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Salmo 23

El león está corriendo con una presa = esposa, trabajo, hijos

Habla al león

Los propósitos de Dios


Hágase tu voluntad. Mateo 6:10 26:42

Jehová endureció el corazón de Faraón. Exodo 9:12

La nube Exodo 13:21-22

Hagamos que lo que oremos se haga realidad


Marco 11:21-25

5 principios para hacer la oración efectiva

El poder de la palabra, lo que tu pides así se hará. La oración mueve la mano de Dios

1.- Orar al padre en el nombre de Jesús – dirigir correctamente la oración. Dar lugar al poder que
hay en Jesús como autor y consumador de la Fe en el Padre. Hoy hay iglesias y congregaciones que
no viven porque no reconocen a Jesús. Hay ministerios que enseñan de la prosperidad tomando
las palabras de Jesús cuando dice que puedes pedir todo y será hecho.

En mi nombre pondrán manos, en mi nombre echarán fuera demonios, en mi nombre moverás


montañas, hablarán lenguas, pisarán escorpiones El padre lo permite y el Espíritu Santo la
materializa

2.- debe de ser con fe. Orar creyendo que el Padre nos está escuchando. La sanidad de este
hombre fue confirmada por la fe en el nombre de Jesús. La oración sin Fe no tiene efecto.
Romanos 8 dice que el Espíritu Santo ayuda a conocer los propósitos y la profundidad del Padre

3.- cuando ores perdona: critica, envidia, -- quiere perder el tiempo orando y que sea el orgullo el
que venza // hay personas que hacen alarde de su oración, de su vida, del diezmo. Eso es orgullo

Nuestro testimonio
Controlar nuestros impulsos Santiago 1:17-20

Actuar con Dios da testimonio Proverbios 3:3-4

A todos nos dio dones. 1 Pedro 4:10-11


No dar cabida al enemigo
Que sus necesidades no sean frustración. Filipenses 4:6-7

Juan 11.1-15

La decepción es una respuesta emocional ante los objetivos y deseos frustrados. A veces, es el
resultado de circunstancias fuera de nuestro control, pero cuando otros están involucrados es fácil
culparlos por la situación. Incluso podríamos perder la fe en la persona que creemos que nos
defraudó.

Marta y María podrían estar de acuerdo con esto. El Evangelio de Juan nos dice que Cristo amaba
a Marta, María y Lázaro (Jn 11.5). Debido a esto, esperaban que viniera de inmediato después de
enterarse de que Lázaro estaba enfermo. Pero el Señor no vino sino hasta después de la muerte
de Lázaro.

Nosotros somos, a menudo, como Marta y María. Oramos para que Dios intervenga en una
situación de la manera que deseamos. Pero si no lo hace, nos quedamos perplejos y
decepcionados de Él. Ahora bien, tal vez no expresamos estos sentimientos, pero todos nos
sentimos defraudados.

El pasaje de hoy nos recuerda que el Señor tiene propósitos más elevados de lo que nosotros
somos capaces de percibir. No deje que su decepción moldee su visión de Dios. En vez de eso,
confíe en la verdad: Que el amor de Dios por usted nunca falla y que Él dispone todos los
acontecimientos de su vida para la gloria de Él y el mayor beneficio para usted. Cuando se sienta
decepcionado, la mejor respuesta es confiar en Él.

Ser sometidos nos bendice 1 Pedro 2:13-14

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