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Aborto Consentido Por Facultativo CS
Aborto Consentido Por Facultativo CS
RECURSOS:
TEXTOS LEGALES:
JURISPRUDENCIA:
"Que los argumentos esgrimidos por el recurrente para invocar la causal de la letra a)
del artículo 373 del Código Procesal Penal como fundamento de su recurso y de la
competencia de esta Corte Suprema para conocerlo se refieren, más allá de la garantía que
menciona que se habría vulnerado, a una supuesta infracción al derecho a rendir prueba y
que esta sea apreciada y valorada conforme corresponde a la ley en la sentencia, y a la
disconformidad en cuanto a la forma cómo lo hizo el Tribunal, y aún cuando se les ha
mencionado como constitutivos de infracción de garantías constitucionales, configuran la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
interpuesta de manera subsidiaria, por cuyo motivo se procederá en conformidad con lo
dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a) del mismo código." (Corte Suprema.
Considerando 3º).
MINISTROS:
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C.,
Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el abogado integrante Sr.
Carlos Künsemüller L.
TEXTOS COMPLETOS:
2) Que, los hechos según la acusación fiscal son los siguientes; que durante el mes de
febrero de año 2005, doña María Elena Ruiz Carrasco resultó embarazada, siendo controlada
en el consultorio de Santa Rosa de la comuna de Temuco. A mediados del mes de abril del
año 2005 aproximadamente, María Ruiz, en compañía de su madre, Noralina Carrasco
Herrera, contactaron a través de un tercero, a la matrona del consultorio de Padre Las
Casas, María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le practicara un aborto, luego
de haber convenido en el precio y pagado este, la imputada Peña Vásquez, durante el mes
de mayo de 2005, le hizo llegar a través de un tercero, a Ruiz Carrasco, un sobre que
contenía pastillas en su interior, indicándole que debía tomárselas y luego de ello debía
visitarla en su oficina signada con el número 21 en el interior del consultorio de Padre Las
Casas. Es así como luego de haber seguido tales indicaciones doña María Ruiz, durante el
mes de mayo de 2005, visitó en reiteradas oportunidades a la acusada Peña Vásquez, en la
oficina del consultorio, lugar en el cual esta última, utilizando instrumental adecuado, lo
introdujo en el útero de Ruiz Carrasco, con el objetivo de provocarle un aborto, el cual en
definitiva se materializa la tarde de un día de la primera semana del mes de junio del año
2005, abortando un feto en el interior de del domicilio de ésta última, ubicado en calle
Condell Nº 480 de la comuna de Padre Las Casas.
3) Que, la defensa de la imputada solicitó su absolución por falta de participación en los
hechos que se atribuyen ya que, las acusaciones realizadas en su contra son falsas o
inverosímiles, porque ella atendió en una sola oportunidad a María Ruiz Carrasco el 17 de
mayo de 2005 y en las condiciones que consigna la ficha clínica. Su representada jamás
prescribió tabletas para causar aborto, porque estas no existen, tampoco su consultorio
dispone de instrumentos idóneos para causarlo. Agregó que es muy sospecha la condición
en que María Ruiz llegó al Hospital Hernán Henríquez, con pulso y temperatura normales sin
ningún signo que demostrara que ella sufría algún tipo de patología.
b) NORALINA ORIANA CARRASCO HERRERA, quien dijo que en el mes de febrero del año
2005, se percató que su hija María Elena, estaba muy distante, preocupada y andaba
llorosa. Posteriormente le encontró un test de embarazó, al conversar con ella le dijo que
tenía miedo que su padre supiera lo que ocurría, por lo que decidieron que debía practicarse
un aborto. Posteriormente se fue a ver las cartas con la Ludgarda Barros Burgos apodada
"La Yeya", a quien le comento esta situación, ésta le dijo que ella conocía a una matrona
que podía solucionarle el problema, por lo que cobraba la suma de $150.000. Añadió que
cuando su hija juntó el dinero, lo pusieron en dos sobres, se reunieron en las afueras del
Consultorio de Padre Las Casas con Ludgarda Burgos para ir hablar con la enjuiciada, pero
ese día se encontraba con permiso, por lo que concurrieron hasta su domicilio ubicado en el
sector de Pedro de Valdivia. Allí María Peña Vásquez le dijo su hija y a "La Yeya", que
el aborto se lo iba practicar con unas pastillas, María Elena le entregó el dinero acordado.
Posteriormente a través de "Yeya" la enjuiciada le envió un tratamiento a su hija el que
debió tomarlo durante cinco días, luego de ello tuvo que concurrir en varias oportunidades al
Consultorio de Padre Las Casas donde la acusada, le introducía objetos en su vagina con las
que realizaba maniobras para producirle el aborto, hechos que habrían desarrollado entre
los meses de abril y mayo de 2005. Manifestó también que su hija un día la llamó y le pasó
una bolsita que contenía un feto que era del porte de la palma de la mano, el que ella botó a
la basura. Posteriormente un día que había un partido de fútbol, María Elena se sintió mal,
pero no quería ir al médico, de repente se desmayó, por lo que "Romi" y Karen se la llevaron
al hospital. Por último indicó que la identidad de la matrona que realizó elaborto, la conoció
un día que se encontraba revisando una revista de la Municipalidad de Padre Las Casas
donde salía la fotografía de la enjuiciada y su hija le manifestó que ella era quien le había
practicado el aborto, persona a quién reconoció en la audiencia.
