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ISBN 84-8169-200-7 nn SR TMS RR EM TI OIEN @ 7ieaynais Il Josep O'Callaghan INSTRUMENTOS PARA EL ESTUDIO DE LA BIBLIA Serie publicada bajo I Asociacién Biblica Introduccién a la critica textual del Nuevo Testamento SEGUNDA EDICION EDITORIAL VERBO DIVINO Avda, de Pamplona, 41 31200 ESTELLA (Navarra) 2000 2 edicion Titulo original: favraduccis ata ertica texto! del Now Testament. “Tradvetor del eatalin: Ricardo Lésaro Barcel © 1997 Euitosial Claret $.A.V., Barcelona 1997 - © Ealtorial Vetbo Divino, Impresién Graficas Lizara, S.L.. 1998 + Foxocomposicion: Fonasa, Pamplona Estella (Navarra) + Depdsito Legal: NA. 3072 - 2000 ISBN: 84-8169-260-7 PROLOGO Durante la composicion de este libro, pensé varias veces que, en vez de titularlo Introducci6n a la critica textual, tal vez hubiera sido mejor poner explicitamente Apuntes de critica textual, por- que su finalidad era la de ofrecer unos sencillos apuntes La aparicién de este libro se debe a la peticion que me hizo la editorial Claret por medio de mi amigo el padre Ignasi Ricart. Con mucho gusto procuré complacer tanto al padre Ricart como al padre Pere Codina, director de la referida editorial. Pero he de confesar que en dicha edicién catalana se deslizaron algunas incorrecciones (debidas exclusivamente a quien suscribe estas lineas) que fueron acertadamente puestas de relieve por J. K. Elliott en ta recensién de esta obra (FgNt 10, 1997, 158-162). Al agradecer a mi colega sus acertadas indicaciones, me complazco en decir que las mismas se han tenido en cuenta en esta edicién castellana. Esto supuesto, no se puede negar que mi vida ha tenido cierta relacion con la critica textual del Nuevo Testamento, En primer lugar, a causa de la benevolencia del padre José M.* Bover que, durante mis cuatro aros de estudios teoldgicos en el Colegio Maximo que la Compaia de Jestis ten(a entonces en Sant Cugat del Valles, procurd formarme en la ciencia y arte de la critica tex- tual neotestamentaria, Recuerdo de nuevo con agradecimiento a ‘aquel venerada maestro que dirigié mis primeros pasos por esta parcela cientffica ¥ en segundo lugar, no es menos cierto que durante cuatro aos (1979-1983) fui el responsable del curso de critica textual 8 INTRODUCCION A L.A ERITICA TEXTHAL BEL NUEVO TESTAMENTO, en el Pomtificio Instituto Biblico de Roma, cuando la Santa Sede nombré arzobispo al padre Carlo M.* Martini, que era el cate- dnitico de critica textual, tanto det AT como del NT. Debo aitadir que, durante los afos en que fui responsable del curso, quien explicd la critica textual del AT fue mi colega el padre Pierre Proulx (#), cuya enorme capacidad de investigacion todos recor- damos con afecto y admiracién. Por otra parte, en el curso académico 1995-1996, expliqué durante wn semestre critica textual del NT en la Facultat Teold- gica de Catalunya, Fue entonces cuando experimenté la necesi- dad de tener algtin libro en nuestras lenguas para iniciarse en ‘este, materia, Yesto es lo que, a fin de cuentas, pretende esta obra: introdu- cir sencillamente a los alunos y, en general, a todos los lectores ue lo deseen, en este interesante y complicado campo de estudio. Lo dicho da a entender que no se trata de una obra de inves- tigacién, ¥ esto explicard también la metodologia utilizada. Nita hibliografia es exhaustiva, ni los temas son expuestos con la amplitud a veces exigida En cuanto a la bibliografia, se limita solamente a unos cuan- tos libros significatives sobre aspectos critics del NT y no incluye las ediciones criticas de su texto, consideradas ya a lo argo de ta obra. No quiero firmar este prélogo sin agradecer al actual cate- drético de critica textual en el Pontificio Instituto Biblico de Roma, padre Stephen Pisano, su amable ayuda en la solucién de algunas dificultades que le propuse. ¥ también se hace acreedora @ mi reconocimiento la editorial Verbo Divino, que ha tomado a su cargo la presente edicién. J.O°Callaghan Institut de Teologia Fonamental Seminari de Papirologia Sant Cugat del Vallés, 15 agost 1998 SIGLAS a) Colecciones y revistas ABC.N ABC des Neuen Testaments, Essen Acg Aegyptus, Milan, ANTE ——Arbeiten cur Neutestamentlichen Textforschung, Mins- ter Westfalen, AnBib ——_Anatecta Biblica, Roma BAC Biblioteca de Autores Cristianos, Mati. Bib Bibliea, Roma. BIS Bibliotheca Sacra, Dallas, Byrz Byzantinische Zeitschrift, Miiich, EEN Esnudios de Filologia Neotestamentaria, Conloba. ENT Estudios del Nuevo Testamento, Masri EPEB Esnudis de Papirotogia i Filologia Biblica, Barcelona. ExpTim The Expository Times, Edimburgo. Helm Helmantica, Salamanca JBL. Journal of Biblical Literature, Atlanta. NTS New Testament Studies, Cambridge OrCrist En los Origenes del Cristinanismo, Cérdoba. PapCastr —_ Papyrologica Castractaviana, Roma-Bareelona PopLB —— Papyrologica Lugduno-Batava, Leiden. PatrTextSt Pairistische Texte und Studien, Berlin PL. JeP. Migne, Parrologiae Latinae cursus, series Latina, Lutetiae Parisiorum 1857 Pr Percorsi ¢ Troguardi Biblici, Tari, 10 INTRODUCCION A L.A ERITICA TEXTUAL DEL NUEVO TPSTAMENTO QULPAMitt Quetlen unl Untersuchungen zur lateinischen Philologie des Mitelalters, Munich, RB Rewue Biblique, Paris RelCult eligi y Cultura, Madrid. ResB Resefla Biblica, Estella (Navarra). SNTS: Studiorum Novi Testamenti Societas (Monograph Series), Cambridge. Scriptorium Bruselas sid Suedies and Documents, Grand Rapids. StudPap Studia Papyrologica, Roma-Barcelona. SubB. Subsidia Bibtica, Roma, THLZ, Theologische Literaturzeitung, Berlin b) Libros neotestamentarios Ap Apocalipsis Jds Judas 1Co 1 Corintios Le Lucas 2Co 2Corintios Me Marcos Col Colosenses Mt Matco Ef Efesios TP 1* Pedro Fim — Filemén 2P 2 Pedro Fip_—_Filipenses Rm — Romanos Ga Gilatas St Santiago Hb Hebreos 1 Tm 1° Timoteo Heh Hechos de los Apéstoles 2 Tm 2* Timoteo Jn Juan LTS I Tesalonicenses Ha 1 Juan 27s 2 Fesalonicenses 2In 2 Juan Tt Tito 3am 3*Juan IN Y PROBLEMATICA Como su nombre indica, Ia critica textual neotestamentaria tiene por objeto cl acercamiento cientifico al texto del Nuevo ‘Testamento, que no ha llegado hasta nosotros en su versién ori- ginal, Es evidente que no siempre podremos obtener con total seguridad el texto autdgrafo. Pero, incluso en los casos mas dudosos, se podra alcanzar el texto cientificamente més préximo al que nos dejaron los autores del NT. El hecho de que no tengamos el (exto original supone que en las distimtas transcripciones que se conservan de él haya va tes que revelan la existencia de un origen comin que se diversi- fica en redacciones un tanto fluctuantes. Esto hace que desde el principio convenga recordar fa mutti- plicidad de variantes, que se pueden dividir en simples (adicio- nes, omisiones, inversiones y mutaciones) y compuestas 0 mix- tas, que son el resultado de combinaciones de las precedentes, ‘como