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Fallo : 5.383-06.

treinta y uno de octubre de dos mil seis.


Segunda Sala
MATERIAS:

- TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE TEMUCO CONDENA A RECURRENTE POR


DELITO DE ABORTO CONSENTIDO PROVOCADO POR FACULTATIVO.-
- CORTE SUPREMA OMITE PRONUNCIAMIENTO Y ORDENA REMISIÓN DE RECURSO DE
NULIDAD A CORTE DE APELACIONES PARA SU CONOCIMIENTO Y FALLO.-
- CONFIGURACIÓN DE CAUSAL DE NULIDAD ABSOLUTA POR OMISIÓN EN SENTENCIA DE
REQUISITOS PREVISTOS EN ARTÍCULO 374 LETRA E) DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL.-

RECURSOS:

RECURSO DE NULIDAD (VUELVAN LOS ANTECEDENTES A CORTE APELACIONES DE TEMUCO


A FIN DE QUE CONOZCA Y FALLE RECURSO DE NULIDAD).-

TEXTOS LEGALES:

CONSTITUCIÓN POLÍTICA, ARTÍCULO 19 Nº 3 INCISO 5º.-


CÓDIGO PROCESAL PENAL, ARTÍCULOS 372, 373 LETRA A), 374 LETRA E), 378 Y 383
INCISO 3º LETRA A).-

JURISPRUDENCIA:

      "Que los argumentos esgrimidos por el recurrente para invocar la causal de la letra a)
del artículo 373 del Código Procesal Penal como fundamento de su recurso y de la
competencia de esta Corte Suprema para conocerlo se refieren, más allá de la garantía que
menciona que se habría vulnerado, a una supuesta infracción al derecho a rendir prueba y
que esta sea apreciada y valorada conforme corresponde a la ley en la sentencia, y a la
disconformidad en cuanto a la forma cómo lo hizo el Tribunal, y aún cuando se les ha
mencionado como constitutivos de infracción de garantías constitucionales, configuran la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
interpuesta de manera subsidiaria, por cuyo motivo se procederá en conformidad con lo
dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a) del mismo código." (Corte Suprema.
Considerando 3º).

MINISTROS:

Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C.,
Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el abogado integrante Sr.
Carlos Künsemüller L.

TEXTOS COMPLETOS:

      SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL:

      Temuco, veintinueve de septiembre de dos mil seis.

      VISTO, OÍDO Y CONSIDERANDO:

      1) Que, en audiencias sucesivas realizadas los días 21 al 25 de septiembre en curso, se


constituyó la Primera Sala Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de esta ciudad, con la
asistencia de los Fiscales del Ministerio Público César Schibar Díaz y Roberto Garrido Badwell
y de los abogados defensores privados Guido Sepúlveda Sánchez y Sergio Díaz Bravo, para
los efectos de conocer en juicio la acusación interpuesta por el Ministerio Público en contra
de María Cecilia Peña Vásquez, soltera, matrona, RUN Nº 6.772.568-9, domiciliada en calle
Pinto Puelma Nº 216, Temuco, nacida en Traiguén 53 años, y sujeta actualmente a medidas
cautelares del artículo 155 del Código Procesal Penal.

      2) Que, los hechos según la acusación fiscal son los siguientes; que durante el mes de
febrero de año 2005, doña María Elena Ruiz Carrasco resultó embarazada, siendo controlada
en el consultorio de Santa Rosa de la comuna de Temuco. A mediados del mes de abril del
año 2005 aproximadamente, María Ruiz, en compañía de su madre, Noralina Carrasco
Herrera, contactaron a través de un tercero, a la matrona del consultorio de Padre Las
Casas, María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le practicara un aborto, luego
de haber convenido en el precio y pagado este, la imputada Peña Vásquez, durante el mes
de mayo de 2005, le hizo llegar a través de un tercero, a Ruiz Carrasco, un sobre que
contenía pastillas en su interior, indicándole que debía tomárselas y luego de ello debía
visitarla en su oficina signada con el número 21 en el interior del consultorio de Padre Las
Casas. Es así como luego de haber seguido tales indicaciones doña María Ruiz, durante el
mes de mayo de 2005, visitó en reiteradas oportunidades a la acusada Peña Vásquez, en la
oficina del consultorio, lugar en el cual esta última, utilizando instrumental adecuado, lo
introdujo en el útero de Ruiz Carrasco, con el objetivo de provocarle un aborto, el cual en
definitiva se materializa la tarde de un día de la primera semana del mes de junio del año
2005, abortando un feto en el interior de del domicilio de ésta última, ubicado en calle
Condell Nº 480 de la comuna de Padre Las Casas.

      A juicio del Ministerio Público, la conducta descrita configura el delito


de ABORTOPROVOCADO POR FACULTATIVO, previsto y sancionado en el artículo 345 del
Código Penal, señalando que a la acusada MARÍA CECILIA PEÑA VÁSQUEZ, se le atribuye
participación punible en calidad de autor, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 14º Nº 1
y 15 Nº 1, del Código Penal, encontrándose el delito en grado de consumado y que la
atenuante contemplada en el artículo 11 Nº 6 del Código penal, esto es, "irreprochable
conducta anterior", por lo que se solicitó que se le condene a una pena de CUATRO AÑOS de
presidio menor, más las accesorias legales.

      3) Que, la defensa de la imputada solicitó su absolución por falta de participación en los
hechos que se atribuyen ya que, las acusaciones realizadas en su contra son falsas o
inverosímiles, porque ella atendió en una sola oportunidad a María Ruiz Carrasco el 17 de
mayo de 2005 y en las condiciones que consigna la ficha clínica. Su representada jamás
prescribió tabletas para causar aborto, porque estas no existen, tampoco su consultorio
dispone de instrumentos idóneos para causarlo. Agregó que es muy sospecha la condición
en que María Ruiz llegó al Hospital Hernán Henríquez, con pulso y temperatura normales sin
ningún signo que demostrara que ella sufría algún tipo de patología.

      Todo este procedimiento seguido en contra de su representada, se debe a una


persecución realizada por el médico del Consultorio de Padre Las Casas Juan Delgado
Castro, porque María Peña fue designada en mayo de 2005 para corregir irregularidades en
el consultorio en su jornada vespertina, cuando el mencionado facultativo registró en su
atención mayor número de atenciones de pacientes al que realmente podía realizar, lo que
provocó una persecución en su contra por parte aquél, que culminó con la denuncia por el
delito de aborto ante la Alcaldesa de Padre Las Casas, para impedir que la enjuiciada
continuara realizando sus labores de fiscalización.

      Manifiesta también que no desconoce la existencia del aborto, pero que en el no tiene


ninguna intervención la acusada por no existir ningún antecedente fidedigno que así lo
acredite y que entre las declaraciones de los testigos de la acusadora existen diversas
contradicciones, como el monto del dinero que se cobro y lugar donde se canceló.

      4) Que, las partes no arribaron a convenciones probatorias:

      5) Que, el Ministerio Público, con la finalidad de acreditar el hecho punible y la


participación culpable de la acusada, se valió de prueba testimonial, pericial y documental.

      La prueba de testigos consistió en la declaración:


      a) MARÍA ELENA RUÍZ CARRASCO, quien dijo que en febrero de 2005, resultó
embarazada, por lo que se empezó a controlarse en el Consultorio de Santa Rosa, ya que
con su pareja habían decidido tener su guagua, pero en el mes de marzo su mamá le
encontró un test de embarazo, por lo que ella le comentó que tenía mucho miedo que su
padre se enterara, porque que estaba muy delicado de salud y había sufrido mucho cuando
una de sus hermanas tuvo una guagua sin estar casada. En razón de ello acordaron que se
practicara un aborto, y que ese mismo día su madre tenía una hora al médico en el
consultorio de Padre las Casas, donde se encontró con Ludgarda Barros Burgos apodada "La
Yeya" a quien le comentó lo ocurrido, quien le dijo que ella podría contactarse con la
matrona María Peña Vásquez quien le podría practicarle unaborto, para ello le manifestó a
su madre que debían juntarse en la tarde en ese mismo lugar para hablar con la matrona.
Pero al concurrir junto a su madre a la reunión, Barros Burgos les señaló que la enjuiciada
no estaba trabajando, por lo que concurrieron hasta su domicilio, para lo cual tomaron la
micro tres troncal, se fueron hasta el sector de Pedro de Valdivia, allí sólo ingresaron a
hablar con la enjuiciada ella y "La Yeya", a quien les manifestó que el aborto se lo iba a
provocar con unas pastillas las que iba conseguir con otra persona, que nadie más tenía que
saber de eso porque era muy peligroso, le hizo entrega del dinero que llevaba en dos
sobres, le expresó la enjuiciada que fuera al día siguiente después de las 20:00 horas al
Consultorio de Padre Las Casas, porque en ese lapso no tenía pacientes y la podía atenderla
con mayor tranquilidad. Ese día le sacó una ecografía y le expuso que podía hacerle
elaborto, ya que tenía poco tiempo de embarazo. Posteriormente debió concurrir en varias
oportunidades al consultorio a preguntar si habían llegado las pastillas, un día le dijo que los
medicamentos era más caro por lo que debía pagarle $50.000 más, dos días después le
llevó el dinero. Agregó que un día pasó en la mañana a preguntarle a la imputada si le
habían llegado los medicinas, ésta le dijo que no, pero que en la noche se las iba a enviar
con la señora "Yeya" con quien debía juntarse frente a la farmacia de Padre Las Casas,
entrega que se realizó tal como habían acordado con la acusada y donde se le dijo que
debían tomarse las pastillas cada cuatro horas, que después de completar el tratamiento
debía concurrir donde la obstetra. Agregó que las tabletas eran de color violeta, que venían
cortadas, que tenía el día del mes atrás y que le duraron cinco días. Manifestó también que
tal como se lo indicaron concurrió después por lo menos en cuatro oportunidades durante el
mes de mayo de 2005 a donde María Peña quien la examinaba, le introducía unas pinzas y
un instrumento con forma de palillos por la vagina, con los cuales tiraba hacía afuera, lo que
le producía sangramiento, la matrona le dijo que se quedara tranquila porque en cualquier
momento iba a abortar el feto. A comienzo del mes de junio de 2005, cinco días antes de
que fuera hospitalizada, sintió mucho dolor y expulsó el embrión en su pieza, le pidió a su
madre una bolsa de plástico y lo botó a la basura. Indicó que esto le produjo una
hemorragia, pero no quiso concurrir al hospital porque la enjuiciada le dijo que si pasaba
algo no dijera en ningún momento lo que había ocurrido. En la primera semana de junio de
2005 un día que por televisión se estaba transmitiendo un partido de la selección de fútbol
se desmayó, por lo que debió concurrir hasta el Hospital Hernán Henríquez y le dijo a su
pareja que había perdido su guagua. Reconoció la testigo a la imputada como la persona que
le practicó el aborto.

      b) NORALINA ORIANA CARRASCO HERRERA, quien dijo que en el mes de febrero del año
2005, se percató que su hija María Elena, estaba muy distante, preocupada y andaba
llorosa. Posteriormente le encontró un test de embarazó, al conversar con ella le dijo que
tenía miedo que su padre supiera lo que ocurría, por lo que decidieron que debía practicarse
un aborto. Posteriormente se fue a ver las cartas con la Ludgarda Barros Burgos apodada
"La Yeya", a quien le comento esta situación, ésta le dijo que ella conocía a una matrona
que podía solucionarle el problema, por lo que cobraba la suma de $150.000. Añadió que
cuando su hija juntó el dinero, lo pusieron en dos sobres, se reunieron en las afueras del
Consultorio de Padre Las Casas con Ludgarda Burgos para ir hablar con la enjuiciada, pero
ese día se encontraba con permiso, por lo que concurrieron hasta su domicilio ubicado en el
sector de Pedro de Valdivia. Allí María Peña Vásquez le dijo su hija y a "La Yeya", que
el aborto se lo iba practicar con unas pastillas, María Elena le entregó el dinero acordado.
Posteriormente a través de "Yeya" la enjuiciada le envió un tratamiento a su hija el que
debió tomarlo durante cinco días, luego de ello tuvo que concurrir en varias oportunidades al
Consultorio de Padre Las Casas donde la acusada, le introducía objetos en su vagina con las
que realizaba maniobras para producirle el aborto, hechos que habrían desarrollado entre
los meses de abril y mayo de 2005. Manifestó también que su hija un día la llamó y le pasó
una bolsita que contenía un feto que era del porte de la palma de la mano, el que ella botó a
la basura. Posteriormente un día que había un partido de fútbol, María Elena se sintió mal,
pero no quería ir al médico, de repente se desmayó, por lo que "Romi" y Karen se la llevaron
al hospital. Por último indicó que la identidad de la matrona que realizó elaborto, la conoció
un día que se encontraba revisando una revista de la Municipalidad de Padre Las Casas
donde salía la fotografía de la enjuiciada y su hija le manifestó que ella era quien le había
practicado el aborto, persona a quién reconoció en la audiencia.

      c) LUDGARDA ODELIA BARROS BURGOS, apodada "La Yeya", quien dijo que su actividad
es leer el tarot, labor que desempeña en su domicilio ubicado en la comuna de Padre de Las
Casas. Indicó que un día del mes marzo de 2005, fue hasta su hogar Noralina Carrasco
Herrera a verse las cartas, y le contó que su hija estaba embarazada y que deseaba
practicarse un aborto, por lo que ella decidió contactarse con la señora María Peña quien
era matrona del Consultorio de dicha comuna para que lo realizara, a quien conocía desde
hace más de catorce años, porque ayudó a su padres cuando estuvieron enfermos.
Manifiesta que la imputada primero se negó a efectuarlo, pero como ella le pidió que lo
realizara, porque el embarazo era producto de una relación de Magdalena con su cuñado,
por lo que aceptó realizarlo previó pago de la suma $150.000. Para concertar la forma como
se iba a realizar el aborto concurrieron a hablar con la enjuiciada al consultorio, pero como
ese día se encontraba con permiso administrativo, se dirigieron hasta su domicilio ubicado
en el sector de Pedro de Valdivia, donde María Elena le entregó el dinero que iba distribuido
en dos sobres, la imputada le preguntó el tiempo de embarazo, si tenía relaciones sexuales
constantemente y al terminó de la reunión, la encausada le dijo que tenía que volver a
buscar unos medicamentos, los que la embarazada debía tomárselo, seis cada cuatro horas
o cuatro cada seis, los que ella se los entregó a esta última un día del mayo del 2005, como
a las diez de la noche. Varios días después la Noralina Carrasco, la llamó diciéndole que su
hija tenía fuertes dolores porque había abortado y que no se había podido contactar con la
obstetra, por lo que ella le preparó una agua con hierbas. Posteriormente tuvo conocimiento
que María Elena se encontraba hospitalizada y que le había contado todo a la Policía de
Investigaciones. Por último indicó que ella decidió hablar con la encausada para que
realizara el aborto porque una vez ésta le comentó que estaba mal económicamente y si
llegaba intervención de este tipo se la llevara.

      d) LUIS PATRICIO ECHEVERRíA GóMEZ, médico ginecólogo con más de veinte años de
experiencia, quien se desempeña como Jefe de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital
Hernán Henríquez, por lo que se encontraba de turno el día 9 de junio de 2005, cuando
alrededor de las 02:00 horas, llegó la paciente María Elena Ruiz Carrasco, quien tenía un
sangramiento por la vagina, con fuertes dolores hipogástricos, con antecedentes de haber
estado embarazada de unas 8 a 10 semanas. Al estudio clínico, presentaba restos de
un aborto, por lo que se le hospitalizó y se le intervino a la mañana siguiente.
Posteriormente la Dra. Zablah le comentó lo curioso que aparecía el caso, ya que, la
paciente indicaba que había tenido un aborto de un embarazo de 8 o 10 semanas, pero
luego apareció el carnet maternal en el que se consigna que la última vez que se controló
fue en el mes de mayo de 2005, cuando tenía 13 semanas, por lo que a la fecha de ingresó
tendría unas 20 semanas, lo que es un embarazo bastante grande, lo que concuerda con su
cuello uterino que se encontraba bastante dilatado. Al practicársele una ecografía se le
encontraron restos de un aborto, ya que presentaba una hemorragia por sus genitales y
restos de placenta. Por lo anterior con la doctora, concluyeron que María Ruíz había alterado
la información que les había proporcionado, ya que, es muy poco frecuente que se produzca
un aborto en un embarazo de 20 semanas, donde el feto se encuentra totalmente
desarrollado, el que pesa aproximadamente unos 400 gramos, y tiene todos sus órganos
bien desarrollados. Por lo que el testigo manifestó en forma concluyente que este tipo
deaborto tardío es muy poco probable que se produzca en forma espontánea, el que sólo
puede producirse como consecuencia de la existencia de una patología en la madre como
una incompetencia cervical, condición siempre que está precedida, de partos, abortos o
cirugías sobre el cuello del útero, o que la interrupción del embarazo puede ser provocada
también por una infección. Añadió que estas enfermedades son fácilmente detectables, y
tampoco no existe ningún antecedente fidedigno que haga suponer que la paciente hubiera
presentado algunas de ellas. Por lo que la interrupción del embarazo fue necesariamente
provocado por medios quirúrgicos o medicamentosos, que en este último caso, existen en
Chile medicamentos como el Misopostrol que permiten interrumpir el embarazo, que se
pueden administrar tanto por vía oral o vaginal, que éste fármaco produce dos acciones, una
sobre el cuello uterino donde causa alteraciones bioquímicas que ocasionan su
reblandecimiento y contracciones en el útero.

