Está en la página 1de 16
Observar, escuchar y comprender sobre la tradicién cualitativa en la investigacién social Maria Luisa Tarrés Coordinadora ts tte lr {EL COLEGIO fiacso MIDE MEXICO 10 hn eye ri ce nein Mt i “incr Prime in Naso pce Mes FLAC Mas 303, 36Spigs 2m {SATs 07 42585 (8 Clin des) nea Sal lnergi Cul 3Cin Sel ~ Mae Ci nen Saal» Menge as aa Ln tans Primera edcidn: novembre de 2013 DR. © 2013, El Colegio de Méxion,A.C. ‘Camino al Ajusco 20, Pedregal de Sana Teresa, 10740 México, DE “cwntcalmenme> DAR. © 2013, Faclead Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México, (Career al Ajusco 377, Héroes de Paden, Tlalpan, 14200 Méric, DE ; ISBN 978-607-462-558-5 (EI Colegio de Mico) ISBN 978.607-9275-25-9 (Facto Mexico) Est libro fue tomeido aun proceso de diceaminaién por scadémicorexerno de acuerdo con as norma editorials de El Colegio de Mesica la Hacso México, ‘Queda proibida a reproduccibn parcial atl directo indirect del contenido de ape sce obra sin contr previamente con la autorzaién por ecito dels editores, en ter- ‘ings dela Ley Federal del Derecho de Auco en su caso, dels ratados internacionales apliebles Impreso y hecho en México. Printed and made in Mes. Moki Indice general Presentacion| ‘Maria Luisa Tarés Prslogo.. Sobre el conenid de ete libro» Bibliogeafia ......- esc. Lo cualitativo como tadicién Maria Luisa Tarts... 00s ssseseesees wT El debate sobre les métodos como expresén de las conteoversias entre tradiciones. «+... ol EI paradigma posto y la contribucién de Durkheim 1s... 0000044 Las tradiciones‘inerprerativasy el legado de Max Weber ..........47 legid de Max Wee: (1864-192) : 249 ‘A manera de condusién... = 135 Bibliograia ... 58 Primera parte Los procedimientos bisicos de recoleccién como técnica y método Un acto metodol6gico bésico dela investigaciin social: Ia entrevista cualtaiva Fortino Vela Pen a 63 Laenrevsta cultivar una puera de entrada la realidad socal». 64 68 Principals tipos de enereviseas {Lex elemenos pip que compone a crevcualata 00 Conclusiones. 7 ee Bibliografia La observacin participante como escenario y configuracién dela dversidad de significados Rolando Sanchez Serrano Aspects tebrcos del observacin partcipante Caracteristcas de a observacién participante «1... erspectivatedrca,objetivos del estudio y la técnica. La interacion social. : Laobservacién paricipantey sus etapa. El problema de validez y confabilidad La reflexin eedrica : S Bibliografia Segunda parte Desde los individuos alo social Biografia proceso y nudos teérico-merodoldgicos ‘Ramin R. Reséndiz Gara .... Construyendo una bografa una gula bisa... Biografia procedimicnto, problemas y estraregias..... Planifcacion de la entrevista biogrfica Elperiodo de entrevise...... Biografa registro, sranscripcién yelaboracén, Anilisse interpretacion «..... Presentacisn y publicacgn de elatos biogréficos .- La biografla: uss y exgencias ....... ‘Lo biogrfico: algunos nudos reérieo- relics. Lo micro y lo macrosocial Opciones de generalizacién Valdes. Conelusiones... Bibliograla «2... Lo biogrifico en sociologia. Entre la diversidad de contenides ylanecesidad de especificar concepros Martha Luz Rojas Wiesner... Introduccién «+... ‘ Anecedentes yactualidad de lo biogritico El resurgimiento de lo biogrifico . Distinciones concepruales....... 2152, 154 3B 294 7 +100 102 213 = il6 2122 27 129 130 2136 138 140 2140 2143, 145 146 M47 152 156 - 159 159 2161 167 169 Conclusiones. 479 Bibliografia 179 Tercera parte La busqueda de lo colectivo: intervencién en grupos Para que el sujeto tenga la palabra: presentacién y transformacién de la snide grap de destin desea perpetva de Jes ex Geyser Margel 187 La técnica: grupo de dscusion 1189 Hacia un paradigma complejo ‘A modo de conclasin: algunos comentarios 204 Bibliografa ...... 206 Buscando al actor. Laintervencién sociolégica Velia Cecilia Bobts Ledn....s..s0+- oe Siguendo el hilode Aviadna (andaments eric)... -2UL La interveneiénsun méeodo peculiar........ 