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LOS CONTRATOS
ESTATALES EN
COLOMBIA
tirant lo blanch
Bogotá D.C., 2022
Copyright ® 2022
© TIRANT LO BLANCH
EDITA: TIRANT LO BLANCH
Calle 11 #2-16 (Bogotá D.C.)
Telf.: 4660171
Email: tlb@tirant.com
Librería virtual: www.tirant.com/co/
ISBN: 978-84-1130-365-1
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y JURÍDICOS DEL CONTRATO ESTATAL
CAPÍTULO II
LOS PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN ESTATAL EN COLOMBIA
1. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES......................................................................... 34
1.1. PRINCIPIO DEL INTERÉS PÚBLICO (ART. 2o, C.P.)....................................... 34
1.2. Principio de responsabilidad (arts. 6o y 90, C.P.).......................................................... 36
1.2.1. La responsabilidad patrimonial de la administración derivada del ejercicio
de la actividad contractual pública................................................................... 37
1.2.1.1. La adjudicación ilegal de un proceso de selección......................... 38
1.2.1.2. La privación injusta de ejecutar un contrato estatal ya celebrado. 39
1.2.1.3. La declaratoria desierta del proceso cuando hay propuesta elegi
ble............... . ........................................................................................ 40
1.2.1.4. La falta de celebración del contrato cuando existe adjudicación
del proceso.......................................................................................... 42
1.2.1.5. La terminación ilegal de un contrato estatal................................... 43
1.2.2. La responsabilidad patrimonial de los servidores públicos, proponentes y
contratistas en la contratación estatal............................................................... 44
1.2.3. La responsabilidad penal, disciplinaria y fiscal de los servidores públicos y
contratistas en la actividad contractual pública.............................................. 46
1.2.3.1. Responsabilidad penal de los servidores públicos y de los contra
tistas............. ....................................................................... 46
1.2.3.2. La responsabilidad disciplinaria de los servidores públicos y con
tratistas....... . ....................................................................... 49
1.2.3.3. La responsabilidad fiscal de los servidores públicos y los contratis
tas en la actividad contractual pública............................. 52
1.2.4. La responsabilidad en el manejo y dirección del ejercicio de la función ad
ministrativa contractual...................................................................................... 54
1.3. Principio de legalidad (arts. 6o, 121,122, C.P.)............................................................ 55
1.4. Principio de igualdad (art. 13)........................................................................................ 56
1.5. Derecho al debido proceso administrativo (art. 29, C.P.)........................................... 61
1.6. Principio constitucional de la buena fe (art. 83).......................................................... 63
1.7. Los principios de la función administrativa.................................................................. 66
1.7.1. Imparcialidad............ ........................................................................................ 67
10 índice general
CAPÍTULO III
LA PLANEACIÓN Y LA ESTRUCTURACIÓN DEL CONTRATO ESTATAL
CAPÍTULO IV
LOS PROCESOS DE SELECCIÓN DEL CONTRATISTA
CAPÍTULO V
LAS PARTES DEL CONTRATO ESTATAL
CAPÍTULO VI
EL CONTRATO ESTATAL
CAPÍTULO VII
LAS POTESTADES UNILATERALES DE LA ADMINISTRACIÓN
Y LAS CLÁUSULAS EXCEPCIONALES
CAPÍTULO VIII
EL RÉGIMEN DE GARANTÍAS EN EL CONTRATO ESTATAL
CAPÍTULO IX
LA LIQUIDACIÓN DE LOS CONTRATOS ESTATALES
CAPÍTULO X
LA NULIDADES Y LA EXISTENCIA DE LOS CONTRATOS ESTATALES
CAPÍTULO XI
CONTRATOS ESTATALES NOMINADOS
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS Y JURÍDICOS
DEL CONTRATO ESTATAL
Sección Tercera, Sentencia del 25 de noviembre de 2004, Expediente 25.560. C.P. Germán Rodrí
guez Villamizar.
En ese sentido, Marienhoff, anota: “Si bien la doctrina dominante acepta que lafigura jurídica «con
trato» pertenece al derecho general, siendo común del derecho privado y al derecho público, también
acepta que el «contrato administrativo», propiamente dicho existe con caracteres propios que lo distin
guen del contrato de derecho privado de la Administración (civil o comercial) Tratado de Derecho Ad
ministrativo, Tomo III-A, Cuarta Edición, Editorial Abclcdo-Pcrrot, Buenos Aires, 1998, p. 24.
En tal sentido la doctrina anota: “El camino seguido por el derecho francés, español y de otros países
latinos de Europa y América (Portugal, Bélgica, Argentina, Brasily otros), ha sido completamente dis
tinto. En ellos se ha elaborado doctrinalyjurisprudencialmente una categoríajurídica específica, la del
contrato administrativo, que, respondiendo naturalmente al esquema milenario de este supra-concepto,
se inspira en principios diferentes, tiene una regulación propia, un derecho objetivo de la contratación
pública y se atribuye el conocimiento de los Tribunales conlencioso-administralivos”. Ariño y Asociados,
Comentarios a la ley de contratos de las administraciones públicas, Tomo I, p. 20, Editorial Comares,
Granada, 2002.
22 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La Doctrina, diferencia muy bien esa clasificación cuando expresa: “En los actos de imperio el Estado
procede autoritariamente, «Jure Imperii» produciéndose el efecto querido parla decisión de su voluntad.
Son estos actos los que la administración realiza en el cumplimiento de susJuncionesjurídicas esenciales,
según la definición de Bielsa. Emanan unilateralmente del Estado. En cambio en los actos de gestión el
Estado discute en el mismo plano con ¡os particularesy es el concurso de ambas voluntades lo que produce
ejéctosjurídicos; por eso, a los actos de gestión patrimonial se les denomina contractuales”. García Herre
ros, Orlando. 1.ecciones de Derecho Administrativo. Editorial Universidad Sergio Arboleda, Segunda
Edición Actualizada, Bogotá, 1997, p. 149.
Debe recordarse que, aun frente a la vigencia de la teoría de los servicios públicos como causa de los
contratos administrativos, se admitía la posibilidad de que la administración, a fin de satisfacer sus
necesidades podía optar por celebrar contratos de derecho privado, salvo en aquellos casos excep
tuados por la legislación respectiva. Vedel, Georges. Derecho administrativo. Sexta Edición Francesa,
Traducción, Editorial Aguilar, Madrid, 1980, p. 187.
El Derecho Administrativo en el Siglo XXI: Nuevas perspectivas. Ver: art9.pdf (unam.mx)
Jéze, Gastón. Principios generales del derecho administrativo. Tomo III, Editorial De Palma, Buenos
Aires, 1949, pp. 311-312.
Curso de derecho administrativo. Tono I, Duodécima Edición, Editorial Thomson Civitas, Madrid,
2004, p. 691.
Los contratos estatales en Colombia 23
por reglas especiales, distintas a las que se aplican a las relaciones de los particulares
entre sí”
Por su parte, el Consejo de Estado Francés9, siguiendo la línea de la teoría de los
servicios públicos insertada en todos los contratos celebrados por la administración,
en el caso Terrier10 del 6 de febrero de 190311, con la intervención del Comisario del
Gobierno Romieu12, distinguió claramente el contrato privado del administrativo, al
señalar que: “Corresponde a la jurisprudencia determinar... en qué casos estamos en
presencia de un servicio público que funciona con sus reglas propias y su carácter admi
nistrativo, o por el contrario de actos, que, aunque interesando a la comunidad, toman
la forma de gestión privada, entendiendo así mantenerse exclusivamente en el terreno
de las relaciones entre particulares, en las condiciones del derecho privado13”.
De otro lado, como refuerzo a la teoría de los servicios públicos en los contratos de
la administración en Francia, cobró importancia la aplicación de la teoría de las cláusu
las exorbitantes en los mismos, pues sirvió en gran medida para justificar su principal
diferencia con los contratos privados. También, el criterio de la jurisdicción competen
te14 para el conocimiento de las controversias contractuales derivadas de la actividad
Juan Carlos Cassagnc, en cuanto al contrato administrativo, manifiesta: “el contrato administrativo,
como categoría jurídica peculiar del derecho público, es una creación del Consejo de Estadofrancés y
responde a la idea de que losparticulares colaboren con la misión quepersigue la administración median
te la institución contractual que, correlativamente, le garantiza al contratista privado la intangibilidad
de sus derechos económicos”. El contrato administrativo. Editorial Abeledo-Perrot, Segunda Edición,
Buenos Aires, 2005, p. 21.
En el caso puntual, se estudió la responsabilidad atribuible a un Departamento por la falta de pago de
una recompensa al señor Terrier que se había ofrecido para destruir animales dañosos (víboras). La
entidad argüyó a su favor que el crédito previsto para cubrir la recompensa se había agotado.
Otro asunto que llama la atención con esa decisión, estriba en que se reafirmó y sustentó sólidamente
la competencia de la jurisdicción administrativa para conocer de las controversias contractuales don
de fuese parte una entidad estatal. Igualmente, el contencioso contractual se extendió a las entidades
territoriales.
Jczc, Gastón. Principios generales del derecho administrativo. Tomo III, Editorial De Palma, Buenos
Aires, 1949, p. 316.
Otras decisiones que se pueden consultar son las Sentencias del 20 de abril de 1956 (Caso Bertin), 11
de mayo de 1956 (Caso Societé des Transports Gondradfréres) y finalmente el Tribunal de Conflictos,
adoptó los criterios de las providencias del Consejo de Estado, mediante Providencia del 13 de enero
de 1958.
Al respecto García de Enterría y Tomás Ramón Fernández, advierten: “la solución francesa ha venido
a partir en dos el campo de discusión: una parte de los contratos de la administración, se califican,
en efecto, de privados y se atribuye su conocimiento a la jurisdicción ordinaria; la otra, en cambio,
queda adscrita a la jurisdicción contenciosa administrativa, de donde va a concluirse derivativamente
que su regulación es un objeto del Derecho Administrativo sustantivo y no del Derecho Civil; son
los llamados contratos administrativos”. Curso de derecho administrativo. Op. cit., p. 691.
24 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Así las cosas, podemos concluir que pese a la dificultad que subsiste para definir y
describir la figura del contrato administrativo, construido en Francia a partir de la teo
ría del servicio público y de las cláusulas exorbitantes, tenemos que aún continúan vi
gentes tales criterios de los cuales Colombia no ha permanecido ajena en el tratamiento
jurídico y jurisprudencial nacional, pues no hay duda de que las instituciones nuestras
del Derecho Administrativo son de tradición francesa.
Al respecto se puede consultar la obra Teoría de los Contratos de la Administración Pública, Primera
Edición, Editorial Legis, Rodrigo Escobar Gil, 1999, Bogotá, pp. 51 a 53.
En este punto, el literal a) del numeral 1 del artículo 30 del Decreto-Ley 528 de 1964, disponía: "La
Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, además de lasfunciones que le señalan la
Ley 167 de 1941 y las que la adicionan y reforman conoce: 1. En única instancia: a. De las controver
sias relativas a contratos administrativos celebrados por la Nación o por un establecimiento público
descentralizado del orden nacional cuando la cuantía sea o exceda de cien milpesos (negrillas y resaltado
por fuera del texto original)”.
En ejercicio de las facultades extraordinarias otorgadas por la Ley 27 de 1963.
Ernesto Matallana, en ese punto, agrega: “la referencia histórica para identificarlos contratos adminis
trativos se encuentra en la inclusión de la cláusula de caducidad, criterio jurisprudencial que posterior
mente también será asumido desde elpunto de vista legal con la expedición de los decretos 1670 de 1975
y 150 de 1976’’. Manual de Contratación de la Administración Pública. Primera Edición, Editorial
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2005, p. 86.
26 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es finalmente con el Decreto-Ley 150 de 197622 que el país tiene por primera vez un
Estatuto de Contratación Estatal23. En efecto, en el artículo Io señaló a qué entidades se
les aplicaba. También reguló la capacidad de las entidades para contratar y los procedi
mientos de selección del contratista (licitación pública, licitación privada, contratación
directa —arts. 20 a 31—). Reglamentó lo relativo al registro de proponentes. Estableció
previsiones legales en cuanto a las cláusulas de los contratos (multas, caducidad, etc.),
las garantías de tales acuerdos y definió varias categorías de contratos de la adminis
tración (obra pública, concurso de méritos, contratos a precio global fijo, contratos de
concesión, suministro, compra de bienes inmuebles, empréstitos, arrendamiento, pres
tación de servicios, donación, sobre bienes ocultos y contratos entre entidades públi
cas). Contó con un régimen de nulidades del contrato administrativo y reglas sobre la
liquidación de los contratos y finalmente, previo disposiciones varias.
El Gobierno nacional, años más tarde, derogó el Decreto-Ley 150 de 1976 a través
de la expedición del Decreto-Ley 222 de 1983. En cierta forma, este último decreto
conservó la estructura original del Decreto 150 de 1976. Sin embargo, se acusó de con
tener muchas reglamentaciones que lo hicieron complejo e ineficiente24. Pese a lo an
terior, trajo variadas novedades tales como la creación de las cláusulas de terminación,
interpretación y modificación unilateral; la división de los contratos administrativos y
de los de derecho privado de la administración y finalmente, creó reglas de competencia
judicial dependiendo del carácter del contrato.
Luego, con la expedición de la nueva Constitución Política de 1991, en el inciso
segundo del numeral 25 del artículo 150, se fijó la competencia del Congreso de la
República para expedir el Estatuto General de Contratación de la Administración
Pública. El mandato anterior lo acogió el Legislativo y a iniciativa del Gobierno, por
medio del entonces Ministro de Obras Públicas, doctor Jorge Bendeck, se presentó el
proyecto de ley, que más tarde se convirtió en la Ley 80 de 199325. Una vez se expidió
el actual Estatuto de Contratación, muchos fueron los intentos para modificarlo; sin
embargo, fue solo con la Ley 1150 de 200726, que se reformó en varios aspectos de
fondo la Ley 80 de 1993. Recientemente, las leyes 1474 de 2011, el Decreto-Ley 019 de
2012, la ley 1882 de 2018, Ley 1955 de 2019, la Ley 2022 de 2020, Ley 2069 de 2020,
la ley 2160 de 2021 y la ley 2195 de 2022, introdujeron modificaciones particulares al
Estatuto General de Contratación.
Por lo tanto, a lo largo de la obra se analizará el contenido y alcance de las leyes 80 de
1993,1150 de 2007, 1474 de 2011, el Decreto-Ley 019 de 2012, 1882 de 2018, 1955
de 2019,2020 de 2020,2022 de 2020,2069 de 2020, 2160 de 2021 y 2195 de 2022,
que sin dudas, reformó temas fundamentales del Estatuto de Contratación.
Finalmente, el posicionamiento de la figura del contrato estatal ha sido tal que hoy
en día existen dos categorías de negocios jurídicos públicos, es decir, unos que son los
sometidos a la ley 80 de 1993 y otros sujetos a regímenes especiales de contratación.
CAPITULO II
LOS PRINCIPIOS DE
LA CONTRATACIÓN
ESTATAL EN COLOMBIA
Hoy en día existen unos principios que rigen la contratación de las entidades estata
les que está sujeta a ley 80 de 1993 y otros que se aplican para otro tipo de contratos, es
decir, los que se denominan regímenes exceptuados o especiales. Frente a los segundos,
el Consejo de Estado29, señaló lo siguiente:
"2.6.1.1.2. En tales condiciones, hay entidades que por su naturaleza o por la activi
dad a su cargo han quedado totalmente exceptuadas del régimen general de contratación;
otras que se encuentran exceptuadas de aplicar tan sólo algunas de las normas de dicho
régimen general; otras más, a las que se las autoriza para aplicar sólo residualmente algunas
potestades de derecho público en las hipótesis previstas por el legislador, o cuando sean
autorizadas para el efecto por el órgano regulador de la actividad a su cargo; e incluso,
otras a las que se les permite "motu proprio" decidir, cuáles de sus actuaciones someterán a
cauces procedimentales propios de derecho público".
30 Sección Tercera, Sentencia del 31 de marzo de 2005, Expediente AP-2002-2739-01, C.P. Dr. Alier
Hernández Enríqucz.
Los contratos estatales en Colombia 33
"Los principios constituyen la esencia del estatuto de contratación estatal; *si estos llega
ren a desaparecer, por sustracción de materia, desaparecería el nuevo molde denominado
contrato estatal [...]». Lo anterior explica por qué no todas las circunstancias relacionadas
con la contratación estatal encuentran regulación expresa en dicho estatuto, y por qué la
ausencia de norma explícita sobre un asunto determinado obliga al estudio del mismo a la
luz de los principios de la contratación estatal y de los principios de la función administrativa,
aplicables estos últimos por la remisión prevista en el artículo 77 del Estatuto de Contratación
Estatal"31.
1. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES37
En primer lugar, en la Constitución Política de 1991 se encuentra el sustento de la
contratación pública en el artículo 2o, con el principio del interés público. Por su parte,
en los artículos 6 y 90 se observa la regulación del principio de responsabilidad, atribui-
ble tanto a los servidores públicos como a los particulares y al propio Estado. En con
cordancia con los citados artículos 6, 121 y 122, se identifica el principio de legalidad.
Más adelante se enlistan los derechos fundamentales a la igualdad (art. 13) y al debido
proceso administrativo (art. 29). Por otro lado, la buena fe y el principio de confianza
legítima encuentran descanso en el artículo 83.
Las normas constitucionales anteriores fijan reglas de conducta a cargo de la admi
nistración y de los particulares contratistas para la selección de contratistas, celebración
y ejecución de los contratos estatales. Se procede entonces a referirse brevemente a cada
uno de tales principios.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio. Ver también Consejo de Estado, Sala Plena, Sentencia del
14 de febrero de 2012, expediente 38.924, C.P. Jaime Orlando Santofimio.
La Corte Constitucional, recientemente, se refirió al contenido de los principios de igualdad, mora
lidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad. Ver Sentencia C-361 de 2019, M.P.
Gloria Stella Ortiz Delgado.
Los contratos estatales en Colombia 35
38
Escola, Héctor Jorge, El interés público como fundamento del derecho administrativo, Buenos Aires,
Editorial Dcpalma, 1988, p. 160.
36 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
"Cualquier actividad estatal se caracteriza por la satisfacción del interés público o de las
necesidades colectivas. La celebración de un contrato en la que interviene [sic] una entidad
estatal no puede ser ajena a ese principio. A veces la relación con el interés público es
inmediata, en tanto que en otras ocasiones la relación es apenas indirecta. Sin embargo, el
hecho de la celebración del acto jurídico por parte del Estado implica la presencia del interés
público. Por ello, no existe razón para no predicar de todos los contratos celebrados por el
Estado los mismos principios y postulados"39.
En este sentido, el principio del interés público, que además se conecta con la pre
valencia del interés general sobre el particular —insertada en el preámbulo del Texto
Superior—, tiene un altísimo valor en el ejercicio de la función pública contractual,
pues todas las actividades unilaterales o bilaterales que emprenda una entidad estatal,
al momento de estructurar, celebrar, ejecutar, modificar y liquidar un contrato, deben
estar orientadas exclusivamente por satisfacer necesidades colectivas y por tanto toda
actuación que se desvíe de ese objetivo implicará una eventual transgresión de ese prin
cipio del interés público.
De mucha importancia para la contratación pública, dado que a partir de tal prin
cipio se estructura todo el régimen de responsabilidad del Estado, penal, disciplinaria,
civil y fiscal que les atañe a los servidores públicos y contratistas en el trámite, celebra
ción, ejecución, modificación y liquidación de los contratos estatales. En ese sentido, la
Corte Constitucional40 ha sostenido:
"5. En el sistema jurídico colombiano la responsabilidad del servidor público tiene dife
rentes manifestaciones, orientadas al cumplimiento de los fines y funciones del Estado y a la
prevalencia del interés general.
"Los fundamentos constitucionales para la adopción del régimen de responsabilidad de
los servidores públicos se encuentran esencialmente en los artículos 6° —los servidores públi
cos son responsables por infringir la Constitución y la ley, y por omisión o extralimitación en
el ejercicio de sus funciones—; 90 —en los eventos en que el Estado sea condenado a res
ponder palrimonialmente, deberá repetir contra sus agentes cuando el daño antijurídico haya
sido consecuencia de la conducta dolosa o gravemente culposa de estos—; 121 —ninguna
autoridad del Estado podrá ejercer funciones distintas de las que le atribuyen la Constitución
y la ley—; 123 —los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad,
y ejercerán sus funciones en la forma prevista por la Constitución, la ley y el reglamento—,
y 124 —la ley determinará la responsabilidad de los servidores públicos y la manera de
hacerla efectiva—. [...]
Exposición de motivos a la Ley 80 de 1993= Bendeck Olivella, Jorge, Gaceta del Congreso, N° 75,23
de septiembre de 1992.
40
Sentencia C-372 del 15 de mayo de 2002, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
Los contratos estatales en Colombia 37
El Consejo de Estado ha sostenido que el acto administrativo de adjudicación será nulo, cuando el
demandante pruebe que la adjudicación fue ilegal y que había presentado la propuesta más favorable
para la entidad. Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de septiembre de 2012, Expediente
24.938, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de abril de 2018, Expediente
54.632, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico y Sentencia del 14 de febrero de 2019, Expediente 58.894,
C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Sección Tercera, Sentencia del 27 de noviembre de 2002, Expediente 13.792, C.P. María Elena Gi-
raldo Gómez. Criterio reiterado por la misma Sección por Sentencia del 11 de febrero de 2009,
Expediente 31-210, C.P. Enrique Gil Botero y por la Subsección “C”, Sentencia de 22 de mayo de
2013, Expediente 24.560, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa y Subsección “A”, Sentencia del
14 de febrero de 2019, Expediente 58.894, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 39
o el contrato, según su caso y de los demás medios de prueba que demuestren cuál sería el
monto probable de la utilidad esperada, es decir la que no incorpora la fuerza de trabajo ni
los costos directos ni indirectos en la realización del trabajo.
(■■■/.
El monto exacto de la utilidad esperada podrá determinarse dejando de lado los valores
correspondientes a los costos directos e indirectos en que habría de incurrir el contratista para
ejecutar el objeto contratado, toda vez que, como bien se afirmó en la sentencia 11344, no
es dable reconocer al proponenle privado ilegal e injustamente de la adjudicación de valores
o costos relativos a inversiones o gastos que no realizó, precisamente por la imposibilidad
de celebrar y ejecutar el contrato. Cuando se dispone una indemnización correspondiente al
100% de la utilidad esperada no se están reconociendo costos y esfuerzos en los que no in
currió el contratista, simplemente se está reconociendo el valor neto de la utilidad que habría
obtenido el proponente de mejer derecho de haber sido favorecido con la adjudicación del
contrato y de haberlo celebrado y ejecutado. El resarcimiento entendido como la "reparación
que corresponde a la medida del daño" sólo se configura mediante el pago al damnificado
del 100% del valor esperado por concepto de utilidad, toda vez que es esa medida del
daño, por lo general".
Frente a un contrato estatal que ya fue celebrado y por la sola voluntad de la admi
nistración se abstiene de permitir su ejecución; la situación se torna más gravosa, pues
no se trata de la simple expectativa de ejecutar un contrato. En este orden de ideas, si
se celebra un contrato estatal y más tarde, la entidad contratante impide ilcgalmcntc su
ejecución, compromete su responsabilidad y deberá indemnizar al perjudicado con ese
hecho. El Consejo de Estado45, sobre el particular, sostuvo:
"Este criterio jurisprudencial es aplicable al subexamine, porque aunque el hecho gene
rador del daño no proviene de la no adjudicación del contrato, sino de la imposibilidad de
su ejecución por razones imputables a la administración, lo cierto es que se está privando
al contratista de su derecho a percibir la utilidad lícita y plena por ejecutar los trabajos con
tratados, razón por la cual, procede el resarcimiento de los perjuicios ocasionados por este
concepto mediante el pago del 100% de la utilidad o lucro cesante, injusta e ilegalmente
dejado de percibir".
Sección Tercera, Sentencia del 2 de mayo de 2007, Expediente 15.599, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 3 de agosto de 2016, Expediente
56.453, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa. En igual sentido, Sección Tercera, Subsección “B”,
Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente 37.836, C.P. Alberto Montaña Plata.
40 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“Para resolver, debe precisarse que por ser este un caso en el cual una entidad pública
adjudicó un proyecto a un oferente y, posteriormente, se abstuvo de seguir adelante con el
proyecto, la indemnización que puede pretender el interesado es la que se ha denominado
“interés negativo o de confianza”. Es decir, los gastos, expensas o pérdidas por la no cele
bración del contrato. Por consiguiente, las pretensiones de reconocimiento de honorarios por
gerencia y administración del proyecto, honorarios por la labor de ventas y utilidades por el
proyecto serán rechazadas47".
Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente 37.836, C.P. Alberto
Montaña Plata. Ver también Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 3 de
septiembre de 2020, expediente 42.003, C.P. Alberto Montaña Plata.
Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente 64.033, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de noviembre de 2014, Expe
diente 31.297, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
Expósito Vélez, Juan Carlos. La configuración del contrato de la administración pública en derecho
colombiano y español. Editorial Universidad Externado de Colombia, Primera reimpresión, Bogotá,
enero de 2004, p. 449.
Los contratos estatales en Colombia 41
Pues bien, cuando la administración, se aparta de esas reglas de los pliegos de condi
ciones y opta por declarar desierto el proceso, puede comprometer su responsabilidad
por tales hechos. El Consejo de Estado51, en estos casos, ha sostenido lo siguiente:
"ío jurisprudencia de la corporación ha sido insistente en señalar que procede la decla
ratoria de responsabilidad del Estado cuando la adjudicación de un contrato no recae en
quien formula la mejor propuesta, siempre que este proponente demuestre los consecuentes
perjuicios.
En el caso concreto la sociedad demandante no probó haber sido privada injustamente
del derecho de ser adjudicatario, sino del derecho de participar y de que se evaluara su
propuesta dentro del proceso ¡¡citatorio.
Si bien es cierto que, conforme se dejó explicado en acápites precedentes, la entidad
declaró irregulacmente desierta la licitación en perjuicio del demandante, este no demostró
que la suya fuese una propuesta ajustada a la ley y al pliego que permitiese deducir que de
bía ser el adjudicatario del contrato. Debe tenerse en cuenta que una vez cumplido el trámite
del cierre de la licitación 01 de 1994, la entidad demandada al advertir que sólo se había
presentado una propuesta, procedió en forma inmediata a declarar desierta la licitación y a
devolver, sin abrir, la propuesta al único proponente que se presentó; o sea, que la entidad
licitante no evaluó la propuesta que se presentó en esa licitación.
En estas condiciones considera la Sala que el daño demostrado consistió en la privación
injusta del derecho de participar en las distintas etapas del procedimiento ¡¡citatorio, que el
oferente adquirió cuando compró el pliego, preparó su propuesta y la presentó dentro del
plazo dispuesto para el efecto.
Por lo anterior resulta improcedente considerar que el perjuicio consistió en la pérdida de
la utilidad que el demandante proyectó obtener con la celebración y ejecución del contrato,
que se le reconoce jurisprudencialmente al sujeto privado injustamente de la adjudicación de
un contrato, porque en este evento, se reitera, la sociedad adora fue privada del derecho de
participar y ser evaluada dentro del proceso de licitación pública al que accedió válidamente
(negrillas y resaltado por fuera del texto original!".
Sección Tercera, Sentencia del 24 de junio de 2004, Expediente 15.234, C.P. Ricardo Hoyos Duque.
Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 26 de agosto de 2019, Expediente 43.194, C.P. Alber
to Montaña Plata. La providencia condenó al pago de perjuicios a favor de la parte demandante.
42 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1.2.1.4. La falta de celebración del contrato cuando existe adjudicación del proceso
Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 20.923, C.P.
Ricardo Hoyos Duque.
Sección Tercera, Sentencia del 31 de octubre de 2007, Expediente 15.023, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección “A”, Sentencia de 26 de noviembre de 2014, Expe
diente 31.297, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
Los contratos estatales en Colombia 43
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 11 de abril de 2019, Expediente 38.571, C.P.
María Adriana Marín.
Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia del 12 de julio de 2012, Expediente
15.024, C.P. Danilo Rojas Betancourth. En esta providencia, en lo atinente con la indemnización a
reconocer al contratista que se declaró la caducidad en forma ilegal, se aseguró: “En cuanto al valor
que el demandante habría percibido por concepto de utilidad, de acuerdo con la posición que en casos
anteriores ha asumido la Sala, se estima en un 10% del valor total del contrato; ahora bien, dado que
en el caso concreto el contrato que se toma como referencia sólo se ejecutó hasta un 90%, que equivale a
$57 564 000, se reconocerá sobre esa suma el 10%, es decir, por cada año $5 756 400. En relación con
elperíodo que se indemnizará, teniendo en cuenta que la inhabilidad produjo efectos a partir del 12 de
agosto de 1994,fecha en la cual el alcalde de Chámeza expidió la resolución n°47, por medio de la cual
confirmó la resolución n° 44, que había declarado la caducidad del contrato —párrafo 9.4—, se hará el
cálculo correspondiente a los años 1995, 1996, 1997, 1998y 1999, tomando para tal efecto como mes de
referencia agosto de cada año, porque entonces se cumplía la anualidad correspondiente, y asumiendo que
en esafecha se habría pagado la utilidad respectiva”.
Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 29 de septiembre de 2011, Expediente 18.837, C.P.
Danilo Rojas. El Consejo de Estado, declaró la nulidad del acto administrativo de terminación unila
teral del contrato de consultoría y ordenó pagar al contratista las mensualidades que se causaran hasta
la fecha efectiva de terminación del contrato.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 6 de junio de 2007, Expediente 17.253, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
44 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
60
Sección Tercera, Sentencia del 28 de mayo de 1998, Expediente 10.624, C.P. Jesús María Carrillo
Ballesteros.
Los contratos estatales en Colombia 45
Por último, el numeral 6 del artículo 26 de la Ley 80 de 1993, prevé: “Los contratistas
responderán cuando formulen propuestas en las que sefijen condiciones económicas y de
contratación artificialmente bajas con el propósito de obtener la adjudicación del contra
to”. Así se observa cómo el contratista es sujeto pasivo de responsabilidad cuando por
hechos imputables a su gestión, más tarde, pretende sustentar alguna reclamación en
contra de la administración contratante. El Consejo de Estado61, se refirió a este grado
concreto de responsabilidad del contratista y al respecto, anotó:
"Sí bien es cierto que La Ley 80 de I 993, no contiene una disposición que expresamente
establezca el rechazo de la oferto por contener precios artificialmente bajos, como tampoco
ha definido aquellas situaciones que podían generar precios artificialmente bajos en las ofer
tas presentadas por los proponentes; también lo es, que en algunas de sus regulaciones hizo
referencia al tema de los precios del mercado como aspecto determinante en la comparación
de los ofrecimientos recibidos, tal como quedó registrado al tratar el contenido y alcance del
artículo 29, e igualmente lo hace en el artículo 26 al consagrar el principio de lo responsa
bilidad que informa la actividad contractual, concretamente en el numeral 6° que determina
responsabilidad para el contratista por la presentación de propuestas en las cuales se fijaran
condiciones económicas y de contratación artificialmente bajas con el propósito de obtener
la adjudicación del contrato.
Lo dispuesto por el artículo 26 tiene como finalidad, de una parte, exonerar a la ad
ministración de toda responsabilidad frente al contratista cuando quiera que haya ofertado
con precios inferiores a los acostumbrados en el mercado y que por tal razón, en plena
ejecución del contrato, acuda a la administración en virtud de reclamaciones económicas
para que le sea admitido un presunto desequilibrio de la ecuación económica, o cuando tal
circunstancio, conlleve a la inejecución del contrato, con los consecuentes perjuicios para la
entidad contratante que no tendría porqué soportar. De otra parte, la norma pretende que
sea el contratista quien asuma ¡as consecuencias que puede implicar el haber presentado
un precio equivocado, cuando su conducta fue intencional para obtener la adjudicación de
la licitación, consecuencia que se extiende a aquellos eventos en los cuales el contratista
incurrió en error al elaborar su propuesta, puesto que esta carga de responsabilidad es de
su exclusivo resorte.
Lo cierto es que el precio señalado por el proponente debe guardar proporcionalidad
con el valor del objeto ofrecido, de lo contrario se generaría una evidente discrepancia entre
el objeto contratado y su valor. El precio no puede ser irrisorio o vil, pues ello puede significar
un eventual incumplimiento del contrato, o eventuales conflictos por imprevisión, lesión, abuso
de derecho etc., que la contratación administrativa debe evitar.
El denominado “precio artificialmente bajo" de que trata la Ley 80, es aquel que resulta
artificioso o falso, disimulado, muy reducido o disminuido, pero además, que no encuentre
sustentación o fundamento alguno en su estructuración dentro del tráfico comercial en el cual
se desarrolla el negocio, es decir, que dicho precio no pueda ser justificado y por o tanto, la
administración estaría imposibilitada para admitirlo, so pena de incurrir en violación de los
principios de transparencia, equilibrio e imparcialidad que gobiernan la actividad contrac
tual y como parte de ella, el procedimiento de la licitación".
Sección Tercera, Sentencia del 4 de junio de 2008, Expediente 17.783, C.P. Miryam Guerrero de
Escobar.
46 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por lo tanto, los contratistas del Estado, también son responsables en la actividad
contractual pública, como lo aclaró el máximo Tribunal de la jurisdicción contencioso
administrativa.
Este tema merece una especial atención por las implicaciones jurídicas que en la
actividad contractual se producen, se divide el estudio frente a los servidores públicos y
los contratistas, según se trate:
En primer lugar, debe precisarse que tales delitos —que en sí constituyen tipos pe
nales en blanco—, exigen la presencia de un contrato estatal. Por lo tanto, no se podrá
predicar responsabilidad penal en aquellos casos donde se presenten una o varias de las
conductas descritas en los citados artículos si no se está frente a un contrato estatal, pues
tales descripciones parten de la existencia de un negocio jurídico público sin perjuicio
de que algunas consecuencias se deriven de actuaciones surtidas en la etapa precontrac
tual. Para el caso de los servidores públicos, su responsabilidad penal resulta clara por
su misma condición de agentes del Estado y que encuadran en la categoría de sujetos
Los contratos estatales en Colombia 47
activos calificados por su misma calidad de servidores públicos62, por lo que si se dan los
supuestos normativos de los delitos descritos en los citados artículos del Código Penal,
responderá como tal.
Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia se ha ocupado de aclarar en qué casos
responden penalmente los contratistas del Estado, en calidad de servidores públicos; al
respecto, la corporación63, con toda precisión, ha sostenido lo siguiente:
"En efecto, tradicionalmente ha venido sosteniendo la jurisprudencia de la Sala de
Casación Penal que a partir de la entrada en vigencia de la Ley 80 de 1993. para
efectos penales, el contratista, el interventor, el consultor y el asesor en un proceso de
contratación estatal, cumplen funciones públicas en lo concerniente a la celebración, eje
cución y liquidación de los contratos que celebren con entidades estatales, y les atribuyó
la responsabilidad que en esa materia le señala la ley a los servidores públicos.
No obstante, también la jurisprudencia ha comenzado a decantar el punto, es decir, si
los contratistas, como sujetos particulares, pierden su calidad de tal por razón de su vincula
ción jurídica contractual con la entidad estatal.
Frente a ello es indispensable destacar que para llegar a dicha conclusión, se hace ne
cesario establecer, en cada evento, si las funciones que debe prestar el particular por razón
del acuerdo o de la contratación, consiste en desarrollar funciones públicas o simplemente
se limita a realizar un acto material en el cual no se involucra la función pública propia del
Estado, pues esa situación define su calidad de servidor público a partir del momento que
suscriba el convenio.
Por ello, si el objeto del contrato administrativo no tiene como finalidad transferir funciones
públicas al contratista, sino la de conseguir la ejecución práctica del objeto contractual, con
el fin de realizar materialmente los cometidos propios del contrato, necesario es concluir que
la investidura de servidor público no cobija al particular.
En otras palabras, en este evento, se repite, el contratista se constituye en un colabora
dor de la entidad estatal con la que celebra el contrato administrativo para la realización
de actividades que propenden por la utilidad pública, pero no en calidad de delegatorio
o depositario de sus funciones. Contrario sería cuando por virtud del contrato, el particu
lar adquiere el carácter de concesionario, administrador delegado o se le encomienda la
prestación de un servicio público a cargo del Estado, el recaudo de caudales o el manejo
de bienes públicos, actividades estas que necesariamente llevan al traslado de la función
pública y. por lo mismo, el particular adquiere, transitoria o permanentemente, según el caso,
la calidad de servidor público.
Ello tiene su razón de ser jurídica, en la medida en que la función pública radica en
cabeza del Estado. Sin embargo, como la Constitución y la ley prevén que es posible dele
gar dicha función, lógico es concluir que el particular, adquirente de la función pública, se
convierta en servidor público.
La Corte Suprema de Justicia, sobre la prueba de calidad del servidor público, ha señalado: “Huel
ga señalar que la condición de servidorpúblico de la persona a quien se atribuya un delito de los llama
dos de sujeto activo calificado, no demanda, por expresa consagración de la ley, de determinado medio
probatorio que asi lo certifique, como errada y contradictoriamente se señala en elfallo de tutela”. Sala
de Casación Penal, Auto del 12 de febrero de 2009, Expediente 29.711, M.P. Sigifredo Espinosa
Pérez.
Sala de Casación Penal, Sentencia del 13 de marzo de 2006, Expediente 24.833, M.P. Jorge Luis
Quintero Milancs.
48 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
64
Ibídcm.
Los contratos estatales en Colombia 49
Otra especie del gran género es la responsabilidad. Los servidores públicos son su
jetos disciplinables por expresa disposición del artículo 25 de la Ley 734 de 2002, que
preceptúa:
"Son destinatarios de la ley disciplinaria los servidores públicos aunque se encuentren re
tirados del servicio y los particulares contemplados en el artículo 53 del Libro Tercero de este
código. Los indígenas que administren recursos del Estado serán disciplinados conforme a
este código. Para los efectos de esta ley y en concordancia con el artículo 38 de la Ley 489
de 1998. son servidores públicos disciplinables, los gerentes de cooperativas, fundaciones,
corporaciones y asociaciones que se creen y organicen por el Estado o con su participación
mayoritaria".
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, describe la figura del tercero interviniente en la co
misión de una conducta punible, en los siguientes términos: “Por eso, cuando dicha norma utiliza el
término intervinientes no lo hace como un símil de partícipes ni como un concepto que congloba a todo
aquel que de una u otraforma concurre en la realización de la conducta punible, valga decir determina-
dores, autores, coautores y cómplices, sino lo hace en un sentido restrictivo de coautor de delito especial sin
cualificación, pues el supuesto necesario es que elpunible propio sólo lo puede ejecutar el sujeto que reúna
la condición prevista en el tipo penal, pero como puede suceder que sujetos que no reúnan dicha condición,
también concurran a la realización del verbo rector, ejecutando la conducta como suya, es decir como
autor, es allí donde opera la acepción legal de intervinientes para que así se entiendan realizados los
propósitos del legislador en la medida en que, principalmente, se conserva la unidad de imputación, pero
además se hace práctica la distinción punitiva quefrente a ciertos deberesjurídicos estableció el legislador
relacionándolos al interior de una mismafigura y no respecto de otras en que esa condición no comporta
trascendencia de ninguna clase”. Sentencia del 23 de septiembre de 2003, Expediente 17.089, M.P.
Edgar Lombana Trujillo.
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Sentencia del 20 de octubre de 2010, Expediente
32.686, M.P. María del Rosario González de Lcmus.
50 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
67
Entró en vigor el 29 de marzo de 2022 —Art. 73 Ley 2094 de 2021—.
Los contratos estatales en Colombia 51
“La anterior conclusión se corrobora con el hecho de que solamente hasta ahora con la
recientemente expedida Ley I474 de 201I, por la cual se introdujeron algunas reformas al
Código Disciplinario Único, se determinó con claridad cuándo se está en desarrollo de una
función pública y quiénes administran recursos públicos.
Veamos: f.
Con base en lo dispuesto por el canon aludido, obsérvese que la ejecución de recursos
públicos por parte de los contratistas, sigue al margen del control disciplinario, pues no enca
ja dentro de los actividades de recaudo, custodia, liquidación o disposición a que se refiere
el legislador como hechos habilitantes para someterse a los dictados de la nueva normativa.
En la decisión materia de la alzada, por consiguiente, llama la atención cómo la
Procuraduría Primera Delegada para la Contratación Estatal, después de haber citado abun
dantes apartes de la ya transcrita Sentencia C-037 de 2003, aun así hayo arribado a la
siguiente conclusión, de la cual se separa este Despacho:
En el presente caso, la responsabilidad en la que puede incurrir el representante legal de
la Unión Temporal (...}, deriva de la administración que pudo haber hecho de los recursos
públicos que se concedieron en calidad de anticipo.
Debe precisarse que el anticipo en los contratos de obra, es la suma de dinero que
entrega la entidad estatal al contratista para financiar la obra contratada, con el fin de ser
amortizada durante la ejecución del contrato. Por tal motivo, tales dineros no ingresan al pa
trimonio del particular y tienen el carácter de recursos públicos, que deben ser debidamente
utilizados. Por esta razón, el particular queda investido de la función pública de administrar
dichos dineros, hasta tanto en desarrollo del contrato se justifique su utilización y manejo.
Así las cosas, se tiene que en virtud de lo dispuesto por el artículo 53 de la Ley 734 de
2002, cuando los particulares administran recursos públicos quedan incursos en responsabi
lidad disciplinaria y por consiguiente, son sujetos disciplinables por la Procuraduría General
de la Nación, tal y como lo dispone el artículo 2573 ibídem.
Las anotaciones precedentes llevan a la suscrita funcionaría, en estricto apego a las ga
rantías constitucionales y legales vigentes al momento de la ocurrencia de los hechos objeto
de la investigación, a considerar que debe revocar lo decidido respecto del señor yen
su defecto a absolverlo de responsabilidad disciplinaria, a lo cual se procederá en la parte
resolutiva".
En este orden de ideas, por regla general, los contratistas no responden disciplinaria
mente a excepción de los casos autorizados expresamente por la Ley 734 de 2002 y por
la ley 1952 de 2019 —entró a regir el 29 de marzo de 2022— en concordancia con la
jurisprudencia de la Corte Constitucional.
Aquí la responsabilidad fiscal se predica por igual tanto de los servidores públicos
como de los contratistas, siempre que ejerzan gestión fiscal en los términos de la Ley
Artículo 25- Destinatarios de la ley disciplinaria. Son destinatarios de la ley disciplinaria los servido
res públicos aunque se encuentren retirados del servicio y los particulares contemplados en el artículo
53 del Libro Tercero de este código.
Los contratos estatales en Colombia 53
Sección Primera, Sentencia del 17 de julio de 2008, Expediente 2001-00310, C.P. Martha Sofía Sanz
Tobón.
54 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Se muestra como una regla general de actuación de todas las autoridades públicas, y
por ende de los servidores públicos, en cuanto solo podrán ejercer aquellas competen
cias que les hayan sido expresamente otorgadas por la Constitución, la ley o el regla
mento (arts. 6o, 121 y 122, C.P.). Sin dudas, el principio de legalidad se constituye en
una herramienta constitucional de protección de los administrados.
De este modo, la competencia, en el marco de la contratación estatal, es fundamen
tal, no solo porque se trata de un presupuesto de legitimidad del ejercicio del poder en
un caso concreto, sino porque además es un requisito esencial de la validez de una actua
ción pública. Así, por ejemplo, si un servidor público, quien a su vez es el representante
legal de una entidad pública, en el marco de un contrato aplica una cláusula excepcional
en la que dicha atribución no está permitida por la Ley 80 de 1993, evidentemente con
ello se aparta del cauce natural del principio de legalidad, compromete la legalidad de la
decisión administrativa si así procede.
Sección Tercera, Sentencia del 7 de septiembre de 2004, Expediente 13.790, C.P. Nora Cecilia Gó
mez Molina. Ver también Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 10 de noviembre de 2017,
Expediente 52.733, C.P. Marta Nubia Vclásqucz Rico.
56 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
Tal sería el caso del requisito de acreditar domicilio permanente en la jurisdicción territorial de la
entidad estatal contratante. Y sobre el requisito de acreditar el domicilio por parte del interesado en
un proceso de contratación, el Consejo de Estado advirtió: “La Sala acoge lo expuesto por la Corte
Constitucional, en el entendido de que un requisito como el que se analiza, por sí sólo, no resulta
acorde con las normas constitucionales y legales que rigen el ejercicio de actividades comerciales,
como tampoco las que definen los criterios y requisitos para contratar con el Estado. Es por todo
lo anterior, considera ineficaz de pleno derecho el requisito no saneable dispuesto por la entidad
demandada en el caso concreto, consistente en «acreditar residencia comercial por un mínimo de
dos (2) años en la ciudad de Pereira »(fol. 3 c. ppal). Y precisa además que, como el señor [...] fue des
calificado por incumplir el precitado requisito, a pesar de que, según el informe del Comité Técnico
Económico Jurídico ocupó el primer lugar en el orden de elegibilidad (fol. 41), se impone concluir
que este proponente fue privado injustamente del derecho a ser adjudicatario” (Sección Tercera, Sen
tencia del 21 de mayo de 2008, expediente 15.963, C.P. Ramiro Saavcdra Becerra).
Los contratos estatales en Colombia 57
En este punto, el Consejo de Estado aseguró: “En otras palabras, la administración pública se en
cuentra en el deber legal de considerar las propuestas presentadas, así advierta la ausencia de algunos
de los requisitos diferentes de aquellos que son indispensables para la asignación de puntaje, sin que
esto signifique que el proponente se encuentre exonerado de cumplir con la totalidad de requisitos y
la aportación de documentos previstos en el pliego de condiciones” (Sección Tercera, Subsccción A,
Sentencia del 12 de septiembre de 2012, expediente 24.938, C.P. Mauricio Fajardo Gómez).
Como podría ser por la falta de un documento que no es relevante para la propuesta tales como la
ausencia de una fotocopia de una tarcta profesional de cualquier persona destinada para la ejecución
de la futura obra.
Corte Constitucional, Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Pretelt Chaljub.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 3 de diciembre de 2015, expediente
31.915, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa. Ver también, Sala Plena de lo Contencioso Admi-
nistrativo, Sentencia del 14 de febrero de 2012, expediente 38.924, C.P. Jaime Orlando Santofimio
Gamboa.
Sección Tercera, Sentencia del 4 de junio de 2008, expediente 17.783, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar.
58 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“El Consejo de Estado así lo ha entendido e incluso se ha manifestado así: "En la eta
pa precontractual, son muchas y variadas tas manifestaciones del principio de igualdad,
las cuales se ven reflejadas en. i) la adopción de pliegos de condiciones que contengan
disposiciones generales e impersonales que eviten tratos discriminatorios de los oferentes u
otorguen ventajas a algunos de ellos; iij imposibilidad de las entidades públicas de modi
ficar los pliegos de condiciones, como máximo, con posterioridad al cierre del proceso de
selección; iiij fijación de plazos razonables que faciliten la concurrencia de los oferentes; ivj
imposibilidad para los oferentes de modificar sus propuestas después de haberse efectuado
el cierre del proceso de selección; vj el deber que tiene la entidad pública de evaluar todas
los propuestas que cumplan con los requisitos exigidos en el pliego de condiciones y que
sean necesarios para la comparación de las mismas; vij obligación de la administración de
aplicar estrictamente los criterios de selección establecidos libremente por ella; viij el deber
de la entidad pública de evalúa- las propuestas bajo los mismos parámetros de ponderación
establecidos en los documentos de la licitación sin que le sea dable valorar con más rigor
determinadas propuestas y ser laxa con otras, y [sic] viii) imposibilidad de la entidad pública
de variar los criterios de evaluación y su ponderación
81 Ver Corte Constitucional, Sentencia C-595 de 2014, M.P. Jorge Pretelt Chaljub.
85 Ver Corte Constitucional, Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Pretelt Chaljub.
86 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
87 Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
Los contratos estatales en Colombia 59
88 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 3 de diciembre de 2015, expediente
31.915, C.P. Jaime Orlando Santofunio Gamboa.
89 Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 31 de mayo de 2019, expediente 39.961, C.P. Jaime
Enrique Rodríguez Navas.
9n Sentencia C-949 de 2011, M.P. Clara Inés Vargas Hernández. Ver también el interesante análisis que
sobre dicho particular efectuó el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de
5 de marzo de 2021, Expediente 62.250, C.P. Nicolás Ycpcs Corrales.
91 Sentencia C-068 de 2009, M.P. Mauricio González Cuervo.
92 Sentencia C-595 de 2014, M.P. Jorge Pretelt Chaljub.
95 Consejo de Estado, Sala Plena, Sentencia del 14 de febrero de 2012, expediente 38.924, C.P. Jaime
Orlando Santofimio.
94 Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 20 de febrero de 2014, expediente 25.804, C.P. En
rique Gil Botero. Posición reiterada mediante Sentencia del 12 de junio de 2014, Subsección C,
expediente 21.324, C.P. Enrique Gil Botero y Sentencia del 12 de noviembre de 2014, Subsección A,
expediente 29.855, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
60 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
estatales para rechazar propuestas ala luz de las nuevas prescripciones de la Ley 1150 de
2007 y, al respecto, aseguró lo siguiente:
"Como es apenas comprensible, a partir de la ley 1150 de 2007 el legislador redujo
sustancialmente la discrecionalidad y la libertad de comprensión que tuvo la administración
en vigencia del art. 25.15 de la Ley 80, para establecer qué o cuáles exigencias eran
necesarias para comparar las ciertas. Con la Ley 1 150 esos requisitos corresponden a los
que «asignan puntaje’, de allí que si en un proceso de contratación un requisito no se evalúa
con puntos, sus deficiencias son subsanables, es decir, el defecto, el error o incompletitud se
puede corregir —¡debe corregirse!—, solicitando al oferente que aporte lo que falta para
que su propuesta se evalúe en igualdad de condiciones con las demás".
"A partir de esta norma resulta sencillo concluir, por ejemplo: que la falta de certificado
de existencia y representación legal, de RUP, de firma de la oferta, de un certificado de
experiencia, la copia de la oferta, la ausencia y errores en la garantía de seriedad, de
autorización al representante legal por parte de la junta directiva, etc., son requisitos subsa
nables, porque no otorgan puntaje en la evaluación. En cambio, si el defecto o la ausencia
es de un requisito o documento que acredita un aspecto que otorga puntos, por ejemplo la
falta de precio de un ítem, la omisión del plazo de ejecución —si se evalúa—, etc., no son
subsanables porque otorgan puntaje. Si se permitiera enmendar lo que asigna puntaje, sería
fácil para el proponente defraudar a los demás participantes en la licitación, ofreciendo un
dato irrisorio, porque para ese instante conoce los valores ofrecidos por sus competidores.
En tal evento, es seguro que obtendría el máximo puntaje en el ítem o aspecto omitido, y es
bastante probable que ganaría b licitación".
De esta forma, para el máximo Tribunal, todo aquello que no otorgue puntaje95 no
puede generar el rechazo de la propuesta96 y, por tanto, puede ser subsanado por el inte
resado en tanto se trata de un tema de forma y no de la sustancia del proceso contractual.
La ley 1882 de 2018, en la misma línea de la ley 1150 de 2007 fue aún más clara en
la materia, pues fijó interesantes elementos para diferenciar los aspectos subsanables
de la oferta en el marco de un proceso de contratación estatal y conservó la frontera
fundamental de lo insubsanable que resulta ser aquello que otorgue puntaje, es decir lo
que se relacione con los criterios de evaluación o de ponderación de las ofertas estatales
no puede ser objeto de subsanación. En tal sentido, fijó entre otras novedades, unas
pertinentes bases en punto a: (i) no se puede enmendar aquello que se relacione con un
factor de ponderación; (ii) se estableció un plazo perentorio para subsanar dentro de
los procesos de contratación; (iii) se estableció que la falta de aporte de la garantía de se
riedad de la oferta generaba el rechazo de la oferta; iv) dispuso algunas reglas especiales
para la presentación de las ofertas en las obras públicas; (v) creó los documentos tipo y
estableció el carácter obligatorio e inmodificable de los mismos una vez sean adoptados
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de febrero de 2021, Expediente
61.220, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
96
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
64.932, C.P. Marta Nubia Vclásqucz Rico.
Los contratos estatales en Colombia 61
por Colombia Compra Eficiente y (vi) dispuso que la experiencia adquirida con los
particulares no se podía excluir en la contratación estatal.
Por su parte, Colombia Compra Eficiente, apoyada en la pertinente y reiterada ju
risprudencia del Consejo de Estado, hizo un juicioso estudio sobre cómo opera la sub-
sanabilidad de las ofertas desde la entrada en vigor de la ley 80 de 199397 hasta la ley
1882 de 2018.
Por otro lado, ahora frente la acción de subsanar ofertas, el Consejo de Estado98
disertó sobre el punto así:
"No obstante, lo anterior no implica que los requisitos habilitantes, es decir, aquellas
condiciones mínimas que debe cumplir el oferente puedan ser subsanados. En este punto, hay
que diferenciar entre lo que significa cumplir los requisitos habilitantes y probar o acreditar
que los mismos se cumplen: lo que se puede subsanar o sanear es la prueba de las condi
ciones habilitantes, pero no el requisito como tal, porque resultaría materialmente imposible
tratar de subsanar algo que no existe.
"Lo anterior supone que lo subsanable es aquello que, a pesar de que se tiene, no apa
rece claramente acreditado en el proceso de selección; pero, no se puede subsanar aquello
de lo cual se carece o que no existe al momento de proponer, porque entonces se estaría
hablando de la complementación, adición o mejora de la propuesta, lo cual está prohibido
por el numeral 8° del artículo 30 de la Ley 80 de 1993"
Surge como garantía para el asociado y por supuesto para toda aquella persona que
contrate con el Estado. Es una de las garantías más importantes que rigen la actuación
administrativa contractual hasta el punto que el legislador decidió indicarlo expresa
mente en el artículo 17100 de la Ley 1150 de 2007 que reformó la Ley 80 de 1993. La
97 Concepto C-218 de 2020, Subdirector de Gestión Contractual, Colombia Compra Eficiente. Ver
también Concepto Unificado CU-060 de 2020.
9* Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 12 de noviembre de 2014, Subsección A, expediente
29.855, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
99 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
64.932, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
100 Articulo 17. Del derecho al debido proceso. El debido proceso será un principio rector en materia sancio-
natoria de las actuaciones contractuales.
62 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
jurisprudencia del Consejo de Estado101 describe los rasgos característicos de tal dere
cho fundamental, así:
"En principio, todos los derechos que integran el debido proceso deben ser aplicables
en materia administrativa, porque el mandato constitucional quiso extender, sin distinciones,
este haz de garantías al campo administrativo. Esta ¡dea no es más que la aplicación del
principio del efecto útil en la interpretación de las normas, a la vez que una forma de realizar
el mandato constitucional de manera efectiva.
"No obstante lo anterior, es forzoso aceptar que i) muchos de esos principios rigen en
materia administrativa en forma plena y absoluta, ir} mientras que otros lo hacen en forma
matizada, es decir, que no es posible hacer una trasferencia de ellos de la materia judicial a
la administrativa, sin que sufran cambios y se transforme su estructura original.
“Pertenecen, por ejemplo, al primer grupo, el derecho a ser investigado o sancionado
por la autoridad competente, a que se observen las formas propias del procedimiento, a que
no se dilate injustificadamente el procedimiento, a que se presuma la inocencia, la posibili
dad de controvertir los pruebas y que se tome por nula la obtenida con violación del debido
proceso, el derecho a la defensa, la posibilidad de impugnar la decisión condenatoria, el
derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho, el principio de la favorabilidad y el
derecho a que no se agrave la sanción impuesta cuando el apelante sea único.
"Pertenecen al segundo grupo otros, muy pocos: el principio de legalidad de la falta y
de la sanción y la posibilidad de estar asistido por un abogado durante el procedimiento, lo
anterior no significa que, en algunos procedimientos administrativos, tales principios no rijan
en forma plena".
101 Sección Tercera, Sentencia del 10 de noviembre de 2005, expediente 14.157, C.P. Alier Hernández
Enriquez.
102 Sección Tercera, Auto del 24 de septiembre de 1998, expediente 14.821, C.P. Ricardo Hoyos Duque.
Los contratos estatales en Colombia 63
No es menos cierto entonces que el debido proceso administrativo tiene plena vigencia
en todas las actuaciones administrativas contractuales. Goza de un plus en su aplicación
hasta el punto que el artículo 17 de la Ley 1150 de 2007 lo institucionalizó en el estatuto
de contratación vigente. El Consejo de Estado103, sobre tal principio, señaló:
"Este precepto contiene un mandato claro: tas autoridades —administrativas o judicia
les— tienen la obligación de adelantar sus actuaciones conforme al principio de legalidad;
más aún cuando se trata de la potestad sancionadora, como quiera que él es pilar fundamen
tal del derecho sancionador del Estado.
“Teniendo en cuenta que los servidores públicos deben adelantar sus funciones con ob
servancia del ordenamiento jurídico, esta obligación se predica, igualmente, frente al desa
rrollo de la actividad contractual del Estado, pues para la consecución de los distintos fines
dispuestos por la Constitución es necesario que las conductas públicas se adecúen y ejerzan
obedeciendo la ley, esto es, respetando las competencias definidas por la normatividad".
105 Sección Tercera, Sentencia del 13 de noviembre de 2008, expediente 17.009, C.P. Enrique Gil
Botero.
1<M yer Vásquez Gómez, Jean Paul y Alvarez Quiroz, Lilia Yaneth, El debido proceso en las actuaciones
administrativas contractuales sancionatorias, primera edición, Medellín, Editorial Librería Jurídica
Sánchez R., 2018.
105 Dromi, Roberto, Licitación pública, cuarta edición, Buenos Aires, Editorial Ciudad Argentina, 2010,
p.XXXV.
64 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
de este modo orienta la labor interpretativa, de conformidad con las ideas de confianza y
creencia. [...] La buena fe es un principio cardinal que se rige por códigos de lealtad (hacia
la otra parte y hacia terceros] y fidelidad, con comportamientos mutuos de coherencia y sobre
la base de compromisos de cooperación y colaboración".
Así vemos cómo el principio constitucional de la buena fe para los efectos concretos
de la contratación estatal permite: a) su aplicación directa y no subsidiaria a las actua
ciones administrativas; b) establece límites al poder del Estado e impide el ejercicio
arbitrario de las competencias públicas, y c) permite indemnizar mayores costos y des
equilibrios por circunstancias extraordinarias c imprevisibles a las partes. Tiene varias
facetas que dan soporte, nuevamente, a conductas de hacer y de no hacer a cargo de la
administración.
En el plano de la relación contractual, la doctrina chilena106 aporta unas interesantes
reflexiones en torno a la buena fe contractual para anotar:
"La buena fe, principio de carácter ético-social que como ya vimos alude a los conceptos
de lealtad, honradez, fidelidad y rectitud, etc., adquiere en materia negocial, una de sus ma
nifestaciones más fuertes, pues se nos presenta como un modelo de conducta que las partes
deben seguir durante toda la vida del negocio, expandiendo su aplicación incluso a etapas
preparatorias o preliminares del contrato y también una vez concluido este, influyendo a su
vez de manera determinante en la interpretación del negocio".
106 Boetsch Gillet, Cristian, La buenafe contractual, primera edición, Santiago de Chile, Editorial Jurí
dica Chile, 2011, p. 109.
107 Sentencia C-478 de 1998, M.P. Alejandro Martínez Caballero.
Los contratos estatales en Colombia 65
es modificadle por las autoridades. Sin embargo, si la persona tiene razones objetivas para
confiar en la durabilidad de la regulación, y el cambio súbito de la misma altera de manera
sensible su situación, entonces el principio de la confianza legítima la protege. En tales casos,
en función de la buena fe ¡C.P. art. 83], el Estado debe proporcionar al afectado tiempo y
medios que le permitan adaptarse a la nueva situación. Eso sucede, por ejemplo, cuando
una autoridad decide súbitamente prohibir una actividad que antes se encontraba permitida,
por cuanto, en ese evento, es deber del Estado permitir que el afectado pueda enfrentar ese
cambio de política".
108 AI respecto, se puede consultar: Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 29 de enero de
1998, expediente 11.099, C.P. Daniel Suárcz Hernández. En esa oportunidad, se declaró la responsa
bilidad del Estado por los daños causados a un particular contratista por hechos que sucedieron antes
de suscribir el contrato con fundamento en el principio de la confianza legítima.
IW Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
110 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 12 de junio de 2014, expediente
28.744, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
111 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B, Sentencia del 29 de octubre de 2012, expediente
21.429, C.P. Danilo Rojas Bcntancourt.
66 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por último, cobra cada día mayor fuerza la aplicación de la buena fe por parte del
Consejo de Estado, en contra de aquellos contratistas que acuden ante los jueces para
proponer todo tipo de reclamaciones en contra de las entidades estatales basadas en he
chos ocurridos durante la fase de ejecución de los contratos y sobre los cuales guardaron
silencio en su oportunidad y que se quieren tomar como fundamento para sus preten
, en un caso concreto, aseguró lo siguiente:
siones. En tal sentido, el máximo Tribunal112113
"Al respecto, cabe advertir que, tal y como consta en las pruebas allegadas al plenario,
el contratista fue quien solicitó las prórrogas del plazo y las suscribió sin hacer observación u
objeción alguna en ese momento, en relación con los mayores costos que supuestamente le
acarrearían esas adiciones en tiempo, y que ahora esgrime en su demanda. Esta actuación
no es de recibo, por cuanto imp'ica ir en contra de sus propios actos y desconocer la obliga
toriedad de la conducta previamente observada, lo cual resulta violatorio del principio de la
buena fe que informa a los negocios jurídicos".
Tal y como lo precisamos, por virtud del artículo 23 de la Ley 80 de 1993, todos
los principios de la función administrativa son aplicables a la actividad contractual del
Estado. De este modo, cada uno de esos principios desarrollados en el artículo 209 de la
Constitución Política de 1991 y en los artículos 3o de la Ley 489 de 1998 y 3o de la Ley
1437 de 2011 irradian dicha actividad.
Por una parte, la Constitución Política de 1991, en el artículo 209, relaciona los
principios de la función administrativa, los cuales se aplican integralmente a la actividad
contractual del Estado, tal y como lo ha reconocido el Consejo de Estado11?. Son princi
pios básicos que rigen el ejercicio de la función administrativa, entendida como aquella
actividad desarrollada por el Estado para satisfacer las necesidades generales para tutelar
el interés público, como se indicó. La función administrativa contractual es una catego
ría de las tantas atribuibles al Estado. Y el artículo 209 dispone:
“Artículo 209. La función administrativa está al servicio de los intereses generales y se
desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la
desconcentración de funciones.
112 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 31 de enero de 2019, Expediente
37.910, C.P. María Adriana Marín. Subsccción "B", Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expe
diente 61.641, C.P. Alberto Montaña Plata.
113 Sección Tercera, sentencias del 25 de noviembre de 2004, expediente 25.560. C.P. Germán Rodrí
guez Villamizar y del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth Stella
Correa Palacio. Igualmente, se puede consultar el Auto del 16 de marzo de 2005, expediente 27.921,
C.P. Ruth Stella Correa Palacio. De hecho, el mismo Tribunal señaló que los principios de la función
administrativa se aplican a la contratación estatal conforme a lo previsto en el artículo 23 de la Ley
80 de 1993. Sección Tercera, Sentencia del 11 de febrero de 2009, expediente 16.100, C.P. Ramiro
Saavcdra Becerra.
Los contratos estatales en Colombia 67
"Las autoridades administrativas deben coordinar sus actuaciones para el adecuado cum
plimiento de los fines del Estado. La administración pública, en todos sus órdenes, tendrá un
control interno que se ejercerá en los términos que señale la ley".
1.7.1. Imparcialidad
1111 Ya varios de esos principios existían en el artículo 3° del Código Contencioso Administrativo - De
creto 01 de 1984. En ese mismo sentido, el artículo 3o de la Ley 489 de 1998 relacionó varios de esos
principios.
115 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
116 Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 26 de septiembre de 2019, expediente 11001-03-25-
000-2011-00337-00 (1285-2011), C.P. William Hernández Gómez.
68 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Se tendrá en cuenta que las normas que fijan los procedimientos de selección con
tractual se utilicen para agilizar las decisiones, que los procedimientos se adelanten en el
menor tiempo y con la menor cantidad de gastos de quienes intervienen en ellos, que no
se exijan más documentos y copias que los estrictamente necesarios, ni autenticaciones
ni notas de presentación personal sino cuando la ley lo ordene en forma expresa. Y por
el principio de celeridad, las autoridades tendrán el impulso oficioso de los procedi
mientos, suprimirán los trámites innecesarios, utilizarán formularios para actuaciones
en serie cuando la naturaleza de ellas lo haga posible y sin que ello revele a las autorida
des de la obligación de considerar todos los argumentos y pruebas de los interesados.
En materia contractual, el principio de economía y celeridad se traduce en la fija
ción de varios deberes tendientes a evitar demoras injustificadas en la tramitación de los
procesos de selección o en la solución de dificultades contractuales, al igual que prohí
be la exigencia de requisitos innecesarios que pueden entorpecer el normal desarrollo
de un proceso de contratación, como podría acontecer, por ejemplo, cuando se piden
formatos, anexos y otros documentos que sustancialmente nada aportan a la escogencia
del contratista y, en razón de ellos, se afecta y en algunos casos se impide la oportuna
selección del colaborador de la Administración.
Ahora bien, lo que no podemos perder de vista en punto a estos principios es que las en
tidades estatales gozan de plenas facultades legales para establecer requisitos habilitantes y
otros particulares de las propuestas, que necesariamente deben ser atendidas por los intere
sados en un proceso de contratación, sin que por ese motivo se pueda acusar a los servidores
públicos de incurrir en faltas disciplinarias, pues la jurisprudencia del Consejo de Estado
ha sido clara en establecer que los proponentes deben cumplir con esa carga, lógicamente,
siempre que se trate de requisitos que sean justificados, proporcionales y razonables, según
las necesidades particulares del proceso. En ese sentido, el máximo tribunal aseguró:
"Para cumplir los fines del Estado, los servidores públicos deben armonizar la autono
mía que tienen las entidades territoriales en los procesos contractuales y el interés público,
teniendo como fundamento el principio de la proporcionalidad, como instrumento que dota
de razonabilidad el ejercicio de los competencias de la Administración Pública, y que tiene
necesaria presencia en todo el ámbito de aplicación de la actividad estatal y particularmente
en el contexto de la contratación estatal"” 7.
1.7.3. Eficacia
17 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 3 de diciembre de 2015, expedientt
31.915, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 69
males y evitando decisiones inhibitorias. Al igual que los anteriores encuentra sustento
en el principio de economía en la contratación pública, el cual propende por la obten
ción de los resultados que se buscan con esta actividad, es decir, el cumplimiento de los
fines estatales, la continua y eficiente prestación de los servicios públicos y la efectividad
de los derechos e intereses de los administrados que colaboran con las entidades públi
cas en la consecución de dichos fines estatales. Particularmente, en materia disciplina
ria, por ejemplo, el Consejo de Estado, recientemente, concluyó que el Alcalde Bogotá
tiene el deber funcional —que materializa el principio de eficacia de la función admi
nistrativa— que consiste en que debe asegurar la construcción de las obras públicas en
el Distrito118.
1.7.4. Publicidad
Las autoridades deben dar a conocer sus actuaciones y decisiones mediante las co
municaciones, notificaciones o publicaciones que ordena la ley, con el propósito de que
sean vinculantes y puedan ser acatadas por sus destinatarios. Publicidad significa anun
ciar, divulgar, difundir, informar y revelar las decisiones y su motivación para hacerlas
saber a quienes va dirigida, de manera que puedan ser obligatorias, controvertibles y
controlables.
En efecto, los posibles oferentes y la comunidad en general deben tener conocimien
to o la oportunidad de conocer tanto la convocatoria y reglas del proceso de selección
o llamado a la licitación, como los actos y hechos del procedimiento y los participantes
de presentar observaciones (art. 24, nums. 2o, 3° y 6o, L. 80/1993). La actuación de la
administración debe ser abierta al público y a los participantes o concurrentes, quienes,
incluso, en el caso de la licitación pueden hacer uso del ejercicio del derecho a la audien
cia pública (art. 24, num. 3o, L. 80/1993, en armonía con el art. 273, C.N.).
Este principio también se traduce en el correlativo derecho de los interesados de
enterarse de esas actuaciones de la administración, pedir por parte de quien demuestre
un interés legítimo información y solicitar las copias de los documentos que la integran,
con sujeción a la reserva de ley (arts. 23 y 74, C.N., art. 24, num. 24, L. 80/1993, entre
otros).
El Consejo de Estado119, incluso, llamó la atención sobre la importancia de este
principio y, frente al deber de la administración de publicar la decisión de descalificar
una oferta, aseguró lo siguiente:
118 Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 4 de abril de 2019, expediente
11001-03-25-000-2012-00560-00(2128-12), C.P. Gabriel Valbuena Hernández.
I1? Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 12 de septiembre de 2012, Expediente 24.938, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez.
70 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
120 Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 26 de septiembre de 2019, expediente 11001-03-25-
000-2011-00337-00 (1285-2011), C.P. William Hernández Gómez.
121 Sentencia del 1 de diciembre de 2015, expediente 11001-33-31-035-2007-00033-01, C.P. Luis Ra
fael Vcrgara Quintero.
Los contratos estatales en Colombia 71
1.7.6. Participación
1.7.7. Coordinación
estructuración y ejecución de los contratos estatales. De este modo, los deberes de coor
dinación que son atribuibles a los servidores públicos buscan, precisamente, alcanzar
los fines de la contratación estatal.
Así, hacen parte de los principios de la contratación estatal, no sólo los de transpa
rencia, economía, responsabilidad y equilibrio económico y financiero del contrato,
sino que también los integran los de la función administrativa, los principios generales
del derecho y los particulares del derecho administrativo.
1.8.1. Transparencia
123 Corte Constitucional, Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
124 Ese procedimiento de contratación fue nuevamente reglamentado en su momento por el Decreto
2503 de 2009.
125 Sección Tercera, Auto del 1“ de abril de 2009, Expediente 36.476, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
La providencia anterior se confirmó por el Auto del 27 de mayo de 2009 por la misma sección y con
74 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“Para la Sala, esta norma del estatuto de contratación es imperativa y de orden público
y su aplicación se refiere a todos los procesos contractuales, sin distinción de ninguna índole,
con el propósito, reiterando su texto, de que los interesados tengan la oportunidad de cono
cer y controvertir los informes de evaluación que se emitan en relación con sus propuestas,
en el evento en que consideren que presentan errores, deficiencias o equivocaciones que les
perjudique e incidan en el orden de elegibilidad [...]".
Igualmente, el numeral 8o, que enseña: Las autoridades no actuarán con desviación
o abuso de poder y ejercerán sus competencias exclusivamente para los fines previstos
en la ley. Igualmente, les será prohibido eludir los procedimientos de selección objetiva
y los demás requisitos previstos en el presente estatuto. En esta última disposición legal,
entre otros aspectos, encontramos la fuente normativa de la figura del “fraccionamiento
de los contratos estatales”. Y tenemos que se trata de una práctica de la administración
para evitar realizar los procesos de selección objetiva regulados en la ley (licitación pú
blica, selección abreviada, concurso de méritos, contratación directa, mínima cuantía).
Tal sería el caso de acudir a un mecanismo de contratación por menor cuantía (selec
ción abreviada) cuando en realidad se requiere de una licitación pública y se hacen va
rios procesos, que mezclan el mismo objeto. En esos casos, evidentemente, podría estar
desconociéndose el principio de transparencia, pues por la vía de una modalidad de
escogencia de contratistas —menor cuantía— se eludiría la que resultara aplicable —li
citación pública—.
El Consejo de Estado126, por su parte, se ha ocupado de pronunciarse sobre contro
versias contractuales en las que se advierte el fraccionamiento de contratos estatales y ha
descrito esa práctica malsana así:
"Finalmente, esta corporación, en sentencia del 3 de octubre de 2000, expresó que los
principios de la contratación estatal se violan cuando se celebran directamente varios contra
tos, cada uno de menor cuantía y todos con el mismo objeto, si sumadas sus cuantías resulta
ser que se contrató un objeto único, por cuantía superior, que por lo mismo debió ser materia
de licitación o concurso. Y eso es fraccionar lo que, en realidad, constituye un solo contrató,
y eludir el cumplimiento de la ley (...) Pero, ¿cuándo se trata de un mismo objeto? (...) La ley
no lo dice, pero un objeto es el mismo cuando es naturalmente uno. Dicho en otros términos,
se fracciona un contrato cuando se quebranta y se divide la unidad natural de su objeto".
A su vez, el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, con especial cuidado, disciplina cada
uno de los procesos de selección, como son la licitación pública, la selección abreviada,
la contratación directa, el concurso de méritos y la contratación de mínima cuantía,
pues se constituye en una actuación administrativa que continuamente se somete al
escrutinio jurídico por el incumplimiento del principio de transparencia y por tanto de
las reglas que dimanan de dicho principio.
la misma ponente.
126 Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 31 de enero de 2011, expediente 17.767, C.P. Olga
Valle de la Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 75
Y dentro del principio de transparencia, se tiene que existe otro que va de la mano
—antes denominado principio y hoy establecido como deber—, que encuentra susten
to normativo en el artículo 5o de la Ley 1150 de 2007, que reglamenta el deber de selec
ción objetiva, como la expresión máxima del principio de transparencia. Y el Consejo
de Estado128 ha estudiado ese deber de la administración así:
"En este sentido, la selección objetiva consiste en la escogencia de la oferta más favo
rable para la entidad, siendo improcedente considerar para ello motivaciones subjetivas.
Para tal efecto, con carácter enunciativo, la norma consagra factores determinantes para esa
elección, los cuales deben constar de manera clara, detallada y concreta en el respectivo
pliego de condiciones o términos de referencia, o en el anáfisis previo a la suscripción del
contrato si se trata de contratación directa, y que sobre todo deben apuntar al cumplimiento
de los fines estatales perseguidos con la contratación pública.
"Lo anterior significa que en la contratación, sea mediante licitación o concurso público
o contratación directa, la administración está obligada a respetar los principios que la rigen
—transparencia, economía y responsabilidad— y los criterios de selección objetiva estable
cidos en las bases del proceso para la escogencia del contratista al que se le adjudicará
el contrato por haber presentado la mejor propuesta, tales como cumplimiento, experiencia,
organización, equipos, plazo, precio, etc., los cuales deberán ser previamente analizados
y evaluados por la entidad con arreglo a las condiciones del pliego que rigen el respectivo
proceso, con el fin de determinar en forma motivada que la propuesta elegida resulta ser en
realidad la más ventajosa, de suerte que el concepto jurídico indeterminado «oferta más ven
tajosa* del artículo 29 citado puede ser susceptible de concreción en sede de revisión de la
legalidad y razonabilidad de la comparación de los ofrecimientos, por cuanto esta actividad
no es discrecional ni arbitraria, sino reglada, en tanto pone a la administración en frente del
inequívoco camino de elegir aquella oferta que se ajusta a dichas condiciones y adjudicar al
proponente que supera a los demás".
127 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
128 Ibíd.
76 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
ten las consideraciones subjetivas y discrecionales, y iii) que los contratistas del Estado
sean escogidos previa al ponderación129 debida de los factores puntuables de conformi
dad con las reglas dispuestas según el tipo de procedimiento de selección consagrado
por el ordenamiento jurídico, tales como la licitación pública, la selección abreviada, el
concurso de méritos, la contratación directa y la contratación de mínima cuantía.
Ahora bien, existe discusión en cuanto a la naturaleza de principio o no del deber de
selección objetiva, pues, aunque no está rotulado como tal, creemos que está estructu
rado de ese modo. La simple denominación que la Ley 80 de 1993 le da no es el único
criterio para señalar que es o no principio. Lo cierto es que de él surgen varios mandatos
y reglas que sin dudas, creemos, lo muestran como un verdadero principio. La doctrina
concuerda con nuestro criterio y, con mucho atino, apunta lo siguiente:
"Pese a todo lo anterior, en pocas ocasiones este deber también ha recibido el trata
miento de ‘principio» por parte de la jurisprudencia, la doctrina e, incluso, del Ejecutivo
en decretos como el 268 J de 1993. Creemos que esta aproximación es acertada y tiene
sustento legal, puesto que la misma ley 80 en el parágrafo 2° del artículo 24 dispuso el regla
mento de contratación directa debía desarrollar los «principios» de economía, transparencia
y selección objetiva"30.
129 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 11 de octubre de 2021, Expediente
50.786, C.P. Frcdy Ibarra Martínez.
130 Deik Acostamadiedo, Carolina, Guía de contratación estatal: Deber de planeacióny modalidades de
selección, Buenos Aires, Editorial Abeledo Perrot, 2014, p. 33.
131 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
132 Son aquellos requisitos o condiciones mínimas que deben cumplir los interesados en un proceso de
selección para poder participar en este, sin que tales exigencias le otorguen, por regla general, puntaje
a su propuesta. Así sería el caso de tener una experiencia de x años para participar o contar con una
capacidad financiera x para el mismo fin.
133 Son aquellos factores o requisitos que sí dan puntaje y permiten establecer cuál es la mejor propuesta
para la entidad. Es decir, se trata de condiciones que sí son evaluables y que deciden la suerte de un
proceso de selección. Así sería el caso del menor precio en un proceso de selección.
Los contratos estatales en Colombia 77
134 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
135 Se presentaron varias de demandas en ejercicio de la acción de simple de nulidad contra el Decreto
2170 de 2002. Todas esas demandas fueron acumuladas y decididas finalmente por la Sección Terce
ra del Consejo de Estado, en la Sentencia del 3 de diciembre de 2007, expediente 24.715 (acumula
do), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
136 El Consejo de Estado se pronunció frente al contenido de algunos de los requisitos habilitantes así:
“En efecto: LA CAPACIDAD FINANCIERA: se establece con base en el patrimonio, a partir de la
liquidez medida como activo corriente sobre pasivo corriente; y del nivel de endeudamiento medido
como pasivo total sobre activo total, con base en la última declaración de renta y el último balance
comercial.
“LA CAPACIDAD TECNICA: se determina conforme al personal vinculado y a los socios o due
ños de la empresa.
“LA CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN: se evalúa conforme con los ingresos operacionales. Y
“LA CAPACIDAD MÁXIMA DE CONTRATACIÓN: resulta de la suma de puntajes obtenidos
al evaluar los factores de experiencia, capacidad financiera y capacidad técnica” (mayúscula es del tex
to original; Sección Tercera, Sentencia del 26 de abril de 2006, expediente 15.188, C.P. María Elena
Giraldo Gómez).
137 Ver www.colombiacompra.gov.co.
78 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, es importante hacer alusión a la reglamentación de las leyes 1882 de
2018 y 2022 de 2020, frente a la regulación de los documentos tipo, entre otros, a través
de los Decretos 342 de 2019141, el Decreto 2096 de 2019, el Decreto 594 de 2020 y las
Resoluciones expedidas por Colombia Compra Eficiente, en virtud de la atribución
conferida al Gobierno nacional por el artículo 4U de la Ley 1882 de 2018, que busca fijar
criterios unificados en materia de exigencias para seleccionar contratistas, no solo con la
fijación de los requisitos habilitantes, sino también con los ponderables, los cuales serán
determinados por Colombia Compra Eficiente. Esta nueva regulación, evidentemente,
no contendrá únicamente las precitadas condiciones —obligatorias para las entidades
estatales sujetas a la Ley 80 de 1993—, sino que además serán imperativas para los ser
142 En ese sentido, el inciso final del artículo 2.2.1.2.6.1.3 del Decreto 1082 de 2015 prevé: Las dis
posiciones definidas por la Agencia Nacional de Contratación Pública - Colombia Compra Eficiente
son de obligatorio cumplimiento por parte de las entidades estatales sometidas al Estatuto General de
Contratación.
145 Ver www.colombiacompra.gov.co
111 Sección Tercera, Sentencia del 26 de abril de 2006, expediente 15.188, C.P. María Elena Giraldo
Gómez y Subsección C, Sentencia ¿el 26 de febrero de 2014, expediente 25.804, C.P. Enrique Gil
Botero.
145 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, Auto del 20 de febrero de 2019, expediente
61.463, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
80 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
De otro lado, la misma norma advierte que tales requisitos de habilitación de pro
ponentes se verificarán por las Cámaras de Comercio, lógicamente para aquellos casos
donde sea exigible el registro147. Aquí la ley conserva una misma línea, en cuanto fija el
mecanismo único para corroborar el cumplimiento de los requisitos habilitantes, pues
eso implica más eficiencia y menos desgaste administrativo. Queda pues como gran
desafío la correcta y efectiva implementación del registro de que trata el artículo 6°
de la Ley 1150 de 2007, reglamentado por el Decreto 1082 de 2015 y sus posteriores
146 Sección Tercera, Sentencia del 4 de junio de 2008, expediente 17.783, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar.
147 El inciso 2" del artículo 6" de la Ley 1150 de 2007, modificado por el artículo 221 del Decreto 019
de 2012, señala en que casos no se exige el registro, así: No se requerirá de este registro, ni de calificación
ni de clasificación, en los casos de contratación directa; contratos para la prestación de servicios de salud;
contratos cuyo valor no supere el diez por ciento (10%) de la menor cuantía de la respectiva entidad;
enajenación de bienes del Estado; contratos que tengan por objeto la adquisición de productos de origen
o destinación agropecuaria que se ofrezcan en bolsas de productos legalmente constituidas; los actos y
contratos que tengan por objeto directo las actividades comerciales e industriales propias de las empresas
industriales y comerciales del Estado y las sociedades de economía mixta y los contratos de concesión de
cualquier índole. En los casos anteriormente señalados, corresponderá a las entidades contratantes cum
plir con la labor de verificación de las condiciones de los proponentes.
Los contratos estatales en Colombia 81
modificaciones. Será de gran utilidad la obligatoriedad del registro para estos fines, con
lo que se evitará, además del desgaste propio de la función directa de verificación a
cargo de la administración, el uso desmedido, y en algunos casos abusivo, de la con
frontación directa de cumplimiento de los requisitos habilitantes de los proponentes.
Lamentablemente, quedan por fuera de la obligatoriedad del registro un gran número
de objetos contractuales, lo que en últimas mantiene la competencia de las entidades
estatales para verificar directamente las condiciones de habilitación de los proponentes
por parte de la administración, lo que al final se constituye en deberes importantes para
los participantes en dicha fase evaluativa dentro de la selección del contratista.
- Respecto de la oferta más favorable para las entidades estatales
La Ley 80 de 1993 se ocupa de indicar cuáles son los criterios a tener en cuenta para
establecer cuándo se está ante la oferta más favorable para la entidad estatal. De esta
forma, por regla general, se tendrá como tal a aquella propuesta que sea la mejor con
base en factores técnicos y económicos, obviamente con la excepción, por una parte, en
los procesos de selección de contratación de bienes y servicios de características técnicas
uniformes y la contratación de mínima cuantía, en cuyo caso el único factor a calificar
será el menor precio ofertado, y la contratación de consultorías, donde la oferta más
favorable se determinará con base en factores técnicos, experiencia del oferente y del
equipo de trabajo. Además, lo anterior será sin perjuicio de las condiciones de habilita
ción de la propuesta que serán fijadas por la administración al momento de abrir los co
rrespondientes procesos de selección. En el aspecto reglamentario, el Decreto 1082 de
2015 regula lo relativo a los factores para determinar cuál es la oferta más favorable para
las entidades estatales, según el proceso de selección de que se trate. Además, no puede
perderse de vista la reglamentación de los documentos tipo, pues será indispensable
atender perentoriamente las reglas allí fijadas a efectos de ponderar la oferta más favo
rable, tratándose de los objetos contractuales que se contraten bajo tales instrumentos.
Por otro lado, respecto de los procesos de contratación que no estén sujetos a la
Ley 80 de 1993 —régimen de empresas de servicios de públicos de carácter oficial, por
ejemplo—, será la regulación especial o las condiciones establecidas en los manuales
internos de contratación las que fijarán las reglas de ponderación y escogencia de los
contratistas, sin que sea jurídicamente correcto querer aplicar las disposiciones del de
ber de selección objetiva dispuestas en la precitada ley. En este punto, es importante
precisar que las reglas aplicables serán distintas en tanto así está permitido por la Ley
1150 de 2007 que dan paso a las normas especiales en las que se indique su régimen
contractual, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 55 de la ley 2195 de 2022 que
estableció unas pautas para la aplicación de los documentos tipo a entidades de régimen
especial de contratación.
Por otro lado, vale la pena referirse a las novedades que en materia de contratación
estatal —tanto para el régimen de ley 80 de 1993 como para los exceptuados—, incluyó
82 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
la ley 2069 de 2020, pues previo unas disposiciones especiales en lo que concierne con el
deber de selección objetiva y en ese sentido dispuso: (i) estableció criterios diferenciales
en el tratamiento y asignación de puntajes para las mypimes al igual que para empren
dimientos y empresas de mujeres dentro del sistema de compras públicas; (ii) reguló la
promoción y acceso de la mypimes al sistema de contratación pública; (iii) determinó
reglas para que se hagan convocatorias limitadas para promover la contratación de las
mypimes; (iv) fijó un sistema nuevo de desempate de ofertas al interior de los procesos
de contratación; (v) incluyó un deber de promover la contratación de tecnología e in
novación dentro del sistema de compras públicas.
Particularmente, las reglas derivadas del principio de selección objetiva tienen
una doble dimensión pues por un lado se ocupan de indicar cuáles serán los requisi
tos habilitantes —pasa o no pasa— y por otro lado, señala cuáles son los propiamente
ponderables, es decir, los que son determinantes a la hora de escoger a un contratista.
De este modo, de acuerdo con la jurisprudencia del Consejo de Estado, los factores de
ponderación “corresponden al objeto [del contrato] (...), sus especificaciones técnicas, su
precio, etc., [y] constituyen, propiamente, lo ofrecido por los participantes y que es materia
de comparación entre las distintas ofertas, para escoger entre ellas la másfavorable para la
administración”^.
Actualmente, el régimen de la ley 80 de 1993, prevé como factores de ponderación
los siguientes: i) el precio; ii) la oferta técnica148
149 o de calidad150 o el ofrecimiento adi
cional; iii) el tratamiento de bienes y servicios de origen nacional de que trata la ley 816
de 2003151; iv) el incentivo152 del empleo de personal con discapacidad o el de empresas
de vigilancia y seguridad privada o cooperativas de vigilancia y seguridad privada153 por
las edades del personal ofrecido dentro de las licitaciones públicas; iv) la experiencia
—consultorías e Ínterventorías— y v) los factores previstos en la ley 2069 de 2020154 y
vi) los factores de desempate dispuestos también en la ley 2069 de 2020155.
148 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 16 de agosto de 2018, Expediente 37339, C.P. Stella
Conto Díaz Del Castillo.
119 La ley 2020 de 2020 prevé la posibilidad de descontar puntaje en el factor de calidad a aquellas pro
puestas presentadas por contratistas que aparezcan con anotaciones en el Registro Nacional de Obras
Inconclusas por incumplimientos contractuales que le hayan sido atribuibles. Ver Concepto C-l 10
de 2021, Colombia Compra Eficienze.
15(1 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 15 de mayo de 2017, Expediente
36.476, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
151 Ver Decreto 1082 de 2015 y Decreto 680 de 2021.
152 Así también se tienen con los emprendimientos y empresas de mujeres o las compras locales a peque
ños productores y productores de la agricultura campesina, familiar y comunitaria. Ver Decreto 248
de 2021.
153 Decreto 1279 de 2021.
154 Ver Decreto 1860 de 2021.
155 Ver Decreto 1860 de 2021.
Los contratos estatales en Colombia 83
156 Dicho decreto entró a regir para los nuevos procesos de selección que se surtieron desde el 24 de
marzo de 2022.
157 Consultar Ley 2138 de 2021 que regula las empresas lideradas por mujeres.
84 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1.8.2. Economía
158 Corte Constitucional, Sentencia C-818 de 2005, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
I5? Al respecto se puede consultar: Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 25 de febrero de
2009, expediente 15.797, C.P. Myrum Guerrero de Escobar.
160 Sobre el particular, el Consejo de Estado, señaló: “En esta línea de pensamiento, resulta claro que
el rechazo o la descalificación de ofertas no puede depender de la libre discrecionalidad de la admi
nistración, en la medida en que el oferente adquiere el derecho de participar en el procedimiento
de selección y se genera para el una situación jurídica particular, en consecuencia, para rechazar o
Los contratos estatales en Colombia 85
descalificar una propuesta la entidad pública debe sujetarse a determinadas reglas consistentes en
que las causales que dan lugar a ello se encuentren previamente establecidas en la ley o deriven del
incumplimiento de requisitos de la propuesta o de la omisión de documentos referentes a la futura
contratación que sean necesarios para la comparación de las propuestas, de conformidad con lo esta
blecido en el numeral 15 del artículo 25 de la Ley 80 de 1993, puesto que la causa cxcluycntc debe
ser razonable, esencial y proporcionada, toda vez que no tendría justificación excluir una propuesta
por una deficiencia que no tenga incidencia alguna en la contratación” (Sección Tercera, Sentencia
del 4 de junio de 2008, expediente 17.783, C.P. Myriam Guerrero de Escobar). Ver también Sección
Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26 de febrero de 2014, Expediente 25.804, C.P. Enrique Gil
Botero, Subsección “B” Sentencia de 22 de agosto de 2019, Expediente 38.995, C.P. Alberto Mon
taña Plata y Subsección “A”, Sentencia de 3 de abril de 2020, Expediente 61.487, C.P. Marta Nubia
Velásquez Rico.
161 Ley 80 de 1993, artículo 3".
86 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
162 Sala de Casación Penal, Sentencia del 10 de octubre de 2007, expediente 26.076, M.P. Sigifredo
Espinosa Pérez. En ese caso la Corte juzgó la conducta de un funcionario público que celebró va
rios contratos estatales sin contar previamente con el estudio de conveniencia y oportunidad. Allí
la Corte, sobre el principio de planeación, expresó: “[...] resulta ser un requisito de la esencia de los
contratos estatales, según dimana del artículo 25, numeral 12 de la Ley 80 de 1993, conforme al cual
la administración está obligada a realizar los estudios, diseños y proyectos requeridos y elaborar los
pliegos de condiciones o términos de referencia con antelación al procedimiento de selección del
contratista o a la firma del contrato, exigencia que se explica en la medida que «la contratación admi
nistrativa no es, ni puede ser, una aventura, ni un procedimiento emanado de un poder discrecional,
sino, por el contrario, es un procedimiento reglado en cuanto a su planeación, proyección, ejecución
e interventoría, orientado a impedir el despilfarro de los dineros públicos»”.
163 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 16 de agosto de 2006, expediente 15.162, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez. En esa misma línea se pueden consultar las sentencias de la misma Sec
ción del 31 de agosto de 2006, expediente 14.287, C.P. Mauricio Fajardo Gómez, del 29 de agosto
de 2007, expediente 14.854, C.P. Mauricio Fajardo Gómez, del 13 de agosto de 2008, expediente
21.484, C.P. Myriam Guerrero de Escobar, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 8 de no-
Los contratos estatales en Colombia 87
“En virtud del mismo resulta indispensable que la entidad estatal elabore, antes de iniciar
un procedimiento de selección contractual, los estudios y análisis suficientemente serios y
completos, encaminados a determinar, entre muchos otros aspectos relevantes: (i) la verda
dera necesidad de la celebración del respectivo contrato; (iij las opciones o modalidades
existentes para satisfacer esa necesidad y las razones que justifiquen la preferencia por la
modalidad o tipo contractual que se escoja; (iii) las calidades, especificaciones, cantidades
y demás características que puedan o deban reunir los bienes, las obras, los servicios, etc.,
cuya contratación, adquisición o disposición se haya determinado necesaria, lo cual, según
el caso, deberá incluir también la elaboración de los diseños, planos, análisis técnicos, etc.;
jivj los costos, valores y alternativas que, a precios de mercado reales, podría demandar la
celebración y ejecución de esa clase de contrato, consultando las cantidades, especificacio
nes, cantidades de los bienes, obras, servicios, etc., que se pretende y requiere contratar,
así como la modalidad u opciones escogidas o contempladas para el efecto; (vj la dispo
nibilidad de recursos o la capacidad financiera de la entidad contratante, para asumir las
obligaciones de pago que se deriven de la celebración de ese pretendido contrato; (vij la
existencia y disponibilidad, en el mercado nacional o internacional, de proveedores, cons
tructores, profesionales, etc., en condiciones de atender los requerimientos y satisfacer las ne
cesidades de la entidad contratante; (viij los procedimientos, trámites y requisitos que deban
satisfacerse, reunirse u obtenerse para llevar a cabo la selección del respectivo contratista y
la consiguiente celebración del contrato que se pretenda celebrar".
viembre de 2016, Expediente 47.336, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico; Subsección “C”, Sentencia
de 8 de junio de 2018, Expediente 38.120, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas; Subsccción “A”,
Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente 59.309, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
llM Sentencia T-442 de 2014, M.P. Gabriel Mendoza Martelo.
165 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente
43.055, C.P. María Adriana Marín.
166 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicios Civil, Concepto 2.150 del 30 de octubre de 2013,
C.P. William Zambrano Cetina.
167 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente 64.033, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
88 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
168 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente 64.033, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
169 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 24 de abril de 2013, expediente
27.315, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección C, Sentencia del 13 de junio de 2013,
expediente 26.637, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa —providencia que fue dejada sin efec
tos por virtud del fallo de tutela proferido por la Sección Cuarta de la misma Corporación, Sentencia
del 21 de agosto de 2014, expediente 11001031500020130191900, C.P. Hugo Bastidas—; Subsec
ción A, Sentencia del 13 de noviembre de 2013, expediente 23.829, C.P. Hernán Andrade Rincón y
Subsección C, Sentencia del 20 de octubre de 2014, expediente 26.637, C.P. Jaime Orlando Santofi-
mio Gamboa.
170 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente
59.309, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico y Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expe
diente 50.317, C.P. María Adriana Marín.
171 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 14 de diciembre de 2016, Expe
diente 32.109, C.P. Ramiro Pazos Guerrero; Sentencia de 30 de mayo de 2018, Expediente 39.498,
C.P. Ramiro Pazos Guerrero; Subsección “A”, Sentencia de 19 de junio de 2020, Expediente 44.420,
C.P. María Adriana Marín.
1/2 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de diciembre de 2019, Expe
diente 61.943, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
17} Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente
59.309, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 89
y como lo ha concluido con total acierto la jurisprudencia del Consejo de Estado. En ese
sentido, el máximo Tribunal, aseguró174:
"Es común que el contratista sea el encargado de elaborar los análisis de precios en
forma consistente con los costos, en el caso de proponer las adiciones y modificaciones al
contrato, de manera que, en ese evento, como conocedor de la contratación en curso, se le
exige definir con suficiencia los requerimientos de plazo y valor, por ello, respecto del contra
tista, se predica también la carga de planear adecuadamente las modificaciones, en orden
a establecer los requerimientos sobre los cuales se construyen las obligaciones contractuales".
174 Consejo de Estado, Subsccción “A”, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente 59.309, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico y Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo de 2021, Expediente 42.135, C.P.
María Adriana Marín.
175 Ahora bien, la adición, el contrato adicional o la modificación contractual, para los efectos de la Ley
80 de 1993, tienen el mismo significado pues implican un cambio de las condiciones contractuales.
El tema se estudiará más adelante.
176 Juan Camilo Restrepo define la vigencia futura como “la autorización impartida para afectar presu
puestos futuros con apropiaciones autorizadas con antelación a la aprobación de dichos presupues
tos. Es, evidentemente, una excepción al principio de anualidad, puesto que la autorización de dichos
se formaliza antes de que se aprueben las vigencias en las que se van a ejecutar; y a su turno, la vida
jurídica de dichas autorizaciones se prolonga a lo largo de varias vigencias” (Derecho presupuestal,
primera edición, Bogotá, Editorial Legis, 2007, p. 186).
177 Juan Camilo Restrepo señala que: “consisten en un gasto debidamente comprometido pero el cual
al 31 de diciembre de cada año el Estado no ha recibido los bienes y servicios para los cuales com
prometió apropiación” (ibídem, p. 172). Por su parte, el Consejo de Estado, sobre la aplicación de
la figura de las reservas de apropiación, aseguró lo siguiente: “Ahora bien, en cuanto a las reservas
presupuéstales, se observa que cuando la entidad estatal celebra un contrato, está obligada a efectuar
el registro presupuestal correspondiente, con la finalidad de asegurar los recursos destinados al pago
de las obligaciones surgidas de los contratos que celebra y si surge la necesidad de efectuar pagos en la
siguiente vigencia fiscal, debe acudir a las reservas presupuéstales, para asegurar tales pagos” (Sección
Tercera, Subsección B, Sentencia del 28 de febrero de 2013, expediente 25.199, C.P. Danilo Rojas
Betancur).
17S Juan Camilo Restrepo señala que se aplica la figura cuando los bienes y servicios que se buscaba
recibir con el compromiso de la apropiación correspondiente ya los recibió el Estado, pero no los ha
pagado al 31 de diciembre (ibídem, p. 173).
90 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
179 Ver nuevo régimen de vigencias futuras ordinarias para el Distrito de Bogotá previstas en el artículo
14 de la ley 2116 de 2021.
lfi0 Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1520 del 23 de octubre de 2003, C.P. Augusto Trejos Ja-
ramillo. Ver Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 12 de agosto de 2014, expediente 28.565,
C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 91
y iv) la autorización clara al ordenador del gasto para que suscriba y perfeccione los
compromisos.
Otro asunto de mucho cuidado en la administración, al momento de comprome
ter recursos del presupuesto para el pago de contratos estatales, es el atinente con el
respeto al cumplimiento de la finalidad constitucional o legal de los dineros públicos
y su destinación. Es bien sabido que las administraciones se nutren de diversas fuentes
de financiación provenientes de recursos propios y de otros ingresos (Sistema General
de Participaciones181, recursos del Sistema General de Regalías182, etc.). Evidentemente
un municipio no podrá destinar recursos para el pago de contratos con cargo a la
Participación de Salud para la construcción de una escuela pública. El principio de pla-
ncación, también, impone la conformidad entre el régimen prcsupucstal, la naturaleza
del recurso, su destinación y el objeto del respectivo contrato estatal.
De otro lado, el Decreto 1082 de 2015, con el objeto de preservar el principio de
economía y de planeación, es contundente en establecer exigencias para la fundamen-
tación de los procesos de selección y varios aspectos esenciales que regularán la futura
contratación, incluyendo los riesgos previsibles que puedan impedir el logro que se pre
tende obtener con la respectiva contratación. Las disposiciones que desarrollan el alcan
ce del principio de planeación, en materia contractual, se hallan en el Decreto 1082 de
2015 para el caso del régimen de la Ley 80 de 1993 y para los otros contratos exceptua
dos, de conformidad con las normas especiales o los manuales internos de contratación
que resulten aplicables. El aspecto económico del contrato estatal se reitera para evitar
que: i) la administración se quede sin recursos para terminar la ejecución de un contra
to; ii) la administración no cuente con recursos para pagar los profesionales que eva
luarán un proceso de selección en concreto; iii) la administración tenga un presupuesto
en déficit respecto a los reales costos de un contrato determinado; iv) la administración
no asuma el pago por desequilibrios económicos ocasionados por actuaciones que eran
previsibles y estaban bajo el control del contratista.
Otra novedad que se advierte con el contenido del Decreto 1082 de 2015 consiste
en la exigencia a cargo de las entidades estatales de elaborar los correspondientes estu
dios del sector, lo que se constituye en una manifestación nueva de ese deber general
de planeación. El análisis del sector debe cubrir tres aspectos esenciales del mercado, a
saber: i) aspectos generales, ii) estudio de demanda y iii) estudio de oferta. Colombia
Compra Eficiente expidió la Guía183 para efectuar tales estudios y allí se indican cada
uno de los aspectos que se deben considerar al momento de estructurar un proceso de
contratación.
184 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B, Sentencia del 26 de julio de 2012, expediente
22.756, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
185 Vedel, Georges, Derecho administrativo, sexta edición, Madrid, Editorial Biblioteca Jurídica Aguilar,
1980, p. 209.
Los contratos estatales en Colombia 93
186 Ver Rodríguez Rodríguez, Libardo, El equilibrio económico en los contratos administrativos, primera
edición, Bogotá, Editorial Tcmis, 2009.
187 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 17 de marzo de 2021, Expediente
55.701, C.P. Alberto Montaña Plata.
188 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción A, Sentencia del 31 de enero de 2019, expediente
37.910, C.P. María Adriana Marín y Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre
de 2021, Expediente 48.815, C.P. Fredy Ibarra Martínez.
189 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 31 de enero de 2019, expediente
37.910, C.P. María Adriana Marín.
190 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 16 de agosto de 2006, expediente AP-2003-
02084-01, C.P. Ruth Stella Correa Palacio. En esta providencia, el Consejo de Estado avaló un pago
que se le hizo al contratista a quien se le terminó unilateralmente el contrato estatal porque las exi
gencias del servicio público lo imponían.
94 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Nótese, que la norma está redactada de forma imperativa, es decir, la entidad estatal
deberá reconocer y ordenar pagos. Es, pues, una manifestación de ese principio, cuando
se ejercitan algunas de las cláusulas excepcionales, como sería el caso de la modificación
unilateral o la terminación unilateral del contrato, por razones de interés público, que
se tenga que cumplir con una obligación legal, que será la de reconocer y pagar lo que
corresponda.
ii) La teoría del hecho del príncipe. El profesor Libardo Rodríguez191 sostiene que
en la actualidad el concepto de hecho del príncipe es utilizado con varias acepciones,
es decir, en sentido lato y en sentido estricto. En el primero, es cuando existe una in
tervención de los poderes públicos que afectan de manera directa o indirecta la ejecu
ción de un contrato. En sentido estricto, se identifican aquellos actos provenientes de
la autoridad pública contratante que aquejan la ejecución del contrato. El Consejo de
Estado192, en el 2003, optó por precisar la aplicación del concepto de hecho del príncipe
en sentido estricto y sostuvo: "La Sala considera que solo resulta aplicable la teoría del
hecho delpríncipe cuando la norma general que tiene incidencia en el contrato es proferida
por la entidad contratante. Cuando la misma proviene de otra autoridad se estaría frente
a un evento externo a las partes que encuadraría mejor en la teoría de la imprevisión”.
Con esta nueva posición, la Sección Tercera optó por darles tratamiento de hecho de
príncipe solo a aquellos actos de carácter general que atañen el equilibrio económico del
contrato y que sean dictadas por ella misma como entidad pública contratante. Meses
más tarde, la misma Sección193 extendió la aplicación de la teoría del hecho del príncipe
a eventos cuando los actos de carácter general son proferidos por entidades del mismo
orden de aquella que es contratante y que alteran el equilibrio económico del contrato.
En ese sentido, la Sección194 agregó:
"De tal manera que, si la medida proviene de otra autoridad pero que pertenece a la
misma persona jurídica contratante, será posible hablar de la existencia del hecho del prín
cipe, siendo el caso típico el de la Nación, persona jurídica que actúa a través de diversos
representantes, pero sin dejar de ser ella misma quien toma las decisiones o asume las obli
gaciones contractuales correspondientes, así como la responsabilidad que de las mismas se
pueda derivar".
Por otro lado, la jurisprudencia195 se ha ocupado de señalar cuáles son los requisitos
para que sea procedente la aplicación de la teoría del hecho del príncipe, a saber: i) la ex
pedición de un acto general y abstracto; ii) la incidencia directa o indirecta del acto en
Nótese cómo una decisión administrativa de carácter general adoptada por una en
tidad territorial, que a su vez era concedente y tenía vigente un contrato de concesión,
afectó el equilibrio económico del negocio jurídico en tanto disminuyó los ingresos
del proyecto que estaban destinados a remunerar la actividad del contratista particular.
iii) La teoría de la imprevisión. El profesor Libardo Rodríguez196197 describe el conte
nido de la teoría como aquellos eventos anormales, imprevistos y extraños a los contra
tos que surgen durante la ejecución del contrato estatal y con posterioridad a su celebra
ción y que alteran las condiciones de cumplimiento que se tienen en cuenta al momento
de pactar las prestaciones debidas haciendo más gravosa y onerosa su ejecución —que
no imposible—. Por su parte, el Consejo de Estado198 describe la imprevisión así: “Se
196 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 30 de enero de 2013, expediente
24.020, C.P. Enrique Gil Botero.
197 Rodríguez Rodríguez, Libardo, Op. cit., p. 96.
198 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 29 de mayo de 2003, expediente 14.577, C.P.
