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¿Qué es Guantánamo?

El centro de detención de Guantánamo es una prisión militar de alta seguridad situada en


la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, localizada en la isla de Cuba.
Es una propiedad estadounidense. Desde 2002, las autoridades estadounidenses la han
usado como centro de detención para detenidos acusados de terrorismo, la mayoría de ellos
detenidos en Afganistán durante la invasión de este país, que siguió a los Atentados del 11
de septiembre de 2001
Guantánamo es solo una parte del sistema de campos de detención que mantiene Estados
Unidos en el exterior, y que incluye otros campos en Irak y Afganistán. Estados Unidos
encarceló a un total de 780 hombres musulmanes en Guantánamo, de los cuales 40 siguen
indefinidamente detenidos sin cargo y sin juicio. El resto fueron liberados, mientras que 9
murieron en la prisión (7 por suicidio, uno por cáncer, y uno por paro cardiaco). Muchos de
ellos fueron transferidos a Guantánamo desde otros Centros clandestinos de detención de la
CIA.
¿Cuándo se instaló Guantánamo?
La base fue instalada en la isla de Cuba durante la ocupación militar de Estados Unidos que
siguió a la guerra hispano-estadounidense de 1898. Tras independizarse Cuba de Estados
Unidos en 1902, la base siguió bajo propiedad estadounidense protegida por la Enmienda
Platt. El 1 de julio de 1904 entró en vigor el acuerdo por el que Cuba arrienda a perpetuidad
la base a Estados Unidos. Cuba rechaza actualmente el acuerdo, alegando que fue firmado
bajo amenaza de una nueva invasión estadounidense.
Guantánamo como Cárcel
La prisión militar fue establecida por el presidente George W. Bush en 2002 tras los
atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas del US World Trade
Centers. Dos días después del ataque, el Congreso de Estados Unidos aprobó una
resolución por la que se otorgaba al presidente George W. Bush una autorización sin
precedentes para emplear la fuerza contra "naciones, organizaciones e individuos" que,
según su criterio, estuviesen relacionados en cualquier modo con los atentados o con actos
futuros de terrorismo internacional.
El 17 de septiembre, el presidente Bush firmó un memorando en el que autorizaba a
la CIA a instalar centros de detención fuera del territorio de Estados Unidos. Este
documento tiene carácter secreto.
En noviembre de 2001, George W. Bush firmó una orden ejecutiva en materia militar sobre
"Detención, tratamiento y enjuiciamiento de ciertos extranjeros en la guerra contra el
terrorismo", por la que autorizó al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses
bajo custodia indefinida sin cargos. Los 20 primeros prisioneros llegaron el 11 de
enero de 2002.
Inicialmente, la Secretaría de Defensa estadounidense mantuvo secreta la identidad de las
personas detenidas en Guantánamo. La agencia de periodismo Associated Press usó las
Leyes de Transparencia para pedir que los nombres fueran revelados. Como respuesta, el
ejército estadounidense admitió que había detenido a 779 prisioneros en Guantánamo. Poco
después, miembros del gabinete de Bush sugirieron que el campo militar de Guantánamo
podía considerarse fuera de la jurisdicción legal de Estados Unidos. Por esta razón, la
administración de Bush aseveró que los prisioneros no tenían derecho a ninguna de las
protecciones de los Convenios de Ginebra.
Los abusos a los prisioneros de Guantánamo
Desde 2004, un número de decisiones de la Corte Suprema de los Estados Unidos han
determinado lo contrario, encontrando que las cortes estadounidenses sí tienen jurisdicción
sobre la prisión. En Hamdan v. Rumsfeld, decidido en 2006, la Corte adjudicó que los
prisioneros tenían derecho a las protecciones mínimas listadas en el Artículo 3 de los
Convenios de Ginebra. Ese mismo año, el Departamento de Defensa de Estados
Unidos emitió un memo interno diciendo que en el futuro, los prisioneros tendrían derecho
a la protección del Artículo 3.
A lo largo de los años, los prisioneros han reportado el uso de tortura y abuso en la prisión,
lo cual la administración de Bush negó. En un reporte de Amnistía Internacional del 2005,
la prisión fue llamada el Gulag de nuestros tiempos. En 2006, la Organización de las
Naciones Unidas demandó sin éxito el cierre de la prisión en Guantánamo. El 13 de enero
de 2009, Susan J. Crawford, encargada de revisar las prácticas del Departamento de
Defensa, fue la primera oficial de la administración de Bush que admitiera la tortura que
ocurrió en Guantánamo, diciendo, "Hemos torturado a Qahtani."
El propio expresidente, George W. Bush, expresó en diversas ocasiones durante 2008 "su
deseo de cerrar Guantánamo", al tiempo que han aducido razones "legales y prácticas" para
no poder hacerlo todavía, incluyendo los procesos que aún no habían concluido o que
seguían pendientes, o la negativa de muchos países a aceptar de vuelta a los detenidos.
Durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008, los dos principales
candidatos, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se comprometieron
a cerrar el campo de concentración si llegaban al poder.
En la jura como Presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2009, Obama anunció la
orden del cese temporal del Campo de Concentración, lo que hizo efectivo al día siguiente
mediante una instrucción a los fiscales para que durante 120 días se paralizase la actividad
de los tribunales de guerra mientras la nueva administración estadounidense revisaba el
