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prOBLEMÁTICA

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Dunas marítimas
y continentales

Coordinador
Francisco Javier Gracia Prieto
Autores
Francisco Javier Gracia Prieto, Eulalia Sanjaume, Germán Flor Rodríguez, Luis Hernández
Calvento, Antonio I. Hernández Cordero y Miguel Ángel Gómez-Serrano
2 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Esta ficha forma parte de la publicación Bases ecológicas preliminares para la conservación de los
tipos de hábitat de interés comunitario en España, promovida por la Dirección General de Medio
Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino).

Dirección técnica del proyecto


Rafael Hidalgo.

Realización y producción

Coordinación general
Elena Bermejo Bermejo y Francisco Melado Morillo.

Coordinación técnica
Juan Carlos Simón Zarzoso.

Colaboradores
Presentación general: Roberto Matellanes Ferreras y Ramón Martínez Torres. Edición: Cristina
Hidalgo Romero, Juan Párbole Montes, Sara Mora Vicente, Rut Sánchez de Dios, Juan García
Montero, Patricia Vera Bravo, Antonio José Gil Martínez y Patricia Navarro Huercio. Asesores:
Íñigo Vázquez-Dodero Estevan y Ricardo García Moral.

Diseño y maquetación
Diseño y confección de la maqueta: Marta Munguía.
Maquetación: Do-It, Soluciones Creativas.

Agradecimientos
A todos los participantes en la elaboración de las fichas por su esfuerzo, y especialmente a
Antonio Camacho, Javier Gracia, Antonio Martínez Cortizas, Augusto Pérez Alberti y Fernando
Valladares, por su especial dedicación y apoyo a la dirección y a la coordinación general y
técnica del proyecto.

Las opiniones que se expresan en esta obra son responsabilidad de los autores y no necesariamente
de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente,
y Medio Rural y Marino).
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La coordinación general del grupo 2 ha sido encargada a las siguientes instituciones

Sociedad Española de Geomorfología Universidad de Cádiz

Coordinador: Francisco Javier Gracia.

Autores: Francisco Javier Gracia, Eulalia Sanjaume, Luis Hernández Calvento, Antonio I.
Hernández Cordero, Germán Flor y Miguel Ángel Gómez-Serrano.

Colaboradores: P
 atricio Martínez Cedrún, Germán Flor Blanco, Juan García de Lomas,
Carlos García, Giorgio Anfuso, Javier Benavente y Laura del Río.

Fotografía de portada: Gran duna solitaria móvil no vegetada en la Ensenada de


Valdevaqueros (Cádiz).
A efectos bibliográficos la obra completa debe citarse como sigue:
VV.AA., 2009. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de
interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

A efectos bibliográficos esta ficha debe citarse como sigue:


Gracia Prieto, F. J., Sanjaume, E., Hernández, L., Hernández, A. I., Flor, G. & Gómez-Serrano,
M. Á., 2009. 2 Dunas marítimas y continentales. En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares para
la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de
Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. 106 p.

Primera edición, 2009.

Edita: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Secretaría General Técnica.


Centro de Publicaciones.

NIPO: 770-09-093-X
ISBN: 978-84-491-0911-9
Depósito legal: M-22417-2009
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ÍNDICE

1. PROBLEMÁTICA 7

2. TIPOLOGÍA ECOLÓGICA ESPAÑOLA 11


2.1. Dunas atlánticas españolas 12
2.2. Dunas mediterráneas españolas 15
2.3. Síntesis de las dunas costeras españolas 16
2.4. Clasificación de las dunas costeras españolas 18
2.4.1. Metodología 18
2.4.2. Descripción de tipos de dunas costeras 19

3. CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA 27
3.1. Distribución de especies vegetales en los sistemas dunares
costeros españoles 27
3.2. Distribución de los tipos de hábitat de interés comunitario en
los sistemas dunares 29
3.3. Factores biofísicos de control 32
3.3.1. Factores genéticos 32
3.3.2. Factores condicionantes de la dinámica y evolución del
sistema dunar 40

4. EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN 49


4.1. Determinación y seguimiento de la superficie 49
4.1.1. Directrices para la cartografía y seguimiento de sistemas dunares 49
4.1.2. Superficie favorable de referencia 54
4.2. Protocolo de evaluación de la estructura y función de un sistema dunar 60
4.2.1. Propuesta y descripción de factores y variables 60
4.2.2. Protocolo para la evaluación global de la estructura y función 69
4.2.3. Tipologías del estado de conservación (sistemas de referencia) 70

5. RECOMENDACIONES PARA LA CONSERVACIÓN 73


5.1. Erosión costera acelerada 73
5.1.1. Subida del nivel del mar 73
5.1.2. Disminución de los aportes sólidos y extracciones de áridos 74
5.1.3. Alteración de los parámetros de dinámica marina por obras
de ingeniería 75
5.2. Pérdida de biodiversidad 76
5.3. Fijación de dunas móviles 77
5.4. Degradación y destrucción de cordones dunares 78
5.4.1. Actividades de ocio 78
5.4.2. Urbanización 79

6. INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA 81
6.1. Bienes y servicios 81
6.1.1. Servicios de suministro 81
6 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

6.1.2. Servicios de regulación 81


6.1.3. Servicios de base 82
6.1.4. Servicios culturales 82
6.2. Líneas de investigación 83

7. BIBLIOGRAFÍA CIENTÍFICA DE REFERENCIA 85

8. NUEVOS TIPOS DE HÁBITAT DE INTERÉS COMUNITARIO A AÑADIR


AL ANEXO I 97

9. NUEVOS TIPOS DE HÁBITAT DE INTERÉS COMUNITARIO DEL ANEXO I


RECONOCIBLES EN ESPAÑA 105
1. PROBLEMÁTICA

Las dunas litorales forman parte del ambiente de esencia de los sistemas dunares es su dinamismo, con
transición marítimo-terrestre y tienen un papel crí- transporte constante de arena y, por tanto, con ente-
tico en la estabilidad de la costa. Con carácter gene- rramiento. De esta manera, existe una alta frecuencia
ral, los sistemas dunares son ecosistemas escasos, y de perturbaciones que tienden a interrumpir la mar-
actualmente sometidos a una fuerte presión antró- cha de la sucesión ecológica. Las perturbaciones en
pica. Estos sistemas destacan por la peculiaridad de ecología son sucesos que rompen el equilibrio y de-
su fauna y flora, adaptadas a unas condiciones edá- vuelven el sistema a un estado en el que el recurso
ficas extremas como pueden ser la escasa capacidad vuelve a ser abundante, generalmente con la desapa-
para retener agua, la escasez de nutrientes, las eleva- rición de organismos pertenecientes a especies típicas
das temperaturas superficiales, la gran movilidad de situaciones de equilibrio. En este caso, el movi-
del substrato y la concentración de sales. miento eólico de arena determina una renovación
constante del substrato, a la vez que sepulta a espe-
Los sistemas dunares representan una parte impor- cies de ciclo de vida largo que no pueden adaptarse.
tante de los recursos costeros y su conservación tie-
ne implicaciones naturales y sociales que no se limi- El papel de fijación de terreno arenoso móvil y la
tan únicamente al mantenimiento de paisajes o facilitación del avance de una sucesión vegetal lo
especies vegetales y animales vulnerables. Algunas ocupan una serie de especies consideradas pioneras,
de estas implicaciones afectan a la dinámica de las características de estos medios. Las especies adapta-
playas y a su equilibrio. Dado que en la naturaleza das a las duras condiciones de la duna se organizan
todos los elementos se encuentran conectados o li- así en franjas que se van estabilizando conforme se
gados, ya sea desde un punto de vista trófico o des- alejan de la influencia marina. Se parte de unas du-
de un punto de vista geodinámico, no es de extra- nas embrionarias cerca de la orilla del mar y casi
ñar que la degradación de los ecosistemas dunares desprovistas de vida. Algo más lejos de la orilla, las
allá donde se ha producido, haya conducido tam- condiciones se van suavizando, formándose dunas
bién a la erosión de las playas. primarias (foredunes) y secundarias mucho más esta-
bilizadas, conforme la vegetación se asienta, en un
Las dunas litorales constituyen uno de los ecosiste- fenómeno recíproco de facilitación que fue puesto
mas costeros más variados, formados por una am- como ejemplo de sucesión ecológica desde los pri-
plia tipología de formas muy dinámicas que dan meros estudios que la describían en ecología: el esta-
lugar a distintos tipos de hábitat de interés. Se aso- blecimiento de las especies pioneras favorece la apa-
cian a costas bajas de carácter sedimentario, forma- rición ulterior de otras especies en dunas más
das por playas arenosas que les sirven de fuente de estables. Estas etapas finalmente conducen hacia el
sedimento. El viento procedente del mar arrastra la interior a la formación de dunas totalmente fijadas
arena desde la playa hacia el interior, donde es rete- por la vegetación, incluso pobladas por bosques. Los
nida por plantas pioneras que dan lugar a cúmulos cordones dunares son, por tanto, sistemas que com-
arenosos incipientes o embrionarios. Conforme és- prenden especies adaptadas a las perturbaciones y
tos crecen, forman cordones dunares paralelos a la otras más características de las zonas más estables en
línea de costa, habitualmente cubiertos por vegeta- las que aumenta la diversidad y el recubrimiento.
ción especializada. La migración diferencial de estos
cordones hacia el interior da lugar a depresiones in- La clasificación de dunas costeras propuesta por la
tradunares, dunas móviles, dunas fijadas por vege- Directiva de Hábitats (92/43/CEE) de la Unión
tación, etc. A estas diversas situaciones se asocia una Europea diferencia entre dunas atlánticas (grupo de
amplia variedad de tipos de hábitat. tipos de hábitat 21) y dunas mediterráneas (grupo
de tipos de hábitat 22). Los tipos de hábitat que los
Los sistemas dunares costeros presentan una suce- conforman y cuya presencia en España está recono-
sión ecológica estructurada en el espacio. La propia cida oficialmente (Bartolomé et al., 2005) son:
8 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

21  Dunas marítimas de las costas atlánticas, del mar del Norte y del Báltico
2110  Dunas móviles embrionarias
2120  Dunas móviles del litoral con Ammophila arenaria (dunas blancas)
2130  Dunas costeras fijas con vegetación herbácea (dunas grises) (*)
2150  Dunas fijas descalcificadas atlánticas (Calluno-Ulicetea) (*)
2190  Depresiones intradunares húmedas

22  Dunas marítimas de las costas mediterráneas


2210  Dunas fijas de litoral del Crucianellion maritimae
2230  Dunas con céspedes del Malcomietalia
2240  Dunas con céspedes del Brachypodietalia y de plantas anuales
2250  Dunas litorales con Juniperus spp. (*)
2260  Dunas con vegetación esclerófila de Cisto-Lavanduletalia
2270  Dunas con bosques de Pinus pinea y/o Pinus pinaster (*)

Tabla 1.1

Aunque la razón principal de la diferenciación ge- de una cobertera vegetal continua no han sido con-
neral entre dunas atlánticas y dunas mediterráneas siderados como tipo de hábitat de interés comuni-
parece a priori justificada, la distribución geográfica tario por la Directiva de Hábitats. Se trata de las
realizada de cada uno de los tipos de hábitat objeto dunas transversales, inversas, en domo, en estrella,
de estudio no se ajusta a dicha clasificación general. barjanas, dunas parabólicas, remontantes, fósiles,
Así, los tipos de hábitat 2110, 2120 y 2190 se en- residuales, etc. Algunas de ellas alcanzan un desa-
cuentran presentes en la costa mediterránea y, pro- rrollo muy espectacular en España, especialmente
bablemente, podríamos asegurar sin ningún tipo de en sus costas atlánticas (Duna de Corrubedo, en La
exageración, que suponen más del 80% del conjun- Coruña; Dunas de Trafalgar, Bolonia y Valdevaque-
to de las dunas costeras mediterráneas. Por otra par- ros, en Cádiz), aunque también aparecen en las cos-
te, el tipo de hábitat 2270* tiene una relativa escasa tas mediterráneas (Dunas de Sant Pere Pescador,
representación en el Mediterráneo y, paradójica- Bahía de Pals, siendo especialmente importantes en
mente se ha adjudicado en exclusiva a los tipos de l’Altet, al sur de Alicante).
hábitat mediterráneos cuando presentan su mayor
desarrollo y mejor estado de conservación en la cos- Otro aspecto que no se ha tenido en cuenta a la
ta suratlántica española. Con excepción del tipo de hora de las adscripciones son las formas eólicas ero-
hábitat 2210, todos los demás (2110, 2120, 2230, sivas. Así, las calderas de abrasión (blowouts), que
2240, 2250*, 2260 y 2270*) podrían adscribirse a dependiendo de su profundidad pueden alcanzar el
ambas zonas (Atlántica y Mediterránea). Por todo nivel freático y tener vegetación, no han sido con-
ello, resulta muy cuestionable la división de los ti- templadas como tipo de hábitat de interés comuni-
pos de hábitat dunares costeros españoles en Atlán- tario objeto de estudio. Por otro lado, las depresio-
ticos y Mediterráneos, ya que realmente no reflejan nes interdunares (tipo de hábitat 2190) sólo se han
una diferenciación real y llevan a confusión. Ade- adscrito al grupo Atlántico, y prácticamente todos
más, como se ha indicado, en nuestra opinión re- los conjuntos dunares mediterráneos presentan es-
sulta del todo inadecuada la asignación de los tipos tas depresiones que se corresponden con el normal
de hábitat 2110 y 2120 exclusivamente al grupo desarrollo de la duna y su relación con los flujos de
atlántico y del tipo de hábitat 2270* exclusivamen- aire a sotavento.
te al grupo Mediterráneo.
Las dunas estuarinas constituyen una modalidad
Otro problema surge con la gran diversidad de sis- digna de ser considerada de forma específica, aún
temas dunares costeros no vegetados, que albergan cuando no tengan una representación muy nume-
una fauna de gran interés, pero que ante la ausencia rosa ni ocupen superficies muy amplias. Se trata de
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prOBLEMÁTICA

campos singulares cuya colonización vegetal se lleva diferentes tipos de dunas continentales, de entre las
a cabo por especies halófilas en las áreas bañadas que destacan los espectaculares campos de dunas
por las mareas pasando paulatinamente hacia topo- fijadas por pinos de la provincia de Segovia (dunas
grafías más elevadas a otras especies subhalófilas e de Arévalo). La Directiva de Habitats reconoce un
incluso dulceacuícolas. conjunto de hábitat de dunas continentales (Inland
dunes, old and decalcified), que engloba los tipos de
Por otro lado, las especiales características climáticas hábitat de interés comunitario 2310, 2320, 2330 y
y geomorfológicas de las Islas Canarias hacen que los 2340, aunque la mayoría de ellos se refieren a siste-
sistemas dunares y, especialmente, las especies vege- mas dunares antiguos originados en ambientes fríos;
tales asociadas a ellos presenten unas particularidades ninguno incluye dunas continentales mediterráneas
que no se dan en los litorales europeos. La escasez de fijadas por pinares. Se trata de una carencia muy
tipos de hábitat dunares de la red Natura 2000 en el importante en la Directiva de Hábitats. Sólo se
archipiélago se ve compensada por la presencia de contemplan las dunas fijadas por pinos en ámbitos
otros tipos de hábitat dunares específicos de enorme costeros (tipo de hábitat 2270*).
interés ecológico y no contemplados por la Directiva
de Hábitats. Se trata de las dunas con Traganum mo- En síntesis, y bajo la perspectiva de la clasificación
quinii, equivalente macaronésico a la Ammophila de los tipos de hábitat que se trata en las fichas del
arenaria, o los extensos mantos eólicos cubiertos por presente proyecto, podemos hacer un intento de
comunidades arbustivas específicas de la región. equivalencia entre los distintos tipos generales de
dunas según criterios morfológicos y ecológicos, y
Por último, hay que nombrar las dunas continenta- los tipos de hábitat dunares diferenciados por la Di-
les, no ligadas directamente a medios costeros, y rectiva de Hábitat, incluyendo nuevos tipos, como
que no han sido incluidas en el listado de tipos de las dunas estuarinas o las dunas continentales fija-
hábitat de la red Natura 2000. En España existen das por pinos, según se muestra en la tabla 1.2.

Códigos Directiva
Tipos morfológicos Tipos ecológicos
Hábitats
Dunas embrionarias Dunas embrionarias o primarias 2110
Dunas primarias, delanteras, antedunas, Dunas móviles o secundarias, con Ammo-
2120
primer cordón, foredunes phila arenaria
Depresiones interdunares Depresiones interdunares 2190
Dunas secundarias, traseras o dunas grises Dunas terciarias o dunas grises 2130*, 2210,
2230, 2240
Dunas terciarias, internas, fijadas por vege- Dunas costeras estabilizadas por bosque, 2150*, 2250*,
tación arbustiva y boscosa matorral o pastizal 2260, 2270*

Sistemas dunares costeros no vegetados Dunas costeras móviles no vegetadas


(dunas lineales, transversales, en estrella,
parabólicas, barjanas, crecientes, inver- ¿?
sas, dunas eco, de precipitación, remon-
tantes, etc.)

Calderas de abrasión eólica (blowouts) Calderas de abrasión ¿?


Dunas estuarinas Dunas con vegetación halófila y subhalófila ¿?
Dunas primarias macaronésicas Dunas móviles con Traganum moquinii ¿?
Mantos eólicos costeros macaronésicos Mantos eólicos macaronésicos ¿?
Dunas continentales fijadas por pinos Dunas contientales estabilizadas por bos-
¿2180?
que de pinos y quejigos

Tabla 1.2
Equivalencias entre los distintos tipos de dunas y tipos de hábitat dunares.
2. Tipología ecológica
española

En Europa, la gran variabilidad de los factores que en menor medida, Portugal y el SO de España.
condicionan el desarrollo dunar hace que el desarro- También las costas del Mar Báltico se caracterizan
llo de las costeras sea muy desigual. En la figura 2.1 por complejos dunares importantes, especialmente
se muestra un mapa con la distribución de dunas en Polonia y las repúblicas bálticas, con costas igual-
costeras en el continente. En él se observa cómo el mente orientadas al Oeste. Obviamente, los tramos
mayor desarrollo dunar se da en las costas atlánticas predominantemente rocosos y acantilados no favo-
bajas de carácter sedimentario expuestas a vientos de recen el desarrollo dunar (costas de Noruega, Gran
poniente: Dinamarca, Holanda-Bélgica y Francia, y Bretaña e Irlanda, Norte y NE de España).

Figura 2.1
Distribución de dunas
costeras en Europa
(Géhu, 1985).
12 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Las costas mediterráneas y del Mar Negro, sometidas En España existe una gran variedad de sistemas du-
a escasos rangos de marea y con aportes sedimenta- nares costeros, ligados a la existencia de amplias por-
rios relativamente limitados, presentan edificios du- ciones de costas bajas alimentadas por grandes ríos
nares mucho menores que los que se generan en las que aportan importantes cantidades de arenas silici-
costas atlánticas. Las dunas mediterráneas se locali- clásticas: básicamente, Golfo de Cádiz, provincia de
zan principalmente en las inmediaciones las princi- Valencia y Delta del Ebro. La franja costera es capaz
pales desembocaduras fluviales (Ebro, Ródano, Po, de aportar otro componente mineralógico: los frag-
Danubio). Sin embargo, sucede también bastante a mentos carbonatados, que se introducen desde el
menudo que cuencas fluviales de menor extensión propio ámbito marino a través de los diferentes sub-
determinen la existencia de campos dunares de cierta ambientes de transición: acantilados, playas mareales
importancia (Ter, Fluvià, Llobregat, Túria, Xúquer, (intermareal inferior y submareal) y no mareales
Vinalopó, Segura, etc.). Además, el carácter geológi- (zona sumergida), estuarios, plataforma continental
camente activo de la cuenca mediterránea favorece la interna, etc. En algunos segmentos litorales, la gran
proliferación de tramos con acantilados y de costas aportación biogénica, que excede a la siliciclástica,
rocosas (Cordilleras Béticas, Pirineos, Alpes, Apeni- ha sido capaz de suministrar arena grosera para la
nos, Dinárides, etc.), donde las playas tienen exten- formación de depósitos dunares activos (Aguilera o
siones muy reducidas y las dunas son casi inexisten- Carniciega y Tenrero, en Verdicio, Asturias) o inac-
tes, aunque pueden aparecer en el fondo de calas y tivos, como eolianitas en Tenrero y Górliz (Plencia,
como dunas escaladoras en algunos acantilados. Vizcaya). Además, interesa separar las dunas abier-
tas, que son las más numerosas en todas las costas, y
El contraste entre las dunas atlánticas y las medite- las dunas estuarinas, generadas en el interior de estos
rráneas no sólo consiste en una notable diferencia ambientes, como las que se han generado en Navia,
de desarrollo espacial. Para algunos autores, el gra- Villaviciosa, San Vicente de la Barquera, San Martín
do de humedad del aire, los valores térmicos y su de la Arena (Besaya), Pas y Asón, así como en otros
oscilación, la precipitación media anual, la intensi- estuarios menores, como Niembro en Asturias y Ga-
dad del viento y los tipos de playas dominantes en lizano y Quejo, en Cantabria.
unas costas y otras son muy distintos, lo que hace
que morfológica y dinámicamente las dunas sean Las corrientes costeras distribuyen todos estos apor-
muy diferentes (Olson & Van der Maarel, 1989; tes longitudinalmente dando lugar a un elevado
Bird, 1990). Sin embargo, pensamos que en mu- número de playas con dunas, tanto en la costa at-
chos casos las diferencias entre ambos grupos de lántica como en la mediterránea (ver figura 2.2). El
dunas no son tan acusadas como se pretendía. resto de las costa española es mayoritariamente
acantilada, aunque existen muchos tramos arenosos
Probablemente, la aceptación de las diferencias pre- de pequeña extensión. Las playas en bolsillo, algu-
sentadas por los autores citados anteriormente y el nas de apenas 1 km de longitud, son muy frecuen-
seguimiento de criterios biológicos, es la razón por la tes a lo largo de toda la costa española. Por todo
que el grupo de tipos de hábitat número 2 de la red ello, las dunas costeras en España varían considera-
Natura 2000, “Dunas marítimas y continentales”, se blemente en geometría y dimensiones, habitual-
encuentra dividido en dos grandes conjuntos: mente relacionadas con el tipo de playa al que se
asocian, ya se trate de playas amplias, mesomareales
■ 21 Dunas marítimas de las costas atlánticas, del (costa atlántica), o estrechas, de grano grueso y sin
mar del Norte y del Báltico. mareas (costa mediterránea).
■ 22 Dunas marítimas de las costas mediterrá-
neas.
2.1. Dunas atlánticas
No obstante, varios de los tipos de hábitat de inte- españolas
rés comunitario diferenciados en cada uno de estos
dos grandes conjuntos aparecen en ambos ámbitos En el litoral noratlántico, existen numerosos ríos
geográficos. Sin embargo, sin razón científica clara, responsables de la formación de amplios campos
por lo menos a nuestro entender, algunos tipos de dunares costeros, bien sea de forma directa, como
hábitat sólo han sido asignados a uno de los dos son los casos de las dunas de Laredo-El Puntal por
grandes grupos. el río Asón, las de Oriñón por el Agüera, Liencres
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Tipología ecológica española

Las flechas pequeñas y las letras representan las principales desembocaduras fluviales.- a: Asón, b: Pas, C: Nalón, e: Guadiana, f: Tinto y Odiel, g:
Guadalquivir, h: Guadalete, i: Segura, j: Júcar, K: Turia, l: Ebro, m: Ter, y n: Fluviá. Las flechas grandes señalan las principales direcciones de transporte costero
de arena por corrientes longitudinales (deriva litoral). Sistemas dunares.- 1: Laredo; 2: Somo; 3: Liencres; 4-6: Xagó, Salinas y Bayas; 7-9: Barayo, Frejulfe y
Navia; 10: Vivero; 11: Barquero; 12: Ortigueira; 13: Cedeira; 14: Frouxeira; 15: San Jorge; 16: Doniños; 17: Baldayo; 18: Lage y Daloris; 19: Traba; 20: Trece;
21: Basoñas; 22: Rostro; 23: Carnota; 24: Corrubedo; 25: La Lanzada; 26: Samil; 27: Isla Cristina; 28: El Rompido; 29: Punta Umbría; 30: Doñana; 31: Punta
Candor, La Victoria, El Chato y Sancti Petri; 32: La Barrosa, El Palmar; 33: Trafalgar y Barbate; 34: Bolonia, Valdevaqueros, Los Lances; 35: La Manga; 36:
Guardamar; 37: Pinet-Santa Pola; 38: Cullera y Gandía; 39: La Dehesa y El Saler; 40: Delta del Ebro; 41: Torredembarra; 42: Castelldefels; 43: Alto y Bajo
Ampurdán, Bahía de Rosas.

Figura 2.2
Distribución de las costas sedimentarias (tramos blancos) y costas rocosas (tramos negros) en el litoral
peninsular, así como de los principales sistemas dunares costeros (números) (Flor, 1998).

por el Pas y por el cercano Besaya, o indirectamen- de Bayas, Salinas y Xagó, así como en Verdicio (im-
te, después de transportes costeros relativamente portante eolianita en la playa de Tenrero). Otros
dilatados, como los campos de Merón-San Vicente como los de Rodiles por el ahuecamiento del estua-
de la Barquera y Oyambre, procedentes de los ríos rio de Villaviciosa, que ha generado numerosos
Deva-Cares y Nansa o los amplios campos de Ris- campos dunares estuarinos fijados con vegetación
Trengandín en Noja procedentes del río (estuario) halofítica, el de Santa Marina por el Sella (total-
de Ajo. Lo mismo cabe decir de Asturias, donde por mente urbanizado), etc.
una influencia directa se han formado los del Navia
en la barrera de su estuario e, indirectamente, los Este hecho es menos notorio en el sector litoral
situados al E de Frejulfe, Barayo y Otur. También comprendido entre el occidente de Asturias y Esta-
los de Quebrantos por el Nalón y los más alejados ca de Bares, pero no cabe duda que los reducidos
14 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

campos dunares tienen su origen gracias a la presen- Galicia (Rías Bajas), en los interfluvios entre rías, se
cia de alguna desembocadura relativamente próxi- han desarrollado los campos de dunas más extensos:
ma en su costado, generalmente, occidental. Así las Carnota, Corrubedo, La Lanzada y Samil.
rías del Barqueiro y Viveiro, más próximas a estua-
rios que a rías verdaderas, como son las restantes En el Golfo de Cádiz, las costas sedimentarias de
Altas de Ortigueira y Cedeira, han aportado sedi- Huelva y el oeste de la provincia de Cádiz se ali-
mento excedentario para la formación de campos mentan en primer lugar de sedimentos aportados
dunares en sus propias barreras confinantes (Area por el río Guadiana, que genera uno de los campos
Longa y Covas, respectivamente) y otros campos dunares más extensos y continuos que existen en
ligados a playas cercanas, generalmente a ambos España: Isla Cristina, El Rompido y Punta Umbría.
costados, occidental y oriental. Así, la del Barqueiro El sistema fluvial doble de los ríos Tinto y Odiel
permite la formación de las dunas de Bares al O y (Estuario de Huelva), ayudado de la deriva litoral
las de Vicedo, Xilloy y San Román al E. La de Vi- dominante hacia el este y también de la intensa ero-
veiro, al O la de Abrela, y al E las de Area o Penal, sión que sufren los acantilados arenosos de Maza-
Esteiro (Xove), Lago (San Ciprián), etc. La red flu- gón-Matalascañas, da lugar al sistema dunar costero
vial de entidad costera determina aportes reducidos probablemente más extenso y activo de Europa, en
y, consecuentemente, campos dunares muy peque- el Parque Nacional de Doñana. Estas dunas ocupan
ños, algunos formando parte de las barreras confi- la barrera arenosa que cierra el estuario del río Gua-
nantes, como la de Altar gracias al estuario de Foz dalquivir. Este río, junto con el Guadalete (Bahía de
(restaurada hace una decena de años después de la Cádiz) aporta un importante volumen de arenas
escollerización de la barrera), o la de Pampillosa, que alimentan a los numerosos campos dunares que
recreada después de la canalización del estuario del se desarrollan a lo largo del litoral gaditano (Punta
Ouro, o al E de estos sistema fluviales, como la de Candor, La Victoria-El Chato, Sancti Petri, La Ba-
Llás por el Ouro y San Miguel de Reinante por el rrosa, El Palmar-Castilnovo, Zahora). Los pequeños
río Masma. ríos béticos que alimentan a las costas del Estrecho
de Gibraltar dan lugar a sistemas dunares costeros
En las costas vascas, las aportaciones sedimentarias puntuales pero espectaculares, especialmente los li-
fluviales al borde litoral han sido muy escasas, de gados a la acción de los fuertes vientos de levante:
manera que en la mayor parte de los casos, los cam- Trafalgar, Barbate, Zahara, Bolonia, Valdevaqueros
pos dunares están estrechamente ligados a las des- y Los Lances (Tarifa).
embocaduras: Górliz con relación al río en Plencia
(una interesante eolianita), Laga en el estuario de Las Islas Canarias presentan costas predominante-
Guernica (actualmente realimentada y en fase de mente acantiladas, derivadas del crecimiento de edi-
crecimiento gracias a la colocación de captadores), ficios volcánicos durante el Cuaternario. Los aportes
y los muy degradados de Ondárroa, Deba, Santiago sedimentarios ligados a los principales cursos fluvia-
(Zumaya), Zarauz, Orio, etc. les son escasos, a excepción de las islas mayores
(Gran Canaria y Tenerife), donde éstos alcanzan ma-
Las Rías Altas gallegas del área oriental incluyen va- yores dimensiones. De este modo, las principales
rios campos dunares más o menos extensos: Vivero, playas y dunas aparecen en estas islas, especialmente
Barquero, Ortigueira y Cedeira, alguno de los cua- en sus litorales meridionales, debido al transporte
les se han referido anteriormente. El complejo de litoral dominante hacia el Sur, ligado al predominio
rías de Ferrol, Betanzos y La Coruña, que compar- de vientos de componente Norte (alisios). Es el caso
ten la misma desembocadura, contiene campos du- de las dunas de Maspalomas, uno de los sistemas
nares menores en sus zonas internas (estuarios de dunares más extensos del territorio español. Otro de
Puentedeume, Betanzos y Santa Cristina), y exten- los factores importantes en la generación dunar en
sos campos eólicos, mucho más importantes hacia Canarias está relacionado con el grado de aridez am-
el Este (Doniños, San Jorge, Frouxeira) y también biental y con los aportes sedimentarios eólicos desde
al Oeste (Baldayo). Entre las Islas Sisargas (NO de la costa occidental africana. Eso hace que las islas
Malpica) y el Cabo de Finisterre, diversos estuarios más orientales (especialmente Fuerteventura, aun-
de tamaños contrastados y lagunas costeras contie- que también Lanzarote y La Graciosa), presenten
nen numerosos campos dunares: Lage, Traba, Trece, buenos sistemas dunares, algunos de ellos muy diná-
Basoñas, Rostro, etc. En la costa expuesta del sur de micos (Jandía, Corralejo).
15

Tipología ecológica española

2.2. Dunas mediterráneas de arena. Llama la atención, sin embargo que no haya


españolas dunas en las inmediaciones de la desembocadura del
Xúquer, pese a ser uno de los ríos más importantes
En el litoral mediterráneo, pese a la enorme presión que desembocan en la vertiente mediterránea.
antrópica que han experimentado y siguen experi-
mentando los ámbitos dunares, las dunas están pre- Aunque podría pensarse que las dunas existieron en
sentes en casi todas las costas bajas de acumulación el pasado y que han desaparecido por la gran rece-
(ver figura 2.3). La mayor parte de estas dunas están sión que experimentan las playas entre Cullera y
asociadas con las desembocaduras fluviales de los ríos Gandía, lo cierto es que no pensamos que esta sea
y ramblas mediterráneas más importantes (Fluvià, la única explicación. Quedan algunos restos eólicos
Ter, Llobregat, Ebro, Túria, Xúquer, Segura y Anda- en las partes más internas de la backbarrier de la
rax, entre otros) que transportan grandes cantidades albufera de Cullera-Tavernes y microacantilados
de arena. En otras ramblas mediterráneas, donde en arenosos que son restos de las dunas más recientes
la carga sólida predomina la fracción gruesa tipo can- en la zona del Brosquíl de Cullera, pero en absoluto
to, las dunas no pueden formarse debido a la escasez comparables con el volumen de las dunas del Saler

Leyenda: 1: Aiguamolls de l’Emporda-Sant Pere Pescador y Bahía de Pals en Gerona; 2: Castelldefels en Barcelona; 3: Creixell-Torredembarra en Tarragona;
4: L’Ampolla-Delta del Ebro, también en la provincia de Tarragona; 5: Torre la Sal, con dunas fósiles en Castellón; 6: Canet en Valencia; 7: Devesa del
Saler-Marenys de Cullera (Valencia); 8: Oliva-Pego, al sur de la provincia de Valencia; 9: Xàbia-Ifac-Serra Gelada (Alicante), con presencia de dunas fósiles;
10: Urbanova-L’Altet-Clot de Galvany en Alicante; 11: Salinas de Santa Pola-Salinas del Pinet-La Marina (Alicante); 12: El Rebollo-Guardamar del Segura,
provincia de Alicante; 13: El Moncayo-Torrelamata en Alicante; 14: Pilar de la Horadada, límite meridional de Alicante; 15: San Pedro del Pinatar-Cabo de
Palos en Murcia; 16: Calblanque (Murcia); 17: Cabo de Gata en Almería; 18: Punta Entinas-El Sabinar (Almería); 19: Dunas de Artola o Cabopino, en Marbella
(Málaga); 20: Torreguadiaro-La Línea (Cádiz); 21: Arenal de Tirant en la isla de Menorca; 22: Es Grau (Menorca); 23: Son Bou (Menorca); 24: Bahía Alcudia de
la isla de Mallorca; 25: Ses Salines de Mallorca; 26: Ses Salines-Es Codolar de la isla de Ibiza; 27: Formentera.

