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OBRA: “EL SUEÑO DEL PONGO” AUTOR: JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ADAPTACIÓN TEATRAL: ROSA LUZ ARROYO
GUADALUPE
"EL SUEÑO DEL PONGO"
PONGO: (Esconde el plato en su espalda) Comiendo poqeto
Autor: José María Arguedas
nomas papaceto.
Adaptación teatral: Rosa Luz Arroyo Guadalupe
PATRÓN: Ya, ya terminen para rezar el Ave María
Tiempo Máximo: 20 minutos.

Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda del


VOZ EN patrón. Era un pongo que iba a cumplir el turno de
OFF: sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo MANDÓN: Señor , mil sacos de papa nomás se ha bajado mañana,
miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas este (señalando al pongo) también irá a ayudar, porque
viejas, causaron risa al patrón que lo vio venir. falta gente…
Buenos días taytitu. PONGO: Yo también trabajaré para ti, taytitu
La cocinera sale llevándose sus cosas.
PONGO:
El patrón al ver al pongo lo agarra por la cabeza

PATRÓN: ¡Tú trabajarás para mí! (Lo empujaba de la cabeza y lo


Ja, ¿Y tú? ¿Eres gente u otra cosa?
PATRÓN: obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba
PONGO: (Humillándose bajo la cabeza) No sé papacitu. hincado, le daba golpes suaves en la cara) Creo que
eres perro. ¡Ladra! ¡Ponte en cuatro patas!
PATRÓN: ¡A ver! por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá
manejar la escoba, con esas sus manos que parece que El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies.
¡Trota de costado, como perro!
no son nada.
PATRÓN:

PONGO: Sigoro taytitu. El pongo corre imitando a un perrito chusco, corría hasta la
(Llamando con las manos)
esquina, mientras el patrón reía de buena gana, la risa le sacudía
PATRÓN: Tiburcio ¡Llévate esta inmundicia!
Está bien señor. ¡Vamos, vamos! (Jaló al pongo) todo el cuerpo.
(Agarrándose la barriga seguía riendo) ¡Regresa!
MANDÓN:
(Soltándose, se arrodilla delate del patrón). PATRÓN:
PONGO: Gracias papacitu (le besa las manos)
El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado.
(Jalándolo) ¡Ya vamos, caramba! ¡No molestes al señor!
En una esquina el Mandón Tiburcio y la cocinera rezaban mientras
MANDÓN:
El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran veían la escena.
VOZ EN sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres!
OFF: le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había un poco PATRÓN: Siéntate en dos patas; empalma las manos.

como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de El pongo se sentaba como una vizcacha.
verlo así, otros lo compadecían El patrón lo golpeaba con la bota
(Aparece llevando un balde grande, se dirige hasta
sin patearlo fuerte.
PONGO: donde está la cocinera) Agüita mamacita
(Moviendo la cabeza) Huérfano de huérfanos; hijo del Al verlo caído se dirige al mandón y a la cocinera
COCINERA viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón Recemos el Padrenuestro
: pura tristeza, (Alcanza un plato de comida al pongo) PATRÓN:

¡come hijo de la tristeza!


VOZ EN El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque

El pongo se sienta en un rincón y comienza a comer en silencio, la OFF: no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar

cocinera también come. correspondía a nadie.


(Volteando a ver al pongo le dice) ¡Vete pancita!
VOZ EN El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; PATRÓN:
OFF: comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí,
VOZ EN Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su
papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir. Quizá a
OFF: nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a
causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su
reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus
ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar,
iguales, los colonos. Pero... una tarde, a la hora del
el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al
Ave María, cuando el patrón se encontraba en el
anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el
corredor con el mandón, el hombrecito se acercó por su
Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora,
espalda hasta ellos, con el rostro espantado, dijo con
el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la
voz clara.
servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo.

Aparece el patrón jugando con unas llaves , mientras la cocinera y PONGO: Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero

el mandón están en una esquina con el pongo comiendo hablarte.

PATRÓN: (Dirigiéndose al pongo) ¡Tan temprano y comiendo! PATRÓN: (Dándose la vuelta) ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado
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OBRA: “EL SUEÑO DEL PONGO” AUTOR: JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ADAPTACIÓN TEATRAL: ROSA LUZ ARROYO
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u otro? (Mirando al Mandón le dice) Anda ve, Tiburcio, Mientras habla el pongo el ángel blanco va enluciendo el cuerpo
tráigame la cuentas, ¡ahora mismo! del patrón.

MANDÓN: Está bien patrón, en este momento lo haré (sale) PONGO: Y así, el angelito, levantando la miel con sus manos,
Tu licencia, padrecito, para hablarte. enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las
PONGO: Es a ti a quien quiero hablarte uñas de los pies. Y tu cuerpo relucía como si fuera de oro,
transparente.
PATRÓN: (Fastidiado) ¡Habla... si puedes! Así tenía que ser. (Lo mira con desprecio)
Padre mío, señor mío, corazón mío
PATRÓN: ¿Y a ti, que te pasó?
PONGO: (con voz temblorosa) Soñé anoche que habíamos
muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto. PONGO: (Mirándolo de frente) Cuando tú brillabas en el cielo,
nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar.
SAN FRAN
(Sorprendido, entre risas) CISCO Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos
PATRÓN: ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio
Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro

PONGO: desnudos. (se quitan las ropas) Los dos juntos; de gasolina excremento humano

desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco.


