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Marzo 2021
Mateo 19-27:26,
Devocional de Semana Santa 3
Un devocional para la formación y meditación espiritual

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Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
(Romanos 5:3-4)

Marzo 2021
5 Poesía para meditar
6 Calendario
7 Cómo hacer TcD es Vida Viva
8 Espiritualidad Pura
Amor más grande que la muerte
11 Pioneros de la misión
Aferrado a la Palabra de la promesa
14 Restaurando la autoestima (3)
Entrenamiento para fortalecer el músculo del corazón
16 La Palabra de mi vida (3)
Una fe honesta
18 Buscando respuestas (3)
¿Qué dice la Biblia sobre el pecado?
20 Introducción Bíblica
Mateo (3)
26 Devocional diario
Mateo (3)
166 Estudios bíblicos semanales
174 Testimonio
Transformación através del devocional

TcD es Vida Viva ® (ISSN 2150-5888)


Es una publicación mensual de The Hall of Tyrannus Mission dba Duranno
International Ministry © Derechos reservados, 2014
Texto bíblico: Reina-Valera 95 ® © Sociedades Bíblicas Unidas,1995.
Texto bíblico: Dios habla hoy ®, Tercera edición
© Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Usados con permiso. www.labibliaweb.com

Prohibida su reproducci ó n total o parcial sin autorizaci ó n expresa de Duranno Latino.


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Prohibida su reproducción por cualquier medio escrito,
electrónico o de amplia difusión.
NUESTRA VISIÓN
Ser un canal para que los cristianos alrededor del mundo desarrollen hábi-
tos que los ayuden a alcanzar la madurez espiritual. Es nuestra meta pro-
porcionarles a los creyentes una herramienta práctica que los anime en su
meditación diaria, llevándolos a la reflexión, la vida de oración y a lograr
una relación de intimidad con Dios y la Palabra.

¿QUÉ SIGNIFICA TcD es Vida Viva?


Significa un tiempo especial, un encuentro personal diario con Dios, don-
de uno establece un lugar y un tiempo silencioso en el día para escuchar Su
voz a través de Su Palabra, que meditándola y aplicándola a su vida produ-
cirá cambio y madurez.

¿POR QUÉ HACER TcD es Vida Viva?


Mucha gente, que hace TcD es Vida Viva, comparte con nosotros acerca
del crecimiento espiritual obtenido al conectarse con el Señor diariamente.
Nos reportan que tan sólo tomando unos minutos diarios centrados com-
pletamente en Dios, es suficiente para ser llenos de paz, gozo y paciencia.
Cuando usted desea conocer a alguien, es necesario que invierta tiempo en
saber más de esa persona. Lo mismo sucede con el Señor, si usted desea te-
ner intimidad con Dios, debe invertir tiempo con Él. El TcD es Vida Vi-
va es una herramienta ideal, práctica y metódica, que lo ayudará a tener ese
tiempo de intimidad.

¿POR QUÉ TcD es Vida Viva?


Aun cuando usted puede meditar a su modo, con su Biblia, TcD es Vida Vi-
va es una herramienta que lo ayuda a tener constancia, explorando sistemá-
ticamente toda la Biblia. El TcD es Vida Viva en forma continua y perseve-
rante lo ayudará a tener disciplina, logrando establecer el hábito de conec-
tarse con Dios diariamente. Un equipo de escritores excepcionales a nivel
internacional se esfuerza en hacer el contenido y llevar la Palabra de Dios a
cada creyente alrededor del mundo. Esperamos que usted disfrute y se ma-
raville de su TcD es Vida Viva, y pueda compartirlo con otros. Oramos pa-
ra que su vida cambie cada día. También deseamos que TcD es Vida Viva le
sirva de refugio, lo anime, desafíe e inspire en su diario caminar con Dios.

4
Poesía para meditar

Tu rey vendrá a ti

“ ¡Alégrate mucho, hija de Sión!


¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén!
Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador,
pero humilde, cabalgando sobre un asno,
sobre un pollino hijo de asna.

Él destruirá los carros de Efraín


y los caballos de Jerusalén;
los arcos de guerra serán quebrados,
y proclamará la paz a las naciones.
Su señorío será de mar a mar,
desde el río hasta los confines de la tierra.

 Tú también, por la sangre de tu pacto, serás salva;


he sacado a tus presos
de la cisterna en que no hay agua.

Volveos a la fortaleza,
prisioneros de la esperanza;
hoy también os anuncio
que os dará doble recompensa.

Porque he tensado para mí a Judá como un arco,


e hice a Efraín su flecha.
Lanzaré a tus hijos, Sión,
contra tus hijos, Grecia,
y te haré como espada de valiente”.

Zacarías 9:13 RVR95

5
3
02 04 Calendario
1 2 3 4 5 6 1 2 3 Marzo 2021

7 8 9 10 11 12 13 4 5 6 7 8 9 10

14 15 16 17 18 19 20 11 12 13 14 15 16 17

21 22 23 24 25 26 27 18 19 20 21 22 23 24

28 25 26 27 28 29 30

DOM LUN MAR MIÉ JUE VIE SÁB

1 2 3 4 5 6

7 8 9 10 11 12 13

14 15 16 17 18 19 20

21 22 23 24 25 26 27

28 29 30 31

Notas:

6
Cómo hacer TcD es Vida Viva

Plan de Lectura Bíblica Resumen


Anual M’Cheyne El resumen, del pasaje bíblico de cada día, nos ayuda a compren-
der en un vistazo todo el contenido.

Meditación
Son meditaciones bíblicas y espirituales para
ayudar al lector. Cada meditación ofrece ‘Pre-
guntas para meditar’ y ‘Preguntas de aplica-
ción’, las cuales nos ayudan al meditar en el
pasaje bíblico, para poderlo aplicar de manera
práctica.

Sábado - Aprendizaje de TcD


El último sábado de cada mes, en vez de
‘Ensayos para meditar’, presentamos ejemplos
de aplicación, con la meditación de ese día.
Los que tienen su TcD por primera vez, pueden
aprender, de manera práctica, con el proceso Domingo- Compartir el TcD en familia
de ‘meditación, aplicación, oración’ ya Para los domingos, hemos creado ‘Compartir el
preparado. TcD en familia’ para que todos los miembros de
la familia puedan compartir unidos e interceder
unos por otros. Puede usar ‘Compartir el TcD
en familia’ en su tiempo de culto o altar familiar.

01 02 03 04

Alabanza y oración Leer Meditar Escribir


Busque la presencia Escuche la voz de Dios Converse con el Escriba todo lo que
de Dios con Alabanza por medio de la lectura Señor a través de la el Señor le muestre
y Oración - Marcos del pasaje - Salmos meditación - Josué 1: 8; y enseñe durante
1:35; Lucas 5:16 46:10; Juan 10:3-5 Salmos 1:2 su meditación -
Apocalipsis 1:19
05 06 07

Aplicar Interceder Compartir


Obedezca la voz del Señor por Interceda en oración, por Salga y comparta con otros lo
medio de la aplicación - Salmos usted, por su iglesia y su país que Dios le habló -
119:33-34; Santiago 1:22 - Mateo 6:6 Hechos 20:35

7
Espiritualidad Pura
de Edward M. Bounds

03
Amor más grande
que la muerte

“Yo soy el buen


pastor; el buen pastor
su vida da por
las ovejas”
(Jn. 10:11).

L a Biblia describe al pastor de diferentes maneras: bondadoso, valeroso,


protector, entre otros. No es casualidad que David, uno de los grandes
reyes de Israel, haya sido un pastor de ovejas. Él fue una sombra de Jesu-
cristo, nuestro Buen Pastor. Jesús describe las características del buen pas-
tor, del extraño y del asalariado, en Juan capítulo 10.
Los que no cuidan al rebaño
El extraño y el asalariado no son enemigos que buscan herir a las ovejas. Sin
embargo, no forman parte del rebaño, porque pertenecen a otro grupo de
personas. Podría tratarse de algún profesional con una ocupación relacio-
nada, pero, para las ovejas de Dios, es un desconocido. Su interés no está en
ellas, sino en aumentar su experiencia ministerial. El extraño no conoce a las
ovejas, ni sabe cómo guiarlas, alimentarlas o engordarlas. Las ovejas no si-
guen al extraño; simplemente oyen su voz, a la cual no están acostumbrados,

8
y huyen más lejos. El corazón del extraño hacia las ovejas es frío, así que no
las impacta ni influye.
El asalariado está más interesado en el jornal que recibe y en llenar sus
bolsillos; no ama a las ovejas, sino que simplemente las golpea o las maltra-
ta para conseguir su propósito. Hace las cosas por inercia, sin involucrar su
corazón; se apresura a terminar su día laboral para recibir su pago. El asa-
lariado lleva a las ovejas de un lado a otro; pero no mantiene una relación
cercana con ellas. No logra nunca ser uno con las ovejas; ni ellas sienten
pertenencia con el asalariado.
El extraño y el asalariado piensan primero en cuidar sus propias vidas; no
sienten amor, ni compasión, ni cariño por el rebaño.
El que da su vida por ellas
El ministerio pastoral es una labor realmente ardua. Solo el que ama a sus
ovejas se preocupa de alimentarlas de día y de noche con diligencia, y las pro-
tege de los depredadores, pues el amor le lleva a luchar con valor por ellas.
El buen pastor guía a las ovejas con su voz y su callado a los verdes pastos.
Sabe que la guía, la provisión y la protección van de la mano. Las adverten-
cias se basan en su amor y protección. Está siempre pendiente de sus ove-
jas; piensa en ellas en todo momento y vive para cuidarlas. No le preocupa
el pago que pueda recibir por su trabajo. No es casualidad que Jesús no ha-
ya tenido dónde recostar Su cabeza. Si Jesucristo hubiera puesto su corazón
en las riquezas, no hubiera podido recibir la corona mesiánica.
El buen pastor pertenece a las ovejas; y las ovejas, a su pastor. Se reconocen
con facilidad. Ellas solo se mueven o detienen sus pasos, viendo el callado.
Ellas conocen el corazón de su dueño, oyen su voz y le obedecen, porque
conocen sus intenciones. El buen pastor es el protector de las ovejas; habla
con autoridad y no las abandona en ninguna circunstancia.
El que ha sido llamado pastor por Dios, graba en su corazón las caracte-
rísticas diferenciales de cada oveja con su nombre y ora por ellas. El Señor
no necesita un pastor que no practica lo que sabe, sino a aquellos que com-
parten Su amor por los que le pertenecen.
Para el Padre, las ovejas significan el todo.
Nada le preocupa más que cuidarlas de día Ni el extraño ni el
y de noche; e invierte todo su tiempo, es-
fuerzo y dones en ello. Sacrifica todo por las asalariado se preocupan
ovejas. Aunque “de día le consuma el calor, por las ovejas.
y de noche la helada, el sueño huye de sus El buen pastor es
ojos” (Gn. 31:40) por su trabajo incesante. conocido por su amor y
Él es el siervo de las ovejas.
sacrificio.

9
Cuando Jesús dijo: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por
las ovejas” (Jn. 10:11), constituyó un parámetro para diferenciar al que es
solo un asalariado. El asalariado ‘recibe’; mientras que el buen pastor ‘da’.
El buen pastor da su vida por sus ovejas; no para mantener su nombre en
alto, sino para protegerlas. El que está dispuesto a dar su vida y negarse a sí
mismo, es porque tiene el espíritu del buen pastor. La pasión que no puede
faltar en el pastor es la salvación de las ovejas. Jesucristo se despojó de to-
do para darnos salvación; no le importó sacrificar Su comodidad para cum-
plir con Su ministerio.
Los pastores de Dios deben dar su vida para la salvación de las almas. El
secreto para dar frutos ministeriales es concentrarse solo en las ovejas que
Dios nos ha encomendado, enfocarnos en un solo ministerio. Si no damos
nuestra vida por el ministerio, no podremos ser verdaderos pastores. No po-
demos separar el ministerio de nuestra vida personal. El buen pastor, puro
y sensible, es aquel que sigue el ejemplo de Jesucristo en todas las áreas de
su vida: la pasión para buscar a la oveja descarriada hasta el final y sin re-
nunciar jamás; el amor para soportar cualquier sufrimiento y sacrificio; el
sacrificio y la consagración para dar la vida por el rebaño.

La pasión de un pastor debe ser la salvación de las almas.


La esencia del ministerio pastoral tiene que ver con el sacrificio,
capaz de dar su vida por las ovejas.
Traducido por Juan Choi - Fotografía: equipo de Duranno, shutterstock.
Jewels from E. M. Bounds Copyright © 2010 by E. M. Bounds Published by permission of Bridge Logos Inc.

10
Pioneros de la misión

Aferrado a la
Palabra de la promesa
Kim Yong-min - Misionero enviado por La Iglesia Metodista Coreana y la Iglesia Metodista de Anyang

E n 1990, tras la apertura internacional de Mongolia, aumentaron los proble-


mas sociales como consecuencia de los cambios en el sistema político y
económico. En especial, hubo un incremento notable en la tasa de divorcios y
violencia doméstica. O sea que los nacidos en 1990, que ahora tienen entre 30
y 40 años, tienen matrimonios jóvenes y la cantidad de divorcios de estos es
significativamente mayor a comparación de la generación anterior.
El Centro Dream de Mongolia es una organización para los niños de familias
divorciadas, como también para la siguiente generación. Fundado en 2017, en
las afueras de Ulán Bator, el Centro Dream es un espacio cultural y educativo.
Su nombre hace referencia al “sueño de la siguiente generación” y a “entregar
a Dios”, ya que “dream” en inglés significa “sueño” y en coreano “entregar”.
Este ministerio nació del deseo de que la próxima generación de mongoles
crezca como el hijo amado de Dios en medio de la cambiante tendencia del
mundo. Y, gracias a la increíble ayuda de Dios, llegamos hasta construir una
biblioteca dentro del centro. La llamamos “Biblioteca infantil Verdad” y unos
500 niños leen libros allí. También organizamos periódicamente diversas acti-
vidades culturales y de bienestar social.
No obstante, el año pasado, cuando estábamos preparando la inauguración
de la cafetería que serviría para que el Centro Dream sea autónomo, apareció
el coronavirus. Allí, Dios me dio una promesa: “Nunca se apartará de tu boca
11
este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guar-
des y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás
prosperar tu camino y todo te saldrá bien” (Josué 1:8). Entonces comprendí
que debo esperar en Dios, quien controla al mundo entero, en vez de seguir la
corriente de la mayoría. Y tuve fe en que Él todo lo sabe y que llevará a cabo Su
voluntad, aun en medio del caos que ha provocado esta enfermedad contagiosa.
Además, puedo sentir que Dios obra al ver que los jóvenes y los niños de
Mongolia van creciendo en el evangelio. A pesar de que el evangelio se predi-
có activamente en 1990, a través de los misioneros protestantes, recién ahora
estamos viendo sus frutos. Oro para que los pequeños y los jóvenes mongo-
les que están creciendo ahora en el Centro Dream se formen como líderes de
la iglesia, lleguen a ser pastores y misioneros, y sean utilizados para salvar las
almas del mundo entero. Por lo tanto, alabo a Dios, quien continuará acompa-
ñándonos para siempre, tal como nos acompañó hasta ahora.

