y esta vez... tiene razón. Finalmente lo acepto, y
se siente tan jodidamente bien, como si la última pieza del rompecabezas de mi vida
se estuviera deslizando en su lugar.
Tee y el Rey cambian de lugar, y cuando miro a los ojos del príncipe ángel, veo que es
tan rey como Brennin Red, posiblemente más. Ahora que es mío para siempre, que
tenemos este poder desde el que trabajar, me aseguraré de que el mundo deje de
tratarlo como a un esclavo.
Terminamos juntos, después de lo que probablemente sea una muy larga y aburrida
sesión de hacer el amor con los otros hombres. Y sonrío cuando Tee se derrumba
junto a Brennin Red y no se molesta en moverse, está demasiado cansado para
hacerlo. Yo también estoy cansada y adolorida, pero se siente bien y no estoy lista

para detenerme. La magia me está montando, usándome como recipiente. Mi próximo
objetivo en mi nueva vida es descubrir cómo montarlo.
Dee es el último hombre en la cama con el que no me he acostado, el único sentado

allí con una erección y una sonrisa, esperándome. Lo guardé para el final a propósito,
porque quiero llevar esa alegría a mi corazón y mantenerlo cerca. Creyó en mí. Desde
el primer momento, él creyó en mí.
"Hola, mi Reina", susurra mientras subo a su regazo y lo acojo hacia mí, sus alas se
mueven y me abrazan, envolviéndonos en esta pequeña burbuja de calidez. Lo monto
durante tanto tiempo, mis manos sobre sus hombros, nuestros ojos fijos el uno en el
otro, que cuando ambos terminamos y jadeamos juntos, miramos y encontramos que
el resto de los hombres están dormidos.
"Eso fue intenso", le susurro, y Dee se ríe, abrazándome con sus brazos y sus alas.
"No te ves haciendo eso todas las noches, ¿eh?" pregunta, y yo gimo, acariciando el
punto de olor dulce entre su cuello y hombro.
"Quizás anualmente. Semestralmente, si tienen suerte". Dee me da otro apretón y se

inclina para susurrarme al oído.
"Allison-quien-no-es-Alicia, no importa lo que pase en el dormitorio… nosotros

estaremos".
Las lunas están apagadas cuando finalmente salgo de la cama, dolorida en los mejores
lugares, y me pongo una bata de satén. Antes de abrir las puertas francesas que
conducen al exterior, tomo mi diario y la copia del libro de Lewis Carroll que me dio
Tee. Tengo que volver a leerlo, solo para ver si me he perdido algo.
Incluso en mi noche de bodas, soy incapaz de tomarme un descanso.
Con un suspiro, apoyo los codos en la barandilla del balcón y miro los terrenos del
castillo hacia el bosque. Hay búhos por ahí, ululando suavemente, y murciélagos con
ojos multicolores que brillan como joyas. En algún lugar, muy lejos, puedo escuchar

el grito de un jabberwock, pero no está lo suficientemente cerca como para hacer
sangrar mis oídos.
Hogar.
Finalmente me siento como en casa.
Extiendo la mano y toco la corona que está sobre mi cabello rojo sangre. Todavía no
puedo creer que ya no sea rubia, aunque esa tenaz racha de arcoíris se niega a
desvanecerse. Tampoco puedo creer que nueve tipos diferentes me follaran mientras
lo usaba. Suerte de mí por los hechizos que no se mueven, ¿eh? De lo contrario, este
bebé se habría perdido en las sábanas antes de que terminaran los juegos previos.
"¿Allison?" Tee pregunta, saliendo para pararse a mi lado. Dee está con él, y me
flanquean como guardias, con sus hermosas alas plateadas relucientes a la luz de la
luna. "¿Estás bien?"
"¿Estás bien?" Dee repite y sonrío. Me recuerdan a las lunas, estos gemelos,
destinados a gobernar los cielos juntos, brillando más porque lo hacen juntos.
"Solo me siento... maravillada", susurro. Se siente un sacrilegio hablar demasiado

