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Apéndice 7

“La Rápida”

LOS PASOS DE “LA RÁPIDA” SON


1. Preparación: el perdón y mantenerse libre de hacer ningún consentimiento con
amigos sobre cosas que no sean de Dios.
2. Parte 1 de la oración: identificación de patrones y el arrepentimiento
3. Parte 2 de la oración: Cancelación de acuerdos con satanás y echarlo fuera
4. Parte 3 de la oración: Llenura del Espíritu Santo
5. Mantenerse protegido: oraciones de protección

PREPARACIÓN:
1 PERDONAR Para comenzar asegúrese que no exista la falta de perdón hacia
nadie en su corazón. El Perdón es la condición esencial para poder obtener las
bendiciones y recibir las respuestas de nuestras oraciones.

2 ROMPER TODO ACUERDO O CONSENTIMIENTO CON AMIGOS EN COSAS QUE


NO SON DE DIOS
Debemos estar seguros de lo siguiente: que no estemos de acuerdo con ellos en
nada que no sea o venga de Dios. Porque si estamos de acuerdo, y aunque
nosotros mismos no lo estemos haciendo, nosotros recibimos los efectos de sus
acciones, porque nuestro corazón está cerca del de ellos por asociación. Con esto
otra vez satanás bloquea las gracias. Si descubres que estas asociaciones están
presentes, arrepiéntete de ellas ahora ante el Señor, y después libérate de ellas
con esta oración sencilla u otra similar:
“En el nombre de Jesús Cristo yo corto y libero a mi corazón y mi espíritu del
cualquier asociación que haya tenido con______(nombre), en_______(- mencione
el problema): Y yo pongo la Cruz de Jesús Cristo entre él/ella/ellos y yo, para
bloquear cualquier influencia negativa que haya albergado en mí, y de resaltar solo
lo bueno entre nosotros si existe. Y Yo decido no dejar que esta asociación
continúe más. Amén.”

DIRECTRICES PARA HACER LAS TRES PARTES DE “LA RÁPIDA”


Después de lidiar con estos dos bloqueos comunes pero muy importantes en
nuestras oraciones, ahora estamos listos para proceder hacia la oración principal
tanto para ti como para tu familia.
Ten en cuenta que no ofrecemos una oración específica para estos tres siguientes
pasos. La idea es que tengas una íntima relación con el Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Así necesitas entender los principios que están detrás o envueltos en esta oración
y pedir al Espíritu Santo, el autor de las palabras, que nos ayude con cada situación
particular. Considera la posibilidad de escribir lo que Él te inspira, antes de
comprometerte en la oración.
PRIMERO: IDENTIFICACIÓN DE PATRONES Y EL ARREPENTIMIENTO
El primer paso es arrepentirte ante el Señor por todos los pactos (también
conocidos como acuerdos o pecados) hechos por ti o por los miembros de tu
familia con satanás, tanto a sabiendas o sin saberlo, en busca de salud o riqueza, o
directamente deseando el mal hacia otros, desde el comienzo de todas las
generaciones de tu familia. Y en tu arrepentimiento no digas: “Señor perdónalos”,
si no: “Señor, perdónanos!”, porque “tú” eres “ellos” y “ellos” son “tú.” Todos
ustedes están unidos por lazos de sangre, y en el plan eterno de Dios. Si tú
puedes mencionar algunos de estos pactos, porque tú lo sabes o los has visto
suceder en tu familia, menciónalos específicamente. Pero también dile al Señor
que estás arrepentido aún por aquellos pactos de los cuales tú no tienes
conocimiento pero que Dios por supuesto sí sabe de ellos y que están obviamente
delante del Señor porque nunca nadie se ha arrepentido de ellos. Al final de este
ejercicio usa la oración del profeta Daniel “confesión generacional,” la cual está en
el Capítulo 9:1-19, mientras modificas sus referencias de Israel para hacerlas más
específicas a tu situación familiar, especificando esos pactos o contratos hechos
con satanás de los cuales tú hayas recordado después de este seminario, si tú has
estado envuelto en uno o no, que tú sepas de ti o de tu familia, sin tener que
haber hecho mucha investigación. (Ten en cuenta que el proceso de la oración
completa se requiere de un conocimiento más profundo de la situación
espiritual/historial de tu familia). El profeta Daniel hizo exactamente este tipo
de oración, él estaba personalmente consciente de no tener ningún pecado
personal grave, en efecto el creció desde niño en la presencia del Señor. Sin
embargo en su oración él le decía a Dios, “Nosotros hemos pecado”. Y por cierto,
observando que aunque Daniel no estaba consciente de ninguno de sus pecados
personales ante el Señor, él también fue exiliado como los otros quienes habían
pecado. Por lo tanto, él pagó el precio del pecado de los otros aunque él no los
haya cometido, porque él estaba unido a estas personas por naturaleza (familia,
nación) a quienes se había comprometido. El mismo principio se aplica a ti.
SEGUNDO: CANCELACIÓN DE ACUERDOS CON SATANÁS Y ECHARLO FUERA
Después de haber hecho una buena y sincera oración de arrepentimiento, ahora
has recuperado el poder para echar afuera a satanás de tu familia cautiva, satanás
se había apoderado de ese poder desde el tiempo que los pactos y acuerdos
fueron hechos con él, y los usaba para bloquear, poner en peligro, e incluso dañar
tu vida. Al arrepentirte de esos pactos o acuerdos ante Dios sólo estás
recuperando el poder que siempre te ha pertenecido, el poder que Cristo te dio,
para expulsar y mantener afuera a satanás de tu vida y la de tu familia (Mc16:17).
Y ahora vas a usar estas palabras parecidas para hacerlo: En el Nombre de
Jesús, yo y en el nombre de toda mi familia, renuncio a ti satanás. ! En el Nombre
de Jesús yo te ordeno que desates todas las ataduras que has tenido sobre mí y mi
familia, y te ordeno que te vayas a los pies de la Cruz de Jesús nuestro Señor, y a
los pies de la Santísima Virgen María la siempre Virgen, para que Él disponga de ti
como Él quiera! Cuando ores, imagínate a la Santísima Madre parada al pie de
la Cruz de Jesús, donde los dos lugares a los cuales envías a satanás se convierten
actualmente en el mismo lugar. Acuérdate también que en cualquier momento y
lugar que satanás es echado afuera, es por la intercesión de la Santísima Madre, la
única criatura capaz de salirse de las garras de satanás, como lo muestra
(Apocalipsis 12). También puedes usar el texto del Evangelio de Lucas 4, donde
Jesús, citando a Isaías 61, explica por primera vez en detalle para qué Él había
venido. Esto es lo que Él está haciendo ahora en este momento con esta oración
por tu familia, por permitirle a Él hacerlo de una manera única.
Antes de esto no habías tomado el poder dado por Dios en Cristo para echar con
eficacia a satanás de las garras de la vida de tu familia. Y por lo tanto el poder
completo de Jesús estaba cautivo, sin efecto para ti. Pero ahora no más.