Rusia

Kazajistán Mongolia
Ulán Bator

China

Información sobre el PAÍS

M ongolia es un país sin salida al mar, ubicada al norte de la par-


te elevada de Asia Central. Geográficamente es 1,22 veces más
grande que Perú y tiene unos 3.200.000 habitantes. Si bien en el si-
glo XIII Gengis Kan formó un gran imperio a lo largo de Eurasia, este
se dividió a fines del siglo XIV y la mayoría del Imperio mongol que-
dó destruido. Luego, la dinastía Qing dividió a Mongolia en Mongolia
Exterior e Interior, para poder controlar mejor el territorio. Más tarde,
en 1924, se formó la República Popular de Mongolia, siendo el se-
gundo país comunista del mundo. Finalmente, en 1992 creó un esta-
do híbrido eliminando las políticas económicas planificadas.

12
Información para ORAR

E n cuanto a la religión, el 53 % practica el lamaísmo, el 3 % el is-


lam y el 2% el cristianismo. A pesar de que después de 1990 te-
nía altas tasas de crecimiento, gracias a que adoptaron el sistema de
economía de mercado e implementaron políticas abiertas, sus ciuda-
danos sufrieron emocionalmente por los cambios repentinos. Quienes
nacieron en los años noventa tienen entre 30 y 40 años ahora, y son
los que presentan la mayor tasa de divorcios. Oremos por el fortale-
cimiento de las familias mongolas. El cristianismo tuvo un crecimien-
to acelerado con la llegada de los misioneros, a partir de la apertu-
ra del país, y quienes tuvieron un encuentro íntimo con Jesús en esa
época son los que obran hoy en día como pastores y líderes. Oremos
para que la siguiente generación crezca en la fe y vuelva a haber un
avivamiento espiritual en Mongolia.

Temas de oración de la misionera

Para que por medio del Centro Dream de Mongolia la si-


guiente generación crezca y se conviertan en fieles que co-
nocen a Cristo y meditan en la Biblia.

Para que los jóvenes de Mongolia crezcan sanos en cuerpo


y alma, para que sean utilizados por Dios en diversas espe-
cialidades.

Para que se formen muchas familias cristianas sanas y dismi-


nuyan los problemas sociales como los divorcios; y que los
hijos puedan conocer el amor de Dios a través de sus padres.

Para que todos los líderes de la biblioteca y la cafetería del


Centro Dream sean llenos del Espíritu Santo.

13
Restaurando la autoestima (3)

Entrenamiento para
fortalecer el
músculo del

corazón
Yoo Eun-jung / directora de la clínica médica y psiquiátrica Good Image Clinic

¿ Tendremos un cuerpo perfecto, si leemos diez libros sobre salud? No. Uno
mismo debe ejercitarse para fortalecer los músculos. ¿Nos haremos feli-
ces, si leemos diez libros de psicología? No. El corazón es un músculo y, co-
mo tal, se necesita dedicación y disciplina para fortalecerlo.

Respiración y flexibilidad
El primer ejercicio para fortalecer los músculos del corazón es cargarlo, así
como lo hacemos con los teléfonos celulares. Lo importante es hacerlo antes
de que se agote y deje de funcionar. Para esto, durante mis consultas, aconse-
jo a todos, ya sean matrimonios o solteros profesionales, que tengan un espa-
cio designado para ejercitar el corazón, un lugar donde no haya nadie. El ama
de casa trabaja sin descanso en su hogar; mientras que una madre, que traba-
ja en una oficina, regresa a casa para seguir con las tareas que demanda su fa-
milia. Por eso, es necesario que recuperen el aliento respirando en ese espacio
que eligieron. Quienes dicen: “No tengo tiempo para eso. Si no lo hago yo, no
lo hace nadie”, e intentan hacerse cargo de todo a la perfección, se cansan rá-
pido y se lastiman.
El segundo ejercicio es hacer estiramientos para mejorar la flexibilidad. Te-
nemos que poder dejar de lado nuestras posturas y pensar desde el lugar del
otro. Hay muchas enfermedades psicológicas que nacen del egocentrismo. Por
ejemplo, cuando creemos que algo es injusto, es porque estamos convencidos
de que tenemos la razón. Un vendedor puede creer que hizo un mal negocio
por entregar su producto a un bajo precio, mientras que el comprador cree que
pagó más de lo que valía. Y esto no es cuestión de quién tiene o no la razón,
sino de la diversidad de perspectivas. Cuando esto suceda, en vez de enfadar-
nos aferrándonos a nuestra percepción, debemos ser flexibles y ponernos en
el lugar del otro, pensando: ‘Aunque yo crea que vendí a un bajo precio, pue-
de ser que para él/ella sea caro’.

14
El pensamiento positivo y reconocer nuestras limitaciones
El tercer ejercicio es tener pensamientos positivos repetidamente. Los pen-
samientos positivos no ocurren solos, sino que debemos esforzarnos con de-
terminación para pensar de una manera que nos favorezca; en cambio, los
pensamientos negativos aparecen y desaparecen solos. Hay una frase de Mar-
tín Lutero, el reformista religioso, que comparto muy seguido en mis consultas:
“No puedes evitar que las aves vuelen sobre tu cabeza, pero sí que hagan un
nido sobre tu cabeza”. Esto quiere decir que, si bien no podemos evitar que se
nos crucen pensamientos negativos, sí podemos evitar que estos se conviertan
en nuestra fe, y terminen por dominar nuestra voluntad y acciones. Esto sig-
nifica que es necesario entrenarnos, para eliminar los pensamientos negativos
y tener pensamientos positivos, así como se ejercitan los músculos del cuerpo
para fortalecerlos. Para lograr esto, debemos aferrarnos principalmente a la
Palabra, pues, de esta forma, podremos identificar y eliminar los pensamientos
negativos. En este contexto, en psiquiatría se realiza la terapia cognitiva. La te-
rapia cognitiva es un método de tratamiento psicológico, cuyo objetivo es ha-
llar y corregir los pensamientos irracionales basándose en la razón.
El cuarto ejercicio consiste en renunciar al deseo de ser reconocido y aceptar
las limitaciones de uno mismo. Cuando logramos esto, se fortalecen los mús-
culos del corazón. Éxodo 18 muestra que Moisés sufrió mucho en el desierto.
El pueblo se encontraba junto a Moisés día y noche para ser juzgado, y cuan-
do Jetro, su suegro, fue a verlo, descubrió que Moisés estaba muy atareado.
Allí, Jetro comprendió que no era correcto que su yerno trabajara tanto, por-
que se agotaría (Éxodo 18:17-18). Entonces, le aconseja elegir a hombres vir-
tuosos para que sean jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, para delegar
tareas y aliviar su carga. Moisés siguió su consejo y nombró jueces que se en-
cargarían de resolver por sí solos los casos más sencillos, aunque le llevarían
los más graves a él. Esto fue posible gracias a que Moisés aceptó sus limitacio-
nes y renunció a su deseo de ser reconocido por los demás.
Hay muchos cristianos cuyos sentimientos se hieren con facilidad. Si traba-
jan solos sin descansar y tienen altas expectativas de ustedes mismos para to-
do, los invito a entrenar, para fortalecer los músculos del corazón.

Si sus sentimientos se lastiman con facilidad


y son inflexibles, comience a entrenar para
fortalecer los músculos del corazón

Parte de este texto fue tomado de Amar hasta el final sin lastimarnos
(editorial Kyujang, 2018) y se publica con su debido consentimiento.

15
fe
La Palabra de mi vida (3)
1 Timoteo 1:5

Una

honesta

Chun Jong-ho / Anciano de la Iglesia Paz de Guem-jung y presidente de la Corte de Busan

S oy el cuarto y el primer varón de siete hermanos; y nací en un vecindario


del municipio Ami del oeste de Busan, conocido como “Kkachi gogue”,
que significa “colina de la urraca” en español. Cerca del vecindario se encuen-
tra la “Aldea cultural Gamcheon”, cuyos principales habitantes eran la gente
pobre que se instaló allí durante la guerra, y recientemente se volvió popular.
Como crecí en una familia extremadamente pobre, siempre pasamos hambre.
No sé si fue por orgullo o qué, pero nunca fui a la iglesia para recibir un huevo
para la Pascua o a comer en Navidad.

La Palabra de Dios que conocí por medio de la oración de mi esposa


Un día, cuando estaba en quinto grado, no podía encontrar a los amigos con
los que jugaba. Más tarde supe que era porque estaban yendo a la iglesia. Así,
comencé a asistir. Al principio, iba con un amigo solo para visitar el exclusivo
vecindario de Gangnam; sin embargo, desde ese entonces jamás dejé de ir. Co-
mo era el único cristiano de mi familia, no solo no había tenido ninguna expe-
riencia única y personal con Cristo, sino que ni siquiera la esperaba. Además,
si bien asistía sin falta todos los domingos al culto, cumpliendo con la orden
de Dios de respetar el día de reposo, en los días de semana vivía atrapado en la
secularidad del mundo. Al reflexionar sobre esa época, lo primero que se me
viene a la mente es lo mucho que estudiaba. Avergonzado por no poder viajar
en las excursiones o por no tener el dinero para comprar los materiales, solo
tengo recuerdos de las clases de apoyo escolar, en las que lo único que podía
hacer era prestar atención con la frente en alto.
16
Al finalizar la secundaria, ingresé a la facultad de derecho de la Universidad de
Busan, ignorando los consejos de que mejor siguiera la docencia, porque no
podía renunciar a mi sueño de la infancia de ser jurista. En aquel entonces, me-
nos de cinco alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Busan
aprobaban el examen de jurista anualmente. Muchos se preocuparon pensan-
do que yo no iba a lograr pasar, porque no era el chico más brillante y además
era pobre. Sin embargo, me encapriché y me inscribí. Por la gracia de Dios,
inicié mis estudios a los 29 años y me convertí en juez, tal como lo deseaba.
En febrero de 1997, tras ser nombrado presidente de la Corte de Busan, mi
fe tocó fondo y durante años viví una vida vergonzosa. Un día, mi esposa no
soportó más verme así y comenzó a ir a la iglesia todos los días para orar por
mí. En 2004, sucedió algo y acepté asistir a la Iglesia Paz de Guem-jung, que
es donde sirvo actualmente. Allí, organizaban asambleas una vez al año y la
palabra del pastor invitado siempre nos insistía que debíamos buscar el arre-
pentimiento. Naturalmente, mi alma impura no pudo aceptar el mensaje por
completo. Pero, mientras ordenaba los sermones, como me lo había pedido el
orador, quedé profundamente sorprendido con un versículo y mi corazón se
detuvo como si estuviera a punto de caer a un precipicio. Leí ese pasaje una y
otra vez, y todos mis pensamientos y movimientos se petrificaron. Ni siquie-
ra después de aquella experiencia volví a sentir tanto miedo leyendo la Biblia.
Leí la siguiente frase: “(…) fe no fingida” de 1 Timoteo 1:5. De repente, pu-
de ver mi vida llena de mentiras, a través de la perspectiva del Espíritu Santo,
y llegó un gran punto de inflexión en mi vida.

La vida que comprende el objetivo de la lección


Hay un solo versículo que define el poder de la Biblia: “La palabra de Dios es
viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el
alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). Su Palabra transformó el cami-
no de mi vida, así como el león de Dios que bloqueó con su espada a Balaam,
quien se dirigía por el camino del pecado siguiendo la invitación del rey Balac
de Moab. De no haber sido por el cambio que transcendió en mi vida, aunque
sea de esa manera, no hubiera podido realizar correctamente el ministerio de
los jóvenes del que soy responsable en la actualidad. Además, mis actividades
para compartir y mejorar la realidad de los jóvenes en situaciones vulnerables
podrían haber sido falsas. En parte, no puedo dejar de pensar que tal vez Dios
transformó mi camino tan poderosamente, para encomendarme esa obra. De
todos modos, continúo agradeciendo a Dios por Su providencia increíble y di-
fícil de comprender, y le doy gracias una y otra vez por utilizarme a mí, sien-
do yo alguien lleno de faltas.

17
¿ ?
Buscando respuestas (3)

Qué dice la Biblia


sobre el pecado

Choong Hyun Baek, profesor de Teología sistemática de la Universidad Teológica Presbiteriana.

