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“SEMINARIO BIBLICO

“EMMANUEL”

MATERIA:

ESCATOLOGIA

ESTUDIANTE:

IRLENIA IVONNE BEDOR FRANCO

CURSO:

2DO AÑO MATUTINO

MAESTRO

NILO VIVAR BARBERAN

FECHA:

11/11/2022

GUAYAS- ECUADOR
El tribunal de cristo

El juicio que nos presenta el para los cristianos no es un juicio de condenacion sino de
recompensas. 2 corintios 5: 10 NVI: “10 Porque es necesario que todos comparezcamos
ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno
o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.”
Es necesario que todos nos presentemos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno
reciba su recompensa. Este juicio, no será un juicio de condenación, porque ese juicio lo
pagó Cristo en la Cruz. (no hay condenacion para los que están unidos a Cristo Jesús).

Es importante no confundir este Tribunal con el Juicio del Gran Trono Blanco. En ambos
juicios Cristo será el juez, solo que en el primero serán los creyentes que serán evaluados
sin posibilidad de perder la vida eterna, mientras que en el segundo los impíos serán
juzgados según sus obras y lanzados al lago de fuego por toda la eternidad.

El juicio de 2 de corintios 5:10 que menciona Pablo consiste en recibir las recompensas
dependiendo de lo que hayamos hecho en la tierra por el avance del reino de los cielos.
El mismo Pablo menciona las 5 coronas que el cristiano recibirá una vez que sea su juicio.

1. Corona de Justicia:
2 Timoteo 4: 8: "" Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me
dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que
aman su venida."

2. Corona de la vida.
Apocalipsis 2: 10: " "No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará
a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por
diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida."

3. Corona Incorruptible.
1 Pedro 5: 4: ""Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la
corona incorruptible de gloria."
4. Corona de Gozo.
1 tesalonicenses 2: 19: " "Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que
me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?"

5. Corona de gloria.
1 Corintios 9: 25: "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para
recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible de gloria."

Habla también de nuestra posición en el reino según la fidelidad manifestada:


“Tendrás autoridad sobre diez ciudades...tendrás autoridad sobre cinco ciudades”
(Lucas 19:17-19). A las 7 iglesias de Asia Menor les prometa galardones si llegan a
vencer: A la iglesia de Éfeso le dice: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la
vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. A Esmirna: “El que venciere, no
sufrirá daño de la segunda muerte”. A Pérgamo: “Al que venciere, daré a comer del
maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre
nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. A Tiatira: “Al que venciere
y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”. A Sardis:
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. A
Filadelfia: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca
más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad
de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre
nuevo”. A Laodicea: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Y también: “Si
sufrimos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:12). ¡Lo que ha sido hecho para
el Señor Jesús nunca perderá su gran valor delante de sus ojos! Por tanto, debemos
esforzarnos sabiendo que hasta el más mínimo detalle será honrado por Dios aquel
día: “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente,
por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”, (Mateo
10:42, RV60). Que el hecho de compadecer ante el Tribunal de Cristo hable ahora a
nuestros corazones y conciencias, para que nosotros tratemos de hacer como el apóstol
Pablo, que lleno del gozo del amor de Cristo, trataba de vivir su vida en vista de aquel
día.

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