Ricardo Hoyos Duque.
96 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es decir que, dependiendo del hecho alterador del equilibrio económico del con
trato estatal, así será la obligación que le asistirá al contratista que reclama el restableci
miento, que, como ya se indicó, variará de si se trata del hecho del príncipe o de la teoría
de la imprevisión, siendo que, en este último caso, la ayuda económica consistirá en lle
var a un punto de no pérdida a quien lo sufre y no de reparar integralmente el perjuicio,
como sí pasará cuando se este ante un hecho típico del príncipe.
iv) El incumplimiento contractual. La última modalidad que puede originar el des
equilibrio económico de un contrato estatal es el incumplimiento prestacional, aunque
esa causal genera bastante discusión, pues como lo advierte el profesor Rodríguez204:
“El incumplimiento de las obligaciones a cargo de laspartes del contrato es el evento respecto
del cual existe mayor discusión sobre su pertinencia o no a la teoría del equilibrio económico
del contrato, discusión que por sí misma constituye un problemajurídico”.
De esta forma, se predica la existencia de un desequilibrio económico del contrato,
cuando alguna de las partes incumple las obligaciones pactadas en el negocio jurídi
co estatal y con ello ocasiona perjuicios económicos a la otra parte. Sobre el punto, el
Consejo de Estado205 ha expresado:
"Conductas tales como las siguientes: no pagar oportunamente las cuentas de cobro, no
aprobar oportunamente los diseños o planos, no entregar la documentación correspondiente
para el desarrollo de los trámites preliminares y ordenar en forma extemporánea la adición,
supresión y cambios de las obras, etc. constituyen modalidades de incumplimiento en la ad
ministración con claras incidencias para la economía del negocio jurídico
203 La linca jurisprudencial del Consejo de Estado en materia de efectos del desequilibrio económico del
contrato con base en la teoría de la imprevisión es la indemnización del contratista hasta el punto de
no pérdida, sin que este implique el pago del lucro cesante que haya podido sufrir. Posición que se
encuentra reforzada por la derogatoria que de los apartes del numeral Io del artículo 3o de la Ley 80
de 1993 realizó expresamente el artículo 32 de la Ley 1150 de 2007.
204 Rodríguez Rodríguez, Libardo, Op. cit., p. 132.
21)5 Sección Tercera, Sentencia del 29 de abril de 1999, expediente 14.855, C.P. Daniel Suárez Hernán
dez y Subsección B, Sentencia del 29 de octubre de 2012, expediente 21.429, C.P. Danilo Rojas
Bctancur.
98 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
2WS Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 17 de marzo de 2021, Expediente
55.701, C.P. Alberto Montaña Plata.
207 Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 18 de enero de 2012, expediente 20.459, C.P. Olga
Valle de De La Hoz y Subsección B, Sentencia del 29 de octubre de 2012, expediente 21.429, C.P.
Danilo Rojas Betancourth y Subsección B, Sentencia del 28 de febrero de 2013, expediente 21.466,
C.P. Danilo Rojas Betancur y Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 31 de enero de 2019,
expediente 37.910, C.P. María Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 99
contrato en virtud de las normas de la ley 80 de 1993 o incluso ante los jueces si no se
produjo un arreglo.
Creemos que un asunto de dicha envergadura que afectó al mundo entero no pue
de ser resuelta simplemente a la luz de las reglas derivadas del principio del equilibrio
económico y financiero del contrato estatal, ya sea por la aplicación de la teoría de la
imprevisión o excepcionalmente del hecho del príncipe, sino por otros principios como
el de solidaridad, como en su momento lo propuso el profesor Gonzalo Suárez Beltrán
en una de las charlas en las que participó como conferencista en el Colegio Colombiano
de Abogados Administrativistas o incluso bajo otros parámetros.
Finalmente, llama la atención una reciente posición del Consejo de Estado208 en la
que se reiteró acertadamente que en los contratos estatales sujetos al régimen de dere
cho privado —no sujetos a la ley 80 de 1993— no resulta procedente aplicar el prin
cipio del equilibrio económico y financiero pues dichas relaciones están por fuera del
alcance de tales reglas y por el contrario se deben someter a las previsiones del artículo
868 del Código de Comercio.
208 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 10 de febrero de 2021, Expediente 47,068, C.P. Mar
tín Bcrmúdcz Muñoz. Ver también Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 11 de octubre de
2021, Expediente 59.850, C.P. Alberto Montaña Plata.
20!> Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de septiembre de 2021, Expediente 57.268, C.P.
Nicolás Ycpcs Corrales.
210 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 8 de junio de 2018, Expediente
38.120, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
211 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 3 de octubre de 2019, Expediente
60.576, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico y Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de
septiembre de 2021, Expediente 57.268, C.P. Nicolás Yepes Corrales.
212 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 5 de octubre de 2016, Expediente
52.554, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
213 Modificado por el artículo 53 de la ley 2195 de 2022.
100 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por su parte, la Corte Constitucional, recientemente, disertó sobre ese mismo pun
to y el alcance de los principios de la función pública en la contratación de las entidades
sujetas a regímenes especial de contratación, como los proveedores de bienes y servicios
del sector de las TIC, y precisó214 lo siguiente:
"69. Así, la Constitución Política faculta al legislador con un amplio margen de configura
ción para organizar los entes descentralizados por servicios, dentro de las cuales está la de
diseñar la participación del Estado en las actividades económicas. Al hacerlo, la Constitución
autoriza al legislador para imponer el régimen jurídico adecuado a los actos y contratos que
celebren tales entes descentralizados, dentro de los que se encuentran, como subgrupo, las
empresas prestadoras de TIC's. [...]
"71. En efecto, el régimen pñvado previsto tiene el objetivo de garantizar la competencia
ágil con otros adores económicos privados del sector TIC's. Así, la aplicación de normas
de derecho privado a entidades públicas, como lo establece la disposición acusada, tiene
fundamento en la naturaleza de las actividades que pueden desarrollar, ya que sería inconve
niente que se rijan únicamente por las reglas del derecho público, en virtud de las actividades
propias de los servicios públicas y la concurrencia con los particulares en el mercado. De
ahí que el legislador pueda otorgarles a estas entidades capacidad de acción y gestión
inmediatas para competir en igualdad de condiciones con las empresas del sector privado.
"No se opone a la Constitución la creación de entidades administrativas descentrali
zadas sometidas al régimen de derecho privado, por cuanto estas tienen justificación en
las razones mencionadas y en la congruencia con los principios de eficacia aplicables a
la función administrativa y a la prestación de servicios públicos (artículos 209 y 365 de la
Constitución/".
214 Corte Constitucional, Sentencia C-361 de 2019, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
Los contratos estatales en Colombia 101
lado, con los principios que rigen la función administrativa215 y, por otro lado, con el
régimen de inhabilidades e incompatibilidades previsto en la Ley 80 de 1993216, sin
perjuicio de los principios que rigen la gestión fiscal que también les son aplicables.
Adicionalmente, el artículo 53 de la ley 2195 de 2022 estableció que se deben también
publicar todos los documentos relacionados con su actividad contractual en el SECOP
II o en la plataforma transaccional que haga sus veces, al igual que dispuso qué debía
entenderse por actividad contractual21' .
Por otro lado, novedoso resultad contenido del artículo 3o de la Ley 2014 de 2019,
que extendió todo el régimen de inhabilidades e incompatibilidades previstos en la Ley
80 de 1993 a cualquier proceso de contratación privada en el que se comprometan re
cursos públicos, al disponer un nuevo parágrafo así: "Parágrafo 3o, las inhabilidades e
incompatibilidades contempladas en este artículo se aplicarán a cualquier proceso de con
tratación privada en el que se comprometan recursos públicos”
La disposición normativa anterior tiene efectos importantes en la contratación que
hacen muchas entidades estatales sujetas al derecho privado y más aún frente a los par
ticulares que contratan con recursos públicos, pues todo el régimen de inhabilidades
c incompatibilidades de la Ley 80 de 1993 será aplicable a toda contratación, ya no
dependiendo que se apliquen normas o no del estatuto de contratación estatal, sino en
razón a que con ella se comprometan recursos públicos.
Ahora bien, particularmente importante resulta un criterio de la jurisprudencia218
en torno a los rasgos de la contratación de las entidades estatales sujetas al derecho pri
vado cuando se indicó lo siguiente: "De lo anterior se desprende que en tratándose de
contratos estatales sujetos a régimen privado y dentro de ellos los celebrados por Empresas
Sociales del Estado, los asuntos relacionados con: i) la selección del contratista; ii) los ele-
215 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Auto del I de agosto de 2019, expediente
62.009, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas. En dicho proveído, se concluyó: “En cuanto desarro
lla actividades comerciales en el marco de mercado regulado, según lo dispone el artículo 14 de la
Ley 1150 de 2007, se rige por las disposiciones legales y reglamentarias aplicables a sus actividades
económicas y comerciales y sus contratos se rigen por las disposiciones del derecho privado previstas
principalmente en los Códigos Civil y de Comercio y por las especiales que le sean aplicables, inter
pretadas a la luz de los principios de la función administrativa y de la gestión fiscal contemplados en
los artículos 209 y 267 de la Constitución Política”. Ver también Consejo de Estado, Sala Plena de la
Sección Tercera, Sentencia de 3 de septiembre de 2020, expediente 42.003, C.P. Alberto Montaña
Plata.
216 Régimen de inhabilidades e incompatibilidades que el artículo 3“ de la Ley 2014 de 2019 hizo exten
sivo a cualquier contratación privada que implique el compromiso de recursos públicos.
217 El inciso final del artículo 53 de la lev 2195 de 2022 previo un término de seis (6) meses como perio
do de transición.
218 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de septiembre de 2021, Expediente 57.268, C.P.
Nicolás Ycpcs Corrales.
102 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
mentos de existencia del contrato; iii) los requisitos de validez del contrato; iv) las cláusulas
contractuales y v) la ejecución y liquidación de los contratos, se rigen por las normas de
derecho privado, ya sean las del Código Civil o las del Código de Comercio”.
Por su parte, los artículos 34 y 35 de la ley 2069 de 2020, establecen que las nue
vas reglas relativas a los mecanismos de promoción de las mypimes y a los factores de
desempate de ofertas serán aplicable sin importar el régimen de contratación estatal, es
decir sea o no de ley 80 de 1993, siempre que se realice con recursos públicos.
En este orden de ideas, resulta que los principios que rigen la función administrativa
son aquellos dispuestos en el artículo 209 de la Constitución de 1991 y los artículos 3o
de la Ley 489 de 1998 y 1437 de 2011. El Consejo de Estado219, identificó cuáles son
los principios aplicables a la actividad contractual de las entidades públicas no sujetas a
la Ley 80 de 1993; en ese sentido aseguró:
" 18. Sin perjuicio de lo anterior, la Sala debe recordar que la aplicación de un régi
men privado a un contrato esteta!, que en principio significa que este no puede contener
mayores requisitos en su celebración, perfeccionamiento y ejecución a los que son exigidos
a los acuerdos entre particulares, no puede servir como justificación del desconocimiento e
inaplicación de los principios de la función administrativa y la gestión fiscal contemplados
en los artículos 209 y 267 de la Constitución Política, y en tal sentido, aún cuando no sean
previstos en los leyes civiles y comerciales correspondientes a cierto tipo de negocio jurídico,
el contrato estatal debe contener elementos que permitan su efectivización.
" 19. Así, cuando es evidente que un contrato estatal debe, en todos los casos, cumplir
con principios de la función administrativa y fiscal como la publicidad, la economía, la res
ponsabilidad de los funcionarios públicos y, sobre todo, la transparencia en las actuaciones
adelantadas, no puede pensarse en la posibilidad de un contrato que sea celebrado de una
forma que no permita el cumplimiento de estos principios220221. (...)
"21. No resulta viable la existencia de un contrato que no esté, por ejemplo, sujeto a la
posibilidad del escrutinio por parte de un organismo de control que requiera verificar el cum
plimiento de mandatos legales en su celebración o ejecución, o que en él se haya producido
una correcta ejecución fiscal {..
2I? Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 17 de octubre de 2018, expediente 11001-03-25-000-
2013-00234-00(0530-13), C.P. William Hernández Gómez.
220 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 6 de julio de 2017, radicación
25000-23-36-000-2012-00730-01(51920).
221 Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 17 de octubre de 2018, expediente 11001 -03-25-000-
2013-00234-00(0530-13), C.P. William Hernández Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 103
Así las cosas, los principios de la contratación aplicables a las entidades públicas no
sujetas a la Ley 80 de 1993, reiteramos, serán no solo aquellos descritos en el artículo
209 de la Constitución Política de 1991, sino además todos los que aparecen fijados
en el artículo 3o de la Ley 489 de 1998 y 3o de la Ley 1437 de 2011, tales como el de
economía, eficacia, moralidad administrativa, debido proceso administrativo, igualdad,
imparcialidad, buena fe, responsabilidad, participación, transparencia, publicidad, cele
ridad y coordinación, entre otros225.
El Consejo de Estado224, recientemente, unificó jurisprudencia frente a los actos
precontractuales de las empresas de servicios públicos domiciliarios y frente a la aplica
ción del artículo 13 de la ley 1150 de 2007, a los regímenes de contratación especiales
aseguró lo siguiente:
"La naturaleza privada de este tipo de actos y su consecuente régimen jurídico civil y
comercial, no obsta para que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley
1 150 de 2007, deban observarse, de manera compatible con lo anterior, los principios que
orientan la función administrativa. Tal observancia, como lo pone en evidencia la redacción
de esta disposición, no desnaturaliza el régimen jurídico descrito y, por ende, en los términos
expuestos, la naturaleza de sus actos".
En el caso colombiano, por regla general, los principios y reglas aplicables a las enti
dades estatales no sujetas a la Ley 80 de 1993 se encuentran desarrollados en los manua
les internos de contratación.
Debemos en este punto hacer una pertinente anotación, pues, aunque las entida
des estatales que se rigen por la Ley 80 de 1993 también tienen la obligación de expe
222 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 28 de junio de 2019, expediente
42.326, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
223 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 3 de septiembre de 2020, expedien
te 42.003, C.P. Alberto Montaña Plata.
22í Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 3 de septiembre de 2020, expedien
te 42.003, C.P. Alberto Montaña Plata.
104 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
225 Decreto 1082 de 2015, artículo 2.2.1.2.5.3, del Manual de contratación: Las Entidades Estatales
deben contar con un manual de contratación, el cual debe cumplir con los lincamientos que para el efecto
señale Colombia Compra Eficiente.
226 Disponible en: https://www.colombiacompra.gov.co/sites/cce_public/files/cce_documents/cce_
expedicion_manual_contratacion.pdf.
227 Colombia Compra Eficiente emitió la Circular Externa 9 de 17 de 2014, sustituida por la Circular
Unica de 2019, en la que, frente a los manuales internos para entidades sometidas a regímenes espe
ciales, señala: Para las entidades estatales que aplican regímenes especiales de contratación, el manual de
contratación es el instrumento que define los procedimientos para seleccionar contratistas.
228 En un primer momento, la jurisprudencia sostuvo: “Así, las normas demandadas son actos adminis
trativos a través de los cuales las empresas de servicios públicos domiciliarios, en este caso la ETB,
establecen reglas contractuales que les permiten desarrollar su objeto, reglas que deben respetar los
principios de la función administrativa. Se trata entonces de directrices que se trazan para lograr la
mejor prestación del servicio público, con el objeto de acercar estos servicios a los fines del Estado”
(Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 13 de abril de 2011, expediente
37.423, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa). Ver también Sentencia 28 de abril de 2021, Expe
diente 53.049, C.P. Martín Bcrmúdcz.
Los contratos estatales en Colombia 105
La tesis del Consejo de Estado frente a los principios y reglas aplicables a la contra
tación de las entidades estatales no sujetas a la Ley 80 de 1993, permite extraer varias
conclusiones: (i) no le resultan aplicables los mismos principios y reglas de la Ley 80
de 1993; (ii) pueden regular modalidades o procesos de selección al igual que para de
terminar las reglas contractuales, es decir, dichas entidades cuentan con competencia
para regular diversos aspectos en materia contractual; (iii) las normas de dicho manual
se aplican con plena validez a una organización en especial; (iv) aquello que no este
regulado en el manual interno quedará sujeto a un régimen puro de derecho privado;
(v) concluyen dos tipos de previsiones en el manual interno, como lo son las propias del
privado y las especiales que atañen con los principios de la función administrativa y (vi)
hay materias vedadas a dicha regulación, como la prohibición de regular inhabilidades o
incompatibilidades, inclusión de cláusulas excepcionales o la capacidad para contratar.
La jurisprudencia del Consejo de Estado, en asuntos disciplinarios, al juzgar sancio
nes derivadas de la comisión de faltas en materia contractual, frente a la aplicación de
los principios y reglas especiales a funcionarios que laboraron al servicio de entidades
no sujetas a la Ley 80 de 1993, sobre este mismo punto precisó:
"Con el propósito de armonizar el régimen de contratación privado a estas máximas
constitucionales, se generó un fenómeno con ocasión del cual las entidades públicas regu
ladas por él comenzaron a dictarse sus propias reglas en materia contractual. En efecto, las
características del sistema normativo aplicable en esos casos les otorgan autonomía para
expedir estatutos internos en el asunto, también llamados manuales de contratación.
"A estos se les ha reconocido la naturaleza de actos administrativos dentro de la cate
goría de reglamentos y se ha aceptado su validez bajo el entendido de que la capacidad
creadora de reglas propias del orocedimiento contractual tiene como límite aquellos asuntos
que son objeto de reserva legaP30. En esa medida, cuando la entidad decide expedir un ma
nual de contratación queda vinculada a él con la fuerza propia de los reglamentos internos,
siendo en todo caso obligatoria la sujeción a los principios de la función administrativa y de
la gestión fiscal, mientras que la remisión al derecho privado tendrá cabida en todo aquello
que no haya sido objeto de auto regulación.
"Ahora bien, en ejercicio de ese margen de libertad, es admisible que la administración
reproduzca en dichos manuales normas propias del régimen de contratación estatal, tales
como la Ley 80 de 1993 y la Ley 1 150 de 2007, cuyas reglas serían aplicables a lo largo
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, Sentencia del 24 de octubre de 2016, expediente
45.607, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
230 Ibíd.
106 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
del proceso contractual, naturalmente, no en su rango de ley sino, como se anunció, con la
fuerza que le asiste al reglamento interno"23'.
Ahora bien, interesante resulta la clasificación, que sobre los regímenes especiales de
contratación, recientemente, propuso la doctrina231 232, cuando los dividió así: (i) por el
sector específico al que pertenece la entidad233; (ii) por la entidad misma y la asignación
de un esquema legal propio234; (iii) por el objeto del contrato235, y (iii) el fondo que
administra el recurso236.
Para el caso del régimen de contratación de las empresas industriales y comerciales
del Estado y las sociedades de economía mixta en las que el Estado posea más del cin
cuenta por ciento (50%), el artículo 14 de la Ley 1150 establece una previsión particu
lar frente a este al señalar que deberán atender los principios de la función administra
tiva y el régimen de inhabilidades e incompatibilidades de la Ley 80 de 1993, los cuales
quedarán regulados en los respectivos manuales internos y se sujetarán a las normas del
derecho privado237, solo si desarrollan actividades comerciales en competencia con el
sector privado y/o público, nacional o internacional o en mercados regulados. De esta
manera, no les serán aplicables los principios y reglas de la Ley 80 de 1993, sino aquellos
que estén desarrollados en su manual interno, conforme a la prescripción del artículo 13
de la Ley 1150 de 2007, como ya se explicó.
En caso contrario, de acuerdo con el artículo 2.2.1.2.1.2.24 del Decreto 1082 de
2015, si dichas empresas o sociedades no se encuentren en situación de competencia,
tendrán que utilizar el procedimiento de selección abreviada de menor cuantía para los
contratos que tengan como objeto su actividad comercial e industrial, salvo para los
231 Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 17 de octubre de 2018, expedien
te 11001-03-25-000-2013-00234-00(0530-13), C.P. William Hernández Gómez.
232 Barrero Moreno, Antonio Alejandro, El derecho de la compra pública, primera edición, Bogotá, Lcgis
Editores, 2019, p. 244.
233 Sería el caso de los regímenes de contratación por el sector al que pertenecen; por ejemplo, el de las
universidades públicas —Ley 30 de 1992—, empresas sociales del Estado —Ley 100 de 1993—,
empresas de servicios públicos domiciliarios —leyes 142 y 143 de 1994—.
234 Como sería el caso del Banco de la República —Ley 31 de 1992—, el Fondo Nacional del Ahorro
—Ley 423 de 1998— o el Icetex —Ley 1002 de 2005—.
235 Tal es el caso, por ejemplo, de los contratos de asociación público privada —Ley 1508 de 2012— o
para la contratación con personas jurídicas sin ánimo de lucro —Decreto 092 de 2017—.
236 Como podría ser el Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales de Colombia o el Fondo de
Inversión para la Paz.
237 Previsión que no resulta novedosa pues de hecho la doctrina clásica del derecho administrativo re
conoce que las relaciones contractuales entre esas empresas y sus usuarios deben estar regidas por el
derecho privado. En ese sentido, Vedel anota: “Los contratos entre el servicio y los usuarios tienen
siempre el carácter de contratos de derecho privado aun cuando contengan cláusulas exorbitantes al
derecho común” (Vedel, Georges, Derecho administrativo, sexta edición, Madrid, Editorial Biblio
teca Jurídica Aguilar, 1980, p. 699).
Los contratos estatales en Colombia 107
Por último, es importante referirnos a ciertos eventos particulares en los que defini
tivamente esas pautas no se hallan como tales en manuales, pues son directamente la ley
o las normas jurídicas las que fijan procedimientos especiales de contratación o son las
circunstancias mismas de la contratación las que suprimen la aplicación de principios o
reglas en la materia.
En el primer caso, tenemos como ejemplo las previsiones del artículo 355 de la
Constitución Política de 1991, el Decreto 092 de 2017238239, frente a los contratos de in
terés público o los convenios especiales de cooperación regulados en el Decreto 393 de
1991 o para la contratación de los convenios de asociación establecidos en el artículo 96
de la Ley 489 de 1998. Tales normas prevén algunas reglas especiales para la selección
de contratistas y frente al régimen de los contratos o convenios allí determinados. En
estos casos, estaremos en presencia entonces de deberes a cargo de los servidores públi
cos, que ya no surgirán de la Ley 80 de 1993 —aunque algunas de sus reglas les puedan
238 Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección A, Sentencia del 27 de mayo de 2015, expediente
38.600. C.P. Hernán Andrade Rincón.
23? Varias disposiciones de este decreto fueron suspendidas provisionalmente. Consejo de Estado, Sec
ción Tercera, Subsección A, Auto del 6 de agosto de 2019, expediente 62.003, C.P. Carlos Alberto
Zambrano Barrera.
108 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
240 Sección Segunda, Subsección A, Sentencia del 24 de enero de 2019, expediente 11001-03-25-000-
2012-00340-00( 1338-2012), C.P. William Hernández Gómez.
241 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expe
diente 64.399, C.P. Alberto Montaña Plata.
242 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 30.683, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 109
con prescindencia de la etapa precontractual especialmente regulada por la ley como regla
general y con ello del respectivo procedimiento de selección del contratista, que en tiempos
de llana normalidad se habría requerido obligatoriamente".
CAPITULO III
LA PLANEACIÓN Y LA
ESTRUCTURACIÓN DEL
CONTRATO ESTATAL
245 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 8 de junio de 2018, Expediente
38.120, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
244 Expósito Velez, Juan Carlos. La configuración del contrato de la administración pública en derecho
colombiano y español, Primera reimpresión corregida y aumentada, Editorial Universidad Externado
de Colombia, Bogotá, 2004, pp. 601 y 602.
245 El Consejo de Estado, considera que hay dos etapas en la estructuración de un contrato estatal, siendo
la primera, la previa que es interna de la administración y la segunda, que es externa, con el inicio
114 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Así y frente a la primera etapa de planeación del contrato247, se observa que hacen
parte de la misma, la evaluación de varias situaciones al momento de pretender satisfa
cer una necesidad colectiva. En consecuencia, las entidades estatales, deben: i) contar
con las autorizaciones necesarias para celebrar contratos; ii) contar con los estudios
técnicos o especializados que le indiquen la forma en que podrá atender esa carencia;
iii) asegurar la disponibilidad de recursos económicos para honrar las obligaciones que
se deriven de ese negocio; iv) verificar las condiciones del mercado en que se ofrecerá la
atención de esa necesidad; v) establecer cuál será el mecanismo de selección del contra
tista; vi) contar con las licencias, permisos y autorizaciones que se requieran para reali
zar la obra, suministro o prestación de los servicios; vii) La determinación de los riesgos
previsibles que se deduzcan de la posible contratación; viii) verificar si la contratación
debe hacerse bajo el amparo de un acuerdo marco de precios o si por el contrario, deben
emplear documentos tipo a partir de las previsiones de las leyes 1882 de 2018 y 2022
de 2020 y ix) La inclusión de las contrataciones en los planes de desarrollo, bancos de
proyectos y cualquier otro trámite de aprobación que demande la futura contratación.
Adicionalmente, el artículo 4 del Decreto 1510 de 2013 —incorporado en el decre
to 1082 de 2015—, estableció una exigencia a cargo de las entidades estatales, al orde
nar la expedición y actualización de Plan Anual de Adquisiciones. A su vez, Colombia
Compra Eficiente248, expidió la Circular Externa No. 2 por la cual determina qué debe
contener y cómo se debe cargar dicho Plan —Guía para la elaboración del Plan Anual
de Adquisiciones—. El reglamento, de esa forma, busca que las entidades se vean obli
gadas a diseñar ese plan anual de adquisiciones, publicarlo y a actualizarlo, en la línea de
planeación general de su actividad contractual.
En la etapa de planeación del contrato se revisará, de forma general, cada una de las
acciones que están a cargo de la administración, incluso cuando no se ha iniciado aún la
etapa precontractual. Recientemente, el Gobierno nacional, reglamentó el uso obliga
torio de los acuerdos marco de precios por parte de todas las entidades estatales sujetas a
la Ley 80 de 1993, conforme con lo dispuesto en el artículo 41 de la Ley 1955 de 2019.
Fue entonces el Decreto Reglamentario 310 de 2021249 que fijó el alcance de dicha
previsión normativa para determinar, por un lado, que Colombia Compra Eficiente
elaborará unos estudios de agregación de demanda y por otro lado, fija un régimen de
transición que establezca las condiciones de acceso y aplicación de tales acuerdos a las
demás ramas del poder público y otras entidades estatales sujetas a la ley 80 de 1993.
248 www.colombiacompra.gov.co
24’ Ver Circular Externa de 23 de junio de 2021 sobre la obligatoriedad de los Acuerdos Marco de Pre
cios estructurados por La Agencia Nacional de Contratación Pública —Colombia Compra Eficien
te— y aplicación del Decreto 310 de 2021.
250 El artículo 18 de la Ley 1551 de 2012, que modificó el artículo 32 de la Ley 136 de 1994, señaló en
qué casos es necesario solicitar autorización de los concejos municipales para contratar.
251 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 15 de mayo de 2019, Expediente
41.987, C.P. Ramiro Pazos Guerrero y Sección Primera, Auto de 19 de septiembre de 2019, Expe
diente 2010-00548-01, C.P. Nubia Margoth Peña Garzón y Auto de 30 de enero de 2020, Expe
116 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
centralizadas de cualquier orden, si bien es cierto que la Ley 489 de 1998, no señala en
forma general que las juntas o consejos directivos de dichas entidades (art. 68 y ss.),
deben autorizar a sus representantes legales para celebrar contratos, también lo es, que
ese asunto queda sujeto a lo que dispongan el acto de creación o sus estatutos252.
La doctrina de la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado253 —rati
ficada por las Secciones Primera y Tercera254—, se refirió a las modificaciones que sufrió
el régimen de autorizaciones por parte de los Concejos Municipales y Distritales —Ley
15 51 de 2012—, en materia de facultades a los alcaldes para celebrar contratos estatales
y al respecto, concluyó lo siguiente:
"(i) De conformidad con el Estatuto de Contratación y las normas orgánicas de presupues
to, los alcaldes tienen la facultad general de suscribir contratos, representar legalmente al
municipio y dirigir la actividad contractual de los mismos sin necesidad de una autorización
previa, general o periódica del concejo municipal, salvo para los casos excepcionales en
que este último o la ley lo hayan señalado expresamente.
(ii) Ni el artículo 313-3 de la Constitución Política, ni el artículo 32-3 de la Ley 136 de
1994 (que la Ley 1551 de 2012 conservó integralmente), facultan a los concejos municipa
les para someter a su autorización todos los contratos que celebre el alcalde.
(iii) Para establecer el listado de contratos que requieren su autorización, los concejos
municipales deben actuar con tazonabilidad, proporcionalidad y transparencia, de modo
que solo estén sometidos a ese admite aquellos tipos contractuales que excepcionalmente lo
ameriten por su importancia, cuantía o impacto en el desarrollo local.
(iv) El acuerdo por medio del cual los concejos municipales establecen la lista de con
tratos que requieren su autorización tiene vigencia indefinida, salvo que el propio acuerdo
señale lo contrario. En consecuencia, no es necesario que todos los oños o al inicio de cada
periodo de sesiones se vuelva a expedir un nuevo acuerdo sobre la materia. Ello claro está,
sin perjuicio de la facultad natural de los concejos de modificar o adicionar sus acuerdos
anteriores en cualquier momento".
diente 2017-00266-01, C.P. Nubia Margoth Peña Garzón. Ver también Ministerio de Hacienda y
Crédito Público, Concepto Radicado 2-2021-004948 de 4 de febrero de 2021.
252 El numeral 7 del artículo 25 de la Ley 80 de 1993, dispone: “7. La conveniencia o inconveniencia
del objeto a contratar y las autorizaciones y aprobaciones para ello, se analizarán o impartirán con
antelación al inicio del proceso de selección del contratista o al de la firma del contrato, según el caso”.
255 Concepto No. 2.215 de 9 de octubre de 2014, C.P. Williám Zambrano Cetina.
254 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 15 de mayo de 2019, Expediente
41.987, C.P. Ramiro Pazos Guerrero y Sección Primera, Auto de 19 de septiembre de 2019, Expe
diente 2010-00548-01, C.P. Nubia Margoth Peña Garzón y Auto de 30 de enero de 2020, Expedien
te 2017-00266-01, C.P. Nubia Margoth Peña Garzón. Sección Tercera, Subsección "C", Auto de 13
de diciembre de 2021, Expediente 66603, C.P. Guillermo Sánchez Luquc.
Los contratos estatales en Colombia 117
del Consejo de Estado255, aseguró: “En este orden, la competencia general que el Estatuto
de Contratación le atribuye a losjefes de las entidades territoriales para contratar, debe en
tenderse en armonía con el reparto de competencias entre concejos y alcaldes, la cual, como
se ha visto en las normas transcritas, prevé la existencia de una autorización para contratar
por parte de los primeros”.
Por lo tanto, dependido de cada entidad estatal y su régimen jurídico, será menester
determinar si para la celebración de contratos estatales, se deben obtener previamente
autorizaciones para el efecto, pues su falta afectará la legalidad del contrato suscrito256.
255 Concepto 1889 del 5 de junio de 2008, C.P. William Zambrano Cetina.
256 Consejo de Estado, Sentencia del 8 de octubre de 1993, Expediente 7852, C.P. Daniel Suárez Her
nández. En esta providencia, la corporación, anuló un contrato estatal porque previo a su celebración
no se obtuvo la autorización del Concejo Municipal.
118 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
documentación e información que sea relevante para esa actividad, es decir, es lo que le
indica qué, cómo y con quién se va a contratar la atención de ese servicio.
La administración puede elaborar directamente esos estudios con su propio perso
nal si cuenta con la experiencia y la idoneidad profesional necesaria, o puede también
apoyarse de terceros especializados por la vía de la consultoría para que sean entonces
los consultores los llamados a dotar a la entidad de todos los estudios, análisis, consultas,
diseños, planos, factores, que rodeen la contratación. Obviamente, no en todos los con
tratos estatales se requiere de la misma complejidad, pues, por ejemplo, para contratar
los servicios profesionales de un abogado, por regla general, no serán indispensables
dichos estudios especializados, como sí lo será para una obra pública.
El Consejo de Estado257, al explicar el contenido de esta etapa, aseguró: “
Así pues, todo proyecto que vaya a ser emprendido por los entidades estatales debe
estar precedido de un conjunto de estudios tendientes a establecer su viabilidad técnica y
económica, así como el impacto que haya de tener en la satisfacción de las necesidades
públicas. La importancia de un estudio previo por parte de la administración antes de la
apertura del procedimiento de selección o de la firma del contrato permite: (i¡ identificar la
real necesidad de la administración; ¡ii) establecer todas las características que individualicen
el bien o bienes requeridos, y (i'ij asignarle una partida presupuesta! dentro del presupuesto
de la entidad''.
257 Sección Tercera, Sentencia del 22 de julio de 2009, Expediente 16.106, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
258 Concepto 1439 del 18 de julio de 2002, C.P. Susana Montes de Echcvcrri.
Los contratos estatales en Colombia 119
modifiquen los errores que puedan afectar la prestación de los servicios en la etapa de
la ejecución de los acuerdos fundamentados en tales consultorías, como lo precisó la
misma corporación259 e incluso lo comparte la Corte Constitucional260261
cuando afirma:
"ío anterior significa que la administración no tiene otro camino distinto al de solucionar
los problemas que se deriven de las deficiencias en el diseño de la obra, y permitir por esta
vía, el desarrollo normal del ccntrato ajustando los diseños y las cantidades de obra a la
realidad del proyecto, facultad, que como se ha expuesto, no está cobijada por el límite
previsto en el artículo 40 de la ley 80 de 1993“.
25? Ibídem.
260 Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chlajub.
261 El artículo 19 del Decreto 568 de 1996, define la disponibilidad presupuesta!, así: “El certificado de
disponibilidad es el documento expedido por eljefe de presupuesto o quien haga sus veces con el cual se
garantiza la existencia de aprobación presupuestal disponible y libre de afectación para la asunción de
compromisos. Este documento afecta preliminarmente elpresupuesto mientras se perfecciona el compro
miso y se efectúa el correspondiente registro presupuestal. En consecuencia, los órganos deberán llevar
un registro de estos que permita determinar los saldos de aprobación disponible para expedir nuevas
disponibilidades".
120 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
262 pUede consultarse Restrepo Salazar, Juan Camilo. Derechopresupuestal colombiano. Primera Edición,
Editorial Lcgis, Bogotá, 2007.
Los contratos estatales en Colombia 121
que las entidades estatales, legalmcnte, están obligadas263 a incluir partidas para cubrir
desequilibrios económicos que surjan en la ejecución de los contratos e igualmente,
cada vez que adicionan o modifican un contrato que implique erogaciones para la en
tidad contratante, será menester contar con la disponibilidad presupuestal pertinente.
263 Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsccción “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2019, Expe
diente 41.934, C.P. María Adriana Marín.
2<w Ver Guía para la elaboración del Estudio de Sector - www.colombiacompra.gov.co-
265 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
50.317, C.P. María Adriana Marín.
266 El Consejo de Estado, respecto al precio artificialmente bajo, ha sostenido lo siguiente: “El deno
minado “precio artificialmente bajo” de que trata la Ley 80, es aquel que resulta artificioso o falso,
disimulado, muy reducido o disminuido, pero además, que no encuentre sustentación o fundamento
alguno en su estructuración dentro del tráfico comercial en el cual se desarrolla el negocio, es decir, que
dicho precio no pueda serjustificado ypor lo tanto, la administración estaría imposibilitada para admi
tirlo, so pena de incurrir en violación de los principios de transparencia, equilibrio e imparcialidad que
gobiernan la actividad contractual y como parte de ella, el procedimiento de la licitación. Pero puede
suceder que el precio aunque bajo, encuentre razonabilidad yjustificación por circunstancias especiales
que tienen suficiente explicación, las cuales deberán ser evaluadas por la administración en su contexto,
para determinar si la oferta puede o no ser admitida. En este orden de ideas, para quepueda establecerse
si elprecio de la oferta es artificialmente bajo, elpunto de referencia al cual ha de acudirse es el de lospre
cios del mercado, los cuales deberán ser consultados por la administración, tal como lo ordena el articulo
29 tantas veces citado, con elfin de hacer las respectivas comparaciones y cotejos de aquellos que han sido
determinados en la propuesta para los diferentes ítems, teniendo especial cuidado en relación con aquellos
que tienen mayor repercusión o incidencia en el valor global de la oferta. Otro parámetro para establecer
si la propuesta presentada resulta artificialmente baja, se encuentra en elprecio establecido por la entidad
pública licitante como presupuesto oficial, cuya determinación debe obedecer a estudios serios, completos
y suficientes, formulados por la administración con antelación a la apertura de la licitación o el concurso,
tal como lo dispone el artículo 25-12 de la Ley 80 de 1993”. Sección Tercera, Sentencia del 4 de junio
de 2008, Expediente 17.783, C.P. Myriam Guerrero de Escobar.
122 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Varios son los mecanismos que pueden utilizar las entidades estatales para conocer
los precios promedios del mercado, según el tipo de objeto contractual. De esta manera,
por ejemplo, cuando la administración va a comprar impresoras, podrá pedir cotizacio
nes a distribuidores y vendedores de tales productos. A su vez, la Ley 598 de 2000 creó
el Sistema de Información para la vigilancia de la contratación estatal (SICE), que tenía
como objetivo básico informar a las entidades sobre los precios de referencia del mercado
para bienes y servicios. Por su parte, el artículo 222 del Decreto 019 de 2012 derogó la Ley
598 de 2000 sin perjuicio de la competencia de la Contraloría General de la República,
de poder contar con registro de información de precios de mercado nutridos por la con
tratación pública o privada, nacional o internacional. La Contraloría General267, frente
a la derogatoria de la Ley 598 de 2000, por vía de concepto, sostuvo. “En la actualidad,
luego de la derogatoria de la Ley 598 de 2000y del articulo 6° del Decreto 2170 de 2002,
las entidades estatales deben verificar directamente los preciosy condiciones de mercado, como
requisito previo a la iniciación de cualquier proceso deselección de contratistas”.
Existen otros mecanismos para realizar las consultas de precios del mercado tales
como verificar las contrataciones de otras entidades, verificar todas las bases de datos
disponibles, solicitar cotizaciones a proveedores e incluso la consulta al sistema de com
pras públicas que administra Colombia Compra Eficiente.
El precio del mercado es un aspecto esencial dentro del proceso de contratación,
pues de un buen análisis dependerá que no se hagan ofrecimientos artificialmente ba
jos268 o que el Estado pague más de lo justo por los bienes, obras o servicios que requie
ra. De este modo, si se prueba un precio que supera las condiciones del mercado, esa
situación puede afectar la validez del respectivo contrato estatal269. En esc sentido, el
Consejo de Estado270, recientemente sostuvo:
"Bajo las anteriores consideraciones las disposiciones contractuales que fijen sobrepre
cios, es decir, aquellos que sobrepasan los precios del mercado, son nulas absolutamente
por objeto ilícito, al no ser conmutativos y desconocer el preciso mandato del artículo 2 de
la Constitución Política, que establece la prevalencia del interés general sobre los intereses
267 Concepto 80112-EE35460 del 4 de junio de 2012, Oficina Jurídica, Contraloría General de la
República.
26s Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de junio de 2018, Expediente
35.099, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera. En esta providencia se concluyó que el contratista
una vez contrata un precio artificialmente bajo luego no puede reclamar el perjuicio que sufra por
dicho ofrecimiento.
269 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 28 de marzo de 2012, Expediente 22.471, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa. En la providencia se decretó la nulidad absoluta del contrato por el
precio exagerado que una entidad pagó por unos bienes por fuera de las condiciones del mercado.
Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 28 de marzo de 2012, Expediente 22.471, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
270 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente 50.317, C.P. María
Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 123
particulares, sin que exista, se reitera, justificación legal alguna para que el patrimonio pú
blico sufra menoscabo a través del establecimiento de precios incoherentes con la realidad
económica del mercado".
El Consejo de Estado hizo unas importantes reflexiones sobre el papel del precio en
el contrato estatal y en tal sentido anotó271:
"Y es que la definición del costo real del negocio proyectado, es decir el valor de las
cosas o servicios que se van a contratar teniendo en cuenta las diversas variables tales
como cantidad, calidad especialidad, momento, lugar, etc., persigue ineludiblemente que la
Administración no pague ni más ni menos de lo que verdaderamente cuestan en el mercado
para ajustarse así a la conmutatividad objetiva que de acuerdo con el artículo 28 de la ley
80 de 1993 debe imperar en el contrato estatal".
Ahora bien, si durante el curso de la ejecución del contrato estatal la entidad ad
vierte la existencia de un precio que supera las condiciones normales del precio debe
adoptar las medidas del caso para ajustarlo conforme a las reglas del mercado272.
Otro aspecto que genera discusión recae en el deber o no de los contratistas del
Estado de justificar en qué invierten los rubros de administración e imprevistos cuando
pactan la remuneración del contrato estatal bajo el esquema del A.I.U., pues algunos en
tienden que tales conceptos no integran la contraprestación por sus servicios. Creemos,
por el contrario, que si al momento de celebrar el contrato no se pacta que tales rubros
deben ser debidamente soportados por los contratistas, entonces necesariamente harán
parte del precio del negocio jurídico lo cual resulta lógico ante los gastos administra
tivos y contingencias que surgen en el marco de dichas relaciones contractuales y que
deben ser asumidas por el colaborador de la entidad estatal. Sostener lo contrario, se
ría tanto como concluir que dichos conceptos son elementos extraños al precio que se
acuerda en el contrato, cuando la realidad muestra que sí lo son en la medida en que son
dineros destinados precisamente para asegurar y remunerar la totalidad de las prestacio
nes que quedan a cargo del particular, que al final se destinan para afrontar los riesgos
normales de toda contratación.
Por otro lado, resulta totalmente ajustado a la legalidad que las entidades estatales
pueden pactar las denominadas primas de éxito en los respectivos contratos sobre la
base que se determine con claridad cómo opera su causación, más aún si se acuerdan
como obligaciones sujetas al cumplimiento de una o de varias condiciones273*275
. De este
modo, por ejemplo, contratar a un abogado para que ejerza la defensa de la administra
271 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 28 de marzo de 2012, Expediente 22.471, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
2/2 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 5 de octubre de 2016, Expediente
56.423, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
275 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
48.860, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
124 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
27-í Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia 1 de agosto de 2016, Expediente
34.562, C.P. Danilo Rojas Bctancourth.
Los contratos estatales en Colombia 125
Por lo tanto, cuando una entidad pública opta por contratar bajo la modalidad de
contratación directa, cuando está ante una causal de selección abreviada, no sólo se ex
pone a que resulté frustrado el correspondiente proceso de selección o se afecte la lega
lidad de dicho procedimiento administrativo de escogencia de contratistas, sino que sus
jefes o representantes se expondrán a las sanciones de ley si se prueba responsabilidad
alguna en sus actos, sin perjuicio de las reclamaciones económicas que podrán impetrar
los interesados o proponentes en algunos casos.
De vital interés para el régimen de la contratación pública representa el estudio de
las modalidades de selección, pues ellas establecen el conjunto de reglas y de actuacio
nes administrativas que deben evacuar tanto la administración como los proponentes
y demás interesados para llegar finalmente a la celebración del contrato estatal. De este
modo, sí existe un aspecto que diferencia la contratación de los particulares y la del
Estado es precisamente este en la medida en que las entidades estatales, por regla ge
neral, no gozan de libertad para escoger a sus contratistas, salvo las excepciones legales
—como ocurre con la causal de urgencia manifiesta o la contratación de prestación de
servicios profesionales—.
En este orden de ideas, son la transparencia, la moralidad, la libre concurrencia de
oferentes, la igualdad y el derecho a contratar con el Estado las columnas sobre las cua
les descansa la figura de las modalidades de selección de contratistas. El Consejo de
Estado275, en este punto específico, señaló lo siguiente:
“De tiempo atrás, la jurisprudencia de esta Corporación ha sido enfática en señalar que
la selección de los contratistas del Estado no está supeditada al arbitrio o a la mera discrecio-
nalidad de la entidad contratante, toda vez que el legislador estableció de manera rigurosa
el acatamiento de una serie de requisitos y procedimientos que, al velar por la observancia
de los principios de publicidad, 'ransparencia, moralidad, selección objetiva, libre concurren
cia e igualdad, entre otros, garantizan que el contrato se celebre con la persona más idónea
y mejor capacitada para lograrla satisfacción de las necesidades colectivas”.
275 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de abril de 2017, Expediente 35.163, C.P. Hernán
Andradc Rincón.
126 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Así por ejemplo, una obra puede requerir una licencia ambiental, un permiso aero
náutico, una licencia de intervención de espacio público o una licencia de demolición
y construcción. En fin, la idea con ello es que la administración, conozca y obtenga
previamente aquellos permisos que sean indispensables para el desarrollo de una obra
o actividad.
Piénsese por ejemplo que un Municipio quiere contratar la construcción de la sede
de la alcaldía, pero las normas urbanas locales impiden esa obra, según los usos per
mitidos en el sitio definido para el efecto. O cuando se trata de bienes sujetos a con
servación, por ser patrimonio cultural o histórico de la Nación y está prohibida una
intervención total a su estructura.
El Consejo de Estado276, al fallar en segunda instancia una acción popular impetra
da para suspender la ejecución de una obra pública, sobre el punto, sostuvo:
"En este caso, como quedó dicho, los fines impuestos por el artículo 5° del POT de San
Juan de Pasto, a cuya consecución debió orientarse el municipio, fueron traicionados para
privilegiar el cumplimiento del programa de gobierno del Alcalde; en estas condiciones, la
decisión de adelantar el proyecto resultó absolutamente desproporcionada si se tiene en
cuenta que la administración conocía las circunstancias de riesgo a las que sometía a los
administrados y la imposibilidad de prevenir o de resistir un desastre.
Finalmente, para la Sala adquiere especial significación, en la decisión que va a tomar,
la ausencia de licencia de Construcción que debió expedir la curaduría urbana de San
Juan de Pasto, pues dadas las especiales condiciones en que se quiso adelantar el proyecto,
y sabiendo que estaba en juego la seguridad pública, lo menos que debió hacer el municipio
fue obtener el pronunciamiento de la autoridad competente, encargada de representar, en
este caso, a la comunidad. Dicho requisito es una exigencia legal que no admite excep-
dones, y su incumplimiento, conociendo las graves circunstancias que se han descrito, no
favorece la buena fe con que debe actuar la administración".
276 Sección Tercera, Sentencia del 17 de junio de 2001, Expediente AP-166, C.P. Alicr Hernández En-
ríquez. En la providencia, el Consejo, ordenó la suspensión inmediata de la ejecución de la obra
pública del proyecto Nuevo Estadio Pastusidad Tercer Milenio.
277 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 24 de abril de 2013, expediente
27.315, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección “C”, Sentencia de 13 de junio de 2013,
expediente 26.637, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa —Providencia que fue dejada sin efec
tos por virtud del fallo de tutela proferido por la Sección Cuarta de la misma Corporación, Sentencia
de 21 de agosto de 2014, expediente 11001031500020130191900, C.P. Hugo Bastidas—; Subsec
ción “A”, Sentencia de 13 de noviembre de 2013, expediente 23.829, C.P. Hernán Andradc Rincón y
Los contratos estatales en Colombia 127
Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, expediente 26.637, C.P. Jaime Orlando San
tofimio Gamboa.
2/8 Definición tomada del Documento CONPES 3714 de diciembre 1" de 2011.
279 La descripción de cada riesgo puede consultarse en el Documento CONPES 3107 de 2001.
280 Se presenta cuando los ingresos operativos difieren de los esperados, debido a que la demanda del
proyecto es menor o mayor que la proyectada. Este riesgo generalmente es asignado al inversionista
128 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
privado, dado que la mitigación del impacto depende en la mayoría de los casos de la gestión comer
cial que pueda hacer el operador del sistema (respuesta negativa por parte de los usuarios).
281 Se refiere a la probabilidad que el monto y la oportunidad del costo de la inversión no sean los pre
vistos. Este riesgo tiene tres componentes: i) Cantidades de obra, ii) precios, iii) plazo, cuando los
componentes sean distintos a los inicialmcntc previstos. Como principio general los riesgos de cons
trucción deben ser transferidos al inversionista privado, en la medida que este tiene mayor experien
cia y conocimiento sobre las variables que determinan el valor de la inversión, y que tendrá a su cargo
la actividad de construcción, tales como el programa de construcción o la adquisición de equipos.
282 Se refiere al incumplimiento de los parámetros de desempeño especificados, a costos de operación y
mantenimiento mayores a los proyectados; a disponibilidad y costos de los insumos entre otros. El
riesgo de operación incide sobre los costos y los ingresos del proyecto, debido a que implica menores
niveles de productividad, e induce a un incremento en los costos. La operación del proyecto es parte
del objeto mismo del contrato, por lo que este riesgo se asigna al inversionista privado, bajo el princi
pio de que este tiene mayor control sobre la operación.
283 Este riesgo tiene dos componentes i; El riesgo de consecución de financiación y riesgo de las condi
ciones financieras (plazos y tasas). Este tipo de riesgo es más severo cuando se obtienen condiciones
que no se adecúen al plazo de maduración del proyecto. En general el mismo es asignado en su tota
lidad al inversionista privado.
284 Se refiere a la eventual variación de los flujos de un proyecto, debido a que sus ingresos y egresos
están denominados o dependen del comportamiento de la tasa de cambio frente a monedas distin
tas. Por ejemplo, se da cuando los ingresos, los costos o la deuda están asociados a más de un tipo
de moneda, y por lo tanto, están sujetos a pérdidas o ganancias potenciales por fluctuaciones en las
tasas de cambio. De igual manera, cuando el inversionista es extranjero y plantea su rentabilidad en
otras monedas, mientras que la generación de ingresos por cobro de peajes o tarifas está ligada al peso
colombiano.
285 Se expide con el propósito de ofrecer mayor claridad a las entidades públicas a la hora de determinar
cuáles son los riesgos previsibles de toda contratación.
286 El artículo 35 del decreto 1467 de 2012, dispone: “Artículo 35. Tipificación, estimación y asignación
de riesgos. La entidad estatal competente es la responsable de la tipificación, estimación y asignación de los
riesgos que sepuedan generar en los Proyectos de Asociación Público Privada. En elproceso de tipificación,
estimación y asignación de los riesgos, las entidades deben realizar el análisis de acuerdo con los criterios
establecidos en la ley y demás normas que regulen la materia”.
Los contratos estatales en Colombia 129
Por su parte, en el plano legal y ya con anterioridad al Decreto 2170 de 2002, la Ley
448 de 1998289 y el Decreto 423 de 2001290, reglamentaron el proceso de las contin
287 www.colombiacompra.gov.co
288 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 11 de abril de 2019, Expediente
52.055, C.P. María Adriana Marín.
289 El artículo Io de dicha ley, prevé: “De conformidad con las disposiciones de la Ley Orgánica del Presu
puesto, la Nación, las Entidades Territorialesy las Entidades Descentralizadas de cualquier orden debe
rán incluir en sus presupuestos de servicio de deuda, las apropiaciones necesarias para cubrir las posibles
pérdidas de las obligaciones contingentes a su cargo.
El Gobierno Nacional reglamentará ¡a metodología sobre los términos para la inclusión de estas obliga
ciones en los presupuestos de las entidades a que hace referencia el inciso anterior, pudiendo distinguir en
su tratamiento las obligaciones contingentes que se hubiesen adquirido con anterioridad a la entrada en
vigencia de esta leyy lasfuturas.
Asi mismo, el Gobierno reglamentará los eventos en los cuales dichos recursos deban ser transferidos al
fondo que se crea de conformidad con el articulo siguiente.
PARAGRAFO. Para efectos de la presente ley se entiende por obligaciones contingentes las obligaciones
pecuniarias sometidas a condición".
290 El artículo 6" del Decreto 423 de 2001, dispone: “De las obligaciones contingentes. En los términos del
parágrafo del artículo primero de la Ley 448 de 1998, son obligaciones contingentes aquellas en virtud
130 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
gencias legales en las entidades públicas, entre ellas, las que provienen de los contratos
estatales.
En primer lugar, es necesario aclarar que la identificación, tipificación y asignación
de riesgos, es una actividad que en nada elimina la posibilidad de ocurrencia de aquellos
peligros que sí alteren el equilibrio económico y financiero del contrato estatal. La Ley
1150 de 2007, fue cuidadosa en ordenar la identificación de los riesgos previsibles, de
tal forma que aquellos que no tengan esas características, deberán ser tratados bajo las
reglas del principio de equilibrio económico y financiero del contrato estatal.
Por su parte, el artículo 17 del decreto 1510 de 2013 —incorporado en el decre
to 1082 de 2015—, prevé que las entidades estatales, deben evaluar el Riesgo que el
Proceso de Contratación representa para el cumplimiento de sus metas y objetivos, de
acuerdo con los manuales y guías que para el efecto expida Colombia Compra Eficiente.
De este modo, la obligación de elaborar el estudio y análisis de riesgos es ineludible
y lo deben atender las entidades estatales al momento de estructurar sus procesos de
contratación. Ese análisis resulta de capital importancia a la hora de resolver las con
troversias y reclamaciones que eleven los contratistas durante el curso de la ejecución e
incluso de la liquidación del contrato. Resulta pues una herramienta de gran ayuda para
la administración cuando se planteen eventos relacionados con la ocurrencia de riesgos
previsibles como podría ser el aumento del dólar, un aumento en la intensidad de las
lluvias o problemas de orden público, por ejemplo.
Por otro lado, la asignación indiscriminada de los riesgos al contratista no es en to
dos los casos una buena solución y mucho menos una llamativa ganancia para la admi
nistración, pues tal y como lo advierte el maestro Gabriel de Vega Pinzón291 —a quien
hoy dedicamos esta tercera edición—: “(...) porque elprecio que solicita el contratista es,
naturalmente, mayor en la medida en que se le haga correr con mayor cantidad de riesgos".
Claro, un contratista debe considerar todas las variables de su negocio y de esa forma,
entre más riesgos se le asignen, la estructura económica del proyecto deberá ajustarse
a esas contingencias y ello se representará en el precio finalmente ofertado. Incluso, si
tales situaciones no ocurren, el contratista, terminará favorecido con un incremento
notable de su actividad, sin que dicha ganancia se califique de ilegítima y mucho menos
de ilegal. Así son las reglas de juego del mercado. Lo otro que puede suceder, es que a
pesar de un traslado importante de riesgos al colaborador privado, surjan situaciones
de las cuales alguna de las entidades señaladas en el articulo octavo delpresente decreto, estipula contrac
tualmente afavor de su contratista, elpago de una suma de dinero, determinada o determinable a partir
defactores identificados, por la ocurrencia de un hechofuturo e incierto”.
291 La Ley 1150 de 2007¿Una respuesta a la eficiencia y transparencia en la contratación estatal? “La dis
tribución de riesgos en el contrato estatal”. Primera Edición, Editora Académica Rocío Araújo Oñate,
Editorial Universidad del Rosario, Bogotá, 2011, pp. 166 y 167.
Los contratos estatales en Colombia 131
constitutivas de riesgos imprevisibles, los cuales serán enfrentados bajo la regla general
del principio de equilibrio económico del contrato estatal.
El tema del aumento de riesgos por el contratista ha merecido toda la atención del
Consejo de Estado, quien no solo ha validado la legalidad de esa asunción de contin
gencias por el contratista, sino que además le ha traslado en su totalidad los efectos
adversos de su ocurrencia, cuando ha intentado reclamar por ello292. La asignación
de riesgos es entonces una tarea que debe regular la administración en los respectivos
pliegos de condiciones293. Incluso, dicha célula judicial294, sobre este tema, aseguró
lo siguiente:
"Como se puede observar, la distribución de las cargas y riesgos de ios condiciones con
tractuales debe identificarse, en primer lugar, con fundamento en el contenido de los pliegos
de condiciones o de la invitación a contratar y luego —también— en la oferta presentada
por el contratista, para efectos de establecer las prestaciones y previsiones iniciales, a partir
de lo cual, frente a los hechos o circunstancias que afectan la ecuación contractual, se podrá
imputar la obligación de restablecimiento económico a aquella parte que determinó o asumió
las respectivas cargas y riesgos contractuales".
Por otro lado, en una oportunidad frente al reclamo económico derivado por la sus
pensión de la ejecución de un contrato por la ocurrencia de un problema en el trans
porte de materiales necesarios para una obra pública, el máximo Tribunal295, aseguró:
“En efecto, la suspensión del término de ejecución contractual no obedeció a una causa
imputable a (...), sino a la falta del servicio de transporte aéreo a finales del año 1987 y
comienzos de 1988, cuestión que se presentó “por la imposibilidad de la firma (,..¡ S.A.
de prestar en el momento imprescindible servicio de transporte de materiales mediante heli
cóptero". De acuerdo con la cláusula décima segunda del Contrato (...}, la obligación de
transportar los materiales estaba a cargo de la firma contratista y por tal razón no se puede
afirmar con posibilidad de éxito que (...j deba asumir los costos que en exceso de los ori
ginariamente acordados se hayan causado, ni menos aún que los supuestos pagos tardíos
sean un consecuencia imputable a la entidad estatal, dado que, como se acaba de señalar,
quien tenía la responsabilidad del transporte de los materiales era la firma contratista y
por consiguiente corresponde a ella asumir los resultados negativos de su cumplimiento tardío
(negrillas y resaltado por fuera del texto original!".
292 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de septiembre de 2015, Expe
diente 45.088, C.P. Hernán Andradc Rincón. En esc caso, el contratista asumió riesgo cambiario
hasta en un 5% y le negaron la reclamación porque el desequilibrio al final fue sobre el 26% y pese a
ello había ganancia para el colaborador de la Administración.
295 Consejo de Estado, Sección Tercera, Auto de Io de abril de 2009, Expediente 36.476, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
294 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de julio de 2014, expediente 33.831, C.P. (E) Hernán
Andrade Rincón.
295 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 28 de abril de 2010, Expediente 17.430, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez.
132 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La misma corporación296, en otro pronunciamiento, fue aún más allá para encontrar
totalmente válido la asunción de riesgos por los contratistas de la administración297 y
por ello ha despachado desfavorablemente aquellas pretensiones dirigidas a desconocer
esos acuerdos contractuales, y al respecto, precisó lo siguiente:
'‘Dicho en otras palabras, so pretexto del restablecimiento del equilibrio financiero del
contrato, no puede modificarse el régimen de riesgos acordado, para incorporar o excluir
derechos u obligaciones que se originaron para cada una de las partes al contratar.
La Sala ha manifestado que, por regla general, el contratista asume un riesgo contractual
de carácter normal y si se quiere a todo tipo de contratación pública. Pero ello no significa
que, en un contrato particular, e1 contratista no pueda asumir riesgos adicionales a los deno
minados riesgos normales, como sucedió en el presente caso.
La entidad regula la distribución de riesgos cuando prepara los documentos formativos
del contrato, según sus necesidades y la naturaleza del contrato, diseñado para satisfacerlas.
Y es el contratista el que libremente se acoge a esa distribución cuando decide participar en
el proceso de selección y celebrar el contrato predeterminado.
Como se indicó precedentemente, los riesgos externos, extraordinarios o anormales,
configuran la teoría de la imprecisión y, por tanto, deben ser asumidos, con las limitaciones
indicadas, por la entidad.
De manera que la teoría del equilibrio financiero del contrato, fundada en la imprevisión,
sólo se aplica cuando el contrctista demuestre que el evento ocurrido corresponde al alea
anormal del contrato, porque es externo, extraordinario e imprevisible y porque alteró grave
mente la ecuación económica del contrato, en su perjuicio.
Es por lo anterior que deben precisarse las obligaciones asumidas por el contratista en
cada caso para definir el álea normal del contrato, esto es, los riesgos normales que asumió".
296 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 26 de febrero de 2004, Expediente 14.043, C.P.
Germán Rodríguez Villamizar.
297 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 30 de mayo de 2019, Expediente
59.546, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico. En esa providencia se negó la reclamación de un contra
tista por la ocurrencia de un paro de pescadores. La Sala, encontró que ese riesgo lo había asumido el
contratista y por lo tanto debía cargar con las consecuencias adversas de su ocurrencia.
298 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de febrero de 2014, Expediente 24.169, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera.
Los contratos estatales en Colombia 133
contraprestación económica pactada a favor del Estado, que había sido fijada por el
Gobierno nacional y al respecto, concluyó lo siguiente:
"En efecto, la norma en ota contemplaba que el Gobierno Nacional fijaría anual
mente el valor de la regalía que debía pagar el concesionario y dentro del expediente no
existe ningún elemento de juicio que demuestre que el aumento de la regalía desbordó
el margen de previsibilidad del riesgo que voluntariamente asumió el concesionario al
suscribir el contrato y que pudiera afectar, de manera grave, la condición económica del
contratista, al punto de impedirle percibir alguna utilidad por la explotación de la actividad
monopolística".
Por otro lado, la administración debe abstenerse de incluir estipulaciones que tras
laden en forma absoluta e ilimitada los riesgos al contratista, pues esa práctica ha sido
reprochada por el Consejo de Estado299, quien se pronunció para llamar la atención
sobre lo siguiente:
"Pues bien, la Sala encuentra que la exigencia de realizar el análisis de precios unitarios
de cada propuesta en la modalidad "considerando todo factor" dentro de los ítems contem
plados para ello en el pliego de condiciones, es una exigencia que resulta contraria a los
dictados del Estatuto de Contratación Estatal a los que se ha hecho alusión.
En efecto, "considerando todo factor" en algunos de los principales ítems del análisis
de precios unitarios, no consulta el criterio de claridad que deben revestir las reglas de los
pliegos de condiciones en cuanto no se establece con precisión alguna cuáles riesgos se
encuentran cobijados en dicho concepto; en ese sentido se desconoce si cubre el riesgo geo
lógico, el riesgo tarifario, el riesgo tributario, el riesgo predial, etc., por lo cual se ignora por
completo a qué tipo de riesgos se hace extensiva la modalidad exigida para la formulación
de propuestas en torno a los ítems indicados para ello, los cuales estaban llamados a incidir
de manera directa y determinante en la valoración y/o cuantificación de la totalidad de la
propuesta.
Otro aspecto de mayor relevancia aún, que igual riñe con el principio de claridad que
debe caracterizar los pliegos de condiciones y, por el contrario, resulta ambiguo, oscuro y
además conduce a error a los destinatarios de dicho documento radica en el hecho de que
en el objeto mismo del contrato quedó expresamente definido que la modalidad misma de
contratación obedecería al sistema de precios unitarios, circunstancia que no resulta coheren
te con la exigencia de plasmar simultáneamente la modalidad "considerando todo costo" en
los ítems del análisis de precios unitarios".
Por último, las previsiones del artículo 16 del Decreto 1510 de 2013 —hoy Decreto
1082 de 2015—, exigen que la administración al momento de establecer los requisitos
habilitantes que se exigirán en un Proceso de Contratación, considere, entre otras cir
cunstancias, los riesgos derivados de la respectiva contratación.
Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente 24.845, C.P. Mauri
cio Fajardo Gómez.
134 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Interesante resulta traer a colación una reciente definición que sobre el contenido de
los pliegos de condiciones, sostuvo la Corte Constitucional, cuando precisó lo siguien
te: “Se trata de una invitación pública a ofrecer en los que la autoridad administrativa
ejerce sufacultad de autosujeción por lo que, su respeto no sólo se predica de quienes preten
dan plegarse a dichos términos para participar en el procedimiento de selección de contra
tista, sino de la entidad misma que los profirió la que, en principio, carece de competencia
para modificarlos^1”.
Por lo tanto, los pliegos de condiciones cumplen tres funciones esenciales dentro de
los procesos de contratación, tales como disciplinar el procedimiento de escogencia del
contratista, determinar las reglas de la ejecución contractual y establecer un norte im
portante a la hora de servir de instrumento de interpretación de las estipulaciones con
303. De esta forma, en las bases del proceso, se incluyen aspectos relacionados
tractuales302
con: i) El objeto del contrato y las obligaciones derivados del mismo y la descripción de
las obras, bienes o servicios con el clasificador de las Naciones Unidas (UNSPSC) ii)
El presupuesto oficial de la contratación y el régimen económico del futuro contrato,
iii) Las autorizaciones obtenidas para surtir el proceso de selección, iv) Quiénes pueden
participar en el proceso, con la exigencia del Registro Proponentes en los casos en que
aplique y la indicación de las actividades que deben integrarse en dicho registro; v) Los
requisitos habilitantes para participar, vi) Los criterios de evaluación para determinar
cuál es la mejor propuesta, vii) El cronograma del proceso de selección, viii) La convo
catoria para las veedurías y terceros para el control social, ix) Las garantías exigidas para
la contratación, x) El análisis y determinación de riesgos previsibles de la ejecución del
contrato cuando sea pertinente, al igual que el Estudio del Sector que funde el proceso;
xi) Los reglamentos y anexos que rijan la ejecución del contrato, xii) El texto de la mi
nuta del contrato, xiii) Los criterios de desempate304, xiv) Las normas legales que regla
mentan el proceso de selección, xv) Las causas que originan el rechazo de las propuestas,
y xvi) Las demás condiciones particulares de la contratación.
Por su parte, el numeral 5 del artículo 24 de la Ley 80 de 1993, indica unas obliga
ciones de hacer a cargo de las entidades estatales al momento de elaborar los pliegos de
condiciones, en los siguientes términos:
"5. En los pliegos de condiciones:
a/ Se indicarán los requisitos objetivos necesarios para participar en el correspondiente
proceso de selección.
b) Se definirán reglas objetivas, justas, claras y completas que permitan la confección de
ofrecimientos de la mismo índole, aseguren una escogencia objetiva y eviten las declaratorias
de desierta de la licitación.
cj Se definirán con precisión las condiciones de costo y calidad de los bienes, obras o
servicios necesarios para la ejecución del objeto del contrato.
d) No se incluirán condiciones y exigencias de imposible cumplimiento, ni exenciones de
la responsabilidad derivada de los datos, informes y documentos que se suministren.
e) Se definirán reglas que no induzcan a error a los proponentes y contratistas y que im
pidan la formulación de ofrecimientos de extensión ilimitada o que dependan de la voluntad
exclusiva de la entidad.
fj Se definirá el plazo para la liquidación del contrato, cuando a ello hubiere lugar,
teniendo en cuenta su objeto, naturaleza y cuantía.
Serán ineficaces de pleno derecho las estipulaciones de los pliegos y de los contratos
que contravengan lo dispuesto en este numeral, o dispongan renuncias a reclamaciones por
la ocurrencia de los hechos aquí enunciados".
305 Sección Tercera, Sentencia del 14 de abril de 2010, Expediente 16.432, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
138 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Teniendo en cuenta que los pliegos de condiciones son la norma que rige el pro
ceso de selección, la celebración y ejecución del contrato estatal y allí además, se fijan
las reglas para establecer quién será el contratista de la administración, es importante
que esas bases no sean alteradas con posterioridad a la apertura del correspondiente
proceso de selección o de la publicación de la invitación pública —contratación de
mínima cuantía—, salvo en aquellos casos donde sea necesario como resultado de la
audiencia de aclaración de los pliegos, observaciones propuestas a la entidad o cuando
sea indispensable modificar los estudios previos con posterioridad a la apertura del
proceso.
El Consejo de Estado306, se ha manifestado acerca de la competencia temporal de
las entidades estatales para modificar los pliegos de condiciones y al respecto, señaló:
"Así lo ha precisado la Sala en reiteradas providencias:
En sentencia proferida el 27 de marzo de 1992, Expediente 6353, dijo:
«Como acto administrativo que es su revocatoria o modificación estará sujeta a las reglas
generales. Pero una vez hecha la invitación a contratar por parte de la administración no
podrá ser alterado ni modificado; alteración o modificación que, con mayor razón, no podrá
producirse después del cierre de la licitación o de la presentación de las propuestas, so pena
de nulidad» (...)
Y en sentencia del 11 de abril de 2002, Expediente 12.294, explicó:
"La licitación pública entendida como el procedimiento de formación del contrato que tie
ne por objeto la selección del sujeto que ofrece las condiciones más ventajosas para los fines
de interés público que se persiguen con la contratación estatal, está sometida a condiciones
normativas y reglamentarias que no pueden cambiarse caprichosamente durante su curso.
La claridad e inalterabilidad de las condiciones del proceso ¡¡citatorio son características
que tienen su fundamento en los elementos esenciales del mismo, cuales son: la libre concu
rrencia, la igualdad de los oferentes y la sujeción estricta al pliego de condiciones.
Luego, si la licitación pública es un mecanismo previsto por la ley para escoger la mejor
propuesta, que se rige por la ley y el pliego de condiciones en tanto fija las reglas que orien
tan la selección del contratista, no es procedente realizar un cambio, expreso o tácito de las
mismas a la hora de la adjudicación, con motivo de la evaluación de las propuestas, porque
tal conducta atentaría contra el principio de transparencia, la igualdad entre los proponentes
y el deber de selección objetiva que caracteriza la contratación estatal.
Las ofertas deben formularse sobre unas bases dispuestas por la entidad, a tono con la
ley, en forma idéntica para todos los participantes; dichas bases no pueden ser modificadas
o desconocidas a la hora de la calificación, bajo el argumento de la necesidad de incorpo
rar factores no previstos o de evaluar de manera distinta los establecidos en el pliego, por
urgencias de la entidad o para los fines perseguidos con el contrato a celebrarse. Si el factor
de que se trata revestía tanta importancia, debió ser incluido en el pliego de condiciones,
de manera que todos los participantes hubiesen podido ofertar ese factor de conformidad
con lo pedido.
De conformidad con lo expuesto, cabe concluir que los principios de transparencia,
igualdad y selección objetiva, a que está sometida la selección del contratista, se desarrollan
mediante la sujeción de la escogencia del contratista a la ley y al pliego de condiciones".
306 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 9 de mayo de 2011, Expedientt
19.081, C.P. Olga Valle de De La Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 139
providencia del 29 de enero de 2004, proferida dentro del proceso radicado bajo el núme
ro 12344 y reiterada en varias oportunidades, advirtió que por ser "el pliego de condiciones
un acto jurídico prenegocial con carácter vinculante y obligatorio para los participantes de
proceso de licitación (...j únicamente puede ser objeto de modificaciones en las oportunida
des previstas en el estatuto contractual, que lo son exclusivamente con antelación al cierre
de la licitación (negrillas por fuera del texto original)".
Así las cosas, cuando la administración abre un proceso de selección y con él fija
unas condiciones en los pliegos de condiciones308, la regla general debe ser la inmodifi-
cabilidad de esas bases, salvo que se requieran ajustar como consecuencia de la audiencia
de aclaración o cuando se requieran aclarar puntos oscuros o ambiguos o sea necesario
ampliar el plazo de cierre o algunas situaciones excepcionales, pues lo que le está vedado
a las entidades públicas es cambiar los pliegos al momento de evaluar las propuestas, es
decir, esa competencia temporal va hasta antes del cierre del proceso309, incluyendo has
ta la causal de contratación directa310, dado que una vez se cierre el proceso, la intangibi
lidad del pliego de condiciones es absoluta311. Precisamente, con atino, el legislador, con
el artículo 89 de la Ley 1474 de 2011, que reformó el inciso segundo del numeral 5 de
la Ley 80 de 1993, limitó la posibilidad de modificar los pliegos de condiciones, en la li
citación pública, que preceptúa: “Cuando lo estime conveniente la entidad interesada, de
oficio o a solicitud de un número plural de posibles oferentes, dicho plazo se podrá prorrogar
antes de su vencimiento, por un término no superior a la mitad del inicialmentefijado. En
todo caso no podrán expedirse adendas dentro de los tres (3) días anteriores en que se tiene
previsto el cierre del proceso de selección, ni siquiera para extender el término del mismo.
La publicación de estas adendas sólo se podrá realizar en días hábiles y horarios laborales”.
De la anterior previsión normativa, se advierte la intención clara del legislador,
de prohibir la famosa práctica permanente de modificar las condiciones de los plie
307 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de marzo de 2014, Expediente
25.053, C.P. Hernán Andradc Rincón.
30s Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de diciembre de 2021, Expedien
te 60.483, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
309 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 27 de enero de 2016, Expediente
30.543, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera; Subsección “B”, Sentencia de 30 de junio de 2016,
Expediente 34.652, C.P. Stella Conto de Díaz del Castillo; Subsección “A” Sentencia de 5 de abril
de 2017, Expediente 35.163, C.P. Hernán Andrade Rincón y Subsección “A”, Sentencia de 23 de
octubre de 2017, Expediente 37.489, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
310 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de abril de 2017, Expediente
35-163, C.P. Hernán Andrade Rincón.
311 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 29 de mayo de 2014, Expediente
29.366, C.P. Danilo Rojas Bctancur.
140 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
gos a última hora y a las vísperas del cierre. Lo anterior, no solo genera traumatismos
para la administración, sino que además afecta gravemente la estructuración de las
correspondientes propuestas, que en la mayoría de los casos, su montaje no es un
ejercicio fácil y por el contrario se vuelve muy dispendioso. Otro punto que debe
aclararse es que la prohibición contenida en el citado precepto, no solo está dirigida
a no poder ampliar el término del cierre, sino que también se extiende a cualquiera
modificación, ya sea que reforme aspectos esenciales o no del respectivo proceso de
selección.
Finalmente, vale la pena referirse al criterio del Consejo de Estado, respecto del ca
rácter vinculante que tienen tanto para la administración como para los proponentes,
las comunicaciones o respuestas que se dan por parte de las entidades estatales durante
el trámite de los procesos de selección, habida cuenta que son verdaderas decisiones
estatales en las que se aclara o precisa el alcance de las estipulaciones contenidas en las
reglas de los pliegos de condiciones. En efecto, la Corporación312, sostuvo:
"Ahora bien, cuando lo Administración no cumple a cabalidad las cargas de claridad
y precisión que deben informar la elaboración de los pliegos de condiciones o los términos
de referencia, al punto que una vez publicados susciten entre los respectivos interesados
en participar en el procedimiento de selección, dudas o inquietudes fundadas y reiterativas
respecto de determinados ítems o elementos integrantes del mismo, la Administración está
en la obligación de absolverlas con absoluta nitidez, del tal modo que zanje cualquier dua
lidad interpretativa que frente a', mismo hubiere lugar. En tal virtud ante cualquier respuesta
a una inquietud surgida del pliego de condiciones o términos de referencia que le confiera
un significado definitivo y trascendente que antes de resolver el interrogante y de cara a su
imprecisión no tenía, a juicio de la Sala, la Administración no puede quedar relevada de su
estricta observancia pretextando que la susodicha aclaración no tiene fuerza vinculante por
no estar contenida en un adendo".
Resulta claro entonces que las respuestas que emite la administración en el curso
de un proceso de selección, así no consten en una adenda, son vinculantes para la en
tidad contratante313 habida cuenta que esas manifestaciones estatales son vinculantes
y obligatorias. De la misma forma, precisó la jurisprudencia314, que tales aclaraciones
deben ser atendidas por los oferentes, quienes deben ajustar sus propuestas a las mismas
so pena que por su omisión obtengan un resultado desfavorable dentro del proceso de
selección.
312 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 16 de septiembre de 2013, Expe
diente 30.571, C.P. Mauricio Fajardo Gómez. Sección Tercera, Subsección "B", Sentencia de 26 de
enero de 2022, Expediente 54.719, C.P. Fredy Ibarra Martínez.
313 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia 1 de octubre de 2014, Expediente
30.614, C.P. Hernán Andrade Rincón.
3I Í Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 25 de junio de 2014, Expediente
33.319, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
Los contratos estatales en Colombia 141
que tienen que exigir cada entidad pública a los potenciales interesados en contratar a
tal punto que esas exigencias no se pueden modificar o variar en ninguna circunstancia.
Por su parte, la Ley 2022 de 2020 reformó la ley 1882 de 2018 no solo para reiterar
el régimen de los documentos tipo, sino también para ampliar el marco de acción de los
mismos para facultar al Gobierno nacional para emitir tales instrumentos de gestión
contractual a otras modalidades y tipologías contractuales. En ese sentido, el artículo
Io de la ley 2022 de 2020 adicionó un parágrafo 7 al artículo 4 de la ley 1882 de 2018
y dispuso lo siguiente:
"PARAGRAFO 7o. La Agencia Nacional de Contratación Pública Colombia Compra
Eficiente o quien haga sus veces, adoptará documentos tipo que serán de obligatorio cum
plimiento en la actividad contractual de todas las entidades sometidas al Estatuto General de
Contratación de la Administración Pública.
Dentro de estos documentos tipo, se establecerán los requisitos habilitantes, factores téc
nicos, económicos y otros factores de escogencia, así como aquellos requisitos que, previa
justificación, representen buenas prácticas contractuales que procuren el adecuado desarrollo
de los principios que rigen la contratación pública.
Con el ánimo de promover 'a descentralización, el empleo local, el desarrollo, los servi
cios e industria local, en la adopción de los documentos tipo, se tendrá en cuenta las carac
terísticas propias de las regiones, la cuantía, el fomento de la economía local y la naturaleza
y especialidad de la contratación. Para tal efecto se deberá llevar a cabo un proceso de
capacitación para los municipios.
La Agencia Nacional de Contratación Pública Colombia Compra Eficiente fijará un cro-
nograma, y definirá en coordinación con las entidades técnicas o especializadas corres
pondientes el procedimiento para implementar gradualmente los documentos tipo, con el
propósito de facilitar la incorporación de estos en el sistema de compra pública y deberá
establecer el procedimiento para recibir y revisar comentarios de los interesados, así como
un sistema para la revisión constante de los documentos tipo, que expida.
En todo caso, serán de uso obligatorio los documentos tipo para los pliegos de condi
ciones de los procesos de selección de obras públicas, interventoría para las obras públicas
interventoría para consultoría de estudios y diseños para obras públicas, consultoría en inge
niería para obras, que lleven a cabo todas las entidades sometidas al Estatuto General de
Contratación de la Administración Público, en los términos fijados mediante la reglamenta
ción correspondiente".
La Ley 80 de 1993 optó por un sistema restrictivo de elección del contratista mori
gerado en algunos casos especiales —causales de contratación directa—. De esta mane
ra, cuando la administración pretende celebrar un contrato estatal, previamente debe
cumplir con unos procedimientos que rigen la formación de la voluntad para contra
tar321. La libre elección del colaborador del Estado no es precisamente la regla gene
ral en la contratación pública colombiana. En esa línea de pensamiento, el Consejo de
Estado322* , sostuvo:
"Lo cierto es, por tanto, que la administración para seleccionar a sus contratistas y la
oferta más favorable para sus imereses, no se encuentra en una posición de libertad absoluta
pues está sujeta a los procedimientos preestablecidos en las leyes y reglamentos, inspirados
en una doble finalidad: I. asegurar la eficiencia en el cumplimiento del contrato; 2. evitar
toda sospecha de inmoralidad en la respectiva negociación, de lo cual se deduce que la
decisión de contratar y la adjudicación de un contrato no es una facultad enteramente discre
cional de las entidades públicas que integran aquella.
En otras palabras, contrario a lo que ocurre en el derecho común, en el que prima la
autonomía de la voluntad y la libertad de forma, en el derecho público la preparación,
adjudicación y perfeccionamiento de los contratos del Estado es eminentemente reglado,
de manera que las partes, entidad pública y particular están en la obligación de cumplir
320 Dromi, Roberto. Licitación pública. Cuarta Edición, Editorial Ciudad Argentina, Buenos Aires,
2010, p. 64.
321 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2331 de 2017, C.P. Edgar González
López.
322 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, Expediente acumulado 24.715, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
146 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
con el procedimiento fijado por el orden jurídico, bajo precisos principios que garantizan el
derecho a la igualdad de los oferentes y el cumplimiento de los fines estatales perseguidos
con esta actividad''.
325 Fandiño Gallo, Jorge. Modalidades de Selección en el Contrato Estatal. Primera Edición, Editorial
Lcycr, Bogotá, 2012, pp. 9 y 10.
Los contratos estatales en Colombia 147
El Legislador de 1993 optó por regular directamente y con cierto grado de detalle
a algunos de esos procesos de selección, como es el caso de la licitación pública o de la
mínima cuantía y dejó otros bajo el margen de acción de la potestad reglamentaria que
posee el Gobierno nacional, como pasa con el concurso de méritos, la selección abrevia
da o la contratación directa.
Nuestra propuesta frente al régimen de las modalidades de selección de contratistas
va un poco más allá y consiste en que sea directamente el legislador quien fije una es
tructura clara frente a cada modalidad de selección y que sea el Gobierno nacional, por
, quien al final determine aquellos aspectos que sean requeridos
la vía reglamentaria324325
para completar dicho procedimiento. Las normas contractuales deberían ser claras, ra
cionales, proporcionales y necesarias325. Lo anterior facilitaría mucho el trámite de los
procesos de selección. El uso exagerado del Reglamento dificulta la aplicación de las
normas y genera obstáculos para alcanzar los fines que persigue la contratación estatal.
Es por lo anterior que no compartimos la decisión del legislador de dejar en manos del
Ejecutivo la reglamentación de aspectos que bien podrían quedar previa y complemen
te establecidos directamente en la ley.
De este modo, en la fase de planeación del contrato estatal la entidad respectiva debe
identificar y motivar cuál será la modalidad de selección que empleará para escoger al
contratista. No se trata simplemente de indicar cuál es la causal que aplicará. Es impe
rativo que motive su decisión de transitar por uno u otro camino, aspecto esencial que
se constituye en un requisito esencial del futuro contrato en la etapa de tramitación del
mismo.
Las entidades estatales entonces a la hora de escoger la modalidad de selección por la
que transitarán al momento de elaborar los estudios y documentos previos deben partir
siempre de una máxima segura y sencilla: la licitación pública. Ese a nuestro modo de
ver es la ruta que permitirá tomar las medidas previsivas del caso para evitarse delicados
problemas contractuales y hasta personales para los servidores públicos encargados de
gestionar el contrato estatal. Desde esa lectura creemos que se debe ubicar el competen
324 Atributo de tradición francesa que faculta al Ejecutivo para ejecutar la ley, incluso sin habilitación
legal. En ese sentido, el Profesor Juan Carlos Cassagne, agrega: “El Consejo de Estado, por su parle,
en el caso«Labonne» admitió la legitimidad constitucional de la potestad reglamentaria autónoma, es
decir sin ley previa, en el supuesto de que la reglamentación no invadiera la esfera reservada al legislativo
Derecho Administrativo y Derecho Público General, página 77, Editorial B de F Montevideo -
Buenos Aires, 2020. Ver también Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Auto de 25 de
febrero de 2021, Expediente 56.15L C.P. Martín Bermúdez Muñoz. Providencia revocada por auto
de 20 de mayo de 2021, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
325 En el mismo sentido consultar Planificación y racionalización de la compra pública, páginas 63a
63, Bloque I, La planificación y racionalización como estrategias indispensables en el nuevo modelo
de compra pública, Jaime Rodríguez-Arana Muñoz, Editorial, Thomson Reuters, Primera Edición,
2020, España.
148 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
te contractual, pues las otras modalidades que prevé la ley 80 deben entenderse y apli
carse de forma restrictiva y excepcional. De tal forma que si hay incertidumbres sobre la
modalidad a aplicar en un caso particular sugerimos siempre optar por lo que llamamos
in dubio pro licitación.
Las modalidades de selección son entonces procedimientos administrativos especia
les regulados por la ley 80 de 1993 a través de los cuales las entidades adoptan un con
junto de actuaciones tendientes a la escogencia de un contratista de la administración.
Por regla general, ese procedimiento inicia con el acto de apertura del proceso —existen
algunas excepciones como en el caso de la contratación directa— y concluye con el acto
administrativo de adjudicación o con la declaratoria de desierto del proceso526.
Otro aspecto que debe quedar claro atañe con la aplicación de las modalidades de
selección de contratistas previstas en el artículo 2 de la ley 1150 de 2007, pues de acuer
do con lo previsto en el artículo Io de la precitada ley, las entidades estatales solo debe
rán aplicar tales reglas —derivadas del principio de transparencia— cuando se requiera
contratar con recursos públicos, pues en caso contrario, es decir, en contratos estatales
en los que no se inviertan o destinen dineros oficiales, no serán aplicables las previsio
nes del artículo 2 de la ley 1150 de 2007. Tal es el caso por ejemplo de la celebración
de un contrato estatal de donación o de comodato a favor de una entidad pública. En
cualquiera de ambos supuesto, la contratación se podrá hacer de forma directa sin que
se requiera agotar procedimiento alguno de selección, siempre que no se involucren
recursos públicos. En ese caso, dicha contratación se sujetará al Derecho Privado, tal y
como recientemente lo precisó el Consejo de Estado326 327.
En este orden de ideas, para el caso de aquellas sujetas a la ley 80 de 1993, es pues
el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, el encargado de señalar con base en el objeto de
los contratos o las circunstancias particulares de la contratación, cuál es el mecanismo
a emplear por parte de la administración para elegir a su contratista, sin perder de vista
que se trata de un asunto de reserva de ley, es decir, solo el legislador es quien puede
establecer las modalidades para escoger contratistas del Estado328. Hoy en día, son 5
326 El Consejo de Estado, en esc sentido, señaló: "Losprocedimientos administrativos de selección contrac
tual, en linea de principio, deberían concluir o terminar con la adopción de la correspondiente adjudica
ción o selección, que siempre deberá recaer sobre la oferta másfavorable, escogencia que obligatoriamente
debe efectuarse de manera objetiva, para cuyo propósito resulta indispensable entonces que la evaluación
comparativa de las propuestas se realice con estricta y rigurosa sujeción tanto a losfactores o criterios de
selección como a su ponderación precisa, detallada y concreta, todo según lo consignado previamente en el
correspondiente pliego de condiciones’’. Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 14 de marzo de
2013, Expediente 24.059, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
327 Sala Plena, Sala Especial de Decisión No. 26, Sentencia de 26 de febrero de 2021, Expediente 11001-
03-15-000-2020-04022-00 (Acumulados), C.P. Guillermo Sánchez Luque.
328 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 3 de diciembre de 2007, Expediente 24.715 (Acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
Los contratos estatales en Colombia 149
los procesos de selección de ley 80 de 1993, esto es, la licitación pública, la selección
abreviada, el concurso de méritos, la contratación directa y la contratación de mínima
cuantía. A continuación, se estudian cada uno de esos procedimientos administrativos
de escogencia, así:
329 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 2 de julio de 2021, Expediente 58.372, C.P. José Ro
berto Sáchica.
330 Dromi, Roberto. Licitación pública, Editorial Ciudad Argentina, Cuarta Edición, 2010, p. 76.
331 Cassagne, en este punto, anota: “La selección del contratista privado encuentra en la «licitación públi
ca» el cauce general de la contratación administrativa, que se configura, básicamente, como un procedi
miento por el cual mediante una convocatoria o llamado a los eventuales interesados para queformulen
suspropuestas con arreglo a un pliego de condiciones (...) Juan Carlos Cassagne, El Contrato Adminis
trativo, pp. 68 y 69, Tercera Edición, Editorial AbclcdoPcrrot.
150 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Ley 1150 de 2007, es decir, cuando el proceso de selección tenga una causal específica
en los otros numerales los cuales prevén la selección abreviada, el concurso de méritos,
la contratación directa y la contratación de mínima cuantía. En consecuencia, si la ad
ministración tiene dudas sobre el instrumento de escogencia del contratista, es decir, si
está en presencia de algunas de las causales enlistadas en las excepciones contempladas
en los numerales 2, 3, 4 y 5 del artículo 2o en cita, deberá resolver ese conflicto a fa
vor de la aplicación de la licitación pública, pues fue querer del Legislador que ante la
duda se prefiriera este procedimiento especial de selección y no otros —in dubio pro
licitación—.
Por su parte, el parágrafo del artículo 30 de la Ley 80 de 1993, define la licitación
pública, así: "Para los efectos de la presente ley se entiende por licitación pública el pro
cedimiento mediante el cual la entidad estatalformula públicamente una convocatoria
para que, en igualdad de oportunidades, los interesados presenten sus ofertas y seleccione
entre ellas la másfavorable”. Sobre las características de este mecanismo de selección, el
Consejo de Estado332, ha expuesto lo siguiente:
"La licitación es el procedimiento generalmente utilizado. De ella puede decirse, de
manera descriptiva, que tiene les siguientes características: I. Es un procedimiento previo a
través del cual se regula la forma de celebración de los contratos administrativos o estatales,
con la finalidad de seleccionar a quien ofrece las mejores condiciones. 2. Consiste en una
invitación pública para que los interesados hagan propuestas, ciñéndose a las bases previs
tas, esto es al pliego de condiciones. 3. De las propuestas la administración selecciona la
más favorable y a ella le adjudica el contrato. 4. El procedimiento se funda, para lograr la
finalidad que busca la administración, entre otros, en los principios de igualdad, transparen
cia, economía y cumplimiento del pliego de condiciones".
332 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 29 de agosto de 2007, Expediente 15-324, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez.
333 Ver Corte Constitucional, Sentencia T-442 de 2014, M.P. Gabriel Mendoza Martelo.
Los contratos estatales en Colombia 151
Nueva modalidad de cscogcncia del contratista, creada por la Ley 1150 de 2007.
Aunque el Legislador no definió en qué consistía este mecanismo de selección, sí descri
bió en forma general cuáles serían las características de este procedimiento. En ese senti
do, el numeral 2 del artículo 2U de la Ley 1150 de 2007, indica: “La selección abreviada
corresponde a la modalidad de selección objetiva prevista para aquellos casos en que por las
características del objeto a contratar, las circunstancias de la contratación o la cuantía o
destinación del bien, obra o servicio, puedan adelantarse procesos simplificados para garan
tizar la eficiencia de la gestión contractual”.
La ley, entonces se refirió a este proceso como aquel donde debe seleccionarse el
contratista en forma objetiva y además, teniendo en cuenta el objeto del contrato, las
circunstancias de la contratación o destinación del bien, o la cuantía. Además, dispuso
que esa contratación debía tramitarse por procesos simplificados. Por su parte, la regla
mentación de la estructura de esos procesos le fue encomendada al Gobierno nacional,
labor que se cumplió con el Decreto 1082 de 2015.
La selección abreviada también participa de la naturaleza de ser una convocatoria
pública abierta para que los interesados puedan participar en ella dentro de un espectro
que persigue la obtención de varias ofertas que compiten para que una de ellas sea la
escogida porque es la más favorable para la entidad estatal de cara a los factores de pon
deración previstos en la ley 80 de 1993, ya sí dependiendo de la causal a la que se acuda
de forma particular.
Por otro lado, a diferencia de la licitación pública, bajo la cual se pueden contratar
todo tipo de actividades, obras, bienes o servicios sin limitaciones, la selección abrevia
da es una modalidad de selección que procede solo en los casos allí previstos, es decir en
razón al objeto del contrato o las circunstancias en que ella se desarrolla la contratación
lo que sin dudas limita su uso a los eventos expresa y previamente dispuestos en el nu
meral 2 del artículo 2 de la ley 1150 de 2007.
152 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
No puede perderse de vista entonces, que la escogencia del contratista, por esta mo
dalidad, aunque sea simplificada o flexible, debe estar precedida del respeto de los prin
cipios generales de la contratación estatal, entre ellos, el deber de selección objetiva334.
De otra parte, la estructura de este proceso de selección consta de los siguientes as
pectos o etapas generales, sin perjuicio de las reglas especiales de cada causal: i) Estudios
y documentos previos, ii) Convocatoria pública, iii) Observaciones a los documentos
y prepliegos, iv) Acto administrativo de apertura del proceso de selección abreviada y
publicación del pliego de condiciones, vi) Audiencia de aclaración de los pliegos de
condiciones y de discusión y asignación de riesgos335 y adendas en caso de ser necesario,
vii) Presentación de ofertas por los proponentes, viii) Evaluación de las propuestas, ix)
Traslado del informe de verificación de requisitos habilitantes o realización del sorteo
de consolidación de oferentes y subsanabilidad de ofertas, x) Evaluación de las propues
tas, xi) Adjudicación, xii) Declaratoria desierta de la selección abreviada, si es pertinen
te, xiii) Celebración del contrato.
A continuación, se revisa cada una de las causales de contratación por selección
abreviada, contenidas en el numeral 2 del artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, en los
literales pertinentes, así:
Se trata de una nueva causal de contratación que está dirigida a resolver las necesida
des de bienes y servicios de corriente y común utilización por parte de las entidades es
tatales, siempre que tales prestaciones se puedan adquirir en el mercado porque cuentan
con unas mismas especificaciones técnicas y que tengan iguales patrones de desempeño
o utilidad y de calidad objetivamente definidos.
Las entidades a través de esta causal de selección abreviada pueden llegan a celebrar
contratos estatales de suministro, compraventa y de todo tipo de servicios, siempre que
las prestaciones de dichos negocios jurídicos reúnan las condiciones señaladas en el pá
rrafo anterior.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 27 de noviembre de 2017, Expe
diente 58.362, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
355 Dicha audiencia sólo es obligatoria durante el trámite de la licitación pública, según lo prevé el De
creto 1082 de 2015.
Los contratos estatales en Colombia 153
Un ejemplo puede mostrarnos de una mejor forma en qué casos procedería esta cau
sal de contratación. Una alcaldía requiere de papel para su funcionamiento; las resmas
de papel de carta u oficio, son bienes que todas las entidades públicas requieren para su
funcionamiento en forma permanente. De igual manera, el papel se puede adquirir en
el mercado ante diferentes proveedores porque tienen una misma especificación técnica
(carta, peso, etc.) y su utilidad (impresión, actos administrativos, etc.) es igual en todos
los casos.
El propósito esencial de esta modalidad de selección, estriba en que la administra
ción, además de contratar con mayor flexibilidad y sin consideración al costo de la con
tratación —como ocurría con la redacción inicial de la ley 80 de 1993—, logre obtener
beneficios importantes al concertar el suministro de ciertos bienes o servicios, de tal
forma que sin sacrificar la calidad de los mismos, puedan ser comprados a agentes co
merciales que le ofrezcan descuentos económicos considerables en esas adquisiciones.
Es por ello que el inciso segundo del citado literal dispone: “Para la adquisición de estos
bienes y servicios las entidades deberán, siempre que el reglamento así lo señale, hacer uso
de procedimientos de subasta inversa o de instrumentos de compra por catálogo derivados
déla celebración de acuerdos, marco de precios o deprocedimientos de adquisición en bolsas
de productos”;
Así las cosas, cuando la ley ordena que se utilicen procedimientos de subasta inver
sa, para la adquisición de bienes y servicios con características uniformes, no hace otra
cosa que poner de presente la necesidad por parte de los proponentes de ofrecerle a la
administración buenos precios. Entonces, a partir de un precio base fijado por la pro
pia entidad estatal, de tal manera que los proponentes ofrezcan, solo resultará ganador,
quien oferte el menor precio para dicho suministro. De hecho, como ya estudió, en esta
modalidad de contratación, la oferta más favorable es únicamente aquella que ofrezca el
menor precio de acuerdo con lo previsto en el numeral 3 del artículo 5o de la Ley 1150
de 2007 —regla derivada del deber de selección objetiva—.
El mecanismo para escoger al contratista para el suministro de bienes o servicios
de características técnicas uniformes y de común utilización, por regla general, es a tra
vés de la Tienda Virtual del Estado Colombiano al amparo de un Acuerdo Marco de
Precios y aún en aquellos casos que se esté en presencia de una compra que no supere
el valor de la mínima cuantía —ver art. 42 L. 1955 de 2019— y excepcionalmente se
podrá hacer por subasta inversa —presencial o virtual—, cuando no sea procedente
adquirir por acuerdo marco, como sucede con las entidades territoriales en la actuali
dad —sujeto a la transición dispuesta en el decreto 310 de 2021— o porque se trate de
bienes o servicios de dichas calidades que no hacen parte de un acuerdo marco de aque
llos celebrados por Colombia Compra Eficiente, en cuyo caso las entidades estatales
quedan habilitadas para acudir directamente a la subasta inversa para comprar directa
mente ante los proveedores.
154 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, fue solo con la puesta en funcionamiento de la Agencia Estatal
Colombia Compra Eficiente —Decreto ley 4170 de 2011— y con la expedición del
decreto 1510 de 2013 —hoy compilado en el Decreto 1082 de 2015—, que se pudo
implementar en nuestro país la compra de bienes y servicios de características técnicas
uniformes por Acuerdo Marco de Precios336, a los que estaban sometidas inicialmente
todas las entidades y organismos que hagan parte de la Rama Ejecutiva del orden na
cional —art. 46 Decreto 1510 de 2013— y ahora también todas las entidades estatales
sujetas a la ley 80 de 1993 en virtud de lo dispuesto en el artículo 41337 de la ley 1955 de
2019 y el decreto 310 de 2021. Adicionalmente, el artículo 42 de la ley 1955 de 2019,
para el caso de la modalidad de selección de mínima cuantía dispuso:
"Artículo 42. Adiciónese el parágrafo 3 al artículo 94 de la ley 1474 de 2011, así:
PARAGRAFO 3. En aquellos eventos en que las entidades estatales deban contratar bie
nes o servicios de características técnicas uniformes que se encuentren en un acuerdo marco
de precios y cuyo valor no exceda del diez por ciento f 10%) de la menor cuantía, las enti
dades deberán realizar la adquisición a través de la Tienda Virtual del Estado Colombiano,
siempre que el bien o servicio esté disponible por ese medio.
Las entidades que no se encuentren obligadas a hacer uso del acuerdo marco de precios
igualmente podrán utilizar esta (¡gura antes que la selección por mínima cuantía".
Colombia Compra Eficiente elaboró una guía338 para entender cómo funcionan los
Acuerdos Marco de Precios y allí definió qué debe entenderse por tal concepto al indi
car lo siguiente:
336 Colombia Compra Eficiente, celebró Acuerdo Marco de Precios para la compra de combustibles,
SOAT y servicios de nube pública para entidades estatales, etc. Ver https://colombiacompra.gov.co/
ticnda-virtual-dcl-cstado-colombiano/acucrdos-marco/acucrdos-marco
337 Artículo 41°.- De las modalidades de selección. Modifiqúese el parágrafo 5 del artículo 2o de la Ley
1150 de 2007, el cual quedará así:
Parágrafo 5. Los acuerdos marco de precios a que se refiere el inciso 2 del literal a) del numeral 2 del
presente artículo, permitirán fijar las condiciones de oferta para la adquisición o suministro de bienes
y servicios de características técnicas uniformes y de común utilización a las entidades estatales durante
un período de tiempo determinado, en la forma, plazo y condiciones de entrega, calidad y n el acuerdo.
La selección de proveedores como consecuencia de la realización de un acuerdo marco de precios, le
dará a las entidades estatales que suscriban el acuerdo, la posibilidad que mediante órdenes de compra
directa, adquieran los bienes y servicios ofrecidos.
En consecuencia, entre cada una de las entidades que formulen órdenes directas de compra y el respectivo
proveedor, se constituirá un contrato en los términos y condiciones previstos en el respectivo acuerdo.
El Gobierno nacional señalará la entidad o entidades que tendrán a su cargo el diseño, organización
y celebración de los acuerdos marco de precios. El reglamento establecerá las condiciones bajo las
cuales el uso de acuerdos marco de precios, se hará obligatorio para todas las entidades sometidas al
Estatuto General de Contratación de la Administración Pública.
Los Organismos Autónomos, las Ramas Legislativa y Judicial y las entidades territoriales en ausencia
de un acuerdo marco de precios diseñado por la entidad que señale el Gobierno nacional, podrán
diseñar, organizar y celebrar acuerdos marco de precios propios.
338 http://www.colombiacompra.gov.co/sitcs/dcfault/filcs/manualcs/acucrdos_marco.pdf
Los contratos estatales en Colombia 155
El Consejo de Estado339, por su parte, se refirió a los acuerdos marco de precios para
precisar lo siguiente:
“El Acuerdo Marco de Precios es un contrato que no tiene como finalidad directa la
adquisición, compra o suministro de bienes y servicios de características técnicas uniformes y
de común utilización. Por el contrario, su propósito es solo establecer los términos de forma,
plazo y condiciones bajo las cuales se llevará a cabo la provisión futura de estos bienes o
servicios a ciertas entidades estatales por parte de los contratistas seleccionados para ello, a
través de la conformación de un catálogo que contiene dichos productos o servicios y que se
mantiene vigente por un período determinado de tiempo".
Por su parte, el decreto 1082 de 2O15340, establece que: (i) La identificación de bie
nes y servicios objeto de un Acuerdo Marco de Precios, le corresponderá a Colombia
Compra Eficiente, o quien haga sus veces, quien periódicamente debe efectuar Procesos
de Contratación para suscribir Acuerdos Marco de Precios, teniendo en cuenta los
Bienes y Servicios de Características Técnicas Uniformes contenidos en los Planes
Anuales de Adquisiciones de las entidades estatales y la información disponible del sis
tema de compras y contratación pública; (ii) Las entidades estatales pueden solicitar
a Colombia Compra Eficiente un Acuerdo Marco de Precios para un bien o servicio
determinado y dicha entidad debe estudiar la solicitud, revisar su pertinencia y defi
nir la oportunidad para iniciar el Proceso de Contratación para el Acuerdo Marco de
Precios solicitado; (iii) Colombia Compra Eficiente debe publicar el Catálogo para
Acuerdos Marco de Precios, y la entidad estatal en la etapa de planeación del Proceso
de Contratación está obligada a verificar si existe un Acuerdo Marco de Precios vi
gente con el cual la entidad estatal pueda satisfacer la necesidad identificada341; (iv)
Colombia Compra Eficiente debe diseñar y organizar el Proceso de Contratación para
los Acuerdos Marco de Precios por licitación pública y celebrar los Acuerdos Marco
de Precios y (v) El Acuerdo Marco de Precios debe establecer, entre otros aspectos, la
forma de: a) evaluar el cumplimiento de las obligaciones a cargo de los proveedores y de
33? Sección Tercera, Subsección “A”, Auto de 27 de septiembre de 2018, Expediente 57.875, C.P. María
Adriana Marín. Ver también Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Ex
pediente 56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
340 Artículo 2.2.1.2.1.2.7 y ss.
341 Ver Manual para la Operación Secundaria de los Acuerdos Marco de Precios en cce_manual_opera-
cion_secundaria.pdf(rolombiacompra.gov.co)
156 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
342 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
343 Suárez Beltrán, Gonzalo. Reforma al Estatuto General de la Contratación de la Administración Públi
ca. Primera Edición, Editorial Lcgis, Bogotá, 2007, p. 21.
Los contratos estatales en Colombia 157
Por último, son dos los desafíos que tienen las entidades estatales en esta modalidad
de selección para salvaguardar los intereses públicos, a saber: i) buen estudio de precios
de mercado, con el fin de contar con elementos objetivos de verificación a la hora de
evaluar los ofrecimientos de los proponentes y con ello evitar a toda costa la propuesta
de precios artificialmente bajos, y ii) ser exhaustivas a la hora de garantizar la calidad de
los bienes y servicios que se contratan por este mecanismo de escogencia del contratista.
1.2.3. Sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley 100 de 1993 y en la Ley 1122 de 2007,
la celebración de contratos para la prestación de servicios de salud. El regla
mento interno correspondiente fijará las garantías a cargo de los contratistas.
Los pagos correspondientes se podrán hacer mediante encargos fiduciarios
1.2.4. La contratación cuyo proceso de licitación pública haya sido declarado desier
to; en cuyo caso la entidad deberá iniciar la selección abreviada dentro de los
cuatro meses siguientes a la declaración de desierta del proceso inicial
Con la reforma de la Ley 1150 de 2007, pasó de ser causal de contratación directa
a una de selección abreviada con una disposición adicional: fijó una competencia
temporal para que la administración pudiera optar por ese mecanismo especial y es
que deberá iniciarlo dentro de los cuatro (4) meses siguientes a la firmeza del acto
administrativo que declara desierto el proceso de selección respectivo. De tal manera,
que las entidades estatales solo podrán acudir a esa causal especial, si lo hacen en el
término antes fijado.
El propósito de la ley 80 de 1993 pretende que un procedimiento especial de se
lección de contratistas concluya con la adjudicación del mismo, sin embargo ocurren
situaciones que frustran ese interés ya sea porque no hay interés del mercado y na
die presenta una oferta o también sucede que aunque se radican propuestas ninguna
cumple o satisface con las exigencias de los pliegos de condiciones, en cuyo caso se
debe declarar desierto el proceso. El Consejo de Estado345, se refirió a dicha figura
contractual así:
la declaratoria de desierta es aquella determinación que adopta la Administración
de no elegir ninguna de las propuestas recibidas para la adjudicación del contrato ofrecido,
cuando se presentan motivos o cousos que hacen imposible cumplir con una selección objeti
va, debiendo la entidad dar cuenta en forma expresa en el respectivo acto administrativo de
las circunstancias que propiciaron dicha declaración".
