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Federico Lorca, escritor español, fue uno de los dramaturgos que supo reflejar la imagen y el

espíritu de la mujer en sus creaciones, ellas, quienes fueron y son los personajes principales en
sus obras, las construye desde diversas perspectivas, con múltiples ángulos. Hace de la mujer
un “padre” autoritario, Bernarda Alba, una esposa fiel, que solo tiene la necesidad de un hijo,
Yerma, y una amante inexorable, Novia en Bodas de Sangre.
Lorca expone en sus tres obras, Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba a mujeres
con distintas personalidades. Yerma, personaje central, es una esposa fiel, que solo vive por el
deseo de ser madre, necesita un hijo, más aun, ruega un hijo, sin embargo, su marido no
quiere niños, esto causa en Yerma una frustración total, pues su única esperanza de vida se
niega a darle lo que tano ansia, Yerma representa una frustración maternal, ella solo desea
experimentar la maternidad pero se lo arrebatan, también es símbolo de honra, de lealtad, ya
que no engañara a su marido a pesar de que este se rehúse darle a Yerma un hijo.
En la casa de Bernarda Alba, ubicamos a Bernarda como imagen central, autoritaria, avara,
dominante, somete a sus hijas a una cárcel en vida, guardar ocho años de luto porque ha
muerto su marido, esto conlleva a que nadie de su familia pueda salir de su casa, que tiene un
valor emblemático, es la fachada de lo que se aparenta, las paredes son blancas, que hacen
referencia al nombre Alba, que representa lo blanco, lo puro, además, representa la virginidad
custodiada por Bernarda. La honra solo descansaba en la mujer, en la decencia moral de la
mujer, y en esa época la decencia estaba sujeta a lo sexual, a la pureza. Todo ello desencadenó
en sus hijas una represión sexual, así también, padecen a flor de piel la infelicidad, símbolo de
ello son sus nombres, Angustias, Magdalena (mujer que sufre), Martirio, quienes acatan a raja
tabla todo lo que su madre le ordena, sin embargo, esta Adela, quien se rebela, y expone:
¡No, no me acostumbraré! Yo no quiero estar encerrada. No quiero que se me pongan las
carnes como a vosotras. ¡No quiero perder mi blancura en estas habitaciones!
Adela será la mujer que alza la voz, quien se opone a pasar el resto de su vida condenada a
permanecer encerrada entre cuatro paredes, se revela, será quien querrá vivir su amor con
Pepe el Romano, a pesar de que este se está por casar con su hermana, será quien lucha hasta
el final, sin embargo, abandona, y se suicida.
Por último, en la obra, Bodas de Sangre, al igual que en La Casa de Bernarda Alba, hallamos a
una madre como figura, quien, como Bernarda, cumple el papel de padre y madre, ya que su
marido ha muerto, la Madre, brinda concejos a su hijo como si su padre lo hiciera, se ubica en
el lugar de este:
Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notas infautada o arisca, hazle una caricia que le
produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave (…) que
sienta que tú eres el macho, el amo, el que mandas. Así aprendí de tu padre. Y como no lo
tienes, tengo que ser yo la que te enseñe estas fortalezas.
También encontramos a la Novia, que al igual que Adela, representa la mujer que desea solo
vivir el amor que siente hacia Leonardo.
Lorca cuestiona y pone en evidencia lo ridículo de la moral española, además plasma el lugar
de la mujer en aquella época, siempre sombra de un hombre, o una madre, Bernarda. La
mujer debía ser pura, casta, callada, fiel, saber acatar órdenes de sus maridos y solo podían
salir de sus casas acompañadas de un hombre, su marido, su dueño; estaban condenadas a
permanecer en sus casas, ese era el castigo de ser mujer, como lo dice Amelia (La casa de
Bernarda Alba) “Nacer mujer es el mayor castigo”.

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