Figura 2.3
Localización de las dunas mediterráneas.
16 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

o de la zona de Pego-Oliva. La razón de este déficit más, gracias a la proximidad de las aguas freáticas,
de dunas al sur de la desembocadura del Xúquer, en la parte central de la restinga sin dunas se produ-
además del acelerado retroceso costero, hay que ce un ámbito con características de mayor hume-
buscarla probablemente en el tipo de llanura aluvial dad. Este modelo geomorfológico pone de relieve
del propio Xúquer. Se trata de una llanura aluvial que toda la zona ha sido predominantemente de
convexa, por lo que prácticamente todos sus sedi- acumulación y progradación durante el Holoceno,
mentos quedan retenidos en la propia llanura, so- especialmente en época histórica. Llama la atención
breelevándola después de cada inundación. que un esquema muy similar al que acabamos de
describir se ha desarrollado también para explicar la
Por el contrario, los ríos con una llanura de inunda- evolución de las dunas de SW de Francia (Bressolier
ción plana, como el Túria y el Segura, o con deltas et al., 1990).
que previamente fueron excedentarios (Llobregat,
Ebro, etc.) si tienen campos dunares asociados. El
caso de las Islas Baleares es totalmente diferente, ya 2.3. Síntesis de las dunas
que los suministros de sedimentos fluviales conti- costeras españolas
nentales son muy limitados y las dunas se alimentan
de la erosión de dunas fósiles pleistocenas y de apor- Para tener una visión de conjunto sobre la potencia-
tes bioclásticos procedentes de la playa sumergida. lidad de existencia de formaciones dunares en las
costas peninsulares, la tabla 2.1. muestra el porcen-
Las dunas mediterráneas, según hemos estudiado taje de costa ocupada por playas arenosas en el con-
en la mitad meridional del óvalo de Valencia, pre- junto costero español. Este dato es interesante pues-
sentan un modelo de formación y evolución que se to que son las playas arenosas las que desarrollan
repite en distintas zonas. El modelo está relaciona- dunas litorales. Se aprecia cómo el valor es bastante
do con la evolución de las restingas —que cerraron similar en las costas atlántica y mediterránea. No
las albuferas holocenas tan abundantes en este sec- obstante, el reparto en ambas regiones es diferente,
tor— y a las posibilidades de suministro, ligadas a ya que si bien a lo largo de la costa mediterránea las
su vez con condiciones climáticas que favorezcan o playas se alternan frecuentemente con los acantila-
no las crecidas fluviales periódicas y, en consecuen- dos, en el litoral atlántico éstas se concentran fun-
cia, un mayor aporte de sedimentos al mar. De damentalmente en el Golfo de Cádiz. Por otro lado,
acuerdo con este modelo (Sanjaume & Pardo, el conjunto de costas atlánticas, incluyendo las del
2007), en un primer momento se desarrolla una archipiélago canario, supone cerca de 5.000 km,
restinga, (que ahora forma parte de la zona más in- cuyo porcentaje de playas sería próximo al 20% de-
terna de la restinga actual), con edificios dunares bido a la proliferación de tramos acantilados en las
más o menos conservados y que, en muchas ocasio- Islas Canarias.
nes, presentan las máximas elevaciones. Las dunas
de esta zona se corresponderían con una fase de A nivel nacional (ver tabla 2.2) las mayores exten-
gran aporte de sedimentos que podría datarse, se- siones de playas se concentran fundamentalmente
gún indicios geoarqueológicos,en la época romana en las comunidades de Andalucía (básicamente en
(Sanjaume & Carmona, 1995). Después de ese su fachada atlántica), Galicia, Cataluña, Valencia
máximo sedimentario se produciría un período con y Canarias. Sin embargo, si se analizan los porcen-
menor cantidad de aportes, quizá en época visigóti- tajes de playas de arena sobre el total de la costa,
ca, en el que la costa tuvo suficientes sedimentos las mayores proporciones de playa de arena corres-
para seguir progradando pero sin superávit suficien- ponden a Andalucía, Cataluña, Valencia y Murcia.
te como para formar dunas. Posteriormente, se pro- Estas estadísticas tampoco reflejan la proporción
duce un nuevo máximo sedimentario, posiblemente de dunas en cada uno de los ámbitos analizados.
en la época musulmana, que continuará con la pro- Si bien es cierto que todas las dunas arenas pueden
gradación de la playa y con un excedente sedimen- potencialmente tener dunas, eso no ocurre en bue-
tario suficiente para continuar con la formación de na parte de dichas playas, bien por las agresiones
las dunas de la restinga externa. Estos máximos se- antrópicas experimentadas (especialmente desapa-
dimentarios están ligados con los períodos históri- recidas bajo la fiebre urbanizadora y de infraes-
cos en los que las crecidas del Túria fueron más tructuras playeras) o por no haber tenido suficien-
abundantes (Sanjaume & Carmona, 1995). Ade- te suministro arenoso.
17

Tipología ecológica española

Región Total km lineales de costa N.° km de playas de arena % de playas de arena


Atlántica peninsular 3.110 662,8 21,3
Macaronésica 1.545 115,9   7,5
Mediterránea 3.227 787,0 24,4

Tabla 2.1
Extensión de las playas de arena en las tres grandes regiones costeras españolas
(modificado de MOPU, 1989).

Aunque el porcentaje de costa potencialmente ocu- resto de las costas peninsulares e insulares. Aunque
pado por dunas es bastante similar en las costas at- los conjuntos dunares más importantes (ver figura
lántica y mediterránea (ver tabla 2.1), el grado de 2.3) se localizan en Almería (Cabo de Gata-Punta
conservación de los primitivos edificios dunares es Entinas-El Sabinar) y Tarragona (delta del Ebro), así
muy desigual y en la actualidad no se corresponde como, en menor medida, la zona de Els Aiguamolls
con la extensión de playas. En ese sentido, los datos de l’Empordá (Girona) y la Devesa del Saler (Valen-
que ofrece la DGCN (1999) son de gran interés (ver cia), por la continuidad de sus dunas, tanto fósiles
tabla 2.3). La superficie, en hectáreas, ocupada por como activas, destaca la costa alicantina (sobre todo,
las dunas en la costa mediterránea es muy superior al desde L’Altet hasta El Pilar de la Horadada).

% de playas de arena
Comunidad Autónoma Total km lineales de costa Nº km de playas de arena
sobre el total
País Vasco    256    25,8 10,1
Cantabria    283    46,7 16,5
Asturias    497    43,7   8,8
Galicia 1.720    266,6 15,5
Andalucía    917    472,3 51,5
Murcia    252    90,5 35,9
Valencia    474    175,4 37,0
Cataluña    597    243,0 40,7
Baleares 1.342    85,9   6,4
Canarias 1.545    115,9   7,5
TOTAL 7.883 1.568,7 19,9

Tabla 2.2
Extensión de las playas de arena en las costas de las comunidades autónomas (MOPU, 1989).

Por otra parte, la tabla 2.3, mediante un índice de ción (edificaciones, paseos marítimos, carreteras,
naturalidad sencillo, ofrece una visión de conjunto aparcamientos, etc). Esta mala conservación, aunque
sobre su estado de conservación. Se puede observar en algunos ámbitos se han desarrollado con relativo
como desgraciadamente los campos dunares de la éxito programas de regeneración dunar, es muy pre-
región Mediterránea son los tipos de hábitat más de- ocupante puesto que si las dunas no pueden mante-
gradados, ya que tan sólo un 24,5% de los mismos ner su funcionalidad como elemento que mantiene
se califican como relativamente bien conservados. En el equilibrio sedimentario de la playa, el retroceso
la actualidad, apenas un 42% del patrimonio costero costero será en el futuro todavía más acusado. Todo
español es natural (Barragán, 2004). El resto ha desa­ ello sin contar con que desaparecería la mejor protec-
parecido por el retroceso costero acelerado por accio- ción costera ante la subida del nivel del mar como
nes antrópicas sobre el conjunto del sistema litoral o consecuencia del cambio climático que son las dunas
bien han sido destruidas directamente por urbaniza- litorales (Sanjaume & Pardo, 1991b).
18 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Región Superficie (has.) Naturalidad baja Naturalidad media Naturalidad alta


Atlántica   2.227 15,1 34,9 49,8
Macaronésica   4.770   1,6 22,7 75,8
Mediterránea 38.599 39,8 35,7 24,5

Tabla 2.3
Índice de Naturalidad de los tipos de hábitat del “Grupo 2 – Dunas marítimas y continentales”, identificados
en la Directiva 92/43/CEE (DGCN, 1999).

Por otro lado, las dunas de la costa atlántica penin- a la desertificación de la zona de dunas. Los proce-
sular tienen su mayor desarrollo en el litoral suroc- sos geomorfológicos se harían más activos a expen-
cidental. El complejo dunar más extenso y mejor sas de una reducción importante de la cobertera
conservado se encuentra en el Parque Nacional de vegetal. En otras zonas litorales peninsulares, como
Doñana. Dicho sistema dunar, así como otros de la la costa valenciana, los edificios dunares se verían
costa suroeste, pueden verse amenazados en un fu- amenazados por un incremento de la erosión coste-
turo como consecuencia de un cambio climático ra asociado a la subida del nivel del mar (Sanjaume
hacia condiciones más cálidas y secas, que llevaría & Pardo, 1989).
acompañado una subida del nivel del mar. Van Huis
(1989) analizó el posible impacto del cambio climá-
tico previsible con las actuales tendencias sobre el 2.4. Clasificación de las dunas
sistema dunar de Doñana. Dicho cambio se mani- costeras españolas
festaría en una ampliación de la estación seca (liga-
do a un ascenso térmico de 4  °C, no compensado 2.4.1.  Metodología
por un supuesto incremento en la precipitación), un
descenso del 60% de la humedad del suelo, que lle- El estudio de las dunas puede enfocarse desde dis-
varía a sequía extrema, y un aumento de la evapora- tintas perspectivas que, partiendo desde distintas
ción potencial, con 0,5 mm/día durante los meses ciencias, tienen que ser necesariamente confluyen-
de invierno. Estas condiciones climáticas, parecidas tes para comprender mejor su auténtico desarrollo
a las que actualmente se registran en el norte de ecológico. Tradicionalmente han existido dos gru-
Libia, tendrían consecuencias geomorfológicas y pos básicos de estudios, los realizados desde la
ecológicas directas sobre los sistemas dunares. geomorfología, con especial atención a los procesos
abióticos, y los procedentes de la biología, que se ha
Un aumento de la sequía, combinado con un ascen- preocupado de los aspectos bióticos.
so del nivel del mar de unos 100 cm en el presente
siglo daría lugar a mayor erosión costera y a un au- Dado el carácter dinámico de las dunas, son muy
mento del transporte longitudinal de arena por las abundantes las clasificaciones dunares basadas en
corrientes marinas. Esto podría derivar en una sus- criterios geomorfológicos, tanto descriptivos
titución de las actuales especies vegetales por otras (Nordstrom et al., 1990) como evolutivos (Short &
de afinidad mediterránea, más tolerantes ante el es- Hesp, 1982; Hesp, 2002), combinados con el grado
trés hídrico que las especies oceánicas. El comienzo de control de la cobertera vegetal. Las tipologías de
temprano del período de sequía (en torno a abril) dunas más ampliamente aceptadas son las definidas
afectaría al crecimiento de las plantas y por lo tanto en ambientes desérticos, en gran parte debido a que
a la sucesión vegetal de los complejos dunares. Una su geometría adquiere formas más nítidas y espec-
mayor evapotranspiración, especialmente en el caso taculares (McKee, 1966; Cooke & Warren, 1973;
de los pinares mediterráneos, llevaría a un descenso Fryberger, 1979; Lancaster, 1988). Su nomenclatu-
del nivel freático ya un déficit hídrico en el suelo. ra y tipología ha sido adaptada a ambientes costeros
Los bosques se reducirían en tamaño y habría una húmedos o áridos, aunque también se han defini-
disminución general de la cobertera vegetal y de la dos nuevos tipos específicamente litorales (Cooper,
fertilidad de los suelos, y la dificultad de fijación de 1958; Bird, 1965; Bigarella, 1975; Goldsmith,
las arenas eólicas y de las dunas móviles conducirían 1989, Hesp, 1988, 1989).
19

Tipología ecológica española

Por su parte, las clasificaciones de índole puramen- ■ Análisis de otros factores bióticos:
te biológica se basan en las sucesivas asociaciones
vegetales y cinturones de vegetación que se suceden • Análisis de fauna.
de mar a tierra. Se diferencian así distintos tipos de • Estudio de suelos
hábitat según las especies vegetales más característi-
cas, que a menudo coinciden con situaciones
geomorfológicas particulares. Las clasificaciones 2.4.2. Descripción de tipos de dunas costeras
ecológicas habitualmente se basan en criterios taxo-
nómicos sin tener en cuenta, normalmente, factores Hasta que no se consiga una clasificación ecológica
biofísicos como la topografía, la humedad del sus- unificada en la que se tenga en cuenta tanto los
trato o la exposición al viento, los cuales evidente- aspectos bióticos como los abióticos que forman
mente influyen en el desarrollo o en la preponde- parte de la génesis, desarrollo y evolución de las
rancia de un tipo u otro de taxón. dunas, la descripción de los tipos de dunas medite-
rráneas tiene necesariamente que hacerse partiendo
Algunos de los principales métodos para el análisis de las clasificaciones que se han confeccionado has-
de las dunas litorales serían los siguientes: ta ahora. Estas clasificaciones se han realizado des-
de perspectivas geomorfológicas o biológicas, por
■ Trabajo de campo: lo que han utilizado sólo este tipo de criterios que
son los que se usarán en este estudio. Pensamos que
el presente estudio podría ser un buen instrumento
• Caracterización de tipo y tamaño de las dunas.
para conseguir una clasificación ecológica consen-
• Delimitación espacial de los campos dunares.
suada contemplando todos los criterios, ya que to-
• Discriminación entre formas de acumulación
dos somos conscientes de la íntima interrelación
y formas de erosión.
entre los procesos abióticos y bióticos para lograr la
• Génesis y evolución de las formas de acumula-
formación y desarrollo de las dunas litorales. Sin
ción (dunas).
embargo, contemplamos con estupor cómo algu-
• Génesis y evolución de las formas de erosión
nos tipos de dunas (que por su movilidad no pre-
(depresiones interdunares y calderas de abra-
sentan cobertera vegetal) han quedado totalmente
sión).
fuera de este estudio. Desde aquí hacemos una lla-
• Colocación de trampas sedimentarias para cal-
mada para que se reconsidere esta situación y se
cular tasas de transporte.
puedan corregir las deficiencias que se pondrán al
• Trabajos de protección de las dunas, si hiciera
descubierto con los trabajos de todos los colabora-
falta.
dores de este proyecto.
• Trabajos de regeneración dunar.

■ Trabajo de gabinete:
2.4.2.1. Clasificación morfológica de las dunas
costeras
• Análisis de fotos aéreas.
• Plasmación cartográfica de los trabajos de Las clasificaciones morfológicas han sido muchas y
campo. variadas, dependiendo de la formación profesional
• Estudio detallado del régimen de vientos de la del autor de la misma y del ámbito geográfico en el
zona. que se han realizado los estudios. No es lo mismo
• Características climáticas (temperatura, preci- una clasificación atendiendo la forma de las dunas
pitaciones, humedad atmosférica). desérticas, que la morfología que puede darse en
• Realización de Modelos Digitales de Terreno. zonas litorales, pese a las muchas similitudes exis-
tentes entre los procesos que actúan en ambas zo-
■ Estudio de la cubierta vegetal: nas. Pero tampoco es igual la morfología dunar en
las costas australianas (en donde el ingente aprovi-
• Identificación de especies vegetales y asocia- sionamiento arenoso procedente de la plataforma
ciones principales. continental determina unas formas de precipitación
• Diferenciación de hábitat contiguos. muy importantes) que en otros ámbitos de los Es-
• Seguimiento de las poblaciones. tados Unidos o de Europa en donde el suministro
20 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

de sedimentos tiene principalmente una compo- • Dunas colgadas (cliff-top dunes): son dunas
nente longitudinal (gracias a la acción de las co- que ascienden por los acantilados y que, en
rrientes de deriva). Con todo, vamos a presentar las ocasiones, pueden encontrarse en la parte cul-
clasificaciones geomorfológicas que, a nuestro jui- minante de los mismos.
cio, se ajustan mejor para definir las formas presen- • Dunas descendentes (falling dunes): se forman
tes en las dunas mediterráneas españolas. cuando las dunas remontantes llegan a la su-
perficie culminante del acantilado, la arena es
Goldsmith (1985) realizó una clasificación especí- transportada a través del mismo y descienden
fica de dunas costeras, diferenciando los siguientes posteriormente por la otra ladera de sotavento
tipos: del acantilado.
• Dunas eco: se generan cerca de una barrera to-
■ Vegetadas: son las que están fijadas por la vegeta- pográfica, como un montículo alargado cul-
ción. Pueden subdividirse en varios tipos: minado por una cresta más o menos lineal, en
la dirección de la misma, dejando una superfi-
• Embrionarias (embryo dunes, shadow dunes). cie de no sedimentación entre duna y obstácu-
• Delanteras (foredunes). Según Hesp (1984) lo, y se deben a células de flujo inverso de aire
hay dos tipos principales de dunas delanteras, y ondas de oscilación a sotavento.
las dunas incipientes (shadow dunes) y las du- • Dunas envolventes (wrap around dunes): pare-
nas estabilizadas (colonizadas por vegetación), cidas a las anteriores y rodeando un obstáculo
estas últimas muchas veces procedentes de du- de modo que su geometría en planta se adapta
nas incipientes que han sido colonizadas por la a la de aquél.
vegetación.
• Transversales: perpendiculares al viento domi-
nante. 2.4.2.2. Clasificación morfo-biológica de
• Barjanas: forma de media luna, con alas desa- las dunas costeras mediterráneas
rrolladas a sotavento.
• Parabólicas: por formación de una caldera de Costa (1987) señala que la vegetación costera está adap-
abrasión, las alas quedan a barlovento. tada a la salinidad y a la abrasión eólica y a la inestabili-
• Inversas: presentan ambos lados con la misma dad del sustrato. Realizando un transecto de una playa
inclinación por actuación de vientos en direc- mediterránea que conservara su estructura original
ciones contrapuestas. (como la Devesa del Saler antes de su alteración) encon-
• De precipitación: móviles que precipitan ate- traríamos la siguiente zonación (ver figura 2.4):
rrando carreteras o pueblos.
1. Dunas pioneras, son las primeras que se for-
■  unas inducidas artificialmente: son las que se
D man al tropezar la arena con algún obstáculo; en
generan de modo artificial a partir de empaliza- ellas se desarrolla una comunidad (Agropyretum
das con vegetación fijadora, etc. mediterraneum) dominada por Elymus farctus.
■ Lunettes: se forman con material fino (limo y Por delante de estas comunidades, hacia el mar,
arcilla) en los bordes de lagos secos, salinas, etc. se desarrolla una vegetación halonitrófila sobre
■ Eolianitas: son dunas en las que predominan las los desechos marinos acumulados, caracteriza-
arenas carbonatadas y que generalmente se en- dos por la presencia de especies como Cakile
cuentran cementadas. maritima y Salsola kali (Salsolo-Cakiletum aegyp-
■ La topografía modifica el flujo de aire y el trans- tiacae).
porte de arena y puede, por tanto, influir en el 2. Dunas móviles ya desarrolladas en las que se
desarrollo dunar. Este factor genera, por su par- localiza una comunidad (Medicago-Ammophile-
te, una serie de tipologías dunares: tum arundinaceae), dominada por el barrón
(Ammophila arenaria ssp. arundinacea) acompa-
• Dunas escaladoras (climbing dunes): se desa- ñado de otras plantas como la zanahoria marina
rrollan cuando un viento cargado de arena o (Echinophora spinosa), el cardo marino (Eryn-
una duna migratoria se encuentra con una ba- gium maritimum), la campanilla marina (Calys-
rrera topográfica (colina, cantil, paleoacantila- tegia soldanella) y el melgo marí (Medicago ma-
do marino, etc.). rina), entre otros elementos.
21

Tipología ecológica española

Figura 2.4
Transecto dunas mediterráneas. Devesa del Saler (Valencia), según Costa (1987).

3. Dunas fijas, más alejadas del mar; ya presentan bierta vegetal densa, con mayor diversidad y
una manifiesta incorporación de materia orgáni- cobertura, estructurada en varios estratos. Esta
ca a la arena, lo que hace que ésta presente cier- vegetación (asociación Teucrio-Halimietum hali-
ta trabazón. La vegetación cambia de aspecto, y mifolii, asociación Phillyreo-Rhamnetum angus-
ya no dominan las gramíneas, desarrollándose tifoliae), tan peculiar y rara en el litoral ibérico,
una comunidad rica en plantas leñosas (Crucia- alberga una interesante fauna.
nelletum maritimae) en la que destacan por su
abundancia y representatividad la creuadeta ma-
rina (Crucianella maritima), la siempreviva (He- 2.4.2.3. Clasificación ecológica de las dunas
lichrysum stoechas), la melera (Ononis natrix ssp. litorales
ramosissima) y Teucrium belion.
4. y 5.  Por detrás de esta banda de dunas son fre- Se trata de clasificaciones de índole puramente bio-
cuentes las depresiones que intersectan al nivel lógica, que se basan en las sucesivas asociaciones
freático con agua salobre procedente del mar; en vegetales y cinturones de vegetación que se suceden
ellas, se desarrollan las comunidades de saladar, de mar a tierra. Se diferencian así distintos tipos
integradas por plantas suculentas o crasas adap- hábitat según las especies más características, que a
tadas a soportar estos medios tan selectivos e menudo coinciden con situaciones geomorfológicas
inhóspitos. En ellas, son frecuentes las cirialeras particulares. Las clasificaciones ecológicas habitual-
(Arthrocnemum ssp. pl.), las colechas (Limonium mente se basan en criterios taxonómicos, a menudo
ssp. pl.) y otras plantas como la salsona (Inula sin tener en cuenta factores biofísicos como la topo-
crithmoides), la Artemisa gallica y el llantén de grafía, la humedad del sustrato o la exposición al
hojas crasas (Plantago crassifolia). viento, los cuales evidentemente influyen en el de-
6. Sobre las dunas ya completamente estabiliza- sarrollo o en la preponderancia de un tipo u otro de
das se desarrolla una vegetación acorde con las taxón. En la figura 2.5 se muestra un típico esque-
comunidades climatófilas de la zona, integrada ma de sucesión de especies vegetales en un sistema
entre otros elementos por el lentisco (Pistacia dunar costero atlántico ibérico.
lentiscus), la coscoja (Quercus coccifera), el ala-
dierno (Phillyrea angustifolia) y demás elemen- Este método requiere la identificación de las espe-
tos propios de los lentiscares termófilos litora- cies vegetales o asociaciones vegetales más caracte-
les. Según De Felipe & Vizcaíno (1987) estas rísticas de cada cinturón o banda (especie domi-
dunas están estabilizadas por una maquia litoral nante, característica o diagnóstica), así como de
mediterránea, con un estrato arbóreo de pino otras especies afines que a menudo no presentan
carrasco (Pinus halepensis), utilizado como dor- exclusividad para ese tipo de hábitat. Obviamente,
midero y área de reposo por numerosas aves. La la existencia de un espectro específico lo más am-
cercanía de la capa freática y la menor influen- plio posible y de una densidad suficientemente alta
cia de la maresía definen un microclima más de cobertera vegetal permite definir el estado de
favorable que posibilita el desarrollo de una cu- salud ambiental del tipo de hábitat.
22 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

No obstante, tal y como se observa en la figura 2.5, García Novo, 1997; Caldas & Honrado, 2001;
las sucesiones vegetales en dunas costeras habitual- Benavent et al., 2004), podrían diferenciarse los
mente presentan un elevado grado de superposi- siguientes tipos de hábitat, que podrían conside-
ción, lo que dificulta la definición inequívoca de rarse como los ecosistemas dunares costeros espa-
tipos de hábitat independientes, sobre todo en zo- ñoles más importantes:
nas más alejadas de la línea de costa, donde las con-
diciones ambientales no son tan extremas. Surge ■  unas embrionarias o primarias.
D
entonces el problema de la delimitación o diferen- ■ Dunas móviles o secundarias con Ammophila
ciación de tipos de hábitat contiguos, que a menu- arenaria.
do presentan un elevado porcentaje de especies co- ■ Depresiones interdunares, secas o húmedas.
munes y morfologías dunares también similares. La ■ Dunas estabilizadas por bosque, matorral o pas-
correcta adscripción a un tipo u otro necesitaría de tizal.
una evaluación de sus tendencias evolutivas, lo que
requiere de un seguimiento de las poblaciones (ex- Existe, sin embargo, una cierta confusión de tér-
pansión, sustitución, recesión, etc.). minos cuando se designan las sucesivas alineacio-
nes dunares con adjetivos referentes a numeracio-
Tomando como base varios estudios de ecosiste- nes. Así, para unos, las dunas primarias son las
mas dunares realizados en diferentes ámbitos cos- primeras que se encuentran desde el mar hacia tie-
teros de la Península Ibérica (Escarré et al., 1989; rra, por lo que corresponden a las dunas embrio-

1: comunidad pionera; 2: duna primaria; 3: duna amarilla (cresta dunar); 4: duna estabilizada; 5: transición duna-marisma.
Figura 2.5
Histograma de especies presentes en un perfil dunar ideal. Ejemplos tomados del sistema dunar de Ría
Formosa (Algarve, sur de Portugal; Fernandes & Neves, 1997).
23

Tipología ecológica española

narias. Sin embargo, para otros (Ley et al., 2007), naria o incluso primarias si no hay vegetación),
las dunas primarias se sitúan inmediatamente de- mientras que para otros (criterio ecológico) se-
trás de la duna embrionaria, formando el primer rían las dunas terciarias, las que conforman el
cordón dunar propiamente dicho. Todo depende segundo cordón dunar, más allá de la depresión
de si se utilizan criterios básicamente biológicos o interdunar, que está mucho más evolucionado
bien morfológicos, de modo que las dunas secun- biológicamente.
darias según unos (morfología) son las dunas fija-
das con vegetación, mientras que para otros (eco- ■  as dunas fósiles pleistocenas mediterráneas con
L
logía) corresponden al primer cordón de dunas miles de años de antigüedad también presentan
con Ammophila. las tonalidades amarillentas que algunas clasifica-
ciones reservan a las dunas embrionarias y pri-
Por otro lado, existen también denominaciones que marias. Estas dunas han experimentado procesos
utilizan criterios cromáticos generales: dunas blan- diagenéticos de compactación deshidratación y
cas, dunas amarillas y dunas grises, para referirse a cementación que no han afectado, sin embargo,
distintas bandas dunares con diferente grado de ni a su color primitivo ni a su composición mi-
madurez y/o evolución. neralógica (Sanjaume, 1985), ya que la única
diferencia respecto a las dunas holocenas es un
■  os términos dunas blancas y dunas amarillas
L incremento de la proporción de carbonatos. Mu-
se refieren a dunas móviles en general, que pre- chas de estas dunas habían tenido vegetación
sentan una escasa cobertera vegetal, por lo que como demuestran las rizoconcreciones que se
incluirían tanto a las dunas embrionarias como a observan en ellas. Existen numerosos ejemplos
las móviles con Ammophila. Además, estas deno- de este tipo de dunas en el litoral alicantino y de
minaciones podrían darse también perfectamen- las Islas Baleares (Sanjaume, 1985; Sanjaume, et
te a edificios dunares móviles sin vegetación, que al., 1985; Servera & Riquelme, 2004; Riquelme,
no se contemplan en las clasificaciones ecológi- 2005). También existen ejemplos de estos casos
cas, si bien son predominantes en algunos ámbi- en el litoral suroccidental español (dunas de San
tos sedimentarios como, por ejemplo, el delta del Antón, en la Bahía de Cádiz), así como en diver-
Ebro. Los colores blancos y sobre todo amari- sos puntos del interior de la Península Ibérica
llentos se deben al predominio de granos de (dunas de Arévalo, en Segovia, o dunas cuaterna-
cuarzo y calizas. A menudo los colores más blan- rias de Escorihuela, en Teruel). No obstante, la
quecinos se asocian a un mayor contenido en tonalidad de las acumulaciones arenosas se ha
carbonatos biogénicos dentro de la fracción are- utilizado también, por ejemplo, para diferenciar
na (arena bioclástica), o a una proporción im- distintos tipos de hábitat dentro de los comple-
portante de sulfatos (arenas yesíferas). jos de dunas fijadas por vegetación arbustiva
(monte blanco y monte negro en el Parque Na-
■  as dunas grises se refieren a dunas fijadas con
L cional de Doñana; García Novo, 1997).
vegetación, más evolucionadas y con un mayor
contenido en materia orgánica, que justificaría En 1988, Hesp propone una clasificación morfo-
su oscurecimiento cromático. Sin embargo, es ecológica con cinco tipos diferentes de duna delan-
evidente que el color del sedimento que confor- tera (ver figura 2.6), que responden a las modifica-
ma las dunas no sólo depende del estadio evolu- ciones que las dunas experimentan a medida que va
tivo de estos sistemas y de los aportes orgánicos, perdiendo cobertera vegetal. En realidad, cada uno
sino también, y especialmente, de la composi- de los tipos son formas intermedias de evolución y
ción original del sedimento eólico. Así, dunas se pueden seguir perfectamente las transiciones en-
móviles o primarias de diversos puntos del lito- tre los distintos tipos.
ral de Almería presentan coloraciones grisáceas,
debido a la proliferación de minerales pesados, ■  ipo 1 (Fa): La duna delantera o frontal (foredu-
T
especialmente ferromagnesianos entre sus gra- ne) presenta una gran continuidad longitudinal.
nos procedentes de la erosión de los afloramien- Su superficie es suavemente ondulada y presenta
tos volcánicos que existen en las inmediaciones. una buena cubierta vegetal (90-100%). Su perfil
Para unos (criterio morfológico) estas serían las es disimétrico, con una pendiente suave a barlo-
dunas secundarias (móviles con Ammophila are- vento, una cresta bastante ancha y una vertiente
24 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

delanteras parece estar relacionada o bien con el


descenso de la cubierta vegetal o con el incre-
mento de la erosión del viento. En cada uno de
los tipos que hemos visto anteriormente, y en
este también, la longitud de la cara de barlovento
se va incrementando, al mismo tiempo que se va
haciendo más inclinada la vertiente de sotavento.
En este tipo de dunas es muy frecuente que se
produzca algún tipo de berma erosiva por acción
de las olas, al pie del costado de barlovento.
Cuanto menor sea la densidad de vegetación,
mayor facilidad para la acción erosiva de las olas
en momentos de fuerte temporal marino.

■  ipo 4 (Fd): Este tipo se caracteriza por una pro-


T
nunciada irregularidad topográfica, el desarrollo
de amplios blowouts, algunos alargados en senti-
do transversal a la línea del agua, y una cubierta
vegetal muy moderada (20-45%), lo que permi-
te el desarrollo de pequeñas cuencas de defla-
ción, depresiones y amplias zonas arenosas sin
vegetación.
Figura 2.6
Clasificación morfo-ecológica de tipos dunares ■  ipo 5 (Fe): En este tipo sólo quedan restos de
T
de Hesp (1988). lo que fue la duna delantera. Predomina la ero-
sión por las olas o por el propio viento. La cu-
de sotavento bastante más inclinada. La arena es bierta vegetal es muy escasa (5-20%) la mor­
transportada desde la playa seca y es depositada fología consiste en una sucesión de mogotes
en la parte inferior de la cara de barlovento. Por discontinuos.
regla general, la densidad de la cubierta vegetal,
el tipo de vegetación y la altura de la duna deter- Es una lástima que no tengamos una clasificación
minan la extensión superficial del depósito de la similar para el resto de los conjuntos dunares, en
arena en la foredune. donde se tengan en cuenta las interrelaciones entre
procesos de acumulación/erosión y el tipo de vege-
■  ipo 2 (Fb): Presenta una morfología semejante
T tación que las sucesivas alineaciones dunares van
al tipo anterior, aunque la densidad de la cubier- soportando y como esta vegetación puede llegar a
ta vegetal es inferior (75-90%). Estas dunas se modificar los procesos.
caracterizan por presentar zonas reducidas (me-
nos de 4 m2) sin vegetación, pequeñas cubetas de Según Carter et al. (1990), después de revisar la
deflación y pequeños pasillos de arena. La arena mayor parte de las clasificaciones propuestas hasta
en este tipo sigue siendo transportada desde la ese momento, señalan que la clasificación más uti-
playa. lizada está, en realidad, basada en una amalgama
de factores morfológicos, posicionales, de estabili-
■  ipo 3 (Fc): Es el tipo más frecuente en las zonas
T dad y cronología, por lo que el resultado sería la
no degradadas antrópicamente. Se caracterizan existencia de:
por presentar una topografía hummocky (aloma-
da o de crestas). La cubierta vegetal es menor ■ I ncipientes dunas delanteras (o dunas amarillas,
(45-75%). Las crestas son más irregulares y las o primarias, o embrionarias) localizadas en las
cubetas de deflación ya se han ido ampliando, zonas más próximas a la orilla.
por lo que ya aparecen algunos blowouts típicos. ■ Dunas secundarias consolidadas (o dunas blan-
Este tipo de duna es mucho más asimétrico que cas, o secundarias, o estabilizadas), que se sitúan
los anteriores, ya que la asimetría de las dunas más lejos hacia el interior del postpaís costero.
25

Tipología ecológica española

■  ormas inestables y móviles, incluyendo barja-


F contemplan otros tipos que pueden ser predomi-
nas, parabólicas, transversales y lineales. nantes en algunos ámbitos. Distinguen los siguien-
tes tipos básicos:
Una de las propuestas más recientes se debe a Ley et
al. (2007), basada en la clásica distinción hecha por ■  rimer cordón o anteduna (duna primaria).
P
Bird (1990). Es una clasificación muy simple en la ■ Casquetes o depresiones eólicas.
que los criterios utilizados no quedan muy claros y ■ Dunas parabólicas.
sólo tienen en cuenta algunos tipos de dunas y no ■ Mantos dunares transgresivos.
3.  CARACTERIZACIÓN ecológica

3.1. Distribución de especies mente fitosociológico, tomando las asociaciones


vegetales en los sistemas vegetales como indicadoras de distintos tipos de há-
dunares costeros bitat de interés comunitario. En ese sentido, la dis-
españoles tribución de especies a lo largo de los sistemas du-
nares españoles no es homogénea. La tabla 3.1
El criterio básico de la Directiva de Hábitats para la presenta un listado de plantas de los sistemas duna-
clasificación de hábitat dunares es fundamental- res costeros españoles.

Tabla 3.1
Especies de plantas de los sistemas dunares costeros activos en España (modificado de Ley et al., 2007).