c) LUDGARDA ODELIA BARROS BURGOS, apodada "La Yeya", quien dijo que su actividad
es leer el tarot, labor que desempeña en su domicilio ubicado en la comuna de Padre de Las
Casas. Indicó que un día del mes marzo de 2005, fue hasta su hogar Noralina Carrasco
Herrera a verse las cartas, y le contó que su hija estaba embarazada y que deseaba
practicarse un aborto, por lo que ella decidió contactarse con la señora María Peña quien
era matrona del Consultorio de dicha comuna para que lo realizara, a quien conocía desde
hace más de catorce años, porque ayudó a su padres cuando estuvieron enfermos.
Manifiesta que la imputada primero se negó a efectuarlo, pero como ella le pidió que lo
realizara, porque el embarazo era producto de una relación de Magdalena con su cuñado,
por lo que aceptó realizarlo previó pago de la suma $150.000. Para concertar la forma como
se iba a realizar el aborto concurrieron a hablar con la enjuiciada al consultorio, pero como
ese día se encontraba con permiso administrativo, se dirigieron hasta su domicilio ubicado
en el sector de Pedro de Valdivia, donde María Elena le entregó el dinero que iba distribuido
en dos sobres, la imputada le preguntó el tiempo de embarazo, si tenía relaciones sexuales
constantemente y al terminó de la reunión, la encausada le dijo que tenía que volver a
buscar unos medicamentos, los que la embarazada debía tomárselo, seis cada cuatro horas
o cuatro cada seis, los que ella se los entregó a esta última un día del mayo del 2005, como
a las diez de la noche. Varios días después la Noralina Carrasco, la llamó diciéndole que su
hija tenía fuertes dolores porque había abortado y que no se había podido contactar con la
obstetra, por lo que ella le preparó una agua con hierbas. Posteriormente tuvo conocimiento
que María Elena se encontraba hospitalizada y que le había contado todo a la Policía de
Investigaciones. Por último indicó que ella decidió hablar con la encausada para que
realizara el aborto porque una vez ésta le comentó que estaba mal económicamente y si
llegaba intervención de este tipo se la llevara.
d) LUIS PATRICIO ECHEVERRíA GóMEZ, médico ginecólogo con más de veinte años de
experiencia, quien se desempeña como Jefe de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital
Hernán Henríquez, por lo que se encontraba de turno el día 9 de junio de 2005, cuando
alrededor de las 02:00 horas, llegó la paciente María Elena Ruiz Carrasco, quien tenía un
sangramiento por la vagina, con fuertes dolores hipogástricos, con antecedentes de haber
estado embarazada de unas 8 a 10 semanas. Al estudio clínico, presentaba restos de
un aborto, por lo que se le hospitalizó y se le intervino a la mañana siguiente.
Posteriormente la Dra. Zablah le comentó lo curioso que aparecía el caso, ya que, la
paciente indicaba que había tenido un aborto de un embarazo de 8 o 10 semanas, pero
luego apareció el carnet maternal en el que se consigna que la última vez que se controló
fue en el mes de mayo de 2005, cuando tenía 13 semanas, por lo que a la fecha de ingresó
tendría unas 20 semanas, lo que es un embarazo bastante grande, lo que concuerda con su
cuello uterino que se encontraba bastante dilatado. Al practicársele una ecografía se le
encontraron restos de un aborto, ya que presentaba una hemorragia por sus genitales y
restos de placenta. Por lo anterior con la doctora, concluyeron que María Ruíz había alterado
la información que les había proporcionado, ya que, es muy poco frecuente que se produzca
un aborto en un embarazo de 20 semanas, donde el feto se encuentra totalmente
desarrollado, el que pesa aproximadamente unos 400 gramos, y tiene todos sus órganos
bien desarrollados. Por lo que el testigo manifestó en forma concluyente que este tipo
deaborto tardío es muy poco probable que se produzca en forma espontánea, el que sólo
puede producirse como consecuencia de la existencia de una patología en la madre como
una incompetencia cervical, condición siempre que está precedida, de partos, abortos o
cirugías sobre el cuello del útero, o que la interrupción del embarazo puede ser provocada
también por una infección. Añadió que estas enfermedades son fácilmente detectables, y
tampoco no existe ningún antecedente fidedigno que haga suponer que la paciente hubiera
presentado algunas de ellas. Por lo que la interrupción del embarazo fue necesariamente
provocado por medios quirúrgicos o medicamentosos, que en este último caso, existen en
Chile medicamentos como el Misopostrol que permiten interrumpir el embarazo, que se
pueden administrar tanto por vía oral o vaginal, que éste fármaco produce dos acciones, una
sobre el cuello uterino donde causa alteraciones bioquímicas que ocasionan su
reblandecimiento y contracciones en el útero.
e) LORETO CONSTANZA ZABLAH ASTE, médico cirujano, quien está realizando su
especialidad en ginecología en la Universidad de la Frontera, por lo que estaba de turno en
el Servicio de Urgencia de la Maternidad del Hospital Regional en la madrugada del día 9 de
junio de 2005, y le correspondió atender a María Ruiz Carrasco, quien le dijo que tenía una
hemorragia vaginal desde alrededor de 23:00 horas del día anterior, sin carnet maternal, sin
menstruación, estaba eliminando restos placentarios, con un útero pequeño y muy pálida.