      e) LORETO CONSTANZA ZABLAH ASTE, médico cirujano, quien está realizando su
especialidad en ginecología en la Universidad de la Frontera, por lo que estaba de turno en
el Servicio de Urgencia de la Maternidad del Hospital Regional en la madrugada del día 9 de
junio de 2005, y le correspondió atender a María Ruiz Carrasco, quien le dijo que tenía una
hemorragia vaginal desde alrededor de 23:00 horas del día anterior, sin carnet maternal, sin
menstruación, estaba eliminando restos placentarios, con un útero pequeño y muy pálida.
Por lo que, se le realizó una ecografía, la que mostró un útero pequeño, con el endometrio
con restos de aborto, por lo que se le ingresó a la sala recuperación. Al día siguiente a la
paciente se le detectó una anemia, lo que le indicaba que la hemorragia había durado un
tiempo superior a lo señalado por la enferma, ya que tenía un hematocrito de un 15%
cuando normalmente este es superior a 42%. Posteriormente, se le hizo entrega de un
carnet maternal, el que le llamó mucho la atención, ya que, la última regla de María Elena
había sido en enero del 2005, que había estado tomando pastillas hasta el mes de febrero,
lo que no era concordante con lo manifestado por ella y que su último control se lo realizó el
13 de mayo del año pasado, donde se dejo constancia que el embarazo a esa época era de
13 semanas, lo que se había sido establecido mediante una ecografía. Indicó que lo extraño
del caso y que los hizo pensar en un posible aborto, era que la paciente nunca reconoció el
tiempo de su embarazo y el hecho de no reconocer haber expulsado un feto, el que por su
desarrollo era de aproximadamente 20 semanas era muy difícil que no se hubiera percatado
de ello. Manifestó que es muy poco probable que se hubiera producido
un aborto espontáneo, con una guagua ya formada. Lo que eventualmente se puede
producir por ejemplo por cuando existe una incompetencia cervical, lo que ocurre
consecuencia de haber tenido otros partos u otros abortos, lo que no ocurría en este caso,
además que dicha patología son fácil de detectar precozmente derivándosele a la
embarazada a la unidad correspondiente. Por lo que concluyó, que al no existir ningún tipo
de patología que le produjera la interrupción del período de gestación, esto fue
necesariamente provocado, lo que se puede realizar con un medicamento denominado
Misopostrol el que puede ser suministrado por vía oral o vaginal, que es utilizado para
inducir el trabajo de parto, o a través de la manipulación con algún herramienta para romper
el huevo. Concluyó manifestando que los instrumentos que se encuentran en cualquier
consultorio de una matrona, como las pinzas, los espejos, el espéculo y el histerómetro son
idóneos para interrumpir un embarazo al producir el rompimiento del huevo. Con la
declaración de la testigo se incorporó el carnet de maternidad de María Elena Ruiz Carrasco.

      f) RAÚL ROBERTO HENRÍQUEZ BURGOS, Abogado, quien se desempeña como asesor
jurídico de la Municipalidad de Padres Las Casas, indicó que le correspondió instruir un
sumario administrativo en contra de la enjuiciada a consecuencia de una denunciada
realizada por el médico Juan Eduardo Delgado Castro, en el cual se le realizaron cargos por
adulteración de cuatro fichas clínicas por atenciones realizadas el día 17 de mayo de 2005 y
por contravención a la probidad administrativa, por utilizar dependencias en ajenas a las
propias del servicio municipal. En dicha investigación le correspondió realizar diversas
diligencias entre las cuales se le tomó declaración María Ruiz Carrasco y a su madre quienes
le indicaron que a través de "La Yeya" tomaron contacto con la imputada con quien
acordaron que ésta le practicaría un aborto a María Elena previo pago de la suma de
$200.000, para lo cual se le suministró un tratamiento con pastillas, posteriormente en
reiteradas oportunidades se le introdujo por la vagina una pinza y un instrumento parecido a
un palillo con los que tiraba hacia afuera, lo que le producía sangramiento, a consecuencia
de lo cual se produjo la expulsión de feto. Agregó que además que se le tomó declaración al
doctor Juan Delgado quien le manifestó que a mediados del mes de junio el padre de María
Elena le dijo que su hija se encontraba muy enferma, por lo que le pidió que la fuera a
visitar, y al consultarle a esta sobre lo que le había ocurrido, le manifestó que había sufrido
unaborto el que fue practicado por la enjuiciada. Añadió que durante el curso de la
investigación se le realizó una inspección personal al box Nº 21 del Consultorio de Padre Las
Casas, dependencias en las cuales la facultativo le habría realizado maniobras abortivas a
María Ruiz Carrasco, constando que allí existían en ecógrafo, pinzas y un instrumento
llamado histerómetro que es muy parecido a un palillo, el que presumiblemente habría sido
utilizado por la enjuiciada en la comisión de los hechos motivos de este juicio, según la
descripción que le realizó Ruiz Carrasco. Concluyó diciendo que la acusada había sido
destituida de su cargo por haber falsificado cuatro fichas clínicas y por que tuvo participación
en maniobras que tuvieron por objeto la interrupción del embarazo de una paciente del
consultorio municipal.

      g) LORENA PAOLA MUÑOZ VIDAL, funcionaria de la Policía de Investigaciones, quien


manifestó que en octubre del 2005, recibió una instrucción particular en una investigación
de un delito de aborto consentido, para verificar si unas personas habían concurrido a
atenderse al Consultorio de Padre las Casas, entre 17 a 20 horas el 17 de mayo de 2005,
con la enjuiciada. Pudiendo establecer que ninguna de ellas había concurrido a dicho
establecimiento en la oportunidad señalada.

      La prueba pericial consistió en la declaración de:

      a) NÉSTOR SAN MARTÍN URRUTIA, médico legista del Servicio Médico Legal de Temuco,
quien manifestó que examinó a María Elena Ruiz Carrasco, quien le dijo que en el mes de
abril de 2005, no recuerda fecha, se practicó un aborto en el Consultorio de Padre Las
Casas con una matrona de nombre María Cecilia Peña Vásquez, quien le realizó una
ecografía y le luego le dio a tomar unas pastillas, seis comprimidos cada cuatro horas por
cinco días, después de lo cual la controló en el mismo consultorio día por medio, períodos en
los cuales le hacia tacto y le introducía unas pinzas dentro de la vagina, lo que a los siete
días le produjo abundante regla con sangramiento y desmayos por lo que fue hospitalizada
el 9 de junio de 2005, con diagnostico restos deaborto. Concluyó indicando que la
examinada fue desflorada en fecha no reciente y que las características del cuello cervical
son compatibles con un parto vaginal de un feto mayor o igual a doce semanas, porque este
se encuentra alargado en forma horizontal y no puntiforme como las personas que no han
tenido embarazo.

      b) XIMENA CASTILLO FIERRO, perito planimétrico del Laboratorio de Criminalística de la


Policía de Investigaciones, quien indicó haber realizado un peritaje planimétrico del sitio del
suceso, para lo cual concurrió al consultorio de Padre Las Casa donde fijo gráficamente la
ubicación del box Nº 21, donde atendía la imputada, se fijó la ubicación de los muebles y el
instrumental que se encontraba en dicha dependencia.