País Vasco Cantabria Galicia Cataluña Valencia Andalucía Canarias


Aetheorhiza bulbosa * * * * * *
Alyssum loiseleurii * *
Ammophila arenaria subsp. arenaria * * * *
Ammophila arenaria subsp. arundinacea * * * *
Anthemis maritima *
Armeria maritima * * * *
Armeria pungens * *
Artemisia caerulescens subsp. gallica * *
Artemisia campestris maritima * * * * * *
Asperula occidentalis * *
Aster squamatus * *
Astragalus baionensis *
Atriplex glauca *
Cakile maritima subsp. integrifolia * * *
Cakile maritima subsp. maritima * *
Cakile maritima subsp. aegyptiaca * *
Calystegia soldanella * * * * * *
Carduus meonanthus *
Carex arenaria * * * *
Centaurea aspera L. subsp. aspera *
Centaurea aspera. subsp. stenophylla *
Centaurea polyacanthea *
Crucianella maritima * * * * * *
Cutandia maritima * * * * * *
Cyperus capitatus * * * * *
Desmazeria marina * * * *
Echinaria spinosa * *
Echium gaditanum *

Sigue
28 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Continuación Tabla 3.1

País Vasco Cantabria Galicia Cataluña Valencia Andalucía Canarias


Elymus farctus * * * * * *
Eryngium maritimum * * * * * *
Euphorbia paralias * * * * * * *
Euphorbia peplis * * * * * *
Euphorbia portlandica * * *
Festuca rubra subsp. arenaria * *
Glaucium flavum * * * * * *
Hedypnois arenaria * *
Herniaria ciliolata * * *
Honckenya peploides * * *
Hypochoeris glabra *
Koeleria albescens * * * *
Lagurus ovatus L. * * * *
Launaea arborescens *
Launaea resedifolia * * *
Linaria maritima * * * *
Lotetum lancerottensis *
Lotus creticus * * *
Malcolmia littorea * * *
Maresia nana * *
Matricaria maritima * * *
Matthiola sinuata * * *
Medicago littoralis * * * * * *
Medicago marina * * * * *
Otanthus maritimus * * * * * *
Pancratium maritimum * * * * * *
Polycarpaea nivea *
Polygonum maritimum * * *
Pseudorlaya pumilla * * *
Reichardia gadtiana * *
Reichardia picroides * *
Sagina nodosa * *
Salsola kali * * * * * *
Schizogynum sericeae *
Silene littorea *
Silene nicaeensis * *
Silene ramosissima * *
Silene uniflora * * *
Solidago macrorhiza *
Sporobolus pungens * * *
Traganum moquinii *
Vulpia alopecurus *
Zygophyllum fontanesii *
29

Caracterización ecológica

3.2. Distribución de los tipos Medio Ambiente, y de medio Rural y Marino, y


de hábitat de interés consideramos que la asignación es correcta.
comunitario en los * Tipo de hábitat de interés comunitario que aparece
sistemas dunares reflejado en los mapas del Ministerio de Medio Am-
biente, y de medio Rural y Marino, pero cuya pre-
A continuación se expone un listado de los princi- sencia real es discutible, bien por error o bien porque
pales sistemas dunares del litoral español, según las ha desaparecido y ya no está presente en ese lugar.
tres regiones biogeográficas presentes en él (atlánti- * Tipo de hábitat de interés comunitario que no
ca, mediterránea y macaronésica). Para cada sistema aparece en los mapas del Ministerio de Medio
dunar se muestran los diferentes tipos de hábitat de Ambiente, y de medio Rural y Marino, pero que
interés comunitario identificados, para lo cual se ha muy probablemente está presente en ese lugar.
utilizado la siguiente simbología: * Tipo de hábitat de interés comunitario que no
aparece en los mapas del Ministerio de Medio
* Tipo de hábitat de interés comunitario que apa- Ambiente, y de medio Rural y Marino, pero que
rece reflejado en los mapas del Ministerio de ha sido identificado positivamente en ese lugar.

■ R
 egión biogeográfica Atlántica

Tabla 3.2
Principales sistemas dunares de la región biogeográfica Atlántica.

Sistemas dunares 2110 2120 2130 2150 2190 2230 2240 2250 2260 2270
  1. Zarautz (SS) * * *
  2. Laredo (S) * * *
  3. Somo (S) * * *
  4. Liencres (S) * * *
  5. Oyambre (S) * * *
  6. Xagó (O) * * *
  7. Salinas (O) * * *
  8. Bayas (O) * * *
  9. Barayo (O) * * *
10. Frejulfe (O) * * *
11. Navia (O) * * *
12. Viveiro (LU) * * *
13. Barquero (LU) * *
14. Ortigueira (C) * * *
15. Cedeira (C) * * *
16. Vilarrube – Pantín (C) * * *
17. Frouxeira (C) * * * * *
18. Ponzos – Santa Comba (C) * * * * *
19. San Jorge (C) * * * * *
20. Doniños (C) * * * * *
21. Baldaio (C) * * * *
22. Lage (C) * * * * *
23. Daloris (C) * * * * *
24. Traba (C) * * * * *

Sigue
30 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Continuación Tabla 3.2

Sistemas dunares 2110 2120 2130 2150 2190 2230 2240 2250 2260 2270
25. Trece (C) * * * * *

26. Rostro (C) * * * * *

27. Carnota (C) * * *

28. Basoñas (C) * * * *

29. Corrubedo (C) * * * *

30. La Lanzada (PO) * * * *

31. Islas Cíes (PO) * * * * *

32. Samil (PO) *

33. Ayamonte - Isla Cristina (H) * * * * * *

34. La Antilla - El Rompido (H) * * * * * * * * * *

35. Punta Umbría (H) * * * * * * * * * *

36. Abalario - El Asperillo (H) * * * * * * * * * *

37. Doñana (H) * * * * * * * * * *

38. Punta Candor (CA) * * *

39. San Antón–Valdelagrana (CA) * * * *

40. El Chato–Sancti Petri (CA) * * * *

41. La Barrosa - Roche (CA) * * * *

42. El Palmar (CA) *

43. Trafalgar (CA) * * * * * * * *

44. La Hierbabuena (CA) * * * * * * * *

45. Zahara – El Cañuelo (CA) * * *

46. Bolonia (CA) * * * *

47. Pta Paloma-Valdevaqueros (CA) * * * * * * *

48. Los Lances (CA) * * * * * * * *

■ R
 egión biogeográfica Mediterránea

Tabla 3.3
Principales sistemas dunares de la región biogeográfica Mediterránea.

Sistemas dunares 2110 2120 2190 2210 2230 2240 2250 2260 2270
49. Bahía de Rosas (GE) * * ¿? *

50. Pals (GE) * * ¿? * *

51. Castelldefels (B) * * * * *

52. Torredembarra (T) * * * * * *

53. Cambrils (T) * * *

54. El Fangar (T) * * * *

55. La Banya (T) * * * * *

56. El Serradal (CS) * * *

57. Torre la Sal (CS) * * * * * *

Sigue
31

Caracterización ecológica

Continuación Tabla 3.3

Sistemas dunares 2110 2120 2190 2210 2230 2240 2250 2260 2270
58. Moncófar-Almenara (CS) * * *

59. Canet (V) * * * * *

60. Devesa del Saler (V) * * * * * * * * *

61. Oliva - Pego (V) * * * * *

62. Jávea (V) * * * * *

63. El Campello (A) * * * * *

64. Serra Gelada (A) * * * *

65. Santa Pola – El Pinet (A) * * * * * *

66. Guardamar (A) * * * * * * *

67. Pilar de la Horadada (A) * * * * *

68. La Manga (MU) * * * * * * *

69. Calblanque (MU) * * * * *

70. Cabo de Gata (AL) * * * * *

71. Punta Entinas–Sabinar (AL) * * * * * * * *

72. Cabopino (MA) * * * * *

73. Torreguadiaro (CA) * * * *

74. Palmones (CA) * *

75. Cala Tirant (N Menorca) * * * * * * *

76. Es Grau (NE Menorca) * * * * * *

77. Son Bou (S Menorca) * * * *

78. Bahía de Alcudia (PM) * * * * * * * * ¿?

79. Ses Salines (SE PM) * * * * * * * * *

80. Ses Salines (S Ibiza) * * * * * * *

81. Formentera * * * * * * *

■ R
 egión biogeográfica Macaronésica

Tabla 3.4
Principales sistemas dunares de la región biogeográfica Macaronésica.

Dunas móviles no Dunas costeras con Mantos eólicos


Sistemas dunares 2110 2130 2190 vegetadas (1) Traganum moquinii (1) (1)
82. Alegranza (Lanzarote) *

83. La Graciosa * * * *

84. Caletón Blanco (Lanzarote) *

85. Famara (Lanzarote) * * * * *

86. Montaña Roja (Lanzarote) * *

87. Tostón (Fuerteventura) * * * *

88. Corralejo (Fuerteventura) * * * *

89. Jandía (Fuerteventura) * * *

Sigue
32 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Continuación Tabla 3.4

Dunas móviles no Dunas costeras con Mantos eólicos


Sistemas dunares 2110 2130 2190 vegetadas (1) Traganum moquinii (1) (1)
90. Punta Jandía (Fuert.) *
91. Majanicho (Fuertevent.) *
92. Lajares (Fuerteventura) *
93. Isla de Lobos (Fuert.) *
94. Jable de Vigocho (Fuert.) *
95. Maspalomas (GC) * * * * *
96. Punta de las Arenas (GC) *
97. Tufia (GC) *
98. Gando (GC) *
99. Arinaga (GC) *
100. El Médano (TF) * * * *
101. Puntallana (Gomera) *

Nuevos tipos de hábitat de interés comunitario propuestos. Ver apartado 8.

3.3. Factores biofísicos lo suficientemente amplia y plana para permitir la


de control mayor sedimentación arenosa posible; la posición
del nivel freático, que en zonas litorales suele encon-
3.3.1.  Factores genéticos trarse a muy poca profundidad, por lo que puede
incrementar la cohesión de los materiales y la hume-
Las dunas son mucho más que meras acumulaciones dad atmosférica, propia de la zona costera, que dota
de arena, puesto que en realidad son complejos sis- a los granos de mayor grado de cohesión, contribu-
temas en los que parte biótica y abiótica están ínti- yendo a la sedimentación definitiva de la arena y
mamente relacionados. El característico ensamblaje facilitando la colonización vegetal.
de las formas, sus secuencias espaciales y su evolu-
ción temporal, son una consecuencia tanto del desa- Klijn (1990), sintetiza más y propone que los prin-
rrollo de las comunidades vegetales como de la res- cipales factores que intervienen en la génesis de las
puesta a procesos físicos (Quigley, 1991). La mayoría dunas son: el suministro arenoso, la actuación de
de autores están de acuerdo en que los complejos los procesos marinos, el viento y el crecimiento de
dunares más importantes se desarrollan en los ámbi- la vegetación.
tos en los que se reúnen los siguientes requisitos:
fuerte suministro de material, transporte litoral li-
bre, fuertes vientos marinos, precipitaciones mode- 3.3.1.1.  Suministro arenoso
radas, escasa humedad atmosférica, playas de poca
pendiente y zonas con amplio rango de marea. Aho- Además de las propias características texturales y
ra bien, los factores que crean y controlan la génesis químicas de la arena (tamaño, densidad de los gra-
y desarrollo de las dunas litorales son principalmen- nos, cohesión, etc), que incrementará o disminuirá
te: intensidad y dirección del viento, disponibilidad su facilidad de transporte, el suministro de arena,
de suministro de arena, topografía, humedad y pre- del que dependerá la magnitud del complejo dunar,
sencia de vegetación (McKee, 1983). Recientemente depende de varios factores:
otros autores (Ley et al., 2007) han añadido algunos
factores que también parecen tener influencia en el ■  nchura y profundidad de la plataforma conti-
A
desarrollo de las dunas costeras: la topografía de la nental. En las costas mediterráneas, las platafor-
zona continental adyacente a la playa, que debe ser mas son relativamente estrechas, por lo que el
33

Caracterización ecológica

suministro que proporcionan para el desarrollo portantes cantidades de arena, y por tanto meno-
de los conjuntos dunares es muy escaso. El caso res posibilidades tendrá de que sus sistemas
contrario se da en el Golfo de Cádiz. dunares alcancen gran desarrollo.
■ Condiciones sedimentarias de los fondos de la
playa sumergida. La presencia de arena y las pen-
dientes suaves facilitan el depósito de arena por 3.3.1.2.  Influencia marina
parte de las olas. Arena que una vez seca podrá
ser transportada por el viento. La influencia del mar en la formación de las dunas
■ Presencia de sedimentos arenosos en el postpaís es múltiple. Por un lado, controla el balance sedi-
costero. En algunos ámbitos, este factor es de mentario mediante el transporte que realizan las
gran importancia, sobre todo si los vientos pre- olas, las corrientes longitudinales y transversales y
sentan un régimen bidireccional, como en las las mareas. Por tanto, la incidencia de los vientos
costas valencianas o las próximas al Estrecho de capaces de generar olas son importantes, así como
Gibraltar, donde la alternancia de levante-po- la propia energía de las olas, que depende de su al-
niente hace que las zonas interiores deforestadas tura, longitud y velocidad de propagación (las olas
puedan actuar como fuente de alimentación. más largas tienen mayor velocidad de propagación,
■ Existencia de ríos que aporten arena al mar. En por lo que al viajar más deprisa, prácticamente no
ese sentido, la naturaleza geológica de las cuencas pierden energía por rozamiento y toda esa energía
fluviales surcadas por los ríos también determina se desgasta en el momento de la ruptura de la ola,
la cantidad de aportes arenosos. Así por ejemplo, que es cuando se ponen en suspensión los sedimen-
la meteorización de los granitos paleozoicos de tos que después serán depositados en la playa).
Sierra Morena da lugar a importantes espesores
de arenas que luego son transportadas por los Por otra parte, los parámetros de las olas (altura,
ríos Guadiana, Tinto y Odiel o Guadalquivir a la longitud, período, velocidad de propagación, etc.)
costa del Golfo de Cádiz, dando como resultados dependen de la intensidad del viento, del tiempo
extensas playas de arena fina a la que se asocian que el viento está soplando con una intensidad de-
importantes conjuntos dunares. terminada y del fetch (que es la distancia recorrida
■ Acantilados susceptibles de ser erosionados. En por un viento sin cambiar de dirección, en línea
algunos casos la naturaleza arenosa de los acanti- recta). Por su parte, la dirección del transporte sedi-
lados favorece su fácil erosión por el oleaje y el mentario (longitudinal o transversal a la orilla) que
suministro de arena a playas colindantes: es el realizan las corrientes litorales también depende de
caso de los acantilados en erosión de la provincia la orientación de la costa respecto a las direcciones
de Huelva, que suministran importantes canti- predominantes de las olas.
dades de arena a las playas de Doñana, donde se
ubican los complejos dunares más importantes Los factores oceanográficos influyen en general en
de la Península Ibérica. Sin embargo, en otras el balance sedimentario de las playas (energía del
zonas, como muchos tramos costeros mediterrá- oleaje y de las corrientes), en la extensión de playa
neos, tanto peninsulares como insulares, las expuesta al viento (condicionada por el rango de
fuentes de arena en acantilados se limitan a la mareas), o en la salinidad ambiental (efecto aerosol
erosión de dunas remontantes pleistocenas y de del oleaje). Las playas expuestas a mar abierto, afec-
otras dunas fósiles. tadas periódicamente por fuertes vientos y tempo-
■ Cercanía a la fuente sedimentaria principal. Las rales de energía moderada, son las más favorables al
corrientes longitudinales distribuyen el sedimen- desarrollo de grandes dunas. Este es el caso de las
to arenoso desde el área fuente. Habitualmente, playas disipativas, caracterizadas por una suave pen-
los procesos de refracción de olas y corrientes fa- diente y tamaño de grano fino (ver figura 3.1), que
vorecen la sedimentación en zonas abrigadas (ba- favorece el transporte eólico a lo largo de una fran-
hía, ensenadas, etc.). Por lo tanto, longitudinal- ja intermareal muy ancha (Carter, 1988).
mente, los aportes de arena van sedimentándose
de tal modo que el alcance de los aportes sedi- La acción del oleaje favorece los procesos eólicos al
mentarios tiene un límite. Cuanto más lejos se mantener la superficie de la playa completamente
sitúe una playa de su fuente natural de sedimen- desnuda. La combinación del estrés mecánico y
tos, menor probabilidad habrá de que reciba im- químico reforzado por un microclima muy severo
34 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Figura 3.1
Imagen de una playa disipativa con dunas embrionarias. Playa de Los Lances (Tarifa).

conduce a la imposibilidad de que ningún tipo de la viscosidad del agua es de 1,011  ×  10-2 cm2/seg,
vegetación se desarrolle en la zona alcanzada direc- y la del aire es de 1,554  ×  10–1 cm2/seg, pero la
tamente por el mar. viscosidad del agua aumenta con la disminución
de la temperatura, al contrario que el aire, cuya
La influencia del mar afecta a zonas internas gracias viscosidad aumenta con el incremento de la tem-
a la maresía (sea-spray), puesto que la llegada de ro- peratura. En consecuencia, la capacidad de trans-
ciones y salpicaduras de las olas determina la pre- porte del aire en zonas de elevada temperatura es
sencia de sal a distancias bastante considerables de muy superior a la del agua. Pero la gran diferen-
la orilla, afectando a la vegetación e incluso a la cia entre ambos fluidos viene marcada por su
morfología dunar. diferente densidad.
■ La densidad del agua a 20  °C es de 998,23
kg/m3, y la del aire de 1,20 kg/m3. Estas diferen-
3.3.1.3.  Características del viento cias influyen en la diferente competencia de
transporte que presentan ambos fluidos. Para
El viento, como los demás fluidos, debe su capaci- una velocidad determinada, mientras que el agua
dad morfogenética a su propia dinámica como flui- podría transportar grandes bloques, a esa misma
do. El aire es un fluido newtoniano, pseudoelástico, velocidad el aire sólo sería capaz de transportar
comprensible y sin superficies limitantes. Sus prin- pequeños granos de arena. Por otra parte, la den-
cipales características internas son: viscosidad o fric- sidad del aire disminuye con la temperatura. O sea,
ción interna y densidad. que el viento en zonas cálidas puede transportar
una gran cantidad de sedimentos, pero de calibre
■ La viscosidad cinemática del aire aumenta con el muy fino.
incremento de la temperatura, lo que supone un
incremento paralelo de su capacidad de trans- En las condiciones naturales en las que se encuentra
porte. Las diferencias de viscosidad entre el aire y el aire atmosférico, el movimiento no puede ser es-
el agua no son demasiado importantes: a 20  °C, tacionario, sino que es a ráfagas y, además, la super-
35

Caracterización ecológica

ficie sobre la que se mueve es irregular, por lo que ciente fuerza como para resistir la tendencia a
el flujo del aire genera turbulencia. La velocidad del caer de nuevo, provocada por su propio peso.
viento o la velocidad de arrastre determinarán unas Esto se produce bajo condiciones de fuerte tur-
condiciones de flujo bajo las que se logrará una ve- bulencia de aire o cuando las partículas moviliza-
locidad umbral de fluido para una superficie arenosa das tienen un calibre muy pequeño.
particular. La velocidad umbral de fluido es la velo- • La saltación se produce cuando un grano que ha
cidad a la que las partículas del suelo comienzan a sido levantado cae de nuevo. Con la caída puede
moverse. La velocidad umbral aumenta con la den- rebotar y caer de nuevo al suelo con un ángulo
sidad de las partículas y con su tamaño y disminuye muy bajo. La saltación significa un transporte a
al aumentar la densidad del aire. saltos por rebote y en cada rebote, al chocar con
la superficie de arena, disloca otras partículas y
Bagnold (1941) sugirió que una vez se alcanza un puede proyectarlas en el aire. Un 75% de los gra-
umbral crítico de velocidad de cizalla, los granos nos que se mueven durante el transporte eólico lo
estacionarios de la superficie pueden empezar a ro- hacen en saltación (ver figura 3.2).
dar por la misma debido a la presión directa del • La reptación es, en ocasiones, una consecuencia de
viento. Otros autores han constatado (Bisal & Niel- la propia saltación. La energía de una partícula al
sen, 1962) que los granos de arena antes de ponerse chocar con el suelo es tal que puede llegar a despla-
en movimiento, comienzan a mecerse hacia delante zar un grano superficial estacionario de hasta seis
y hacia atrás y después son elevados directamente al veces su propio diámetro o doscientas veces su pro-
interior del flujo sin necesidad de haber rodado pre- pio peso. El resultado es un lento movimiento a
viamente. Sugieren que el movimiento inicial para favor del viento de las partículas demasiado grandes
la saltación se debe a diferencias instantáneas de para desplazarse en saltación o suspensión.
presión cerca del suelo, que actúan como impulso.
Se ha constatado que a medida que aumenta la ve- La presencia de humedad, de agentes de cementa-
locidad del viento, las partículas empiezan a vibrar, ción y de sales (que tienen un efecto de aglomeran-
cada vez con mayor intensidad, hasta que llega un te), influyen significativamente en la velocidad um-
punto crítico en el que se levantan instantáneamen- bral para el arrastre de partículas de cierto tamaño.
te. Después comienzan a saltar y rebotar (Warren, Como demostró Belly (1964), con el aumento de la
1979). humedad debe incrementarse la velocidad umbral
para poder movilizar una partícula determinada:
• Cuando los granos caen de nuevo al suelo, gol- Un incremento de un 0,6% en el volumen de hu-
pean la superficie perturbando a uno o más gra- medad puede doblar o incluso triplicar el valor de
nos estacionarios. Como resultado de este impac- la velocidad umbral de arrastre, en comparación
to causado por los granos en saltación, nuevas con la arena seca. La presencia de recristalizaciones
partículas son lanzadas a la corriente de aire, ne- de sal también tiene repercusiones en cuanto al va-
cesitando para ello velocidades más bajas que las lor crítico del despegue (Pye, 1980) y su influencia
que se requieren para movilizar una partícula es- es mucho mayor en arenas finas (Nickling, 1984).
tacionaria por presión directa del fluido. Por tan- La velocidad umbral también se ve influida por la
to, como apunta Warren (1979), para un deter- rugosidad de la superficie, que está controlada por
minado tamaño de partícula, el viento que se la presencia de tamaños de grano de tipo grava o
necesita para iniciar el movimiento debe tener superiores y por la presencia de vegetación. A me-
una mayor intensidad que la que se necesita para dida que el viento se va llevando lo que puede
mantener el bombardeo balístico. De acuerdo con transportar y van quedando los materiales más
Nickling (1988), el resultado del efecto balístico gruesos que no es capaz de movilizar, la rugosidad
es un efecto cascada que se inicia en unos pocos crece y la tasa de remoción disminuye.
granos que ponen en movimiento a un creciente
número de granos de un modo muy rápido. Una Algunos autores han dado cifras concretas respecto a
vez la partícula ha sido descolocada del lecho, la velocidad crítica de la puesta en movimiento de los
puede moverse gracias a diferentes mecanismos sedimentos (Svasek & Terwindt, 1974). Así, Bagnold
como la suspensión, la saltación y la reptación. (1941) señalaba que la velocidad del viento ha de ser
• La suspensión se produce cuando los granos que superior a 4 m/seg, mientras que Zenkovich (1967)
han sido elevados del suelo mantienen la sufi- indica que para movilizar materiales de diámetros de
36 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

0,12 mm, 0,32 mm, 0,60 mm y 1,04 mm se requie- (Bauer & Davidson-Arnott, 2002) ya que determina
ren intensidades de 1,5; 4; 7,4 y 11,4 m/seg respec- la anchura efectiva de la playa, el tamaño de la par-
tivamente. Por su parte, Thomas (1973) sugiere ve- tícula; la densidad del grano, la densidad del aire
locidades de 7,2 m/seg. Tsoar (1990) señala que con (que varía con la temperatura y la altura), la tempe-
una humedad de 1,05%, el transporte se inicia con ratura y humedad del aire puesto que determinan la
velocidades de 10 m/s a una altura de 2 m. Sin em- densidad del aire (Sherman & Hotta, 1990), la efi-
bargo, cuando se producen precipitaciones, la hume- ciencia del transporte; el perfil de velocidad y, final-
dad se incrementaba hasta un 2% y en este caso no mente, las características de la superficie (Cooke &
hay ningún tipo de transporte de arena, incluso con Warren, 1973). De acuerdo con Willets (1983), la
velocidades de 25 m/s. forma del grano es importante cuando las intensida-
des de viento son altas. Por su parte Jensen & Soren-
La tasa de transporte de arena es proporcional a la sen (1986) señalan que la influencia de la forma del
velocidad del viento elevada a la tercera potencia. grano en las características del transporte se debe,
En realidad, la fórmula propuesta por Bagnold principalmente a que determina cambios en la capa-
(1941) sería la siguiente: cidad que tienen los granos para saltar cuando caen
y golpean el suelo. De acuerdo con estos autores, los
q  =  K(d/D)1/2 (r/g) V*3 granos angulosos presentan una altura media de salto
considerablemente menor que los granos esféricos.
Siendo q la tasa de transporte, K una constante em-
pírica, d el calibre medio de la arena, D un diáme- Según Sherman et al. (2005), además de todos los
tro tomado como estándar (0,25 mm), r la densi- factores mencionados anteriormente, respecto a la
dad del aire, g la aceleración de la gravedad y V* la tasa de transporte habría que tener en cuenta: la
velocidad de arrastre. densidad de todos los sedimentos superficiales, la
clasificación de dichos sedimentos, el contenido de
Además de la velocidad del viento, en la tasa de humedad de los materiales (Jackson & Nordstrom,
transporte de arena influyen: la dirección del viento 1997), la presencia de agentes que facilitan la cohe-

Figura 3.2
Movimiento eólico de granos de arena por saltación. Frente de avance de una duna de levante en la Punta
del Boquerón (San Fernando, Cádiz).
37

Caracterización ecológica

sión como, por ejemplo, la sal (Nickling & Eccles- atmosférica y de la cantidad y tipo de la cubierta ve-
tone, 1981), o la presencia de coberteras microbia- getal (Fryberger, 1979). El flujo de arena y aire tiene
nas y algas (Pluis & de Winder, 1990), la una estructura bastante complicada como resultado
pendiente de la superficie (Bagnold, 1973), la an- de su turbulencia y de la formación de vórtices hori-
chura de la playa (Jackson & Cooper,1999), la ubi- zontales. La velocidad del flujo y, por tanto, de la
cación de las líneas de basura durante las tormentas fuerza de cizalla aumenta a barlovento y decrece a
(Nordstrom et al., 2000) puesto que también atra- sotavento. En consecuencia, dado que la tasa de mo-
pan arena y, finalmente, la vegetación (Hesp, 1989). vimiento de arena está directamente relacionada con
En zonas antropizadas, el transporte también puede la fuerza de cizalla (que a su vez depende de la velo-
verse influido por diferentes tipos de estructuras cidad del flujo), la arena es transportada de la cara de
construidas por el hombre, ya que alteran el normal barlovento a la de sotavento (Bagnold, 1941). En
deslizamiento de los flujos de aire. tanto que la duna crece, la arena que llega a la cresta
mediante saltación desde la cara de barlovento, res-
La importancia de todas estas variables en el trans- bala por la de sotavento, por lo cual la pendiente de
porte eólico ha sido ampliamente analizada en los la misma va aumentando hasta que consigue su án-
trabajos de: Horikawa (1988), Sherman & Hotta gulo de reposo. Con el aumento continuado del
(1990), Nickling & Davidson-Arnott (1990), Pye transporte de arena, la cara de avalancha se convierte
&Tsoar (1990) y Nordstrom (2000). Pero a la hora en la cara de sotavento de la duna (Goldsmith,
de hacer el seguimiento de una determinada zona, 1985). Las líneas de corriente varían con la velocidad
de todos estos factores los más importantes son: ve- del viento, de ahí que las dunas adopten distintas
locidad del viento, tamaño de grano y contenido de formas. Con vientos de poca energía los perfiles de
humedad. las dunas se alargan y se aplanan. Esto se debe a que
la fuerza de cizalla no alcanza el valor crítico para la
Las tasas de transporte varían de acuerdo con la in- remoción y sólo se produce transporte desde barlo-
tensidad del viento. Se ha constatado que incluso las vento a sotavento. Por el contrario, los vientos de
variaciones diarias de velocidad de las brisas pueden fuerte intensidad incrementan la altura de la duna. Si
afectar a dichas tasas (Hunter & Richmond, 1988). además coincide que estos vientos van muy cargados
Además, la magnitud de la tasa de transporte afecta de arena, la duna se hace más ancha y más alta por
también a la morfología de la duna. Según Lancaster deflación a barlovento y acumulación a sotavento
(1988), las dunas más amplias del Namib se desarro- (Goldsmith, 1985).
llan en áreas donde las tasas anuales de transporte
potencial de arena son bajas, en tanto que las dunas Las dunas no crecen indefinidamente. Con flujos
más pequeñas lo hacen donde las tasas son altas. de viento y suministros constantes se alcanza la for-
ma de equilibrio, de manera que la arena sale a la
La arena va mejorando su clasificación a medida misma velocidad que entra en la duna. Algunas du-
que es transportada por el viento. En las dunas va- nas adaptadas a regímenes de viento estacional o
lencianas, la selección de tamaños aumenta a medi- incluso diurno sufren cambios en la zona de la cres-
da que se progresa hacia el interior del campo de ta, pero la forma básica permanece. Las dunas ma-
dunas (Sanjaume, 1985). Cuando cambia la inten- yores tardan más en ajustarse a las nuevas condicio-
sidad del viento cambia también, como es obvio, el nes medioambientales que las pequeñas, porque el
tamaño de la partícula transportada. Fryberger & volumen de arena que contienen requiere más tiem-
Schenk (1981) demostraron que el tamaño de gra- po para establecer una nueva forma de equilibrio.
no aumenta con la intensidad del viento y que los Un cambio en el régimen de viento puede provocar
cambios de tamaño producidos por las variaciones la superposición de un nuevo patrón dunar sobre el
de la intensidad del viento quedan preservados en preexistente, lo que podría explicar el desarrollo de
los depósitos eólicos. ciertas dunas compuestas y complejas.

La relación entre el viento y la génesis de las dunas es


muy compleja. Las formas que crea el viento depen- 3.3.1.4.  Crecimiento de la vegetación
den, por una parte, de la rugosidad, cohesión y tama-
ño de sedimento y, por otra, de la velocidad y turbu- La vegetación juega un papel vital en la nucleación
lencia del aire, así como también de la humedad y el crecimiento de las dunas costeras, sobre todo de
38 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

las dunas secundarias (Klijn, 1990). Por un lado, rrollo dunar. Obviamente, los condicionantes climá-
introduce una rugosidad adicional a la superficie, lo ticos (humedad-precipitación, temperatura, duración
que hace disminuir la velocidad del viento y su ca- de la estación de crecimiento) influyen en la densi-
pacidad de transporte. Por otro lado, las plantas dad de cobertera vegetal. Pero también la vegetación
interceptan los granos en saltación y actúan como es vulnerable a la erosión del viento. Cuando la ero-
una superficie blanda que absorbe una gran canti- sión eólica deja las raíces al descubierto, las plantas
dad de energía, favoreciendo la sedimentación. Ex- pueden morir (Tsoar, 1990; Arens, 1996).
perimentos realizados en Israel demostraron que la
cantidad de arena atrapada en las dunas vegetadas El desarrollo de determinadas comunidades vegeta-
es entre un 10% y un 50% superior a la sedimenta- les depende, según Mücher (1990), de una comple-
ción que se produce en las dunas sin vegetación ja interrelación de factores tales como: clima, mi-
(Goldsmith et al., 1988). croclima (exposición, relieve, distancia a la orilla,
temperatura, evaporación), roca madre (incluyendo
El crecimiento vertical de las dunas parece estar rela- la profundidad de descalcificación), profundidad
cionado, además, con la tolerancia de las especies del nivel freático y acción antrópica (incluyendo
pioneras al enterramiento, así como a su resistencia aterramientos, cambios de usos del suelo y descenso
al calor, a la sequía, o a la limitación de nutrientes. del nivel freático por sobreexplotación). Existen
La colonización vegetal del campo dunar queda re- ejemplos en los que, a pesar de la proximidad de
presentada por comunidades específicas que se dis- sistemas dunares, los factores citados llevan al desa-
ponen en bandas paralelas al límite playa-duna (ver rrollo de comunidades vegetales muy diferentes
figura 3.3.). Una simple variación en la densidad de (Fraga & Roig, 2007). Por lo que respecta a la fau-
vegetación incluso puede dar lugar a distintos tipos na, algunos animales pueden incrementar la erosión
morfológicos de dunas (Short & Hesp, 1982). La por ramoneo y excavación de madrigueras, pero
tolerancia de esta vegetación al enterramiento, así otros organismos del suelo generan materia orgáni-
como la capacidad de establecerse sobre restos de ca que permite el crecimiento de las hifas de los
plantas previas (facilitación) hace que la colonización hongos y de los enlaces de las sustancias húmicas
vegetal de estos ambientes por plantas especializadas que estabilizan los granos de arena (Jungerius &
sea rápida y efectiva, lo cual a su vez favorece el desa- Van der Meulen, 1988).