Por lo que, se le realizó una ecografía, la que mostró un útero pequeño, con el endometrio
con restos de aborto, por lo que se le ingresó a la sala recuperación. Al día siguiente a la
paciente se le detectó una anemia, lo que le indicaba que la hemorragia había durado un
tiempo superior a lo señalado por la enferma, ya que tenía un hematocrito de un 15%
cuando normalmente este es superior a 42%. Posteriormente, se le hizo entrega de un
carnet maternal, el que le llamó mucho la atención, ya que, la última regla de María Elena
había sido en enero del 2005, que había estado tomando pastillas hasta el mes de febrero,
lo que no era concordante con lo manifestado por ella y que su último control se lo realizó el
13 de mayo del año pasado, donde se dejo constancia que el embarazo a esa época era de
13 semanas, lo que se había sido establecido mediante una ecografía. Indicó que lo extraño
del caso y que los hizo pensar en un posible aborto, era que la paciente nunca reconoció el
tiempo de su embarazo y el hecho de no reconocer haber expulsado un feto, el que por su
desarrollo era de aproximadamente 20 semanas era muy difícil que no se hubiera percatado
de ello. Manifestó que es muy poco probable que se hubiera producido
un aborto espontáneo, con una guagua ya formada. Lo que eventualmente se puede
producir por ejemplo por cuando existe una incompetencia cervical, lo que ocurre
consecuencia de haber tenido otros partos u otros abortos, lo que no ocurría en este caso,
además que dicha patología son fácil de detectar precozmente derivándosele a la
embarazada a la unidad correspondiente. Por lo que concluyó, que al no existir ningún tipo
de patología que le produjera la interrupción del período de gestación, esto fue
necesariamente provocado, lo que se puede realizar con un medicamento denominado
Misopostrol el que puede ser suministrado por vía oral o vaginal, que es utilizado para
inducir el trabajo de parto, o a través de la manipulación con algún herramienta para romper
el huevo. Concluyó manifestando que los instrumentos que se encuentran en cualquier
consultorio de una matrona, como las pinzas, los espejos, el espéculo y el histerómetro son
idóneos para interrumpir un embarazo al producir el rompimiento del huevo. Con la
declaración de la testigo se incorporó el carnet de maternidad de María Elena Ruiz Carrasco.
f) RAÚL ROBERTO HENRÍQUEZ BURGOS, Abogado, quien se desempeña como asesor
jurídico de la Municipalidad de Padres Las Casas, indicó que le correspondió instruir un
sumario administrativo en contra de la enjuiciada a consecuencia de una denunciada
realizada por el médico Juan Eduardo Delgado Castro, en el cual se le realizaron cargos por
adulteración de cuatro fichas clínicas por atenciones realizadas el día 17 de mayo de 2005 y
por contravención a la probidad administrativa, por utilizar dependencias en ajenas a las
propias del servicio municipal. En dicha investigación le correspondió realizar diversas
diligencias entre las cuales se le tomó declaración María Ruiz Carrasco y a su madre quienes
le indicaron que a través de "La Yeya" tomaron contacto con la imputada con quien
acordaron que ésta le practicaría un aborto a María Elena previo pago de la suma de
$200.000, para lo cual se le suministró un tratamiento con pastillas, posteriormente en
reiteradas oportunidades se le introdujo por la vagina una pinza y un instrumento parecido a
un palillo con los que tiraba hacia afuera, lo que le producía sangramiento, a consecuencia
de lo cual se produjo la expulsión de feto. Agregó que además que se le tomó declaración al
doctor Juan Delgado quien le manifestó que a mediados del mes de junio el padre de María
Elena le dijo que su hija se encontraba muy enferma, por lo que le pidió que la fuera a
visitar, y al consultarle a esta sobre lo que le había ocurrido, le manifestó que había sufrido
unaborto el que fue practicado por la enjuiciada. Añadió que durante el curso de la
investigación se le realizó una inspección personal al box Nº 21 del Consultorio de Padre Las
Casas, dependencias en las cuales la facultativo le habría realizado maniobras abortivas a
María Ruiz Carrasco, constando que allí existían en ecógrafo, pinzas y un instrumento
llamado histerómetro que es muy parecido a un palillo, el que presumiblemente habría sido
utilizado por la enjuiciada en la comisión de los hechos motivos de este juicio, según la
descripción que le realizó Ruiz Carrasco. Concluyó diciendo que la acusada había sido
destituida de su cargo por haber falsificado cuatro fichas clínicas y por que tuvo participación
en maniobras que tuvieron por objeto la interrupción del embarazo de una paciente del
consultorio municipal.