por ejemplo, omisiones y mutaciones, adiciones con inver- siones, variaciones de frases completas, etc Para que quede més claro, proponemos algunas de estas tec- ciones variantes: Variantes simples Adicién: (Mt 1,6) 6e*] + 0 Banvdevs. Omision: (Mt 5,11) VewSopevot] om. Inversi6n: (Mt 1,18) Ingov Xpiotov] Xp.orou Inoov, 12 INTRODUCCION ALA CRITICA TEXTUAL. DEL. NUEVO TESTAMENTO, (Mt 2,19) gawerat / kat ovap] Kat ovap / pat vera Mutacién: (Mt 1.18) yeveas] yevynans. ‘Variantes compuestas Adicién con mutacién: (Mt 8,32) Tous xoipous] THY ayedny Fav xoLpav. Omisi6n con mutacién: (Mt 14,26) ot Be pata WBovres avtov] iovres Be autor. Inversi6n con mutacién: (Mt 2,13) gawwerat kat ovap] Kar ovap egain, Adici6n con omisién y cambio: (Mt 20,21) heyet auto] n Be eumev. Omisién con inversion: (Mt 23.4) avrot 8¢ Ty] Tw Be. Inversién en palabras separadas: (Mt 6,33) Baotdevay, — Buxaroowny] Sucaroowrny, — Bacrrerav. Mutacién en palabras separadas: (Mt 8.1) kataBavtos. — avrov] kaTaBavTt, —avTy. ‘Variacién de toda la frase: (Mt 10,42) arohean Tov \ia80v) aohnTat 0 probes 1. Critica verbal o interna Es evidente que los principios rectores de fa critica textual neotestamentaria son los mismios que rigen para los eseritos pro- fanos, en cuanto que aqustla es un caso particular de la eritiea ‘general de textos! Por esto, la primera preocupacién del critico es atender a la principal fuente de corrupciones en los manuscri- tos [mss], proveniente de la inseguridad de los copistas. En esto 1, Sobre ten a fextual de lo autocesamtiguos en general cf B, A. Van Gro ingen. Traité d'histoire et de vitigne des textes grees, Amsteedam 1963: A, Sil vatore. Edizioe evita e crt del teste, Roma 1983; D.C. Greetham, Textual Seholarship. Ap traduction, Nueva York 1992. NOCIGN ¥ PRORLEMATICA B consiste la critica verhal, que, en primer lugar, estudia las variantes involuntarias adiciones, omisiones, confusion de letras 0 palabras y alteraciones en general que proceden de la complejidad psicolégica inherente al acto de la transcripcién y ‘que son fruto de la distraceién, ‘Aunque pueda parecer sencillo, ta accién de transeribir un texto es bastante compleja. En primer lugar, el escriba ha de leer el texto que quiere copiar, y se supone que lo ha de leer bien. Pero eso significa que tiene buena vista y que el texto es de lec- tura asequible. Una vez que ha captado lo que dice el fragmento aque ha de transeribir, el escriba ha de conservarlo fielmente en la memoria. Y, después, con la maxima exactitud ha de trastadarlo al material de escritura que tiene en sus manos. Si todo funciona normalmente, tendremos en la copia el mismo texto, transcrito con toda fidelidad. Pero no siempre pasa asf, A menudo hay errores como, por ejemplo, la diptografia, que consiste en repetir una palabra o grupo de palabras. Asf, en el cédice Vaticano, Jn 13,14, el escriba ha repetido dos veces este ‘grupo de palabras: el odv yi Evupa tidy Tobs ToBas 6 KépLOS eal b 61BdoKahos.. A veces sucede todo lo contrario y se produce alguna omi- si6n, de letras, de sflabas o de palabras. Es lo que se denomina haplografia, que se da cuando el copista salta de una palabra a ‘otra muy parecida o igual, omitiendo las intermedias. Estas 01 siones son muy habituales a causa del homoioteleuton. Por ejem= plo, en algunos mss no aparece el versiculo 39 del capitulo 18 de Lucas, porque acaba con vié Aavid, éhénody we, que son las mismas palabras del final del versiculo 38. Ast pues, el escriba hha tomado el segundo final por el primero, ha omitido el ver siculo 39 y ha pasado directamente al 40. Otra causa de equivocacién es la confusién de letras, y no solo textualmente hablando sino también fonéticamente. Es la Prevalencia del itacismo o del sonido de una i en lugar de otras Yocales 0 diptongos como n, et, v, ot. Como ejemplo de confu- Sin de letras se puede aducir Heh 15, 40, donde algunos mss: 14 INTRODUCCKN A LA ERATICA TEXTUAI. DE. NUEVO TESTAMENTO, leon ETIAEEZAMENOE (shabiendo escogidon), mientras que en otros dice ET] AEZAMENOS (chabiendo acogido»). \Véase la facilidad de confusi6n entre Ja A y la. A, Un caso claro de itacismo se da en 1 P 2,3: la lectura de algunos mss es xpno ‘Tés (abenigno, iil»), mientras que la de otros es xpLoTss: («Cristo») La memoria también puede fallar, ¥ entonces cl escriba fécil- mente substituye sindnimos, como eiAis por etGéws, drt por 8.6r1, etc. O sencillamente realiza inversiones, en las que se con- servan las palabras lefdas, aunque se les da una nueva orienta- ci6n. ‘Valgan estos pocos ejemplos para confirmar la complejidad del acto de copiar textos antiguos. Y a todo esto se puede aiiadir Ta situacién de cansancio que el copista suele tener después de estar mucho tiempo transcribiendo con paciente monotonfa. Asi se explican también no pocas de las faltas involuntarias, Toda esta complejidad esté muy bien expresada en este hexd- ‘metro latino: Tres digitiscribunt, totum corpusque laborat («Tres dedos escriben, pero todo el cuerpo trabaja») Hasta aqui hemos considerado los cambios 0 variantes mas 0 ‘menos inconscientes, aquellos en fos que no ha intervenido la voluntad humana, Pero hay muchas lecturas intencionales, que no se deben a una distraccién del copista, sino a un deseo de mejorar aquello que se cree que ha sufrido alguna altera hacen cambios de cara a una «purificacién» textual. Estas variantes son ocasionadas por el influjo de la tradici6n viva, el rigorismo de exactitud gramatical, la influencia de correcciones armonizantes con pasajes paralclos 0 con referencias del AT, 0, finalmente, para adaptar los textos a las férnulas litéirgicas en uso. También se deben a las correcciones exegéticas de textos ificiles, cuya interpretacién se aclara con interpolaciones, supresiones 0, sencillamente, con retoques tendenciosos 0 dog- maiticos. Prescindimos ahora de todo ello porque estas variantes intencionadas serdn consideradas en algunos ejemplos de critica textual que propondremos més adelante. NOCION Y PROBLEMATICA 15 Sin embargo, por el momento no podemos dejar de aludir a la Kad que representa el hecho de la scriptio continua en que estin escritos muchos de los mss. Véase, por ejemplo, la dficul- tad de lectura que representa el texto de Mc 10,40 en fos mss Hla mados maytisculos: TOAEKA@I2AIEKAE=IONMOYHEZE YQ NYMQNOYKEZTINEMONAOYNAI AAAOIZHTOI MAZTAL Son las palabras de Jestis a Santiago y Juan, los hijos de Zebe- deo, cuando le piden poder sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda, en la gloria. La traduccién de la respuesta de Jesis es: -«mas el sentarse a mi diestra 0 a mi izquierda no es incumbencia mia concederlo, sino que es para quienes esti preparado». La dificultad esta en AAAOIZ, que se puede leer de dos maneras: la lectura normal (@XX’ois: «aquellos para quienes») o la peculiar (@ois: «para ottos») Viendo la dificultad que supone acertar la interpretacién de algunas pericopas en scriptio continua, se puede apreciar el esfuerzo que representa haber interpretado obras enteras, de mmillares de versos, que hasta ahora eran tan sélo un recuerdo en la fiteratura griega, como son las comedias de Menandro, de los Famosos papiros Bodmer. 