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Si tienes un nuevo SSD, así le

puedes sacar el mejor


rendimiento
Rodrigo Alonso
Actualizado el 26 de octubre, 2020 • 16:36

No cabe duda de que instalar un nuevo SSD en el PC es una de las mejores


actualizaciones de hardware que se pueden hacer en términos de rendimiento,
especialmente si antes tenías un disco duro tradicional. En este artículo vamos a
contarte cómo configurar tu nuevo SSD ya no solo para que tengas el mejor
rendimiento desde el primer día, sino también para maximizar su vida útil y
que te dure muchos años.
Windows 10 tiene una buena cantidad de características que ayudan a que los SSDs operen a pleno
rendimiento, pero no siempre vienen habilitadas por defecto. Adicionalmente, hay algunas «reglas
obligatorias» que debíamos tener en cuenta hace tiempo con los primeros SSDs, pero que ahora
son innecesarias y, en algunos casos, incluso contraproducentes.

A continuación vamos a enseñarte cómo deberías configurar un nuevo SSD en Windows 10 -ya sea
como dispositivo de almacenamiento del sistema o como almacenamiento secundario- para poder
obtener el mejor rendimiento desde el primer día y que, además, puedas maximizar su vida útil para
que el dispositivo de estado sólido te dure en buen estado el mayor tiempo posible.

Cómo configurar el SSD para tener el mejor


rendimiento
A continuación vamos a repasar todo lo que puedes hacer para estar seguro de que le estás
sacando el máximo partido a tu SSD, tanto en términos de rendimiento como de durabilidad.

Antes de anda, actualiza el firmware

Siempre es una buena idea que incluso antes de instalar el sistema operativo en un nuevo SSD lo
conectes en otro PC y le actualices el firmware (si no tienes esa posibilidad no pasa nada por
hacerlo con el sistema operativo ya instalado, pero lo ideal es hacerlo antes de nada).
Cada fabricante de SSD tiene su propio método de actualización, así que te recomendamos acceder
a la web del fabricante para descargar la última versión de su firmware y actualizarlo.

Habilita AHCI en la BIOS

AHCI (Advanced Host Controller Interface) es una característica primordial para garantizar que
Windows admitirá todas las características avanzadas de tu nuevo SSD, así que configurarlo en la
BIOS es algo que deberías hacer siempre. Por ejemplo la función TRIM, que permite a Windows
ayudar al SSD a realizar la recolección de basura (cuando la unidad se deshace de la información
que ya no se usa), es muy importante para maximizar la vida útil del SSD.

Cada modelo de placa base es diferente, así que en cada una este parámetro está en un sitio.
Normalmente deberías encontrarlo en Opciones Avanzadas -> Configuración SATA o de
almacenamiento.
Asegúrate de que TRIM está funcionando

Como acabamos de mencionar, el comando TRIM de los SSD es de gran importancia para
maximizar su vida útil, así que siempre es bueno cerciorarte de que tu SSD lo tiene habilitado.
Normalmente por defecto Windows 10 ya lo tiene habilitado, pero como decimos merece la pena
asegurarse. Para ello, simplemente abre una ventana de símbolo del sistema y escribe el siguiente
comando:

fsutil behavior set disabledeletenotify 0

Esto es todo lo que hay que hacer, salvo que te de error, así te aseguras de que TRIM está
habilitado.

Configurar el SSD sin indizado

Por defecto, Windows viene con un servicio de indexado que literalmente es un índice que «apunta»
dónde está cada cosa, y ayuda en gran medida a mejorar la velocidad cuando se realizan
búsquedas de archivos. Sin embargo, una de las ventajas de tener un SSD es su velocidad, por lo
que este servicio no solo es prácticamente innecesario, sino que además estará gastando ciclos de
lectura y escritura constantemente de tu SSD, reduciendo su rendimiento y vida útil, por lo que es
recomendable desactivarlo.

Para ello, abre una ventana de «Equipo», haz clic derecho sobre tu SSD y selecciona propiedades.
En la ventana que se abre, desmarca la casilla que dice «Permitir que los archivos de esta unidad
tengan el contenido indizado además de las propiedades de archivo».

Tras desmarcarla simplemente pulsa sobre Aceptar y ya estará hecho.