proceso. El 22 de enero, decretó el cierre del campo en el plazo de un año, junto a dos
órdenes ejecutivas que ordenaban la revisión de los juicios de los acusados de delitos
terroristas y la expresa prohibición de métodos de interrogatorio equiparables a la tortura.
No obstante, en dos ocasiones, en 2009 y 2010, el Congreso de los Estados Unidos prohibió
el uso de fondos públicos para el traslado de los presos de Guantánamo a cualquier otro
territorio del país, en especial después de las elecciones parciales en las que los
republicanos se situaron con mayoría en el Congreso, lo que hizo inviable el cierre del
centro.910 También se trató de juzgar en el territorio estadounidense a algún detenido, como
el caso de Ahmed Ghailani, pero fue absuelto de 284 de los 285 cargos con que la fiscalía
lo había acusado, siendo exonerado del principal delito de terrorismo. Este caso, primero y
único de juicio civil a un preso de Guantánamo, paralizó cualquier otro intento.11 Tras el
veto del Congreso al traslado de presos por segunda vez, el fiscal general de Estados
Unidos, Eric Holder, partidario de un juicio civil a los cinco principales detenidos de
Guantánamo, entre ellos Jálid Sheij Mohammed (o Khálid Sheikh Mohammed), acusado de
ser uno de los cerebros de los atentados del 11 de septiembre de 2001, hubo de renunciar a
dicho juicio y fijó los cargos para que fuera juzgado por una comisión militar en
Guantánamo.129
Durante la administración de Bush, 500 prisioneros fueron transferidos o liberados. Durante
los años de Obama, 197 detenidos fueron transferidos, repatriados, o trasladados a un tercer
país. Durante la presidencia de Trump, solo un prisionero fue transferido a su país natal
para terminar ahí el ciclo de su sentencia. Diferentes países le han dado asilo a los
detenidos después de su liberación, incluyendo Uruguay.
Según organizaciones de derechos humanos, más del 85% de los prisioneros liberados por
la administración de Obama no habían sido sospechosos de participar en actividades
terroristas. La administración de Biden anunció en 2021 el deseo de renovar planes para
cerrar la prisión.
Quienes son los prisioneros de Guantánamo
Hasta 2008 habían sido encarcelados alrededor de 800 prisioneros de 42 países, la gran
mayoría afganos y pakistaníes. Todos los detenidos han sido hombres musulmanes, un
hecho que ha llevado a organizaciones de derechos humanos a sugerir que el gobierno
estadounidense fue motivado por Islamofobia.19 El número de prisioneros fue descendiendo
paulatinamente desde 2003, al ser devueltos cerca de medio millar a sus países de origen, la
mayoría a Afganistán y Pakistán, pero también a muchos países europeos
(España, Francia, Reino Unido, Rusia, Suecia, Turquía y Bélgica) y a otros como Arabia
Saudita, Australia, Baréin, Bangladés, Egipto, Irak, Irán, Jordania, Kuwait, Libia, Maldivas, 
Marruecos, Mauritania, Sudán, Tayikistán, Uganda y Yemen. En septiembre de 2008
quedaban alrededor de 250.3 En enero del 2021, hay 40 prisioneros en Guantánamo, la
mayoría de los cuales han pasado casi dos décadas en la cárcel.
Según Amnistía Internacional, hasta 17 de los detenidos en la prisión eran menores de edad
cuando fueron puestos bajo custodia. Años después, Estados Unidos admitió que habían
retenido a 12 menores, uno de los cuales se suicidó. Un estudio de esta misma
organización, efectuado a cerca de 500 detenidos, indica que solo el 5 % de los prisioneros
habían sido capturados originalmente por fuerzas estadounidenses. El 86 % habían sido
arrestados por fuerzas pakistaníes o de combatientes en Afganistán, y frecuentemente
entregados a Estados Unidos a cambio de recompensas.
De 2003 a 2011 habían muerto siete prisioneros en Guantánamo, de los que tres de ellos se
suicidaron en junio de 2006 ahorcándose con las sábanas de sus camas, otros dos se
suicidaron en 2007 y 2009, uno murió de cáncer y el último falleció de un paro cardiaco en
febrero de 2011. Pese a estar bajo custodia, no se les practicó ninguna autopsia
Organización por parte judicial.
Los juicios a los presos de Guantánamo son llevados a término por tribunales militares
creados en la propia base al amparo del acta de poderes especiales de 2006. Están formados
por entre cinco y doce oficiales de las fuerzas armadas estadounidenses. Un juez militar
calificado preside la sesión. Para lograr una condena, al menos dos tercios de los miembros
tienen que estar a favor, pero si se trata de una sentencia de muerte -que puede solicitarse si
llega a probarse que alguien murió por culpa del acusado-, la decisión tiene que ser
unánime y ratificada en última instancia por el presidente de los Estados Unidos.
Los juicios ante estos tribunales militares comenzaron en junio de 2008 con el proceso
a Jalid Sheik Mohammed, acusado de ser el cerebro de los ataques del 11 de septiembre de
2001, quien, junto a otros cuatro acusados, se enfrenta a cargos que incluyen 2.973
acusaciones por asesinato -uno por cada persona que murió en los atentados-.
El relator especial de la ONU sobre Ejecuciones Arbitrarias, Sumarias y
Extrajudiciales, Philip Alston, exigió a Estados Unidos que suspendiera los juicios
militares en Guantánamo, señalando que los procesos "no cumplen en absoluto las normas
internacionales".
Muchos de los presos tienen una situación legal incierta, porque no existe evidencia
suficiente para acusarlos, pero son considerados demasiado peligrosos por Estados Unidos
para quedar en libertad

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