2. Critica externa Ademis de la verbal, también hemos de hacer mencién de la critica externa, as‘ llamada porque no se apoya en el valor intrin- seco de las lecciones, sino en el conjunto documental que las avala, En esta clase de critica se ha de proceder con cautela, uesto que sus principios no se han de tomar en un sentido mate- mético, Una variante jamés sera auténtica exclusivamente por tener el mimero més elevado de testimonios. No todos los Manuscritos presentan el mismo valor critico, y, por otra parte, pueden tener més valor dos testimonios independientes que una cadena en la que se constate un influjo mutuo. Es necesario aadvertir, igualmente, que la antigiiedad no siempre decide: un 'estimonio més reciente puede ser copia fidelisima de un texto 16 INTRODUCCKON A LA CRITICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO perdido, Tampoco es un criterio a favor de un manuscrito el hecho de tener un menor niimero de correcciones, ya que puede tratarse de una copia fidelisima de un manuserito anterior de poco valor; en este caso, cuanto mayor sea la exactitud de la reproduccién, mas se distanciard del texto auténtico. II. CUESTIONES PALEOGRAFICAS Es evidente que los mss que contienen fragmentos mas 0 menos extensos del NT estén redactados en escritura antigua, Esto nos Tleva a considerar brevemente algunas nociones de paleograffa (< nahata ypac), que es el estudio de las escrituras antiguas: hebrea, griega, latina, ete, Naturalmente, agut tratamos de ta paleografia biblica, 1a que se aplica a Tos mss que nos han transmitido la Palabra de Dios. Y, concretamente, nos referine- mos a la paleograffa neotestamentaria, que es una parte de paleografia griega, cuyos origenes se remontan a B. de Mont- faucon, Palaeographia Graeca, sive De ortu et progressu Lit rar (sic] Graecarun, Paris 1708. Generalmente eran de madera, con una cata eéncava y va- ‘fa, que se rellenaba de cera. Los gricgos la llamaban 8éhros, Bektiov 0 bedniBiov, wruxtiov, muvaxis, etc. Los latinos, en cambio, decian tabulae, tabellae 0 cerae, Escribfan sobre la cera con la punta del stilus 0 graphium Estas tablillas servéan para los asuntos ordinarios de la vida: ‘cuentas, cartas, apuntes, ejercicios escolares, ete,’ 1. CE 3, O'Callaghan, EI papi en log Padres grecalatines,PapCaste 1, Bar elona 1967, 23-25, 18 ISTRODUCCION A TA CRITICA TENTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO 2. Papiro Era el papel de la antigiedad, fabricado con una planta palus- tre (Cyperus papyrus), que crecta fécilmente en las regiones pan- tanosas de Egipto. En el interior del tallo de esta planta hay unos largos filamen- tos que, a veces, pueden llegar a alcanzar hasta cinco metros. Estos filamentos (gédipat) se colocaban sobre una superficie dura (gencralmente una tabla mojada con agua del Nilo), dispuestos todos ellos en la misma diteccién. A este primer estrato (oxiCa) se Te superponta otro, constituido con filamentos colocados perpen- dicularmente respecto a los anteriores. Después era suficiente con tunos cuantos golpes dados con un mazo para que las dos capas quedaran bien unidas, sin necesidad de afiadirle goma, porque los filamentos estén circundados por un elemento viscoso que sirve para aglutinar. De esta manera, el papel (xp) ya estaba a punto Después se cortaba el papel en folios (koMkFinaTa), que se pegaban mutuamente, de manera que formaban rollos de altura y ongitud distinta, La escritura se disponfa en columnas (aeXiSes). El bastonci- Io en donde estaba enroliado el rollo se Hamaba du@adss, en latin umbilicus. EL uso del rollo suponfa una gran pérdida de papiro -un 50%-, porque tan s6lo se eseribfa por una cara, Con el objeto de ahorrar papiro, entre otras razones, hacia el ato 80 d.C. se dio el paso del rollo al cédice, en el que se empleaban las dos caras del papiro, como sucede en los libros actuales. Es facil de entender que era mas modo escribir siguiendo las paralelas, que servian de lineas pata guiar la escritura, La cara que tiene las lineas paralelas se denomina recto, mientras que la otra, con Ia eseritura perpendicular a las fibras, es el verso, Plinio? describe el papiro de este modo: «El papiro nace en las cignagas de Egipto 0 en los charcos donde se estancan las 2. Naturalis Historia XI, 22, 70-74 [CUESTIONES PALEOGRAFICAS 19 nas del Nilo después de la inundacién, cuya profundidad no supera los dos codos. La raiz es gruesa como un brazo y esté tor- cida, El tallo, de un maximo de diez codos, se estrecha hacia arriba y acaba con una inflorescencia parecida a un tirso, sin semillas, y no se emplea para otra cosa sino para coronar de flo- res las estatuas de los dioses>. 3. Pergamino El término pergamino (nepyayinya, *: charta pergamend) designa las pieles de algunos animales convenientemente trata- das y reducidas a hojas finas y lisas. Segiin una antigua tradicién transmitida por Plinio’, el uso del pergamino y su proceso de preparacién se remontarfan a Eumenes If, rey de Pérgamo (97-158 a.C.), el cual se vio obli- gado a recurrira este material de escritura, después de que Pto- Tomeo IV, rey de Egipto, temiendo que Eumenes formara una biblioteca que pudiera hacer sombra a la de Alejandria, prohi- biese la exportacisn del papiro a Péngamo. Parece, sin embargo, més cerca de la verdad que Eumenes sencillamente recuperase la costumbre, ya conocida, de escribir sobre pieles de animales. 4. Ostraca Los éstraca (: ‘iTthf), que incluso podia estar adomado con puntos (:-!=:) 0 con una corona (kopuvis). En algunos textos las pausas de sentido quedaban expresadas dejando un pequefio espacio en blanco entre las palabras y subra~ yando con una linea inferior las primeras Tetras de la palabra sobre la que recafa la pausa’ AYTOQN —— KAIHNOAAOS, TIPOZAOKONTONZAXAPIAN Pero més adelante, a partir del siglo V d.C., se empezs a escribir fuera del margen la primera letra mas grande: AYTON —— KAIHNOAAO: TIPOXAOKQNTONZAXAPI AN 4. Colometria En los cédices habia todavia otra disposicién, es decir, la divisidn del texto en breves sentencias o Iineas, segtin el sentido, sobre todo para favorecer fa comprensién y hacer més fécil la lectura piblica, Esta divisién quedaba articulada en: periodo: sentido completo; colon: (< Kidhov, 70): parte del periodo con sentido pen- diente; comma: (< xéypia, 70): parte breve del colon, sin sentido, ‘que indicaba una pausa de respiracién. 