alto, no en esta noche, mi noche de bodas, la primera noche que me senté en el trono
como Reina de Corazones. Un día, muy bien podría ser la Reina de Underland... o
incluso en Wonderland. Aunque todavía no. Todavía me queda algo por hacer.
"Maravillarse es bueno", susurra Dee, besándome en la mejilla. "Cuando nos

olvidamos de ser sorprendidos por el mundo, el mundo ya no nos sorprende". Sonrío
ante sus tonterías mientras se sienta en el banco de piedra junto a mí e inclina la
cabeza hacia atrás, mirando las estrellas.
Saco mi diario de mi bolsillo, para que Tee pueda verlo, y sonríe.
"¿Te importaría hacer una entrada juntos?" Pregunto. Extiende la mano y toma un
lado de mi cara, pasando su pulgar por mi labio inferior.
"No me gustaría nada más".
Me siento en el banco junto a Dee, y Tee se sienta a mi otro lado, enrollando su ala
izquierda alrededor de mis hombros y acercándome a su lado cálido. Saco mi copia de
Alice’s Adventures in Wonderland27 y Through the Looking-Glass28, y what Alice
27
Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.
28
A través del espejo.

Found There29, y los abro, solo por un momento. Ya veo cosas que no reconozco,
momentos que aún no han sucedido.
La profecía de la Morsa y el Carpintero podría haber terminado, pero parece que

todavía quedan varias historias por venir.
Adelante, creo, cerrando la portada de esas famosas historias de la pequeña Alicia,

empujándola a un lado y sacando mi diario. Juntos, Tee y yo hacemos una entrada.
Querido maldito diario, hoy hubo una boda y un banquete, y luego, como es habitual
en las tierras de Underland, hubo una orgía. Me despedí de papá y Edy, después del
banquete, antes de la orgía, y vi llorar a mamá. Sabe que puede verlos cuando quiera,
pero nuestras vidas están cambiando, e incluso si ese cambio es bueno, todavía da
miedo.
Después de la ceremonia, la comida y el sexo, me puse la corona en la cabeza y salí

al balcón para ver salir el sol. Es un nuevo día en el Reino de Corazones, un nuevo
día en Underland. No puede ser Wonderland de la noche a la mañana; Tengo mucho
trabajo que hacer aquí. Pero también tengo mucha ayuda.
Ella tiene un montón de ayuda, principalmente de mi parte porque los otros ocho
son inútiles.
Querido maldito diario, ese era Tee. Probablemente se te des cuenta, porque su letra
es un millón de veces mejor que la mía. Él está en esto conmigo, uno de mis nueve
penes grandes. Hah. Si hubo algo en lo que la estúpida profecía acertó, fue el tamaño
del pene.
Bueno, está bien, así que acertó en dos cosas: siempre estuve destinada a
enamorarme de Underland. Estos hombres, me enamoré de ellos por accidente. Y
todas esas cosas que hice y dije, la forma en que me sentí obligada a seguir al Conejo
Blanco por la madriguera... Me di cuenta.
Esa era solo yo.
Esa era yo, eligiendo mi propio destino.
Porque soy Allison Pleasance Liddell, la Reina de Corazones, compañera de nueve

hombres guapos, hija de Hannah y Henry, hermana de Edith, Frederick y... Rhoda.
Soy Allison, pero también soy Alicia.

