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(El telón se abre y se ve la fachada de una pulpería. Mesas y sillas con campesinos y campesinas
realizando diferentes actividades; juego de cartas, bebiendo, conversando. Al costado están
ubicados dos paisanos que ofician de músicos del lugar. Bullicio generalizado. De fondo un
mostrador: detrás de él, la cantinera Doña Ignacia atiende el lugar.
Escena 1
Doña Ignacia: ¡Así como oye Juan Cruz! ¡Más vale que ande con cuidado y con facón en mano
porque dicen que este forastero se las trae!
Doña Ignacia: Guarde eso atolondrao, que aquí se está entre amigos
Doña Ignacia: Cimarrón lo llaman y… ¿Que si es bravo? Dicen que la otra vuelta compro un
paquete de galletitas sonrisas en la proveeduría de acá a la vuelta y ahí nomás le puso mala cara al
paquete y las sonrisas quedaron puchereando.
Doña Ignacia: Así como oye. Pero para mí que son cuentos de los habladores. ¡Siéntese hombre!
¡disfrute que el día se las trae! (grita a los músicos) ¡por qué no se tocan algo para levantar el
ánimo de Juan cruz que quedó medio apichonado.
Escena 2
El gringo: Yo la entiendo Doña Martina, pero entiéndame a mí también usté es una dama
Martina: No me venga con eso que nosotras muchas veces le sacamos el asado de la parrilla
cuando se quemaba
El gringo: Hablando de asado (se acerca juan cruz)
Parece que el que viene con el cuero duro es ese tal forastero Cimarrón. ( Juan cruz al escuchar se
aleja) ¡Juan cruz! ¿Y este que le picó?
Escena 3
Ramona: ¡Hombre deje de sacudir ese mate que no está poniendo azúcar a los churros!
Antonio: Discúlpeme Doña Ramona es que usté sabe cómo me pongo cuando la cosa se pone
brava
Ramona: Es que acá en esta pulpería no se habla de otra cosa que no sea de este forastero.
Rubén: ¡Doña Ramona tiene razón, no hay que darle demasiada tela! “Tras el hambre viene el
matambre”
Ramona: Acá están poniendo demasiada entraña en algo que son solo dichos
Antonio: Pero si dicen que varios del pueblo lo vieron. En la noche se mueve como una serpiente
por el terreno. Los ojos le brillan como un lucero y te encandila en la noche más cerrada
Ramona: Yo no creo nada hasta dudo que este hombre exista, si me lo permite
Ramona: ¿Sabé qué, Rubén ? ¡Mándese a mudar ya me cansó con sus dichos!
Ramona: Está medio callao la cosa ¡a ver si me alegran un poco la pulpería hombre!
(Se oye un fuerte ruido. Silencio en el lugar. Entra Cimarrón. Lleva puesto un sombrero que no le
deja ver la cara. Se acerca al mostrador y pide un trago a Doña Ignacia)
Juan cruz: (Con voz temblorosa) En realidad él (señala a Antonio) pero me mando a mí (Balbucean
entre ambos)
Cimarrón: Así es (sale de la barra y al moverse todos se inquietan) Me llaman Cimarrón. Odio
mostrarme por el día, pero aquí estoy. ¿Alguno le incomoda mi presencia?
¡Faltaba más!
Cimarrón: ¡Mejor así! (Ramona se levanta de la silla y comienza a acercarse. Intentan retenerla,
pero ella se escapa)
Cimarrón: ¿Ramona?
Ramona: Hace mucho, mucho tiempo, me fuí de mi tierra natal. Tuve que escapar por problemas…
en realidad no estaba sola. José era mi compañero de vida, pero él tuvo que irse más lejos que yo.
Ramona: Lo sé
Juan cruz: Entonces el tal cimarrón es nuestro amigo (le palmea fuerte la espalda Cimarrón lo mira
con mala cara)
Doña Ignacia: ¡Pues marche una música para alegrar más la tarde hombre!
(Todos festejan)
(3era canción)
Telón.