Desde el área de Cultura y sociedad encontramos una relación notoria con las

tensiones y controversias frente a la despenalización del aborto en Colombia hasta la

semana 24. En este caso, la línea de investigación cultura y poder es por la cual se
encamina esta coyuntura, esta área tiene como propósito el reconocimiento de la relación
entre las manifestaciones culturales y el poder hegemónico. Teniendo esto en cuenta, a la
hora de investigar nuestra coyuntura nos encontramos con procesos históricos que
confirman la relación de las muestras culturales con el poder público, de esto, el cambio de
perspectiva frente a la mediatización de la lucha por la despenalización del aborto.
Debemos entender la protesta social cómo una demostración cultural con el fin de llamar la
atención de distintos círculos de poder o por lo menos así lo entiende Niklas Luhmann. El
24 de septiembre del 2020 se dio a cabo el primer festival causa justa por la libertad y la
autonomía reproductiva de las mujeres, a pesar de verse opacado por la pandemia
prominente del momento, llamo la atención de los círculos de poder que se encargan de la
mercantilización de dichas dinámicas sociales.

Hay que reconocer que la lucha social por la despenalización generó reacciones
como la aversión o simpatía es por si mismo el cumplimiento del propósito de la protesta,
pero a su vez, se llamó la intención de los círculos de poder, a tal punto que la corte
constitucional precio decidió tomar acción a fin de esclarecer la situación legal del aborto y
a su vez despenalizarlo hasta la semana 24.