29
Lo que Alicia encontró allí.

Y Alicia, ella vive feliz para siempre… por ahora.
Porque aquí estamos todos locos y no hay finales felices. Este es solo el comienzo.
Y si estás leyendo esto... debes estar enojada también.
Así que bienvenido, bienvenida a Underland.
Siéntate y quédate un rato.
fin…

NOTA DEL AUTOR:
¡Gracias por tomarse el tiempo de leer la historia de Allison! Este libro completa la
serie Harem of Hearts y concluye el viaje de Allison convirtiéndose en Alicia y la
Reina de Corazones. Comencé esta serie con la intención de escribir una fantasía que
se había estado desarrollando en mi cabeza durante años. Nunca esperé que tanta
gente se enamorara de ella o sintiera tanta pasión por ello.
¡Así que gracias por caer conmigo por la Madriguera del Conejo! Antes de que te
vayas, quiero hablarte de algo muy rápido. Sé que estos fragmentos del final del libro
pueden ser largos cuando los autores se ponen llorosos y sentimentales, ¡así que te
ahorraré esa mierda! LOL. Lo que sí quiero decir es que tengo otra trilogía trazada,
titulada y desesperada por la luz del día que muestra a Allison y sus nueve después del
final de este libro. Está escrito como una serie separada (lo que significa que
cualquiera puede tomarlo y leerlo sin tener que leer esto primero), pero también se
puede leer como una continuación de este.
Es un nuevo arco en la vida de Allison con nuevos tipos malos, nuevos desafíos, pero
las mismas sombras oscuras de Underland para explorar. Y, por supuesto, los mismos
hombres increíbles. Se titula provisionalmente como Allison’s Harem of Hearts, es
primer libro de la Serie Kings of Underland.
Una vez más, ¡gracias por leer esta serie! Ahora está tan completo, y espero que les
haya gustado el cuento tanto como a mí. Hasta la próxima, te deseo una feliz lectura y
te recomiendo que eches un vistazo a mis otros libros de fantasía de harén
inverso. Spirited, The Nine (con Tate James), y Pack Ebon Red. También estoy
trabajando en una adaptación de RH de fantasía oscura de The Wonderful Wizard of
Oz eso se titula Very Bad Wizards, El primero en Wicked Wizards of Oz Series. Muy
pronto.
¡Adiós y buenas noches! ¡Espero que no te quedes despierta hasta muy tarde!
Bueno, está bien, así que si lo haces es porque eso significa que lees esto en exceso. Y
me encantan los atracones de lectura. ¡Hasta la vista!
-Con amor, Caitlin

Próximo libro:
“Serie Kings of Underland”
1#Libro: “Allison's Harem of Hearts”
Fecha de publicación: 2021.
Sinopsis:
¡Eh, tú! Sí tú.

Estimado lector, estoy firmemente
atrincherada en un nuevo infierno.
Aunque me duela preguntar: necesito tu
ayuda.
Érase una vez, yo era una adolescente normal
(aunque hosca).
Ahora soy la reina de los malditos corazones
(larga historia).
Como Alicia, como esos libros antiguos,
como Wonderland.
Solo que... esto todavía no es Wonderland.
Estoy gobernando un reino de pesadilla conocido como Underland, lleno de magia,
misterio y algunos malos realmente jodidos.
Al menos tengo nueve maridos maravillosos (con nueve magníficos... eh, bastones)
para gobernar a mi lado.
¿Pero cuatro reinos en guerra, té mezclado con alucinógenos, ángeles enojados y un
culto de vampiros?
Voy a necesitar toda la ayuda que pueda conseguir. Eso y un curso intensivo sobre
cómo casarse con nueve tipos.
Sombrerero Loco, Liebre de March, Conejo Blanco, Gato de Cheshire, el Duque,
Tweedledum y Tweedledee, la Oruga y el Rey de Corazones. Envuelve tu mente
alrededor de todos esos bichos raros que te escoltan a los bailes, te compran espadas,
matan asesinos que intentan dispararte en el mercado.
Sí, mi vida es extraña, pero la tengo. Estoy aquí para gobernar, para hacer cambios,
para traer prosperidad.
Hay muchos reyes en Underland; solo hay espacio para una reina.

Traducido, Corregido & Diseñado en
https://ignite-books2.blogspot.com/

03 - Allison Shatters The Looking-Glass - C.M. Stunich

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No, no solo asustada, estoy aterrorizada.

Y si estás leyendo esto, también deberías estarlo.