a) NÉSTOR SAN MARTÍN URRUTIA, médico legista del Servicio Médico Legal de Temuco,
quien manifestó que examinó a María Elena Ruiz Carrasco, quien le dijo que en el mes de
abril de 2005, no recuerda fecha, se practicó un aborto en el Consultorio de Padre Las
Casas con una matrona de nombre María Cecilia Peña Vásquez, quien le realizó una
ecografía y le luego le dio a tomar unas pastillas, seis comprimidos cada cuatro horas por
cinco días, después de lo cual la controló en el mismo consultorio día por medio, períodos en
los cuales le hacia tacto y le introducía unas pinzas dentro de la vagina, lo que a los siete
días le produjo abundante regla con sangramiento y desmayos por lo que fue hospitalizada
el 9 de junio de 2005, con diagnostico restos deaborto. Concluyó indicando que la
examinada fue desflorada en fecha no reciente y que las características del cuello cervical
son compatibles con un parto vaginal de un feto mayor o igual a doce semanas, porque este
se encuentra alargado en forma horizontal y no puntiforme como las personas que no han
tenido embarazo.
c) EVELYN SEPÚLVEDA MARTÍNEZ, médico siquiatra legista del Servicio Médico Legal de
Temuco, quien dijo que la imputada es una mujer sin alteración del juicio de realidad, con
un coeficiente intelectual dentro de lo normal, que sabe discernir lo correcto y lo incorrecto,
imputable ante la ley.-
a) Ficha Clínica del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, de María Elena
Ruiz Carrasco donde se consigna que fue atendida en el Servicio de Urgencia el 09 de junio
2005, la que al examen físico presentaba una hemorragia vaginal, resto de tejidos lo que
indica la existencia de un aborto. Indica además que a los profesionales que la atendieron
les llama la atención que la embarazada hubiera sufrido un abortotardío, lo que es muy
poco probable cuando el feto pesaba aproximadamente unos feto 400 a 500 gramos. b)
Ficha clínica Nº 23.019, correspondiente del consultorio Padre Las Casas, de la persona
precitada, en la se señala que su última atención médica se realizó el 17 de mayo en
extensión horaria por la imputada, en la que e indica que la paciente le señaló a la imputada
que tiene una actividad sexual activa, que no se dejó practicar examen ginecológico y que
tenía un embarazo de 12 semanas. c) Informe diario de atención de la gestante
correspondiente del Consultorio de Padre Las Casas correspondiente a las atenciones que
prestó la imputada en extensión horaria, el 17 de mayo de 2005 entre la cuales se
encuentra Ruiz Carrasco y d) Tarjeta Nº 43.058 de Control Perinatal de la acusada María
Elena Ruiz Carrasco y ficha clínica procedente del Consultorio Santa Rosa, donde se consigna
que último control maternal en ese establecimiento por parte de María Ruiz Carrasco se
realizó el 05 de mayo de 2005, en que se estableció que tenía un embarazo de trece
semanas.
6) Que, la defensa con la finalidad de acreditar sus dichos rindió prueba consistente en
testigos, peritos e incorporo prueba documental.
c) JUAN EDUARDO DELGADO CASTRO, médico, quien dijo que se desempeñaba en el
Consultorio de Padre Las Casas, que el 15 o 16 de junio de 2005 el padre de María Elena le
pidió que fuera ver a su hija, quien estaba en malas condiciones físicas. Agregó que al
concurrir a visitar a la paciente esta le manifestó que la imputada le habría practicado
un aborto cobrándole la suma de $200.000, para ello le suministró en primer terminó unas
pastillas y posteriormente en el consultorio de dicha comuna, le introdujo unos instrumentos
en el útero, con la finalidad de interrumpir el embarazo. A raíz de estos hechos, realizó una
denuncia al director de dicho establecimiento asistencial a fin de que se determinaran
responsabilidades administrativas. Indicó también que una de las drogas más comunes para
producir aborto es el Misopostrol.
d) BRUNILDA AURORA TRONCOSO ÁVILA, técnico paramédico, quien dijo que conoce a
la enjuiciada desde hace seis años, cuando ingresó a trabajar al Consultorio de Padres Las
Casas, en el Servicio de Maternidad. Agregó que el procedimiento administrativo en el
programa de extensión, se realiza mediante un cuaderno de citación y con ellos se solicita
las fichas a SOME, atención que se realiza entre las 17 a 19 horas, siendo los usuarios
atendidos con su ficha personal. Añadió que existe además la atención espontánea, que se
solicita al profesional de turno. Por último manifestó que la matrona atiende con la
asistencia de un paramédico, que siempre esta entrando y saliendo de su oficina, pero que
se mantiene la puerta cerrada cuando se atiende a un paciente y que ella trabaja hasta las
19:00 horas.-
e) JIMENA CECILIA VEJAR DÍAZ, técnico paramédico quien se desempeña en Consultorio
de padre Las Casas, que conoce a la imputada por que trabaja con ella. Agregó que
desempeña sus funciones con todas las matronas en el box Nº 22, normalmente en horario
de 8 a 17 horas y en extensión horaria hasta las 19 horas, pero normalmente la enjuiciada
se quedaba sola con los pacientes restantes.
f) CARLOS RAÚL ORTIZ BUSTOS, encargado de aseo del consultorio de Padre Las Casas,
supervisor de aseo de su empresa trabaja siete personas, en los distintos departamentos, de
las 7 a las 21.30 horas pero que en ocasiones se puede extender hasta las 22 o 23,30 horas.