5. Esticometri Los griegos y los romanos solfan establecer la longitud de las obras literarias segiin el nimero de Iineas. En la pocsfa, estas Iineas coincidian con las de los versos; mientras que en la prosa se determinaba la longitud segtin una linea modelo, constituida por un verso homérico de extensién media: parece que oscilaba entre 34 y 38 letras, poco més o menos, unas 15.0 16 silabas. Las 24 INTRODUCCION A LA CRITICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO Iineas de una obra, determinadas de esta manera, se denomina- ‘ban Em (versos) y, mis tarde, aTixoL EI niimero de Emm 0 oT{xot contenidos en un rollo quedaba expresado al final del papiro, junto con el titulo de ta obra, ©) Puntuacién y transcripeién de los papiros Puntuacién En os escritos antiguos se utilizaban pequefios puntos para separar las palabras, pero eso no constituia una verdadera pur tuacin. El sistema de puntuacién fue inventado por los alejandrinos y.en particular, por Aristéfanes de Bizancio (260 a.C.), a quien Se femonta también el sistema de acentuacién’. El punto (otvypr, 4), segtin donde fuera colocado, podia indicar distintos tipos de pausa. El punto alto (evypi teheta) equivalfa a nuestro punto (.); el que estaba a mitad de la linea (oreyuth péon), a nuestra coma (,); el que se escribfa debajo de Ta tinea (boo Typ), a nuestro punto y coma (:). Hay que adver tir, sin embargo, que estos signos no siempre tenfan el mismo valor. 2, Transcripcidn de los papiros La secci6n de Papirologfa, reunida en Leiden en septiembre de 1931, durante las sesiones det XVIII Congreso Internacional de Oriemalistas, redacté la regularizacién de las ediciones papi- roligicas’ 1) Letras inciertas: a, B, € 2) Letras ciertas pero incompletas: Be. 8. No tratamos pavticularmente los acentos, Hay, sin embargo, un esto rmonogrético sobre éstox en los paptos biblivos, Cf. A. Biondi, Gli aevent! net part grec bibles, PapCast: 9, Roma: Barcelona 1983 CCUEXTIONES PALEOGRAFICAS 25 3) Letras ilegibles, cuyo ntimero aproximado es conocido: de 4 4) Letras que faltan, cuyo nimero aproximado es conocido: LE] (4), 5) Letras que faltan, y que ni siquicra se conoce st nimero aproximado: } [} [. 6) Suplementos 0 imtegraciones: dupa [05] 7) Solucién de abreviaturas: L (= &05) 8) Lagunas: . 9) Interpolaciones: Bid {Sia} abTod. 10) Tachaduras: 8.4 [[5.a]] abros. 11) Palabras interlineales: “Bid” (apices convergentes). 12) Otras correcciones: generalmente en ef comentario. 4) Escritura maytiscula y mindscula En el lenguaje de la critica textual es comtinmente aceptado hablar de letras unciales, como si fuesen las propias de los gran- des mss biblicos. Es un uso corriente, peto la nocién paleogeé- fica no es ésta, Demos, pues, la correcta. Definiciones a) La eserinura ‘mayriscula es ta que contiene tas letras dentro de dos parale- Tas; mindiscula es ta que contiene las letras dentro de cuatro para- felas. Algunas de estas letras, sin embargo, estén contenidas centre las dos paralelas centrales, como son a, ¢, t, ¥, 0, ¥. Otras, en cambio, aunque tengan la parte principal entre las lineas medias, alargan el resto del cuerpo hasta las Iineas superiores 0 inferiores, por ejemplo B, y, 5, 4, @, }. Desde el punto de vista paleografico, pues, la maytiscula no ha de ser necesariamente 26 © WWTRODUCCION A.A CRITICA TEXTUAL DEI, NUEVO TESTAMENTO ‘mis grande que la mindscula. No es cuestién de medida, sino de adaptaci6n a las paralelas que contienen las letras, b) La escritura maytiscula puede ser capital, que conserva las lineas y angulos rectos; tuncial, que dobla los rasgos y los &ngulos rectos. Segiin esta nomenclatura paleogréfica, es evidente que tomar unciales como sinénimo de mayiisculas Neva a la confusisn. ©) Tanto la escritura maytiscula como la miniscula puede ser no cursiva, caligrafica, elegante, que escribe las letras cuida- dosamente y separadas. cursiva, que enlaza las letras entre sf 0, mediante apéndices, sencillamente, entrecruzando sus partes. ©) Signatura y colofones En algunos casos, el mismo eseriba firma el cédice. Asf, para indicar que ta tarea de transcripcién ha terminado, dispone las Ultimas Ifneas del texto en simetria degradante, formando figuras, ‘caprichosas. Esta forma de terminar se denominaba colofén (< xohogxiv, 6). Si el amanuense era monje, sacerdote, etc., solta afiadir algiin adjetivo de humildad (@AdxLoTOs, tamrewds, ete.) Por ejemplo el cédice Scorialensis gr. 476: "Eypdgn... Ba Xe.pGv Ev@6pov dy.aptodod mpeoBurépov. Alguna vez el escriba también quiere comunicar que, a pesar de toda su buena intencién, ha podido incurrir en no pocos erro- res, y lo hace con palabras muy expresivas, como en el codice Parisinus gr. 633: Biyvaré pot, Tapakads, et TL Eogd@dnv dn te oelas, Bapelas, dmootpépou, Sacetas Te Kal Widijs Kal Beds coer tpas Tdvtas («Perdonadme, por favor, si me he equivocado en el acento agudo o grave, en el apéstrofo, en el espiritu dspero o suave, y Dios os salvari a todos vosotros»). [CUESTIONES PALEDGRAFICAS Pa Hay que recordar también dos versos con los que el ama- nuense expresaba la satisfaccién por la tarea acabada, que a menudo era larga y pesada: "Monep Eevor xalpovaw Ldeiv ratplBa, obras Kai ok ypdqovres BiBNou Thos. («Como los peregrinos se alegran al ver la patria, asf también Tos escribas [al ver] el final del libro»), En cuanto a la signatura, habrfa que citar las que se conocen con el nombre de monocondylia (, Se conservan, en buena proporcién y en esta dispo- sicién, los siguientes libros: Rm, Hb, | y 2 Co, Ef, Ga, Flp, Col y ITs, Es ya algo remoto ef impacto internacional que supuso la publicacién de este fondo y la abundantisima bibliografia que suscité su paleografia, critica textual y antigiiedad. Como com- pendio de aquellas reacciones nos limitamos a aducir tas pala- bras del eminente biblista y critico textual, M.-J. Lagrange, que fue uno de los primeros en definirse sobre el aspecto de indole textual de dicha coleccién, Afirmé, sin reservas, que se trataba «de una publicacién que hard época en la historia de los estudios biblicos» ". Lagrange dedicé buena parte de este volumen de la RB al estudio textual de los referidos papiros. Por lo que respecta a las cartas de Pablo, escribié: «Se trata de un descubrimicnto sensacional, que no modificari mucho el texto critico, pero la seguridad de este texto es en sf misma un dato muy importante. Ademis, la historia de los orfgenes del texto neotestamentario recibira probablemente nueva luz». 