6 Validacién y aplicabilidad ... Un comentario final. Bibliograia Cuarea parte Dos métodos que traspasan fronteras El métdo de los estadios de caso ‘Hans Gundermaan Kréll _ Eleonteatohistéico de lo estudios de ato a 2Quées un‘easo"? 233, 2Qué son los estudios de caso? 235 Elalcance de los estudios de cas0....... :237 Modalidades de uso de los excucios de caso con ines dedesarrolo eérico 239 CCualtativo, cuantitativo y eatudios de caso... 2a ‘Confiabilida y validez en los estudios de caso . vee BAD Selecciny representaividad en los estudios de caso « coe 26 Eltema dela gereralizacin ..... a El disefo de los estudios de caso . . La secuencia de investgacin en los etudios de caso 252 Conclusiones coo ceeceteeeevneeeseeevenees e258 Bibliografa «20... Us sercamies al mado pig en oil ‘M, Laura Velasco Ortiz, El plan de este ensayo... 2268 Dela clasifacin ala consruccinvebtica 20... vseesss eceeess 27D Ex tipo ideal weberiano ....... SS a ‘Acerca dela confiabilidad 60.2... 2ssseeseessee seen 276. ‘Acerca dela validez.. fo 27, 1a ta protean y espn del apie fe 219 El tipo construido. 2282 ‘Acerca de a confibilidad ... ‘Acerca dela validez. 2.1000 +286 1287 Loe inflayences locales y cosmopolitas....s+0....+ sees 287 Algunas conclusiones, veces 292 Bibliografia . oS 2295 Quinta parte Las aplicaciones de una tradicién: lo eualitativo como espacios de ideas La representacién socal. Teorla, método y técnica _Jorge Pea Zepeda y Osmar Gonzales... 299 Primeras definiciones . +299 Hiscoria del concepeo en ciencias sociales. 301 Primera parte el fendmeno dela representacién social y su extudio.. 303 Segunda parte: a ddspora de la representacién social . $308 “Tercera parte: elacin de as postuasterico-concepeuales con las hheeramiencas y véenicas de investigacién..... seeteeesee BDZ Concer dela epeenan vc stn 3B Bibliografia .......2+. 2335 Innovacién metodolégica en una época de ruprura. Apunces Joe Ranier Pace. Las rates floséfias : Las orientaciones esrico-merodoligcas Bale ener cere y muesli Comentarios finales. BibliograBa 339 +342, 351 358 11368 2364 Presentacién Leos méeodos cusitativos han adquirido en las lkimas déeades una _gran aceptacién entee los cientifcos sociales latinoamericanos. No sélo constituyen una herramienta bisica dela investigaci6n social, sino que hhan tenido un impacto creciente en areas disciplinarias consideradas ajenas a este tipo de perspectivas cientificas, como son, entre otros, los estudios de mercado, el anilisis organizacional la evaluacién de proyec- tos sociales, el diagnéstico de politica y los sondeos de opinién publica olos problemas demograficos. El actual interés que despiertan estas metodologias est relacionado sobre todo con el desarrollo de la crisis de paradigmas que han experi- mentado recientemente las ciencias sociales. Los abrumadores cambios sociales, politicos, econémicos y culturales que han impactado ala regi6n en las iltimas cuatro décadas desbordaron los marcos te6rico-metodo- ligicos que ordenatan el trabajo de los cientificos sociales, con lo que obstaculizaron en forma drastica las ya de por si limitadas capacidades explicativas de la investigacién social ‘La crisis puso en evidencia que tanto el estructural funcionalismo como el marxismo presentan limitaciones para dar cuenta dela realidad social de nuestra regién. Ambos enfoques son de algiin modo herederos dela tradicin positivista del siglo XIX, pues comparten una creencia bi- sica que subyace en ks posiciones positivistas: la idea de que los fenéme- ros sociales son regidos por leyes universales que el cientifico socal debe tratar de descubsrie. El marxismo y el fancionalismo diferfan en cuanto a la estructura legaliforme que, segin cada una de estas cortientes, explicaba mejor la Lo cualitativo como tradicién Maria Luisa Tarrés* A\angue el concesto de tradcién puede parecer inapropiado para referirse a las ciencias sociales, porque se opone a las ideas de racio- nalidad, progeeso, ceatividad o innovacién con las que se identifican, ‘es importante rescatalo para dar cuenta del eardcter histrico y social del conocimiento. Para ello es necesario considerar que tradicin, en el sentido que se ‘ororga aqui, difiere de la idea comiin que confunde la tradicién con la ru~ tina, las costumbres,el conservadutrismo o la simple reproduccién de un ‘objeto material, de una idea 0 comportamiento.