Manifestó que conoce a la imputada quien trabaja el box 21, en el cual realiza labores Silvia
Espinosa cuando dicha dependencia se encuentra desocupada.
g) SILVIA DEL CARMEN ESPINOZA MORAGA, encargada del aseo de las oficinas del
Consultorio de Padre Las Casas, dijo que trabajaba en un horario comprendido de las 9 a 13
y de 15 a 21 horas en los box que se encontraban desocupado, que conoce a la imputada
quien realizaba sus funciones en la oficina 21, entre las 8 a 21:30 horas.
h) ANA GARRIDO SALVO, auxiliar de Farmacia del Consultorio de Padre Las Casas, dijo
que su función era el despacho de medicamento a pacientes, los que llegaban prescritos de
los servicios. Agregó que los medicamentos todos salen de la farmacia con especificaciones
de los facultativos, que los prescritos por la matrona son óvulos, antiespasmódicos.
a) MARÍA ISABEL THIERS RIQUELME, psicóloga, quien expresó que María Cecilia Peña
Vásquez tiene una fuerte personalidad con tendencia a la confrontación y a la
autoconcentración, y que está viviendo una depresión post traumática, por la pérdida de su
fuente laboral, lo que le produce labilidad emocional, dado que ha visto limitado su derecho
al trabajo, que es para ella una fuente importante de gratificaciones.
b) JIMENA JACQUELINE DELGADO RIVAS, asistente social, indicó que la imputada ha
sufrido perdidas significativas durante el período de imputación del delito de abortoy que
dicen relación con su ámbito laboral donde fue suspendida de su cargo y ha sufrido un
deterioro de su salud, ya que, una depresión reactiva y cuadro de estrés post traumático,
presentando una alta sintomatología. La imputada cuenta con arraigo familiar al existir
vinculación afectiva significativa con importantes miembros unidos por lazos consanguíneos
y representados por sus hijos, padres (recientemente fallecidos) y hermanos. A su vez,
presenta arraigo social determinado por tener domicilio estable, un titulo profesional como
es el de matrona el que se encuentra acompañado al informe, lo que se complementa con
un extenso curriculum, que se refleja en las diversas capacitaciones y que la destacan como
funcionaria comprometida profesionalmente.
c) LUIS SILVA FUENTES, médico psiquiatra, quien manifestó que la enjuiciada tiene un
lenguaje notificativo, sin alteraciones de la forma, el contenido o el control del pensamiento,
sin alteraciones de efectividad, memoria. Agregó que en su personalidad aparecen rasgos de
tipo fanático, por su perfeccionismo, intolerancia por la mentira aún a costa de daño
personal, con un gran concepto de su propio valer y con una gran intolerancia frente a las
faltas o defectos ajenos. Como conclusiones indicó que la acusada no presenta ninguna
patología mental y que es portadora de una personalidad de Cluster lo que hace muy difícil
de aceptar que haya incurrido en el delito que se imputa.-
8) Que, las declaraciones de los testigos presentados por el Ministerio Público, provienen
constituidos por testimonial y parcial, a cuyos atestados se les dará crédito por cuanto
proporcionaron una relación circunstanciada de los hechos que narraron, testimonios que
son concordantes entre sí y avalados, en lo pertinente, por los informes periciales
analizados, razón por la cual se acoge la prueba rendida por la parte acusadora, como
quiera, que no fue controvertida por ninguna otra fidedigna durante la audiencia.
Por tales razones, los elementos de juicio que se analizan, valorados con libertad,
permiten tener por acreditado más allá de toda duda razonable, que durante el mes de
febrero del año 2005, María Elena Ruiz Carrasco resultó embarazada, siendo controlada en
el consultorio de Santa Rosa de la comuna de Temuco. A mediados del mes de abril del año
precitado, María Ruiz, en compañía de su madre, Noralina Carrasco Herrera contactaron, a
través de Ludgarda Barros Burgos apodada la "Yeya", a la matrona del consultorio de Padre
Las Casas María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le practicara un aborto.
Previo pago de la suma de $200.000, la imputada, le hizo llegar a través de la señora
"Yeya", a Ruiz Carrasco un sobre que contenía pastillas en su interior, indicándole que debía
tomárselas, después de lo cual debía visitarla en el consultorio de Padre Las Casas; lo que
María Ruiz hizo en reiteradas oportunidades del mes de mayo de 2005, ocasiones en que la
acusada utilizando instrumental apropiado, lo introdujo maliciosamente en su útero, con el
objetivo preciso de provocarle la interrupción del embarazo, el que en definitiva se produjo
la tarde de un día de la primera semana del mes de junio del mismo año, expulsando un feto
un peso aproximado de 400 a 500 gramos y con veinte semanas de gestación, que fue
arrojado a la basura en una bola plástica en su domicilio.