10, RB 43, 19345, a4 INTRODUCCION ALA CHITICA TEXTUAI, DE. NUEVO TESTAMENTO. Brevemente, estos papiros tienen la siguiente numeracién en fa lista oficial: {Pes el primero de los papiros de esta coleccién. Originaria- mente el cédice debia de tener unas doscientas hojas. Actual- mente los hagidgrafos que esti mejor representados son Mt, In y Heh, El manuscrito fue datado por su editor ~que fue el mismo {que el de los otros papiros de ese fondo, F. G. Kenyon— como perteneciente a la primera mitad del siglo IHL pes el papiro ms interesante de esta colecci6n, ya que con- tiene el famoso «corpus paulinum, del que acabamos de hablar. Este papiro (integrado en el PMich. inv. 6238) data aproximada- mente del ato 200. Hay que destacar la particularidad de este cédice, que incluye entre las epistolas paulinas ta anénima a los cristianos hebreos. {Pes el papiro III de esta coleccién, que es el representante del Ap. Pertenece a la mitad 0 segunda mitad del siglo ILL Como hemos visto, en tineas generales, los papiros Chester Beatty neotestamentarios se sitan en una edad paleografica que va desde el comienzo hasta finales del siglo Il. Sin embargo, cientemente se ha anticipado notablemente la datacién del texto de las epistolas de Pablo", Bodmer Durante las sesiones del VII Congreso Internacional de Papi- rologia, celebrado en Ginebra el afio 1951, V. Martin daba a conocer las primicias de esta importante coleccién. Dejamos la mencién de otros papiros sensacionales de este fondo (clasicos y apécrifos) y citamoy sus cédices neotestamentarios. EL evangelio de Jn (papiro II de la coleccién) mide 16,2 x 14.2. em, Consta de 108 paginas consecutivas, menos las corres- pondientes a los niimeros 35-38, es decir, los que incluyen los 1 CL Y. K, Kim, Palaces Bi 69, 1088, 248-257 raphical Dating of 9 to the Late First Century {TISTIGUS DEL TEXTO NEOTESTAMENTARIO 35 versiculos 11-35 del capitulo 6, Esta primera parte del papiro contiene, con la exclusién mencionada, el texto de Jn 1, 1-14, 26. La segunda parte, publicada como suplemento, mucho mas frag~ mentaria, acaba en 21,9, Esté redactado con una eseritura muy cuidada, pero con errores materiales corregides consecuente- mente por el escriba: las letras se anulan generalmente con pun~ tos sobrepuestos. Como signo de puntuacién se expresa de cuando en cuando el punto mas @ menos elevado, con diverso valor de pausa. Los nombres propios, tanto de lugar como de persona, estén indicados con un apSstrofo, que también acom- pafta irregularmente a ottos términos comunes, separando con- sonantes en el interior de las palabras. Este papiro, Den la lista oficial, data aproximadamente del afio 200. Los VII y VIII de la coleccién contienen Ta carta de Judas y las dos de Pedro, Mide 15,5 x 14,2 em y tiene el niimero 72 en la lista oficial de los papiros neotestamentarios. Data del siglo HIT o IV. La escritura es un tanto irregular, imperfecta. Se advierte cierta tendencia a la unién de los trazos. Los nombres propios se hallan cscritos completamente, con todas las letras y, a veces, con un trazo superlineal. En las cartas de Pedro, los nombres propios se destacan con una linca encima 0 acompaiiados de un apéstrofo. En la primera carta, falta la titima frase (5,14): «Paz a todos vosotros, los que estas en Cristom. EL", o papiros XIV y XV de la coleccién, data del siglo IIL Estos papiros conservan fragmentos de Lucas y Juan, Del pri- mero, los capitulos 3-24; del segundo, 1-15. Las dimensiones actuales de este cédice son 26 x 13 cm. La escritura esté forrmada por una elegante maydiscula vertical. El punto, situado a diversos niveles, es el tnico signo de puntuacién. Los nombres propios se indican frecuentemente por un punto o un apdstrofo. Se omite a veces cl aumento temporal de los verbos: y en algunos términos, se advierte el fenémeno de reduplicar algunas vocales 0 conso- nate: EL XVII (") conticne el texto de los Hechos de los Apésto- les casi completo y diversos fragmentos de las epfstolas cat6l 36 INTRODUCCION A LA CRFTICN TEXTLAL DEL. NUEVO TESTAMENTO. ‘cas. No es muy antiguo (siglo VIL), pero es importante por ta iportaciGn de texto. Otros papiros importanies En cuanto a su antigtiedad, el papiro reconocido oficialmente como el de escritura mis areaica es el que se conserva en la John Rylands Library, de Manchester (Inglaterra), Este pequefio fragmento de papiro, de insignificante apariencia, fue comprado ccon otros en Egipto el afio 1920 y publicado por C. H. Roberts cen 1935, En una cara contiene los versiculos 31-33 del capitulo 18 de Jn, y en la otra, los versiculos 37-38 del mismo capitulo. Fate es ef famoso papiro )*, que data del afio 125, Las conse- ‘cuencias de este hallazgo fueron espectaculares, El papiro se habia encontrado a mas de 1.000 km del lugar donde Juan Io habia escrito. Con esto quedaban cientificamente impugnadas Jas escuelas que atribuian a los eseritos de Jn una redaceién més reciente. Un papiro digno de mencién por su antigiiedad —prescindo ahora de los que acabamos de citar por su longitud, que también podrian aducirse en cuanto a su datacion—es el $P”, que, aunque inicialmente fue datado como del siglo Ill, en la 27° edici6n de Nestle-Aland se le asigna mas coneretamente ca. 200, Contiene parcialmente unos pocos versiculos de los eapitulos | y 2 de la epistola a Tito. Ein el recto contiene 1,11-15, y en el verso, 2 8. A pesar de su pequeite7, tiene una variante digna de atencién En 2,7 lee agBonav (liberalidad) en vez de acpbopiav (inco- sruptibilidad; es justo advertir que D’ tiene aB.aqloptav), va- riante que, como se dice en la editio princeps, solamente estaba alestiguada en F y G, dos manuscritos del siglo IX. Otro de los papiros interesantes por su antigiiedad pertenece una coleccién espaiiola. Se trata del PBare. inv. 1, con tn texto de Mt 3.9.15; 5,20-22,25-28, Figura en la lista como p”. Se publicé por vez primera el aiio 1956. Este papiro, junto con el {PY del Magdalen College, de Oxford, es el conjunto de Mt mas yeSTIGOS DEI, TANTO NEOTESTAMENTARO 37 antigao®. El de Barcelona lo constituyen dos pequeos frag- mentos de folio: ef A) mide 1,85 x 1,2; y el B) 5,5 x Sem. Su eseritura se encuadra perfectamente en el estilo. «biblico» Aparte de un nuevo estudio al que se aladfa una nota de C. H. Roberts, este papiro ha sido reeditado tres veces més por R. Roca-Puig'*. Se supone que algunos «nomina sacra» aparecen abreviados. Se trata tan s6lo de una suposicisn, y esto se deduce del cilculo esticométrico. Aunque en la 27 edicién de Nestle-Aland el $9" esté datado como de Ios siglos I-III, en la edicién principe fue presentado como de «finales del siglo Ib», Puede, en todo caso, considerarse como uno de los papiros neotestamentarios mas antiguos. Con- tiene Mt 23,30-39. Bs un fragmento que proviene de un cédice papiraceo. Sélo se conserva uno de los mirgenes: el izquierdo en el verso, y el derecho en el recto. Hay pocos signos de puntua- cién: el punto medio y el paragraphos. Excepto una pequeiia variante en el recto 7-8 (aToxrivfousa), el papiro no presenta ottas lecturas dignas de consideracién. ‘También hay que recordar el 9", que contiene una parte en absoluto insignificante de Juan (18,36-19.7), por mas que el papito haya Hegado hasta nosotros en un estado lastimoso, Su restitucién ha sido muy dificil y, a veces, insegura™ 2, Recientemente se le ha ateibuide una redaccién mis amigua, Cr ta obra de CP Thiede = M.D-Ancons, Tevimonin de esis. Barcelona 1997 13. Neu publication del papin» miner uno de Barceloma, Helm 12. 