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Medicina Oral

Tema 7. Pénfigo

Penfigo Se han descrito una cierta susceptibilidad


Enfermedad grave autoinmune con manifes- mayor con la presencia de ciertos factores de
taciones cutáneomucosas cuya lesión elemen- histocompatibilidad (HLA-A10, HLA- A26
tal es una ampolla intraepitelial originada por y DR4, DR14).
la acantolisis. El diagnóstico se efectúa con
la histología y la inmunofluorescencia. Su Manifestaciones clínicas
tratamiento es con corticosteroides a nivel - Comienzan en cavidad oral el 60%.
sistémico e inmunosupresores. El pénfigo - La mucosa oral se afecta en más del 90%
es una enfermedad autoinmune, organoes- (sólo 10-15% tienen afectación exclusiva
pecífica en la que se producen vesículas y cutánea).
ampollas en piel y mucosas por la acción de - Es infrecuente en laringe, faringe, esófago,
autoanticuerpos contra proteínas específicas uretra, vulva, cervix, recto y conjuntiva,
localizadas en las uniones de las células del pero es muy grave cuando se da en estas
epitelio. localizaciones.
Hay dos formas fundamentales de pénfigo Generalmente comienza con lesiones muy
que son el pénfigo vulgar (PV) con una par- inespecíficas, pasando meses desde el inicio
ticipación importante de las mucosas y el hasta su diagnóstico. La mayoría de los pa-
pénfigo foliáceo (PF) que se expresa en la piel cientes presentan síntomas 2 a 6 meses antes
y sus respectivas variantes (pénfigo vegetante de llegar al diagnóstico definitivo.
y pénfigo eritematoso), estos dos grupos se La lesión elemental es una ampolla. Suelen ser
diferencian por sus características clínicas, los múltiples, mal definidas, de distinto tamaño,
autoanticuerpos, y la histología. de techo fino que se rompen fácilmente pro-
El pénfigo es una enfermedad poco frecuen- duciendo erosiones superficiales, irregulares
te con una incidencia del 0.5- 3.2 casos por y muy dolorosas. El paciente presenta con-
100.000 personas/año en el mundo. juntamente la formación de nuevas ampollas
El pénfigo vulgar es la variante más frecuente junto con otras ya evolucionadas y úlceras,
constituyendo el 70% de todos los casos de expresando un carácter progresivo.
pénfigo. Afecta a todas las razas con una Cualquier localización de la mucosa oral pue-
mayor incidencia en los judíos Ashkenazim de estar afectada, pero con mayor frecuencia
y en japoneses. La mayor prevalencia la ob- lo están las áreas de roce como es la mucosa
servamos entre la cuarta y sexta década de yugal cerca del plano oclusal, labios, encía
la vida, y la afectación juvenil es rara pero alveolar edéntula y paladar blando.
también ha sido descrita, siendo casos muy En algunas ocasiones la participación de
severos. Presenta una incidencia similar en la encía se manifiesta como una gingivitis
ambos sexos. descamativa: encías rojas, eritematosas, bri-
llantes, finas, con vesículas en superficie que
Etiología al rozar levemente se desprende el epitelio
Es una enfermedad autoinmune que se carac- quedando expuesto el conectivo adyacen-
teriza por tener anticuerpos IgG circulantes te hemorrágico, expresando su carácter
contra la desmogleína 3 (Dsg3) en la sustan- descamativo y erosivo.
cia intercelular de los epitelios. Alrededor Cuando el pénfigo tiene manifestaciones en
de la mitad de los pacientes también tienen piel éstas suelen aparecer tras meses o años
autoanticuerpos contra la desmogleína 1 después de las lesiones orales y se expresan
(Dsg1). como ampollas sobre una piel normal o lige-

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Fig. 1. Pénfigo vulgar en mucosa yugal. Fig. 2. Pénfigo vulgar en lengua.

Fig. 3. Pénfigo vulgar en encía y fondo de vestíbulo. Fig. 4. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

Fig. 5. Pénfigo vulgar en lengua. Fig. 6. Pénfigo vulgar en tercio posterior de mucosa yugal.

Fig. 7. Pénfigo vulgar en forma de gingivitis descamativa crónica. Fig. 8. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

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Fig. 9. Pénfigo vulgar en lengua. Fig. 10. Pénfigo vulgar en lengua. Mismo caso de fig. 9.

Fig. 11. Pénfigo vulgar en paladar. Mismo caso de fig. 9. Fig. 12. Mismo caso de fig. 9.

Fig. 13. Pénfigo vulgar en encías y fondos de vestíbulo inferior. Fig. 14. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

Fig. 15. Pénfigo vulgar en labio inferior. Fig. 16. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

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Fig. 17. Pénfigo vulgar en mucosa yugal. Fig. 18. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

Fig. 19. Pénfigo vulgar en encía y fondo de vestíbulo. Fig. 20. Pénfigo vulgar en paladar.