TERCERO: LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO La expulsión, por así decirlo, va a


crear lugares vacíos en tu vida y la de tu línea familiar que deben ser llenadas con
el Espíritu Santo. A continuación, llamarás al Espíritu Santo para que venga y haga
precisamente eso de llenarte con Él, con una simple oración como “Ven Espíritu
Santo”, un par de veces, o como la oración “Ven Espíritu Santo, llena los corazones
de tus fieles...”, o las Letanías al Espíritu Santo, (buscarlo en el internet) o
cualquier otra oración o himno al Espíritu Santo que te guste a. Él responde a toda
invitación a venir, sobre todo ahora que Él no tiene ningún obstáculo que resista
en tu situación. Tú dices: “... pero yo siempre le llamé... “, sí lo hizo, y Él venía,
pero no a ciertas áreas de tu vida y la de tu familia porque en esas áreas había un
ocupante, (¡quien pagaba alquiler en forma de dolor – su moneda!) y tú ni siquiera
sabías que tenías a dicho ocupante
Esta oración termina llamando al Espíritu Santo. Y luego puedes agregar tu acción
de gracias a Dios.

ESTAR PROTEGIDOS
Estas tres partes de la oración son tan poderosas en contra de satanás que
realmente lo derrota, entonces él trata de vengarse en cualquier forma posible. A
esto se le llama retaliación. Y para prevenir esto, debes decir algunas oraciones de
protección, una oración antes y otra después. Entonces estarás sellado por el
poder de Dios y de sus ángeles que Él puso allí para ese propósito. ¡Algunas
personas nunca han pedido la protección de los ángeles en sus vidas! Sí, los
ángeles nos rodean por millones esperando que les pidamos su protección pero
nosotros vamos por la vida ignorándolos completamente. ¡Qué perdida! Y tú
piensas que ellos vendrán hacia ti por obligación cuando estés en peligro.