1961 103.122: Complementary Mote ta the Article of Pro. Rca Pag, bi. 123 14. Bare nw m1, 00 Std in mone di Aristide Calderni e Roberto Pari ben I. Milin-Varese (957, 67-96; Un papi griego del evangetio de san Mee ‘con una NOTE de Coli Robens, Gremio Sndical de Maestros impresores de Ba tclora y su provincia, Barcelona 1962; Us pupir gree de sant Mateu, amb una NOTE de Colin Roberts, Barcelo 1962 15, nts de acabar fa sociin de los pupiros hay que hacer menci6n de a pro puesta de O'Callaghan sobre la idetiticacion de un papiro be Me en la Cueva? de ‘Quimein (7951. En fa bibliogatia que hay sobve esta cussi6n, ef un eesumen de la misna en J O'Callaghan, Las panos griegos dela cueva 7 de Quran, BAC 353, Madd 1984, No todos aceptaron esta propuesa. Pro despues del simposio 'emacionalcelebrade sobre la misma en la Universidad afemana de Eichsa (18 20 de octubre 1991). la opin fae mis favorable. Ahora podemos asi do te 38 INTRODUCCION ALA CRITICA TEXTUAI, DEL NUEVO TESTAMENT 2, Manuscritos maytiseulos Ex bastante dificil, por no decir pricticamente imposible, cestablecer ef niimero exacto de mss del NT. Ya sabemos cusintos papiros neotestamentarios hay. Segin el nimero propuesto por K. Aland", hay 299 maytisculos, 2.812 minisculos y 2.281 lec- cionarios, fo cual hace un total de 5.489 mss. Pero, como dice muy acertadamente A. Passoni dell” Acqua, en realidad deben de set unos 5.000, o puede que algunos més, porque guerras y calamidades han destruido diversos mss 0, al menos, ha habido errores en las catalogaciones. Dicho esto, ahora hay que tener en cuenta algunos de los prin- cipales mss mayiisculos. $8 0 01 (S en las ediciones de Bover y Merk), denominado Sinaitico porque se encontré en el monasterio de Santa Catalina, en el monte Sinaf. Ffectivamente, en 1848 -C. von Tischendorf, cuando todavia era profesor auxiliar en la Universidad de Leip- zig. descubrid y aparié de una cesta de desperdicios que iban a ser quemados, 43 folios de la Septuaginta. Vista la importancia timonins recientes sobre la vader de eta Klentificnci, A Passoni Dal Acq et 1.17) dcea propio deesto(p. 38.0, 19} «J. O'Callaghan. despues de haber reo sede nuevas prucbas sobre el texto de los LXX, lanza hipsiesis do que el texto Ise un pasa del NT con el nombre de Pevrnaaper (el Paps newest ras en la eueva ? de Quenin?, Bib 53, 1972, 91-108 y Nowe sobre 70 tomadas en cl ckeckefeller Masewns de Jerusalén, Bib 83. 1972. 517-853). La hipstesis de (O'Callaghan fue muy combatida y frecueniemente con foros muy pose Sereno y ientfices, en los ltimas aes, a wello wa stencin publics, La que -a mi modo ue siendo todavin dudowo en esa cuesion ya no es Ta Kenic ha sido Presdenta ¢ la Asoviion Iniermacional de PapirSlogos. en la recension de eta obra, afimea eg 74, 199, 207): Me parece que ya sera ora de incur 7Q5 en ka lista oficial de Tos paps ‘el NT». Y postenoemente, em la recension de una obra de F.Neirynek, que alude a |i mencionada propuesta, dice R. del Olno Veros (RelCult 43, 1907, 230) «No = ‘lvida tampoco de las tees cada vex mis aplaudhdes y seredtades del P.O'Ca Haghan jesuita catalin, a pesar de sw apellido inland, sobre algunos manuscits ddl Mar Muerto respeto a a dtacin del Evangel des. Marcos 16. K. Aland B. Aland, The Tex of the New Testament, Grand Rapids 1995, 8185, 11 A test del Nuovo Testament, Leumann (Turi), 63 “TESTIGOS DEI. TEXTO NEOTESTAMENTARIO 9 del descubrimiento, regresé al monasterio, pero los monjes orto- doxos recelaban de él y no quisieron darke mas partes de aquel cédice. Tischendorf no desistis y volvié al monasterio en 1859, pero en condiciones diferentes. Ahora iba bajo la proteccién del zar Alejandro U, patrén de Ia Iglesia ortodoxa griega. Entonces se le permitié evar el cédice a El Cairo para copiarlo, Sin embargo, Tischendorf persistié en su diplomacia y consiguié, finalmente, que Jos monjes enviaran el ms como regalo al zar. Asi, el ms permanecié en San Petersburgo hasta finales de 1933, fecha en que fue vendido por el gobierno soviético al British ‘Museum, donde esta actualmente. Este cédice (del siglo IV) es el tinico que tiene todo el NT y una gran parte del AT, en letras ‘maydsculas priegas distribuidas en cuatro colummas. Ademés, al final contiene también la carta de Bernabé y una gran parte del Pastor de Hermas, A 0 02, el Alejandrino (siglo V). Desde ef siglo XI consta su existencia en la biblioteca del Patriarca de Alejandria. Este ms contiene el AT con algunas lagunas y el NT, menos el comienzo, hasta Me 25,6; faltan también Jn 6,50-8,52; 2 Co 4,13-12,6. Se hizo una reproducci6n fotogrifiea de este cédice para el British Museum, bajo la supervisidn de E. M. Thompson. B 0 03, ef Vaticano, conservado en la Biblioteca Vaticana (Vaticanus graecus 1209). También es del siglo IV. Tiene lagu- nas en el AT (desile el comienzo hasta Gn 46,18) y el NT acaba en Hb 9,14. Quedan 759 folios, de los cuales 142 son del NT. Es copinién comiin que este cédice también procede de Egipto. € 0 04, conservado en 1a Biblioteca Nacional de Paris. Se conoce como Codex Ephraemi, del siglo V. Es un palimpsesto, {que fue raspado en el siglo XILy se escribieron sobre el texto pri- tmitivo tna serie de tratados 0 sermones de san Efrén. No obs- tante todo, Tischendorf fue capaz, con procedimientos quimicos, de leer 145 hojas de este e6dice, que pertenecen al NT. D005 es el Codex Bezae Cantabrigiensis, también del siglo V, conservado en la University Library de Cambridge. Es un codice bilingiie griego-latin, con wna columna por pagina en 40 INTRODUCCION & LA CRITICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO frente de Ia otra (el griego, a la derecha), y consta de 406 folios. Las letras de las tres primeras lineas de cada libro estin eseri en rojo vivo y, al final de cada libro, la tinta negra alterna con la roja de la signatura. La Cambridge University Press, el afio 1899, hizo una lograda y exitosa reproduccién facsimil de todo el cddice. W 0 032, es el cédice griego més importante descubierto en este siglo. Lo compré Charles L. Freer, de Detroit, en 1906, y actualmente esti en el Freer Museum de la Smithsonian Institu- tion de Washington. Como el Codex Bezae, observa el orden conocido como occidental en la disposicién de los evangelios (Mt, Jn, Le y Mo) © 0 038, del siglo IX, denominado también Koridethi, fue descubierto en una iglesia de Koridethi, la actual Tiflis. El hecho de estar escrito con una paleograffa poco elegante, indica una mano no muy familiarizada con el griego. 