* La idea de tradici6n que utilizaremos se referiré a la persistencia en cltiempo de"un sistema de ideas y précticas organizadas por reglas ri- tuales de naturaleza simblica, tcitas o explicitas, orientadas a inculcar ‘Doctors en Seca por Ia Universidad de Pars. rofrorainesigadors, Cento de Es tadios Saciollgins El Colegio de Meco "dead rain pra analicr a cootnuidade ls rupraras ent acin atsana a sido deearolada por autores de dveresdciplinae. Una vin general y de gran ere se puede encontrar enEdvatd Shi (1981), Desdela prc dela historia socal yaaneo- poli, Erie Hobsbavomy Terence Ranger rescatn|a vena de eadicions, pac render ae bates de cohen comunitariay grap Ia lepimidad dea intucionesy dela auoedad as formas que adguiere la socalizacién en determina aloes, normas rele de conducts ena soedades moderns en el bo, The lento of Traditions (1983). Un nile qe puede ser una buena puerta de enerada al debate sobre tradi: ‘nes nas comunidades cena se encuntraen Ambrosio Velasco Gémes"El concepro detradcn en los de la iencs yen a hermenduic’ en Ambrosio Vaso Géese2 (comp, (1997). Por kina cabe recordar que isofos dela inca an connoeadas como ‘Kal Popper o Thoms Kubo, err oto han desarrollo aida de wadcin par xpi carl cambio ye innwacin en la cei, 7 Maria Laisa Tas ciertos valores y normas de condueta producidos en deeerminados gra~ ‘en las sociedades” (Hobsbawm, 1983:1). Lo propio de las tradiciones, entonces, radica en la continuidad de tuna herenciatransmitida del pasado al presente. En el caso de las tradiciones cientificas, el contenido de lo que se co- unica esti consticuido por los conocimientos, los supuestos, los discur- 0s, lenguajes, valores y convenciones creados alrededor de las pricticas de las comunidades dedicadas a esta tarea. Es esto lo que se almacena enla memoria colectiva de las comunidades. Las generaciones anteriores traspasan alas actuales diversos tipos de contenido que son reelaborados, interpretados, utilizados o transformados. ‘Asi, aunque en el mando de ls ciencias sociales la constante pare2- ‘ca ser el cambio y la novedad, las comunidades comprometidas con el uchacer cientifico en el presente establecen vinculos con lo que hicie~ zon las generaciones pasadas por medio del lenguaje, la comunicacién, las insicuciones. De hecho, estas tradiciones influyen de algiin modo en el pensa- iento y la conducta del presente, sea porque se adoptan al ser conside- +radas legitimas, sea porque se reelaboran a la luz de nuevos problemas co nuevas ideas o bien porque se rechazan por inoperantes. Esa memo- ria heredada del pasado no es monolitica, pues las comunidades cien- tificas, plurales por definicién, oftecen un repertorio muy diverso de supuestos, valores, teorias y procedimientos metodoldgicos alas gene~ raciones posteriores. Las generaciones del presente, por ende, pueden conservar ciertas)) tradiciones porque estin dotadas de un valor que se comparte con las anteriores, pero también seleccionan ciertos fragmentos de la tradicién, haciendo hincapié en algunos y desechando otros, o simplemente crean mevas pautas simblicas, cédigos normativos o lenguajes y discursos al- ternativos, porque el examen de los anteriores a la lz de los hechos del presente ya no responde alas necesidades o requisitos de a préctica cien-) ‘fica de su contemporancidad. “Tradicién no significa, en consecuencia, repeticin o rutina. La for- ‘ma como se procesan las tradiciones depende en gran parte de la capaci- dad persuasiva de los argumentos desarrollados pot agentes sociales que las crean ola inventan” (Hobsbawm, 1983), asi como de la eficacia de las instinuciones y actores para transmitirlas y comunicarlas. Su influen- 