1.2.5. La enajenación de bienes del Estado, con excepción de aquellos a que se refie
re la Ley 226 de 1995
La Ley 1150 de 2007 se preocupó por crear una nueva causal de selección para con
tratar la venta de bienes del Estado, exceptuando de su aplicación los contratos que tu
vieran por objeto vender bienes que estén cubiertos por la Ley 226 de 1995347, es decir,
la enajenación de la propiedad accionaria estatal y en general cualquier participación
social estatal que se tenga en empresas.
De tal forma que, cuando una entidad estatal desea vender inmuebles o muebles,
deberá acudir a esta modalidad especial de selección de su comprador. La Ley 1150 de
2007 fijó unas reglas para este proceso tales como: i) la posibilidad de vender por subas
ta y en general por los mecanismos autorizados por el derecho privado, ii) previsiones
para establecer el valor comercial de los bienes y los costos asociados a su mantenimien
to, iii) normas especiales para la venta de bienes a cargo de la SAE, iv) la obligatoriedad
de garantizar la libre concurrencia de oferentes y la participación de gestores inmobilia
rios, v) normas especiales para la audiencia de venta de tales bienes, y vi) mecanismos de
difusión y publicidad de esas enajenaciones.
El Decreto 1082 de 2015348, determinan las etapas y estructura de esta modalidad
de selección para la enajenación de bienes muebles e inmuebles del Estado.
1.2.7. Los actos y contratos que tengan por objeto directo las actividades comerciales
e industríales propias de las Empresas Industriales y Comerciales Estatales y de
las Sociedades de Economía Mixta, con excepción de los contratos que a título
enunciativo identifica el artículo 32 de la Ley 80 de 1993
La Ley 1150 de 2007, opta por calificar esta causal que era de contratación directa
como de selección abreviada. Ahora bien, esta modalidad de selección debe analizarse
en conjunto con lo dispuesto por el artículo 14 de la misma ley, modificada por el artí
culo 93 de la Ley 1474 de 2011. En efecto, el citado artículo 14, prevé:
"Artículo 93. Del régimen contractual de las Empresas Industriales y Comerciales del
Estado, las Sociedades de Economía Mixta, sus filiales y empresas con participación mayo-
ritaria del Estado.
Modifiqúese el artículo 14 de la Ley 1 150 de 2007, el cual quedará así:
Las Empresas Industriales y Comerciales del Estado, las Sociedades de Economía Mixta
en las que el Estado tenga participación superior al cincuenta por ciento (50%), sus filiales
y las Sociedades entre Entidades Públicas con participación mayoritaria del Estado superior
al cincuenta por ciento (50%), estarán sometidas al Estatuto General de Contratación de la
Administración Pública, con excepción de aquellas que desarrollen actividades comerciales
en competencia con el sector privado y/o público, nacional o internacional o en mercados
regulados, caso en el cual se regirán por las disposiciones legales y reglamentarias aplica
bles a sus actividades económicas y comerciales, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 13
de la presente ley. Se exceptúan los contratos de ciencia y tecnología, que se regirán por la
Ley 29 de 1990 y las disposiciones normativas existentes".
En este orden de ideas, en primer lugar, se hace necesario establecer si las actividades
comerciales e industriales que desempeñan las empresas industriales y comerciales del
Estado o las sociedades de economía mixta, se ejercen o no en competencia con los
particulares o públicos, nacionales o internacionales, o en mercados regulados, pues si
tales empresas están en esas condiciones —compitiendo—, su régimen de contratación
será el previsto para tales actividades comerciales —por regla general son de derecho
privado—, y en caso contrario, si no hay competencia, sí se someterán en sus contratos
a la causal de selección abreviada en cita, con excepción de los contratos enlistados en
el artículo 32 de la Ley 80 de 1993 (concesión, obra pública, prestación de servicios,
consultoría, fiducia y encargo fiduciario).
Los contratos estatales en Colombia 161
34? Sección Tercera, Sentencia del 28 de enero de 2009, Expediente 35.262, C.P. Enrique Gil Botero.
350 Artículo 2.2.1.2.1.2.24.
351 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 23 de septiembre de 2009, Expediente 24.639,
C.P. Miryam Guerrero de Escobar.
352 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 16 de mayo de 2019, Expediente 59.279, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
162 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Ahora bien, Colombia Compra Eficiente353, en una reciente opinión con mucha
precisión y claridad expuso cuál es el régimen jurídico aplicable a la contratación deri
vadas del ejercicio de actividades industriales y comerciales por el Estado y en tal sentido
sostuvo lo siguiente:
"En esta medida, las empresas industríales y comerciales del Estado que no estén en
competencia ni desarrollen su actividad en mercados regulados están sometidas al EGCAP
y las normas que lo complementan. Conforme al literal g} del artículo 2.2 de la Ley 1150
de 2007, estos contratos siguen las reglas del procedimiento de selección abreviada, ex
ceptuados los del artículo 32 déla Ley 80 de 1993. En contraste, el régimen contractual de
las empresas industriales y comerciales del Estado que se encuentren en competencia o en
mercados regulados es el propio de tales actividades, esto es, por regla general, el derecho
privado. De acuerdo con la jurisprudencia, la exclusión de estas últimas se justifica en el prin
cipio de igualdad, ya que si el Estado desarrolla actividades de los particulares, debe actuar
no solo desprovisto de poderes exorbitantes sino también con la misma eficacia y eficiencia
que los sujetos de derecho privedo".
De este modo, para dichas actividades industriales y comerciales del Estado, la con
tratación, por regla general, se seguirá por las normas del derecho privado y por excep
ción se sujetará a las previsiones déla ley 80 de 1993.
1.2.8. Los contratos de las entidades, a cuyo cargo se encuentre la ejecución de los
programas de protección de personas amenazadas, programas de desmovili
zación y reincorporación a la vida civil de personas y grupos al margen de
la ley, incluida la atención de los respectivos grupos familiares, programas de
atención a población desplazada por la violencia, programas de protección de
derechos humanos de grupos de personas habitantes de la calle, niños y niñas
o jóvenes involucrados en grupos juveniles que hayan incurrido en conductas
contra el patrimonio económico y sostengan enfrentamientos violentos de dife
rente tipo, y población en alto grado de vulnerabilidad con reconocido estado
de exclusión que requieran capacitación, resocialización y preparación para
el trabajo, incluidos los contratos fiduciarios que demanden
La Ley 1150 de 2007 crea esta nueva causal de contratación para atender circuns
tancias especiales derivadas de la obligación estatal de garantizar la protección de dere
chos humanos y derechos fundamentales de la población vulnerable. Incluso, autoriza
celebrar por esta modalidad contratos fiduciarios que demanden la atención de dichas
actividades. El Decreto 1082 de 2015354, señala que la contratación de esas actividades
se regirá por la disposición de la selección abreviada por menor cuantía.
Por lo anterior, la nueva redacción del artículo 65A del decreto 1510 de 2013 (ar
tículo 2.2.1.2.1.2.26 del Decreto 1082 de 2015), nos permite concluir que: (i) Las en
tidades estatales que requieran bienes y servicios para la defensa y seguridad nacional,
deberán recurrir a las reglas de la selección abreviada de menor cuantía; (ii) Si los bienes
o servicios requeridos son de características técnicas uniformes deben contratar por esta
última causal de contratación o comprar por catálogo si sobre dichos bienes o servicios
está vigente un Acuerdo Marco de Precios suscrito por Colombia Compra Eficiente;
(iii) Las entidades estatales deben consignar en los estudios previos por qué estos bienes
o servicios se requieren para la defensa y seguridad nacional y (iv) Se abandona el listado
de entidades que podían recurrir a esta modalidad de contratación.355
355 Sección Tercera, Subsección “A”, Auto de 14 de mayo de 2014, Expediente 50.222, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez. La decisión judicial anterior fue confirmada por Auto de 27 de junio de 2014, C.P.
(E) Hernán Andradc Rincón.
164 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1.2.10. Los bienes y servicios no uniformes de común utilización por parte de las
entidades públicas, para lo cual la Agencia Nacional de Contratación Pública
— Colombia Compra Eficiente— podrá celebrar acuerdos marco de precios
y demás instrumentos de agregación de demanda. Estos acuerdos marco de
precios también serán de obligatorio uso de las entidades del Estado a las que
se refiere el parágrafo 5 del artículo 2 de la presente ley, modificado por el
artículo 41 de la ley 1955 de 2019350
La Ley 1150 de 2007, en el numeral 3 del artículo 2o, crea una nueva modalidad de
selección de consultores, a través del concurso de méritos. En efecto, dicho numeral,
prevé:
En este orden de ideas, hacen parte del contrato de consultorías, las siguientes acti
vidades: i) los estudios necesarios para proyectos de inversión, estudios de diagnóstico,
prefactibilidad para programas o proyectos específicos, ii) asesorías técnicas de coordi
nación, control y supervisión358, iii) interventorías, iv) asesorías, v) gerencia de obra o
de proyectos, dirección, programación y la ejecución de diseños, y vi) elaboración de
planos, anteproyectos y proyectos. Adicionalmente, cuando se requiera seleccionar pro
yectos de arquitectura, con base en las reglas del 2326 de 1995, o la norma que lo modi
fiquen, aclaren, adicionen o sustituyan, deberá surtirse también el concurso de méritos.
Por lo tanto, cuando una entidad estatal pretende celebrar un contrato que tenga
por objeto cualquiera de las prestaciones anteriores, deberá acudir a las disposiciones
del concurso de méritos para escoger a su contratista, luego de valorar la experiencia
y organización del proponente. Las excepciones vigentes para no tener que tramitar
el concurso de méritos para seleccionar consultores son: i) cuando por el valor de la
358 El artículo 83 de la Ley 1474 de 2011, modificó la contratación de algunas actividades de consulto-
ría, pues por un lado, fijó las labores de supervisión exclusivamente en las entidades estatales y por
otro lado, autorizó la celebración de contratos de prestación de servicios para apoyar las actividades
de supervisión.
166 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
consultoría sea procedente optar por la contratación de mínima cuantía, en cuyo caso
la selección se surtirá conforme a esa modalidad de selección; ii) el caso previsto en el
*359 de la Ley 1508 de 2012, en cuanto permite contratar consultores para
artículo 33353
evaluar proyectos de asociaciones público privadas por el procedimiento de selección
abreviada de menor cuantía o de mínima cuantía según se trate; iii) la contratación de
consultores bajo la causal de urgencia manifiesta; iv) la celebración de contratos inte
radministrativos de consultoría e interventoría360 y v) la contratación asesores técnicos
para presentar o contradecir el dictamen pericial en procesos judiciales, según lo previo
el artículo 82 de la ley 2080 de 2021.
Dromi361, advierte que el concurso como mecanismo de selección de contratistas “es
un medio de selección de la persona más idónea para ejecutar una prestación pública, de allí
que se tengan en cuenta preferentemente las condiciones de mayor capacidad del oferente;
v. gr., (...) realizar la maqueta de un monumento, proyecto, esbozo o bosquejo de obra, etc.”
Por su parte, el artículo 2.2.1.2.1.3.1 y siguientes del Decreto 1082 de 2015, con
sagra las etapas de esta modalidad de selección362. Así, se prevé el concurso de méritos
abierto o con sistema de precalificación. Finalmente, el Decreto 1082 de 2015 determi
na cada una de las etapas del concurso de méritos y cómo es el proceso de escogencia del
consultor. Adicionalmente, el proceso de evaluación parte de la calificación de la mejor
propuesta técnica y luego se procede a la evaluación de la propuesta económica.
Finalmente, la estructura del proceso de selección del concurso de méritos, requiere
del cumplimiento de la exigencia de los estudios previos, prepliegos, publicaciones y las
etapas son: i) Acto administrativo de apertura, el cual, en los eventos en que se haga uso
de precalificación, solo procederá una vez se encuentre en firme la conformación de la
lista, ii) Publicación del pliego de condiciones, iii) Audiencia de aclaración de pliegos
353 Artículo 33. Modificado por la Ley 1882 de 2018, artículo 7o. La elaboración de estudios, la eva
luación de proyectos de iniciativa privada y las interventorías de los contratos, se podrán contratar
mediante el procedimiento de selección abreviada de menor cuantía o mínima cuantía según su valor.
£n los contratos para la ejecución de proyectos de asociación público-privada la interventoría de
berá contratarse con una persona independiente de la entidad contratante y del contratista. Dichos
interventores responden civil, fiscal, penal y disciplinariamente, tanto por el cumplimiento de las
obligaciones derivadas del contrato de interventoría, como por los hechos u omisiones que les sean
imputables y causen daño o perjuicio a las entidades, derivados de la celebración y ejecución de con
tratos respecto de los cuales hayan ejercido o ejerzan las funciones de interventoría, siempre y cuando
tales perjuicios provengan del incumplimiento o responsabilidad directa, por parte del interventor,
de las obligaciones que a este le corresponden con el contrato de interventoría.
360 La jurisprudencia del Consejo de Estado encuentra perfectamente procedente la celebración de
contratos interadministrativos de interventoría. Ver Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de
5 de marzo de 2021, Expediente 73001-23-31-000-2010-00441-01 AP, C.P. José Roberto Sáchica
Méndez.
361 Dromi, Roberto. Op. cit., p. 122.
362 Modificado por los artículos 1 y 2 del Decreto 399 de 2021.
Los contratos estatales en Colombia 167
M El Consejo de Estado, así lo señaló cuando aseguró: “Dentro de las reglas de selección de la contratación
directa al amparo de la ley 80 de 7 993 no se instaló la obligatoriedad de dar acceso abierto e indiscri
minado a todas las personas interesadas en participar en un procedimiento de contratación, puesto que
en ciertos eventos de acuerdo con las necesidades de la entidad contratante y los principios de economía,
celeridady eficacia, en vigencia del Decreto 855 de 7 994 pudo tener cabida la contratación directa sin
expedir un nuevo acto de apertura o invitación a presentar ofertas e incluso sin oferta alguna por ejemplo
Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de septiembre de 2015, Expediente 39.327,
C.P. Hernán Andrade Rincón.
367 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 2 de junio de 2021, Expediente
36.710, C.P. Martín Bcrmúdcz Muñoz.
Los contratos estatales en Colombia 169
razones deben reposar en los estudios previos que la preceden las cuales deben aparecer
debidamente sustentadas y conectadas con las causales previstas en el numeral 4 del
artículo 2 de la ley 1150 de 2007.
Por otro lado, el artículo 2.2.1.2.1.4.1 del Decreto 1082 de 2015 prevé la obliga
toriedad de que las entidades estatales emitan un acto administrativo que justifique la
contratación directa, salvo para los casos exceptuados como ocurre por ejemplo con los
contratos de prestación de servicio. No es pues una exigencia irrelevante. Por el contra
rio, lo que busca es garantizar un ejercicio razonado del por qué se acude a ese mecanis
mo excepcional de contratación y no a otro.
Dromi368 sostiene que la contratación directa “es elprocedimiento por el cual el Estado
elige directamente al contratista sin concurrencia, puja u oposición”. De la misma forma,
como características de esta modalidad de selección, el mismo autor, agrega que en él: i)
Hay falta de concurrencia, puja u oposición de ofertas, ii) El Estado tiene competencia
para dirigirse libremente a quien juzgue conveniente para solicitarle una oferta de con
trato, iii) Su uso es facultativo para el Estado.
Por su parte, el Consejo de Estado369 ha definido el proceso de selección de contra
tación directa370, como: “un procedimiento reglado excepcionalmente y de aplicación e
interpretación restrictiva, al cual pueden acudir las entidades públicas para celebrar con
tratos, en determinados eventos tipificados en la ley, en una forma más rápida, sencilla y
expedita para la adquisición de bienesy servicios que por su cuantía, naturaleza o urgencia
manifiesta no precisa ni requiere délosformalismos y múltiples etapas y términos previstos
para la licitación pública, aun cuando debe cumplir los principios que rigen la contratación
pública”.
Para la doctrina nacional371, la contratación directa, “es la modalidad en la cual la
selección del contratista no está sujeta a un proceso abierto en el que puede participar cual
quier persona natural o jurídica, pues en esos casos es la propia entidad la que decide con
quién contrata o determina a quién invita. En la contratación directa, la invitación tiene
«alcance restringido» en la medida en que ella «se dirige a unos pocos escogidos por la
administración» ”.
La contratación directa emerge, en consecuencia, como una solución ágil a las nece
sidades diarias de la administración, y flexibiliza la selección del contratista solamente
368 Dromi, Roberto. Licitación pública. Op. cit., pp. 117 y 118.
369 Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, Expediente 24.715 (Acumulado), C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
3/0 Dromi Derecho administrativo, Décima Edición, Editorial Ciudad Argentina, Buenos Aires, 2004, p.
925.
371 Bermúdez Muñoz, Martín. Reforma al régimen de contratación estatal, “Los procesos deselección". Edi
ciones Uniandcs, Bogotá, 2010, p. 105.
170 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
en aquellos casos expresamente autorizados por la ley572, dependiendo del objeto del
contrato, de la urgencia de la contratación, de la naturaleza de la entidad contratista o
de la no existencia de pluralidad de oferentes. Nótese que existe una reserva de ley372373,
respecto de las situaciones concretas que pueden dar lugar a esa contratación, sin que al
gobierno le esté permitido ampliar su marco de acción a otros supuestos. Otro aspec
to bien distinto es el relativo a la reglamentación374 de los mecanismos para contratar,
frente a cada una de las distintas causales de contratación directa, pues esa atribución sí
le compete al Gobierno nacional375.
Por su parte, con la Ley 1150 de 2007 se impone un cambio sustancial376 en la di
námica contractual de las entidades estatales, por cuanto la celebración de contratos
estatales con base en la causal de contratación directa por menor cuantía que traía la
Ley 80 de 1993 desaparece en la redacción actual del numeral 4 del artículo 2o de la
Ley Reformatoria del Estatuto de Contratación, que reglamenta las causales de con
tratación directa. Por cuenta de esa causal —menor cuantía— se celebraron muchos
contratos de diversos objetos, dependiendo de la voluntad del administrador de turno;
en otros casos, con los contratos por menor cuantía se fomentó la práctica del fracciona
miento de los mismos. Dadas las anteriores precisiones, se hace necesario indicar cuáles
eran las causales de contratación directa previstas originalmente377 con la Ley 80 de
1993, en su numeral 1 del artículo 24, así:
372 En ese sentido, el Consejo de Estado ha manifestado: “Como lo ha manifestado la Sala, debe tenerse en
cuenta que es atribución exclusiva del legislador señalar los mecanismos de selección de los contratos que
celebren las entidades del Estado, porque el constituyente confirió al legislador la competencia para regu
lar el tema de la contratación estatal, campo en el cual lafunción del ejecutivo se limita a reglamentar las
normas expedidas por aquel en orden a su correcta ejecución”. Sección Tercera, Auto del 16 de marzo de
2006, Expediente 29.393, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
373 En ese sentido, el numeral 4 del artículo 2“ de la Ley 1150 de 2007, con absoluta claridad prevé: “La
modalidad de selección de contratación directa solamente procederá en los siguientes casos:
374 Sobre la facultad reglamentaria del gobierno frente a la Ley 80 de 1993, se puede consultar la Senten
cia C-508 del 3 de julio de 2002 de la Corte Constitucional, M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
375 En vigencia de la Ley 80 de 1993, entre otras disposiciones, así lo hizo con los decretos 855 de 1994 y
2170 de 2002. Con la Ley 1150 de 2007, el gobierno dictó el Decreto 066 de 2008, el Decreto 2474
de 2008, el Decreto 734 de 2012, el Decreto 1510 de 2013 y el último el Decreto 1082 de 2015. So
bre la potestad para reglamentar el Estatuto de Contratación Estatal, ver Sentencia del 3 de diciembre
de 2007, Expediente 24.715 (Acumulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
376 Así, en la exposición de motivos que presentó el gobierno a consideración del Congreso de la Repú
blica (Proyecto de Ley 020 de 2005 Senado) se consignó expresamente lo siguiente: La llamada
«contratación directa» identificada en el imaginario colectivo con el capricho del ordenador de gastos se
reduce a su mínima expresión, haciéndola utilizable sólo antela urgencia manifiesta (ya depurada en sus
alcancesy controles por el desarrollo dt la doctrina de los organismos de control udelajurisprudencia del
Consejo de Estado), el contrato de empréstito y los llamados «contratos interadministrativos» ”. Gaceta
del Congreso 458, Lunes Io de agosto de 2005, pp. 8 y 9.
377 Por cuanto el artículo 2" de la Ley 1150 de 2007 estableció nuevas causales de contratación directa y
eliminó otras.
Los contratos estatales en Colombia 171
A su vez, el numeral 4 del artículo 2o de la Ley 1150 del 16 de julio de 2007, modifi
có el régimen legal de las causales de contratación directa y dispuso lo siguiente:
"4. Contratación directa. La modalidad de selección de contratación directa, solamente
procederá en los siguientes casos:
a} Urgencia manifiesta;
b} Contratación de emprésteos;
cj Contratos interadministrativos, siempre que las obligaciones derivadas del mismo ten
gan relación directa con el objeto de la entidad ejecutora señalado en la ley o en sus
reglamentos.
Se exceptúan los contratos de obra, suministro, prestación de servicios de evaluación
de conformidad respecto de las normas o reglamentos técnicos, encargos fiduciarios y fi-
ducia pública cuando las instituciones de educación superior públicas o las Sociedades
de Economía Mixta con participación mayoritaria del Estado, o las personas jurídicas sin
ánimo de lucro conformadas por la asociación de entidades públicas, o las federaciones
de entidades territoriales sean las ejecutoras. Estos contratos podrán ser ejecutados por las
mismas, siempre que participen en procesos de licitación pública o contratación abreviada
de acuerdo con lo dispuesto por los numerales 1 y 2 del presente artículo.
En aquellos eventos en que el régimen aplicable a la contratación de la entidad ejecutora
no sea el de la Ley 80 de 1993, la ejecución de dichos contratos estará en todo caso some
tida a esta ley, salvo que la entidad ejecutora desarrolle su actividad en competencia con el
sector privado o cuando la ejecución del contrato interadministrativo tenga relación directa
con el desarrollo de su actividad.
172 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
En aquellos casos en que la entidad estatal ejecutora deba subcontratar algunas de las
actividades derivadas del contrato principal, no podrá ni ella ni el subcontratista, contratar o
vincular a las personas naturales o jurídicas que hayan participado en la elaboración de los
estudios, diseños y proyectos que tengan relación directa con el objeto del contrato principal.
Estarán exceptuados de la figura del contrato interadministrativo, ios contratos de seguro
de las entidades estatales;
d) la contratación de bienes y servicios en el sector Defensa y en el Departamento
Administrativo de Seguridad, DAS, que necesiten reserva para su adquisición;
ej Los contratos para el desarrollo de actividades científicas y tecnológicas;
fj los contratos de encargo fiduciario que celebren las entidades territoriales cuando
inician el Acuerdo de Reestructuración de Pasivos a que se refieren las Leyes 550 de 1999,
617 de 2000 y las normas que las modifiquen o adicionen, siempre y cuando los celebren
con entidades financieras del sector público;
gl Cuando no exista pluralidad de oferentes en el mercado;
hj Para la prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión, o para la
ejecución de trabajos artísticos que sólo puedan encomendarse a determinadas personas
naturales;
i) El arrendamiento o adquisición de inmuebles.
j) Literal adicionado por la Ley 1753 de 2015, artículo 125. La contratación de bienes
y servicios de la Dirección Nacional de Inteligencia {DNIj, que requieran reserva para su
adquisición.
kj Literal adicionado por la Ley 2080 de 2021, artículo 82. La selección de peritos
expertos o asesores técnicos pera presentar o contradecir el dictamen pericial en procesos
judiciales
L). Literal adicionado por la ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos o conve
nios que las entidades estatales suscriban con los cabildos Indígenas y las Asociaciones de
Autoridades Tradicionales Indígenas, cuyo objeto esté relacionado con el fortalecimiento del
Gobierno Propio, la identidad cultural, el ejercicio de la autonomía, y/o la garantía de los
Derechos de los Pueblos Indígenas.
M). Literal adicionado por la Ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos que las entida
des estatales suscriban con los consejos comunitarios de las comunidades negras, regulados
por la Ley 70 de 1993, que se encuentren incorporados por el Ministerio del Interior en el
correspondiente Registro Público Único Nacional y que hayan cumplido con el deber de
actualización de información en el mismo registro, cuyo objeto esté relacionado con el forta
lecimiento del gobierno propio, la identidad étnica y cultural, el ejercicio de la autonomía,
y/o la garantía de los derechos de los pueblos de las mismas comunidades.
Nj. Literal adicionado por la Ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos que las en
tidades estatales suscriban con las organizaciones de base de personas pertenecientes a
poblaciones afrocolombianas, raizales y palenqueras o con las demás formas y expresiones
organizativas, que cuenten con diez (1OJ años o más de haber sido incorporados, por el
Ministerio del Interior en el correspondiente Registro Público Único Nacional y que hayan
cumplido con el deber de actualización de información en el mismo registro, cuyo objeto esté
relacionado con el fortalecimiento de sus organizaciones, la identidad étnica y cultural, y/o
la garantía de los derechos de las poblaciones de las mismas organizaciones.
Así las cosas, tenemos que hoy en día y después de la reforma de la Ley 80 de 1993,
producto de la entrada en vigencia de la Ley 1150 de 2007, se mantienen como causales
de contratación directa únicamente las siguientes: i) la urgencia manifiesta, ii) la con
tratación de empréstitos, iii) la celebración de contratos interadministrativos, iv) la con
tratación de bienes y servicios en el sector defensa y en el Departamento Administrativo
de Seguridad, DAS —hoy Agencia Nacional de Inteligencia—, que necesiten reserva
Los contratos estatales en Colombia 173
para su adquisición, con las modificaciones que se explicarán más adelante, v) los con
tratos para el desarrollo de actividades científicas y tecnológicas, vi) Los contratos de
encargo fiduciario que celebren las entidades territoriales cuando inician el Acuerdo de
Reestructuración de Pasivos, como nueva causal de contratación directa, vii) cuando
no exista pluralidad de oferentes en el mercado, viii) la prestación de servicios profesio
nales y de apoyo a la gestión, o para la ejecución de trabajos artísticos que solo puedan
encomendarse a determinadas personas naturales, ix) el arrendamiento o adquisición
de inmuebles, x) La contratación de bienes y servicios de la Dirección Nacional de
Inteligencia (DNI), que requieran reserva para su adquisición, xi) La selección de pe
ritos expertos o asesores técnicos para presentar o contradecir el dictamen pericial en
procesos judiciales, xii) los convenios que las entidades estatales suscriban con los cabil
dos Indígenas y las Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas, cuyo objeto
esté relacionado con el fortalecimiento del Gobierno Propio, la identidad cultural, el
ejercicio de la autonomía, y/o la garantía de los Derechos de los Pueblos Indígenas, xiii)
Los contratos que las entidades estatales suscriban con los consejos comunitarios de las
comunidades negras, regulados por la Ley 70 de 1993, que se encuentren incorporados
por el Ministerio del Interior en el correspondiente Registro Público Unico Nacional y
que hayan cumplido con el deber de actualización de información en el mismo registro,
cuyo objeto esté relacionado con el fortalecimiento del gobierno propio, la identidad
étnica y cultural, el ejercicio de la autonomía, y/o la garantía de los derechos de los
pueblos de las mismas comunidades y xiv) Los contratos que las entidades estatales sus
criban con las organizaciones de base de personas pertenecientes a poblaciones afroco-
lombianas, raizales y palenqueras o con las demás formas y expresiones organizativas,
que cuenten con diez (10) años o más de haber sido incorporados, por el Ministerio del
Interior en el correspondiente Registro Público Unico Nacional y que hayan cumplido
con el deber de actualización de información en el mismo registro, cuyo objeto esté
relacionado con el fortalecimiento de sus organizaciones, la identidad étnica y cultural,
y/o la garantía de los derechos de las poblaciones de las mismas organizaciones.
De lo anterior, se tiene que se eliminaron como causales de contratación directa: i)
la contratación por menor cuantía378, ii) la declaratoria de desierta de la licitación379,
iii) cuando no se presente propuesta alguna o ninguna se ajuste al pliego de condicio
nes o términos de referencia o, en general, cuando falte voluntad de participación, iv)
la contratación de bienes y servicios que se requieran para la defensa y seguridad na
37S Por su lado, actualmente la contratación de menor cuantía es causal de selección abreviada. El literal
b) del numeral 2 del artículo 2o de la Ley 1150 de 2007.
Pasó a ser causa| Je selección abreviada. El literal d) del numeral 2 del artículo 2o de la Ley 1150 de
2007 dispuso: “La contratación cuyo proceso de licitación pública haya sido declarado desierto; en
cuyo caso la entidad deberá iniciar la selección abreviada dentro de los cuatro meses siguientes a la
declaración de desierta del proceso inicial”.
174 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
380 Por su lado, actualmente la contratación de productos de origen o destinación agropecuarios es cau
sal de selección abreviada con base en la previsión del literal f) del numeral 2 del artículo 2o de la Ley
1150 de 2007.
381 La contratación de prestación de servicios de salud, de acuerdo con lo dispuesto en el literal c) del
numeral 2 el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, es causal de selección abreviada.
382 Frente al régimen jurídico de contratación de dichas empresas, el artículo 14 de la Ley 1150 de 2007,
modificado por el artículo 93 de la Ley 1474 de 2011, lo reglamenta.
383 Sección Tercera, Sentencia del 27 de abril de 2006, Expediente 14.275, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
384 Dromi, Roberto. Licitación pública, Op. cit., p. 141.
Los contratos estatales en Colombia 175
cesidad pública invocada debe ser actual, presente e impostergable), imprevista (la ur
gencia debe ser imprevista para la administración), probada (la urgencia es una cuestión
de hecho que debe estar debidamente acreditada y fundada) y objetiva (la emergencia
que justifica la excepción tiene que deberse a una necesidad pública, a una exigencia
estatal). Es pues la urgencia en esas condiciones, lo que impone la atención de la nece
sidad por el procedimiento excepcional de contratación directa, porque si se espera el
trámite normal del proceso de selección que corresponda, se “provocaría, mayores daños
al interés público que los que ocasionaría la omisión delprocedimiento exigidos por razones
de conveniencia y de moralidad administrativas, en cuyo resguardo se halla comprometido
el interés público”.
La urgencia manifiesta por ser una modalidad de selección directa de contratistas es
una regla especial derivada del principio de transparencia —art. 2 L. 1150 de 2007—,
que tiene un efecto práctico dentro del esquema usual de contratación de las entidades
estatales: la administración decide con relativa libertad con quién contrata, pues no
hay tiempo para garantizar la pluralidad de oferentes ni mucho menos para efectuar un
complejo proceso de evaluación y calificación de ofertas. De este modo, bajo esta causal,
la entidad estatal no está obligada a agotar un procedimiento previo de recepción de
ofertas o efectuar la calificación de propuestas o de establecer un documento de condi
ciones de la futura contratación, incluso bajo determinadas circunstancias apremiantes
puede contratar de forma verbal sin que sea indispensable la suscripción de un contrato
estatal —aunque con posterioridad lo haga—.
También, resulta importante indicar que las reglas derivadas del principio de pla-
ncación también se relajan precisamente por la urgencia pues agotarlas puede ser per
judicial para el interés público y comprometer seriamente el cumplimiento de las fun
ciones de una entidad estatal. Ahora bien, tampoco puede perderse de vista que el acto
administrativo que la declara, hará las veces de los estudios previos que sustentan dicha
contratación —como expresión del principio de planeación—, por lo que no resulta
obligatorio la elaboración de dichos documentos385, aunque lo creemos aconsejable en
la medida de las posibilidades.
En este orden de ideas, debe quedar claro que el sistema de principios y de reglas
previstos en la ley 80 de 1993 flexibiliza los trámites para planear, seleccionar e incluso
para solemnizar el contrato, pues la administración queda habilitada para escoger di
rectamente al contratista dado que lo que busca el interés general es que se inicie con
prontitud la ejecución del contrato estatal. De esta manera, exigir el cumplimiento de
reglas previstas para las etapas de planeación (estudios previos, cotizaciones, etc.), sc-
386 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 16 de septiembre de 2013, Expediente 30.683, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez.
387 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 7 de febrero de 2011, Expediente 34.425, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 177
cuando dichos contratos, en razón de circunstancias de conflicto o crisis, es del todo impo
sible celebrarlos a través de la licitación pública o la contratación directa. Es decir, cuando
la administración no cuenta con el plazo indispensable para adelantar un procedimiento
ordinario de escogencia de contratistas.
En otras palabras, si analizada la situación de crisis se observa que la administración
puede enfrentarla desarrollando un proceso licitatorio o sencillamente acudiendo a las reglas
de la contratación directa, se hace imposible, en consecuencia, una declaratoria de urgen
cia manifiesta. Así las cosas, la imposibilidad de acudir a un procedimiento ordinario de
selección de contratistas constituye un requisito legal esencial que debe ser respetado por las
autoridades cuando se encuentren frente a situaciones que aparentemente puedan dar lugar
a la utilización de este instrumento contractual.
En este orden de ideas, "la urgencia manifiesta procede en aquellos eventos en los cuales
puede suscitarse la necesidad de remediar o evitar males presentes o futuros pero inminentes,
provocados bien sea en virtud de los estados de excepción, o por la paralización de los ser
vicios públicos, o provenientes de situaciones de calamidad o hechos constitutivos de fuerza
mayor o desastres, o cualquier otra circunstancia similar que tampoco dé espera en su solu
ción, de tal manera que resulte inconveniente el trámite del proceso licitatorio de selección de
contratistas reglado en el estatuto contractual, por cuanto implica el agotamiento de una serie
de etapas que se toman su tiempo y hacen más o menos largo el lapso para adjudicar el
respectivo contrato, circunstancia que, frente a una situación de urgencia obviamente resulta
entorpecedora, porque la solución en estas condiciones, puede llegar tardíamente, cuando
ya se haya producido o agravado el daño"388.
Es, pues, un mecanismo de selección directa del contratista —libre elección—, con
fundamento en circunstancias urgentes y excepcionales que impidan la selección del
contratista por los cauces normales y ordinarios de escogencia fijados en la ley. Por lo
tanto, esa excepcionalidad requiere mesura y buen uso por parte de la administración389.
Por otro lado, es indispensable que la administración al momento de declarar la ur
gencia manifiesta, indique con claridad cuáles serán los contratos que deberá suscribir
para conjurar la crisis que la sustenta, sin perjuicio de la motivación que deberá incluirse
en el respectivo acto administrativo. La urgencia manifiesta, no puede convertirse en un
mecanismo para soslayar el trámite normal de los procesos de selección de contratistas
y por tanto, recurrir a ese instrumento, se reitera, es muy excepcional. Precisamente, la
Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado390, se refirió a este punto para
indicar lo siguiente:
"7o Como expuso la Sala en concepto de 4 de marzo de 1994 {radicación 587j, del
artículo 42, inciso 2° de la ley 80 de 1993. se infiere que “...la declaratoria de urgencia
puede referirse a uno o varios contratos que se funden en el mismo motivo: aero, en la motiva
388 Ibídem.
38? £n ese sentido la doctrina advierte: “mediando razones de urgencia o emergencia probadas, y que res
pondan a circunstancias objetivas, falque se impida la realización de otro procedimiento de selección en
tiempo oportuno. Para queproceda la contratación directa en este supuesto, es necesario que tales extremos
sean debidamente acreditados (...)”. Juan Carlos Cassagne, El Contrato Administrativo, p. 66, Tercera
Edición, Editorial AbeledoPerrot.
390 Concepto No. 677 de 1995, C.P. Luis Camilo Osorio Isaza.
178 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
ción se debe hacer referencia específica a cada uno de los contratos que se vayan a celebrar
con el objeto de señalar claramente su causa y finalidad ¡subraya la Sala)
Así las cosas, la administración pública está limitada a celebrar los contratos que pres
criba en el acto de declaración de urgencia manifiesta, siendo imposible, por lo mismo, que
posteriormente a dicha declaración se incluyan nuevos contratos por idénticos motivos de
urgencia; de esto manera, se establece control sobre el ejercicio de la contratación directa
que tiene carácter excepcional".
391 Concepto No. 677 de 1995, C.P. Luis Camilo Osorio Isaza.
Los contratos estatales en Colombia 179
De este modo, cualquier evento que reúna las condiciones para adecuarse al concep
to de calamidad pública, necesariamente deberá atender las previsiones de la Ley 1523
de 2012 y no de la ley 80 de 1993. Lo anterior, en términos prácticos implica que la
contratación estatal que se debe desplegar para enfrentar tales situaciones calamitosas
tendrá que sujetarse a la regla especial dispuesta en el artículo 66 de la precitada ley, que
señala:
Artículo 6ó. Medidas especiales de contratación. Salvo lo dispuesto para los contratos
de empréstito interno y externo, los contratos que celebre la sociedad fiduciaria para la eje
cución de los bienes, derechos e intereses del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo o los
celebrados por las entidades ejecutoras que reciban recursos provenientes de este fondo o
los celebrados por las entidades territoriales y sus fondos de gestión del riesgo, relacionados
directamente con las actividades de respuesta, de rehabilitación y reconstrucción de las
zonas declaradas en situación de desastre o calamidad pública, se someterán a los requi
sitos y formalidades que exige la ley para la contratación entre particulares, con sujeción al
régimen especial dispuesto en el artículo 13 déla Ley 1150 de 2007, y podrán contemplar
cláusulas excepcionales de conformidad con lo dispuesto en los artículos 14 a 18 de la Ley
80 de 1993.
Parágrafo. Los contratos celebrados por las entidades territoriales en virtud del artículo
anterior se someterán al control fiscal dispuesto para los celebrados en el marco de la decla
ratoria de urgencia manifiesta contemplada en los artículos 42 y 43 de la Ley 80 de 1993
y demás normas que la modifiquen.
Así las cosas, no podrán contratarse por urgencia manifiesta, aquellas actividades,
bienes, obras o servicios que se requieran para atender los eventos previstos en la ley
1523 de 2012, entre ellos, los que se refiere a la atención de las calamidades públicas,
pues en este punto existe una regla especial y prevalente en materia contractual.
La causal no sufrió variaciones legales. Tanto la Ley 80 de 1993, como la Ley 1150
de 2007, conservan la calidad de ser uno de los casos para contratar directamente. A su
vez, el Decreto 2681 de 1993, reglamenta las operaciones de crédito público, manejo de
deuda pública, sus asimiladas y la contratación directa de las mismas. Así, el artículo 3o
del citado decreto, define cuáles son las operaciones de crédito público así:
"Artículo 3o. Operaciones de crédito público. Son operaciones de crédito público los
actos o contratos que tienen por objeto dotar a la entidad estatal de recursos, bienes o servi
cios con plazo para su pago o aquellas mediante las cuales la entidad actúa como deudor
solidario o garante de obligaciones de pago.
Dentro de estas operaciones están comprendidas, entre otras, la contratación de emprés
titos, la emisión, suscripción y colocación de títulos de deuda pública, los créditos de pro
veedores y el otorgamiento de garantías para obligaciones de pago a cargo de entidades
estatales.
Para efectos de lo dispuesto en el presente decreto, las operaciones de crédito público
pueden ser internas o externas. Son operaciones de crédito público internas las que, de
conformidad con las disposiciones cambiarías, se celebren exclusivamente entre residentes
del territorio colombiano para ser pagaderas en moneda legal colombiana. Son operaciones
de crédito público externas todas las demás. Se consideran como residentes los definidos
180 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
en el artículo 2o del Decreto 1735 de 1993 y las demás normas que lo complementen o
modifiquen
Por lo tanto, cuando una entidad pública requiere contratar créditos para financiar
su funcionamiento u otras actividades de inversión, podrá celebrar directamente con las
entidades financieras respectivas, las condiciones de tales créditos.
El artículo 30 del citado decreto dispone que la contratación de operaciones de cré
ditos, se realizará en forma directa respetando los principios de economía, trasparencia
y selección objetiva. Por su lado, el artículo 32 del mismo decreto, frente a las condi
ciones para escoger al contratista, prevé por una parte, que deberán evaluarse distintas
opciones del mercado para la cual se solicitarán al menos dos cotizaciones y por otra
parte, que las entidades, deberán tener en cuenta que el ofrecimiento más favorable esta
rá integrado por la “clase de entidadfinanciera, cumplimiento, experiencia, organización,
tipo de crédito, tasas de interés, plazos, comisiones, y en general, el costo efectivo de la oferta,
con elpropósito de seleccionar la que resulte más conveniente para la entidad”.
Llama la atención la común utilización de las modalidades de operaciones de cré
dito público denominadas crédito proveedor definida por el artículo 17 del Decreto
2681 de 1993, así:
Artículo 17. CREDITOS DE PROVEEDORES. Se denominan créditos de proveedor aque
llos mediante los cuales se contrata la adquisición de bienes o servicios con plazo para su
pago.
Sin perjuicio del cumplimiento de los requisitos establecidos para la adquisición de bie
nes o servicios en la Ley 80 de 1993, los créditos de proveedor se sujetarán a lo dispuesto
en los artículos anteriores, según se trate de empréstitos internos o externos y la entidad estatal
que los celebre.
Parágrafo. De conformidad con lo dispuesto en el parágrafo 2o del artículo 41 de la Ley
80 de 1993, están autorizados por vía general y no requerirán los conceptos allí menciona
dos, los créditos de proveedor con plazo igual o inferior a un año.
392 Podría pensarse que ese mismo alcance le dio la Sección Tercera del Consejo de Estado al novedoso
concepto de contrato interadministrativo, cuando recientemente expresó: “[...] En efecto, si bien el
artículo 2.4 c) de la Ley 1150 de 2007 permite que las entidades estatales celebren «contratos inte
radministrativos» —comúnmente denominados convenios interadministrativos— sin importar, en
principio, el objeto del negocio bajo la modalidad de contratación directa, de la misma manera en
que se hacía en la Ley 80 original, también es cierto que otras normas establecieron algunas prohibi
ciones o excepciones a dicha regla general; así, por ejemplo, tratándose de instituciones de educación
superior [...]”. Auto del 7 de mayo de 2008, Expediente 35.177, C.P. Enrique Gil Botero.
393 Rodríguez Tamayo, Mauricio Fernando. La acción ejecutiva administrativa, Op. cit., p. 75.
394 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 25 de octubre de 2019, Expediente 62.013, C.P.
Marta Nubia Velásquez Rico y Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
850012331000201100, C.P. María Adriana Marín.
395 Bercaitz, Miguel Angel. Teoría general de los contratos administrativos, Segunda Edición, Editorial De
Palma, Buenos Aires, 1980, pp. 146 y ss.
396 De dicha afirmación dan cuenta todas las discusiones que se surtieron en el Congreso de la República
respecto de la utilización de los contratos interadministrativos para nutrir de recursos a ciertas enti
dades estatales que cada vez más contratan con el propio Estado. Igualmente ver Consejo de Estado,
Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto No. 2257 de 2016, C.P. Alvaro Namén Vargas.
182 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
397 Sentencia del 7 de octubre de 2009, Expediente 35.476, C.P. Enrique Gil Botero.
398 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 25 de octubre de 2019, Expediente 62.013, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
399 A esa misma conclusión llega el doctor Gonzalo Suárez Beltrán. Estudios de derecho contractual
público. Página 138, Primera Edición, 2014, Editorial Legis, Bogotá.
400 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 11 de junio de 2014, Expediente 34.649, C.P.
(E) Hernán Andrade Rincón; Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
850012331000201100, C.P. María Adriana Marín y Subsección “A”, Sentencia de 21 de mayo de
2021, Expediente 66.756, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
401 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, 14 de
junio de 2019, exp. AP. 2010-02552. “En ese sentido, más allá de la concurrencia de voluntades, se
trata de la asunción de objetivos comunes orientados predominantemente por una finalidad de dere
cho público que, además de que justifica la existencia de dichos convenios, rebasa o excede el sentido
tradicional del concepto de “contrato”, por lo que, en cuanto a la normativa aplicable se refiere y en el
estado actual de las cosas, aquellos deben interpretarse de forma tal que la regulación del EGCAP y
del derecho privado sea de aplicación supletoria, esto es, solo en la medida en que exista una verdade
ra laguna o falta de regulación normativa y/o convencional”. Cita de la providencia.
402 1. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Consejero ponente
(E): Mauricio Fajardo Gómez, sentencia de 23 de junio de 2010, radicación número: 66001-23-
31-000-1998-00261-01(17860), actor: departamento de Risaralda; demandado: Fondo De Cofi-
nanciación para la Inversión Social F1S. 2. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administra
tivo, Sección Tercera, Sentencia del 7 de octubre de 2009, Consejero ponente: Enrique Gil Botero,
radicación número: 25000-23-24-000-2000-00754-01(35476), actor: Asociación Nacional de
Transportadores del Sur-Asonal-Transur, referencia: acción de controversias contractuales. Cita de
la providencia.
Los contratos estatales en Colombia 183
En este orden de ideas, el legislador con la Ley 1150 de 2007 reconoció una reali
dad jurídica de la actividad contractual pública que demuestra que cada día son más las
entidades públicas que ocupan la condición de contratistas de otras entidades de igual
naturaleza, y a tales relaciones contractuales que se pacten entre ellas —dos personas
jurídicas de derecho público— las denominó con el carácter de “contratos interadmi
nistrativos”. De hecho, el literal c) del numeral 4 del artículo 2o de la Ley 1150 de 2007
se refirió concretamente a esa forma contractual al referirse a contratos interadminis
trativos cuando estamos en presencia de entidades ejecutoras403 que ocupen el carácter
de contratistas de la administración, siempre que la ley o los estatutos se los permitan.
Sin dudas, esta última previsión sí que reafirma el reconocimiento a dos categorías de
contratos que puedan celebrar las entidades estatales con otras de igual naturaleza, así:
i) aquellos que tengan por objeto contratar a otras entidades estatales en las que tienen
un ánimo de lucro con la ejecución del contrato, y ii) aquellos que tengan un objeto de
cooperación y apoyo entre entidades estatales, donde no hay afán de lucro de parte de
ellas y, por el contrario, la finalidad esencial del mismo va dirigida a cumplir con fina
lidades públicas404. En consecuencia, la segunda especie de acuerdos entre entidades
públicas, al no quedar cubiertas por la Ley 80 de 1993, seguirán siendo regulados por
las previsiones de la Ley 489 de 1998, en especial por el artículo 95.
Por otro lado, la Corte Constitucional405 se refirió a la figura de los convenios inte
radministrativos, para anotar lo siguiente:
"El convenio ¡nteradministrativo constituye un consenso de voluntades entre entidades
públicas y es generador de obligaciones entre las partes que lo suscriben. Su naturaleza
jurídica ha sido definida por la jurisprudencia del Consejo de Estado como "expresión de la
voluntad colegiada" y es asimilado a un contrato administrativo. La doctrina señalada por
dicha Corporación, Sección Primera, resume:
"Tampoco el convenio interadministrativo constituye acto administrativo, porque éste se
caracteriza en ser expresión unilateral de la voluntad del Estado en función administrativa
mediante el cual se crean, o se modifican o se extinguen situaciones jurídicas. Y aunque
el convenio interadministrativo puede crear, modificar o extinguir situaciones jurídicas no es
expresión unilateral del Estado en función Administrativa; por el contrario es la expresión
colegiada de voluntad"406.
En efecto, el acta de acuerdo que se analiza es el producto de un acuerdo de voluntades
entre dos entidades territoriales encaminado a crear obligaciones para cada una de ellas;
403 Término novedoso empleado por la Ley 1150 de 2007 para referirse a aquella entidad estatal que
obra como contratista de otra entidad pública.
404 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de abril de 2017, Expediente
49.974, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
405 Sentencia T-442 de 2014, M.P. Gabriel Mendoza Martelo.
406 ACU-1339, Sentencia de junio 6 de 2002, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administra
tivo, Sección Tercera, Consejera Ponente, María Elena Giraldo Gómez. Cita original de la sentencia
T-442 de 2014, M.P. Gabriel Mendoza Martelo.
184 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
de ahí que, las obligaciones en ella contenidas sólo pueden exigirse de manera mutua por
las partes"'107.
Los convenios interadministrativos hacen parte de la actividad contractual del Estado,
mediante la cual se obligan, de manera subjetiva, las entidades que lo suscriben, con fines
comunes y de interés público. La Sala de Consulta y Servicio Civil ha señalado que su fina
lidad es "la de cumplir en forme conjunta con las funciones a cargo de ambas entidades, o
prestar servicios públicos que le han sido encomendados"407
*409".
411 Por su parte, la Sección Tercera del Consejo de Estado recientemente, en cuanto a las prohibiciones
incluidas en la Ley 1150 de 2007, manifestó: en efecto, si bien el artículo 2.4 c) de la Ley 1150
de 2007permite que las entidades estatales celebren «contratos interadministrativos» —comúnmente
denominados convenios interadministrativos— sin importar, en principio, el objeto del negocio bajo la
modalidad de contratación directa, de la misma manera en que se hacía en la Ley 80 original, también
es cierto que otras normas establecieron algunas prohibiciones o excepciones a dicha regla general: así,
por ejemplo, tratándose de instituciones de educación superior [...]" Auto del 7 de mayo de 2008, actor:
Camilo Andrés Patiño Duartc, Expediente 35.177, C.P. Enrique Gil Botero.
412 Es de creer que la lectura correcta de la norma frente a la celebración de contratos de obra, suministro,
encargo fiduciario y fiducia pública consiste en que dichos contratos no podrán ser celebrados por
instituciones de educación superior, salvo que participen en igualdad de condiciones en los procesos
de licitación pública y selección abreviada. Para corroborar lo anterior basta con efectuar una lectura
de las Actas de Plcnaria en Cámara, números 47 del 8 de mayo de 2007 (Gaceta 263/2007) y 49 del
15 de mayo de 2007 (Gaceta 289/2007). En efecto, en el segundo debate en plenaria de Cámara
(Acta 49 del 15 de mayo de 2007), el representante David Andrés Luna Sánchez señaló: “Nosotros
estamos proponiendo que aprueben, honorables parlamentarios, una proposición aditiva que sea to
davía más estricta y más clara para tomar determinaciones sobre esta materia y que básicamente está
encaminada a prohibir la posibilidad de que la universidad pública, a través del contrato interadmi
nistrativo, tenga la posibilidad de, bien sea llevar a cabo contratos de obras, contratos de suministro,
encargo fiduciario o fiducia pública, que es básicamente lo que en el pasado ha venido generando
abusos y además señalando una serie de cosas que claramente le permitirían a la universidad, en pri
mer lugar, respetar el artículo 69 a propósito de la autonomíay, en segundo lugar, tener la posibilidad
de participar, si bien lo estima conveniente, a través de otra serie de actividad como la licitación pú
blica en otro tipo de contratos [...]”.
41J Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2092 del 28 de junio de 2012, C.P.
William Zambrano Cetina. En este punto, la Sala, agregó con ocasión a las modificaciones de la
Ley 1474 de 2011, lo siguiente: “Igualmente, se amplió la lista de contratos interadministrativos que,
además de tener que estar relacionados con el objeto de la entidad ejecutora, deben sujetarse al sistema
de licitación pública o selección abreviada; como se observa, a ella se adicionaron los contratos de «pres
tación de servicios de evaluación de conformidad respecto de las normas o reglamentos técnicos»
y también los suscritos con Sociedades de Economía Mixta con participación mayoritaria del Estado,
personasjurídicas sin ánimo de lucro conformadas por la asociación de entidades públicas ofederaciones
de entidades territoriales".
4111 El artículo 92 de la Ley 1474 de 2011, extendió dentro de las prohibiciones para celebrar contra
tos interadministrativos y sobre tales objetos a las Sociedades de Economía Mixta con participación
mayoritaria del Estado, o las personas jurídicas sin ánimo de lucro conformadas por la asociación de
entidades públicas, o las federaciones de entidades territoriales sean las ejecutoras. La Sala de Consul
ta y Servicio Civil del Consejo de Estado, se pronunció sobre las reformas que sufrió el contrato inte
radministrativo con ocasión a la ley 1474 de 2011 en el Concepto No. 2092 de 2012, C.P. Williám
Zambrano Cetina.
186 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
del numeral 4 del artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, salvo que participen en igualdad
de condiciones bajo las reglas de los procesos de licitación pública y selección abreviada,
iv) La ejecución de los contratos interadministrativos quedó sometida, por regla general,
al Estatuto General de Contratación Pública, salvo los casos en que la entidad ejecutora
actúe en régimen de competencia o cuando el contrato tenga relación directa con su acti
vidad, v) cuando la entidad estatal ejecutora deba subcontratar algunas de las actividades
derivadas del contrato principal no podrá ni ella ni el subcontratista contratar o vincular a
las personas naturales o jurídicas que hayan participado en la elaboración de los estudios,
diseños y proyectos que tengan relación directa con el objeto del contrato principal.
De otra parte, la celebración de contratos interadministrativos con las famosas coope
rativas y asociaciones de entidades territoriales, situación que fue estudiada con especial
consideración por el gobierno415 para proponer la reforma al estatuto de contratación,
sufrió un importante revés con lo previsto en el artículo 10 de la Ley 1150 de 2007, por
cuanto a estas se les sometió al régimen de contratación de la Ley 80 de 1993, con lo cual,
en la práctica, tales fórmulas asociativas dejaron de ser útiles, pues sus principales ventajas
radicaban en que se encontraban exceptuadas de aplicación del Estatuto de Contratación
Estatal. Con la reforma de 2007 se autoriza que las entidades estatales suscriban todo tipo
de contratos de diversos objetos con otros organismos públicos, salvo la excepción pun
tual impuesta para las instituciones de educación superior y las otras personas jurídicas,
como ya se explicó. Igualmente, sigue vigente la prohibición de contratar los seguros de las
entidades estatales por la vía del contrato interadministrativo, pues, en tales casos, dichas
contrataciones se deben ajustar a los otros procesos de selección de Ley 80.
Ya en el plano reglamentario de la Ley 1150 de 2007, respecto de la celebración de
contratos interadministrativos, tenemos que el artículo 2.2.1.2.1.4.4. del Decreto 1082
de 2015, contiene la reglamentación de dicha causal, con la novedad que equiparó los
conceptos de convenio y contrato interadministrativo al emplear la conjunción copula
tiva “o”, lo cual no creemos acertado dado que se trata de dos conceptos distintos, como
se explicó.
El Consejo de Estado416, si bien ha reconocido la existencia de los contratos inte
radministrativos, ha señalado que los principios de la contratación estatal, deben ser
acatados en esa modalidad contractual417*y al respecto sostuvo:
415 Al revisar la exposición de motivos que presentó el gobierno a consideración del Congreso de la
República (Proyecto de Ley 020 de 2005 Senado), se aprecia como propósito esencial de la reforma
la eliminación del uso de las cooperativas públicas para eludir del proceso de selección de Ley 80 de
1993.
416 Sección Tercera, Sentencia del 14 de abril de 2005, Expediente AP-2002-1577, C.P. Germán Rodrí
guez Villamizar.
‘ll7 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de mayo de 2021, Expediente
57.822, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Los contratos estatales en Colombia 187
“En este sentido, el literal c) del mencionado artículo contempla la figura de los contratos
interadministrativos, a través de los cuales la administración puede contratar directamente con
entidades estatales. No obstante, si bien la administración tiene la posibilidad de celebrar
este tipo de contratos, sin acudir a licitación o concurso público, tal libertad no es absoluta,
toda vez que en la selección del contratista se "deberá garantizar el cumplimiento de los prin
cipios de economía, transparencia y en especial el deber de selección objetiva, establecidos
en la Ley 80 de 1993".
Así, las entidades públicas, pueden celebrar y ejecutar tanto convenios como con
tratos interadministrativos, siempre que se cumpla con los procedimientos de estruc
turación418, aprobación y gestión contractual, previstos en la citada ley. Nótese, que el
Legislador, se refiere a la Ley 489 de 1998, como la norma legal sobre la cual se sustenta
la vigencia de los convenios interadministrativos, razón más para concluir la autonomía
de dicha modalidad frente a los contratos interadministrativos.
El literal j) del numeral i del artículo 24 de la Ley 80 de 1993 dispuso como cau
sal de contratación la relativa a: “Bienes y servicios que se requieran para la defensa y
seguridad nacional”. Resulta que la Ley 1150 de 2007, en el literal i) del numeral 2 del
artículo 2o, la transformó en causal de selección abreviada. Pese a lo anterior, la contra
tación de bienes y servicios en el sector defensa y en el Departamento Administrativo de
Seguridad DAS419 —hoy Dirección Nacional de Inteligencia—, cuando estos requie
ran de reserva, se creó como una nueva causal de contratación directa, no existente con
la expedición de la Ley 80 de 1993.
Se trata de una nueva causal creada por el legislador, dirigida esencialmente a facilitar
la adquisición de los bienes y servicios para el sector defensa420 y el DAS —hoy Dirección
118 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de noviembre de 2014, Expe
diente 29.906, C.P. Hernán Andrade Rincón.
414 Entidad que ya está en liquidación.
420 Por su parte, en el artículo 2“ de la Resolución 3312 del 4 de agosto de 2008, por medio de la cual se
expide el Manual de Contratación del Ministerio de Defensa, de las Fuerzas Militaresy de sus Unidades
Ejecutoras, se relacionan las entidades y dependencias que integran el sector defensa, así:
1. Secretaría General del Ministerio de Defensa Nacional.
2. Oficina de Control Interno Ministerio de Defensa Nacional.
3. Dirección de Planeación y Presupuestación del Sector Defensa, Ministerio de Defensa Nacional.
4. Dirección de Asuntos Legales, Ministerio de Defensa Nacional.
5. Dirección Contratación Estatal, Ministerio de Defensa Nacional.
6. Dirección Finanzas, Ministerio de Defensa Nacional.
7. Dirección Administrativa de la Gestión General.
188 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Nacional de Inteligencia—, teniendo como condición especial que sean de carácter reser
vado. Por tanto, son dos los supuestos necesarios para identificar si se aplica dicha causal
para aplicar el procedimiento de contratación directa, a saber: i) Que la entidad estatal
contratante sea cualquiera de las que integran el sector defensa o se trate del Departamento
Administrativo de Seguridad, DAS421 —hoy Dirección Nacional de Inteligencia—, y ii)
Que se refieran a bienes y servicios que requieran reserva para su adquisición.
La causal anterior está reglamentada en el artículo 2.2.1.2.1.4.6. del Decreto 1082
de 2015 y como novedad, se incluye a la Unidad Nacional de Protección, como entidad
que reemplazo en lo pertinente al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
En la edición anterior, advertimos sobre la alta flexibilidad de que el ordenamien
to jurídico le otorgaba al sector defensa, a la Unidad Nacional de Protección y a la
Dirección Nacional de Inteligencia, para contratar la adquisición de tales bienes o ser
vicios, pues no se requería de la obtención de varias ofertas y los precios del contrato se
rían aquellos que arrojaran las condiciones del mercado, sin embargo, con ocasión a una
decisión judicial del Consejo de Estado422, se tiene que se suspendió provisionalmente
la frase del artículo 78 del decreto 1510 de 2013, que determina “sin que sea necesario
recibir varias ofertas” pero únicamente en cuanto se entienda que esa norma autoriza a
las entidades estatales del Sector Defensa, a la Dirección Nacional de Inteligencia y a la
Unidad Nacional de Protección, en los casos de adquisición de bienes y servicios que re
quieren reserva, para que celebren los correspondientes contratos sin dar cumplimiento
al principio de selección objetiva y, por tanto, prescindiendo de cualquier modalidad
encaminada a obtener pluralidad de ofertas.
425 Sección Tercera, Sentencia del 11 de febrero de 2009, Expediente 16.653, C.P. Ruth Stella Correa
Palacio.
426 Ley 1150 de 2007: “Artículo 2o. De las modalidades de selección. La escogencia del contratista se
efectuará con arreglo a las modalidades de selección de licitación pública, selección abreviada, con
curso de méritos y contratación directa, con base en las siguientes reglas: (...) 4. Contratación directa.
La modalidad de selección de contratación directa, solamenteprocederá en los siguientes casos: (...)e) Los
contratos para el desarrollo de actividades científicas y tecnológicas...'’.
427 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2015, Expediente 30.589, C.P. Olga
Mclida Valle de De La Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 191
lo que por consiguiente excluye aquellas que no encuadren en ninguna de ellas o les sean
meramente de auxilio y apoyo”.
Por último, Colombia Compra Eficiente428 expidió la CircularUnica Externa de
2019 que señala que “el régimen aplicable para la contratación de actividades de ciencia,
tecnología e innovación porparte de las Entidades Estatales, con independencia de lafuen
te definanciación utilizada”.
1.4.6. Los contratos de encargo fiduciario que celebren las entidades territoriales
cuando inician el Acuerdo de Reestructuración de Pasivos a que se refieren las
leyes 550 de 1999, 617 de 2000 y las normas que las modifiquen o adicio
nen, siempre y cuando los celebren con entidades financieras del sector público
Es una nueva causal de contratación directa que se incluyó con el objetivo de fa
cilitar el cumplimiento de los propósitos consagrados en la Ley 550 de 1999 para
lograr la reestructuración económica de las entidades territoriales. Sin dudas, con esa
disposición se pretende facilitar la contratación del encargo fiduciario429, siempre y
cuando el contrato se celebre con una entidad financiera del sector público. Por su
parte, los decretos 66 de 2008, 2474 de 2008,734 de 2012, 1510 de 2013 y 1082 de
2015, no reglamentan un procedimiento especial para la contratación directa en estas
condiciones.
Ya existía como tal en el literal j) del numeral 1 del artículo 24 de la Ley 80 de 1993.
Hoy está enunciada en el literal g) del numeral 4 del artículo 2o de la Ley 1150 de 2007.
Sustancialmente, se mantiene la misma causal de contratación con el mismo contenido
legal. El artículo 2.2.I.2.I.4.8. del Decreto 1082 de 2015, exige unas condiciones lega
les430 para contratar, en esos casos, a saber: i) cuando solo exista una persona que pueda
proveer el bien o el servicio por ser titular de los derechos de propiedad industrial o de
los derechos de autor, o por ser, de acuerdo con la ley, su proveedor exclusivo431, y ii)
que las anteriores circunstancias deberán constar en el estudio previo que soporta la
contratación.
128 http://wvw.colombiacompra.gov.co/sites/default/files/normativas/20l30927circularcit.pdf
429 Sobre el encargo fiduciario estatal se puede consultar la Sentencia del 23 de junio de 2005, Expedien
te 12.846, C.P. Germán Rodríguez Villamizar.
430 En forma similar se regulaba en el artículo 17 del Decreto 2170 de 2002.
431 Ver Colombia Compra Eficiente, Concepto 4201814000006095 de 2018.
192 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La Ley 1150 de 2007, en la actualidad, la regula en el literal h) del numeral 4 del artí
culo 2o. Las principales reformas legales introducidas a dicha causal son las siguientes: i)
la ley se refiere expresamente a una nueva modalidad contractual relativa a los contratos
de apoyo a la gestión, y ii) se elimina la posibilidad de contratar prestación de servicios
profesionales y apoyo a la gestión de las entidades y de realización de trabajos artísticos
con personas jurídicas. Frente a la primera modificación, atinente con la creación legal
de una nueva categoría de contratos de apoyo a la gestión, tenemos que esa tipología
contractual ya existía en el inciso segundo432 del artículo 13 del Decreto 2170 de 2002.
De hecho, el Consejo de Estado433, al decidir sobre una demanda de nulidad simple que
se planteó contra la citada norma, en la que se argumentó que el Gobierno había creado
una nueva modalidad de contratos no autorizados por el numeral 1 del artículo 24 de
la Ley 80 de 1993, señaló:
"Bajo este contexto normativo, la Sala considera que el hecho de que la ley no men
cione los «contratos de prestación de servicios de apoyo a la gestión de la entidad»", a los
que se refiere el inciso 2a del artículo I3 del Decreto 2170 de 2002, no significa que se
traten de una nueva modalidad de prestación de servicios que se introduce en el decreto
reglamentario, puesto que ellos se enmarcan dentro de la definición genérica prevista en el
ordinal 3° del artículo 32, por cuya virtud son contratos de este tipo "los que celebren las
entidades estatales para desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcio
namiento de la entidad", los cuales "sólo podrán celebrarse con personas naturales cuando
dichas actividades no puedan realizarse con personal de planta o requieran conocimientos
especializados", y que además bien podrían versar sobre los servicios que enuncia la letra
dj del ordinal l ° del artículo 24 de la Ley 80 de 1993, aspecto este último que incidiría en
la modalidad de contratación”.
432 Declarado ajustado a derecho en forma condicional en la Sentencia del 3 de diciembre de 2007,
Expediente 24.715 (Acumulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
433 Ibídcm.
Los contratos estatales en Colombia 193
'i3'í Concepto 20118010153511 del 10 de marzo de 2011. Consultado vía web https://www.contratos.
gov.co/Archivos/DocsPrcgFrcc/contratacion%20dirccta/01 .pdf.
194 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
435 Sentencia de 2 de diciembre de 2013, Expediente 41.719, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
436 yer Colombia Compra Eficiente, Concepto C-720 de 2020.
437 Diferentes al desempeño de funciones públicas administrativas (véase nota de pie de página No. 86
de esta providencia).
Los contratos estatales en Colombia 195
438 Sentencia C-171 de 2012, M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. En esta providencia, la Corte, decidió de
clarar exequible el artículo 59 de la Ley 1438 de 2011, en el entendido de que la potestad de contrata
ción otorgada por este artículo a las Empresas Sociales del Estado para operar mediante terceros, solo
podrá llevarse a cabo siempre y cuando no se trate de funciones permanentes o propias de la entidad,
cuando estas funciones no puedan llevarse a cabo por parte del personal de planta de la Empresa
Social del Estado o cuando se requieran conocimientos especializados. Consejo de Estado, Sección
Segunda, Sentencia de Unificación de 9 de septiembre de 2021, Expediente 2013-01143-01.
196 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, es el reglamento del Gobierno, quien ha llenado de contenido el al
cance de los contratos de apoyo a la gestión de las entidades estatales, figura que como
ya se indicó, se incluyó por primera vez con el Decreto 2170 de 2012.
Por otra parte, el Consejo de Estado439 considera viable la contratación de presta
ción de servicios con personas jurídicas, salvo que se trate de la elaboración de trabajos
artísticos. En efecto, el citado Tribunal, al decidir de fondo sobre la demanda de nulidad
propuesta en contra de la referencia a la contratación con personas jurídicas bajo esta
modalidad de selección, sostuvo:
"Vistas así las cosas, la Sala considera que la expresión demandada no incurre en ilega
lidad, toda vez que la interpretación hecha por el actor no encuentra correspondencia con
lo dispuesto por la norma legal que aduce como vulnerada. En efecto, la disposición legal
delimita perfectamente tres supuestos en los cuales puede utilizarse la contratación directa,
por ende, la prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión encuentran iden
tidad propia y son perfectamente separables de la ejecución de trabajos artísticos; por ello,
el precepto los une mediante una conjunción disyuntiva *0» dando así especificidad a cada
tipo negocia!. De esta modo, resulta evidente que la finalidad del artículo 2° de la Ley 1550
de 2007 [sic] en su numeral 4 literal h, es permitir que las tres clases de contratos se celebren
directamente en consideración de las calidades personales de quienes estarán obligados a
su ejecución, de igual modo, tampoco cabe duda que la excepción a la licitación, concurso
o selección abreviada sólo se restringe a las personas naturales tratándose de ejecución de
trabajos artísticos, ya que en dos eventos restantes, al no existir mención expresa alguna, no
puede deducirse una prohibición concreta de utilizar la modalidad de selección de contrata
ción directa cuando el contratista sea una persona jurídica".
Por su parte, el artículo 2.2.1.2.1.4.9. del Decreto 1082 de 2015 regula el procedi
miento de escogencia de contratista bajo este mecanismo de selección, en los siguientes
términos:
"Artículo 81. Contratos de prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión,
o para la ejecución de trabajos artísticos que solo pueden encomendarse a determinadas
personas naturales. Las entidades estatales pueden contratar bajo la modalidad de contrata
ción directa la prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión con la persona
natural o jurídica que esté en capacidad de ejecutar el objeto del contrato, siempre y cuando
la entidad estatal verifique la idoneidad o experiencia requerida y relacionada con el área
de que se trate. En este caso, no es necesario que la entidad estatal haya obtenido previa
mente varias ofertas, de lo cual el ordenador del gasto debe dejar constancia escrita.
Los servicios profesionales y de apoyo a la gestión corresponden a aquellos de naturale
za intelectual diferentes a los de consultoría que se derivan del cumplimiento de las funciones
Sección Tercera, Sentencia del 11 de noviembre de 2009, Expediente 35.177, C.P. Enrique Gil
Botero.
Los contratos estatales en Colombia 197
de la entidad estatal, así como los relacionados con actividades operativas, logísticas, o
asistenciales.
La entidad estatal, para la contratación de trabajos artísticos que solamente puedan en
comendarse a determinadas personas naturales, debe justificar esta situación en los estudios
y documentos previos".
En este orden de ideas, la contratación bajo este mecanismo cubre: i) las actividades
profesionales; ii) de apoyo a la gestión de la entidad, y iii) la elaboración de trabajos
artísticos. En este último caso, se podrá contratar directamente sin necesidad de contar
con varias ofertas, siempre que el contratista acredite su experiencia o idoneidad para
desempeñar las actividades encomendadas —la novedad de la nueva redacción del de
creto 1082 de 2015 consiste en el empleo de una conjunción disyuntiva y por tanto, se
podrá contratar con personas que acrediten experiencia o idoneidad—. Igualmente, se
reitera la improcedencia para celebrar contratos de prestación de servicios para ejecutar
actividades propias de la consultoría (concurso de méritos)440. Adicionalmente, extien
de el objeto de tales negocios para la ejecución de actividades operativas, logísticas y
asistenciales.
Finalmente, es oportuno indicar que el inciso segundo del artículo 83441 de la Ley
1474 de 2011, autorizó la contratación por prestación de servicios de personas que
44(1 El Consejo de Estado, determinó cuáles son las diferencias entre el contrato de prestación de servicios
y el de consultoría, al concluir lo siguiente: “Se insiste, mientras que el contrato de consultaría está reves
tido de una cláusula de estricta tipicidad cerrada (que condiciona de manera detallada la procedencia de
dicho contrato), el de prestación de servicios goza de una regulaciónjurídica amplia, que se instrumenta-
liza por vía de los mencionados tres contratos (profesional, de simple apoyo a la gestión y de ejecución de
trabajos artísticos que sólo pueden encomendarse a determinadas personas naturales), de manera que los
objetos contractuales quena estén comprendidos dentro del contrato de consultaría (de acuerdo con la Ley
80 de 1993y las demás disposiciones legales especiales actuales ofuturas) podrán ser satisfechos por medio
del de prestación de servicios siempre que satisfaga los referentes conceptuales que establece el numeral 3°
del artículo 32 de la Ley 80 de 1993, confórme a la debida planeación contractualy en armonía con los
criterios jurídicos que han sido decantados en el precedente de esta Corporación y en esta providencia”.
Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 2 de diciembre de 2013, Expediente 41.719, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
441 Artículo 83. Supervisión e interventoría contractual. Con el fin de proteger la moralidad adminis
trativa, de prevenir la ocurrencia de actos de corrupción y de tutelar la transparencia de la actividad
contractual, las entidades públicas están obligadas a vigilar permanentemente la correcta ejecución
del objeto contratado a través de un supervisor o un interventor, según corresponda. La supervi
sión consistirá en el seguimiento técnico, administrativo, financiero, contable, y jurídico que sobre
el cumplimiento del objeto del contrato, es ejercida por la misma entidad estatal cuando no requie
ren conocimientos especializados. Para la supervisión, la Entidad estatal podrá contratar personal de
apoyo, a través de los contratos de prestación de servicios que sean requeridos. La interventoría con
sistirá en el seguimiento técnico que sobre el cumplimiento del contrato realice una persona natural
o jurídica contratada para tal fin por la Entidad Estatal, cuando el seguimiento del contrato suponga
conocimiento especializado en la materia, o cuando la complejidad o la extensión del mismo lo jus
tifiquen. No obstante, lo anterior cuando la entidad lo encuentre justificado y acorde a la naturaleza
198 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Existía como tal en el literal e)445 del numeral 1 del artículo 24 de la Ley 80 de
1993. La Ley 1150 de 2007, retoma la causal en los mismos términos, en el literal i) del
numeral 4 del artículo 2o. La reforma no modifica la causal como tal, salvo en cuanto
a la enajenación de bienes del Estado, que se creó como causal autónoma del proceso
de selección abreviada. Por su parte, a nivel reglamentario, los artículos 1082 de 2015
determinan normas especiales para esta contratación.
La causal de contratación directa se desarrolla por el reglamento, así: i) la causal
se limita únicamente para la adquisición de bienes inmuebles, pues ya no es posible
aplicarla para la venta de tales bienes por parte de entidades estatales. Recuérdese que
la enajenación de bienes del Estado quedó como causal de selección abreviada. Es por
lo anterior que el reglamento se refiere a la adquisición y no a la venta de bienes inmue
bles446, ii) se sigue requiriendo la existencia previa de un avalúo comercial del inmueble
con una institución especializada como precio base para la negociación447, iii) se prevé
del contrato principal, podrá contratar el seguimiento administrativo, técnico, financiero, contable,
jurídico del objeto o contrato dentro de la interventoría. Por regla general, no serán concurrentes
en relación con un mismo contrato, las funciones de supervisión e interventoría. Sin embargo, la
entidad puede dividir la vigilancia del contrato principal, caso en el cual en el contrato respectivo de
interventoría, se deberán indicar las actividades técnicas a cargo del interventor y las demás quedarán
a cargo de la Entidad a través del supervisor. El contrato de Interventoría será supervisado directa
mente por la entidad estatal.
442 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de mayo de 2021, Expediente
57.822, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
4,3 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 12 de diciembre de 2014, Expe
diente 27.426, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
444 Ver Colombia Compra Eficiente, Concepto C-180 de 2020.
'l l5 Reglamentada, en forma general, en los artículos 14,15 (venta y adquisición) y 20 (arrendamiento)
del Decreto 855 de 1994.
446 Como ocurría con los artículos 14 y 15 del Decreto 85 5 de 1994.
447 El artículo 15 del Decreto 85 5 de 1994 exigía el avalúo por parte del IGAC, y si pasaban quince (15)
días hábiles contados a partir de la solicitud y no se producía respuesta o la entidad manifestare su
Los contratos estatales en Colombia 199
imposibilidad de hacerlo, la entidad podía contratar con una persona natural o jurídica experta en
la materia.
448 Nótese, que el artículo 83 del Decreto 1510 de 2013 —hoy incorporado en el Decreto 1082 de
2015—, sólo se refiere al arrendamiento de bienes inmuebles, por lo que no es posible recurrir a esta
causal para arrendar bienes muebles —como sería por ejemplo vehículos, impresoras, equipos, etc.—.
200 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1.4.11. Literal adicionado por la Ley 2080 de 2021, artículo 82. La selección de
peritos expertos o asesores técnicos para presentar o contradecir el dictamen
pericial en procesos judiciales
1.4.12. Literal adicionado por la Ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos o con
venios que las entidades estatales suscriban con los cabildos Indígenas y las
Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas, cuyo objeto esté rela
cionado con el fortalecimiento del Gobierno Propio, la identidad cultural, el
ejercicio de la autonomía, y/o la garantía de los Derechos de los Pueblos
Indígenas
Es una nueva causal de contratación directa creada por la ley 2160 de 2021 que bus
ca fomentar la contratación con organizaciones étnicas para fortalecer cualquiera de las
actividades que se enlistan allí. De tal manera, que si un contrato estatal es celebrado
con una de esas autoridades indígenas y con el objeto de desarrollar cualquiera de esas
específicas tareas, se podrá contratar directamente dichas labores.
1.4.13. Literal adicionado por la Ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos que las
entidades estatales suscriban con los consejos comunitarios de las comunida
des negras, regulados por la Ley 70 de 1993, que se encuentren incorpora
dos por el Ministerio del Inferior en el correspondiente Registro Público Único
Nacional y que hayan cumplido con el deber de actualización de información
en el mismo registro, cuyo objeto esté relacionado con el fortalecimiento del
gobierno propio, la identidad étnica y cultural, el ejercicio de la autonomía,
y/o la garantía de los derechos de los pueblos de las mismas comunidades
Es una nueva causal de contratación directa creada por la ley 2160 de 2021 que
busca fomentar la contratación con consejos comunitarios de las comunidades negras
para fortalecer cualquiera de las actividades que se enlistan allí. De tal manera, que si
un contrato estatal es celebrado con una de esos consejos con el objeto de desarrollar
cualquiera de esas específicas tareas, se podrá contratar directamente dichas labores.
1.4.14. Literal adicionado por la Ley 2160 de 2021, artículo 2. Los contratos que las
entidades estatales suscriban con las organizaciones de base de personas
pertenecientes a poblaciones afrocolombianas, raizales y palenqueras o con
las demás formas y expresiones organizativas, que cuenten con diez (10)
años o más de haber sido incorporados, por el Ministerio del Interior en el co
rrespondiente Registro Público Único Nacional y que hayan cumplido con el
deber de actualización de información en el mismo registro, cuyo objeto esté
relacionado con el fortalecimiento de sus organizaciones, la identidad étnica
y cultural, y/o la garantía de los derechos de las poblaciones de las mismas
organizaciones
Es una nueva causal de contratación directa creada por la ley 2160 de 2021 que
busca fomentar la contratación con organizaciones de base de personas pertenecientes
a poblaciones afrocolombianas, raizales y palenqueras y las demás formas de expresión
202 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
para fortalecer cualquiera de las actividades que se enlistan allí. De tal manera, que si un
contrato estatal es celebrado con una de esas organizaciones y con el objeto de desarro
llar cualquiera de esas específicas tareas, se podrá contratar directamente dichas labores.
'M’ Sobre los antecedentes de la modalidad de selección de mínima cuantía ver Consejo de Estado, Sec
ción Tercera, Subsección “A” Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente 56.307, C.P. José Roberto
Sáchica Méndez.
450 Derogado por el Decreto 2474 de 2008.
451 Sección Tercera, Auto del 27 de mayo de 2009, Expediente 36.054, C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 203
precepto al acoger los argumentos del actor y más tarde, mediante sentencia del 14 de
abril de 2010452, declaró la nulidad del artículo 46 del Decreto 66 de 2008.
Pese a lo anterior, el Gobierno nacional expidió el Decreto 2025 de 2009, por el cual
intentó reglamentar de otra manera la contratación de mínima cuantía, sin embargo, el
Consejo de Estado, en la misma providencia del 14 de abril de 2010453, decidió extender
su fallo anulatorio a las previsiones del artículo 3o del Decreto 2025 de 2009, porque re
producía un acto administrativo suspendido. El Ejecutivo, en todo caso, en septiembre
de 2009, había modificado ya el citado artículo 3o a través del artículo Io del Decreto
3576 de 2009, de tal forma, que pese a la nulidad declarada en el 2010, seguía vigente
otro acto administrativo, esto es, el artículo Io del Decreto 3576 de 2009, sin embargo,
este precepto también fue demandado y suspendido por el máximo Tribunal454, me
diante auto del 18 de marzo de 2010, que a su vez fue confirmado por la misma Sección,
por auto del 26 de enero de 2011455.
La Subsección “B” de la Sección Tercera del Consejo de Estado, mediante sen
tencia del 29 de agosto de 2012, con ponencia del doctor Danilo Rojas456, decla
ró la nulidad de los artículos Io y 2° del Decreto 3576 de 2009, al concluir que el
Gobierno nacional invadió una competencia que estaba reservada únicamente para
el Legislador, pues la facultad reglamentaria no lo autoriza para crear procesos de
selección de contratistas.
El Consejo de Estado457, para confirmar la suspensión provisional de la nueva regu
lación de la mínima cuantía contenida en el Decreto 3576 de 2009, adujo lo siguiente:
“Si la Sala se limitó a realizar una confrontación entre la norma legaly las normas regla
mentarias y al hacerlo verificó que estas últimas, pretenden establecer una nueva modali
dad de selección —sin asignarle una denominación particular— en condiciones semejantes
a las que le llevaron a decretar la suspensión defigura de la “mínima cuantía”, era su deber
así decretarlo”
Ante la posición judicial uniforme del máximo Tribunal, dirigida a señalarle al
Gobierno nacional que debía llevar a rango de ley la modalidad de contratación de
mínima cuantía, este no tuvo otro remedio que acatar tales indicaciones y a través de las
leyes 1450458 y 1474 de 2011 adicionó el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, creando la
452 Ibídem.
455 Ibídem.
454 Sección Tercera, Auto del 18 de marzo de 2010, Expediente 37.785, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
455 Ibídem.
456 Ibídem.
457 Ibídem.
458 Artículo 274.
204 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por su parte, el numeral 5 del artículo 2 de la ley 1150 de 2007 modificado a su vez
por el artículo 30 de la ley 2069 de 2O2O460, regula la contratación de mínima cuantía,
en los siguientes términos:
“5j Contratación mínima cuantía. La contratación cuyo valor no excede del 7 0 por ciento
de la menor cuantía de la entidad independientemente de su objeto, se efectuará de confor
midad con las siguientes reglas:
a) Se publicará una invitación, por un término no inferior a un día hábil, en la cual se
señalará el objeto a contratar, el presupuesto destinado para tal fin, así como las condiciones
técnicas exigidas;
bj El término previsto en la invitación para presentar la oferta no podrá ser inferior a un
día hábil;
cj La entidad seleccionará, mediante comunicación de aceptación de la oferta, la pro
puesta con el menor precio, siempre y cuando cumpla con las condiciones exigidas;
dj La comunicación de aceptación junto con la oferta constituye para lodos los efectos
el contrato celebrado, con base en lo cual se efectuará el respectivo registro presupuestal.
Parágrafo I Las particularidades del procedimiento aquí previsto, así como la posibili
dad que tengan las entidades de realizar estas adquisiciones a Mipymes o establecimientos
que correspondan a la definic’ón de "gran almacén" señalada por la Superintendencia
de Industria y Comercio, se determinarán en el reglamento que para el efecto expida el
Gobierno Nacional.
Parágrafo 2°. La contratación a que se refiere el presente artículo se realizará exclusiva
mente con las reglas en él contempladas y en su reglamentación. En particular no se aplicará
lo previsto en la Ley 816 de 2003.
Por su parte, el artículo 2.2.1.2.1.5.1. y siguientes del Decreto 1082 de 2015, deter
minan los estudios previos y las etapas de esta nueva modalidad de selección de con
tratistas que, puede utilizarse para contratar cualquier actividad que integre los meca
nismos de escogencia de contratistas previstas en el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007.
De esta forma, las entidades estatales, podrán contratar obras, consultorías e incluso
459 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
460 Decreto 1860 de 2021. Por su parte, el decreto 442 de 2022 reglamentó el artículo 36 de la ley 2069
de 2020 frente a las compras públicas de tecnología c innovación.
Los contratos estatales en Colombia 205
enajenar bienes —salvo que se trate de casos de la Ley 226 de 1995—, siempre que el
valor de esas prestaciones no exceda el diez por ciento (10%) de la menor cuantía461.
Adicionalmente, como ya lo advertimos, el mecanismo para escoger al contratista
para el suministro de bienes o servicios de características técnicas uniformes y de común
utilización, por regla general, es a través de la Tienda Virtual del Estado Colombiano al
amparo de un Acuerdo Marco de Precios, incluso aunque se trate de aquellos casos que
se esté en presencia de una compra que no supere el valor de la mínima cuantía —ver
art. 42 L. 1955 de 2019—, pues se debe optar por el acuerdo y no por contratar por
mínima cuantía462. Pese a lo anterior, Colombia Compra Eficiente, recientemente, en el
Concepto 105 de 2022, señaló que esa previsión del artículo 41 de la ley 1955 de 2019
fue derogada por el artículo 30 de la ley 2069 de 2020.
El Decreto 1860 de 2021 reglamentario del artículo 30 de la ley 2069 de 2020 prevé:
La estructura del proceso de mínima cuantía parte de la elaboración de los estudios
previos, seguidos de una invitación pública que contenga los aspectos esenciales de la con
tratación, la oferta, la aceptación de esta o la declaratoria de desierto del proceso, sin que
en estos procesos, sea obligatoria la constitución de garantías y la inscripción en el RUPS.
En cuanto a la exigencia de las garantías, no puede perderse de vista que es una opción que
queda al arbitrio de la administración, quien las podrá exigir. Por lo tanto, las entidades
estatales, deberán ser cautelosas a la hora de definir este tema esencial, pues en cada caso
particular y según el objeto del contrato, podrá ser aconsejable exigir garantías al contra
tista. Piénsese, por ejemplo, en un trabajo de mantenimiento de equipos que contrate una
entidad pública y en donde sea necesario garantizar la calidad de dicho mantenimiento.
Otros ejemplos más podrían encontrarse y en los que se impone pedir pólizas, etc.
Por otra parte, merece otro comentario la reglamentación de la contratación de mí
nima cuantía y es frente al tema de la flexibilidad dispuesta en la ley y en el reglamento,
para la celebración del contrato estatal, pues en ese sentido, la aceptación de la oferta junto
con esta, se entenderá como el contrato y con tales documentos se podrá hacer el registro
presupuestal. Es claro que siempre será mejor elaborar una minuta y suscribir el contrato;
en él constarán las obligaciones de las partes y el régimen de multas o cláusulas penales. De
esta forma, si no hay contrato estatal celebrado, le quedará muy difícil a la administración,
461 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
462 Por el contrario, antes de la entrada en vigor del artículo 42 de la ley 1955 de 2019 no existía una nor
ma legal que autorizara la prelación de la selección abreviada bajo la causal de adquisición de bienes y
servicios de características técnicas uniformes y de común utilización frente a la de mínima cuantía.
Así lo advirtió recientemente el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de
23 de abril de 2021, Expediente 56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez. Colombia Compra
Eficiente en el Concepto C-105 de 2022 sostuvo recientemente que el artículo 42 de la ley 1952 de
2019 fue derogado por el artículo 30 de la ley 2069 de 2020.
206 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
sancionar los incumplimientos del contratista, pues según las voces del artículo 17 de la Ley
1150 de 2007, las multas y las cláusulas penales, requieren de pacto expreso en el contrato.
Otra pregunta que surge al respecto es: ¿ un contrato estatal celebrado luego de agotar
se una contratación de mínima cuantía, podría adicionarse en su valor? Evidentemente,
la respuesta es afirmativa. Para esos efectos, existe plena aplicación de lo dispuesto en el
artículo 40 de la Ley 80 de 1993, sin que pueda más tarde cuestionarse que la cuantía
del contrato original —más su adición—, superan el valor de la mínima cuantía, en
tanto, por una parte, lo fundamental en esos casos, radica en que el presupuesto oficial
del proceso de selección se ajusté al diez por ciento (10%) de la menor cuantía y si más
tarde se hace necesario su aumento en valor, ya la limitación estaría regida por el conte
nido del parágrafo del artículo 40 de la Ley 80 de 1993, esto es, en no más del cincuenta
por ciento (50%) del valor inicial y por otra parte, porque ni el citado artículo 40 de
la misma ley, ni ninguna otra disposición legal vigente, prohíben aumentar el valor del
contrato precedido de una mínima cuantía, pues se reitera, el Estatuto Contractual no
lo restringe para tal mecanismo de escogencia del contratista.
Colombia Compra Eficiente46’ elaboró el Manual de la Modalidad de Selección de
Mínima Cuantía, en el que se indican: (i) Cuáles son los documentos del Proceso de
Contratación; (ii) Cuáles son las características de dicha modalidad de selección; (iii)
Concurrencia con otras modalidades de selección y (¡v) Cómo es el proceso de adqui
sición en Grandes Superficies.
Finalmente, el Decreto 1082 de 2015, incluyó la reglamentación de la adquisi
ción de bienes en establecimientos clasificados como grandes almacenes463
464 por la
Superintendencia de Industria y Comercio.
Así las cosas, se ha estudiado entonces, el régimen jurídico de los procesos de se
lección de contratistas, que según la jurisprudencia del Consejo de Estado465, han sido
calificados como normas de orden público.
463 https://bit.ly/3yTSn2I
'16'í Régimen modificado por el Decreto 1860 de 2021.
465 Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia del 18 de enero de 2012, Expediente 20.461, C.P. Olga
Valle de De la Hoz; Subsección “A", Sentencia del 26 de mayo de 2011, Expediente 18.243, C.P.
Hernán Andrade y Subsección “B”, Sentencia del 30 de junio de 2011, Expediente 19.782, C.P. Stella
Conto de Díaz.
Los contratos estatales en Colombia 207
ción especial para el efecto. La tarca se cumplió con la Ley 1508 de 2012. La nueva ley
premia la vinculación de los privados en la prestación de servicios públicos estatales y le
otorga mayores beneficios cuando la financiación de tales actividades no comprende el
aporte de recursos públicos.
La justificación de la ley 1508 de 2012, consta en los antecedentes del Proyecto de
Ley 160 de 2011 Senado, que por su importancia se cita in extenso, a continuación:
"2. Asociaciones público-privadas como mecanismo para el desarrollo de infraestruc
tura pública
Las asociaciones público-privadas (APP) son esquemas eficientes de colaboración entre el
sector público y el sector privado que permiten la financiación y provisión en el largo plazo,
por parte del sector privado, de infraestructura y/o equipamientos públicos, servicios cone
xos a estos o para la prestación de servicios públicos a cambio de una remuneración que se
fija de acuerdo con la disponibilidad y el nivel del servicio de la infraestructura y/o servicio;
lo que desde luego implica una transferencia total o parcial de riesgos al sector privado, que
deberá darse en términos eficientes, de acuerdo con su capacidad de administración de
riesgos, velando siempre por la satisfacción efectiva de las necesidades públicas.
Ante las restricciones de orden fiscal existentes y la necesidad imperiosa de activar las
locomotoras para el crecimiento, el Plan Nacional de Desarrollo resalta la necesidad de im
pulsar el uso de un nuevo esquema de gestión de proyectos en el marco de las asociaciones
público-privadas que propenda al desarrollo de infraestructura mediante el uso de mejores
prácticas internacionales, no solo en los sectores que tradicionalmente se han beneficiado de
la vinculación del sector privado, sino en la construcción y desarrollo de infraestructura social
y de uso institucional que permita prestar un mejor servicio a todos los ciudadanos, donde
las eficiencias que genere el sector privado repercutan directamente en beneficios para la
sociedad.
Bajo el nuevo enfoque de asociaciones público-privadas se busca: (1/ estructurar los
mecanismos de pago del Gobierno y evaluar la infraestructura en función del servicio que se
ofrece a los beneficiarios, medido en términos de desempeño, calidad y disponibilidad; (2j
optimizar la transferencia y distribución de riesgos de los proyectos, con base en una valo
ración rigurosa de estos y un cuidadoso análisis en términos de eficiencia en la asignación
de los mismos; (3) explorar fuentes complementarias de ingresos para el inversionista privado
que faciliten el financiamiento de la infraestructura pública ¿por explotación comercial, inmo
biliaria, etc. ¿, y (4) alinear los incentivos del inversionista privado y de los distintos actores
incluidos en todas las etapas de desarrollo del proyecto, propendiendo a la culminación
oportuna de las obras, la ejecución de la mejor construcción posible de cara a la optimiza
ción de los costos de mantenirriento a cargo del privado, y la financiación de largo plazo
de los proyectos; aspectos que sin duda incentivarán la búsqueda de recursos a través del
mercado de capitales por parte de los inversionistas privados.
Como elemento fundamental del proceso de evaluación previa a la ejecución de los
proyectos con participación privada que requieran aportes públicos, se introducirá una eva
luación cuantitativa y cualitativa de los beneficios que generaría el desarrollo de un proyecto
bajo un esquema APP, incorporando un cálculo adecuado de costos del proyecto ajustados
por riesgos.
Lo anterior le permitirá al Estado seleccionar la modalidad de ejecución de cada pro
yecto y la provisión de infraestructura más apropiada, contribuyendo con la eficiencia en la
asignación del gasto público y procurando generar valor para la sociedad con los recursos
invertidos y controlar el gasto dentro de un riguroso marco de disciplina fiscal. Esto implicará
un análisis del proyecto que no solo tenga en cuenta los parámetros de sostenibilidad fiscal,
sino que se encuentre sujeto, además, a la regla fiscal. Para tal efecto, estos proyectos debe
rán ser estudiados por el CONEIS, quien se pronunciará de conformidad con dicha regla".
208 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
De la misma forma, la nueva ley (art. 2o) señaló que la contratación de esta nue
va modalidad de asociación, quedaría comprendida dentro del objeto del contrato de
concesión de que trata el numeral 4 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993. El objeto de
los contratos estatales que conformen APP serán aquellos en los cuales “las entidades
466 Ariño Ortiz, Gaspar. Reforma al régimen de contratación estatal. Capítulo XI, “El contrato de cola
boración público-privada”, Ediciones Uniandes, Compilador doctor Felipe De Vivero Arciniegas,
Bogotá, 2010, p. 203.
467 Ibídem, p. 208.
468 Hernando Ridings María. La colaboración público privada. Fórmulas contractuales., Ediciones Civi-
tas, Primera Edición, 2012, p. 49.
Los contratos estatales en Colombia 209
'lé9 El numeral 3 del artículo 2o de la Ley 80 de 1993, define el concepto de servicios públicos, así: "3°. Se
denominan servicios públicos: Los que están destinados a satisfacer necesidades colectivas enforma gene
ral, permanentey continua, bajo la dirección, regulación y control delEstado, asi como aquellos mediante
los cuales el Estado busca preservar el orden y asegurar el cumplimiento desúsfines”.
470 Gaspar Ariño, Op. cit., p. 206.
210 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por su lado, el parágrafo del artículo 8o de la nueva ley —modificado por el artículo
104 de la ley 1955 de 2019—, advierte que podrán ser contratantes de esquemas de
APP, las empresas industriales y comerciales del Estado, las Sociedades de Economía
Mixta en las que el Estado tenga participación superior al cincuenta por ciento (50%),
sus filiales y las Sociedades entre Entidades Públicas con participación del Estado supe
rior al cincuenta por ciento (50%), las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios
oficiales o mixtas y fija unas reglas especiales para la contratación, al igual que esas mis
mas empresas están habilitadas para presentar ofertas en los procesos de selección de
esquemas de APP.
Las reglas de selección del contratista en las APP (licitación pública, selección abre
viada de menor cuantía y contratación directa) y para su celebración y ejecución, serán
las previstas en las leyes 80 de 1993 y 1150 de 2007, salvo las materias reguladas espe
cialmente en la Ley 1508 de 2012. La nueva ley, además, condiciona su aplicación a
proyectos de infraestructura, siempre que el monto de la inversión supere los seis mil
(6.000) salarios mínimos legales mensuales.
Otra novedad importante de esta ley, radica en que el inversionista privado solo
percibirá su remuneración o los recursos públicos destinados para el efecto, cuando
acredite la disponibilidad de la infraestructura, los niveles de servicio y los estándares de
calidad exigidos471. De tal forma, que si un Municipio opta por una APP con un inver
sionista privado para el mantenimiento de una vía municipal, este solo podrá percibir
los peajes o dineros estatales asignados al proyecto, cuando se pruebe el cumplimiento
de las condiciones anteriores.
Por regla general, el plazo de ejecución de contratos de APP será de treinta (30)
años, incluyendo sus prórrogas, salvo que de la estructuración financiera del proyecto
antes de iniciar el proceso de selección y siempre que se cuente con el concepto previo
del Conpes, en cuyo caso la duración podrá ser superior a dicho término. La nueva
ley también regula las condiciones de adición y prórroga de dichos contratos estatales
de APP, para establecer que: i) solo podrá adicionarse o prorrogarse aquello que esté
relacionado directamente con el objeto del contrato, y ii) después de transcurridos los
primeros tres (3) años de su vigencia y hasta antes de cumplir las primeras tres cuartas
(3/4) partes del plazo inicialmente pactado en el contrato, es decir, la norma, fija el
momento en que pueden hacerse tales modificaciones.
La Ley 1508 de 2012, consagra dos modalidades de APP, a saber: i) La APP de
iniciativa pública, donde es la propia entidad estatal la que toma la iniciativa para el
desarrollo del proyecto472, y ii) La APP de iniciativa privada473, que opera a la inversa,
En este caso, es la administración quien identifica una carencia que debe atender. En
consecuencia, le corresponde a las entidades públicas, en la etapa de planeación de esos
contratos, ejecutar las siguientes acciones:
• Contar con los estudios vigentes de carácter técnico, socioeconómico, ambien
tal, predial, financiero y jurídico acordes con el proyecto, la descripción com
pleta del proyecto incluyendo diseño, construcción, operación, mantenimiento,
organización o explotación del mismo, el modelo financiero detallado y formu
lado que fundamente el valor del proyecto, descripción detallada de las fases y
duración del proyecto y justificación del plazo del contrato. El modelo financie
ro estatal tendrá reserva legal.
• Elaborar una evaluación, costo beneficio del proyecto analizando su impacto so
cial, económico y ambiental sobre la población directamente afectada, estiman
do los beneficios socioeconómicos esperados.
• Debe justificar la utilización del mecanismo de asociación público-privada
como una modalidad para la ejecución del proyecto, de conformidad con los
parámetros definidos por el Departamento Nacional de Planeación. Los aná
lisis señalados en este numeral deberán contar con concepto previo favorable
del Departamento Nacional de Planeación o de la entidad de planeación de la
respectiva entidad territorial. Para el anterior concepto, se deberá contar con la
aprobación del Ministerio de Hacienda y Crédito Público respecto de las valo
raciones de las obligaciones contingentes que realicen las Entidades Estatales,
en desarrollo de los Esquemas de Asociación Público-Privada, en los términos
definidos en la Ley 448 de 1998.
• Debe elaborar un análisis de amenaza y vulnerabilidad con el fin de garantizar la
no generación o reproducción de condiciones de riesgo de desastre.
• Debe efectuar una adecuada tipificación, estimación y asignación de los riesgos,
posibles contingencias, la respectiva matriz de riesgos asociados al proyecto.
Teniendo en cuenta que la iniciativa para desarrollar un proyecto de infraestructura
(construir vías, hacer grandes obras públicas, entregar la administración del servicio de
alumbrado público) propio de una APP, surge de la propia administración, aquí opera
la regla general que es a ella a quien le corresponde diseñar, planear y estructurar el
212 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
474 Artículo 2.2.2.I.4.I. Decreto 1082 de 2015. Procedimiento de selección en proyectos de Asociación
Público Privada de iniciativa pública. El procedimiento de selección para los proyectos de Asociación
Público Privada de iniciativa pública será el de licitación pública, señalado en el artículo 30 de la Ley
80 de 1993 y en sus normas reglamentarias, salvo lo previsto en la Ley 1508 de 2012 y en el presente
título, o las normas que lo sustituyan, modifiquen o adicionen.
475 La doctrina, en este punto, anota: “El primer aspecto innovador del P.F. frente a otrasformas de ge
neración de infraestructura, tales como la concesión o el contrato de obras, radica en la existencia de un
sujeto calificado que identifica un prospecto de negocio, lo estructura y lo desarrolla, convirtiéndose en su
patrocinador (sponsor). (...) Tradicionalmente, es sabido que la generación de infraestructura nace como
una necesidad pública que viene satisfecha por la administración a través de la contratación con sujetos
privados. Sin embargo, en el caso P.E ocurre exactamente lo contrario, porque losparticulares son quienes
identifican la necesidad, analizan la viabilidad y estructuran un proyecto que viene presentado poste
riormente a la administración ”. Urue:a Rojas, Juan Manuel. El contrato de concesión de obras públicas.
Editorial Ibáñcz, Segunda Edición, p. 90.
Los contratos estatales en Colombia 213
Por otro lado, en la segunda etapa, el proponente del proyecto, deberá anexar los
documentos que acrediten su capacidad jurídica, financiera o de potencial financiación,
de experiencia en inversión o de estructuración de proyectos o para desarrollar el pro
yecto, el valor de la estructuración del proyecto y una minuta del contrato a celebrar que
incluya entre otros, la propuesta de distribución de riesgos, es decir, no es solo confec
cionar el objeto de la APP, sino acompañarlo de documentos esenciales que acrediten
su capacidad para participar en el proceso de escogencia para desarrollar el contrato.
Aquí la ley sí que invierte la regla general, pues incluso autoriza determinar el alcance de
las obligaciones con la redacción de la minuta del futuro y posible contrato de APP. De
la misma forma, el privado, debe certificar que la información que entrega es veraz y es
toda de la que dispone sobre el proyecto. Esta certificación deberá presentarse mediante
una declaración juramentada.
Un aspecto esencial que merece toda la atención por el altísimo interés que esta nue
va modalidad de contratación representa en la actualidad, es el relativo a aquellos casos
en los que no es procedente (inc. 7, art. 14, L. 1508/2012), esto es, frente a proyectos
que, al momento de su presentación modifiquen contratos o concesiones existentes
o para los cuales se haya adelantado su estructuración por parte de cualquier entidad
estatal. De la misma forma, este inciso no permite la aceptación de iniciativas que de
manden garantías del Estado o desembolsos de recursos del Presupuesto General de la
Nación, las entidades territoriales o de otros fondos públicos, superiores a los estableci
dos en la presente ley.
Por otro lado, la nueva ley dispone que cuando existan varios originadores para un
mismo proyecto tendrá prioridad para su estudio el primero que radique la oferta ante
la entidad estatal competente y que posteriormente sea declarada como viable.
Una vez se presenta la iniciativa privada a la entidad estatal competente, en la etapa
de prefactibilidad, la administración dispondrá de un plazo máximo de tres (3) meses
para verificar si la propuesta, al momento de ser analizada, es de su interés de confor
midad con las políticas sectoriales, la priorización de proyectos a ser desarrollados y
que dicha propuesta contenga los elementos que le permiten inferir que la misma pue
de llegar a ser viable, sin que tal verificación genere ningún derecho al particular, ni
obligación alguna para el Estado. En consecuencia, la entidad pública, podrá rechazar
'6 u otorgar su concepto favorable para que el originador de la propuesta
la iniciativa4*
continúe con la estructuración del proyecto e inicie la segunda etapa de factibilidad.
Dicho concepto, en caso de ser favorable, permitirá que el originador de la propuesta
4'6 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 29 de enero de 2018, Expediente
57.421, C.P. Jaime Orlando Santofimio. En esta providencia se negó la nulidad de un acto admi
nistrativo de la Agencia Nacional de Infraestructura —ANI— que rechazó una oferta de iniciativa
privada.
214 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
pueda continuar con la estructuración del proyecto y realizar mayores estudios, sin que
ello genere compromiso de aceptación del proyecto u obligación de cualquier orden
para el Estado.
En este orden de ideas, una vez presentada la iniciativa del proyecto en etapa de fac
tibilidad, la entidad estatal competente dispondrá de un plazo máximo de seis (6) meses
a partir de la fecha de su radicación, para la evaluación de la propuesta y las consultas a
terceros y a autoridades competentes. La entidad, realizará dicho estudio directamente
o a través de terceros. Adicionalmente, la entidad estatal podrá prorrogar los términos
del estudio hasta por un plazo igual a la mitad del plazo inicial, para profundizar en sus
investigaciones o pedir al originador del proyecto que elabore estudios adicionales o
complementarios, ajustes o precisiones al proyecto.
Por otro lado, si la administración, no acepta la iniciativa, la rechazará mediante
acto administrativo debidamente motivado477. En todo caso la presentación de la ini
ciativa no genera ningún derecho para el particular, ni obligación para el Estado; en
todo caso, la propiedad sobre los estudios será del originador, pero la entidad pública
tendrá la opción de adquirir aquellos insumos o estudios que le interesen o sean útiles
para los propósitos de la función pública.
Por el contrario, si se acepta la iniciativa, el originador del proyecto podrá admitir
las condiciones de la entidad estatal competente o proponer alternativas. En cualquier
caso, en un plazo no superior a dos (2) meses contados desde la comunicación de la
viabilidad, si no se llega a un acuerdo, se entenderá que el proyecto ha sido negado por
la entidad pública.
Para la adición o prórrogas de iniciativa privada que no comprometan recursos
públicos, el artículo 21 de la nueva ley, dispone que no podrán ser objeto de modifi
caciones que impliquen el desembolso de este tipo de recursos fiscales y podrán pro
rrogarse hasta por el 20% del plazo inicial; en cuanto a las inversiones que efectúe el
contratista, el mismo precepto, autoriza que siempre que no impliquen desembolsos de
recursos públicos, ni modificaciones en plazo, podrán ser realizadas por el ejecutor del
proyecto por su cuenta y riesgo, sin que ello comprometa o genere obligación alguna
de la entidad estatal competente de reconocer, compensar o retribuir dicha inversión.