Figura 3.3
Bandas de vegetación formadas por plantas pioneras. Dunas de Bolonia (Cádiz).
39

Caracterización ecológica

Como consecuencia de todo lo anterior, la presen- Los factores que controlan el equilibrio morfológi-
cia y desarrollo de las dunas costeras están estrecha- co de las dunas son varios. Los más importantes,
mente relacionados con fenómenos geológicos, según Lancaster (1985), son: la posibilidad de su-
climatológicos e hidrológicos (Klijn, 1990). Los ministro arenoso y las características del régimen de
factores biológicos parecen depender de factores vientos, aunque el tamaño de grano, la clasificación
climatológicos y edafológicos. Pero hay que dejar del sedimento y la cubierta vegetal pueden ser sig-
claro que las dunas se forman cuando el volumen nificativos localmente. Este autor ha demostrado
de arena que entra en el sistema sedimentario es también que en las dunas transversales de los desier-
superior al volumen de arena que sale del mismo. tos, un aumento de la intensidad del viento produ-
Ese exceso de arena es el que el viento puede trans- ce un considerable incremento en las tasas poten-
portar realizando una selección de tamaños según ciales de arena desde la base hacia la cresta, lo que
la intensidad del mismo. Las dunas se localizan repercute en la posterior forma y tamaño de la
fuera de la acción de los temporales ordinarios. duna. De acuerdo con Illenberger & Rust (1988),
Cuando hay temporales extraordinarios, la arena se las tasas de acumulación en los campos dunares cos-
ve desplazada hacia la playa sumergida, lo que di- teros son diez veces más altas que las tasas de las
sipa la energía de las olas y evitan mayores erosio- zonas continentales. Esto se debe a la mayor energía
nes. Después en momentos de calma, la arena es de los vientos costeros y al mayor suministro de are-
devuelta a la playa emergida terminando el ciclo na procedente de la playa. Este suministro depende
que caracteriza el equilibrio sedimentario de la pla- de la forma y anchura de la playa, de la naturaleza
ya. En períodos de recesión como el actual, con del flujo aerodinámico que cruza la playa y de la
déficit de sedimentos, en los momentos de calma, vegetación (Short & Hesp, 1982).
el perfil no puede reconstruirse por falta de sedi-
mentos, ya que los erosionados se desplazan hacia Por lo que respecta a la estructura interna, todas las
nuevos ámbitos o se quedan en zonas más profun- dunas litorales transversales, sean del tipo que sean,
das, por lo que la playa se hace más estrecha, las presentan una geometría interna muy característica
dunas más bajas y estrechas y, en muchas ocasio- (ver figura 3.4), derivada de su crecimiento vertical
nes, ya no ofrecen protección para las tierras que y de su escasa migración horizontal (McKee, 1966).
quedan por detrás de las mismas. Los buzamientos de las láminas de topset, de barlo-

Figura 3.4
Laminación interna de una duna costera. Playa de Anllóns (La Coruña).
40 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

vento, suelen ser inferiores a 10º, mientras que en años, mientras que su degradación puede tener lu-
las láminas de foreset, de sotavento, los buzamientos gar durante meses o años, y su destrucción comple-
suelen oscilar ente 29º y 33º (Bigarella, 1972). Sin ta puede durar apenas unas horas. Por ello, la eva-
embargo, cuando soplan vientos fuertes, la deposi- luación del estado de desarrollo y la tendencia de
ción de la arena en la cara de sotavento, de acuerdo un sistema dunar debe consistir en el seguimiento
con las investigaciones realizadas por Hoyt (1966), periódico de las principales características que per-
puede producirse de tres maneras distintas: miten obtener una idea aproximada de la calidad
ambiental del conjunto de hábitat que lo confor-
■  a arena transportada por el viento hasta la cres-
L man. Estas características o factores, expresados me-
ta cae a sotavento. diante variables, constituyen la base para la evalua-
■ Si la acumulación en la cresta es rápida pueden ción de la estructura del sistema dunar y de su
producir se deslizamientos a sotavento. dinámica (factores de función).
■ Por la acción de torbellinos que se generan tam-
bién a sotavento y que pueden recoger material Desde un punto de vista general, las variables de-
de esta vertiente y transportarla hacia arriba. Este ben incluir los factores que involucran sus cambios
mecanismo es responsable, además, de la defla- morfológicos y sedimentarios (factores morfosedi-
ción que se produce en las zonas interdunares. La mentarios), su exposición y afección por los proce-
anchura afectada por los torbellinos es igual a la sos litorales y marinos (factores de incidencia ma-
altura de la duna. Por su parte, Sharp (1966) in- rina y litoral), la propia dinámica eólica responsable
dicaba que además de los torbellinos, ciertos de la nucleación y crecimiento de las dunas (facto-
vientos oblicuos y, en determinadas condiciones res de incidencia eólica), el desarrollo vegetal y la
topográficas, otras corrientes de aire, pueden madurez ecológica general del sistema (factores
afectar también a la vertiente de sotavento. ecológicos y de cobertera vegetal), así como la ac-
ción humana. Esta última, muy importante, debe
En un trabajo en el que comparaba las dunas de incluir las actuaciones que producen degradación o
algunos sectores de los Estados Unidos, Brasil e Is- destrucción del sistema dunar (factores de presión
rael, Goldsmith (1973) comprobó que la distribu- antrópica), así como las actuaciones encaminadas a
ción de los acimuts se relaciona mejor con los vien- la protección y preservación de las características
tos prevalentes que con los dominantes, excepto en naturales del sistema dunar (factores de gestión y
aquellas zonas en las que coinciden ambas direccio- protección). A continuación se ofrece una lista de
nes. Asimismo, señaló la importancia que tiene el dichas variables.
tipo de vegetación que sustenta la duna, con rela-
ción a la disposición de las estructuras internas. La
correlación entre la densidad de vegetación y la 3.3.2.1.  Factores morfosedimentarios
proporción de estratos de bajo ángulo fue apunta-
da por Yaalon (1975). En ocasiones, la estructura El efecto de los procesos ambientales dominantes
interna de las dunas puede modificarse a causa de sobre la dinámica de las dunas costeras depende del
cambios climáticos (Bigarella, 1975). Cuando se desarrollo potencial del depósito sedimentario. Éste
producen dichos cambios, que afectan a las preci- depende, entre otros factores, de las características
pitaciones y en consecuencia a la vegetación que de la unidad geomorfológica al que está asociado,
fija y coloniza las dunas, las estructuras originarias por ejemplo, de la propia geometría del sistema du-
son sustituidas por otras de neoformación (estruc- nar. Las variaciones morfológicas del complejo du-
turas de disipación). nar se manifiestan a través de parámetros como su
superficie, su longitud, la anchura del sistema dunar
3.3.2. Factores condicionantes de la dinámica activo, la altura de las dunas (modal y máxima), la
y evolución del sistema dunar pendiente media de las dunas del sistema activo, o
el volumen de arena presente en el complejo. El
Los sistemas dunares son altamente vulnerables a número de cordones es un indicativo de la evolu-
los cambios ambientales (factores biofísicos, funda- ción dunar, de modo que las costas progradantes,
mentalmente) y a la interferencia de la actividad alimentadas históricamente por volúmenes impor-
humana. Un cordón dunar puede generarse y que- tantes de sedimento arenoso, suelen presentar un
dar completamente desarrollado en apenas unos mayor número de cordones.
41

Caracterización ecológica

El desarrollo dunar, especialmente el de los prime- reflectivas, de alta pendiente y granulometría gruesa,
ros cordones dunares, está muy influenciado por la no son las más adecuadas para la formación de bue-
continuidad lateral de los acúmulos arenosos. La nos complejos dunares costeros. La anchura de la
pérdida de superficie ocupada por elementos mor- zona intermareal determina la superficie expuesta al
fológicos de acumulación de arena, así como la viento, y por tanto, el área fuente de arena para la
fragmentación del sistema dunar en pequeñas uni- generación de dunas. Paralelamente, la zona supra-
dades aisladas y dispersas, modifica las condiciones mareal de la playa (playa seca) constituye la princi-
ecológicas y geomorfológicas y acelera la degrada- pal fuente de sedimento eólico a las dunas. Cuanto
ción y eliminación de las estructuras de acumula- mayor sea su anchura, mayor alimentación arenosa
ción eólica. Los cordones discontinuos son mucho habrá hacia las dunas y éstas alcanzarán mayor desa-
más vulnerables a la erosión costera o a la degrada- rrollo. Además, la playa seca constituye el área de
ción por actividad humana que los cordones duna- alimentación eólica de las dunas, por lo que si el
res continuos. Los pasillos pueden tener tanto ori- tamaño de grano dominante en esa zona es fino, la
gen natural (desbordamientos por el oleaje de exportación de arena será más eficaz y las dunas po-
temporal u “overwashes”) como antrópico (zonas de drán crecer con mayor facilidad, o bien recuperarse
trasiego preferente de visitantes). con mayor rapidez de los episodios erosivos.

La superficie de las depresiones interdunares húme- No obstante, la tendencia a medio plazo del sistema
das está muy condicionada por la proximidad del playa-duna condiciona el futuro de los complejos
nivel freático a la superficie topográfica. La cercanía dunares costeros. Resulta, por tanto, fundamental
del freático a la superficie aumenta la cohesión en- conocer la tendencia costera al avance o al retroceso
tre las partículas de arena y dificulta el transporte en los últimos años, así como la evolución de los
eólico del sedimento, a la vez que favorece una ma- aportes sedimentarios a la playa, a menudo mani-
yor cobertera vegetal, disminuye la movilidad de las festada mediante el aumento o la disminución de
arenas y la pérdida sedimentaria del sistema. los afloramientos rocosos en la playa. El aporte se-
dimentario a la duna depende, lógicamente, del
El desarrollo y morfología de los frentes dunares estado erosivo o acumulativo de la playa, así como
costeros depende de forma muy directa de ciertas de su tamaño de grano o del volumen de arena dis-
características del sedimento, tales como granulo- ponible, manifestado en muchas ocasiones por el
metría, forma, cohesión y densidad del grano de número de barras existentes en la playa. Las barras
arena. Se considera que los diámetros de partículas inter y submareales constituyen la mejor defensa
menores aumentarán la fragilidad de la duna coste- natural de las playas ante la actuación de oleajes
ra, ya que los sedimentos finos son más fácilmente energéticos. Además, la removilización del sedi-
transportados por el viento y, por tanto, favorecerán mento de las barras por el oleaje de mar de fondo
las pérdidas por deflación. facilita el transporte de arena a la playa, y por tanto,
la alimentación de arena a las dunas. Por otro lado,
los restos de Posidonia oceánica sobre la playa asegu-
3.3.2.2.  Factores de incidencia marina y litoral ran la protección de la misma, además de aportar
naturalidad al sistema arenoso costero.
Estos factores se refieren a la influencia de los proce-
sos marinos y litorales en el desarrollo dunar. La Independientemente de los aspectos submareales y
playa constituye el área fuente de arena que da lugar del clima marítimo, la geomorfología de la costa
a los sistemas dunares (Alcántara et al., 2005). El arenosa puede verse afectada por procesos de ero-
estado de la playa es determinante en la cantidad de sión importantes ligados a la concurrencia de otros
arena que es transportada por el viento, en el tama- tipos de factores de difícil cuantificación (frecuencia
ño de grano de la arena (mejor si es más fino), en la de temporales según intervalos de altura de ola, fre-
facilidad del viento para removerla (mayor si la pen- cuencia de fenómenos de gran energía comparada
diente de la playa es suave), o en la disipación de con el ritmo natural de recuperación sedimentaria
energía del oleaje (mayor si la playa desarrolla barras de la playa, etc.).
submareales). Las playas disipativas reúnen todas las
características que favorecen la generación de dunas Por tanto, conviene evaluar sobre el terreno los
y su protección posterior, mientras que las playas efectos erosivos reales del oleaje energético median-
42 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

te los efectos que este causa, y que se manifiestan lo que esta variable se considera como recomenda-
especialmente en las roturas del primer cordón du- da para este hábitat.
nar (dunas secundarias), que a menudo produce
desbordamientos o derrames hacia tierra (overwash).
Estas roturas dan lugar a cortes en el cordón dunar, 3.3.2.3.  Factores de incidencia eólica
donde la topografía facilita que los siguientes tem-
porales concentren su energía en estas zonas más Entre los factores que influyen en el transporte y
debilitadas, en las que resulta muy difícil la coloni- sedimentación de arena por el viento se encuentra
zación vegetal y la generación de dunas. De hecho, la densidad de vegetación (base de la clasificación
la primera evidencia de la acción erosiva del oleaje de dunas propuesta por Hesp, 1988). La ausencia o
es la formación de escarpes verticales en la cara ex- escasez de cobertera vegetal es indicativa de condi-
puesta del primer cordón dunar (dunas secunda- ciones físicas que dificultan la implantación y la
rias). Habitualmente estos escarpes (ver figura 3.5) colonización vegetal en el sistema dunar, como pue-
muestran raíces expuestas de las plantas pioneras den ser excesiva velocidad del viento, exceso de sal
(comúnmente barrón), así como indicios de movi- en el aire, etc. La conexión eólica entre la playa y la
mientos de masas (desplomes y lenguas de arena), duna se establece a partir de superficies de playa
resultado de la inestabilidad gravitatoria provocada predominantemente arenosas (no cubiertas por gra-
por un exceso de pendiente, como consecuencia de vas y/o conchas), en cuya zona alta crecen los apor-
la excavación basal y descalce por el oleaje durante tes eólicos formando dunas embrionarias en creci-
episodios de temporal marítimo. Las dunas secun- miento, favorecidas por la existencia de vegetación
darias afectadas por este proceso necesitan de un en la ladera de barlovento de la duna secundaria. La
dilatado período de tiempo para su recuperación presencia de bioclastos y conchas en la playa seca
mientras que las dunas embrionarias, que pudieron incrementa la rugosidad superficial, modificando el
ser barridas por el oleaje responsable de la erosión, perfil del viento así como la velocidad umbral a la
tienen una mayor velocidad de recuperación, por que el sedimento es susceptible de ser transportado.

Figura 3.5
Escarpe vertical en dunas afectadas por erosión debida a oleaje de temporal. Playa del Retín (Cádiz).
43

Caracterización ecológica

Se disminuye así la movilidad de la arena y por tan- siones contribuye también a la progresiva fragmen-
to el volumen de sedimento transportado hacia las tación del sistema dunar: incrementan la fragilidad
dunas embrionarias. del cordón dunar al producirse puntos de ruptura
en la continuidad del frente. De esta manera, los
La morfología dunar influye en la sedimentación procesos erosivos eólicos se hacen más intensos.
eólica, dando áreas de deflación o de erosión dunar
(blowouts, ver figura 3.6), así como zonas de caída El desarrollo del sistema dunar requiere de un eficaz
de la velocidad del viento y sedimentación. La pre- transporte eólico desde el frente dunar hacia el inte-
sencia de blowouts y su desarrollo fragmenta el sis- rior. Por otro lado, para que las acumulaciones eóli-
tema dunar y lo hace más vulnerable. Además, las cas formen cordones dunares o mantos eólicos, de-
cubetas de deflación son formas derivadas de la ero- ben ser consolidadas con el crecimiento de vegetación.
sión puntual de las dunas, por lo que su prolifera- De esta forma, con el tiempo, el sistema eólico crece-
ción es indicativa de un predominio de la pérdida rá, tanto por avance hacia el mar del frente dunar
de arena que puede desembocar en la fragmenta- como por disminución de los blowouts, variables que
ción del sistema dunar. son indicativas de la evolución del sistema dunar.

La alternancia de áreas de erosión y de sedimenta-


ción favorece la formación de pequeños mogotes o 3.3.2.4. Factores ecológicos y de cobertera
acumulaciones arenosas aisladas (hummocks, ver fi- vegetal
gura 3.7), que suponen una importante fragmenta-
ción del sistema dunar. Cuando la erosión eólica se Desde un punto de vista ecológico, el sistema dunar
concentra en puntos concretos, se excavan pasillos está compuesto por una sucesión de bandas de vege-
de deflación, cuyo crecimiento en número y dimen- tación sucesivas e interconectadas. El mantenimiento

Figura 3.6
Blowout en dunas fijadas por pinos. El Puerto de Santa María.
44 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Figura 3.7
Dunas en montículos o hummocks. Parque Nacional de Doñana.

y desarrollo de los tipos de hábitat dunares depende soportar altas tasas de enterramiento. Plantas
de la continuidad de las sucesiones vegetales y la co- perennes con capacidad de reproducción vege-
nexión entre ellas. Las variaciones en la cobertera ve- tativa o plantas anuales de verano, con adapta-
getal constituyen un buen indicador de la salud am- ciones foliares a las condiciones de salinidad,
biental de los tipos de hábitat dunares, por lo que viento, insolación y temperatura de las zonas
conviene realizar un seguimiento de esta variable, así costeras. Favorecen la formación y el desarrollo
como del tipo de especies vegetales que cubren tanto de las estructuras de acumulación. Estas espe-
la playa seca (embriones dunares) como la duna se- cies caracterizan al tipo de hábitat de dunas
cundaria y sus alrededores, a barlovento y sotavento. embrionarias, ya que son las que mejor se adap-
tan a los ambientes estresantes de la playa seca
Tal y como indican Ley et al. (2007), la capacidad y constituyen las principales especies pioneras
de la vegetación de retener el sedimento disponible que dan lugar a los futuros acúmulos dunares
determina, entre otros factores, los incrementos de embrionarios.
volumen sedimentario y el crecimiento potencial en b) Tipo II: herbáceas o leñosas perennes con un
altura de los cordones litorales. Una vez que la ve- sistema radical bien desarrollado y reproducción
getación no es efectiva como pantalla eólica, la es- sexual. Presentan adaptaciones en las estructural
tructura sedimentaria estabiliza su altura y comien- foliares a las condiciones de salinidad, viento,
za a avanzar hacia tierra. Teniendo en cuenta esta insolación y temperatura de las zonas costeras.
interrelación entre geomorfología y vegetación, hay No son susceptibles de ser dispersadas por el
que contar con el tipo de vegetación instalada en la agua marina y son características de dunas se-
duna costera, ya que determinará el desarrollo y la miestabilizadas. Favorecen la fijación de las are-
morfología de la estructura sedimentaria. En este nas, disminuyendo los efectos de la deflación
sentido, se consideran cuatro tipos de vegetación eólica pero no favorecen el crecimiento en po-
(ver tabla 3.5): tencia de las estructuras dunares.
c) Tipo I: pequeñas herbáceas anuales de invierno
a) Tipo III: representado por especies psammófilas con crecimiento rastrero o en roseta, suscepti-
capaces de dispersarse por el agua de mar y de bles de ser enterradas o descalzadas a partir de
45

Caracterización ecológica

pequeñas movilizaciones de sedimento. Este d) Tipo neófito: incluye los taxones vegetales in-
tipo de vegetación incrementa su cobertura en troducidos recientemente por el hombre en la
condiciones de alta estabilidad del substrato are- zona costera. Generalmente, presentan un com-
noso debido a una tasa muy baja de sedimenta- portamiento invasor (por ejemplo, Carpobrotus
ción/erosión, o por un aumento de compacta- edulis), pudiendo llegar a desplazar a la vegeta-
ción provocado por el pisoteo. ción natural.

TIPO I TIPO II TIPO III


• Anual • Bianual o perenne • Resistencia al enterramiento
• Hojas mésicas • Hojas duras/suculentas/pubes- • Órganos de reserva subterrá-
• Biomasa subterránea axonomor- centes neos
fa de poco grosor o barbadilla • Biomasa subterránea gruesa y • Altura biomasa aérea >  15 cm
• Altura biomasa aérea <  15 cm ramificada • Dispersión marina

Aetheoriza bulbosa Artemisia crithmifolia Cyperus capitatus


Cynodon dactylon Armeria pungens Sporobolus pungens
Rumex tingitanus Crucianella maritima Calystegia soldanella
Cutandia maritima Helichrysum picardii Ammophila arenaria
Pseudorlaya pumilla Malcolmia littorea Elymus farctus
Senecio vulgaris Linaria lamarckii Medicago marina
Anacyclus radiatus Thymus carnosus Othantus maritimus
Bromus rigidus Lotus creticus Pancratium maritimum
Bromus diandrus Pycnocomon rutifolium Eryngium maritimum
Carduus meonanthus Reichardia gaditana Euphorbia paralias
Emex spinosa Silene ramosissima Polygonum maritimum
Erodium cicutarium Linaria pedunculata Cakile maritima
Hedypnois cretica Ononis variegata Salsola kali
Hypochoeris glabra Euphorbia paralias
Lagurus ovatus
Medicago littoralis
Medicago minima
Sonchus oleraceus
Sonchus tenerrimus
Scolymus maculatus
Paronychia argentea
Plantago coronopus
Vulpia alopecurus

Tabla 3.5
Especies de tipos funcionales de plantas de sistemas dunares activos del Golfo de Cádiz.
(García Mora et al., 1999; Ley et al., 2007).

Otros indicadores de degradación ecológica del del déficit sedimentario del sistema dunar, que pue-
complejo dunar son la presencia de especies exóti- de llevar con el tiempo a su desaparición. En cuan-
cas, las plantas que sufren exposición de raíces por to a la eliminación artificial de plantas o de cober-
disminución del substrato arenoso en el frente du- tera vegetal influye en la retención de arena y en el
nar, o la eliminación antrópica de plantas. Las espe- proceso de facilitación para nuevas implantaciones
cies exóticas no ayudan al desarrollo dunar, favore- o para la colonización del hábitat. Supone una re-
cen la erosión del primer cordón dunar y desplazan ducción de la densidad de especies fundamentales
a las demás especies beneficiosas para el desarrollo para el hábitat.
del hábitat. Por su parte, la existencia de raíces ex-
puestas en la ladera de barlovento de la duna secun- Por otro lado, la presencia de fauna de distinto tipo
daria indica la preponderancia de los procesos ero- (invertebrados, reptiles, aves) en el sistema dunar
sivos y de descalce dunar por el oleaje, sobre los constituye un indicador de su riqueza ecológica. Sin
procesos acumulativos por retención de arena por embargo, la proliferación de conejos es perjudicial
las raíces de las plantas. Es, por tanto, un indicador para el mantenimiento y desarrollo del sistema du-
46 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

nar. Los conejos y otros roedores desarrollan madri- a ser transportados por el viento), destruyen la ve-
gueras que pueden llegar a ser muy complejas, lar- getación, impiden la formación de dunas embrio-
gas, ramificadas y en continuo crecimiento. El narias y favorecen la aparición de fenómenos de
sistema de galerías desestabiliza la labor fijadora de erosión hídrica. Como en el caso del acceso de visi-
las plantas, así como los acúmulos dunares, que tantes a pie, el paso de vehículos está condicionado
pueden llegar a colapsar. El avance dunar, su desa- a menudo por la presencia de campings y aparca-
rrollo o su colonización son muy difíciles cuando mientos cercanos el complejo dunar. Aunque en
existe una elevada proliferación de estos roedores en menor medida, el trasiego de caballos también pro-
el sistema dunar. voca compactación de la arena, muerte de la vege-
tación, etc.

3.3.2.5.  Factores de presión antrópica La cercanía a un núcleo turístico y la facilidad o difi-


cultad de acceso al campo dunar suponen evidentes
Entre los factores antrópicos más importantes que factores de riesgo. Los conjuntos dunares pueden ser
afectan al transporte de arena habría que reseñar la degradados antrópicamente por extracción de arena,
presión de visitantes y el pisoteo, así como el trán- por el pastoreo, por la proliferación de caminos, por
sito de vehículos por el sistema dunar. El trasiego de la simple ocupación por infraestructuras permanentes
visitantes provoca la destrucción de plantas pione- o por la acumulación de residuos. La extracción de
ras por pisoteo, proliferación de residuos contami- áridos en playas y dunas es una actividad ilegal que
nantes, compactación de la arena, etc. El deterioro resta sedimento al sistema y puede provocar el des-
de las dunas embrionarias es proporcional a la pre- equilibrio del balance sedimentario, lo que puede
sión de visitantes, especialmente durante la estación derivar en deflación, rebajamiento topográfico de las
estival. Obviamente, la frecuencia y presión antró- dunas, carencia de sedimento suficiente para la nu-
pica de la playa y de las dunas asociadas dependen cleación o mantenimiento de las dunas ya existentes,
de la facilidad de acceso a la costa. etc. El pastoreo del sistema dunar, especialmente con
ovejas y cabras, supone un ramoneo que elimina la
Por su parte, los vehículos que transitan por el sis- cobertera vegetal y por tanto, pone en peligro el man-
tema dunar activo apelmazan la arena, compactan tenimiento o al menos el desarrollo del hábitat (ver
los granos superficiales (que ya difícilmente vuelven figura 3.8). Las infraestructuras permanentes, como

Figura 3.8
Ramoneo de Plantas dunares por cabras (fotografía: Juan García de Lomas).
47

Caracterización ecológica

paseos, pasarelas, establecimientos de venta y/o alqui- 3.3.2.6.  Factores de gestión y protección
ler de diversos productos, etc., afectan a la dinámica
natural del sistema dunar activo, ya que impiden el Las labores de protección y gestión de los sistemas
crecimiento de los individuos dunares, bloquean el dunares tienden a minimizar los efectos negativos
avance de dunas activas, generalmente se acompañan de las actividades humanas, o bien a favorecer el
de eliminación total o parcial de dunas próximas a la desarrollo ecológico y morfológico de los complejos
infraestructura, suelen provocar contaminación o ver- dunares. Entre las medidas que favorecen la protec-
tidos, etc. Entre otros efectos, los residuos sólidos ur- ción dunar se puede citar el control o la restricción
banos desnaturalizan el sistema dunar y provocan la del acceso a pie, el control de estacionamiento de
contaminación de las aguas subterráneas. vehículos, el control al paso de caballos, la concen-
tración de los accesos a la playa mediante pasarelas,
En la playa vecina, fuente de arena del sistema du- la revegetación de zonas con pérdida de cobertera
nar, las dunas embrionarias, a partir de las cuales se vegetal, el control de la población de conejos, etc.
alimentan los cordones principales, pueden ser des- La recuperación de zonas erosionadas se realiza me-
truidas por las labores de limpieza durante la esta- diante la instalación de captadores de arena en las
ción de baño, o por la instalación de infraestructuras zonas erosionadas. Cuando la erosión costera está
temporales. La limpieza de la playa elimina a menu- asociada a la pérdida de arena en la playa que cons-
do una parte de las plantas pioneras que dan lugar a tituye la fuente de arena, el déficit sedimentario
las dunas embrionarias, así como a otros obstáculos puede reducirse temporalmente mediante labores
vegetales nucleadores o captadores de arena, como de regeneración artificial.
los tapices de Posidonia acumulados en la playa seca.
En cuanto a las infraestructuras temporales, como En cualquier caso, la protección del sistema dunar
establecimientos de restauración, venta y/o alquiler debe acompañarse de una base legislativa que regu-
de diversos productos, etc., afectan a la dinámica le los usos del complejo dunar. Dicha normativa,
natural del sistema dunar del mismo modo que las así como otras recomendaciones de uso, debe ser
infraestructuras permanentes, aunque sus efectos se comunicada al público mediante un número sufi-
concentran sólo en la estación estival, que sin em- ciente de paneles informativos. Estas medidas de-
bargo es la época del año en la que la arena se en- ben acompañarse de un sistema de vigilancia que
cuentra más seca y suelta, y por tanto, cuando las vele por el cumplimiento de la correspondiente
dunas podrían desarrollar mayor actividad eólica. normativa de usos.
4. EVALUACIÓN DEL ESTADO
DE CONSERVACIÓN

4.1. Determinación • Indicadores históricos y arqueológicos.


y seguimiento • Fotografías desde tierra.
de la superficie
■ Móviles:
4.1.1. Directrices para la cartografía
y seguimiento de sistemas dunares
• Fotogrametría aérea.
En el caso de los sistemas dunares ,la información • Imágenes de satélite.
altimétrica resulta esencial para la caracterización • Radar de apertura sintética (SAR).
del ecosistema en su conjunto. Por otro lado, dado • Altimetría láser (LIDAR).
el carácter altamente dinámico de los ambientes du-
nares y su gran capacidad de cambio, uno de los Cada una de estas técnicas posee diferentes caracte-
principales indicadores de su estado es la evolución rísticas de operabilidad, resolución sobre el terreno,
morfológica temporal que experimenta en las últi- exactitud, coste, etc. En ese sentido, el informe
mas décadas o años, así como las variaciones que EUROSION de la Comisión Europea (2004) ela-
experimenta en la actualidad. Para ello es necesario bora una evaluación aproximada del coste medio
aplicar técnicas cartográficas que cubran épocas his- unitario de las principales técnicas empleadas en
tóricas pasadas, así como técnicas que permitan una estudios costeros. La tabla 4.1 muestra una selec-
cartografía detallada y precisa del sistema dunar. ción de resultados de dicho estudio para técnicas
Las técnicas cartográficas más utilizadas en el estu- propias de la cartografía de sistemas dunares.
dio de sistemas dunares son las siguientes:
El teodolito es uno de los instrumentos utilizados
a) Técnicas directas (topográficas de campo): tradicionalmente en topografía y cartografía. El
■  eodolito.
T equipo se acompaña de una mira graduada trans-
■ Estación Total o distanciómetro. portada por un operario con el fin de determinar las
■ GPS diferencial (RTK-DGPS). distancias y ángulos verticales y horizontales, desde
el punto de estacionamiento del teodolito a diversos
b) Técnicas indirectas (documentación y sensores puntos a lo largo del sistema dunar. La repetición
remotos): de los mismos perfiles en diversas fechas permite
obtener la evolución morfológica de las dunas. La
■ Fijas:
longitud máxima de medición viene determinada
• Cartografía histórica (mapas y cartas náu- por el límite que puede alcanzar el operario que
ticas). transporta la mira graduada.

Técnica cartográfica Resolución Coste unitario (€/km2)


Estación total o GPS 0,1 m 100-200
Fotogrametría aérea 0,1 m 300-400
Imágenes de satélite:
   SPOT 5 2,5-5 m 5-8
   IKONOS 0,1 m 10-13
Altimetría láser (LIDAR) 0,1 m 500-700

Tabla 4.1
Coste estimado de algunas técnicas de cartografía de sistemas dunares para zonas superiores a 100 km2
(adaptado de Comisión Europea, 2004).
50 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

La Estación Total es un instrumento topográfico antenas de radio hacen innecesario el contacto visual
parecido al teodolito, que incluye un distancióme- permanente entre el punto de posicionamiento con
tro y un microprocesador. El distanciómetro emite la antena y el operario que porta el receptor.
un pulso láser que se refleja en un prisma transpor-
tado por un operario y regresa al instrumento, el La cartografía histórica representa la fuente de in-
cual proporciona una lectura automática inmediata formación de mayor recorrido temporal en los estu-
de la posición del prisma. El microprocesador alma- dios de evolución de sistemas costeros. No obstan-
cena las lecturas y permite su volcado posterior a un te, la información histórica debe ser interpretada
ordenador. Este equipo permite realizar medidas con cautela dada la escasa precisión de las técnicas
tridimensionales de posición en coordenadas relati- cartográficas empleadas, por lo general, hasta finales
vas X, Y, Z muy precisas (orden subcentimétrico), del siglo XX. Por otro lado, hay que tener en cuen-
lo que posibilita efectuar levantamientos topográfi- ta que la escala de la cartografía disponible no per-
cos 3D y realizar cálculos volumétricos con gran mite cuantificar variaciones topográficas de detalle,
precisión. sino sólo tendencias generales a grandes rasgos en
zonas donde los cambios hayan sido importantes.
En los años 90 se puso en funcionamiento el sistema Otro punto problemático es la datación, ya que, si
GPS (Global Positioning System), un sistema que bien el año de publicación del mapa suele conocer-
permite calcular las coordenadas X, Y, Z de cual- se, las mediciones de campo en las que éste se basa
quier punto de la superficie terrestre a partir de la pueden ser notablemente más antiguas.
recepción de señales emitidas desde una constela-
ción de veintiocho satélites en órbita alrededor de la En ausencia de cartografía histórica, o bien en com-
Tierra. El avance y perfeccionamiento de estos siste- binación con ésta, el seguimiento de los sistemas
mas en los últimos años ha llevado a un gran incre- dunares a largo y muy largo plazo se suele realizar a
mento en su utilización para el seguimiento de for- partir de fuentes de información histórica y ar-
mas costeras, como los sistemas dunares (Andrews et queológica: elementos de origen antrópico origi-
al., 2002). En la actualidad, el sistema más emplea- nalmente ubicados en lugares apartados de los siste-
do es el de GPS con corrección dinámica diferencial mas dunares y que en la actualidad aparecen
en tiempo real (Real Time Kinematic o RTK-DGPS), cubiertos total o parcialmente por dunas móviles.
que consiste en el uso simultáneo de dos receptores El principal inconveniente de este tipo de indicado-
GPS, uno como estación base y otro como receptor res es que proporcionan datos cualitativos de muy
móvil, y una antena de radio para la transmisión de escasa precisión y que únicamente permiten esta-
información entre ambos instrumentos. El receptor blecer tendencias generales. Por otro lado, se trata
base se sitúa en un punto de coordenadas exactas de información muy fragmentada, tanto espacial
conocidas, normalmente a partir de un vértice geo- como temporalmente. No obstante, si el indicador
désico. El receptor móvil, normalmente transporta- es una estructura antrópica reciente, en algunos ca-
do por un operario en una mochila o sobre un jalón, sos se puede establecer con bastante precisión su
mide las coordenadas X, Y, Z de los puntos de la posición inicial y, por tanto, la variación sufrida por
zona de estudio a través de los satélites, por un siste- el sistema dunar.
ma equivalente a la triangulación y las corrige en
tiempo real determinando el vector de posición en- Las fotografías desde tierra son útiles para obtener
tre ambos receptores (Morton et al., 1993). El resul- una imagen cercana de determinadas dunas. Sin
tado son datos rápidos y precisos tanto en el posicio- embargo, la escala de la imagen es muy variable a lo
namiento horizontal como en el vertical, del orden largo de una misma foto, por lo que no se pueden
de 2 a 3 cm. Estos datos van siendo almacenados a realizar mediciones en la imagen ni puede ser utili-
medida que se realiza el levantamiento, y su volcado zada para fines cartográficos. No obstante, por lo
posterior a un ordenador permite tratarlos con pro- general, la información cualitativa del terreno resul-
gramas informáticos para calcular variaciones volu- ta más sencilla que en el caso de las fotografías ver-
métricas, superficiales, etc. Este sistema permite ticales. Otra posibilidad es la realización de fotogra-
realizar tanto perfiles como levantamientos 3D cu- fías estereoscópicas horizontales de frentes móviles
briendo amplias zonas dunares con gran densidad desde puntos de estacionamiento fijos. Este proce-
de puntos en poco tiempo. Una de las principales dimiento, llamado fotogrametría terrestre de objeto
ventajas de la monitorización con GPS es que las cercano, esta siendo aplicado en la actualidad a fren-
51

