Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La oración de los rovers tiene su origen en una oración de Santo Tomás de Aquino al
Santísimo Sacramento, la cual fue escrita en Italia o Reino de Nápoles hace más de 750
años.
"Dadme, ¡oh Señor Dios mío¡, un corazón vigilante que por ningún pensamiento curioso se
aparte de Vos; dadme un corazón noble que por ninguna intención siniestra se desvíe;
dadme un corazón firme que por ninguna tribulación se quebrante; dadme un corazón libre
que por ninguna pasión violenta le domine"