En todo caso, dichas inversiones deben ser previamente autorizadas por la entidad es
tatal contratante cuando impliquen una modificación de las condiciones del contrato
inicialmente pactado y cumplir con los requisitos exigidos por la Ley 448 de 1998 que
les resulten aplicables.
La Ley 1508 de 2012, también establece un límite para adicionar o prorrogar los
proyectos de APP cuando su ejecución requiere de recursos públicos, pues en esos casos,
477 Ibídcm.
Los contratos estatales en Colombia 215
según el artículo 18, las adiciones de recursos al proyecto no podrán superar el 20% de
los desembolsos de los recursos públicos originalmente pactados. En dichos contratos,
las prórrogas en tiempo deberán ser valoradas por la entidad estatal. Las solicitudes de
adiciones de recursos y el valor de las prórrogas en tiempo sumadas no podrán superar
el 20% de los desembolsos de los recursos públicos originalmente pactados.
Por otro lado, el artículo 27 de la Ley 1508 de 2012, establece unas exigencias es
peciales adicionales para los proyectos de APP liderados por las entidades territoriales
cuando se requiere del aporte público. Tales requisitos son los siguientes: i) Para la sus
cripción de los contratos de APP, la entidad territorial deberá acreditar el cumplimiento
de los límites de gasto y deuda establecidos en la Ley 358 de 1997, 617 de 2000, y 819
de 2003 y, los requisitos definidos en la Ley 448 de 1998 sobre aprobación de ries
gos y pasivos contingentes. En aquellos casos en que los contratos sean cofinanciados
por la Nación se requerirá, además, el concepto previo y favorable del Departamento
Nacional de Planeación, ii) Los ingresos futuros comprometidos en este tipo de con
tratos afectarán la capacidad de pago definida en la Ley 358 de 1997 y las normas que
la modifiquen y complementen, iii) La entidad territorial deberá identificar la fuente
de financiación del contrato de tal manera que los ingresos corrientes comprometidos
en la financiación del mismo serán descontados de los ingresos corrientes empleados
para calcular los indicadores de capacidad de pago, establecidos en la Ley 358 de 1997.
Los recursos de crédito que puedan ser necesarios para financiar las vigencias futuras
comprometidas se sumarán al saldo de la deuda que determinen los indicadores de ca
pacidad de pago, fijados en la Ley 358 de 1997, iv) Cuando el proyecto se financie con
cargo a ingresos corrientes de libre destinación, los mismos, no podrán ser considerados
como de libre disposición en los términos de la Ley 617 de 2000, v) Solo se podrán
desarrollar proyectos de asociación público privada consistentes con los objetivos de los
planes de desarrollo territorial, vi) La autorización por parte de la asamblea o concejo
para asumir obligaciones con cargo a vigencias futuras podrá efectuarse en cualquier
momento y superar el periodo de gobierno del respectivo gobernador o alcalde; vii)
Las vigencias futuras podrán aprobarse en el último año de gobierno; viii) Las vigencias
futuras que se expidan deberán cumplir las normas vigentes que regulan la materia y los
parámetros previstos en el presente artículo, ix) Los contratos de APP que se celebren,
deberán registrarse ante el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y reportarse en
el Formulario Unico Territorial, FUT, y en el Registro Unico de Asociación Público
Privada, RUAPP, x) Para la presentación de estos proyectos al Ministerio de Hacienda y
Crédito Público se deberá contar con la validación financiera de alguna de las entidades
financieras públicas de segundo piso o estructuradoras públicas.
Otro punto novedoso de la nueva ley es determinar si en estos esquemas es posible
permitir la participación de uniones temporales, consorcios y promesa de sociedad fu
tura, resulta que el artículo 1 ° de la Ley 1508 de 2012, al parecer, eliminó esa opción, en
tanto esc precepto dispuso que las asociaciones público privadas, son un instrumento
216 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Ahora bien, algunos podrán sostener que esc vacío aparente de la Ley 1508 de 2012
puede ser cubierto con las disposiciones generales de la Ley 80 de 1993; sin embargo,
la nueva ley optó por remitirse a estas últimas disposiciones para regular unos aspectos
muy concretos, en el último inciso del artículo 3o al disponer: “Los procesos de selec
ción]/ las reglas para la celebración)/ ejecución de los contratos que incluyan esquemas de
Asociación Público Privada se regirán por lo dispuesto en la Ley 80 de 1993y la Ley USO
de 2007, salvo en las materias particularmente reguladas en la presente ley”. Nótese que
nada se advierte en cuanto a la capacidad para presentar propuestas en proyectos de
APP.
Adicionalmente, la redacción del artículo 18 de la ley 1682 de 2013478 —que aclara
el régimen de responsabilidad de los contratistas de una APP—, nos permite corroborar
la tesis que sostuvimos en la edición anterior y que hoy mantenemos, en torno a que los
proyectos de APP solo se pueden ejecutar por personas naturales o jurídicas.
Finalmente, la Ley 1508 de 2012, establece unas disposiciones generales sobre la
materia, tales como: i) En los contratos de APP se pactarán las cláusulas excepcionales
47S Artículo 18. Responsabilidad. Las personas jurídicas que ejecuten proyectos de infraestructura bajo
la modalidad de Asociación Público Privado su régimen de responsabilidad será el que se establezca
en las leyes civiles y comerciales de acuerdo con el tipo de empresa que conforme.
Los contratos estatales en Colombia 217
de Ley 80 de 1993. Aquí, el artículo 22479 de la Ley 1508 de 2012, no señala como re
quisito de la esencia de tales contratos, que se entienden acordadas aun ante el silencio
de las partes, como sí lo consagra el numeral 2 del artículo 14 de la Ley 80 de 1993,
para algunos negocios jurídicos, de tal forma que si no se pactan expresamente dichas
cláusulas en los contratos de APP, no se podrán utilizar esas facultades excepcionales
por parte de la administración, ii) Los proponentes deben declarar bajo la gravedad del
juramento quiénes son los beneficiarios reales del proyecto y el origen de sus fondos, iii)
Todos los recursos públicos y los capitales que se manejen en el proyecto deberán ser
administrados a través de un patrimonio autónomo constituido por el contratista, inte
grado por todos los activos y pasivos presentes y futuros vinculados al proyecto, es decir,
que se contratará una fiducia mercantil por parte del contratista, iv) El Departamento
Nacional de Planeación administrará y reglamentará la operación del Registro Único
de Asociación Público Privada, RUAPP, el cual será público y en el que se incorporarán
los proyectos que el Gobierno nacional o las entidades territoriales considera priori
tarios, los proyectos de Asociación Público Privada en trámite tanto a nivel nacional
y territorial, su estado de desarrollo, los proyectos de Asociación Público Privada que
han sido rechazados, v) Se establecen reglas especiales para la autorización de vigencias
futuras para la Nación y entidades estatales del sector nacional, vi) Se determinan reglas
especial de presupuesto para las empresas sociales del Estado, que celebren contratos de
APP, vii) Se establece la obligación a cargo del inversionista privado de pagar al momen
to de pedir una adición o prórroga equivalente al diez (10) por ciento del valor solici
tado si es una adición al contrato o el uno (1) por ciento del valor inicialmente pactado
cuando se trata de una prórroga del mismo, a título de contraprestación por los estudios
que debe adelantar el Ministerio de Hacienda y Crédito Público para dar trámite a la
solicitud. En caso que la solicitud corresponda a un proyecto que previamente haya
sido sometido a consideración del Consejo Nacional de Política Económica y Social
—Conpcs—, la tasa correspondiente se reducirá al (2%) dos por ciento del valor solici
tado, si es una adición al contrato, viii) En caso de incumplimiento del contratista, los
financiadores del proyecto podrán continuar con su ejecución directamente o través de
terceros, ix) En los contratos de APP, se indicarán los bienes muebles e inmuebles afec
tados a la prestación del servicio que revertirán al Estado a la terminación del contratos
y las condiciones en que hará dicha entrega, x) En los contratos de APP, se incluirá una
cláusula en la cual se establezca la fórmula matemática para determinar las eventuales
prestaciones recíprocas entre las partes a las que haya lugar para efectos de terminarlos
anticipadamente por mutuo acuerdo o en forma unilateral.
479 Artículo 22. Cláusulas propias de los contratos administrativos. Los contratos para el desarrollo de
proyectos de Asociación Público Privada incluirán las cláusulas excepcionales, propias de la contra
tación pública tales como la de caducidad, terminación unilateral y las demás establecidas en la ley.
218 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Tiene lugar cuando surgen eventualidades con posterioridad a la apertura del pro
ceso de selección, que deben ser resueltas o despejadas por la entidad estatal. Así, mu
chas son las situaciones que se pueden presentar en el curso del procedimiento de es
cogencia, que por tanto aconsejarán disponer la suspensión del procedimiento. Tales
circunstancias podrán tener origen en causas internas o externas, pero lo cierto será que
pondrán en riesgo los objetivos de la actuación administrativa y por ello, se requerirá
adoptar la medida suspensiva.
El acto administrativo de suspensión del proceso de selección, se funda en los dife
rentes principios que rigen el ejercicio de la función administrativa y también los apli
cables a la contratación estatal. Así, la selección objetiva, la transparencia, la igualdad
de los proponentes, la libertad de concurrencia, el respeto a las normas presupuéstales
como expresión del principio de economía, son mandatos específicos que establecen
deberes y abstenciones a los que está sujeta la Administración. Por lo tanto, la compe
tencia para suspender un proceso de selección, se deriva de tales preceptos normativos
que irradian todo el ordenamiento jurídico contractual.
Así, ejemplos a título enunciativo de causales para suspender un proceso de selec
ción, podrían ser los siguientes: (i) una medida cautelar dictada al interior de un pro
ceso contencioso administrativo; (ii) una orden provisional o definitiva en el curso del
trámite de una acción de tutela; (iii) eventuales inconsistencias de alguno o de varios
de los documentos que soportan la planeación contractual que deban ajustarse por la
entidad; (iv) una observación o sugerencia de un proponente o tercero interesado que
deba ser absuclta antes de continuar con el procedimiento; (v) algún trámite que sea
indispensable agotar por parte de la Administración para continuar con el proceso de
selección; (vi) por solicitud de la Procuraduría General de la Nación; (vii) por cualquier
Los contratos estatales en Colombia 221
solicitud u observación que eleve una autoridad pública sobre cualquier aspecto del
procedimiento que requiera de la suspensión.
Por otro lado, resulta necesario indicar que la suspensión del procedimiento debe
ser adoptada por el término estrictamente necesario para superar la dificultad o para
responder la solicitud o requerimiento y por tanto, se debe indicar en que fecha exacta
se reiniciará el procedimiento y cómo quedará el cronograma del proceso, incluyendo
el tiempo de suspensión. De la misma forma, tampoco, en la licitación pública —art.
30 L. 80/93— se incurre en prohibición de adendar en los días previos al cierre, cuan
do lo que se presenta es la suspensión del proceso antes del cierre —aún en los días
restringidos por la Ley 1474 de 2011—, pues en realidad, no se estaría modificando
ningún aspecto de los pliegos de condiciones, sino que simplemente queda en suspenso
la selección, hasta tanto se defina o esclarezca el evento que la ocasiona, en los precisos
términos fijados inicialmente.
Por último, pese a que el Decreto 1082 de 2015, no recogió la facultad que concedía
el Decreto 734 de 2012482, para suspender los procedimientos de selección, sí existen
principios y normas legales que salvaguardan el ejercicio de la función administrativa
contractual y que por tanto, habilitan a las entidades estatales para que procedan en tal
sentido.
41,3 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de noviembre de 2014, Expe
diente 29.855, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
484 Las causales de nulidad absoluta de los contratos estatales, son: I) contratos celebrados con personas
absolutamente incapaces; ii) el objeto ilícito; iii) la causa ilícita; iv) la omisión de requisitos y forma
lidades que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos en consideración a la naturaleza de los
mismos y no a la calidad de las personas que los celebran; v) la violación de una norma imperativa;
vi) los que se celebren con personas incursas en inhabilidades; vii) las que se celebren con personas
incursas en causales de incompatibilidad; viii) los que se celebren contra expresa prohibición cons
titucional o legal; ix) los que se celebren con abuso de poder; x) los que celebren con desviación de
poder; xi) cuando se declaren nulos los actos que fundamenten el contrato; xii) los que se hubiesen
celebrado contra los criterios previstos en el artículo 21 de la Ley 80 de 1993 sobre tratamiento de
ofertas nacionales y extranjeras o con violación a la reciprocidad prevista en la Ley 80 de 1993.
485 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia 13 de abril de 2015, Expediente 30.685, C.P. Olga Méli-
da Valle de De La Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 223
regla que introduce el art. 49 es el saneamiento general, así que la norma autoriza regulari
zar buena parte de los defectos con ocasión de los procesos de selección
486 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 29 de mayo de 2014, Expediente
33.832, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
487 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26 de noviembre de 2015, Expe
diente 51.376, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
224 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
(ix) Un documento que debía cumplir con una formalidad especial y no se surtió.
(x) Alguna solicitud de autoridad pública que no se resolvió o atendió por la enti
dad pública.
Así las cosas, frente a aquellos defectos procesales que ocurran en la tramitación de
los procesos de selección, resulta perfectamente válido utilizar la referida atribución
especial, con el cuidado de no invadir el espacio de control judicial, que es del resorte
exclusivo de la jurisdicción contencioso administrativa, esto es, por la presencia de de
fectos que puedan generar la nulidad del futuro contrato estatal.
Las entidades estatales, gozan del privilegio de la revocatoria directa de los actos
administrativos de carácter particular y concreto. En materia contractual, esa atri
bución resulta perfectamente aplicable a la luz de las disposiciones del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo —por las causales
dispuestas en el artículo 93— yen todo caso, sujeto a las siguientes reglas: i) Si el proce
dimiento de selección, se inició y está en curso, pero no se han presentado ofertas, la ad
ministración puede revocar el acto administrativo de apertura si se dan las causales para
ello488, sin que sea necesario buscar el consentimiento de los potenciales proponentes
y ii) Si se abrió la selección y hubo presentación de propuestas, la entidad estatal, debe
obtener el consentimiento previo, expreso y escrito de quienes ofertaron, pues a ellos se
le genera una expectativa legítima489 a partir del momento mismo en que radican sus
propuestas490.
La aplicación de las normas generales de revocatoria directa, en el régimen especial
de contratación estatal, fue confirmada por el Consejo de Estado491, que con total cla
ridad, concluyó lo siguiente:
7..J De allí que, a la pregunta de si en materia contractual la administración puede
revocar sus propios actos —salvo el de adjudicación—, la Sala responde que sí —como
lo consideró el Departamento de Antioquia, y luego los reglamentos de la ley l 1.50 de
2007—, porque si el tema no está regulado en la Ley 80 habrá de acudirse al régimen ge
neral previsto en el CCA. De la misma manera, si se pregunta si en las etapas pre-contractual
488 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 27 de abril de 2016, Expediente
46.818, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
489 Ibídem.
'19° Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de noviembre de 2014, Expe
diente 31.297, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
491 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26 de marzo de 2014, Expediente
25.750, C.P. Enrique Gil Botero. Ver también Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 27 de
abril de 2016, Expediente 46.818, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 225
o pos-contractual rige el silencio administrativo también se dirá que sí, porque si tampoco está
regulada en la Ley 80 hay que remitirse al régimen previsto en el CCA"
492 Sentencia de 2 de julio de 2021, Expediente 58.372, C.P. José Roberto Sáchica.
226 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Pues bien, el artículo 9o de la Ley 1150 de 2007, dispuso que el acto de adjudica
ción493 es por regla general irrevocable494, salvo en tres específicos eventos495, a saber:
i) que el adjudicatario esté inhabilitado; ii) que el adjudicatario esté incurso en alguna
incompatibilidad, y iii) que el acto se obtuvo por medios ilegales496. De la misma for
ma, existe una restricción de carácter temporal para revocar, esto es, debe darse entre el
momento de la adjudicación y hasta antes que se firme el respectivo contrato, pues si
al momento de definir la petición revocatoria ya se ha suscrito el negocio jurídico, será
improcedente el empleo de dicha figura, sin perjuicio que se pueda terminar el contra
to, si se dan los supuestos de los artículos 44 y 45 de la Ley 80 de 1993 —terminación
unilateral por la existencia de causales de nulidad absoluta—.
De lo visto, entonces, se tiene que no ofrece mayores dificultades el asunto cuando
se allega a la actuación administrativa la prueba de la inhabilidad o la incompatibilidad
del adjudicatario, pues la entidad, en este caso, hace prácticamente una verificación ob
jetiva de tales supuestos y procede en consecuencia497 o cuando se aportan documentos
'l9J Acto administrativo que genera un derecho cierto a favor del adjudicatario. Ver Sección Tercera,
Subsccción “A”, Sentencia de 2 de julio de 2021, Expediente 58.372, C.P. José Roberto Sáchica.
494 El inciso tercero y cuarto del artículo 9o de la Ley 1150 de 2007, dispone: “El acto de adjudicación
es irrevocable y obliga a la entidady al adjudicatario. No obstante lo anterior, si dentro delplazo com
prendido entre la adjudicación del contrato y la suscripción del mismo, sobreviene una inhabilidad o
incompatibilidad o si se demuestra que el acto se obtuvo por medios ilegales, este podrá ser revocado, caso
en el cual, la entidadpodrá aplicar lo previsto en el incisofinal del numeral 12 del artículo 30 de la Ley
80 de 1993”.
195 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 4 de abril de 2016, Expediente
33.370, C.P. Olga Mclida Valle de De La Hoz.
496 El Consejo de Estado, precisó que las causales de revocatoria directa del acto administrativo de adju
dicación, son especiales y por tanto son las que aparecen en el artículo 9° de la Ley 1150 y no las ge
nerales del CPACA. Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 12 de marzo de 2015, Expediente
28.752, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
497 El Consejo de Estado, avaló dicha causal incluso, para no suspender provisionalmente los efectos
de un acto administrativo que revocó la adjudicación de un procedimiento licitatorio o concursal
por la existencia de una causal de inhabilidad del adjudicatario, que por regla general es irrevocable
(num. 11 art. 30, L. 80/93). Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 20.923, C.P.
Ricardo Hoyos Duque. En la providencia se expresó: “(...) Si ante la violación del régimen de inhabi
lidades e incompatibilidades la entidad contratante tiene la potestad —o mejor la obligación— de dar
por terminado el contrato en el estado en que se encuentre, sin que requiera de decisiónjudicial previa que
declare la nulidad del contrato, no puede afirmarse prima facie, que el acto de adjudicación que resulte
viciado de nulidad por violación del mismo régimen por parte del adjudicatario que todavía no es en
rigorjurídico el contratista porquefalta laformalización del contrato, sea irrevocable". No parece lógico
que ante la violación del régimen de inhabilidades e incompatibilidades la entidad pública contratante
pueda unilateralmente dar por terminado el contrato y liquidarlo en el estado en que se encuentre y no
pueda, por el contrario, dejar sin efectos el acto mediante el cual adjudicó el contrato por la ocurrencia de
la misma razón, con el argumento de que ese acto es irrevocable”. En sentido similar, se puede consultar
el Auto del 5 de febrero de 1998, Expediente 13.061, C.P. Jesús María Carrillo Ballesteros.
Los contratos estatales en Colombia 227
49lí Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente
46.208, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
499 Así lo concluyó recientemente el Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección “B”, Sentencia de
15 de agosto de 2013, Expediente (2166-07), C.P. Gerardo Arenas Monsalve.
500 Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, Sentencia 16 de julio de 2002,
Expediente 23001-23-31-000-1997-8732-02 (IJ 029), C.P. Ana Margarita Olaya Forero.
228 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Así las cosas, si se pide la revocatoria directa por dicha causal de medios ilegales,
será menester demostrar todos esos extremos, sin perjuicio del deber que le asiste a la
Administración, de garantizar a lo largo de la actuación el derecho fundamental de de
fensa del beneficiado con el acto administrativo de adjudicación, a quien deberá corrér
sele traslado de la solicitud para que se pronuncie sobre la misma o bien podrá citarse a
la sede de la entidad con igual fin. Ahora bien, si la petición de revocatoria, se propone
con base en las otras causales de ilegalidad del CPACA, se tiene que dicha solicitud será
improcedente, pues la adjudicación de un proceso de selección, solo podrá revocarse
con base en las precisas y especiales causales dispuestas en el artículo 9o de la Ley 1150
de 2007, tal y como también lo precisó el Consejo de Estado501.
501 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de marzo de 2015, Expediente 28.752, C.P. (E)
Hernán Andrade Rincón.
CAPITULO V
Un aspecto esencial del que se ocupa la ley es señalar quién es el competente para
tramitar un proceso de selección y celebrar un contrato estatal. Así, el artículo 11
de la Ley 80 de 1993, determina quiénes son las personas adecuadas para ejercer la
función administrativa contractual, así: i) La competencia para ordenar y dirigir la
celebración de licitaciones y para escoger contratistas será del jefe o representante de
la entidad, según el caso, ii) La competencia para celebrar contratos a nombre de la
Nación, la tiene el Presidente de la República, iii) Tienen competencia para celebrar
contratos a nombre de la entidad respectiva: a) Los ministros del despacho, los direc
tores de departamentos administrativos, los superintendentes, los jefes de unidades
administrativas especiales, el Presidente del Senado de la República, el Presidente de
la Cámara de Representantes, el Presidente del Consejo Superior de la Judicatura,
el Fiscal General de la Nación, el Contralor General de la República, el Procurador
General de la Nación, y el Registrador Nacional del Estado Civil, iv) A nivel territo
rial, los gobernadores de los departamentos, los alcaldes municipales y de los distritos
capital y especiales, los contralores departamentales, distritales y municipales, y los
representantes legales de las regiones, las provincias, las áreas metropolitanas, los te
rritorios indígenas y las asociaciones de municipios, en los términos y condiciones
de las normas legales que regulen la organización y el funcionamiento de dichas en
tidades, y v) Los representantes legales de las entidades descentralizadas en todos los
órdenes y niveles.
En el ejercicio de la función administrativa contractual, las normas de contratación
estatal, autorizan la delegación y desconcentración de dicha función. El artículo 12 de la
Ley 80 de 1993, adicionado por el artículo 21 de la Ley 1150 de 2007, dispone:
"Artículo 12. De la delegación para contratar, los jefes y los representantes legales de las
entidades estatales podrán delegar total o parcialmente la competencia para celebrar contra
tos y desconcentrar la realización de licitaciones en los servidores públicos que desempeñen
cargos del nivel directivo o ejecutivo o en sus equivalentes
En ningún caso, los jefes y representantes legales de las entidades estatales quedarán
exonerados por virtud de la delegación de sus deberes de control y vigilancia de la actividad
precontractual y contractual.
Parágrafo. Para los efectos de esta ley, se entiende por desconcentración la distribución
adecuada del trabajo que realiza el jefe o representante legal de la entidad, sin que ello
implique autonomía administrativa en su ejercicio. En consecuencia, contra las actividades
cumplidas en virtud de la desconcentración administrativa no procederá ningún recurso".
ten las consideraciones efectuadas por la profesora Rocío Araújo502, quien al respecto
precisa:
..) No obstante, debe tenerse en cuenta lo previsto en el inciso 2 del artículo 12 de la
ley 80 de 1993, que se refiere a la responsabilidad en virtud de la delegación, del control
y vigilancia de la actividad precontractual y contractual, por parte de jefes y representantes
legales de los organismos estatales, lo anterior podría traducirse en que el objeto de la dele
gación cobija tanto la actividad precontractual como la contractual pues parece ser ilógico
que, mediando delegación correspondiente, se pueda tener responsabilidad por la función
de control y vigilancia de la actividad precontractual y contractual, cuando en realidad no
es posible la delegación del ejercicio de las funciones que hacen parte de la actuación de
la etapa precontractual''.
Otra modalidad de contratos que pueden celebrar las entidades estatales son
aquellos que se suscriben con organismos y personas jurídicas internacionales. El
artículo 2.2.1.2.4.4.1. del Decreto 1082 de 2015, en armonía con las disposiciones
de la Ley 80 de 1993, reguló el régimen aplicable a dichos acuerdos en los siguientes
términos:
"ios contratos o convenios financiados en su totalidad o en sumas ¡guales o superiores
al cincuenta por ciento [50%} con fondos de los organismos de cooperación, asistencia o
ayudas internacionales, pueden someterse a los reglamentos de tales entidades incluidos
los recursos de aporte de fuente nacional o sus equivalentes vinculados a estas operacio
nes en los acuerdos celebrados, o sus reglamentos, según el caso. En caso contrario, los
contratos o convenios que se celebren en su totalidad o en sumas iguales o superiores
al cincuenta por ciento (50%} con recursos de origen nacional se someterán al presente
decreto.
Si el aporte de fuente nacional o internacional de un contrato o convenio de Cooperación
Internacional es modificado o los aportes no se ejecutan en los términos pactados, las
Entidades Estatales deben modificar los contratos o convenios para efectos de que estos
estén sujetos a las normas del sistema de compras y contratación pública, si el aporte de
recursos públicos es superior al cincuenta por ciento (50%} del total o de las normas internas
de la entidad de cooperación si el aporte es inferior.
Cuando la variación de la participación de los aportes de las partes es consecuencia
de los fluctuaciones de la tasa de cambio de la moneda pactada en el convenio o contrato
de cooperación internacional, este seguirá sometido a las reglas establecidas en el momento
de su suscripción.
Los recursos generados en desarrollo de los contratos o convenios financiados con fondos
de los organismos de cooperación, asistencia o ayudas internacionales no deben ser tenidos
en cuenta para determinar los porcentajes de los aportes de las partes.
Los contratos o convenios financiados con fondos de los organismos multilaterales de
crédito, entes gubernamentales extranjeros o personas extranjeras de derecho público, así
como aquellos a los que se refiere el inciso 2° del artículo 20 de la Ley 1 150 de 2007, se
ejecutarán de conformidad con lo establecido en los tratados internacionales marco y com
plementarios, y en los convenios celebrados, o sus reglamentos, según sea el caso, incluidos
los recursos de aporte de fuente nacional o sus equivalentes vinculados a tales operaciones
en dichos documentos, sin que a ellos le sea aplicable el porcentaje señalado en el inciso
primero del artículo 20 de la Ley 1 150 de 2007.
Los contratos con personas extranjeras de derecho público se deben celebrar y ejecutar
según se acuerde entre las partes''.
En este orden de ideas, pueden ser contratistas de las entidades estatales: i) Las per
sonas naturales, ii) Las personas jurídicas, iii) Las uniones temporales y consorcios, iv)
Las autoridades enlistadas en el artículo 1 de la ley 2160 de 2021 que modificó el artí
culo 6 de la ley 80 de 1993 y v) La promesa de sociedad futura508.
Las personas naturales, por regla general, están habilitadas por el Derecho Privado
y por la Ley 80 de 1993, para fungir como contratistas estatales. Las excepciones se
presentan en casos tales como: i) Incapacidad absoluta (discapacidad por demencia,
sordomudos, menores de edad509), ii) Estar incurso en alguna causal de inhabilidad e
incompatibilidad (normas constitucionales y legales), y iii) No estar inscrito en el regis
tro único de proponentes (RUPS), cuando sea obligatorio.
El artículo 633 del Código Civil dispone: “Se llama, persona jurídica, una persona
ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representadajudi
cialy extrajudicialmente". De este modo, son personas jurídicas, las fundaciones, corpo
raciones, asociaciones, organizaciones, sociedades comerciales, sociedades con objeto
único, etc.
La capacidad de las personas jurídicas para contratar con el Estado, deviene direc
tamente del artículo 6o de la Ley 80 de 1993 y se requieren varias condiciones para
que queden habilitadas para hacer negocios con la administración, así: i) Que el objeto
social510 les permita ejecutar las prestaciones de un contrato estatal —salvo aquellos ca
sos en que se propongan o celebren contratos las sociedades anónimas simplificadas511
5<IS Cuya existencia, como se ve más adelante, hoy en día es discutible por la derogatoria que la Ley 1508
de 2012, dispuso del parágrafo 2 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993.
509 Los menores de edad, están clasificados en: i) infantes (0 a 7 años); ii) impúberes (varón entre 7 y
14 años y mujer entre 7 y 12 años), y ii) menores adultos, es decir, hombres mayores de 14y mujeres
mayores de 12, pero en ambos casos menores de 18 años. Ver Ley 1996 de 2019.
510 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia del 11 de mayo de 2011, Expe
diente 11.544, C.P. Ruth Stella Correa Palacio. En esta providencia, la corporación, declaró la nuli
dad absoluta de un contrato, entre otras razones, porque el objeto social de la sociedad contratista no
tenía habilitación para celebrar y ejecutar dicho negocio jurídico.
511 Pese a que la Ley 1258 de 2008, les otorga la posibilidad a la SAS, de realizar todo tipo de actividades
comerciales, la práctica enseña que en todo caso al momento de registrar su constitución, las Cámaras
de Comercio, exigen la identificación de las actividades principales de la sociedad de acuerdo con
los códigos internacionales de las mismas. El Consejo de Estado, concluyó, que una SAS no tiene
limitaciones por razón de su objeto social para contratar con las entidades estatales. Sección Tercera,
Los contratos estatales en Colombia 237
creadas por la L. 1258 de 2008512—, ii) Que la persona jurídica tenga una duración no
inferior al plazo de ejecución del contrato y un año más (art. 6°, L. 80/93), iii) Que la
persona jurídica no se encuentra inhabilitada para contratar con las entidades estata
les, y iv) Qiie la persona jurídica esté inscrita en el RUPS, cuando le corresponda. El
Consejo de Estado513, al referirse a la capacidad jurídica en la contratación pública, sos
tuvo: “Corolario de todo lo anteriores que la capacidadjurídica en la contratación estatal
no solamente se integra por la capacidad de goce y de ejercicio delproponente sino también
por la ausencia de inhabilidades e incompatibilidades de su parte”.
Otro aspecto que puede limitar la capacidad de una persona jurídica, pero que no
puede ser motivo para disponer el rechazo de la propuesta, es cuando el representante
legal tiene limitaciones estatutarias para suscribir la propuesta o celebrar el respectivo
contrato estatal. El Consejo de Estado, con acierto diferenció entre la falta de capacidad
jurídica514 y la limitación estatutaria para celebrar contratos estatales, para afirmar que
en este último caso no hay lugar al rechazo de la propuesta pues se trata de un requisito
subsanable. En ese sentido, el máximo Tribunal515, sostuvo:
"La anterior precisión permite afirmar que son distintos los efectos que se derivan del
hecho de que una persona nc tenga capacidad al momento de presentar la propuesta
dentro determinado proceso de selección en el ámbito de la contratación estatal, a los que
se generan del hecho de que su representante legal se encuentre limitado en sus facultades
para comprometerla.
En el primer caso, ya se anotó, la falta de capacidad del proponente es un defecto
de carácter insubsanable, en tanto se trata de un requisito habilitante para participar en el
proceso de selección, que debe demostrarse al momento de presentar la propuesta, so pena
de rechazo de la misma; mientras que en el segundo, esto es, en el evento en que el repre
sentante legal tenga alguna limitación para contratar, la autorización del órgano competente
(junta de socios, junta directiva, asamblea general/ para comprometer o la sociedad en la
presentación de propuestas y en la firma del contrato posible que se derive de la correspon
diente convocatoria pública, es subsanable y no implica el rechazo de la propuesta.
En otros términos, la no acreditación al comienzo del proceso de las autorizaciones
que de conformidad con los estatutos sociales se requieran para representar y comprometer
Subsección “C”, Sentencia 10 de septiembre de 2014, Expediente 29.470, C.P. Jaime Orlando San
tofimio Gamboa.
512 El numeral 5 del artículo de la Ley 1258 de 2008, preve: “5. Una enunciación clara y completa de
las actividades principales, a menos que se exprese que la sociedad podrá realizar cualquier actividad
comercial o civil, lícita. Si nada se expresa en el acto de constitución, se entenderá que la sociedad
podrá realizar cualquier actividad lídta”.
511 Sección Tercera, Sentencia del 26 de enero de 2011, Expediente 36.408, C.P. Jaime Orlando Santofi
mio Gamboa. Ver también Sentencia de 29 de julio de 2015, Expediente 40.660, C.P. Jaime Orlando
Santofimio Gamboa.
511 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 29 de julio de 2015, Expediente
40.660, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
515 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 8 de febrero de 2012, Expediente
20.688, C.P. Ruth Stella Correa Palacio. Dicho criterio fue reiterado por la Sección Tercera, Subsec
ción “A”, Sentencia de 23 de julio de 2014, Expediente 35.008, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
238 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
516 C. Co. “Artículo 844. La ratificación del interesado, si se hace con las mismas formalidades que la ley
exige para el negocio jurídico ratificado, tendrá efecto retroactivo, salvo en cuanto lesione derechos
de terceros. (Ley 1150 de 2007)”.
517 Esta tesis fue acogida por la Sección Tercera, la cual consideró que la norma citada de la Ley 80, según
la exposición de motivos del proyecto de ley que dio lugar a su creación se refería a documentos o
requisitos superfluos que no permitían a la administración desestimar la oferta, pero no la facultaba
para solicitarlos y subsanar omisiones. Por eso, consideró que si el Estatuto General no establecía esta
facultad para la administración, la omisión de estos requisitos no necesarios para la comparación,
es decir, requisitos que no impiden la evaluación de las ofertas por versar sobre aspectos esenciales,
no requeriría de subsanación dentro del proceso, sino simplemente daría lugar a no desestimar la
propuesta, pues no todos los preceptos del pliego ostentan la misma categoría. Consejo de Estado,
Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 3 de diciembre de 2007, Exp.
24.715 y otros, C.P. Ruth Stella Correa Palacio. Sobre la distinción de los requisitos y los factores
de evaluación en otra oportunidad esta Sección señaló: “[L]ospliegos de condiciones están llamados a
establecer los requisitos de participación de los oferentesy los criterios ofactores de evaluación o calificación
desús ofertas; unosy otros, deben llevar como única impronta elfin generalperseguido con la contratación
propuesta. /Los primeros, permiten la participación de los sujetos, esto es, habilitan jurídica, financiera
o técnicamente la concurrencia de los interesados alproceso y, por ende, conciernen a la idoneidad de los
oferentes; y los segundos, posibilitan la selección de lapropuesta, esto es, están referidos a calificarla oferta,
a darle un puntaje, para establecer el mérito de la mismafrente al objeto a contratary, por ende, tienen
una conexión directa con la particular necesidad, esto es, una connotación sustancial para la escogencia
de la oferta másfavorable a los intereses de la entidad". Vid. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 26 de abril de 2006, Exp. 16.041, C.P. Ruth Stella
Correa Palacio (Ley 1150 de 2007).
518 Advertencia que se hace toda vez que actualmente el parágrafo 1" del artículo 5” de la Ley 1150 de
2007 —que derogó el inciso 2o del numeral 15 del artículo 25 de la Ley 80 de 1993 en el artículo 32
ibídem— reguló este aspecto con un sentido similar, más no igual, así: “La ausencia de requisitos o la
falta de documentos referentes a la futura contratación o al proponente, no necesarios para la compa
ración de las propuestas no servirán de título suficiente para el rechazo de los ofrecimientos hechos.
En consecuencia, todos aquellos requisitos de la propuesta que no afecten la asignación de puntaje,
podrán ser solicitados por las entidades en cualquier momento, hasta la adjudicación. No obstante
lo anterior, en aquellos procesos de selección en los que se utilice el mecanismo de subasta, deberán
ser solicitados hasta el momento previo a su realización...” (se subraya). Como se puede apreciar, el
primer segmento del artículo recoge lo expresado en la norma anterior de la Ley 80 de 1993, pero
a diferencia de esta puntualiza su consecuencia en el sentido de que los requisitos que no afecten la
asignación de puntaje, o sea aquellos no pondcrablcs o esenciales o habilitantes, puedan ser solicita-
Los contratos estatales en Colombia 239
dos por la entidad hasta la adjudicación, salvo para cuando se haga a través del mecanismo de subasta,
caso en el cual se deberá hacer con antelación al comienzo de la misma (Cita de la providencia).
5I!> Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección “C”, Sentencia de 29 de julio de 2015, Expediente
40.660, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
520 Sección Tercera, Sentencia del 26 de enero de 2011, Expediente 36.408, C.P. Jaime Orlando Santo
fimio Gamboa. Criterio reiterado Sentencia del 8 de febrero de 2012, Expediente 20.688, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio, Sección Tercera, Subsección “B”.
521 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 29 de julio de 2015, Expediente
40.660, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
522 Sección Tercera, Sentencia del 26 de enero de 2011, Expediente 36.408, C.P. Jaime Orlando Santo
fimio Gamboa.
525 Rodríguez Tamayo, Mauricio Fernando. Op. cit., p. 16.
240 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
2. Unión Temporal: cuando dos o más personas en forma conjunta presentan una mis
ma propuesta para la adjudicación, celebración y ejecución de un contrato, respondiendo
solidariamente por el cumplimiento total de la propuesta y del objeto contratado, pero las
sanciones por el incumplimiento de fas obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato
se impondrán de acuerdo con lo participación en la ejecución de cada uno de los miembros
de la unión temporal.
Parágrafo 1°. los proponerles indicarán si su participación es a título de consorcio o
unión temporal y, en este último caso, señalarán los términos y extensión de la participación
en la propuesta y en su ejecución, los cuales no podrán ser modificados sin el consentimiento
previo de la entidad estatal contratante.
Los miembros del consorcio y de la unión temporal deberán designar la persona que,
para todos fas efectos, representará al consorcio o unión temporal y señalarán las reglas
básicas que regulen las relaciones entre ellos y su responsabilidad.
Parágrafo 2°. Para efectos impositivos, a los consorcios y uniones temporales se les apli
cará el régimen previsto en el Estatuto Tributario para las sociedades pero, en ningún caso,
estarán sujetos a doble tributación.
Parágrafo 3o. En los casos en que se conformen sociedades bajo cualquiera de las
modalidades previstas en la ley con el único objeto de presentar una propuesta, celebrar y
ejecutar un contrato estatal, la responsabilidad y sus efectos se regirá por las disposiciones
previstas en esta ley para los consorcios”.
524 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Auto de 19 de febrero de 2021, Expediente
46.311, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
525 Sala de Casación Civil y Agraria, Sentencia del 13 de septiembre de 2006, Expediente 2002-00271,
M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar.
Los contratos estatales en Colombia 241
Y más adelante, sobre la capacidad legal de los consorcios y uniones temporales para
contratar con el Estado, la misma providencia anterior, agregó:
"Ahora, aunque al reglamentar la "capacidad para contratar", el art. 6° [Ley 80 de
1993] dispone que "pueden celebrar contratos con los entidades estatales las personas con
sideradas legalmente capaces en las disposiciones vigentes", y añade que "también podrán
celebrar contratos con las entidades estatales, los consorcios y uniones temporales", disposi
ción que invita a pensar que a pesar de no gozar de personalidad, excepcionalmente se les
inviste de capacidad para contratar y obligarse con el Estado, a la postre no va más allá de
autorizar la vinculación contractual de las entidades públicas, con las personas naturales o
jurídicas que acudan a tales fórmulas convencionales —consorcio o unión temporal— con el
fin de contratar con la administración, mediante la presentación de una sola propuesta en la
que conjuguen potencial, experiencia, recursos, etc.
Por supuesto que si la capacidad legal es la aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones, es decir, para ser titular de unos y otros, y para hacerlos valer, en juicio o fuera
de él, lo cierto es que también en materia de contratación estatal esa potestad termina atri
buyéndose, siguiendo la regla general, a las personas que integran el consorcio, pues es en
ellas en quienes se radican los efectos del contrato y sus consecuencias jurídicas".
Así las cosas, tenemos que la Ley 80 de 1993, les otorgó capacidad legal a las uniones
temporales y a los consorcios para proponer, celebrar y ejecutar contratos con la admi
nistración, sin que por ello se origine una nueva persona jurídica.
Los integrantes en ambas modalidades asociativas son obligados solidariamente con
la entidad estatal por el cumplimiento de todas las obligaciones derivadas de la propues
ta y del contrato mismo. Por su parte, el Consejo de Estado526, respecto de la solidaridad
que predica el artículo 7° de la Ley 80 de 1993 a los miembros de la uniones temporales
y consorcios, sostuvo:
"En el contexto anterior la expresión •solidariamente», contenida en el artículo 7° Ibídem
referida a los miembros del consorcio, hace visible que el legislador en materia de la res
ponsabilidad parte de que el consorcio no es una persona sino un conjunto de personas
porque, precisamente, la solidaridad no se predica de la singularidad sino de la pluralidad
de personas".
Ahora bien, la única diferencia que existe entre ambas figuras radica esencialmente
en el grado de responsabilidad atribuible a sus miembros por el incumplimiento de las
obligaciones contractuales, pues en el consorcio tal situación los afectará a todos por
, a diferencia de la unión temporal, en donde la sanción se impondrá dependien
igual527528
do del grado de participación de cada integrante, como podría serlo, por ejemplo, en el
caso de que declare la caducidad de un contrato estatal52** o la inhabilidad por incum
526 Sección Tercera, Sentencia del 31 de julio de 2003, Expediente AC755, C.P. María Elena Gómez
Giraldo.
527 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A” Auto de 19 de febrero de 2021, Expediente
46.311, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
528 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1346 del 17 de mayo de 2001, C.P.
César Hoyos Salazar.
242 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
529 En ese sentido, la corporación, sostuvo: “No sobra precisar que lo expuesto en nada afecta la posibilidad
que les asiste a quienesformulan o presentan de manera conjunta una misma propuesta ante una entidad
estatal —posibilidad contemplada expresamente en la misma ley—, de adoptar de manera voluntaria
y válida definiciones acerca de: a). La especificación del tipo defigura que han escogido: consorcio o unión
temporal, con la notación adicional de que ante la ausencia material o real de la delimitación de la
participación de cada integrante deberá entenderse entonces que el aplicable será el régimen previsto para
los consorcios". Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de septiembre de 2012, Expediente
24.938, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
530 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de septiembre de 2012, Expediente 24.938, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez.
531 Modificado por el artículo 43 de la ley 1955 de 2019 y el artículo 51 de la ley 2195 de 2022.
Los contratos estatales en Colombia 243
Del precepto anterior, se concluye que si bien es cierto que tanto en las uniones
temporales como en los consorcios, sus integrantes responderán solidariamente por las
obligaciones económicas derivadas de la propuesta y las obligaciones contractuales y
por ende, ante un eventual incumplimiento de la imposición de una multa o de una
cláusula penal, cuando de esas sanciones se produzca una inhabilidad por incumpli
miento reiterado, al igual como ocurre ante la declaratoria de caducidad del contrato,
la inhabilidad solo será aplicable y afectará al integrante de la unión temporal, que dio
lugar a la declaratoria de incumplimiento, siempre que haya quedado bien delimitada su
responsabilidad en el documento de constitución de la unión temporal.
De otra parte, es preciso referirse a una posición de la Sala de Consulta y Servicio
Civil del Consejo de Estado532 en la que se concluyó que los municipios no pueden
integrar uniones temporales o consorcios. Esencialmente, la Sala sostuvo lo siguiente:
“En concepto de la Sala, si bien es cierto, le asiste a los particulares el derecho a pre
sentarse bajo cualquiera de estas modalidades de participación y disponer libremente de
su patrimonio en tanto miran ai interés individual, también lo es, que de acuerdo con los
artículos 6° y 122 de la Carta, 'as autoridades administrativas deben actuar en estricto rigor
y de conformidad con lo expresamente dispuesto por la Constitución y la ley, especialmente
en materia de asignación de competencias, de manera que solamente están facultadas para
asociarse de acuerdo con las modalidades que para el efecto señalen las leyes 105 de
1993, 136 de 1994 y 489 de 1998, que consagran la posibilidad de suscribir convenios
de asociación o constituir personas jurídicas distintas a los miembros, Ilógico es, en todos los
casos, preservando el patrimonio de cada entidad, cuya responsabilidad como entes públi
cos, no puede comprometerse solidaria e ilimitadamente. Lo expuesto permite concluir, sin
necesidad de más aproximaciones teóricas, que no es posible que los municipios se asocien
en consorcios o uniones temporales para efectos de contratación
El Consorcio no genera una nueva sociedad mercantil, porque al no estar constituida con
todos los requisitos legales, no forma una persona jurídica distinta de los socios individual
mente considerados (art. 98, C. de Co.j.
Por similares razones tampoco es una sociedad irregular (art. 500, C. de Co.j. Tampoco
es una sociedad de hecho en definición legal, y por esta mismo carece de personería jurídica
(arts. 498 y 499, C. de Co.j. De otra parte, el Registro del Consorcio como Establecimiento
de Comercio en una Cámara de Comercio constituye un mero instrumento de publicidad que
no genera por ley personería jurídica.
Con el Consorcio se trata de aunar los esfuerzos, conocimientos, capacidad técnica y
científica, por parte de dos o más personas con el objeto de contratar con el Estado, sin
que ello ocasione el nacimiento de una nueva persona jurídica por cuanto cada uno de los
integrantes conserva su independencia, su autonomía y facultad de decisión. El término de
duración del consorcio, así como la forma e intensidad de colaboración de quienes lo inte
gran dependerá del contrato o de la obra pública a ejecutar.
Los integrantes del consorcio responden solidariamente por la ejecución del contrato cele
brado, lo que viene a salvaguardar la posición de la entidad contratante frente a aquel dado
que uno de los extremos de la relación jurídica contractual, carece de personalidad jurídica;
de igual manera la prohibición de cederse el contrato entre quienes integran el consorcio
es una forma de mantener la finalidad del mismo, las causas que le dieron origen, hasta la
culminación normal del propósito para el que fue constituido".
534 Sección Tercera, Auto del 14 de agosto de 2003, Expediente 21.259, C. P. Ricardo Hoyos Duque.
Los contratos estatales en Colombia 245
Por último, tanto las uniones temporales como los consorcios535, son típicos contra
tos de colaboración empresarial, que se constituyen mediante documento privado que
no requiere autenticación, escritura pública o registro alguno, sin perjuicio que se ins
criba como establecimiento de comercio o se deba tramitar la inscripción en el Registro
Unico Tributario (RUT), actos estos que no le otorgan personería jurídica como lo
advirtió el Consejo de Estado. En el documento de constitución, se debe indicar: i) El
nombre de las personas naturales o jurídicas que participan en el acto, ii) El represen
tante designado para obligar a la unión temporal o consorcio y por ende, a cada uno de
sus integrantes, iii) El objeto de esa unión, que será la presentación de la propuesta o
celebración de un contrato estatal, iv) Las facultades que tendrá el representante de esa
modalidad de asociación, v) La indicación de los integrantes de optar por un consorcio
o unión temporal, siendo que si se trata de esta última modalidad, será necesario delimi
tar con absoluta claridad cuál será la responsabilidad que en el montaje de la propuesta
y la ejecución del futuro contrato tendrá cada uno de sus integrantes. De esta forma, no
se cumple con esta exigencia, cuando simplemente se indica el porcentaje económico de
participación en el negocio, pues la precisión en materia de responsabilidad demanda
establecer con claridad cuáles obligaciones están a cargo de cada uno de sus integrantes,
vi) Las reglas básicas de funcionamiento de la asociación y las relaciones de sus partici
pantes, y vii) La advertencia en el documento de constitución, que las reglas de partici
pación en la asociación, no podrán ser modificadas sin contar con la autorización previa
de la entidad estatal competente.
La jurisprudencia también avaló que la administración pueda establecer limitacio
nes tanto en el número de integrantes en las uniones temporales y consorcios, como en
fijar reglas para exigir determinada capacidad o experiencia a uno o varios de sus parti
cipantes. De esta forma, se consideró válido, a la luz de las disposiciones de la Ley 80 de
1993, restringir el número de personas que conforman tales formas asociativas al igual
que aquellas previsiones dirigidas a pedir que uno o varios de sus miembros acrediten
determinadas condiciones de experiencia o capacidad financiera u organizacional. En
efecto, así razonó el Consejo de Estado536:
"Podrá entonces la administración determinar en los pliegos de condiciones requisitos de
esa cualificación, esto es OBJETIVOS, tendientes a proteger a la Administración Contratante
y a evitar su desmedro futuro, al indicar el número de participantes de personas integrantes
de consorcios y uniones temporales —2o más— previniendo así que la solidaridad legal
de los consorcios y uniones temporales no se torne ineficaz. Es así como cada consorciado
y cada uno de los unidos temporalmente tiene una capacidad real individual, que no tiene
alcance real de garantía efectiva sobre la solidaridad fijada en la ley a favor del contratante,
535 El artículo 11 del Decreto 3050 de 1997, dispone reglas para la facturación de los consorcios y unio
nes temporales.
53é Sección Tercera, Sentencia del 26 de abril de 2006, Expediente 15.188, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
246 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es pues, de esta forma, que se regulan las uniones temporales y los consorcios en la
contratación pública. No hay duda, entonces, de que se trata de una figura interesante
que ofrece ventajas competitivas y económicas para la administración y para los contra
tistas, pues con ella se evitan los costos transaccionales derivados del funcionamiento
propio de las sociedades comerciales.
Particularmente, resulta oportuna la reciente modificación introducida por el ar
tículo 3 de la ley 2160 de 2021 al artículo 7 de la ley 80 de 1993 pues incluyó en el
parágrafo 3 la siguiente prohibición: “Los miembros que hagan parte de los consorcios
y uniones temporales no podrán contratar acorde con lo previsto en la presente ley cuando
hayan sido sancionados disciplinaria, fiscal o penalmente”. De este modo, esas sanciones
que afecten a las personas naturales o jurídicas tendrán incidencia respecto de la capaci
dad para contratar de las uniones temporales o consorcios de las que ellos hagan parte.
Por otro lado, el Consejo de Estado, unificó jurisprudencia en torno a la represen
tación judicial y extrajudicial de los consorcios y uniones temporales y la capacidad
procesal que tienen dichas formas asociativas para participar en procesos judiciales al
igual que precisó que los actos administrativos537 pueden ser notificados válidamente
al representante de tales asociaciones. En ese sentido, dicha célula judicial538, aseguró lo
siguiente:
"Surge aquí un efecto adicional que importa destacar, consistente en que la notificación
que de los actos contractuales expedidos por la entidad estatal en relación o con ocasión
de un contrato celebrado con un consorcio o una unión temporal, se realice con el represen
tante de la respectiva agrupación, será una notificación que se tendrá por bien hecha, sin
que resulte necesario entonces, para que el acto administrativo correspondiente produzca la
plenitud de sus efectos, que la entidad contratante deba buscar y hasta «perseguir», por el
país o por el mundo entero, a los múltiples y variados integrantes del consorcio o de la unión
temporal contratista.
(...)*53
537 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 31 de mayo de 2019, Expediente
46.597, C.P. Jaime Rodríguez Navas.
53S Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 25 de septiembre de 2013, Ex
pediente 19.933, C.P. Mauricio Fajardo Gómez. Ver también Subsección “A”, Sentencia de 14 de
febrero de 2019, Expediente 58.894, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 247
En este orden de ¡deas se modifica la tesis que hasta ahora ha sostenido la Sala, con el
propósito de que se reafirme que si bien los consorcios y las uniones temporales no constitu
yen personas jurídicas independientes, sí cuentan con capacidad, como sujetos de derechos
y obligaciones (artículos 44 del C. de P.C. y 87 CCAj, para actuar en los procesos judicia
les, por conducto de su representante, sin perjuicio, claro está, de observar el respectivo jus
postulandi.
También debe precisarse que la tesis expuesta sólo está llamada a operar en cuan
to corresponda a los litigios derivados de los contratos estatales o sus correspondientes
procedimientos de selección, puesto que la capacidad jurídica que la Ley 80 otorgó a los
consorcios y a las uniones temporales se limitó a la celebración de esa clase de contratos y la
consiguiente participación en la respectiva selección de los contratistas particulares, sin que,
por tanto, la aludida capacidad contractual y sus efectos puedan extenderse a otros campos
diferentes, como los relativos a las relaciones jurídicas que, de manera colectiva o individual,
pretendan establecer los integrantes de esas agrupaciones con terceros, ajenos al respectivo
contrato estatal, independientemente de que tales vínculos pudieren tener como propósito el
desarrollo de actividades encaminadas al cumplimiento, total o parcial, del correspondiente
contrato estatal".
En este orden de ideas, queda claro para el máximo Tribunal, que las notificaciones
de actos administrativos al representante de un consorcio o unión temporal es perfecta
mente válida y legal, al igual que cuentan con plena capacidad procesal para ser parte en
juicios por conducto de su representante. Entonces no hay duda de que tal rectificación
jurisprudencia era necesaria y se ajusta al ordenamiento jurídico, además que facilita
la labor de la administración y de paso vuelve más eficiente el trámite de los procesos
judiciales en donde intervienen como partes dichas formas asociativas.
Por otro lado, el artículo 3 de la ley 2160 de 2021 modificó el artículo 7 de la ley
80 de 1993 para establecer adicionalmcntc que debe entenderse por cabildo indígena,
consejo comunitario de comunidades negras, formas o expresiones organizativas, or
ganizaciones de base de comunidades negras afrocolombianas, raizales y palenqueras,
organizaciones de segundo nivel y asociaciones de autoridades tradicionales indígenas.
Dichas organizaciones étnicas finalmente quedaron habilitadas para poder contratar
con entidades estatales.
La ley 2160 de 2021 incluyó a las organizaciones étnicas que habitan en el país como
autoridades habilitadas para contratar con el Estado. De ese modo entonces los cabildos
indígenas y sus asociaciones al igual que los consejos comunitarios de las comunidades
negras, las organizaciones afrocolombianas, raizales y palenqueras, otras formas orga
nizativas y la Corporación para la Reconstrucción de la Cuenca del Río Pácz y Zonas
Aledañas Nasa Ki’We.
248 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Se trata entonces de una novedad en la ley 80 de 1993 que dota de capacidad para
contratar a dichas organizaciones étnicas poniendo a tono al estatuto de contratación
con estas comunidades que gozan de todo el reconocimiento y amparo constitucional.
539 El Consejo de Estado, ha definido esa capacidad como: “aquella que consiste en la aptitudjurídica
para poderse obligar válidamente una persona por si misma, sin el ministerio o la autorización de otra,
de conformidad con el ordenamiento jurídico0. Sección Tercera, Sentencia del 19 de junio de 2008,
Expediente AP-19001-23-31-000-2005-00005-01, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
540 El artículo 39 de la Ley 1508 de 2012, derogó el parágrafo 2 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993.
Los contratos estatales en Colombia 249
la sociedad respectiva para que esta sea quien suscriba el contrato estatal; su utilidad
práctica salta a la vista, pues no tiene sentido crear una sociedad comercial para presen
tarse a un proceso de selección que se puede ganar o no. Entonces, el Legislador, para es
timular la concurrencia de oferentes ha optado por flexiE»i 1 izar las reglas de participación
y por ende, en disminuir los costos transaccionales asociados a los procesos de selección
de contratistas. En el documento de promesa de sociedad futura, deben estar presentes
todos los requisitos del artículo 110 del Código de Comercio, y especialmente, se de
ben anexar los estatutos que regirán a esa sociedad en caso de cumplirse la condición.
La responsabilidad para sus integrantes será solidaria frente a la propuesta y al contrato.
También se ha vuelto obligatorio, por disposición de las entidades estatales, que cual
quier entrada o salida de socios sea previamente autorizada por la administración541.
Surge por otro lado una pregunta: ¿La promesa de sociedad futura solo operaba
en los procesos de selección dirigidos a contratar una concesión de obra pública por
iniciativa privada542*o se aplicaría a cualquier otro tipo de contrato estatal? El Consejo
de Estado545, concluyó, que solo se puede utilizar la modalidad de promesa de sociedad
futura en los contratos de concesión de obra pública por iniciativa privada. Así razonó
el máximo Tribunal:
"Ahora bien, para la Safo el parágrafo segundo del artículo 32 de la ley 80 de 1993
que consagra la figura de promesa de sociedad futura para participar en procesos de selec
ción cuando es el particular el que acude a presentar propuesta de concesión de construcción
de obra pública, no es posible que sea interpretado o aplicado con carácter extensivo5'’'1,
como quiera que corresponde a un asunto que atañe con la capacidad jurídica particular o
de ejercicio en la contratación con entidades estatales o si se prefiere legitimación para obrar
y hacerse parte en un proceso de contratación del Estado, lo cual requiere de autorización
expresa de la ley y no admite habilitación por vía reglamentaria o de los pliegos de condi
ciones, o en virtud de acuerdos producto de la autonomía privada.
541 Lo que contraría la jurisprudencia del Consejo de Estado, en cuanto señaló: "Las consideraciones
expuestas resultan suficientes para acoger los argumentos que sirven de sustento al actorpara deprecar la
suspensión provisional délas expresiones « en los contratos de concesión suscritos con el Instituto Nacional
de vías, cualquier cesión... de participaciones accionarias debe ser consultada y aprobada previamente
por esta Entidad», contenidas en el «-oficio circular» N" 0754 del 6 de abril de 2000 expedido por el
Instituto Nacional de Vías., puesto que dicha limitación resulta manifiesta y abiertamente contraria al
ordenamientojurídico superior". Sección Tercera, Auto del 7 de febrero de 2002, Expediente 21.845,
C.P. Alier Hernández Enríquez.
542 Opción que aparece hoy regulada en la Ley 1508 de 2012.
5<3 Sección Tercera, Sentencia del 19 de junio de 2008, Expediente AP-2005-00005, C.P. Ruth Stella
Correa Palacio. Tesis reiterada en Subsección “A”, Sentencia de 30 de agosto de 2018, Expediente
37.638, C.P. María Adriana Marín.
514 Recuérdese que el artículo 27 del Código Civil, indica que cuando el sentido de la ley sea claro, no se
desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu; y que al tenor del artículo 31 lo favo
rable u odioso de una disposición no se tomará en cuenta para ampliar o restringir su interpretación,
por lo que la extensión que deba darse a toda ley se determinará por su genuino sentido, y según la
regla de interpretación precedente (Cita de la providencia).
250 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
545 Artículo. 6°. De la capacidadpara contratar. Pueden celebrar contratos con las entidades estatales las
personas consideradas legalmente capaces en las disposiciones vigentes. También podrán celebrar
contratos con las entidades estatales, los consorcios y uniones temporales.
Los contratos estatales en Colombia 251
Finalmente, el propio Consejo de Estado546 dio una alternativa para aquellos casos
donde quien propone es una promesa de sociedad futura: se tendrá que la oferta fue
presentada por un consorcio, siempre que se den las condiciones fijadas en el artículo 7°
de la Ley 80 de 1993. Así lo expuso el máximo Tribunal547:
"En el evento en que al amparo de la figura de promesa de sociedad futura se llegare
a permitir la participación en procesos de selección cuyo objeto sea la adjudicación de un
contrato de modalidad diferente a la establecida en la citada norma legal de habilitación,
habrá de entenderse que la modalidad de participación será la del consorcio, siempre que
se reúnan los requisitos previstos para este en el artículo 7° de la Ley 80 de 1993".
Así las cosas, de cara las previsiones de la Ley 80 de 1993, solo pueden ser contra
tistas de las entidades estatales: i) Las personas naturales y jurídicas, y ii) Las uniones
temporales y consorcios. Adicionalmcntc, como se advirtió, el derogado parágrafo 2 del
artículo 32 de la Ley 80 de 1993, habilitaba la presentación de propuestas por prome
sas de sociedad futura, sin embargo, esa opción fue eliminada por el artículo 39 de la
Ley 1508 de 2012, que dicho sea de paso, no autorizó a la promesa de sociedad futura
para presentar ofertas en los esquemas de asociaciones público privadas. En efecto, del
contenido del artículo Io de la Ley 1508 de 2012, se concluye que el contrato estatal
que resulte de un esquema de APP, solo podrá ser suscrito con personas naturales o
jurídicas, es decir, en estos esquemas de contratación, la ley nueva solo otorgó capacidad
para contratar únicamente a dichas personas, lo que elimina la posibilidad de celebrar
negocios jurídicos con uniones temporales o consorcios.
544 Sección Tercera, Sentencia del 19 de junio de 2008, Expediente AP-2005-00005, C.P. Ruth Stella
Correa Palacio.
547 Ibídem.
548 El Gobierno nacional, por ejemplo, expidió en su momento el Decreto 2045 de 2012, por el que
reguló la aplicación de inhabilidades para ejecutar proyectos de vivienda en el marco de la Ley 1537
de 2012 y se remitió en lo pertinente a las disposiciones de la leyes 80 de 1993,1150 de 2007 y 1474
de 2011/
549 Molano López, Mario Roberto. Los sujetos de la contratación estatal y su régimen de inhabilidades,
incompatibilidades y conflictos de interés. Primera Edición, Editorial Nueva Jurídica, Bogotá, 2010,
pp. 154 a 158.
252 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por su parte, la Sala de Consulta y Servicio del Consejo de Estado550 define la inha
bilidad, así: “es la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos
actos, lo que constituye una incapacidad particular, según lo dispuesto en el inciso 3 del
articulo 1504 del Código Civil, modificado por el artículo 60 del Decreto 2820 de 1974.
Las causales de inhabilidad son, por consiguiente, las taxativamente consignadas en la ley”.
De esta manera, la Ley 80 de 1993 —con las modificaciones de la Ley 1150 de
2007,1474 de 2011, 1778 de 2016, 1801 de 2016 y 2014 de 2019—, consagró un ré
gimen de inhabilidades e incompatibilidades para celebrar contratos con el Estado.
Incluso, violar ese marco jurídico de restricciones para contratar, puede comprometer la
responsabilidad penal551 de aquellos que intervengan en dichas relaciones contractuales.
El Consejo de Estado552, se refirió a las inhabilidades para contratar con el Estado,
para asegurar lo siguiente:
"De manera concreta, la existencia de inhabilidades e incompatibilidades se sustenta
550 Concepto 1346 del 17 de mayo de 2001, C.P. César Hoyos Salazar.
551 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente
47.830, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa. En dicha providencia, la Corporación, compulsó
copias a la Fiscalía General de la Nación, en contra de los demandados porque presuntamente in
fringieron el régimen de inhabilidades por tener parentesco y presentarse en un mismo proceso de
selección iniciado por el Municipio de Pereira para vender un inmueble.
552 Ibídcm.
Los contratos estatales en Colombia 253
2.6.1. Inhabilidades
El numeral 1 del artículo 8o de la Ley 80 de 1993 preve que son inhábiles para parti
cipar en licitaciones y para celebrar contratos553 con las entidades estatales:
2.6.1.1. Las personas que se hallen inhabilitadas para contratar por la Constitución y las
leyes
La redacción del artículo 8° de la Ley 80 de 1993, está referido a las licitaciones y contratos, pues
inicialmcntc solo existían dos modalidades de selección de contratistas, esto es, la licitación pública
y la contratación directa. Mas tarde, con la Ley 1150 de 2007 y la Ley 1474 de 2011, se crearon 3
modalidades adicionales de escogencia de contratistas, que son la selección abreviada, el concurso de
méritos y la contratación de mínima cuantía. En consecuencia, debe entenderse que el régimen de in
habilidades e incompatibilidades, también se extiende a los cinco mecanismos de selección previstos
en el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, pues sostener lo contrario, sería tanto como concluir que el
servidor público podría celebrar contratos que estén precedidos de un concurso de méritos o de una
selección abreviada, sin que se predicara la existencia de una incompatibilidad.
554 Tal es el caso de aquella prevista en el artículo 126: “Los servidores públicos no po
drán en ejercicio de sus funciones, nombrar, postular, ni contratar con personas con
las cuales tengan parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afi
nidad, primero civil, o con quien estén ligados por matrimonio o unión permanente.
Tampoco podrán nombrar ni postular como servidores públicos, ni celebrar contratos estatales, con
quienes hubieren intervenido en su postulación o designación, ni con personas que tengan con estas
los mismos vínculos señalados en el inciso anterior”.
555 Artículo Io. El inciso tercero del artículo l°delaley 1148 de 2007, modificatorio del artículo 49 de la
ley 617 de 2000, quedará así.- "Los cónyuges o compañeros permanentes de los gobernadores, diputados,
alcaldes municipales y distritales, concejales municipales y distritales y sus parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad; segundo de afinidad, o primero civil no podrán ser contratistas del respectivo
departamento, distrito o municipio, o de sus entidades descentralizadas, ni directa, ni indirectamente'.
254 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
A nivel legal, las leyes 136 de 1994 y 617 de 2000 consagran inhabilidades para los
concejales que hayan celebrado contratos estatales con la respectiva entidad territorial
dentro de un tiempo anterior a la respectiva elección. A su vez, el inciso final del artículo
60 de la Ley 610 de 2000 prohíbe celebrar contratos públicos con aquellas personas que
aparezcan en el Boletín de Responsables Fiscales.
Es la sanción que recibe aquel que, pese a estar inhabilitado, participa en procesos de
selección o celebró contratos estatales. De esta forma, por ejemplo, si una persona jurí
dica se encuentra inhabilitada para suscribir contratos públicos porque le fue declarada
la caducidad de un contrato anterior y pese a encontrarse dentro del lapso de la sanción,
incurrirá con ese comportamiento en una nueva causal de inhabilidad.
La sanción regula dos tipos de eventos, siendo que en ambos se requiere decisión
judicial o administrativa en firme. El primer supuesto se refiere a la imposición de una
sentencia penal condenatoria que imponga la pena accesoria de interdicción de dere-*
556 La redacción del artículo 8“ de la Ley 80 de 1993, está referido a las licitaciones y contratos, pues
inicialmente sólo existían dos modalidades de selección de contratistas, esto es, la licitación pública
y la contratación directa. Mas tarde, con la Ley 1150 de 2007 y la Ley 1474 de 2011, se crearon 3
modalidades adicionales de escogencia de contratistas, que son la selección abreviada, el concurso de
méritos y la contratación de mínima cuantía. En consecuencia, debe entenderse que el régimen de in
habilidades e incompatibilidades, también se extiende a los cinco mecanismos de selección previstos
en el artículo 2o de la Ley 1150 de 2007, pues sostener lo contrario, sería tanto como concluir que el
servidor público podría celebrar contratos que estén precedidos de un concurso de méritos o de una
selección abreviada, sin que se predicara la existencia de una incompatibilidad.
Los contratos estatales en Colombia 255
chos y funciones públicas, en cuyo caso, la inhabilidad correrá por el plazo de cinco
(5) años contados a partir de su firmeza. El segundo supuesto radica en la orden de
destitución, categoría de una sanción en materia de disciplinaria, cuya temporalidad,
igualmente, es de cinco (5) años que se cuentan desde la ejecutoria del acto administra
tivo que impone la destitución o la sentencia judicial que así lo ordene para el caso de
los funcionarios judiciales por parte de la jurisdicción disciplinaria. Cuando se trate de
abogados, se tiene que la destitución no es una de aquellas sanciones procedentes por
violación al régimen disciplinario dispuesto en la ley 1123 de 2007.
2.6.1.5. Quienes sin ¡usía causa se abstengan de suscribir el contrato estatal adjudicado
557 Corte Constitucional, Sentencia T-209 de 2006, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
256 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Importante, pues, el citado precedente judicial, en tanto exige por un lado la moti
vación de la imposición de la inhabilidad y por otro lado, que exista un análisis de las
circunstancias que impidieron la suscripción del negocio jurídico estatal.
Los servidores públicos están inhabilitados para contratar con el Estado. Es pues
la naturaleza de su vinculación con el sector público, ya sea como empleados estatales
o como miembros de corporaciones populares tales como los congresistas, diputados,
concejales y ediles, lo que le restringe el derecho a contratar con el Estado.
En esc sentido, el artículo 127 de la Constitución Política de 1991 preve: "Los ser
vidores públicos no podrán celebrar, por sí o por interpuesta persona, o en representación de
otro, contrato alguno con entidades públicas o con personas privadas que manejen o admi
nistren recursos públicos, salvo las excepciones legales”.
Se trata de una prohibición constitucional cerrada que no admite discusión alguna
pues quien tenga la calidad de servidor público categóricamente no podrá celebrar con
tratos con el Estado, incluyendo, como es obvio, aquellos que se encuentran sujetos al
régimen de la Ley 80 de 1993.
558 Dávila Vinueza, Luis Guillermo. Régimenjurídico de la contratación estatal. Segunda Edición, Edito
rial Lcgis, Bogotá, 2002, p. 115.
Los contratos estatales en Colombia 257
2.6.1.8. Las sociedades distintas de las anónimas abiertas, en las cuales el representante
legal o cualquiera de sus socios tenga parentesco en segundo grado de consan
guinidad o segundo de afinidad con el representante legal o con cualquiera de
los socios de una sociedad que formalmente haya presentado propuesta, para
una misma licitación
2.6.1.9. Los socios de sociedades de personas a las cuales se haya declarado la cadu
cidad, así como las sociedades de personas de las que aquellos formen parle
con posterioridad a dicha declaratoria
Inhabilidad dirigida concretamente para los socios de las sociedades de personas que
han resultado afectadas por la declaratoria de caducidad, así como otras sociedades de
personas en las que aquellos intervengan como socios con posterioridad.
559 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente
47.830, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
560 El artículo 2.2.1.1.2.2.8 del Decreto 1082 de 2015, prevé: “Inhabilidades de las sociedades anónimas
abiertas. En la etapa de selección, la Entidad Estatal debe tener en cuenta el régimen de inhabilidades
e incompatibilidades y conflictos de interés previsto en la ley para lo cual debe tener en cuenta que las
sociedades anónimas abiertas son las inscritas en el Registro Nacional de Valores y Emisores, a menos que
la autoridad competente disponga algo contrario o complementario”.
258 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es importante establecer una diferencia radical entre las sociedades de personas y las
de capital, pues de ello dependerán las consecuencias jurídicas que se derivarán para sus
integrantes, a partir de la declaratoria de caducidad de un contrato estatal o la inhabili
dad por reiterado incumplimiento. El profesor Francisco Reyes Villamizar561, se refiere
al tema así:
"Desde ahora debe anticiparse que en la economía contemporánea, el esquema aso
ciativo de mayor auge corresponde al sistema de la sociedades de capital. Así, una parte
significativa de la actividad empresarial se cumple por medio del prototipo de estas formas
asociativas, que es la sociedad anónima. Este tipo social es utilizado, con frecuencia, para
integrar verdaderas constelaciones societarias estructuradas bajo la forma de grupos empre
sariales. La consideración capitalista, por cuyo efecto los asociados restringen su riesgo al
monto de lo aportado, constituye una configuración idónea para estructurar negocios a gran
escala. El elemento intuiti pecun'.ae se convierte así en la más sobresaliente característica de
las sociedades de capital.
Las denominadas sociedades de personas, por el contrario, se conciben como estructuras
cerradas en las que prevalecen '.as calidades personales de los asociados. El elemento intuiti
personae se refleja en los diversos aspectos de su regulación normativa. Desde el momento
de su constitución, cualquier elemento que pueda afectar las condiciones personales de la
asociación tiene implicaciones sobre los vínculos de los asociados o, inclusive, respecto de
la viabilidad jurídica de la sociedad".
561 Derecho Societario. Tomo I, Segunda Edición, Editorial Temis, Bogotá, 2009, p. 21.
562 La naturaleza jurídica de la sociedad de responsabilidad limitada, es motivo de discusión, como se
advierte en el contenido del Concepto 1346 del 17 de mayo de 2001, C.P. César Hoyos Salazar, Sala
de Consulta y Servicio del Consejo de Estado, cuando sostuvo: “Gabina Pinzón, después de analizar
las características de la sociedad de responsabilidad limitada y compararlas con las de la sociedad anóni
ma, conforme a lo dispuesto por el Código de Comercio de 1971, concluye que dicha sociedad de respon
sabilidad limitada está tratada como una compañía de capitales. Por su parte, Narváez García estima
que el régimen legal adoptado en el Código de Comercio para la compañía de responsabilidad limitada
la concibe con una estructura autónoma y en verdad sui génerisfrente a los otros tipos sociales, y aunque
algunos preceptos ponen de manifiesto la presencia del intuitus personae no se asemeja a la colectiva. Por
su parte, la Corte Suprema deJusticia. Sala Laboral, al examinar los alcances del artículo 36 del Código
Sustantivo del Trabajo, que establece ¡a responsabilidad de los partícipes de sociedades de personas hasta
el limite de la responsabilidad de cada socio, frente al régimen de la sociedad de responsabilidad en el
nuevo Código de Comercio, concluyó otue las sociedades de responsabilidad limitada quedan comprendi
das, para los efectos de esa responsabilidad laboral, dentro delgrupo de las sociedades de personas”.
Los contratos estatales en Colombia 259
2.6.1.10. Las personas naturales que hayan sido declaradas responsables judicialmente
por la comisión de delitos contra la Administración pública, o de cualquiera
de los delitos o faltas contempladas por la Ley 1474 de 2011 y sus normas
modificatorias o de cua quiera de las conductas delictivas contempladas por
las convenciones o tratados de lucha contra la corrupción suscritos y ratificados
por Colombia, así como las personas jurídicas que hayan sido declaradas
responsables administrativamente por la conducta de soborno transnacional
Esta inhabilidad procederá preventivamente aún en los casos en los que este pen
diente la decisión sobre la impugnación de la sentencia condenatoria.
Asimismo, la inhabilidad se extenderá a las sociedades de las que hagan parte di
chas personas en calidad de administradores, representantes legales, miembros de junta
directiva o de socios controlantes, a sus matrices y a sus subordinadas, a los grupos em
presariales a los que estas pertenezcan cuando la conducta delictiva haya sido parte de
una política del grupo y a las sucursales de sociedades extranjeras, con excepción de las
sociedades anónimas abiertas.
También se considerarán inhabilitadas para contratar, las personas jurídicas sobre
las cuales se haya ordenado la suspensión de la personería jurídica en los términos de ley,
o cuyos representantes legales, administradores de hecho o de derecho, miembros de
junta directiva o sus socios controlantes, sus matrices, subordinadas y/o las sucursales
de sociedades extranjeras, hayan sido beneficiados con la aplicación de un principio de
oportunidad por cualquier delito contra la Administración pública o el patrimonio del
Estado.
La inhabilidad prevista en este literal se extenderá de forma permanente a las socie
dades de las que hagan parte dichas personas en las calidades presentadas en los incisos
anteriores, y se aplicará de igual forma a las personas naturales que hayan sido declara
das responsables judicialmente por la comisión de delitos mencionados en este literal.
Esta inhabilidad modificada por el artículo 2 de la ley 2014 de 2019 se extenderá
a las sociedades en las que sean socias tales personas, a sus matrices, a sus subordina
das y sucursales al igual que a sus administradores, representantes, miembros de juntas
directivas, socios controlantes, grupos empresariales con excepción de las sociedades
anónimas abiertas
260 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Se trata de una nueva causal de inhabilidad creada por la Ley 1474 de 2011 —Nuevo
Estatuto Anticorrupción— y modificada recientemente por la ley 2014 de 2019, que
contiene varias hipótesis a saber: i) La inhabilidad para personas naturales condenadas
por la comisión de delitos contra la administración pública o cualquier otro delito o
falta prevista en la ley 1474 de 2011 o de cualquiera de las conductas dispuestas en
las convenciones y tratados de lucha contra la corrupción suscritos y ratificados por
Colombia, así como aquellas personas jurídicas declaradas responsables administrativa
mente por soborno trasnacional, aun cuando esté pendiente la impugnación de la sen
tencia condenatoria; ii) La inhabilidad se extiende a las sociedades en las que sean socias
tales personas, a sus matrices, a sus subordinadas y sucursales al igual que a sus admi
nistradores, representantes, miembros de juntas directivas, socios controlantes, grupos
empresariales con excepción de las sociedades anónimas abiertas y iii) La inhabilidad se
extenderá de forma permanente.
La inhabilidad, a diferencia de las otras causales, sí se aplica a cualquier sociedad
comercial —sea de personas o de capital—, en las que haga parte como socio la per
sona natural condenada por los delitos enlistados en el literal j), salvo que se trate de
sociedades anónimas abiertas, es decir, que la única excepción para que no se aplique
la inhabilidad para dichas compañías, es cuando tiene dicho carácter, es decir, que sea
anónima y abierta.
2.ó. 1.11. Las personas que hayan financiado campañas políticas a la Presidencia de
la República, a las gobernaciones o a las alcaldías con aportes superiores al
dos por ciento (2.0%) de las sumas máximas a invertir por los candidatos en
las campañas electorales en cada circunscripción electoral, quienes no podrán
celebrar contratos con las entidades públicas, incluso descentralizadas, del
respectivo nivel administrativo para el cual fue elegido el candidato564
La inhabilidad se extenderá por todo el periodo para el cual el candidato fue elegido.
Esta causal también operará para las personas que se encuentren dentro del segundo
grado de consanguinidad, segundo de afinidad, o primero civil de la persona que ha
financiado la campaña política.
Comprenderá también a las sociedades existentes o que llegaren a constituirse dis
tintas de las anónimas abiertas, en las cuales el representante legal o cualquiera de sus
socios hayan financiado directamente o por interpuesta persona campañas políticas a la
Presidencia de la República, a las gobernaciones y las alcaldías.
La inhabilidad contemplada en esta norma no se aplicará respecto de los contratos
de prestación de servicios profesionales.
Igualmente, tuvo creación con la Ley 1474 de 2011 y se dirige a establecer restriccio
nes a aquellas personas que participan en la financiación de campañas electorales para
aspirantes a la Presidencia de la República, gobernaciones y alcaldías. No se incluyen
para elecciones a corporaciones públicas, tales como congreso, asambleas, concejos o
ediles. Inicialmente, la ley fijó en el dos p punto cinco (2.5%) el porcentaje que debe
igualar o superar frente al tope máximo de financiación de las campañas electorales para
la aspiración a los cargos de elección popular aquí determinados y luego, el artículo 33
de la ley 1778 de 2016 lo redujo al dos por ciento (2%). Es decir, que si el aporte no es
igual o supera ese rango, no opera la inhabilidad.
La inhabilidad se hace extensiva a las entidades descentralizadas del correspondiente
sector (nacional o territorial) y su duración se mantendrá por el respectivo periodo del
candidato apoyado económicamente y más tarde elegido. Igualmente, la restricción se
extiende por una parte, a las personas que se encuentren dentro del segundo grado de
consanguinidad, segundo de afinidad, o primero civil de la persona que ha financiado la
campaña política y por otra parte, a las sociedades existentes o que llegaren a constituir
se distintas de las anónimas abiertas, en las cuales el representante legal o cualquiera de
sus socios hayan financiado directamente o por interpuesta persona campañas políticas
a la Presidencia de la República, a las gobernaciones y las alcaldías.
Por último, la inhabilidad no se aplica en aquellos eventos donde se requiera la ce
lebración de contratos de prestación de servicios, los cuales podrán ser suscritos por los
financiadores directos —personas naturales—, como por sus parientes e incluso, por
los representantes legales de sociedades o socios que hayan financiado la campaña del
Presidente de la República, gobernador o alcalde.
Esta inhabilidad se extenderá por un término de cinco (5) años, contados a partir de
la ejecutoria del acto administrativo que así lo declare, previa la actuación administra
tiva correspondiente.
También es una causal nueva creada por la Ley 1474 de 2011565 y busca endurecer el
régimen de responsabilidad de los interventores cuando omitan el cumplimiento de sus
565 Corte Constitucional, Sentencia C-434 de 2013, M.P. Alberto Rojas Ríos. Y en taparte resolutiva de
dispuso: “Declarar EXEQUIBLE, por los cargos examinados, elparágrafo 2o del articulo 84 de la Ley
1474 de 2011, en el entendido que, en caso de concurrencia de sanciones de inhabilidadpara contratar
con el Estado, solo tendrá aplicación la más alta, siemprey cuando se hayan impuesto por el mismo hecho”.
262 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Aparecen las descritas en: i) el artículo 6056/ de la Ley 610 de 2000, por la publi
cación del Boletín de Responsables Fiscales de la Contraloría General de la República,
ii) el artículo 5o de la Ley 828 de 2003566
568, iii) el artículo 90 de la Ley 1474 de 2011, iv)
567
566 Corte Constitucional, Sentencia C-037 de 2003, M.P. Alvaro Tafur Galvis.
567 "Artículo 60. Boletín de responsables fiscales. I.a Contraloría General de la República publicará con
periodicidad trimestral un boletín que contendrá los nombres de las personas naturales o jurídicas a
quienes se les haya dictadofallo con responsabilidadfiscal enfirmey ejecutoriado y no hayan satisfecho la
obligación contenida en él.
Para efecto de lo anterior, las contralorias territoriales deberán informar a la Contraloría General de la
República, en laforma y términos que esta establezca, la relación de las personas a quienes se les haya
dictadofallo con responsabilidadfiscal, así como de las que hubieren acreditado elpago correspondiente
de losfallos que hubieren sido anulados por lajurisdicción de lo contencioso administrativo y de las re
vocaciones directas que hayan proferido, para incluir o retirar sus nombres del boletín, según el caso. El
incumplimiento de esta obligación será causal de mala conducta.
Los representantes legales, así como los nominadoresy demás funcionarios competentes, deberán abste
nerse de nombrar, dar posesión o celebrar cualquier tipo de contrato con quienes aparezcan en el boletín
de responsables, so pena de incurrir en causal de mala conducta, en concordancia con lo dispuesto en el
artículo 6" de la Ley ¡90 de 1995. Para cumplir con esta obligación, en el evento de no contar con esta pu
blicación, los servidores públicos consultarán a la Contraloría General de la República sobre la inclusión
de losfuturosfuncionarios o contratistas en el boletín".
568 "Artículo 5°. Sanciones administrativas. Las autoridades o personas que tengan conocimiento sobre con
ductas de evasión o elusión, deberán informarlas en forma inmediata al Ministerio de la Protección
Social tratándose de pensiones o riesgos profesionales y aportes a las Cajas de Compensación Familiar,
Sena, ICBF o a la Superintendencia Nacional de Salud. El Ministerio de la Protección Social y la Su
perintendencia Nacional de Salud o la autoridad competente según el caso dentro de los diez (10) días
siguientes al recibo de la queja, correrán traslado al empleador o trabajador independiente responsable,
quien deberá acreditar el pago o la inexistencia de la obligación que se le imputa en un plazo de trein
ta (30) días. En el evento en que no se acredite el pago en el plazo mencionado, existiendo obligación
comprobada y no desvirtuada, el Ministerio de la Protección Social o la Superintendencia Nacional de
Los contratos estatales en Colombia 263
Salud, según sea el caso, impondrá las sanciones previstas en la ley, que tratándose de multas, no podrán
ser inferiores al cinco por ciento (5%) del monto dejado de pagar.
Las sumas que se recauden por concepto de la multa, en lo que respecta al Sistema General de Seguridad
Social en Salud se destinarán a la Subcuenta de Solidaridad del Fondo de Solidaridady Garantía.
El no pago de las multas aquí señaladas inhabilitará a la persona natural ojurídica a contratar con el
Estado mientras persista tal deuda, salvo que se trate de procesos concúrsales y existan acuerdos de pago
según Ley 550 de 1999. (...)".
Corte Constitucional, Sentencia C-618 de 2012, M.P. Gabriel Mendoza Martelo. Artículo declara
do exequible.
264 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
570 Dávila Vinueza, en cuanto a la incompatibilidad de los funcionarios ñscales, advierte: “En lo que
respecta a losfuncionarios que ejercen el controlfiscal, en nuestra opinión, la disposición resulta inapli
cable. En momentos en que se expidió el estatuto de contratación, por virtud de la legislación vigente en
materia de régimenfiscal, la mayoría de entes descentralizados contaban con una oficina delegada de la
Contraloría que se encargaba de realizar lasfunciones de control respecto a ella. Usualmente participaba
en la toma de decisiones y entre ellas las relativas a contratos. Con las reformas que introdujo la Ley 42
de 1993, las llamadas auditorías o agencias de controlfiscal destacadas en cada entidad desaparecieron
y con ello la incompatibilidad devino en irrealizable por sustracción de materia". Dávila Vinueza, Luis
Guillermo. Régimen jurídico de la contratación estatal. Segunda Edición, Editorial Legis, Bogotá,
2002, p. 122.
Los contratos estatales en Colombia 265
571 Artículo declarado exequible por la Corte Constitucional en la Sentencia C-257 de 2013, Conjuez
Ponente Jaime Córdoba Triviño.
572 Quedan excluidos de la prohibición, aquellas personas que desempeñaron cargos públicos en los
niveles asesor, profesional, técnico y asistencial, según lo dispone el artículo 4° del Decreto 770 de
2005.
Los contratos estatales en Colombia 267
en los literales b) y e), se extenderán por un término de cinco (5) años contados a partir
de la fecha de ocurrencia del hecho de la participación en la licitación, o de la de cele
bración del contrato, o de la de expiración del plazo para su firma, ii) La inhabilidad por
incumplimiento reiterado tendrá una duración de tres (3) años contados a partir de su
inscripción (art. 90, L. 1474/11), y iii) Las inhabilidades por causa del parentesco o por
matrimonio, desaparecerán por la muerte o por la disolución del matrimonio.
Por otro lado, también resulta importante llamar la atención sobre lo dispuesto en
el artículo 3 de la Ley 2014 de 2019 que adicionó el parágrafo al artículo 8o de la Ley 80
de 1993 que prevé: “Las inhabilidades e incompatibilidades contempladas en este articulo
se aplicarán a cualquierproceso de contratación privada en el que se comprometan recursos
públicos”. La disposición anterior debe estudiarse en conjunto con las previsiones del
artículo 13 de la ley 1150 de 2007 que extiende la normativa de inhabilidades e incom
patibilidades dispuesto en la ley 80 de 1993 a los regímenes especiales o exceptuados de
contratación.
En este orden de ideas, es querer del Legislador extender todo el conjunto de nor
mativo de inhabilidades e incompatibilidades de la Ley 80 de 1993 a la totalidad de los
regímenes de contratación estatal para todas las entidades estatales —municipios, em
presas de servicios públicos domiciliarios, universidades estatales, empresas industriales
y comerciales del Estado— e incluso va más allá pues se amplía a la contratación que
realizan los privados siempre que ella se financie con recursos públicos. De este modo,
la ley asocia la necesidad de asegurar esos principios constitucionales que se proteger
con las inhabilidades e incompatibilidades siempre que se empleen recursos públicos en
la respectiva contratación.
Finalmente, el estudio de esc complejo y disperso régimen de inhabilidades c in
compatibilidades se constituye en un gran desafío para las entidades estatales quienes
están llamadas en principio a guardar el debido cuidado y diligencia para salvaguardar
cualquier actuación contractual de no incurrir en dichas prohibiciones, lo que dicho
sea de paso es fuente permanente de investigaciones de carácter disciplinario y penal.
Otra condición que debe acreditar todo aquel que desea contratar con el Estado, es
de estar inscrito en el Registro Unico de Proponentes, en adelante RUPS, pues uno de
los propósitos esenciales de la Ley 80 de 1993 fue unificar el registro de todas las per
sonas interesadas en la contratación pública, obviamente, dejando por fuera aquellos
contratos o situaciones especiales en las que la ley ha exceptuado su exigibilidad.
268 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
573 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 28 de agosto de 2014, Expediente 31.278, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
57“* Antes de la Ley 80 de 1993, el registro de proponentes era llevado por cada entidad estatal, lo que en
nada contribuía a la eficiencia en la materia.
575 El artículo 221, eliminó del artículo 6° de la Ley 1150 de 2007, las siguientes previsiones: i) Eli
minó la determinación de la capacidad máxima de contratación, ii) se redujo el término de treinta
(30) a diez (10) días para reponer el acto de inscripción por cualquier persona, iii) redujo el plazo
para decidir las impugnaciones por parte de las Cámaras de Comercio de treinta (30) a veinte (20)
días, y iv) Eliminó la verificación de requisitos habilitantes en procesos de selección con sistemas de
precalificación.
576 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de septiembre de 2019, Expe
diente 59.432, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 269
diez por ciento (10%) de la menor cuantía de la respectiva entidad, iii) enajenación de
bienes del Estado, iv) contratos que tengan por objeto la adquisición de productos de
origen o destinación agropecuaria que se ofrezcan en bolsas de productos legalmente
constituidas, v) los actos y contratos que tengan por objeto directo las actividades co
merciales e industriales propias de las empresas industriales y comerciales del Estado y
las sociedades de economía mixta y los contratos de concesión de cualquier índole.
La ley dispone que en los casos exceptuados de tramitar el RUPS, corresponderá a
las entidades contratantes cumplir con la labor de verificación de las condiciones de los
proponentes.
En dicho registro, según el artículo 6o, constará la información relacionada con la
experiencia, capacidad jurídica, financiera y de organización del proponente, que se
establecerá de conformidad con los factores de calificación y clasificación que defina
el reglamento (D. 1082/2015577). Es decir, en principio, el registro da cuenta de los
requisitos habilitantes del proponente’78. La información contenida en el registro es
pública y su consulta será gratuita.
Cada interesado en contratar con el Estado, le corresponderá, calificarse y clasifi
carse en el registro de conformidad con los documentos aportados. Así, por ejemplo,
aquellos contratistas que prestan servicios propios del contrato estatal de consultoría579
deberán inscribirse en el RUP. Con dicha información, las cámaras de comercio harán
la verificación documental de la información presentada por los interesados al momen
to de inscribirse en el registro. La calificación y clasificación certificada de conformidad
con el presente artículo será plena prueba de las circunstancias que en ella se hagan
constar. En tal sentido, la verificación de las condiciones establecidas en el numeral 1
del artículo 5o de la presente ley, es decir, la capacidad jurídica y las condiciones de
experiencia, capacidad financiera y de organización de los proponentes. La verifica
ción documental de las condiciones antes señaladas será efectuada por las Cámaras de
Comercio, de acuerdo con lo cual se expedirá la respectiva certificación y tales situa
ciones se demostrarán exclusivamente con el respectivo certificado del RUP en donde
deberán constar dichas condiciones580. En consecuencia, las entidades estatales en los
procesos de contratación no podrán exigir, ni los proponentes aportar documentación
que deba utilizarse para efectuar la inscripción en el registro.
El artículo 6o citado establece una excepción a lo anterior y es cuando por las carac
terísticas del objeto a contratar se requiera la verificación de requisitos del proponente
adicionales a los contenidos en el registro, en cuyo caso la entidad podrá hacer tal veri
ficación en forma directa.
Por otro lado, dentro de las funciones de verificación de las cámaras, la ley les atribu
ye la potestad para negar el registro, renovación o modificación en el RUPS, cuando la
información presentada ante la Cámara de Comercio no sea suficiente, sea inconsisten
te o no contenga la totalidad de los elementos señalados en el reglamento para su exis
tencia y validez, sin perjuicio de las acciones legales a que haya lugar, por ejemplo, cuan
do se presenten eventos que tengan incidencia penal. En todo caso, es obligación de
todos los obligados a llevar el registro a mantener actualizada y renovada su inscripción.
Una vez realizada la verificación de las condiciones del proponente, la Cámara pu
blicará el acto de inscripción, contra el cual cualquier persona podrá interponer recurso
de reposición ante la respectiva Cámara de Comercio, durante los diez (10) días si
guientes a la publicación, sin que para ello requiera demostrar interés alguno. Para que
la impugnación sea admisible deberá prestarse caución bancaria o de compañía de se
guros para garantizar los perjuicios que se puedan causar al inscrito. Contra la decisión
que resuelva el recurso de reposición, no procederá apelación. Ya en firme la calificación
y clasificación del inscrito, cualquier persona podrá demandar su nulidad en desarrollo
de la acción prevista en el artículo 137 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo581. Para el efecto será competente el Juez de lo
Contencioso Administrativo en única instancia. La presentación de la demanda no sus
penderá la calificación y clasificación del inscrito, ni será causal de suspensión de los
procesos de selección en curso en los que el proponente sea parte. El proceso se tramita
rá por el procedimiento ordinario a que se refiere el CPACA. Adoptada la decisión, la
misma solo tendrá efectos hacia el futuro.
Por otro lado, cuando en desarrollo de un proceso de selección una entidad estatal
advierta la existencia de posibles irregularidades en el contenido de la información del
registro, que puedan afectar el cumplimiento de los requisitos exigidos al proponente
dentro del proceso de que se trate, podrá suspender el proceso de selección582 e impug
nar ante la Cámara de Comercio la clasificación y calificación del inscrito, para lo cual
no estarán obligadas a prestar caución. Para el trámite y adopción de la decisión las
Cámaras de Comercio tendrán un plazo de veinte (20) días. De no haberse adoptado
una decisión en el término anterior, la entidad reanudará el proceso de selección de
acuerdo con la información certificada en el RUP.
583 La frase “En caso de reincidencia la inhabilidad será permanente” fue declarada exequible por la
Corte Constitucional, Sentencia C-l018 de 2012, M.P. Jorge Iván Palacios.
58í Subsección “B”, Sentencia de 2 de junio de 2021, Expediente 60.796, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
Con salvamento de voto, M. Ramiro Pazos Guerrero.
272 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
2.7.2. El RUPS como mecanismo para incluir información sobre contratos, multas y
sanciones a los inscritos
585 Modificado por los artículos 4, 5 y 6 del decreto 399 de 2021 y por el Decreto 579 de 2021 que
sustituyó los parágrafos transitorios de los artículos 2.2.1.1.1.5.2. y 2.2.1.1.1.6.2 del Decreto 1082 de
2015.
Los contratos estatales en Colombia 273
rio cesan los efectos del RUP. La persona inscrita en el RUP puede actualizar la
información registrada relativa a su experiencia y capacidad jurídica en cualquier
momento. Los inscritos en el RUP pueden en cualquier momento solicitar a la
Cámara de Comercio cancelar su inscripción.
• El interesado debe presentar a cualquier Cámara de Comercio del país una
solicitud de registro, acompañada de la siguiente información. La Cámara de
Comercio del domicilio del solicitante es la responsable de la inscripción, reno
vación o actualización correspondiente:
A. Si es una persona natural, debe: (i) Indicar los bienes, obras y servicios que
ofrecerá a las Entidades Estatales, identificados con el Clasificador de Bienes
y Servicios en el tercer nivel; (ii) Certificados de la experiencia en la provi
sión de los bienes, obras y servicios que ofrecerá a las Entidades Estatales,
los cuales deben ser expedidos por terceros que hayan recibido tales bienes,
obras o servicios y deben corresponder a contratos ejecutados o copias de
los contratos cuando el interesado no puede obtener tal certificado. El inte
resado debe indicar en cada certificado o en cada copia de los contratos, los
bienes, obras y servicios a los cuales corresponde la experiencia que preten
de acreditar, identificándolos con el Clasificador de Bienes y Servicios en el
tercer nivel; (iii) Si la persona está obligada a llevar contabilidad, copia de la
información contable del último año exigida por las normas tributarias; (iv)
Certificado expedido por la persona natural o su contador, relativa al tamaño
empresarial de acuerdo con la definición legal y reglamentaria.
B. Si es una persona jurídica, debe: (i) Indicar los bienes, obras y servicios que
ofrecerá a las Entidades Estatales, identificados con el Clasificador de Bienes
y Servicios en el tercer nivel; (ii) Certificado expedido por el representante
legal y el revisor fiscal, si la persona jurídica está obligada a tenerlo, o el au
ditor o contador, en el que conste que el interesado no es parte de un grupo
empresarial, no ejerce control sobre otras sociedades y no hay situación de
control sobre el interesado, en los términos del Código de Comercio. Si el
grupo empresarial o la circunstancia de control existe, en el certificado debe
constar la identificación de los miembros del grupo empresarial, la situación
de control y los controlantes y controlados; (iii) Estados financieros de la so
ciedad y los estados financieros consolidados del grupo empresarial, cuando
la norma aplicable lo exige, auditados con sus notas y los siguientes anexos,
suscritos por el representante legal y el revisor fiscal, si la persona jurídica está
obligada a tenerlo, o suscritos por el representante legal y el auditor o conta
dor si la persona jurídica no está obligada a tener revisor fiscal: (1) Principales
cuentas detalladas del balance general; (2) Principales cuentas del estado de
pérdidas y ganancias; (3) Cuentas contingentes deudoras y acreedoras; (iv)
Copia de los documentos adicionales exigidos por la Superintendencia de
274 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Desde hace algún tiempo se venía gestando la idea de crear una entidad pública
que se ocupara de centralizar y orientar la gestión contractual del Estado colombiano
y eso se hizo realidad con la expedición del Decreto Ley 4170 de 2011, por el cual
nació la Unidad Administrativa Especial Agencia Nacional de Contratación Pública —
Colombia Compra Eficiente587—. Las funciones de la nueva Agencia —art. 3 Decreto
ley 4170 de 2011—, son las siguientes:
• Proponer al Gobierno Nacional las políticas públicas, planes, programas y nor
mas en materia de compras y contratación pública buscando la efectividad entre
la oferta y la demanda en el mercado y criterios de racionalización normativa,
con el fin de lograr una mayor eficiencia, transparencia y optimización de los
recursos del Estado.
• Desarrollar, implementar y difundir las políticas públicas, planes, programas,
normas, instrumentos y herramientas que faciliten las compras y contratación
pública del Estado y promuevan las mejores prácticas, la eficiencia, transparencia
586 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de septiembre de 2019, Expe
diente 59.432, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
587 Sobre los antecedentes históricos y normativos que rodearon la creación de la Agencia Colombia
Compra Eficiente puede consultarse Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia
de 23 de abril de 2021, Expediente 56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Los contratos estatales en Colombia 277
588 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
278 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
del plan Anual de Adquisiciones; (iv) el uso del Clasificador de Bienes y Servicios; (iv)
Pliegos de condiciones589 tipo para la contratación; (v) Minutas tipo de contratos590 y
(vi) Expedición de Circulares. Todas esas actividades y otras591 han sido cumplidas por
Colombia Compra Eficiente592.
En este orden de ideas, la actividad contractual de las entidades públicas, está regida
por la ley 80 de 1993, las normas reglamentarias y además, por todos los Manuales593,
Guías594, Circulares595 y Documentos Tipo596 que expida la Agencia Estatal Colombia
Compra Eficiente. Por último, debemos referirnos a la competencia que la ley le otorgó
a Colombia Compra Eficiente597, para expedir circulares externas en materia de com
pras y contratación pública, pues tales decisiones serán vinculantes para las entidades
estatales e incluso serán susceptibles de control judicial, si en ellas consta una resolución
capaz de producir efectos en los administrados598599 , habida cuenta que no tendrán dicho
carácter si sólo tienen por objeto dar a conocer elpensamiento o concepto del superior
jerárquico a sus subalternos, en relación con determinadas materias, o impartir instruc
ciones a los empleados de las distintas dependencias sobre la mejor manera de cumplir las
disposiciones normativas, sin que se contengan decisiones™”.
El Consejo de Estado600, recientemente, se refirió a esta temática —competencia
para emitir circulares— precisamente para juzgar la legalidad de una circular emitida
por Colombia Compra Eficiente referente al deber de publicar la contratación de las
entidades sujetas a regímenes especiales que se haga con recursos públicos y en dicho
pronunciamiento se decretó la suspensión provisional de varios apartes de dicho acto
administrativo.
ca para proyectos de infraestructura social. —Ver Resolución 454 de 2021 "Por la cual se adoptan los
documentos tipo complementarios para los procesos de licitación de obra pública de infraestructura social
relacionados con el Sector cultura, recreación y deporte—iv) consultoría para proyectos de ingeniería
de infraestructura del transporte —Res. 193 de 2021—. Consultar: https://colombiacompra.gox'.
co/documentos-tipo/documentos-tipo
597 Ver artículo 3" del Decreto Ley 4170 de 2011.
59S Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Segunda, Sentencia de 17 de mayo de 2012, Expediente
2556-08, C.P. Víctor Hernando Alvarado Ardila.
599 Ibídem.
600 Sección Tercera, Subsección “B”, Auto de 25 de febrero de 2021, Expediente 56.151 —Acumula
do—, C.P. Martín Bermúdez Muñoz. Providencia revocada por auto de 20 de mayo de 2021, C.P.
Martín Bermúdez Muñoz.
CAPITULO VI
EL CONTRATO ESTATAL
602 Consejo de Estado, Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 18.937, C.P. Ricar
do Hoyos Duque.
605 Véase artículo 2o de la Ley 80 de 1993. “De la definición de entidades, servidores y servicios públicos”.
604 Sobre la regulación del conflicto de intereses en los contratos estatales, en ejercicio de la autonomía
de la voluntad de las partes, puede consultarse el Concepto 1767 del 10 de agosto de 2006, C.P. Luis
Fernando Alvarez Jaramillo, Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado.
605 Sección Tercera, Sentencia del 21 de abril de 2004, Expediente 14.651, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
Los contratos estatales en Colombia 285
Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, en el Concepto 1439 del 18
de julio de 2002, asumió el estudio de las distintas modalidades de pago en el contrato
de obra pública606, analizó cada uno de los modelos y su sentido práctico dentro de la
teoría del contrato estatal.
De otra parte, el régimen jurídico de los contratos o convenios regulados en las nor
mas civiles o mercantiles, tienen plena aplicación en la contratación estatal, como lo
ha advertido el Consejo de Estado. Tal es el caso, por ejemplo, del marco legal de la
transacción para marcar una diferencia contractual607. La aplicación de las normas del
derecho privado en la contratación estatal es esencial y recurrente. Encuentra sustento
en el artículo 13 de la ley de 1993, pues tal y como lo sostuvo el Consejo de Estado608:
“Por lo tanto, no se puede predicar la autonomía del derecho contractual público o
estatal frente a las instituciones del derecho privado y a la vez, desde la óptica del derecho
privado, tampoco éste último se concibe como aislado del derecho público. En tratándose de
los límites del derecho privado, se regresa o la primigenia reflexión de los civilistas, acerca
de la presencia de la noción de orden público inserta en el derecho privado contenido en
el denominado Código Civil francés o Código de Napoleón, del que a su vez alimentó el
Código Civil colombiano".
De este modo, todos los principios y reglas del derecho privado se integran normati
vamente a la contratación estatal para servirle como insumo básico a la hora de estructu
rar los contratos y garantizar de ese modo la satisfacción de los intereses públicos ínsitos
en dicha actividad del Estado.
La teoría general de los requisitos para la validez de los contratos en materia civil y
comercial resulta perfectamente aplicable a los contratos estatales, salvo en los aspectos
606 En dicho concepto se expresó: “Por dio, lo normal, usualy casi indispensable es que ambas partes pre
fieren ponerse de acuerdo sobre: a) el objeto del contrato y su desagregación en capítulos o ítems de obra y
en elprecio unitario de cada ítem de obra fcontrato a precios unitarios), b) sobre el objeto del contrato y se
convienen unos procedimientos para que se reembolsen los verdaderos costos de ejecución del objeto con
tratado y se pacta un porcentaje a título de honorarios afavor del contratista (administración delegada),
c) sobre el objeto del contrato y una metodología para que el contratista financie la obra con sus propios
recursos, pero donde el contratante, periódicamente, le reembolsa los gastos efectuados y le reconoce unos
honorarios, generalmente porcentaje sobre costos, (reembolso de gastos y honorarios). Las dos últimas
modalidades de acuerdos se utilizan muyfrecuentemente para ejecutar partes de un contrato donde las
dificultades de ejecución lo hacen muy oneroso o donde se presentan contingencias especiales, donde se
hace muy difícilpredecir el valor real de su ejecución’.
607 Sección Tercera, Sentencia del 19 de mayo de 2005, Expediente AP-63001-23-31-000-2002-00719-
02, C.P. María Elena Giraldo Gómez.
608 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de febrero de 2015, Expediente
38.245, C.P. Hernán Andrade Rincón.
286 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
particularmente regulados por la propia Ley 80 de 1993 (art. 13). La intención del
Legislador fue la de remitirse a las disposiciones legales reguladoras de la validez de los
actos jurídicos contractuales y en esa dirección, se redactó el artículo 13609 de la Ley 80
de 1993. Como se ha advertido, existen reglas especiales previstas en el estatuto de con
tratación estatal, que son de aplicación preferente y especial a las generales del derecho
privado, como sería, por ejemplo, el tema de las restituciones mutuas en los contratos
estatales cuando son anulados por adolecer de objeto ilícito610.
Mucho se ha discutido sobre la prescripción del citado artículo 13, por cuanto su
redacción se remite en primer lugar a las disposiciones comerciales y luego a las civiles.
La pregunta que surge es la siguiente: ¿Cuál es el sentido de la remisión a las normas
comerciales y después a las civiles? Posiblemente es que la actividad del contratista se
identificó como comercial por el aían de lucro que se persigue en la contratación estatal.