Caí a través del espejo; Regresé a casa.

Pero escucha esto: no vine sola. Ah, y ya no se siente como en casa.

A diferencia de Alicia en la historia original, este no es mi país de las maravillas.

En la historia original, la Morsa y el Carpintero no siguieron a Alicia.

De vuelta en Underland, las cosas están aún peor.

Traición, desamor y muerte... eso es todo.

Soy "la Alicia", portadora de la profecía, y estoy empezando a enamorarme de los

Si estás leyendo esto, ¿puedes ayudarme, por favor?

Salva el mundo, atrapa a los chicos y dame mi final feliz.

Esta vez, voy a hacerlo breve y dulce.

Hay tanta negatividad en el mundo, pero elegiste alegrarlo con un poco de

Nunca podré agradecerles lo suficiente por eso.

Así que este libro... este libro es para ti.

Luchando sólo por esta última vez,

Alicia ahogándose, marea negra y roja —

Nueve hombres que pelean tan cerca,

Ansiosos y sobre todo con miedo,

Aterrorizados de escuchar este cuento —

Mucho tiempo había oscurecido los cielos soleados:

Los ecos se desvanecen, los recuerdos mueren.

Las heladas sombrías han asesinado a los chicos buenos.

Ella todavía me persigue, el fantasma,

Alicia luchando bajo cielos ensangrentados

Nunca visto por ojos despiertos.

Ciudadanos, todavía hay cuento para escuchar,

Ojos muy abiertos y orejas sangrantes,

Ellos luchan contra los miedos.

En un Underland ellos mueren,

Soñando con alas atadas para volar,

Deseando un Wonderland pasado:

Siempre a la deriva por la corriente —

Persistiendo en el brillo de la profecía —

Sin embargo, no detiene a la Morsa. Simplemente atraviesa la pared y termina en

Respiro profundamente, mi mirada se clava en los ojos demasiado azules de la Anti-

Es mi trabajo luchar contra ella; es mi trabajo matarla.

Soy la única que puede hacerlo.

Tú también estarías en mi posición; no me juzgues.

O... ser asesinada por ella.

En minutos, la policía estará aquí; Ya puedo escuchar las sirenas.

"Me gusta tu apariencia", dice el Carpintero, moviendo su lengua larga y delgada

El dolor me atraviesa, esta quemadura eléctrica que dobla mis rodillas, y me

Salta sobre lo que queda de la media pared rota y llega al césped.

Y, sin embargo, el Sombrerero Loco se levanta en unos segundos, sangrando por

"La sangre de ángel que envía a los vampiros en frenesí".

"Oh, bueno, eso estuvo delicioso."

El Sombrerero Loco se rompe en una docena de pedazos, rompiéndose como una

Raiden Walker se materializa en la parte superior del cráneo de la Morsa, quitándose

"Santo cielo", gimo mientras mi muñeca se juntaba, y Tee me ayudaba a ponerme de

"Tenemos que terminar con esto, rápido. Ni siquiera me importa si ganamos:

Tee me mira como si estuviera enojado, lo cual, considerando la situación en la que

La Tortuga Falsa azota su lengua en dirección a Tee, y el príncipe la atrapa alrededor

"Lo siento, Bailarina de Bragas de Medianoche", respira, y mis ojos se llenan de

"Mierda", gruño, poniéndome de pie y alcanzando la Queenmaker. Tengo cerillas,

Un disparo podría ser todo lo que consiga.

Cierro la bolsa, raspo la cerilla del fondo del Queenmaker y la enciendo.

La Anti-Alicia comienza a correr hacia mí mientras apunto y disparo.

La bola de metal se eleva y se aleja, chocando contra el cemento justo detrás de la

Bromas a un lado, Edith y yo también somos lanzados hacia atrás, directamente en el

Edith se niega a levantarse, acurrucándose al lado de Chesh y enterrando su rostro en

Me pongo de pie a trompicones, vuelvo a poner la Queenmaker en su pistolera y saco