38 Lo culrarve como eradicisn cia no es, sin embargo, mecénica, pues la suerte de las tradiciones tam- bign estd subordinada la capacidad refleiva y critica de aquellos que las reciben como herencia o como parte de la memoria colectiva de su comu- nidad de pertenenc. A diferencia de lo que sucede en otro tipo de comunidades, en las cientificastienden a preponderar los procesos de creacién y reelaboracién de la tradiciones por sobre los procesos repertivos 0 reproductivos. El clima de tolerancia, plaralismo y la valoracién de la critica que, en prin- cipio, organizan la vida préctica de estas comunidades se expresa en de- bates permanentes sobre asuntos controvertidos y se convierte en la base de la competencia entre diversas tradiciones, Por eso, aunque en cier- tas coytnturas haya tradiciones cientficas hegemsnicas, los agentes o las agencias que sostienen ideas distintas, pero carecen de fuerza, también pparticipan con sus propuestas en el quehacer comunitario. Podtfamos, entonces amar ‘tradicién reflexiva’ al. tipo de tradicin, ‘que marca a las comunidades dedicadas ala ciencia para diferenciara de tribuye ala reproduccién y no ala produccién del conocimiento, de a cul- oer ROOM ii recr cca privilegia valores, normas y crea pautas de conducta que favorecen una actitud analitica y critica encaminada a revisar y evaluar las ideas, los supuestos, las teorfas, y métodos convencionales no sélo alrededor de un debate abstracto, sino también en el marco de las circunstancias historicas en que éstos se oti- ginan y desarrollan. Lareflexividad como pautadecomportamiento consisteenelexameny reformulacién constante de pricticas y convenciones a la luz de informa~ ccién nueva sobre ellas, lo que altera su caricter constitutive (Giddens, 1990). La dimensién reflexiva de la tradicién de las comunidades cientificas posibilita, asi a innovacién, la creatividad, la imaginacién para enfrentar nuevos dilemas en un clima de convenciones definido por la comunidad de pares. La forma en que cristaliza social e histéricamente la competencia entre tradiciones centificas ¢s, sin duda, mucho mas compleja (véa- se Velasco, op. cit.) pues en ella, ademas de ponerse en juego disputas sobre la capacidad persuasiva de ciertas ideas, también influye la fuer- za sociopolitica de los agentes y las agencias que participan. Pese al 38 ‘Masa Luis Tarets consenso alrededor de los valores y normas que organizan el campo de la ciencia,en su desarrollo hist6rico-social también se entremezclan conflictos de poder. ‘Cuando las fuerzas entre los agentes son equilibradas, tradiciones que. ‘en principio son diferentes pueden apoyarse entre sy fusionar elementos de las orras,con lo que se alteran mutvamente. En cambio, cuando una de las tradiciones domina no sélo en el campo de las ideas sino también en. laarena del poder las tradiciones mas débiles tienden a marginarse y/oa ‘mantenerse en forma latente. En estos casos, ls tradiciones fancionan ‘como reservorios de ideas en espera de actores posteriores que las esco- {jan como opciones para su trabajo. El desafio para las generaciones pos- teriores consiste en elegir entre las posibilidades que oftece el repertorio de tradiciones que han recibido como herencia 0 memoria dela comuni- clad cientifica para reelaborarlas y al mismo tiempo crear las condiciones sociopoliticas que les permitan concretar esa ideas. En stuma, si bien las tradiciones reflexivas, propias de laciencia, cam- ban como resultado de los debates sobre ideas, supuestos paradigmsti- os, concepciones teéricas y metodolégicas, o sobre la pertinencia de los hallazgos de investigacin, y estas discusiones constituyen las bases mas importantes de su desarrollo, la historia de las comunidades cienti- ficas ensefia que también se transforman por la influencia de su contexto sociale histo. Si en algunos momentos hay tradiciones que legitiman ciertas for- mas de hacer ciencia que definen lenguajes y cétigos como universales ppara toda la comunidad, en otros la tradicién