Aparece detrás de ellos, San Francisco, con las manos cruzadas Aparece entonces por el lado izquierdo el ángel negro, camina

mirándolos seriamente, el pongo ni el patrón se dan cuenta despacio, rengueando. Su mirada es triste. Trae en las manos una
lata de gasolina llena de KK.
PATRÓN: ¿Y después? ¡Habla! (dijo entre enojado e inquieto)
¿Y entonces?
PONGO:
PATRÓN:
Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre
Un ángel que ya no valía, viejo, de patas
San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas
PONGO:
miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos para mantener las alas en su sitio, llegó ante
examinaba, pesando, creo, el corazón de cada uno y lo nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las
que éramos y lo que somos. Como hombre rico y alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro
grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío.
grande. Viéndolo nuestro gran Padre ordenó.
PATRÓN: SAN Oye viejo (ordenó el santo al ángel viejo)
FRAN embadurna el cuerpo de este hombrecito con el
(Con tono burlón) ¿Y tú?
PONGO: CISCO: excremento que hay en esa lata que has traído;
todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo
(Moviendo la cabeza y agachado) No puedo saber cómo
como puedas. ¡Rápido!.
estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo.
PATRÓN:
Comienza a cubrirlo con el excremento que trae en la lata
Bueno, bueno, sigue contando (Con cara de asco)
PONGO:
PATRÓN: ¿Te cubren con el contenido de la lata?
Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca.
SAN FRAN
CISCO PONGO: Si, padrecito, con sus manos nudosas, el ángel
"De todos los ángeles, el más hermoso, que venga y que
viejo, sacando el excremento de la lata, me
traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel
cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa
de chancaca más transparente". barro en la pared de una casa ordinaria, sin
cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del
PATRÓN: ¿Y entonces? cielo, apestando...(se tapa la nariz)

PONGO: Dueño mío, apenas nuestro gran Padre San Francisco dio PATRÓN: (Riendo) ¡Así mismo tenía que ser! ¡Continúa!
la orden, apareció un ángel, brillando, vino hasta llegar ¿O todo concluye allí?
delante de nuestro Padre, caminando despacio. Traía en
las manos una copa de oro. PONGO: No, padrecito mío, señor mío. Cuando ambos ya
estábamos cubiertos, nos vimos juntos, los dos,
Aparece por la esquina derecha el ángel blanco trayendo la copa de miel. ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió
(Camina altivo y sonriente.) a mirarnos, ya a ti, ya a mí, largo rato. Con sus
ojos que colmaban el cielo, parecía que mirab a
PATRÓN: ¿Y entonces? dentro de nosotros. Y luego dijo.
SAN Todo cuanto los ángeles debían hacer con
PONGO: Nuestro gran Padre ordenó. FRAN ustedes ya está hecho.
SAN FRAN
CISCO (Dirigiéndose al ángel viejo que de pronto
CISCO
Ángel mayor, cubre a este caballero con la miel que está rejuveneció le ordenó) Cuida que todo lo
en la copa de oro; que tus manos sean como plumas ordenado se cumpla estrictamente.
cuando pasen sobre el cuerpo del hombre. (Mirando a los dos hombres)
Y ahora ustedes ¡lámanse el uno al otro!
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OBRA: “EL SUEÑO DEL PONGO” AUTOR: JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ADAPTACIÓN TEATRAL: ROSA LUZ ARROYO
GUADALUPE
Despacio, por toda la eternidad. Muchas gracias, ha sido la presentación de
VOZ EN OFF (nombres de los que actuaron)
Ambos personajes comienzan a lamerse, mientras el telón
se cierra despacio, sale al centro del escenario San PERSONAJES
Francisco. VOZ EN OFF COCINERA
SAN Todos los hombres son iguales en deberes y PATRÓN SAN FRANCISCO
PONGO ANGEL BLANCO
FRAN derechos, nadie es mejor que nadie, ni peor que
MANDÓN ANGEL NEGRO
CISCO nadie. Si respetamos al prójimo, nuestro país
cada día será próspero y glorioso. ¡Viva el Perú! INDICACIONES
(Hace una venia) (Se cierra el telón)
¡Ruego vuestra dedicación!
¡Aprender, por favor, cada uno bien sus parlamentos!
Cuando el telón se abre, todos los actores abrazados ¡No se acepta lectura a la hora del ensayo!
hacen una venia. ¡No se olviden de hablar teniendo en cuenta los signos de
puntuación!
¡Ensayen sus papeles frente a un espejo!

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