Gloria y honor, bendición y riqueza, De la Iglesia el fundamento es Jesús el sabiduría, poder y fortaleza Fuente bendita de la vida eterna Salvador. Por la obra de su gracia Dad para siempre al Cordero Tan solo el alma que en tus fuerzas fía Le dio vida su Señor para hacerla esposa inmolado, suyo es el trono, la corona, Tiene paz, tiene paz suya, de los cielos descendió y su sangre el reinado Mi sostén es Jesús, nunca en la lucha por limpiarla en la cruz Él derramó. Suena y resuena en los cielos su desmayar podré. Mi sostén, es Jesús, De entre todas las naciones escogida en Nombre el Señor variedad, a través de las edades Suena en la tierra, su gloria y Su Nunca en la lucha, desmayar podré. Se presenta en unidad, en diversidad de renombre Yo soy muy débil, pero en ti soy fuerte pueblos, sólo tiene un Señor. Una fe y un Bosque, montaña, flor, mar y Nunca en la lucha desmayar podré nacimiento, un constante y puro amor. corriente, toda alabanza rinde al Si Tú estás conmigo ni a la misma Ella alaba sólo un nombre, sigue a una Omnipotente muerte sola luz. Guarda una esperanza y su gloria Ascienden siempre los himnos y el Temeré, temeré es una cruz. Por el celo que la anima de gozo, siempre desciende el amor del Mi sostén es Jesús, nunca en la lucha las almas corre en pos, Rey Glorioso desmayar podré. Mi sostén, es Jesús, y ambiciona por la gracia conducirlas Gloria y honor, gratitud, bendiciones el Señor hacia Dios. Estos los temas son de nuestras Nunca en la lucha, desmayar podré. A través de sufrimientos, de fatigas y canciones Dura es la lucha, difícil la tarea dolor, el glorioso día espera en que vuelva Gloria al Cordero y honor tributemos Mas Tú me dotas de tu gran poder su Señor; Ropas blanqueadas y palmas Mi espíritu renuevas con la idea Consumada su carrera, ya sin mancha tomaremos nueva, estará; A las bodas del Cordero victoriosa Para alabar al Cordero reinante de vencer, de vencer entrará. Débil murió, se levantó Rey Mi sostén es Jesús, nunca en la lucha triunfante, Amén. desmayar podré. Mi sostén, es Jesús, el Señor Nunca en la lucha, desmayar podré.