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Donde guarda varios cuadernos en los que escribía sobre su hijo, el ángel después fueron a la iglesia donde el

padre Benito era el malo del reportaje, pues señalaba a la monita como si tuviera la culpa de algo. La
periodista sintió vergüenza y decidió salir de la iglesia, he ir con Orlando a comer a la estrella, cuando
estaban ahí los peregrinos del barrio la estrella venían a visitar al ángel, ese día eran cientos de hombres,
mujeres y niños, esperando a que el ángel apareciera. Cuando se abrió la puerta de la casa salió sor maría
crucifija a implorar paciencia y dijeron que verían al ángel más tarde. Con la ayuda de Orlando tomaron fotos
y entrevistas a las personas que seguían allí esperando al ángel. Orlando se fue a su casa pero la monita se
quedó en casa de Ara, pues no se quería quedar sin saber nada. Allí, Doña ara le empezó a responder todas
las preguntas a la monita, le digo que a su hijo el ángel no le gustaba dormir en la cama, que él dormía en el
patio, también se dio cuenta que no tenía nombre, que solo tenía máscaras, pues cuando se lo quitaron no le
dieron tiempo de ponerle nombre, entonces le invocaba siempre como niño, y ahora que se volvió adulto no
ha querido decir su nombre. La monita quería ir al patio a ver al ángel, mas no podía hasta que crucifija se
durmiera. Y ante el fogazo del flash, el ángel se asustó mucho, la monita lo quería tranquilizar, así que le dio
una de las naranjas que tenía entonces se tranquilizó, la mona empezó a comer la naranja y le dio al ángel con
sus propias manos después de esto estaba muy impresionada y dijo que nunca olvidaría ese momento.

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