Es así, porque si el contratista ejerce una actividad comercial (realizar actos mercantiles
como construir puentes, suministrar papelería, etc.) lo lógico es que se apliquen a la re
lación contractual (administración-contratista), en primer término, las previsiones del
Código de Comercio y a falta de estas las del Código Civil. Refuerza la anterior conclu
sión lo previsto por la propia Ley 80 de 1993, cuando por una parte, reconoce la utili
dad del contratista611 y por ende el doble fin que este persigue al contratar con la admi
nistración, a saber: i) prestar un servicio a la administración, y ii) percibir una utilidad.
609 “Artículo. 13. De la normatividadaplicable a los contratos estatales. Los contratos que celebren las en
tidades a que se refiere el artículo 2o. del presente estatuto se regirán por las disposiciones comerciales
y civiles pertinentes, salvo en las materias particularmente reguladas en esta ley”.
610 Al respecto puede consultarse, Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 25 de noviembre
de 2005, Expediente 25-560, C.P. Germán Rodríguez Villamizar. En dicha providencia se expresó:
“En resumen, para la Sala el inciso segundo del artículo 48 de la Ley 80 de 1993 establece efectiva
mente una regla distinta a la del Código Civil, consistente en que el reconocimiento y pago de las
prestaciones ejecutadas en un contrato nulo por objeto o causa ilícita, sólo tienen lugar cuando se
pruebe que la entidad estatal se ha beneficiado y únicamente hasta el monto del beneficio obte
nido. Se trata, pues, de una regla diferente a la prevista en la legislación civil en tanto que condiciona
el reconocimiento de las prestaciones ejecutadas al beneficio del Estado y solamente hasta el monto del
mismo. La especialidad de la norma de la Ley 80 no radica, entonces, en impedir las sanciones que se
derivan por violación del orden jurídico a sabiendas y así evitar un enriquecimiento sin causa en contra
del contratista, pues, como ha indicado la Corte Suprema deJusticia, estafigura exige que con su ejercicio
no se pretenda violar el ordenamientojurídico. En otras palabras, esta disposición se aplicaría únicamen
te cuando las partes no hubiesen celebrado un contrato con objeto o causa ilícitos a sabiendas” (Negrillas
por fuera del texto original). Ver Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 9 de febrero de 2017,
Expediente 52.805, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
611 Afirmación que se mantiene pese a la derogatoria expresa de esa garantía que estaba contenida en el
artículo 3° de la Ley 80 de 1993 por parte del artículo 32 de la Ley 1150 de 2007, pues así lo sigue
sosteniendo la jurisprudencia del Consejo de Estado (Sección Tercera, Sentencia del 21 de mayo de
2008, Expediente 15.963, C.P. Ramiro Saavedra Becerra) y adicionalmente, el contratista tiene el
derecho a recibir utilidades cuando ejecuta un contrato a favor de la administración.
Los contratos estatales en Colombia 287
Por otra parte, cuando prevé una tasación distinta de los intereses moratorios612, por el
incumplimiento de obligaciones de pagar sumas de dinero, a la dispuesta en el Código
Civil (art. 1617). En efecto, la actividad que ejerce el contratista de la administración
es comercial y por ello, la misma Ley 80 prevé unos intereses moratorios distintos por
el no pago de sumas de dinero en la ejecución de los contratos estatales613. La razón es
más que evidente: la relación administración-contratista es eminentemente comercial y
fue por eso que la ley se remitió en primer lugar a las disposiciones comerciales y luego
a las civiles. No otro puede ser el entendimiento del contenido general del artículo 13
de la Ley 80 de 1993.
De otra parte, en cuanto a los requisitos de validez del contrato estatal, se tiene que
las disposiciones de la Ley 80 de 1993, si bien contienen regulaciones respecto a la vali
dez de los contratos, también lo es que existen vacíos que necesariamente deben llenarse
con las normas del Código de Comercio y del Código Civil. Piénsese, por ejemplo, en
lo relativo a la capacidad para contratar o en la fuerza como vicio del consentimiento.
En ambos casos, necesariamente se tiene que acudir a las disposiciones civiles sobre ese
tema. Precisamente, el Consejo de Estado614, sobre los requisitos de validez del contrato
estatal, ha manifestado lo siguiente:
En términos generales cabe mencionar que los requisitos que debe cumplir el contra
to estatal para que se encuentre ajustado al ordenamiento jurídico y goce de las condiciones
de validez, atañen a: i) la capacidad de las partes intervinientes, cuestión que se predica
de los particulares en tanto que es la competencia el factor a examinar en relación con las
entidades estatales contratantes y sus respectivos servidores públicos, ii) la observancia de los
procedimientos de selección del contratista, iii) la licitud del objeto, iv¡ la licitud de la causa,
612 Sobre el tema de intereses puede consultarse el Concepto 1276 del 5 de julio de 2000, Sala de Con
sulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, C.P. César Hoyos Salazar.
613 “Articulo 4" Ley 80 de 1993. (...) 8. Adoptarán las medidas necesarias para mantener durante el de
sarrollo y ejecución del contrato las condiciones técnicas, económicas y financieras existentes al mo
mento de proponer en los casos en que se hubiere realizado licitación o concurso, o de contratar en
los casos de contratación directa. Para ello utilizarán los mecanismos de ajuste y revisión de precios,
acudirán a los procedimientos de revisión y corrección de tales mecanismos si fracasan los supuestos
o hipótesis para la ejecución y pactarán intereses moratorios. Sin perjuicio de la actualización o revi
sión de precios, en caso de no haberse pactado intereses moratorios, se aplicará la tasa equivalente al
doble del interés legal civil sobre el valor histórico actualizado”. Ver Artículo 2.2.1.1.2.4.2. Decreto
1082 de 2015. De la determinación de los intereses moratorios. Para determinar el valor histórico
actualizado a que se refiere el artículo 4°, numeral 8 de la Ley 80 de 1993, se aplicará a la suma debida
por cada año de mora el incremento del índice de precios al consumidor entre el 1 ° de enero y el 31
de diciembre del año anterior. En el evento de que no haya transcurrido un año completo o se trate de
fracciones de año, la actualización se hará en proporción a los días transcurridos. El Consejo de Esta
do, ha precisado que esos intereses especiales se reconocen sólo en los contratos estatales de Ley 80 de
1993 y no en las otras modalidades de contratos no sujetos a este régimen. Sección Tercera, Subsec
ción “A”, Sentencia del 1 de octubre de 2014, Expediente 2.382, C.P. Hernán Andrade Rincón.
611 Sección Tercera, Sentencia del 29 de agosto de 2007, Expediente 15.324, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
288 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
615 Sobre el objeto de los contratos estatales, el Consejo de Estado, declaró la inexistencia de un contrato
que se pactó para el suministro de equipos y maquinaria. En esa oportunidad, el máximo Tribunal,
encontró demostrado que el objeto del contrato no fue determinable y por ende, faltó un elemento
esencial del acto jurídico (Sección Tercera, Sentencia del 22 de julio de 2009, Expediente 16.106,
C.P. Mauricio Fajardo Gómez). Ver también Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 3 de
junio de 2015, Expediente 31.011, C.P. Olga Melida Valle de De La Hoz.
616 Larroumet, Christian, Teoría General del Contrato, Volumen I, Secciones I, II y III, Editorial Temis,
Reimpresión, Bogotá, 1999, pp. 178 a 405.
617 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 18 de marzo de 2010, Expediente 14.390, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez. En esa providencia, se declaró de oficio la nulidad absoluta de un contrato
Los contratos estatales en Colombia 289
estatal de arrendamiento pues en realidad era un contrato de concesión y por ende, no se surtió el
procedimiento de selección indicado para el efecto.
6IS Ya existía en el artículo 30 de la Ley 80 de 1993 y la Ley 1150 de 2007, adicionó algunos aspectos
nuevos tales como la adjudicación er. audiencia pública y la posibilidad de incluir en el procedimien
to la subasta inversa, entre otras reglas.
619 Un nuevo proceso de selección del contratista. Al respecto, se puede consultar la obra de Gonzalo
Suárez Beltrán, La Nueva Contratación Pública en Colombia, Primera Edición, Editorial Legis, Bo
gotá, 2009, pp. 13 a 34.
620 Ibídem. pp. 34 y 35.
621 Estaba integrada con la licitación pública como los dos procesos de selección originales de la Ley 80
de 1993.
622 Teoría General de los Contratos Administrativos, Miguel Ángel Bercaitz, Página 296, Segunda Edi
ción, Ediciones Dcpalma, Buenos Aires, 1980.
290 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
623 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
624 Literal d) Numeral 5 del artículo 2° de la ley 1150 de 2007.
625 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 16 de julio de 2015, Expediente
41.768, C.P. (E) Carlos Zambrano Barrera.
626 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 30 de agosto de 2018, Expediente 37.638, C.P. María
Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 291
627 Artículo 71. Todos los actos administrativos que afecten las apropiaciones presupuéstales deberán
contar con certificados de disponibilidad previos que garanticen la existencia de apropiación sufi
ciente para atender estos gastos. Igualmente, estos compromisos deberán contar con registro presu
puestal para que los recursos con él financiados no sean desviados a ningún otro fin. En este registro
se deberá indicar claramente el valor y el plazo de las prestaciones a las que haya lugar. Esta operación
es un requisito de perfeccionamiento de estos actos administrativos (...).
628 Consejo de Estado, Sección Tercera, Autos del 27 de enero de 2000, Expediente 14.935, y del 30 de
agosto de 2001, Expediente 17.576, y Sentencia del 23 de junio de 2005, Expediente 12.846, C.P.
Germán Rodríguez Villamizar.
623 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 13 de diciembre de 2017, Expe
diente 36.592, C.P. Danilo Rojas Betancourth y Subsección “B”, Sentencia de 10 de febrero de 2021,
Expediente 50.871, C.P. Alberto Montaña Plata.
630 Sección Tercera, Sentencias del 28 de septiembre de 2006, Expediente 15.307, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra, del 7 de junio de 2007, Expediente 14.669, C.P. Ramiro Saavedra Becerra, del 26 de marzo
de 2008, Expediente 16.152, C.P. Mauricio Fajardo Gómez y del 11 de febrero de 2009, Expediente
31.210, C.P. Enrique Gil Botero.
631 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 12 de diciembre de 2017, Expe
diente 36.592, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
292 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
últimos tiempos y por la modificación que sufrió el artículo 41 de la Ley 80 de 1993 con
el artículo 23 de la Ley 1150 de 2007, con esta reforma, la redacción del inciso segundo
del citado artículo 41632, quedó adicionada sin que el tema del registro presupuestal
fuera modificado, por lo que es dable concluir que fue intención del Legislador mante
ner dicho registro como requisito de ejecución y no de perfeccionamiento del contrato
estatal. El Consejo de Estado633, sobre tal discusión, aseveró:
"En efecto, si bien por un período la jurisprudencia de esta Corporación sostuvo que el
contrato estatal se perfeccionaba cuando además de lograrse un acuerdo entre las partes:
sobre el objeto y la contraprestación, este fuera elevado a escrito y efectuado el registro pre
supuestal, tal posición jurisprudencial fue rectificada poco después a través de la sentencia
del 28 de noviembre de 2006, pues se consideró que tal concepción era producto de la
errada interpretación del precepto contenido en el artículo 71 del Decreto 1 11 de 1996,
pues definitivamente la norma al señalar que la operación del registro presupuestal es requi
sito de perfeccionamiento no está haciendo alusión al contrato como acto jurídico generador
de obligaciones, de manera que la celebración de contratos sin contar con el registro presu
puestal comporta una responsabilidad personal del funcionario que lo omite pero no tiene la
virtualidad de afectar la validez o la eficacia del negocio jurídico, tal como se desprende del
inciso final de la citada norma que debe interpretarse de manera sistemática con el artículo
41 déla Ley 80 de 1993 que lo prevé únicamente como requisito de ejecución del contrato.
Tal omisión afecta la regularidad en la ejecución del contrato con la consecuencia contingen
te del incumplimiento del mismo por parte de la administración
Así las cosas, los requisitos de perfeccionamiento del contrato estatal son los que
aparecen descritos en el inciso primero del artículo 41 de la Ley 80 de 1993634, sin que
el registro presupuestal sea uno de ellos.
Por último, los precitados requisitos de perfeccionamiento del contrato estatal —
que conste por escrito y que exista acuerdo sobre el objeto y su contraprestación—, que
aparece en el inciso primero del artículo 41 de la ley 80 de 1993, son verdaderos man
datos derivados de los principios de legalidad, publicidad, economía y buena fe, por las
siguientes razones:
632 El artículo 23 de la Ley 1150 de 2007, en lo pertinente, dispone: “Para la ejecución se requerirá de la
aprobación de la garantía y de la existencia de las disponibilidades presupuestóles correspondientes
[entiéndase registro presupuestal], salvo que se trate de la contratación con recursos de vigenciasfiscales
futuras de conformidad con lo previsto en la ley orgánica delpresupuesto. Elproponente y el contratista
deberán acreditar que se encuentran al día en el pago de aportes parafiscales relativos al Sistema de Se
guridad Social Integral, así como los propios del Sena, ICBFy Cajas de Compensación Familiar, cuando
corresponda”.
633 Sección Tercera, Sentencia del 19 de agosto de 2009, Expediente 34.718, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar. Con aclaración de voto del Dr. Enrique Gil Botero y salvamento de voto de la Dra. Ruth
Stella Correa Palacio. Criterio reiterado por la Subsección “A” Sentencia de 12 de febrero de 2014,
Expediente 26.886, C.P. Hernán Andrade Rincón y por la Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto
de 2014, Expediente 28.565, C.P. Enrique Gil Botero.
634 Subsccción “B”, Sentencia de 10 de febrero de 2021, Expediente 50.871, C.P. Alberto Montaña Plata.
Los contratos estatales en Colombia 293
La dimensión del mismo también fue objeto de estudio por el Consejo de Estado, al
punto de señalar en lo pertinente que hace parte de dicho principio el “(...) cumplimien
to también del deber de planeación y el principio de buenafe precontractual, las entidades
no pueden iniciar procesos de contratación si no existen las respectivas partidas o disponibi
lidades presupuéstales (No. 6art. 25)6i6”.
De este modo, cuando el artículo 41 de la ley 80 de 1993 exige el acuerdo sobre la
contraprestación, como condición para el perfeccionamiento del contrato estatal, tu
tela precisamente el principio de economía con el fin de asegurar tanto el acato de las
disposiciones presupuéstales, para que, por un lado, se sepa qué ganará el contratista por
las obras, servicios o suministros que ejecutará a favor del Estado, y por otro lado, para
635 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 3 de diciembre de 2007, Expediente 24.715 (Acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
636 Ibídcm.
294 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
que exista la garantía de ese pago al particular, sujetándolo a las limitaciones y reglas
determinadas por el ordenamiento jurídico vigente.
6}7 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 3 de diciembre de 2007, Expediente 24.715 (Acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
Los contratos estatales en Colombia 295
Así las cosas, conforme a la jurisprudencia del Consejo de Estado, se tiene que el con
vencimiento que tenga un particular respecto del hecho que obra conforma a Derecho
cuando suministra obras o bienes o presta servicios a favor del Estado sin contar previa
mente con una relación contractual solemne, no puede ser una justificación válida para
63S Ibídem.
633 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia del 19 de noviembre de 2012, Expe
diente 24.897, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
296 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Mo Ibídem.
641 El artículo 1857 del Código Civil, dispone: “La venta se reputa perfecta desde que las partes han con
venido en la cosa y elprecio (...)".
642 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 23 de abril de 2021, Expediente
56.307, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Los contratos estatales en Colombia 297
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Auto 28 de febrero de 2013, Expediente 45.236,
C.P. Stella Conto D.
298 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
El artículo 2.8.1.7.3 del Decreto 1068 de 2015, lo define en los siguientes términos:
“El registro presupuestal es la operación mediante la cual se perfecciona el compromiso y se
afecta enforma definitiva la aprobación, garantizando que esta no será desviada a ningún
otrofin. En esta operación se debe indicar claramente el valory elplazo de las prestaciones
a las que haya lugar”.
644 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26 de noviembre de 2015, Expediente 53.914, C.P.
Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
645 En ese sentido, el artículo llldel Decreto 1510 de 2013 —hoy Decreto 1082 de 2015—, dispuso:
"Artículo 111. Clases de garantías. Las garantías que los oferentes o contratistas pueden otorgar para
asegurar el cumplimiento de sus obligaciones son: 1. Contrato de seguro contenido en una póliza. /2.
Patrimonio autónomo. /3. Garantía Bancaria.
646 Aunque algo similar se dispuso en el Decreto 280 de 2002.
647 Modificado por el artículo 3° del decreto 399 de 2021.
Los contratos estatales en Colombia 299
Así, la exigencia del registro presupuestal es aplicable a los contratos estatales que
impliquen afectación presupuestal o erogación para la administración, porque a partir
de la entrada en vigencia de la Ley 179 de 1994648 compilada con otras normas en el
Decreto 111 de 1996, tal requisito solo será exigible si la celebración del contrato impli
ca un gasto para la entidad estatal. Si la celebración del contrato estatal no implica afec
tación económica o erogación alguna para el presupuesto de una entidad pública, no
será necesario que se obtenga el registro presupuestal649. Otra excepción al proceso del
registro presupuestal, se presenta en aquellos contratos estatales que sean financiados
con recursos administrados en fiducias mercantiles contratadas para la administración
de los recursos económicos de las concesiones u otros contratos. Un ejemplo típico, se
encuentra en los contratos estatales de concesión, con los asesores jurídicos externos o
interventores, pues dichos profesionales, pese a que celebran el contrato con la entidad
estatal, sus servicios son pagados por la fiducia mercantil de la respectiva concesión a las
que le prestan sus servicios. En esos casos, antes de celebrar el contrato estatal, se pide la
certificación de disponibilidad de recursos a la fiducia.
Por otro lado, resulta importante anotar que tanto la falta de acreditación del cer
tificado de disponibilidad o de registro presupuestal, como lo ha señalado el Consejo
de Estado, no afecta la validez o eficacia de los contratos estatales. En ese sentido, la
corporación650, adujo:
"Es de anotar que a pesar de que la ejecutada esgrime en el recurso de apelación un
fundamento distinto al medio exceptivo, tratando de modificar la argumentación inicial se
ñalando que la falta de perfeccionamiento del negocio jurídico se produce ante la ausencia
del registro presupuestal y no de la disponibilidad, la Sala advierte que en uno y otro caso la
conclusión es idéntica, es decir, la ausencia de la disponibilidad presupuestal o del registro
presupuestal no afecta la eficacia ni la validez del negocio jurídico estatal".
648 “(...) Es esta la regla que opera en los contratos de derecho privado. Pero ocurre que en los que celebra la
administración pública —en razón de que ella sólo puede actuar por causas yfines de interés público—,
no basta la simple voluntad del órgano administrativo para celebrar la contratación, sino que es necesario
el cumplimiento de ciertasformalidades —que la misma ley 80 prevé—, todas las cuales abarcan tres
etapas en el procedimiento requerido para contratar, ostensibles particularmente cuando se utiliza la
licitación para la escogencia del contratista".
Así lo concluyó recientemente el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de
12 de agosto de 2014, Expediente 28.565, C.P. Enrique Gil Botero.
650 Sección Tercera, Sentencia del 19 de agosto de 2009, Expediente 34.718, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar. Con aclaración de voto del Dr. Enrique Gil Botero y salvamento de voto de la Dra. Ruth
Stella Correa Palacio. Criterio reiterado por la Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de
agosto de 2014, Expediente 28.565, C.P. Enrique Gil Botero.
300 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
presupuestal conforme lo prevé el numeral 6651 del artículo 25 de la ley 80 de 1993, sino
porque además, se trata de un requisito propio de la fase de planeación652 del negocio
jurídico, cuyo desconocimiento, sin dudas, se constituye en una afrenta en contra del
Derecho Público de la Nación, que torna en ilícito todo aquello que lo contraríe.
Retomando lo relativo a la excepción del trámite del registro presupuestal, cuando
no se afecta el presupuesto de la respectiva entidad pública contratante, existen varias
razones para llegar a esa conclusión. Y las razones son las siguientes:
i) El artículo 71 del Decreto 111 de 1996653, exige legalmente la disponibilidad
y el registro presupuestal para todos los actos cuando afecten las apropiaciones
presupuéstales para atender el gasto generado por el contrato y no cuando se
trate de actos jurídicos bilaterales que no afecten el presupuesto, precisamente,
porque no se derivará de los mismos un gasto para la entidad. El artículo 36 del
mismo estatuto prevé que el presupuesto de gastos se compondrá de los gastos
de funcionamiento, el servicio de la deuda pública y gastos de inversión. Por
regla general, los recursos para pagar la remuneración de los contratos se respal
dan con gastos de inversión. Así, piénsese, por ejemplo, en la celebración de un
contrato de comodato. Entonces nos preguntamos ¿se requerirá obtener registro
presupuestal sobre esa operación contractual?, ¿qué afectación presupuestal exis
tiría? No, en esos casos, no se requerirá de registro presupuestal alguno. En ese
sentido, el Consejo de Estado654, aseguró lo siguiente:
"ii/ Del art. 2.5.6 también se desprende que es exigible en los procesos de contratación
que involucren gasto en dinero —la experiencia enseña que son la mayoría—, es decir, en
moneda de curso legal —incluso moneda extranjera—, porque si la contratación supone, por
parte del Estado, un pago en especie —como bienes o cosas — o el negocio es gratuito para
la entidad, por sustracción de materia no necesita disponibilidad presupuestal, pues, según
la ley, a través del presupuesto anual de ingresos y egresos se administra dinero, no bienes
muebles, inmuebles o de otro tipo".
651 Numeral 6. “Las entidades estatales abrirán licitaciones e iniciarán procesos de suscripción de contra
tos, cuando existan las respectivas partidas o disponibilidades presupuéstales”.
652 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26 de marzo de 2012, Expediente
22.471, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
653 Artículo 71. Todos los actos administrativos que afecten las apropiaciones presupuéstales deberán
contar con certificados de disponibilidad previos que garanticen la existencia de apropiación sufi
ciente para atender estos gastos.
Igualmente, estos compromisos deberán contar con registro presupuestal para que los recursos con él
financiados no sean desviados a ningún otro fin. En este registro se deberá indicar claramente el valor
y el plazo de las prestaciones a las que haya lugar. Esta operación es un requisito de perfeccionamiento
de estos actos administrativos (...).
65í Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 28.565, C.P. Enri
que Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 301
655 La entidad estatal debe presupuestar rubros para respaldar posibles desequilibrios económicos del
contrato.
656 Expediente 34.718, Op. Cit y Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014,
Expediente 28.565, C.P. Enrique Gil Botero. Ver también Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia
de 28 de febrero de 2019, Expediente 41.236, C.P. María Adriana Marín.
657 Sección Tercera, Auto del 10 de junio de 2004, Expediente 17.098, C.P. María Elena Giraldo Gómez.
302 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
658 El Consejo de Estado, al estudiar un caso donde se pretendía la ejecución de obligaciones derivadas
de un contrato de concesión en contra del contratista, consideró que el requisito de la disponibilidad
presupuestal no era exigióle en ese caso concreto, puesto que del contrato no surgían obligaciones
económicas para el Conccdcntc y por lo tanto, no le era predicable tal supuesto. Al respecto, sostuvo:
“b. DE OTRA PARTE, EL REQUISITO DE DISPONIBILIDAD PRESUPUESTAL que el Tri
bunal echa de menosfrente al ejecutante COMISIÓN NACIONAL DE TELEVISIÓNy en relación
con el contratista particular PASATCOL, no tienefundamento jurídico toda vez, que como se vio en la
trascripción de algunas de las cláusulas del contrato, las obligaciones depago dinerario sepactaron a cargo
del contratista concesionario y no de la administración contratante”. (Mayúsculas y negrillas del origi
nal) Sección Tercera, Auto del 10 de junio de 2004, Expediente 17.098, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
65? Una excepción legal es la prevista en el artículo 41 de la Ley 80 de 1993, cuando se refiere a los con
tratos respaldados con vigencias futuras.
Sobre el particular, la Sección Tercera del Consejo de Estado, sostuvo: “a. DE UNA PARTE, EL
REQUISITO DE PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO es condición para la ejecución de
las obligaciones prestacionales pactadas en el contrato y no para la ejecución del crédito por las obli
gaciones del contratista contenidas en el actofinal de liquidación” (Mayúsculas y negrillas del ori
ginal) Auto del 10 de junio de 2004. Expediente 17.098, C.P. María Elena Giraldo Gómez. Aquí se
reconoce por la vía judicial, como requisito para poder ejecutar por incumplimiento de obligaciones
pactadas en el contrato, acreditar el perfeccionamiento del contrato estatal.
661 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente
28.565, C.P. Enrique Gil Botero.
662 El Doctor Juan Camilo Restrepo, define la vigencia futura como "la autorización impartida para
afectar presupuestosfuturos con apropiaciones autorizadas con antelación a la aprobación de dichos pre
supuestos. Es, evidentemente, una excepción al principio de anualidad, puesto que la autorización de
dichos seformaliza antes de que se aprueben las vigencias en las que se van a ejecutar; y a su turno, la
vidajurídica de dichas autorizaciones seprolonga a lo largo de varias vigencias”. Restrepo, Juan Camilo.
Derecho Presupuestal. Editorial Lcgis, Primera Edición, Bogotá, 2007, p. 186.
Los contratos estatales en Colombia 303
663 El doctor Juan Camilo Restrepo, señala que: “consisten en un gasto debidamente comprometido pero el
cual al 31 de diciembre de cada año el Estado no ha recibido los bienesy servicios para los cuales compro
metió apropiación”. Ibídem, p. 172.
664 El doctor Juan Camilo Restrepo, señala que se aplica la figura, cuando los bienes y servicios que se
buscaba recibir con el compromiso de la apropiación correspondiente ya los recibió el Estado, pero
no los ha pagado al 31 de diciembre de 2008. Ibídem, p. 173.
665 Sección Primera, Sentencia del 14 de julio de 2011, Expediente 2009-0032-00, C.P. María Claudia
Rojas Lasso. En esta providencia, se sostuvo, que las entidades territoriales no estaban facultadas para
comprometer vigencias futuras excepcionales.
666 Recientemente, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, a través de la Dirección General de
Apoyo Fiscal y la Dirección General de Crédito Público y Tesoro Nacional, se expidió la Circular 5
del 13 de febrero de 2009, en la que se orientó a los departamentos y municipios, respecto al trámite
de vigencias futuras para proyectos y el esquema de financiación.
304 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
tía de las autorizaciones, no siendo necesario indicar en todos los casos el valor exacto
del compromiso por año, pues puede perfectamente fijarse por un porcentaje de un
ingreso, renta o participación nacional; iii) La fuente de financiación del compromiso
y iv) la autorización clara al ordenador del gasto para que suscriba y perfeccione los
compromisos.
Ese nuevo requisito hace parte de la modificación que trajo consigo el artículo 23 de
la Ley 1150 de 2007. El Legislador, a partir de la reforma laboral de la Ley 789 de 2002,
se ha dado a la tarea de combatir la evasión y la mora en el pago de las obligaciones con
el Sistema General Integral de Seguridad Social, así como de los pagos al Sena, ICBF y
a las Cajas de Compensación Familiar. Por lo tanto, se muestra plausible y ajustado al
ordenamiento legal vigente, que quien quiera contratar con el Estado, asegure y acredite
el pago efectivo y oportuno de tales contribuciones parafiscalcs.
El nuevo requisito, no es de dudar, pretende reforzar las medidas de control en el
cumplimiento de tales obligaciones que son tan necesarias para cumplir con los aco
metidos estatales y, en especial, para garantizar el cubrimiento en el pago de las pres
taciones del Sistema de Seguridad Social. Por lo tanto, para iniciar la ejecución de un
contrato estatal será menester que el contratista pruebe667 encontrarse a paz y salvo por
esos conceptos.
Por su parte, el Congreso de la República, mediante el artículo 114-1 del Estatuto
Tributario —ver artículo 65 L. 1819/2016—, establece algunos beneficios para el pago
de algunos aportes parafiscales al Sena, ICBF y a cotizaciones en salud. Por lo tanto, ya
no es requisito para proponer o de ejecución del contrato acreditar el pago de dichas
contribuciones parafiscales, siempre que se acrediten las condiciones fijadas en el pre
citado artículo 114-1, sin perjuicio del deber que tiene el proponente o contratista de
aportar la certificación donde conste que se encuentra en las situaciones dispuestas en
la precitada disposición normativa.
Por último, el artículo 2o de la Ley 1562 de 2012, que modificó el artículo 13 del
Decreto-Ley 1295 de 1994, dispuso que todos los trabajadores y contratistas —presta
ción de servicios, civiles, comerciales— que tengan una duración superior a un (1) mes
El artículo 24 del Decreto 2106 de 2019, señaló que para las personas naturales no será necesaria
aportar la planilla física del pago de la seguridad social una vez entre en funcionamiento la plataforma
tecnológica que se ponga en funcionamiento para hacer la verificación de dichos pagos.
Los contratos estatales en Colombia 305
La dimensión del mismo también fue objeto de estudio por el Consejo de Estado, al
punto de señalar en lo pertinente que hace parte de dicho principio el cumplimien
to también del deber de planeación y el principio de buenafe precontractual, las entidades
no pueden iniciar procesos de contratación si no existen las respectivas partidas o disponibi
lidades presupuéstales (No. 6 art. 25)66^”.
668 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 3 de diciembre de 2007, Expediente 24.715 (Acu
mulado), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
Ibídcm.
306 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
De este modo, cuando el artículo 41 de la ley 80 de 1993 exige que se cuente con
el registro presupuestal o el compromiso de vigencias futuras, como condición para
la ejecución del contrato estatal, tutela precisamente el principio de economía con
el fin de asegurar tanto el acato de las disposiciones presupuéstales, para que por un
lado, se aseguren los dineros que ya no estarán disponibles sino afectados a un fin
previsto en un contrato y por otro lado, para que exista la garantía de ese pago al
particular, sujetándolo a las limitaciones y reglas determinadas por el ordenamiento
jurídico vigente.
Así, en estas materias, el cumplimiento de todos los requisitos de ejecución del con
trato estatal, generan la protección del ordenamiento jurídico frente a aquellas pres
taciones que el contratista le provea al Estado, conducta esta constitutiva también de
Los contratos estatales en Colombia 307
Se hace referencia a aquellos que no afectan la legalidad del contrato pero que son
requeridos por el ordenamiento jurídico y por lo tanto, su cumplimiento es obligato
rio e incluso su desatención puede generar consecuencias jurídicas. Tal es el caso de la
y el pago de los tributos generados con su celebración o
publicación del contrato672673
ejecución.
Frente al deber de publicar los contratos estatales, el artículo 22367? del Decreto-Ley
19 de 2012, dispuso:
"A partir del primero de ¡cirro de 2012, los contratos estatales sólo se publicarán en el
Sistema Electrónico para la Contratación Pública —SECOP— que administra la Agencia
Nacional de Contratación Pública-Colombia Compra Eficiente. En consecuencia, a partir
de dicha fecha los contratos estatales no requerirán de publicación en el Diario Único de
670 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia del 19 de noviembre de 2012, Expe
diente 24.897, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
671 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 15 de noviembre de 2019, Expe
diente 38.241, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
672 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 18 de junio de 2008, Expediente 15.234, C.P.
Ramiro Saavedra Becerra. En este caso, el Consejo, negó la nulidad absoluta del contrato estatal, que
se pedía por la falta de publicación del contrato.
673 Declarado exequible por la Corte Constitucional en la Sentencia C-711 de 2012, M.P. Mauricio
González Cuervo. La Corte, para declarar la exequibilidad de la disposición, entre otras considera
ciones, aseguró: "En el caso concreto, es evidente que la supresión del Diario Unico de Contratación no
implicó la eliminación del requisito depublicación de los contratos estatales, sino solamente el cambio del
medio de información que se trasladó al Sistema Electrónico para la Contratación Pública creado me
diante el articulo l° del Decreto 2178 de 2006, la cual cumple cabalmente con las exigencias constitucio
nales depublicidad administrativa. Por consiguiente, el artículo 223 delDecreto O19de2O12no vulnera
elprincipio de publicidad de las actuaciones de la administración pública consagrado en el artículo 209
de la Constitución, en tanto dichopostulado no prescribe unaforma única para su cumplimiento y los me
dios electrónicos dispuestos para cumplir estafinalidad han sido considerados aptos por esta Corporación
en diversos pronunciamientos”.
308 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
En este orden de ideas, los contratos estatales, que antes del Io de junio de 2012 te
nían que publicarse en el Diario Unico de Contratación y en las gacetas departamenta
les, distritales y municipales, hoy en día, sin excepción, solo deberán ser difundidos por
el SECOP, Sistema Electrónico de Contratación Pública, administrado por la Agencia
Nacional de Contratación Pública6'4 - Colombia Compra Eficiente.
En torno al pago de los tributos causados por la celebración o ejecución de los ne
gocios jurídicos estatales, dichas obligaciones se cumplirán de conformidad con las nor
mas legales que rijan la materia.
Por último, debemos referirnos a la costumbre cada vez más generalizada por parte
de la administración, de incluir en los contratos requisitos adicionales para acreditar el
inicio de su ejecución. Probablemente ese proceder es contrario al orden público, pues
la autonomía de la voluntad no alcanza a habilitar a las entidades para que regulen por
la vía contractual, asuntos de los que se ha ocupado directamente el Legislador, que
incluso, tienen una relación directa con razones de legalidad y respeto a las normas
presupuéstales. Así, por ejemplo, piénsese que una entidad pública pactó un requisito
adicional de ejecución que no ha alcanzado a cumplirse, pese a que ya existe la apro
bación de las garantías, del registro presupuestal y se acreditó el pago de obligaciones
con el Sistema General de Seguridad Social. De esta forma, podría se nocivo y lesivo
para los intereses en juego mantener en suspenso el inicio del contrato legalmente per
feccionado, pues de esa demora podrían derivarse reclamaciones económicas e incluso
trastornos administrativos y presupuéstales para la propia administración.
Es cierto que la autonomía de la voluntad, autoriza a las partes para regular las con
diciones de celebración y ejecución de un contrato, lo mismo que para crear obliga
ciones, empero, en contratación estatal, esa facultad tiene unos límites fijados preci
samente por el orden público y los intereses generales. En ese sentido, el inciso tercero
del artículo 40 de la Ley 80 de 1993, prevé: "En los contratos que celebren las entidades
estatales podrán incluirse las modalidades, condiciones y, en general, las cláusulas o estipu
laciones que las partes consideren necesarias y convenientes, siempre que no sean contrarias
a la Constitución, la ley, el orden público y a los principiosyfinalidades de esta ley y a los de
la buena administración”. Es decir, por un lado, la continua y eficiente prestación de los
servicios públicos a cargo del Estado, cuya finalidad primordial se persigue con la cele
bración de contratos estatales (art. 3o, L. 80/93), no puede quedar sometido al pacto de*
674 Función que le ha sido encomendado por el numeral 8 del artículo 3o del Decreto-Ley 4170 de 2011,
por el cual se creó la Unidad Administrativa Especial denominada Agencia Nacional de Contrata
ción Pública - Colombia Compra Eficiente.
Los contratos estatales en Colombia 309
las partes y por otro lado, el orden público, resultaría contrariado en tanto los requisitos
de ejecución de los contratos públicos, es un asunto de regulación expresa en la ley, no
susceptible de derogarse o modificarse por el acuerdo de las partes (art. 6o, CC).
675 Sección Tercera, Sentencia del 31 de marzo de 2005, Expediente 14.450, C.P. Alier Hernández
Enríqucz.
310 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
prestados por una persona a la administración sin respaldo contractual, o cuando sus
crito el respectivo contrato estatal, este no se había perfeccionado o no se habían cum
plido con ciertas formalidades legales, sí eran susceptibles de ser cobrados judicialmente
bajo la teoría del enriquecimiento sin causa y por los lincamientos de la acción in rem
verso6'6. Entonces, con la providencia del 30 de marzo de 2006, la posición se modificó
y allí se señaló que si el contratista de la administración, acepta prestar el servicio (bien,
obra o servicios) con pleno conocimiento de que está actuando sin la protección que el
ordenamiento jurídico le brinda, más tarde no puede pedir que le sea reintegrado lo que
ha perdido por causa de la violación de la ley. En esa línea, se expresó:
"4. Cambio ¡urísprudenciaL-la jurisprudencia de esta Sección ha reconocido el «'enri
quecimiento sin justa causa» bajo la perspectiva de que ante la mera ausencia de una causa
jurídica para un traslado patrimonial, opera la devolución de lo que indebidamente ha incre
mentado un patrimonio determinado. Frente a la iniciación en la prestación de un servicio, sin
que dicha situación fuera precedida por un contrato estatal, la Sala afirmó en su momento:
(...) Sin embargo, la Sala se remite a las consideraciones expuestas en la presente
providencia, para replantear su posición en este tipo de casos, para afirmar que cuando
el contratista de la administración acepte prestar un servicio, con pleno conocimiento de
que está actuando sin la protección que el ordenamiento jurídico ofrece a los colaborado
res de la administración, no puede aprovecharse posteriormente de su propia culpa, para
pedir que le sea reintegrado lo que ha perdido como causa de la violación de ¡a ley".
(Negrillas por fuera del texto original).
676 Al respecto se puede consultar la Sentencia del 6 de abril de 2000, Expediente 12.775, C.P. Ricardo
Hoyos Duque. En dicha providencia el Consejo de Estado estudió la figura de la acción in rem verso
frente a los contratos estatales que no se perfeccionan. En ese mismo sentido, puede consultarse el
Auto del 6 de agosto de 2003, Expediente 24.643, C.P. Ricardo Hoyos Duque. En esta última de
cisión se sostuvo: “(...) La Sala ha admitido que en los casos de ejecución de trabajos por parte de
un particular, con previa autorización de la entidad pública, pero sin haberse suscrito ni perfec
cionado el contrato, que la acción procedente para reclamar elpago, es la actio in rem verso y no
la relativa a las controversias contractuales, porque la obligación de indemnizar no tiene origen
en un contrato. Es abundante lajurisprudencia de la Sala en el sentido de que las pretensiones en esta
acción persiguen el restablecimiento patrimonial del demandantefrente a la administración, cuando se
leprestan servicios a la misma sin respaldo contractualy cuando precisamente lafalta del contrato impide
que se reconozca o satisfaga elpago al particular que lo prestó.
En estas condiciones, si no medió contrato escrito entre la Empresa de Energía del Pacífico S.A. E.S.Py
las entidades demandadas, como lo afirma la primera, será en desarrollo del proceso y en la sentencia
en que se defina a cargo de quien estaba asumir los compromisos económicos de las obras y si hay lugar a
restablecer elpatrimonio de la demandante, en laforma que lo solicita, caso en el cual resulta adecuada,
la acción que intentó” (Negrillas por fuera del texto original).
Los contratos estatales en Colombia 311
salvo que se trate de casos de urgencia manifiesta y requieran del registro presupuestal,
solo cuando implican un gasto para la entidad contratante, entre otras. Entonces, si
una persona decide prestar un servicio sin darle cumplimiento a los procedimientos
y requisitos legales adoptados por el Estatuto de Contratación, se someterá, por regla
general, a perder su derecho de reclamar el reconocimiento de tal servicio, pues obrará
con culpa en ese caso. También, se dejan a salvo, los casos de contrataciones por urgen
cia manifiesta, pues piénsese por ejemplo en la ocurrencia de un derrumbe que amenaza
con desplomar un barranco sobre varias viviendas de un municipio y ocasionar graves
lesiones a sus residentes. Ante la urgencia y la gravedad de los hechos es posible que se
contrate directamente la realización de las obras necesarias para evitar una catástrofe sin
que exista un contrato estatal.
La línea jurisprudencial del 30 de marzo de 2006677, fue morigerada más tarde en
las sentencia del 28 de septiembre de 2006, Expediente 15.307, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra y del 7 de junio de 2007, Expediente 14.669, C.P. Ramiro Saavedra Becerra,
pues en ellas se revisó lo concerniente con la responsabilidad contractual que se le
atribuye a las partes contratantes en aquellos casos donde se ejecutan servicios sin
contratos estatales solemnizados. Desde la óptica de la administración, por no efec
tuar un trámite interno administrativo como lo sería el registro presupuestal y por el
contratista, al iniciar la ejecución de un contrato estatal que no ha cumplido con las
formalidades prescritas en la ley. Con esa nueva posición, se afirmó que cada caso de
bía ser analizado para verificar o no la aplicación de la teoría del enriquecimiento sin
causa. Luego, en el 2008, el Consejo de Estado, aprobó varias conciliaciones extraju-
diciales y judiciales678 donde se reconocía el pago de servicios prestados sin contrato
estatal legalizado.
Ya en el en el 2009, el máximo Tribunal de la Justicia Contencioso Administrativa679,
recogió la jurisprudencia sobre la materia, para sostener lo siguiente:
"Si se analiza este aspecto con detenimiento, se arriba a la conclusión de que todo par
ticular debe respetar las normas —de orden público— consagradas por el ordenamiento
jurídico, y que tanto aquél como las entidades contratantes deben velar por el cumplimiento
de los preceptos jurídicos; no obstante, debe insistirse, es respecto de la administración pú
blica que se hace más exigente al principio de legalidad, razón por la que, en cada caso
concreto habrá de analizarse de manera independiente y autónoma la conducta asumida
por el particular y por la entidad contratante. Lo anterior, por cuanto, si bien el particular
debe someterse a los preceptos de naturaleza obligatoria —que no admiten convención
677 Estudios de Derecho Público, Tomo II, “El enriquecimiento sin causa en la jurisdicción de lo conten
cioso administrativo: un debate inacabado”, Marta Nubia Velásquez Rico, pp. 325 a 349, Editorial
Universidad del Rosario, Primera Edición 2020.
*’/8 Autos del 3 de septiembre de 2008, Expediente 33.924, C.P. Ramiro Saavedra Becerra; 1 ° de octubre
de 2008, Expediente 16.849, C.P. Ruth Stella Correa Palacio, y 3 de diciembre de 2008, Expediente
34.228, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
67? Sección Tercera, Sentencia del 22 de julio de 2009, Expediente 35.026, C.P. Enrique Gil Botero.
312 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
680 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 26 de mayo de 2010, Expediente 29.408, C.P.
Gladys Agudclo Ordóñcz.
Los contratos estatales en Colombia 313
681 Sentencia del 19 de noviembre de 2012, Expediente 24.897, C.P. Jaime Orlando Santofimio
Gamboa.
314 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
En este orden de ideas, la jurisprudencia actual del Consejo de Estado, por regla
general, niega la aplicación de la teoría del enriquecimiento sin causa en la contratación
pública, salvo en los casos excepcionalmente enlistados por la Corporación en el fallo
de noviembre de 2012 y solo cuando obren las pruebas de esas circunstancias especia
les. De la misma forma, el interesado deberá ejercer el medio de control de reparación
directa682, bajo los términos de caducidad y de competencia regulados en el CPACA,
para dicho instrumento procesal.
Por su parte, el Consejo de Estado aplicó la tesis unificada de la Sala Plena de la
Sección Tercera sobre la teoría del enriquecimiento sin causa, aunque con algunas par
ticularidades que en algunos casos, creemos, flexibilizan el precedente de noviembre 19
de 2012. Veamos:
(i) Sentencia de 30 de enero de 2013683. Aquí se accedió a la reclamación econó
mica en contra del Municipio de Arauca, por la prestación de los servicios de
vigilancia que no estaba respaldado por un contrato estatal. La Sala justificó la
decisión en que la administración en ejercicio de su superioridad creó la nece
sidad de dicho servicio.
(ii) Sentencia de 13 de febrero de 2013684. Se accedió a la reclamación económica
de un contratista para el suministro de fotocopias que prestó tales servicios a la
Cámara de Representantes, sin contar con un contrato estatal que los avalara.
La Sala, fundó la decisión en que la administración de su superioridad creó la
necesidad de dicho servicio.
(iii) Sentencia de 28 de febrero de 2013685. Negó las pretensiones económicas por
mayor permanencia de la interventoría, porque tales servicios se prestaron sin
contar con un contrato estatal debidamente legalizado. El contratista, se expu
so a ello, aseguró la Corporación.
(iv) Sentencia de 24 de julio de 2013686. Descartó de plano las pretensiones eco
nómicas de pago de actividades prestadas en virtud de un contrato verbal y
aseguró que tales peticiones no estaban llamadas a prosperar.
(v) Sentencia de 21 de noviembre de 2013687. Negó las pretensiones económicas
dirigidas a obtener el pago de actividades derivadas de un contrato verbal y
concluyó que no estaban llamadas a prosperar.
682 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
683 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Expediente 19.045, C.P. Enrique Gil Botero.
684 Sección Tercera, Subsección “A” Expediente 24.969, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
685 Sección Tercera, Subsección “B”, Expediente 24.266, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
686 Sección Tercera, Subsección “C”, Expediente 28.345, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
687 Sección Tercera, Subsccción “C”, Expediente 25.289, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz.
316 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
688 Sección Tercera, Subsección “B”, Expediente 27.532, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
689 Sección Tercera, Subsección “B”, Expediente 28.652, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
690 Sección Tercera, Subsección “B”, Expediente 36.416, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
691 Sección Tercera, Subsección “A”, Expediente 35.458, C.P. Hernán Andrade Rincón.
692 Sección Tercera, Subsección “B”, Expediente 36.943, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
699 Sección Tercera, Subsección “A”, Expediente 36.247, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
694 Sección Tercera, Subsccción “A”, Expediente 39.328, C.P. María Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 317
695 Sección Tercera, Subsccción “A”, Expediente 46.361, C.P. María Adriana Marín.
696 Sección Tercera, Subsección “A”, Expediente 57.916, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
697 Sección Tercera, Subsección “A”, Expediente 52.076, C.P. María Adriana Marín.
69S Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de mayo de 2011, Expediente
26.758, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
699 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 26 de mayo de 2010, Expediente 29.408, C.P.
Gladys Agudelo Ordóñez.
00 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia del 19 de noviembre de 2012, Expe
diente 24.897, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
318 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Finalmente, la jurisprudencia precisó cuál era la labor del juez administrativo al mo
mento de desatar una controversia relacionada como la aplicación de la teoría de la
acción in rem verso y en tal sentido, precisó lo siguiente701:
"ío tarea del juez administrativo, en cada caso que juzga, consiste en subsumir el litigio
específico en la tesis formulada por la Sala Plena de la Sección. Y tratándose de la primera
causal, hay que verificar si el caso se enmarca en un supuesto de constreñimiento, imposición
o supremacía de la entidad estatal sobre el particular, de manera que lo haya incitado y
conducido a prestar el servicio o ejecutar la obra sin contrato escrito".
01 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de diciembre de 2016, Expedien
te 37.492, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
'°2 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de diciembre de 2016, Expedien
te 37.492, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Los contratos estatales en Colombia 319
ten con un otrosí, modificatorio, contrato adicional previo que las avale. La petición
u orden de obras, bienes o servicios adicionales, puede constar en una comunicación,
, correo electrónico, escrito o instrucción. Por el contrario, si las actividades adi
acta703*
cionales se ejecutan sin que medie solicitud u orden de la entidad contratante, quien
incurra en ese comportamiento luego no podrá reclamar por esas obras' 04, servicios o
actividades adicionales tal y como lo señaló el Consejo de Estado705, cuando precisó lo
siguiente:
"La Sala considera que si un proveedor de los dos contratistas conocía y distinguía qué
parte de la obra era contractual y qué parte no, es injustificable que los entonces contratistas,
y ahora demandantes, pretenden mostrar este comportamiento como constitutivo de un enri
quecimiento sin causa, porque lo que se aprecia es un descuido grave y una negligencia en
el manejo de las obligaciones, porque habiendo terminado sus compromisos contractuales
en diciembre, decidieron hacer más cantidades de obra sin contrato, desde luego que con
la esperanza o expectativa de cobrar sin mayores contratiempos, pero en todo caso con
descuido y negligencia en la manera de celebrar los contratos con el Estado, que es lo que
ahora castiga la ley, impidiéndoles recuperar los costos en los que incurrieron".
70J Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
04 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 4 de junio de 2019, Expediente
39.974, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
705 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de diciembre de 2016, Expedien
te 37.492, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
06 El Consejo de Estado, en un caso en el que se reclamaba por el no pago de mayor cantidad de obra,
por la teoría del enriquecimiento sin causa, sostuvo lo siguiente: “dsílas cosas, resulta completamente
claro que el daño cuya “indemnización”pretende la parte adora deviene de una controversia contractual,
presuntamente derivada de la decisión —o mejor— de la negativa del ente demandado a reconocer y
pagar al actor el valor de la mayor cantidad de obra que habría tenido que realizar para la instalación
de “una segunda torre de enfriamiento”, que habría sido necesaria para elfuncionamiento del sistema de
aire acondicionado en la clínica del Seguro Social de Santa Marta, sin que tal negación pueda ni deba
entenderse como un enriquecimiento sin causa, pues tal controversia se derivó de un contrato estatal,
frente al cual debió ejercerse la acción procedente”. Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de
mayo de 2011, Expediente 26.758, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
320 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es, pues, indiscutible que las obras, bienes o servicios adicionales que surgen en la
ejecución de un contrato estatal, en la mayoría de los casos, proviene precisamente de
estudios previos o de pliegos de condiciones deficientes o incompletos que exigen hacer
ajustes y modificaciones contractuales, obviamente, sin perjuicio de los eventos impre
vistos que también son de común ocurrencia. La situación anterior la ha reconocido el
Consejo de Estado710, al señalar lo siguiente:
'07 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
708 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de octubre de 2013, Expediente 23.733, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
7ft? Ibídem.
;l° Sección Tercera, Sentencia de 22 de abril de 2004, Expediente 14.292, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 321
"Y aunque no se desconoce judicialmente que la mayor cantidad de obra puede deberse
o a situaciones imprevistas o a falencias administrativas en ios estudios previos que realizó
y que inciden, negativamente y por defecto, en el valor presupuestado para su ejecución,
tales circunstancias ajenas al contratista, unas inimputables a la Administración (imprevistos)
o imputables a ésta (irregularidad administrativa! no pueden concluir en la determinación de
que el daño sufrido por el contratista no es antijurídico, porque él no está obligado a soportar
detrimento patrimonial y pérdida de utilidad".
Nótese que el precepto legal citado autoriza a las partes para que en el acto liqui-
datorio del contrato estatal'1112
*se hagan los reconocimientos y acuerdos a los que haya
lugar, entre los que naturalmente podrán incluirse aquellos que surjan de las actividades
adicionales o nuevas que la administración solicitó u ordenó ejecutar al contratista. De
este modo, no hay impedimento alguno para que en dicha acta exista un acuerdo ex
preso sobre el reconocimiento y pago de las tareas extras efectuadas por el contratista,
previamente autorizadas por la entidad contratante y recibidas a satisfacción por ella
misma712. El Consejo de Estado713, sobre el particular, sostuvo que: "Resultapertinente
acreditar, como lo ha señalado lajurisprudencia de la Sección Tercera de esta Corporación,
'11 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de junio de 2014, Expediente
26.550, C.P. Enrique Gil Botero.
12 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 4 de junio de 2019, Expediente
39.974, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
’IJ Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de noviembre de 2013, Expediente 23.829, C.P.
Hernán Andradc Rincón.
322 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
para que proceda el reconocimiento y pago de mayores cantidades de obra u obras adicio
nales, que estas hubieren sido previamente autorizadas y recibidas a satisfacción por la
entidad contratante”.
Por otro lado, el Consejo de Estado, en otros casos'14, ha condenado a las entidades
estatales, bajo la teoría del incumplimiento contractual, por la falta de reconocimiento
y pago de obras, bienes o servicios adicionales que no cuentan con el acuerdo contrac
tual y que han sido negados por la administración. Precisamente, la Corporación'15,
expresó lo siguiente:
32. Lo anterior significa que no solamente no se previo en debida forma, cuando ha
debido preverse, la cantidad y calidad de las obras que se requerirían en la ejecución del
contrato, sino que además la entidad demoró la celebración del necesario contrato adicional
que les brindara soporte a las mayores cantidades de obra y obras extras que se requirieron
en la construcción de los polideporiivos, con lo cual el contratista debió, en principio, ejecu
tarlas con cargo a su propio peculio.
33. De tal manera que si por causas ajenas a la voluntad del contratista el contrato adi
cional no se pudo legalizar en tiempo y a pesar de ello ejecutó obras indispensables paro la
correcta ejecución del objeto contractual, sin recibir oportunamente el pago de su valor, en
virtud del principio de la buena fe y la conmutatividad de los contratos, con fundamento en los
cuales surge la equivalencia de las prestaciones entre las partes al momento de celebración
del contrato, que debe ser preservada a lo largo de toda su ejecución, resulta procedente el
reconocimiento de los perjuicios sufridos por el contratista".
En este orden de ideas, las obras, bienes o servicios adicionales, que no son recono
cidos y pagados por administración, a pesar de que fueron solicitados u ordenados por
ella y recibidos a satisfacción, generarán responsabilidad estatal a título de incumpli
miento contractual por las razones expuestas.
Finalmente, creemos que este tipo de eventos deben ventilarse bajo el mecanismo de
control de controversias contractuales y no por las reglas de la reparación directa, pues
por un lado tienen su origen en un contrato estatal, que al final es la fuente principal de
la responsabilidad contractual que se le reclamará a la administración por desatender
sus deberes de solemnizar debidamente una modificación del contrato y por otro lado,
porque el tratamiento jurídico de un contratista que realiza obras, bienes o servicios
adicionales en el marco de un contrato que cumplió debidamente con sus fases de pla
neación, selección y celebración no puede ser igual a aquel que desde un principio de
aparta por completo de la legalidad desde el inicio mismo de la relación que surge con
111 Sección Tercera, Sentencia de 29 de abril de 1999, Expediente 14.855, C.P. Daniel Suárez Hernán
dez; Sentencia de 14 de febrero de 2002, Expediente 13.600, C.P. María Elena Giraldo Gómez;
Subsección “A”, Sentencia de 12 de mayo de 2011, Expediente 26.758, C.P. Mauricio Fajardo Gó
mez y Subsección “B” Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente 20.912, C.P. Danilo Rojas
Betancourth.
15 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente
20.912, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
Los contratos estatales en Colombia 323
la administración. No creemos que resulte jurídicamente válido sostener que una rela
ción jurídica que se inicia como contractual luego se convierta en una extracontractual
simplemente porque una entidad estatal dejó de cumplir con los trámites imperativos
previos de modificación del contrato. En el curso de la ejecución de un negocio estatal,
la administración mantiene unas obligaciones legales que le son atribuibles —entre ellas
las que debe satisfacer si requiere mayores obras, servicios o bienes con la modifica
ción—, cuya desatención compromete la responsabilidad que surge precisamente del
contrato estatal. De este modo, el afectado debe acudir al medio de control de con
troversias contractuales716 en cuyo interior deberá probar que dichas actividades adi
cionales le fueron requeridas por la entidad estatal y que además eran necesarias para
garantizar el cumplimiento efectivo y total del respectivo objeto contractual.
Finalmente, el Consejo de Estado717 condenó a una entidad estatal al pago de
obras adicionales que fueron efectuadas por un contratista, las cuales previamente se
habían incluido en un acta de modificación del contrato que no contaba con el certi
ficado de disponibilidad presupuestal y luego de precisar que las pretensiones debían
resolverse bajo el medio de control de controversias contractuales porque tenían su
fuente en un negocio jurídico, señaló que los trámites presupuéstales no estaban a
cargo de los particulares y que su incumplimiento no podía constituirse en una excusa
para desatender sus obligaciones, entre ellas la de pagar uBestanas obras solicitadas
por la administración.
16 Así lo concluyó recientemente el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9
de abril de 2021, Expediente 50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
17 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
’IS Ariño Sánchez, Rafael. Comentario', a la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Tomo
III, La Gestión del Contrato, Editorial Comares, Granada, 2005, Artículo “Modificaciones de los
Contratos”, p. 807.
324 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Resulta ser un tema de muchísima importancia en nuestros días, pues del contenido
de la Ley 80 de 1993 no se identifica con claridad cuál es la forma que debe adoptar una
modificación del contrato (otrosí, adición, contrato adicional, prórroga) ni mucho me
nos si expresamente está permitida en todos los casos o sólo en algunos719. Tampoco hay
certidumbre sobre los límites de la variación de los contratos estatales y mucho menos,
cuáles son los requisitos que se requieren en cada caso.
Lo primero que debemos precisar es que un contrato estatal sí se puede modificar720.
Y tal posibilidad se prevé con el propósito de garantizar el cumplimiento efectivo y
total de un objeto para atender una necesidad pública de la colectividad. Obviamente,
existen aspectos inalterables en su contenido por razón a los principios que rigen la
contratación estatal que impiden por ejemplo que se varíe sustancialmcntc el objeto, las
condiciones técnicas de las tareas contratadas o la tipología del contrato721. Un ejemplo
explica mejor lo expuesto: si una entidad estatal contrata a un profesional para que le
preste servicios de asesoría jurídica, luego no puede por la vía de una modificación en
tregarle además las facultades para diseñar y construir una obra pública dentro del mis
mo contrato. Nótese que un abogado se puede contratar directamente, mientras que
ello no es posible para seleccionar a contratista de obra pública. En el citado ejemplo, el
simple objeto marca una distancia fundamental en punto a la modalidad de selección
para escoger a un contratista como regla especial derivada del principio de transparen
cia, propio de la contratación estatal.
Ahora bien, las condiciones de ejecución de un contrato estatal pueden variar por
diversas situaciones y ese tipo de eventos pueden aconsejar e incluso imponer la necesi
dad de acordar una modificación del contrato. Así, las dificultades causadas por hechos
externos a las partes contratantes o incluso la ocurrencia de ciertos incumplimientos se
constituyen en fundamentos idóneos para variar la atención y cumplimiento de varias
obligaciones. Es común que aspectos como el plazo, el alcance de las obligaciones, las
condiciones de cumplimiento o el precio deban modificarse en un contrato estatal. Es
normal y es usual. Obviamente, lo anterior no obsta para que la administración deba
motivar debida y fundadamente722 cualquier ajuste que requiera implementar al ne
gocio jurídico. También, será importante no perder de vista que las variaciones tienes
19 Frente a los conceptos de adición, prórroga o renovación de los contratos estatales, ver Colombia
Compra Eficiente, Concepto C-073 de 2021.
20 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2252 de 2015, C.P. Alvaro Namén
Vargas y Concepto 2263 de 2016, C.P. Edgar González López. Ver Consejo de Estado, Sección Ter
cera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente 50.371, C.P. José Roberto Sáchica
Méndez.
?21 Y sobre los límites de las modificaciones a un contrato estatal ver Consejo de Estado, Sala de Consul
ta y Servicio Civil, Concepto 2263 de 2016, C.P. Edgar González López.
22 Colombia Compra Eficiente, Concepto C-718 de 2020.
Los contratos estatales en Colombia 325
límites, unos impuestos por la ley y otros por la misma dinámica de los principios y
reglas contenidas en el estatuto de contratación estatal723.
Adicionalmente, la solemnidad del contrato724 es una premisa que debe atenderse
no solo para la fase inicial de su celebración, sino que debe estar presente de forma pe
rentoria durante las etapas siguientes, con especial importancia en la de ejecución. En
ese sentido, el Consejo de Estado725, aseguró: “(...) —recuérdese que el contrato estatales
solemne,y por lo tanto las prórrogasy adiciones deben constar por escrito— La misma
Corporación726 también anotó: “Lo anterior era lo correcto, toda vez que toda modifica
ción al contrato estatal como el que se estudia, al ser solemne debe efectuarse por escrito, es
decir a través del contrato adicional o en las actas defijación de precios no previstos, como
finalmente lo hicieron las partes”.
Ahora bien, la Ley 80 de 1993 contiene disposiciones que tocan lo concerniente con
la modificación de los contratos estatales. Así, por una parte, el inciso segundo del artí
culo 16 de la citada ley, agrega que ante las modificaciones unilateralmente del contrato
estatal impuestas al contratista que superan el veinte por ciento (20%) o más de su valor
inicial, es procedente que el colaborador de la administración pueda renunciar a su eje
cución y, por otra parte, el inciso segundo del parágrafo del artículo 40 de la Ley 80 de
1993, advierte que los contratos no podrán adicionarse en más del cincuenta por ciento
(50%) de su valor inicial expresado en salarios mínimos legales mensuales. Parecería
entonces que la Ley 80 de 1993 solo se ocupó de regular condiciones de modificación
contractual frente al valor económico del contrato estatal y no respecto a su duración
o tiempo727. Igualmente, al referirse al valor, utiliza dos términos en forma indistinta:
modificación (art. 16) y adición (par. art. 40). Sobre el límite legal anterior, el Consejo
de Estado728, sostuvo:
"La Sala encuentra que la norma demandada sugiere el alcance que la parte aclara su
pone, toda vez que, como lo afirma, el artículo 40 de la Ley 80 de 1993 prohíbe adicionar
los contratos en más de un 50% de su valor inicial, expresado en SA/IÍA4V —excepto tratán
dose del contrato de concesión de obra pública, en cuyo caso el art. 28 de la Ley I 150 fijó
?2i Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
724 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expe
diente 62.246, C.P. Alberto Montaña Plata.
25 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente 47.771, C.P. María
Adriana Marín.
26 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 1 de junio de 2017, Expediente
36.117, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
727 Por su parte, la Ley 1508 de 2012, sí se ocupó de regular lo concerniente a las adiciones y las prórro
gas de los contratos estatales, siendo que las modificaciones al valor se asocian al concepto de adición,
a diferencia de las ampliaciones de tiempo, que se relacionan con la prórroga del contrato (arts. 7,13,
18 y 21).
’2S Sección Tercera, Auto del 27 de mayo de 2009, Expediente 36.054, C.P. Enrique Gil Botero.
326 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
un porcentaje especial y superior al normal—, mientras que el reglamento señala que prodría
adicionarse un contrato de interventoría sin límite en el valor del mismo, teniendo en cuenta,
solamente, la prórroga del contrato sobre el cual se hace la inspección y vigilancia, lo que
permitiría pensar que la adición de este es el parámetro para la adición de la interventoría,
lo cual desconocería que el artículo 40 es el limite natural de las adiciones en valor".
En todo caso, los contratos estatales pueden ser objeto de modificación por diversas
causas (desequilibrio económico del contrato, mayores cantidades de obras, suspensión
de obras, necesidad de disminuir el alcance del objeto del contrato, etc.) y en tales acuer
dos, pueden constar obligaciones originales del contrato modificadas o nuevas729. Con
la expedición de la Ley 80 de 1993, no se definió como tal, como se advirtió, cuál sería el
concepto del documento por el cual se modifica un contrato estatal'30, como sí ocurría
con el Dccrcto-Lcy 222 de 1983. Frente a las modificaciones de un contrato algunos
emplean la frase otrosí, adiciones y otros los llaman contrato adicional731.
La jurisprudencia de la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, se
pronunció acerca de la adición del contrato y el contrato adicional. Así, en una primera
oportunidad732, sostuvo lo siguiente:
"De lo expuesto se colige que son diferentes el contrato adicional y la adición de con
?2? Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2021, Expediente
50.371, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
30 Esa situación la describe el doctor Gustavo Humberto Rodríguez cuando afirma que entre los as
pectos controvertibles de la Ley 80 de 1993 está la ausencia de normas sobre contratos adicionales.
Nuevos Contratos Estatales, Editorial Librería Jurídicas Wilches, Ia edición, Bogotá, 1994, p. 7.
31 La Sección Tercera del Consejo de Estado, frente a contratos estatales sometidos a la Ley 80 de 1993,
ha estudiado los conceptos de adición de contrato y contrato adicional. Véase Sentencia de 22 de
abril de 2004, Expediente 14.292, C.P. María Elena Giraldo Gómez; Sentencia del 15 de julio de
2004, Expediente AP-1164, C.P. María Elena Giraldo Gómez y Subsección “B”, Sentencia de 27 de
marzo de 2014, Expediente 20.912, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
32 Concepto 1128 del 26 de agosto de 1998, C.P. Cesar Hoyos Salazar.
Los contratos estatales en Colombia 327
conexidad con aquel, que se logra mediante la adición del contrato, tanto al objeto para
incluirlos, como al valor para cubrir su costo y, si fuere necesario, al plazo para lograr su
oportuna ejecución".
Esta vez, la Sala asocia el concepto de adición y contrato adicional bajo un mismo
significado, es decir, para advertir que “no resulta legalmente procedente la celebración de
un «contrato adicional», pues en verdad no existe variación o modificación o «adición»
Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1439 del 18 de julio de 2002, C.P.
Susana Montes de Echcvcrry.
328 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, no puede perderse de vista que la modificación contractual, tiene
como límite737 más próximo lo que prevé el objeto del contrato estatal. De tal manera,
que con la modificación de un contrato, no se podrá variar el objeto contractual738,* 36
Consejo de Estado, Subsección “B”, Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente 20.912, C.P.
Danilo Rojas Bctancourth.
?35 Consejo de Estado, Sala de Consultay Servicio Civil, Concepto No. 2.148 de 23 de agosto de 2013,
C.P. (E) William Zambrano Cetina.
36 Como el parágrafo del artículo 40 de la ley 80 de 1993, que se refiere al límite máximo de las adi
ciones en los contratos estatales, o el artículo 16 de la misma ley, según el cual los contratos estatales
pueden ser modificados de común acuerdo por las partes o, en su defecto, de forma unilateral por
la entidad estatal, “mediante la supresión o adición de obras, trabajos, suministros o servicios”. Cita
original del Concepto.
■,7 Respecto de los límites a la modificación de los contratos estatales se puede revisar Consejo de Esta
do, Sala de Consultay Servicio Civil, Concepto 2263 de 2016, C.P. Edgar González López.
’3S Sobre el tema puede consultarse, Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto
1439 del 18 de julio de 2002, C.P. Susana Montes de Echcvcrri.
Los contratos estatales en Colombia 329
7}9 Al respecto puede consultarse el Auto del 16 de marzo de 2005, Expediente 27.921, C.P. Ruth Stella
Correa Palacio, Sección Tercera, Consejo de Estado. En dicha providencia se expresó: En el
presente caso, al apartarse el acuerdo conciliatorio, que se sometió a aprobación judicial, del contrato
de Concesión 0388 de 1997y, por ende, de las condiciones previamente establecidas para la Licitación
Pública No. SCO-LOl-97, las partes no hacían nada distinto que celebrar un nuevo contrato, que
debió haberse sometido a un nuevo proceso licitatorio, siguiendo escrupulosamente las reglasfijadas en
el estatuto de contratación pública, entre ellas las relativas a los principios de transparencia y deselección
objetiva (arts. 23 y 24, Ley 80). En síntesis, la conciliación no se previó para obviar procesos licitatorios
ni tampoco para revivir a través de ese mecanismo contratos terminados” (Negrillas por fuera del texto
original). Ver también Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Pretelt Chaljub, Corte Constitucional.
'40 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente 24.266, C.P. Dani
lo Rojas Betancourth.
’41 Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia del 18 de enero de 2012, Expediente 20.461, C.P. Olga
Valle de De La Hoz.
"í2 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 29 de mayo de 2013, Expediente
27.926, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
330 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Ahora bien, la modificación de los contratos estatales es una acción válida y am
parada por la propia Ley 80 de 1993, pues los incisos segundo y tercero del artículo
40 de la misma autorizan a las partes a celebrar todos los acuerdos que se requieran en
ejercicio de la autonomía de la voluntad y el cumplimiento de las finalidades estatales.
Así, es contrario a la lógica y a la realidad jurídica sostener que los contratos estatales no
se pueden modificar. Los contratos estatales, necesariamente, pueden ser modificados
por las partes, cuando con tales variaciones se busque tutelar los fines de la contratación
estatal (art. 3o, L. 80/93) y los derechos de los contratistas. A la anterior conclusión lle
gó la Corte Constitucional en la Sentencia C-300 de 2012743 y también el Consejo de
Estado'44, quien ha avalado la posibilidad de modificar los contratos estatales.
Entonces, la jurisprudencia reconoce la posibilidad de mutación del contrato es
tatal a instancias de la administración o incluso de los mismos contratistas, pues ello
se justifica en el necesario cumplimiento del objeto y de los fines generales del Estado.
La doctrina extranjera'45, también concluye que los contratos estatales son modifica-
bles, cuando advierte: “La alteración de la eficacia delfim contractual, el riesgo cierto e
inminente que pone en peligro la eficacia de las prestaciones públicas objeto del acuerdo
de voluntades, la alteración de derechos, garantías y principios de imperativa inmediatez
constitucional, autorizan a renegociar o reconvertir el contrato en su caso”. En la misma
dirección, el doctor Juan Carlos Cassagne746, sostiene:
..¡Ahora bien, nada impide, en principio, que la administración y el contratista puedan
acordar la modificación de un contrato administrativo, en la medida en que con ello se pre
serve el cumplimiento de la finalidad de interés público tenida en vista al celebrar el acuerdo
originario de voluntades.*28
M.P.JorgePreteltChaljub.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 3 de mayo de 2013, Expediente
25000232500020020112101 AP, C.P. Stella Conto Díaz Del Castillo; Subsccción “B”, Sentencia de
12 de mayo de 2014, Expediente 27.384, C.P. Ramiro Pazos Guerrero; Subsección “A”, Sentencia de
28 de enero de 2015, Expediente 31.162, C.P. Hernán Andrade Rincón; Subsección “C” Sentencia
de 16 de marzo de 2015, Expediente 30.689, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz; Subsección “C”,
Sentencia de 28 de mayo de 2015, Expediente 36.407, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa;
Subsccción “B”, Sentencia de 29 de agosto de 2016, Expediente 34.288, C.P. Ramiro Pazos Guerrero;
Subsección “B”, Sentencia 14 de diciembre de 2016, Expediente 32.109, C.P. Ramiro Pazos Guerre
ro; Subsección “B”, Sentencia de 1 de junio de 2017, Expediente 36.117, C.P. Ramiro Pazos Guerre
ro; Subsccción “B, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente 41.868, C.P. Alberto Montaña Plata;
Subsección “B”, Sentencia de 4 de junio de 2019, Expediente 39.974, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Ver también Sala de Consulta y Servicios Civil, Conceptos 2252 de 2015, C.P. Alvaro Ñamen Vargas
y 2263 de 2016, C.P. Edgar González López y Sección Tercera, Subsección "A", Sentencia de 4 de
febrero de 2022, Expediente 56.678, C.P. María Adriana Marín.
’45 Dromi, Roberto. Renegociación y reconversión de los contratos públicos. Primera reimpresión, Edicio
nes Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1998, p. 70.
‘i6 Cassagne, Juan Carlos. El Contrato Administrativo. Segunda Edición, Editorial Abeledo Perrot, Bue
nos Aires, mayo de 2005, pp. 119 y 121.
Los contratos estatales en Colombia 331
Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2263 de 2016, C.P. Edgar González López.
’4S Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 1 de junio de 2017, Expediente
36.117, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de noviembre de 2018, Expe
diente 55.230, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
'5® Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de abril de 2016, Expediente
47.331, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
332 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
llamarse adición al contrato751, pues ese es el término empleado por el inciso segundo
del parágrafo del artículo 40752 de la Ley 80 de 1993, cuando preceptúa: “Los contratos
no podrán adicionarse en más del cincuenta por ciento (50%) de su valor inicial, expresado
este en salarios mínimos legales mensuales”. La ley se refiere a la adición al contrato y no
al contrato adicional753, y se reitera para aumentar únicamente su valor. Aquí la acción
autorizada por el citado precepto, es la de adicionar.
Refuerza el criterio anterior la disposición del artículo 28 del Código Civil, en tanto
prevé: “Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso
general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamente
para ciertas materias, se les dará en estas su significado legal”. Entonces, si la Ley 80 de
1993 empleó el término adicionar únicamente para aumentar el valor de un contrato
estatal, es claro que ese será el significado legal que deberá dársele, es decir, subir su
precio, pues la adición no se consagró para variar el objeto del contrato, modificar las
obligaciones o ampliar su plazo sino simplemente, se reitera, para aumentar su valor
económico. Nuestra posición concuerda también con una reciente pauta jurispruden
cial del Consejo de Estado754, en laque se precisó lo siguiente: “En primer lugar, la regla
queformula la Ley 80 de 1993 no es propiamente la de la prorrogabilidad de los contratos,
sino, simplemente, la que admite su adición, pero hasta el 50% de su valor inicial, o como
lo señala elparágrafo del artículo 40 (...)”
En este orden de ideas, los acuerdos modificatorios de los contratos estatales son
totalmente válidos, llámense otrosí, actas, adiciones —en los supuestos explicados—,
contratos adicionales755 o simple modificación contractual. También harían parte de
?51 La Sala de Consulta y Servicio del Consejo de Estado, le dio otro alcance al concepto de adición al
contrato, al señalar: “La Sala en el concepto 2148 del 23 de agosto de 2013, considerando lajurispru
dencia y la doctrina citadas, sostuvo que la adición de los contratos estatales consiste en una modificación
a los mismos para: (i) agregar al objeto inicial del contrato bienes, obras, servicios o actividades no previs
tas inicialmente en dicho objeto, pero queguardan una estrecha relación con el mismo y se requieren para
su debida ejecución y, en últimas, para el logro de lafinalidadperseguida con el contrato, y/o (ii) modi
ficar elprecio del contrato, entendido éste como elprecio global acordado, los precios unitarios, el valor de
los honorarios reconocidos al contratista etc., según la modalidad de remuneración pactada, siempre que
dicho ajuste tenga unfundamento legal, técnico y económico, y no se trate de la simple actualización de los
precios estipulada inicialmenlepor laspartes (cláusulas de actualización o reajuste de valor) adela revi
sión de los mismos por el acaecimiento de hechos sobrevinientes extraordinarios o imprevisibles (teoría de
la imprevisión, hecho del príncipe etc.)”. Concepto No. 1250 de 30 de octubre de 2013, C.P. William
Zambrano Cetina y Concepto 2473 de 16 de febrero de 2022, C.P. Oscar Darío Amaya Navas.
52 El decreto legislativo 537 de 2020 autorizó la modificación del valor de los contratos para atender la
emergencia sanitaria ocasionada por el Covid-19 sin el límite dispuesto en dicho parágrafo.
?5} Término que ya no está vigente a la luz de la ley 80 de 1993.
54 Sección Tercera, Subsección “C" Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expediente 35.853, C.P. Enri
que Gil Botero.
’55
* 52 *Creemos
54 que el concepto de contrato adicional, ya no tiene fundamento legal en la ley 80 de 1993
y es por el contrario, una antaña figura jurídica que estaba contenida en el artículo 58 del derogado
Los contratos estatales en Colombia 333
esos acuerdos los pactos celebrados con la administración para restablecer el equilibrio
económico del contrato756 por algunas de las causales que dan lugar a su alteración757.
Particularmente, no creemos acertado mantener en el lenguaje contractual, el con
cepto de contrato adicional758 —a pesar que la jurisprudencia aún se refiera a él—, pues
dicha figura proviene de la redacción del Decreto-Ley 222 de 1983 —ya derogado— y
tampoco en la Ley 80 de 1993, se advierte la inclusión de tal concepto. Se reitera que
el parágrafo del artículo 40 de la precitada ley, solo se refiere a la adición en el valor del
contrato y no a contrato adicional. Precisamente, la doctrina759 se refiere al asunto para
apuntar lo siguiente: “La ley 80 de 1993 abandonó el concepto de contrato adicional e
introdujo el de «adición de los contratos» sin especificar los elementos sobre los cuales puede
hacerse la adición, mantuvo sí un límite: no más de cincuenta por ciento (50%) de su valor
inicial, expresado en salarios mínimos legales mensuales”.
Por otro lado, la jurisprudencia del Consejo de Estado760, recientemente se refirió
a la modificación de los contratos estatales y en tal sentido señaló que: i) debe constar
previamente por escrito761; ii) debe existir identidad sustancial de la modificación con
el objeto contractual y iii) no puede superar el límite del 50% del valor del contrato762.
Por otro lado, es a la entidad estatal contratante a quien le corresponde valorar la
conveniencia y pertinencia de modificar o incluso adicionar un contrato estatal, pues
aunque en algunos casos resultará procedente, en otros tal vez las circunstancias acon
sejen lo contrario en razón a que de una u otra forma con esa variación se imponen res
Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 28 de abril de 2021, Expediente 53.049, C.P. Martín
Bermúdez Muñoz.
■6'1 Es importante precisar que el juicio de constitucional recayó sobre el artículo 28 de la Ley 1150 de
2007 y no sobre las demás disposiciones de la Ley 80 de 1993.
Los contratos estatales en Colombia 335
(viii) La modificación debe ser excepcional y debe (a) justificarse en razones auto
rizadas por la ley y debidamente probadas y fundamentadas, y (b) no corres
ponder a objetos nuevos; lo contrario crearía incentivos para que las partes se
aprovechen de la alta especificidad de las inversiones que la infraestructura de
manda y de que la relación contractual ya se encuentra formada, para compor
tarse de manera oportunista, es decir, mediante conductas dirigidas a ignorar
los principios de la contratación estatal —como la libre concurrencia y la se
lección objetiva— y, por esta vía, de la función administrativa constitucional
mente consagrados. Por ejemplo, los contratistas, basados en la expectativa de
futuras modificaciones dirigidas al mantenimiento del equilibrio económico
del contrato, pueden estructurar ofertas con precios artificialmente bajos sola
mente con el propósito de lograr la suscripción del acuerdo y una vez obtenida
la posición de contraparte del Estado, presionar la renegociación del negocio
para obtener nuevas ventajas.
(ix) Las concesiones son por naturaleza contratos incompletos, debido a la inca
pacidad que existe de prever y redactar una consecuencia contractual para to
das y cada una de las posibles variables y contingencias que pueden surgir en
el desarrollo del objeto, lo que impone un límite a las cláusulas contractuales
efectivamente redactadas. Por ello adquiere especial relevancia la posibilidad
de renegociar y modificar los contratos con el fin, entre otros, (a) de recuperar
el equilibrio económico, en los eventos en los que se materializan obstáculos
no previsibles, extraordinarios y no imputables al contratista, o (b) de adecuar
la prestación del servicio a las nuevas exigencias de calidad, por ejemplo, desde
el punto de vista tecnológico.
Vistas así las cosas, de acuerdo con la tesis de la Corte Constitucional sentada en la
sentencia trascrita, frente a la modificación de los contratos estatales, se concluyó que:
i) La regla general consiste en que los contratos estatales pueden modificarse en su ob
jeto, obligaciones, precio y plazo, siempre que no alteren los elementos de su esencia o
impliquen la transformación en otro negocio jurídico. Incluso, la modificación del con
trato, puede imponerse por falta al deber de previsión en la estructuración del negocio
jurídico estatal; ii) La modificación contractual debe ser excepcional y fundamentarse
en razones autorizadas en la ley con todos los soportes respectivos, iii) La reforma al
objeto de un contrato debe constaren un contrato adicional765, iv) Las adiciones no son
un nuevo contrato sino ajustes o modificaciones al contrato original, y v) El plazo es un
elemento accidental del contrato que puede ser objeto de modificaciones contractuales.
Nótese que la Corte avaló las modificaciones contractuales cuando estén debidamente
sustentadas en la ley y soportadas por las condiciones particulares y los fines de la contra
ración estatal. De la misma manera, la Corte, diferenció entre las modificaciones contrac
tuales y aquellas reformas al objeto, siendo que en este último caso, aseguró, deben suscri
birse contratos adicionales, es decir, solo cuando se altera o varía el objeto del contrato.
Así, si las modificaciones no implican una intervención del objeto del negocio, no será
procedente la celebración de un contrato adicional, sino de una modificación contractual,
que implicará, se reitera, únicamente una variación del contrato original y no de su objeto.
El típico caso es cuando se adicionan nuevas obligaciones relacionadas con el objeto del
negocio inicial, se aumenta el valor del contrato o se amplía su duración, siendo que tales
ajustes no generan el cambio del objeto y por ende, pueden constar en otrosí u adiciones
contractuales, dependiendo que se aumentó o no en el costo del contrato.
Creemos que dos ejemplos nos demostrarían cómo operarían las modificaciones
contractuales según se afecte o no el objeto de un contrato estatal. Así, si una enti
dad estatal suscribe un contrato de obra pública y se hace necesario aumentar el va
lor del acuerdo porque se requieren mayores cantidades de obra, las partes, podrían
celebrar una adición al contrato original. En los términos de la jurisprudencia de la
Corte Constitucional, ese ajuste no es un nuevo contrato sino una adición que guarda
relación con el objeto contractual. Por el contrario, si en el mismo contrato de obra, se
requiere variar el objeto del contrato celebrado para incluir una obra que no hacía parte
del acuerdo inicial, lo procedente sería la suscripción de un contrato adicional, donde
consten las condiciones de la inclusión de esa nueva obligación que sin dudas, reforma
el objeto de lo acordado inicialmente.
Por otro lado, cualquier modificación contractual, necesariamente, deberá estar pre
cedida de los siguientes requisitos, a saber. I) Estudios previos que sustenten la modifi
cación y en la que se incluyan todas las consideraciones jurídicas, económicas, financie
ras, comerciales, técnicas y de todo orden sobre los aspectos que se van a modificar del
contrato estatal original, ii) Contar con las autorizaciones para modificar el respectivo
contrato. Para el efecto, será indispensable verificar si las autorizaciones para celebrar
los contratos iniciales están restringidas solo para la suscripción del inicial o si, por el
contrario, son facultades abiertas, pues en este último caso, no será obligatorio contar
con nuevas autorizaciones; iii) Asegurar las disponibilidades presupuéstales o el com
promiso de vigencias futuras, en aquellos casos donde la modificación contractual im
plique la asunción de erogaciones para el presupuesto público respectivo; iv) Modificar
las garantías otorgadas cuando sea pertinente; v) Publicar las modificaciones contrac
tuales, y vi) cualquier otro requisito, trámite o autorización que en forma especial exija
el ordenamiento jurídico. El Consejo de Estado'66, sobre dicho particular, advirtió lo
siguiente:
,'6é Sección Tercera, Sentencia de 18 de febrero de 2010, Expediente 15.596, C.P. (E) Mauricio Fajardo
Gómez.
338 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
"De conformidad con las normas transcritas, respecto de los contratos estatales no es
posible afirmar que con el simple consentimiento de las partes puedan ser perfeccionados,
de lo cual se colige, de manera directa, que la modificación de los mismos, consistente en
adición de obras, valor y período para la ejecución, también debe constar por escrito para
que puedan alcanzar eficacia, existencia y validez. Esto último, en cuanto que la modifica
ción respecto de un acuerdo que consta por escrito debe surtir el mismo proceso que se dio
para su constitución, dado que el acuerdo modificatorio está tomando el lugar del acuerdo
originario y la solemnidad que se predica legalmente del segundo ha de ser exigida para el
reconocimiento de eficacia, existencia y validez del primero".
Otro asunto que se debe precisar como lo hizo el Consejo de Estado, consiste en que
cualquier modificación a un contrato estatal es un asunto que solo le corresponde de
finirlo a la respectiva entidad estatal competente, sin que el contratista pueda imponer
esa variación en forma unilateral. En ese sentido, la corporación'67, sostuvo:
"La necesidad de adicionar un contrato, de que trata la citada disposición, no correspon
de determinarla a los contratistas en forma unilateral, sino a la administración en cumplimiento
de las funciones y competencias que le han sido asignadas y persiguiendo los fines de la
contratación y será ella quien debe evaluar en cada caso si con determinado contrato se
cumplieron o se cumplirán o no se están cumpliendo o se requiere de más tiempo y recursos
para cumplirse el mismo. De esa evaluación que se haga por parte de los servidores públicos
encargados de la contratación depende si es necesario o no, conveniente o no, celebrar un
contrato o modificarlo o prorrogarlo o en fin adicionarlo, de manera que no está al arbitrio
o librado a la sola voluntad o criterio de las personas que colaboran con la administración
en su rol de contratistas”.
De esta forma, queda claro que la necesidad o conveniencia de modificar las con
diciones iniciales pactadas en un contrato estatal es un asunto que solo le concierne a
la administración, sin perjuicio que sea el contratista quien lo solicite y sustente para la
correspondiente evaluación de la entidad estatal.
De otra parte, otro límite que existe actualmente para modificar un contrato esta
tal —adicional a la prohibición de modificar el objeto contractual—, está referido al
aumento del valor económico del negocio jurídico en más del 50% de su valor inicial
expresado en salarios mínimos legales mensuales, restricción que opera para todos los
contratos' 68, salvo que se trate de reformas contractuales que se refieran a los siguientes
casos: i) Las prórrogas autorizadas por el artículo 28 de la ley 1150 de 2007"69; ii) Las
’67 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia del 22 de junio de 2011, Expediente
18.169, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
68 En ese sentido, el Consejo de Estado, sostuvo: “Además, tal reclamación resultaba improcedente, dado
que no identificó nuevas cantidades de obra y que, por otra parte, una segunda negociación de ajustes y
adiciones hubiera resultado ilegal, en tanto superaba el límite del 50% referido en el artículo 40 de la Ley
80 de 1993”. Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de abril de 2018, Expediente 54.590,
C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expe
diente 35.853, C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 339
770 Ver Corte Constitucional, Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Pretelt Chaljub.
771 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expe
diente 35.853, C.P. Enrique Gil Botero.
/72 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 14 de abril de 2010, Expediente 36.054, C.P. Enri
que Gil Botero.
775 En este punto, la doctrina, afirma: “Asilas cosas, en tratándose de prórrogas en tiempo de contratos de
interventoría en razón a la prórroga del contrato vigilado, no se estáfrente a una adición de contrato y,
por tanto, a esta situación no le resultaría aplicable en principio el límite a la adición de contratos esta
blecido en elparágrafo del articulo 40 de la ley 80 de 1993". Estudios de derecho contractual público,
Gonzalo Suárez Beltrán, Páginas 274 y 275, Primera Edición, 2014, Editorial Legis, Bogotá.
774 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expe
diente 35.853, C.P. Enrique Gil Botero.
75 Concepto C-073 de 2021.
340 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
776 Distinto ocurre en materia de contratos de APP, pues en esos casos, la Ley 1508 de 2012, sí prevé
algunas definiciones y limitaciones.
777 Colombia Compra Eficiente, frente a este punto, conceptuó lo siguiente: “El Estatuto General de
Contratación de la Administración Pública no impuso un limite para la ampliación del plazo del con
trato estatal, aunque con fundamento en el principio de responsabilidad los servidores públicos están
obligados a vigilar la correcta ejecución del contrato y ajustificar adecuadamente la adición en términos
de estos”. Respuesta a Derecho de Petición 2014EE0101950 del 1 de agosto de 2014, Subdirccción de
Gestión Contractual. Ver también Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B", Sentencia de
18 de noviembre de 2021, Expediente 61.641, C.P. Alberto Montaña Plata.
”s Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 28 de enero de 2015, Expediente
31.162, C.P. Hernán Andrade Rincón. Ver también Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección
“B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expediente 61.641, C.P. Alberto Montaña Plata.
Salvamento de Voto de Olga Mélida Valle de De La Hoz a la Sentencia de 20 de octubre de 2014,
Expediente 35.853, C.P. Enrique Gil Botero, Sección Tercera, Subsección “C”.
80 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 29 de agosto de 2013, Expediente 24.698, C.P. Da
nilo Rojas Betancourth; Subsección “B”, Sentencia de 29 de abril de 2015, Expediente 28.205, C.P.
Ramiro Pazos Guerrero y Subsección “B”, Sentencia de 1 de junio de 2017, Expediente 36.117, C.P.
Ramiro Pazos Guerrero.
Los contratos estatales en Colombia 341
En todo caso, las ampliaciones del plazo no requieren de las mismas formalidades
para modificar el objeto del contrato, pues aquí solo será necesario: i) La suscripción
del documento contractual de prórroga respectivo, que deberá indicar las razones que
sustentan esa decisión y los efectos de esas ampliación786, ii) La obligación de realizar
los ajustes que sean necesarios a las garantías otorgadas, iii) Ordenar la publicación de
dicho acuerdo, y iv) Regular cualquier otro asunto que sea concerniente con dicha am
pliación contractual.
Otro asunto será la responsabilidad que eventualmente se pueda derivar para alguna
de las partes de la relación contractual pública (por ejemplo la mayor permanencia en
obra), con ocasión a la ampliación del plazo inicial del contrato, lo cual será resuelto a
la luz de la responsabilidad contractual respectiva o la teoría de la ecuación económica
y financiera del contrato estatal, una vez se examinen las circunstancias particulares del
caso.
De otro lado, no será procedente prorrogar o modificar el plazo de ejecución de un
contrato estatal, cuando este ya se encuentra vencido, habida cuenta que la vigencia del
negocio jurídico es requisito sin el cual no será viable acordar una ampliación contrac
tual. Así lo ha señalado la jurisprudencia del Consejo de Estado787.
Por último, es preciso advertir, como ya lo hizo el Consejo de Estado, que las comu
nicaciones que remitan las entidades estatales a sus contratistas en las que informen que
no tienen la voluntad de prorrogar la duración de un contrato estatal no son actos ad
ministrativos ni constituyen el ejercicio de una potestad excepcional. La jurisprudencia
ha sido clara en señalar que una simple comunicación o carta de la entidad no hace las
veces de la modificación del contrato así sea para ampliar su duración788. En efecto, la
corporación789, aseguró: “(...) la Sala aprecia que la decisión de una entidad estatal o de
un particular de abstenerse de prorrogar un contrato no constituye bajo circunstancia algu
na el ejercicio de un poder exorbitante, todo lo contrario, tiene sus raíces en la autonomía
como principio de las relaciones contractuales que se establecen entre los múltiples y diversos
sujetos de derechos tanto de naturaleza pública como privada”.
's<’ Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 18 de febrero de 2010, Expediente 15.596, C.P. (E)
Mauricio Fajardo Gómez.
787 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente 26.549, C.P. Hernán
Andrade Rincón y Subsección “C”, Sentencia de 6 de mayo de 2015, Expediente 35.766, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
788 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de febrero de 2015, Expediente
33.395, C.P. Hernán Andrade Rincón y Subsección “A” Sentencia de 12 de marzo de 2015, Expe
diente 32.799, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
'8? Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
25.390, C.P. Danilo Rojas Bctancourt.
Los contratos estatales en Colombia 343
Otro aspecto que está vedado a las partes en una relación contractual consiste en
pactar las denominadas prórrogas automáticas pues esa opción es contraria a las normas
de orden público que rigen la actividad contractual de la administración790. El Consejo
de Estado791, sobre dichas ampliaciones automáticas, aseguró lo siguiente: “Esto signi
fica que un contrato de prestación de servicios, de obra, de consultoría, de suministro, o
cualquier otro, no sepuedeprorrogar automática, porque de hacerlo se vulneran las normas
especiales que rigen la contratación pública, en particular: la selección objetiva y la norma-
tividadpresupuestal”.
Pese a lo anterior, recientemente, una Subsección de la Sección Tercera del Consejo
de Estado792, concluyó lo contrario al punto de asegurar lo siguiente: “Comoprimera
medida, a diferencia délo dispuesto en el Decreto 222 de 1983 que en su artículo 58 prohi
bía expresamente las prórrogas automáticas de los contratos estatales, la Ley 80 de 1993 no
prevé dicha disposición, ni tampoco la establece en el artículo 44 como causal de nulidad”
De este modo creemos que serán las condiciones particulares de un contrato estatal las
que indicarán si se respetaron o no los principios de la contratación estatal con el pacto
de una cláusula de este tipo y si se ajusta a las necesidades específicas del proceso de
contratación.
Finalmente, es oportuno advertir, como lo hizo el Consejo de Estado, que la prórro
ga o ampliación de la duración de un contrato estatal es un asunto que solo le correspon
de definirlo a la respectiva entidad estatal competente, sin que el contratista pueda im
poner esa variación en forma unilateral. En ese sentido, la corporación793, sostuvo: “De
esa evaluación que se haga porparte de los servidores públicos encargados de la contratación
depende si es necesario o no, conveniente o no, celebrar un contrato o modificarlo o prorro
garlo o enfin adicionarlo, de manera que no está al arbitrio o librado a la sola voluntad o
criterio de las personas que colaboran con la administración en su rol de contratistas”.
De esta forma, queda claro que la necesidad o conveniencia de modificar las condi
ciones iniciales pactadas del plazo en un contrato estatal es un asunto que solo le con
cierne a la administración, sin perjuicio que sea el contratista quien lo solicite y sustente
para la correspondiente evaluación de la entidad estatal.
790 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 1 de octubre de 2014, Expediente
28.032, C.P. Hernán Andrade Rincón; Subsección “C, Sentencia de 3 de junio de 2015, Expediente
33.953, C.P. Olga Mclida Valle de De La Hoz; Subsccción “C”, Sentencia de 16 de mayo de 2016,
Expediente 41.220, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección “B”, Sentencia de 30 de
noviembre de 2017, Expediente 40.876, C.P. Ramiro Pazos Guerrero y Subsección “C”, Sentencia de
5 de marzo de 2021, Expediente 62.250, C.P. Nicolás Yepes Corrales.
791 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expedien
te 35.853, C.P. Enrique Gil Botero.
792 Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expediente 60.581, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 22 de junio de 2011, Expediente
18.169, C.P. Ruth Stclla Correa Palacio.
344 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
En esta obra se analiza cómo opera la etapa de planeación de los contratos estatales
y concretamente se estudia el proceso de estructuración del mecanismo de escogencia
del contratista. La administración tiene el deber, por regla general, de diseñar, elaborar
y publicar la minuta del futuro contrato administrativo (licitación pública, selección
abreviada y concurso de méritos).
Ahora bien, las circunstancias que rodearon la elaboración de esa minuta inicial del
negocio, pueden variar y por ende aconsejar e incluso imponer modificaciones a su tex
to inicial. Así, piénsese que se exija en la minuta, una garantía con compañía de seguros,
que más tarde es imposible obtener y la solución podría ser autorizar el otorgamiento
de otra modalidad de garantía. Otra situación sería cuando la administración, se com
prometió a entregar unos estudios en determinado plazo que se incluyó en el proyecto
de contrato, pero por razones de último momento y atribuibles a un tercero, se hace
necesario ampliar ese término. En fin, pueden ser muchas las situaciones sobrevinientes
que habiliten a las partes a variar ese modelo de contrato ya impuesto y aceptado previa
mente. El Consejo de Estado794, sobre la materia, aseguró:
"Dicho en otras palabras, la regla general es que adjudicatario y entidad se sometan
a lo dispuesto en el pliego de condiciones, incluso respecto del contenido del contrato que
han de celebrar, porque el mismo rige no sólo el procedimiento de selección del contratista,
sino también los elementos del contrato que ha de celebrarse. Sin embargo, es posible que,
con posterioridad a la adjudicación del contrato, se presenten situaciones sobrevinientes,
que hagan necesaria la modificación de las cláusulas del contrato, definidas en el pliego.
En estos eventos las partes podrían modificar el contenido del contrato, predeterminado en
el pliego, siempre que se pruebe la existencia del hecho o acto sobreviniente, que el mismo
no sea imputable a las partes y que la modificación no resulte violatoria de los principios
que rigen la licitación, ni los derechos generados en favor de la entidad y el adjudicatario".
Sección Tercera, Sentencia del 29 de enero de 2004, Expediente 10.779, C.P. Alier Hernández
Enríquez.
'95 Según el Diccionario de la Lengua Española, se entiende como la acción venida repentina o imprevis
ta. Vigésima Segunda Edición.
Los contratos estatales en Colombia 345
En este orden de ideas, ciertos eventos pueden sustentar el cambio de la minuta del
contrato publicada en el pliego de condiciones tales como las observaciones que hacen
los interesados durante el proceso c incluso por consensos que se logren aún después de
producirse la adjudicación, pero siempre teniendo como límite la variación de su objeto
o de las reglas del proceso de selección que no podrán modificarse.
Por último, las entidades estatales deben ser sumamente cuidadosas a la hora de al
terar la minuta de un contrato estatal, dado que no se puede acudir a la modificación,
como un mecanismo para suplir las deficiencias derivadas de la estructuración del pro
ceso de selección, aunque en todo caso, como lo ha sostenido la jurisprudencia de la
Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 17 de marzo de 2021, Expediente 41.752, C.P. Alberto
Montaña Plata.
346 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La regla general consiste en que los contratos estatales deben ser ejecutados por
aquellas personas que han resultado elegidas para contratar con la administración, lue
go de agotar un proceso de selección en razón a las condiciones particulares de un con
tratista —intuito presonae—, sin embargo, diversas razones pueden aconsejar e incluso
imponer el cambio de contratista, por la vía de la cesión contractual. Así, por ejemplo,
el artículo 9 de la Ley 80 de 1993 enseña que si se presenta una inhabilidad sobrevinien-
te, el contratista deberá ceder el contrato —aquí la cesión es impuesta por la ley—, o
,97 Corte Constitucional, Sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
798 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 25 de mayo de 2012, Expediente
20.630, C.P. Stella Conto Díaz Del Castillo y Subsección “C” Sentencia de 10 de septiembre de
2014, Expediente 28.875, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 10 de septiembre de 2014, Expediente 28.875, C.P.
Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 347
habrá otros casos donde la situación así lo aconsejará. Piénsese, por ejemplo, que en la
ejecución de un negocio jurídico estatal, se presentan circunstancias que imposibilitan
su continuación por dificultades comerciales, administrativas, financieras, operativas
o logísticas a cargo del contratista y este propone ceder el contrato a un tercero, que
sí pueda solucionar esas dificultades y llevar a buen término el objeto contractual. No
puede perderse de vista, cuál es la finalidad insertada en todo contrato estatal, que es
la continua y eficiente prestación de servicios públicos y la satisfacción de necesidades
colectivas.
Es pues en la línea anterior que la Ley 80 de 1993, autoriza ceder un contrato esta
tal a un tercero. El interrogante que se genera a la hora de establecer la legalidad de la
cesión es, en relación con la posible afectación de las reglas de los procesos de selección,
las cuales no se aplicarían en este caso, pues aquí simplemente hay un cambio de posi
ción contractual y no la escogencia de un nuevo contratista800. Al respecto, el profesor
Ernesto García-Tervijano Garnica801, advierte lo siguiente:
"Si se admite la figura de la cesión del contrato ¡como sí acontece en la actualidadl en
el sentido de la posibilidad de 'rasmitir un contrato de manera unitaria (o mejor la posición
contractual) en favor de un tercero (que de esta manera pasa a ocupar en bloque la posición
jurídica del contratista originario! con rigor ya no cabría hablar de nueva adjudicación, pues
—se insiste— | el contrato subsistiría como tal con la única sustitución de una de las partes
contratantes, que de esta manera deberá realizar exactamente en los mismos términos las
prestaciones a las que se obligó el contratista originario, a través del contrato que se cede.
Se respeta completamente, por tanto, la oferta que en su día formuló quien finalmente resultó
contratista originario (resultado del procedimiento selectivo correspondiente y con respeto ai
principio de licitación pública".
Otro interrogante que surge es que si el contrato estatal es intuito personae, ¿cuál es
la razón para permitir su cesión a un tercero? La respuesta, también la da la doctrina802,
al asegurar:
"Así las cosas debe comenzar rechazando cualquier identificación automática entre el
contrato administrativo y la derivación del mismo de conductas o actividades de realización
o ejecución personalismo para el contratista, y de ahí la necesaria matización de su califi
cación de celebrado intuito personae. En este sentido, el contrato celebrado intuito personae
implica, como para contratar con la persona determinada se tuvo en cuenta su calidad y cir
cunstancias (art. 1161 del Códgo Civil), sólo él puede efectivamente cumplir la obligación
asumida, sin que quepa que un tercero pueda cumplirla en su lugar, pues el acreedor no vería
en tal caso satisfecho su interés en el contrato. (...).
Nuevamente en este aspecto —de manera similar a lo expuesto ya en relación con cali
ficación del plazo como esencial en los contratos administrativos— la realidad práctica y la
800 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente
46.311, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
801 La cesión del contrato administrativo. La subcontratación. Primera Edición, Editorial Civitas, Madrid,
1997, pp. 20 y 21.
802 Ibídem, pp. 27 y 28.
348 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
regulación positiva ponen de manifiesto que precisamente lo normal es que las prestaciones
que asume el contratista no necesariamente tienen que ser cumplidas personal o directamente
por él, pues carecen de la referida condición de prestaciones de carácter personalismo.
(...) aunque el contratista es el único que puede cumplir a las prestaciones a las que se ha
obligado como consecuencia de la referida calificación del contrato como intuito personae,
sin embargo, al autorizar la administración la cesión de la misma, está superando dicha
condición y, en definitiva, está admitiendo que un tercero (el cesionario), pase a ocupar la
posición del contratista-cedente, y con ello dé cumplimiento a las prestaciones que asumió
originariamente
803 Sección Tercera, Auto del 7 de febrero de 2002, Expediente 21.845, C.P. Alier Hernández Enríquez.
8<M Sala de Casación Civil y Agraria, Sentencia del 24 de julio de 2012, Expediente 110131030261998-
21524-01, M.P. Fernando Giraldo Gutiérrez.
805 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 10 de septiembre de 2014, Expe
diente 28.875, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa. Ver también Consejo de Estado, Sección
Los contratos estatales en Colombia 349
Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente 46.311, C.P. José Roberto
Sáchica Méndez.
806 En esc sentido, aseguró: "Yes que es tan importante la característica de los contratos estatales consistente
en que son catalogados “intuilu persenae”, que la entidad contratante debe observar, bajo su potestad
discrecional pero objetiva, teniendo en cuenta o el estudio de conveniencia de la obra, los pliegos de con
diciones o disposiciones que lo regule o reglamente, que el tercero, quien ostente la nueva posición contrac
tual, cumpla con el objeto del contrato, por cuanto se encuentra de por medio el interés general”. Sección
Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 16de marzo de 2015, Expediente 31.619, C.P. Jaime Orlando
Santofimio Gamboa.
807 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente
46.311, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
81)8 Ernesto García Trevijano Garnica, asegura: "El contrato de cesión se negocia y suscribe exclusivamente
entre estos, quepactarán lo que crean conveniente (precio, compensaciones, etc.) pactos en los que no tiene
una participación activa la administración, a la que únicamente le compete aceptar o no la cesión que se
le propone) ” Op. cit., pp. 54 y 5 5.
809 La doctrina, agrega en este punto: “La autorización se configura así como un requisito de perfecciona
miento del contrato de cesión, contrato que, sin embargo, tiene naturaleza bilateral, pues se celebra —con
la concurrencia del referido requisito (la autorización)— exclusivamente entre el cedentey el cesionario”.
Ibídem, p. 55.
810 Esa misma conclusión la comparte Juan Miguel De La Cuétara Martínez, en la obra Op. cit., p. 1159.
811 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
20.341, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
350 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
un tercero que asume los derechos y obligaciones, sin que haya cambio o modificación
en el contenido del contrato cedido812.
El contrato de cesión debe contener los requisitos esenciales de todo acto jurídico
bilateral y en él deberán constar: i) Los nombres de las personas que participan del
acuerdo, sus identificaciones y autorizaciones para suscribir el contrato, ii) La identifi
cación expresa del contrato cedido, incluyendo la discriminación del proceso de selec
ción del que resultó dicho acuerdo, iii) La inclusión expresa de la autorización emitida
por la administración para cederlo, incluyendo la relación de los trámites administra
tivos efectuados con esos efectos, iv) La determinación de las obligaciones que se ori
ginarán en el marco de la relación entre el cedente (contratista original) y el cesionario
(nuevo contratista). Entre ellos surgen obligaciones que perfectamente pueden incluir
el régimen de responsabilidad anterior, actual y futura sobre eventos relacionados con el
contrato estatal cedido y cómo se enfrentan ciertas situaciones, como por ejemplo, mul
tas, sanciones, pagos, etc. Igualmente, pueden pactar garantías entre el cedente y el ce
sionario, pero siempre bajo la égida que esos acuerdos no vinculan a la administración,
pues tal y como lo sostiene la doctrina813: “El conjunto depactos que conformen el contra
to mismo de cesión tienen un alcance limitado a las partes contratantes, de tal manera que,
sin perjuicio de lo que a continuación se expone, los concretos términos en los que se haya
negociado o suscrito dicho contrato son estrictamente ajenos a la administración y por tanto
al contrato base”, v) se podrán regular reconocimientos económicos y compensaciones
entre las partes, vi) la indicación expresa que la cesión se hará en forma pura, es decir,
no podrá quedar sometida a condicionamientos distintos a su aprobación por parte
de la administración, pues una vez se cumpla dicho requisito de perfeccionamiento, el
acuerdo surtirá plenos efectos jurídicos, y vii) Los demás aspectos que sean pertinentes
en la negociación.
