Anibal Rojas Rengifo (20175774)

La fuerza de los caminos sonoros:

caminata y música en Qoyllurit’i
(Zoila Mendoza)

Mendoza relata las vivencias propias que experimentó, junto a los pobladores de
Pomacanchi, en la caminata hacia el santuario del Señor de Qoyllurit’i. En el texto nos hace
saber la importante relación que existe entre la música y la caminata, es decir lo relevante
que es para esta población la unidad de los visual y lo auditivo. Así como también, el
sentido de la sinestesia, es decir la sensación de movimiento, y como la cohesión de lo
visual, lo sonoro y el movimiento hacen de esta peregrinación una fiesta religiosa
inolvidable.
Considero que las celebraciones religiosas (católicas) en nuestro país reúnen y mueven
gran cantidad de fieles, pero concuerdo con Mendoza en que particularmente la población
andina mantiene y promueve sus costumbres y tradiciones a lo largo del tiempo. La
peregrinación accidentada, por lo complicado que muchas veces es el camino, no es
impedimento para que años tras año ellos cumplan con este acto de fe. Por el contrario,
estos obstáculos que pueden haber en el largo camino son tomados como pruebas que
tienen que resistir y superar hasta lograr el cometido que es llegar al referido santuario.
Ante ello, la relación que explica Mendoza entre la música y la caminata es muy interesante,
pues la música para quienes estamos ajenos a esta celebración podríamos considerarla
como un elemento solo acompañante en estas peregrinaciones, pero según lo recapitulado
por la autora y teniendo como fuentes a los mismos pobladores, la música es un factor
relevante de apoyo, pues esta les transmite alegría, vitalidad y un sinfín de sentimientos
positivos; así como también, esta toma un carácter espiritual y sagrado con todos los
acontecimientos que se dan a lo largo de la caminata.
Otro punto interesante, es cuando el municipio busca facilitarles el camino a los fieles
brindándoles camiones como medios de transporte, aligerándoles la caminata, pero esta
experiencia no llega a ser satisfactoria, pues justamente le quita el verdadero valor y
significado a la peregrinación, al acto de sacrificio, de fe y sobre todo de conexión con lo
espiritual que es la caminata a pie. Este hecho los alejaba del ambiente de fiesta que se
respira en esta peregrinación, es decir reprimirlos del movimiento, del factor sinestésica.
Así mismo, coincido en que lo visual y lo sonoro van de la mano y juegan un papel muy
importante, en esta peregrinación se va avizorando una serie de factores y circunstancias
que de no ser acompañados de distintas melodías por la banda de músicos no podrían
tomar el valor y significancia que se les atribuye. La música también es necesaria para el
culto al Señor de Qoyllurit’i principalmente, en donde es acompañada de danzantes a su
vez.
En conclusión, creo que la relación visual, auditiva y sinestésica es un eje principal en esta
celebración religiosa, pues por el lado de lo visual está representado por todo aquello que
se puede ir avizorando en el camino como la naturaleza, las representaciones
características religiosas como cruces, símbolos y figuras; mientras que por el lado de lo
auditivo, es principalmente la música, ese motor que acompaña e impulsa todos los actos
de fé; y por último la sinestésica, es decir el movimiento, el sacrificio de hacer una larga
caminata accidentada a pie. Esto engloba el verdadero significado de la peregrinación en
los pueblos andinos.