El tema a tratar constará de tres lecturas sobre Lenguaje, realidad y derecho
Primera lectura Crónica marciana que muchas de nuestras actividades pueden ser realizadas con un sentido coherente y ser comprendidas si y sólo sí contamos con el esquema de interpretación resultante de conocer las reglas que las rigen. La conclusión es que al menos cierto tipo de reglas que rigen algunas de nuestras actividades cumplen una función constitutiva ya que hacen surgir en el mundo cierta clase de realidad que sin ellas sería imposible pensar. Nacho el gacho Esta historia como la otra es muy narrativa y deja una moraleja de aprendizaje no es necesario ser marciano para compren- der que no son los hechos los que determinan nuestros esquemas de comprensión, sino que en algunas ocasiones son nuestros esquemas de comprensión los que de- terminan lo que podemos percibir como hechos. Mentes, discurso y programación Conocer las reglas que regulan cierta actividad no sólo es necesaria para comprender un aspecto del mundo, sino que es la base para participar en la acción, algo similar a lo que sucede con el libreto de una obra de teatro, condición necesaria para que la actividad de los actores acontezca en una serie de interacciones con significado coherente. Con el derecho ocurre lo mismo que con los juegos o el libreto de una obra de teatro: El derecho constituye esquemas que son condición para poder pensar, comprender y predecir de ciertos acontecimientos del mundo, así como para participa activamente en el mismo. De igual manera, la fuente de esos esquemas está en el lenguaje, pues conforme a la definición que estamos exponiendo, ‘‘derecho’’ significa un sistema de normas de cierta índole, las cuales son una clase de proposiciones lingüísticas. Veámoslo detenidamente.