C uando pensamos en el pecado,


comúnmente lo asociamos al in-
cumplimiento de la Ley. No obstante,
“Engañoso es el corazón más que to-
das las cosas, y perverso” ( Jer. 17:9).
Jesús dijo también: “porque de den-
el concepto del delito no comprende tro, del corazón de los hombres, salen
todos los aspectos del pecado que los malos pensamientos, los adulte-
puede cometer el ser humano ni de- rios, las fornicaciones, los homici-
finirlo. Lo que está estipulado como dios, los hurtos, las avaricias, las mal-
pecado por la Ley y la visión humana, dades, el engaño, la lascivia, la
puede tomar un sentido diferente, envidia, la maledicencia, la soberbia,
según el tiempo y el lugar en el que la insensatez. Todas estas maldades
nos encontramos. Lo que es un peca- de dentro salen, y contaminan al
do en un contexto sociocultural, no hombre” (Mr. 7:21-23). Toda obra se
lo es en otro. De hecho, hay muchas origina en el corazón; y del corazón
cosas que antes eran consideradas provienen los pecados.
como pecado, pero que ya no lo son.
La realidad es esta: un mismo pecado Dios escudriña el corazón
puede ser catalogado como delito o
no, según el contexto socioeconómi- El relato del fruto de la ciencia del
co y los antecedentes de quien come- bien y del mal en Génesis nos enseña
tió la ilegalidad. Como dice el dicho: el concepto bíblico del pecado. Dios
“una ley para los ricos y otra para los crea el huerto del Edén, y coloca allí
pobres”. Por eso, es un error limitar el árbol de la ciencia del bien y del
al pecado dentro del marco del delito. mal. Luego, les dice a Adán y a Eva
Incluso, lo que puede parecer bueno que podrán comer de todos los fru-
a simple vista, podría originarse de tos de los árboles del jardín, menos
una motivación mala e inadecuada, de ese. Pero tentados por la serpien-
como las guerras que se libran con el te, ambos terminan comiendo el fru-
pretexto de obtener la paz. Por tanto, to prohibido. Lo que importa no es
para entender a cabalidad la defini- si ellos comieron del fruto o no, sino
ción del pecado, debemos compren- las intenciones de su corazón. Cuan-
der y profundizar en el corazón del do oyen de la serpiente que les serán
hombre. La Biblia lo dice claramente: abiertos sus ojos, dudan de la palabra
18
El pecado proviene del corazón del pecador;
por cuanto en el corazón nacen las obras.

de Dios. Presos del deseo de ser co- cuanto todos pecaron, y están desti-
mo Dios, ven al fruto del árbol pro- tuidos de la gloria de Dios (…)” (Ro.
hibido bueno para comer, agradable a 3:23). Para cerrar esa brecha, Dios
los ojos y codiciable para alcanzar sa- mismo vino como hombre y salió al
biduría. Antes de que la serpiente ten- encuentro del pecador. Jesús llamó
tara a Adán y a Eva, ellos ya deseaban hacía sí mismo a todos los oprimidos
ser como Dios. Es por la codicia de por el pecado y dijo: “Venid a mí to-
su corazón que dudan de Su voluntad. dos los que estáis trabajados y car-
Dios, el Creador de los cielos y la gados, y yo os haré descansar. […] y
tierra, hizo al hombre conforme a Su hallaréis descanso para vuestras al-
imagen. El propósito creacional pa- mas” (Mt. 11:28-29). En esto vemos
ra la humanidad era vivir en libertad, el amor de Dios hacia el mundo y ha-
conforme a la voluntad del Padre. No llamos el camino de la vida eterna.
obstante, Adán y Eva, tentados por “Porque de tal manera amó Dios al
la serpiente, apartaron a Dios de su mundo, que ha dado a su Hijo uni-
corazón y tomaron las riendas de su génito, para que todo aquel que en
propia vida. La Biblia dice lo siguien- él cree, no se pierda, mas tenga vida
te respecto al corazón del hombre: eterna” (Jn. 3:16).
“Como ellos no aprobaron tener en Por lo tanto, nosotros debemos se-
cuenta a Dios, Dios los entregó a una guir la guía del Espíritu Santo sin
mente reprobada, para hacer cosas confor marnos a este mundo, sino
que no convienen” (Ro. 1:28). El pe- transformándonos por medio de la
cado abrió una brecha abismal entre renovación de nuestro entendimien-
Dios y los hombres. Desde ese mo- to, para comprobar cuál es la buena
mento, el hombre se ha vuelto escla- voluntad de Dios, agradable y perfec-
vo del pecado. ta (Romanos 12:2). Esto nos permiti-
rá librarnos de la potestad del pecado
Dios llama a los pecadores y disfrutar de la verdadera libertad.
Además, para guardar el corazón, del
Dios es bueno. David alabó a Dios di- cual provienen las obras, debemos
ciendo: Porque tú no eres un Dios que ser discípulos de Jesús y compartir su
se complace en la maldad; el malo no mismo sentir (Flp. 2:5), pues Él se hu-
habitará junto a ti” (Sal. 5:4). Roma- milló y obedeció hasta la muerte.
nos, por otra parte, señala: “(…) por
19
Introducción bíblica

Mateo (3) (cap. 19-28)


Seungjin Shin, pastor de la Iglesia Misionera del Trabajo Evangelístico

Jesucristo, nuestro redentor


En medio de continuas amenazas de parte de los líderes religiosos, Jesús anuncia Su muerte y Su
resurrección. Después de entrar a Jerusalén como el Rey de Paz, Jesús purifica el templo, muere en la
cruz como propiciación por nuestros pecados y resucita. Aquel que resucitó, es el Mesías y el Rey
profetizado en el Antiguo Testamento. Los verdaderos discípulos anuncian el evangelio hasta los confines
de la tierra, porque el Señor resucitado está con ellos.
La reacción de los discípulos
Jesús anuncia Su pasión La reacción de los discípulos
Primer
16:21 Pedro trata de reconvenir a Jesús 16:22
anuncio
Segundo
17:22-23a Los discípulos se entristecen en gran manera 17:23 b
anuncio
La madre de los hijos de Zebedeo pide que sus dos hijos (Jacobo
Tercer
20:17-19 y Juan) se sienten junto al Señor, uno a Su derecha y el otro a Su 20:20-21, 24
anuncio
izquierda. Los demás discípulos oyen esto y se enojan contra ellos.
Una mujer derrama sobre la cabeza de Jesús un perfume
Cuarto
26:2 de gran precio en Betania, provocando enojo en los 26:6-9
anuncio
discípulos, al considerarlo como un gran desperdicio.

La Pasión y La entrada del Rey (19:1-25:46): d espués de entrar a Jerusa-


la victoria lén, Jesús purifica el templo, reprende a los líderes religiosos y
(19:1-28:20) enseña a Sus discípulos sobre las señales antes del fin.
Sobre el divorcio, niños, riquezas (19:1-30): a cabado Su mi-
nisterio en Galilea, Jesús se dirige hacia Jerusalén y empieza así
Sus últimos seis meses de ministerio público. Los fariseos le
preguntan sobre el divorcio para tentarle. Entonces, el Señor
enseña que lo que Dios juntó no lo debe separar el hombre. Sin
embargo, debido a la dureza del hombre, la Ley comenzó a exi-
gir al menos una carta de divorcio, pues acostumbraban a re-
pudiar a sus mujeres por motivos insignificantes. Jesús enseña
a Sus discípulos, que tratan de impedir que los niños se acer-
quen a Él, que el reino de los cielos es de aquellos que son co-
mo niños y que solo los que confían enteramente en Dios son
dignos de Él. El joven rico pregunta qué hacer para tener la vi-
da eterna; el Señor le dice: “(...) vende lo que tienes y dalo a los
pobres, […] y ven, sígueme”. Esto no significa que los ricos no
entran al reino de Dios, sino que son dignos de Él solo los que
priorizan al Señor por sobre las riquezas.
Los obreros de la viña (20:1-16): J esús compara el reino de
los cielos con un hombre que sale a contratar obreros para su
viña. El hombre sale una y otra vez, desde las nueve de la ma-
ñana hasta las cinco de la tarde, para encontrar trabajadores. A
la hora de pagar el jornal, llama en primera instancia a los que
20
llegaron de últimos y les paga a todos un denario por igual. Los
que habían llegado primero, murmuran contra el padre de fa-
milia porque esperaban una mayor retribución que aquellos que
trabajaron menos horas; pero él les recuerda que habían conve-
nido el salario de un denario. En cuanto al trato con los postre-
ros, él hombre simplemente decide actuar con bondad, porque
estaba repartiendo su propio dinero. El reino de Dios se basa
en la gracia y misericordia incondicional de Dios.
La cruz vs. ambición humana (20:17-34):Jesús vino al mun-
do para dar Su vida en rescate de la humanidad pecadora. Por
tercera vez, anuncia que, al tercer día, después de ser crucifi-
cado, resucitará. Se le acerca la madre de los hijos de Zebedeo
(Santiago y Juan) y le pide que, en Su reino, se sienten sus dos
hijos a Su lado, el uno a Su derecha y el otro a Su izquierda. Al
oír esto, los demás discípulos se enojan contra ellos. Ninguno
entiende lo que significa andar por la senda de la cruz y bus-
can solo la gloria de este mundo. El Señor les enseña que el que
quiera hacerse grande, debe ser entonces servidor; y el que quie-
ra ser el primero, debe ser siervo. A diferencia de los discípulos,
dos ciegos reconocen que Jesús es el Mesías, el Hijo de David,
y piden que tenga misericordia de ellos. El Señor, compadeci-
do, les concede su petición de recobrar la vista.
La entrada a Jerusalén (21:1-11): Jesús, siendo el Rey de reyes, en-
tra a Jerusalén montado en un pollino y no en un elegante caballo.
Así proclama que viene como un Rey de Paz, como el Mesías que
cargará con la cruz para salvar al mundo y no como un rey tirano.
La purificación del templo (21:12-17): e ntra Jesús al templo
y expresa ira contra los líderes religiosos y los comerciantes,
porque convirtieron ‘la casa de oración’ en ‘cueva de ladrones’.
El cambio de dinero y la venta de animales para sacrificio, que
en un principio se había instaurado para brindarles comodidad
a los peregrinos, terminaron siendo un negocio lucrativo pa-
ra saciar la codicia de algunos. El Señor echa fuera del templo
a todos los comerciantes; vuelca las mesas y las sillas que uti-
lizan para ganar dinero. El templo debe dar a conocer la santi-
dad y la bondad de Dios en todo momento.
Maldición de la higuera estéril (21:18-22): Jesús maldice a
la higuera que solo tiene hojas y no da frutos, y esta se seca al
instante. Es una advertencia de juicio contra la hipocresía y la
desobediencia de los judíos, que solo guardaban los actos reli-
giosos sin dar frutos de corazón. Los discípulos se maravillan de
ver la higuera seca, entonces, Jesús les dice que todo lo que pi-
dan en oración y creyendo lo recibirán y verán el poder de Dios.
21
Autoridad y tres parábolas (21:23-22:14): l os líderes religio-
sos dudan de la fuente de la autoridad de Jesús; entonces, el
Señor les pregunta de dónde es el bautismo de Juan. Después,
les reprende por rechazar el evangelio y por la dureza de su co-
razón, pues no se arrepienten ni obedecen. Para esto, usa tres
parábolas. Primero, la parábola de dos hijos (21:28-32). Los pu-
blicanos y las rameras son dignos del reino de Dios, porque se
arrepienten de sus pecados y aceptan el evangelio, mientras que
los líderes religiosos solo aparentan creer y obedecer. Luego,
narra la parábola de los labradores malvados (21:33-44). Los
judíos, especialmente los líderes, son como los labradores que
golpean y matan a los siervos (profetas) enviados por el padre
de familia y luego matan a su hijo (Jesucristo) para apoderarse
de su heredad. Por su desobediencia, Israel perderá sus privi-
legios como pueblo escogido de Dios; y, en su lugar, les entre-
gará el reino de Dios a personas que den fruto, la iglesia, cuya
cabeza es Jesús, ‘la cabeza del ángulo’ que ellos han desechado.
La tercera parábola es sobre la fiesta de boda (22:1-14). Dado
que los que son convidados se rehúsan a atender a la boda, el
rey, enojado, manda a sus siervos a las salidas de los caminos a
llamar a cuantos hallen. Israel fue el primero en recibir la invi-
tación del evangelio; no obstante, como lo rechazó, los gentiles
son invitados después y alcanzan la salvación por su conver-
sión (Ro. 11:12). Pronto, el evangelio llegará hasta lo último de
la tierra (Hch. 1:8).
La sabiduría de Jesús (22:15-46): l os fariseos se unen a los
herodianos para sorprender a Jesús en alguna palabra, así que
le preguntan sobre la cuestión del tributo. Si Jesús respondía
que los judíos debían dar tributo al emperador romano, podía
perder el favor de los judíos; y si afirmaba que era ilícito pagar
el tributo, entonces sería arrestado por rebelión contra el em-
perador. Pero Jesús resuelve este problema sin aparente solu-
ción, diciendo: “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios
lo que es de Dios”. Por otro lado, los saduceos atacan a Jesús
presentado un caso absurdo de ‘la ley del levirato’, en el que
siete hermanos se casan con una misma mujer, para preguntar-
le sobre el matrimonio en la resurrección. Jesús les explica que,
después de la resurrección, ya no será necesario el matrimonio,
ya que nuestros cuerpos serán glorificados y tendremos comu-
nión con el Dios viviente. Así deja sin palabras a los saduceos.
Un intérprete de la Ley, uno de los fariseos, le pregunta a Jesús
cuál es el mayor mandamiento de los 613. Jesús resume toda la
Ley en amar a Dios y amar al prójimo.
22
Jesús acusa a escribas y fariseos (23:1-39): Jesús proclama
siete lamentaciones contra los líderes religiosos, los escribas y
los fariseos. Teniendo el deber de guiar al pueblo a la salvación,
lo han llevado a una dirección incorrecta. No hacen lo que di-
cen, son hipócritas, llenos de codicia e injusticias. Son reos de
juicio divino, porque cierran la puerta del reino de los cielos;
no entran ellos, ni dejan entrar a otros. Jesús se lamenta de ver
a Jerusalén, porque pronto será desolada.
Discurso de los Olivos (24:1-25:46): e n el Monte de los Oli-
vos, Jesús enseña a Sus discípulos las señales que sucederán an-
tes del fin y cómo prepararse para ese momento. Se levantarán
los falsos cristos, habrá guerras y catástrofes naturales, pero to-
do estará bajo la soberanía de Dios; por tanto, no deben temer,
sino perseverar hasta el fin. Como las cinco vírgenes prudentes
que esperaron al novio con aceite de reserva, debemos velar y
orar para recibir al Señor en Su segunda venida, sin vergüenza.
Los siervos que trabajaron el talento recibido de su señor y ga-
naron otros tantos, tendrán la gloria de participar del gozo de
su amo; en cambio, el siervo negligente y perezoso, que escon-
dió el talento bajo tierra, será juzgado por su maldad. Los jus-
tos que han servido con fe ayudando
Principales lugares
al prójimo en la aflicción, heredarán
geográficos en Mateo
la vida eterna; pero los malos que
Sidón  •
ignoraron a los más pequeños, se-
rán enviados al castigo eterno por
Tiro  • no haber servido al Señor.
•  Cesarea de Filipo La muerte del Rey (26:1-27:66):
conspiran y toman consejo para ma-
Galilea tar a Jesús.
Capernaum  • • Betsaida
Tiberias  •
Pasión, traición, adoración (26:1-
• Nazaret Mar de Galilea 16): J esús anuncia a Sus discípu-
• Judea los que en dos días, en la Pascua,
el Hijo del Hombre será entregado
como propiciación para ser crucifi-
Decápolis cado. Los principales sacerdotes y
Río Jordán

Samaria
los ancianos del pueblo tienen con-
Berea
sejo para prender y matar a Jesús; y
Gádara • Jericó Judas Iscariote busca oportunidad
Jerusalén  • • Betania para entregar al Maestro. Una mu-
Belén  • jer derrama sobre la cabeza de Je-
Jude de