9) Que, los hechos antes reseñados configuran el delito de aborto consentido provocado
por facultativo causado a María Elena Ruiz Carrasco, previsto y sancionado en los artículos
342 Nº 3 y 345 del Código Penal, en grado de consumado, en el que se atribuye a la
acusada María Cecilia Peña Vásquez participación de autora por haber intervenido en su
ejecución de manera inmediata y directa.
El primero de los elementos del tipo penal queda acreditado fehacientemente en el juicio
con la incorporación de la ficha clínica y tarjeta de control perinatal Nº 43.058 de María
Elena Ruiz Carrasco del Consultorio de Santa Rosa, donde se consigna que el 05 de mayo de
2005 se le practicó un control maternal, donde se estableció que tenía trece semanas de
embarazo. Asimismo con la ficha Nº 23019 del Consultorio de Padre Las Casas que indica
que el 17 de mayo del mismo año presentaba un estado de gravidez 12 semanas, lo que se
encuentra refrendado por lo manifestado por ésta, su madre Noralina Oriana Carrasco y
Ludgarda Barros Burgos.
El segundo de los elementos se encuentra probado con los dichos de María Elena Ruiz
Carrasco y Noralina Carrasco, testigos imparciales, verídicos y quienes dan razón de sus
dichos al manifestar que, por intermedio de Ludgarda Barros Burgos apodada la "Yeya",
contactaron a la matrona del María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le
practicara un aborto a Carrasco Ruiz, lo que se realizó previo pago de la suma de $200.000,
para lo cual la imputada le hizo llegar a través de la primera, a la embarazada un sobre con
pastillas, indicándole que debía tomárselas, después de lo cual debía visitarla en el
consultorio de Padre Las Casas; lo que, María Ruiz, hizo en reiteradas oportunidades durante
el mes de mayo de 2005, ocasiones en que la acusada le introdujo en su útero una pinza y
otro instrumento parecido a un palillo con los cuales le tiraba hacia fuera, para producirle
el aborto, produciéndole sangramiento, y que posteriormente provocó la expulsión del feto
la primera semana del mes de junio del mismo año. Unido a ello se encuentra la declaración
de los médicos ginecólogos Luis Echeverría Gómez y Loreto Zablah Aste, quienes están
contestes en indicar que María Ruiz Carrasco fue internada en el Hospital Regional, el 09 de
junio de 2005, con una anemia provocada por una hemorragia vaginal, que según la
ecografía estaba eliminando restos placentarios y con un útero pequeño. Posteriormente se
les hizo entrega de un carnet maternal, con el que pudieron determinar que la paciente
había tenido un aborto de un feto de unas 20 semanas, lo que es muy poco probable que se
haya producido en forma espontánea, pues se trataba una guagua que se encontraba ya
formada. Además, que María Elena no presentaba ninguna patología que lo pudiera
provocar, ni tampoco existía ningún antecedente fidedigno que hubiera tenido alguna
enfermedad que lo produjera. Por lo que concluyen indicando que la interrupción del
embarazo fue provocado, lo que se pudo haberse realizado a través de un medicamento
denominado Misoprostol, que es utilizado para inducir el trabajo de parto o a través de la
manipulación con algún elemento para romper el huevo y sus posterior desprendimiento.
Indicó el segundo de los deponentes que cualquiera de los instrumentos que se encuentran
en el consultorio de cualquier matrona sirven para tales efectos, como las pinzas, espejos o
histerómetros. Se suma ello, el dicho del perito médico NÉSTOR SAN MARTÍN URRUTIA,
quien manifestó que la examinada fue desflorada en fecha no reciente y que las
características del cuello cervical son compatibles con un parto vaginal de un feto mayor o
igual a doce semanas, porque éste se encuentra alargado en forma horizontal y no
puntiforme como las personas que no han tenido embarazo. Concuerda con lo anterior lo
señalado por el abogado Raúl Henríquez Burgos, quien en el sumario administrativo seguido
en contra de la enjuiciada pudo establecer con las declaraciones de los testigos María Ruiz
Carrasco, Noralina Carrasco Herrera y Juan delgado que, al primero de los testigos la
acusada le habría provocado un aborto suministrándole medicamentos y mediante la
manipulación del útero con instrumental médico apropiado. Por último la ficha clínica del
Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, donde que se señala que en el Servicio
de Urgencia fue atendida Ruiz Carrasco el día 09 de junio 2005, donde al examen físico
presentaba resto de un aborto, con coágulos y perdida de tejidos. Se indica también que le
llama la atención a los facultativos que se hubiera producido unaborto tardío con un feto
que podría pesar entre 400 a 500 gramos.
En efecto, el tratamiento previo consistentes en ingerir pastillas por vía bucal y el uso de
los instrumentos antes mencionados resultó idóneo para producir el resultado antijurídico ya
analizado, pues mediante su uso malicioso se logró la interrupción violenta del fruto de la
concepción, conducta que demuestra su participación y responsabilidad directa en estos
hechos, reiterándose de este modo el rechazo de la absolución solicitada por su defensa.