Fig. 21. Pénfigo vulgar en mucosa yugal. Fig. 22. Pénfigo vulgar en tercio posterior de mucosa yugal.

Fig. 23. Pénfigo vulgar en mucosa yugal. Fig. 24. Pénfigo vulgar en mucosa yugal.

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Fig. 25. Pénfigo vulgar. Fig. 26. Pénfigo vulgar.

Fig. 27. Pénfigo vulgar. Gingivitis descamativa. Fig. 28. Pénfigo vulgar.

ramente eritematosa, localizadas en cualquier


parte del cuerpo pero con mayor frecuencia
en cuero cabelludo, cara y parte superior del
tronco.

Diagnóstico
El diagnóstico de sospecha clínico tiene que
ser confirmado por estudios complementa-
rios que varían ampliamente en su especifi-
cidad y en su complejidad. Fig. 29. Histopatología del pénfigo vulgar.
1- La citología exfoliativa
2- Histopatología
3- Inmunofluorescencia directa
4- Inmunofluorescencia indirecta Histopatología
5- Estudios de inmunoprecipitación Ampolla intraepitelial, con acantolisis.

Citología exfoliativa ifd (inmunofluorescencia directa)


Células acantolíticas de Tzanck, redondeadas Pr i n c i p a l m e nte I g G e n l o s e s p a c i o s
con bordes desflecados, núcleos grandes e intercelulares del epitelio y mucho menos fre-
hipercrómicos. cuente IgM.También puede detectarse depósito
de complemento, especialmente la fracción C3.

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ifi (inmunofluorescencia indirecta) El tratamiento inicial del pénfigo vulgar re-


Anticuerpos circulantes anti-superficie de las quiere el uso de corticoides sistémicos tales
células epiteliales (antisustancia intercelular) como la prednisona pudiendo comenzar con
fundamentalmente IgG4 e IgG1, y menos dosis de 1 mg/kg/día. Una vez controlado el
frecuentemente la IgG3. brote hay que ir reduciendo progresivamente
Los títulos de auto-Ac suelen reflejar la ac- la dosis y pasando a régimen de administra-
tividad de la enfermedad, y son útiles para ción a días alternos con el fin de minimizar los
evaluar su evolución y el tratamiento. efectos secundarios, hasta llegar a alcanzar
dosis mínimas de mantenimiento.
Estudios de inmunoprecipitación La vía tópica con corticoides se suele aplicar
Los estudios de inmunoprecipitación en como apoyo a la administración por vía
la actualidad son considerados de los más oral o como terapia de mantenimiento. Se
definitivos e identifican los antígenos diana puede administrar fluocinolona al 0,05%
reconocidos por los autoanticuerpos del o propionato de clobetasol al 0,05%. Para
paciente, reconociéndose en el PV la Dsg 3, las lesiones localizadas principalmente en
en el PF la Dsg1. encías se pueden administrar los corticoides
La severidad de las lesiones orales está en férulas oclusales.
en relación con los niveles sanguíneos de Otros fármacos que se suelen emplear
anticuerpos anti-desmogleina-3. La severidad asociados a los corticosteroides son los
de las lesiones cutáneas está en relación con inmunosupresores. Generalmente la te-
los niveles sanguíneos de anticuerpos anti- rapia combinada se inicia con la suma de
desmogleína-1. inhibidores de la síntesis de la purina como
el mofetil micofenolato o la azatioprina.
Tratamiento El mofetil micofenolato parece desarrollar
Los fármacos de elección para el tratamiento menos efectos secundarios presentando un
del pénfigo son los corticoides, así lo refleja mayor perfil de seguridad. Tiene un inicio
el cambio que sufrió la enfermedad con la de acción lento requiriendo a menudo de 2
introducción de los mismos disminuyendo a 3 meses para el control de los anticuerpos
drásticamente las tasas de mortalidad de y es una terapia cara. La dosis recomenda-
estos pacientes. da es de 2 g/día. Los efectos secundarios
Sin embargo, las altas dosis y el tiempo pro- más comunes son linfopenia, alteraciones
longado de su utilización llevan a la apari- gastrointestinales, intolerancia ocasional
ción de graves efectos secundarios, por ello debido al dolor óseo y fatiga y aumento de
es útil la utilización de terapias adyuvantes la incidencia de infecciones. Necesita una
con agentes inmunosupresores como la monitorización sanguínea con un recuento
azatioprina, ciclofosfamida, metrotexate, hemático periódico. Este tratamiento, sin
ciclosporina, y cada vez se extiende más el embargo, no siempre resulta efectivo en todos
empleo de nuevos agentes como el mofetil los pacientes con pénfigo.
micofenolato o el tacrolimus como alter- La azatioprina ha mostrado ser más segura
nativas inmunosupresoras en monoterapia para alcanzar el control de la enfermedad y
o terapia combinada con bajas dosis de es más barata pero presenta una mayor inci-
corticoides. dencia de efectos secundarios, estos incluyen
El objetivo del tratamiento es reducir los leucopenia, pancitopenia, hepatotoxicidad
anticuerpos que producen el daño tisular. En náuseas y fiebre. El riesgo de padecer es-
el momento actual no existe ninguna terapia tos efectos disminuye determinando la
que suprima específicamente los anticuerpos actividad del enzima tiopurina metil trans-
antidesmogleína, por lo que el tratamiento ferasa ( TPMT ). Esta enzima metaboliza
sigue basado en la inmunosupresión no la azatioprina y según su actividad nos da
específica. la dosis ajustada para cada paciente. Para