funciona como un depési- to de recursos ideales y materiales alternativos, disponibles para aquellos agentes que impugnan © ponen en duda ciertos supuestos considerados hhasta entonces como universales. La idea de tradicién reflexiva que tratamos de esbozar para enten- der la ligica de las comunidades de las ciencias sociales tiene la ventaja dle petmitir observar la persistencia y continuidad de sus précticas y sus ideas y al mismo tiempo oftece la oportunidad de idencificar los meca- rnismos que dan lugar a la creatividad y la innovacién cientifica. Gracias ala presencia de las tradiciones reflexivas son posibles debates conti- rnuos sobre asuntos que han unido a los cientificos sociales, al menos, desde el siglo XIX, cuando se consticuyeron sus campos de conocimien- 1 disciplinarios. Lo cuslsiv come radiciin Pese al tiempo transcurrido, es importante recordar que sus debates se han organizado alrededor de preguntas sencillas, que han obtenido respuestas distintas de acuerdo con ls citcunstancias histrcas en que se han planteado, Preguntas como: cules el objeto de las ciencias dela sociedad o del ser humano, shay posibilidad de conocerloz, cuales son los métodos para hacerlo?, que han definido el campo de las distintas disciplinas de las ciencia sociales, se mantienen vigentes y son fuente de controversias en la actualidad. Un asunto que durante las iltimas décadas ha estimulado un deba- te de gran interés porque se relaciona con una critica fuerte a la corriente ‘cuantitativa vinculada con los paradigmas positivos 0 neopositivos,refie~ re justamente al asunco de lapertinencia de los mérodos cualitativos para ‘conocer la realidad sccial.? ‘Aun cuando hoy esta controversia se presenta con arguments del lenguaje cientifco contempordneo y parece novedosa ¢ irresoluble, ‘std presente como problema por lo menos desde finales del siglo XIX. En efecto, el problema se planteé cuando los estudiosos de a sociedad definieron los campos dsciplinarios,y surgié lo que conocemos como las, ciencias sociales. Su crigen enraizado en la formacién misma de la disci- plina permice define el debate como una dimension de las radiciones de las ciencias sociales. El debate sobre los métodos como expresién de las controversias entre tradiciones? Ladiscusion sobre la pertinencia de a perspectiva cuantitativao cualitativa tiene larga data en las sencias sociales. in embargo, es posible afirmar que 1a discus sobre la pertinenca de as metodolglas para conocer lo sci enftenta 2 genes pareipan en dla define qu ensendn por lo soil rato dl debate es er sme catia de publciones sobre elem, que a menudo taspasan as frontrssmecodo- legis pues problema decém conocer un objeto deesedio se vincla intimarente con In Blowll de lis cence la era voi La bibigrafa tad en oe tne atelon deste ohumen puede ovientar lector interesadoen es asunes > Parana vs gener ead ybre os principales bars desralladon en a en- ‘ia sociale ardor da yearén como cena como daipinas, dead separa ‘ela flosof hasta mead delos oven, wat el ibro de nmanael Walerstein (1996) a Maria Lis Tare la sucesin de conflictos alrededor de los métodos entre las distintastradi- ciones esconde antagonismos sobre valores (Freund, 1969: 32). En efecto, los debates entre comunidades que se identifican con ciertos métodos ex- ppresan aspectos mis profundos, no siempre explicitos, porque indirecta- mente se vinculan con el compromiso con certos supuestos subyacentes en los paradigmas 0 con alguna concepcisn teérica. ‘Aunque en los iltimos afios ha habido esfuerzos importantes por integrar posturas que hasta hace poco parecian irreconciliables (Alexan- der y Giesen, 1994; Giddens, 1995; Bourdieu, 1995 y 1990; Hekman, 1998), la controversia entre los llamados cualitativistas y cuantitativistas todavia muestra la presencia de comunidades cientificas empehadas en tuna especie de dogmatismo metodol6gico. Su debate se enmascara con argumentos mis relacionados con antagonismos sobre valores, supuestos pparadigmaticos y