Mar sús un perfume de gran precio en


rto
a
Desie

Salado casa de Simón, en Betania. Ella es


(Mar Muerto)
acusada por los discípulos de haber
23
desperdiciado algo tan precioso; pero es felicitada por Jesús por
su buena obra, pues le preparó para la sepultura.
La Última Cena (26:17-30): e l primer día de la Fiesta de los
panes sin levadura, cuando sacrifican el cordero pascual, Jesús
comparte la última cena con Sus discípulos. Habiendo dado las
gracias, toma el pan y lo reparte, diciendo: “esto es mi cuerpo”;
después, tomando la copa de vino, dice: “Bebed todos de ella,
porque esto es mi sangre del nuevo pacto (…)”. Desde ese mo-
mento, la cena pascual, originada en vísperas del éxodo egip-
cio, es celebrada como la Santa Cena del nuevo pacto. Ya no
es por sangre de animales, sino con la sangre preciosa de Jesús
que obtenemos eterna redención (He. 9:12).
La oración en Getsemaní (26:31-46): e n la misma noche de
la Última Cena, Jesús anuncia que Sus discípulos se escandali-
zarán de Él. Pedro le asegura que no será así; entonces, Jesús le
anuncia que le negará tres veces. Subiendo al huerto de Getse-
maní, se postra sobre Su rostro, derramando Su corazón triste
y afligido delante del Padre, negándose a sí mismo en oración.
Por otro lado, Pedro, Jacobo y Juan, no pueden velar en ora-
ción y se quedan dormidos.
Juicio ilegal, Pedro y Judas (26:47-27:10): h  abiendo acordado
que aquel a quien Judas Iscariote saludare con un beso es Jesús,
muchas personas con espadas y palos le prenden. Pedro le quita
la oreja al siervo del sumo sacerdote con su espada (Jn. 18:10-
11). Cristo lo reprende, porque los que toman espada, a espada
perecen. Arrestado en la medianoche, Jesús es llevado al patio
de la casa del sumo sacerdote Caifás. En un juicio llevado a ca-
bo con irregularidades, Jesús no se defiende ante el testimonio
de los falsos testigos, pero sí revela ser el Cristo (el Mesías) el
Hijo de Dios y Juez. Por ese motivo, el Concilio lo sentencia a
muerte por blasfemia contra Dios. Los judíos de esa época no
tenían el poder para imponer la pena de muerte; por tanto, en-
tregan a Jesús a Pilato, el gobernador de Roma. Por otro lado,
Pedro sigue de lejos a Jesús, pero lo niega tres veces antes de
que cante el gallo. Entonces, recuerda las palabras del Maestro
y llora amargamente. Judas Iscariote se lamenta de haber vendi-
do a Jesús, así que arroja en el templo el dinero recibido a cam-
bio de su traición y se ahorca.
Sentencia de muerte, crucifixión, sepultura (27:11-66): J e-
sús es llevado al tribunal de Pilato, el gobernador de Roma, y
guarda silencio en el interrogatorio. Conforme era la costum-
bre de soltar a un preso en el día de la fiesta, Pilato consulta la
opinión del pueblo. Ellos piden soltar a Barrabás, un homicida,
24
y crucificar a Jesús. Pilato, interesado más por su cargo políti-
co, se lava las manos, para demostrar inocencia ante el derrama-
miento de sangre inocente, y entrega a Jesús a ser crucificado,
a petición del pueblo. Los soldados visten a Jesús de una ropa
real, le ponen sobre Su cabeza una corona de espinas y, azotán-
dole, le escarnecen. Probablemente, como ya estaba exhaus-
to por la tortura recibida, Simón de Cirene es obligado a llevar
Su cruz y sube hasta la cima del Gólgota. Jesús se niega a to-
mar vino mezclado con mirra, que era provisto a los convictos
para disminuir el dolor. A las nueve de la mañana (Mr. 15:25),
los soldados crucifican a Jesús, reparten entre sí Sus vestidos, y
ponen sobre la cruz un título que dice “Jesús nazareno, Rey de
los judíos”. Jesús es injuriado por los principales sacerdotes, los
ancianos, los espectadores y los ladrones crucificados a ambos
lados. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, hay tinieblas
sobre toda la tierra; Jesús expira dando una gran voz. Entonces,
ocurren fenómenos sobrenaturales: el velo del templo se ras-
ga en dos, hay un gran terremoto, se abren los sepulcros, entre
otros. Al ver esto, el centurión y los soldados confiesan que Je-
sús es verdaderamente el Hijo de Dios. José de Arimatea pone
el cuerpo de Jesús en su sepulcro nuevo. Los principales sacer-
dotes y los fariseos piden a Pilato que ponga guardias ante el
sepulcro, para evitar que los discípulos hurten Su cuerpo y di-
vulguen al pueblo que Jesús ha resucitado.
La resurrección del Rey (28:1-20): al amanecer del primer día
de la semana, después del día de reposo, dos mujeres vienen al
sepulcro de Jesús y oyen de un ángel que el Señor ha resucita-
do. Ellas corren a dar las nuevas a los discípulos, cuando son
halladas por Jesús, entonces, se detienen y lo adoran. El Señor
sale al encuentro de Sus discípulos en Galilea, en donde les en-
comienda la Gran Comisión de ir a todas las naciones a hacer
discípulos, porque Él estará con ellos. La resurrección es la es-
peranza y el poder para cumplir con el llamado.
La Pasión de Jesús y el cumplimiento de
las profecías del Antiguo Testamento en Mateo
Profecías del Antiguo
Mateo La Pasión de Jesús
Testamento
2: 13-15, 2:18 Huida por masacre infantil Os. 11:1; Jer. 31:15

26:15, 27:9-10 La traición de Judas Iscariote Zac. 11:12-13

27:26, 28-30, 39 etc. Azotado y despreciado Is. 53:3-5

Provisión de vino mezclado con mirra; los soldados


27:34-35 Sal. 22:18, 69:21
echan suertes sobre Sus vestidos

27:46 Clama en la cruz Sal. 22:1

25
LUN

01 El matrimonio
y el celibato
Mateo 19:1-12

La Biblia en un año: 1 Aconteció que cuando Jesús terminó estas pa-


Ex. 12:21-51/ Lc. 15/ Job 30/ 1 Co. 16
labras, se alejó de Galilea y fue a las regiones de
Judea, al otro lado del Jordán. 
1  Después de decir estas cosas, Jesús se fue de Galilea
y llegó a la región de Judea que está al oriente del
Jordán. 

2 Lo siguieron grandes multitudes, y los sanó allí.


2 Mucha gente lo siguió, y allí sanó a los enfermos.

3  Entonces se le acercaron los fariseos, tentán-


dolo y diciéndole: —¿Está permitido al hombre
repudiar a su mujer por cualquier causa?
3 Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tender-
le una trampa, le preguntaron: —¿Le está permitido a
uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?

4 Él, respondiendo, les dijo: —¿No habéis leído


que el que los hizo al principio, “hombre y mu-
jer los hizo”, 
4  Jesús les contestó: —¿No han leído ustedes en la
Escritura que el que los creó en el principio, “hombre y
mujer los creó”? 

5 ydijo: “Por esto el hombre dejará padre y ma-


dre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne”? 
5 Y dijo: “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su
madre para unirse a su esposa, y los dos serán como
una sola persona.” 

6  Así
que no son ya más dos, sino una sola car-
ne; por tanto, lo que Dios juntó no lo separe el
hombre.
6 Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el
hombre no debe separar lo que Dios ha unido.

7  Ledijeron: —¿Por qué, pues, mandó Moisés


darle carta de divorcio y repudiarla?
26
Mateo 19:1-12

Los fariseos le preguntan a Jesús sobre el divorcio, así que él les re-
cuerda que lo que Dios juntó no lo puede separar el hombre. Moisés
permitió que los varones pudieran entregarles un certificado de divor-
cio a sus esposas, por la dureza de sus corazones. Cualquiera que
se vuelve a casar, salvo por causa de fornicación, adultera. No todos
tienen el don del celibato, pero hay algunos que sí lo han recibido.

7 Ellos le preguntaron: —¿Por qué, pues, mandó Moisés


darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedir-
la así?

8 Élles dijo: —Por la dureza de vuestro corazón,


Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;
pero al principio no fue así. 
8 Jesús les dijo: —Precisamente por lo tercos que son
ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa;
pero al principio no fue de esa manera. 

9  Y yo os digo que cualquiera que repudia a su


mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera; y el que se casa con la repu-
diada, adultera.
9 Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no
ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra,
comete adulterio.

10  Ledijeron sus discípulos: —Si así es la con-


dición del hombre con su mujer, no conviene
casarse.
10 Le dijeron sus discípulos: —Si éste es el caso del
hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.

11 Entonces él les dijo: —No todos son capaces


de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. 
11 Jesús les contestó: —No todos pueden comprender
esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha
dado que lo comprendan. 

12  Hay eunucos que nacieron así del vientre de


su madre, y hay eunucos que son hechos eu-
nucos por los hombres, y hay eunucos que a sí
mismos se hicieron eunucos por causa del rei-
no de los cielos. El que sea capaz de recibir esto,
que lo reciba.
12 Hay diferentes razones que impiden a los hombres
casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimo-
nio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven
como incapacitados por causa del reino de los cielos. El
que pueda entender esto, que lo entienda.

27
Ayuda a su meditación

El matrimonio y el divorcio (19:1-9)


Para Dios el pacto matrimonial es precioso. Los fariseos tientan a Jesús pre-
guntándole si es lícito que un hombre repudie a su mujer por cualquier causa.
El Señor les dice que no es lícita la separación matrimonial (Gn. 1:27, 2:24).
Entonces, los fariseos tratan de justificar el divorcio con la Ley de Moisés; sin
embargo, Jesús insiste en su argumentación diciendo que no está permitido el
divorcio, salvo por causa de fornicación. Actualmente, la tendencia mundial se
inclina hacia la disminución del número de matrimonios, mientras que cada vez
se incrementan más los divorcios. Recordemos que el matrimonio es un pacto
que establecen los cónyuges ante Dios y los hombres. El soltero debe orar por
la persona con la que formará una familia; y el casado debe orar para que su
hogar esté bajo la soberanía y la bendición de Dios.
¿Cuál es la opinión de Jesús respecto al matrimonio y el divorcio? ¿Cómo debo
entender el pacto matrimonial, conforme a las enseñanzas de Jesús?

Sobre el celibato (19:10-12)


Al oír de Jesús que el matrimonio es para toda la vida, sus discípulos concluyen
que no conviene casarse. Luego, el Señor les habla del celibato y señala que no
todos son capaces de vivir solos, es decir, sin contraer matrimonio. Sin embar-
go, hay algunos que no se casan por falta de interés y hay otros que toman esa
decisión para dedicarse de lleno al reino de Dios. Esto no significa que el ma-
trimonio sea menos valioso que el celibato. Sin importar si una persona se casa
para formar una familia o no, el enfoque siempre debe ser vivir por causa del
reino de Dios. Solo hay una cosa que debemos considerar antes de tomar alguna
decisión: si agradamos a Dios o si estamos buscando hacer nuestra voluntad.
¿Qué significa que hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por
causa del reino de los cielos? Estemos casados o no, ¿cuál debe ser nuestro
mayor interés?

Reconozco que he priorizado mi felicidad y mi bienestar sobre Tu Pa-


Una Carta
labra, a la hora de tomar decisiones. Perdóname, Señor. Ayúdame a
a Dios renunciar los valores de este mundo y a levantar a mi familia en santi-
dad. Deseo agradar Tu corazón, Padre, junto a mi comunidad, y amar
al prójimo por sobre todas las cosas.
28
Ensayo para meditar Mateo 19:1-12

Nuestra esencia
es la adoración

A
pesar de que ya llevamos 30 años casados, muchas veces no
entiendo a mi esposo. Y cuando pasa esto, digo: “Seguro
que lo que dice es por una buena razón. Esperaré un poco,
aunque ahora no lo comprenda”.
Si bien es importante que en nuestro hogar entendamos la esen-
cia del evangelio y no negociemos sus principios, también es fun-
damental aceptarnos los unos a los otros para conservar un am-
biente de armonía. Incluso, aunque al principio pueda ser difícil y
se presenten dificultades en la forma de relacionarnos, estaremos
avanzando por el buen camino. Lo que más me gusta de este estilo
de vida es que no pierdo la paz y la tranquilidad de mi alma. Si mi
corazón está sediento e inseguro, no escucho bien la Palabra del Se-
ñor; pero si mi corazón está confundido, ni siquiera veo claramente
el corazón del otro. Para poder aceptar a nuestro prójimo, debemos
ponernos frecuentemente en sus zapatos, de esta manera logramos
comprender con más profundidad sus razones y motivaciones sin
caer en el juicio. Yo pude entrenarme para esto, gracias a que en
mi casa teníamos que convivir cuatro generaciones diferentes en
un mismo espacio. Así, fui transformándome en una persona que
busca la sabiduría del Señor para ver a los demás con Sus ojos.
Mi deseo siempre fue tener un corazón adorador, más que con-
vertirme en una esposa amada o una madre popular, porque sabía
que lo primero me garantizaría lo segundo. Y así ha sido. De hecho,
todavía puedo afirmar que tengo un matrimonio exitoso, porque
mi prioridad sigue siendo adorar a Dios incondicionalmente. Las
relaciones solo son una herramienta necesaria para forjar la vida
del adorador.

La alegría de la dama de honor, Woo Mvyung-ja

Aplicación Personal

29
MAR

02 Con el corazón
de un niño
Mateo 19:13-22

La Biblia en un año: 13  Entonces le fueron presentados unos niños


Ex. 13/ Lc. 16/ Job 31/ 2 Co. 1
para que pusiera las manos sobre ellos y orara;
pero los discípulos los reprendieron. 
13 Llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre
ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos co-
menzaron a reprender a quienes los llevaban.

14 Entonces Jesús dijo: «Dejad a los niños venir


a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el
reino de los cielos.»
14 Entonces Jesús dijo: —Dejen que los niños vengan
a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es
de quienes son como ellos.

15  Yhabiendo puesto sobre ellos las manos, se


fue de allí.
15 Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel
lugar.

16  Entoncesse acercó uno y le dijo: —Maestro


bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
16 Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó: —Maestro,
¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?

17 Él le dijo: —¿Por qué me llamas bueno? Nadie


es bueno sino uno: Dios. Pero si quieres entrar
en la vida, guarda los mandamientos.
17 Jesús le contestó: —¿Por qué me preguntas acerca
de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si
quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
30
Mateo 19:13-22

Unas personas llevan a unos niños delante de Jesús para que


ore por ellos, pero los discípulos intentan impedirlo. Jesús los
exhorta y les explica que de tales es el reino de los cielos. Luego,
un joven rico le consulta cómo puede obtener la vida eterna, pero
la respuesta lo desanima, pues Cristo lo invita a que venda todo,
les entregue las ganancias a los pobres y lo siga.