evaluación del estado de conservación

tes dunares móviles y consiste en utilizar la diferen- En lo referente a las imágenes de satélite, los prime-
cia de paralaje entre imágenes para calcular distan- ros sistemas de teledetección espacial se remontan a
cias horizontales y reconstruir un mapa de la los años 60 del pasado siglo i. En general, constan
superficie frontal de la duna en avance. La superpo- de un sensor montado sobre una plataforma espacial
sición de diversos mapas o superficies proporciona (satélite) que orbita alrededor de la Tierra, de mane-
un mapa dinámico del frente móvil dunar (Arteaga ra que el sensor capta la energía o radiación electro-
& Sanjosé, 2004). magnética procedente de la superficie del planeta.
La radiación recibida por el sensor es transformada
Las fotografías aéreas verticales, tomadas desde un en niveles digitales y almacenada en forma de una
avión, son aquéllas en las que el eje óptico de la imagen digital compuesta por una serie de pixels o
cámara se sitúa perpendicularmente al terreno. Son celdillas, a cada uno de los cuales le corresponde un
las más utilizadas, ya que proporcionan una pano- nivel digital. Para visualizar la imagen, los distintos
rámica similar a la que ofrecen los mapas. El área de niveles digitales se traducen en distintos niveles de
estudio se cubre mediante una serie de pasadas o gris o color, según el tipo de imagen. Los sensores de
bandas paralelas del avión. El solapamiento entre satélite son capaces de detectar radiación de diversas
fotografías consecutivas (generalmente de un 60%) regiones del espectro, como el visible, ultravioleta,
permite obtener una visión tridimensional del te- infrarrojo, etc. En los estudios costeros se suelen em-
rreno mediante su visualización a través de un equi- plear únicamente las bandas correspondientes a las
po de lentes y espejos, llamado estereoscopio, que regiones del visible e infrarrojo. Sus ventajas radican
facilita la observación en paralelo de las dos fotogra- en la posibilidad de cubrir extensas áreas y en el am-
fías o par estereoscópico. La geometría y el modo de plio período de registros de alta frecuencia disponi-
adquisición de los pares estereoscópicos implica la ble, ya que la monitorización de la superficie terres-
existencia de una serie de distorsiones intrínsecas tre es continua desde los años 70 del siglo pasado
que afectan a las imágenes, cuyas consecuencias (Chuvieco, 2000). No obstante, hasta finales de los
principales son las variaciones de escala entre fotos años 90, los estudios evolutivos de zonas costeras a
consecutivas y entre distintos puntos de una misma partir de satélite se han visto limitados por la baja
foto, así como el desplazamiento de los objetos de resolución espacial de las imágenes (Ojeda, 2000).
sus posiciones reales. Estas distorsiones pueden cau- Los sensores más empleados son el Landsat-TM,
sar grandes errores al emplear fotogramas aéreos con una resolución espacial de 30 m, el IRS-LISS,
para cuantificar cambios morfológicos en sistemas con una resolución de 25 m, y el SPOT-XS y
dunares, de modo que las fotografías aéreas no pue- SPOT-P, con resoluciones de 20 y 10 m respectiva-
den ser tratadas como mapas, y deben ser corregidas mente (Jayappa et al., 2006). A partir de 1999, la
antes de utilizarlas en la determinación de variacio- comercialización de imágenes procedentes de satéli-
nes de longitudes o áreas (ortorrectificación y tes con sensores de muy alta resolución espacial ha
georreferenciación). No obstante, la información abierto las puertas a estudios con un detalle similar
histórica que proporcionan es muy interesante para al de las fotografías aéreas. En concreto, los satélites
el estudio de la evolución de sistemas costeros, ya IKONOS (resolución de hasta 1 m) y QUICK-
que en España, las primeras fotografías de algunas BIRD (0,5 m) presentan un gran potencial en este
zonas costeras datan del año 1947, si bien el primer sentido, a pesar de la falta de recorrido temporal ha-
vuelo con cobertura completa para toda la Penínsu- cia fecha anteriores. Su principal inconveniente es el
la Ibérica es el llamado vuelo americano, realizado elevado precio de las imágenes, ya que se trata de
por el servicio cartográfico del ejército estadouni- satélites privados cuya tecnología resulta muy cara
dense en los años 1956 y 1957. Desde entonces, se de mantener. Recientemente se está utilizando en
han efectuado numerosos vuelos fotogramétricos de estudios costeros la teledetección activa, principal-
cobertura nacional, regional y local a distintas esca- mente con los sensores de tipo radar, que emplean
las, lo que proporciona un amplio recorrido tempo- radiaciones en la región de las microondas (Chuvie-
ral que hace a las fotografías aéreas extremadamente co, 2000). Entre ellos destaca el Radar de Apertura
útiles en el establecimiento de tendencias evoluti- Sintética (SAR), que proporciona modelos digitales
vas. Por otro lado, en el caso de las dunas una deta- del terreno en 3D.
llada fotointerpretación permite realizar una carto-
grafía del tipo de hábitat muy ajustada a la realidad En los últimos años se ha producido un gran avan-
(Shanmugam & Barnsley, 2002). ce en el desarrollo de los sistemas que emplean pul-
52 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

sos de luz láser para realizar levantamientos topo- vuelo fotogramétrico con cámara digital permite la
gráficos de precisión desde el aire. Esta técnica obtención de ortofotografías con resolución de 10
recibe el nombre genérico de LIDAR (Light Detec- cm, además de beneficiarse de su carácter multies-
tion and Ranging), y en la actualidad constituye pectral (visible e infrarrojo próximo) y una mayor
uno de los métodos más avanzados para evaluar los resolución radiométrica (Ojeda et al., 2007).
cambios topográficos en dunas a corto y medio pla-
zo. La técnica consiste en determinar la distancia Todos estos sistemas de adquisición de datos topo-
existente entre un avión sobrevolando la zona de gráficos y morfológicos permiten elaborar mapas
estudio a unos 200-400 m de altura, y la superficie temáticos de zonas dunares. Por desgracia, estos son
del terreno. Los datos de distancia obtenidos se todavía muy escasos en España, y no existe una
combinan con información sobre la dirección de simbología consensuada al respecto. No obstante,
emisión de cada pulso y sobre la posición instantá- cabe citar algunos trabajos pioneros como el de
nea del avión en cada momento, lo que permite Vanney et al. (1979), desarrollado en el Parque Na-
convertir las medidas de distancia a coordenadas X, cional de Doñana (ver figura 4.2.), o el de Servera
Y, Z del terreno. Para ello, el avión va equipado con & Rodríguez (1996) en las Baleares.
un GPS dinámico en modo de corrección diferen-
cial y con un sistema de navegación inercial com- Desde un punto de vista morfo-ecológico, hay que
puesto de acelerómetros y giroscopios con el fin de destacar el mapa realizado por la Consejería de Me-
determinar su orientación y por tanto, la dirección dio Ambiente de la Junta de Andalucía en Doñana
del pulso láser. En el caso de los sistemas dunares (CMA, 1998), que incluye la cartografía de distin-
(Mitasova et al., 2005) los datos altimétricos proce- tos ecotopos dunares (ver figura 4.3). En cualquier
dentes de LIDAR ofrecen altos niveles, tanto de caso, en España no se ha abordado hasta la fecha la
cobertura espacial como de precisión altimétrica, elaboración de una cartografía detallada de tipos de
con lo que se garantiza la caracterización de las hábitat dunares adaptada a la subdivisión propuesta
múltiples microformas presentes en dichos sistemas, por la Directiva de Hábitats, labor pendiente que
posibilitándose igualmente una inmejorable capaci- convendría cubrir con urgencia, al menos para los
dad de seguimiento de la dinámica dunar con la principales sistemas dunares costeros.
obtención de información multitemporal (Woolard
& Colby, 2002). El tratamiento de la información Sí que existen estudios particulares de evaluación
del LIDAR permite la obtención de un Modelo Di- cuantitativa de cambios morfológicos recientes ex-
gital del Terreno (MDT) y un Modelo Digital de perimentados por sistemas dunares costeros a partir
Superficies (MDS) con una resolución espacial de 1 de la aplicación de diferentes técnicas cartográficas.
m y una precisión altimétrica de entre 0,15 y 0,20 Aparte de los trabajos citados anteriormente, cabe
m (ver figura 4.1). La utilización simultánea de un destacar el elaborado por Pardo et al. (2005) en Va-

Figura 4.1
Imagen de sombras del campo dunar de Maspalomas (Gran Canaria) a partir de datos LIDAR
(Ojeda et al., 2007).
53

evaluación del estado de conservación

Simbología: 1, dunas antiguas (manto eólico); 2, dunas modernas fijadas por


vegetación; 3, cordones litorales antiguos; 4, dunas progresivas; 5, dunas
costeras en vías de edificación; 6, escarpes en dunas fósiles (a, vivos; b,
muertos); 7, escarpes en depósitos eólicos plio-pleistocenos (a, vivos; b,
muertos); 8, marismas; 9, lagunas; 10, Torres vigía históricas (a, en el mar; b,
en el interior de las dunas); 11, dirección de la corriente de deriva litoral; 12,
topónimos (a, localidades; b, faros).

Figura 4.2
Mapa geomorfológico general del sistema de dunas
de Doñana (Vanney et al., 1979).

Figura 4.3
Fragmento del mapa ecológico de Doñana, que
diferencia diversos ecotopos dunares (CMA, 1998;
modificado por Vallejo, 2007).
54 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

lencia (ver figura 4.4), o especialmente el magnífico


trabajo elaborado por Vallejo (2007) en Doñana, y
del que se puede apreciar un ejemplo en la figura
4.5.

4.1.2. Superficie favorable de referencia

4.1.2.1.  Escala local

La superficie de los sistemas dunares varía enorme-


mente de unas zonas a otras, a menudo sin que esta
variable afecte de manera determinante a la riqueza
morfológica, botánica, zoológica o a la biodiversi-
dad. A diferencia de lo que sucede en otros ámbitos,
la supervivencia de los tipos de hábitat dunares no
siempre depende de una extensión mínima que és-
tos deban alcanzar, sino más bien de la eficaz inter-
conexión entre los tipos de hábitat que conforman
el sistema dunar.

De todos los tipos de hábitat dunares, los más vul-


nerables y determinantes para la conservación del
sistema son los que conforman el frente de creci-
miento principal: el 2110, Dunas móviles embrio-
narias y el 2120 Dunas móviles con arenisca (dunas Figura 4.4
blancas). Tanto unas como otras forman a menudo Mapa de cambios topográficos experimentados
por el sistema dunar del Perellonet (Valencia) entre
franjas estrechas, de apenas 10 m de anchura. Exis- 1994 y 2001 a partir de análisis topográfico (Pardo,
ten así sistemas dunares estables formados por estos et al., 2005).

Simbología: 1, duna costera; 2, duna transversal; 2.1., frente de avance; 2.2., duna longitudinal; 3, corral; 3.1., contraduna; 3.2., duna piramidal (Ojeda y
Vallejo, 2004; Vallejo, 2007).

Figura 4.5
Ejemplo de delimitación de unidades y morfologías dunares de detalle en un modelo digital del terreno
correspondiente a una zona del Parque Nacional de Doñana.
55

evaluación del estado de conservación

dos tipos de hábitat que en conjunto no alcanzan para el desarrollo vegetal y el aumento de la biodiver-
los 20 m de envergadura. Por otro lado, la longitud sidad. Debe garantizarse entonces la alimentación
del sistema puede ser muy variable, desde apenas hídrica de las depresiones, limitando en lo posible la
100 m a varios kilómetros. En resumen, las dimen- sobreexplotación del acuífero circundante (y su con-
siones mínimas que puede alcanzar un sistema du- taminación). Esto se consigue mediante un períme-
nar estable en su expresión más sencilla puede eva- tro de protección contra la explotación de aguas sub-
luarse en unos 2.000 m2 (0,2 ha), considerando terráneas que en ningún caso debería ser inferior a los
como tal el formado por un conjunto de dunas in- 500 m de distancia tierra adentro.
cipientes y el primer cordón desarrollado con ba-
rrón. Este podría ser el valor mínimo indispensable Tanto los sistemas dunares más pequeños como los
para poder abordar labores de conservación o, me- medianos deben tener libertad para poder desplazarse
jor, de recuperación del sistema dunar, con el obje- y colonizar otras áreas continentales aledañas, así
to de aumentar en lo posible su superficie. como recibir la influencia biótica y abiótica de tipo de
hábitat contiguos. En el caso de flechas arenosas y
La altura de las acumulaciones también varía según los barreras (situación típica del litoral atlántico), la ma-
tipos morfológicos. Los montículos vegetados aislados yoría de los sistemas dunares se superponen sobre
(hummocks), generalmente indicativos de una situa- llanuras mareales vegetadas, bien correspondientes a
ción inestable, pueden tener alturas pequeñas, inferio- marismas bien desarrolladas (Golfo de Cádiz, tipos de
res a 1 m. Sin embargo, los cordones con Ammophila hábitat 1140, 1310, 1320 y 1330) como a pequeños
suelen superar ampliamente este valor. Un sistema du- sistemas estuarinos (costas gallega y cantábrica, tipo
nar con posibilidades de desarrollo sería aquél en el de hábitat 1130), o bien a marjales mediterráneos
que los primeros cordones dunares vegetados con ba- (tipo de hábitat 1410). En ambos casos debe prote-
rrón tienen alturas medias no inferiores a los 0,5 m y gerse el contacto entre los diferentes tipos de hábitat
preferentemente superiores a 1 m. mediante una franja perimétrica de al menos 100 m
hacia tierra del límite del último tipo de hábitat dunar
En estos casos, las labores de protección deberían en contacto con la marisma o el marjal. En el caso de
centrarse fundamentalmente en las franjas ocupa- dunas remontantes, comunes tanto en el litoral atlán-
das por las dunas embrionarias y por las dunas con tico como especialmente en el mediterráneo, el límite
barrón. Si ambas crecen, con el tiempo, el sistema interior está a menudo representado por relieves sua-
dunar puede desarrollarse y dar lugar a la genera- ves cubiertos por arbustos o por bosques de distinto
ción de nuevos tipos de hábitat. El crecimiento de tipo, que también deberían ser protegidos para per-
un sistema dunar local se favorece si se protege la mitir el futuro avance o expansión del sistema dunar.
zona de aporte de arena, es decir, la playa de la que Nuevamente, 100 m tierra adentro del límite de la
se alimenta. En ese sentido, los planes de protec- duna más avanzada creemos que constituye una fran-
ción o de recuperación dunar deberían incluir me- ja de seguridad mínima adecuada.
didas de protección de la calidad de las playas co-
lindantes, evitando en lo posible el trasiego de Por otro lado, es fundamental que dentro del siste-
personas y vehículos que pudieran apelmazar la ma dunar exista una conexión total entre los distin-
arena e impedir una continua alimentación natu- tos tipos de franjas o hábitat que lo componen (co-
ral de la playa a la duna. nexión transversal a la costa), así como la máxima
continuidad longitudinal posible (continuidad pa-
A una escala de conservación mayor, muchos de los ralela a la costa), evitando cualquier tipo de frag-
sistemas dunares menores calificados como con buen mentación entre tipo de hábitat o de sectores den-
estado de conservación a lo largo del litoral peninsu- tro de un mismo tipo de hábitat. Las dunas fijadas
lar suelen tener anchuras que superan los 50 m y con distintos tipos de céspedes dan lugar a diferen-
longitudes de más de 1000 m. En este caso hablaría- tes tipos de hábitat que se interdigitan y colonizan
mos de sistemas dunares locales de extensión aprecia- distintas zonas del sistema dunar. La movilidad y
ble (superior a las 5 ha). Muchos de estos sistemas evolución natural de estos tipos de hábitat necesita
contienen varios cordones dunares separados por de- de una continuidad natural ininterrumpida entre
presiones intradunares húmedas (tipo de hábitat las diferentes franjas paralelas que constituyen el
2190) que constituyen tipo de hábitat muy impor- sistema dunar, así como de una extensión lateral
tante para la dinámica del sistema dunar y también suficiente para permitir la implantación y el desa-
56 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

rrollo de nuevos parches o núcleos de hábitat que yas colindantes, las cuales están generando nue-
puedan colonizar sectores concretos del sistema. vos elementos dunares. Se trata, por tanto, de
un interesante proceso natural de retroalimenta-
Por último, cabe considerar los grandes sistemas ción que conviene preservar.
dunares que constituyen referencias regionales por
su extensión, variedad de tipos de hábitat y estado 4. Liencres (Cantabria).  Ubicado en la desem-
de conservación. Podrían incluirse en esta situación bocadura del Pas, constituye el sistema dunar
los sistemas dunares de Liencres (Cantabria), Punta más importantes del litoral cantábrico. En la
Umbría y Doñana (Huelva), Trafalgar y Los Lances actualidad está sometido a una fuerte presión
(Cádiz), Trabucador (Tarragona), Ses Salines (Ma- antrópica derivada de ocupación, dragado de la
llorca), Devesa del Saler (Valencia), Pinet-Guarda- ría adyacente, etc.
mar (Alicante), Corralejo (Fuerteventura) o Maspa-
lomas (Gran Canaria), entre otros. En la mayoría 5 + 1. Santa María (Asturias).  Campo de cierta
de estos casos, la anchura de los sistemas dunares entidad en vías de desmantelación por expan-
iguala o supera los 500 m, mientras que su longitud sión urbanística (Flor, 2004).
muchas veces sobrepasa los 2000 m. En cualquier
caso, la superficie dunar en todos los casos supera 5 + 2. Rodiles (Asturias).  Ubicado en la Ría de
las 30 ha. Estos sistemas dunares albergan una ele- Villaviciosa, está formado por un conjunto de
vada variedad de tipo de hábitat interconectados cordones dunares progradantes muy vulnerables
entre sí, con una compleja dinámica que hace cam- a la erosión (Flor, 2004).
biar con el tiempo el porcentaje que ocupa cada
hábitat dentro del sistema dunar. 5 + 3. Gijón (Asturias).  Campo dunar que en el
pasado tuvo una extensión considerable y que se
encuentra en vías de desaparición por la ubica-
4.1.2.2.  Escala región biogeográfica ción de un parque de carbones (Flor, 2004).

A escala de región biogeográfica no existe una eva- 8 + 1. Los Quebrantos (Asturias).  Este campo
luación de la superficie favorable de referencia rela- dunar, de cierta extensión, posee una escasa co-
cionada con los tipos de hábitat dunares. Se trata de bertera vegetal y presenta una importante movi-
una carencia que habrá que suplir en el futuro me- lidad (Flor, 2004).
diante trabajos de investigación. No obstante, dado
el carácter regresivo de la mayoría de los tipos de 9. Barayo (Asturias).  Campo dunar de dimen-
hábitat dunares en España, se recomienda conside- siones destacables y relativamente bien conser-
rar como superficie favorable de referencia, al me- vado.
nos, la superficie ocupada por estos tipos de hábitat
en la actualidad. 10. Frejulfe (Asturias).  Es uno de los sistemas
dunares de mayores dimensiones y con mayor
Se ofrece a continuación un listado con una breve grado de naturalidad del litoral cantábrico.
descripción de los sistemas dunares costeros princi-
pales que deben estar en un estado de conservación 10 + 1. Foz (Lugo).  Históricamente albergó im-
favorable. Se incluyen también algunos enclaves portantes conjuntos dunares, destruidos por la
puntuales que, aunque no recogidos en la red Na- erosión ligada a la construcción del puerto de
tura 2000, poseen una relevancia suficiente como Foz. No obstante, se conservan diversos ejem-
para ser protegidos (se señalan en cursiva). plos interesantes en parajes como Benquerencia,
San Bartolomé de Barreiros, Rapadoira o Llás
(Flor, 1992).
a) Región biogeográfica Atlántica
10 + 2. Lago (Lugo).  Localizado al Oeste de la
2. Laredo (Cantabria).  Conforma un sistema población de San Ciprián, constituye un campo
dunar de gran interés ubicado en la flecha litoral dunar bien conservado, constituido por varios
del mismo nombre, pero afectada por impor- cordones separados por depresiones interduna-
tantes procesos de erosión que realimenta a pla- res (Flor, 1992).
57

evaluación del estado de conservación

12. Vivero (Lugo).  Las dunas de Viveiro se ubi- existencia más o menos equilibrada con el uso
can en una barrera confinante (Covas) y en la turístico de la playa aledaña.
margen derecha de la ría, una playa con impor-
tantes dunas fijadas (Área Longa). 34. El Rompido (Huelva).  Importante conjun-
to de dunas móviles y fijadas por vegetación, con
13. Área Longa (Lugo).  Se trata de un conjun- una interesante sucesión de tipos de hábitat.
to de dos cordones dunares ubicados en el inte-
rior de la ría del Barqueiro, con un buen con- 35. Punta Umbría (Huelva).  Amplio sistema
junto de crestas y surcos. Se encuentran en dunar amenazado por la presión urbanística y
erosión y presionados por la actividad humana. por la elevada afluencia de visitantes.

14. Ortigueira (La Coruña).  La ría presenta 37. Doñana (Huelva).  El mayor y mejor siste-
dos conjuntos dunares extensos que conviene ma dunar de la Península Ibérica y uno de los
preservar: Cabalar y Ladrido. más importantes de Europa. Su dinámica natu-
ral se está ralentizando en las últimas décadas
16. Villarube-Pantín (La Coruña).  Este sector debido a un exceso de cobertera vegetal, que
posee unas dunas muy interesantes, formadas puede llegar a ser negativa para el mantenimien-
por dos conjuntos subparalelos de cordones du- to de la dinámica del ecosistema.
nares fijados por vegetación, que se formaron
por progradación en dos etapas mayores. 37 + 1. La Algaida (Cádiz).  Este gran sistema
dunar, fijado por pinos de repoblación, ocupa la
18. Ponzas-Santa Comba (La Coruña).  Este contraflecha de Doñana, en la margen Sur del
sistema presenta varios cordones dunares, y en Guadalquivir (Sanlúcar de Barrameda). Consti-
Santa Comba aparecen incluso dunas parabóli- tuye parte del Preparque de Doñana (Parque
cas de gran interés morfodinámico. Natural del Entorno de Doñana). Su amenaza
principal es la alta afluencia de visitantes y de
27 + 1. Castro-Queiruga-Reija (La Coruña).  Está vehículos a motor.
formado por varios conjuntos dunares que in-
cluyen dunas lingüiformes, dunas remontantes 38. Punta Candor (Cádiz).  Importante sistema
y tabulares, con un comportamiento sedimenta- dunar en retroceso erosivo y presionado por la
rio estacional (Flor, 1992). fuerte afluencia de visitantes.

29. Corrubedo (La Coruña).  Conforma un 39. San Antón-Valdelagrana (Cádiz).  Formado
gran complejo de dunas móviles y fijas con ve- por el sistema de dunas fijas con pinos de San
getación, incluyendo una de las dunas móviles Antón (parque periurbano, en El Puerto de San-
de mayor tamaño de la Península Ibérica. ta María), con fuerte presión de visitantes, y el
debilitado sistema de dunas frontales de Valdela-
30. La Lanzada (Pontevedra).  Conjunto de du- grana-Playa de Levante, sometido a erosión ma-
nas móviles con Ammophila bien conservadas rina. Este es el único sistema natural de dunas del
en una playa todavía no transformada seriamen- sector septentrional de la Bahía de Cádiz.
te por la expansión urbanística.
40. El Chato–Sancti Petri (Cádiz).  Las dunas de
30 + 1. Donón (Pontevedra).  Se trata de un con- El Chato están sufriendo retroceso y una fuerte
junto dunar de extraordinaria importancia, con carga de visitantes, mientras que las dunas de
dunas activas, dunas parabólicas, depresiones de Sancti Petri sufren erosión marina. Estas últimas
deflación y dunas remontantes (Flor, 1992). están incluidas en el Parque Natural de la Bahía
de Cádiz y constituyen el principal sistema de
33. Isla Cristina (Huelva).  Sistema dunar de dunas móviles incluido en esta zona protegida.
gran interés, con una sucesión de tipos de hábi-
tat muy clara y didáctica. En algunas zonas 42. El Palmar (Cádiz).  Aunque está formado
constituye uno de los mejores ejemplos de con- únicamente por uno o dos cordones de dunas
servación de sistemas dunares costeros y de co- con Ammophila, la ausencia de construcciones
58 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

en sus alrededores ha permitido que sobreviva completo de la costa tarraconense (aparte del
en las últimas décadas. Conviene protegerlo Delta del Ebro).
frente a la previsible expansión urbanística de
esta porción de la costa gaditana. 54. El Fangar (Tarragona, N del Delta del
Ebro).  Se encuentra en una costa en erosión
43. Trafalgar (Cádiz).  Después de Doñana acelerada. Incluye el único sistema de grandes
constituye probablemente el sistema dunar más barjanes activos de la Península Ibérica.
importante del Golfo de Cádiz, especialmente
por la variedad de su flora, morfologías dunares, 55. La Banya (Tarragona, S del Delta del Ebro).
biodiversidad, etc. Amenaza próxima por ex- Constituye uno de los sistemas dunares más
pansión urbanística. completos y con mayor variedad de hábitat de
la costa mediterránea. Aunque está incluido en
44. La Hierbabuena (Cádiz).  Constituye un el Parque Natural del Delta del Ebro, recibe
sistema muy reciente, formado al abrigo de la presiones indirectas por vertidos.
expansión del dique del puerto de Barbate. En
las dos últimas décadas ha crecido dando lugar 60. Devesa del Saler (Valencia).  Probablemente
a la generación espontánea de nuevos tipos de el sistema dunar más rico de la costa mediterrá-
hábitat dunares. Resulta un laboratorio natural nea española. Recibe presión por visitantes y
de primera importancia para estudiar y conocer bañistas. Corre especial peligro el conjunto de
las interrelaciones entre tipos de hábitat dunares dunas embrionarias y con Ammophila.
y su evolución a corto plazo.
63. El Campello (Alicante).  Compuesto por un
45. Zahara-El Cañuelo (Cádiz).  Complejo du- sistema de gran riqueza de tipos de hábitat y
nar discontinuo formado fundamentalmente amenazado por actividades urbanas y agrícolas.
por dunas móviles con Ammophila, muy ame-
nazado por expansión urbanística y presión de 65. Santa Pola-El Pinet (S de Alicante).  Uno de
visitantes. los mayores sistemas dunares de la costa medi-
terránea, que incluye grandes edificios dunares
47. Punta Paloma (Cádiz).  Extenso sistema no vegetados y muy dinámicos.
compuesto tanto por dunas móviles como fijas
por un amplio pinar de repoblación. Incluye 66. Guardamar (S de Alicante).  Compuesto
una de las dunas solitarias más grandes de la por una gran variedad de dunas vegetadas, in-
Península Ibérica. cluido un extenso pinar mediterráneo.

48. Los Lances (Cádiz).  Constituye un sistema 68. La Manga (Murcia).  Constituye el último
dunar muy completo, donde es posible identifi- reducto dunar de la restinga del Mar Menor,
car toda una sucesión de diferentes tipos de há- muy amenazado por la expansión urbanística.
bitat dunares desde el mar hacia tierra.
69. Calblanque (Murcia).  Sistema ubicado en
un área poco transformada por el urbanismo,
b) Región biogeográfica Mediterránea conviene preservarlo al máximo.

50. Pals (Gerona).  Se trata de un sistema ame- 70. Cabo de Gata (Almería).  Se trata de un
nazado por la expansión urbanística de sus zo- amplio conjunto de dunas costeras asociado a
nas aledañas. un ambiente típicamente desértico y protegido
con la figura de Parque Natural.
51. Castelldefels (Barcelona).  Es el único re-
ducto dunar asociado al delta del Llobregat, y 71. Punta Entinas-Sabinar (Almería).  Combi-
muy amenazado por el urbanismo, la actividad na un conjunto de dunas móviles y otras fijadas
industrial, etc. por vegetación, así como dunas fósiles, dando
lugar a uno de los sistemas dunares con mayor
52. Torredembarra (Tarragona).  Sistema ame- registro histórico de la Península Ibérica, ame-
nazado por expansión urbanística. Es el más nazado por la expansión urbanística.
59

evaluación del estado de conservación

72. Cabopino (Málaga).  Constituye el único 81. Formentera.  Sistema dunar poco transfor-
reducto dunar de relevancia en la costa mala- mado por la actividad humana, directamente
gueña, ya que todos los preexistentes han sido asociado a la dinámica de playa.
destruidos por la expansión urbanística.

72 + 1. Estepona (Málaga).  Se trata de uno de c) Región biogeográfica Macaronésica


los escasos sistemas dunares que perviven en el
litoral mediterráneo andaluz. Se extienden a lo 83. La Graciosa (N de Lanzarote).  Esta peque-
largo de 3 km y presentan un desigual estado de ña isla situada al N de Lanzarote presenta dos
conservación (Gómez-Zotano, 2007). ámbitos eólicos diferenciados: al N destaca por
ser una de las pocas zonas donde hay aporte de
73. Torreguadiaro (Cádiz).  Muy amenazado sedimentos marinos y el único donde se desa-
por la expansión urbanística, conforma el siste- rrolla el tipo de hábitat 2110. Asimismo, en la
ma de dunas de levante más importante de la playa de Las Conchas, se desarrollan dunas cos-
costa de Alborán. teras con Traganum moquinii. Al sur de la isla,
destaca la existencia de un gran manto eólico
75. Cala Tirant (N Menorca).  Amplio espectro
que recubre parcialmente los edificios volcáni-
de tipos de hábitat dunares.
cos, con vegetación de Polycarpaeo niveae-Lote-
75 + 1. Morella (NE Menorca).  Conjunto de tum lancerottensis, Euphorbio paraliae-Cyperetum
diversos sistemas dunares en buen estado y algu- capitati y Traganetum moquini.
nos de ellos recuperados recientemente. Inclui-
ría los parajes de Presili y S’Enclusa. 85. Famara (Lanzarote).  Otrora un gran campo
de dunas, actualmente presenta una escasa en-
76. Es Grau (NE Menorca).  Amplio espectro de trada de sedimentos. Los tipos de hábitat prin-
tipos de hábitat dunares en un espacio reducido. cipales son, en primera línea, dunas costeras con
Traganum moquinii, seguidas de un manto eóli-
77. Son Bou (S Menorca).  Gran variedad de co con vegetación de Polycarpaeo niveae-Lotetum
tipos de hábitat dunares. lancerottensis ononidetosum hesperiae y Chenole-
oideo tomentosae-Salsoletum vermiculatae con
77 + 1. Cala Macarelleta (SW Menorca).  Cons- abundancia de Launaea arborecens. Además,
tituye un interesante conjunto de dunas activas existen algunas dunas móviles sin vegetación de
remontantes, amenazado por la actividad turís- morfología barjana. Principalmente en el extre-
tica (Roig et al., 2004). mo occidental hay presencia de paquetes de are-
nas eólicas fosilizadas de varios metros de espe-
78. Bahía de Alcudia (N de Mallorca).  Sistema
sor sometidas a intensa actividad extractiva.
dunar amplio pero discontinuo y amenazado
por la presión de visitantes y la expansión urba-
87. Tostón (NO de Fuerteventura).  Representa
nística.
un enclave con aportes de sedimentos marinos.
78 + 1. Cala Mesquida (N de Mallorca).  Incluye En la zona de entrada de sedimentos aparece el
un sistema dunar de dimensiones hectométricas tipo de hábitat de dunas costeras con Traganum
en progresiva degradación por la presión turísti- moquinii, mientras que hacia el interior, predo-
ca (Martín-Prieto et al., 2007). minan las láminas de arena estabilizadas de es-
caso espesor colonizadas por Polycarpaeo niveae-
79. Ses Salines (SE de Mallorca).  Conforma el Lotetum lancerottensis.
sistema dunar más importante de Mallorca, con
dunas móviles y con una amplia representación 88. Corralejo (NE de Fuerteventura).  Uno de
de dunas fijadas por pino mediterráneo. Presión los sistemas dunares más interesantes y dinámi-
de visitantes y urbanística. cos de las Islas Canarias. En la primera línea de
costa, se desarrollan dunas costeras con Traga-
80. Ses Salines (S Ibiza).  Constituye el sistema num moquinii y hacia el interior, progresan du-
dunar más importante de Ibiza, amenaza por nas móviles, principalmente barjanas, con esca-
urbanismo y con fuerte presión de visitantes. sa vegetación. Este campo de dunas, debido a la
60 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

cercanía de un importante núcleo turístico, está ce, que permite identificar el origen de la altera-
sometido a una alta presión de visitantes. ción para diseñar medidas correctoras, cuenta con
cinco clases de variables: geomorfológico-sedi-
89. Jandía (S de Fuerteventura).  Caracteriza- mentarias, marinas, climáticas, antrópicas y ecoló-
do por la existencia de paquetes de dunas fósi- gicas. Sin embargo, dicho índice está diseñado
les, cuyos materiales son removilizados por el para las primeras dunas (embrionarias y con
viento y alimentan el manto eólico actual. La Ammophila) y por tanto, no se puede aplicar tal
vegetación la forman principalmente comuni- cual a otros tipo de hábitat dunares. Además, di-
dades de Polycarpaeo niveae-Lotetum lancero­ chos autores introducen numerosas variables que
ttensis y Euphorbio paraliae-Cyperetum capitati, son realmente constantes para cada sistema dunar,
destacando la alta presencia de Launaea arbo- al menos a corto y medio plazo (fetch geográfico,
recens. pendiente de la base del sistema dunar, rango de
marea, etc.), por lo que, aunque útiles para carac-
95. Maspalomas (Gran Canaria).  Complejo terizar de manera muy general un tipo de hábitat,
sistema de dunas, uno de los más importantes o para comparar entre sí distintos sistemas duna-
de las Canarias, con una gran diversidad de ti- res, no sirven para evaluar posibles cambios en el
pos de hábitat. En la zona de entrada de sedi- estado de conservación de un tipo de hábitat con-
mentos se desarrollan dunas costeras con Traga- creto. No obstante, aunque no pueda ser aplicado
num moquinii, tras las cuales se forman extensos directamente en el ámbito del presente proyecto,
cordones de dunas móviles no vegetados con el método de García Mora et al. (2001) constituye
depresiones interdunares húmedas intercaladas un buen planteamiento metodológico de partida
(slacks). En la zona interior existen dunas coste- que, con las oportunas modificaciones, puede ser-
ras fijas con vegetación herbácea (principalmen- vir como base conceptual para establecer un pro-
te Cyperus capitatus), además de otras arbustivas tocolo de evaluación general del estado de conser-
(Launaea arborecens) y arbóreas (Tamarix cana- vación de un sistema dunar completo.
riensis). Este campo de dunas, rodeado por ur-
banizaciones y equipamientos turísticos, está En el presente apartado se presenta el procedi-
sometido a una alta presión de visitantes. miento general de cálculo del índice de vulnerabi-
lidad de un sistema dunar en general. El índice
consta de diversas variables agrupadas según estos
4.2. Protocolo de evaluación conjuntos de factores. Las variables han sido elegi-
de la estructura y das a partir de una selección de factores, en su
función de un sistema mayoría utilizados ya previamente por otros auto-
dunar res (Arens & Wiersma, 1994; García Mora et al.,
2001; Martín-Prieto et al., 2007; Vallejo, 2007,
4.2.1. Propuesta y descripción de factores entre otros). El rango de valores que toma cada
y variables variable se basa en datos obtenidos por dichos au-
tores y por información procedente del consenso
La evaluación del estado de funcionalidad de los sis- de un grupo multidisciplinar e internacional de
temas dunares y de su vulnerabilidad habitualmente expertos en zonas costeras (Proyecto Dunes-ELOI-
se realiza mediante el control de un conjunto de pa- SE, V Programa Marco UE; García Mora et al.,
rámetros o variables representativas (Bodéré et al., 2001; Ley et al., 2007). Se ha diferenciado entre
1991; Wlilliams et al., 1993 a, 1993 b, 1994, 2001; variables de obligada cuantificación, cuyos valores
García-Mora et al., 2001; Martínez-Vázquez et al., oscilan entre 0 y 4, y variables recomendadas o de
2006; Martín-Prieto et al., 2007). En la actualidad interés secundario, cuyos valores oscilan entre 0 y
no existe un índice o procedimiento unitario de eva- 2. Aunque se consideran las mismas variables para
luación de la vulnerabilidad y del estado de conser- todos los tipos de hábitat dunares costeros, el ca-
vación de los tipos de hábitat dunares que sea total- rácter obligatorio/recomendado de cada variable
mente aceptado por la comunidad científica. cambia de unos tipos de hábitat a otros. Además,
la valoración específica de cada tipo de hábitat ne-
Uno de los más completos desarrollados en Espa- cesitará la inclusión de nuevos parámetros y/o la
ña se debe a García Mora et al. (2001). Este índi- eliminación de otros.
61

evaluación del estado de conservación

a)  Factores morfosedimentarios

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1.  Superficie del sistema dunar (en has) > 500 > 100 > 50,0 > 10,0 < 10,0
2.  Longitud del sistema dunar activo (en km)   > 20   > 10 > 5, >1   > 0,1
3.  Anchura del sistema dunar activo (en km)   >2   >1   > 0,5   > 0,1   < 0,1
4.  Altura modal de las dunas del sistema dunar costero (en m)   >6   >3 > 2, > 1, < 1,
5.  Altura máxima de las dunas del sistema dunar costero (en m)   > 25   > 10 > 5, > 1, < 1,
6. Pendiente media de las dunas del sistema dunar activo (en
  > 10   >5 > 3, > 1, < 1,
grados)
7.  Número de cordones dunares paralelos   > 10   >4 > 2,    2    1
8.  Grado de fragmentación del sistema dunar Bajo — Medio — Alto

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9.  Superficie relativa de las depresiones interdunares húmedas Media — Escasa — Ninguna
3
10.  Volumen de arena del sistema dunar (en millones de m ) > 20 > 10 >5 >1 <1
11.  Granulometría media del sistema dunar (en unidades phi) < –1  0   1   2   3
12.  Profundidad media del nivel freático Escasa — Media — Grande

Tabla 4.2
Propuesta y descripción de variables para el factor morfosedimentario.