      c) EVELYN SEPÚLVEDA MARTÍNEZ, médico siquiatra legista del Servicio Médico Legal de
Temuco, quien dijo que la imputada es una mujer sin alteración del juicio de realidad, con
un coeficiente intelectual dentro de lo normal, que sabe discernir lo correcto y lo incorrecto,
imputable ante la ley.-

      La prueba documental incorporada por la acusadora consistió en:

      a) Ficha Clínica del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, de María Elena
Ruiz Carrasco donde se consigna que fue atendida en el Servicio de Urgencia el 09 de junio
2005, la que al examen físico presentaba una hemorragia vaginal, resto de tejidos lo que
indica la existencia de un aborto. Indica además que a los profesionales que la atendieron
les llama la atención que la embarazada hubiera sufrido un abortotardío, lo que es muy
poco probable cuando el feto pesaba aproximadamente unos feto 400 a 500 gramos. b)
Ficha clínica Nº 23.019, correspondiente del consultorio Padre Las Casas, de la persona
precitada, en la se señala que su última atención médica se realizó el 17 de mayo en
extensión horaria por la imputada, en la que e indica que la paciente le señaló a la imputada
que tiene una actividad sexual activa, que no se dejó practicar examen ginecológico y que
tenía un embarazo de 12 semanas. c) Informe diario de atención de la gestante
correspondiente del Consultorio de Padre Las Casas correspondiente a las atenciones que
prestó la imputada en extensión horaria, el 17 de mayo de 2005 entre la cuales se
encuentra Ruiz Carrasco y d) Tarjeta Nº 43.058 de Control Perinatal de la acusada María
Elena Ruiz Carrasco y ficha clínica procedente del Consultorio Santa Rosa, donde se consigna
que último control maternal en ese establecimiento por parte de María Ruiz Carrasco se
realizó el 05 de mayo de 2005, en que se estableció que tenía un embarazo de trece
semanas.

      6) Que, la defensa con la finalidad de acreditar sus dichos rindió prueba consistente en
testigos, peritos e incorporo prueba documental.

      La prueba testimonial consistió en la declaración de:

      a) CRISTIAN MULLER WOHLE, de profesión ingeniero informático quien se desempeñó


en mayo de 2005, como encargado de estadística del Consultorio de Padre las Casas, cargo
en el cual le correspondió fiscalizar el número de pacientes que eran atendido en dicho
establecimiento por cada facultativo. Por lo que, pudo detectar que el día 13 de mayo de
2005 el médico Juan Delgado atendió en la jornada vespertina la cantidad de 41 atenciones,
lo que era imposible por el tiempo que debía ocuparse en cada una de ellas, por lo que
efectuó la denuncia a María Peña encargada del programa de extensión horaria, quien
comunicó dicha situación a la Municipalidad.- Reconoció en la audiencia el documento que
indica el total de atenciones realizadas por los facultativos del Consultorio de Padres Las
Casas durante el mayo de 2005, como elaborado por él.

      b) SERGIO HERNÁNDEZ MUÑOZ, químico farmacéutico, Jefe de la Unidad de Farmacia


del Consultorio de Padre Las Casas, quien indicó que el medicamento Misopostrol es utilizado
en el tratamiento anti-inflamatorio y para la ayuda a la protección del estómago al prevenir
la aparición de las úlceras gástricas. Agregó que también es utilizado para inducir partos y
acelerar la interrupción de los embarazos, pero según los últimos estudios su eficacia no se
encuentra probada en este campo y consigna también que esta droga no se encuentra en los
consultorios de atención primaria. Al ser consultado sobre los efectos de la tiroxina dijo que
era utilizada para el tratamiento de enfermedades de la tiroides, en el caso de tomar una
sobredosis, produce aumento presión arterial, convulsiones fiebres, hipoglucemia.

      c) JUAN EDUARDO DELGADO CASTRO, médico, quien dijo que se desempeñaba en el
Consultorio de Padre Las Casas, que el 15 o 16 de junio de 2005 el padre de María Elena le
pidió que fuera ver a su hija, quien estaba en malas condiciones físicas. Agregó que al
concurrir a visitar a la paciente esta le manifestó que la imputada le habría practicado
un aborto cobrándole la suma de $200.000, para ello le suministró en primer terminó unas
pastillas y posteriormente en el consultorio de dicha comuna, le introdujo unos instrumentos
en el útero, con la finalidad de interrumpir el embarazo. A raíz de estos hechos, realizó una
denuncia al director de dicho establecimiento asistencial a fin de que se determinaran
responsabilidades administrativas. Indicó también que una de las drogas más comunes para
producir aborto es el Misopostrol.

      d) BRUNILDA AURORA TRONCOSO ÁVILA, técnico paramédico, quien dijo que conoce a
la enjuiciada desde hace seis años, cuando ingresó a trabajar al Consultorio de Padres Las
Casas, en el Servicio de Maternidad. Agregó que el procedimiento administrativo en el
programa de extensión, se realiza mediante un cuaderno de citación y con ellos se solicita
las fichas a SOME, atención que se realiza entre las 17 a 19 horas, siendo los usuarios
atendidos con su ficha personal. Añadió que existe además la atención espontánea, que se
solicita al profesional de turno. Por último manifestó que la matrona atiende con la
asistencia de un paramédico, que siempre esta entrando y saliendo de su oficina, pero que
se mantiene la puerta cerrada cuando se atiende a un paciente y que ella trabaja hasta las
19:00 horas.-

      e) JIMENA CECILIA VEJAR DÍAZ, técnico paramédico quien se desempeña en Consultorio
de padre Las Casas, que conoce a la imputada por que trabaja con ella. Agregó que
desempeña sus funciones con todas las matronas en el box Nº 22, normalmente en horario
de 8 a 17 horas y en extensión horaria hasta las 19 horas, pero normalmente la enjuiciada
se quedaba sola con los pacientes restantes.

      f) CARLOS RAÚL ORTIZ BUSTOS, encargado de aseo del consultorio de Padre Las Casas,
supervisor de aseo de su empresa trabaja siete personas, en los distintos departamentos, de
las 7 a las 21.30 horas pero que en ocasiones se puede extender hasta las 22 o 23,30 horas.
Manifestó que conoce a la imputada quien trabaja el box 21, en el cual realiza labores Silvia
Espinosa cuando dicha dependencia se encuentra desocupada.

      g) SILVIA DEL CARMEN ESPINOZA MORAGA, encargada del aseo de las oficinas del
Consultorio de Padre Las Casas, dijo que trabajaba en un horario comprendido de las 9 a 13
y de 15 a 21 horas en los box que se encontraban desocupado, que conoce a la imputada
quien realizaba sus funciones en la oficina 21, entre las 8 a 21:30 horas.

      h) ANA GARRIDO SALVO, auxiliar de Farmacia del Consultorio de Padre Las Casas, dijo
que su función era el despacho de medicamento a pacientes, los que llegaban prescritos de
los servicios. Agregó que los medicamentos todos salen de la farmacia con especificaciones
de los facultativos, que los prescritos por la matrona son óvulos, antiespasmódicos.

      La prueba pericial consistió en la declaración de:

      a) MARÍA ISABEL THIERS RIQUELME, psicóloga, quien expresó que María Cecilia Peña
Vásquez tiene una fuerte personalidad con tendencia a la confrontación y a la
autoconcentración, y que está viviendo una depresión post traumática, por la pérdida de su
fuente laboral, lo que le produce labilidad emocional, dado que ha visto limitado su derecho
al trabajo, que es para ella una fuente importante de gratificaciones.

      b) JIMENA JACQUELINE DELGADO RIVAS, asistente social, indicó que la imputada ha
sufrido perdidas significativas durante el período de imputación del delito de abortoy que
dicen relación con su ámbito laboral donde fue suspendida de su cargo y ha sufrido un
deterioro de su salud, ya que, una depresión reactiva y cuadro de estrés post traumático,
presentando una alta sintomatología. La imputada cuenta con arraigo familiar al existir
vinculación afectiva significativa con importantes miembros unidos por lazos consanguíneos
y representados por sus hijos, padres (recientemente fallecidos) y hermanos. A su vez,
presenta arraigo social determinado por tener domicilio estable, un titulo profesional como
es el de matrona el que se encuentra acompañado al informe, lo que se complementa con
un extenso curriculum, que se refleja en las diversas capacitaciones y que la destacan como
funcionaria comprometida profesionalmente.