Por último, resulta relevante una interesante precisión efectuada por la doctrina814,
en cuanto al límite815 que tiene la administración para pronunciarse frente a las condi
ciones del negocio jurídico particular de la cesión entre sus celebrantes. En efecto, se
advierte lo siguiente:
"La causa y los motivos de la cesión, la razón por la cual se firma el contrato, es algo
ajeno a la administración. No íe incumbe la razón por la cual el cedente y cesionario en
tienden que la cesión les conviene a ambos y por ello acuerdan proceder a su realización.
Tanto los aspectos objetivos de la causa, como los motivos, subjetivos, de la operación, esto
es, los ideas y pensamientos que mueven la autonomía de la voluntad de un particular, son
812 Sala de Casación Civil y Agraria, Sentencia del 24 de julio de 2012, Expediente 110131030261998-
21524-01, M.P. Fernando Giraldo. Gutiérrez.
813 Ibídem, p. 81.
814 De La Cuétara Martínez, Op. cit., pp. 1159 y 1161.
815 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 16 de marzo de 2015, Expediente
31.619, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 351
algo ajeno a la administración, lo que preocupa es, en primer lugar, la intención manifestada
de proceder a la cesión; en segundo lugar, los efectos de esta operación sobre los intereses
generales que custodia, plasmados en el contrato que se pretende ceder; y por último, el
momento y la efectividad de la cesión, concretado en la escritura pública que le da forma".
(...) En primer lugar, se trata de autorizaciones de carácter discrecional, no reglado, lo
cual significa que la administración, a la hora de concederlas o denegarlas, no sólo puede
y debe indagar si el cesionario tiene la capacidad formalmente adecuada para ejecutar el
contrato, sino otras circunstancias de distinta naturaleza, técnica, económica o simplemente
de oportunidad".
Una vez se aprueba la cesión contractual, ¿cómo queda la relación jurídica entre la
entidad contratante (cedido) y el cedente (contratista original), es decir, si este último
desaparece del vínculo obligacional creado en el contrato cedido o si por el contrario,
siguen vigentes algunas obligaciones aún después de suscrita y aceptada la cesión por
la administración? En este punto, se comparte la posición de la doctrina816817 , cuando al
referirse a este tema, manifiesta:
"En cuanto a las relaciones entre el cedido fadministración contratante/ y el cedente {el
contratista originario/ tales relaciones cesan en el momento en el que se produce la cesión,
instante a partir del cual la administración no podrá reclamar nada del contratista originario
ni viceversa.
La sustitución del cedente por el cesionario se produce en bloque, en relación con el
conjunto de derechos y obligaciones dimanentes del contrato, incluso respecto a hechos pro
ducidos antes de la cesión y cuyos efectos nacen o se prolongan tras la cesión del contrato.
En realidad es como si no hubiera ocurrido, de tal manera que el contrato base mantiene in
alterada su existencia jurídica con la sola sustitución de la persona concreta en modo alguno
se verán alterados como consecuencia de tal cambio, ni hacia el pasado no hacia el futuro".
De este modo, las entidades estatales, deben tener absolutamente claro al igual que
los contratantes de la cesión, que al avalar por un lado y celebrar, por el otro, la cesión
del contrato estatal, con esa operación jurídica, se produce de inmediato un verdadero
traslado integral de todos los derechos y obligaciones surgidas del contrato original81',
que opera en doble vía, es decir, ni el cedido —entidad—, ni el cedente —contratista
original—, podrán reclamarse al otro, nada en torno al pasado, presente o futuro del
negocio cedido, pues una vez perfeccionada la cesión, hay una sustitución universal del
contratista y por ende, el cedente, desaparecerá de la relación contractual. Lo anterior,
operará por regla general, salvo en el caso que la administración, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 893 del Código de Comercio818 —aplicable a la cesión por dis
posición del artículo 13 de la Ley 80 de 1993—, se reserve expresamente y por escrito el
derecho de exigir al cedente el cumplimiento de las obligaciones contractuales, en cuyo
caso, así deberá indicarlo en el acto o comunicación por el cual acepta la cesión que se le
ha propuesto, pues en caso contrario —si no lo advierte o guarda silencio sobre ello—,
el cedente quedará totalmente liberado de satisfacer cualquier obligación que surja de la
relación contractual, como acertadamente lo sostuvo el Consejo de Estado819.
Otro asunto será el negocio interno entre el cedente y cesionario, pues estos podrán
regular condiciones especiales de responsabilidad entre ellos dependiendo del momen
to en que intervinieron en la relación contractual.
Los maestros García de Enterría y Tomás Ramón Fernández820, comparten las con
clusiones anteriores, pues en el mismo sentido, anotan: “La cesión del contrato implica la
sustitución de la personas del contratista a todos los efectos, deforma que el cesionario queda
subrogado en todos los derechos y obligaciones que correspondían al cedente".
El Consejo de Estado821 comparte la conclusión anterior y por ende, la opinión del
profesor García Trevijano, en cuanto a que la cesión del contrato estatal, una vez que
da aprobada, implica la sustitución definitiva y universal de la posición del cedente822,
cuando sostuvo: “de este modo, resulta claro que la cesión del contrato produce la sustitu
ción en bloque del cesionario en la posición contractual que ocupaba el cedente”. Lo ante
rior, se reitera, no operará cuando las entidades estatales se reserven el derecho de no
liberar de responsabilidad al cedente, de acuerdo con el mandato del artículo 893 del
Código de Comercio.
La Corte Suprema de Justicia, también ha concluido que una vez se produce la ce
sión de un contrato, el cedente, se libera de las obligaciones que tenía con su contratante
818 “Artículo 893. Si el contratante cedido hace la reserva de no liberar al cedente, al autorizar o aceptar la
cesión o al serle notificada, en el caso de que no la haya consentido previamente, podrá exigir del ce-
dente el cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato cuando el cesionario no las cumpla,
pero deberá poner el incumplimiento en conocimiento del cedente dentro de los diez días siguientes
a la mora del deudor. Lo dispuesto en este artículo no se aplicará a los casos en que la ley autorice la
cesión sin previa aceptación o notificación”.
8I? Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
20.341, C.P. Carlos Alberto Zatnbrano Barrera.
820 García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás Ramón. Curso de Derecho Administrativo. Tomo I,
Editorial Civitas, Undécima Edición, Tomo II, Madrid, 2002, p. 769.
821 Sección Tercera, Auto del 3 de marzo de 2005, Expediente 23.875, C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
En esta providencia, la corporación, cita expresamente la misma obra del doctor Ernesto García-
Trevijano Garnica, en la nota a pie de página 3.
822 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente
46.311, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Los contratos estatales en Colombia 353
—quienes deberán ser cumplidas por el cesionario—, al igual que sus derechos le son
trasmitidos al cesionario. Al respecto, la Corte823, sostuvo:
"Esta corporación, refiriéndose a dicho aspecto sostuvo que “(...] El tercero cesionario
Fíjese entonces que según el autor citado, dependiendo del proceso de escogen
cia del contratista que le dio vida al contrato que se pretende ceder, es que dependerá
si la administración, debe actuar de una u otra manera, es decir, en forma reglada o
discrecional.
Aquí, por el contrario, se cree que la decisión de aceptar o no una cesión de un
contrato estatal, es de carácter discrecional, pues si bien es cierto que la administración,
evaluará las condiciones objetivas de capacidad del cesionario, también lo es que deberá
analizar la conveniencia y pertinencia de ese cambio de contratista a la luz de los fines de
la contratación estatal. Las circunstancias concretas que originan la solicitud de acepta
ción de la cesión, pesarán mucho a la hora de definir sobre su procedencia. En este as
S2J Sala de Casación Civil y Agraria, Sentencia del 24 de julio de 2012, Expediente 110131030261998-
21524-01, M.P. Fernando Giraldo. Gutiérrez.
824 Trcvijano Garnica, Op. cit., p. 66.
354 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
pecto, por lo tanto, se comparte la tesis del profesor Juan Miguel Cuétara Martínez82’,
quien anota: “En primer lugar, se trata de autorizaciones de carácter discrecional, no re
glado, lo cual significa que la administración, a la hora de concederlas o denegarlas, no
solo puede y debe indagar si el cesionario tiene la capacidadformalmente adecuada para
ejecutar el contrato, sino otras circunstancias de distinta naturaleza, técnica, económica o
simplemente de oportunidad”.
828 Sala de Casación Civil y Agraria, Sentencia del 24 de julio de 2012, Expediente 110131030261998-
21524-01, M.P. Fernando Giraldo Gutiérrez.
82? La cesión de contratos estatales, es una modalidad especial en que por disposición legal, se prohíbe
salvo que haya autorización previa y por escrito de la entidad estatal.
356 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
ceder, pues este es un asunto que solo le concierne a la entidad como tal y además así lo
prevé el inciso tercero del artículo 41 de la Ley 80 de 1993 —solo le concierne a la en
tidad—, pues es a ella a quien le corresponde establecer dos aspectos que son esenciales
para aprobar la cesión, esto es, por un lado, con la evaluación objetiva de las calidades
de quien desea ser el cesionario (requisitos habilitantes, registro de proponentes, in
habilidades, etc.)830 y por otro lado, con el análisis de la conveniencia que hará sobre
si los fines de la contratación se satisfacen con el aval administrativo para la cesión del
negocio jurídico estatal, dependiendo del proceso de selección que se haya evacuado y
del cual se deriva el contrato estatal que se quiere ceder.
Es más, no se ve impedimento alguno para que la administración autorice una ce
sión de un contrato estatal, ante eventos de multas o incumplimientos atribuiblcs al
actual contratista, pues en muchos casos, la cesión puede ser el vehículo para corregir
esas situaciones irregularidades y llevar a buen término la ejecución correcta y defini
tiva del contrato. Tampoco, la Ley 80 de 1993, prohíbe aceptar cesiones de contratos,
cuando se presenten incumplimientos o situaciones similares, pues una de las medidas
que válidamente pueden emplear las entidades estatales para salvaguardar los intereses
públicos, podrían ser, precisamente, la aprobación de la cesión contractual para evitar
mayores perjuicios al interés general.
Para corroborar lo anterior, el numeral 9 del artículo 5o de la Ley 80 de 1993 ordena
que las entidades estatales:
"Actuarán de tal modo que por causas a ellas imputables, no sobrevenga una mayor
onerosidad en el cumplimiento de los obligaciones a cargo del contratista. Con este fin, en
el menor tiempo posible, corregirán los desajustes que pudieren presentarse y acordarán los
mecanismos y procedimientos pertinentes para precaver o solucionar rápida y eficazmente
las diferencias o situaciones litigiosas que llegaren a presentarse".
830 Para cumplir con esta labor, la administración, al igual que lo hace para evaluar las propuestas en un
proceso de selección en los aspectos técnicos, jurídicos, financieros, administrativos, organizaciona-
les, económicos, comerciales, etc., debe proceder a integrar un comité de funcionarios o asesores ex
ternos que evalúen esas condiciones mínimas de capacidad del proponente y siempre conforme a las
exigencias de contratación que se exigían en los pliegos de condiciones o en los documentos previos
que precedieron el contrato original que se quiere ceder.
Los contratos estatales en Colombia 357
Por último, una vez agotadas las etapas de análisis respectivas, que deben constar por
escrito, la administración podrá aprobar la cesión del contrato estatal, ya sea al suscribir
la cesión entre sus sujetos —cedente y cesionario— o en documento aparte, que no
requiere la formalidad especial de un acto administrativo, sino la presencia de un docu
mento contractual donde conste la decisión (acta, comunicación, etc.).
También, se requerirá una vez se acepte la cesión, que se verifique el cumplimiento
de los requisitos de ejecución del contrato estatal frente al cesionario, tales como: i)
ajustar las garantías, ii) modificar el beneficiario del registro presupuestal, iii) acreditar
el pago al Sistema General de Seguridad Social y en general, las demás modificaciones
derivadas de la cesión contractual.
831 Sección Tercera, Sentencia del 20 de febrero de 2008, Expediente 21.845, C.P. Miryam Guerrero de
Escobar.
832 Ibídem.
358 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
tista y la cesión del contrato estatal, para precisar que es frente a esta última que se
requiere autorización previa y escrita de la entidad estatal contratante.
En este orden de ideas, le está vedado a la administración, establecer limitaciones
que restrinjan la libre circulación de las acciones o cuotas en las sociedades comerciales
que sean contratistas del Estado, pues esc proceder es contrario a las normas constitu
cionales y legales vigentes.
833 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 11 de abril de 2012, Expediente 17.434, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera y Subsección “B", Sentencia de 13 de noviembre de 2014, Expediente
31.463, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
834 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de mayo de 2011, Expediente 18.446, C.P. Mauri
cio Fajardo Gómez.
835 Ibídem.
Los contratos estatales en Colombia 359
La jurisprudencia del Consejo de Estado836 identificó cuáles son las finalidades que
persigue la figura de la suspensión en los contratos estatales y sostuvo lo siguiente:
"En efecto, la finalidad de la suspensión del contrato estatal, como medida excepcional,
es evitar que el plazo de ejecución corra, mientras se presentan o subsisten situaciones de
fuerza mayor, caso fortuito o de interés público que impidan continuar temporalmente la eje
cución del contrato; por lo tanto, la suspensión no adiciona el contrato en su vigencia, sino
que, precisamente, la suspende, de modo que durante este período cesante las obligaciones
contenidas en el contrato no se ejecutan, pero se pueden generar costos adicionales que no
tiene la obligación de soportarlos quien no dio lugar a la suspensión
836 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de junio de 2018, Expediente 35-099, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera.
857 En esc sentido, el Consejo de Estado, aseguró: “Sea lo primero advertir que la sola circunstancia de que
el contratista hubiese acordado la suspensión del contrato no hace improcedente laformulación de recla
macionesfundadas en la suspensión, puesto que en desarrollo del contrato sepueden presentar vicisitudes
que las partes deben salvar mediante ¡a adopción de medidas como la suspensión que, si son concertadas,
resultan muy acertadaspara el logro de lasfinalidades del contrato”. Sección Tercera, Sentencia del 2 de
octubre de 2003, Expediente 14.394, C.P. María Elena Giraldo Gómez.
818 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 31 de enero de 2020, Expediente
64.722, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
83? El Consejo de Estado, para predicar la validez de una suspensión pactada en un contrato estatal y
cuyo reinicio se sometió al cumplimiento de una condición, sostuvo: “Del contenido de las estipula
ciones anteriormente mencionadas se tiene que las partes aceptaron suspender el contrato y someter su
continuidad a que se terminaran las obras civiles y se nombrara el interventor; es decir que las partes
libremente pactaron que el levantamiento de la suspensión quedaría sometido al acaecimiento de unos
hechosfuturos: terminación de las obras civiles y nombramiento de la interventoría”. Y más adelante en
la misma providencia, agregó: “ello no pone en duda la validez del acuerdo celebrado entre las parles,
puesto que estefue el resultado de su manifestación libre de voluntad, emanada por quienes son capaces
de comprometerse, afirmación que también encuentra sustentojurisprudencial en elsiguientepronuncia
miento hecho por la Corte Suprema deJusticia”. Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de
mayo de 2011, Expediente 18.446, C.P. Mauricio Fajardo Gómez. Ver Subsección “B”, Sentencia de
13 de noviembre de 2014, Expediente 31.463, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
810 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 12 de mayo de 2011, Expediente 18.446, C.P. Mau
ricio Fajardo Gómez y Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 31 de enero de 2020, Expediente
64.722, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
M1 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 31 de enero de 2020, Expediente
64.722, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
360 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
842 Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia del 24 de enero de 2011, Expediente 16.492, C.P. Enri
que Gil Botero.
843 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de abril de 2021, Expediente
45.298, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
814 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 13 de noviembre de 2014, Expe
diente 31.463, C.P. Stella Conto de Díaz del Castillo. Ver también Sentencia del 29 de octubre de
2012, Expediente 21.429, C.P. Danilo Rojas Betancourt. La misma Subsección “B”, frente a la sus
cripción de un acta de reajuste de precios, señaló lo siguiente: “En ese orden de ideas, la Sala advierte
que el contratista está obrando en contra de sus propios actos —es una de las reglas a través de las cuales
se concreta elprincipio de buenafe aplicable en materia de contratos—, al demandar el restablecimiento
del equilibrio económico de un contrato respecto del cualya celebró un convenio con la entidad estataly
recibió el pago correspondiente”. Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente 24.166, C.P. Danilo
Rojas Betancourth. Ver también Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de abril de 2021,
Expediente 45.298, C.P. Ramiro Pazos Guerrero y Sentencia de 2 de junio de 2021, Expediente
45-252, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
845 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 13 de noviembre de 2014, Expe
diente 31.463, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
Los contratos estatales en Colombia 361
consignada en las actas de suspensión suscrita por los contratantes, lo que daría lugar al
reconocimiento de los perjuicios causados”.
Por otro lado, la administración no está habilitada para ordenar o decretar suspen
siones unilaterales en la ejecución de los contratos estatales. Si en todo caso se ordena esa
suspensión unilateral, cvcntualmcntc, podrá comprometer su responsabilidad si oca
siona perjuicios al contratista. El Consejo de Estado846 falló en contra de una entidad
pública porque dispuso la suspensión unilateral de un contrato y al respecto, sostuvo:
"A partir de tas pruebas relacionadas —entre otras que se mencionarán a continuación,
en lo pertinente—, resulta fácil concluir que el Departamento de Antioquia fue quien impartió
la orden de suspender la ejecución de una actividad del contrato —la cimentación—, así
como también fue el causante ae la necesidad de modificar una parte de las especificacio
nes técnicas del trabajo: las obras de cimentación del puente sobre la Quebrada La Iguana,
ordenando cambiar el "sistema de pilotes" por el “sistema de pilas", por razones técnicas
que ni el contratista ni la interventoría discuten, pues todos los ingenieros que participaron
de la contratación, así como los peritos del proceso, coinciden en que la ejecución de esta
actividad sólo era técnicamente viable con el cambio que finalmente se hizo. Estos últimos
señalaron en su informe que "Le ocurrido fue un cambio o reemplazo del sistema de cimen
tación, no una modificación. Cambio obligado por razones de la escogencia de un diseño
equivocado..." —fl. 408, cdno 2—,
(...) En estos términos, para la Sala es demostrativo de este hecho la comunicación remi
tida por el Departamento al contratista, ordenándole suspender "la hinca de pilotes en el
cruce de la Quebrada La Iguana" —en este ítem por lo menos— hasta tanto se le definiera
el nuevo sistema de cimentación. Esto acredita que fue ella, no el contratista, quien dio lugar
a la suspensión.
(■■■).
En estos términos, la circunstancia de que durante la ejecución del ítem de cimentación
se haya manifestado la deficiencia del sistema pactado, no traslada la responsabilidad al
ejecutor, porque él no impuso ni determinó las condiciones técnicas del contrato. Por eso la
entidad no se exime de responsabilidad, y debe asumir el valor de la obra que mandó
ejecutar, porque estableció las especificaciones técnicas de la misma (negrillas y resaltado
por fuera del texto original).
846 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 1 de febrero de 2012, Expediente 20.866, C.P. Enri
que Gil Botero.
8,í7 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 11 de abril de 2012, Expediente
17.434, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
362 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La suspensión contractual, es una figura jurídica que cuenta su soporte legal en los
artículos 13 y 40 de la Ley 80 de 1993 y por remisión en las normas del Derecho Privado.
Por último, si las circunstancias que originan la suspensión de la ejecución del con
trato estatal, se mantienen en el tiempo y no pueden ser resueltas a corto plazo o se
advierte que la condición para su reactivación no se cumplirá, las partes, podrán consi
derar la opción de terminar bilateralmente el negocio, pues tal y como lo ha sostenido
el Consejo de Estado, en ese caso se produce la imposibilidad sobrevenida de ejecución
de la prestación situación que libera al deudor de cumplir con dicha prestación849. La
máxima Corporación850, en ese sentido aseguró:
"En estas condiciones, ante la evidencia de la inviabilidad material de la ejecución de la
integridad del objeto del contrato No. 009 y la aproximación del vencimiento de su plazo,
en criterio de la Sala, la finalización de las obras fallantes no podían quedar en suspenso
de manera indefinida, pues de cara a la imposibilidad de culminar el objeto del contrato
en el término señalado por la circunstancia advertida, las partes han debido, de un lado,
efectuar oficialmente una suspensión del contrato —siempre que aún se encontrara vigen
te— precisando el término de la misma y la fecha prevista para su reanudación —lo cual
en el caso no ocurrió— o, ante el impedimento de determinar con exactitud el período que
habría de demorar la ejecución de la obras requeridas (que en el caso fue de 4 años¡, han
debido realizar las gestiones pertinentes para liquidarlo y a fuera bilateral o unilateralmente
en el estado en que se encontrara, sin que, se reitera, fuera posible jurídicamente dejar su
ejecución en el limbo".
848 Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia del 2 de octubre de 2003, Expediente 14. 394, C.P.
María Elena Giraldo Gómez y Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 11 de abril de 2012,
Expediente 17.851, C.P. Hernán Andrade Rincón.
849 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 20 de noviembre de 2019, Expediente 43.365, C.P.
María Adriana Marín.
850 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de agosto de 2015, Expediente 42.656, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
Los contratos estatales en Colombia 363
851 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 9 de octubre de 2013, Expediente 23.733, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
852 Sección Segunda, Subsección “B”, Sentencia de 22 de abril de 2021, Expediente 11001-03-25-000-
2016-01025-00, C.P. César Palomino Cortés.
853 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 3 de agosto de 2015, Expediente
48.965, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa y Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo de
2021, Expediente 42.135, C.P. María Adriana Marín.
851 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de febrero de 2021, Expediente
65.277, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
364 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
855 Sección Tercera, Auto del 27 de enero de 2000, Expediente 17.017, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
856 Sobre el particular, puede consultarse la Sentencia del 29 de enero de 2004, Sección Tercera Expe
diente 10.779, C.P. Alier Hernández Enríquez.
857 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, sentencia de 27 de enero de 2016, Expediente
47.105, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
858 Op. cit. p. 366.
859 Hoy en el Decreto 1082 de 2015.
860 Concepto 1.881, C.P. Enrique José Arboleda Perdomo.
861 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 11 de abril de 2019, Expediente 36.128, C.P. María
Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 365
anticipado, pues frente al primero aseguró que era un préstamo con destinación espe
cífica y destinado exclusivamente para la ejecución del contrato, mientras que en el se
gundo aclaró que al tratarse de una remuneración al contratista este podía utilizarlo sin
mayores limitaciones pues entra directamente a su patrimonio como un pago.
Desde otra óptica, por vía jurisprudencial, quedó descartada la posibilidad de acu
mular el anticipo y el pago anticipado para superar el porcentaje del cincuenta por
ciento (50%) sobre el valor del contrato, fijado en el parágrafo del artículo 40 de la
Ley 80 de 1993, en tanto se ha considerado como ilegal la cláusula donde conste tal
estipulación862.
Igualmente, tampoco será obligatorio administrar en fiducia o patrimonio autóno
mo, aquellos recursos económicos comprometidos en el contrato estatal que no hagan
parte del anticipo, los cuales, serán pagados al contratista en las condiciones pactadas
en el negocio jurídico.
Por otro lado, resulta pertinente precisar que la estipulación del anticipo o del pago
anticipado es una tarea que le corresponde definirla con cierta discrecionalidad a las en
tidades estatales según las condiciones particulares de la respectiva contratación al igual
que podrán pactarse en todo tipo de tipologías contractuales pues la ley no las restringe
a algunas en especial863.
Por último, resulta oportuno señalar que el artículo 50 de la ley 2195 de 2022 esta
bleció la obligación a cargo de los contratistas del Estado que deben llevar contabilidad
y que ejecuten recursos públicos de cumplir con la obligación de registrar contablemen
te, ya sea como un centro de costo o de manera individualizada cada contrato estatal
con el fin de permitir verificar la ejecución y aplicación de los recursos públicos de cada
uno de ellos.
862 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 28 de abril de 2010, Expediente 17.935, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez y Subsección A”, Sentencia de 14 de marzo de 2013, Expediente 20.524,
C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera. Ver también Sección Segunda, Subsección “B”, Sentencia de
22 de abril de 2021, Expediente 11001-03-25-000-2016-01025-00, C.P. César Palomino Cortés.
863 Colombia Compra Eficiente, Concepto C-731 de 2020.
864 “Artículo 7°. Del anticipo en la contratación. El manejo de los recursos entregados al contratista a titulo
de anticipo en aquellas contrataciones cuyo monto sea superior al 50% de la menor cuantía a que se refiere
el literal a) del numeral 1 del articulo 24 de la Ley 80 de 1993, deberá manejarse en cuenta separada a
366 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
y de la administración contratante. Pese a lo anterior, esa exigencia fue más tarde dero
gada por el artículo 83 del Decreto 66 de 2008.
La Ley 1474 de 2011 retomó la exigibilidad del manejo de los anticipos, pero en
fiducias mercantiles, así:
"Artículo 91. Anticipos. En los contratos de obra, concesión, salud, o los que se realicen
por licitación pública, el contratista deberá constituir una fiducia o un patrimonio autónomo
irrevocable para el manejo de los recursos que reciba a título de anticipo, con el fin de
garantizar que dichos recursos se apliquen exclusivamente a la ejecución del contrato corres
pondiente, salvo que el contrato sea de menor o mínima cuantía.
El costo de la comisión fiduciaria será cubierto directamente por el contratista.
Parágrafo, la información financiera y contable de la fiducia podrá ser consultada por
los Organismos de Vigilancia y Control Fiscal".
nombre del contratista y de la entidad estatal. Los rendimientos que llegaren a producir los recursos así
entregados, pertenecerán al tesoro".
865 Ver Guía para el manejo de los anticipos mediante contrato de fiducia mercantil irrevocable en www.
colombiacompra .gov.co
Los contratos estatales en Colombia 367
pagos correspondan a los rubros previstos en el plan de utilización o de inversión del an
ticipo. Así las cosas, es obligatorio la confección de un plan de utilización o de inversión
del anticipo que deberá ser elaborado por el contratista, ante las nuevas previsiones del
2.2.1.1.2.4.1. del Decreto 1082 de 2015.
En este orden de ideas, siempre que se pacte un anticipo en un contrato estatal,
los dineros que lo conforman deberán ser administrados en fiducias, patrimonios au
tónomos. Así, en los casos de los contratos de obra, concesión, salud cuyo monto sea
superior a la menor cuantía de la entidad contratante, y para los que se realicen por
licitación pública (art. 91 L. 1474/2011), el contratista deberá constituir una fiducia o
un patrimonio autónomo irrevocable para el manejo de los recursos que reciba a título
de anticipo en los términos previstos en el artículo 91 de la Ley 1474 de 2011, según se
opte por una u otra figura en el contrato.
Por último, el Consejo de Estado avaló la posibilidad de iniciar procesos ejecutivos
para obtener el pago de anticipos pactados a favor del contratista, siempre que se den
los supuestos de su exigibilidad, por lo que pese a ser un préstamo estatal, ante la falta
de pago es procedente reclamar el cumplimiento de la obligación por vía judicial. En
efecto, la corporación866, adujo:
"b. La cláusula de anticipo es accidental, se inserta y pacta expresamente por las partes
lart. 1501, C.C.I, y como tal es de obligatorio cumplimiento para la entidad estatal y un
derecho para el contratista (art. 1602, C. C.). Por consiguiente, en caso de incumplimiento o
de renuencia a su cumplimiento, el contratante cumplido o presto al cumplimiento, está legiti
mado para exigir la prestación in natura (la misma convenida) o el subrogado pecuniario (en
cuanto sea admisible y posible) con la indemnización de perjuicios".
866 Sección Tercera, Sentencia del 5 de julio de 2006, Expediente 24.812, C.P. Ruth Stella Correa
Palacio.
867 Auto del 20 de agosto de 1998, Expediente 14.202, C.P. Juan de Dios Montes.
368 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
I ° Contratos estatales, propiamente dichos, que son aquellos que celebran las entidades
públicas a que se refiere la Ley 80 de 1993, y que por ende se regulan íntegramente por el
régimen establecido en esta ley. Por regla general, adquieren este carácter en razón del ente
público contratante, es decir, se definen desde el punto de vista orgánico. Las controversias
que se deriven de este tipo de contratos y de los procesos de ejecución o cumplimiento serán
de conocimiento de la jurisdicción contenciosa administrativa.
2° Contratos especiales sujetos a un régimen legal propio. Por regla general, el juez a
quien compete conocer de sus controversias es el juez administrativo, en razón de que su
celebración y ejecución constituye una actividad reglada, es decir, es el ejercicio pleno de
una función administrativa, de conformidad con el art. 82 del CCA. antes referido.
De lo anterior, es jurídicamente viable considerar que la categoría "contratos estatales" no
puede quedar exclusivamente referida a los actos contractuales que celebren las entidades
del Estado relacionadas en la Ley 80 de ! 993, sino que habría que reconocer que desde
el punto de vista material y técnico formal, constituye una acertada categoría jurídica que
tiene la virtud de englobar todos los contratos que celebren las entidades públicas del Estado,
ya sea que se regulen por el Estatuto General de Contratación Administrativa o que estén
sujetos a regímenes especiales. De tal manera, es dable hablar genéricamente de dos tipos
de contratos:
1 ° Contratos estatales regidos por la Ley 80 de 1993.
2° Contratos estatales especiales".
La tesis anterior se ha reiterado con posterioridad por la misma Sección Tercera del
Consejo de Estado868. En cuanto al régimen aplicable a los contratos estatales especia
les, según la jurisprudencia administrativa, se tiene que es especial e independiente de
la Ley 80 de 1993, empero el juez natural de sus controversias será el juez contencioso
administrativo.
Por otro lado, resultan interesantes los planteamientos expuestos por la doctora Ruth
Stella Correa Palacio, en una aclaración de voto que presentó contra una providencia869
que reiteraba la tesis de los contratos estatales especiales. La aclaración, sostuvo:
"2. La definición de contrato estatal esta dada por el mismo Estatuto de Contratación de
la Administración Pública, como todo acto jurídico generador de obligaciones que se cele
bre por una de las entidades a que se refiere ese estatuto, definición que permite concluir,
contrario sensu, que los actos jurídicos generadores de obligaciones celebrados por otras
868 Auto del 8 de febrero de 2001, Expediente 16.661, C.P. Ricardo Hoyos Duque, Sentencia del Io
de agosto de 2002, Expediente 21.041, C.P. Germán Rodríguez Villamizar; Autos del 20 de abril
de 2005, Expediente 14.519, C.P. Ramiro Saavedra Becerra; Sentencia del 4 de diciembre de 2006,
Expediente 28.309, C.P. Mauricio Fajardo Gómez; Sentencia del 21 de marzo de 2007, Expediente
32.841, C.P. Alicr Hernández Enríqucz; Auto del 30 de enero de 2008, Expediente 32.867, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez; Sentencia del 4 de junio de 2008, Expediente 14.169, C.P. Miryam Gue
rrero de Escobar; Sentencia del 22 de abril de 2009, Expediente 14.667, C.P. Miryam Guerrero de
Escobar; Sentencia del 23 de septiembre de 2009, Expediente 24.639, C.P. Miryam Guerrero de Es
cobar y Sentencia del 10 de marzo de 2010, Expediente 36.838, C.P. Miryam Guerrero de Escobar y
Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 11 de abril de 2012, Expediente 17.851, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
869 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 23 de septiembre de 2009, Expediente 24.639,
C.P. Miryam Guerrero de Escobar. Aclaración de voto.
Los contratos estatales en Colombia 369
entidades estatales, diferentes a aquellas a que se refiere el estatuto en el artículo 2°, no están
comprendidos dentro de su ámbito de regulación y mal puede aplicárseles alguna de sus
normas, comenzando por la delinición de contrato estatal allí contenida.
Es decir, en los términos establecidos por el legislador, contrato estatal es sólo aquel
regido por el estatuto de contratación de la administración pública, contenido en la ley 80
de 1993. esto es, aquellos negocios jurídicos que en los términos de los artículos 32 y 2
ibídem, son celebrados de una parte, por una entidad de aquellas a que se refiere el estatuto,
y no están comprendidas allí, aquellas que en virtud de norma con fuerza de ley han sido
expresamente excluidas de su aplicación.
Ello por cuanto la definición de contrato estatal se estructura sobre la noción de que el
negocio jurídico sea celebrado por una entidad de aquellas a que se refiere el estatuto de
contratación de la administración pública, y no sobre la premisa de que sea celebrado por
cualquier entidad estatal, es decir que las entidades estatales que no están cobijadas por
ese estatuto no celebran contratos estatales (negrillas por fuera del texto original!"
870 Ese elemento lo ha considerado la Corte Suprema de Justicia, para concluir la existencia del delito de
contrato sin cumplimiento de requisitos legales. En efecto, así razonó la Corte: “La adjudicación de los
convenios sólo tuvo una diferencia de anco (5) días, “pero los dos certificados de disponibilidadpresupues
tal —CDP—, tienen la mismafecha y números consecutivos, que las pólizasfueron tomadas en la misma
oficina y por sifuera poco, al momento de solicitar ampliación en el término de entrega del contrato, estos
fueron presentados el mismo día’, circunstancias concretas que demuestran la ilegalidad de la adjudicación
y se perfila el acuerdo entre los imputados para llevar a término la celebración de dichos convenios”. Sala de
Casación Penal, Sentencia del 24 de noviembre de 2010, Expediente 34.253, M.P. Javier Zapata Ortiz.
Los contratos estatales en Colombia 371
mo año, se hace necesario nuevamente hacer reparaciones sobre el mismo sitio, no es vá
lido concluir por el hecho de que se trate del mismo objeto que hubo un fraccionamiento
de contratos estatales. Es necesario mostrar la intención de eludir el proceso de selección
que correspondería con la suscripción de varios contratos que persigan el mismo fin, pero
que sean sucesivos y además, que la suma de todos esos acuerdos lleve a concluir la satisfac
ción de una misma necesidad con la suma de todos los contratos estatales871. Así, si se trata
de dotar el despacho del alcalde con muebles nuevos, instalar aires acondicionados, pintar
paredes y poner en funcionamiento un sistema de vigilancia en la misma oficina y para
ello se suscriben varios contratos estatales por cada actividad (suministro de muebles, ins
talación de aires, pintura) y adicionalmcntc, los negocios se suscriben simultáneamente o
en periodos muy cortos entre unos y otros —aspecto temporal— al punto que todos con
curran en la misma etapa de ejecución, podrá haber eventualmente un fraccionamiento,
pues la suma de todos esos negocios pretenden atender una misma carencia, acompañados
de un ineludible elemento temporal cercano predicable de todos los negocios jurídicos.
Obviamente, en cada caso concreto, será menester analizar las situaciones particulares
para establecer si hubo o no fraccionamiento contractual.
El Consejo de Estado872, se ha referido al fraccionamiento de los contratos estatales
y ha indicado lo siguiente:
"Cuando la contratación directa se realiza burlando el proceso licitatorio a través del
fraccionamiento del contrato, es decir, buscando que ninguno de los contratos resultantes
de dividir un mismo objeto supere el monto de la cuantía requerida para la licitación, se
están desconociendo los principas que inspiran la contratación pública. Al respecto, aunque
la conducta de fraccionar los contratos no está prohibida expresamente en la ley 80 de
1993, la jurisprudencia y la doctrina han sido claras en que la prohibición está implícita si
tenemos en cuenta los aspectos esenciales de los principios y reglas que informan el estatuto
contractual".
8'1 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de agosto de 2014, Expediente
36.474, C.P. Hernán Andrade Rincón. En dicha providencia, se concluyó lo siguiente: “Finalmente
la Sala advierte que esa dualidad contractual sostenida por las partes de manera injustificada, pues no
halla razones válidas que soporten la existencia de dos contratos entre las mismas partes, con idéntico
objeto para ejecutarse dentro del mismo término, en el peor de los escenarios podría conducir a un doble
reconocimiento económico por un mismo servicio prestado, situación que desde ningún punto de vista
puede serprohijada por esta instancia".
872 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C ”, Sentencia del 31 de enero de 2012, Expediente
17.767, C.P. Olga Valle de De La Hoz.
875 Sentencia del 7 de julio de 2010, Expediente 28.508, M.P. José Leónidas Bustos Martínez.
372 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Así las cosas, los elementos concurrentes para extraer el fraccionamiento contractual
están asociados a: i) La repetición de un mismo objeto contractual en varios contratos
estatales, ii) La concurrencia temporal de los mismos contratos que se relacionan con
el mismo objeto contractual y iii) la disminución artificiosa del precio de los contratos
para eludir los procesos de selección que correspondan. Lo anterior, con el propósito
de evitar la tramitación del proceso de selección que se requiera, pues si otras razones
llevan a la administración para suscribir sendos contratos estatales, no se advertirá en
ese proceder intención alguna de fraccionar.
Por último, el fraccionamiento contractual ha variado necesariamente, pues en la es
tructura actual del principio de trasparencia la contratación pública se debe ajustar para
escoger el mecanismo de selección, no solo a su valor económico874 —como ocurría en
gran medida con anterioridad a la Ley 1150 de 2007—, sino a sus objetos contractuales
o las circunstancias de la contratación, lo que en verdad disminuye la intensidad de esa
prohibición general de fraccionar contratos estatales con el fin de eludir tales procesos
de escogencia del contratista.
Finalmente, el Consejo de Estado875, frente a los elementos que concurren en el frac
cionamiento de los contratos estatales, precisó lo siguiente:
"De manera que, la regulación de los procesos de selección impide al servidor público,
con competencia para contratar, la división del objeto de un contrato estatal en varios, esto
es su "fraccionamiento", cuandc con ello se manipulen las cuantías exigidas por la ley, pues
este proceder irregular implica disminuir artificiosamente el valor del contrato para eludir los
procedimientos reglados de selección objetiva, contenidos en normas de orden público".
de las normas que rigen el proceso de formación de la voluntad para contratar, celebra
ción y ejecución876 de los negocios jurídicos estatales.
Típicos ejemplos de hechos cumplidos se advierten cuando se suministran bienes,
efectúan obras o se prestan servicios a las entidades estatales que previamente no cuen
tan con un soporte contractual, porque no se celebró contrato estatal como lo ordena
el inciso primero del artículo 41 de la Ley 80 de 1993, o no se satisfacen los requisitos
de ejecución o no se cuenta con los respaldos presupuéstales respectivos. Es común la
ocurrencia de este tipo de situaciones en el diario trajinar de algunas entidades estatales,
pese a que se trata de un comportamiento que no está ajustado a la ley 80 de 1993.
Cualquier accionar de las entidades estatales tendiente a legalizar hechos cumplidos
violenta el régimen jurídico que gobierna la contratación pública, que sea de paso es de
orden público y de obligatorio cumplimiento. En este punto, el Consejo de Estado877,
en torno a la finalidad perseguida por las normas que rigen el proceso de formación de
los contratos públicos, adujo:
"Tomando en cuenta que las solemnidades requeridas para la existencia del contrato
administrativo, son una garantía que cubre intereses públicos y particulares, pues con ellas se
garantizan la transparencia en el manejo de los recursos públicos, se definen claramente las
necesidades públicas por satisfacer, y, entre otras más, se garantiza a los prestadores de bie
nes y servicios de la administracón, los deberes y derechos que nacen de dicha prestación".
876 Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección “C”, Sentencia de 27 de abril de 2021, Expediente
50.210, C.P. Jaime Rodríguez Navas.
877 Sección Tercera, Auto del 30 de marzo de 2006, Expediente 25.662, C.P. Ramiro Saavcdra Becerra.
374 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
La disposición legal anterior consagra como regla general que los contratos se re
girán por las normas jurídicas vigentes al momento de su celebración, salvo cuando se
trate de leyes que regulen el modo de reclamación de derechos y las que señalan penas
para sancionar lo estipulado.
Por su parte, el Consejo de Estado, atendiendo el precepto citado, ha sostenido en
varias oportunidades que los contratos estatales, se sujetan a las normas legales vigen
tes al momento de su suscripción878. Así, por ejemplo, la corporación, aseguró, que los
contratos, adiciones y contratos adicionales, se someten a las leyes vigentes en las con
diciones fijadas por el citado artículo 38 de la Ley 153 de 1887, aunque su ejecución
se mantenga en vigencia de nuevas leyes879. La Corte Constitucional, también en la
sentencia C-300 de 2012, M.P. Jorge Pretelt Chaljub, recordó la pertinencia y vigencia
de dicha norma para regir las normas aplicables en los contratos estatales.
Por último, frente a la entrada en vigencia de las normas de la Ley 80 de 1993, el
Consejo de Estado880, ha establecido lo siguiente: “I) Pese a que la ley fue expedida el
28 de octubre de 1993, por mandato expreso del artículo 81 de la misma, la generalidad
de sus disposiciones tan sólo entraron en vigencia a partir del Io de enero de 1994, con
878 Así lo aseguró recientemente el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 12
de junio de 2014, Expediente 29.203, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
8/9 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 18 de junio de 2008, Expediente 15.234, C.P.
Ramiro Saavedra Becerra; Sentencia del 11 de febrero de 2009, Expediente 16.653, C.P. Ruth Stella
Correa Palacio; Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 18 de enero de 2012, Expediente
19.304, C.P. Enrique Gil Botero y Subsección “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2020, Expedien
te 47.201, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
880 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 10 de julio de 2003, Expediente 13.684, C.P.
María Elena Giraldo Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 375
las solas siguientes excepciones: a) El parágrafo del artículo 2o, el literal 1) del numeral
Io y el numeral 9o del artículo 24; las normas relacionadas con el contrato de concesión;
el numeral 8o del artículo 25; el numeral 5o del artículo 32 sobre fiducia pública y en
cargo fiduciario; y los artículos 33. 34, 35, 36,37 y 38, sobre servicios y actividades de
telecomunicaciones, en virtud de lo dispuesto en el inciso 2o del artículo 81 de la ley,
entraron en vigencia a partir de la fecha de promulgación de la misma (octubre 28 de
1993, Diario Oficial 41.094); b) Las normas sobre registro, clasificación y calificación
de proponentes, iniciaron su vigencia tan sólo un (1) año después de la promulgación
de la ley (inc. 3o, art. 81); c) En relación con la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado
y Asco de Barranquilla S.A., y para todo lo atinente a la prestación del servicio de agua,
alcantarillado y aseo, la ley cobró vigencia tres (3) años después de su promulgación
(par. Io trans, art. 81). II) Según lo estatuido en el artículo 78 de la ley en comento, los
contratos, los procedimientos de selección y los procesos judiciales en curso a la fecha
en que entre a regir la presente ley, continúan sujetos a las normas vigentes al momento
de su celebración o iniciación”.
Es, pues, una excepcional reglamentación para contratar actividades de interés pú
blico que están incluidas en el precitado artículo 355 de la Constitución de 1991, cuyos
rasgos o elementos esenciales son los siguientes:
La Constitución de 1991 solo facultó para contratar, bajo el artículo 355, a las en
tidades que integran el Gobierno nacional, departamental, distrital o municipal. La
previsión anterior incluye a todas las entidades y los organismos que aparecen orgánica
mente en cada escenario, con las reglas de la Ley 489 de 1998 y demás normas aplicables.
Por vía de concepto882, Colombia Compra Eficiente señaló que los organismos y las
entidades con régimen especial previstas en el artículo 40 de la Ley 489 de 1993 (Banco
de la República, entes universitarios autónomos, corporaciones autónomas regionales
881 Corte Constitucional, Sentencia C-324 del 13 de mayo de 2009; M. P. Juan Carlos Henao Pérez.
882 Colombia Compra Eficiente, Subdirccción de Gestión Contractual, Consulta 4201714000000426.
Los contratos estatales en Colombia 377
13.2. CONTRATISTA
883 Ibídem.
88í Alcaldía Mayor de Bogotá, Manual de entidades sin ánimo de lucro. Disponible en Web: <http://
www.alcaldiabogota.gov.co/SPJ/manual/ManualESAL2013.pdf>.
378 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
885 Lleras de la Fuente, Carlos, Arenas Campos, Carlos Adolfo, Hernández Becerra, Augusto y Charry
Urueña, Juan Manuel, Interpretación y génesis de la Constitución de Colombia, Bogotá, Cámara de
Comercio de Bogotá, 1992, pp. 586-587.
886 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española. Disponible en Web: <http://dle.rae.
cs/?id=KvAZP18> (Consulta: 26 de julio de 2017).
Los contratos estatales en Colombia 379
Por otro lado, se requiere también que esos programas y las actividades de interés
público se encuentren priorizados e incluidos como tales en los respectivos planes de
desarrollo nacional, departamental, distrital o municipal. El Departamento Nacional
de Planeación los describe así:
"Es el documento que sirve de base y provee los lineamientos estratégicos de las políticas
públicas formuladas por el Presidente de la República a través de su equipo de Gobierno.
Su elaboración, socialización, evaluación y seguimiento es responsabilidad directa del DNP.
"El PND es el instrumento formal y legal por medio del cual se trazan los objetivos
del Gobierno permitiendo la subsecuente evaluación de su gestión. De acuerdo con la
Constitución política de Colombia de 1991 en su artículo 339 del Título XII: «Del Régimen
Económico y de la Hacienda Pública», Capítulo II: «De los planes de desarrollo», el PND se
compone por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas del orden
nacional.
°En la parte general se señalan los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo,
las metas y prioridades de la acción estatal en el mediano plazo y las estrategias y orienta
ciones generales de la política económica, social y ambiental que serán adoptadas por el
Gobierno.
"Por otro lado, el plan de inversiones públicas contiene los presupuestos plurianuales de
los principales programas y proyectos de inversión pública nacional y la especificación de
los recursos financieros requeridos para su ejecución y sus fuentes de financiación” (cursivas
propias^97.
887 Departamento Nacional de Planeación, Qué es el Plan nacional de desarrollo. Disponible en Web:
<https://www.dnp.gov.co/Plan-Nacional-de-Desarrollo/Paginas/Qu-es-el-PND.aspx>.
888 Varias disposiciones del decreto 092 de 2017 fueron suspendidas provisionalmente. Ver Auto de 6 de
agosto de 2019, expediente 62.003, C.P. Carlos Zambrano Barrera, Subsccción “A”, Sección Tercera,
Consejo de Estado, en el que se resolvió:
“PRIMERO: SUSPENDER de manera provisional el inciso segundo del articulo 1 del Decreto 92 de
2017, de conformidad con lo expuesto en la parte motiva delpresente auto.
SEGUNDO: SUSPENDER de manera provisional los literales “a”y “c” del articulo 2 del Decreto 92 de
2017, así como el inciso quinto de la misma norma, de conformidad con lo expuesto en la parte conside
rativa delpresente proveído.
TERCERO: SUSPENDER de manera provisional el inciso segundo del artículo 3o del Decreto 92 de
2017, según se indicó en la parte motiva.
380 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
CUARTO: SUSPENDER de manera pro visional el incisofinal del artículo 4 del Decreto 92 de 2017,
de conformidad con lo expuesto en la parte motiva delpresente auto”.
889 “¿A los contratos y convenios con ESAL les aplica la limitación de adiciones establecida en el artículo
40 de la Ley 80 de 1993?
Sí, el artículo 8o determina que la contratación objeto del Decreto 092 de 2017 está sujeta a las nor
mas generales aplicables a la contratación pública excepto en lo reglamentado en el presente Decreto”.
Colombia Compra Eficiente, Preguntas frecuentes. Disponible en Web: <https://www.colombia-
compra.gov.co/ciudadanos/preguntas-frecuentes/decreto-092?page=2> (Consulta: 26 de julio de
2017).
Los contratos estatales en Colombia 381
Creemos que la remisión dispuesta por el precitado artículo 8o del Decreto 092 de
2017 no recae solo en las normas del Sistema de compra pública reglamentadas en el
Decreto 1082 de 2015, sino que también quedan comprendidas e integradas las otras
disposiciones de la contratación pública, esto es, la Ley 80 de 1993, la Ley 1150 de
2007, la Ley 1474 de 2011, la ley 1882 de 2018 y el Decreto 019 de 2012 y el Decreto
1082 de 2015, pues el artículo 8o del Decreto 092 de 2017 es lo suficientemente claro
al preceptuar: La contratación a la que hace referencia el presente decreto está sujeta a
las normas generales aplicables a la contratación pública excepto en lo reglamentado en el
presente decreto.
El precepto legal citado regula dos distintos instrumentos de asociación, ya sea con
la suscripción de convenios de asociación ora con la creación de nuevas personas jurí
dicas. Nos ocupamos entonces del primero, esto es, de los convenios de asociación, en
tendiendo por tal, aquel negocio jurídico que suscribe una entidad estatal y una persona
jurídica, con el fin de ejecutar actividades conjuntas que se derivan de las funciones de
la propia entidad.
La diferencia entonces que existe entre el convenio de que trata el artículo 355 del
Texto Superior y la modalidad de asociación regulada en el artículo 96 de la Ley 489,
se identifica a partir de los fines de cada instrumento negocial en tanto que el primero
persigue beneficios para el interés público y el segundo sí directamente para la entidad
estatal que lo celebra. La Sala Disciplinaria890 de la Procuraduría General de la Nación,
estudió tales diferencias para precisar lo siguiente:
"Al respecto, debe reiterarse que ciertamente el artículo 96 de la Ley 489 de 1998 con
sagra el convenio de asociación diferente a los contratos a que se refiere el artículo 355 de
890 Decisión administrativa del 27 de marzo de 2014, Radicación 161-5689 (IUC D-2010-878-
488501), Procurador Delegado Ponente, Juan Carlos Novoa Bucndía.
382 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es pues el convenio de asociación, una modalidad negocial pública, en la que una en
tidad estatal se une con una persona jurídica particular, para desarrollar exclusivamente
actividades que se relacionen directamente con los fines o funciones que desempeña la
entidad pública asociada, es decir, para ejecutar actividades de beneficio particular para
la propia administración asociada. En todo caso, a tales convenios, como lo señaló la
Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado891, se le aplicarán las mismas
restricciones impuestas por el Decreto 777 de 1992, hoy Decreto 092 de 2017.
De esta forma, el convenio de asociación, es un acuerdo de voluntades generador
de obligaciones, al que llegan una entidad estatal y una persona jurídica particular —
entidad sin ánimo de lucro—, que se unen con el propósito de desarrollar actividades
relacionadas con el cumplimiento de las funciones asignadas a la primera. Aquí el parti
cular coadyuva, apoya, facilita, auxilia a la administración. Ahora bien, el motivo de esa
alianza del Estado con los particulares, no debe ser otra que la idoneidad o experiencia
del particular, pues este, de seguro, le ayudará cumplir de mejor forma a la entidad esta
tal, con unos objetivos o funciones que estén a su cargo.
Es por lo anterior, que se elimina cualquier opción de ánimo de lucro que pueda per
seguir u obtener el particular por cuenta de un convenio de asociación892, pues en estos
acuerdos, el objetivo está expresamente delimitado por la propia ley (art. 96 L. 489/98),
que concierne con el cumplimiento de las funciones y objetivos que le están asignados a
la entidad estatal. Lo anterior, no obsta, para que, en tales convenios, se incluya una re
gulación económica de aportes, que se integren por asignaciones de dineros públicos o
particulares, según las necesidades y las condiciones particulares de la contratación. De
hecho, el inciso primero del artículo 5o del Decreto 092 de 2017, acude al porcentaje
del aporte financiado por el privado (30%), como motivo para exceptuar del proceso
891 Concepto No. 1.710 de 23 de febrero de 2006, C.P. Luis Fernando Álvarez Jaramillo.
892 Sobre el convenio de asociación y sus diferencias con los contratos de interés público previstos en el
artículo 355 de la Constitución de 1991, ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”,
Sentencia 3 de abril de 2020, Expediente 46.963, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Los contratos estatales en Colombia 383
competitivo a aquella entidad sin ánimo de lucro que se comprometa a asumir en dinero
lo que corresponda al 30% del valor total del convenio.
En palabras del Comisario León Blum89'1: “El Estado sigue garantizando la ejecución
del serviciofrente a la universalidad de los ciudadanos. Continúa siendo responsable de la
seguridadpública que una ejecución inhábil del servicio puede comprometer”.
En nuestro caso, la Ley 80 de 1993, en el numeral 1 del artículo 14, estableció:
" I °. Tendrán la dirección general y la responsabilidad de ejercer el control y vigilancia
de la ejecución del contrato. En consecuencia, con el exclusivo objeto de evitar la paraliza
ción o la afectación grave de los servicios públicos a su cargo y asegurar la inmediata, conti
nua y adecuada prestación, podrán, en los casos previstos en el numeral 2° de este artículo,
interpretar los documentos contractuales y fas estipulaciones en ellos convenidas, introducir
modificaciones a lo contratado y, cuando las condiciones particulares de la prestación así lo
exijan, terminar unilateralmente el contrato celebrado".
Para Bercaitz*895, esa atribución consiste en que la entidad estatal: “Asume entonces
en la ejecución del contrato, para salvaguardar el interés público comprometido, un papel
activo, dinámico, que se traduce en un poder, más que en un derecho, de controly dirección "
De esa forma, agrega el mismo autor896, ese poder de control y vigilancia, abarca varios
aspectos, así:
“aj un aspecto material: para determinar si cumple fas actos o ejecuta los hechos que el
contrato pone a su cargo;
b) un aspecto técnico: para determinar si esos actos o hechos se cumplen conforme a las
prescripciones especiales del contrato;
cj un aspecto financiero: para determinar si se cumplen las cláusulas relativas al pago de
los subcontratistas que hayan siao autorizados, de los materiales, de la mano de obra, de los
impuestos, de las cargas sociales, etc., o referente a las tarifas aprobadas, a los elementos
que inciden sobre ellas y las hacen variar, a las inversiones que integran el capital, a la libre
disponibilidad de los bienes afectados, etc.
d¡ un aspecto legal: para determinar si cumple con las normas jurídicas que regulan el
funcionamiento del servicio, la ejecución de la obra, etc., contenidas en el contrato o fuera
de él, en cuanto puedan ser aplicables".
894
Bercaitz, Op. cit., p. 367.
895
Ibídem.
896
Ibídem, pp. 368 y 369.
89? Sentencia C-037 de 2003, M.P. Alvaro Tafur Galvis.
386 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, en los casos autorizados por el numeral 2 del artículo 14 de la Ley
80 de 1993, las cláusulas excepcionales, en ciertos contratos estatales, resultan ser una
herramienta válida y eficaz para salvaguardar los intereses públicos y por ende, para faci
litar la correcta y continua ejecución del contrato. Lo propio se predica de las potestades
unilaterales de la administración en la contratación pública, estas sí extensibles a todas
las modalidades contractuales, como se verá más adelante.
Otro tema de suma importancia llama la atención con la vigencia de las nuevas dis
posiciones de la Ley 1474 de 2011, al establecer la obligatoriedad a cargo de las en
tidades estatales para ejercer la supervisión general de los contratos estatales, aunque
puedan auxiliarse en algunos casos de los interventores y los profesionales de apoyo a
la supervisión. Es pues cada vez más exigente el régimen jurídico a la administración,
para que sea vigilante a la hora de controlar la ejecución de negocios jurídicos estatales.
En efecto, el artículo 83 de la Ley 1474 de 2011, dispuso que las entidades públi
cas, con el ánimo de proteger la moralidad administrativa y evitar actos de corrupción,
deberán supervisar permanentemente la ejecución de todos los contratos. El mismo
precepto, definió en qué consistía esa actividad de supervisión, como las actividades
relacionadas con “el seguimiento técnico, administrativo, financiero, contable, y jurí
dico sobre el cumplimiento del objeto del contrato”, que lo ejercerá la misma entidad
estatal cuando no requieren conocimientos especializados. También, se autoriza la con
tratación de personal de apoyo, a través de los contratos de prestación de servicios que
sean requeridos. Por su parte, la ley hace lo propio respecto de la interventoría, que se
describe como el seguimiento técnico que sobre el cumplimiento del contrato realice
una persona natural o jurídica contratada para tal fin por la Entidad Estatal, cuando el
seguimiento del contrato suponga conocimiento especializado en la materia, o cuando
la complejidad o la extensión del mismo lo justifiquen.
El artículo 83 en cita, advierte que no obstante, cuando la entidad lo encuentre jus
tificado y acorde a la naturaleza del contrato principal, podrá contratar el seguimiento
administrativo, técnico, financiero, contable, jurídico del objeto o contrato dentro de la
interventoría. Igualmente, se indica que por regla general, no serán concurrentes en rela
ción con un mismo contrato, las funciones de supervisión e interventoría. Sin embargo, la
entidad puede dividir la vigilancia del contrato principal, caso en el cual en el contrato res
pectivo de interventoría, se deberán indicar las actividades técnicas a cargo del interventor
y las demás quedarán a cargo de la entidad a través del supervisor. También, se dispone que
el contrato de Interventoría, será supervisado directamente por la entidad estatal.
Nótese, entonces, cómo se volvió obligatoria la supervisión en todos los contratos
estatales c incluso, se facultó a las entidades estatales, para contratar interventores en los
casos allí señalados.
Por último, es preciso aclarar que las atribuciones de vigilancia y control que son
conferidas a la administración, según las voces del numeral 1 del artículo 14 de la Ley 80
Los contratos estatales en Colombia 387
898 1. Tendrán la dirección generaly la responsabilidad de ejercer el controly vigilancia de la ejecución del
contrato. En consecuencia, con el exclusivo objeto de evitar la paralización o la afectación grave de los
servicios públicos a su cargo y asegurarla inmediata, continua y adecuada prestación, podrán, en los casos
previstos en el numeral 2° de este artículo, interpretar los documentos contractualesy las estipulaciones en
ellos convenidas, introducir modificaciones a lo contratado y, cuando las condiciones particulares de la
prestación asi lo exijan, terminar unilateralmente el contrato celebrado (negrillas y resaltado por fuera
del texto original).
899 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1764 del 9 de febrero de 2006, C.P.
Gustavo Aponte Santos.
900 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 28 de abril de 2005, expediente 14.393, C.P. Dr.
Germán Rodríguez Villamizar y Sección Tercer, Subsección “A”, Sentencia de 11 de abril de 2012,
Expediente 17.851, C.P. Hernán Andrade Rincón.
901 A manera de ejemplo cabe citar la Sentencia 13415 del 15 de marzo de 2001. Cita de la providencia.
388 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
ejecuta, sería romper la interdependencia de las obligaciones que es la esencia del contrato
sinalagmático»902 y por ello se autoriza la aplicación de prerrogativas como la de la resolu
ción del contrato o la Exceptio non adimpleti contractos'903.
b/ El no cumplimiento actual de obligaciones a cargo de cada una de las partes con
tratantes: "A nadie le es permitido escudarse en la excepción de contrato no cumplido, con
base en el supuesto de que la otra parte, posible o evenlualmente, le va a incumplir en el fu
turo, porque esta forma de incumplimiento no podría producir sino un daño futuro meramente
hipotético y por ende, no indemnizadle"904905.
906
c) Que e¡ incumplimiento de la administración sea grave, de entidad y gran significa
ción, de manera que genere una razonable imposibilidad de cumplir para el contratista903.
Este presupuesto fue planteado por la Sala así:
"es legalmente procedente que el contratista alegue la excepción de contrato no cum
plido y suspenda el cumplimiento de sus obligaciones, siempre y cuando se configuren
hechos graves imputables a la administración que le impidan razonablemente la ejecu
ción del contrato. La doctrina ha considerado que estos casos pueden darse cuando no se
paga oportunamente el anticipo al contratista para la iniciación de los trabajos, o se presenta
un retardo injustificado y serio en el pago de las cuentas, o no se entregan los terrenos o
materiales necesarios para ejecutar los trabajos. En cada coso concreto se deben valorar
las circunstancias particulares para determinar si el contratista tiene derecho a suspender el
cumplimiento de su obligaciones y si su conducta se ajusta al principio general de la buena
fe (art. 83 C.N.j, atendiendo la naturaleza de las obligaciones recíprocas y la incidencia
de la falta de la administración en la posibilidad de ejecutar el objeto contractual (negrillas y
resaltado por fuera del texto original)"909.
la Sala, en la sentencia proferida el 16 de febrero de 1984907, precisó además que a
una parte contratante que incumple un deber que es primero en el tiempo, no se le puede
conceder el medio defensivo de la excepción de incumplimiento, puesto que su conducta la
rechaza, por ser contrario a la bono fides in solvendo (art. 83, C.N.)“.
909 Mora Pérez, José Misael. LaAutotutela en el Derecho Administrativo. Temis, 2011, p. 13.
910 Sección Tercera, Subsección “C" Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expediente 35.853, C.P. Enri
que Gil Botero.
911 Brewer-Carías Alian R. Derecho Administrativo. Tomo I. Primera Edición, Editorial Universidad
Externado de Colombia, 2005, p. 103.
390 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
912 El Consejo de Estado, diferenció las cláusulas excepcionales y las potestades unilaterales que tienen
las entidades en los contratos estatales. Ver Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 28 de no
viembre de 2019, Expediente 36.600, C.P. María Adriana Marín.
913 Blanco Zúñiga, Gilberto. De la interpretación legal a la interpretación constitucional. Editorial Gusta
vo Ibáñez, Primera Edición, Bogotá, 2010, p. 131.
914 Sección Tercera, Sentencia del 11 Ce febrero de 2009, Expediente 16.100, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
915 Colombia Compra Eficiente, Concepto C-306 de 2020. Ver también Consejo de Estado, Sección
Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expediente 63.045, C.P. Alberto
Montaña Plata.
916 Ibídem, pp. 136-147.
Los contratos estatales en Colombia 391
vi) Interpretación extensiva, viii) La interpretación a favor del deudor, y ix) El principio
de la buena fe.
Las reglas de interpretación del contrato estatal, entonces, resultan ser de muchísi
ma utilidad práctica. Así, por ejemplo, el Consejo de Estado917, al tenor de lo dispuesto
en el artículo 1620 del Código Civil, respecto de la conservación del negocio jurídico
y a la producción de efectos jurídicos del contrato ante cláusulas contradictorias, optó
por interpretar que la modalidad de un pago en un caso particular de una controver
sia surgida en un contrato de obra pública era a precios unitarios y no a precio global
fijo, pese a que existían estipulaciones en uno y otro sentido. En otro caso, la misma
célula judicial918, aplicó la interpretación sistemática para concluir que los pliegos de
condiciones y la propuesta deben ser interpretados en función de las diferentes partes
que los conforman, sin aislar o separar una de ellas del conjunto, razón por la cual la
interpretación de una disposición debe hacerse de acuerdo con las distintas partes del
pliego. También, la misma corporación919, en otro conflicto, concluyó que se hubo una
interpretación errónea de una oferta —declaración de voluntad— presentada por una
unión temporal y ello dio lugar a la descalificación de la propuesta que era la mejor.
917 Sección Tercera, Sentencia del 29 de abril de 1999, Expediente 14.855, C.P. Daniel Suárez
Hernández.
918 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
21.077, C.P. Danilo Rojas Betancourth y Subsección “A” Sentencia de 5 de febrero de 2021, Expe
diente 46.726, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
919 Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia del 11 de febrero de 2009, Expediente 16.100, C.P.
Ramiro Saavedra Becerra.
CAPITULO Vil
LAS POTESTADES
UNILATERALES DE LA
ADMINISTRACIÓN
Y LAS CLÁUSULAS
EXCEPCIONALES
920 Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección “A”, Sentencia de 28 de noviembre de 2019, Expe
diente 36.600, C.P. María Adriana Marín.
921 Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2257 de 2016, C.P. Alvaro Ñamen Vargas.
396 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“Por esta razón, el ordenamiento jurídico o la vez que le otorga el derecho y le impone el
deber a la Administración, como titular del poder del imperium y gestora del interés público,
para asegurar los fines de la actividad contractual, les confiere una serie de prerrogativas y
potestades que le permiten la adopción de medidas de corrección, compulsivas, sancionato-
rias y resolutorias, para asegurar el efectivo cumplimiento de las obligaciones del contratista".
Y la diferencia que existe entre las cláusulas excepcionales y las potestades unilatera
les922 consiste en que mientras que las primeras solo proceden en los contratos y casos
previstos en el numeral 2 del artículo 14 de la ley 80 de 1993923, las segundas resultan
aplicables a todos los contratos estatales sin importar que se hayan pactado o no. De este
modo, las potestades unilaterales se constituyen en una cláusula de la esencia de todos
los contratos regulados por la ley 80 de 1993.
En este orden de ideas, son potestades unilaterales derivadas de la actividad contrac
tual pública: i) La declaratoria unilateral de siniestros y la cuantificación del perjuicio,
ii) La imposición de multas, iii) La declaratoria unilateral de incumplimientos para ha
cer efectiva la cláusula penal pecuniaria, iv) La terminación unilateral del contrato por
las causales de nulidad absoluta prevista en el inciso segundo del artículo 45 de la Ley
80 de 1993, v) La liquidación unilateral del contrato estatal y vi) La cesión unilateral del
contrato prevista en el artículo 6o de la ley 2014 de 2019.
922 También conocidas como cláusulas especiales o cláusulas de privilegio. Ver Consejo de Estado, Sala
de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2257 de 2016, C.P. Alvaro Ñamen Vargas.
923 2. Pactarán las cláusulas excepcionales al derecho común de terminación, interpretación y modifica
ción unilaterales, de sometimiento a las leyes nacionales y de caducidad en los contratos que tengan
por objeto el ejercicio de una actividad que constituya monopolio estatal, la prestación de servicios
públicos, "los contratos relacionados con la alimentación escolar o la explotación y concesión de
bienes del Estado, así como en los contratos de obra. En los contratos de explotación y concesión
de bienes del Estado se incluirá la cláusula de reversión. Las entidades estatales podrán pactar estas
cláusulas en los contratos de suministro y de prestación de servicios.
924 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente 64.033, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
925 El artículo 7o de la Ley 1150 de 2007, señala en qué contratos no es obligatoria la exigencia de garan
tías, así: “Lasgarantías no serán obligatorias en los contratos de empréstito, en los inleradministralivos,
en los de seguro y en los contratos cuyo valor sea inferior al 10% de la menor cuantía a que se refiere esta
ley, caso en el cual corresponderá a la entidad determinar la necesidad de exigirla, atendiendo a la natu
Los contratos estatales en Colombia 397
Entre las novedades legislativas de la Ley 1150 de 2007, frente al régimen de garan
tías en los contratos estatales, se identifican las siguientes: i) ampliación de otras garan
tías que se pueden otorgar a favor de la administración, ii) La habilitación expresa de la
raleza del objeto del contrato y a laforma de pago, asi como en los demás que señale el reglamento”. Ver
también excepciones en el Decreto 1082 de 2015.
926 Sección Tercera, Sentencia del 22 de abril de 2009, Expediente 14.667, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar.
398 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
mérito ejecutivo por jurisdicción coactiva pues el artículo 75 de la Ley 80 ha dispuesto que
los procesos de ejecución, derivados de los contratos estatales, sean de conocimiento de la
jurisdicción contencioso administrativa.
En segundo lugar, y partiendo de la vigencia del numeral 4° citado, este regula y se
refiere expresamente a las relaciones de naturaleza contractual, cuando los contratistas consti
tuyen pólizas a favor del Estado, las cuales, ¡unto con el acto administrativo de liquidación, la
declaratoria de caducidad o la 'erminación, prestan mérito ejecutivo. Ahora bien, el numeral
5o establece que cualquier otra garantía presta mérito ejecutivo a favor del Estado, ¡unto con
el acto administrativo que declara la correspondiente obligación.
Para la Sala estas dos normas se deben integrar, para comprender su alcance y significa
do plenos, integración de la cual resulta que cualquier póliza contractual, constituida a favor
del Estado, presta mérito ejecutivo —aunque no por jurisdicción coactiva— pues no es Ilógico
—ni es el sentido de la norma— fraccionar el mérito ejecutivo de las garantías contractuales
a favor del Estado, cuando es daro que el numeral 4° citado incluye todos los amparos que
puede contener una póliza; y el numeral 5° incluye cualquier otro tipo de garantía a favor
del Estado, de donde se deduce que el propósito mismo de la norma es el de otorgar una
prerrogativa a las entidades estatales para que puedan declarar ellas mismas el siniestro,
y hacerlo exigible en forma efectiva.
Incluso una interpretación exegética de las normas citadas permite llegar a esta conclu
sión, pues bien dice el numeral 5° que todas las garantías constituidas a favor del Estado
—sin exclusión— prestan mérito ejecutivo; y el numeral 4a se refiere específicamente a las
contractuales, normas estas que no se excluyen entre sí, sino que se complementan en su
interpretación.
Con mayor razón un análisis finalístico de los numerales 4° y 5° citados ratifica esta
posición, pues del haz de amparos que contienen las garantías a favor del Estado, resultaría
que sólo en algunos casos —caducidad, terminación y liquidación— pudiere declararse
el siniestro, lo que iría en contra de la filosofía de estos preceptos y del privilegio que ellos
mismos pretenden otorgar a la administración pública (Negrillas por fuera del texto original!.
931 £n la misma providencia citada en el pié de página anterior, el Consejo de Estado afirmó frente a la
prerrogativa de decisión previa lo siguiente: Al respecto, considera esta Sala imperioso precisar
ahora que la ilegalidad, porfalta de competencia, para proferir un determinado acto administrativo no
se puedepurgar a través del "privilegio de decisión previa", porque si bien éste supone la loma de decisiones
por parte del Estado sin necesidad de contar con el consentimiento de los afectados o con la anuencia
previa deljuez, éstas sólo pueden ser adoptadas en ejercicio de una competencia establecida en la
ley. Asi, elprivilegio de lo previo no constituye elfundamento de la competencia; por el contrario, ésta es
un presupuesto necesario de aquél. De otra manera se desconocerían los artículos 122 de la Constitución
Política —según el cual no habrá empleo público que no tenga funciones detalladas en ley o regla
mento— y 84 del CCA, en cuanto dispone que la acción de nulidad contra los actos administrativos
puede fundarse en el hecho de que los mismos hayan sido expedidos por funcionarios u organismos
incompetentes”. (Negrillas por fuera del texto original). Nos surge un interrogante respecto a la po
sición del Consejo de Estado: ¿cuál es la competencia expresa establecida en la ley para qué la Admi
nistración pueda declarar unilatcralmcntc todo tipo de siniestros?
400 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Ley 80 de 1993. Hoy en día, la situación anterior quedó solucionada por la interven
ción directa del Legislador, al atribuir esa competencia expresamente a la administra
ción con el artículo 7 de la Ley 1150 de 2007, como se anotó.
De otra parte, el Consejo de Estado952 se ocupó de estudiar el contenido y alcance de
la potestad de declarar unilatcralmcntc siniestros y al respecto, sostuvo:
La Sola reitera el criterio que de años atrás ha consolidado en el sentido de que
la administración goza de la prerrogativa de declarar el siniestro derivado de la ejecución
de los contratos estatales, de hacer efectiva la garantía que ha sido constituida a su favor, y
en esta oportunidad precisa que tal prerrogativa conlleva la de cuantiíicar el perjuicio, aún
después de la terminación del contrato mediante la expedición de actos administrativos, los
cuales están sujetos al control gubernativo y judicial, en consecuencia, podrán ser impug
nados ante la propia administración mediante la interposición de los recursos que la ley ha
previsto para el efecto y por vía judicial mediante el ejercicio de la acción contractual.
En relación con las prerrogativas que posee la administración frente a las garantías
contractuales, también resulto pertinente establecer, como lo ha señalado la jurisprudencia
de la Sala, que en materia de contratación estatal no aplica el procedimiento previsto en
los artículos 1075 y 1077 del Código de Comercio, relativos a la reclamación por parte
del asegurado y a la objeción que puede formularle el asegurado?33, toda vez que tal
reclamación se suple a través de la expedición de un acto administrativo mediante el cual
la administración unilateralmente declara ocurrido el siniestro y ordena la efectividad de la
garantía sin la aquiescencia de. asegurador, decisión que puede ser impugnada por este y
también por el contratista, administrativa y judicialmente.
(...) La situación se torna deferente en tratándose de garantías de cumplimiento consti
tuidas en favor de entidades públicas para garantizar el cumplimiento de las obligaciones
contraídas por el contratista, así que el citado artículo 1077 no es de aplicación estricta,
puesto que no es ante la compañía aseguradora que el asegurado o beneficiario de la
póliza —entidad estatal— discute la existencia del siniestro y el monto del perjuicio o daño
causado, tal como quedó ampliamente expuesto en el acápite anterior, sino que la entidad
pública asegurada a términos del artículo 68 numerales 4°) y 5°) del CCA, tiene la potestad
de declarar unilateralmente la existencia de la obligación derivada del contrato de seguro,
declaratoria que necesariamente involucra o versa sobre la ocurrencia del siniestro y la
cuantía del daño, ya que de lo contrario no surge la obligación a cargo de la aseguradora,
pues como ya se anotó, para que ello ocurra, según lo dispone el artículo 1077 del C. de932 *
933
932 Sección Tercera, Sentencia del 22 de abril de 2009, Expediente 14.667, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar. Con Salvamento de voto de la doctora Ruth Stella Correa Palacio y Aclaración de Voto
del doctor Mauricio Fajardo Gómez. También, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 29 de
mayo de 2014, Expediente 27.563, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
933 La objeción a la reclamación según el Tratadista Hernán Fabio López Blanco, se entiende como “la
manifestación realizada por la compañía aseguradora frente a la reclamación debidamente formula
da, indicando que no está obligada a indemnizar por no operancia del amparo o porque existiendo el
mismo la cuantía reclamada excede de lo considerado como cantidad equitativa y correlativa al daño
experimentado efectivamente, evento este en que la objeción viene a ser parcial pues está aceptando la
operancia del amparo y parte de la cuantía. Para realizar esa manifestación la empresa cuenta con un
perentorio término legal de, por lo mismo inmodificable, de 60 días, contados a partir de aquel en que se
haya completado la reclamación' En Revista Fasecolda N" 9, “Aviso de siniestro, reclamación, objeción
y subrogación dentro del contrato de seguro”. Cita de la Sentencia del Consejo de Estado.
Los contratos estatales en Colombia 401
Co, deberá establecerse la correncia del siniestro y la cuantía del daño, en tratándose de
seguros de daños”.
934 Hoy en día, conforme al artícuo 128 del Decreto 1510 de 2013, la administración, puede cuantificar
el monto del perjuicio en los casos de declaratoria de caducidad y de algunos incumplimientos.
935 Tesis reiterada por el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de julio de
2014, Expediente 27.098, C.P. Hernán Andrade Rincón.
936 Sección Tercera, Sentencia del 22 de abril de 2009, Expediente 14.667, C.P. Myriam Guerrero de
Escobar. Con Salvamento de voto de la doctora Ruth Stella Correa Palacio y Aclaración de Voto del
doctor Mauricio Fajardo Gómez.
937 Ibídem.
402 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, es oportuno despejar una duda recurrente al interior de las entidades
estatales, que surge al momento de declarar un siniestro en contra de una compañía de
seguros y es aquella relacionada con la siguiente pregunta ¿la garantía debe estar vigente
para el momento en qué se declara y queda en firma el acto administrativo que declara
el siniestro? La respuesta es negativa. Lo que exige la normatividad y la jurisprudencia
del Consejo de Estado, para la procedencia del siniestro, es que el contrato de seguros
estuviese vigente en el momento en que se presentó u ocurrió el siniestro, pues entre este
momento y la declaración de la ocurrencia, transcurre otro término que no puede exce
der de dos años. Por lo tanto, la administración no pierde competencia para declarar la
ocurrencia del siniestro, si para esc momento no está vigente la póliza de seguros, pues
lo importante será que lo haya estado para la fecha en que efectivamente se presentó938.
En virtud de lo anterior, un ejemplo nos ilustra mejor la problemática: En un contra
to estatal, el contratista presta una garantía única de cumplimiento y más tarde, ocurre
uno de los riesgos amparados por la misma estando vigente la garantía, sin embargo,
cuando la entidad contratante, termina declarando la ocurrencia del siniestro ya había
expirado la vigencia de la garantía. De la misma forma, entre la fecha de ocurrencia del
siniestro y la firmeza del acto administrativo que lo declaró, no transcurrieron más de
dos años —prescripción en seguros—. En este caso, resulta claro que la administración
sí contaba con plena competencia para proceder en dicho sentido.
La jurisprudencia del Consejo de Estado939, respalda nuestra conclusión anterior, al
aclarar la controversia, cuando sostuvo:
"Es decir que una vez se concreta el riesgo, como en este caso lo es el incumplimiento
contractual, surge el derecho de la entidad estatal de cobrar la indemnización contenida en
la póliza de seguro de cumplimiento tomada por su contratista, pero como requisito formal
para realizar la reclamación, se exige la declaratoria de tal hecho a través de un acto admi
nistrativo, momento en el cual, para efectos de solicitar el pago de la indemnización ante la
aseguradora, se entenderá ocurrido el siniestro.
"No obstante, cuando se declara el siniestro a través del acto administrativo, es porque
el riesgo ya se realizó, es decir el incumplimiento ya se produjo, y lo que hace la entidad
estatal a través de su decisión unilateral, es manifestarlo y concretarlo para derivar a partir de
tal declaración, las consecuencias contractuales y legales del caso.
938 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de febrero de 2017, Expediente
44.485, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
939 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 29 de mayo de 2014, Expediente
27.563, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
Los contratos estatales en Colombia 403
ner la indemnización y otra cosa es el derecho a recibir su pago, el que sí se concreta una
vez se hace la reclamación en la forma establecida por la ley. Al respecto, ha dicho la Sala:
"En otras palabras, el acto administrativo es la prueba de la realización del riesgo y
podría decirse que esta forma de acreditar el siniestro se convierte en un privilegio para la
administración, ya que le basta su propia decisión fundamentada, que goza de la presunción
de legalidad. Esta forma de acreditar el siniestro también constituye una ventaja para la ase
guradora, ya que tiene la posibilidad de discutir administrativa y judicialmente el acto, en la
medida que los fundamentos jurídicos y lácticos que la administración adujo para acreditar el
siniestro no sean suficientes. Se adelanta así el debate en torno a un acto dictado con base
en una potestad que dimana de la ley. Acto que una vez ejecutoriado prestará con la póliza
correspondiente mérito ejecutivo contra la aseguradora, la que debe pagar el seguro en los
términos convenidos.
"Por lo anterior, no resulta admisible la interpretación del apelante, en el sentido de que
el riesgo se produjo por fuera de la vigencia del contrato de seguro que lo amparaba, sólo
porque la ejecutoria del acto administrativo que confirmó la declaración del siniestro, se
produjo por fuera de la fecha límite de cobertura de la póliza.
“Por ello, desde este punto de vista, la obligación contenida en el título ejecutivo sí es
exigidle, ya que se cumplió la condición a la cual estaba sujeta".
En este orden de ideas, cuando las entidades estatales deban declarar un siniestro
que afectará una póliza de seguros que ampara un contrato estatal, será indispensable
que se cumpla con las siguientes condiciones, a saber: i) Que la ocurrencia del ries
go amparado se produzca estando vigente la garantía y ii) Que entre la fecha en que
tuvo conocimiento la administración de la ocurrencia del siniestro y su declaratoria no
transcurran más de dos años940. El Consejo de Estado941, así lo concluyó recientemente,
cuando aseguró:
“En esta oportunidad la Sala reitera la postura según la cual el acto administrativo por
medio del cual se declara el siniestro debe ser expedido por la Administración Pública a más
tardar dentro de los dos años siguientes a la fecha en la que ésta tenga conocimiento de la
ocurrencia del siniestro, hecho que necesariamente deberá acaecer durante la vigencia del
seguro".
940 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente
27.098, C.P. Hernán Andrade Rincón.
941 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A” Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente
27.098, C.P. Hernán Andrade Rincón.
942 Sección Tercera, Sentencia del 18 de junio de 2008, Expediente 29.290, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
404 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
943 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expe
diente 54.833, C.P. Martín Bermúdez.
Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de julio de 2018, Expediente 52.495, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico y Sentencia de 28 de agosto de 2019, Expediente 59.771, C.P. Marta Nubia
Los contratos estatales en Colombia 405
que el procedimiento que deben emplear las entidades estatales a la hora de declarar un
siniestro es aquel que aparece descrito en el artículo 86 de la ley 1474 de 2011.
Pese a lo anterior, el Consejo de Estado945, recientemente, aseguró que las entidades
estatales para declarar un siniestro no están obligadas a garantizar previamente el ago
tamiento de una audiencia, sino que deben surtir el procedimiento general dispuesto
en el CPACA946, pues al estudiar el contenido del artículo 17 de la ley 1150 encontró
que la ley exige es escuchar previamente al garante y en tal sentido, aseguró lo siguiente:
"20.- La Sala agrega que la declaratoria de ocurrencia del siniestro no debía estar
precedida de la realización de una audiencia, como lo planteó la compañía aseguradora.
El artículo 17 de la Ley I 150 de 2007 dispone que la imposición de multas debe estar
precedida de «audiencia del afectado». Sin embargo, lo que dicha norma establece es que
la decisión administrativa debe ser adoptada después de oír al interesado en el marco de un
procedimiento mínimo que garantice el debido proceso".
Nosotros, por el contrario, nos inclinamos por la tesis de que necesariamente sí debe
agotarse el procedimiento administrativo dispuesto en el artículo 86 de la ley 1474 de
2011 para declarar cualquier siniestro, pues al final se tendrá que poner en evidencia la
existencia de un incumplimiento de alguna obligación derivada del contrato estatal, como
condición previa para edificar la ocurrencia del riesgo, por lo que la ruta que debe recorrer
la administración debe ser esc, es decir, el que está dispuesto en el precitado artículo 86.
Velásquez Rico.
945 Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 17 de marzo de 2021, Expediente 52.591, C.P. Martín
Bermúdez Muñoz. Ver también Subsección “B”, Sentencia de 5 de diciembre de 2016, Expediente
35.057, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
946 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expe
diente 52.022, C.P. Martín Bermúdez.
947 Sobre las multas y la cláusula penal en los contratos estatales, la Sala de Consulta y Servicio Civil del
Consejo de Estado, a través del Concepto 1.748 del 25 de mayo de 2006, con ponencia de Enrique
José Arboleda Perdomo, se pronunció sobre su contenido y características principales.
948 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A” Sentencia de 1 ° de febrero de 2018, Expediente
52.549, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
949 Sección Tercera, Sentencia del 14 de julio de 2005, Expediente 14.289, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
406 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
El Consejo de Estado953, en la misma línea del criterio anterior, aseguró que la multa
"como herramienta conminatoria emana entonces cuando su propósito se centra en apre
miar o constreñir al deudor de la prestación pactada y así se deja sentado expresamente en
el texto obligacional; en defecto, el silencio sobre su rol hará prevalecer el carácter resarcito-
rio de la pena”.
A nivel jurisprudencial, el Consejo de Estado ha sostenido varias posiciones sobre
la imposición unilateral de multas al contratista en vigencia de la Ley 80 de 1993954. En
una primera posición judicial955, el máximo Tribunal de lo Contencioso Administrativo
concluyó que la administración sí podía imponer unilateralmcnte multas al contratista
mediante acto administrativo, siempre y cuando se pactara la cláusula de multas en el
contrato estatal. Las razones aducidas por dicha corporación para soportar su criterio
estribaron, por una parte, en la interpretación de los artículos 4o, ordinal 2, 22, inciso
5 y 22.1 de la Ley 80 de 1993, y por otra, en el carácter ejecutorio de los actos adminis
trativos de conformidad con el artículo 64 del CCA —vigente en su momento—. Y la
No hay duda de que la anterior postura judicial acompasa con la normatividad cons
titucional y legal vigente, teniendo en cuenta que el artículo 121 de la Constitución
Política de Colombia dispone que ninguna autoridad podrá ejercer funciones que no le
hayan sido otorgadas por la Constitución y la ley. Se tiene que la Ley 80 de 1993, que re
glamenta expresamente cuáles son las cláusulas excepcionales aplicables a los contratos
estatales, no previo nada en cuanto a la multas como cláusula excepcional. De esa forma,
se advirtió que tanto en la jurisprudencia como en la doctrina nacional, no existía duda
respecto a la inexistencia legal de facultad de la administración para imponer multas
unilateralmente mediante acto administrativo.
Ante el nuevo panorama jurisprudencial del Consejo de Estado, respecto a la impo
sibilidad de imponer multas y hacerlas efectivas por parte de la administración, tenemos
que el Gobierno nacional, reaccionó rápidamente y logró incluir en la Ley 1150 de
956 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 20 de octubre de 2005, Expediente 14.579, C.P.
Germán Rodríguez Villamizar.
957 Expediente 13988.
958 Expediente 19488.
408 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Tal y como ocurrió con la potestad de declarar siniestro, la Ley 1150 de 2007 dotó
a todas las entidades estatales, de la facultad de imponer unilateralmente multas a los
contratistas, y de hacerlas efectivas a través de los mecanismos autorizados por el pará
grafo del citado artículo 17, siempre y cuando, se hubiesen pactado previamente entre
las partes y sólo si hay obligaciones pendientes de ejecución por parte del contratista.
También, resulta curiosa la previsión del parágrafo transitorio del mismo artículo 17, en
la medida que con él se pretendía cubrir de legalidad aquellas multas impuestas unilate
ralmente con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 1150 de 2007. Por su parte,
el Consejo de Estado959, tuvo la oportunidad de estudiar los efectos de esa disposición
transitoria y al respecto, concluyó:
Como se observa, a partir de la expedición de la ley 1150 de 2007, no solamente
se consagró la posibilidad de imponer las multas pactadas, de manera unilateral, por parte
de la entidad estatal contratante, sino que se le atribuyó a tal posibilidad, un efecto retrospec
tivo, permitiendo que su imposición pueda hacerse, aún en atención de contratos celebrados
antes de la entrada en vigencia de esta ley, siempre que en ellos se hubiese consagrado "la
competencia de las entidades estatales para imponerlas y hacerlas efectivas".
El parágrafo transitorio transcrito, debe entenderse, en el sentido, de que si se celebró
un contrato antes de la entrada en vigencia de la Ley 1150 de 2007, que contiene en su
clausulado multas, y expresamente hace referencia a la posibilidad de que estas puedan
ser impuestas unilateralmente por parte de la entidad estatal contratante al contratista,
estas se podrán decretar de esta manera, por habilitación retrospectiva, siempre que su
imposición se haga con posterioridad a la vigencia de esta ley.
Sección Tercera, Sentencia del 30 de julio de 2008, Expediente 21.574, C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 409
9W Concepto 2040 del 29 de noviembre de 2010, C.P. William Zambrano Cetina y Concepto 2.153 de
10 de octubre de 2013, C.P. Alvaro Ñamen Vargas.
965 Concepto 1237 de 1999, M.P. César Hoyos Salazar. Sobre la multa como sanción pecuniaria, puede
verse Bercaitz, Miguel Ángel. Teoría General de los Contratos Administrativos. Dcpalma, Segunda
Edición, 1980, p. 418. Igualmente, Marienhoff, Miguel. Tratado de Derecho Administrativo. Tomo
III-A, Buenos Aires, Cuarta Edición, 1998, p. 412. Capitant señala que la multa “tiene por objeto
inducir al deudor de una obligación de hacer o no hacer a que la cumpla, por la amenaza de tener
que pagar una indemnización que puede acrecentarse de manera considerable si el incumplimiento
se prolonga o se repite” (Capitán Henri. Vocabulario Jurídico. Depalma, Buenos Aires, 1986 (8a re
impresión de la primera edición de 1930), p. 382.). Cita del Concepto. También, Consejo de Estado,
Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 10 de septiembre de 2014, Expediente 28.875, C.P.
Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
966 Santamaría Pastor, Juan Alfonso. Principios de derecho administrativo general. Tomo II. Segunda Edi
ción, Madrid, 2009, p. 229 y ss. Marienhoff, Miguel. Tratado de Derecho Administrativo-Tomo
Buenos Aires, Cuarta Edición, 1998, pp. 393 y 410.
Los contratos estatales en Colombia 411
967 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 10 de septiembre de 2014, Expe
diente 28.875, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa y Sala de Consulta y Servicio Civil, Concep
to 2.153 de 10 de octubre de 2013 y Concepto 2257 de 2016, C.P. Alvaro Ñamen.
968 yer Corte Constitucional, Sentencia C-499 de 2015, M.P. Mauricio González Cuervo.
969 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expediente 20.738, C.P. Enri
que Gil Botero.
412 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
"Lo anterior significa que, ante los vacíos o lagunas que se presenten en las actuaciones
contractuales de carácter sancionatorio (en este caso la declaratoria de caducidad) la auto
ridad administrativa debe llenarlos, en primer lugar, con las disposiciones de la ley 1437 de
201 1 que regulan lo referente al procedimiento administrativo sancionatorio (artículos 47 a
52j y, sólo en aquellos eventos en los que las lagunas sigan presentándose, acudir al proce
dimiento administrativo general consagrado en el mismo cuerpo normativo".
Oportuno también resulta precisar los rasgos que representa esta modalidad especial
de ejercicio de potestad sancionatoria que en materia contractual tienen las entidades
estatales para el cual deben agotar el precitado procedimiento previsto en el artículo 86
de la ley 1474 de 201l970 y en tal sentido, vale la pena hacerlo con base en las reflexiones
de la jurisprudencia971 cuando aseguró:
"La potestad sancionatoria en las actuaciones contractuales que se rigen por el derecho
administrativo se refiere a aquella competencia en virtud de la cual el Estado contratante
puede imponer, mediante acto administrativo, una afectación a la posición contractual del
contratista, como consecuencia de la determinación de un incumplimiento del contrato o de
una transgresión legal.
Las notas características de la potestad sancionatoria en el escenario de un contrato
estatal, básicamente, se identifican con la imposición de una pena, pero, también, pueden
predicarse en aquella actuación mediante la cual el Estado contratante decide imponer con
secuencias económicas adversas, restricciones o limitaciones, como reacción a una conducta
violatoría de la ley o del contrato.
Por ello, el acto administrativo mediante el cual se declara el incumplimiento del contrato
se constituye en ejercicio de una potestad sancionatoria, en la medida en que esa decisión
conlleva consecuencias negativas impuestas por razón de la conducta incumplida, como lo
son la restricción para acceder a nuevas contrataciones o la imposición de una decisión que
pueda desembocar en la inhabi'idad para contratar, derivada del incumplimiento reiterado".
Este procedimiento, necesariamente, debe respetar las garantías derivadas del debi
do proceso972, sin que resulte válido sostener que son aplicables las mismas del derecho
o del derecho disciplinario con la misma intensidad. Si bien es cierto que es
penal973*975
tamos en presencia del ejercicio de la potestad sancionatoria de la administración, ese
examen se debe hacer a la luz del derecho administrativo sancionador en su vertiente
970 Corte Constitucional, Sentencia C-499 de 2015, M.P. Mauricio González Cuervo.
971 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de julio de 2018, Expediente
52.495, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
972 En ese sentido, la jurisprudencia, señaló como tales: “Ahora, sin perjuicio de los particulares propios del
derecho sancionador, los elementos que materializan este derecho son i) la aplicación de una ley preexis
tente; ii) eljuez competente; iii) la sujeción a las normas de nadajuicio; iv) la solicitudy presentación de
pruebas y la posibilidad de controvertir las pruebas; v) la presunción de inocencia; vi) el non bis in ídem,
vii) la impugnación de las decisiones) viii) el derecho a que los procesos se desarrollen en un término ra
zonabley sin dilaciones injustificadas. Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia
de 30 de agosto de 2018, Expediente 37.935, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
975 Ibídem.
Los contratos estatales en Colombia 413
974 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 3 de agosto de 2016, Expedien
te 53-339, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa. Ver también Corte Constitucional, Sentencia
C-818 de 2005, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
975 Concepto 2.153 de 10 de octubre de 2013, C.P. Alvaro Ñamen Vargas.
976 Sentencia de 21 de enero de 2021, Expediente 11001-03-15-000-2020-04014-01, C.P. Oswaldo Gi-
raldo López.
977 Subsección “A”, Sentencia de 15 de abril de 2013, Expediente 25000-23-42-000-2013-00082-01
—Tutela—, C.P. Luis Rafael Vergara Quintero.
9/8 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de julio de 2018, Expediente 52.495, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico; Sentencia de 28 de agosto de 2019, Expediente 59.771, C.P. Marta Nubia
Velásquez Rico y Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente 48.945, C.P. Jaime
Enrique Rodríguez Navas.
414 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por su parte, el artículo 86979 de la Ley 1474 de 2011, reguló integralmente el pro
cedimiento para imponer multas al contratista, sujeto en todo caso, a que se hayan pac
tado expresamente en el contrato estatal —las faltas y la sanción980— y se acrediten los
supuestos para imponer la sanción, esto es, que se pruebe la culpabilidad del contratista
y que además, incurrió en un incumplimiento contractual de alguna obligación estipu
lada en el contrato. No basta entonces con demostrar el incumplimiento por acción u
omisión, sino que es menester probar la culpabilidad del contratista, es decir, se debe
agotar necesariamente el juicio subjetivo de reproche de su conducta. Precisamente, la
Corte Constitucional981 se ha ocupado de estudiar el tema en materia sancionatoria
administrativa, para sostener lo siguiente:
"3. Prescripción de la responsabilidad objetiva
Dado que el cargo más drástico del actor apunta a descalificar la norma acusada
porque, a su juicio, habría introducido en el sistema jurídico un caso de responsabilidad
objetiva, esta Corte empezará por definir los contornos generales de dicha figura a efectos
de establecer la corrección jurídica de la acusación.
De conformidad con el artículo 29 constitucional, •‘Toda persona se presume ¡nocente
mientras no se la haya declarado judicialmente culpable». La introducción del elemento de
culpabilidad como condicionamiento de la imposición de la sanción constituye la declara
ción inequívoca de que el régimen sancionatorio colombiano proscribe la responsabilidad
objetiva como fuente de responsabilidad personal.
Lo anterior implica que el régimen sancionatorio nacional impide la asignación de
sanciones por la sola realización de la conducta. El modelo de responsabilidad objetiva
persigue la sanción de la conducta que se ajusta a la descripción del tipo punible, sin reparar
en el grado de conocimiento y volición del sujeto que la realiza. Ello quiere decir que el
modelo de responsabilidad objetiva niega, de suyo, el principio de culpabilidad.
No obstante, el régimen sancionatorio local superó y actualmente repudia el esquema
de responsabilidad objetiva.
La exigencia de que en materia sancionatoria deba tenerse en cuenta siempre la conduc
ta del justiciable implica que la imposición de la sanción sólo es posible si el sujeto activo
ha cometido la falta con dolo o culpa, esto es. con conocimiento y voluntad positiva en la
obtención de los resultados de su comportamiento, o con simple conocimiento del mismo,
pero en inobservancia de un «deber de cuidado o diligencia».
979 El Consejo de Estado, apuntó frente a la vigencia del artículo 86 de la Ley 1474 de 2011, lo siguiente:
"En estos términos, porfin cumplió el Congreso con la exigencia de la reserva de ley que elprocedimiento
sancionatorio impone para aplicar una medida de esta naturaleza, la cual hasta la expedición de la Ley
¡474 se toma directamente del Código Contencioso Administrativo, aJaita de norma legal especial”. Sec
ción Tercera, Subsccción “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente 21.430, C.P. Enrique
Gil Botero.
980 El Consejo de Estado, sostuvo que si las faltas y la sanción no están contempladas en el contrato esta
tal, la administración, no podrá imponer multa alguna al contratista. En ese sentido, la corporación,
sostuvo: "En tal caso, el núcleo mínimo de este derecho exige que una norma —legal o contractual—
contemple lafalta y la sanción. Si ni siquiera lo hace el contrato, la administración no puede imponer
sanciones, so pena de violar el debido proceso”. Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 25 de
julio de 2011, Expediente 20.279, C.P. Olga Valle de De La Hoz.
981 Sentencia C-545 del 18 de julio de 2007, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
Los contratos estatales en Colombia 415
982 Ibídem.
98J Juan Manuel Laverde Alvarez, La sanción administrativa, perspectivas contemporáneas, páginas 45 y
46, Primera Edición, Editorial Legis, 2020.
98í Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expe
diente 20.738, C.P. Enrique Gil Botero. También, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 26
416 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
de septiembre de 2013, Expediente 23.517, C.P. Olga Melida Valle de De La Hoz, Sección Tercera,
Subsccción “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 27.246, C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 417
985 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente
48.945, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
986 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 30 de agosto de 2018, Expediente
37.935, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo. En esa providencia se anuló una multa impuesta a un
contratista porque no se decretó la prueba pedida para desvirtuar el informe del interventor sobre el
cual se edificó la sanción contractual.
418 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
987 La Corte Constitucional, en la Sentencia T-796 de 2006, M.P. Clara Inés Vargas, declaró la violación
al derecho fundamental al debido proceso administrativo de unos contratistas estatales, con base
en las siguientes consideraciones: “6.4. Por todo lo anterior, la Sala concluye que el Invías vulneró los
derechosfundamentales invocados por las sociedades (,..)y (...), al omitir correr traslado de la respuesta
dada por los peritos a la solicitud de aclaración o complementación al dictamen pericial en que se basó
la liquidación unilateral del contrato de concesión N° (...), lo que implicó truncarles la posibilidad de
poderlo objetar por error grave, en los términos del artículo 238 del Código de Procedimiento Civil, cuya
oportunidad si permitió en su momento a las demás sociedades integrantes de (...). En consecuencia,
confirmará las decisiones de instancia que concedieron el amparo deprecado”. En ese mismo sentido, Sec
ción Tercera, Subsccción “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente 21.430, C.P. Enrique
Gil Botero.
988 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 25 de julio de 2011, Expediente 20.279, C.P. Olga
Valle de De La Hoz.
989 El Consejo de Estado, ha entendido además de las multas y las cláusulas penales, como modalidades
de sanciones, las siguientes: i) La declaratoria de caducidad, ii) La declaración de un siniestro, iii) La
declaratoria de un oferente que se niega a suscribir el contrato estatal adjudicado, entre otros. Sección
Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 25 de julio de 2011, Expediente 20.279, C.P. Olga Valle de De
La Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 419
El estudio de las disposiciones del artículo citado, se abordará desde dos ópticas, a
saber: i) El origen de este nuevo procedimiento y las sanciones que son susceptibles de
imponerse bajo sus prescripciones, y ii) El procedimiento de imposición de la sanción.
Veamos:
i) El origen de este nuevo procedimiento y las sanciones que son susceptibles de
imponerse bajo sus prescripciones. La creación de este especial procedimiento
administrativo sancionatorio obedece esencialmente a la necesidad de contar
con unas reglas propias y específicas para la materia propia de la contratación es
tatal. Ahora bien, la motivación principal para estructurar dicho procedimiento
consta en el informe de ponencia para primer debate al Proyecto de Ley 142 de
2010 Senado990 —que más tarde se convirtió en la Ley 1474 de 2011—, así:
"B. En segundo lugar, no existe en la actualidad un procedimiento expedito para premiar
o castigar al contratista incumplido. El Estado debe poder contar con instrumentos efectivos
para premiar el cumplimiento del contrato, como para sancionar al contratista incumplido y
990 Gaceta del Congreso de la República, Año XIX Número 784 del 19 de octubre de 2010, p. 8.
420 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
proteger el interés público de los efectos nocivos de los incumplimientos. A pesar del progreso
hecho a ese respecto por la ley 1150 de 2007, es necesario complementarla a propósito
de dotar o la entidad estatal de un procedimiento expedito para adoptar esas medidas,
respetando en todo momento el debido proceso. Para el efecto se establece un procedi
miento administrativo oral, de una audiencia, para que previa citación, el contratista ejerza
su derecho de defensa, y la entidad adopte la decisión que corresponda en relación con la
imposición de mullas, sanciones y declaratorias de incumplimiento".
991 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expedien
te 20.738, C.P. Enrique Gil Botero; Subsección “C”, Sentencia de 24 de octubre de 2013, Expedien
te 24.697, C.P. Enrique Gil Botero y Subsección “A”, Sentencia de 5 de julio de 2018, Expediente
52.495, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
992 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 25 de julio de 2011, Expediente 20.279, C.P. Olga
Valle de De La Hoz.
Los contratos estatales en Colombia 421
penal—, sino todas las actuaciones sancionatorias, como por ejemplo: la declaración de ca
ducidad, la declaración de un siniestro, la declaración de que un oferente se niega a suscribir
el contrato estatal adjudicado, entre otras decisiones de similar naturaleza sancionadora".
995 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de julio de 2018, Expediente 52.495, C.P. Marta
Nubia Velásquez Rico.
99/| Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expedien
te 20.738, C.P. Enrique Gil Botero.
995 Gaceta del Congreso de la República, Año XIX Número 784 del 19 de octubre de 2010, p. 8.
996 Cuya importancia resaltó la Corte Constitucional en la Sentencia C-499 de 2015, M.P. Mauricio
González Cuervo.
422 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
tos; las pruebas; las cláusulas o normas jurídicas violadas y las posibles consecuencias
jurídicas —pliego de cargos—, ii) La celebración de la audiencia, que se inicia con la
intervención del jefe o representante legal de la entidad estatal contratante, quien lee
rá los antecedentes de la investigación, la enunciación de las normas jurídicas o cláu
sulas presuntamente incumplidas y las posibles consecuencias de tales conductas, iii)
La defensa del contratista y del garante, que se representa en la intervención que cada
uno hará y en la que presentarán sus descargos; aportarán pruebas y controvertirán las
presentadas por la entidad contratante, iv) La adopción motivada de la decisión por
parte de la entidad contratante en la que se consignará lo ocurrido en la audiencia y
en la que definirá si impone o no sanción, v) Recurso de reposición, en caso de existir
interés del contratista o garante, el cual se deberá interponer, sustentar y decidir en
la misma audiencia, y vi) Las cuestiones accesorias al procedimiento tales como la
opción de suspender la audiencia cuando se solicite o se considere conveniente por la
entidad contratante con el propósito de allegar pruebas o cuando sea necesario para
el correcto desarrollo de la audiencia. También, la entidad estatal, podrá dar por ter
minado el procedimiento sancionatorio cuando tenga conocimiento de la cesación
de la situación de incumplimiento. Veamos entonces en qué consisten cada una de
estas etapas, así:
De esta manera, cuando la ley exige enviar un documento donde consten los hechos,
pruebas y posibles consecuencias jurídicas del incumplimiento, se está refiriendo al
pliego de cargos, es decir, el reproche que la entidad estatal le hace al presunto infractor
por violar normas jurídicas u obligaciones contractuales. Por lo tanto, la administración
debe indicar con absoluta claridad cuáles son los hechos constitutivos del presunto in
cumplimiento, las pruebas que la llevan a arribar a esa conclusión inicial y la valoración
de la conducta del presunto infractor, es decir, si obró con culpa o dolo998, así como
las posibles consecuencias de tales presuntas irregularidades. El Consejo de Estado999,
al analizar las garantías que hacen parte del debido proceso administrativo en materia
sancionatoria contractual, aseguró:
"Tratándose de la contratación se sabe que muchas sanciones incorporan la culpabilidad
como requisito para deducir la punición, pero otras no. f...j En la responsabilidad contractual
y por incumplimiento de obligaciones en general, la regla general es que solo se responde
del dolo y de la culpa, pero esa regla puede ser variada por normas contrarías y por el pacto
de las partes".
Entonces, el pliego debe contener la indicación de los hechos exactos que edifican
el presunto incumplimiento y su relación directa con las cláusulas contractuales desco
nocidas por el presunto infractor, con todos sus antecedentes (requerimientos, comu
nicaciones, etc.). La determinación, de factores relativos a las circunstancias de modo,
tiempo y lugar, es fundamental a la hora de imputar responsabilidad. Adicionalmente,
los hechos sobre los cuales se edifique el pliego, no podrán ser variados con posteriori
dad por la entidad estatal contratante.
En este punto tampoco creemos que sea necesario que el pliego de cargos reúna las
mismas condiciones exigidas por otros dispositivos normativos como en materia penal
o disciplinaria, pues insistimos en que aquí opera un mayor grado de flexibilidad que
997 Sección Cuarta, Sentencia del 30 de agosto de 2007, Expediente 15.542, C.P. Héctor Romero Díaz.
998 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expedien
te 20.738, C.P. Enrique Gil Botero.
999 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente 21.430, C.P. Enri
que Gil Botero.
424 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, la ley exige acompañar los informes de interventoría o supervisión
que funden el llamado al contratista para imponer eventual sanción, pero eso en forma
alguna implica que ese sólo documento —informe— sea la prueba reina de la respon
sabilidad del contratista. El informe del interventor se valorará en conjunto con otras
pruebas, pues no puede constituirse en el único medio legal para dar por demostrada la
falta contractual. Si bien es cierto que el artículo 86 de la Ley 1474 de 2011 señala que
se acompañará el informe del interventor, con el pliego de cargos, más adelante, hay re
ferencia a las otras pruebas que se pidan por los interesados o decrete la administración
para esclarecer lo sucedido. El Consejo de Estado1001, sobre este mismo punto, aseguró:
"Además, si la bitácora de obra o las comunicaciones que la interventoría afirma le envío
al contratista, estuvieran demostradas, en todo caso no serían suficientes para satisfacer el
debido proceso del artículo 29 C.P.; aun así se habría omitido exhortarlo a defenderse en un
término señalado para que expresara su posición, es decir, no se sabría si realizó gestiones
y trabajos para resolver el problema y en caso positivo si cumplieron o no el efecto deseado.