EMPEZAR CON:
ORACIÓN DE PROTECCIÓN
En el Nombre de Jesucristo, yo tomo autoridad y ato a todos los poderes y fuerzas
en el aire, en la tierra, en el agua, debajo de la tierra, en el infierno, en la
naturaleza y en el fuego. Dios Tú eres el Señor de todo el universo y yo te doy la
gloria y la alabanza por tu creación. En tu Nombre, Jesucristo, yo ato todas las
fuerzas demoníacas que han estado en contra de nosotros y nuestras familias y
sello a todos nosotros con la protección de tu Preciosísima Sangre que fue
derramada por nosotros en la Cruz. María, Madre nuestra, buscamos tu protección
e intercesión por el Sagrado Corazón de Jesús para nosotros y nuestras familias.
Cúbrenos con tu manto de amor para desanimar al enemigo. San Miguel Arcángel
y nuestros Ángeles guardianes, vengan a defendernos a nosotros y nuestras
familias en la batalla contra todos los malvados que vagan por la tierra. En el
Nombre de Jesucristo y por medio de Su Preciosa Sangre, yo ato y ordeno a todos
los poderes y las fuerzas del mal a salir ahora mismo de nosotros, nuestras casas y
nuestras tierras. Te damos gracias, Señor Jesús, porque Tú eres un Dios fiel y
compasivo. Amén. En el nombre de Jesucristo, y por el poder de su Cruz y de
su Sangre, nosotros atamos el poder de los malos espíritus y le ordenamos a no
bloquear nuestras oraciones. Rompemos cualquier maldición, conjuro o hechizo
enviados contra nosotros y los declaramos nulos e invalidados. Rompemos las
asignaciones de cualquier espíritu enviado contra nosotros y los enviamos a Jesús
para que disponga de ellos como Él quiera. Señor, te pedimos que bendigas a
nuestros enemigos mediante el envío de tu Espíritu Santo para llevarlos al
arrepentimiento y a la conversión. Aún más, nosotros, atamos toda interacción y
comunicación con los espíritus del mundo infernal según nos afecta a nosotros y a
nuestra oración. Te pedimos por la protección de la Sangre derramada por
Jesucristo sobre nosotros y nuestras familias. Gracias, Señor, por Tú protección y
por enviar a Tus ángeles, en especial a San Miguel, el Arcángel, para que nos
ayuden en la batalla. Te pedimos que nos guíes en nuestras oraciones; compartas
con nosotros el poder de tu Espíritu y la compasión. Amén. Dios te salve María.
FINALIZAR CON: ORACIÓN DE PROTECCIÓN
Señor Jesús, gracias por tu maravilloso ministerio de sanación y liberación. Gracias
por las sanaciones que has hecho y las que harás hoy como resultado de mi
oración. Entendemos que la enfermedad y la maldad que encontramos son
mayores de lo que nuestra humanidad puede soportar. Por eso límpianos de toda
tristeza, negatividad o desespero que pudimos haber adquirido durante nuestra
oración. Y si yo he sido tentado al enojo, impaciencia o lujuria, límpiame de esas
tentaciones y reemplázalas con amor, gozo y paz. Si cualquiera de esos espíritus se
le ha adherido u oprimido de alguna manera, en el Nombre de Jesús yo le ordeno a
los espíritus de tierra, aire, fuego o agua, infierno y naturaleza a salir – ahora – e ir
directamente a Jesucristo para que Él trate con ellos como a Él le parezca. Ven
Espíritu Santo, renuévanos, llénanos nuevamente con tu poder, tu vida y tu
alegría. Fortalécenos donde nos sentimos débiles y vístenos con tu luz. Llénanos
con tu vida. María, Virgen Santísima, Madre de Jesús y Madre nuestra, y San
Miguel Arcángel, te damos gracias por su intercesión por cada uno de nosotros. Y
por favor Señor Jesús, envía a tus santos ángeles para administrarnos a nosotros y
a nuestras familias – guárdanos y protégenos de todas las enfermedades, daños y
accidentes. Danos siempre un viaje seguro. Te alabamos ahora y para siempre,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, y te pedimos todo esto en el Santo Nombre de Jesús
para que Él sea glorificado. Amén.

Gloria al Padre ...


ORACIÓN PARA PROTEGERTE A TI A TÚ FAMILIA, Y TU CASA CONTRA LA
ACTIVIDAD DE SATANÁS

La oración bien poderosa para la intervención de San Miguel Arcángel contra


satanás. (Compuesta por el Papa Leo XIII, 1890) El símbolo “ +” representa la
señal de la Cruz. En ese momento el sacerdote bendice aún cuando él lo esté
diciendo solo, o si un feligrés está diciendo esta oración él/ella hace la señal de la
Cruz. Los fieles laicos omiten las partes en paréntesis con los asteriscos

S /L significa “Sacerdote /Líder”.