3. Manuscritos mintisculos Generalmente los manuscritos se suelen dividir en cuatro grandes categorias, segtin los perfodos en que fueron eseritos y las caracterfsticas paleogrificas 4) Cédices antiquisimos (del siglo IX y primera mitad del X). Un médulo de letras muy regulares de altura y anchura, Utilizan la iota subscrita y hacen uso esporddico de ligaduras entre letras. b) Cédices antiguos (de mediados del siglo X a mediados del XIII). Una cierta variedad de letras, algunas de las cules incli- nadas a la derecha y otras que caen de la linea de base. ©) Céidices més recientes (de mediados del XIII a mediados del XV). Una gran variedad de escrituras, unas mis regulares y otras muy descuidadas. Los acentos y espiritus a veces estin ligados a las mismas letras, a causa de la rapidez con la que se realiz6 la copia. “TeSTIGOS DEI. TEXTO NEOTESTAMENTARIOL al d) Céddices nuevos (los aparecidos después de Ta invencién de Ja imprenta). Enire estos eédices mimisculos, los cientificos han descu- bierto algunas afinidades, que han permitido formar dos familias principales, Familia | (fl): fue identificada por K. Lake, por lo que tam- bign es conocida como familia Lake. Esta familia comprende los siguientes mss (datados entre el siglo XIL y el XIV): 1, 118, 131 209, 884, 1582 y 2542. Bl tipo textual en Me corresponde al que presenta el cédice ©. Familia 13 (f13). En 1868 W. H. Ferrar habja ident otra familia, también llamada Ferrar, constituida por estos mimdsculos: 13, 69, 124 y 346, a los que posteriormente fueron aiiadidos los némeros 174, 230, 543, 788, 826, 828, 983, 1689 y 1709. Todos éstos fueron copiados entre los siglos XT y XH y provienen det sur de Italia. Una variante importante de esta fami- ia es que el episodio de la mujer adiiltera (In 7,53-8,11) no se encuentra en cl evangelio de Jn, sino después de Le 21, 38, Hay otros mss que merecen ser citados particularmente: 33. Conocido desde comienzos del siglo XIX, presenta muchas afinidades con el 8. Actualmente esté en la Biblioteca ‘ional de Paris 565, De gran belleza, pues estd escrito con letras de oro sobre pergamino purpurino. Data del siglo IX, y actualmente se con- serva en fa Biblioteca de San Petersburgo. 1739, Escrito en el siglo X, contiene Hch y las cartas pauli- nas, aunque originariamente conservara todo el NT. Fue descu- bierto por E. von der Goltz en el monte Athos. Es importante porque tiene notas marginales tomadas de los escritos de Ireneo, Clemente, Origenes y Basilio. 2053. Escrito en el siglo XIM, actualmente se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Messina (Italia). Contiene Ap, con el comentario de Eeumenio, 42 INTRODUCCION A LA CRITICA TEXTUAL, DEL NUEVO TESTAMENTO 4, Leccionarios Son los escritos neotestamentarios conservados en los libros litdrgicos, que se utilizaban en las distintas iglesias locales. Debido a la dificultad de aceptar el Ap en el canon del NT, no hay ningin leccionario que contenga este libro. La mayoria son posteriores al siglo IX, y se escribieron en letra maytiscula hasta el siglo XI, es decir, das siglos después de Ja introduccién de la letra mindscula. Respecto al texto conservado, no hay unidad de conjunto, Las lecturas de los dias festivos ofrecen diversos tipos textuale incluso en lecturas que tienen el mismo origen no siempre se da identidad de texto. 11604, conservado en Oxford, es el leccionario més antiguo". B) INDIRECTOS 1. Las antiguas versiones Hacia el afio 180 comenzaron a circular las versiones mas antiguas de la Biblia, encargadas para ayudar a Ta difusiGn del ccristianismo, La antigtiedad de estas versiones, de los siglos I y III, mues- tra su importancia. Pero como ya hemos dicho al comienzo de este libro, tinicamente Ia antigiiedad no puede decidir siempre sobre el valor de un manuscrito. Y esto es lo que sucede con las versiones. A veces fueron realizadas por personas que no domi naban el griego; otras veces no pretendian dar el sentido d lado de las palabras, sino el sentido general, y esto podita ser 18. Cf. K, Aland, Kursgefaste Liste der griechitchen Handechniften des [Neen Testaments, ANTE I, Beclin- Nueva York ‘1994, 315. ¥, adem, ef. C-D. ‘Oshare, The Green Lectionaries of tke New Testament, et B, B. Blum - MW, Holmes (ed). The Test uf the New Testament in Contemporary Research: Essays on the Stan Question A volume & Honor wf Bice A Metzger, SID 4. Grail Rapids 198,63, TESTIGOS 19, TEXTO NEOTESTAMENTARKD 4a fuente de inexactitudes. Ademis, fay otras lenguuas no tienen la misma constitucién gramatical que el griego, con lo cual ya se puede prever la dificultad que deriva del hecho de que la traduc- cién fuese un calco del texto original, El estudio de las versiones, pues, aunque sea necesario, exige una gran prudencia en el critico actual. Ademds, el investigador moderno deberia poseer un dominio considerable tanto del griego como de la lengua antigua con la que esta trabajando. Y es evi- dente que esto no se puede pedir a todos los criticos del texto neo- testamentario, Pero también sabemos lo que pasa con la filologta indocuropea: el especialista en esta materia ha de fiarse de los datos que le proporcionan los t&cnicos en gaélico, osco-umbro, etc, Es una aynda filolégica mutua, Algo parecido ha de pasar también cuando se trata del estudio de estas versiones, Teniendo en cuenta todo esto, diremos algo sobre estas ver- siones. a) Las versiones latinas Existen fundadas discusiones sobre los tiempos y lugares de las primeras traducciones latinas. Pero es una opinién bastante ‘comin el que los evangelios fueron traducidos por primera vez al latin a finales del siglo II, en Africa del Norte. Después se hicieron traducciones en Halia, Francia, Espaiia y otros lugares. La rigidez de estas versiones primitivas demuestran wn talante de traduecién interlineal L, La Vetus latina (0 antigua versién latina) Por Africa septentrional y el sur de Europa circularon muchas: tradueciones latinas. La abundancia de estas versiones, con lec- turas particulares de un mismo versiculo, hizo exclamar a san Jerénimo: tor enim sunt exemplaria paene quot codices (shay cayi tantas variantes como cédices»). 44 INTRODUCCION A LA CRITICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO Los mss latinos més amtiguos se remontan al siglo IV, pero la Vetus larina se continué copiando hasta el siglo XII, mucho des- pués de que se hubiera perdido su uso comén. La Vetus latina africana presenta, generalmente, mas diferen- ccias respecto al texto griego que la que se conocfa en Europa Los mss de esta versin se indican en las ediciones eriticas ccon las leiras del alfabeto latino. Los mss mas antiguos de la Vetus latina son los siguientes: = africanos: 0 Codex Palatinus, del siglo V, contiene fragmentos de Jos cuatro evangelios. Aunque originariamente es africano, ha sido muy europeizado. ‘i, sfobolo dado al palimpsesto Fleury, del siglo VI. Es un cédice que tiene frecuentes errores, no sélo gramaticales, sino también de transeripcién. 