De allí que una comunicación dando cuenta de un problema de esa índole no significa por
sí mismo el incumplimiento de obligaciones contractuales.
1000 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente
48.945, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
ioo! Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente 21.430, C.P. Enri
que Gil Botero.
1002 Ibídem.
Los contratos estatales en Colombia 425
cumplió con el plazo de entregay la calidad del trabajo”. Será entonces necesario que se
valoren otras pruebas que sustenten la imputación de incumplimiento contractual.
El pliego de cargos debe enlistar cada una de las pruebas que se pretenderán oponer
al presunto infractor con la valoración y el mérito que la entidad estatal le otorga a
cada uno de dichos medios. Aquí es esencial, que las pruebas recaudadas por la admi
nistración, que provengan de visitas en campo, inspecciones, hayan sido previamente
practicadas con audiencia y controversia del presunto infractor, pues en caso contrario,
se afectaría el derecho fundamental al debido proceso administrativo. Así, si una enti
dad quiere por ejemplo oponer como prueba una fotografía, video o filmación donde
consta un supuesto incumplimiento, como sustento del cargo, en su recepción, se ha
debido permitir el ejercicio del derecho de defensa del contratista. En consecuencia, no
es válido a la luz de la Constitución, que las entidades estatales, practiquen pruebas a
espaldas del presunto infractor. Tampoco, que se reciban testimonios en inspecciones
o visitas o se reciban documentos, sin contar con la presencia del personal idóneo del
contratista o de sus asesores jurídicos, que ejerzan el derecho de contradicción e incluso
que puedan dejar las constancias que sean del caso.
El Consejo de Estado1003, al anular el acto administrativo donde constaba la caduci
dad de un contrato estatal, al encontrar irregularidades en la obtención de las pruebas
que soportaron la sanción, razonó así:
'‘Adicionalmente se advierte que la Corporación no le dio a conocer al contratista el
alcance de la solicitud de informe técnico —de hecho en la documentación entregada por
la Corporación al proceso no se adjuntó la solicitud de informe— ni se citó tampoco al
contratista para la visita de inspección al predio por parte de los expertos de la mencionada
sociedad {...j de lo cual se desprende que al contratista particular no se le brindó suquiera
la posibilidad de conocer la decisión de practicar y recaudar la la aludida prueba técnica ni
asistir a las visitas que los expertos realizaron al sitio de las obras, ni presentar cuestionarios
para que fueran desarrollados por ellos, etc., amén de que una vez recibido el dictamen tam
poco se le puso en conocimiento su contenido ni se le corrió traslado del mismo y ello, como
resulta apenas elemental, le cercenó cualquier oportunidad de pedir aclaraciones, comple-
mentaciones y menos todavía de poder objetar por error grave el dictamen en cuestión.
Por otra parte, la valoración de la conducta culposa o dolosa del presunto infractor,
es un requisito esencial del pliego de cargos1004. Es preciso recordar el criterio de la
Corte Constitucional1005, cuando al referirse a este tema, sostuvo:
1003 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 17 de abril de 2013, Expediente 20.608, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez.
1004 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expe
diente 20.738, C.P. Enrique Gil Botero. También, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 26
de septiembre de 2013, Expediente 23517, C.P. Olga Melida Valle de De La Hoz, Sección Tercera,
Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 27.246, C.P. Enrique Gil Botero.
1005 Sentencia C-545 del 18 de julio de 2007, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
426 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“En otros términos, para imponer la sanción penal, disciplinaria o administrativa no basta
con que el actor ejecute el comportamiento reprochable: es requisito sine qua non que la
autoridad sancionatoria verifique las condiciones en que se produjo la falta y examine el
grado de conocimiento y voluntad que intervinieron en la configuración del comportamiento".
En este orden de ideas, salvo los casos excepcionalísimos1008 autorizados por la ju
risprudencia constitucional, por ejemplo en materia de infracciones cambiarías, teleco
municaciones y uso de frecuencias radiales, la responsabilidad objetiva está proscrita.
Entonces, un elemento esencial del pliego de cargos es la valoración del grado de culpa
bilidad del presunto infractor, pues si no se advierte la presencia de este análisis, es claro
que se estaría imputando una responsabilidad objetiva, lo que volvería inconstitucional
el acto de imputación, en tanto se reitera, implicaría atribuir responsabilidad objetiva y,
por ende, ese proceder se constituiría en una grave violación al derecho fundamental al
debido proceso administrativo del contratista.
Por último, aunque la administración inicia el procedimiento con base en el informe
que emite el interventor o supervisor del respectivo contrato, deben, necesariamente,
cumplirse con unas condiciones básicas para activarlo. En esc sentido, la jurispruden
cia1009 señaló:
"(...} el inicio de este trámite especial exige que la entidad evidencie previamente el
posible incumplimiento contractual que pretende declarar y sancionar unilateralmenfe. En
otras palabras, que la mera discecionalidad de la administración contratante no es suficiente
para proceder a la diligencia, sino que ésta debe establecer, objetiva y razonablemente, a
través de informes y otros medies de convicción, que el contratista probablemente incumplió
1006 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 22 de octubre de 2012, Expe
diente 20.738, C.P. Enrique Gil Botero. También, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 26
de septiembre de 2013, Expediente 23.517, C.P. Olga Melida Valle de De La Hoz, Sección Tercera,
Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 27.246, C.P. Enrique Gil Botero.
100' Corte Constitucional, Sentencia C-612 de 2002, M.P. Jaime Araújo Rentería.
1008 Sentencias de la Corte Constitucional C-599 de 1992, C-586 de 1995, C-329 de 2000, C-506 de
2002 y C-612 de 2002.
1009 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente
48.945, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
Los contratos estatales en Colombia 427
las obligaciones del contrato. A partir de la citación, que marca el comienzo del procedi
miento, la administración debe exhibir los elementos de prueba que la llevaron a calificar la
existencia del incumplimiento".
ii) La celebración de la audiencia, que se inicia con la intervención del jefe o re
presentante legal de la entidad estatal contratante, quien leerá los antecedentes de la
investigación, la enunciación de las normas jurídicas o cláusulas presuntamente incum
plidas y las posibles consecuencias de tales conductas. Agotado el proceso de estructu
ración del pliego de cargos, junto con los documentos que lo integran y notificado con
la debida anticipación al presunto infractor, corresponde tramitar la audiencia oral de
imposición o no de sanción. Así, en primer lugar, el representante de la entidad estatal
contratante o su delegado1011, quien es el único competente para surtirla, según el ar-
101l) Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expediente 63.875, C.P.
Alberto Montaña Plata.
1011 La jurisprudencia, avaló la posibilidad para que el representante legal de la entidad estatal compe
tente pueda delegar la tramitación d: la audiencia de que trata el artículo 86 de la ley 1474 de 2011.
428 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección “A”, Sentencia de 15 de abril de 2013, Expediente
25000-23-42-000-2013-00082-01 —Tutela—, C.P. Luis Rafael Vergara Quintero.
1012 Así lo concluyó el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 25 de julio de
2011, Expediente 20.279, C.P. Olga Valle de De La Hoz.
1013 Artículo 53 y ss. de la ley 1437 de 2011 modificada por la ley 2080 de 2021.
1014 Artículo 103 y ss. de la ley 1564 de 2012.
1015 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 31 de mayo de 2019, Expediente
46.597, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
Los contratos estatales en Colombia 429
iii) La defensa del contratista y del garante, que se representa en la intervención que
cada uno hará y en la que presentarán sus descargos; aportarán pruebas y controvertirán
las presentadas por la entidad contratante. La controversia del pliego de cargos se ejerce
con la intervención del contratista y del garante. En este momento, el presunto infrac
tor, en forma oral, debe plantear sus descargos con toda claridad. Así, en primer lugar,
podrá discutir la legalidad o constitucionalidad del pliego de cargos en sus elementos
integradores. También, podrá cuestionar la legalidad de las pruebas recepcionadas por
la entidad estatal porque no se ajusten a los postulados constitucionales o porque no
son conducentes, pertinentes o útiles. Acto seguido, el interesado, aportará las pruebas
que tenga en su poder y podrá pedir el decreto y práctica de aquellas que considere ne
cesarias para ejercer su defensa1016. En este punto debe precisarse que cuando el artículo
86 de la Ley 1474 de 2011, se refiere al aporte de pruebas por el contratista ello no sig
nifica que él no pueda solicitar el decreto y práctica de pruebas, pues esta solicitud es un
elemento esencial del derecho de defensa, de tal forma que la lectura del citado precepto
no puede ser entendido como una restricción a la petición de pruebas adicionales, que
cuentan con pleno respaldo constitucional en el artículo 29 de la Constitución Política
de 1991. Una de las garantías derivadas del derecho de defensa atañe con la opción con
que cuenta el investigado para pedir el decreto y práctica de pruebas lo que para el caso
concreto se hará en el marco de la audiencia de descargos1017.
La jurisprudencia del Consejo de Estado, por su parte, señaló cuál es el alcance del
derecho de defensa en las actuaciones sancionatorias de carácter contractual y en tal
sentido concluyó que se salvaguardaba con las siguientes garantías:
f...¡ [i] ser oído antes de que se tome la decisión; [ii] participar efectivamente en el
proceso desde su inicio hasta su terminación; [iii] ofrecer y producir pruebas; [iv] obtener
decisiones fundadas o motivadas; [v] recibir notificaciones oportunas y conforme a la ley; [vi]
tener acceso a la información y documentación sobre la actuación; [vii] controvertir ios ele
mentos probatorios antes de la decisión; [viii] obtener asesoría legal; [vii] tener la posibilidad
de intentar mecanismos contra las decisiones administrativas1018
1016 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 1 de junio de 2020, Expediente
48.945, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
1017 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 30 de agosto de 2018, Expediente
37.935, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
1018 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo de 2021, Expediente
42.135, C.P. María Adriana Marín.
430 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, la administración deberá valorar los cuestionamientos efectuados por
los interesados a las pruebas por ella practicadas y acompañadas con el pliego; decidir
sobre el mérito de las pruebas aportadas por el contratista o su garante y decidir cuáles
medios probatorios excluye de la investigación, pues resulta válido, por ejemplo, que la
entidad opte por dejar sin efectos una prueba recaudada, cuando considere que en su
recepción no se respetaron las garantías constitucionales.
Para el decreto de pruebas, la entidad podrá suspender la audiencia para horas más
tarde e incluso, podrá fijar nueva fecha para su continuación. Piénsese por ejemplo en
la citación de testigos, inspecciones, etc. En fin, pueden ser variadas las pruebas pedidas
y decretadas, que por ende, no podrán ser practicadas en la audiencia inicial. Como
se advirtió, la celeridad del procedimiento de imposición de multas, no puede llevar
al extremo de considerar que se debe resolver la actuación en una sola audiencia, en
desmedro del derecho de defensa de los presuntos responsables, pues eso no es el querer
del Legislador. La celeridad exige el respeto al debido proceso administrativo, pues de
lo contrario, sería un procedimiento que impondría una sanción de plano, lo que está
totalmente proscrito del panorama sancionatorio estatal1019. El literal d) del artículo 86
en cita, autoriza suspensiones con esos fines, cuando así lo solicite el interesado e incluso
la misma administración. La suspensión, en estos casos, será un mecanismo válido para
garantizar el correcto desarrollo de la audiencia.
Particularmente, no puede pasarse por alto la altísima importancia que tiene el dic
tamen pericial en la demostración o no de un incumplimiento contractual. Piénsese,
por ejemplo, que se alegue el retraso en la ejecución de una obra, defectos de calidad de
los bienes o servicios o la ocurrencia de daños en el devenir de la vigencia de un contra
to. En estos casos, creemos, la prueba pericial es el instrumento básico y esencial para
probar o no la ocurrencia de un incumplimiento contractual.
De esta forma, para la solicitud, aporte y trámite de dicha prueba; los contratistas,
garantes y las entidades estatales, deben sujetarse a lo dispuesto en los artículos 218 del
CPACA y 226 y siguientes del Código General del Proceso, teniendo en cuenta por
demás, que con la reforma del artículo 54 de la ley 2080 de 20211020, la prueba pericial
puede ser aportada por el interesado dentro de la actuación al rendir descargos o pedirla
1019 En esc sentido, el Consejo de Estado, sostuvo: “Además, es una verdad irrefutable que la ejecución de
los contratos públicos tampoco puede convertirse en un sucedáneo de la función judicial, en cuanto a la
resolución de conflictos que surgen en los negocios, pero esto tampoco puedejustificar la inmediatez atrope
llante delpoderpúblico sobre el ciudadano. No es sencillo precisar lo que se debe lograr, pero está claro que
se tiene que alcanzar unjusto medio entre el derecho a lasformas propias de cadajuicio —art. 29— con
los principios de economía, celeridad y eficacia —art. 209, C.P.—. Sección Tercera, Subsección “C”,
Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente 21.430, C.P. Enrique Gil Botero.
1020 La novedad procesal consiste en que el interesado podrá pedir que se decrete la prueba pericial al
interior del procedimiento sancionatorio.
Los contratos estatales en Colombia 431
ante el juez, en este caso ante el jefe de la entidad o su delegado encargado del trámite de
la audiencia, quien incluso puede decretarlo de oficio.
Por otro lado, también puede ocurrir que cualquiera de los interesados, solicite el
aplazamiento de la diligencia para estudiar las pruebas aportadas en el pliego e incluso,
para definir sobre su solicitud probatoria, obviamente, cuando ello se encuentre justi
ficado. No puede olvidarse que en algunos casos, los presuntos incumplimientos, solo
podrán rebatirse con pruebas de altísima complejidad que requerirán del apoyo de per
sonas con conocimientos especializados. En todo caso, tales solicitudes serán valoradas
y decididas en la audiencia por parte la administración.
Otro aspecto que se debe considerar en la fase probatoria del procedimiento con
siste en el deber que le asiste a la entidad estatal que tramita la audiencia para decretar
y practicar pruebas distintas a las testimoniales, pues lo recomendable a efectos de ga
rantizar la imparcialidad será optar por acudir a terceros cuando se trate de recaudar
medios probatorios especializados o técnicos que le permitan garantizar la controversia
de la prueba por el afectado.
1021 Corte Constitucional, Sentencia C-499 de 2015, M.P. Mauricio González Cuervo.
432 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1022 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 24 de octubre de 2013, Expedien
te 24.697, C.P. Enrique Gil Botero.
1(123 Según la jurisprudencia, dicha figura se “trata de un término preelusivo de carácter sustancial que tie
ne la Administración para ejercer la potestad sancionatoria, so pena de que dicha potestad se extinga".
Consejo de Estado, Sección Cuarta, Sentencia de 26 de septiembre de 2018, Expediente 23.569, C.P.
Stella Carvajal.
102<í Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 24 de octubre de 2013, Expedien
te 24.697, C.P. Enrique Gil Botero.
434 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
ción y/o la ejecución, tal y como lo exige el artículo 52 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.
1025 A diferencia de lo que ocurría en vigencia del Decreto-Ley 222 de 1983, por cuanto el artículo 72 de
dicho decreto, incluía a la cláusula penal como poder exorbitante.
1026 Sección Tercera, Sentencia del 13 de noviembre de 2008, Expediente 17.009, C.P. Enrique Gil
Botero.
1027 La multa contractual se prevé para el evento en que surgido un incumplimiento parcial o una mora
en el cumplimiento de determinadas obligaciones que sean imputables al contratista, la entidad con
tratante acude a ella para efectos de constreñirlo para lograr el desarrollo del contrato. Al respecto
ha señalado el Consejo de Estado: “El Consejo de Estado ha sido claro y reiterativo en cuanto a la
finalidad pretendida con la figura jurídica de la multa, al respecto ha sentado, “Las multas que la
Los contratos estatales en Colombia 435
La anterior diferencia es crucial a la hora de definir cuál será la medida que debe
emplear la administración para sancionar el incumplimiento del contratista, pues si se
trata de un incumplimiento parcial, deberá imponer multas, pero si ese incumplimiento
adquiere el carácter de grave o definitivo, no habrá otro camino distinto que hacer efec
tiva la cláusula penal pecuniaria. Por lo tanto, la administración podrá hacer efectiva
la cláusula penal cuando decrete la caducidad del contrato estatal (art. 18, L. 80/93), y
cuando se produzca un incumplimiento grave y definitivo del contrato1028 —pese a que
no se pueda declarar la caducidad—, por cuanto esa atribución le fue otorgada directa
mente por el artículo 17 de la Ley 1150 de 2007, que en lo pertinente previo: “Asímis
mo podrán declarar el incumplimiento con el propósito de hacer efectiva la cláusula penal
pecuniaria incluida en el contrato”. Adicionalmente, no tendría sentido alguno que en
aquellos contratos estatales donde no se autoriza la cláusula excepcional de caducidad
(art. 14, L. 80/93), la administración, ante un incumplimiento grave y definitivo del
contratista, no pudiese hacer efectiva la cláusula penal pecuniaria, previamente pactada
entre las partes y más aún en vigencia del citado artículo 17 de la Ley 1150 de 2007. Por
lo anterior, hoy es claro, que la administración se encuentra habilitada expresamente
para declarar incumplimientos contractuales unilaterales con el objetivo de hacer efec
tiva la cláusula penal pecuniaria1029. Con razón, el Consejo de Estado anotó1030: “Esta
nueva disposición realiza elprincipio de legalidad, pues queda claro que las entidades pue
administración puede imponer a un contratista suyo tienen una finalidad específica: inducir el
cumplimiento del contrato. Por eso la doctrina las incluye en las denominadas medidas coercitivas
provisionales, por oposición a la medida coercitiva definitiva (caducidad o terminación) que sancio
na no ya incumplimientos parciales y salvables, sino incumplimientos graves que muestran que ya
el contrato no podrá cumplirse”. (Negrillas fuera del texto) (Sección Tercera. Sentencia de octubre
1 de 1992. Exp. 6631). Cita de la Sentencia del 13 de noviembre de 2008, Expediente 17.009, C.P.
Enrique Gil Botero.
1028 El artículo 17 de la Ley 1150 de 2007, resolvió la controversia jurisprudencial que se generó luego
de que el Consejo de Estado, advirtiera que la administración no podía declarar incumplimientos
contractuales unilaterales distintos al caso regulado por el artículo 18 de la Ley 80 de 1993, relativo a
la caducidad del contrato estatal (Sección Tercera, Sentencia del 20 de octubre de 2005, Expediente
27.321, C.P. María Elena Giraldo Gómez).
1029 Lo cual fue implícitamente aceptado por la Sección Tercera del Consejo de Estado, en la Sentencia
del 13 de noviembre de 2008, Expediente 17.009, C.P. Enrique Gil Botero.
1030 Sección Tercera, Sentencia del 13 de noviembre de 2008, Expediente 17.009, C.P. Enrique Gil
Botero.
436 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
l0J1 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 11 de abril de 2019, Expediente 36.128, C.P. María
Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 437
pues se trata de una garantía de la que goza el contratista incumplido para que le sea
descontado aquel porcentaje cumplido del contrato del cual se deriva la sanción1032.
Por otra parte, es importante precisar que la cláusula penal no busca conminar o apre
miar al contratista para que cumpla determinada obligación o prestación contractual. Su
fin, se reitera, se asocia a la indemnización anticipada por los perjuicios derivados del in
cumplimiento o a la sanción por el simple retardo en la satisfacción de la prestación1033.
También resulta pertinente señalar que existen casos regulados en leyes especiales en
materia contractual, que prevén como sanción por la ocurrencia de ciertos eventos que se
haga efectiva la cláusula penal en forma automática. Así, el primer caso particular aparece
en el parágrafo 2 del artículo 32 de la Ley 1508 de 2012, que en lo pertinente prevé:
"El concesionario responsable de la conducta que dio lugar a la causal de nulidad o los
integrantes del mismo que hayan dado lugar a la causal de nulidad o la declaratoria de la
misma por la existencia de una conducta dolosa en la comisión de un delito o una infracción
administrativa relacionada con la celebración o ejecución del contrato objeto de terminación
o declaratoria de nulidad, según corresponda, deberán pagar a la entidad el equivalente a
la cláusula penal pecuniaria pactada, o en caso de que no se haya convenido, dicha suma
será el cinco por ciento 1-5%) del valor del contrato".
En este orden de ideas, en los casos anteriores previstos en las leyes 1508 de 2012 y
2014 de 2019, que disponen como consecuencia jurídica que se haga efectiva la cláusula
penal, en todo caso, se requerirá de la expedición de un acto administrativo donde cons
te la existencia de la respectiva obligación pecuniaria.
1032 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 13 de noviembre de 2008, Expediente 17.009, C.P.
Enrique Gil Botero.
1033 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 28 de noviembre de 2019, Expe
diente 36.600, C.P. María Adriana Marín.
438 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por otro lado, el artículo 58 de la ley 2195 de 2022, estableció la figura de la reduc
ción en el puntaje por incumplimiento de contratos cuando se han hecho efectiva cláu
sulas penales en contra de los contratistas en las condiciones allí fijadas, de tal manera
que otro efecto derivado de la imposición de este tipo de sanciones es que el proponente
podrá resultar afectado al interior de un proceso de selección — salvo que se trate del
numeral 2 del artículo 2 de la ley 1150 de 2007, la mínima cuantía o donde únicamente
se pondere el menor precio ofrecido— pues se le deberá disminuir el dos por ciento
(2%) de la calificación total de su oferta.
Por otro lado, la jurisprudencia del Consejo de Estado ha sido enfática en reprochar
aquellos comportamientos de las entidades estatales que declaran el incumplimiento
para hacer efectiva la cláusula penal pecuniaria y luego se prueba que fue la propia ad
ministración la que produjo dicho incumplimiento. Así, ocurrió en un caso anuló el
acto administrativo que hizo efectiva la cláusula penal pues encontró que fue la entidad
quien produjo cambios en los frentes de trabajo del contrato y con ello generó el incum
plimiento que luego le reclamó al contratista1054.
Finalmente, el procedimiento para declarar unilateralmente este incumplimiento,
será el dispuesto en el artículo 86 de la Ley 1474 de 2011, como se explicó en el literal
de las multas. De esta forma, como la cláusula penal tiene naturaleza sancionatoria1055,
se debe agotar obligatoriamente el debido proceso administrativo del contratista.
1054 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 6 de julio de 2020, Expediente
53.729, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
1035 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
21.430, C.P. Enrique Gil Botero.
1036 Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 20 de septiembre de 2021, Expediente 57.268, C.P.
Nicolás Ycpcs Corrales.
Los contratos estatales en Colombia 439
1037 Dávila Vinueza, hace la misma advertencia. Sostiene: “El ejercicio de la orden de terminación no im
plica la declaratoria de nulidad absoluta del contrato sino el reconocimiento de una causal expresa de nu
lidady su consecuente terminación. Es eljuez del contrato la única autoridad competente para declarar
nulidades. La entidad simplemente lo termina". Régimen Jurídico de la Contratación Estatal, p. 440.
1038 El Consejo de Estado, avaló dicha causal incluso, para no suspender provisionalmente los efectos de un
acto administrativo que revocó la adjudicación de un procedimiento licitatorio o concursalpor la existen
cia de una causal de inhabilidad del adjudicatario, quepor regla general es irrevocable (num. 11 art. 30
L. 80/93). Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 20.923, C.P. Ricardo Hoyos
Duque. En la providencia se expresó: “(...) Si ante la violación del régimen de inhabilidades e incom
patibilidades la entidad contratante tiene la potestad —o mejor la obligación— de dar por terminado
el contrato en el estado en que se encuentre, sin que requiera de decisión judicial previa que declare la
nulidad del contrato, no puede afirmarse primafacie, que el acto de adjudicación que resulte viciado de
nulidad por violación del mismo régimen por parte del adjudicatario que todavía no es en rigorjurídico
el contratista porquefalta la formalización del contrato, sea irrevocable”. No parece lógico que ante la
violación del régimen de inhabilidades e incompatibilidades la entidadpública contratante pueda uni
lateralmente dar por terminado el contrato y liquidarlo en el estado en que se encuentrey no pueda, por
el contrario, dejar sin efectos el acto mediante el cual adjudicó el contrato por la ocurrencia de la misma
razón, con el argumento de que ese acto es irrevocable”. En sentido similar, se puede consultar el Auto del
5 defebrero de 1998, Expediente 13.061, C.P. Jesús María Carrillo Ballesteros.
K,w El Consejo de Estado, sobre el contenido y alcance de dicha causal, advirtió: “(...) La invalidezprevis
ta en el numeral segundo del artículo 44 de la Ley 80 de 1993, se presenta cuando el contrato se celebra
con violación de una prohibición prevista en el ordenamiento jurídico positivo, que puede estar escrita
claramente en un texto normativo o puede inferirse de su contenido. La condición de «expresa» ha de
entenderse como que efectivamente esté en la constitución o en la ley, pues hay conductas grave
mente prohibidas que, por la obviedad de su improcedencia, no están contempladas literalmente
en los artículos constitucionales o legales, sin que por ello pueda ponerse en duda su vigencia.
La causal se refiere a la celebración de contrato prohibido o no permitido que, de acuerdo con lo dispuesto
en el Código Civil, está afectado de objeto ilícito si se tiene en cuenta que este estatuto, en su articulo 1523,
establece que «Hay objeto ilícito en todo contrato prohibido por las leyes» (negrillas por fuera del
440 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
texto original)”. Sección Tercera, Sentencia del 27 de julio de 2005, Expediente 14.039, C.P. Ramiro
Saavedra Becerra.
10,0 Con la nueva entrada en vigor del CPACA, según el contenido del artículo 141, los actos separables
del contrato, entre ellos, el acto administrativo de adjudicación, deben cuestionarse en forma inde
pendiente a través de los medios de control previstos en el mismo código.
10,1 Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 20.923, C.P. Ricardo Hoyos Duque.
1042 Así lo prevé el inciso tercero del artículo 9“ de la Ley 1150 de 2007.
1043 El artículo 45 de la Ley 80 de 1993, no previo que la liquidación tenía que surtirse en forma unilate
ral. La regla general es la bilateralidad en las relaciones contractuales. Y ese criterio legal, se refuerza
con lo que expresa el doctor José Luis Benavides Russi, cuando asegura: “En efecto, la entidad tiene
los poderes de decidir que ciertos hechos son constitutivos de causas de nulidad enumeradas en el articulo
44 de la ley y de definir las consecuencias indemnizatorias por cuanto una vez declarada la causal de
nulidad ha de ordenarse la liquidación del contrato, y hemos visto que si las partes no llegan a un
acuerdo la entidad tiene elpoder de efectuar la liquidación unilateral (negrillas por fuera del texto
original)”. Op. cit., p. 498.
1044 El Consejo de Estado, interpretó el contenido y alcance del artículo 48 de la Ley 80 de 1993 frente
a las reglas generales dispuestas en el derecho civil sobre los efectos de la nulidad absoluta de un
contrato. Sección Tercera, Sentencia del 25 de noviembre de 2004, Expediente 25.560, C.P. Germán
Rodríguez Villamizar.
1045 El Consejo de Estado, recientemente, aunque declaró la nulidad absoluta de un contrato de consul
toría y asesoría para el cobro de regalías que celebró un municipio violando normas de imperativo
cumplimiento, aplicó el artículo 48 de la Ley 80 de 1993, para reconocer finalmente al contratista un
porcentaje del 5% sobre los dineros recaudados, pues se probó el ingreso de los recursos con ocasión
directa a la intervención del contratista. Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 16 de marzo
de 2012, Expediente 22.969, C.P. Stella Conto de Díaz.
t046 “Artículo 48. De los efectos de la nulidad. La declaración de nulidad de un contrato de ejecución sucesiva
no impedirá el reconocimiento y pago de las prestaciones ejecutadas hasta el momento de la declaratoria.
Habrá lugar al reconocimiento y pago de las prestaciones ejecutadas del contrato nulo por objeto o cau
sa ilícita, cuando se probare que la entidad estatal se ha beneficiado y únicamente hasta el monto del
beneficio que esta hubiere obtenido. Se entenderá que la entidad estatal se ha beneficiado en cuanto las
prestaciones cumplidas le hubieren servido para satisfacer un interés público”.
Los contratos estatales en Colombia 441
La misma célula judicial1049 explicó el alcance del ejercicio de esa potestad unilateral
atribuida a la administración en todos los contratos estatales, para expresar lo siguiente:
"La norma legal transcrita evidencia que esta modalidad de terminación unilateral tiene
cabida en relación con cualquier clase de contrato estatal, independientemente de su obje
to, siempre que en la celebración del mismo se hubiere configurado una cualquiera de las
causales de nulidad antes referidas, sin que su aplicación pueda extenderse entonces a otras
causales de nulidad absoluta diferentes a las específicamente indicadas.
Acerca del ejercicio de la potestad de terminación unilateral de los contratos estatales
por parte de la administración, en los eventos de nulidad absoluta del contrato, la Corte
Constitucional, en pronunciamiento contendido en Sentencia T-1341 de 2001, sostuvo lo
siguiente:
"En el caso que se analiza, las nulidades citadas responden a situaciones de orden estric
tamente jurídico y por circunstancias particularmente graves de vulneración del ordenamiento
jurídico, pues evidencian que el contrato estatal adolece de irregularidades en su configura
ción, de tal magnitud, que en el evento de permitir su ejecución se estaría propugnando o
removiendo el afianzamiento de un atentado contra la regularidad jurídica, desatendiendo
los mandatos que regulan la actividad administrativa, entre ellas la actividad contractual.
"Las causales de nulidad absoluta que permiten el ejercicio de la potestad excepcional
contenida en el artículo 45 de la Ley 80 de 1993, a la cual se viene haciendo alusión,
1047 Sección Tercera, Auto del 15 de agosto de 2002, Expediente 20.923, C.P. Ricardo Hoyos Duque.
1048 La regla vigente de indemnización cambió con la redacción del artículo 48 de la Ley 80 de 1993.
1944 Consejo de Estado, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mau
ricio Fajardo Gómez.
442 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
operan cuando la celebración del contrato estatal se efectúa con personas incursas en causa
les de inhabilidad o incompatibilidad previstas en la Constitución y la ley, o contra expresa
prohibición constitucional o legal o cuando se declaren nulos los actos administrativos en que
se fundamente el respectivo contrato. Esto significa que se refieren a situaciones de orden
estrictamente jurídico que vicien el contrato, afectando su validez jurídica e impidiendo que
se inicie o se continúe ejecutando".
Desde esta perspectiva resulta claro que el jefe o representante de la entidad estatal
contratante se encuentra en el deber legal de declarar la terminación unilateral del contrato,
mediante acto administrativo, con el fin de preservar el orden jurídico y el interés público,
cuando quiera que se compruebe la existencia de alguna de las causales de nulidad absoluta
previstas en los numerales I, 2 o 4 del artículo 44 de la Ley 80 de 1993, sin embargo, no
podrá ejercer esto facultad, aunque existiere un vicio de nulidad absoluta que afectare la le
galidad del contrato, cuando la situación irregular no corresponda a alguno de los supuestos
establecidos en alguno de los tres numerales antes referidos, sencillamente porque la ley no
le ha otorgado competencia para ello y, por lo tanto, en esos otros eventos la única opción
que tendría la entidad sería la de demandar judicialmente la declaratoria de nulidad del
respectivo contrato".
El Consejo de Estado1053, por el contrario, señaló que toda decisión que pueda afec
tar al contratista debe estar precedida de un procedimiento administrativo que garanti
ce plenamente el derecho de defensa para garantizar el debido proceso.
En este orden de ideas, el debido proceso previo que debe garantizarse para la adop
ción de la decisión, se satisface con la apertura de un procedimiento administrativo,
que sea debidamente comunicado al contratista y al garante, para que puedan ejercer su
derecho de defensa, luego de lo cual podrá dictarse la decisión que se ajuste al interés ge
neral y a la legalidad. De esta forma, concordamos con las atinadas consideraciones que
1050 Correa Palacio, Ruth Stella. Reformaal régimen de contratación estatal. Capítulo II “El ejercicio de los
poderes del Estado en el Contrato Estatal”, Ediciones Uniandes, Bogotá, 2010, p. 40.
1051 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
21.430, C.P. Enrique Gil Botero.
1052 Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, auto del 17 de
julio de 2003, Expediente 24.707.
1053 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 30.003, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 443
expresó la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado1054, cuando sobre el
particular, aseguró lo siguiente:
"En este sentido, no se trata de exigir a las entidades estatales la instrucción de complejas
actuaciones previas a la decisión de terminación unilateral; razonablemente bastará con que
se comunique el inicio de la actuación administrativa correspondiente al contratista, para
garantizarle su derecho de audiencia y que se le brinde una oportunidad real para ser oído,
a continuación de lo cual puede procederse a adoptar la determinación que corresponda.
Pero la omisión de esta mínima garantía procedimental, sin duda, puede comprometer la
legalidad de la decisión que posteriormente se adopte".
1054 Concepto No. 2.150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
444 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
En cuanto a la liquidación del contrato estatal como tal, el criterio legal de la Ley
80 de 1993 va dirigido a obtener una solución de común acuerdo entre las partes y en
forma directa, para que liquiden el contrato. Sin embargo, las necesidades públicas y
el principio de seguridad jurídica que debe reinar en las relaciones de derecho público
obligan, en determinados casos, a la administración a adoptar unilateralmente la liqui
dación del contrato, cuando: i) el contratista no se presenta a liquidar bilateralmente el
contrato a pesar de ser llamado para ello —por notificación o convocatoria que le haga
la entidad pública contratante—1055, o ii) el contratista participa en la discusión de la
liquidación del contrato pero no llega a un acuerdo con la entidad sobre el particular.
En esc sentido, el inciso segundo del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007, preve: “En
aquellos casos en que el contratista no se presente a la liquidación previa notificación o con
vocatoria que le haga la entidad, o las partes no lleguen a un acuerdo sobre su contenido,
la entidad tendrá la facultad de liquidar en forma unilateral dentro de los dos (2) meses
siguientes, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 136 del CCA”.
Del texto mismo de la ley se pueden observar dos situaciones concretas: i) el con
tratista no acude al llamado de la administración, y ii) el contratista se presenta pero no
llegan a un acuerdo. Ambos casos autorizan a la administración para que directamen
te proceda a liquidar unilateralmente el contrato a través de un acto administrativo.
Surgen entonces dos preguntas: ¿Cómo se acredita que el contratista no se presentó
a la liquidación? ¿Cómo se prueba que concurrió y no llegaron a un acuerdo? En el
primer caso, la administración deberá probar documentalmente que notificó o citó
al contratista para que asistiera a la liquidación —puede hacerlo por correo normal o
por un email— y a pesar de eso no acudió al llamado. Se tendrá que notificar o citar al
contratista en la dirección aportada por este, con la indicación expresa de la razón de
para qué se le llama para, en ese caso, proceder de común acuerdo a liquidar el contrato.
Hoy en día, la convocatoria o notificación al contratista, es obligatoria conforme a las
previsiones del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007. Igualmente, no basta con que solo se
le cite a comparecer ante la entidad, porque será necesario que se le indique cuál es el ob
jeto de la invitación, precisamente por las consecuencias de su desatención (liquidación
unilateral). Solo si se da tal supuesto y no hay presencia del contratista, válidamente será
procedente que la entidad estatal interesada disponga la liquidación unilateral en los
contratos en que esta sea aplicable. Y el segundo caso ya es más fácil, en tanto existirán
necesariamente constancias sobre la participación del contratista y la falta de acuerdo
de las partes. Es recomendable que las entidades dejen evidencia de esas reuniones o
encuentros con el contratista, pues luego será la prueba del agotamiento del requisito
previsto en la ley. El desacuerdo debe ser total entre las partes, pues si existe un acuerdo
parcial sobre la liquidación, las partes deberán suscribir el acta de liquidación bilateral
1055 Esa exigencia quedó expresa en el inciso segundo del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007, que reformó
la Ley 80 de 1993.
Los contratos estatales en Colombia 445
11,56 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de marzo de 2016, Expediente
36.189, C.P. Hernán Andrade Rincón.
1057 Mediante Sentencia del 2 de octubre de 2003, Expediente 14.387, con ponencia de María Elena
Giraldo Gómez, la Sección Tercera del Consejo de Estado negó las pretensiones de la demanda con
tractual bajo el argumento de que el contratista suscribió el acta de liquidación del contrato y no dejó
sentada ninguna inconformidad. Igualmente sucedió en otro caso en la que no se dejaron salvedades
en el acta de liquidación bilateral y se negaron las pretensiones de la demanda. Ver Consejo de Estado,
Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 2 de junio de 2021, Expediente 54.331, C.P. Martín
Bermúdez Muñoz.
1058 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de mayo de 2021, Expediente
66.756, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
446 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
en cualquier tiempo dentro de los dos años siguientes al vencimiento del término a que se
refieren los incisos anteriores, de mutuo acuerdo o unilateralmente, sin perjuicio de lo previsto
en el artículo 136 del CCA.
Los contratistas tendrán derecho a efectuar salvedades a la liquidación por mutuo acuer
do, y en este evento la liquidación unilateral solo procederá en relación con los aspectos que
no hayan sido objeto de acuerdo".
Entonces, hoy en día con la reforma de la Ley 1150 de 2007, tanto la liquidación
bilateral como la unilateral, cuentan con plazos legales para efectuarla. Así y para la
bilateral —regla general—, se deberá realizar en el plazo pactado en el contrato o en su
defecto, dentro de los cuatro (4) meses siguientes a su terminación. A su vez, la liqui
dación unilateral, se podrá efectuar dentro de los veintiséis (26) meses siguientes a la
terminación del contrato. Igualmente, la administración tiene competencia para liqui
dar unilateralmente aquellos aspectos que no hayan sido objeto de acuerdo en forma
bilateral. Este se convierte en un gran avance y seguramente, que entre más rápido se
liquide el contrato estatal, mejores serán los beneficios para ambas partes.
Por otro lado, la administración no podrá liquidar unilateralmente aquel que con
trato estatal que previamente no se haya terminado por cualquiera de las causales legales
o contractuales, pues tal y como lo advirtió el Consejo de Estado1059, la liquidación solo
es procedente si previamente se terminó el respectivo contrato. Así, por ejemplo, si un
contrato estatal se suspendió por las partes, no será posible que la entidad contratante
lo liquide unilateralmente.
La administración, con la liquidación unilateral, tampoco podrá variar o modificar
las obligaciones que constan en un contrato estatal, pues esa no es la razón de dicho
mecanismo excepcional1060.
Pues bien, la decisión administrativa que liquida unilateralmente el contrato debe
rá contener, al igual que el acta de liquidación bilateral del contrato, el ajuste final de
cuentas. Ese ajuste puede arrojar saldos a favor de la administración o del contratista.
En todo caso, en lo atinente a la adopción de la liquidación unilateral del contrato, es
menester que el acto administrativo respectivo se encuentre debidamente ejecutoriado
y notificado al contratista, para que le pueda ser oponible. Lo mismo sucede con el ter
cero garante de las obligaciones contractuales. Téngase en cuenta además que al ser acto
administrativo, de conformidad con el artículo 77 de la Ley 80 de 1993, será susceptible
únicamente del recurso de reposición.
1059 Sección Tercera, Subsección “A” Sentencia de 9 de octubre de 2013, Expediente 23.733, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
1060 Consejo de Estado Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 31 de mayo de 2013, Expediente
26.707, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
Los contratos estatales en Colombia 447
Igualmente, resulta pertinente citar una providencia judicial del Consejo de Estado,
en la cual se sostuvo que las reclamaciones por desequilibrio económico presentadas
por los contratistas, únicamente pueden ser resueltas en forma bilateral, es decir, la ad
ministración, según el criterio judicial, no puede válidamente resolver en el acto de li
quidación unilateral sobre dichas peticiones y si lo hace, tal decisión es susceptible de
ser controvertida ante los Tribunales de Arbitramento. Al respecto señaló el Tribunal
Supremo de lo Contencioso Administrativo1063:
"(...} Por lo tanto, y partiendo de la hipótesis planteada tampoco son admisibles las
imputaciones formuladas por el recurrente contra el laudo arbitral al señalar que el Tribunal
al pronunciarse sobre las pretensiones atinentes al restablecimiento económico del contrato,
desconoció la presunción de legalidad del acto administrativo de liquidación del contrato,
toda vez que como se señaló a'rás el tema del restablecimiento económico no es un asunto
que corresponda a la administración decidir en forma unilateral o dicho de otro modo no es
manifestación de una de sus competencias administrativas entonces en el evento en el que
en el acto de liquidación, la administración decida en el sentido de reconocer o negar el
restablecimiento de la ecuación económica del contrato, por ello tal decisión particular no
adquiere el carácter de acto administrativo, ya que como se vio atrás tal competencia está
deferida a las portes y compona por tanto el ejercicio de una facultad que podrían tomar
también los particulares en desarrollo de sus facultades negocíales".
1061 Sección Tercera, Sentencia del 31 de agosto de 2006, Expediente 14.287, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
1062 La jurisprudencia también señaló que la liquidación unilateral no es una cláusula excepcional. Ver
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 19 de julio de 2017, Expediente
57.394, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1063 Sección Tercera, Sentencia del 11 de marzo de 2004, Expediente 25.021, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
448 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
que pueda liquidar unilateralmente aquellos aspectos en que no haya existido acuerdo,
entre las que podemos enunciar, las relativas a desequilibrios económicos contractuales.
El Consejo de Estado1064 ha reconocido además la competencia de la administración
para declarar siniestros en el mismo acto de liquidación unilateral del contrato, sobre la
base que es en esc momento en que la entidad estatal verifica el cumplimiento o no del
contratista, quién le debe a quién y cuánto, por lo que resulta válido que en el mismo
acto liquidatorio se incluya la ocurrencia de un siniestro y cuantía del mismo. Pese a lo
anterior, conforme a lo dispuesto en el artículo 86 de la ley 1474 de 2011, será menester
evacuar previamente el procedimiento administrativo necesario para la declaratoria del
respectivo incumplimiento, que a su vez sustentará la ocurrencia del siniestro.
Adicionalmente, la jurisprudencia1065 precisó que en el acto administrativo de li
quidación unilateral no se pueden declarar incumplimientos contractuales sin perjui
cio que se deje constancia de lo que se cumplió y aquello que no para que integre el
corte definitivo de cuentas. El Consejo de Estado1066, en ese sentido, aseguró que la
Corporación: ha considerado improcedente utilizar el trámite liquidatorio en sede
administrativa —particularmente el unilateral— para la imposición de sanciones contrac
tuales o indemnizaciones provenientes incumplimientos, cuando tal liquidación no es pre
cedida de actos administrativos en los que la administración haya declarado la caducidad
o el incumplimiento del contrato”.
Ahora bien, la entidad estatal, para proceder a la liquidación unilateral del contrato
estatal —una vez se den los supuestos de su procedencia, art. 11 L. 1150/2007—, debe
rá agotar previamente la instancia de concertación con la participación del contratista
para garantizar el debido proceso, pues tal decisión puede eventualmente afectar los
intereses del contratista1067.
Por otra parte, la jurisprudencia del Consejo de Estado1068 recientemente señaló que
resultaba procedente adoptar la liquidación unilateral1069 en los contratos interadmi
nistrativos luego de establecer las diferencias con la figura de los convenios interadmi
1064 Sección Tercera, Sentencia del 4 de marzo de 2008, Expediente 31.120, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
1065 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 29 de abril de 2015, Expediente 27.712, C.P. Stella
Conto Díaz del Castillo.
1066 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de abril de 2016, Expediente 33.580, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
I06' Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 11 de octubre de 2021, Expediente
60.857, C.P. Alberto Montaña Plata.
1068 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 21 de mayo de 2021, Expediente
66.756, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
1069 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de febrero de 2021, Expediente
49.792, C.P. María Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 449
El artículo 6o de la Ley 2014 de 20191072 creó una nueva potestad unilateral aplica
ble en todos los contratos estatales que habilitó a las entidades estatales sujetas a la Ley
80 de 1993 para que decreten de forma unilateral la cesión del negocio jurídico a un
tercero, sin lugar a indemnización alguna, cuando se presente la causal de inhabilidad
sobreviniente prevista en el literal j) del artículo 8o de dicha ley o cuando administrati
vamente el contratista haya sido sancionado por actos de corrupción. Adicionalmcnte,
la entidad contratante será quien determinará a quién se le hará la cesión del contrato,
al igual que una vez en firme la cesión se tendrá que compulsar copias ante las autori
dades fiscales, disciplinarias y penales. El Gobierno estaba pendiente de reglamentar el
alcance de la precitada decisión unilateral (Par. 2, art. 9 L. 80/93), pero dicha facultad
fue declarada incxcquiblc por la Corte Constitucional1073.
Entonces, el acto administrativo que ordena la cesión unilateral del contrato estatal,
por los eventos previstos en el artículo 9o de la Ley 80 de 1993 es una típica potestad
unilateral que resulta aplicable en cualquier tipología contractual que celebren las en
tidades estatales a diferencia de las cláusulas excepcionales que solo operan en los casos
autorizados por el numeral 2 del artículo 14 de la ley 80 de 1993.
Bcrcaitz1074 define las cláusulas excepcionales como "aquellas demostrativas del ca
rácter de poder público con que interviene la administración en los contratos administrati
1070 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 11 de octubre de 2021, Expediente
60.857, C.P. Alberto Montaña Plata.
1071 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia 1 de junio de 2020, Expediente
48.522, C.P. Alberto Montaña Plata.
1072 Ver Decreto 1358 de 16 de octubre de 2020.
1073 Sentencia C-037 de 2021, M.P. Cristina Pardo S.
1074 Bcrcaitz, Op. cit., p. 209.
450 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
se entienden incluidas y en cuales se puede pactar, al igual que dispone en qué contratos
están prohibidos sus pactos.
El Consejo de Estado1079 se refirió al alcance del numeral 2 del artículo 14 de la Ley
80 de 1993 y a la aplicación de las cláusulas excepcionales, para anotar que existen las
siguientes modalidades:
1.2.1. El primer grupo de contratos estatales en los cuales las cláusulas excepcionales
son obligatorias
Integrado por aquellos que tengan por objeto: a) el ejercicio de una actividad que
constituya monopolio estatal, b) la prestación servicios públicos1080, c) programa de
alimentación escolar1081; d) la explotación y concesión de bienes del Estado, y e) obras
públicas.
1.2.2. El segundo grupo de contratos estatales en los que el pacto de las cláusulas
excepcionales son facultativas
1.2.3. El tercer grupo de contratos estatales en los que está prohibido acordar cláusu
las excepcionales
Se enlistan los contratos: a) que sean celebrados con personas públicas internaciona
les, o de cooperación, ayuda o asistencia; b) los interadministrativos —regla extendible
tanto para los convenios como para los contratos interadministrativos1082—; c) los de
no correspondan a las señaladas en el numeral 2 de este artículo, o que tengan por objeto el desarrollo
directo de actividades científicas o tecnológicas, así como en los contratos de seguro tomados por las
entidades estatales, se prescindirá de la utilización de las cláusulas o estipulaciones excepcionales.
1079 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez. Ver también Subsccción “C”, Sentencia de 21 de noviembre de 2013, Expediente
24.742, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz, Subsección “A”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Ex
pediente 33.831, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón, Subsección “C”, Sentencia de 1 de julio de 2015,
Expediente 29.425, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz y Subsccción “C”, Sentencia de 7 de marzo
de 2016, Expediente 39.223, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz.
1081’ Sobre el concepto y alcance de la prestación de servicios públicos, para el pacto o inclusión forzosa
de cláusulas excepcionales, se puede consultar Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 9 de
julio de 2014, Expediente 33.831, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
1081 El artículo 52 de la ley 2195 de 2022 incluyó a los contratos relacionados con el programa de alimen
tación escolar en ese primer grupo.
1082 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 11 de junio de 2014, Expediente
34.649, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
452 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
empréstito; d) los de donación; e) los de arrendamiento; f) los que tengan por objeto
actividades comerciales o industriales de las entidades estatales que no correspondan a
las incluidas en el grupo de contratos con cláusula obligatoria; g) los que tengan por
objeto el desarrollo directo de actividades científicas o tecnológicas, y h) los de seguro
tomados por las entidades estatales.
Este conjunto de contratos estatales tienen como característica que ni aparecen au
torizados ni prohibidos por la Ley 80 de 1993 y por lo tanto, debe entenderse que no
está permitido pactar cláusulas excepcionales1083 en todos los casos, pues la autonomía
de la voluntad no suple, en esos supuestos, la obligatoriedad de norma legal expresa que
así lo autorice.
Por otro lado, la jurisprudencia reciente del Consejo de Estado1084 abrió la posibili
dad de pactar y aplicar terminaciones unilaterales en contratos celebrados por entidades
estatales, que estén sometidos al Derecho Privado, es decir, que no se rijan por la Ley 80
de 1993 y en ese sentido, sostuvo:
"Lo anterior, sin embargo, no constituye óbice para que la Sala pueda señalar que en
cuanto el contrato correspondiente se encontraba sometido, por regla general, a las dispo
siciones del Derecho Privado, amén de que correspondía al tipo de los de prestación de
servicios en cuyo texto no se incluyeron las cláusulas excepcionales de que trata el numeral
2° del artículo 14 de la Ley 80, cuestión que resultaba facultativa según los términos de la
autorización establecida para el efecto en el señalado Estatuto de Contratación Estatal, hay
lugar a concluir entonces que la decisión de dar por terminado unilateralmente el contrato
en mención no devino del ejercicio de una potestad excepcional de las que a favor de las
Entidades Estatales Contratantes consagra y regula de manera especial el aludido artículo I 4
de la Ley 80, sino que tuvo origen en la estipulación contractual que las partes convinieron e
incorporaron, voluntaria y espontáneamente, en su respectivo contrato".
Queda entonces por analizar cada una de esas cláusulas excepcionales, como se hará
a continuación.
1083 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
21.430, C.P. Enrique Gil Botero y Subsección “C” Sentencia de 21 de noviembre de 2013, Expedien
te 24.742, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz y Subsección “C”, Sentencia de 7 de marzo de 2016,
Expediente 39.223, C.P. Olga Mélida Valle de De La Hoz.
1084 Ibídem.
Los contratos estatales en Colombia 453
1085 Así se advirtió por el Consejo de Estado, Sección Tercera, en la Sentencia del 20 de octubre de 2005,
Expediente 14.579, C.P. Germán Rodríguez Villamizar.
1086 Sobre el requisito de que existan estipulaciones ambiguas, confusas o contradictorias susceptibles
de interpretación unilateral, el doctor Luis Guillermo Dávila Vinueza, sostiene: “(.■■) ha ausencia de
ambigüedad deslegitima el uso de esta potestad como también la presencia de tal ambigüedad pero res
pecto de estipulaciones que no inciden ni afectan la ejecución del contrato, por lo menos para paralizarlo".
Régimen Jurídico de la Contratación Estatal. Segunda Edición, Editorial Legis, Bogotá, 2003, p. 435.
1087 Corte Constitucional, Sentencia C-1514 del 8 de noviembre de 2000, M.P. Martha Victoria Sáchica
Méndez. En dicha providencia se expresó.- "(...) La norma acusada autoriza a la administración para
interpretar unilateralmente contratos celebrados por la administración. La misma disposición señala dos
requisitos concurrentes para que proceda el ejercicio de la cláusula: que las disposiciones objeto de inter
pretación "puedan conducir a la paralización o a la afectación grave del servicio público que se pretende
satisfacer" con el contrato y, que exista un intento de acuerdo previo. Es decir, la ley únicamente autoriza
a la administración a interpretar unilateralmente las cláusulas de un contrato si, a lafalta de un acuerdo
con la contraparte, se compromete la realización de algunosfines estatales: prestar un servicio público. En
resumen, solamente procede afín de asegurar el cumplimiento de un mandato constitucional: “Los ser
vicios públicos son inherentes a lafinalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación
eficiente a lodos los habitantes del territorio nacional" (C.P., art. 365).
La Corte considera que la interpretación unilateral, en los términos del articulo 15 de la Ley 80 de 1993,
resulta razonable, pues con el objeto de asegurar el cumplimiento de un mandato de la Constitución, el
legislador ha autorizado a la administración para que, dadas las circunstancias previstas en la disposi
ción, la prestación de los servicios públicos (elemento de su eficiente prestación) no se vea interrumpida
mientras se resuelven las diferencias entre la administración y el contratista sobre la ejecución del contra
to. Debe tenerse en cuenta, además, que la ley ha previsto que el contratista tiene el derecho de solicitar
“que la administración les restablezca el equilibro de la ecuación económica del contrato a un punto de no
pérdida por la ocurrencia de situaciones imprevistas que no sean imputables a los contratistas" (L. 80/93,
art. 5° inc. 2 num. 1; art. 14 num. 1)■ con lo cual resulta claro que el interés económico del contratista se
ve preservadofrente a las decisiones de la administración (negrillas son del texto original)”.
454 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
el respeto al principio del equilibrio económico y financiero del contrato estatal, cuan
do resulte aplicable.
Pues bien, del ejercicio de esa potestad legal expresa, pueden originarse actos admi
nistrativos contractuales que creen determinadas obligaciones para el contratista, en la
ejecución del contrato, tales como de dar, hacer o no hacer. Esas prestaciones, si no son
atendidas por los contratistas o por las entidades estatales, en los términos fijados en la
respectiva decisión administrativa.
El Consejo de Estado1088, frente a la potestad de interpretar unilateralmente un con
trato estatal, aseguró: “Elpoder exorbitante de interpretación, con efectos coercitivos, tiene
como limite temporal para su ejercicio la vigencia del contrato. La administración contra
tante so pena de interpretar un contrato no puede modificarlo ni en todo ni en alguna de
sus cláusulas". Las precisiones judiciales anteriores son vitales a la hora de analizar la
competencia temporal de la administración para interpretar que solo podrá ejercerse en
el plazo de ejecución y no cuando este no haya iniciado o se hubiese vencido y aún más
importante, que con esa facultad no es posible modificar1089 las cláusulas contractuales.
La misma célula judicial1090 anuló un acto administrativo de interpretación unilate
ral de un contrato estatal —concesión portuaria—, pues encontró que el acto adminis
trativo bajo el amparo de una supuesta interpretación vino a modificar las cláusulas del
negocio y así se pronunció:
"En consecuencia si la zona de fondeo del puerto de Sania Marta sí está comprendi
da dentro de la concesión, cuando la Superintendencia General de Puertos medíanle la
Resolución acusada dice interpretar el parágrafo cuarto de la cláusula tercera del Contrato
de Concesión No. 006 de 1993 en el sentido de entender que la mención que allí se hace
del área de fondeo es simplemente informativa, que es tanto como decir que ella no es parte
de la concesión, lo que en verdad hace es modificar el contrato al amparo de una supuesta
interpretación.
Resulta entonces, en síntesis, que los actos administrativos demandados son nulos no sólo
por estar falsamente motivados sino también porque modifican los términos del contrato al
amparo de la potestad de interpretarlo unilateralmenfe".
1088 Sección Tercera, Sentencia del 15 de febrero de 1991, Expediente 5973, C.P. Carlos Betancur
Jaramillo.
!0S9 Ese criterio de la improcedencia de la interpretación unilateral para modificar las cláusulas de un
contrato estatal, se reiteró por el Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del
7 de julio de 2011, Expediente 18.762, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
10,0 Ibídem.
1091 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 3 de mayo de 2013, Expediente
24.221, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
Los contratos estatales en Colombia 455
Por último, la entidad estatal, para proceder a la interpretación unilateral del con
trato estatal —una vez se den los supuestos de su procedencia, art. 15 L. 80/1993—,
deberá agotar previamente un procedimiento administrativo con la participación del
contratista para garantizar el debido proceso, pues tal decisión puede eventualmente
afectar los intereses del contratista, tal y como recientemente lo sostuvo el Consejo de
Estado1092.
En este orden de ideas, el debido proceso previo que se debe garantizar para la adop
ción de la decisión, se satisface con la apertura de un procedimiento administrativo,
que sea debidamente comunicado al contratista y al garante, para que puedan ejercer su
derecho de defensa, luego de lo cual podrá dictarse la decisión que se ajuste al interés ge
neral y a la legalidad. De esta forma, concordamos con las atinadas consideraciones que
expresó la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado1093*,cuando sobre el
particular, aseguró lo siguiente:
"En este sentido, no se trata de exigir a las entidades estatales la instrucción de complejas
actuaciones previas a la decisión de terminación unilateral; razonablemente bastará con que
se comunique el inicio de la actuación administrativa correspondiente al contratista, para
garantizarle su derecho de audiencia y que se le brinde una oportunidad real para ser oído,
a continuación de lo cual puede procederse a adoptar la determinación que corresponda.
Pero la omisión de esta mínima garantía procedimental, sin duda, puede comprometer la
legalidad de la decisión que posteriormente se adopte".
10.2 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 30.003, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
10.3 Concepto No. 2.150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
10,11 Los apartes resaltados fueron declarados exequibles por la Corte Constitucional, Sentencia C-941
del 5 de septiembre de 2001, M.P. Clara Inós Vargas Hernández.
456 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1095 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 7 de mayo de 2021, Expediente
43.055, C.P. María Adriana Marín.
11)96 Régimen Jurídico de la Contratación Estatal. Op. cit., p. 438.
109' Curso de Derecho Administrativo. Op. cit., p. 744.
1098 Sentencia C-941 del 5 de septiembre de 2001, M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
Los contratos estatales en Colombia 457
paralizar o afectar la prestación de un servicio público que se deba satisfacer con este
instrumento.
1099 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 12 de octubre de 2017, Expediente 37.322, C.P. Dani
lo Rojas B.
1100 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 30.003, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
1101 Concepto No. 2.150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
458 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1102 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 6 de abril de 2011, Expediente
19.483, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
1103 Aparte declarado exequible condicionadamente, Corte Constitucional, Sentencia C-454 del 20 de
octubre de 1994, M.P. Fabio Morór. Díaz. El condicionamiento consiste en que la causal por inca
pacidad física del contratista sólo resulta aplicable cuando la misma le impida de manera absoluta el
cumplimiento de las obligaciones contractuales.
1104 La figura de la declaración de quiebra se eliminó por virtud de la Ley 222 de 1995.
1105 Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 25 de mayo de 2011, Expe
diente 18.553, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
1106 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de septiembre de 2021, Expediente 57.268, C.P.
Nicolás Yepes Corrales.
ll0/ Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 3 de agosto de 2017, Expediente
37.392, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
1108 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 10 de noviembre de 2017, Expe
diente 39.536, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
Los contratos estatales en Colombia 459
11051 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 11 de abril de 2019, Expediente
38.571, C.P. María Adriana Marín.
1110 Dávila Vinueza, Luis Guillermo. Op. cit., p. 438.
1111 El artículo 62 del Decreto-Ley 222 de 1983, disponía: De las causales de caducidad. Como causales
de caducidad, además de las especiales previstas en este estatuto y de las que se tenga por conveniente
establecer en orden al exacto cumplimiento, debenfigurar las siguientes:
a) La muerte del contratista, si no se ha previsto que el contrato pueda continuar con los sucesores.
b) Incapacidadfísica permanente de Contratista, certificada por médico legista.
c) La interdicciónjudicial del contratista.
d) La disolución de la personajurídica contratista.
e) La incapacidadfinanciera del Contratista, que se presume cuando se le declara en quiebra, se le abre
concurso de acreedores o es intervenido por autoridad competente; igualmente la entidad contratante
puede considerar que hay incapacidadfinanciera cuando el contratista ofrece concordato preventivo, se
retrasa en elpago de salarios o prestaciones sociales o es embargadojudicialmente.
f) Si ajuicio de la entidad contratante, del incumplimiento de las obligaciones del contratista se derivan
consecuencias que hagan imposible la ejecución del contrato o se causan perjuicios a dicha entidad.
1112 Ibídem, p. 439.
1113 Así lo concluyó el Consejo de Estado, cuando aseguró: “(...) esta especie o modalidad de terminación
unilateral de los contratos no comporta ninguna sanción y, por tanto, tampoco genera inhabilidad alguna
para el contratista afectad o (contrario a lo que sucede con la caducidad)’’. Sección Tercera, Subsec
ción “A”, Sentencia de 10 de noviembre de 2017, Expediente 39.536, C.P. Carlos Alberto Zambrano
Barrera.
1114 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia de 12 de noviembre de 2014, Expe
diente 27.986, C.P. Enrique Gil Botero.
1115 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez.
460 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1116 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de noviembre de 2014, Expe
diente 27.986, C.P. Enrique Gil Botero.
1117 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 1 de agosto de 2016, Expediente
30.728, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
1118 Sentencia C-454 del 20 de octubre de 1994, M.P. Fabio Morón Díaz.
1119 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 30.003, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
Los contratos estatales en Colombia 461
neral y a la legalidad. De esta forma, concordamos con las atinadas consideraciones que
expresó la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado1120, cuando sobre el
particular, aseguró lo siguiente:
"En este sentido, no se trata de exigir a las entidades estatales la instrucción de complejas
actuaciones previas a la decisión de terminación unilateral; razonablemente bastará con que
se comunique el inicio de la actuación administrativa correspondiente al contratista, para
garantizarle su derecho de audiencia y que se le brinde una oportunidad real para ser oído,
a continuación de lo cual puede procederse a adoptar la determinación que corresponda.
Pero la omisión de esta mínimo garantía procedimental, sin duda, puede comprometer la
legalidad de la decisión que posteriormente se adopte".
1120 Concepto No. 2.150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
1121 £n la Ley 80 de 1993, además de la terminación del contrato propia de la caducidad, existe la termi
nación del contrato por las causales señaladas en el artículo 17 y la indicada en el inciso segundo del
artículo 45. Al respecto, se puede consultar, Sección Tercera, Sentencia del 25 de febrero de 2009,
Expediente 15.797, C.P. Myriam Guerrero de Escobar.
1122 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 17 de marzo de 2021, Expediente
38.237, C.P. Alberto Montaña Plata.
462 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1123 El artículo 90 de la Ley 418 de 1997, modificado por el artículo 31 de la Ley 782 de 2002, dispone: El
Gobierno podrá declarar la caducidad o decretar la liquidación unilateral de todo contrato celebrado
por una entidad pública, cuando el contratista incurra, con ocasión del contrato y en relación con los
grupos armados organizados al margen de la ley, en cualquiera de las siguientes causales:
Ceder injustificadamente ante las amenazas proferidas por dichos grupos.
Recibir, suministrar, administrar, intervenir, financiar, transferir, guardar, transportar, almacenar o
conservar dineros o bienes provenientes de o con destino a tales grupos o colaborar y prestar ayuda a
los mismos.
Construir, ceder, arrendar, poner a disposición, facilitar o transferir a cualquier título, bienes para
ser destinados a la ocultación de personas o al depósito o almacenamiento de pertenencias de dichos
grupos.
Paralizar, suspender o disminuir notoriamente el cumplimiento de sus obligaciones contractuales
por atender instrucciones de dichos grupos.
Incumplir el deber de denunciar hechos punibles, cuya comisión sea imputable a dichos grupos, co
nocidos con ocasión del contrato.
Parágrafo. Para efecto de lo dispuesto en el presente artículo, constituye hecho del contratista la con
ducta de sus agentes o dependientes, de la cual haya tenido conocimiento.
1124 La Ley 418 de 1997 fue prorrogada en su vigencia por tres años más por la Ley 548 de 23 de diciem
bre de 1999. Mediante la Ley 782 del 23 de diciembre de 2002 (corregida por el Decreto 1000 de
2003) se prorrogó la vigencia de la Ley 418 de 1997 por cuatro años más. A su vez, la Ley 1106 de
2006, la prorrogó por cuatro (4) años más. Igualmente, la Ley 1421 de 2010, amplió su vigencia por
cuatro (4) años más. Finalmente, la Ley 1738 de 2014, amplió su vigencia por cuatro (4) años más. El
artículo 5“ de la Ley 1738 de 2014, modificó el artículo 91 de la Ley 418 de 1997 y quedó así:
“Artículo 5o- El artículo 91 de la Ley 418 de 1997 quedará así: “Artículo 91. La declaratoria de cadu
cidad deberá proferirse mediante resolución motivada de la entidad contratante, haciendo efectivas
la cláusula penal y las multas contractuales a que hubiere lugar. Dicha resolución prestará mérito
ejecutivo contra el contratista y las personas que hayan constituido las respectivas garantías y se hará
efectiva por jurisdicción coactiva. /La notificación de la providencia de caducidad se sujetará a lo
dispuesto en el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, Ley
1437 de 2011. /En firme la providencia de caducidad, se procederá a liquidar el contrato sin que haya
lugar al pago de indemnización alguna a favor del contratista. /En ningún caso la aplicación de esta
cláusula podrá ser sometida a conciliación o a decisión arbitral. /Los contratistas a quienes les sea de
clarada la caducidad quedarán inhabilitados para celebrar por sí, o por interpuesta persona, contratos
con las entidades públicas definidas en la Ley 80 de 1993. La ley 1941 de 2018, prorrogó su vigencia.
Los contratos estatales en Colombia 463
1125 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente
27.246, C.P. Enrique Gil Botero.
1126 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 11 de septiembre de 2019, Expe
diente 44.965, C.P. Martín Bermúdez Muñoz.
1,27 Ibídem.
1128 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de junio de 2014, Expediente 29.203, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
464 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1125 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 26 de junio de 2014, Expediente
26.705, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
1130 Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia del 16 de marzo de 2012, Expediente 22.983, C.P. Stella
Conto de Díaz.
1131 Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia del 12 de julio de 2012, Expediente
15.024, C.P. Danilo Rojas Betancourth. En esta providencia se unificó criterios en la Sección Ter
cera, frente a la imposibilidad de declarar la caducidad una vez vencido el plazo de ejecución del
contrato. Ver también Subsección “C”, Sentencia de 12 de junio de 2014, Expediente 29.203, C.P.
Jaime Orlando Santofimio Gamboa. Subsección “B”, Sentencia de 26 de junio de 2014, Expediente
26.705, C.P. Ramiro Pazos Guerrero y Subsección “B”, Sentencia de 8 de julio de 2016, Expediente
32.532, C.P. Ramiro Pazos Guerrero. Ver también Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción
“B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Expediente 54.833, C.P. Martín Bermúdez.
1132 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 31 de mayo de 2019, Expediente
46.597, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
1133 La Sección Tercera del Consejo de Estado, mediante Sentencia del 10 de noviembre de 2005, Ex
pediente 14.157, con ponencia de Alier Hernández Enríquez, en cuanto a la aplicación del debido
proceso a las actuaciones administrativas, señaló: “(...) En principio, todos los derechos que integran el
debido proceso deben ser aplicables en materia administrativa, porque el mandato constitucional quiso
extender, sin distinciones, este haz degarantías al campo administrativo. Esta idea no es más que la apli
cación delprincipio del efecto útil en la interpretación de las normas, a la vez que unaforma de realizar
el mandato constitucional de manera efectiva”.
1134 El Consejo de Estado ha sostenido que debe iniciarse una actuación administrativa previa que per
mita al contratista afectado defenderse. La Corte Constitucional, por el contrario, considera que
el debido proceso se garantiza con el ejercicio de los recursos gubernativos y con la acción judicial.
(Consejo de Estado, Auto del 24 de septiembre de 1998, Expediente 14.821, C.P. Ricardo Hoyos
Duque) (Corte Constitucional, Sentencia T-569 del 8 de octubre de 1998, M.P. Alfredo Beltrán
Sierra). Por su parte, la Corte Constitucional, a través de la Sentencia T-209 del 17 de marzo de
2006, con ponencia de Jaime Córdoba Triviño, tuteló el derecho fundamental al debido proceso
administrativo a favor de un proponente, frente a un acto administrativo que le impuso una inha
bilidad por no suscribir un contrato estatal, a pesar de la manifestación expresa de este de no poder
Los contratos estatales en Colombia 465
ejecutarlo, en caso de que le fuera adjudicado, pues la propuesta adolecía de un error importante en
la fijación del precio. Igualmente, Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de
22 de noviembre de 2021, Expediente 45.121, C.P. María Adriana Marín.
1135 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 24 de octubre de 2013, Expedien
te 24.697, C.P. Enrique Gil Botero.
1136 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 10 de julio de 2019, Expediente
42.118, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
ll3/ Ibídem.
1138 2. Pactarán las cláusulas excepcionales al derecho común de terminación, interpretación y modifica
ción unilaterales, de sometimiento a las leyes nacionales y de caducidad en los contratos que tengan
por objeto el ejercicio de una actividad que constituya monopolio estatal, la prestación de servicios
públicos o los contratos relacionados con el programa de alimentación escolar o la explotación y
concesión de bienes del Estado, así como en los contratos de obra. En los contratos de explotación y
concesión de bienes del Estado se incluirá la cláusula de reversión.
Las entidades estatales podrán pactar estas cláusulas en los contratos de suministro y de prestación de
servicios.
En los casos previstos en este numeral, las cláusulas excepcionales se entienden pactadas aun cuando
no se consignen expresamente.
Parágrafo. En los contratos que se celebren con personas públicas internacionales, o de cooperación,
ayuda o asistencia; en los interadministrativos; en los de empréstito, donación y arrendamiento y en
los contratos que tengan por objeto actividades comerciales o industriales de las entidades estatales
que no correspondan a las señaladas en el numeral 2 de este artículo, o que tengan por objeto el dcsa-
466 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
De tal forma que no podrá estipularse en contratos distintos a los permitidos por la
norma y si así se procede, la cláusula respectiva podrá ser anulada por la existencia de
una causal de nulidad absoluta de la misma1139. Se trata de una razón más para concluir
que la administración no puede habilitarse de poderes unilaterales con base en acuerdos
contractuales. El Consejo de Estado1140, sobre el particular, sostuvo:
"En ese sentido, la autonomía de la voluntad no puede suplir la habilitación legal nece
saria para estos efectos, toda vez que, como se precisó, la existencia y el ejercicio de la
cláusula de caducidad depende de forma ineluctable de la previa y expresa consagración
en la ley, en los términos fijados en el artículo 14 de la Ley 80 de 1993.
3.2. Desde esa perspectiva, el principio de legalidad se erige como baluarte orientador,
ya que de conformidad con lo establecido en el artículo 6° de la Constitución Política, los
servidores públicos sólo pueden ejercer las funciones que explícitamente están contenidas en
la ley y, por lo tanto, son responsables por la extralimitación en el ejercicio de sus funciones.
De otro lado, el principio de legalidad de la actuación administrativa, parte del hecho de
que toda potestad o facultad pública debe estar previamente consignada o habilitada por la
ley. Por consiguiente, en el caso concreto, es evidente que el principio de la autonomía de la
voluntad, es entendido como la posibilidad con que cuentan las partes de un negocio jurídico
de emitir, expresar y fijar libre y voluntariamente los actos jurídicos privados.
3.3. En consecuencia, es el principio de legalidad el que, en el caso concreto, debe
marcar la pauta a efectos de determinar si los actos administrativos demandados controvier
ten, prima facie, el ordenamiento superior, concretamente los postulados normativos conteni
dos en los artículos 29 superior, y 14 de la Ley 80 de 1993.
3.4. Como se aprecia, en el asunto sub examine, de la simple comparación de los actos
demandados frente a las disposiciones contenidas en el artículo 14 de la Ley 80 de 1993,
se evidencia una trasgresión del ordenamiento jurídico, por cuanto, el contrato de consultoría
no es de aquellos en los cuales la norma haga referencia en relación con la obligatoriedad
o facultad de pactar la potestaa exorbitante de la caducidad".
Por otro lado, la administración, tampoco puede pactar en el contrato estatal —con
base en la autonomía de la voluntad—, causales distintas a las previstas en la ley, para
declarar la caducidad. Así por ejemplo, una entidad estatal, no podrá acordar que si se
imponen una o varias multas al contratista, eso dará lugar a caducar el contrato1141 o que
la misma consecuencia se seguirá del incumplimiento de concretas obligaciones que se
enlistan en el contrato. Ese aspecto es de reserva legal y por tanto, se reitera, serán nulas
aquellas estipulaciones que busquen habilitar a las entidades estatales para poder dccrc-
rrollo directo de actividades científicas o tecnológicas, así como en los contratos de seguro tomados
por las entidades estatales, se prescindirá de la utilización de las cláusulas o estipulaciones excepcio
nales. Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 31 de mayo de 2019,
Expediente 46.597, C.P. Jaime Enrique Rodríguez Navas.
1139 Sobre la nulidad de una cláusula contractual por adolecer de nulidad absoluta puede consultarse la
sentencia del Io de agosto de 2002, Expediente 21.041, C.P. Germán Rodríguez Villamizar, Sección
Tercera, Consejo de Estado.
1140 Sección Tercera, Auto del Io de diciembre de 2008, Expediente 35-827, C.P. Enrique Gil Botero.
1,41 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 24 de octubre de 2013, Expedien
te 24.697, C.P. Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 467
Otro aspecto que debe revisarse a la luz de las disposiciones de la ley 80 de 1993 y
de la jurisprudencia del Consejo de Estado, son los efectos que se desprenden de la ca
ducidad del contrato estatal. Y son los siguientes: (i) La pérdida del derecho a la indem
nización económica por la terminación anticipada del contrato; (ii) La declaratoria del
siniestro; (iii) La generación de la inhabilidad para participar en procesos de selección
y para celebrar contratos estatales por cinco (5) años; (iv) El deber de ceder o renunciar
a la ejecución de los contratos estatales que ya hubieren sido celebrados y que estuviesen
vigentes1143. Adicionalmente, tratándose de la caducidad decretada frente a un contra
tista Unión Temporal, será menester precisar en el acto administrativo que la contenga,
quien o cuáles de sus integrantes dieron lugar a dicha declaratoria, para que sea él o ellos
quienes deban afrontar los efectos adversos de la respectiva inhabilidad.
Llama la atención una reciente decisión judicial del Consejo de Estado11441145 , en la
que se avaló la declaratoria de caducidad de un contrato de obra, que fue el producto
de la celebración de una transacción suscrita por una entidad estatal. Las partes, para
resolver una controversia, optaron por pactar nuevas obligaciones relacionadas con la
construcción de unas viviendas en el marco de un contrato de transacción. Más tarde,
ese nuevo acuerdo fue desatendido por el contratista y al darse los supuestos del artículo
18 de la ley 80 de 1993, la administración, procedió a declarar la caducidad del negocio
jurídico estatal.
Finalmente, el inciso final artículo 9*145 de la Ley 1150 de 2007 adicionó la cláusula
excepcional de caducidad, para autorizar la contratación con el proponente que ocupó
el segundo lugar dentro del respectivo proceso de selección que originó el contrato so
1142 Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 30 de abril de 2014, Expediente 33.337, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez.
11,3 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 30 de abril de 2014, Expediente
33.337, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
n-M Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 13 de noviembre de 2014, Expediente 28.042, C.P.
Stella Conto Díaz del Castillo.
1145 En lo pertinente el inciso quinto del artículo, dispone: “Sin perjuicio délas potestades a que se refiere el
artículo 18 de la Ley 80 de 1993, en aquellos casos en que la entidad declare la caducidad del contrato y
se encuentre pendiente de ejecución un porcentaje igual o superior al cincuenta por ciento (50%) del mis-
468 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
bre el cual recayó la caducidad, siempre que: i) no se trate de contratos de concesión, ii)
que esté pendiente la ejecución de un porcentaje igual o superior al cincuenta por ciento
(50%), y iii) que el segundo proponente reúna las condiciones necesarias para el efecto.
rno, con excepción de los contratos de concesión, se podrá contratar al proponente calificado en el segundo
lugar en elproceso de selección respectivo, previa revisión de las condiciones a que haya lugar”.
1146 Según el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Segunda Edición.
1 l4z En Colombia, el primer precepto normativo que la reguló fue el Decreto 805 de 1947 para las con
cesiones mineras.
1148 Sentencia C-250 de 1996, M.P. Hernando Herrera Vergara y C-555 de 2013, M.P. Gabriel Eduardo
Menodza Martelo.
1149 Pardo, Esteve. Cita de la obra, Ruiz Ojeda, Alberto. La Concesión de Obra Pública, Primera Edición,
Editorial Civitas, 2006, p. 639.
Los contratos estatales en Colombia 469
efectivamente utilizados para la prestación del servicio en un momento dado (..J" ¡negrillas
y resaltado por fuera del texto original!.
Así, tanto del precepto legal contenido en el artículo 19 de la Ley 80 de 1993, como
de la exposición de motivos, puede concluirse que: i) la reversión opera en los contratos
de explotación o concesión de bienes estatales11521153
, es decir, está asociada obligatoria
mente a un objeto contractual especial1155 que se relacione con la explotación o conce
sión de bienes estatales1154; ii) procede siempre que el contratista hubiese calculado en
to en contra del artículo 19 de la Ley 80 de 1993, debido a que el actor consideraba que
la reversión era una expropiación sin indemnización, al respecto sostuvo:
"Como se dejó expuesto en el acápite anterior, la naturaleza de estas dos figuras es
radicalmente distinta, lo que no permite su asimilación, ya que, en síntesis, la reversión es
creada por la ley y está incluida en los contratos de concesión y explotación de los bienes
estatales, de manera que quien acepta participar en la licitación para la adjudicación de
estos contratos [se refiere a la concesión y explotación de bienes], conoce las condiciones
de los mismos, una de las cuales es que la reversión está incluida como cláusula obligatoria
en el contrato".
1159 Se comparte plenamente la opinión del Tratadista Miguel Marienhoff, cuando advierte: “Esas dudas
o dificultades tienen lugar debido a laforma confusa, poco clara, en que las partes suelen redactar las res
pectivas cláusulas, cuya redacción a veces resulta verdaderamente anfibiológica. El lenguaje a emplear en
estos casos debe ser esmeradamente claro y sencillo, mencionando cosa por cosa, una a una, de la manera
más precisay concreta posibles tratando siempre que no haya que recurrir después a interpretación alguna
para establecer si determinado bien debe o no transferirse sin cargo o resarcimiento afavor del Estado. En
síntesis: al referirse a los bienes del concesionario que pasarán afavor del Estado sin indemnización al
guna para el concesionario, dichos bienes deben mencionarse de manera que ello no apareje duda alguna
acerca de qué bien se trata”. Tratado de Derecho Administrativo. Tomo 111-B, Cuarta Edición, Editorial
Abclcdo-Pcrrot, Buenos Aires, 1998, p. 652.
Los contratos estatales en Colombia 473
conocer sobre la reversión bienes a la entidad contratante y por ende que tendrá que
calcular los costos económicos de ese futuro desprendimiento patrimonial que ocurrirá
al momento de finalizar el respectivo contrato estatal.
Así las cosas, se exige la certidumbre de esa obligación de revertir bienes y esto solo
garantiza con la estipulación precisa y detallada en los pliegos de condiciones o en las
cláusulas del contrato estatal de revertir bienes al Estado. Así, si un particular conoce
desde el principio que los bienes afectados a la concesión pasarán a ser propiedad de
su contratante, necesariamente, presupuestará económicamente esa obligación que se
asumirá con cargo a los ingresos del respectivo proyecto. La conclusión anterior, ade
más, encuentra sustento en una interesante ponencia1160 que al disertar sobre la cláusula
excepcional de reversión, aseguró:
"Ahora bien, en realidad, no existe en el derecho positivo colombiano un concepto o una
idea clave para determinar qué bien de propiedad del concesionario se encuentra afecto
a la prestación del servicio o a la explotación del bien o la obra, y qué bien no y, por lo
mismo, no existe una noción básica para determinar qué bien originalmente propiedad del
concesionario pasa al patrimonio de la entidad estatal concedente.
Frente a ese vacío legal, creemos que la solución a esta situación debe establecerse de
manera precisa en los pliegos de condiciones o pactarse expresamente en la respectiva cláu
sula contractual, con lo cual, desde el principio de la relación negocial, las partes tendrían
claridad de la solución precisa al problema. En este sentido, debe señalarse que, a nuestro
juicio, el criterio para la redacción del pliego de condiciones o de la estipulación contractual
consiste en la determinación anticipada de cuáles son los bienes que se compromete a adqui
rir el concesionario en virtud del contrato, sin los cuales el servicio no podría prestarse con la
misma eficiencia, continuidad y regularidad que lo hacía el concesionario antes de vencerse
el término de la concesión, de tal manera que sólo esos bienes indispensables entrarían a
formar parte de los bienes revertibles a identificar plenamente en el pliego de condiciones o
en la estipulación contractual".
1160 Santos Rodríguez, Jorge Enrique. Ponencia presentada para las X Jornadas de Derecho Administra
tivo, llevadas a cabo en la Universidad Externado de Colombia los días 29,30 y 31 de julio de 2009.
1161 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia de 31 de enero de 1997, C.P. Daniel Suárez Hernán
dez —Cita de la Sentencia C-555 de 2013, Corte Constitucional, M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo—.
1162 Escola, Op. cit., p. 135.
474 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
iii) En caso de dudas respecto de los bienes que deben revertirse al Estado, cualquier
inquietud en torno a la interpretación de las previsiones contractuales deberá inclinarse
por aquella dirigida a proteger el derecho de propiedad del contratista.
No es más que una regla de interpretación contractual que cobra vida a la hora en
que surja una diferencia entre las partes que se origine por la incertidumbre al esta
blecer cuáles bienes pasan a ser propiedad de la administración, ya sea porque pese a
que se pactó la reversión en el contrato, las partes, guardaron silencio sobre los bienes
cobijados por esa obligación o porque si bien se indicaron cuáles bienes se revertirían
al finalizar el contrato, se presentan discusiones en torno a si están o no afectados a la
prestación del servicio de explotación o la concesión de bienes estatales. Debe entonces
preferirse aquella interpretación que salvaguarde el derecho de propiedad del contratis
ta1166, obviamente, siempre que con ello no se afecte la continua y eficiente prestación
de los servicios que hacen parte de la explotación o concesión de bienes estatales.
1.7.1. Mecanismo coactivo para hacer cumplir la cláusula de reversión en los contra
tos de explotación y concesión de bienes del Estado
166 Esa misma conclusión la comparte Escola en su obra Tratado Integral de los Contratos Administra
tivos, Tomo I Parte General, Héctor Jorge Escola, Editorial De Palma, Buenos Aires, 1977, p. 138.
476 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
administración para que dicte verdaderos actos administrativos en los que modifique,
interprete o termine unilateralmente el contrato estatal. No ocurre lo mismo, se reitera,
con la cláusula de reversión de bienes, pues la Ley 80 de 1993 no le confiere a la entidad
estatal, facultad alguna para que ella pueda mediante acto administrativo ordenar la
reversión de bienes —muebles o inmuebles— al contratista, es decir, no cuenta con un
instrumento jurídico para que en sede administrativa defina sobre la titularidad de tales
activos y mucho menos que pueda imponerlo al particular.
La administración no podría definir ese asunto patrimonial en sede administrativa,
dado que no hay norma alguna que faculte su ejercicio. Precisamente, el Consejo de
Estado116', se ha referido al tema, así:
“En virtud del principio de legalidad, principio básico en un Estado de Derecho, las
competencias de cada uno de los órganos y autoridades de la administración pública deben
encontrarse asignadas por la Constitución Política o la ley de manera expresa, tal como lo
ordena la Carta en sus artículos 4° 6° 121 y 122, lo cual determina que toda actuación
de dichos órganos se encuentre sometida al imperio del Derecho, presupuesto indispensable
para la validez de los actos administrativos.
(■■■)■
La actividad contractual de 'a administración no escapa al principio de legalidad, toda
vez que en este ámbito sus actuaciones también deben someterse a claras y precisas com
petencias que se encuentran atribuidas por la ley, normas de orden público y de obligato
rio cumplimiento, máxime cuando se trata del ejercicio de prerrogativas excepcionales que
se han consagrado para el ejercicio, exclusivamente, de las correspondientes Entidades
Estatales Contratantes; así pues, las facultades que por atribución legal ejercen las Entidades
del Estado cuando se relacionan con los particulares, mediante la contratación, requieren
definición previa y expresa de la ley, puesto que es la propia ley la que establece los límites
a la autonomía de la voluntad”.
1167 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez.
1168 Brewer-Carías Alian R. Derecho Administrativo. Tomo I. Primera Edición, Editorial Universidad
Externado de Colombia, 2005, p. 103.
Los contratos estatales en Colombia 477
1169 El Tratadista Miguel Marienhoffsostiene que el término correcto es transferir y no revertir, pues tales
bienes nunca fueron del Estado y eso se presta para confusión. Tratado de Derecho Administrativo.
Tomo III-B, Cuarta Edición, Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 646.
1170 Consejo de Estado Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 31 de mayo de 2013, Expediente
26.707, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
1171 Sección Tercera, Sentencia del 22 de julio de 2000, Expediente 12.723, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
478 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es decir, se anuló la decisión, por incluir aspectos sobre los cuales no tenía com
petencia la administración.
iii) El Consejo de Estado1172, precisamente, al resolver sobre la ejecución de unas
obligaciones que constaban en un acto administrativo que incluyó perjuicios
adicionales por un incumplimiento del contratista, concluyó:
"Dentro de este marco conceptual, la actividad de la administración en la liquidación
del contrato no constituiría siquiera un poder exorbitante pues no tiene la finalidad indicada,
pero suele también dársele esa calificación sólo por el carácter de unilateral que puede tener
cuando aquella procede a adelantarla cuando el contratista no colabora para llevarla a
cabo o habiéndole hecho no aprueba las conclusiones a las que se llega. Pero ese poder
no puede llegar hasta señalar la responsabilidad y las consecuencias ¡ndemnizatorías que
de día se deriven, pues esta misión le corresponde es a los jueces.
"Dicho lo anterior, resulta claro que la entidad contratante no podía por sí y ante sí resol
ver sobre los perjuicios que resultaron del incumplimiento del contratista en el caso sub judice
y por ello fue acertada la decisión tomada por el tallador de instancia; por lo cual merecerá
la confirmación de la Sala (negrillas y resaltado por fuera del texto original!".
Las razones anteriores son de por sí suficientes para descartar la competencia actual
de la administración para hacer efectiva la reversión de bienes en contra de la voluntad
del contratista, bajo cualquier forma o modalidad de acto administrativo derivado del
ejercicio de competencias atribuidas por la Ley 80 de 1993.
Ahora bien, las consideraciones anteriores se efectúan sin perjuicio de la posibili
dad reconocida por las normas jurídicas vigentes a la administración, para que opte por
ejecutar al contratista, ya sea por jurisdicción coactiva1173 o por el medio de control eje
cutivo1174, cuando la obligación de revertir bienes pactada expresamente en el contrato
cumpla con las condiciones generales y particulares de un título ejecutivo contractual,
es decir, que esa prestación insatisfecha del contratista particular sea expresa, clara y
1172 Sección Tercera, Auto del 18 de junio de 2008, Expediente 29.290, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
1173 La Ley 1150 de 2007 y el nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo (artículos 98,99, 100 y 101), facultan a las entidades estatales, para ejecutar el cum
plimiento de obligaciones por el proceso administrativo de jurisdicción coactiva.
1174 Ver la obra La Acción Ejecutiva ante la Jurisdicción Administrativa, Mauricio Rodríguez Tamayo,
Cuarta Edición, Editorial Sánchez Jurídica, 2021.
Los contratos estatales en Colombia 479
actualmente exigible. Ello puede ocurrir, por ejemplo, cuando en el contrato estatal se
incluye expresamente la obligación de reversión a cargo del concesionario, con la indi
cación precisa y detallada de los bienes muebles o inmuebles que deben transferirse, al
igual que las condiciones de ese traspaso1175. De esta manera, si el contratista permanece
renuente a cumplir con tal obligación, la entidad estatal, podrá entrar a obligarlo a cum
plir coactivamente, pero por la vía de la ejecución forzada de una obligación contractual
que se constituye en un título ejecutivo de carácter contractual y no en sede administra
tiva en ejercicio de una atribución derivada de la cláusula excepcional de reversión, pues
se reitera, no hay soporte normativo que habilite a la administración para proceder en
esc sentido.
Por el contrario, cuando las partes pese a estipular la obligación de revertir bienes
a la finalización del contrato, no lograron perfeccionar la existencia de un título ejecu
tivo, o en su caso, cuando a pesar de acordar la procedencia de la cláusula de reversión
—o esta resulta aplicable directamente por disposición del artículo 14 y 19 de la Ley
80 de 1993—, y los interesados en la relación contractual, callan sobre la forma en que
operaría esa reversión y bajo qué condiciones, la administración, no tendrá otro camino
que acudir ante la autoridad judicial competente, para que sea ella y luego de surtido el
proceso respectivo, quien determine si hay lugar o no a la reversión y sobre cuales bienes
recaerá la misma, pues se reitera, no existe norma alguna que faculte a la administración
para definir ese punto en forma unilateral.
175 Así por ejemplo el artículo 42 del Decreto 1467 de 2012, señala que con el propósito de asegurar la
continuidad de la prestación de servicios públicos en proyectos de Asociación Público Privada, la
entidad estatal competente, pactará en el contrato la entrega y transferencia, de los elementos y bienes
directamente afectados a la prestación de dicho servicio y el estado en el que los mismos revertirán al
finalizar el plazo del respectivo contrato, sin que por ello deba efectuarse compensación alguna, y ex
cluirá los elementos y bienes que por su estado o naturaleza no se considere conveniente su reversión.
De la misma forma, los bienes objeto de aporte del Estado diferentes a los desembolsos de recursos
públicos efectuado por la entidad estatal competente revertirán a la entidad contratante al término
del contrato. Ver también artículo 31 de la Ley 1508 de 2012.
CAPITULO VIII
EL RÉGIMEN DE
GARANTÍAS EN EL
CONTRATO ESTATAL
lidades fijadas por el Gobierno nacional, teniendo en cuentas las dificultades que puede
representar la obtención de una garantía para un contrato estatal.
Los mecanismos de cobertura de riesgos son los instrumentos otorgados por los ofe
rentes o por el contratista de una entidad pública contratante, en favor de esta o en favor
de terceros, con el objeto de garantizar, entre otros, (i) la seriedad de su ofrecimien
to1178, (ii) el cumplimiento de las obligaciones que para aquel surjan del contrato y de
su liquidación, (iii) la responsabilidad extracontractual que pueda surgir para la admi
nistración por las actuaciones, hechos u omisiones de sus contratistas o subcontratistas,
y (iv) los demás riesgos a que se encuentre expuesta la administración según el contrato.
El Consejo de Estado1179, por su parte, se ha ocupado de describir qué función cum
plen las garantías dentro de la contratación estatal para señalar lo siguiente:
"Así, se ha entendido que la inclusión de cláusulas sobre garantías contractuales en los
contratos celebrados por la administración no sólo se erige como un requisito de obligatorio
cumplimiento por parte del contratista, sino también como un instrumento para salvaguardar
intereses de carácter general, garantizar el adecuado cumplimiento del objeto contractual
y proteger el patrimonio público de los detrimentos que se puedan causar con ocasión de
eventuales incumplimientos en que incurra el contratista".
El Decreto 1082 de 2015 reglamenta cuáles son los riesgos cubiertos por las distin
tas modalidades de garantías. Colombia Compra Eficiente, a su vez, expidió la Guía de
Garantías en los Procesos de Contratación1180. En un primer grupo, aparecen los riesgos
derivados del incumplimiento del ofrecimiento que cubrirá: i) La no suscripción del
contrato sin justa causa por parte del proponente seleccionado, ii) La no ampliación
de la vigencia de la garantía de seriedad de la oferta cuando el termino previsto en los
pliegos para la adjudicación del contrato se prorrogue o cuando el término previsto
para la suscripción del contrato se prorrogue, siempre y cuando esas prórrogas no exce
dan un término de tres meses, iii) La falta de otorgamiento por parte del proponente
seleccionado, de la garantía de cumplimiento exigida por la entidad para amparar el
incumplimiento de las obligaciones del contrato, iv) El retiro de la oferta después de
vencido el término fijado para la presentación de las propuestas, vi) El haber manifes
tado ser Mipyme para limitar la convocatoria de un proceso contractual sin cumplir los
requisitos establecidos en la normativa para tener tal condición.
1178 El artículo 4 del decreto 1860 de 2021 —reglamentario de la ley 2069 de 2020— adicionó un pará
grafo al artículo 2.2.1.2.3.1.9., así: "Parágrafo. Colombia Compra Eficiente podrá definir un valor de
suficiencia diferencial para la garantía de seriedad de las ofertas presentadas por los emprendimientos y
las empresas de mujeres, y las Mipyme en los Acuerdos Marco de Precio”.
1179 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 14 de junio de 2019, Expediente 36.860, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera.
1180 https://colombiacompra.gov.co/sitcs/ccc_public/filcs/ccc_documcnts/ccc_guia_garantias.pdf
Los contratos estatales en Colombia 485
En un segundo grupo, están los riesgos derivados del incumplimiento de las obliga
ciones contractuales, tales como: i) El buen manejo y correcta inversión del anticipo.
El amparo de buen manejo y correcta inversión del anticipo cubre a la entidad estatal
contratante, de los perjuicios sufridos con ocasión de (a) la no inversión, (b) el uso in
debido, y (c) la apropiación indebida que el contratista garantizado haga de los dineros
o bienes que se le hayan entregado en calidad de anticipo para la ejecución del contrato.
Cuando se trate de bienes entregados como anticipo, estos deberán tasarse en dinero
en el contrato, ii) La devolución del pago anticipado. El amparo de devolución de pago
anticipado cubre a la entidad estatal contratante de los perjuicios sufridos por la no
devolución total o parcial, por parte del contratista, de los dineros que le fueron en
tregados a título de pago anticipado, cuando a ello hubiere lugar, iii) El cumplimiento
de las obligaciones surgidas del contrato estatal incluyendo en ellas el pago de multas y
cláusula penal pecuniaria, cuando se hayan pactado en el contrato. El amparo de cum
plimiento del contrato cubrirá a la entidad estatal contratante de los perjuicios directos
derivados del incumplimiento total o parcial de las obligaciones nacidas del contrato,
así como de su cumplimiento tardío o de su cumplimiento defectuoso, cuando ellos
son imputables al contratista garantizado. Además de esos riesgos, este amparo com
prenderá siempre el pago del valor de las multas y de la cláusula penal pecuniaria que se
hayan pactado en el contrato garantizado, iv) El pago de salarios, prestaciones sociales
legales e indemnizaciones laborales. El amparo de pago de salarios, prestaciones sociales
legales c indemnizaciones laborales cubrirá a la entidad estatal contratante de los per
juicios que se le ocasionen como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones
laborales a que esté obligado el contratista garantizado, derivadas de la contratación del
personal utilizado para la ejecución del contrato amparado en el territorio nacional. No
será exigible esta garantía, cuando se trate de contratos que se ejecuten en su totalidad
fuera del territorio nacional por personal contratado bajo un régimen jurídico distinto
al nacional, v) La estabilidad y calidad de la obra. El amparo de estabilidad y calidad de
la obra1181 cubrirá a la entidad estatal contratante de los perjuicios que se le ocasionen
como consecuencia de cualquier tipo de daño o deterioro, independientemente de su
causa, sufridos por la obra entregada, imputables al contratista, vi) La calidad y correcto
funcionamiento de los bienes y equipos suministrados. El amparo de calidad y correc
181 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 18 de noviembre de 2021, Ex
pediente 56.085, C.P. Martín Bermúdez. Allí se indicó: “El amparo de la póliza de cumplimiento
relativo a la estabilidad de la obra tiene como finalidad garantizar la reparación de los daños que se
presenten luego de que haya sido recibida a satisfacción, y que no se evidencian en el momento de la
entrega. El constructor debe reparar estos daños, y este amparo se incluye precisamente para garantizar el
cumplimiento de esta obligación. El amparo se hace efectivo con la sola demostración de la ocurrencia de
daños posteriores en la obra y del valor de su reparación. Por esta vía no puede obtenerse la reparación de
daños imputables al incumplimiento de las obligaciones del contratista conocidos por la entidad antes de
la terminación del contrato”.
486 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
182 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 19 de octubre de 2011, Expediente 18.082, C.P. En
rique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 487
que son del contratista—. Por lo tanto, no es un tema que pueda definir a su voluntad
la administración.
Por otro lado, el Decreto 1082 de 2015 regula en qué casos no son obligatorias la
constitución de garantías a favor de la administración. De esta forma, las garantías no
serán obligatorias en los contratos de: i) empréstito, ii) interadministrativos, iii) segu
ro, y iv) en los contratos cuyo valor sea inferior al diez por ciento (10%) de la menor
cuantía prevista para cada entidad, caso en el cual se aplicarán las reglas previstas para
la mínima cuantía y para la adquisición de bienes en almacenes calificados de grandes
superficies.
En la misma línea, el reglamento, autoriza a las entidades estatales, para que pue
dan abstenerse de exigir garantía de cumplimiento para los contratos celebrados bajo
la modalidad de contratación directa salvo que en el estudio previo correspondiente se
establezca la conveniencia de exigirla atendiendo la naturaleza y cuantía del contrato
respectivo.
Veamos entonces las garantías autorizadas por el reglamento y su contenido para
cubrir dichos riesgos.
El artículo 2.2.1.23.1.2. del Decreto 1082 de 2015 señala como clases de garantías:
i) La póliza de seguros, ii) El patrimonio autónomo y iii) La garantía bancaria.
1183 Frente a la prueba del contrato de seguros, después de la reforma introducida por el artículo 3“ de la
Ley 389 de 1997 al artículo 1036 del Código de Comercio puede consultarse la Sentencia del 15 de
noviembre de 2005, Expediente 09539-01, M.P. Silvio Fernando Trejos Bueno, Sala de Casación Ci
vil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia. En efecto, la providencia afirmó: “Esa misma ley modi
ficó el artículo 1046del Código de Comercio y a partir del carácter consensual de dicho vínculo estableció,
sin embargo, un régimen probatorio especialpara demostrar su existencia, consistente en que «el contrato
de seguro se probará por escrito o por confesión»; se consagró así una de las excepciones alprincipio general
del derecho probatorio por el cual las partes pueden acudir a cualquier medio de convicción lícito para
comprobar los hechos cuya verificación les interesa para defender sus derechos, tal como se desprende de lo
dispuesto en el artículo 175 del CPC“.
1184 En lo pertinente, el inciso segundo del artículo 7", prevé: “Lasgarantías consistirán en pólizas expedi
das por compañías de seguros legalmente autorizadas parafuncionar en Colombia, en garantías banca-
488 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
rías y en general, en los demás mecanismos de cobertura del riesgo autorizados por el reglamento
para el efecto (negrillas por fuera del texto original)”.
1IS5 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 14 de junio de 2019, Expediente 36.860, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera.
1186 Parágrafo. La cláusula penal y las multas así impuestas, se harán efectivas directamente por las enti
dades estatales, pudiendo acudir para el efecto entre otros a los mecanismos de compensación de las
sumas adeudadas al contratista, cobro de la garantía, o a cualquier otro medio para obtener el pago,
incluyendo el de la jurisdicción coactiva”.
Los contratos estatales en Colombia 489
plena competencia para el efecto por disposición expresa del artículo 75 de la Ley 80
de 1993 y el artículo 98 del nuevo CPACA, pues tal y como lo señaló el Consejo de
Estado1187:
"En cuanto ha quedado establecido que los contratos de seguro que se celebren para
garantizar el cumplimiento de los contratos de las entidades estatales también pertenecen a la
misma categoría de los contratos estatales, se impone concluir entonces que la competencia
para conocer tanto de las controversias que se deriven de los mismos como de los procesos
de ejecución que en ellos se originen, se encuentra legalmente asignada a la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, de conformidad con los dictados del inciso 1 ° del artículo 75
de la Ley 80".
1187 Sección Tercera, Auto del 30 de enero de 2008, Expediente 32.687, C.P. Dr. Mauricio Fajardo
Gómez.
1188 Sección Tercera, Autos del 30 de enero de 2008, Expediente 32.687 y del 9 de abril de 2008, expe
diente 26.295 y la Sentencia del 19 de febrero de 2009, Expediente 24.609, y Subsección “A”, Sen
tencia de 21 de agosto de 2013, Expediente 31.099, en todos obró como ponente el doctor Mauricio
Fajardo Gómez y Subsección “B”, Sentencia de 2 de marzo de 2020, Expediente 55-560, C.P. Ramiro
Pazos Guerrero.
1189 Contratos Mercantiles. Tomo IV, Segunda Edición, Editorial Dikc, 2009, p. 154.
490 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“por el cual, una persona encarga a otra para que cumpla con una finalidad específica
en relación a unos bienes concretos, cuya titularidad le trasmitirá con el propósito de que
pueda cumplir el fin propuesto, c favor de uno o varios beneficiarios, que pueden ser o dentro
de los cuales puede estar el mismo encargante. Por su labor la persona que recibe el encargo
obtiene una retribución".
Por su parte, Colombia Compra Eficiente1191, en la Guía para garantías en los pro
cesos de contratación, indica que la fiducia mercantil en garantía, “Es un contrato que
celebra el oferente, contratista o un tercero como fideicomitente con una sociedad fi
duciaria para transferir la propiedad de uno o más bienes o derechos con los cuales se
integra un patrimonio autónomo, a fin de garantizar con ellos o con su producido las
obligaciones del oferente o contratista con la Entidad Estatal beneficiaría. En el patri
monio autónomo los bienes o derechos se mantienen separados de los de la sociedad
fiduciaria y de otros negocios fiduciarios para que sirvan de garantía”.
Es, pues, la fiducia mercantil una nueva modalidad de garantía para avalar el cum
plimiento de obligaciones surgidas en el curso de la actividad contractual estatal. El
Decreto 1082 de 2015 exige que los bienes o derechos que sean entregados en fiducia
mercantil en garantía deberán ofrecer a la entidad contratante un respaldo idóneo y
suficiente para el pago de las obligaciones garantizadas.
Por otro lado, la fiduciaria respectiva deberá respaldar la garantía, debiendo expe
dir una certificación a la entidad estatal donde consten la siguiente información: i) La
suficiencia de la garantía para cada una de las coberturas, en los términos del artículo
2.2.1.23.3.1 y siguientes Decreto 1082 de 2015; ii) Los estados financieros actualiza
dos del patrimonio autónomo y una descripción de los bienes que lo conforman; iii)
El procedimiento a surtirse en caso de hacerse exigible la garantía, el cual no podrá
imponer a la Entidad Estatal condiciones más gravosas a las contenidas en este decreto;
iv) Los riesgos garantizados; v) La prelación que tiene la Entidad Estatal para el pago y
vi) Los mecanismos con los cuales la sociedad fiduciaria puede hacer efectiva la garantía
sin afectar su suficiencia.
El Reglamento también señala cuáles serán los bienes que el interesado podrá
transferir a la fiducia para garantizar las obligaciones respectivas. Así, podrán integrar
el patrimonio autónomo: i) Valores que pueden conformar las carteras colectivas del
mercado financiero, o la participación individual del contratista en carteras colectivas.
La Entidad Estatal reconocerá para efectos del cálculo del valor de la garantía hasta el
noventa por ciento (90%) del monto de tales valores y ii) Inmuebles libres de limitacio
nes de dominio con un valor superior a dos mil (2.000) smmlv, que generen rentas en
un (1) año por valor mayor al cero punto setenta y cinco por ciento (0,75%) mensual
del precio de realización establecido en el avalúo que debe realizar un experto, de acuer
do con el artículo siguiente del presente decreto. Estas rentas no pueden estar a cargo
del contratista garantizado y deben hacer parte del patrimonio autónomo. La Entidad
Estatal reconocerá para efectos del cálculo del valor de la garantía hasta el setenta por
ciento (70%) del valor del avalúo de los bienes inmuebles fideicomitidos.
No se trata de una póliza de seguros, sino simplemente de un aval que expide una
entidad financiera que se compromete irrevocablemente a desembolsar unos recursos
económicos contra el primer requerimiento que le haga de ellos la entidad pública
competente. De esa forma, a través de una garantía bancaría, una institución financiera
asume el compromiso firme, irrevocable, autónomo, independiente e incondicional de
pagar directamente a la entidad contratante, a primer requerimiento, hasta el monto ga
rantizado, una suma de dinero equivalente al valor del perjuicio sufrido por esa entidad
como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones asumidas por el proponen
te o contratista, ante la presentación del acto administrativo en firme que así lo declara.
Es decir, una vez le sea presentada la decisión —que no es notificación—, la institución
financiera deberá proceder a la entrega de los dineros garantizados.
El Decreto 1082 de 2015 indica cuáles son las condiciones que deben cumplir las
garantías bancadas para que puedan ser aceptadas por la administración, como un me
canismo válido de cobertura de riesgos. Esos requisitos son los siguientes: I) La garan
tía debe constar en documento expedido por una entidad financiera autorizada por la
Superintendencia Financiera o quien haga sus veces, otorgado de acuerdo con las ñor-
492 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
mas del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero; ii) La garantía debe ser efectiva a
primer requerimiento o primera demanda de la Entidad Estatal; iii) La garantía banca-
ria debe ser irrevocable; iv) La garantía bancaria debe ser suficiente en los términos del
Decreto 1082 de 2015; v) El garante debe haber renunciado al beneficio de excusión.