ORACIÓN POR LA INTERVENCIÓN DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
+ En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espírito Santo. Amén
San Miguel Arcángel, ilustre líder del ejército celestial, defiéndenos en la batalla
que sostenemos en contra de principados y poderes, en contra del mundo de
obscuridad y espíritus maliciosos en lugares altos. Ven en auxilio del género
humano, el cual Dios ha hecho a su imagen y semejanza, y que rescató a gran
precio de la tiranía de satanás. La Iglesia te venera como su guardián y patrono. A
ti el Señor te confió la tarea de llevar las almas redimidas a la gloria bendita.
Suplica al Dios de la paz que derribe definitivamente al enemigo espiritual,
quitándole todo poder para retener cautivos al género humano y hacer daño a la
Iglesia. Eleva nuestras oraciones al trono de Dios, que la misericordia del Señor
pueda venir prontamente y tome control de la bestia, la serpiente de ayer, satanás
y sus demonios, atándolos en cadenas al abismo, de manera que nunca más pueda
seducir a las naciones.
S/L: En el Nombre de Jesucristo Dios y Señor nuestro, mediante la intercesión de
la Inmaculada Virgen María Madre de Dios, de San Miguel Arcángel y toda la
milicia celestial, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos y
Santas (***y apoyados en la autoridad sagrada de la Iglesia), procedemos con
ánimo seguro rechazar los asaltos que la astucia del enemigo mueve en contra de
nosotros.

SALMO 67(8) S/L: Que Dios Todopoderoso se levante y sean disipados sus
contrarios y huyan de su presencia los que le aborrecen

Todos: Desaparezcan como el humo, como se derrite la cera al calor del fuego así
se desintegren los pecadores ante la vista de Dios.
S/L: Y he aquí la cruz del Señor (+), huyan poderes contrarios.

Todos: Venció el león de la tribu de Judá, el hijo de David.


S/L: Descienda a nosotros Señor Nuestro Jesucristo, tu misericordia
Todos: Puesto que pusimos nuestra esperanza en ti. Expulsamos a todo
espíritu maligno, poder satánico, ataque del infernal adversario, legión,
concentración y secta diabólica, en el Nombre y virtud de Nuestro Señor Jesús +
Cristo, para que salgas y huyas de la Iglesia de Dios, de las almas creadas a imagen
de Dios y redimidas por la Preciosa Sangre del Divino Cordero +. En adelante no
trates, perfidísima serpiente, engañar al género humano, perseguir a la Iglesia de
Dios, zarandear a los elegidos y desgranarlos como el trigo +. Te lo manda Dios
Altísimo, a quien en tu insolente soberbia aún pretendes asemejarte, “El cual
quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.
Te lo manda Dios Padre + te lo manda Dios Hijo +; te lo manda Dios Espíritu Santo
+. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo Eterno de Dios hecho hombre,
quien para salvar a la estirpe perdida por tu envidia, “se humilló así mismo, hecho
obediente hasta la muerte”; el cual edificó su Iglesia sobre roca firme, y reveló que
los poderes del infierno nunca prevalecerían contra Ella, Él mismo había de
permanecer con Ella todos los días hasta el fin de los tiempos. Te lo manda el
santo signo de la Cruz y la virtud de todos los Misterios de la fe Cristiana +. Te lo
manda la excelsa Madre de Dios, la Virgen María, quien con su humildad desde el
primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza +Te lo
manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los demás Apóstoles +. Te
lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de todos los Santos y
Santas +. Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por
Dios + Vivo, por Dios + Verdadero, por Dios + Santo, que de tal modo amó al
mundo que entregó a su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no
perezca, si no que viva la vida eterna; cesa de engañar a las criaturas humanas y
deja de suministrarles el veneno de la eterna perdición; deja de dañar a la Iglesia y
de poner trabas a su libertad. Huye satanás, inventor y maestro de toda falacia,
enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has
hallado semejante a tus obras. Retrocede ante la Iglesia Una, Santa, Católica y
Apostólica, la que el mismo Cristo adquirió con Su Sangre. Humíllate bajo la
Poderosa Mano de Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el Santo y
terrible Nombre de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están
sometidas las Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los
Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios de los Ejércitos. S/L: Señor, escucha mi oración. Todos: Y llegue a
Ti mi clamor. (***S: El Señor esté con ustedes Todos: Y con tu espíritu.)
Oremos. Dios del Cielo y de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los
Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios
de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tienes el
poder de dar la vida después de la muerte, el descanso después del trabajo,
porque no hay otro Dios fuera de Ti, ni puede haber otros si no Tú mismo, Creador
de todo lo visible y lo invisible, cuyo Reino no tendrá fin: humildemente te
suplicamos que tu Gloriosa Majestad se digne librarnos eficazmente y guardarnos
sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus infernales. Por Cristo
Nuestro Señor.
Todos: Amén.
S/L: De las asechanzas del demonio.
Todos: Líbranos, Señor.
S/L: Has que tu Iglesia te sirva con segura libertad.
Todos: Te rogamos, óyenos.
S/L: Dígnate humillar a los enemigos de tu Santa Iglesia.
Todos: Te rogamos, óyenos. (Se rocía con agua bendita el lugar).

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la


perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te lo pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el Divino Poder a satanás
y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la
perdición de las almas. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús...Ten misericordia de nosotros (repetir tres veces).

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