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Sabiduría y poder
del ciclo femenino
Los editores no han comprobado la eficacia ni el resultado de las recetas, productos, fórmulas
técnicas, ejercicios o similares contenidos en este libro. Instan a los lectores a consultar al médico o
especialista de la salud ante cualquier duda que surja. No asumen, por lo tanto, responsabilidad
alguna en cuanto a su utilización ni realizan asesoramiento al respecto.
ISBN: 978-84-9111-039-2
Depósito Legal: B-25.096-2015
Printed in Spain
Capítulo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Ser una mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1. Mi cuerpo de mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
La pelvis femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
El útero: envoltorio de la Vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
El perineo: la región de paso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Las mamas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
¿Cómo autoexaminarse las mamas? . . . . . . . . . . . . . . . 23
Capítulo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Vivir bien mi fertilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Capítulo 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
Vivir en armonía con mi ciclo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Glosario de los modos de uso de las plantas citadas
en esta obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Glosario de propiedades medicinales citadas en esta
obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Recursos complementarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Los libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
La Tierra, las plantas medicinales, la medicina
femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
El cuerpo: anatomía, yoga, movimiento, danza,
energía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
Sexualidad femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Sabiduría y espiritualidad femenina . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Arqueología, etnología, historia, mitología comparada . . 223
Gestión natural de la fertilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
Alimentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
Maternidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Reflexiones sobre la mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Acerca de las autoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
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1. Mi cuerpo de mujer
La pelvis femenina
Se llama pelvis a esa zona del esqueleto que se parece a un caldero.
Es una estructura ósea, que ofrece un marco de inserción al con-
junto muscular pélvico, que arbitra y protege los órganos, las vísce-
ras del fondo del abdomen: vejiga, útero y recto.
Mi geografía corporal
La pelvis tiene una forma esculpida, compleja, muy hermosa. Está
formada por el sacro detrás, que es el extremo más bajo de nuestra
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En el centro de la pelvis
Es un órgano muy particular, musculoso y hueco. Envuelve al bebé
y asegura su desarrollo y protección. También posee una función de
evacuación (de la sangre menstrual, del bebé…) y una función de
almacenamiento de sangre y nutrientes. Los chinos lo llaman «la
curiosa entraña».
Su forma parece una pera pequeña o un higo grande. Se distin-
guen tres partes: arriba, la parte más voluminosa, el «cuerpo del
útero», que se prolonga por ambas trompas de Falopio y los ovarios.
El estrechamiento anatómico (la forma de pera) se llama «istmo».
Abajo, la parte más estrecha que se comunica con la vagina, es el
«cuello del útero».
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El órgano de la sensualidad
En tiempos antiguos, el útero era considerado ¡como una criatura
independiente! Todavía se encuentran rastros de dichas creencias en
leyendas y cuentos en los que el útero es como una especie de ani-
mal que manda sobre su propia vida. Esta visión viene, posiblemen-
te, del hecho que el útero vibra y se pone en movimiento en deter-
minadas circunstancias, como durante el orgasmo o durante ciertos
estados de consciencia relacionados con el ciclo menstrual (justo
antes de la regla).
El estado natural del útero es la sensualidad y, en momentos de
apertura, de ampliación de nuestras percepciones, puede llevar a
estados extáticos donde se fundan cuerpo y mente, erotismo y tras-
cendencia. Probablemente, de este estado enigmático nos hablen
ciertos personajes revestidos de santidad, como santa Teresa de Je-
sús, representada en pleno éxtasis por Le Bernin. Sin llegar a buscar
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Fuerza y elasticidad
Para poder sostener los órganos, el perineo posee una notable capa-
cidad contráctil. Y para permitir el paso hacia el interior o hacia el
exterior, está dotado de una enorme elasticidad.
También es el músculo antagonista del diafragma, el músculo de
la respiración (a veces a la matriz se le llama «diafragma pélvico»).
1. Le Qi Gong des 5 éléments, voyage vers la féminité, Hélène Cociovitch, ed. Guy
Trédaniel; Petit bassin et périnée, organes génitaux, tomo II, Pierre Kamina, ed.
Maloine; Le périnée féminin, Blandine Calais-Germain, ed. Désiris.
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Leche y amor
Por transformación de la sangre, las mamas elaboran leche en sus
glándulas, la llevan por los canales correspondientes hasta el pezón
y es expulsada mediante las succiones del bebé. Es lo que llamamos
«la subida de la leche». Algunas mujeres experimentan una explo-
sión impresionante de leche. Sus mamas se convierten en auténticas
fuentes de leche nutritiva.
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La observación visual
El examen de los pechos es comparativo: se observan, en primer
lugar, las mamas entre ellas (si son simétricas a simple vista y si pa-
recen iguales por dentro cuando se las palpa) y se comparan con el
estado de las mamas en los meses precedentes. Se trata de ver el
examen como una forma de amar nuestros propios pechos, de
cuidarlos y de conocerlos perfectamente.
Los pechos se miran desde todos los ángulos: por delante, por los
lados, de cerca, de lejos. Podemos llevar las manos hacia la nariz,
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La palpación
Es importante no usar productos como el jabón, geles o aceites an-
tes de la exploración, ni siquiera el agua de la ducha o del baño,
porque pueden obstaculizar la capacidad de las manos para discer-
nir las sutilezas de los tejidos mamarios. Hay que poner las manos
limpias y secas directamente sobre los pechos limpios y secos.
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4. Danièle Starenkij, op. cit.; La femme Shakti, Vicki Noble, Ediciones Véga.
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¡Hablemos de la regla!
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La copa menstrual
Se puede utilizar una copa menstrual para recoger la sangre. Hoy en
día hay muchas marcas, son de uso sencillo y podemos encontrarlas
en todas partes, desde farmacias hasta tiendas bío y, naturalmente,
en Internet.
La copa menstrual no se nota una vez que te la has puesto (a no
ser que esté mal colocada). No irrita, no reseca y no modifica la
flora vaginal. Contrariamente al tampón, que colocamos en la parte
más alta de la vagina, la copa se coloca, doblada, a la entrada de ésta.
Luego se abre sola. Se le da una vuelta completa para que se abra
completamente. ¡Y ya está! Ella sola sube y se coloca en el lugar
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