8 el mis importante de los e6dices afticanos de la Vetus {atina, Es muy fragmentario y fue escrito hacia el 400. Fue le- vado al monasterio de Bobbio y mis tarde a la Biblioteca Nacional de Turin, donde esté actualmente. Es el nico ms Taino que nos ha conservado el final «intermedio» de Mc" europeos a, es probablemente e! ms mas antiguo de los evangelios. Se le denomina Codex Vercellensis, porque se conserva entre Tos tesoros de la catedral de Vercelli, en el norte de Talia, b 0 Codex Veronensis, pertenece actualmente al capitulo de la catedral de Verona (Italia). Es un ms escrito con tinta de plata y, algunos fragmentos, de oro, Es del siglo V. El orden de los evangetios es el occidental: Mt, Jn, Le y Me. 19, Ells contaron brevemente a Pero a los qu estaban con To que habia sido anunciado, Despues de est, Jess mismo envi por miedo de ellos, de Oriente a Occidente, el anuncio sagrado e incoetupable de a salvacién eterna». CL B. M. Metzger, The Text ofthe Neve Testament. Ie Transassion, Coreprion, and Resto ration, Nueva York-Otoed "1992, 226 {PSTIGOS DEL TEXTO NEOTESTAMENTARIO 45 cc, que esté en la Biblioteca Nacional de Paris, fue escrito durante el siglo XII, probablemente en el sur de Francia. Es ‘conocido con el nombre de Codex Colbertinus ff’ © Codex Corbeiensis, del siglo V o VIL esté en la Bi- blioteca Nacional de Parfs, Anteriormente pertenecfa al mo- nasterio de Corbey, cerca de Amiens, gig, sin duda alguna, el ms mas grande del mundo, Las gruesas hojas de pergamino que lo forman miden 0,87 x 10,45 m. Por eso es denominado Codex Gigas («gigante») Fue escrito en la primera mitad del siglo XIII en Bohernia. Pero después, en 1648, fue Hevado a Suecia y, algo més tarde, 11 la Biblioteca Real de Estocolmo. 2. La Vulgata latina Hasia el pontificado de Pablo VI, éstc ha sido el texto oficial de la Iglesia, especialmente con las ediciones promovidas por Sixto Vy Clemente VIIL El coneilio de Trento, en medio de tantas traducciones latinas de la Biblia, habia declarado auténtica la edicién de san Jers- nimo y, ademds, urgia a que se publicara (8 abril 1456). Parece que los mss de la Vulgata son unos 8.000. Italia reci- bid inicialmente la difusién de esta traduccion, Pero Espafa, Francia e Irlanda tuvieron testigos de esta versién con caracte- risticas textuales propias. Los mss de la Vullgata se indican con las Tetras maysisculas del alfabeto latino o con la primera sflaba del nombre que tienen asignado. Mencionemos, al menos, unos cuantos de estos mss de la Vutgata. El Codex Amiantus (A), de comienzos del siglo VIII, se con- serva en la Biblioteca Laurenciana de Florencia, Segtin algunos, es el mejor ms de ta Vulgata, El Codex Dublinensis (D), datado en el siglo VII 0 IX, se conserva en el Trinity College de Dublfn. Representa todo el NT, ‘con la carta apécrifa de Pablo a los cristianos de Laodicea 46 ITRONLCCHON A.A CRITICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO El Codex Fuldensis (F), actualmente en la Landesbibliothek de Fulda, fue escrito entre el 541 y el 546 por orden de Vietor, obispo de Capua, siendo conegido personalmente por ef mismo obispo, El Codex Mediolanensis (M), escrito en Italia, a comienzos del siglo VI. Se conserva en Mii, en la Biblioteca Ambrosiana, ¥y es de los mejores testigos de la Vulgata. El Codex Sangatlensis (2) fue escrito en Italia hacia finales del siglo V, Como dice B. M. Metzger, es el ms mas antiguo de la Vulgata. b) Las versiones siriacas Se suelen distinguir cinco versiones sirfacas, que representan una parte o Ia totalidad del texto neotestamentario, Son: la anti ua sirfaca (Verus syra); La Peshitta, 0 versién comin; la Filoxe- niana; la Harcleana y 1a Palestina, 1. La Vetus syra Es la més antigua de todas las versiones sirfacas. Han llegado hasta nosotros dos mss, ambos con lagunas, de los cuatro evan- gelios. El primero, de finales del siglo IV, que encontré A. Smith Lewis en el monasterio de Santa Catalina, en el Sinaf, se conoce pot el nombre de sy’. Se trata de un palimpsesto. El otro, del siglo V, fue encontrado en un monasterio del desierto de Nitria por W. Cureton; por eso, es denominado sy* Se conserva en el British Museum de Londres, 2. La Peshinta Es la version usada en la iglesia siriaca, Se le Hama también « nacién), 656s (camino > doctrina). Es caracteristico el uso de voces compuestas, incluso en aquellos casos en que el griego clésico emplearfa voces simples, cosa que también se manifiesta en la preponderancia del uso de preposiciones y adverbios unidos: émdvu, kaTevtimiov, Cuando no crea neologismos, la koiné tiende a los diminuti- vos, p. ¢.: driov (oreja), Kopdatov (muchacha). A veces, las palabras neotestamentarias cambian de signifi- cado respecto a las clisicas. Asi, et\aBéopat significa «temer», mientras que en clisico significa «proceder con cautela»; de la misma manera, épuTde tiene kt nueva significacién de «oram, en contra del clisico «preguntar» En cuanto a la fonética, recordemos que la asimilacién de lav con la consonante siguiente en composicién no es tan frecuente como en los clisicos; tampoco son corrientes la elisi6n y la crasis En morfologia, hay interesantes modificaciones respecto a la declinacién. Hay que sefalar la igualdad del nominative y el vocativo singular en la 3* declinacién: warp, OvyaTnp. A veces el genitivo y el dativo singular de nombres de la 1* declinacién 3. Como obra que tata especialmente de esta cuesticn, no slo en el axpecto eotestaentario ef, S, Dai, Tessie latin nel grec ditt, EPFB 2, Barce- Tons 1991 FL GRIEGO DEI. NUEVO TESTAMENTO. 1 que deberian acabar en -as y - terminan en -ns y -n, como sila @ fuese impura (onelpns, o@opns). Kreis y xdpis tienen tam- bign las formas khciSa y xdpera para el acusativo singular “Epis, ademas del clisico, hace el nominativo y el acusativo pit ral en pets. Bots presenta en el acusativo plural la forma hom rica sin contraer: Boas, y el término ix05 hace iyOvas. Hay otras irregularidades entre diversas declinaciones 0 géne- 105. Asi, los nombres contractos de la 2" vods, mois. yobs, pasan a la 3* por semejanza con Bots. ‘0 Bhcos, 8 Ciidos, 8 mhodros, 5 ‘Axes, por semejanza con TO yévos, a veces se transforman en neutros de la 3*. También encontramos kipés como femenino y AlGos como masculino, Los adjetivos de dos terminaciones se convierten en adjetivos de tres (-o5, 1 [-a], -ov: érount). Aparte de estas modificaciones, hay que mencionar la desa- paricién de algunas formas clésicas. En primer lugar, la suspen- sin del dual: incluso 840, es indeclinable o hace el dativo en dvatv. Como consecuencia de esto, los adjetivos acabados en -Tepos pasan sencillamente a expresar pluralidad. En vez de la declinacién dtica (-cws, -ew..), se utilizan las formas comunes. Se omiten algunas contracciones nominales, especialmente el plural de aréov, y algunas voces -

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