      c) LUIS SILVA FUENTES, médico psiquiatra, quien manifestó que la enjuiciada tiene un
lenguaje notificativo, sin alteraciones de la forma, el contenido o el control del pensamiento,
sin alteraciones de efectividad, memoria. Agregó que en su personalidad aparecen rasgos de
tipo fanático, por su perfeccionismo, intolerancia por la mentira aún a costa de daño
personal, con un gran concepto de su propio valer y con una gran intolerancia frente a las
faltas o defectos ajenos. Como conclusiones indicó que la acusada no presenta ninguna
patología mental y que es portadora de una personalidad de Cluster lo que hace muy difícil
de aceptar que haya incurrido en el delito que se imputa.-

      Que, también la defensa incorporó prueba documental consistente en:

      a) Denuncia sobre irregularidades en el Consultorio de Salud Municipalidad de Padre Las


Casas suscrita por María Cecilia Peña Vásquez dirigida al Contralor Regional cometidas por el
médico Juan Eduardo delgado Castro, en el Consultorio de Padres Las Casas, ya que éste
profesional declaró que había atendido 41 personas en el período de extensión horaria, y en
realidad sólo pudo haber atendido 5 pacientes por hora, por lo que en las tres horas de
extensión horaria pudo atender realmente quince pacientes, lo que le generó un mayor pagó
de $1.500 por paciente. También se incorporó copia del Oficio 04942 de 28.10.05 solicitando
informe por parte del Contralor Regional a la Sra. Alcaldesa de la señalada Municipalidad,
por dichas irregularidades, b) Literatura científica que ilustra sobre las propiedades y
posología del medicamento "misopostrol" proveniente de los resultados de un trabajo clínico
formulado por los Drs. Antonio Rodríguez Cárdenas y Alejandro Velasco Boza publicado en la
revista Cubana Obstet Ginecol 2003 del Hospital Docente Gineco-obstétrico "América Arias",
ciudad de la Habana, Cuba, donde se indica que el uso de este medicamento es mucho más
eficaz cuando se utiliza por vía vaginal, c)fotocopia Resolución Alcaldicia Nº 095 de fecha
01.07.2005 que ordena instruir sumario administrativo "referido a un "abortoconsentido",
practicado en paciente derivado al Hospital Regional desde el Consultorio Municipal, ubicado
en calle Barroso esquina Corvalán, dependiente del Dpto. de Salud de la Municipalidad de
Padre Las Casas, d) Fotocopia de un manuscrito suscrito por el médico del Consultorio de
Padre Las Casas Dr. Juan Eduardo Delgado Castro dirigido al Director de Salud de Padre Las
Casas Sr. Marcelo Huenchuñir Gómez en cuya virtud se inicia la investigación administrativa
de estos hechos en el que se indica que el abortofue realizado por la enjuiciada previo pago
de la suma de $200.000, e)Fotocopia de una declaración prestada en el sumario a cargo del
Fiscal Administrativo, abogado Raúl Henríquez Burgos, de don Marcelo Alejandro Huenchuñir
Gómez, Director de Salud de Padre Las Casas en mayo 2005, sobre los hechos investigados,
él que manifiesta que el médico del Consultorio de Padre Las Casas Juan Delgado le dijo que
había tomado conocimiento que en Hospital Regional se había internado una niña que se
había atendido en el consultorio de dicha comuna con síntomas de aborto, el que se lo
habría practicado por la enjuiciada, f) Fotocopia de una declaración prestada en la Fiscalía de
Temuco el día 19 de diciembre de 2005 por la Dra. Loreto Constanza Zablah Azte sobre los
hechos investigados, donde concluyó que el aborto se produjo en forma espontánea, lo que
es común dentro las patologías observadas en el servicio de urgencia, g) Fotocopia de una
declaración prestada en la Fiscalía de Temuco el día 09.11.2005 por el Dr. Luis Patricio
Echeverría Gómez sobre los hechos investigados, donde indicó que el procedimiento para
provocar el aborto puede desarrollarse a través de procedimientos quirúrgicos o por
intermedio de medicamentos para lo cual en Chile se utiliza una droga llamada Misopostrol,
el cual en general se administra por vía vaginal, h) Fotocopia proveniente de la Unidad de
Estadística del Consultorio de Salud de Padre Las Casas sobre las atenciones vespertina en
dicho Consultorio referidas al mes de Mayo de 2005, donde se consigna que el doctor
Delgado atendió 41 pacientes el día 13 de mayo de 2005, en la jornada vespertinas
i)Certificado de Identificación como ciudadana venezolana en original otorgado por la
República de Venezuela Nº 10543809 de fecha 14.07.1981, correspondiente a la imputada
en esta causa, pasaporte otorgado por la República de Venezuela a la Sra. María Cecilia Peña
de Herrera valido al 26 junio 1989, correspondiente a la imputada en esta causa y el
pasaporte otorgado por la República de Chile a María Cecilia Peña Vásquez con vencimiento
al 05.01.2010 con registro de salida el 03.02.05 y retorno el 22.02.05, lo que acredita la
nacionalidad de ésta.

      7) Que, la acusada renunciando a su derecho a guardar silencio, manifestó que es


matrona desde hace 30 años, habiendo realizando sus estudios en la U de Concepción.
Agregó que estuvo exiliada durante un lapso de siete años en Venezuela, volviendo a Chile
en el año 1990, para desempeñarse profesionalmente primero en el Consultorio Amanecer y
después en el de Padre Las Casas. Indicó en relación a los hechos por los se les acusa, que
tomó conocimiento de ellos el 24 de junio de 2005, cuando fue citada a una entrevista a la
Policía de Investigaciones. Agregó que en la Municipalidad de Padre Las Casas estaba a
cargo de diversas funciones administrativas, entre las cuales se encuentra el programa
maternal, programa extra presupuestarios mejoramiento de la atención, para la extensión
horaria, ya que el consultorio se trabaja en base a metas. Añadió que para fiscalizar este
último programa se llevaba un listado computacional de las atenciones de los facultativos, el
que al ser revisado por el encargado informático del establecimiento Cristian Muller ser
detectaron irregularidades. Expresó también que efectivamente atendió el 17 de mayo de
2005 a María Ruiz Carrasco en el horario de extensión horaria, quien no portaba su carne
maternal, que presentaba signos de un embarazo, pero que la paciente se negó a que la
revisara, pero que ella no tiene ninguna participación en los hechos que se imputan. Añadió
que no es posible realizar un aborto después de las doce meses de gestación, que el
consultorio de una matrona no existen instrumentos para practicarlo. Concluyendo diciendo
que no tiene ninguna participación en los hechos que se le imputan, que con Juan Delgado
tiene una relación de respeto mutuo, que nunca se encuentra sola en su box y que conoció a
"La Yeya" cuando llegó a Padre Las Casas, porque fue a controlar el embarazo de su hija,
que tenía mucho problemas de salud, tenía amputado un brazo, diabetes, cataratas, lo que a
ella le preocupaba mucho y le tenía bastante afecto.

      8) Que, las declaraciones de los testigos presentados por el Ministerio Público, provienen
constituidos por testimonial y parcial, a cuyos atestados se les dará crédito por cuanto
proporcionaron una relación circunstanciada de los hechos que narraron, testimonios que
son concordantes entre sí y avalados, en lo pertinente, por los informes periciales
analizados, razón por la cual se acoge la prueba rendida por la parte acusadora, como
quiera, que no fue controvertida por ninguna otra fidedigna durante la audiencia.

      Por tales razones, los elementos de juicio que se analizan, valorados con libertad,
permiten tener por acreditado más allá de toda duda razonable, que durante el mes de
febrero del año 2005, María Elena Ruiz Carrasco resultó embarazada, siendo controlada en
el consultorio de Santa Rosa de la comuna de Temuco. A mediados del mes de abril del año
precitado, María Ruiz, en compañía de su madre, Noralina Carrasco Herrera contactaron, a
través de Ludgarda Barros Burgos apodada la "Yeya", a la matrona del consultorio de Padre
Las Casas María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le practicara un aborto.
Previo pago de la suma de $200.000, la imputada, le hizo llegar a través de la señora
"Yeya", a Ruiz Carrasco un sobre que contenía pastillas en su interior, indicándole que debía
tomárselas, después de lo cual debía visitarla en el consultorio de Padre Las Casas; lo que
María Ruiz hizo en reiteradas oportunidades del mes de mayo de 2005, ocasiones en que la
acusada utilizando instrumental apropiado, lo introdujo maliciosamente en su útero, con el
objetivo preciso de provocarle la interrupción del embarazo, el que en definitiva se produjo
la tarde de un día de la primera semana del mes de junio del mismo año, expulsando un feto
un peso aproximado de 400 a 500 gramos y con veinte semanas de gestación, que fue
arrojado a la basura en una bola plástica en su domicilio.