18 Le preguntó: —¿Cuáles? Y Jesús le contestó:


—No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No
dirás falso testimonio. 
18 —¿Cuáles? —preguntó el joven. Y Jesús le dijo:
—“No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas
mentiras en perjuicio de nadie,

19 Honra a tu padre y a tu madre. Y amarás a tu


prójimo como a ti mismo.
19 honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo
como a ti mismo.”

20  El joven le dijo: —Todo esto lo he guardado


desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
20 —Todo eso ya lo he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué
más me falta?

21  Jesús
le dijo: —Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás
tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
21 Jesús le contestó: —Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás
riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Al oír el joven esta palabra, se fue triste, por-


que tenía muchas posesiones.
22 Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque era
muy rico.

31
Ayuda a su meditación

Los niños y el reino celestial (19:13-15)


Los niños eran vulnerables en la época de Jesús, así como lo siguen siendo el
día de hoy. No obstante, Cristo siente un afecto especial por ellos y los incluye
en el pueblo del reino de Dios. Mucha gente trae a sus niños esperando que el
Maestro les imponga las manos en oración, pero los discípulos se interponen.
Entonces, Jesús les dice que deben permitir que los niños se acerquen a Él,
porque ‘de los tales es el reino de los cielos’. Los niños son dependientes, por
cuanto hay muchas cosas que no pueden hacer por sí solos. De igual manera,
el pueblo celestial debe depender enteramente de Dios con la humildad de los
niños. Confiar en el Padre todopoderoso es sabiduría, no necedad.
¿Cuál es el atributo de los niños que necesita el pueblo celestial? ¿En qué debo
ser humilde y depender enteramente del Señor?

La preocupación del joven rico (19:16-22)


No hay nada más importante para los hombres mortales, que recibir la vida
eterna. Un joven pregunta a Jesús qué hacer para tener la vida eterna. Aunque
había cumplido los Diez Mandamientos, no tenía la convicción de su salvación.
Cuando pregunta qué más le hace falta, podemos entrever su propia justicia.
Entonces, Jesús pone al descubierto el problema del joven: “Si quieres ser per-
fecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres (…); y ven, sígueme”. El
joven tenía muchas riquezas y también codicia. Aparentemente, vivía en integri-
dad; pero, en el fondo, no había obedecido enteramente a la Palabra, debido a su
avaricia. No es posible recibir la vida eterna con buenas obras; sino solo cuando
renunciamos aquello que es valorado en el mundo y tomamos a Jesús, el autor
de la vida, como el único parámetro a seguir.
¿Qué le dijo Jesús al joven rico? ¿A qué debo renunciar, para ser un discípulo
íntegro de Jesús?

Padre, me siento identificado con la tristeza del joven rico que se aparta
Una Carta
de Jesús. ¡Cuántas veces me he consagrado para seguirte de manera
a Dios incondicional y, al mismo tiempo, me he aferrado a mis bienes! Ayúdame
a obedecerte con gozo; confiaré y te amaré solo a Ti, Señor. Pon en mí
la humildad de un niño, para acumular galardones en el cielo.
32
Ensayo para meditar Mateo 19:13-22

Obedecer por completo

C
uando acepté a Jesucristo como mi Señor en 1979, Dios me
llamó inmediatamente para ministrar. En aquel entonces,
estaba estudiando ingeniería mecánica en la Universidad de
Purdue, era jugador del equipo de tenis y, como tenía un excelente
promedio, mi plan era realizar una maestría en administración de
empresas en Harvard, casarme con una mujer elegante y trabajar en
la parte administrativa de una multinacional.
No me interesaba para nada todo lo relacionado con el ministerio,
porque crecí en una pequeña aldea de unos 3.000 habitantes y la
mayoría de los pastores de allí no vivían bien. Pero Dios me habló
durante el culto: “John, te llamé para mi ministerio. ¿Qué piensas
hacer?”. No pude evitar pensar que mi familia seguramente me des-
heredaría y que terminaría siendo como los demás pastores que
viven en casas humildes y sucias. Sin embargo, como para mí lo más
importante era obedecer a Dios, oré: “Dios, te obedeceré y predica-
ré Tu Palabra sin importar el precio que tenga que pagar”. Aunque,
una vez tomé la decisión, la verdad es que viví algo completamente
diferente a lo que esperaba, solo que Dios no me lo mostró de an-
temano porque lo que Él deseaba era saber si yo estaba dispuesto a
dejarlo todo y seguirlo a Él.
Todos vivimos confundidos creyendo que, al pertenecer a Jesús,
recibiremos todo aquello que nos produce bienestar. Sin embargo,
además de aceptar el mensaje de la salvación, que es la bendición
definitiva, debemos someternos a la soberanía de Jesús, dispuestos
siempre a obedecerlo y a rendirnos por completo.

¿Qué es el bien?, John Bevere

Aplicación Personal

33
MIÉ

03 Dejar lo terrenal
por lo celestial
Mateo 19:23-30

La Biblia en un año: 23  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —De


Ex. 14/ Lc. 17/ Job 32/ 2 Co. 2
cierto os digo que difícilmente entrará un rico
en el reino de los cielos. 
23 Jesús dijo entonces a sus discípulos: —Les aseguro
que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 

24 Otra vez os digo que es más fácil pasar un ca-


mello por el ojo de una aguja, que entrar un rico
en el reino de Dios.
24 Les repito que es más fácil para un camello pasar
por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el
reino de Dios.

25 Sus discípulos, al oír esto se asombraron mu-


cho, y decían: —¿Quién, pues, podrá ser salvo?
25 Al oírlo, sus discípulos se asombraron más aún, y de-
cían: —Entonces, ¿quién podrá salvarse?

26  Mirándolos Jesús, les dijo: —Para los hom-


bres esto es imposible, pero para Dios todo es
posible.
26 Jesús los miró y les contestó: —Para los hombres es-
to es imposible, pero para Dios todo es posible.

27  Entonces, respondiendo Pedro, le dijo: —


Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido; ¿qué, pues, tendremos? 
27 Pedro le dijo entonces: —Nosotros hemos dejado
todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos
a recibir?
34
Mateo 19:23-30

Jesús declara que es más fácil que pase un camello por el ojo de
una aguja, que un rico en el reino de Dios; entonces, los discí-
pulos se preguntan quién podrá ser salvo. Para los hombres es
imposible, sin embargo, para Dios todo es posible. Por haberlo
dejado todo para seguir al Señor, los discípulos se sentarán
sobre tronos y heredarán la vida eterna.

28 Jesús les dijo: —De cierto os digo que en la re-


generación, cuando el Hijo del hombre se siente
en el trono de su gloria, vosotros que me habéis
seguido, también os sentaréis sobre doce tronos,
para juzgar a las doce tribus de Israel. 
28 Jesús les respondió: —Les aseguro que cuando lle-
gue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo
del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que
me han seguido se sentarán también en doce tronos para
juzgar a las doce tribus de Israel. 

29 Y cualquiera que haya dejado casas, o herma-


nos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o
hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien ve-
ces más, y heredará la vida eterna. 
29 Y todos los que por causa mía hayan dejado casa,
o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o
terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán
la vida eterna. 

30 Pero muchos primeros serán últimos, y los úl-


timos, primeros.
30 Pero muchos que ahora son los primeros, serán los
últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los
primeros.

35
Ayuda a su meditación

El rico y el reino celestial (19:23-26)


Las riquezas nos proporcionan un sentimiento falso de seguridad y nos generan
dependencia. Si el joven que acudió a Jesús no hubiera sido rico, seguramente
le habría sido más fácil seguirle. Por eso, Jesús asegura que es más fácil que pase
un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de Dios. Los
discípulos se asombran y se desaniman ante dichas palabras; entonces, Él les
recuerda que no hay nada imposible para la gracia de Dios. Antes de seguir a Je-
sús, es preciso renunciar a aquello en lo cual confiamos; e incluso esto también
es necesario hacerlo con la ayuda de Dios. Es importante que recordemos que
somos simples mayordomos de los bienes materiales, pues todo le pertenece al
Señor. Así que, cuando Él nos lo pida, debemos estar dispuestos a entregarlo
todo con fe.
¿Por qué es difícil que un rico entre en el reino de los cielos? ¿Confío más en
mis riquezas o en Dios?

Sorpresas en el reino celestial (19:27-30)


El pueblo celestial renuncia a lo perecedero a cambio de lo eterno. Como los
discípulos dejaron la barca, las redes y su familia para seguir a Jesús (4:20, 22),
le preguntan qué recibirán a cambio. El Señor dará el pago justo en el reino de
Dios a todos los que hayan dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,
mujer, hijos o tierras por Su nombre. Recibirán una bendición más grande que
aquí en la tierra, gobernarán con el Señor en gloria y heredarán la vida eterna
en Su reino. Y en los cielos, los primeros serán los postreros; y los postreros
serán los primeros. Por tanto, aunque el mundo nos enseña a preocuparnos por
ser los primeros o a destacarnos, recordemos que Cristo nos eneña a depender
exclusivamente de la gracia de Dios.
¿Cuál es la recompensa que recibirán los discípulos por haber dejado todo
para seguir a Jesús? ¿A qué he renunciado para seguir al Señor?

Señor Jesús, es grande la gloria que has prometido a los que dan todo
Una Carta
por causa del reino celestial. No importa lo que los hombres puedan
a Dios decir de mí, yo seguiré dando pasos firmes en la fe. Deseo testificar con
mi vida que contigo lo tengo todo, aunque en este mundo se enseñe
que la plenitud está en el dinero.
36
Ensayo para meditar Mateo 19:23-30

Una fe que no cree


en otras cosas

L
eí un artículo sobre un hombre rico que había rentado la sui-
te de un hotel de Nueva York por un mes a 700 mil dólares.
Aunque iba a vivir lujosamente por un tiempo, me pareció un
desperdicio de dinero. Incluso, sentí que era un pecado gastar se-
mejante cifra solo para dormir, cuando en lugares como África se
puede mantener a un niño con 45 dólares al mes.
Solemos decir que queremos ganar mucho dinero para hacer la
obra del Señor. Sin embargo, debemos revisar con honestidad por
qué queremos tener grandes ingresos y qué es lo que buscamos
hoy. Por eso, cuando oficio bodas, siempre le digo al novio: «Presta
atención. Aceptar hoy a la novia como tu esposa significa renunciar
a todas las mujeres de la tierra». Esto se debe a que el peor marido
es aquel que es bueno con su esposa, pero también con el resto de
las mujeres del mundo. Quien cree en Dios y afirma: «Me gusta la
iglesia, pero también me gusta el mundo», tiene un grave problema.
¿Desea alegrar a Dios? Es imposible hacerlo sin fe. Entonces,
¿qué es la fe? No es simplemente creer en Dios; se trata de no creer
en otra cosa que no sea Dios. Si recibimos la gracia y decidimos
aferrarnos a ella para comprender el verdadero valor de la riqueza
espiritual, entonces agradezcamos ese don y dejemos de envidiar
todo aquello que proviene del mundo y de la carne. En lugar de
amar al mundo, amemos fervientemente a Dios y avancemos hacia
el cielo, siguiendo el camino de la justicia.

El lugar más humilde, Hong Min-ki

Aplicación Personal

37
JUE

04 Bondad divina
en el pago
Mateo 20:1-16

La Biblia en un año: 1 »El reino de los cielos es semejante a un hom-


Ex. 15/ Lc. 18/ Job 33/ 2 Co. 3
bre, padre de familia, que salió por la mañana a
contratar obreros para su viña. 
1  »Sucede con el reino de los cielos como con el dueño
de una finca, que salió muy de mañana a contratar tra-
bajadores para su viñedo. 

2  Y
habiendo convenido con los obreros en un
denario al día, los envió a su viña.
2 Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día,
y los mandó a trabajar a su viñedo.

3  Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a


otros que estaban en la plaza desocupados 
3 Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a
otros que estaban en la plaza desocupados. 

4 y les dijo: “Id también vosotros a mi viña, y os


daré lo que sea justo.” Y ellos fueron. 
4 Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar a mi viñe-
do, y les daré lo que sea justo.” Y ellos fueron. 
38
Mateo 20:1-16

El reino de los cielos es semejante a un hombre que contrata


obreros para su viña, desde muy temprano en la mañana hasta
muy tarde. Como al final del día les paga a todos por igual, los
primeros en llegar se quejan. Entonces, el hombre señala que le
es lícito hacer lo que quiere con lo suyo. Así, los primeros serán
postreros; y los postreros, primeros.

5  Salió otra vez cerca de las horas sexta y nove-


na, e hizo lo mismo. 
5 El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez
a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. 

6  Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a


otros que estaban desocupados y les dijo: “¿Por
qué estáis aquí todo el día desocupados?” 
6 Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y
encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les
preguntó: “¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin
trabajar?” 

7 Le dijeron: “Porque nadie nos ha contratado.”


Él les dijo: “Id también vosotros a la viña, y re-
cibiréis lo que sea justo.”
7  Le contestaron: “Porque nadie nos ha contratado.”
Entonces les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar
a mi viñedo.”

8 »Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo


a su mayordomo: “Llama a los obreros y págales
el jornal, comenzando desde los últimos hasta
los primeros.”
8 »Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del
trabajo: “Llama a los trabajadores, y págales comenzan-
do por los últimos que entraron y terminando por los que
entraron primero.” 

39
9  Llegaron los que habían ido cerca de la ho-
ra undécima y recibieron cada uno un denario. 
9 Se presentaron, pues, los que habían entrado a traba-
jar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió
el salario completo de un día. 

10 Alllegar también los primeros, pensaron que


habían de recibir más, pero también ellos reci-
bieron cada uno un denario. 
10 Después, cuando les tocó el turno a los que habían
entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero
cada uno de ellos recibió también el salario de un día. 

11  Y al recibirlo, murmuraban contra el padre


de familia, 
11 Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, 

12  diciendo: “Estos últimos han trabajado una


sola hora y los has tratado igual que a nosotros,
que hemos soportado la carga y el calor del día.” 
12 diciendo: “Éstos, que llegaron al final, trabajaron so-
lamente una hora, y usted les ha pagado igual que a
nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de
todo el día.”
40
Mateo 20:1-16

13 Él,respondiendo, dijo a uno de ellos: “Amigo,


no te hago ninguna injusticia. ¿No conviniste
conmigo en un denario? 
13 Pero el dueño contestó a uno de ellos: “Amigo, no te
estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglas-
te conmigo por el salario de un día? 