12) Que, este tribunal descarta lo expresado por imputada en cuanto a que ella no fue la
autora del delito que se imputa en la acusación, ya que, su testimonio aparece desvirtuado
en forma categórica por lo expresado por los testigos María Ruiz Carrasco y Noralina
Carrasco Herrera quienes aparecen creíbles, por ser más imparciales, verídicos y que se
encuentren contestes en señalar que la enjuiciada le practicó un aborto a la primera de ella
en su calidad de matrona, lo que aparece ratificado por Ludgarda Barros Burgos y por los
testigos Raúl Henríquez Burgo, Juan Delgado y el perito Néstor San Martín Urrutia.
Por otro lado no aparece lógico estimar que Ruiz Carrasco y su madre estuvieran
falseando los hechos con la finalidad de inculpar a la enjuiciada, ya que, producto de estos
fueron formalizadas y condenadas a través de un procedimiento abreviado ante el juzgado
de ésta ciudad. Se agrega a ello, el hecho que la denuncia que inició la investigación criminal
la realizaron los médicos del Hospital Henríquez, ya que, en todo momento Ruiz Carrasco
ocultó el tiempo de su embarazo y que se le hubiera producido un aborto, lo que sólo
reconoció cuando quedó en evidencia por la existencia de un carnet maternal y una
ecografía que ilustraba que su estado de gravidez era mucho mayor al indicado por ella.
Además, todo lo señalado por María Ruiz y Noralina Carrasco aparece ratificado por la
testigo Ludgarda Barros Burgos, quien incluso señaló sentir un gran un aprecio por la
enjuiciada, lo que fue ratificado por ésta, Por lo que necesariamente de acuerdo a las reglas
de la lógica y máxima de la experiencia debe concluirse que de ninguna manera Barros
Burgos ha querido perjudicarla, al declarar sobre hechos que no fueran verdaderos.
13) Que, se desestima también la declaración de los testigos presentados por la defensa
en atención a las siguientes consideraciones:
El testimonio de Brunilda Troncoso Ávila y Jimena Vejar Díaz se desecha, en atención a
que ambas, si bien trabajan con la enjuiciada no tiene ningún antecedente cierto sobre los
hechos que motivan la acusación, ya que, ellas manifestaron que sus labores prolongaban
hasta las 19:00 horas y como claramente establecido en el juicio las maniobras abortivas
realizadas por la enjuiciada fueron desarrolladas con posterioridad a las 20:00 horas, en un
horario estas ya se habían retirado del establecimiento asistencial.-
La declaración Cristian Muller Wohlel se desestima en atención a que expuso sobre
hechos que no son motivo de la acusación, como lo es que el médico Juan Delgado hubiera
registrado mayor número de atenciones que las que realmente realizó.
El testimonio de Sergio Hernández Muñoz, se desestima en razón de que sus dichos en
cuanto a que no existen medicamentos que puedan causar aborto que pueden ser
administrados por vía oral, aparecen en contradicción con lo expresado por los médicos
especialista Luis Echeverría y Loreto Zablah, quienes aparecen como mejor informados y
más creíbles, porque sus expresiones no sólo tienen una fundamentación teórica, sino que
está corroborada por la practica de muchos años en un establecimiento hospitalario donde
se atiende gran número de pacientes. Además, que el profesional sólo tiene sabe de dichas
drogas por la literatura, sin que haya demostrado que hubiera presenciado la utilización de
dichos fármacos.
Lo expresado por Ana Garrido Salvo será también será desestimado en atención que no
aporta ningún antecedente relevante sobre los hechos que son motivos de este juicio, ya
que ni siquiera tiene conocimiento donde se encuentra ubicado el box donde se cometió el
ilícito.
Lo manifestado por Carlos Ortiz Bustos y Silvia del Carmen Espinoza Moraga, se rechaza
en atención que son las personas encargadas del aseo y que sólo esto lo realizan cuando las
dependencias del consultorio se encuentran desocupadas, por que evidentemente no podría
percatarse de lo que estuviera ocurriendo dentro del box utilizado por la enjuiciada.-
En cuanto a los documentos presentados por la defensa se rechazan fundado en las
siguientes consideraciones:
El instrumento que se refiere a la denuncia realizada por la enjuiciada en contra de Juan
Delgado Castro en Contraloría, la solicitud de informe y la fotocopia de la hoja vespertina del
mes mayo de 2005, serán desestimadas porque se refieren a hechos que no tienen ninguna
vinculación con los hechos que motivan este juicio, ya que, contrariamente a lo sostenido
por la defensa, no existe ningún antecedente fidedigno, que exista una persecución en
contra de la acusada por parte de Delgado Castro, porque la denuncia que dio inició a la
investigación criminal fue realizada por médicos del Hospital Regional dando cumplimiento a
una obligación legal.
En cuanto a la fotocopia de la resolución por la cual se ordena instruir sumario en contra
de la enjuiciada, no aporta ningún antecedente relevante en el juicio, ya que se encuentra
latamente acreditado que se instruyó sumario en contra de María Peña Vásquez, que
culminó con la destitución de la enjuiciada.