      9) Que, los hechos antes reseñados configuran el delito de aborto consentido provocado
por facultativo causado a María Elena Ruiz Carrasco, previsto y sancionado en los artículos
342 Nº 3 y 345 del Código Penal, en grado de consumado, en el que se atribuye a la
acusada María Cecilia Peña Vásquez participación de autora por haber intervenido en su
ejecución de manera inmediata y directa.

      10) Que, el ilícito contenido en la acusación se encuentra sancionado en el párrafo 1º


del Título VII del Libro Segundo del Código Penal en los artículos 342 a 345, que el legislador
no da un concepto del delito aborto, por lo que según el profesor Alfredo Etcheverry, en su
obra El Derecho Penal en la Jurisprudencia Tomo IV Pág. 55, señala que la doctrina y la
jurisprudencia que se entiende por éste ilícito "como la interrupción del embarazo hecha
maliciosamente con el propósito de evitar el nacimiento de la criatura o interrumpir el curso
progresivo del estado de gravidez".

      Además, para que se configure el delito de aborto consentido realizado por facultativo


se requieren cuatro elementos, que son la existencia de un embarazo, de
un aborto malicioso y que este hubiera sido realizado por un facultativo abusando de su
oficio, entendiéndose por tales "a los profesiones que han hecho estudios universitarios que
ejercen el arte de curar, de tal modo que su oficio los ponga en situación de causar
un aborto o cooperar a él " y que por la expresión "abusando de su oficio" comprende "al
facultativo que causa la acción típica, motivados por principios ajenos a los principios
terapéuticos que deben guiar su función profesional " Politoff Sergio, Grisolia Francisco,
Derecho Penal Chileno Tomo I, Pág. 165 y el consentimiento de la mujer embarazada.

      El primero de los elementos del tipo penal queda acreditado fehacientemente en el juicio
con la incorporación de la ficha clínica y tarjeta de control perinatal Nº 43.058 de María
Elena Ruiz Carrasco del Consultorio de Santa Rosa, donde se consigna que el 05 de mayo de
2005 se le practicó un control maternal, donde se estableció que tenía trece semanas de
embarazo. Asimismo con la ficha Nº 23019 del Consultorio de Padre Las Casas que indica
que el 17 de mayo del mismo año presentaba un estado de gravidez 12 semanas, lo que se
encuentra refrendado por lo manifestado por ésta, su madre Noralina Oriana Carrasco y
Ludgarda Barros Burgos.
      El segundo de los elementos se encuentra probado con los dichos de María Elena Ruiz
Carrasco y Noralina Carrasco, testigos imparciales, verídicos y quienes dan razón de sus
dichos al manifestar que, por intermedio de Ludgarda Barros Burgos apodada la "Yeya",
contactaron a la matrona del María Cecilia Peña Vásquez, con la finalidad que ésta le
practicara un aborto a Carrasco Ruiz, lo que se realizó previo pago de la suma de $200.000,
para lo cual la imputada le hizo llegar a través de la primera, a la embarazada un sobre con
pastillas, indicándole que debía tomárselas, después de lo cual debía visitarla en el
consultorio de Padre Las Casas; lo que, María Ruiz, hizo en reiteradas oportunidades durante
el mes de mayo de 2005, ocasiones en que la acusada le introdujo en su útero una pinza y
otro instrumento parecido a un palillo con los cuales le tiraba hacia fuera, para producirle
el aborto, produciéndole sangramiento, y que posteriormente provocó la expulsión del feto
la primera semana del mes de junio del mismo año. Unido a ello se encuentra la declaración
de los médicos ginecólogos Luis Echeverría Gómez y Loreto Zablah Aste, quienes están
contestes en indicar que María Ruiz Carrasco fue internada en el Hospital Regional, el 09 de
junio de 2005, con una anemia provocada por una hemorragia vaginal, que según la
ecografía estaba eliminando restos placentarios y con un útero pequeño. Posteriormente se
les hizo entrega de un carnet maternal, con el que pudieron determinar que la paciente
había tenido un aborto de un feto de unas 20 semanas, lo que es muy poco probable que se
haya producido en forma espontánea, pues se trataba una guagua que se encontraba ya
formada. Además, que María Elena no presentaba ninguna patología que lo pudiera
provocar, ni tampoco existía ningún antecedente fidedigno que hubiera tenido alguna
enfermedad que lo produjera. Por lo que concluyen indicando que la interrupción del
embarazo fue provocado, lo que se pudo haberse realizado a través de un medicamento
denominado Misoprostol, que es utilizado para inducir el trabajo de parto o a través de la
manipulación con algún elemento para romper el huevo y sus posterior desprendimiento.
Indicó el segundo de los deponentes que cualquiera de los instrumentos que se encuentran
en el consultorio de cualquier matrona sirven para tales efectos, como las pinzas, espejos o
histerómetros. Se suma ello, el dicho del perito médico NÉSTOR SAN MARTÍN URRUTIA,
quien manifestó que la examinada fue desflorada en fecha no reciente y que las
características del cuello cervical son compatibles con un parto vaginal de un feto mayor o
igual a doce semanas, porque éste se encuentra alargado en forma horizontal y no
puntiforme como las personas que no han tenido embarazo. Concuerda con lo anterior lo
señalado por el abogado Raúl Henríquez Burgos, quien en el sumario administrativo seguido
en contra de la enjuiciada pudo establecer con las declaraciones de los testigos María Ruiz
Carrasco, Noralina Carrasco Herrera y Juan delgado que, al primero de los testigos la
acusada le habría provocado un aborto suministrándole medicamentos y mediante la
manipulación del útero con instrumental médico apropiado. Por último la ficha clínica del
Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, donde que se señala que en el Servicio
de Urgencia fue atendida Ruiz Carrasco el día 09 de junio 2005, donde al examen físico
presentaba resto de un aborto, con coágulos y perdida de tejidos. Se indica también que le
llama la atención a los facultativos que se hubiera producido unaborto tardío con un feto
que podría pesar entre 400 a 500 gramos.

      La calidad de facultativa de la acusada se demostró con el certificado de título


profesional de matrona otorgado por la Universidad de Concepción de fecha 14 de marzo de
1974 incorporado por su defensa y por la resolución del 01 de Septiembre de 2006, que la
destituye del cargo de matrona del Consultorio antes referido.

      Asimismo el elemento que el sujeto activo que cometió el aborto abusando de su oficio,


se acreditó debidamente con los dichos de las testigos Ruiz Carrasco, Carrasco Herrera y
Ludgarda Barros quienes están contestes en señalar que la enjuiciada previo pago de la
suma de $200.000, realizó diversas maniobras en el útero de la mujer con instrumental
médico consistente en pinzas y histerómetro con la finalidad precisa de realizar la
interrupción del embarazo, conducta con la cual infringió los márgenes su lex artis, que le
obligan a proteger la vida del que está por nacer, lo que permite concluir que actuó
abusando de su profesión o oficio.

      El consentimiento de la mujer embarazada, para que la facultativa practicara


elaborto se encuentra acreditado con los dichos de María Ruiz carrasco, Noraldina Oriana
Carrasco Herrera y Ludgarda Barros Burgos.

