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AMLO

La elección demostró que tenemos un INE que ha garantizado transparencia en los resultados
y este carácter democrático se consolidó en el 2021. Nadie puede poner en duda que ir
construyendo la democracia en México ha sido un trabajo de los ciudadanos, incluso muy a
pesar de los partidos políticos.
En estos años a pesar de que nos ha pegado una pandemia no solo en México si no a nivel
mundial, el gobierno del presidente López Obrador ha podido mantener estabilidad
macroeconómica, finanzas públicas relativamente estables y tenemos niveles razonables de
deuda pública con el 47.7% del PIB en su medida más amplia al mes de mayo del 2021. (Saldo
Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público)
Además, se ha respetado la autonomía del Banco de México, tenemos tasas de interés altas
en comparación del mundo, pero ha ayudado a generar estabilidad financiera. Si bien la
inflación ha aumentado todavía no representa un riesgo grave y durante este tiempo no han
existido quiebras de empresas trasnacionales ni de instituciones financieras que pongan en
riesgo la estabilidad del país.
Si algo ha hecho bien fue la reforma al sistema privado de pensiones en donde se garantiza a
los adultos mayores una pensión mínima a quienes no puedan acceder a una pensión que les
permita mantener un mínimo para sobrellevar sus gastos en esta etapa de la vida. Además, y
lo más importante de esta reforma es el aumento gradual que tendrá la cuota de aportación
obligatoria al pasar del 6.5% del sueldo al 15% y además financiado este aumento por las
empresas con el único objetivo de que los trabajadores puedan tener un retiro digno.
A tres años de que el presidente López Obrador ganó las elecciones, sin duda alguna hay
varias críticas a su gestión y una de las principales es su retórica de confrontación contra la
iniciativa privada y posteriormente con la clase media.
¿No se dará cuenta que un voto importante que tuvo en el 2018 fue de la clase media y hasta
de empresarios que se cansaron de la corrupción que sufrieron durante el gobierno de Peña
Nieto?
Este discurso de polarización ha provocado que exista incertidumbre en México para poder
invertir. Otra de las críticas que existe es que la inversión privada y pública ha sido insuficiente
para prender los motores de la economía. Recordemos que antes de la pandemia, durante el
2019, México no tuvo crecimiento económico.
El gobierno del presidente López Obrador nos queda a deber en combatir la inseguridad que
va cada día al alza y en tener un Estado de Derecho. ¿En qué ha quedado el combate a la
corrupción? En nada, no se ven los resultados y ha quedado en retórica.
Atacar a la prensa tampoco es algo positivo en un país que aspira a mantener su democracia,
no se debe atacar la libertad para poder expresar las ideas.
Sin duda alguna Pemex y CFE se han convertido en un dolor de cabeza. Es cierto, los
problemas de Pemex no comenzaron en este sexenio, pero se ha hecho poco para rescatarla
y que no ponga en riesgo la estabilidad del país. Lo mismo ocurre con CFE, regresar a las
políticas de los años 70s lo único que ha logrado es espantar a las inversiones que iban a
llegar al sector energético.
¿Y la educación? Al parecer a este gobierno se le ha olvidado este tema porque no se ve una
mejora en la calidad educativa ni mucho menos en fomentar una economía del conocimiento
teniendo como eje a la investigación.
En pocas palabras, el gobierno del presidente López Obrador ha quedado a deber en temas
fundamentales para tener un mejor país y sobre todo menor pobreza porque con la pandemia
tenemos más pobres.

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