■ Métodos de medición primer cordón activo. La imagen aérea permite


también identificar el número de cordones dunares
La superficie (n.° 1), longitud (n.° 2) y anchura (n.° paralelos (n.° 7), separados por depresiones inter-
3) del sistema dunar se pueden medir sobre un dunares, así como estimar el grado de fragmenta-
mapa topográfico, pero es preferible realizar la me- ción del sistema dunar (n.° 8).
dición sobre fotografía aérea o sobre imagen de
satélite, ya que se identifican mucho mejor los lí- En lo referente al cálculo del volumen de arena del
mites laterales del sistema dunar. Se puede utilizar sistema dunar (n.° 10), requiere del tratamiento in-
la imagen escaneada y después un Sistema de In- formático de fotografías aéreas verticales georrefe-
formación Geográfica (especialmente recomenda- renciadas y con apoyo topográfico de campo (GPS).
do para medir la superficie del sistema dunar y de El método consiste en la elaboración de modelos
las depresiones interdunares, n.° 9), o bien directa- digitales del terreno (MDT) y su comparación
mente una regla sobre la imagen y la posterior con- cuantitativa mediante SIG. Como el método es re-
versión a km. Debe medirse la longitud del primer lativamente complejo y necesita de la aplicación de
cordón dunar (dunas secundarias) a lo largo de la un software específico, se propone sólo como varia-
zona en la que esté en contacto directo con la pla- ble recomendada. Para una descripción detallada de
ya. En el caso de la anchura del sistema activo, dicho método aplicado al cálculo del volumen de
debe medirse desde la línea donde aparecen las pri- arena de dunas costeras, ser recomienda consultar el
meras manchas grises o parches de vegetación, has- trabajo de Vallejo (2007).
ta el límite en el que las dunas están totalmente
cubiertas y fijadas por vegetación. La medición Por otro lado, las medidas de altura modal (n.° 4),
debe hacerse en dirección perpendicular a la del altura máxima (n.° 5) y pendiente media (n.° 6) de
62 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

las dunas deben realizarse en el campo. Se reco- al campo de dunas, o bien mediante campañas de
mienda realizar un número representativo de medi- prospección geofísica (eléctrica). Las flucturaciones
das de altura de las cumbres dunares, preferente- del nivel del agua en depresiones interdunares pue-
mente mediante GPS dinámico. En ausencia de den ser bastante indicativas de las oscilaciones del
este equipamiento, puede optarse por la Estación nivel freático. Cerca de la playa, en la banda de du-
Total, aunque constituye un procedimiento mucho nas embrionarias, a veces una simple zanja excavada
más laborioso. Posteriormente, se realiza el cálculo puntualmente con una pequeña pala puede ser su-
estadístico de la moda de la población de alturas. ficiente para encontrar cerca de la superficie el nivel
En cuanto a la granulometría (n.° 11), debe reali- de saturación de agua.
zarse un muestreo de sedimento al pie de la duna
secundaria (primer cordón, con Ammophila). Se to-
marán varias muestras representativas a lo largo del ■ Periodicidad de la medición
frente dunar, que permitan caracterizar las variacio-
nes laterales en la textura de la arena. Las muestras La mayoría de las variables correspondientes a este
serán de al menos 500 gr y se tamizarán en seco grupo cambian con cierta lentitud, por lo que,
mediante una columna simple de al menos 5 tami- aparte de ligeras fluctuaciones estacionales, no cabe
ces. Posteriormente se calificará la muestra según el esperar rápidas variaciones de un mes a otro. Por
valor granulométrico modal, que generalmente re- ello, se recomienda realizar una única medición al
presenta a la gran mayoría de los granos de arena, año, preferentemente hacia el final del verano (sep-
ya que el viento es muy selectivo en el transporte de tiembre), una vez que finaliza el período de mayor
tamaños. Los resultados se expresarán en unidades sequía y mayor movilidad eólica de la arena. En lo
phi (=  – log2 del tamaño de grano en mm). referente al nivel freático, convendría realizar medi-
ciones (o estimaciones) estacionales, al finalizar el
La profundidad media del nivel freático (n.° 12) invierno, tras la época lluviosa primaveral y al final
puede estimarse a partir de datos de pozos próximos de la época estival.

b)  Factores de incidencia marina y litoral

Tabla 4.3
Propuesta y descripción de variables para los factores de incidencia marina y litoral.

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1.  Anchura media de la zona intermareal (en m) > 100 > 50 > 25 > 10 < 10

2.  Anchura media de la playa seca (en m)   > 75 > 50 > 25 > 10 < 10

3. Tendencia costera, últimos diez años (en m/año;


  >5  >1 +1 a –1 < –1 < –5
avance: > 0; retroceso: < 0)

4. Aporte sedimentario a la playa en los últimos diez


Crece — Igual — Disminuye
años (estimación)
5. Afloramientos rocosos en la playa (en losúltimos diez
No hay — Hay pocos — Aumentan
años)
6. Superficie relativa de los cortes y roturas en el frente
0% < 5% < 20% < 50% > 50%
dunar debidos al oleaje

7. Evolución de la anchura media de las roturas del fren- Igual o Aumenta Aumenta
— —
te dunar, en los últimos diez años disminuye poco mucho

8. Granulometría del sedimento de la playa seca (en uni-


  >2 — 0-2 — <0
dades phi)

Sigue
63

evaluación del estado de conservación

Continuación Tabla 4.3

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9. Número de barras arenosas sumergidas o emergi-
>1 — 1 — 0
das

10.  Presencia de Posidonia oceanica Continua — Estacional — No hay

11. Porcentaje de frente dunar con escarpes erosivos


0 < 25 < 50 < 75 > 75
debidos al oleaje

12.  Estado modal de la playa Disipativo — Intermedio — Reflejante

■ Métodos de medición fotografía), así como el frente dunar (que en la foto


se identifica como el límite entre la duna vegetada
La medida de la anchura intermareal (n.° 1) y de la y la duna desprovista de vegetación). Este último
anchura de la playa seca (n.° 2) puede hacerse me- indicador es especialmente útil y fiable en los estu-
diante teodolito, estación total o cinta métrica, per- dios de erosión costera (Del Río, 2007). Una vez
pendicularmente a la línea de costa. En el primer obtenidas las líneas de costa de las distintas fechas a
caso debe medirse entre la línea de bajamar viva partir de la digitalización de los indicadores, la
media y la cresta de la berma, o bien la marca de comparación entre ellas y la cuantificación de las
agua correspondiente a la pleamar viva media, tasas de cambio puede realizarse mediante un SIG
mientras que la playa seca debe medirse desde la (Ojeda et al., 2002). En ese caso se recomienda el
cresta de la berma hasta el inicio de las primeras uso del programa ArcView, a través de la extensión
dunas embrionarias. Digital Shoreline Analysis System, DSAS 2.2.1, desa-
rrollada por el Servicio Geológico de EEUU (Thie-
La tendencia de la línea de costa durante los últi- ler et al., 2003).
mos diez años (n.° 3) debe hacerse por comparación
de fotografías aéreas que cubran aproximadamente La comparación de fotografías aéreas también sirve
este período o el más aproximado posible. Las foto- para estimar, cualitativamente, el aporte sedimenta-
grafías deben estar georreferenciadas. La medición rio a la playa (n.° 4), la variación de la anchura me-
se hará perpendicularmente a la línea de costa a lo dia de las roturas del cordón dunar (n.° 7) y la evo-
largo de transeptos representativos, separados uno lución de los afloramientos rocosos en la playa
de otro un máximo de 50 m. Cada transepto se adyacente (n.° 5). En estos casos, se recomienda uti-
identificará en cada una de las fotos a partir de pun- lizar fotografías no georreferenciadas, que permitan
tos fijos invariantes localizados hacia el continente obtener una imagen tridimensional (estereoscópica)
y que permitan ubicar y orientar correctamente la del terreno y por tanto, tener una idea general del
línea de medición, de modo que sea la misma de un volumen de arena y su evolución en los últimos
vuelo a otro. En cada transepto, se medirá la distan- años. La observación de fotogramas con solape es-
cia en metros desde un punto de referencia que se tereoscópico debe hacerse con un estereoscopio, no
identifique en todas las fotos y la línea de costa. necesariamente de gran precisión (existen modelos
de mano o de bolsillo).
La determinación de la línea de costa puede ser pro-
blemática en costas mareales. Por ello, se recomien- La medición de la superficie de los cortes y roturas
da medir simultáneamente las distancias a distintos del frente dunar (n.° 6) se realiza mediante su car-
indicadores identificables en las fotos como la mar- tografía a partir de fotografías aéreas georreferencia-
ca de agua de la última pleamar, el límite del drena- das y tratadas mediante un SIG. También puede
je de la playa (línea que separa la playa húmeda de estimarse mediante inspección de campo, aunque la
la playa seca), el nivel del mar instantáneo (contac- resolución del método, especialmente en el cálculo
to con el agua en el momento de realización de la del porcentaje de cordón afectado por los cortes,
64 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

puede ser muy baja y por tanto insuficientemente Si la pendiente media de la playa es inferior a 3°,
representativa. con un tamaño de grano fino, y estas condiciones
se mantienen tanto en verano como en invierno, la
La granulometría del sedimento de playa seca (n.° playa puede considerarse como disipativa. Si la
8) se estimará tal y como se indicó para la variable pendiente es superior a 6°, con un tamaño de gra-
n.° 11 del grupo de factores A. Para la cuantifica- no medio o de arena gruesa, y estas condiciones se
ción de las barras en la playa (n.° 9) la técnica más mantienen tanto en verano como en invierno, la
adecuada consiste en combinar perfilamientos to- playa puede considerarse como reflectiva. Si las
pográficos de playa con batimetrías de la zona su- condiciones son intermedias entre estos estados, o
mergida hasta unos 10 m de profundidad (en pla- bien si playa se comporta como disipativa en in-
yas no excesivamente energéticas). Conviene vierno y reflectiva en verano, consideraremos a la
realizar las campañas al final de la época invernal. playa como intermedia.
No obstante, ante la dificultad de llevar a cabo este
tipo de mediciones, se puede obtener una cierta
idea del número de barras mediante inspección de ■ Periodicidad de la medición
fotografías aéreas que se hayan tomado entre el fi-
nal del invierno y el principio de la primavera, ya Las variables que usan la comparación entre foto-
que a menudo se distinguen a través del agua, al grafías aéreas (tendencia erosiva, aporte sedimenta-
menos las más próximas a la costa. La identifica- rio a la playa, variación de los afloramientos rocosos
ción de barras intermareales debe hacerse sobre el en la playa, o evolución de la anchura media de las
terreno, en las mismas fechas y condiciones de ba- roturas del frente dunar) necesitan una única deter-
jamar viva. Idéntico procedimiento requiere la es- minación cuando comience el plan de seguimiento.
timación de presencia o no de restos de Posidonia No obstante, cada vez que la administración (nacio-
oceanica (n.° 10). nal, regional o local) realice un nuevo vuelo, debe-
rán repetirse las mediciones sobre los nuevos foto-
El porcentaje de frente dunar afectado por escarpes gramas, con el objeto de controlar las tendencias de
erosivos (n.° 11) necesariamente debe medirse me- estas variables a escala plurianual.
diante inspección sobre el terreno, ya que los escar-
pes verticales en el frente de las dunas secundarias Existe otro conjunto de variables que necesitan de
difícilmente se reconocen mediante sensores remo- una sola medición anual en determinada época del
tos. Para ello debe recorrerse el frente dunar y me- año. Así, la anchura de la zona intermareal o el
dirse con una cinta métrica, un teodolito o median- muestreo de arena de la playa para la determinación
te Estación Total la longitud de frente afectada por granulométrica deberán hacerse a finales de verano
los escarpes. Se recomienda realizar esta operación (principios de septiembre), mientras que la estima-
al final del invierno o principios de la primavera. El ción de los cortes y roturas del frente dunar, el nú-
resultado se expresa como porcentaje de la longitud mero de barras arenosas sumergidas o el porcentaje
total del tramo dunar considerado. de frente dunar con escarpes erosivos habrá que de-
terminarlos a finales de invierno (comienzos de
Por último, en lo referente al estado modal de la marzo).
playa (n.° 12), conviene medir la pendiente trans-
versal de la playa al menos dos veces al año, prefe- El resto de las variables requieren una periodicidad
rentemente en verano e invierno. La pendiente semestral. Así, la anchura de la playa seca, la estima-
debe medirse desde el contacto entre la playa alta ción del estado modal de la playa o la presencia de
con las primeras dunas embrionarias hasta el nivel Posidonia oceanica deberán evaluarse al final del ve-
medio de bajamar viva. Puede hacerse con teodoli- rano (comienzos de septiembre) y al final del invier-
to, estación total o bien con cinta métrica y nivel. no (comienzos de marzo).
65

evaluación del estado de conservación

c)  Factores de incidencia eólica

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1.  Clasificación de Hesp (1988) Fa Fb Fc Fd Fe
2. Porcentaje de playa seca ocupado por dunas embrio-
  > 50   < 50 < 25  <5  0
narias
3. Porcentaje de superficie dunar ocupado por blow­
  <5   >5 > 10 > 20 > 40
outs
4. Porcentaje de superficie dunar ocupado por mogotes
  <5   >5 > 10 > 20 > 40
o hummocks arenosos
5. Porcentaje de la duna secundaria ocupado por pasi-
  <5   < 10 < 25 < 50 > 50
llos de deflación
6. Profundidad de los pasillos de deflación, en porcenta-
  <5   < 10 < 25 < 50 > 50
je de altura de la duna secundaria
7. Tendencia del frente dunar, últimos 10 años (en m/
  >5   >1 +1 a -1 < –1 < –5
año; avance: > 0; retroceso: < 0)
8. Aumento/disminución de la anchura de los blowouts
< –20 < –10 –10 a +10 > 10 > 20
(en %, últimos 10 años)

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9. Superficie de la playa seca cubierta por gravas y/o
 0  <5  >5 > 25 > 50
conchas
10. Porcentaje de ladera de barlovento de la duna se-
> 90 > 60 > 30 > 10 < 10
cundaria cubierta de vegetación
11. Porcentaje de superficie dunar cubierto por mantos
<5  >5 > 10 > 25 > 50
eólicos sin consolidar
12. Tasa de transporte eólico de arena hacia el interior
Alto — Medio — Bajo
del sistema dunar

Tabla 4.4
Propuesta y descripción de variables para los factores de eólica.

■ Métodos de medición nómico consiste en cuantificar arealmente estas su-


perficies mediante su cartografía a partir de fotogra-
La mayoría de las variables de este grupo consisten fías aéreas georreferenciadas de alta resolución
en la estimación de la superficie que ocupa determi- (1:5.000) y tratadas mediante un sistema de infor-
nada morfología o indicador de actividad eólica: mación geográfica para el cálculo de su extensión.
cobertera vegetal (bien en general, siguiendo la cla- No obstante, también puede estimarse mediante
sificación de Hesp, 1988 (n.° 1), o bien en la ladera inspección de campo, aunque la resolución del mé-
de barlovento de la duna secundaria, n.° 10), todo puede ser muy baja y por tanto insuficiente-
blowouts (n.° 3), mogotes o hummocks (n.° 4), pasi- mente representativa.
llos de deflación (n.° 5), mantos eólicos (n.° 11),
dunas embrionarias en la playa seca (n.° 2), acu­ En cualquier caso, la medición de la profundidad
mulaciones de gravas o conchas en la playa (n.° 9), de los pasillos de deflación (n.° 6) hay que medirla
etc. En el apartado 4.1.1 se han descrito distintos obligatoriamente sobre el terreno, mediante Rsta-
métodos para cuantificar este tipo de variables. En ción Total, teodolito, barra graduada (jalón) o cinta
este caso, quizá el procedimiento más rápido y eco- métrica. Hay que medir la máxima profundidad del
66 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

pasillo con respecto a la cota media de la base de las fías aéreas, de la misma manera que se ha explicado
dunas circundantes, y expresarla como porcentaje en el grupo de factores B. En el caso de la delimita-
de la altura media de las cumbres de las dunas con ción del frente dunar se utilizará como marcador el
Ammophila de ese mismo cordón. La inspección de contacto entre la playa y la primera duna vegetada.
campo también ayudará también a evaluar cualita-
tivamente la tasa de transporte eólico hacia el inte-
rior del sistema dunar (n.° 12), por la inexistencia ■ Periodicidad de la medición
de obstáculos topográficos, vegetales o antrópicos
que puedan impedir esta comunicación eólica, y Todas ellos se medirán con una periodicidad anual,
por la existencia de lenguas de arena eólica móvil preferentemente hacia el final del invierno (comien-
que penetren hacia los cordones más internos. zos de marzo). En cuanto a las variables que usan la
comparación entre fotografías aéreas (n.°s 7 y 8),
Por último, la tendencia del frente dunar (n.° 7) y la necesitan una única determinación cuando comien-
variación de los blowouts (n.° 8) en los últimos diez ce el plan de seguimiento, que se repetirá cada vez
años se realizará mediante comparación de fotogra- que se realice un nuevo vuelo fotogramétrico.

d)  Factores ecológicos y de cobertera vegetal

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1. Cambio en la cobertera vegetal, en los últimos 10
> 25 > 10 +10 a –10 < –10 < –25
años (variación de porcentaje de duna cubierta).
2.  Continuidad en las sucesiones vegetales Total — Discontinua — Nula
3. Conectividad a escala de paisaje entre distintos
Elevada — Media — Escasa
hábitat
4. Porcentaje de especies de tipos I y II en los 100 m
> 75 > 50 > 25 > 10 < 10
a sotavento de la duna secundaria
5. Porcentaje de especies de tipo II a barlovento de
> 60 > 30 > 15  >5  <5
la duna secundaria
6.  Presencia de conejos Ninguna — Esporádica — Elevada
7. Presencia de invertebrados y reptiles en el siste-
Frecuente — Esporádica — Nula
ma dunar
8. Presencia de nidos de aves costeras en el sistema
Frecuente — Esporádica — Nula
dunar

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9. Porcentaje de especies exóticas en los cordones
    0  <1  <5 < 15 > 15
dunares activos
10. Porcentaje de plantas con raíces expuestas en el
<5  >5 > 15 > 25 > 50
frente dunar
11. Porcentaje de playa seca cubierto por especies
> 50 > 25 > 15  >5  <5
de tipo III
12. Porcentaje de eliminación antrópica de coberte-
 <5  >5 > 10 > 25 > 50
ra vegetal

Tabla 4.5
Propuesta y descripción de variables para los factores ecológicos y de cobertera vegetal.
67

evaluación del estado de conservación

■ Métodos de medición En lo referente a las variaciones de la cobertera ve-


getal en los últimos diez años (n.° 1), se utilizarán
El cálculo del porcentaje de especies de los tipos I, II fotografías aéreas, según el procedimiento descrito
y III (variables n.°s 4, 5 y 11) se realizará mediante en los apartados anteriores.
estimación visual de la superficie que ocupan estas
plantas en las correspondientes zonas y el posterior ■ Periodicidad de la medición
cálculo del porcentaje correspondiente, en varios lu-
gares representativos. El mismo método puede apli- Las variables relacionadas con la identificación vi-
carse a la estimación del porcentaje de especies exó- sual de campo de especies vegetales, así como la
ticas (n.° 9), de plantas con raíces expuestas (n.° 10) continuidad de sucesiones vegetales y la conectivi-
o de zonas donde se reconozca una eliminación an- dad entre tipos de hábitat, se medirán con una pe-
trópica de la cobertera vegetal (n.° 12). La inspec- riodicidad anual, preferentemente hacia el final del
ción visual del campo dunar permitirá también invierno (comienzos de marzo). La presencia de co-
identificar madrigueras de conejos (n.° 6), inverte- nejos, invertebrados o aves, así como la identifica-
brados y reptiles (n.° 7) o nidos de aves costeras (n.° ción de huellas de eliminación antrópica de plantas,
8). Igualmente, el reconocimiento de campo ayuda se hará mediante un muestreo mensual en fines de
a estimar la continuidad de las sucesivas bandas ve- semana, a media mañana, durante todo el año, es-
getales (n.° 2) o la conectividad (o falta de interrup- pecialmente en verano. Por último, el cambio de
ciones) entre los distintos tipos de hábitat dunares cobertera vegetal en los últimos diez años se estima-
(n.° 3), aunque en este caso también se puede utili- rá una sola vez, al comienzo del seguimiento, hasta
zar la fotografía aérea más reciente disponible. que se realice un nuevo vuelo fotogramétrico.

e)  Factores de presión antrópica

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1. Presión de visitantes y pisoteo (número de visitantes
Baja — Moderada — Alta
y frecuencia)
2.  Tránsito de vehículos por el sistema dunar Ninguno — Alguno — Elevado
3.  Camping, aparcamiento No hay — Lejano — Cercano
4.  Dificultad de acceso, distancia a núcleo turístico Alta — Moderada — Baja
5.  Extracción de áridos en playa y duna Nula — Ocasional — Frecuente
6.  Uso ganadero y pastoreo del sistema dunar vegetado Nulo — Ocasional — Frecuente
7. Porcentaje del sistema dunar activo ocupado por in-
0 < 10 < 25 < 50 > 50
fraestructuras permanentes
8.  Densidad de la red de caminos Nula — Moderada — Alta

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9. Porcentaje de sistema dunar ocupado por residuos
0  <5 < 25 < 50 > 50
y basuras
10.  Frecuencia de limpieza de la playa seca Nula — Moderada — Alta
11.  Paseos a caballo sobre el sistema dunar Ninguno — Alguno — Elevado
12. Porcentaje del sistema dunar activo ocupado por
0 < 10 < 25 < 50 > 50
infraestructuras temporales

Tabla 4.6
Propuesta y descripción de variables para los factores de presión antrópica.
68 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

■ Métodos de medición (n.° 12), o la superficie ocupada por residuos y ba-


suras (n.° 9). La frecuencia de limpieza de la playa
La presión de visitantes y las huellas de pisoteo seca (n.° 10) requiere una visita periódica, mientras
(n.° 1), el tránsito de vehículos (n.° 2), el tránsito de que la densidad de red de caminos (n.° 8) puede
caballos (n.° 11) o la dificultad de acceso al sistema hacerse combinando la inspección de campo con el
dunar (n.° 4) se estimarán visualmente (densidad de análisis de la fotografía aérea más reciente.
visitantes y bañistas que frecuentan la playa seca,
huellas del paso de vehículos, huellas de caballos,
viales asfaltados, indicadores, señalizaciones, etc.). ■ Periodicidad de la medición
La inspección visual también permitirá estimar mu-
chas de las demás variables, como la existencia de Las variables n.os 1, 2, 5, 6, 9 y 11 se muestrearán
camping o aparcamiento cercano (n.° 3), las huellas mensualmente, en fines de semana a media maña-
de extracción de arena (n.° 5), el pastoreo en las na, durante todo el año, especialmente en verano.
dunas (n.° 6, bien por identificación visual directa Las variables n.os 7, 10 y 12 se monitorizarán con la
o bien por el reconocimiento de huellas y restos misma periodicidad pero sólo durante la estación
asociados), los sectores dunares ocupados por in- estival. Las variables n.os 3, 4 y 8 se estimarán anual-
fraestructuras permanentes (n.° 7) o temporales mente, a finales de verano.

f)  Factores de gestión y protección

Puntos
Variable obligatoria
4 3 2 1 0
1. Control de paso y estacionamiento de ve-
Permanente — Estacional — Nulo
hículos
2. Instalación de captadores de arena en el
Frecuente — Esporádica — Nula
frente dunar
3. Control de acceso, aislamiento, cerra-
Total — Moderado — Ausente
miento
4. Número de pasarelas de acceso elevadas
>5 3-4 2 1 0
(por cada 500 m de longitud de dunas)
5.  Revegetación de áreas móviles Frecuente — Esporádica — Nula
6. Paneles informativos (n.° por cada 500 m
>5 3-4 2 1 0
de longitud de sistema dunar)
7.  Protección legislativa Elevada — Menor — No hay
8.  Vigilancia Permanente — Estacional — Nula

Puntos
Variable recomendada
2 1,5 1 0,5 0
  9.  Regeneración artificial de la playa Periódica — Esporádica — Nula
10.  Control de paso de caballos Permanente — Esporádico — Nulo
11. Plan de control de la población de
Permanente — Esporádico — Nulo
conejos
12. Plan de ordenación de usos que incluye
Sí — Parcial — No
la protección dunar

Tabla 4.7
Propuesta y descripción de variables para los factores de gestión y protección.
69

evaluación del estado de conservación

■ Métodos de medición 4.2.2. Protocolo para la evaluación global


de la estructura y función
Algunas de las variables de este grupo, como la exis-
tencia de algún tipo de figura legal de protección La evaluación global de la estructura y función per-
(n.° 7), o de planes de control de conejos (n.° 11) o mite estimar semicuantitatívamente el estado de
de ordenación de usos (n.° 12), requieren un traba- conservación del tipo de hábitat. El método consis-
jo de gabinete y consulta a las autoridades ambien- te simplemente en la suma total de los valores obte-
tales locales y autonómicas. La inspección visual nidos en todas las variables medidas o estimadas
periódica permitirá identificar controles de paso y (ver tabla 4.8.).
estacionamiento (n.° 1), controles de acceso y cerra-
mientos (n.°s 3 y 10), instalación de captadores de
arena (n.° 2), revegetación de arenas móviles (n.° 5), No obstante, es muy importante tener en cuenta el
labores de regeneración de la playa (n.° 9), existen- número de variables medidas que llevan a obtener
cia de paneles informativos en buen estado (n.° 6), el valor del estado de conservación. Ese número in-
o buen funcionamiento de un sistema de vigilancia dica el grado de representatividad de los datos ob-
y guardería (n.° 8). La cuantificación del número tenidos, así como el conocimiento que se tiene del
de pasarelas por cada 500 m de longitud de duna sistema dunar (y por tanto, es indicativo de la ma-
(n.° 4) puede hacerse sobre fotografías aéreas muy yor o menor necesidad de abordar estudios que re-
detalladas (1:5000 a 1:10.000) muy recientes, o me- duzcan la indeterminación existe). Por ello, al resul-
jor mediante el recorrido a pie del sistema dunar. tado obtenido hay que añadir una letra (A, B o C)
que indique la calidad de la evaluación en función
del número de variables tenidas en cuenta, según se
■ Periodicidad de la medición indica en la tabla 4.9.

Las variables relacionadas con normas y planes (n.°s 7, La ausencia de información (resultados de tipo C)
11 y 12) se estimarán anualmente, al final de la tem- no es necesariamente indicativa de un estado de
porada estival. Sobre el terreno se estimarán mensual- conservación desfavorable, por lo que no tiene sen-
mente, durante la estación estival (preferentemente tido combinar numéricamente el resultado obteni-
en fines de semana, a media mañana), las variables de do en el cómputo de las variables con el número de
control de acceso (n.°s 1, 3 y 10). Por último, una variables medido. Más bien, se trata de dos tipos de
inspección mensual del sistema dunar permitirá co- información diferentes que caracterizan el resulta-
nocer las variables de vigilancia, información e inter- do: evaluación del estado de conservación, y fiabili-
vención en el sistema (n.°s 2, 4, 5, 6, 8 y 9). dad de la evaluación.

Estado de conservación
DESFAVORABLE DESFAVORABLE
FAVORABLE
–INADECUADO– –MALO–
Evaluación global del estado de
161-240 81-160 0-80
conservación

Tabla 4.8
Caracterización del estado de conservación global del sistema dunar a partir de los rangos de variación
del total de las variables.

Representatividad de los resultados


A B C
Número de variables medidas 49-72 25-48 0-24

Tabla 4.9
Criterios para determinar la calidad de la evaluación en función del número de variables consideradas.
70 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Así, si en un sistema dunar se obtiene un resultado certezas se ha optado por dejar el correspondiente
de 175C, se evidenciará la alta escasez de datos dis- valor en blanco. Se deduce, por tanto, que los va-
ponibles, o la carencia de estudios previos, de modo lores que se ofrecen son orientativos, y que será
que se tiene muy poca información acerca del siste- necesario estimarlos de nuevo con mayor precisión
ma. No obstante, los pocos datos existentes apun- y seguridad cuando se inicien los planes de segui-
tan hacia un estado de conservación favorable. De miento. Por otro lado, también se han dejado en
igual modo, un sistema dunar con un resultado de blanco algunas variables que no pueden evaluarse
22A indicará un claro estado de conservación Des- por la propia naturaleza del sistema de referencia
favorable-malo, determinado a partir de un elevado en cuestión: es el caso de la presencia de determi-
número de variables medidas. nados tipos de vegetación (variables D4, D5 y
D11) en Maspalomas, región donde no aparecen
las especies características de las costas arenosas pe-
4.2.3. Tipologías de estado de conservación ninsulares.
(sistemas de referencia)
Las características generales, ubicación y una selec-
El protocolo descrito en el apartado anterior nece- ción de bibliografía básica consultada para cada
sita ser validado mediante su aplicación a sistemas uno de los sistemas de referencia son las siguientes.
dunares bien conocidos. Para ello, se han elegido
cinco sistemas de referencia que representan algu-
nos de los sistemas dunares mejor conservados de la Estaciones de referencia
costa española. Dos de ellos se ubican en la región
biogeográfica Atlántica, uno en su fachada norte Región biogeográfica atlántica
(Liencres, Cantabria) y otro en su fachada sur (Do-
ñana, Huelva). El primero corresponde a un siste- ■ Localidad 1: Dunas de Liencres (Cantabria)
ma dunar con un elevado grado de presión antrópi- Coordenadas geográficas: 43° 26’ N, 3° 58’ W
ca, mientras que el segundo constituye el sistema Masa de Agua: 11 (Margen Astur-oriental)
dunar mejor conservado de España y uno de los Código espacio red Natura 2000: ES1300004
mejor conservados de Europa. Se han elegido otros Referencias: Arteaga y González Martín (2002),
dos sistemas en la región biogeográfica Mediterrá- Arteaga & Sanjosé (2004), Flor (1998), Lo-
nea, uno ubicado dentro de un parque natural y no riente (1975) y Ramírez y Ley (1997).
sometido de manera directa a una presión antrópica
grave (dunas del Delta del Ebro, en concreto las ■ Localidad 2: Dunas de Doñana (Huelva)
desarrolladas en el hemidelta sur: Península de la Coordenadas geográficas: 36° 50’ N, 6° 22’ W
Banya), y otro bien desarrollado pero con una pre- Masa de Agua: 7 (Golfo de Cádiz)
sión antrópica importante, de carácter estacional y Código espacio red Natura 2000: ES0000024
especialmente grave en décadas anteriores (dunas Referencias: Ales & Martín (1997), Allier et al.
del Saler, en el Parque Natural de la Albufera de (1974), CMA (1998), Clemente et al. (1997),
Valencia). Por último, se ha elegido el mejor sistema Díaz et al. (1985), Flor (1990), García Mora
dunar de la región biogeográfica Macaronésica, co- et al. (1997), García Novo (1997), Merino &
rrespondiente al complejo dunar de Maspalomas, al Merino (1988), Ojeda et al. (2002), Ojeda &
sur de Gran Canaria. Vallejo (2004), Ojeda et al. (2005), Vallejo
(2007), Vallejo & Ojeda (2005), Vallejo et al.
La aplicación del protocolo se ha realizado me- (2006), Van Huis (1989), Vanney & Menan-
diante la consulta bibliográfica de diversos trabajos teau (1979) y Vanney et al. (1979).
y artículos publicados por especialistas en cada uno
de estos ámbitos. No obstante, algunas de las varia- Región biogeográfica mediterránea
bles no aparecen claramente especificadas en la bi-
bliografía consultada. Para solventar esa carencia se ■ Localidad1: Dunas de La Banya, Delta del
ha recurrido a una estimación cualitativa, fruto del Ebro (Tarragona)
conocimiento por parte de los presentes autores de Coordenadas geográficas: 40° 34’ N, 0° 38’ E
dichos sistemas dunares. En cualquier caso, cuan- Masa de Agua: 2 (Delta del Ebro)
do en alguna variable las dudas han superado a las Código espacio red Natura 2000: ES5140013
71

evaluación del estado de conservación

Referencias: Crous Bou & Pintó (2004), Guillén Región biogeográfica macaronésica
(2000), Jiménez et al. (1997), Jiménez &
Sánchez-Arcilla (1993, 1997), Palanques & ■ Localidad 1: Dunas de Maspalomas (Gran Ca-
Guillén (1998), Rodríguez Santalla (2000), naria)
Sánchez et al. (2007) y Serra et al. (1997). Coordenadas geográficas: 27° 44’ N, 15° 35’ W
Masa de Agua: Islas Canarias
■ Localidad 2: Dunas de El Saler (Valencia) Código espacio red Natura 2000: ES7010007
Coordenadas geográficas: 39° 21’ N, 0° 18’ W Referencias: Alonso et al. (2001), Fontán et al.
Masa de Agua: 2 (Delta del Ebro) (2007), Hernández (2005), Hernández &
Código espacio Red Natura 2000: ES0000023 Mangas (2004), Hernández et al. (2005,
Referencias: Benavent et al. (2004), Costa (1986, 2007), Hernández Cordero et al. (2006),
1987), Costa & Mansanet (1981), Costa et Martínez (1986), Melián et al. (2005) y Oje-
al. (1983, 1986), De Felipe & Vizcaíno da et al. (2007).
(1987), González Móstoles (1981), Martí &
Quintana (2007), Pardo et al. (2007), San-
jaume (1974, 1988, 1992b), Sanjaume & En la tabla 4.10 se muestra el desglose de valores
Carmona (1995), Sanjaume y Pardo (1991a asignados a cada variable para cada una de las esta-
& b, 1992) y Vizcaíno et al. (1985). ciones de referencia citadas.