En cuanto a la literatura científica que indica que misopostrol debe administrarse
preferentemente por vía vaginal para que sea más eficaz, no tiene mayor relevancia en
cuanto a los hechos del juicio, porque dicho estudio no descarta en forma alguna que dicha
droga sea suministrada vía por oral tal, como lo sostiene los médicos Luis Echeverría y
Loreto Zablah.-
Las declaraciones prestadas por los médicos precitados y por el Director del
Departamento de Salud de la Municipalidad de Padre Las Casas ante la acusadora no tiene
ningún valor, ya que el único testimonio quien que puede ser valorado por el tribunal, es el
que se ha presentado en el juicio oral y público, dando cumplimiento con sus principios
básicos como lo son, la inmediatez y la contradicción. Para los únicos efectos que pueden ser
utilizadas las declaraciones realizadas ante el Ministerio Público, es para ejercer los derechos
que les otorga a los intervinientes el artículo 332 del Código Procesal Penal.
15) Que, a la acusada le favorece la atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal,
esto es, su irreprochable conducta anterior que se encuentra acreditada con el extracto de
filiación y antecedentes que se encuentra exento de anotaciones prontuariales y el peritaje
social y su ampliación realizada por la asistente social Jimena Delgado Rivas, con el que se
acredita que la enjuiciada tiene una larga trayectoria profesional de servicio público, arraigo
social y familiar. Además consta de la documental incorporada que se trata de una
profesional de 53 años período en el cual no sido objeto de persecución penal, que ha
desempeñado el cargo de tesorera de la Federación Regional de Funcionarios de salud
Municipal IX Región demostrando gran responsabilidad en el cargo, ha tenido participación
como funcionaria de excelencia de la Municipalidad de Padre Las Casas y registra
anotaciones de mérito anotadas en su hoja de vida funcionaria por su activa participación en
Campaña de la Semana Mundial de la Lactancia, por su participación en la situación de
emergencia que afectara a la a la comuna, por gestión realizada en toma de examen PAP,
por su participación en Campaña Nacional de Vacunación Antisarampión de esa comuna,
entre otras. En virtud de lo anterior y haciendo uso el Tribunal de la facultad que le concede
el artículo 68 bis del Código Punitivo, se accederá a la solicitud de la defensa de considerar
dicha atenuante como muy calificada.
16) Que, el delito de aborto consentido causado por facultativo se sanciona con las
pena establecida en el artículo 342 Nº 3 del Código Penal aumentada en un grado, esto es,
con presidio menor en su grado máximo y que favoreciendo a la enjuiciada una atenuante la
que se estima como muy calificada, procederá a rebajarse la pena en un grado, quedando
esta en presidio menor en su grado medio.-
I. Que se condena, con costas, a la acusada MARÍA CECILIA PEÑA VÁSQUEZ, ya
individualizada, a la pena de TRES AÑOS de presidio menor en su grado medio y, a la
accesoria de suspensión de cargo y oficio público durante el tiempo de la condena, en su
calidad de autora del delito de aborto consentido provocado por facultativo causado en la
persona de María Elena Ruiz Carrasco, ocurrido durante los primeros días del mes de junio
del 2005 en la comuna de Padre Las Casas.
Pronunciada por los jueces de la Primera Sala Erasmo Sepúlveda Vidal, quien la presidió,
Jorge González Salazar y Alejandro Vera Quilodrán.
1º Que a fojas 33 la defensa de la imputada María Cecilia Peña Vásquez ha recurrido de
nulidad en contra del juicio y de la sentencia dictada por el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Temuco, RIT 113-06, que la condenó a la pena de tres años de presidio menor en
su grado medio, más las accesorias legales y las costas de la causa, como autora del delito
de aborto, hecho ocurrido en junio de 2005.
2º Que el recurso se ha fundado en la causal prevista en la letra a) del artículo 373 y,
subsidiariamente, en la letra e) del artículo 374, todos del Código Procesal Penal. Señala
respecto de aquélla que da competencia a esta Corte, que se ha vulnerado el artículo 19 nº
3 inciso quinto de la Constitución Política de la República, toda vez que no fue debidamente
probada su participación en los autos y la sentencia "ha contravenido gravemente la
garantía constitucional invocada al condenar a la acusada, toda vez que la prueba de que se
ha valido el Ministerio Público, no sólo es equívoca sino que insuficiente para destruir la
presunción de inocencia, lo que imposibilita objetiva y absolutamente toda convicción, como
la que señalan haber logrado los sentenciadores, pues, basta con afirmar que se ha llegado
a tal convicción, sino que, y mejor aún, ella debe provenir en forma elocuente y eficazmente
de la prueba rendida en el juicio".
3º Que los argumentos esgrimidos por el recurrente para invocar la causal de la letra a)
del artículo 373 del Código Procesal Penal como fundamento de su recurso y de la
competencia de esta Corte Suprema para conocerlo se refieren, más allá de la garantía que
menciona que se habría vulnerado, a una supuesta infracción al derecho a rendir prueba y
que esta sea apreciada y valorada conforme corresponde a la ley en la sentencia, y a la
disconformidad en cuanto a la forma cómo lo hizo el Tribunal, y aún cuando se les ha
mencionado como constitutivos de infracción de garantías constitucionales, configuran la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
interpuesta de manera subsidiaria, por cuyo motivo se procederá en conformidad con lo
dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a) del mismo código.
Rol Nº 5.383-06.
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del
C., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el abogado integrante Sr.
Carlos Künsemüller L.