14 Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a


este último lo mismo que a ti. 
14 Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a és-
te que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, 

15  ¿No me está permitido hacer lo que quie-


ro con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo
soy bueno?” 
15 es porque tengo el derecho de hacer lo que quie-
ra con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea
bondadoso?”

16 Así,
los primeros serán últimos y los últimos,
primeros, porque muchos son llamados, pero
pocos escogidos.
16 »De modo que los que ahora son los últimos, serán
los primeros; y los que ahora son los primeros, serán
los últimos.

41
Ayuda a su meditación

Obreros en la viña (20:1-7)


El reino de Dios tiene parámetros diferentes a los del mundo. Con esta pará-
bola, Jesús nos enseña cómo es el reino de Dios en el presente y cómo será en
el futuro. Muy de mañana, un hombre sale a contratar obreros para su viña y
conviene con ellos un denario como jornal. Luego, sale a la hora tercera (9 a. m.)
a la plaza y llama a otros desempleados. A la hora sexta (mediodía), a la novena
(3 p. m.) e incluso en la hora undécima (5 p. m.) contrata más obreros. El mundo
considera un error llamar a los que no son contratados por nadie más. Pero este
hombre nos recuerda mucho a Dios, quien nos ha salvado cuando estábamos
en delitos y pecados, por Su misericordia y amor.
¿Cómo se habrán sentido los hombres que no habían conseguido trabajo hasta
la hora undécima (5 p. m.)? En mi opinión, ¿a qué hora fui alcanzado por Dios
con Su salvación?

El pago del jornal (20:8-16)


Dios es bueno y Su bondad favorece a todos los hombres. Al terminar el hora-
rio laboral, el dueño de la viña comienza a pagar el jornal, empezando por los
que fueron contratados al final. Al ver que estos estaban recibiendo el pago de
un denario como si hubieran trabajado el día completo, los primeros en llegar
creen que recibirán más de lo acordado; sin embargo, sus expectativas se ven
frustradas. Entonces, murmuran contra el hombre, porque recibieron el mismo
pago que los que trabajaron solo una hora, desconociendo que estaban reci-
biendo lo que se les había prometido en un inicio y que, por ende, no se estaba
cometiendo injusticia alguna en su contra. En lo que se refiere a la salvación, no
hay lugar para los méritos humanos, sino solo para la gracia y misericordia divi-
na. Jamás olvidemos que por gracia hemos sido incluidos en el pueblo celestial,
es decir, por los méritos de Jesús en la cruz y por misericordia divina.
¿Cómo podemos describir al hombre que pagó a todos por igual, sin tener en
cuenta las horas de trabajo que cada uno había cumplido? ¿Qué pasa cuando
me comparo con los demás y murmuro contra Dios?

Amado Jesús, confieso que he sido ambicioso, buscando reconoci-


miento humano, y que me he comparado con los demás. Reconozco Tu
Una Carta infinita misericordia, por la que me has rescatado de mis pecados, aun
a Dios sin merecerlo, y me has llamado a ser un obrero en Tu viña. Gracias
una vez más, Señor. Ayúdame a ser un discípulo fiel que confía en Tu
buena voluntad.
42
Ensayo para meditar Mateo 20:1-16

Trabajar con amor,


más allá de la justicia

U
n pastor vio de casualidad la vista aérea de Washington D. C.
desde un avión. Estando ahí, pudo identificar el Congreso,
la Casa Blanca, el Pentágono, etc. También vio el hospital
universitario, un centro comercial y otros edificios de su pequeña
ciudad, Baltimore. Sin embargo, no le fue posible ver su iglesia,
porque era diminuta. Entonces el pastor oró: «Dios, siempre he
querido construir una iglesia grande, pero hoy me doy cuenta de
que no es una buena idea. No importa que nuestra congregación
sea pequeña, pero sí me gustaría que nuestros miembros trabajen en
la Casa Blanca, en el Pentágono y en los grandes hospitales. No me
importa que seamos insignificantes, siempre y cuando podamos ser
una congregación que ayuda a quienes tienen la voluntad del Señor
de salir al mundo y trabajar».
Así es como la iglesia debe formar obreros de Dios. Pero, para
lograrlo, debemos trascender en la justicia y elegir el amor. La ex-
plicación más adecuada para esto es la parábola de los obreros de
la viña. Allí, algunos de ellos se quejan al descubrir que aquellos
que trabajaron menos ganaron lo mismo. A lo que el dueño les
afirma: «Amigo, no te hago injusticia; ¿no te conviniste conmigo
en un denario?”. Si los que llegaron de últimos se hubieran ido con
las manos vacías, toda su familia hubiera pasado hambre. Los trató
con amor porque podía hacerlo. “Toma lo que es tuyo y vete; pero
quiero dar a este último lo mismo que a ti», concluye el hombre de
la historia. De este modo, la razón de ser y el deber del cristianismo
es dar amor, superando el límite de la justicia, y formar obreros del
reino de Dios.

El reino de Dios fuera de la iglesia, Kim Hyung-seok


Aplicación Personal

43
VIE

05 Gloria después
del sacrificio
Mateo 20:17-34

La Biblia en un año: 17  Mientras subía Jesús a Jerusalén, tomó a sus


Ex. 16/ Lc. 19/ Job 34/ 2 Co. 4
doce discípulos aparte y les dijo por el camino: 
17 Jesús, yendo ya de camino a Jerusalén, llamó aparte
a sus doce discípulos y les dijo:

18  «Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del


hombre será entregado a los principales sacer-
dotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte 
18 —Como ustedes ven, ahora vamos a Jerusalén, don-
de el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de
los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo conde-
narán a muerte 

19 ylo entregarán a los gentiles para que se bur-


len de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al
tercer día resucitará.»
19 y lo entregarán a los extranjeros para que se bur-
len de él, lo golpeen y lo crucifiquen; pero al tercer día
resucitará.

20  Entonces se le acercó la madre de los hijos


de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y
pidiéndole algo.
20 La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hi-
jos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para
pedirle un favor.
44
Mateo 20:17-34

Jesús anuncia Su pasión, Su muerte y Su resurrección. La madre


de los hijos de Zebedeo pide que sus hijos se sienten a la derecha
y a la izquierda del Señor, causando enojo en los demás discípu-
los. Jesús señala que el que quiera hacerse grande, sea un siervo,
por cuanto el Hijo del Hombre vino para dar Su vida en rescate
por muchos. Dos ciegos que reciben sanidad siguen a Jesús.

21  Élle dijo: —¿Qué quieres? Ella le dijo: —


Ordena que en tu Reino estos dos hijos míos
se sienten el uno a tu derecha y el otro a tu
izquierda.
21 Jesús le preguntó: —¿Qué quieres? Ella le dijo: —
Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu
derecha y el otro a tu izquierda.

22 Entonces Jesús, respondiendo, dijo: —No sa-


béis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo
he de beber, y ser bautizados con el bautismo
con que yo soy bautizado? Ellos le respondie-
ron: —Podemos.
22 Jesús contestó: —Ustedes no saben lo que piden.
¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?
Ellos dijeron: —Podemos.

23  Él les dijo: —A la verdad, de mi vaso bebe-


réis, y con el bautismo con que yo soy bautizado
seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha
y a mi izquierda no es mío darlo, sino a aquellos
para quienes está preparado por mi Padre.
23 Jesús les respondió: —Ustedes beberán este trago
amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda
no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a
aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.

24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron con-


tra los dos hermanos. 
24 Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se eno-
jaron con los dos hermanos. 

45
25  Entonces Jesús, llamándolos, dijo: —Sabéis
que los gobernantes de las naciones se enseño-
rean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre
ellas potestad. 
25 Pero Jesús los llamó, y les dijo: —Como ustedes sa-
ben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía
a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad
sobre ellos. 

26  Pero entre vosotros no será así, sino que el


que quiera hacerse grande entre vosotros será
vuestro servidor, 
26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el
que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a
los demás;

27  yel que quiera ser el primero entre vosotros


será vuestro siervo; 
27 y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá
ser su esclavo. 

28  como el Hijo del hombre, que no vino para


ser servido, sino para servir y para dar su vida
en rescate por todos.
28 Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino
para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en
rescate por una multitud.

29  Alsalir ellos de Jericó, lo seguía una gran


multitud.
29 Al salir ellos de Jericó, mucha gente siguió a Jesús.
46
Mateo 20:17-34

30  Ydos ciegos que estaban sentados junto al


camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, cla-
maron, diciendo: —¡Señor, Hijo de David, ten
misericordia de nosotros!
30 Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al
oír que Jesús pasaba, gritaron: —¡Señor, Hijo de David,
ten compasión de nosotros!

31 La gente los reprendía para que callaran, pero


ellos clamaban más, diciendo: —¡Señor, Hijo de
David, ten misericordia de nosotros!
31 La gente los reprendía para que se callaran, pero
ellos gritaban más todavía: —¡Señor, Hijo de David, ten
compasión de nosotros!

32  Jesús,
deteniéndose, los llamó y les dijo:
—¿Qué queréis que os haga?
32 Entonces Jesús se detuvo, llamó a los ciegos y les
preguntó: —¿Qué quieren que haga por ustedes?

33  Ellos
le dijeron: —Señor, que sean abiertos
nuestros ojos.
33 Ellos le contestaron: —Señor, que recobremos la
vista.

34 Entonces Jesús, sintiendo compasión, les to-


có los ojos, y en seguida recibieron la vista y lo
siguieron.
34 Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos.
En el mismo momento los ciegos recobraron la vista, y
siguieron a Jesús.

47
Ayuda a su meditación

Camino a Jerusalén (20:17-28)


Jesús y Sus discípulos se encuentran camino a Jerusalén, aunque con intereses
diferentes. Por tercera vez, el Señor les anuncia sobre Su pasión, Su muerte y Su
resurrección. Entonces, la madre de Santiago y Juan le pide que sus hijos pue-
dan sentarse en el lugar más glorioso en Su reino. Jesús señala que no le toca a
Él escoger quién se sentará a Su derecha o a Su izquierda, sino a Dios. Habiendo
oído sobre la pasión y crucifixión del Maestro, los discípulos lo interpretan erró-
neamente, debido a sus prejuicios. No entienden que Jesús obedecerá la volun-
tad de Dios hasta la muerte en la cruz, para luego ser glorificado. Si deseamos
participar de la gloria de Jesús, entonces debemos servir y sacrificarnos, como
lo hizo el Señor por nosotros.
¿Con qué propósito sube Jesús a Jerusalén? ¿Cuál es el servicio y sacrificio
que debo realizar, para recibir la gloria de Dios?

Siguen a Jesús con sanidad (20:29-34)


Una discapacidad más grave que la ceguera física es la espiritual. Jesús sale de
Jericó, y le sigue una gran multitud. Dos ciegos que están sentados junto al
camino oyen que Jesús está pasando por allí y claman pidiendo: “Señor, ¡Hijo
de David, ten misericordia de nosotros!”. Pronto son reprendidos para que se
callen, pero ellos alzan más su voz. Jesús detiene Sus pasos y les pregunta cuál
es su deseo. Ellos le responden sin dudar: “Señor, que sean abiertos nuestros
ojos”. Jesús, compadecido, les toca sus ojos y en seguida reciben la vista; enton-
ces, ellos deciden seguirle. Estos dos hombres se contrastan con los discípulos
que, si bien tenían visión física, sufrían de ceguera espiritual y buscaban cosas
vanas.
¿Cómo se habrán sentido los dos ciegos al clamar a Jesús después de ser
reprendidos por la multitud? ¿Cuál es el deseo de mi corazón, por el que clamo
al Señor con desesperación?

Amado Señor, perdóname si he buscado solo la gloria, sin comprender


en verdad la pasión y la crucifixión de Cristo. Renuncio a mi deseo de
Una Carta enaltecerme por sobre los demás, para aprender de Jesús, quien se
a Dios humilló hasta lo sumo y vino al mundo a servir. Te buscaré solo a Ti,
Señor. Abre mi boca, para anunciar el evangelio; y mis ojos, para ver
lo que antes no veía.
48
Ensayo para meditar Mateo 20:17-34

No alcanza con
ser bendecido

K
arl Marx sostuvo: «La religión es el opio del pueblo». No obs-
tante, lo que más se parece al opio es al ateísmo, pues, si Dios
no existiese, tanto la ética como la ley perderían el sentido.
Siendo así, todo el que tuviera poder podría hacer lo que deseara. El
efecto del opio es justamente ese, actuar sin dominio de la voluntad
y sin consciencia del otro. Sin embargo, es cierto que hay quienes, a
pesar de ir a la iglesia, buscan vivir de manera similar. Me refiero a
aquellos que desean recibir la bendición sobrenatural, sin estar inte-
resados en Dios. Si bien no es del todo incorrecto esperar recibir la
bendición de Dios, demostramos inmadurez en nuestra fe, cuando
nos enfocamos solo en eso y nuestra relación con Él depende de lo
que nos dé. A este tipo de personas no le interesan las responsabili-
dades como, por ejemplo, cargar con la cruz. Por el contrario, solo
exigen que se resuelvan sus problemas. Una teología como esta nos
hace quedar como personas naturales y egocéntricas, pues omite la
importancia de hacer morir el ego.
Jesús advierte: «Si quieres ser discípulo mío, carga con tu cruz».
Esto quiere decir que Su verdad no es como el opio, porque sí nos
hace sentir el sufrimiento. ¿Por qué? Porque, aunque no tengamos
ninguna aflicción en este momento, debemos cargar con las congo-
jas de quienes estén sufriendo y debemos participar de su dolor, así
como lo hizo Cristo. Y, si bien sufrimos ahora, luego recibiremos Su
gloria. Por eso, quien no esté dispuesto a participar del sufrimiento
de Cristo, tampoco puede esperar ser parte de Su gloria.

El reino de Dios del Rev. Reuben Archer Torrey


III, Rev. Reuben Archer Torrey III

Aplicación Personal

49
SÁB

06 La humilde
marcha real
Mateo 21:1-11

La Biblia en un año: 1  Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a


Ex. 17/ Lc. 20/ Job 35/ 2 Co. 5
Betfagé, al Monte de los Olivos, Jesús envió dos
discípulos, 
1 Cuando ya estaban cerca de Jerusalén y habían llega-
do a Betfagé, al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos
de sus discípulos, 

2 diciéndoles: «Id a la aldea que está enfrente de


vosotros, y en seguida hallaréis una asna atada
y un pollino con ella. Desatadla, y traédmelos.
2  diciéndoles: —Vayan a la aldea que está enfrente.
Allí encontrarán una burra atada, y un burrito con ella.
Desátenla y tráiganmelos. 

3 Y si alguien os dice algo, contestadle: “El Señor


los necesita, pero luego los devolverá.”»
3 Y si alguien les dice algo, díganle que el Señor los ne-
cesita y que en seguida los devolverá.

