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Aprendiendo temprano

Se habla y se piensa sobre el cerebro como


si este fuese un órgano que trabaja,
piensa y decide solo, pero lo cierto es que
el encendido de los códigos que lo hacen
funcionar se encuentra fuera del Mismo
cerebro, en los estímulos que provienen
del medio ambiente
¿Cómo aprende el cerebro?

Respuesta: Aprender es un proceso que ya viene


programado genéticamente en el cerebro de todos los
organismos. Es la base de la supervivencia del individuo
y de la especie, como lo puede ser comer, beber o la
propia sexualidad. Aprender y memorizar en su esencia
significa hacer asociaciones de eventos que producen
cambios en las neuronas y sus contactos con otras
neuronas en redes que se extienden a lo largo de muchas
áreas del cerebro. Y, en su esencia, todos los cerebros
usan los mismos mecanismos neurales de aprendizaje.
Y en el caso concreto de un niño, ¿cómo aprende?

Un niño comienza a aprender desde el


mismo momento del nacimiento, si no
antes. Aprende en los primeros años a
través de esos mecanismos básicos que
son la imitación, la atención
compartida y la empatía
Desde la perspectiva computacional se ha podido
comprobar que los niños desde muy temprano poseen
habilidades poderosas que les permiten
automáticamente captar y procesar información del
medio que les rodea sin
entrenamiento alguno previo
de sus padres.
Por ejemplo, niños con muy
pocos meses de edad son
competentes para entender lo
que es grande y lo que es
pequeño.
Los niños, cuando se les habla, son capaces de distinguir elementos,
unidades fonéticas del lenguaje materno mucho antes de los 3
años De hecho, los niños ya tienen la capacidad
de comenzar a distinguir las palabras sueltas
alrededor de los 6 meses y responder a la lengua
materna de una manera específica entre los
nueve y los 12 meses de edad.
La psicología del desarrollo ha identificado factores sociales que
son esenciales en ese aprendizaje durante los primeros tiempos tras
el nacimiento
Hoy se habla de tres de esas habilidades sociales básicas que se
aprenden pronto.
• La primera es la imitación
• la segunda, la atención compartida
• la tercera es la comprensión empática

la

imitación Los niños imitan un


amplio rango de conducta de los padres, incluyendo
lo que hacen y cómo lo hacen, sus manierismos, cómo hablan y cómo gesticulan al
hacerlo.
Por el contrario, la imitación no solo acelera el proceso, pues únicamente requiere
hacer «casi» una copia del mismo, sino que los niños
aprenden por observación directa de hechos que realizan las
personas de su entorno, es decir, en un contexto de
seguridad como son sus padres
Atención compartida quiere decir dos personas mirando un
mismo objeto o evento y este fenómeno se ha encontrado que
es una base importante para la comunicación y el
aprendizaje de todo aquello que sucede en el entorno del niño
la comprensión empática. La capacidad de sentir emociones y sentimientos es
esencial en el proceso de maduración del cerebro humano y este tema es hoy
central en los estudios más avanzados de computación y enseñanza acerca de
cómo piensan los humanos

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