      11) Que, la participación de la enjuiciada en los hechos que se le imputan en la


acusación quedó establecida en forma indubitada con las declaraciones de los testigos María
Elena Ruiz Carrasco y Noralina Carrasco Herrera quien están contestes en indicar que a
través Ludgarda Barros Burgos contactaron a María Peña Vásquez para que le practicara a la
primera un aborto, lo que realizó suministrándole medicamentos y realizando maniobras a
través de su vagina con una pinza y un instrumento como un palillo con los que le realizaba
tirones en el útero de la embarazada, lo que finalmente le provocó la expulsión del feto en
los primeros días del mes de junio de 2005. Agregado a ello lo manifestado por Ludgarda
Barros, quien ratificó lo declaraciones realizadas por estas testigos en cuanto a que las
acompañó al domicilio de la imputada, donde ésta aceptó realizarle el aborto a Ruiz
Carrasco, previó pago de la suma de $200.000, y que posteriormente fue la encargada de
entregar las drogas que iban a ser utilizadas para introducir la interrupción del embarazo y
que posteriormente tomó conocimiento que María Elena tuvo fuertes dolores y se produjo la
expulsión del feto. Concuerda con lo anterior la declaración del médico Juan Delgado Castro,
testigo presentado por la defensa, quien manifestó en su declaración en estrados y en una
carta dirigida al Director del Departamento de Salud de Padre Las Casas, que al ir visitar
María Ruiz Carrasco, la encontró con anemia, al preguntarle que se la había producido ésta
le manifestó que había sufrido un aborto, el cual le había sido practicado por la matrona
María Cecilia Peña Vásquez. Concuerda con ello lo señalado por el abogado Raúl Henríquez
Burgos, fiscal a cargo del sumario administrativo seguido en contra de la enjuiciada quien
manifestó que pudo establecer que ésta tuvo participación en maniobras que tuvieron por
objeto la interrupción del embarazo de una paciente del Consultorio de Padre Las Casas y
que para ello había utilizado el box Nº 21 de dicho establecimiento. En cuya dependencia
existen instrumentos consistente en pinzas, espéculo e histerómetro entre otros, los que
según la médico Zablah son idóneos para producir un aborto.

      Ratifica lo anterior el Decreto Nº 119 de 01 de septiembre de 2006 de la municipalidad


precitada donde se aceptó la proposición del fiscal administrativo en cuanto solicita la
destitución de la enjuiciada de su cargo de matrona. Sumado a todo lo anterior está lo
expresado por el perito Néstor San Martín Urrutia, quien expuso que María Ruiz le relató que
había sufrido un aborto el que había sido practicado por la acusada en este juicio. Por
último lo consignado en el informe planimétrico en que se indicó que en el box utilizado por
la encartada existe un balde con instrumental médico, lo consignado en el informe de
atención del gestante de fecha 17 de mayo de 2005 donde consta que María Ruiz Carrasco
fue atendida por la enjuiciada, lo que es reconocido por ella y lo dicho por la funcionaria
policial Paola Muñoz Vidal quien expresó que el mismo día que se atendió a Ruíz Carrasco
aparecen cuatro fichas clínicas alteradas.

      Con esto se da respuesta a la defensa que solicitó la absolución de la enjuiciada por no


haber tenido participación de los hechos que se le imputan.

      En efecto, el tratamiento previo consistentes en ingerir pastillas por vía bucal y el uso de
los instrumentos antes mencionados resultó idóneo para producir el resultado antijurídico ya
analizado, pues mediante su uso malicioso se logró la interrupción violenta del fruto de la
concepción, conducta que demuestra su participación y responsabilidad directa en estos
hechos, reiterándose de este modo el rechazo de la absolución solicitada por su defensa.

      12) Que, este tribunal descarta lo expresado por imputada en cuanto a que ella no fue la
autora del delito que se imputa en la acusación, ya que, su testimonio aparece desvirtuado
en forma categórica por lo expresado por los testigos María Ruiz Carrasco y Noralina
Carrasco Herrera quienes aparecen creíbles, por ser más imparciales, verídicos y que se
encuentren contestes en señalar que la enjuiciada le practicó un aborto a la primera de ella
en su calidad de matrona, lo que aparece ratificado por Ludgarda Barros Burgos y por los
testigos Raúl Henríquez Burgo, Juan Delgado y el perito Néstor San Martín Urrutia.

      Por otro lado no aparece lógico estimar que Ruiz Carrasco y su madre estuvieran
falseando los hechos con la finalidad de inculpar a la enjuiciada, ya que, producto de estos
fueron formalizadas y condenadas a través de un procedimiento abreviado ante el juzgado
de ésta ciudad. Se agrega a ello, el hecho que la denuncia que inició la investigación criminal
la realizaron los médicos del Hospital Henríquez, ya que, en todo momento Ruiz Carrasco
ocultó el tiempo de su embarazo y que se le hubiera producido un aborto, lo que sólo
reconoció cuando quedó en evidencia por la existencia de un carnet maternal y una
ecografía que ilustraba que su estado de gravidez era mucho mayor al indicado por ella.

      Además, todo lo señalado por María Ruiz y Noralina Carrasco aparece ratificado por la
testigo Ludgarda Barros Burgos, quien incluso señaló sentir un gran un aprecio por la
enjuiciada, lo que fue ratificado por ésta, Por lo que necesariamente de acuerdo a las reglas
de la lógica y máxima de la experiencia debe concluirse que de ninguna manera Barros
Burgos ha querido perjudicarla, al declarar sobre hechos que no fueran verdaderos.

      La propia matrona reconoció haber atendido a la embarazada el 17 de mayo de 2005 no


obstante que ésta se atendía en el consultorio de Santa Rosa, justo el día que se estableció
la falsificación de cuatro fichas de atención entre las cuales se encontraba la de Ruiz
Carrasco, según lo estableció el sumario administrativo y lo indicado por la funcionario
policial Lorena Muñoz Vidal.-

      13) Que, se desestima también la declaración de los testigos presentados por la defensa
en atención a las siguientes consideraciones:

      El testimonio de Brunilda Troncoso Ávila y Jimena Vejar Díaz se desecha, en atención a
que ambas, si bien trabajan con la enjuiciada no tiene ningún antecedente cierto sobre los
hechos que motivan la acusación, ya que, ellas manifestaron que sus labores prolongaban
hasta las 19:00 horas y como claramente establecido en el juicio las maniobras abortivas
realizadas por la enjuiciada fueron desarrolladas con posterioridad a las 20:00 horas, en un
horario estas ya se habían retirado del establecimiento asistencial.-

      La declaración Cristian Muller Wohlel se desestima en atención a que expuso sobre
hechos que no son motivo de la acusación, como lo es que el médico Juan Delgado hubiera
registrado mayor número de atenciones que las que realmente realizó.

      El testimonio de Sergio Hernández Muñoz, se desestima en razón de que sus dichos en
cuanto a que no existen medicamentos que puedan causar aborto que pueden ser
administrados por vía oral, aparecen en contradicción con lo expresado por los médicos
especialista Luis Echeverría y Loreto Zablah, quienes aparecen como mejor informados y
más creíbles, porque sus expresiones no sólo tienen una fundamentación teórica, sino que
está corroborada por la practica de muchos años en un establecimiento hospitalario donde
se atiende gran número de pacientes. Además, que el profesional sólo tiene sabe de dichas
drogas por la literatura, sin que haya demostrado que hubiera presenciado la utilización de
dichos fármacos.

      Lo expresado por Ana Garrido Salvo será también será desestimado en atención que no
aporta ningún antecedente relevante sobre los hechos que son motivos de este juicio, ya
que ni siquiera tiene conocimiento donde se encuentra ubicado el box donde se cometió el
ilícito.

      Lo manifestado por Carlos Ortiz Bustos y Silvia del Carmen Espinoza Moraga, se rechaza
en atención que son las personas encargadas del aseo y que sólo esto lo realizan cuando las
dependencias del consultorio se encuentran desocupadas, por que evidentemente no podría
percatarse de lo que estuviera ocurriendo dentro del box utilizado por la enjuiciada.-

      La declaración de la perito psicólogo y el psiquiatra presentados por la defensa serán


desmentidos, en atención que fundan sus apreciaciones preferentemente en lo expresado en
la enjuiciada, lo que aparece en clara contradicción con las declaraciones de los María Ruiz,
Noralina Carrasco y Ludgarda Barros, quien aparecen como más veraces, por estar mejor
instruido de los hechos y por ser más verídicos. Lo que se encuentra también más acorde de
como sucediera los hechos de acuerdo a las reglas de la lógica y las máxima de la
experiencia, por lo que este Tribunal, le dará mayor credibilidad a su versión realizada en el
juicio por estos testigos, que a los peritos en cuestión.

      En cuanto a los documentos presentados por la defensa se rechazan fundado en las
siguientes consideraciones:

      El instrumento que se refiere a la denuncia realizada por la enjuiciada en contra de Juan
Delgado Castro en Contraloría, la solicitud de informe y la fotocopia de la hoja vespertina del
mes mayo de 2005, serán desestimadas porque se refieren a hechos que no tienen ninguna
vinculación con los hechos que motivan este juicio, ya que, contrariamente a lo sostenido
por la defensa, no existe ningún antecedente fidedigno, que exista una persecución en
contra de la acusada por parte de Delgado Castro, porque la denuncia que dio inició a la
investigación criminal fue realizada por médicos del Hospital Regional dando cumplimiento a
una obligación legal.