4  Todo esto aconteció para que se cumpliera lo


que dijo el profeta:
4 Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo el pro-
feta, cuando escribió:

5 «Decid a la hija de Sión: tu Rey viene a ti, man-


so y sentado sobre un asno, sobre un pollino,
hijo de animal de carga.»
5 «Digan a la ciudad de Sión: “Mira, tu Rey viene a ti,
humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una
bestia de carga.”»

6  Entonces los discípulos fueron e hicieron co-


mo Jesús les mandó. 
50
Mateo 21:1-11

Cuando llegan a Betfagé, cerca de Jerusalén, Jesús les pide a


dos discípulos que le traigan una burra y su cría, para que se
cumpliese lo dicho por el profeta. Los discípulos ponen sobre
el asna sus mantos, y Jesús se sienta encima. La gente tiende
sus mantos y ramas de árboles en el camino, y aclama diciendo:
‘¡Hosanna al Hijo de David!’.

6 Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les ha-


bía mandado. 

7  Trajeron el asna y el pollino; pusieron sobre


ellos sus mantos, y él se sentó encima.
7 Llevaron la burra y su cría, echaron sus capas encima
de ellos, y Jesús montó.

8 La multitud, que era muy numerosa, tendía sus


mantos en el camino; otros cortaban ramas de
los árboles y las tendían en el camino. 
8 Había mucha gente. Unos tendían sus capas por el ca-
mino, y otros tendían ramas que cortaban de los árboles. 

9  Y la gente que iba delante y la que iba detrás


aclamaba, diciendo: «¡Hosana al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Hosana en las alturas!»
9 Y tanto los que iban delante como los que iban detrás,
gritaban: —¡Hosana al Hijo del rey David! ¡Bendito el que
viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!

10  Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad


se agitó, diciendo: —¿Quién es éste?
10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se
alborotó, y muchos preguntaban: ¿Quién es éste?

11 Y la gente decía: —Éste es Jesús, el profeta,


el de Nazaret de Galilea.
11 Y la gente contestaba: —Es el profeta Jesús, el de
Nazaret de Galilea.

51
Ayuda a su meditación

La entrada de Jerusalén (21:1-5)


Jesús es el Hijo de Dios, el dueño y soberano de la creación; Él dispone de las
cosas según Su necesidad. Jesús manda a Sus dos discípulos a ir a una aldea
aledaña, para que le consigan una burra y un pollino que están atados. De esta
forma, se cumple la profecía de Isaías, la cual indicaba que el Salvador vendría
a los moradores de Jerusalén, ‘la hija de Sion’ (Is. 62:11); y también las palabras
de Zacarías, cuando anunció que el Rey sería humilde y cabalgaría sobre un
asno (Zac. 9:9). Muchos discrepan diciendo que un gran ejército de jinetes y de
soldados habría sido más apropiado para acompañar al Rey de reyes. De hecho,
la figura de Cristo tampoco coincide con el concepto mesiánico que tenían los
judíos en aquella época. No obstante, Jesús opta por un pollino. Como Siervo
humilde y sufriente, cumple la voluntad de Dios en todo momento.
¿Qué aprendemos sobre Jesús, cuando lo vemos cabalgar sobre un pollino?
¿Qué debo hacer con humildad y sin ostentación, conforme a la voluntad del
Señor?

El festejo de la multitud (21:6-11)


Cerca de las Pascuas, Jerusalén se llena de judíos que vienen de muchos lugares
a celebrarlo. Unos días antes de esta importante fecha judía, Jesús entra a Jeru-
salén montado en un pollino. La multitud usa sus mantos y ramas de los árboles
para tenderlos en el camino, para que Jesús pasase por allí. La gente aclama
diciendo: “¡Hosanna!”, que significa ‘ayúdanos’ o ‘sálvanos’. Así proclaman que
Jesús es el Mesías enviado por Dios. Sin embargo, ninguno de los que presen-
cian este suceso tiene conocimiento del gran plan salvífico que se cumplirá por
medio de Jesús. La salvación divina es tan sublime que escapa del conocimiento
humano. Esperaban un Mesías que liberara a los judíos de la opresión romana;
sin embargo, la misión de Jesús es liberar de la potestad del pecado y de Satanás
a toda la humanidad.
¿Cuáles eran las expectativas de la multitud que aclamaba “hosanna”? ¿Cómo
difieren los pensamientos de Dios de los míos?

Padre celestial, aunque en este momento no lo comprenda todo, obe-


Una Carta
deceré a Tu santa voluntad. Grabaré en mi mente y en mi corazón el
a Dios camino por el que Jesús anduvo humildemente. Siendo el Rey de reyes,
Jesús se sentó sobre un pollino para cumplir las Escrituras y tomó la
senda de la cruz para perdonar mis pecados.
52
Ensayo para meditar Mateo 21:1-11

Porque Dios me ordenó ir

V
einte años atrás partimos a Kenia en un viaje misionero junto
a mi familia. Como en aquel entonces vivíamos cómodamen-
te en EE. UU. con mis hijos de dos, cuatro y seis años, estaba
preocupado por ellos. En cambio, ellos estaban emocionados por-
que podrían conocer a Simba, el protagonista de la película el Rey
León.
Para viajar, tuvimos que aplicarnos siete vacunas los adultos y
cinco los niños. Mientras que los más pequeños iban al hospital,
sin saber lo que les esperaba, el mayor lloraba porque reconocía
el dolor de la inyección. Entonces, le expliqué que eran necesarias
para no enfermarnos, ya que el hábitat en Kenia era muy diferente.
Sin embargo, se echó a llorar más fuerte gritando: «¡Entonces no
quiero ir a Kenia!». Al final, terminamos vacunándolo, mientras le
repetíamos como loros lo que dicen todos los pastores: «Dios dijo
que vayamos a Kenia». Al día siguiente, escuché de casualidad lo
que le decía el mayor a sus hermanitos. «¿Saben por qué vamos a
Kenia? Porque Dios nos dijo que vayamos». Al escucharlo, lloré de
agradecimiento y convicción.
Nosotros somos personas que avanzamos hacia la visión de Dios.
En vez de luchar para sobrevivir, seguimos la voluntad que Dios
tiene para la tierra, preguntando: «Dios, ¿qué deseas que haga?» y
obedecemos con fe. Mi mayor deseo es que nuestro peregrinaje de
fe reconozca siempre la soberanía de Dios.

La bendición de partir, Jin Jae-hyuk

Aplicación Personal

53
DOM

07 Oración con fe,


sin dudas
Mateo 21:12-22

La Biblia en un año: 12 Entró Jesús en el templo de Dios y echó fue-


Ex. 18/ Lc. 21/ Job 36/ 2 Co. 6
ra a todos los que vendían y compraban en el
Templo; volcó las mesas de los cambistas y las
sillas de los que vendían palomas, 
12 Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los
que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas
de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos
de los que vendían palomas; 

13  yles dijo: «Escrito está: “Mi casa, casa de


oración será llamada”, pero vosotros la habéis
hecho cueva de ladrones.»
13 y les dijo: —En las Escrituras se dice: “Mi casa será
declarada casa de oración”, pero ustedes están haciendo
de ella una cueva de ladrones.

14  Y en el Templo se le acercaron ciegos y co-


jos, y los sanó. 
14 Se acercaron a Jesús en el templo los ciegos y los
cojos, y él los sanó. 

15 Pero los principales sacerdotes y los escribas,


viendo las maravillas que hacía y a los muchachos
aclamando en el Templo y diciendo: «¡Hosana al
Hijo de David!», se enojaron 
15 Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maes-
tros de la ley vieron los milagros que hacía, y oyeron que
los niños gritaban en el templo: «¡Hosana al Hijo del rey
David!», se enojaron

16 y le dijeron: —¿Oyes lo que estos dicen? Jesús


les dijo: —Sí. ¿Nunca leísteis: »“De la boca de
los niños y de los que aún maman, fundaste la
alabanza”?
16 y dijeron a Jesús: —¿Oyes lo que ésos están dicien-
do? Jesús les contestó: —Sí, lo oigo. Pero ¿no han leído
ustedes la Escritura que habla de esto? Dice: “Con los
cantos de los pequeños, de los niñitos de pecho, has
dispuesto tu alabanza.”
54
Mateo 21:12-22

Jesús echa fuera a todos los que venden y compran en el templo,


diciendo que ellos han convertido la casa de oración en cueva de
ladrones. Después, sana a los ciegos y cojos. Más adelante, seca
una higuera que se encuentra cerca del camino, porque no da
frutos. Los discípulos se preguntan por qué lo hizo, y el Señor les
responde que todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán.

17  Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a


Betania, y se quedó allí.
17 Entonces los dejó, y se fue de la ciudad a Betania,
donde pasó la noche.

18  Por
la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo
hambre.
18 Por la mañana, cuando volvía a la ciudad, Jesús sin-
tió hambre. 

19  Viendo una higuera cerca del camino, se


acercó, pero no halló nada en ella, sino hojas
solamente, y le dijo: —¡Nunca jamás nazca de ti
fruto! Y al instante la higuera se secó. 
19 Vio una higuera junto al camino y se acercó a ella,
pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo a la
higuera: —¡Nunca más vuelvas a dar fruto! Y al instante
la higuera se secó. 

20 Al
ver esto los discípulos, decían asombrados:
—¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
20 Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y
preguntaron a Jesús: —¿Cómo es que la higuera se
secó al instante?

21  Respondiendo Jesús, les dijo: —De cierto os


digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis
esto de la higuera, sino que si a este monte le
decís: “¡Quítate y arrójate al mar!”, será hecho. 
21 Jesús les contestó: —Les aseguro que si tienen fe y
no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a
la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: “Quítate
de ahí y arrójate al mar”, así sucederá. 

22 Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo


recibiréis.
22 Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo
recibirán.

55
Ayuda a su meditación

El templo y la higuera (21:12-22)


El templo debe ser puro. En los tiempos de Jesús, el templo de Jerusalén era
una cueva de comerciantes que se lucraban de las actividades religiosas. Obte-
nían grandes ganancias en el cambio de divisas, un dinero que se usaba para
el tributo del templo; además, se beneficiaban descaradamente de la venta de
animales para el sacrificio. Por eso y en un acto de purificación del templo, todos
ellos son expulsados por Jesús; luego, sana a los ciegos y cojos para enseñarnos
que el propósito del templo es que sea un lugar de restauración. En la mañana
siguiente, Jesús maldice a una higuera que tiene muchas hojas pero que no da
frutos, y esta se seca enseguida. De esta manera, advierte a los líderes religiosos
del juicio inminente de Dios. Al Señor no le agradan las actividades religiosas en
las que priman las apariencias. Busquemos la voluntad del Señor y demos frutos
genuinos de fe.
¿Cómo fue la reacción de los líderes religiosos ante la purificación del templo?
¿A qué privilegios debo renunciar para no caer en la religiosidad que no pro-
duce fruto?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Por qué Jesús, que es humilde y manso, se enojó
en gran manera en el templo de Jerusalén? ¿Cómo
trató Jesús a los ciegos y cojos? (21:12-14)

Aplicación y ¿Qué podría provocar disgusto en Jesús, si Él entra-


diálogo
ra a mi casa? ¿Cómo podría evitar esto?

2 Observación
Jesús maldice la higuera que tiene hojas, pero que
no da frutos, y esta se seca. ¿Qué desea enseñarnos
Jesús por medio de esto? (21:18-22)

Aplicación y ¿Busco el poder de la fe en mi oración y adoración


diálogo
a Dios? Compartamos qué necesitamos hacer para
esto y a qué cosas que debemos renunciar.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

56
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

El grupo étnico huichol de Méjico logró recibir la Biblia en su idioma,


gracias a la consagración y el esfuerzo de más de medio siglo de parte de
traductores bíblicos. Se trata de la traducción bíblica número setecientos.
Oremos por ellos, para que puedan tener un encuentro personal con el Dios
viviente y también para que Dios siga fortaleciendo a todos los traductores
bíblicos que trabajan incansablemente por las 1.500.000.000 personas que
todavía no tienen al alcance la Biblia en su propio idioma.

57
LUN

08 La obediencia
es sujeción
Mateo 21:23-32

La Biblia en un año: 23 Cuando llegó al Templo, los principales sacer-


Ex. 19/ Lc. 22/ Job 37/ 2 Co. 7
dotes y los ancianos del pueblo se acercaron a
él mientras enseñaba, y le preguntaron: —¿Con
qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio
esta autoridad?
23 Después de esto, Jesús entró en el templo. Mientras
estaba allí, enseñando, se le acercaron los jefes de los
sacerdotes y los ancianos de los judíos, y le pregunta-
ron: —¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio
esta autoridad?

24 Respondiendo Jesús, les dijo: —Yo también os


haré una pregunta, y si me la contestáis, también
yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. 
24-25 Jesús les contestó: —Yo también les voy a hacer
una pregunta: ¿Quién envió a Juan a bautizar, Dios o
los hombres? Si ustedes me responden, yo les diré con
qué autoridad hago esto. Comenzaron a discutir unos
con otros: «Si respondemos que Dios lo envió, nos dirá:
“Entonces, ¿por qué no le creyeron?” 

25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cie-


lo o de los hombres? Ellos entonces discutían
entre sí, diciendo: —Si decimos, “del cielo”, nos
dirá: “¿Por qué, pues, no le creísteis?” 

26 Y si decimos, “de los hombres”, tememos al


pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta.
26 Y no podemos decir que fueron los hombres, porque
tenemos miedo de la gente, ya que todos creen que Juan
era un profeta.»

27 Respondiendo a Jesús, dijeron: —No lo sabe-


mos. Entonces él les dijo: —Tampoco yo os digo
con qué autoridad hago estas cosas.
27 Así que respondieron a Jesús: —No lo sabemos.
Entonces él les contestó: —Pues yo tampoco les digo
con qué autoridad hago esto.

58
Mateo 21:23-32

Los principales sacerdotes y lo ancianos preguntan a Jesús con


qué autoridad enseña en el templo. Jesús les responde pregun-
tándoles de dónde es el bautismo de Juan. El hijo que obedece
solo de palabra y no con hechos, no cumple la voluntad del padre.
Los publicanos y las prostitutas que creyeron en Juan, quien vino
en camino de justicia, irán primero al reino de Dios.

28  »Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos


hijos, y acercándose al primero le dijo: “Hijo, ve-
te hoy a trabajar en mi viña.” 
28 Jesús les preguntó: —¿Qué opinan ustedes de esto?
Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: “Hijo,
ve hoy a trabajar a mi viñedo.” 