A) Factores morfosedimentarios B) Factores de incidencia marina y litoral C) Factores de incidencia eólica


Sistema
dunar
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Liencres 4 2 2 2 2 — 2 0 2 — — 1 4 3 1 0 4 1 2 — 2 — 1 2 1 2 — — 1 — 1 1 2 0,5 — 2

Doñana 4 4 4 4 4 2 4 4 2 2 2 2 4 3 4 4 4 4 4 4 2 — 1,5 2 3 4 4 3 3 2 3 4 1 2 — 2

Delta del Ebro 4 3 3 3 2 3 3 2 2 0,5 — 2 0 2 1 2 4 2 2 2 2 0 2 1 2 3 2 2 1 2 4 — 1 1 1,5 2

El Saler 4 3 2 2 1 3 4 4 2 — — 1 0 2 2 2 4 4 4 — 2 1 2 0 2 1 — 4 4 4 2 4 1 0,5 — 1

Maspalomas 4 1 4 4 3 3 4 4 2 2 2 1 2 4 2 2 4 3 4 2 — — 2 2 0 1 1 4 2 2 0 1 1,5 — 1 2

D) Factores ecológicos y de cobertera vegetal E) Factores de presión antrópica F) Factores de gestión y protección
Sistema
dunar
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Liencres 1 2 2 3 3 — 4 4 — 1 — — 2 2 0 2 0 — 4 2 2 — 4 2 4 0 0 — — — 4 4 — — — 2

Doñana 3 4 4 3 3 2 4 4 2 2 2 2 4 2 4 4 4 4 4 2 2 2 1 2 4 0 4 1 0 1 4 4 1 2 0 2

Delta del Ebro — 2 4 3 3 4 4 4 2 2 1,5 2 4 4 4 4 4 4 4 4 2 2 2 2 4 0 4 — 0 2 4 4 0 2 — 2

El Saler 3 2 2 3 3 2 4 4 2 1,5 — 1 2 2 2 2 4 4 4 2 1,5 1 2 2 4 4 4 4 4 4 4 4 1 — — 2

Maspalomas 3 2 2 — — — 4 4 2 2 — 1 2 2 0 0 4 4 3 2 1 1 1 0 2 0 2 0 0 2 4 4 0 — — 2

Tabla 4.10
Estimación de las variables que caracterizan el estado de conservación de cinco sistemas dunares de referencia.

Resultados obtenidos

Región biogeográfica Atlántica Región biogeográfica Mediterránea

■ Liencres: Inadecuado – A (101,5 puntos, a par- ■ Delta del Ebro: Favorable – A (162,5 puntos, a
tir de 51 variables). partir de 67 variables).
■ Doñana: Favorable - A (198,5 puntos, a partir ■ El Saler: Favorable – A (163,5 puntos, a partir
de 70 variables). de 63 variables).
72 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Región biogeográfica Macaronésica tenimiento del sistema dunar, uno de los más
avanzados del país.
■ Maspalomas: Inadecuado – A (132,5 puntos, a
partir de 63 variables). Por último, Liencres y Maspalomas obtienen una va-
loración claramente asignable a un estado Desfavora-
ble-inadecuado, aunque sensiblemente mejor en el
Como podemos observar, todos los sistemas po- caso canario, donde además el número de variables
seen un número suficiente de variables medidas o conocidas en esta estimación es mayor. En ambos
estimadas, lo que hace que los resultados sean re- casos la presión antrópica es importante, los planes
presentativos. En cuanto al estado de conservación, de recuperación o regeneración son muy limitados, y
tres de los sistemas presentan un estado favorable: en el caso de Liencres existen evidencias de procesos
Doñana, Delta del Ebro y El Saler. De ellos, los de erosión y degradación dunar, a pesar de tratarse de
mejores resultados se obtienen en Doñana, con un un área protegida bajo la figura de Parque Natural.
valor final elevado y con la práctica totalidad de las
variables medidas o estimadas. Sin duda, constitu- En conclusión, parece que a priori el protocolo di-
ye el sistema dunar mejor conservado del territorio señado para esta ficha discrimina suficientemente
español y representa el sistema de referencia más los distintos sistemas dunares desde un punto de
importante. vista cuantitativo. Además, permite conocer las de-
bilidades y las fortalezas de cada uno de ellos, y
El Delta del Ebro y El Saler obtienen una valora- ayuda a identificar las carencias de información ne-
ción similar, muy próxima al límite con el estado cesarias para tener un conocimiento completo y
Desfavorable-inadecuado y con un número casi exhaustivo de la situación ambiental de los siste-
idéntico de variables medidas. No obstante, am- mas dunares costeros. Por otro lado, la aplicación
bos sistemas difieren en algunos aspectos: mien- del protocolo a los cinco sistemas dunares, repre-
tras el Delta del Ebro presenta una alta naturali- sentativos de situaciones ambientales y morfodiná-
dad pero un número limitado de medidas de micas muy diversas, ha dado resultados que no se
gestión del sistema dunar, en El Saler existe una contradicen con la estimación cualitativa inicial
acusada presión antrópica que se ve compensada que podría hacerse de ellos tras un simple recorrido
con un completo sistema de recuperación y man- y una primera valoración en el campo.
5. Recomendaciones
para la conservación

Las recomendaciones que se exponen a continua- que en el último siglo la rapidez con que se manifies-
ción tienen por objeto conocer los problemas más ta el incremento de las temperaturas medias
importantes que se ciernen en la actualidad sobre mundiales presupone que el lento ritmo geológico
las zonas litorales. Si se conocen los problemas será puede verse superado. Así, la posible subida del nivel
posible buscar las soluciones para minimizar los im- del mar en las próximas décadas puede suponer un
pactos derivados de las distintas situaciones que importante problema para las poblaciones costeras,
ponen en peligro la conservación de los diferentes que suman más de 800 millones de habitantes. Con
tipos de hábitat ligados a edificios dunares costeros. la revolución científica del siglo XIX se comprobó el
La enumeración de las recomendaciones se ha orde- nexo de unión entre las oscilaciones del nivel del mar
nado según el tipo de impacto, actuación negativa y los cambios climáticos. En los últimos treinta años
o daño que pueden sufrir estos ecosistemas: erosión se ha despertado un gran interés sobre el potencial
costera acelerada que determina la recesión de las impacto que tendría el ascenso del nivel del mar pro-
playas, pérdida de la biodiversidad, fijación de du- vocado por el recalentamiento atmosférico como con-
nas móviles, así como la degradación y destrucción secuencia de acciones antrópicas y se han realizado
de dunas preexistentes. multitud de predicciones sobre la magnitud y tasas de
la elevación del nivel del mar. Hay que señalar que
algunas de las predicciones han sido extremadamente
5.1. Erosión costera alarmistas, ya que los resultados de los modelos de-
acelerada penden de los parámetros y de los inputs contempla-
dos en el modelo, y es muy difícil conseguir un mo-
El equilibrio dinámico-sedimentario de la zona lito-
delo en el que se puedan reproducir todas y cada una
ral es muy precario, por lo que cualquier alteración
de las múltiples interrelaciones de todos los procesos
que se produzca en este medio tiene unas repercu-
que intervienen para explicar el fenómeno. En la ac-
siones muy importantes. En las últimas décadas las
tualidad, parece existir un mayor consenso en cuanto
acciones humanas están provocando importantísi-
a que la subida, aunque preocupante, no será tan dra-
mas modificaciones en el equilibrio de la zona cos-
mática como se pensaba al principio ya que el escena-
tera, que contribuyen a acelerar la erosión costera y
rio más probable, (en el que coinciden la mayor parte
la hacen más vulnerable ante cualquier riesgo natu-
de las investigaciones recientes, si no se producen
ral. Las acciones humanas que tienen mayor inci-
cambios drásticos en la reducción o intensificación
dencia en las modificaciones de las áreas litorales
prevista de los agentes del efecto invernadero), con-
son las siguientes: construcción de pantanos en los
templaría una elevación de 50 cm en el 2100.
ríos que retienen los sedimentos fluviales, con lo
que disminuye la cantidad de materiales que llegan
Para Carter (1988), las principales causas de los
al mar, la extracción de sedimentos de la propia pla-
cambios del nivel del mar a corto plazo son: el
ya, la construcción de estructuras artificiales (puer-
recalentamiento global, el retroceso de los glacia-
tos, espigones, etc.) y la destrucción de las dunas
res, cambios en la circulación oceánica y subsiden-
litorales. A esto habría que añadir la probable subi-
cia, siendo las dos primeras las de mayor impor-
da del nivel del mar como consecuencia del recalen-
tancia. El aumento de la temperatura como
tamiento global por el efecto invernadero.
consecuencia del efecto invernadero produce un
ascenso del nivel del mar inmediato a causa de la
5.1.1. Subida del nivel del mar expansión térmica de las aguas oceánicas. La subi-
da será todavía mayor si debido al recalentamiento
Es un riesgo a largo plazo, que se ha estado produ- global se producen cambios en los balances de
ciendo a lo largo de toda la historia de la Tierra, aun- masa de los glaciares continentales y de los casque-
74 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

tes de hielo. Hay estudios que prueban el retroceso cauces de las ramblas y el impacto de los pantanos
de los glaciares de alta montaña y de los glaciares son los más importantes.
escandinavos entre 1880 y la actualidad. Por otra
parte, hay que señalar que las actividades humanas El impacto de la extracción de materiales de los
también pueden contribuir al aumento del nivel cauces es indirecto, puesto que las repercusiones de
del mar, facilitando movimientos de tipo vertical, esta actividad se manifiestan en una reducción de la
especialmente fenómenos de subsidencia, causa- carga sedimentaria potencial que podría llegar al
dos por extracción de petróleo, agua subterránea o mar y, en consecuencia, en un menor volumen de
cualquier otro fluido subsuperficial en zonas espe- carga sólida para el transporte sólido litoral (deriva
cialmente sensibles. litoral). La extracción de sedimentos de los cauces
fluviales provoca una ruptura en el perfil longitudi-
Además de la subida del nivel del mar, habría que nal del río, con lo cual el río se ve obligado a depo-
pensar en como los cambios climáticos pueden sitar sus sedimentos, frenando de este modo su
afectar a la dinámica atmosférica (situación de las avance hacia la desembocadura y el mar. Las extrac-
altas y bajas presiones) y si se producen cambios ciones determinan, también, cambios en la geome-
significativos, puede cambiar la estacionalidad, in- tría de los canales fluviales, eliminando barras de los
tensidad y distribución de temporales y tormentas mismos y ensanchando los cauces. Estas modifica-
que pueden erosionar mucho más que en la actua- ciones repercuten en el funcionamiento hidrológico
lidad la zona costera o pueden determinan mayor del tramo afectado por las extracciones aumentan-
cantidad de crecidas fluviales y proporcionar ma- do, en muchos casos, la rugosidad y el rozamiento,
yor cantidad de sedimentos que favorezcan la acu- lo que favorece una disminución de la velocidad del
mulación. Con todo, hay que señalar que el siste- flujo de agua y, en consecuencia, el depósito de la
ma litoral es muy sensible a los cambios climáticos, mayor parte de los materiales, que de este modo
dada su fragilidad. Si la playa retrocede, a corto o quedan almacenados en el propio río y no llegan al
medio plazo las dunas adyacentes se degradan o mar. De los ríos se extraen tanto los áridos (cantos,
desaparecen (Carter et al., 1990b). Por tanto, es gravas y arenas) que se utilizan como material de
necesario tomar medidas que minimicen la ero- construcción, como los materiales finos (limos y
sión costera, actuando sobre las causas que la pro- arcillas) que se emplean para el relleno de campos
vocan y potenciar las regeneraciones dunares allí de cultivo y también para la industria cerámica
donde sea posible dado que las dunas constituyen (Sanjaume & Pardo, 2005).
una defensa natural contra la erosión marina (Car-
ter, 1991). Las extracciones de materiales de los cauces fluviales
ha sido muy importante en las zonas mediterráneas
españolas en las últimas décadas, a causa del auge del
■ Recomendaciones sector de la construcción a partir de los años 60 del
pasado siglo, ligado al crecimiento urbanístico de las
Apoyar todas las iniciativas que conduzcan a redu- ciudades y a la proliferación de urbanizaciones de
cir el efecto invernadero para paliar la probable su- residencias secundarias. En la actualidad, esta prác-
bida del nivel del mar. Señalar la necesidad de rege- tica está totalmente prohibida. Pardo (1991) realizó
nerar complejos dunares, allí donde sea posible. un estudio de las concesiones realizadas por la Con-
Esta regeneración podría incluirse en los proyectos federación Hidrográfica del Júcar para la extracción
de regeneración artificial de las playas. de áridos de los ríos que desembocan en el Golfo de
Valencia durante el período comprendido entre
1980 y 1988. El volumen medio anual de áridos
5.1.2. Disminución de los aportes sólidos extraídos de los cauces de los ríos y ramblas que vier-
y extracciones de áridos ten al Golfo de Valencia entre estas fechas ha sido de
294.708 m3. Con todo, es evidente que no todo este
En realidad habría que distinguir entre las pérdidas volumen de sedimentos tendría que llegar necesaria-
que suponen para el transporte litoral los sedimen- mente al mar, ya que los materiales más gruesos sue-
tos que no llegan al mar, por una parte, y los que se len quedarse en la llanura litoral y los más finos de
extraen de la propia playa, por otra. Con respecto a los transportados tampoco son aprovechados por el
los primeros, las extracciones de materiales de los transporte litoral, ya que las arcillas que quedan al
75

recomendaciones para la conservación

principio en suspensión floculan al poco tiempo y que algunas playas excedentarias siguen siendo
son depositadas a una profundidad tal que las olas utilizadas como área fuente para las regeneraciones
ya no las remueven. artificiales de otras playas deficitarias.

Por lo que respecta al impacto de los pantanos, este Por otro lado, las incursiones del ganado en las dunas
también es indirecto y su acción es doble: además de (pastoreo) y las pequeñas extracciones de áridos con-
suponer una barrera para los sedimentos fluviales tribuyen a la pérdida de aquellas plantas anuales de las
que quedan retenidos en el vaso del pantano y no que se alimenta, reduciendo la cobertera vegetal. La
llegan al mar, el propio pantano evita las crecidas del actividad ganadera contribuye igualmente al incre-
río con lo cual disminuye también su capacidad de mento de los excrementos, que producen efectos simi-
transporte su aguas abajo del pantano (Sanjaume et lares a los ocasionados por las basuras de origen antró-
al., 1996). Los efectos de la disminución de los pico (Aldeguer et al., 1997). Por otro lado, el dragado
aportes a causa de las retenciones sufridas en los de arenas en zonas costeras puntuales lleva también al
pantanos se han constatado con toda claridad en al- retroceso de la costa arenosa en áreas próximas.
gunas áreas, como por ejemplo en el Delta del Nilo,
después de la construcción de la presa de Assuán, en
donde se ha detectado un importante retroceso de la ■ Recomendaciones
orilla. Algo similar es lo que está ocurriendo en la
actualidad en las playas del Delta del Ebro, especial- Una posible solución a este problema, no llevada a
mente después de la construcción del pantano de cabo hasta el momento en España, sería el dragado
Mequinenza. La disminución de aportes en el Río selectivo de los rellenos sedimentarios de embalses y
Ebro ha provocado, desde mediados del siglo XX, el posterior uso de los áridos obtenidos para labores
un retroceso de la línea de costa evaluable en 22 m/ de regeneración de playas y dunas, aunque se tengan
año (Jiménez & Sánchez-Arcilla, 1993. Esto ha te- que lavar previamente por la contaminación que
nido como consecuencia la casi total desaparición de puedan almacenar después de algunos años en el
las dunas móviles de la Península del Fangar (Rodrí- fondo de los pantanos. Por otra parte, habría que
guez Santalla, 2000). En el Golfo de Valencia, dos prohibir cualquier uso de las arenas de cauces de ríos
tercios de la cuenca vertiente de los ríos se encuentra y de playas excedentarias, ya que la arena de playa es
totalmente regularizada por la acción de embalses y un bien escaso. Las regeneraciones artificiales debe-
pantanos. Todos estos pantanos son una trampa de rían realizarse mediante material de machaqueo de
sedimentos y, en algunos casos, el volumen de sedi- cantera. Es necesario establecer o mejorar la vigilan-
mentos retenidos es muy significativo (Sanjaume & cia, informado a la correspondiente Demarcación de
Pardo, 2005). Podría citarse el ejemplo del embalse Costas, al Servicio de Protección de la Naturaleza de
de María Cristina, en la Rambla de la Viuda, que la Guardia Civil (SEPRONA) y a la Policía Local de
fue construido en 1913 y que en la actualidad se las actuaciones ilegales de extracción de arenas para
encuentra muy colmatado por los sedimentos rete- la construcción que se realicen en las dunas o playas.
nidos. Desgraciadamente, todavía no tenemos en el Igualmente, es necesario actualizar y hacer cumplir
momento presente datos fiables del volumen de ma- las sanciones a las empresas o personas físicas que
teriales retenidos en los pantanos. realicen dichas extracciones ilegales.

A esto habría que añadir la extracción de gravas y


arenas de las propias playas. El aprovechamiento 5.1.3. Alteración de los parámetros de dinámica
industrial y agrario de los sedimentos playeros es marina por obras de ingeniería
una práctica relativamente antigua y muy extendi-
da. Se produce en buena parte de las costas del pla- Las alteraciones más importantes las producen los
neta y muchos investigadores han señalado el pro- espigones perpendiculares a la costa, porque supo-
blema que estas extracciones plantean tanto a los nen una barrera a los sedimentos que transporta la
sistemas dunares como a la propia estabilidad de las corriente longitudinal. De este modo, los espigones
playas. Según Pardo (1991) la utilización de arenas (o cualquier obra perpendicular a la costa) provoca
para uso agrícola en la huerta valenciana se remon- una acumulación inducida de sedimentos a un lado
ta al menos a finales del siglo XVIII. En la actuali- del obstáculo y una erosión acelerada al otro lado,
dad, esta actividad está totalmente prohibida, aun- puesto que la corriente longitudinal tiene que recu-
76 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

perar la carga sólida perdida para recuperar su equi- experimentan zapas importantes en menos tiempo
librio dinámico. La magnitud de la respuesta está en son las totalmente verticales, en las inclinadas el
función de factores tales como: configuración y material de escollera resiste mejor puesto que las
orientación de la playa, textura de los sedimentos y olas rompen a lo largo de la superficie inclinada y
orientación del obstáculo. Por este motivo, son las disipan energía (Sanjaume & Pardo, 2005).
grandes obras portuarias las que han provocado las
mayores alteraciones, aunque no por ello debe des-
cartarse la acción que pequeños espigones pueden ■ Recomendaciones
tener en determinados sectores playeros, como ha
sucedido por ejemplo en Xilxes (Sanjaume & Pardo, Se debería ser mucho más restrictivo a la hora de
2005). También existen ejemplos de estos efectos en permitir la construcción de nuevos espigones, puer-
diversos puntos de la costa suroccidental española tos deportivos o de permitir la ampliación de los
(Gracia et al., 2006).Cuanto más grande sea el obs- puertos comerciales ya existentes. Toda ampliación
táculo mayor será la distorsión provocada y afectará supone una alteración aguas abajo, cuya magnitud
a una mayor extensión de playa. La estabilidad de un dependerá de la orientación de la costa y del clima
tramo de playa está en función del equilibrio entre de olas. En el caso de considerarse absolutamente
los aportes transportados por las corrientes litorales y imprescindibles, las ampliaciones deberían estar
los sedimentados por las olas. Cuando se rompe este obligadas las autoridades portuarias a instalar dra-
equilibrio (por construcción de cualquier obstáculo), gas permanentes que rehicieran el transporte natu-
la respuesta es inmediata y en pocos meses o años se ral de los sedimentos, con lo que se paralizarían las
nota la disminución de la anchura de la playa. Las progresiones aceleradas de determinadas playas,
costas valencianas han perdido por este motivo una pero también se evitarían las recesiones aceleradas
media de 4 m de anchura en los últimos treinta años de otras muchas, con pérdidas de propiedades par-
(Sanjaume & Pardo, 2005). ticulares (campos de cultivo y edificaciones), así
como de patrimonio cultural y ecológico.
Los espigones paralelos, en un principio, no pro-
Además, se sugiere que para evitar la erosión (que
ducen alteraciones tan significativas puesto que de-
ha sido la coartada más utilizada para la construc-
jan pasar los sedimentos. Pero con el tiempo, la re-
ción de espigones perpendiculares a la orilla) se uti-
fracción y difracción de las olas induce a una fuerte
licen soluciones blandas, como las regeneraciones
sedimentación en la zona de sombra del oleaje en
artificiales de playa, pero minimizando los proble-
donde se va generando una pequeña barra que llega
mas que estas generan. Por tanto, se aconseja reali-
a conectar con la orilla convirtiendo el espigón en
zar el aporte con material de machaqueo lavado
un pequeño tómbolo. A partir de aquí, la corriente
(para evitar la turbidez), que se vierta sedimentos
de deriva se ve también interrumpida, con lo que el
con calibres superiores a los originales (para que el
espigón-tómbolo se comporta respecto a la dinámi-
tiempo de residencia de la arena sea superior a la
ca marina como si fuera un obstáculo perpendicular
actual) y que el vertido se realice siguiendo el perfil
a la costa (Sanjaume & Pardo, 2005).
de equilibrio de playa y no de manera indiscrimina-
da como se realizan actualmente.
Finalmente, las defensas longitudinales de escolle-
ra son también obras rígidas, que si bien no alteran Por otra parte, se aconseja utilizar elementos disipa-
la dinámica de las corrientes litorales, si que modi- dores de energía en vez de espigones. Estos elemen-
fican substancialmente el perfil de la playa. Las olas tos tienen que estar sumergidos a poca profundidad
cuando chocan contra la escollera provocan una y tener un comportamiento permeable absorbiendo
importante remoción de sedimentos que va soca- la energía de las olas del mismo modo que las Posi-
vando la base de la misma, incrementando la pen- donias oceanicas han realizado naturalmente.
diente de la playa sumergida con lo cual, al dismi-
nuir el rozamiento, las olas llegan todavía con
mayor energía a la orilla provocando mayor zapa 5.2.  Pérdida de biodiversidad
basal, que es la responsable del desprendimiento de
muchos de los bloques que forman la escollera. Ésta Uno de los procesos que requieren de actuaciones de
tiene que ser reconstruida sistemáticamente con el gestión del medio natural es la pérdida de diversi-
coste económico que ello supone. Las escolleras que dad, motivada por distintos factores, entre los que se
77

recomendaciones para la conservación

encuentra la proliferación de plantas exóticas cuya les que intervienen en mayor medida en la fijación
capacidad competitiva sobre el resto de las especies de arena respecto a otras especies anuales. Estas ac-
autóctonas lleva a catalogarlas como especies invaso- tuaciones son ideales para hacerse de forma interac-
ras. Se trata principalmente del Carpobrotus sp., que tiva, es decir, haciendo un seguimiento paralelo de
constituye un problema importante en numerosos los efectos de la misma y de la evolución de la cober-
sistemas dunares de España. Esta aizoácea de origen tera vegetal de las zonas en las que se comience la
sudafricano ha sido empleada para la fijación de are- actuación.
nas, aunque en ocasiones se ha establecido de mane-
ra fortuita, escapándose de jardines próximos a los El objetivo de erradicación de Carpobrotus ha sido
sistemas dunares. La importante expansión que tie- abordado mediante dos métodos principales: el des-
ne en algunos de estos medios hace peligrar el desa- arraigo manual de la planta y la aplicación de her-
rrollo de la flora autóctona. Otras especies exóticas bicidas. El primer método es el más recomendable
introducidas en diversos enclaves costeros son Oeno- cuando se trata de pequeñas manchas o pies aisla-
thera drumondii, Disphyma crassifolia, Cortaderia se- dos, cuando se trata de terrenos con poca pendien-
llbana y Agave americana. En todo caso, el impacto te o cuando se trata de dunas móviles no estabiliza-
de las especies exóticas tiene una relación directa con das. El segundo método puede aplicarse cuando las
su capacidad competitiva, el desplazamiento de au- manchas son importantes y cuando el terreno tiene
tóctonas y su capacidad de expansión. Por ejemplo, pendientes acusadas, o cuando la erosión resultante
en algunos sistemas dunares pueden encontrarse puede afectar a la estabilidad de un terreno bien
ejemplares muy aislados de la especie Myoporum te- asentado gracias al enraizamiento. En estos casos,
nuifolium (comúnmente llamada transparente), ori- para California, se ha recomendado, además, apli-
ginaria de Nueva Zelanda, o de Solanum sodomeum, car el producto en días sin viento e incluso proteger
procedente del Sudáfrica, pero dada su menor capa- con plásticos las plantas naturales cercanas y des-
cidad competitiva, no suponen una amenaza inmi- arraigar los márgenes a mano. La siembra de nuevas
nente para la flora autóctona. plantas autóctonas se lleva a cabo, entonces, entre
los restos de la invasora. A nuestro juicio, la aplica-
ción de herbicidas indiscriminadamente no es nece-
■ Recomendaciones saria ni conveniente y cada caso merece una evalua-
ción y decisión previa según los criterios apuntados
La eliminación de estas especies invasoras de los anteriormente.
cordones dunares es fundamental para garantizar su
conservación, dados los numerosos ejemplos en los Para llevar a cabo la retirada de las plantas invasoras
que estas especies han excluido totalmente la vege- debe tenerse cuidado con el impacto que puede
tación natural de estos ecosistemas en relativamente producirse si se utilizan vehículos de transporte
poco tiempo (Gómez-Serrano et al., 1999 & 2001). (que pueden llevar a la alteración del perfil dunar y
Estos fenómenos ponen de manifiesto la idoneidad su vegetación). En las dunas de El Saler (Valencia)
de los planes de acción basados en la detección tem- ha resultado muy adecuada la utilización de un ve-
prana de la llegada de estas especies al ecosistema, y hículo tractor con ruedas de oruga (carretilla todo
su inmediata erradicación antes de que se extiendan terreno) para la retirada de Carpobrotus edulis, vehí-
por las playas y su eliminación sea inviable econó- culo que apenas altera el perfil dunar (Benavent et
mica y ambientalmente. al., 2004).

En estos casos, es recomendable no su simple elimi-


nación, sino más bien la sustitución de la población 5.3.  Fijación de dunas móviles
retirada de Carpobrotus edulis u Oenothera drumon-
dii por ejemplares autóctonos, propiamente duna- En ocasiones, el avance de grandes dunas sobre di-
res, como Ammophila arenaria, Elymus farctus, Lotus versas construcciones situadas a sotavento de las mis-
creticus, Otanthus maritimus, Eryngium maritimum, mas, básicamente carreteras o poblaciones, da lugar
etc., para no modificar las características de estabili- a su enterramiento parcial o total. Ejemplos de esta
dad del terreno que se daba con la presencia de las situación se han citado en las costas de La Coruña,
invasoras. Las especies mencionadas son especies Huelva, Cádiz, Almería, Alicante, Murcia, Tarrago-
perennes rizomatosas o con grandes sistemas radica- na, Formentera y Fuerteventura, entre otras. Sin em-
78 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

bargo, la gestión exclusivamente dirigida a potenciar Para que sea eficaz, la empalizada debe tener unos
la fijación y estabilización de las dunas puede aca- 80 cm y el grado de permeabilidad ser de 40-50%.
rrear como resultado paralelo una reducción de la Mayor permeabilidad no es efectiva puesto que el
diversidad al intervenir sobre la dinámica natural, viento, al atravesar la empalizada, no reduciría lo
seleccionando sólo especies propias de ambientes suficiente su velocidad para que la arena que trans-
menos móviles y pudiendo reducir peligrosamente la portaba se depositara. Por el contrario, una empali-
extensión ocupada por especialistas propios de la pri- zada demasiado espesa actuaría como un obstáculo
mera línea con arenas mucho más móviles. impermeable, socavándose la base de la estructura,
que acabaría por desmoronarse. La caña que se co-
loca en sentido vertical para sujetar el borró debe
■ Recomendaciones estar siempre seca para evitar el rebrote en contacto
con el sustrato. Las empalizadas deben disponerse
Históricamente la medida más común ha sido la siguiendo un entramado ortogonal, con la finalidad
reforestación, que ha fijado con gran efectividad di- de captar arena transportada por el viento en todas
versos mantos eólicos y dunas móviles a lo largo de direcciones (Benavent et al., 2004).
la costa española como, por ejemplo, en Guarda-
mar del Segura (Alicante). Actuaciones más locales No obstante, el aumento de la altura de la duna da
han consistido en la instalación de tablestacados, lugar a un nuevo perfil de equilibrio, muy diferente
mimbreras y otros sistemas de captación de arena al original, que motiva a su vez la formación de una
eólica, de modo que el avance horizontal se trans- rampa de barlovento que facilita el transporte de
forma en un crecimiento vertical de las dunas (Ben arena a lo largo de una mayor distancia. Además, el
Salem, 1988; Ramírez & Ley, 1997). Este es el sis- incremento de altura hace que el viento gane velo-
tema que se utilizó para regenerar algunas dunas del cidad en su coronación por no existir obstáculos
Saler. Al principio, se realizaron barreras permeables que lo frenen y el transporte de arena es mayor.
con cañas, se repobló con especies propias de dunas Precisamente este proceso trae como consecuencia
móviles, después, se utilizaron pequeños haces de una mayor dificultad en el desarrollo de la vegeta-
restos vegetales que se talaban en la propia Devesa ción, al aumentar la abrasión que el viento ejerce
(principalmente de la erradicación de eucaliptos) y sobre las plantas. Por lo tanto, la colocación de ta-
que fueron muy efectivos reteniendo arena. Poste- blestacados, mimbreras o cañizos debería limitarse
riormente, se utilizó una malla de plástico de distin- sólo a aquellos casos en los que se requiera detener
tas permeabiliades (la más efectiva tenía un 40- el avance de dunas por grave peligro de erosión o de
50%) y una vez conseguida la acumulación deseada, desaparición del cordón dunar. Además, estas es-
se repoblaba con vegetación autóctona y se evitaba tructuras deberían limitarse en el tiempo hasta que
el pisoteo. Después de veinte años de experiencia en se haya conseguido la captación justa de arena, de-
la Devesa del Saler, la metodología recomendada biendo ir seguidas de labores de revegetación con el
(Benavent et al., 2004) es la siguiente: fin de fijar la acumulación eólica y de recuperar la
comunidad vegetal perdida.
• Restauración de la morfología dunar mediante
acumulación mecánica de arena.
• Fijación del material mediante la construcción de 5.4. Degradación
empalizadas (de espartina y caña) y la plantación y destrucción de
de especies vegetales propias del ecosistema. cordones dunares
• Adecuación de la zona restaurada para uso públi-
co: cerrando temporalmente la zona y explicando Las características de estos tipos de hábitat, como
a los usuarios, mediante una campaña de infor- pueden ser a juicio de paisajistas su luz, su color,
mación y educación ambiental, el motivo del cie- dimensiones, composición de formas y tonalidades,
rre y la finalidad de la actuación. movimiento, vida, las formas de su horizonte, el
olor o el rumor del mar y el viento, etc., son ele-
Las empalizadas, construidas con espartina (Sparti- mentos que confieren a los sistemas dunares un va-
na versicolor) y con caña (Arundo donax) han reteni- lor paisajístico o estético, que debe también tenerse
do la arena acumulada y han captado nueva arena en cuenta a la hora de gestionar este espacio. El alto
durante el tiempo que han estado funcionando. valor natural y paisajístico, además del puramente
79

recomendaciones para la conservación

ecológico, de algunos enclaves dunares (o colindan- En este contexto, el grupo de las aves, y particular-
tes a sistemas dunares) motivan una mayor afluen- mente el de las nidificantes, es uno de los más sus-
cia de personas (Carter & Chance, 1997). Hay algu- ceptibles a las perturbaciones humanas. Los efectos
nas actividades que son especialmente perjudiciales de la presencia humana sobre las aves son de dife-
para la pervivencia de las dunas en buenas condi- rente naturaleza, afectando de múltiples formas a su
ciones ecológicas. Entre las posibles actividades per- comportamiento y especialmente, a los factores que
niciosas destacaríamos las siguientes determinan su éxito reproductor (Oltra & Gómez-
Serrano, 1997; Gómez-Serrano, 2006). La presencia
humana es uno de los principales factores que de-
5.4.1. Actividades de ocio terminan la existencia de poblaciones reproductoras
de aves litorales (Gómez-Serrano, 2002).
El turismo, y en general las actividades de ocio en
las playas, suponen una degradación de la vegeta-
ción dunar, y en consecuencia del resto de la red ■ Recomendaciones
trófica, motivada por el tránsito de personas (Fer-
nandes & Neves, 1997; Hernández et al., 2005), El uso recreativo obliga a canalizar el acceso de per-
vehículos como motocicletas de trial y todoterre- sonas mediante un número reducido de pasarelas de
nos, así como por la instalación de aparcamientos madera o de otro tipo, y de vallas. Está comprobado
incontrolados. Estos usos reducen la cobertera ve- que si los usuarios tienen pasarela de madera, les
getal, su capacidad de regeneración, y su nivel de resulta más cómodo utilizarla que andar libremente
estabilidad dunar. También dificultan enorme- por las dunas, por lo que a la larga, resultan una
mente posteriores labores de revegetación y ocasio- inversión extremadamente rentable. Es también
nan la mortalidad de insectos (como coleópteros) conveniente la creación de senderos mediante la co-
por su reducida capacidad de huida. Además, dan locación de estacas a bastante profundidad, para
lugar al incremento de vertidos (basuras) que pro- que no sean arrancadas o tiradas, unidas mediante
vocan, en un medio pobre en recursos, el asenta- cuerdas gruesas, de modo que se evite el tránsito
miento de especies (flora y fauna) nitrófilas y opor- desordenado de usuarios de la playa colindante.
tunistas o, cuando menos, un incremento de las También sería conveniente añadir carteles con in-
poblaciones de plantas o animales escasamente re- formación sobre la importancia del ecosistema y
presentados inicialmente, modificando la estructu- detalles de la ecología de la zona. El acceso de vehí-
ra de especies de la comunidad (Escarré et al., culos a la zona de dunas también debe limitarse
1989). Finalmente, hay que citar el deterioro por mediante vallados o pilotes de madera o metálicos.
el trasiego de vehículos, frecuente debido a la
atractiva topografía de este medio, así como a la Las aves litorales son uno de los grupos faunísticos
poca consistencia del sustrato para la práctica de más amenazados por las actividades humanas. Sin
estas actividades. Los vehículos más dañinos son embargo, en la mayor parte de los sectores costeros
bicis, motos, coches, e incluso la gente, que al des- cuyas dunas se han beneficiado de actuaciones de
truir parte de la vegetación, favorecen la génesis y conservación o regeneración, tradicionalmente se
desarrollo de los blowouts, y a la larga puede des- olvidado que este ecosistema también es caracterís-
truir la duna. Muchas veces se ha constatado que tico para algunas especies de aves como el Chorlite-
las calderas de abrasión guardan una estrecha rela- jo patinegro (Charadrius alexandrinus), y que nece-
ción con los pasillos que abren los usuarios camino sariamente se deben articular medidas encaminadas
de la playa. El paso de vehículos destruye los gran- a compatibilizar su uso público con la conservación
des arbustos, importantes en el aerodinamismo y de sus poblaciones nidificantes. En casos extremos,
transporte de las arenas, y además, promocionan en los que el principal factor limitante para el esta-
nuevas vías de acceso al interior del sistema (Alde- blecimiento de estas especies como reproductoras es
guer & Seva, 1989). Otra actividad de ocio que la elevada presión humana, se deberían crear valla-
perjudica a las dunas, en este caso a su vegetación dos temporales (que se pueden abrir en verano)
original y, en menor medida, a su morfología es la para reducir las molestias humanas, tal y como ha-
instalación de campos de golf, de los que tenemos bitualmente se viene realizando para favorecer la
algunos ejemplos en las costas mediterráneas, regeneración de la vegetación dunar una vez ha sido
como el del Parador Nacional del Saler. restaurada.
80 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