La Superintendencia Financiera, en el Concepto 2004001530-1, febrero 19 de
2004, estudió la figura de las garantías bancadas y aseguró lo siguiente:
“Así las cosas, las garantías bancarias son aquellas expedidas por uno cualquiera de
los establecimientos de crédito para asegurar el cumplimiento de una o varias obligaciones
de manera total o parcial, contraídas por un cliente suyo a favor de terceros, tales como los
avales, las aceptaciones, la carta orden de crédito, etc. En general puede decirse que en
todos los supuestos en donde un cliente de un establecimiento de crédito se vea constreñido
a respaldar la seriedad de una oferta, el cumplimiento de requisitos, etc., cabe la posibilidad
de otorgar una garantía bancaria por parte de este, las consecuencias jurídicas de lo ante
riormente expuesto se encuentran resumidas en el siguiente acápite:
</.../ cualquiera de las modalidades mencionadas tipifican garantías bancarias que cau
cionan obligaciones, y la garantía se hace efectiva, únicamente ante el acaecimiento de la
condición de que pende que la lianza se haga efectiva, y en consecuencia el establecimiento
de crédito ante el incumplimiento de su cliente, se vea constreñido a efectuar un desembolso
a favor del tercero que lo convierte en acreedor de su cliente, j...) Si las garantías banca
rias son documentos que instrumentalizan obligaciones cuyo cumplimiento es condicional, el
emisor de la garantía bancaria. asume la específica obligación de cancelar directamente
al beneficiario, el monto garantizado, en caso de que se cumplan estricta y literalmente los
supuestos o condiciones del objeto garantizado.
Por otro lado, a pesar de la autorización contenida en las normas pertinentes para ce
lebrar este tipo de operaciones por parte de los establecimientos de crédito, en Colombia
el otorgamiento de avales y garantías está severa y restrictivamente regulado, limitándose a
los eventos específicos que la ley autoriza, no sólo en lo que a los sujetos se refiere sino en
cuanto a las operaciones que pueden avalar y garantizar".
Por último, por vía reglamentaria, hay dos modalidades de garantías bancarias a pri
mer requerimiento, esto es, el contrato de garantía bancaria y la carta de crédito stand
by. Por el primero, una entidad bancaria emisora, obrando por cuenta y por orden del
proponente o contratista, se obliga irrevocablemente con la entidad estatal, en calidad
de beneficiaría, a pagarle hasta el monto garantizado, los perjuicios directos derivados
del incumplimiento de las obligaciones que con ocasión de la propuesta, del contrato o
de su liquidación surjan para el proponente o el contratista y por la segunda, la entidad
emisora, obrando por solicitud y de conformidad con las instrucciones del proponente
o contratista, se obliga a garantizar irrevocablemente el pago en dinero de las obliga
ciones que con ocasión de la propuesta o del contrato surjan para el proponente o el
contratista.
CAPITULO IX
LA LIQUIDACIÓN DE LOS
CONTRATOS ESTATALES
1192 Gaceta del Congreso Número 75, miércoles 23 de septiembre de 1992, p. 21.
1193 Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia del 29 de febrero de 2012, Expediente 16.371, C.P. Da
nilo Rojas B. Ver Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 12 de diciembre de 2017, Expediente
58.935, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1194 Ibídem.
496 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Hay entonces tres modalidades de liquidación del contrato estatal, esto es, la bila
teral, la unilateral y por último la judicial1195. En la primera, son las partes las llamadas
a finiquitar el negocio estatal. En la segunda, es directamente la administración y solo
cuando se den los supuestos de ley, que podrá imponer unilateralmente esa liquidación.
Y finalmente, la tercera, es cuando se acude ante el juez natural del contrato para que sea
el quien establezca esa liquidación definitiva del contrato estatal a través del ejercicio del
medio de control de controversias contractuales.
Antes de abordar el estudio de cada una de las modalidades de liquidación del con
trato estatal, es menester analizar cuáles son las causales de terminación del negocio
público, pues es a partir de ese momento que se activa la obligación liquidatoria a cargo
de los sujetos contratantes, tal y como lo reafirmó el Consejo de Estado1196, al señalar
que no se puede liquidar un contrato estatal, que previamente no se ha terminado por
cualquiera de las causales legales o contractuales.
11?5 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 12 de diciembre de 2017, Expediente
58.935, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
11,6 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de octubre de 2013, Expediente 23.733, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
11?/ Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 497
Por el contrario, los modos anormales de terminación de los contratos estatales son:
i) La desaparición sobreviniente del objeto o imposibilidad de ejecución del objeto con
tratado1198, ii) La terminación unilateral propiamente dicha (art. 17 L. 80/93), en los
contratos estatales que sea procedente esa cláusula excepcional (art. 14, L. 80/93), iii)
La declaratoria de caducidad administrativa del contrato, en los cuales sea procedente
esa cláusula excepcional (art. 14, L. 80/93), iv) La terminación unilateral del contrato
por: (a) violación del régimen de inhabilidades o incompatibilidades; (b) la nulidad
de los actos administrativos que fundamentan el contrato, y (c) la celebración del con
trato expresamente prohibido (art. 45, L. 80/93), v) El desistimiento —o renuncia—,
del contratista por la modificación unilateral del contrato en cuantía que afecte más
del 20% del valor original del mismo en los contratos estatales que sea procedente esa
cláusula excepcional (art. 14, L. 80/93), vi) La declaratoria judicial de terminación del
contrato, vii) La declaratoria judicial de nulidad del contrato, y viii) La terminación de
común acuerdo entre las partes*199
En cuanto a la modalidad de terminación bilateral del contrato estatal por mutuo
disenso1200, el Consejo de Estado, la ha considerado perfectamente viable y válida en
cualquier negocio jurídico estatal1201. De hecho, dicha célula judicial1202 sostuvo:
“el derecho público impone que los contratos de la administración como en general todos
los contratos se celebran con el propósito de cumplirse, de ejecutarse con el cabal y oportuno
cumplimiento de las prestaciones a las que tanto la administración como el contratista parti
cular se comprometieron a celebrarlo; pero ello no impide que cuando surjan circunstancias
que tornen imposible su ejecución, las partes determinen poner fin a la relación contractual
sin que el contrato se haya ejecutado".
Por su parte, la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado1203, también
encontró ajustado al ordenamiento jurídico la terminación bilateral del contrato estatal.
La opción de terminar bilateral y de común acuerdo el contrato estatal, habilita a las
partes, incluso, para hacerse reconocimientos económicos en el documento contractual
1198 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2019, Expe
diente 43.365, C.P. María Adriana Marín.
H99 £| Consejo de Estado, calificó la terminación de común acuerdo del contrato estatal, como un modo
anormal de terminación. Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 26 de julio de 2012, Expe
diente 23.635, C.P. Danilo Rojas B y Subsccción “A”, Sentencia de 9 de junio de 2014, Expediente
34.649, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
1200 Esa opinión también la comparte Miguel Ángel Bercaitz. Op. cit., p. 598.
1201 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 9 de mayo de 2012, Expediente 20.968, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez y Subsección “B”, Sentencia del 26 de julio de 2012, Expediente 23.635, C.P. Danilo
Rojas B.
1202 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B", Sentencia del 26 de julio de 2012, Expediente
23.635, C.P. Danilo Rojas B.
1203 Concepto No. 2.150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
498 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
que la adopte. En efecto, así lo definió la Sección Tercera del Consejo de Estado1204,
al descartar ilegalidad alguna porque se pactó el fenecimiento bilateral de un negocio
jurídico estatal y además, porque la administración, en el mismo acto reconoció eco
nómicamente unas sumas al contratista derivadas de una solicitud de restablecimiento
financiero del contrato estatal.
De hecho, Bercaitz1205, frente a la estipulación de las partes de reconocer indemni
zaciones al cocontratante, en el acta de terminación bilateral del contrato estatal, ad
vierte: “Al rescindir el contrato de común acuerdo, las partes pueden acordar lo relativo a
los bienes afectados al convenio que se rescinde, y sifuere procedente, en casos excepcionales,
la indemnización que como consecuencia de la ruptura del vinculo debe pagarse al cocon
tratante”. El Consejo de Estado1206, de la misma forma, también encuentra válido pactar
indemnizaciones a favor del contratista. En efecto, dicha célula judicial, sobre este pun
to, aseveró lo siguiente:
"Esto tampoco impide que la parte afectada con la suspensión, prolongada excesiva
mente en el tiempo, pueda solicitar la terminación del contrato, con sus correspondientes
indemnizaciones, como quiera que lo expresado no significa que las partes están obligadas
a permanecer indefinidamente vinculadas a un contrato, que pudo suspenderse por causas
ajenas a las partes o imputables a alguna de ellas ¡negrillas y resaltado por fuera del texto
original!".
Por otro lado, la jurisprudencia del Consejo de Estado1207 advierte que no es posible
pactar y mucho menos aplicar la terminación unilateral del contrato estatal, por razones
de conveniencia, pues ello va en detrimento de la prestación del servicio público y el
interés general. Es decir, a las entidades estatales, les está vedado estipular terminaciones
unilaterales por motivos de conveniencia o discrecionalidad1208.
También, la misma corporación1209, avaló el pacto de terminación unilaterales por
causales distintas a la Ley 80 de 1993, en contratos celebrados por entidades públicas
sujetas al derecho privado. Igualmente, en la misma providencia precisó que existen
normas especiales que autorizan terminaciones unilaterales en los casos de los contratos
de mandado civil, el contrato de mandato comercial, el contrato de arrendamiento de
servicios, el contrato de suministro si no se ha previsto plazo de duración, el contrato de
seguros, el contrato de hospedaje, el contrato de cuenta corriente, el contrato de cuenta
corriente bancaria, el contrato de cajillas de seguridad.
19 de julio de 2017, Expediente 57.394, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección “B”,
Sentencia de 19 de junio de 2019, Expediente 39.800, C.P. Alberto Montaña Plata.
1210 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia del 6 de junio de 2012, Expediente 19.480, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
1211 Frente a los contratos estatales celebrados con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 1150 de
2007, se tiene que si se hace la liquidación bilateral del contrato con salvedades por parte del con
tratista, la administración, no tiene competencia para liquidar unilateralmente el contrato estatal,
pues esa atribución solo surgió respecto de los contratos suscritos con posterioridad a la vigencia de
la Ley 1150 de 2007. Lo anterior, teniendo en cuenta que la liquidación unilateral en vigencia de los
artículos 60 y 61 de la Ley 80 de 1993, sólo era posible si no ocurría la liquidación bilateral.
500 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
y transacciones a que llegaren las partes para poner fin a las divergencias presentadas y
poder declararse a paz y salvo, iii) En la liquidación se exigirá al contratista la extensión
o ampliación, si es del caso, de la garantía del contrato a la estabilidad1212 de la obra12131214
,
a la calidad del bien o servicio suministrado, a la provisión de repuestos y accesorios, al
pago de salarios, prestaciones e indemnizaciones, a la responsabilidad civil y, en gene
ral, para avalar las obligaciones que deba cumplir con posterioridad a la extinción del
contrato.
Es entonces en esta etapa que las partes pueden resolver todos aquellos asuntos que
estén pendientes de resolución. Así, si hay reclamaciones económicas o diferencias con
tractuales en la liquidación, bien pueden pactar la forma para solucionar la controversia,
incluso efectuando reconocimientos económicos y cualquier otro tipo de acciones jurí
dicas. De este modo, por ejemplo, no hay impedimento alguno para que en el acto liqui-
datorio, las partes acuerden el reconocimiento y pago de mayores cantidades de obras o
de bienes o servicios, siempre que se hayan ejecutado a ruego de la administración, sean
necesarias para el cumplimiento del contrato y hayan sido recibidas a satisfacción de la
entidad. Desde el punto de vista del cumplimiento obligacional, es la oportunidad para
que se aclaren asuntos relacionados con incumplimientos pendientes y cualquier otra
circunstancia derivada de la ejecución del contrato estatal. Aquí es fundamental que
las partes evalúen la razón de ser de esta instancia, que no será otra que cerrar todos los
extremos de la relación contractual.
1212 Ver artículo 3“ del Decreto 399 de 2021 que modificó el Decreto 1082 de 2015 frente a las condicio
nes de vigencia de la garantía de estabilidad y calidad de las obras.
1213 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Auto del 15 de diciembre de 2011, Expediente
40.586, C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
1214 Al efecto puede consultarse sentencia 1743 proferida el día 16 de mayo de 1982, reiterada en senten
cia 12660 proferida el 16 de febrero de 2001.
Los contratos estatales en Colombia 501
partes1215, por cuanto si esa salvedad no se deja escrita, se cerrará la posibilidad de inten
tar una acción judicial en contra de la entidad contratante1216. La administración, por
su parte, también goza de la opción de poder incluir salvedades en el acta de liquidación
bilateral del contrato estatal1217.
Pese a lo anterior, la misma corporación1218, a partir del año 2008, estableció una
excepción en la que es procedente presentar reclamaciones derivadas de un contrato
que se ha liquidado bilateralmente, aunque no se hubiese consignado salvedades y al
respecto, aseguró:
"En estos términos, en la actualidad también se concluye que para demandar es nece
sario que las partes hayan dejado constancias en el acta de liquidación, si ésta se hizo de
manera bilateral. Esta exigencia también rige para el Estado, no sólo para el contratista. Sin
embargo, este supuesto tiene un matiz que lo hace razonable, introducido por la sentencia
del ó de marzo de 2008 — 16.850—: Para exigir que las partes no se puedan demandar
mutuamente, los hechos que sirven de fundamento a la reclamación debieron existir a más
tardar al momento de la suscripción del acta de liquidación, o proyectarse desde allí hacia
el futuro, de manera que se pueda suponer que ellas realmente están disponiendo de sus
derechos y obligaciones de forma claro y libre.
Pero si la causa de la reclamación o demanda obedece a circunstancias posteriores y
desconocidas para las partes, al momento de firmar el acta, es lógico que puedan reclamar
se jurisdiccionalmente los derechos en su favor, pues en tal caso desaparece el fundamento
que ha dado la Sala para prohibir lo contrario, es decir, que allí no se afectaría el principio
de la buena fe contractual, con la cual deben actuar las mismas al momento de acordar los
términos de la culminación del negocio, ya que no existiendo tema o materia sobre la cual
disponer —renuncia o reclamo—, mal podría exigirse una conducta distinta.
Otro aspecto que debe incluirse en el acta de liquidación bilateral del contrato por
parte del contratista, si así lo considera, es la salvedad para poder atacar, en el futuro, la
legalidad de los actos administrativos que se hayan expedido en el curso de la ejecución
1215 Las salvedades sólo resultan exigibles cuando se produce únicamente la liquidación bilateral del con
trato estatal. Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de
2021, Expediente 57.015, C.P. Martín Bermúdez.
1216 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 4 de junio de 2008, Expediente 16.293, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio y Subsccción “C”, Sentencia de 10 de septiembre de 2014, Expediente 27.648,
C.P. Enrique Gil Botero; Subsección “B”, Sentencia de 13 de noviembre de 2014, Expediente 31.463,
C.P. Stella Conto Díaz del Castillo v Subsección “A”, Sentencia de 9 de marzo de 2016, Expediente
36.189, C.P. Hernán Andrade Rincón.
1217 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 14 de mayo de 2014, Expediente
23.788, C.P. Enrique Gil Botero.
1218 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 18 de julio de 2012, Expediente
21.483, C.P. Enrique Gil Botero; Subsección “C”, Sentencia de 14 de mayo de 2014, Expediente
23.788, C.P. Enrique Gil Botero; Subsección “C”, Sentencia de 12 de junio de 2014, Expediente
28.744, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de
2014, Expediente 27.777, C.P. Enrique Gil Botero y Subsección “A”, Sentencia de 31 de enero de
2019, Expediente 38.568, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
502 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
del contrato1219 (multas, siniestros, caducidad, etc.), pues si no se deja tal constancia al
momento de la liquidación, quedará cerrada también cualquier posibilidad de contro
versia judicial sobre tales decisiones administrativas. Así, por ejemplo, si un contratista
es multado por algún incumplimiento contractual y más tarde acuerda liquidar de co
mún acuerdo el contrato, aunque desea demandar la ilegalidad de la multa1220, deberá
dejar esa salvedad en el acta, dado que al momento de acudir ante el juez del contrato,
será requisito de procedibilidad de las pretensiones de nulidad y restablecimiento, que
se haya incluido tal constancia.
Por otra parte, el contenido de la salvedad que se incluya en el acta de liquidación
bilateral del contrato estatal debe ser clara, expresa, y debe indicar con exactitud cuáles
son los aspectos y puntos que motivan la inconformidad, habida cuenta que si la admi
nistración o en su caso el contratista no exponen con claridad y en forma expresa las
salvedades, más tarde no podrá recurrir ante el juez del contrato para pedir el recono
cimiento de derechos que no reclamó o salvó en el acto liquidatorio1221. El Consejo de
Estado1222, en ese sentido, aseguró: “En efecto, esta Corporación ha sostenido que para que
laspretensiones contractuales elevadas por alguna de laspartes luego de la liquidación bila
teral del contrato puedan ser acogidas, ¡aparte interesada debe haberplanteado salvedades
claras y suficientes en el acta de liquidación para determinar las razones de inconformidad
con la misma”.
Por lo general, con el acta de liquidación bilateral, la administración queda como
deudora del contratista, sin embargo, se han presentado casos en los cuales el contratista
es quien debe reintegrarle dineros a la administración y tal obligación se deja incluida en
el acta de liquidación bilateral del contrato. Precisamente, el Consejo de Estado resolvió
un asunto que llegó a su conocimiento por el grado jurisdiccional de consulta —cuan
do estaba vigente esa revisión en el proceso ejecutivo—. En ese proceso, en el acta de
liquidación, que se presentó como título de recaudo, el contratista se comprometió a
reintegrarle a la administración los dineros que había recibido por concepto de anticipo
en una fecha determinada y como el contratista no pagó, la entidad estatal respectiva
inició proceso ejecutivo en su contra para obtener el cumplimiento de la obligación1223.
1219 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 14 de mayo de 2014, Expediente
23.788, C.P. Enrique Gil Botero.
1220 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expedien
te 27.777, C.P. Enrique Gil Botero.
1221 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de junio de 2014, Expediente
28.744, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1222 Sección Tercera, Subsección “B” Sentencia de 10 de febrero de 2021, Expediente 56.178, C.P. Alber
to Montaña Plata.
1223 Sección Tercera, Sentencia del 10 de abril de 2003, Expediente 23.589, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
Los contratos estatales en Colombia 503
1224 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 14 de mayo de 2014, Expediente
23.788, C.P. Enrique Gil Botero.
1225 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 2298 de 2017, C.P. Edgar González
López.
1226 Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 12 de diciembre de 2017, Expediente 58.935, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
504 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
122/ Esa exigencia quedó expresa en el inciso segundo del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007, que reformó
la Ley 80 de 1993.
Los contratos estatales en Colombia 505
1228 Mediante Sentencia del 2 de octubre de 2003, Expediente 14.387, con ponencia de María Elena
Giraldo Gómez, la Sección Tercera del Consejo de Estado negó las pretensiones de la demanda con
tractual bajo el argumento de que el contratista suscribió el acta de liquidación del contrato y no dejó
sentada ninguna inconformidad.
1229 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 12 de diciembre de 2017, Expediente
58.935, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1230 No es una cláusula excepcional. Ver Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de
8 de marzo de 2017, Expediente 50.890, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
506 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Los contratistas tendrán derecho a efectuar salvedades a la liquidación por mutuo acuer
do, y en este evento la liquidación unilateral solo procederá en relación con los aspectos que
no hayan sido objeto de acuerdo".
Entonces, hoy en día con la reforma de la Ley 1150 de 2007, tanto la liquidación
bilateral como la unilateral, cuentan con plazos legales para efectuarla. Así y para la
bilateral —regla general—, se deberá realizar en el plazo pactado en el contrato o en
su defecto, dentro de los cuatro (4) meses siguientes a su terminación. A su vez, la li
quidación unilateral se podrá efectuar dentro de los veintiséis (26) meses siguientes a
la terminación del contrato1231. Igualmente, la administración tiene competencia para
liquidar unilateralmente aquellos aspectos que no hayan sido objeto de acuerdo en for
ma bilateral. Este se convierte en un gran avance y seguramente, que entre más rápido se
liquide el contrato estatal, mejores serán los beneficios para ambas partes.
Por otro lado, la administración no podrá liquidar unilateralmente aquel contrato
estatal que previamente no se haya terminado por cualquiera de las causales legales o
contractuales, pues tal y como lo advirtió el Consejo de Estado1232, la liquidación solo
es procedente si previamente se terminó el respectivo contrato. Así, por ejemplo, si un
contrato estatal se suspendió por las partes, no será posible que la entidad contratante
lo liquide unilateralmente.
La administración, con la liquidación unilateral, tampoco podrá variar o modificar
las obligaciones que constan en un contrato estatal, pues esa no es la razón de dicho
mecanismo excepcional1233.
Pues bien, la decisión administrativa que liquida unilateralmente el contrato debe
rá contener, al igual que el acta de liquidación bilateral del contrato, el ajuste final de
cuentas. Esc ajuste puede arrojar saldos a favor de la administración o del contratista.
En todo caso, en lo atinente a la adopción de la liquidación unilateral del contrato, es
menester que el acto administrativo respectivo se encuentre debidamente ejecutoriado
y notificado al contratista, para que le pueda ser oponible. Lo mismo sucede con el
tercero garante de las obligaciones contractuales. Téngase en cuenta además que al ser
acto administrativo, de conformidad con el artículo 77 de la Ley 80 de 1993, será sus
ceptible únicamente del recurso de reposición. En el acto administrativo de liquidación,
también, se deberá ordenar que el contratista ajuste las garantías prestadas a la entidad
estatal, de acuerdo con las condiciones particulares.
1251 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 14 de mayo de 2014, Expediente
23.788, C.P. Enrique Gil Botero.
1232 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 9 de octubre de 2013, Expediente 23.733, C.P. Hernán
Andrade Rincón.
12}3 Consejo de Estado Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 31 de mayo de 2013, Expediente
26.707, C.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
Los contratos estatales en Colombia 507
1254 Sección Tercera, Sentencia del 31 de agosto de 2006, Expediente 14.287, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
12,5 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de diciembre de 2019, Expe
diente 61.614, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
1256 Sección Tercera, Sentencia del 11 de marzo de 2004, Expediente 25.021, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
508 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
lateralmente aquellos aspectos en que no haya existido acuerdo entre las partes, entre
las que se pueden enunciar las relativas a desequilibrios económicos contractuales o
decisiones para hacer efectiva la reversión de bienes en los contratos de explotación y
concesión de bienes, empero, esa lectura no es correcta por las siguientes razones:
i) La redacción del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007, en forma alguna habilita
expresamente a la entidad estatal para que pueda resolver sobre reclamaciones
económicas en forma unilateral. De la misma forma, tampoco, atribuye compe
tencia a la administración para ordenar la reversión de bienes en ciertos contra
tos estatales. Recuérdese, que según el artículo 121 de la Constitución Política
de 1991, nuestro Estado se rige por un sistema de competencias expresas, lo que
descarta extraer facultades que no cuenten con un texto legal que así lo consagre.
También, el principio de legalidad que irradia toda la actividad estatal limita ese
ejercicio.
ii) El inciso tercero del artículo 11 de la Ley 1150 de 2007, prevé: “Los contratistas
tendrán derecho a efectuar salvedades a la liquidación por mutuo acuerdo, y en este
evento la liquidación unilateral solo procederá en relación con los aspectos que no
hayan sido objeto de acuerdo”. Surge entonces una pregunta básica ¿decidir sobre
los aspectos que no hayan sido objeto de acuerdo, autoriza a las entidades esta
tales para resolver en la liquidación unilateral todo lo que ellas consideren? La
respuesta salta a la vista y es negativa. La lectura apropiada de dicha facultad debe
ajustarse a aquellos asuntos que sean materia de decisión unilateral, como sería
el corte de cuentas, el balance particular de la ejecución de las obligaciones, ga
rantías, saldos, pagos, etc., es decir, afines a la liquidación del contrato estatal, sin
que sea posible en ningún caso ampliar esa competencia a asuntos que requieren
de una autorización especial y concreta del ordenamiento jurídico. Tampoco,
podrá utilizarse la liquidación unilateral, para resolver temas comunes que no
muestren la presencia de una potestad excepcional. El Consejo de Estado1237, en
este punto, aclaró lo siguiente:
"Sin embargo, debe advertirse igualmente, que el acto de liquidación de los contratos,
aún en los eventos en que esta se hace en forma unilateral por parte de la administración
pública, tiene una composición o contenido diverso o plural, y no exclusivamente unilateral o
fruto del ejercicio de autoridad, porque, bien puede suceder, y es lo usual o más frecuente,
que contenga puntos o aspectos producto del acuerdo de las partes contratantes, u otros que
expresen la decisión de la administración de reconocer o negar la existencia de obligaciones
jurídicas como consecuencia de peticiones o reclamos del particular contratista, pero, que
no entrañan ni constituyen el ejercicio de una prerrogativa o autoridad propia y exclusiva del
poder público en uso de función, administrativa, sino, simplemente, la voluntad de la entidad
estatal contratante de reconocer, asumir o negar una determinada prestación frente al parti-
1257 Sección Tercera, Sentencia del 4 de julio de 2002, Expediente 19.333, C.P. Germán Rodríguez
Villamizar.
Los contratos estatales en Colombia 509
culac contratista, en la misma forma en que se desarrollan las relaciones contractuales entre
particulares, respecto de las cuales, frente al disentimiento o inconformidad que pudiera tener
la parte afectada con tal decisión, bien puede esta acudir al juez contencioso o al arbitral
para que dirima la controversia existente sobre dicho aspecto".
Por lo tanto, salvo que la Ley 80 de 1993 u otra noma especial, habilite a la admi
nistración para que resuelva en el acto administrativo de liquidación unilateral asuntos
relativos a reclamaciones del contratista o a la forma de hacer efectiva la reversión de
bienes en los contratos estatales donde resulte aplicable —salvo que exista una cláusula
que regule claramente la obligación de revertir rodeada de las condiciones del traspaso
y los bienes muebles o inmuebles que lo integran—, no será posible en esta decisión
incluir esos puntos, pues se reitera, se requiere de una atribución constitucional o legal
para validar ese accionar estatal. Entonces, es necesario que una norma expresa permita
a la administración resolver esos aspectos en forma unilateral, pues en caso contrario,
ese ejercicio le está absolutamente vedado.
Por su parte, frente al contenido del acto administrativo de liquidación unilateral, el
Consejo de Estado1238 aseveró: “(...) la liquidación es el momento previsto por el ordena
mientojurídico para debatir, ajustar cuentas, fijar las obligacionesy deberes de los contra
tantes y determinar las respectivas declaraciones afavor y en contra de cada uno”. Es, pues,
la liquidación unilateral el escenario propicio para ajustar cuentas, fijar obligaciones y
deberes de los contratantes que tengan su fuente en el contrato estatal, pero en forma
alguna se previo para establecer decisiones unilaterales que completen o aclaren las obli
gaciones pactadas por las partes y mucho menos con el objetivo de crear nuevas obli
gaciones que no consten en el texto del contrato. El acto administrativo de liquidación
unilateral, no puede adicionar o definir el alcance de unas obligaciones contractuales.
Refuerza la conclusión anterior otro precedente de la misma corporación1239, en el
que se descartó completamente la facultad para las entidades estatales de poder incluir
perjuicios adicionales por incumplimientos contractuales en el acto de liquidación uni
lateral del contrato estatal. En efecto, así razonó dicha célula judicial:
"Ahora bien, se pregunta, si en ejercicio de esa facultad liquidatoria ¿puede la adminis
tración deducir e incluir dentro de las partidas correspondientes, el monto de los perjuicios
que estime le causó el contratista? La Sala considera que la respuesta debe ser negativa,
siempre que esos perjuicios se entiendan por fuera de los estimados anticipadamente en la
cláusula penal pecuniaria. Así como la administración no tiene facultad para cobrar al con
tratista sumas distintas de las relacionadas con multas y cláusula penal pecuniaria, cuando
unilateralmente declara el incumplimiento, después de terminado el contrato, tampoco puede
1238 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 24 de enero de 2011, Expediente 16.492, C.P. Enri
que Gil Botero.
12W Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 11 de diciembre de 1989, Expediente 5-334, C.P.
Gustavo de Greiff Restrepo. Ver también Sentencia del 22 de junio de 2000, Expediente 12.723, C.P.
María Elena Giraldo Gómez.
510 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1240 Sección Tercera, Sentencia del 4 de marzo de 2008, Expediente 31.120, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
1241 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 31 de agosto de 2015, Expediente
48.459, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1242 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de abril de 2016, Expediente
33.580, C.P. Hernán Andrade Rincón.
Los contratos estatales en Colombia 511
1243 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 12 de diciembre de 2019, Expe
diente 61.614, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
12+4 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 12 de agosto de 2014, Expediente 30.003, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
1245 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 12 de diciembre de 2019, Expe
diente 61.614, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
1246 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 29 de agosto de 2012, Expediente
25.392, C.P. Stella Conto Díaz Del Castillo y Subsección “C”, Sentencia de 10 de septiembre de
2014, Expediente 27.648, C.P. Enrique Gil Botero.
512 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
12í7 Sección Tercera, Subsección “C”, Auto de 12 de diciembre de 2017, Expediente 58.935, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
CAPITULO X
LA NULIDADES Y LA
EXISTENCIA DE LOS
CONTRATOS ESTATALES
1. Las nulidades del contrato estatal. 1.1. Exista incapacidad en los contratantes.
1.2. £1 consentimiento este viciado por error, fuerza o dolo. 1.3. Cuando haya ob
jeto o causa ilícita. 1.4. Cuando se incumpla una formalidad que la ley preve para
la validez de ciertos acto. 1.5. Cuando se violen normas imperativas. 1.6. Cuando
se celebren con personas incursas en causaícs de inhabilidad o incompatibilidad
previstas en la Constitución y la ley. 1.7. Cuando se celebren contra expresa pro
hibición constitucional o legal. 1.8. Cuando se celebren con abuso o desviación de
poder. 1.9. Cuando se declaren nulos los actos administrativos en que se funda
menten. 1.10. Cuando se hubieren celebrado con desconocimiento de los criterios
previstos en el artículo 21 sobre tratamiento de ofertas nacionales y extranjeras o
con violación de la reciprocidad de que traca la l.cy 80 de 1993. 1.2.1.a existencia
de los contratos estatales.
1. LAS NULIDADES DEL CONTRATO ESTATAL
La doctrina extranjera1248 describe muy bien en qué casos procede la declaratoria
de nulidad de un contrato, para agregar que esa sanción surge como consecuencia de
la desatención de las condiciones de formación del contrato, es decir, cuando se com
prueba la falta de un elemento para su validez. Las nulidades se dividen en absolutas
y relativas, según el tipo de intereses que con ellas se protejan, pues en las primeras se
salvaguarda el orden público asociado al interés general, mientras que en las segundas se
tutelan intereses particulares.
Los requisitos de validez de los contratos en el Código Civil y de Comercio son:
i) La capacidad, ii) El consentimiento libre de vicios, iii) El objeto y causa lícita, iv)
El cumplimiento de las formalidades que la ley prescribe para la validez de ciertos ac
tos1249, y v) El respeto a las normas imperativas.
El artículo 44 de la Ley 80 de 1993, recoge e integra ese régimen de derecho privado
a la contratación estatal y agrega unas causales adicionales de nulidad absoluta, en los
numerales 1,2,3,4 y 5, esto es, que también afectan la validez de dichos contratos y tales
situaciones son cuando: i) Se celebren con personas incursas en causales de inhabilidad
o incompatibilidad previstas en la Constitución y la ley, ii) Se celebren contra expresa
prohibición constitucional o legal, iii) Se celebren con abuso o desviación de poder1250
(como ocurre cuando se desatienden los procedimiento de selección de contratistas del
Estado), iv) Se declaren nulos los actos administrativos en que se fundamenten, y v)
Se hubieren celebrado con desconocimiento de los criterios previstos en el artículo 21
sobre tratamiento de ofertas nacionales y extranjeras o con violación de la reciprocidad
de que trata la Ley 80 de 1993.
Por su parte, el artículo 46 de la misma ley, dispone: “Los demás vicios que se pre
senten en los contratos y que conforme al derecho común constituyen causales de nulidad
relativa, pueden sanearse por ratificación expresa de los interesados o por el transcurso de
dos (2) años contados a partir de la ocurrencia del hecho generador del vicio”. Es decir, que
en el actual estatuto de contratación estatal, la regla general es la nulidad relativa y la
excepción será la nulidad absoluta.
En este orden de ideas, los contratos estatales serán nulos cuando se presenten cual
quiera de las siguientes causales: i) Exista incapacidad en los contratantes, ii) El con
1248 Larroumet, Cristian. Teoría General del Contrato. Volumen I, Reimpresión, Editorial Temis, Bogotá,
1999, p. 428.
1249 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 5 de mayo de 2020, Expediente
48.961, C.P. Alberto Montaña Plata.
1250 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 10 de febrero de 2021, Expediente
45.397, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
516 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
sentimiento esté viciado, iii) Cuando haya objeto1251 o causa ilícita1252, iv) Cuando se
incumpla una formalidad que la ley prevé para la validez de ciertos actos, v) Cuando se
violen normas imperativas, vi) Cuando se celebren con personas incursas en causales
de inhabilidad o incompatibilidad previstas en la Constitución y la ley, vii) Cuando se
celebren contra expresa prohibición constitucional o legal, viii) Cuando se celebren con
abuso o desviación de poder, ix) Cuando se declaren nulos los actos administrativos en
que se fundamenten1253, y x) Cuando se hubieren celebrado con desconocimiento de
los criterios previstos en el artículo 21 sobre tratamiento de ofertas nacionales y extran
jeras o con violación de la reciprocidad de que trata la Ley 80 de 1993.
El estudio de esas circunstancias de nulidad del contrato estatal, se estudiarán a
continuación:
1251 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia de 20 de octubre de 2014, Expedien
te 24.809, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa y Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de
23 de abril de 2021, Expediente 50.317, C.P. María Adriana Marín.
1252 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 3 de junio de 2015, Expediente
31.011, C.P. Olga Melida Valle de De La Hoz.
1253 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 25 de junio de 2014, Expediente
33-319, C.P. Hernán Andrade Rincón.
125<í Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 26 de julio de 2012, Expediente
23.605, C.P. Danilo Rojas Bctancourt.
Los contratos estatales en Colombia 517
El objeto y la causa de todo contrato estatal deben ser lícitos. Así, el objeto hace
relación a las prestaciones sobre las cuales recae la manifestación de la voluntad en el
contrato estatal y para que este objeto sea válido se requiere: (a) que sea lícito; (b) que
exista al momento de celebrarse el contrato o que el mismo sea posible, y (c) que sea
determinado o determinable. Por su parte, la causa'255, se asocia con el motivo que in
duce o impulsa a las partes a contratar y es ilícita cuando también vulnera la ley, el orden
público y las buenas costumbres12551256
.
Por lo tanto, cuando el objeto o causa de un contrato estatal sea ilícito, como cuan
do se celebra un negocio cuyo objeto está prohibido1257 o se legalizan hechos cumpli
dos1258, tales acuerdos adolecerán de una causal de nulidad absoluta.
1.4. CUANDO SE INCUMPLA UNA FORMALIDAD QUE LA LEY PREVÉ PARA LA VALI
DEZ DE CIERTOS ACTO
Las normas que adquieren el carácter de imperativas no pueden ser violentadas con
la celebración de contratos estatales, pues si con tales negocios se desconocen normas
de dicha calidad, se afectará de nulidad dichos acuerdos. Así, por ejemplo, el Consejo
1255 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 3 de mayo de 2013, Expediente
24.221, C.P. Danilo Rojas Betancourth y Subsección “A”, Auto de 14 de mayo de 2014, Expediente
50.222, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
1256 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 3 de mayo de 2013, Expediente
24.221, C.P. Danilo Rojas Betancourth y Subsección “A”, Auto de 14 de mayo de 2014, Expediente
50.222, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
1257 El caso de aquellos contratos que tengan por objeto la entrega a particulares de actividades de admi
nistración y gestión de tributos, que está prohibido por la Ley 1386 de 2010.
1258 Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia del 18 de febrero de 2010, Expediente 15.596, C.P.
Mauricio Fajardo Gómez y Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente 24.266,
C.P. Danilo Rojas Betancourth.
1255 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 5 de mayo de 2020, Expediente
48.961, C.P. Alberto Montaña Plata.
1260 Numeral 1 del artículo 899 del Código de Comercio.
518 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
de Estado1261 anuló unos contratos estatales celebrados por una entidad territorial con
unas fiduciarias para la administración de recursos, pues con su suscripción se violaron
preceptos del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, que fueron considerados por
la corporación como normas imperativas de obligatorio cumplimiento.
1261 Sección Tercera, Sentencia del 9 de octubre de 2003, Expediente 16.657, C.P. Germán Rodríguez
Villamizar.
1262 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 9 de julio de 2014, Expediente
47.830, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1263 Sección Tercera, Sentencia de 16 de agosto de 2006, Expediente 31.480, C.P. Alier Hernández En-
ríquez, Subsección “C” Sentencia de 24 de abril de 2013, Expediente 27.315, C.P. Jaime Orlando
Santofimio y Subsección “A”, Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente 26.223, C.P. Carlos
Alberto Zambrano Barrera; Subsección “A”, Sentencia de 11 de junio de 2014, Expediente 34.649,
C.P. (F.) Hernán Andrade Rincón y Subsección “A” Sentencia de 6 de febrero de 2020, Expediente
61.720, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
1264 Santofimio Gamboa, Jaime Orlando. Tratado de Derecho Administrativo. Tomo II, Acto Administra
tivo, Cuarta Edición, Editorial Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2003, p. 410.
Los contratos estatales en Colombia 519
"Se estructura el vicio por desviación de poder en aquellos eventos en los que la adminis
tración, al utilizar sus poderes, actúa pretendiendo alcanzar un fin diverso al que en derecho
correspondiere de manera general, o a dicha autoridad en particular. En consecuencia, y como
se ha dicho, la idea general de la doctrina es que constituye desviación de poder «el ejercicio
de las potestades administrativas con fines distintos a los fijados por el ordenamiento jurídico»".
1265 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 25 de junio de 2014, Expediente
33.319, C.P. (E) Hernán Andrade Rincón.
126(’ Sección Tercera, Sentencia del 7 de septiembre de 2000, Expediente 9.527, C.P. María Elena Giraldo
Gómez.
126/ Del Tratamiento y Preferencia de las Ofertas Nacionales. Las entidades estatales garantizarán la par
ticipación de los oferentes de bienes y servicios de origen nacional, en condiciones competitivas de
520 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Se observa entonces con extrema claridad del artículo trascrito que la Ley 80 de
1993 estableció una regla definitiva, sin condicionamientos, en cuanto al deber de re
paración que le asiste a la administración, frente al contratista en el contrato declarado
nulo: el contrato estatal de ejecución sucesiva declarado nulo por objeto o causa ilícita,
no impedirá que la entidad estatal contratante reconozca y pague al contratista las pres
taciones ejecutadas por este hasta el momento de la declaratoria de nulidad absoluta*1268
y simplemente deberá probarse que la administración se benefició con las actividades
del contratista y ello se acreditará con la satisfacción de un interés público. Hasta aquí
no hay problema. La Ley 80 de 1993 sigue la dirección de garantizarle al contratista su
utilidad, incluso en la hipótesis de que el contrato estatal sea declarado nulo por objeto
o causa ilícita. Este análisis no se fijará en si fue o no conveniente la redacción del artí
culo 48 en cita. La norma está allí y sobre su contenido girará el estudio.
calidad, oportunidad y precio, sin perjuicio del procedimiento de selección objetiva que se utilice y
siempre y cuando exista oferta de origen nacional. Cuando se trate de la ejecución de proyectos de
inversión se dispondrá la desagregación tecnológica. En los contratos de empréstito y demás formas
de financiamiento, distintos de los créditos de proveedores, se buscará que no se exija el empleo o
la adquisición de bienes o la prestación de servicios de procedencia extranjera específica, o que a
ello se condicione el otorgamiento. Así mismo, se buscará incorporar condiciones que garanticen la
participación de oferentes de bienes y servicios de origen nacional. En igualdad de condiciones para
contratar, se preferirá la oferta de bienes y servicios de origen nacional. Para los oferentes extranjeros
que se encuentren en igualdad de condiciones, se preferirá aquel que contenga mayor incorporación
de recursos humanos nacionales, mayor componente nacional y mejores condiciones para la transfe
rencia tecnológica. El Consejo Superior de Comercio Exterior determinará el régimen vigente para
las importaciones de las entidades estatales.
1268 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 9 de febrero de 2017, Expediente
52.805, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa; Subsección “A”, Sentencia de 10 de mayo de 2017,
Expediente 54.324, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico y Subsección “B”, Sentencia de 10 de febrero
de 2021, Expediente 45,397, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
Los contratos estatales en Colombia 521
Las reglas generales contenidas en el Código Civil respecto de los efectos aquí es
efecto de la declaratoria de nulidad absoluta de un contrato, por objeto o causa lícita,
consagran una consecuencia jurídica para todo aquello que se ha pagado como presta
ción, en el contrato que adolece de alguno o de ambos. El artículo 1525 ídem es con
tundente en su tenor literal: “No podrá repetirse lo que se haya dado o pagado por un
objeto o causa ilícita a sabiendas”. Se introduce una condición para ser sujeto pasible de
la sanción legal: el elemento a sabiendas. De tal manera que si una persona contrata con
el conocimiento de que ese acto jurídico tiene un objeto o una causa ilícita y a pesar de
ello cumple con ciertas prestaciones, no podrá pedir el pago o reconocimiento de las
mismas. La ley no puede proteger los actos contrarios a derecho porque se ataca el orden
público y la moral.
Así se ha tratado el tema en derecho privado y por lo tanto en los contratos celebra
dos bajo dicho régimen legal, pero otra cosa sucede cuando se trata de contratos esta
tales, que adolecen de un objeto o causa ilícita, por cuanto las consecuencias jurídicas
son diferentes porque, por una parte, la estructura del artículo 48 de la Ley 80 de 1993
no prevé el elemento a sabiendas y, por otra, porque siempre se podrá pedir el reco
nocimiento de las prestaciones ejecutadas por el contratista hasta el momento en que
se declare la nulidad absoluta del contrato, cuando se probaren dos supuestos legales, a
saber: i) que la administración se benefició con las actividades ejecutadas por el contra
tista, y ii) que el beneficio le sirvió a la administración para satisfacer un interés público.
La ley no ha hecho distinción y su contenido es claro.
Por su parte, el Consejo de Estado, en la sentencia del 25 de noviembre de 2004,
dictada dentro del Expediente 25.5601269, al explicar el contenido de lo previsto en el
artículo 48 de la Ley 80 de 1993, expresó:
En resumen, para la Sala el inciso segundo del artículo 48 de la Ley 80 de 1993
establece efectivamente una regia distinta a la del Código Civil, consistente en que el recono
cimiento y pago de las prestaciones ejecutadas en un contrato nulo por objeto o causa ilícita
sólo tienen lugar cuando se pruebe que la entidad estatal se ha beneficiado y únicamente
hasta el monto del beneficio obtenido. Se trata, pues, de una regla diferente a la prevista en
la legislación civil en tanto que condiciona el reconocimiento de las prestaciones ejecutadas
al beneficio del Estado y solamente hasta el monto del mismo, la especialidad de la norma
de la Ley 80 no radica, entonces, en impedir las sanciones que se derivan por violación del
orden jurídico a sabiendas y así evitar un enriquecimiento sin causa en contra del contratista,
pues, como ha indicado la Corte Suprema de Justicia, esta figura exige que con su ejercicio
no se pretenda violar el ordenamiento jurídico. En otras palabras, esta disposición se apli
caría únicamente cuando las partes no hubiesen celebrado un contrato con objeto o causa
ilícitos a sabiendas.
Así, el inciso segundo del artículo 48 de la Ley 80 no conlleva “derogatoria'' alguna de
las sanciones que prescribe la legislación civil a contratos celebrados con conocimiento de
violar el ordenamiento jurídico. No se infiere de su tenor literal, tampoco de una interpre
tación sistemática, ni siquiera de sus antecedentes que, como se advirtió, son equívocos".
1270 véase [a obra de Dávila Vinueza, Luis Guillermo. Régimen Jurídico de la Contratación Estatal. 1"
edición, Editorial Legis, Bogotá, 2003, pp. 372-374.
1271 Sección Tercera, Sentencia del 17 de mayo de 2007, Expediente AP-00369, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
1272 El Consejo de Estado, recientemente, aunque declaró la nulidad absoluta de un contrato de consul
toría y asesoría para el cobro de regalías que celebró un municipio violando normas de imperativo
cumplimiento, aplicó el artículo 48 de la ley 80 de 1993, para reconocer finalmente al contratista un
Los contratos estatales en Colombia 523
porcentajes del 5% sobre los dineros recaudados, pues se probó el ingreso de los recursos con ocasión
directa a la intervención del contratista. Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 16 de marzo
de 2012, Expediente 22.969, C.P. Stella Conto de Díaz.
1273 Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 26 de febrero de 2014, Expediente 27.200, C.P. Her
nán Andrade Rincón.
1274 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 14 de marzo de 2018, Expediente
38.491, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
524 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1275 Regula dos causales genéricas de inexistencia de los negocios jurídicos a saber: i) La ausencia de so
lemnidades sustanciales que la ley exija para la formación de los correspondientes actos o contratos, y
ii) La falta de alguno de los elementos esenciales del respectivo contrato.
1276 Barona González, Jorge. La nulidad de los actosjurídicos. Colección Internacional Número 34, Edi
torial Ibáñcz, 2012, pp. 35 y 36.
1277 Ibídem, p. 36.
1278 Sección Tercera, Sentencia del 22 de julio de 2009, Expediente 16.106, C.P. Mauricio Fajardo Gó
mez y Subsección “C”, Sentencia de 13 de junio de 2013, Expediente 23.730, C.P. Jaime Orlando
Santofimio Gamboa.
1279 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de mayo de 2015, Expediente
31.094, C.P. Hernán Andrade Rincón y Subsección “C”, Sentencia de 3 de diciembre de 2015, Expe
diente 49.915, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1280 Ibídem.
Los contratos estatales en Colombia 525
l->.
Por último, acerca de la aquí denominada causal primera de inexistencia, se impone
precisar que a su aplicación habrá lugar sólo en cuanto la señalada ausencia de formali
dades sustanciales exigidas por la ley corresponda a aquellas solemnidades que hubieren
sido establecidas en atención a la naturaleza del correspondiente acto o contrato, cuestión
esta que excluye de plano los demás requisitos que, aunque determinados por la propia ley,
se hubieren consagrado en razón al estado o calidad de las parles que intervienen en su
celebración.
Por lo que se refiere a la segunda causal de inexistencia de los actos o negocios jurídi
cos, esto es la ausencia de alguno de los elementos esenciales del correspondiente acto o
contrato, vienen a propósito dos comentarios, que no por obvios carecen de importancia,
a saber:
En primer lugar es claro que a la aplicación de la figura en mención (inexistencia), habrá
lugar cuando falte uno cualquiera de los correspondientes elementos esenciales, sin que para
ese efecto deba predicarse la inobservancia concurrente, simultánea o sucesiva de todos los
elementos esenciales o de varios de ellos.
En segundo lugar, es igualmente claro que las consecuencias de la comentada inexisten
cia para el mundo jurídico podrán derivarse tanto i} en los casos en los cuales al proyectado
acto o contrato le falte uno cualquiera de los requisitos de existencia, es decir aquellos que
tienen el carácter de esenciales frente a todo acto o contrato, esto es el objeto, la voluntad
o el consentimiento o las solemnidades sustanciales, elemento este último cuya ausencia en
buena medida el legislador mercantil instituyó como la ya referida causal primera ii) en los
casos en los cuales falte alguno de los elementos esenciales específicos del correspondiente
acto o contrato, tal como ocurre con el precio para los contratos de compraventa, el carácter
gratuito que tendrá el uso de las cosas para los contratos de comodato, etc., evento este
último en el cual, oportuno resulta anotarlo, la ausencia de uno o varios de tales elementos
esenciales específicos no necesariamente impedirá la generación de efectos jurídicos, puesto
que la inexistencia del correspondiente acto o contrato particular cuya celebración perse
guían las partes bien podría derivar, si su conversión fuere posible, en otro acto o contrato
totalmente diferente al inicialmente contemplado".
1281 Ibídem.
1282 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 10 de febrero de 2021, Expediente
50.871, C.P. Alberto Montaña Plata.
CAPITULO XI
CONTRATOS ESTATALES
NOMINADOS
1283 Sección Tercera, Sentencia del 21 de abril de 2004, Expediente 14.651, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
128<í Sección Tercera, Sentencia del 18 de marzo de 2010, Expediente 14.390, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez.
530 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Por lo tanto, la ley puede calificar contratos como nominados y típicos y viceversa,
pues la primera condición no necesariamente satisface la segunda, es decir, los elemen
tos que lo integran o estructuran.
Pues bien, concretamente el artículo 32 de la Ley 80 de 1993 enlista varios contra
tos nominados tales como: i) Prestación de servicios, ii) Consultoría, iii) Concesión,
iv) Obra pública, v) Fiducia pública y encargo fiduciario. También, otras modalidades
de nominados que perfectamente puede suscribir la administración, son aquellos que
están regulados en el Código Civil y el Código de Comercio (compraventa, comoda
to1285, suministro, donación, etc.).
Como se precisó, la administración también puede celebrar contratos estatales in
nominados de acuerdo con la previsión del citado artículo 32 de la Ley 80 de 1993,
en tanto el estatuto de contratación reconoce la indiscutible facultad de las entidades
estatales de suscribir todos los acuerdos que sean necesarios para satisfacer las necesi
dades públicas que sean producto del ejercicio de la libre autonomía de la voluntad. La
anterior conclusión encuentra fundamento además en una postura judicial del Consejo
de Estado1286.
En este capítulo se realizará el estudio de los contratos estatales nominados a la luz
de las disposiciones especiales de la Ley 80 de 1993.
1285 El Consejo de Estado, respecto de la regulación del contrato de comodato, aseguró: “Ahora bien, las
normas de contratación vigentes, como las contenidas en la Ley 80 de 1993, prevén requisitos de existen
cia, validez y ejecución del contrato estatal que deben cumplirse, sin perjuicio de que sepueda acudir a lo
previsto en el Código Civil respecto del contenido del contrato de comodato, en aplicación de lo dispuesto
en el articulo 13 de dicha ley”. Sección Tercera, Sentencia del 30 de julio de 2008, Expediente 15.466,
C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
1286 Sección Tercera, Sentencia del 21 de abril de 2004, Expediente 14.651, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
12S/ Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 8 de junio de 2011, Expediente AP-2004-00540, C.P.
Enrique Gil Botero.
Los contratos estatales en Colombia 531
1288 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 3 de diciembre de 2007, Expediente acumulado
24.715, C.P. Ruth Stclla Correa Palacio.
12119 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 17 de mayo de 2007, Expediente AP-2004-00369,
C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
1290 Ibídem.
12,1 Principios Generales del Derecho Administrativo. Tomo III, Editorial De Palma, Buenos Aires, 1949,
p.457.
1292 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia del 8 de junio de 2011, Expediente AP-2004-00540, C.P.
Enrique Gil Botero.
1293 Artículo Contrato de Prestación de Servicios. Difícil delimitación frente al contrato realidad, Revis
ta Derecho del Estado Número 25, Universidad Externado de Colombia, diciembre de 2010, pp. 85
a 115.
1294 Corte Constitucional, Sentencia C-154 de 1997.
532 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Los elementos y las características que integran la tipología especial de este contra
to1295 son los siguientes: i) Se pueden celebrar por cualquier entidad estatal, ii) Pueden
suscribirse tanto con personas naturales como con personas jurídicas1296, iii) Su objeto
se circunscribe a desarrollar actividades relacionadas con la atención de los negocios o
el cumplimiento de las funciones a cargo de la entidad contratante, siempre y cuando
tales actividades o funciones no puedan cumplirse con el personal de planta por ser in
suficiente o porque se requieran conocimientos especializados, iv) No se genera con ese
contrato una relación de carácter de relación laboral1297, v) No pueden celebrarse y eje
cutarse en forma indefinida, sino por el tiempo estrictamente necesario e indispensable.
La grave dificultad que representa la existencia del contrato de prestación de servi
cios es que a veces, por una parte, se acude a esa figura para establecer verdaderas rela
ciones laborales encubiertas, y por otra parte, se utiliza para crear plantas paralelas con
carácter permanente en las entidades estatales.
La jurisprudencia del Consejo de Estado1298 se ha preocupado por señalar cuáles
son los límites en la contratación de prestación de servicios. En efecto, la corporación
ha señalado que: i) Si se contratan personas naturales, estas deben realizar actividades
que no puedan efectuarse por personal de planta, ii) Si se contratan personas jurídicas,
las actividades del contrato en forma alguna pueden generar que la entidad estatal con
tratante se despoje del ejercicio de una competencia administrativa12991300
, iii) Cuando se
contrata la prestación de servicios por personas naturales, porque no hay personal de
planta, sino que será menester dejar constancia que se requiere de un saber profesional
específico o más calificado que aquel que tiene el personal de la propia entidad1500, iv)
1295 Ibídem.
1296 Frente a la contratación de prestación de servicios con personas jurídicas, el Consejo de Estado, sos
tuvo: “A pesar de lo anterior, de lo dispuesto en las normas, se pueden señalar como rasgos característicos
del contrato deprestación deservicios celebrado con personasjurídicas los siguientes: el objeto del contrato
estará constituido por las actividades relacionadas con la administración ofuncionamiento de la entidad.
Las prestaciones del contrato podrán comprender: servicios profesionales, trabajos artísticos, desarrollo
directo de actividades científicas o tecnológicas, apoyo a la gestión de la entidad; sólo procederá el contrato
de prestación de servicios cuando no haya personal de planta suficiente o se requieran conocimientos espe
cializados; en caso de que el objeto sea el apoyo a la gestión de la entidad, procederá cuando se tenganfines
específicos o elpersonal de planta sea insuficiente; el término de duración será el estrictamente necesario;
habrá lugar a contratación directa y no será necesario recibir varias ofertas”. Sección Tercera, Sentencia
del 17 de mayo de 2007, Expediente AP-2004-00369, C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
129/ Corte Constitucional, Sentencia C-154 de 1997. Declaró la exequibilidad condicionada de ese apar
te del numeral 3 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993.
1298 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 17 de mayo de 2007, Expediente AP-2004-00369,
C.P. Ramiro Saavedra Becerra y Sección Tercera, Subsección “C” Sentencia del 8 de junio de 2011,
Expediente AP-2004-00540, C.P. Enrique Gil Botero.
1299 Corte Constitucional, Sentencia C-224 de 2013, M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
1300 Corte Constitucional, Sentencia C-094 de 2003, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
Los contratos estatales en Colombia 533
1301 Gastón Jéze, sostiene ese mismo criterio frente al contrato administrativo de locación de servicios
sin nombramiento. Principios Generales del Derecho Administrativo, Tomo III, Editorial De Palma,
Buenos Aires, 1949, p. 457.
1302 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 30 de enero de 2013, Expediente
19.083, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
1303 Sentencia de 9 de septiembre de 2021, Expediente 05001-23-33-000-2013-01143-01 (1317-2016).
1304 Sentencia de 2 de diciembre de 2013, Expediente 41.719, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
534 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
!3O5 Diferentes al desempeño de funciones públicas administrativas (véase nota de pie de página No. 86
de esta providencia).
Los contratos estatales en Colombia 535
1306 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 30 de noviembre de 2017, Expe
diente 40.876, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
13t*' Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 22 de junio de 2011, Expediente 18.169, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio y Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 2 de diciembre de 2013, Expe
diente 41.719, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1.W8 Posición similar se sostuvo en la Sentencia del 30 de noviembre de 2006, Expediente 30.832, C.P.
Alier Hernández Enríquez, Sección Tercera.
1309 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo de 2021, Expediente
42.135, C.P. María Adriana Marín.
1310 Sala Plena de la Sección Tercera, Sentencia de 2 de diciembre de 2013, Expediente 41.719, C.P. Jai
me Orlando Santofimio Gamboa. Ver también Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 30 de
noviembre de 2017, Expediente 40.876, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
536 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1311 El artículo 6.1 del Decreto 2090 de 1989, define la interventoría como “el servicio prestado por un
profesional o personajurídica especializada, para el control de la ejecución del proyecto arquitectónico o
de la construcción. El interventor es el representante de la entidad contratante durante todas las etapas
delproyecto: planos, etapa previa, ejecución y liquidación”.
1312 Sentencia de 29 de mayo de 2003, Expediente 2000-2259(AP), C.P. Reinaldo Chavarro Buriticá.
Ver Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2019, Expediente 62.369, C.P.
Marta Nubia Velásquez Rico.
1313 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo de 2021, Expediente
42.135, C.P. María Adriana Marín.
1314 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de febrero de 2013, Expediente
24.996, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
1313 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 2 de julio de 2021, Expediente
51.067, C.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Los contratos estatales en Colombia 537
dos en razón de la ejecución del contrato sobre el cual ejerce vigilancia, debe concluirse que
está habilitado para suscribir las actas que se generen durante la ejecución del contrato y que
sean referentes a su desarrollo; asimismo, puede hacer requerimientos, solicitar informes y, en
general, adelantar todos los actividades que le permitan verificar la adecuada ejecución de lo
pactado y, en caso de incumplimiento, está en el deber de comunicarlo oportunamente a la
entidad pública para que adopte las decisiones que sean jurídicamente procedentes".
1316 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de febrero de 2013, Expediente
24.996, C.P. Mauricio Fajardo Gómez y Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 19 de marzo
de 2021, Expediente 42.135, C.P. María Adriana Marín.
1317 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 19 de marzo de 2021, Expediente
42.135, C.P. María Adriana Marín.
1318 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2019, Expe
diente 62.369, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
1319 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente
24.266, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
1320 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 5 de octubre de 2016, Expediente
36.712, C.P. Hernán Andrade Rincón.
1321 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente
25-199, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
1322 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 22 de noviembre de 2021, Expe
diente 45.121, C.P. María Adriana Marín.
538 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
“Para ejercer esta función la entidad estatal puede acudir a la colaboración de un inter
ventor para que realice el control y vigilancia del acuerdo, dentro de los limites que le compe
ten, puesto que su labor se encuentra limitada a la verificación, constatación, coordinación,
supervisión, control y dirección de la ejecución del contrato y, en este sentido, actúa en
nombre y representación de la entidad estatal; luego, la competencia para modificar alguno
de los términos del negocio jurídico es exclusivo de las partes del contrato".
Por demás, quien ejerce la interventoría debe ser un experto o profesional especiali
zado en los aspectos técnicos, administrativos, contable-financieros y legales1323 deriva
dos de la celebración y ejecución de los contratos estatales1324. Y cada una de esas áreas
comprende, según la doctrina1325, lo siguiente:
Interventoría administrativa. Centrada en el control, seguimiento y evaluación de
las condiciones, procesos y procedimientos administrativos que deban cumplirse en la
ejecución de un contrato y hasta su liquidación. Se incluye el control en lo documental
y el seguimiento a las acciones y actividades afines.
Interventoría técnica. Cubre el control, seguimiento y evaluación de las condicio
nes, procesos y procedimientos que deban ser aplicados dentro de la ejecución de un
contrato, cuando se incluya dicho factor —obras, consultarías, suministros—. El con
trol técnico, hace referencia al cumplimiento de las condiciones de calidad y cantidad
de materiales, ítems de construcción, cumplimiento de normas técnicas establecidas
para los diferentes tipos de proyectos, así como el seguimiento de los distintos planes
(seguridad industrial, salud ocupacional, manejo ambiental, gestión de calidad, etc.).
Interventoría contable-financiera. Cobija el control, seguimiento y evaluación de
las condiciones, procesos y procedimientos contables y financieros del proyecta, para
controlar el buen manejo e inversión de los recursos públicos. Aquí se hará seguimiento
a los pagos al contratista y de este a los subcontratistas, trabajadores o proveedores, lo
mismo que el control al manejo del anticipo.
Interventoría legal. Se refiere al cumplimiento de las condiciones legales contrac
tuales y el seguimiento de todos los procesos y procedimientos legales y jurídicos. Debe
entonces el interventor manejar y dominar la normatividad vigente. Aquí se incluyen
la revisión de las licencias y permisos que requiera el proyecto (licencias ambientales,
urbanas, etc.). Se incluyen en esas actividades la revisión del perfeccionamiento, publi
cación, pago de impuestos, garantías, plazos, cumplimiento de obligaciones contrac
tuales, adiciones, sanciones, inhabilidades e incompatibilidades, acciones legales, etc.
En el aspecto legal, le concierne: i) Conocer perfectamente el clausulado de todo el
contrato, así como todo lo que acredite la legalización del mismo, ii) Hacer cumplir
las obligaciones pactadas, iii) Verificar que se cumpla el proceso de registro presupues
tal, iv) Solicitar garantías y anexos y verificar condiciones de cobertura y vigencia, v)
Informar los incumplimientos del contratista, vi) Solicitar a la entidad los documen
tos legales cuando se modifique el contrato, vii) Solicitar copias modificatorias de las
garantías, viii) Enviar documentos de estudios previos para facilitar la configuración
de los mismos, ix) Informar sobre la ocurrencia de inhabilidades e incompatibilidades
sobrevinientes, x) Apoyar con documentos cualquier actuación que se requiera para
tramitar la solución de conflictos.
Por otro lado, la jurisprudencia del Consejo de Estado1326 precisó que la contra
tación del interventor es obligatoria en aquellos contratos de obra pública que estén
precedidos de una licitación pública a la luz de las previsiones del inciso segundo del
numeral 1 del artículo 32 de la ley 80 de 1993.
Resulta pertinente además aclarar con apoyo en la jurisprudencia reiterada del
Consejo de Estado1327, que en los contratos de consultoría, no es posible pactar cláusu
las excepcionales y mucho menos aplicarlas, pues esa tipología contractual no aparece
incluida en el numeral 2 del artículo 14 de la Ley 80 de 1993.
1326 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “A”, Sentencia de 15 de marzo de 2017, Expediente
AP 680012331000201100148 01, C.P. Hernán Andrade Rincón.
1327 Sección Tercera, Auto del 1 de diciembre de 2008, Expediente 35.827, C.P. Enrique Gil Botero. El
Consejo de Estado, en esta providencia, decretó la suspensión provisional de los actos administrati
vos que profirió una entidad pública por los cuales declaró la caducidad de un contrato de consultoría
e hizo efectiva la garantía. Ver también Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 3 de agosto de
2017, Expediente 37.932, C.P. Ramiro Pazos Guerrero.
1328 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 22 de junio de 2011, Expediente 18.169, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
540 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1.2.2. Las reformas al contrato de consultorio con la Ley 1474 de 2011 y la ley 1882
de 2018
La Ley 1474 de 2011 modificó algunos aspectos del contrato de consultoría, por un
lado, al hacer más exigente y responsable1329 su labor, y por otro lado, al variar diferen
tes aspectos de esta modalidad contractual1330. Un asunto que quedó resuelto a nivel
legal fue la identificación precisa de las actividades de supervisión y de interventoría1331
—sobre las cuales no había certeza en su conceptualización y alcance—. Además, se
volvió obligatoria la supervisión en todos los contratos estatales, pues con la redacción
original de la Ley 80 de 1993, la ley exigía que la interventoría era imperativa solo para
los contratos de obra pública1332. De esta forma, con la nueva regulación de la ley 1474
de 2011, que modificó la obligatoriedad de contratar interventores en los contratos
de obra pública, lo que se vuelve exigible es la supervisión a cargo de la administración
de la totalidad de los contratos estatales que celebre, incluso, frente a uno que sea de
obra pública y en todo caso, será la propia entidad pública quien valorará y definirá si
se requiere o no de la contratación de un interventor. También, la nueva ley autorizó
la contratación por prestación de servicios —contratación directa— de profesionales
para el apoyo a las labores de supervisión y facultó a las entidades estatales para contra
tar interventorías. Esas principales reformas, son:
En este orden de ideas, la regla general es que las entidades estatales realizarán la
supervisión directa en la ejecución de los contratos estatales para controlar los aspectos
técnicos, administrativos, financieros, contables y jurídicos, siempre que no se requie
ran conocimientos especializados, siendo la excepción, la contratación de intervento
res externos solo en los aspectos técnicos —interventoría técnica— y solo cuando se
necesiten conocimientos especializados con los que no cuente la entidad o cuando la
complejidad o extensión del mismo lo justifiquen. Igualmente, cuando la entidad lo
encuentre justificado y acorde a la naturaleza del contrato principal, podrá contratar el
seguimiento administrativo, técnico, financiero, contable, jurídico del objeto o contra
to dentro de la interventoría.
Por lo tanto, la supervisión siempre será realizada directamente por la entidad es
tatal contratante —técnica, administrativa, financiera, contable y jurídica— la cual
nunca podrá delegar o descargar en un tercero y la interventoría, siempre será externa
y contratada con personas naturales o jurídicas, siendo que solo se podrá convenir el
seguimiento técnico bajo esta modalidad y excepcionalmente otro tipo de labores de
control, cuando esté debidamente justificada esa necesidad por parte de la propia enti
dad contratante.
La supervisión, por regla general, no será concurrente con la interventoría, salvo en
aquellos casos en que se dividan las tareas con el interventor y siempre que se describan
claramente las actividades técnicas a cargo de este y aquellas que conservará la entidad
estatal supervisora. La entidad estatal será la encargada de supervisar al interventor.
Por otro lado, la ley obliga a considerar dentro de los estudios previos de todos
aquellos contratos que superen la menor cuantía, cualquiera que sea la modalidad de
selección, sobre la necesidad o no de contratar interventores, teniendo en cuenta la ca
pacidad que tenga o no la entidad estatal contratante para asumir la supervisión directa
de los contratos estatales.
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 19 de julio de 2006, Expediente AP-
410012331000200300300 01, C.P. Alicr Hernández Enríqucz.
Los contratos estatales en Colombia 543
todo caso, como lo anotó la jurisprudencia del Consejo de Estado1334, serán solo ac
ciones de apoyo y nunca de asunción directa y mucho menos permanente de dichas
atribuciones que impliquen el ejercicio de funciones administrativas.
Finalmente, el contratista de apoyo a las labores de supervisión no será sujeto disci-
plinablc bajo ninguna circunstancia en la medida en que no ejerce funciones públicas,
pues la ley no lo ha autorizado de ese modo y tampoco el solo contrato estatal de presta
ción de servicios puede ser un instrumento válido para transferir funciones de ese tipo.
Adicionalmente, la ley fijó con carácter privativo que las labores de supervisión solo
pueden ser atendidas por servidores públicos de la respectiva entidad estatal.
Finalmente, el artículo 2 de la Ley 1882 de 2018 modificó el artículo 53 de la ley 80
de 1993 que regula la responsabilidad de los consultores, asesores e interventores para
reiterar que responden penal, civil, fiscal y disciplinariamente por el incumplimiento de
las obligaciones del respectivo contrato. Los cambios introducidos fueron los siguien
tes: i) se incluyó como responsables disciplinariamente a los consultores y asesores; ii)
se limitó la responsabilidad de tales contratistas a aquellos eventos que generen afec
tación o perjuicios para la entidad contratante por el incumplimiento directo de sus
contratos; iii) se limitó la responsabilidad de los interventores solo por aquellos incum
plimientos o perjuicios que sufra la entidad por la acción directa de estos contratistas
por desatender obligaciones que les correspondan a la luz del contrato de interventoría.
Adicionalmente, insistimos en que los contratistas consultores o asesores solo respon
derán disciplinariamente cuando ejerzan funciones públicas que previamente hayan
sido autorizadas y transferidas conforme a la ley.
1354 Sección Tercera, Subsccción “C”, Sentencia del 8 de junio de 2011, Expediente AP-2004-00540, C.P.
Enrique Gil Botero.
1335 Para el Profesor Santofimio, la doctrina clásica, entendió los servicios públicos como “toda actividad
de los sujetos u órganos públicos tendiente a la realización de las necesidades públicas”. “El Contrato de
Concesión de Servicios Públicos. Coherencia con los postulados del Estado Social y Democrático de
Derecho en aras de su estructuración en función de los intereses públicos” [Tesis Doctoral]. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa, Universidad Carlos III de Madrid, febrero de 2010, p. 105-
1336 Principios Generales del Derecho Administrativo. Tomo III, Editorial De Palma, Buenos Aires, 1949,
p. 362.
544 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
además, describe la concesión de servicio público, como aquella acción por la que la
administración le encomienda a un individuo o a una sociedad que haga funcionar un
servicio público para que además lo explote,
Gastón Jéze133' enlista los elementos esenciales de esa concesión, así: i) Es un contra
to administrativo, ii) Tiene por objeto la explotación o funcionamiento de un servicio
público*1338, iii) La explotación del servicio se ejerce con gastos y riesgos13391340
a cargo del
concesionario1390, iv) La remuneración del concesionario consiste en el derecho que se
le confiere para percibir en su beneficio por parte de los usuarios del servicio; una con
tribución (tasa), establecida mediante una tarifa, durante toda la duración del contrato,
y v) La concesión se hace por un largo periodo1341.
Cuando más lenta la amortización, más débil será la carga respectiva. Pero interesa a los usuarios que la
carga de amortización sea débil, porque así las tasas serán más reducidas”. Ibídem, p. 389.
1342 Mancnhoff. Op. cit., p. 590.
1343 Dromi. Op. cit., p. 542.
1344 Santofimio Gamboa, Jaime Orlando. Tesis Doctoral “El Contrato de Concesión deServicios Públicos.
Coherencia con los postulados del Estado Social y Democrático de Derecho en aras de su estructura
ción en función de los intereses públicos”. Universidad Carlos III de Madrid, febrero de 2010, p. 100.
1345 Decretos 150 de 1976 y 222 de 1983.
546 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
A partir del mandato legal anterior, el Consejo de Estado1346 ha extraído los elemen
tos del contrato de concesión, así: i) La entidad estatal asume el carácter de cedente y
otorga a un particular quien ostenta la calidad de concesionario, la operación, explo
tación, gestión, total o parcial de un servicio público, o la construcción, explotación o
conservación total o parcial de una obra pública, ii) El particular asume la gestión de
un servicio público que corresponde al Estado sustituyendo a este en el cumplimiento
de dicha carga, iii) El particular asume la construcción y/o mantenimiento de una obra
pública, iv) El particular obtiene autorización para explotar un bien destinado al servi
cio o uso público, v) La entidad pública mantiene durante la ejecución del contrato la
inspección vigilancia y control de la labor a ejecutar por parte del concesionario, vi) El
particular a cambio de la operación, explotación, construcción o mantenimiento de la
actividad concedida recibe una remuneración que puede consistir en derechos, tarifas,
tasas, valorización, o en la participación que se le otorgue en la explotación del bien o en
general en cualquier otra modalidad de contraprestación, vii) El concesionario asume la
condición de colaborador de la administración en el cumplimiento de los fines estata
les, para la continua y eficiente prestación de los servicios públicos o la debida ejecución
de las obras públicas.
Por otro lado, para el Consejo de Estado1347, la definición del numeral 4 del artículo
32 de la Ley 80 de 1993, comprende tres1348 (3) modalidades de concesión, tales como:
i) La prestación de un servicio público1349, ii) La construcción de una obra pública1350,
y iii) La explotación de un bien estatal1351. En el primer caso, se otorga a una persona
llamada concesionario la prestación, operación, explotación, organización o gestión,
total o parcial, de un servicio público; en el segundo, la concesión de obra pública es
la que surge cuando el concesionario se le encomienda la construcción, explotación o
1346 Sección Tercera, Sentencia del 18 de marzo de 2010, Expediente 14.390, C.P. Mauricio Fajardo Gó
mez y Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia de 5 de mayo de 2020, Expediente 48.961, C.P.
Alberto Montaña Plata.
1347 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 28 de mayo de 2015, Expediente
36.407, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
1348 El Consejo de Estado, en todo caso, sostuvo que pese a que se advierten tres modalidades de con
cesión en el numeral 4 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993 “la Sala igualmente ha indicado que el
contrato de concesión no necesariamente debe circunscribirse, en su objeto, a las tres posibilidades enun
ciadas, pues así el tipo de actividad a explotar no encaje en la definición de servicio público que trae la
ley —artículo 2o ordinal 3 Ley 80 de 1993—”. Sección Tercera, Sentencia del 18 de marzo de 2010,
Expediente 14.390, C.P. Mauricio Fajardo Gómez y y Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de
2014, Expediente 33.608, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
1349 Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 5 de mayo de 2020, Expediente 48.961, C.P. Alberto
Montaña Plata.
1350 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 20 de noviembre de 2019, Expe
diente 41.934, C.P. María Adriana Marín.
1351 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 16 de agosto de 2018, Expediente
37.001, C.P. María Adriana Marín.
Los contratos estatales en Colombia 547
conservación, total o parcial, de una obra o bien destinados al servicio o uso públicos
y el tercer caso, ocurre cuando se concesiona un bien público y tiene por objeto la ex
plotación o conservación, total o parcial, de una obra o bien de dominio público —sea
fiscal o de uso público—, comoquiera que puede ser objeto de concesión cualquier bien
inmueble, cualquiera que sea la finalidad del mismo, pero que permita ser explotado por
el sistema de concesión.
La Corte Constitucional1352, por su parte, al tenor de lo previsto en el numeral 4 del
artículo 32 de la Ley 80 de 1993, sostiene que dicho precepto consagra tres modalida
des de concesión —en la misma línea de pensamiento del Consejo de Estado— tales
como: i) La prestación de servicios, ii) La obra pública, y iii) La explotación de bienes
públicos1353. La doctrina, en cabeza del Maestro Gabriel De Vega Pinzón1354, comparte
esa misma clasificación sobre las modalidades de concesión previstas en el citado nume
ral 4 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993.
Igualmente, la Corte Constitucional considera la concesión como aquel instrumen
to a través del cual
"el Estado promueve el corcurso de la inversión privada para el cumplimiento de sus
fines. Estos contratos adquieren especial importancia en contextos en los que existen restric
ciones presupuestóles, pues permiten la realización de importantes obras de infraestructura
¡vial, energética, de transporte, de telecomunicaciones, etc.) con el apoyo de los recursos y
conocimientos privados; de este modo facilitan que los recursos públicos se enfoquen en otras
necesidades de la actuación estator1355.
Por otro lado, de la estructura del negocio concesional, es importante llamar la aten
ción sobre dos elementos que lo integran, esto es, la asunción del riesgo económico y
financiero1356 y el esquema de remuneración del concesionario, pues por una parte, por
regla general, la obligación de realizar todas las inversiones que demande la puesta en
funcionamiento del proyecto —servicio, obra o explotación del bien público—, corre
rán por cuenta exclusiva del particular contratista, quedando el Estado en consecuen
cia, con la obligación de permitir que el inversionista recupere los activos dispuestos
al servicio del negocio y por otra parte, que la remuneración del contratista, no lo será
como tal el valor de la inversión que realice en el proyecto, sino que estará compuesta
por los rendimientos producidos por los recursos invertidos, de tal forma que el interés
del concesionario radica en dichas ventajas —rentabilidad por el costo financiero1357—.
En Colombia son variadas las concesiones y por ende las regulaciones normativas de
dichos contratos especiales. Así, existen contratos de concesión para: i) La prestación
de servicios públicos1358, ii) La explotación de actividades monopólicas del Estado, tales
como la distribución de licores y juegos de azar1359, iii) La concesión para la explotación
de bienes del Estado1360, iv) La concesión1361 de obra pública1362, y v) Las concesio
nes que surjan de los proyectos de asociaciones público privadas reguladas en la Ley
1508 de 2012. Veamos entonces los rasgos generales de cada una de esas modalidades
concesionales:
1357 Consejo de Estado, Sentencia del 18 de marzo de 2010, Expediente 14.390, C.P. Mauricio Fajardo
Gómez y y Subsección “A”, Sentencia de 9 de abril de 2014, Expediente 33.608, C.P. Mauricio Fajar
do Gómez.
1358 Tal es el caso de los contratos de concesión para la prestación del servicio integral de aseo en Mu
nicipios y Distritos en los que se haya declarada un área de servicio exclusivo (L. 632/2000 y D.
891/2002). Igualmente, los contratos de concesión para la prestación del servicio de alumbrado pú
blico. Lo propio se predica de las concesiones de servicios y de las actividades de telecomunicaciones.
El Consejo de Estado, también, considera servicios públicos la navegación aérea, la infraestructura
aeronáutica y los servicios conexos ¡Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1.952 del 13 de
agosto de 2009, C.P. Enrique José Arboleda Perdomo).
1355 Tal es el caso de los contratos de concesión que celebran las entidades estatales como los Departamen
tos y Coljuegos, para la explotación de juegos de suerte y azar en los términos de la Ley 643 de 2001.
Lo propio se predica de los contratos de distribución de licores por parte de los departamentos.
1360 Los contratos de exploración y explotación de los recursos naturales.
1361 Ley 105 de 1993.
1362 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1.636 del 14 de abril de 2005, C.P.
Gustavo Aponte Santos.
1363 Jéze, Gastón. Principios generales del derecho administrativo. Tomo III, 365,367 y 368, Editorial De
Palma, Buenos Aires, 1949, p. 362.
Los contratos estatales en Colombia 549
Son aquellos contratos de concesión por los cuales el Estado, como titular y único
autorizado para vender o comercializar ciertos bienes y servicios en el mercado, que han
sido definidos previamente por el ordenamiento jurídico como arbitrio rentístico de las
entidades que lo conforman, bajo su estricta vigilancia y control, entrega la explotación
de actividades comerciales a favor de los particulares, con la advertencia que esos actos
de comercio solo pueden efectuarse por autorización o título habilitante de carácter
estatal. Es el caso de los licores1372 y los juegos de suerte y azar1373, según lo prevé el
artículo 336 de la Constitución Política de 19911374.
1364 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 7 de marzo de 2007, Expediente 11.542, C.P.
Ramiro Saavedra Becerra.
1365 £>c yCga p¡nz¿n- Op. cit., pp. 37 y ss.
136í Ley 632 de 2000 y Decreto 891 de 2002, para los casos de contratos de concesión del servicio de aseo
en áreas de servicio exclusivo.
I3éz Artículo 55 de la Ley 143 de 1994, para los supuestos de contratos de concesión para confiar en
forma temporal la organización, prestación, mantenimiento y gestión de cualquiera de las actividades
del servicio público de electricidad a una persona jurídica privada o pública o a una empresa mixta, la
cual lo asume por su cuenta y riesgo, bajo la vigilancia y el control de la entidad concedente.
1368 Artículo 57 de la Ley 1341 de 2009.
1369 Leyes 182 de 1995 y 1507 de 2012.
1370 Artículo 6o de la Ley 1369 de 2009.
1371 Tal es el caso de los contratos de concesión que celebran las entidades estatales como los Departamen
tos y Coljuegos, para la explotación de juegos de suerte y azar en los términos de la Ley 643 de 2001.
Lo propio se predica de los contratos de distribución de licores por parte de los departamentos.
1372 El artículo 336 de la Constitución Política de 1991 y el artículo 121 del Código de Régimen Depar
tamental, así lo prevén en favor de los departamentos.
1373 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 24 de mayo de 2018, Expediente
37.473, C.P. María Adriana Marín.
550 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
Es una modalidad de pago1380 por construir y mantener una obra pública, aunque
implica, por lo general, garantizar su conservación, mantenimiento y buen estado de
1374 Artículo 336. Ningún monopolio podrá establecerse sino como arbitrio rentístico, con una finalidad
de interés público o social y en virtud de la ley. La ley que establezca un monopolio no podrá aplicarse
antes de que hayan sido plenamente indemnizados los individuos que en virtud de ella deban quedar
privados del ejercicio de una actividad económica lícita. La organización, administración, control y
explotación de los monopolios rentísticos estarán sometidos a un régimen propio, fijado por la ley
de iniciativa gubernamental. Las rentas obtenidas en el ejercicio de los monopolios de suerte y azar
estarán destinadas exclusivamente a los servicios de salud. Las rentas obtenidas en el ejercicio del
monopolio de licores, estarán destinadas preferentemente a los servicios de salud y educación. La eva
sión fiscal en materia de rentas provenientes de monopolios rentísticos será sancionada penalmente
en los términos que establezca la ley. El Gobierno enajenará o liquidará las empresas monopolísticas
del Estado y otorgará a terceros el desarrollo de su actividad cuando no cumplan los requisitos de efi
ciencia, en los términos que determine la ley. En cualquier caso se respetarán los derechos adquiridos
por los trabajadores.
1375 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 13 de noviembre de 2018, Expe
diente 55.230, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico.
1376 Tal es el caso de las concesiones de infraestructura, Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio
Civil, Concepto No. 2150 de 30 de octubre de 2013, C.P. William Zambrano Cetina.
1377 Sección Tercera, Sentencia del 7 de marzo de 2007, Expediente 11.542, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
1378 De Vega Pinzón. Op. cit., pp. 44 y ss.
1379 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 27 de marzo de 2014, Expediente
26.939, C.P. Hernán Andrade Rincón.
1380 Así lo ha expuesto la jurisprudencia arbitral, al advertir: “(...) la concesión de obra pública, en los tér
minos de su definición legal, no es cosa distinta que una de las múltiples modalidades permitidas por
Los contratos estatales en Colombia 551
la ley para la ejecución de una obra pública; en efecto, su construcción se “comete" o encarga por la ad
ministración a un particular, quien se hará cargo de la consecución de los recursos —técnicos y finan
cieros— requeridos para su ejecución, asegurándose el repago de la misma, mediante la cesión por la
entidad concedente, autorización de recaudo o pago directo de «derechos, tarifas, tasas, valorización o en
la participación que se le otorgue en la explotación del bien, o en una suma periódica, única o porcentual,
y en general, en cualquier otra modalidad de contraprestación que las partes acuerden”. Concesión Santa
Marta Paraguachón S.A. vs. Instituto Nacional de Vías, Laudo del 24 de agosto de 2001, Arbitros:
doctores Daniel Suárez Hernández, Marcela Monroy y Sergio Rodríguez Azucro.
1,81 Roberto Dromi, en esa misma línea, define el contrato de concesión de obra pública, como “un modo
de ejecución de la obra pública por el que la administración contrata a una empresa para la realización
del trabajo, y no paga luego un precio por ella, sino que la remunera otorgándole la explotación de la obra
construida durante un plazo determinado”. Op. cit., p. 626.
1382 La jurisprudencia arbitral, en torno al alcance del concepto a cuenta y riesgo en el contrato de con
cesión de obra pública, sostuvo: “Que es claro que en el contrato de concesión, la expresión “por cuenta y
riesgo del concesionario” determina la asunción de riesgos por este, que común y naturalmente no se asu
men por el contratista del Estado. Que los riesgos asumidos por el concesionario, atendiendo la naturaleza
del contrato y de su definición legal, hacen relación, de una partey principalmente, a la consecución
de los recursosfinancieros requeridospara la ejecución del objeto pactado, esto es, a lafinanciación
del proyecto y a las condiciones —ventajosas o no— en que la misma se gestione y obtenga por el
concesionario; y de otra, cuando el diseño es de su cargo y, por lo mismo, la determinación de las
cantidades de obra requeridaspara la construcción de la obra cometida, son de riesgo del concesio
nario las variaciones técnicas y de obra que se verifiquen en el curso de la ejecución y que eventualmente
pudieran causar un mayor costo de construcción (negrillas por fuera del texto original) ”. Concesión
Santa Marta Paraguachón S.A. vs Instituto Nacional de Vías, Laudo del 24 de agosto de 2001, Árbi
tros: Daniel Suárez Hernández, Marcela Monroy y Sergio Rodríguez Azuero.
1383 Sección Tercera, Sentencia del 7 de marzo de 2007, Expediente 11.542, C.P. Ramiro Saavedra
Becerra.
552 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1384 Consejo de Estado, Sección Tercera, Auto del 9 de diciembre de 2004, Expediente 27.921, C.P. Ra
miro Saavedra Becerra.
1385 Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1.636 del 14 de abril de 2005, C.P.
Gustavo Aponte Santos.
1386 Consejo de Estado, Sección Tercera, Auto del 9 de diciembre de 2004, Expediente 27.921, C.P. Ra
miro Saavedra Becerra.
1387 Urueta Rojas, Juan Manuel. El contrato de concesión de obras públicas. Editorial Ibáñez, Segunda Edi
ción, p. 177.
1388 El término Projet Finance (en adelante P.E) describe un método definanciación de largo plazo, sin
recursos o con recursosfinancieros limitados, en donde se combinan aportes de capital (equiity), deuda
subordinada (debí) y préstamos garantizados de institucionesfinancieras (sénior debt), para la genera
ción de infraestructura o para la prestación de servicios públicos a través del uso de una unidad económica
independiente (sociedad vehículo) a la que se le otorga el crédito con base en el estimativo de losflujos de
caja que va a generar elfuturo negocio, sin tener en consideración los activos delproyecto o el estado de su
patrocinador". Urueta Rojas. Op. cit., p. 85.
1389 La doctrina, en este punto, anota: “El primer aspecto innovador del P.E frente a otrasformas de ge
neración de infraestructura, tales como la concesión o el contrato de obras, radica en la existencia de un
sujeto calificado que identifica un prospecto de negocio, lo estructura y lo desarrolla, convirtiéndose en
su patrocinador (sponsor). (...) Tradicionalmente, es sabido que la generación de infraestructura nace
como una necesidad pública que viene satisfecha por la administración a través de la contratación con
sujetos privados. Sin embargo, en el caso P.E ocurre exactamente lo contrario, porque los particulares son
quienes identifican la necesidad, analizan la viabilidady estructuran un proyecto que viene presentado
posteriormente a la administración”. Urueta. Op. cit., p. 90.
13,0 https://www.portafolio.co/economia/infraestructura/gobierno-adjudico-primer-contrato-de-
quinta-gcncracion-dc-conccsioncs-552037
Los contratos estatales en Colombia 553
1.3.3.5. Las concesiones que surjan de los proyectos de asociaciones público privadas
reguladas en la Ley 1508 de 2012
Las nuevas asociaciones público privadas creadas por la Ley 1508 de 2012, se inte
gran al contrato de concesión, por disposición expresa del artículo 21391 de la misma
normatividad.
Uno de los instrumentos más utilizados por el Estado para satisfacer carencias pú
blicas es a través del contrato de obra pública. En palabras de Marienhoff, la obra es
un bien que crea la actividad humana y la obra pública, a su vez, es aquella en cuya
realización interviene el Estado. Es pues la obra pública el bien construido o realizado
por el Estado directa o indirectamente1392. El mismo autor asocia la obra pública con
el concepto de trabajo público, pues asegura que la primera es la causa y el segundo el
resultado. Adicionalmente, define el trabajo público como la construcción, manteni
miento, reparación y modificación de la obra e incluso la destrucción de la cosa, siendo
esta última actividad necesaria para construir una obra pública1393.
A partir de las obras públicas, surgen los conceptos de contrato de obra pública1394 y
concesión de obra pública. En nuestro caso, nos interesa estudiar el primero como una
modalidad contractual autónoma que cuenta con nominación y tipicidad legal en el
numeral 1 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993.
De esta forma, el numeral 1 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993, define los contratos
de obra, como: “(...) los que celebren las entidades estatales para la construcción, mante
nimiento, instalación y, en general, para la realización de cualquier otro trabajo material
sobre bienes inmuebles, cualquiera que sea la modalidad de ejecución y pago”. Así, en pri
mer lugar, las actividades que integran su objeto contractual son la construcción, man
tenimiento, instalación y cualquier otro trabajo material sobre bienes inmuebles1395. En
1391 Artículo 2o. Concesiones. Las concesiones de que trata el numeral 4 del artículo 32 de la Ley 80 de
1993, se encuentran comprendidas dentro de los esquemas de Asociación Público Privadas. Las con
cesiones vigentes al momento de la promulgación de la presente ley se seguirán rigiendo por las nor
mas vigentes al momento de su celebración.
1392 Marienhoff. Op. cit., pp. 512 y 516.
1393 Ibídem, pp. 517 y 518.
1394 Para Gastón Jéze, el contrato de obras públicas tiene cuatro elementos esenciales, a saber: i) Es un
contrato administrativo, ii) Tiene por objeto la ejecución de una obra inmueble, iii) Mediante una
remuneración en dinero o cualquier otra forma, y iv) Los riesgos están a cargo del empresario. Op.
cit., p. 357.
1395 Para Gastón Jéze, la obra pública siempre debe recaer sobre bienes inmuebles e incluso coloca el
ejemplo de la construcción de un buque de guerra que para él no es una obra pública. Ibídem, p. 359.
554 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1396 Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 13 de junio de 2013, Expediente 23.730, C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa.
13,7 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 14 de julio de 2016, Expediente
35.763, C.P. Carlos Alberto Zambrano Barrera.
1398 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “A”, Sentencia de 8 de mayo de 2019, Expediente
58.895, C.P. Marta Nubia Velásquez Rico y Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 28 de
octubre de 2019, Expediente 29.054, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
13,9 Concepto 1439 del 18 de julio de 2002, C.P. Susana Montes de Echeverry.
1400 Subsección “A”, Sentencia de 14 de marzo de 2013, Expediente 20.524, C.P. Carlos Alberto Zambra-
no Barrera.
1101 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 15 de julio de 2004, Expediente AP 76001-23-31-
000-2002-01164-02, C.P. María Elena Giraldo Gómez.
1402 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “C”, Sentencia de 3 de diciembre de 2018, Expe
diente 59.880, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
'403 Creemos qUC s¡ bien cs cicrt0 qUC C1 precio global fijo implica una asunción mayor de riesgos en la
ejecución contractual para el contratista, ello en manera alguna enerva la aplicación de las disposi
ciones relativas a la ecuación económica y financiera del contrato, en cuanto la norma transcrita es
contundente y perentoria en proteger los derechos legítimos del contratista para reclamar, entre otros
asuntos, los relativos al restablecimiento del equilibrio económico del contrato muy a pesar de que se
hubiese pactado un precio global fijo en un contrato estatal.
14M Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia del 29 de febrero de 2012, Expediente 16.371, C.P. Dani
lo Rojas Betancourth y Subsección “A”, Sentencia de 14 de marzo de 2013, Expediente 20.524, C.P.
Carlos Alberto Zambrano Barrera.
Los contratos estatales en Colombia 555
141,5 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 28 de abril de 2021, Expediente
52.085, C.P. Alberto Montaña Plata.
1406 para Marienhoff, esta modalidad que denomina de coste y costas, explica, que se da cuando el dueño
de la obra paga el valor de los materiales y de la mano de obra utilizada y además paga un porcentaje
de remuneración al contratista. De la misma forma, precisa que el coste hace relación a los gastos de
construcción y las costas, se asocia con la utilidad del contratista, siendo que la suma de los dos con
ceptos integra el precio de la obra. Op. cit., pp. 554.
1407 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 6 de junio de 2007, Expediente 17.253, C.P. Ruth
Stella Correa Palacio.
1408 Dromi. Op. cit., p. 626.
556 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
que usen dicha infraestructura y por ende que paguen por su uso, sin perjuicio
de los aportes públicos que se lleguen a requerir para que el inversionista pri
vado recupere el capital y los rendimientos financieros por los recursos desti
nados para la obra.
Por último, se hace necesario tener claridad sobre los siguientes conceptos de
común ocurrencia en la contratación de obra pública, tales como: i) La mayor
permanencia en obra, ii) La mayor cantidad de obra, iii) La obra adicional, y iv)
Las sujeciones materiales imprevistas. Veamos entonces el alcance de cada uno
de esas figuras, así:
• La mayor permanencia en obra. Se presenta en aquellos casos en donde el con
tratista debe permanecer disponible en la obra por un tiempo mayor al previsto
inicialmente contractualmente, por hechos que no le son imputables y que le
causan una afectación económica representada por esos costos adicionales en
que debió incurrir por durar tiempo adicional. En este evento, se puede generar
una típica responsabilidad contractual para la administración, siempre que se
prueba la imputabilidad del hecho y los perjuicios ocasionados. El Consejo de
Estado1409, sobre el particular, sostuvo:
"Ahora bien, cuando la mayor permanencia en la obra se produce por otras causas no
imputables al contratista, procede, en principio, el reajuste de los precios, con el objeto de
reparar los perjuicios derivados del transcurso del tiempo, en consideración a la pérdida del
poder adquisitivo de la moneda o a la desuetud de los mismos.
Lo anterior no obsta para que el contratista demuestre la existencia de perjuicios adicio
nales, no cubiertos con el pago de mayores cantidades de obra u obras adicionales, ni con
el reajuste de precios.
Para acreditar esos perjuicios resulta indispensable probar los sobrecostos reales en los
que incurrió, toda vez que no es dable suponerlos como lo hicieron los peritos, mediante el
cálculo del costo día de ejecución del contrato, con fundamento en el valor del mismo, de
ducido del porcentaje correspondiente al A, del A.I.U. de la propuesta, toda vez que frente
a contratos celebrados y ejecutados, estos factores pierden utilidad porque ya existe una
realidad contractual que se impone y debe analizarse".
1109 Sección Tercera, Sentencia del 29 de enero de 2004, Expediente 10.779, C.P. Alier Hernández
Enríquez.
1410 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 11 de septiembre de 2003, Expediente 14.781,
C.P. Ricardo Hoyos Duque y Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 18 de noviembre de
2021, Expediente 52.706, C.P. Frcdy Ibarra Martínez.
Los contratos estatales en Colombia 557
De esta forma, mientras que la mayor cantidad de obra1416, es una prestación de
rivada del objeto contractual que en nada implica una modificación al contrato,
1411 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 22 de abril de 2004, Expediente 14.292, C.P. Ma
ría Elena Giraldo Gómez y Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente 24.266,
C.P. Danilo Rojas Betancourth.
1412 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsccción “B”, Sentencia del 29 de febrero de 2012, Expediente
16.371, C.P. Danilo Rojas Betancourth.
1413 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 15 de julio de 2004, Expediente AP-76001-23-
31-000-2002-01164-02, C.P. María Elena Giraldo Gómez, Subsccción “B”, Sentencia de 27 de mar
zo de 2014, Expediente 20.912, C.P. Danilo Rojas Betancourth y Sección Tercera, Subsección “C”,
Sentencia de 28 de octubre de 2019, Expediente 29.054, C.P. Guillermo Sánchez Luque.
1414 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 22 de abril de 2004, Expediente 14.292, C.P.
María Elena Giraldo Gómez y Subsección “C”, Sentencia de 15 de julio de 2020, Expediente 28.794,
C.P. Guillermo Sánchez Luque.
1415 Sección Tercera, Auto del 18 de julio de 2002, Expediente 22.178, C.P. Alier Hernández Enríquez.
1416 Consejo de Estado, Subsección “B”, Sentencia de 28 de febrero de 2013, Expediente 24.266, C.P.
Danilo Rojas Betancourth.
558 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1417 http://www.colombiacompra.gov.co/sites/default/files/manuales/20140708_guia_para_los_pro-
cesos_de_contratacion_de_obra_publica.pdf
1418 Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección “B”, Sentencia de 5 de junio de 2019, Expediente
30.634 (acumulado), C.P. Alberto Montaña Plata.
Los contratos estatales en Colombia 559
El encargo fiduciario, por su lado, es un contrato estatal que celebra una entidad pú
blica y una sociedad fiduciaria con el objeto de que esta última administre los recursos
destinados o vinculados para los contratos suscritos por las mismas entidades.
El Consejo de Estado1420*se pronunció sobre las características del encargo fidu
ciario estatal, para asegurar lo siguiente: i) Tiene como objeto la administración o el
manejo de los recursos vinculados a los contratos que tales entidades celebren, ii) El
objeto del negocio consiste en la entrega de bienes, por parte de la entidad pública fi-
deicomitente a la entidad fiduciaria, con el propósito de que esta última los maneje o
administre, para obtener un fin determinado, bienes y administración sobre los cuales,
deberá rendir las cuentas pertinentes a la entidad fideicomitente, iii) La selección del
fiduciario debe hacerse con observancia de los procedimientos de licitación o concurso
previstos en el estatuto contractual, iv) La entidad fideicomitente entrega los bienes
objeto del contrato a la fiduciaria, a título no traslativo de dominio, lo cual implica que
estos no salen de su patrimonio, ni constituyen un patrimonio autónomo, v) Por virtud
del contrato, la gestión de la entidad fiduciaria está limitada por las estipulaciones de
la Ley 80 de 1993, lo cual implica que no está facultada para adjudicar contratos en
desarrollo de la administración de los recursos, aunque una vez adjudicados, sí puede
celebrarlos para cumplir su gestión, cuando la entidad fideicomitente la faculte expre
samente para ello y obviamente con el adjudicatario que esta designe, vi) En desarrollo
de lo anterior, la forma de selección y la suscripción de los contratos que se celebren en
desarrollo del negocio fiduciario, deberán sujetarse en un todo a la Ley 80 de 1993 y
sus decretos reglamentarios, vii) La remuneración del fiduciario, no puede pactarse con
cargo a los rendimientos de los bienes fideicomitidos, salvo que dichos rendimientos se
encuentren presupuestados, esto es, que hayan sido incluidos como parte del presupues
to de ingresos y gastos de la entidad, pues de lo contrario se eludiría su contabilización.
En este orden de ideas, la única diferencia que existe entre el encargo fiduciario y la
fiducia pública es la naturaleza y destinación de los recursos que son administrados por
la sociedad fiduciaria, pues mientras los primeros están previstos para cubrir las obliga
ciones derivadas de los contratos que celebren las mismas entidades, en los segundos,
se entregan en administración recursos y bienes para otros propósitos1421, obviamente,
sin que en ninguno de los dos contratos se pueda constituir un patrimonio autóno
mo1422 salvo en los casos previstos excepcionalmente por la misma Ley 80 de 19931423
1,21 Tal es el caso del Contrato de Fiducia Pública 309 de 2010 celebrado entre el Ministerio del Inte
rior y Justicia y la Fiduciaria Bogotá, cuyo objeto consistió en la “administración, manejo, inversión,
destinación, contratación y pagos de los recursos financieros de carácter público destinados para el
Programa de Protección de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Justicia,
para el otorgamiento de apoyo de «ubicación temporal, la consecución de tiquetes aéreos, apoyos
de transporte terrestre, apoyos de trasteo, chalecos antibalas, adquisición o alquiler de vehículos co
rrientes o blindados, blindajes arquitectónicos; funcionamiento de esquemas protectivos, servicios
de comunicaciones, capacitación, y proyectos productivos. Además, lo referente a los gastos de fun
cionamiento y otras contrataciones y actividades requeridas para el óptimo desarrollo del objeto”. Ver
enhttp://www.mij.gov.co/Ministerio/Library/Resource/Documents/CONTRATACION%20
DERECHOS%20HUMANOS/Contrato%20Motosl814.pdf.
1122 A esa misma conclusión llegó la Corte Constitucional en la Sentencia C-244 de 2011, M.P. Juan
Carlos Hcnao. En efecto, la Corte, concluyó lo siguiente: "Al celebrar un contrato defiduciapública,
la entidad estatal no transfiere el dominio sobre los bienes involucrados en el mandato que se otorga, de
manera que no se constituye un patrimonio autónomo separable delpatrimonio de aquella —numeral S
del artículo 32 de la Ley 80—”
1423 El Consejo de Estado, respecto a la excepcionalidad de que trata la Ley 80 de 1993 en la materia,
adujo: “Dicho en otras palabras, la regla contenida en el artículo 32 de la Ley 80 de 1993 según la cual
“Lafiducia que se autoriza para el sector público en esta ley, nunca implicará transferencia de dominio
sobre bienes o recursos estatales, ni constituirá patrimonio autónomo del propio de la respectiva entidad
oficial, sin perjuicio de las responsabilidadpropias del ordenador del gasto”, no impide la realización de
contratos defiducia mercantil, en desarrollo de los procesos de tilularización autorizados a las entidades
públicas en el inciso 2, parágrafo 2, articulo 41 de la Ley 80 de 1993 ”. Sección Tercera, Sentencia del 27
de julio de 2005, Expediente 14.039, C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
Los contratos estatales en Colombia 561
—por ejemplo para titularizar1424 activos, inciso segundo, parágrafo 2, artículo 411425
L. 80/93—, u otros que consten en normas especiales1426.
Por otro lado, jurídicamente no es procedente que las entidades estatales celebren
contratos de fiducia mercantil1427, pues el numeral 5 del artículo 32 de la Ley 80 de
1993 solo autorizó a las entidades estatales, para suscribir encargos fiduciarios y fidu
cia pública, al punto que prohibió, por regla general, la transferencia del derecho de
dominio de bienes y la constitución de un patrimonio autónomo. Para corroborar la
afirmación anterior, basta con citar el mandato del inciso séptimo del numeral 5 del
artículo 32 de la Ley 80 de 1993, en cuanto prevé: “La fiducia que se autoriza para el
sectorpúblico en esta ley, nunca implicará transferencia de dominio sobre bienes o recursos
estatales, ni constituirá patrimonio autónomo delpropio de la respectiva entidad oficial, sin
perjuicio de las responsabilidades propias del ordenador delgasto”. De esta forma, permitir
la celebración de contratos de fiducia mercantil a las entidades sujetas a la Ley 80 de
1993, sería obrar en contra de una prohibición legal, dado que a la luz de las normas del
Código de Comercio, se constituye con la fiducia un patrimonio autónomo1428. De la
misma forma, el mismo precepto legal, permite acudir a las disposiciones del Estatuto
Mercantil, siempre que sean compatibles con la fiducia pública, de lo cual existe prohi
bición para que se dé una transferencia de bienes y mucho menos la constitución de un
patrimonio autónomo.
1424 £| Consejo dc Estado, escribe ese concepto, así: “£s un mecanismofinanciero a través del cual las enti
dades o empresas del sectorfinanciero, como las del llamado sector real, obtienen recursosprovenientes de
su propio balance a través de lo que se conoce como movilización o «mobilización» de activos, mediante
la emisión de títulos que ingresan a los mercados públicos de valores". Sección Tercera, Sentencia del 27
de julio de 2005, Expediente 14.039, C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
1425 Se exceptúan los procesos de titularización de activos c inversiones, la realización de operaciones
conexas con las operaciones de crédito público o que tengan por objeto la realización de operaciones
conexas de deuda pública y aquellos que tienen por objeto el pago de pasivos laborales, entre otros,
ya que respecto de estos es posible constituir un verdadero negocio de fiducia mercantil a partir de la
constitución de un patrimonio autónomo separado del ente público —artículo 41 de la Ley 80—.
1426 Es el caso del artículo 2° del Decreto Legislativo 4382 de 2010, que autorizó la contratación de Adu
cías mercantiles por Fonvivienda, sujeto a las normas del Derecho Privado y no a las propias de la ley
80 de 1993.
1427 El Consejo de Estado, diferenció la fiducia mercantil con el encargo fiduciario, al indicar lo siguiente:
“Lafiducia mercantil es un contrato, por medio del cual un sujeto llamadofiduciante ofideicomitente,
transfiere bienes o derechos a otro, llamada fiduciario, quien se obliga a administrarlos o enajenarlos
para cumplir unafinalidad determinada por el constituyente, en provecho de este o de un tercero llamado
beneficiario ofideicomisario, (art. 1226, C. Co). (...) Difiere del encargofiduciario porque comporta la
transferencia de la propiedad de los bienesfideicomitidos, en tanto que el encargo no, pues«sólo existe la
mera entrega de los bienes». Sección Tercera, Sentencia del 27 de julio de 2005, Expediente 14.039,
C.P. Ramiro Saavedra Becerra.
1428 Superintendencia Financiera, Concepto 2001074437-1 del 14 de febrero de 2002.
562 Mauricio Fernando Rodríguez Tamayo
1429 Sección Tercera, Auto del 25 de marzo de 2004, Expediente 23.623, C.P. Alier Hernández Enríquez.
1430 Sala de Consulta y Servicio Civil, Concepto 1.615 del 2 de diciembre de 2004, C.P. Gustavo Aponte
Santos.
1431 Sentencia C-249 de 2004, M.P. Jaime Araújo Rentería.
1432 Ibídem.
1433 Selección abreviada por la causal del literal h del numeral 2 del artículo 2" de la Ley 1150 de 2007.
1434 Contratación directa por la causal del literal f) del numeral 4 del artículo 2" de la Ley 1150 de 2007.