Mantén activa la desfragmentación

Antaño, la utilidad de desfragmentación en un SSD era contraproducente, ya que su función era


«recolocar» los fragmentos de archivo para que estuvieran juntos y así tener un acceso más rápido
a ellos. Con los SSDs era innecesario dada su velocidad, y perjudicial dado que producía muchos
ciclos de escritura, reduciendo su vida útil.

Sin embargo, en las últimas versiones de Windows 10 esto ha cambiado y, de hecho, ahora ni
siquiera se llama Desfragmentador de disco sino «Optimizar unidades». Esta herramienta ahora
detecta si el dispositivo es un SSD o no y actúa en consecuencia. La optimización que realiza
podríamos llamarla como «reTRIM», ya que lo que hace es ejecutar manualmente el comando TRIM
para asegurarse de que el motor de garbaje collection hace su trabajo.

Para comprobarlo simplemente pulsa sobre Inicio y escribe «Optimizar unidades». Ahí podrás ver
cómo está configurado y cambiar la configuración a tu gusto.

Desactiva Prefetch y Superfetch

A veces Windows emplaza información en la memoria física o virtual de programas que no estás
utilizando actualmente, pero sí que usas frecuentemente. Esto se conoce como «Prefetch» y
«Superfetch», y es algo que realmente no interesa tener en un SSD porque es innecesario dada la
velocidad de los mismos, y de hecho es contraproducente porque también genera ciclos de escritura
y «gasta» la unidad.

Para configurar tu SSD sin estas funcionalidades, tendrás que abrir el registro de Windows (Clic
sobre Inicio -> Escribe «Registro de Windows») y navegar hacia la siguiente clave de registro:
HKEY_LOCAL_MACHINECurrentControlSetControlSession ManagerMemory
ManagementPrefetchParameters

Aquí podrás encontrar los parámetros «EnablePrefetcher» y «EnableSuperfetch» (o solo uno como
en nuestro ejemplo). Haz doble clic sobre él y sustituye el valor por un cero.

Desactiva el servicio de Windows Search y Superfetch

Incluso aunque hayas hecho las modificaciones de arriba, Windows sigue manteniendo los servicios
activos haciendo que se reduzca el rendimiento del SSD. Para desactivar también los servicios, haz
clic sobre Inicio y escribe «Servicios». En la ventana que se abre busca los servicios «Windows
Search» y «Superfetch», haz clic con el botón derecho sobre ellos y pulsa sobre propiedades.
Donde pine «Tipo de inicio», selecciona «Deshabilitado» y pulsa sobre Aceptar. La próxima vez que
reinicies el PC, estarán desactivados.

Configurar la caché de escritura del SSD

En muchos SSD, el almacenamiento en caché de escritura a nivel de usuario puede tener un efecto
perjudicial en el rendimiento. Para resolver esto, puedes deshabilitar la opción manualmente en
Windows y ver cómo funciona. Siempre puedes volver a activarla en el caso de que notes que va a
peor, y es que esto depende del SSD y del uso que le des.

Para ello, haz clic derecho sobre el botón de Inicio -> Administrador de dispositivos. Aquí busca tu
unidad de SSD, haz clic derecho sobre ella y abre Propiedades.

Aquí podrás activar y desactivar la caché de escritura.


Desactivar la limpieza de archivo de paginación

Windows sigue implementando muchas cosas que ya no son necesarias. Un SSD opera con
memoria Flash, haciendo posible que sobreescribir datos en el disco sea fácil y rápido, así que el
archivo de paginación ya no necesita ser vaciado cada vez que reinicias o apagas el PC, pues no
genera mejora de rendimiento y en cambio sí que gasta ciclos de escritura en el SSD.

Para desactivarlo, debes ir al editor de registro de Windows (Clic en Inicio -> Escribe «Editor de
registro») y busca la siguiente clave:

HKEY_LOCAL_MACHINECurrentControlSetControlSession ManagerMemory Management

Aquí debes buscar los valores «ClearPageFileAtShutdown» y «LargeSystemCache», hacer doble


clic en ambos y cambiar el valor que tengan por un cero (0). Si no tienes ninguno de estos dos
valores, no tienes que hacer nada.

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