5.4.2. Urbanización yas. Las dunas retienen los sedimentos playeros que


llegan desde la parte más alta de la playa seca, pero
Los procesos de urbanización (segundas residencias, cuando soplan vientos terrales parte de estos sedi-
hoteles, zonas industriales, etc.) en las dunas o sus mentos pueden regresar a la playa, con lo que con-
proximidades constituyen el principal impacto so- tribuyen al equilibrio de la misma. Durante los tem-
bre la pérdida directa de superficie natural. La gran porales, parte de este material es transportado mar
demanda existente hace difícil la conservación de adentro, pero después en los momentos de calma es
estos espacios naturales. Se requeriría un mayor devuelto a la playa y se inicia un nuevo ciclo. Hasta
control de los asentamientos localizados en el Do- hace muy pocos años, todos los paseos marítimos de
minio Público Marítimo Terrestre, mediante la es- las poblaciones costeras se habían construido por
tricta aplicación de la Ley de Costas, incluyendo encima de las dunas y la recesión de esas playas se
medidas de vigilancia para prevenirlos. había incrementado de un modo tan notable, que
incluso se había producido el descalzamiento y des-
Si se construye sobre las dunas, además de la pérdi- trucción del propio paseo, después de temporales de
da del ecosistema, las construcciones pueden dañar- cierta importancia (Sanjaume & Pardo, 2005). En la
se, cubrirse de arena o incluso derrumbarse debido actualidad ya se están construyendo por detrás de las
a la erosión de la duna durante los temporales más dunas, con lo que se mantiene el equilibrio sedi-
severos. Las construcciones también pueden sufrir mentario y la recesión es menos acusada.
asentamientos diferenciales que dañan su estructu-
ra, produciendo agrietamientos, basculamientos,
etc. La duna deja de actuar como reservorio de are- ■ Recomendaciones
na y la playa se erosiona completamente. Esta situa-
ción se agrava cuando, a fin de proteger las cons- Se requeriría incrementar la vigilancia para prevenir
trucciones, se levanta un muro para prevenir la este tipo de asentamientos dentro del Dominio Pú-
erosión: el muro no absorbe la energía de las olas de blico Marítimo Terrestre, aunque sólo sea para evi-
tormenta sino que la refleja, aumentando la pérdida tar los dramáticos desalojos y derribos de viviendas
de arena en zonas próximas, a la vez que se dañan y construcciones ilegales, aunque en algunos secto-
los cimientos del muro. res de la costa mediterránea, el retroceso costero ha
sido de tal envergadura, que muchas edificaciones
La mayor parte de las dunas litorales de la costa me- que se habían construido a cientos de metros de la
diterránea española han desaparecido, como conse- orilla han quedado en la actualidad dentro del Do-
cuencia del boom turístico, bajo la presión urbani- minio Público Marítimo Terrestre y se ven obliga-
zadora que ha azotado nuestro país. Las dunas se dos a derribar las casas, que muchas veces son de sus
han destruido para dejar paso a edificios de residen- antepasados, sin que realmente sean los culpables
cias secundarias, hoteles, carreteras, aparcamiento, de haber edificado en zona que no habría quedado
paseos marítimos, etc, sin tener en cuenta que las en dominio protegido si la costa no hubiera retro-
dunas influyen en el equilibrio dinámico de las pla- cedido tanto en tan pocos años.
6.  Información complementaria

6.1.  Bienes y servicios bitat. Las lagunas y charcas, así como los pequeños
manantiales y zonas de rezume (caños) que existen
Los bienes y servicios que presta un ecosistema se en las depresiones interdunares (corrales) se forman
pueden clasificar en cuatro grandes tipos: suministro, en áreas donde el nivel freático asciende por encima
regulación, servicios de base y servicios culturales. de la superficie topográfica (Melián et al., 2005).
Las dunas costeras cumplen con todos ellos, según Estas charcas y caños son mucho más frecuentes y
los mecanismos que se exponen a continuación. permanentes en el ecotono o zona de contacto entre
el ecosistema dunar y el ecosistema estuarino-maris-
meño. El ecotono constituye la zona más fértil y
6.1.1. Servicios de suministro productiva de todo el Parque Nacional de Doñana,
ya que recibe continuos aportes hídricos dulces pro-
Las acumulaciones arenosas dunares constituyen cedentes del acuífero dunar (Almonte-Marismas), y
excelentes acuíferos por su gran porosidad y per- su humedad permanente, así como su elevado gra-
meabilidad. Además, la filtración del agua a través do de fertilización hace que sea el área preferente
de este medio poroso y los múltiples procesos de para el asentamiento de numerosas especies anima-
autodepuración (mecánica, química y biológica) les, así como área de cruce permanente de las espe-
hacen que los flujos acuosos procedentes de siste- cies más móviles. En funcionamiento del ecotono
mas dunares sean de gran calidad y pureza. Como sólo puede entenderse como parte fundamental del
consecuencia, se trata de ecosistemas que han sido complejo sistema acuífero del Bajo Guadalquivir
(y siguen siendo) explotados para la extracción de (Llamas, 1990).
aguas subterráneas de gran calidad (Llamas, 1990).
No obstante, la alta transmisividad hidráulica de los
Por otro lado, el agua dulce de las dunas costeras posee acuíferos dunares costeros y su proximidad al mar
una gran importancia biológica y ecológica, por varias les hace altamente vulnerables a la sobreexplotación
razones. En primer lugar, define los patrones de distri- hidráulica, de modo que un exceso de extracciones
bución, tipo y densidad de la vegetación. Así, en el caso en áreas costeras puede llevar rápidamente a la intru-
de Doñana, el tipo de hábitat 2150 se puede dividir en sión de aguas saladas de origen marino y a la conta-
dos grandes asociaciones vegetales, monte blanco y minación del acuífero, según un proceso bien cono-
monte negro (ver apartado 2.3). Una de las principales cido y perfectamente predecible (Bakker, 1990).
diferencias entre ambos conjuntos se basa en la profun-
didad del nivel freático en otoño: en el monte blanco es
mayor de 1,5 m, mientras que en el monte negro es 6.1.2. Servicios de regulación
menor de este valor (Allier et al., 1974). Igualmente, la
vegetación de las dunas estabilizadas o cotos (tipos de Las dunas intervienen en el equilibrio sedimentario
hábitat 2130 Dunas costeras fijas con vegetación herbá- de las playas. Durante los períodos de buen tiempo,
cea (dunas grises*) y 2150 Dunas fijas discalcificadas la arena excedente se deposita en la orilla y de allí
(calluno-ulicetea*) está fuertemente condicionada por las pasa a formar parte de la playa seca y de las dunas
fluctuaciones del nivel freático, de modo que un des- por la acción sistemática del viento. Cuando llegan
censo acusado por sobreexplotación del acuífero (deple- los temporales invernales, las dunas actúan como
ción hidrogeológica) podría dañar seriamente a todo el reservorios de arena no sólo funcionando a modo
ecosistema, aparte de afectar a los recursos hídricos ex- de muro de contención frente al oleaje, sino que
plotables económicamente (Merino & Merino, 1988). también prestan arena a la dinámica marina. Ade-
más, contribuyen a la disipación de la energía del
En segundo lugar, el nivel freático define la morfo- oleaje incidente al pasar la arena prestada por las
logía y dimensiones de algunos de sus tipos de há- dunas a la playa sumergida, disminuyendo la pro-
82 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

fundidad de esta zona y formando barras submarea- ciones arenosas, la acumulación de materia orgánica
les. Esto favorece el asomeramiento y la rotura de y la meteorización y lenta diagénesis del depósito
las olas y la consecuente pérdida de energía, lo que eólico (Cortés Macías, 1996). La regeneración du-
disminuye la acción erosiva de los temporales. En nar y su protección mantenida a lo largo de varias
los períodos de buen tiempo, la arena retorna pau- décadas permiten la recuperación ambiental de
latinamente a la orilla y a la playa seca, restaurándo- áreas costeras.
se las dunas primarias.
Paralelamente, la progresiva lejanía de la línea de
Este ciclo anual mantiene en equilibrio el balance costa, así como la topografía irregular y general-
de arena de la playa, salvo que la vegetación de las mente ondulada, da lugar a una amplia variedad de
dunas, o las mismas dunas sean destruidas. Si no tipos de hábitat dentro del ecosistema, con caracte-
existiera este almacén, la arena que contiene la playa rísticas muy contrastadas, desde frentes expuestos al
seca podría perderse con los temporales más allá de spray salino y a los vientos persistentes, hasta zonas
la profundidad de retorno (línea de base de acción deprimidas húmedas de agua dulce, pasando por
del oleaje), además de no frenar el efecto erosivo de crestas vegetadas por matorral o por bosque. Los
las olas. Como consecuencia, se perdería un recurso distintos tipos de hábitat que conforman el ecosis-
turístico de primer orden, motivando la inversión tema dunar están directamente relacionados entre
de importantes cantidades de dinero en actuaciones sí, lo que da lugar a un complejo ciclo de nutrientes
de regeneración de playas, además de trasladar el que enriquece el sistema y que a su vez favorece el
impacto a las zonas sumergidas de dragado y acopio desarrollo y ampliación del número de especies pre-
de áridos. sentes, así como su interrelación.

En definitiva, las dunas constituyen una de las prin- La dinámica de los sistemas dunares a través de la
cipales vías naturales de regulación de la acción de estabilización y lenta colonización de la vegetación
los temporales y otros fenómenos energéticos mari- contribuye a la formación de suelo. Las dunas lito-
nos sobre la costa (huracanes, tsunamis). Igualmen- rales fijadas con vegetación arbustiva y arbórea (Ju-
te, protegen las playas y en general, la línea de costa niperus spp., Pinus, etc.) son lugares con una im-
frente a la erosión a medio y largo plazo, por lo que portante biodiversidad, ofreciendo refugio a una
constituyen un excelente medio natural de defensa rica flora y fauna. Entre esta fauna cabe mencionar
contra los retrocesos y pérdidas potenciales de pla- zorros, tejones, jabalíes y conejos que en el caso de
yas de interés turístico. Por último, protegen las los enebros, se alimentan de sus gálbulos y disper-
áreas costeras frente a las inundaciones por sobre- san sus semillas. También albergan especies vegeta-
elevación del nivel del mar, ya sean instantáneas les de interés comunitario, nacional y regional,
(paso de un temporal profundo), ya se produzcan a como Thymus carnosus, Linaria tursica, Gaudinia
medio y largo plazo (ascenso eustático ligado al ca- hispanica o Sideritis arborescens. La madera del ene-
lentamiento global). bro, considerada imputrescible, se ha utilizado para
la talla y construcción de chozas e hincos para va-
Las dunas fijadas por vegetación (con céspedes, ene- llas. Mediante la destilación seca de troncos y raíces
bros, pinos, etc.) tienen un alto valor ecológico en gruesas, se obtiene el aceite de cada o miera de ene-
relación a su capacidad para retener las arenas y es- bro, de propiedades antihelmínticas, también usado
tabilizar las dunas, protegiendo los ecosistemas que en enfermedades de la piel y de uso veterinario
se desarrollan tras ellos de los vientos cargados de (Font Quer, 2005).
sal y arena. Además, constituyen una barrera natu-
ral contra los episodios naturales catastróficos y
contra el ascenso del nivel del mar. 6.1.4. Servicios culturales

Las dunas costeras poseen un valor paisajístico de


6.1.3. Servicios de base primera magnitud. Constituyen uno de los sistemas
naturales más móviles y cambiantes, más eficaces
El ecosistema dunar favorece la formación de suelo para la protección costera, y a la vez más vulnera-
a través de su evolución natural mediante la progre- bles. La protección de su variedad paisajística y su
siva colonización vegetal, la fijación de las acumula- funcionalidad geomorfológica, son condiciones im-
83

Información complementaria

prescindibles para la recuperación y mantenimiento prioridad fundamental dentro de las funciones am-
de su riqueza ecológica (Ritchie, 2001). La variada bientales de los correspondientes municipios.
fauna, fundamentalmente avícola, y la vegetación
acompañante de las dunas, exclusiva de ellas y au-
sente en cualquier otro ecosistema, constituyen ele- 6.2.  Líneas de investigación
mentos naturales que, a simple vista, permiten re-
conocer la salud ambiental de una costa. Su Por desgracia, las dunas costeras en España consti-
extraordinaria importancia ha dado lugar a nume- tuyen un ecosistema muy poco conocido, con una
rosos planes nacionales e internacionales para la carencia muy notable de trabajos de descripción,
regeneración, el mantenimiento y la conservación seguimiento y evaluación del estado natural. El tra-
de sistemas dunares costeros, probablemente los bajo que queda por hacer es enorme, incluyendo
más importantes desde un punto de vista paisajísti- multitud de líneas, como por ejemplo:
co y geomorfológico de cuantos componen el me-
dio litoral (Houston et al., 2001). ■ I nventario y cartografía de los sistemas duna-
res. A excepción de algunos ejemplos muy esca-
A este valor hay que añadir los beneficios recrea- sos, la inmensa mayoría de los sistemas de dunas
cionales añadidos, ya que las dunas constituyen el litorales en España no están cartografiados, y los
área de acceso a las playas. Dado el fluctuante grado que lo están presentan métodos, escalas y simbo-
de inundación de las superficies de las playas, así logías muy diferentes, que convendría unificar.
como su exposición a agentes dinámicos a veces Las cartografías deben ser de tipo geomorfológi-
agresivos (oleaje, viento), las dunas constituyen la co a escalas de detalle (1:5.000 o como mucho a
antesala de las playas, área que por su carácter pro- 1:10.000), distinguiendo las tipologías más so-
tegido suele ser el asiento preferente de visitantes, bresalientes, como son los recintos (superficie
bañistas y en general de los usuarios del litoral como sedimentarias y erosivas, frentes de barlovento y
zona de ocio. De hecho, los operadores turísticos sotavento) y los parámetros reseñables (crestas y
suelen vender la imagen de las costas paradisíacas a surcos, taludes erosivos).
través del reclamo que supone una playa casi vacía ■ Caracterización geomorfológica de campo (ti-
de personas y rodeada de dunas bien desarrolladas. pologías dunares y otros parámetros identifica-
bles: crestas, surcos, pendientes, desniveles de los
También conviene citar el valor educativo de las escarpes erosivos, etc).
dunas, ya que en una relativamente pequeña exten- ■ Morfodinámica de sistemas dunares activos. A
sión pueden observarse los efectos del viento, la excepción de los conjuntos dunares de Doñana
falta de agua, la sal, la erosión, el enterramiento y (Ojeda & Vallejo, 2004; Ojeda et al., 2005), Va-
cambios de pH, interactuando sobre comunidades lencia (Pardo et al., 2005) y de Fuerteventura
vegetales que se suceden a lo largo de un gradiente (Alcántara, 2003), prácticamente no se conoce la
desde la costa al interior. En ese sentido, la preser- dinámica actual de las dunas móviles en España.
vación de las dunas costeras y la regulación de acce- Para ello, se requiere la aplicación de métodos de
sos a la playa mediante pasarelas elevadas permiten campo o bien de teledetección, dependiendo de
a los usuarios percibir progresivamente la proximi- las dimensiones de los sistemas móviles. Estos
dad del medio marino a través de la observación de métodos deben incluir la realización de perfiles
los diferentes tipos de hábitat dunares que se suce- topográficos representativos, toma de muestras
den de tierra a mar. superficiales representativas para la realización de
análisis granulométricos, de composición mine-
Por otro lado, las grandes dunas solitarias móviles ralógica, identificación de grupos de organismos
constituyen elementos paisajísticos muy notables sobre el componente bioclástico, etc.
que a menudo constituyen la seña de identidad ■ Tampoco se conocen las velocidades, tenden-
cultural de los municipios costeros que las alber- cias y ritmos de evolución temporal de los sis-
gan. Es el caso de las dunas de Corrubedo (La Co- temas dunares. Por ejemplo, no se sabe cuánto
ruña), Trafalgar, Bolonia y Valdevaqueros (Cádiz), tiempo requiere un tipo de hábitat de dunas em-
Santa Pola (Alicante) o Maspalomas (Gran Cana- brionarias para transformarse en otro de dunas
ria), entre otras. Se trata de auténticos monumentos móviles con Ammophila, cuanto necesita éste
naturales cuya preservación debe constituir una para dar lugar a dunas fijas con vegetación de
84 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

matorral, a qué velocidad migran los sucesivos flora exótica, tasas de sustitución de la flora au-
cordones dunares, con qué ritmo se forman y se tóctona, así como las modificaciones producidas
destruyen las depresiones interdunares, etc. en las dunas litorales. La preservación natural de
Tampoco se conoce cuándo se inicia la coloniza- nuestros sistemas dunares requiere también de su
ción de las dunas por los Juniperus y cuándo és- protección frente a la ocupación por especies in-
tos dan paso a comunidades de arenas estabiliza- vasoras, que rápidamente empobrecen el ecosis-
das fuera del efecto marino, etc. Este tipo de tema dunar. Se desconoce igualmente el grado de
información, necesaria e independiente para invasión por especies exóticas en la mayoría de
cada región biogeográfica permitiría establecer los sectores costeros mediterráneos, lo que difi-
planes realistas de regeneración completa de sis- culta la cuantificación del problema y la estima-
temas dunares, así como prever las tendencias de ción de los costes de erradicación. Se necesitan,
cambio, y sobre todo, definir y diseñar los méto- por tanto, muchos más estudios específicos, sufi-
dos de seguimiento ambiental más adecuados a cientemente extendidos en el tiempo, que con-
cada caso. El seguimiento histórico de los cam- templen estos aspectos.
pos dunares se viene realizando desde las prime- ■ Se necesita más información sobre la dinámica
ras fotografías aéreas disponibles, concretamente de las poblaciones vegetales que nuclean y fijan
del vuelo norteamericano de finales de los años las dunas, así como sus interrelaciones, tema del
50 del siglo pasado y de los sucesivos llevados a que existen importantísimas carencias en varias
cabo por las diputaciones provinciales, el Insti- regiones naturales españolas. Este aspecto inclu-
tuto Geográfico Nacional, el ICONA, las Co- ye áreas potenciales de recuperación de flora eli-
munidades Autonómicas, las demarcaciones minada, interacciones entre especies que com-
periféricas de costas, etc. Consistirá en la elabo- parten hábitat (como el enebro marítimo, el pino
ración de cartografías con el detalle que permita o la sabina), adaptaciones de las especies que les
cada registro, estableciendo los cambios acaeci- confieren capacidad de sobrevivir en el ambiente
dos, tanto debidos a causas naturales (recesión o costero, causas de la falta de regeneración natural
progradación) o las ocupaciones y efectos indi- de determinadas especies como el pino piñone-
rectos de carácter antrópico. ro, etc.
■ No se conocen con precisión las relaciones en- ■ Se precisa un mayor conocimiento sobre el efec-
tre morfología y asociación vegetal, aspecto to de las perturbaciones humanas sobre la biolo-
fundamental para comprender cómo se produce gía reproductora de las aves litorales. Falta in-
la nucleación, el crecimiento y el desarrollo de formación de cómo afecta el uso humano de las
los cordones dunares. Es necesaria la colabora- playas sobre la avifauna característica de estos
ción entre geomorfólogos y ecólogos-botáni- ambientes. Se desconoce igualmente cómo están
cos para realizar estudios conjuntos que per- afectando las restauraciones ambientales a estas
mitan obtener información sobre este aspecto especies. Y por otro lado, tampoco se conoce
de primera importancia en la preservación de bien el papel diferencial de las aves en la disper-
ecosistemas dunares. sión de distintas especies fijadoras de dunas.
■ Como consecuencia de lo anterior, se necesita ■ También deben precisarse las consecuencias del
unificar el lenguaje y la terminología utilizada trasiego humano sobre la evolución de la ve-
por distintos especialistas en el estudio de las du- getación dunar. Existen pocos estudios del efec-
nas costeras. Se precisa la elaboración de una to que el pisoteo de personas tiene sobre la evo-
propuesta de clasificación mixta morfológico- lución o capacidad de regeneración del sistema
ecológica de dunas lo más completa posible, que dunar.
facilite los estudios integrados de estos sistemas y ■ Por último, conviene desarrollar protocolos que
su caracterización precisa e integrada. determinen el estado de conservación de cada
■ No se conoce de manera sistemática las velocida- uno de los tipos de hábitats dunares, aspecto
des de invasión, implantación y expansión de la del que existe una carencia casi absoluta.
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8. Nuevos tipos de hábitat
de interés comunitario
a añadir al Anexo I

Tipo I ■ S ancti Petri – Punta del Boquerón (Cádiz), soli-


tarias, de levante.
Nombre: Dunas móviles costeras no vegetadas ■ Trafalgar, Bolonia y Punta Paloma-Valdevaque-
ros (Cádiz), remontantes, de levante.
Definición.  Acumulaciones arenosas costeras de
origen eólico formando cuerpos móviles de gran Costa Mediterránea
tamaño no vegetados y con una acusada movilidad
ligada a frentes de avalancha activos. ■  l Fangar (Delta del Ebro, Tarragona), baja-
E
nas según varios cordones oblicuos a la línea de
costa.
Descripción.  Se trata de grandes dunas móviles, ■ Santa Pola-Pinet (Alicante), montículos aislados
a menudo con alturas superiores a los 20 m, y li- móviles.
gadas a amplias playas azotadas por fuertes vien- ■ Cabo de Gata (Almería), montículos aislados
tos. Muchas de ellas tienen un origen antrópico, móviles.
por intervenciones históricas sobre mantos eólicos
previos, que han derivado en la generación de es- Costa Macaronésica
tos grandes edificios móviles. En muchos aspectos,
se asemejan a los sistemas dunares desérticos diná- ■  orralejo y Jandía (Fuerteventura), montículos
C
micos y su tipología morfológica está condiciona- aislados móviles.
da por la geomorfología costera y por los regíme- ■ Maspalomas (Gran Canaria), grandes cordones
nes de vientos. En ese sentido cabe diferenciar paralelos móviles, oblicuos a la línea de costa.
dunas lineales, transversales, en estrella, parabóli-
cas, barjanas, crecientes, inversas, dunas eco, de Prioritario (Sí/No): Sí.
precipitación, remontantes, etc. Su gran dinamis-
mo impide la colonización estable por plantas pio- Justificación de la propuesta.  Dentro de los tipos
neras, que rápidamente son enterradas por las are- de hábitat dunares constituyen sistemas morfológi-
nas móviles. cos singulares y muy dinámicos, escasos en las cos-
tas europeas (véase el caso de las dunas de Pilat, en
la costa atlántica francesa de Las Landas). Estas
Distribución nacional grandes dunas aparecen comúnmente acompañadas
de otros sistemas dunares menores que constituyen
Costa Atlántica tipos de hábitat de interés comunitario y que reci-
ben aportes sedimentarios de aquéllas, establecién-
■  iencres (Cantabria), en cordones paralelos a la
L dose a menudo un importante grado de dependen-
línea de costa. cia entre unas y otras (por ejemplo, Doñana,
■ Corrubedo (La Coruña), solitaria. Trafalgar, Valdevaqueros, Santa Pola). Además, aun-
■ Doñana (Huelva), lineales y transversales, distri- que carecen de una cobertera vegetal estable, alber-
buidas en grandes cordones paralelos a la línea de gan una interesante fauna de invertebrados especia-
costa. lizados, así como con reptiles y aves marinas.
98 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

Figura 8.1
Gran duna solitaria móvil no vegetada en la Ensenada de Valdevaqueros (Cádiz).

Tipo 2 dora es de tipo halofítico: Arthrocnemum perenne


en el contacto con la paya estuarina, pasando a
Nombre: Dunas estuarinas con vegetación haló- Halimione portulacoides, principalmente. En la
fila y subhalófila franja supramareal abundan las especies de corte
arbustivo.
Definición.  Depósitos arenosos de origen eólico
generados en el interior de estuarios, generalmente En el estuario de Villaviciosa se han detectado du-
en la zona de la bahía arenosa, donde se produce la nas colonizadas por ambos tipos de vegetación re-
deflación de la arena durante bajamares, preferente- partidas en cuatro campos independientes entre sí.
mente en épocas de fuerte insolación.

Descripción.  Estas acumulaciones se sitúan en or- Distribución nacional


las que bordean las llanuras arenosas estuarinas. Se
producen dos tipos de acumulaciones: En la costa de Cantabria

1. En áreas supramareales desligadas totalmente ■  layas del Regatón (estuario del Asón).
P
de las oscilaciones mareales y de los eventuales ■ Playa de Laredo.
desbordamientos por tormentas de olas (de ■ Las Arenas (estuario de Ajo; ver figura 8.2).
viento con ocasión de pleamares vivas), cuya ve- ■ Playa de Liencres.
getación es típicamente continental, más o me- ■ Cuchía (San Martín de la Arena).
nos similar a dunas expuestas. Pueden formar ■ Tostadero (San Vicente de la Barquera).
mantos en tierra (desligadas del estuario) o for- ■ El Sable (Tina Menor; ver figura 8.3).
mar parte de barreras en el ámbito de las bahías
arenosas. En la costa de Asturias
2. En zonas intermareales, situándose en la franja
superior e, incluso, continuándose por la supra- ■  layas de la ensenada de Misiego y El Bornizal
P
mareal; en las primeras, la vegetación coloniza- (estuario de Villaviciosa; ver figura 8.4).
99

Nuevos tipos de hábitat de interés comunitario

Figura 8.2
Fotografía del complejo dunar formando parte de la barrera interna
del estuario de Ajo (costa oriental de Cantabria).
Tiene forma arqueada en planta, apuntando hacia el canal principal, con
un cordón dunar que orla toda la franja limitante con la playa estuarina.

Figura 8.3
Imagen aérea vertical de la bahía arenosa del estuario de Tina Menor
y de las llanuras fangosas septentrionales.
La barrera interna (encerrada en el recuadro elíptico) culmina con
depósitos dunares, en fase de erosión en todo su borde occidental.
100 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

■  laya de Zeluán (estuario de Avilés).


P Prioritario (Sí/No): Sí.
■ Playa de La Poza (estuario del Navia; ver figura 8.5).

En la costa de Cádiz Justificación de la propuesta.  Debido tanto a su


singularidad como a su morfología y sedimenta-
■ S an Antón-Valdelagrana (estuario del Guadalete). ción, o por los tipos de vegetación existentes, que
■ Punta del Boquerón (caño mareal de Sancti Petri). no han sido descritos hasta el momento.

Figura 8.4
Fotografía de unas dunas estuarinas en la bahía arenosa de Misiego (estuario de
Villaviciosa), colonizadas por Halimiones portulacoides.
Intentan conformar un cordón dunar incipiente con pasillos de erosión por oleaje interno,
que se deflacionan intensamente.

Figura 8.5
Fotografía de unas dunas estuarinas tabulares en la bahía arenosa de La Poza
(estuario del Navia), en fase de recesión colonizadas por Eucaliptus sp.
101

Nuevos tipos de hábitat de interés comunitario

Tipo 3 Justificación de la propuesta.  Si bien este hábitat


había sido incorporado en principio al tipo de hábi-
Nombre: Dunas costeras con Traganum moquinii tat de interés comunitario 2130 Dunas costeras fijas
con vegetación herbácea (dunas grises*), las caracte-
Definición.  Primeras dunas que se generan en la rísticas geográficas y ecológicas específicas de las Islas
playa alta en las zonas de entrada de sedimentos, Canarias condicionan la práctica inexistencia de es-
por la presencia de ejemplares del nanofanerófito pecies herbáceas rizomatosas en sus dunas costeras.
Traganum moquinii. Por lo tanto, parece adecuada la definición de este
tipo de hábitat caracterizado por la presencia de una
Descripción.  Debido a las características de esta especie vegetal restringida a la fachada sahariana del
especie, las dunas no forman cordones propiamen- norte de África, Cabo Verde y las Canarias.
te dichos, sino montículos aislados que pueden
tener una altura de varios metros. Otras especies
asociadas que pueden aparecer, normalmente de Tipo 4
forma escasa, son Atriplex glauca ssp. ifniensis,
Nombre: Mantos eólicos
Zygophyllum fontanesii, Launaea arborecens y Poly-
carpaea nivea.
Definición.  Láminas de arena, estabilizadas o mó-
viles, normalmente de escasa potencia y gran ex-
tensión, que pueden localizarse tanto en la zona
Distribución nacional
inmediata a la costa como a mayor distancia hacia
el interior.
Exclusivamente en las Islas Canarias (La Gracio-
sa, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Te- Descripción.  Muchos de estos depósitos se nutren
nerife). de sedimentos procedentes de dunas fósiles. Sobre
ellas se desarrollan varias comunidades vegetales
Prioritario (Sí/No): Sí. herbáceas y/o arbustivas. Las asociaciones caracte-

Figura 8.6
Fotografía de unas fijadas con Traganum moquinii. Gran Canaria.
102 Dunas marítimas y continentales / 2 Dunas marítimas y continentales

rísticas son principalmente Polycarpaeo niveae-Lote- Justificación de la propuesta.  Si bien los mantos
tum lancerottensis, Euphorbio paraliae-Cyperetum eólicos no constituyen un tipo de duna en sí mismo,
capitati, Launaeo arborescentis-Schizogynetum seri- deben ser considerados como un tipo de hábitat es-
ceae y Traganetum moquini. pecífico en el caso de las Islas Canarias, donde son los
ambientes eólicos más representativos. Su importan-
cia radica en que responden a estadios evolucionados
Distribución nacional
de antiguos campos de dunas en los que la actual
Islas Canarias (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Ca- escasez de sedimentos no es suficiente como para for-
naria, Tenerife y La Gomera, así como los islotes de mar dunas propiamente dichas. Asimismo, algunas
Alegranza, La Graciosa e Isla de Lobos). comunidades vegetales, incapaces de desarrollarse en
campos de dunas, con mayor volumen de sedimen-
Prioritario (Sí/No): Sí. tos, se encuentran asociadas a este hábitat.

Figura 8.7
Fotografía de un manto eólico en el complejo dunar de Corralejo.
Norte de Fuerteventura.

Figura 8.8
Fotografía de un manto eólico en el complejo dunar de Jandía
(Fuerteventura).
103

Nuevos tipos de hábitat de interés comunitario

Figura 8.9
Fotografía de un manto eólico en el complejo dunar de Tostón (Fuerteventura).
9. Nuevos tipos de hábitat de
interés comunitario del Anexo I
reconocibles en España

Tipo 1

Código EUR 25: 2180 Distribución nacional

Nombre: Dunas fijadas por bosques de la región Este tipo de hábitat aparece fundamentalmente a lo
Atlántica, Continental y Boreal (Wooded dunes largo de las costas suratlánticas españolas, como siste-
of the Atlantic, Continental and Boreal region) mas dunares fijados por bosques de pinos (Pinus pi-
naster) y encinas (Quercus ilex), o bien bosques de
Definición.  Bosques naturales o seminaturales de quejigos (Quercus faginea), alcornoques (Quercus su-
las dunas costeras atlánticas, continentales y bo- ber) y robles comunes (Quercus robur), o robles negros
reales, con una estructura boscosa bien desarrolla- (Quercus pubescens). Corresponden a los bosques se-
da y una asociación característica de especies bos- minaturales costeros sobre substratos dunares de los
cosas. Corresponde a las arboledas de robles con litorales de Huelva (Dunas del Abalario, Doñana, etc.)
abedules (Quercion robori-petraeae) sobre suelos y Cádiz (Tajo de Barbate, Punta Camarinal, Punta
ácidos, así como bosques del Quercetalia pubescen- Paloma, etc.), característicos de dunas ya fijadas, con
ti-petraeae. desarrollo de suelos silíceos ligeramente ácidos.

Por otro lado, en el interior peninsular aparecen


Descripción.  Se trata de bosques suficientemente como dunas continentales sobre antiguas dunas es-
desarrollados y estabilizados sobre dunas costeras y tabilizadas en el sur de la Depresión del Duero, for-
sobre arenales continentales. Los estadios pioneros mando un extenso campo de pinares de repoblación
forman bosques abiertos con Betula spp. y Crataegus sobre arenales cuarcíferos en Arévalo (Segovia),
monogyna, bosques mixtos con Fraxinus excelsior, donde la topografía dunar irregular genera diversos
Quercus robur, Ulmus minor y Acer pseudoplatanus o, tipos de depresiones intradunares húmedas.
en depresiones intradunares húmedas, bosques
pioneros con Salix alba que evolucionan hacia
bosques mixtos húmedos o bosques de marjal. En las Otras observaciones
costas suratlánticas, corresponde fundamentalmente
con bosques mixtos de Pinus pinaster-Quercus ilex, Este hábitat se asocia comúnmente con el tipo de
bosques de Quercus suber y Quercus robur o el estadio hábitat 2270 Dunas con bosques de Pinus pinea
de bosque con Quercus robur o Quercus pubescens. En y/o Pinus pinaster*, especialmente en el litoral su-
las costas bálticas también bosques pioneros de Alnus ratlántico. Se diferencia de él fundamentalmente
spp. o Pinus sylvestris. Las especies vegetales son muy por la presencia simultánea del género Quercus
variadas y dependen de las condiciones locales. (quejigares y alcornocales, básicamente) y por el
alto grado de desarrollo del bosque. Por otro lado,
Este tipo de hábitat incluye bosques seminaturales los importantes bosques de pinos sobre dunas esta-
con un típico infradesarrollo, que crecen bilizadas de la Depresión del Duero sólo pueden
espontáneamente a partir de antiguas repoblaciones. ser adscritos a este tipo de hábitat, por no tratarse
Estos bosques generalmente se asocian con matorrales de dunas marítimas ni ubicarse en la vertiente
dunares (estadios prebosque-16.25), sotobosque mediterránea.
dunar, dunas grises (16.22) y depresiones intradunales
húmedas (16.3).

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