Está en la página 1de 1

Hola Boriss, buenas noches, me acordé algo que me pasó y que a lo mejor te sirva en algo, hace casi dos

años más o menos cai en una oscuridad en que mis deberes me hacían sufrir mucho, era porque me
estaba buscando a mi y no a Dios, cuando poco a poco uno va calibrando los deberes religiosos o la
devoción con el objetivo de cumplir pero sin que nos incomode... (así no es el amor) nos vamos
volviendo ciegos (ya no "vemos" lo sobrenatural, la belleza, la verdad), y el corazón se seca y viene el
tedio que muchas veces es por nuestra propia culpa... y otras Dios lo permite para provarle que le
amamos porque al final el amor es una decisión y no un sentimiento... Dice santa Teresa que _no está la
cosa en pensar mucho, sino en amar mucho._

Y hay un video que también se me viene a la mente que creo te puede dar alguna luz.
https://www.youtube.com/watch?v=x6n2GjBpNsM

Te comparto una cita que me tocó: "_Conozco tu conducta: tus fatigas y paciencia; y que no puedes
soportar a los malvados y que pusiste a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y descubriste su
engaño. Tienes paciencia: y has sufrido por mi nombre sin desfallecer. Pero tengo contra ti que has
perdido tu amor de antes (tu amor primero). Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y
vuelve a tu conducta primera. Si no, iré donde ti y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te
arrepientes._"

Apocalipsis 2, 4

Y la conferencia de hoy de padre Natalio es preciosa y super pertinente sobre lo que me comentabas, te
invito a que lo busques en el canal de la parroquia

Tal vez no entendí lo que querías decir, si es así lo siento.

No me mueve, mi Dios, para quererte


el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera Cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Amén

También podría gustarte