opciones tebricas que con aspectos relacionados con el método, es dec con el cémo conocer. Un pequeio estudio sobre la percepcién que los cientificos socia- les tienen de las metodologias, realizado a partir del analisis de diver- sas publicaciones estadounidenses, muestra con claridad este problema (Halfpenny, 1979), En efecto, pese ala cientificidad de la argumentacién urilizada en la literatura revisada para calificar a los distintos métodos, los autores de esta investigacién descubren que los métodos cualitativos, yy cuantitativos se definen a parti de atributos dicorsmicos y por tanto ‘opuestos, y aparecen como dos polos pricticamente irreconcliables. Ass, algunos desacreditan a las comunidades que resisten la cuanti- ficacién, calificando los resultados de la investigacién cualitativa como “descriptivos, pre-cientificos, subjetivos, politics, especulativos, obteni- dos de datos suaves’ mientras los que la apoyan utilizan adjetivos tales ‘como: “interpretativa, hermenéutica, holistic, fenomenolégica, ilustra- dora, inductiva, exploratoria, buena, etcétera’. or su parte, aquellos que rechazan y devalian los conocimientos que provienen de estudios cuantitativos sefialan que son “rgidos, abstractos, ahistéricos, neutros, positivistas, atomisticos 0 simplemente malos’ Y los _grupos que se identifican con los métodos cuantitativos se refleren a este tipo de investigacién como ‘cientifica, explicativa, que trabaja con datos duros, deductiva, que verifica hipétesis, universalist positivista, objtiva’ El interés de este estudio radica en mostrar con dlaridad la confu- sién de los argumentos en que se apoya cada grupo para justificar su per- 2 Lo cxalicative como radisisn cepcién, polarizando las opciones metodol6gicas de modo que aparecen como irreconciliables. Las calificaciones sobre los métodos se amparan en razonamientos de diversa indole. Estos varian desde un simple uicio de valor como bue- no y malo, pasando por considerar el tipo de dato obtenido de acuerdo con su consistencia'‘dara o blanda’ hasta aquellos que jusifican su apoyo co rechazo a las diseinsas alternativas metodol6gicas apelando a determi- nadas corrientes tebrcas El caso mas evidente y comin es el argumento que confunde una de~ terminada escuela tebrica 0 un paradigma con los métodos cuanttati- vos cualitativos. Enel estudio mencionado se supone, por ejemplo, una correspondencia entre el positivism y los métodos cuanticaivos, mien- sas las corrientes in:erpretativas o la hermenéutica se identifican con los cualitativos. ‘Aunque el problema es infinitamente mas complejo y la préctica de la investigacin refuta estas ideas lo importante, como se dijo antes, re~ conocer que estos antagonismos que trascienden el método se han plan- teado en forma cilicaen las ciencias sociales. De hecho, el conflceo se presenta durante el momento en que los estu- dios sobre la sociedady el ser humano se definen como ciencia establecien- do los limites y alcances de las diversas disciplinas. En esa coyuntura, los distineos autores apostaron a un objeto de estudio asi como a los mérodos adecuados para conocerios. Es de destacar que, desde un principio, dentro de una misma disciplina hubo comunidades que se comprometieron con los paradigmas de las ciencias naturales, posculando asf un modelo tini- co de ciencia y otros cue imaginaron modelos distintos, argumentando la dificultad de identifica al ser humano o ala sociedad con la naturaleza. Las divergencias contemporsineas tienen, entonces, rafces en las vi- siones opuestas sobre la sociedad y el conocimiento de Io social, cuyas lineas gruesas fueron trazadas por los creadores de los campos discipli- narios y cientificos. ‘Sin embargo, los compromisos con una u otra tradicién se modifi- can con el tiempo, pres la herencia clisica recibida por las generaciones posteriores es reelaborada y en ocasiones alterada y produce combina- ciones inesperadas, El paso de una teoriaa otra en ciencias sociales no tiene siempre ese

También podría gustarte