      En cuanto a la fotocopia de la resolución por la cual se ordena instruir sumario en contra
de la enjuiciada, no aporta ningún antecedente relevante en el juicio, ya que se encuentra
latamente acreditado que se instruyó sumario en contra de María Peña Vásquez, que
culminó con la destitución de la enjuiciada.

      En cuanto a la literatura científica que indica que misopostrol debe administrarse
preferentemente por vía vaginal para que sea más eficaz, no tiene mayor relevancia en
cuanto a los hechos del juicio, porque dicho estudio no descarta en forma alguna que dicha
droga sea suministrada vía por oral tal, como lo sostiene los médicos Luis Echeverría y
Loreto Zablah.-

      Las declaraciones prestadas por los médicos precitados y por el Director del
Departamento de Salud de la Municipalidad de Padre Las Casas ante la acusadora no tiene
ningún valor, ya que el único testimonio quien que puede ser valorado por el tribunal, es el
que se ha presentado en el juicio oral y público, dando cumplimiento con sus principios
básicos como lo son, la inmediatez y la contradicción. Para los únicos efectos que pueden ser
utilizadas las declaraciones realizadas ante el Ministerio Público, es para ejercer los derechos
que les otorga a los intervinientes el artículo 332 del Código Procesal Penal.

      Tampoco aporta algún antecedente relevante para la resolución de la controversia, el


certificado de identificación como ciudadana venezolana de la acusada y los pasaportes
otorgado tanto por Chile como Venezuela.

      14) Que, con lo establecido en los considerando once y doce se da respuesta a la


defensa quien solicitó la absolución de su representada por falta de participación. Teniendo
presente además que las alegaciones realizadas por ésta en cuanto a que la denuncia
de aborto fue realizada por el doctor Juan Delgado con la intención de perjudicar a la
imputada es errónea, ya que, esta fue realizada por los profesionales del Hospital Regional al
establecer que la versión la mujer sobre la interrupción del embarazo no era veraz.

      15) Que, a la acusada le favorece la atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal,
esto es, su irreprochable conducta anterior que se encuentra acreditada con el extracto de
filiación y antecedentes que se encuentra exento de anotaciones prontuariales y el peritaje
social y su ampliación realizada por la asistente social Jimena Delgado Rivas, con el que se
acredita que la enjuiciada tiene una larga trayectoria profesional de servicio público, arraigo
social y familiar. Además consta de la documental incorporada que se trata de una
profesional de 53 años período en el cual no sido objeto de persecución penal, que ha
desempeñado el cargo de tesorera de la Federación Regional de Funcionarios de salud
Municipal IX Región demostrando gran responsabilidad en el cargo, ha tenido participación
como funcionaria de excelencia de la Municipalidad de Padre Las Casas y registra
anotaciones de mérito anotadas en su hoja de vida funcionaria por su activa participación en
Campaña de la Semana Mundial de la Lactancia, por su participación en la situación de
emergencia que afectara a la a la comuna, por gestión realizada en toma de examen PAP,
por su participación en Campaña Nacional de Vacunación Antisarampión de esa comuna,
entre otras. En virtud de lo anterior y haciendo uso el Tribunal de la facultad que le concede
el artículo 68 bis del Código Punitivo, se accederá a la solicitud de la defensa de considerar
dicha atenuante como muy calificada.

      16) Que, el delito de aborto consentido causado por facultativo se sanciona con las
pena establecida en el artículo 342 Nº 3 del Código Penal aumentada en un grado, esto es,
con presidio menor en su grado máximo y que favoreciendo a la enjuiciada una atenuante la
que se estima como muy calificada, procederá a rebajarse la pena en un grado, quedando
esta en presidio menor en su grado medio.-

      Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los artículos 1, 5, 7, 14 Nº 1,


15 Nº 1, 18, 21, 25, 30, 50, 68 bis, 342 Nº 3 y 345 Código Penal; 1, 4, 45, 46, 47, 281,
282, 295, 296, 297, 323, 325 y siguientes, 339 al 346, 348 y 484 del Código Procesal Penal,
artículos 4 y 7 de la ley 18.216, se declara:

      I. Que se condena, con costas, a la acusada MARÍA CECILIA PEÑA VÁSQUEZ, ya
individualizada, a la pena de TRES AÑOS de presidio menor en su grado medio y, a la
accesoria de suspensión de cargo y oficio público durante el tiempo de la condena, en su
calidad de autora del delito de aborto consentido provocado por facultativo causado en la
persona de María Elena Ruiz Carrasco, ocurrido durante los primeros días del mes de junio
del 2005 en la comuna de Padre Las Casas.

      II. Que, concurriendo los requisitos legales, se le otorga el beneficio de la remisión


condicional de la pena, quedando sujeto a la vigilancia del organismo pertinente de
Gendarmería de Chile del lugar de su residencia por el término de 3 años, debiendo cumplir
con todos los requisitos establecidos por la ley al respecto. En el caso que le fuere revocado
el mencionado beneficio la pena se le empezará a cumplir desde el día que se presente o sea
habida, si abonos.

      Regístrese, comuníquese en su oportunidad al Juzgado de Garantía de Temuco para los


efectos de su cumplimiento.

      Redactada por el Juez Jorge González Salazar.

      Pronunciada por los jueces de la Primera Sala Erasmo Sepúlveda Vidal, quien la presidió,
Jorge González Salazar y Alejandro Vera Quilodrán.

      SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

      Santiago, treinta y uno de octubre de dos mil seis.

      Vistos y teniendo presente:

      1º Que a fojas 33 la defensa de la imputada María Cecilia Peña Vásquez ha recurrido de
nulidad en contra del juicio y de la sentencia dictada por el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Temuco, RIT 113-06, que la condenó a la pena de tres años de presidio menor en
su grado medio, más las accesorias legales y las costas de la causa, como autora del delito
de aborto, hecho ocurrido en junio de 2005.

      2º Que el recurso se ha fundado en la causal prevista en la letra a) del artículo 373 y,
subsidiariamente, en la letra e) del artículo 374, todos del Código Procesal Penal. Señala
respecto de aquélla que da competencia a esta Corte, que se ha vulnerado el artículo 19 nº
3 inciso quinto de la Constitución Política de la República, toda vez que no fue debidamente
probada su participación en los autos y la sentencia "ha contravenido gravemente la
garantía constitucional invocada al condenar a la acusada, toda vez que la prueba de que se
ha valido el Ministerio Público, no sólo es equívoca sino que insuficiente para destruir la
presunción de inocencia, lo que imposibilita objetiva y absolutamente toda convicción, como
la que señalan haber logrado los sentenciadores, pues, basta con afirmar que se ha llegado
a tal convicción, sino que, y mejor aún, ella debe provenir en forma elocuente y eficazmente
de la prueba rendida en el juicio".

      3º Que los argumentos esgrimidos por el recurrente para invocar la causal de la letra a)
del artículo 373 del Código Procesal Penal como fundamento de su recurso y de la
competencia de esta Corte Suprema para conocerlo se refieren, más allá de la garantía que
menciona que se habría vulnerado, a una supuesta infracción al derecho a rendir prueba y
que esta sea apreciada y valorada conforme corresponde a la ley en la sentencia, y a la
disconformidad en cuanto a la forma cómo lo hizo el Tribunal, y aún cuando se les ha
mencionado como constitutivos de infracción de garantías constitucionales, configuran la
causal de nulidad absoluta prevista en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
interpuesta de manera subsidiaria, por cuyo motivo se procederá en conformidad con lo
dispuesto en el artículo 383 inciso tercero letra a) del mismo código.

      Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos


372, 378 y 383 del Código Procesal Penal, remítanse estos antecedentes a la Corte de
Apelaciones de Temuco a fin de que, si lo estima admisible, conozca y falle el recurso de
nulidad interpuesto por la defensa de la sentenciada.

      Regístrese y remítase a la Corte señalada junto con su agregado, oficiando al efecto.

      Rol Nº 5.383-06.

      Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del
C., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el abogado integrante Sr.
Carlos Künsemüller L.

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