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pacientes con niveles normales de TPMT la Pénfigo paraneoplásico


dosis recomendada es de 3mg/kg/día. Aunque es mucho menos frecuente que el PV cabe
Otros tratamientos son: una mención especial por la gran frecuencia e inten-
- Ciclofosfamida. sidad con que se manifiesta en la cavidad oral.
- Plasmaféresis. Fue descrito inicialmente por Anhalt y colabo-
- Inmunoglobulinas intravenosas. radores en 1990 separándolo del pénfigo, como
- Ant i c u e r p o s Ant i C D 2 0 ( R i t u x i- una enfermedad autoinmune causada por una
mab). alteración linfoproliferativa subyacente, con unos
criterios diagnósticos clínicos, histológicos, e
Pronóstico y evolución inmunológicos que lo definen.
Indicadores pronósticos. Aproximadamente dos tercios de los casos de pén-
1- Edad del paciente al inicio de la en- figos paraneoplásicos (PPN) ocurren en pacientes
fermedad donde ya se tenía conocimiento de una neoplasia,
2- La extensión de las lesiones en el tercio restante la lesión neoplásica es detectada
3- La dosis necesaria de corticosteroides después de la enfermedad mucocutánea.
La edad del paciente, la extensión de las Está asociado con mayor frecuencia a neoplasias
lesiones y la mayor dosis necesaria de hematológicas (84% de los casos) sobre todo
corticosteroides para su tratamiento determi- linfomas no Hodgkin (42%), leucemias linfocitarias
nan el pronóstico del pénfigo vulgar. crónicas (29%), enfermedad de Castleman (10%) y
El curso de la enfermedad es extremadamente otras. También se ha descrito asociado a neoplasias
variable y totalmente imprevisible, siendo mu- no hematológicas (16% de los casos).
chos los pacientes que necesitan tratamiento Se caracteriza por:
continuo con fármacos inmunosupresores. 1- Clínicamente por una severa afectación oral
Así pues, hasta no hace muchos años, lo que (estomatitis) y lesiones polimorfas cutáneas que
sucedía era lo siguiente: afectan preferentemente al tronco, extremidades,
- 10% morían. palmas y plantas en un paciente con una neoplasia
- 40% se curaban y no necesitaban tra- oculta o confirmada.
tamiento. 2- Histológicamente se evidencia un proceso cu-
- 20% requerían dosis bajas de táneo liquenoide, a menudo combinado con un
corticosteroides de mantenimiento. despegamiento intraepitelial.
- 30% tenían recurrencias continuas. 3- La IFD detecta IgG y complemento localizados
en el espacio intercelular del epitelio junto con
depósito lineal o granular del complemento en la
zona de la membrana basal.
4- Autoanticuerpos séricos que se unen no sólo a
la superficie de las células del epitelio escamoso de
piel y mucosas como en el pénfigo, sino también al
epitelio simple, columnar y transicional, detectados
por IFI y siguiendo el patrón típico del pénfigo
(positiva para los Ac antisustancia intercelular).
5- Los estudios de inmunoprecipitación recono-
cen la presencia de antígenos específicos de los
desmosomas y hemidesmosomas: desmoplakina
1 (250KD), BPAg (230KD), envoplakin y des-
moplakin II (210KD), periplakin (190KD) y un
Ag indeterminado de 170 KD y la desmogleina
1 y 3.

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Fig. 30. Pénfigo paraneoplásico. Fig. 31. Mismo caso de la fig. 30.

Fig. 32. Mismo caso de la fig. 30. Fig. 33. Mismo caso de la fig. 30.

Fig. 34. Mismo caso de la fig. 30. Fig. 35. Mismo caso de la fig. 30.

Bibliografía
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