29  Respondiendo él, dijo: “¡No quiero!” Pero


después, arrepentido, fue. 
29 El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cam-
bió de parecer, y fue. 

30 Yacercándose al otro le dijo lo mismo; y res-


pondiendo él, dijo: “Sí, señor, voy.” Pero no fue. 
30 Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo.
Éste contestó: “Sí, señor, yo iré.” Pero no fue. 

31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?


Dijeron ellos: —El primero. Jesús les dijo:—De
cierto os digo que los publicanos y las rameras
van delante de vosotros al reino de Dios, 
31 ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? —
El primero —contestaron ellos. Y Jesús les dijo: —Les
aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y
las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino
de los cielos. 

32  porque vino a vosotros Juan en camino de


justicia y no le creísteis; en cambio, los publi-
canos y las rameras le creyeron. Pero vosotros,
aunque visteis esto, no os arrepentisteis después
para creerle.
32 Porque Juan el Bautista vino a enseñarles el cami-
no de la justicia, y ustedes no le creyeron; en cambio,
esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le
creyeron. Pero ustedes, aunque vieron todo esto, no
cambiaron de actitud para creerle.

59
Ayuda a su meditación

¿Quién le dio esta autoridad? (21:23-27)


En los días de Jesús, solo algunos tenían autoridad para enseñar en el templo. Al
ver a Jesús enseñar, sin haber recibido autoridad de los hombres para hacerlo,
los líderes religiosos lo cuestionan. Con sus palabras estaban diciendo: ‘te es
ilícito enseñar, por cuanto no te hemos dado autoridad para hacer tal cosa’.
Entonces, Jesús les pregunta si el bautismo de Juan era del cielo o de los hom-
bres. Como ellos se niegan a responder, Él tampoco les contesta. Nosotros, en
cambio, sabemos con qué autoridad enseñó el Maestro. Como el bautismo de
Juan vino del cielo, la autoridad de Jesús también la recibió de Dios.
¿Qué le responden los líderes religiosos a Jesús, cuando les pregunta de
dónde viene el bautismo de Juan? ¿Qué consecuencias trae en nuestra vida
reconocer o negar la autoridad de Jesús?

¿Quién obedeció al Padre? (21:28-32)


En los días de Jesús, los líderes religiosos se jactaban de pertenecer al verdadero
pueblo de Dios y de cumplir perfectamente Su voluntad. Jesús pone al descu-
bierto su hipocresía con la parábola de los dos hijos, identificándolos con el hijo
mayor de la historia, el cual obedecía en apariencia pero rechazaba la voluntad
de su padre de corazón. En cambio, los publicanos y las prostitutas — que no
eran considerados como pueblo de Dios por su vida pecaminosa—, creyeron y
obedecieron al oír de Juan el Bautista la voluntad del Señor. Estos últimos son
como el hijo menor de la historia, el cual opta por acatar las ordenes de su pa-
dre. Tener fe significa someterse enteramente a la voluntad de Dios, sin buscar
el reconocimiento de los hombres. El reino no consiste en palabras; es de aquel
que tiene fe y lo demuestra con sus obras.
¿Quién obedeció en verdad? ¿A qué me he comprometido a obedecer, pero
todavía no he hecho caso?

Dios bueno, perdóname si no he cumplido mi promesa de obedecerte.


Una Carta
Cada día examino mi ser a la luz de Tu Palabra, deseando cumplir
a Dios Tu voluntad, Padre. No quiero ser de los que claman solo de palabra
‘¡Señor, Señor!’, sino un discípulo fiel que da a conocer su fe através
de sus obras.
60
Ensayo para meditar Mateo 21:23-32

El camino que facilita


la obediencia

P
areciera que algunas personas nacen con el don del perdón,
la fe, la paciencia y la humildad. Pero esto no es así. Solo lo
tienen quienes han intentado naturalizar con determinación la
vida que Jesús espera de ellos. La verdadera grandeza no se alcanza
en cuestión de minutos, como cuando calentamos algo en el mi-
croondas. Así como nadie se convierte en un maestro del piano en
tan solo una clase, se necesita esfuerzo y dedicación. Y lo que desea
Jesús es que aquella obediencia que tanto nos costaba se solidifique
como parte de nuestra nueva naturaleza, al punto que nos resulte
cómodo bailar a su ritmo.
Por más que esto se nos dificulte, si continuamos eligiendo Su ca-
mino, comprobaremos que Dios nos dará la fuerza y la voluntad
suficiente para seguir avanzando por Su senda, y nuestra fe en Él
se profundizará cada vez más. Se irán asentando nuevos hábitos de
lealtad que emergerán en una suave superficie. Entonces, elegiremos
lo correcto sin pensarlo dos veces, cuando nos encontremos ante la
encrucijada de tomar una decisión fácil pero incorrecta o difícil pero
correcta. Cambiaremos por completo nuestra manera de vivir, por-
que nos resultará cómoda la obediencia que antes nos incomodaba.
Y, obviamente, nada de esto sucederá porque ocurran cambios en
nuestro entorno, sino porque nosotros habremos cambiado.

No easy Jesus, Jason Mitchell

Aplicación Personal

61
MAR

09 Frutos y el reino
de Dios
Mateo 21:33-46

La Biblia en un año: 33  »Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre


Ex. 20/ Lc. 23/ Job 38/ 2 Co. 8
de familia, el cual plantó una viña, la rodeó con
una cerca, cavó en ella un lagar, edificó una to-
rre, y la arrendó a unos labradores y se fue lejos. 
33 »Escuchen otra parábola: El dueño de una finca
plantó un viñedo y le puso un cerco; preparó un lugar
donde hacer el vino y levantó una torre para vigilarlo
todo. Luego alquiló el terreno a unos labradores y se
fue de viaje. 

34  Cuando se acercó el tiempo de los frutos,


envió sus siervos a los labradores para que reci-
bieran sus frutos. 
34 Cuando llegó el tiempo de la cosecha, mandó
unos criados a pedir a los labradores la parte que le
correspondía. 

35  Pero los labradores, tomando a los sier-


vos, a uno golpearon, a otro mataron y a otro
apedrearon. 
35 Pero los labradores echaron mano a los criados: gol-
pearon a uno, mataron a otro y apedrearon a otro. 

36 Envió de nuevo otros siervos, más que los pri-


meros; e hicieron con ellos lo mismo.
36 El dueño volvió a mandar más criados que al princi-
pio; pero los labradores los trataron a todos de la misma
manera.

62
Mateo 21:33-46

Jesús cuenta otra parábola. Un hombre arrienda su viña a unos


labradores y se va lejos. En el tiempo de la cosecha, envía a sus
siervos para que recojan los frutos producidos, pero los labra-
dores los matan. Incluso, el hijo del dueño corre con la misma
suerte. Por ende, serán tratados sin misericordia. Los principales
sacerdotes y los fariseos entienden que Jesús hablaba de ellos.

37  Finalmente les envió su hijo, diciendo:


“Tendrán respeto a mi hijo.” 
37 »Por fin mandó a su propio hijo, pensando: “Sin duda,
respetarán a mi hijo.” 

38  Pero los labradores, cuando vieron al hijo,


dijeron entre sí: “Éste es el heredero; venid, ma-
témoslo y apoderémonos de su heredad.” 
38 Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron
unos a otros: “Éste es el que ha de recibir la herencia;
matémoslo y nos quedaremos con su propiedad.” 

39  Y tomándolo, lo echaron fuera de la viña y


lo mataron. 
39 Así que lo agarraron, lo sacaron del viñedo y lo
mataron.

40 Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué


hará a aquellos labradores?
40 »Y ahora, cuando venga el dueño del viñedo, ¿qué
creen ustedes que hará con esos labradores?
63
41 Le dijeron: —A los malos destruirá sin mise-
ricordia, y arrendará su viña a otros labradores
que le paguen el fruto a su tiempo.
41 Le contestaron: —Matará sin compasión a esos mal-
vados, y alquilará el viñedo a otros labradores que le
entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha
que le corresponde.

42  Jesús les preguntó: —¿Nunca leísteis en las


Escrituras: »“La piedra que desecharon los edi-
ficadores ha venido a ser cabeza del ángulo. El
Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a
nuestros ojos?”
42 Jesús entonces les dijo: —¿Nunca han leído ustedes
las Escrituras? Dicen: “La piedra que los constructores
despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto
lo hizo el Señor, y estamos maravillados.”

43  »Por tanto, os digo que el reino de Dios se-


rá quitado de vosotros y será dado a gente que
produzca los frutos de él.
43 Por eso les digo que a ustedes se les quitará el rei-
no, y que se le dará a un pueblo que produzca la debida
cosecha.

64
Mateo 21:33-46

44  Elque caiga sobre esta piedra será quebran-


tado, y sobre quien ella caiga será desmenuzado.
44 En cuanto a la piedra, cualquiera que caiga sobre
ella quedará hecho pedazos; y si la piedra cae sobre
alguien, lo hará polvo.

45 Al oír sus parábolas, los principales sacerdotes


y los fariseos entendieron que hablaba de ellos. 
45 Los jefes de los sacerdotes y los fariseos, al oír las
parábolas que Jesús contaba, se dieron cuenta de que
hablaba de ellos.

46 Pero al buscar cómo echarle mano, temían al


pueblo, porque éste lo tenía por profeta.
46 Quisieron entonces arrestarlo, pero tenían miedo,
porque la gente creía que Jesús era un profeta.

65
Ayuda a su meditación

Los labradores malvados (21:33-39)


La parábola del hombre que plantó una viña describe muy bien la historia de la
salvación humana. Un hombre planta una viña y la arrienda a unos labradores.
Cuando llega la cosecha, manda a sus siervos a recoger la parte que le corre-
pondía, pero estos son apedreados y asesinados por los labradores. Entonces,
el hombre envía a su hijo, pero los labradores también le quitan la vida con el
fin de quedarse con la viña. Esta parábola describe la manera como Israel reac-
cionó ante Dios. Si bien Él envió profetas para anunciar Su voluntad, el pueblo
no le oyó. Envió más profetas, pero los persiguieron y mataron. Cuando envió
a Jesús, Su Hijo, también muere en sus manos. Esta parábola describe muy bien
al hombre pecador que se resiste a Dios y rechaza Su salvación.
¿Por qué los labradores mataron a los siervos y al Hijo del dueño de la viña?
¿Alguna vez he tratado de saciar mi codicia, olvidándome de las misericordias
de Dios?

Jesús, la cabeza del ángulo (21:40-46)


A cualquiera que no cumple bien con sus responsabilidades le son quitados
sus privilegios. Cuando Jesús pregunta qué debía hacer el señor de la viña con
los labradores malvados, los líderes religiosos responden que debía destruirlos
sin misericordia y luego arrendar su viña a otros. En seguida señala Jesús: “La
piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo” (Sal.
118:22-23). ‘La piedra’ se refiere a Jesús. Si bien los líderes religiosos persiguie-
ron y crucificaron a Jesús, el Mesías estableció el reino de Dios; sin embargo,
esto también significó que ellos perdieran las responsabilidades y los privilegios
que Dios les había concedido, para dárselos a la iglesia y a los santos en Cristo.
El reino de Dios fue entregado en manos de ‘un pueblo fructífero’ que cumple
Su voluntad.
¿Quién puede heredar el reino de Dios? ¿Cuáles son los frutos que Dios desea
ver en mi vida?

Dios mío, oro para que la advertencia de Jesús contra los líderes reli-
Una Carta
giosos pueda resonar en los líderes de mi iglesia y en mi vida, para que
a Dios podamos despertar en el espíritu. Me arrepiento sinceramente de mis
faltas; deseo andar conforme a Tu voluntad para dar frutos. No quites
de mí el llamado que me has encomendado.
66
Ensayo para meditar Mateo 21:33-46

Dios se hizo responsable

L
a cruz en la que murió Jesús demostró cómo este mundo, que
está lleno de pecado, rechaza el evangelio del reino de Dios y a
Su Hijo. En Su crucifixión quedó expuesto el verdadero amor
del Padre hacia nosotros, pues, en vez de esquivar la espada que le-
vantaron en Su contra para lastimarlo, la aceptó aún con más amor.
De las obras pictóricas que representan la muerte de Cristo me
encanta en la que se ilustra a Dios sosteniéndole las manos ya cla-
vadas en el madero, porque demuestra que el Padre no abandonó a
Su Hijo, sino que fue crucificado junto con él.
Dios es amor y puede perdonar el pecado, incluso sin el sacrificio
de sangre. Los padres no preguntan cada detalle sobre la responsa-
bilidad de su hijo cuando lo perdonan. El problema es el sufrimien-
to y la muerte que el pecado trajo al mundo. El Padre no entregó
al Hijo a la cruz para responsabilizarlo por los pecados del mundo,
sino para hacerse cargo Él mismo, como la Trinidad, de todo el
sufrimiento y la muerte que ha provocado nuestra maldad. De este
modo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se hicieron responsables
de las consecuencias de la maldad, sin preguntar nada.

Las lágrimas de Jesús, Kim Jung-hyung

Aplicación Personal

67
MIÉ

10 Debemos vestirnos
de boda
Mateo 22:1-14

La Biblia en un año: 1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en pa-


Ex. 21/ Lc.24/ Job 39/ 2 Co. 9
rábolas, diciendo:
1  Jesús comenzó a hablarles otra vez por medio de pa-
rábolas. Les dijo:

2  «El
reino de los cielos es semejante a un rey
que hizo una fiesta de bodas a su hijo. 
2 «Sucede con el reino de los cielos como con un rey que
hizo un banquete para la boda de su hijo. 

3 Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la


boda, pero estos no quisieron asistir. 
3 Mandó a sus criados que fueran a llamar a los invita-
dos, pero éstos no quisieron asistir. 

4  Volvió a enviar otros siervos con este encar-


go: “Decid a los invitados que ya he preparado
mi comida. He hecho matar mis toros y mis ani-
males engordados, y todo está dispuesto; venid
a la boda.” 
4 Volvió a mandar otros criados, encargándoles: “Digan
a los invitados que ya tengo preparada la comida. Mandé
matar mis reses y animales engordados, y todo está listo;
que vengan al banquete.” 

5  Peroellos, sin hacer caso, se fueron: uno a su


labranza, otro a sus negocios; 
5 Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue
a sus terrenos, otro se fue a sus negocios, 

6  yotros, tomando a los siervos, los golpearon


y los mataron. 
6 y los otros agarraron a los criados del rey y los maltra-
taron hasta matarlos. 

7  Al oírlo el rey, se enojó y, enviando sus ejér-


citos, mató a aquellos homicidas y quemó su
ciudad. 
7 Entonces el rey se enojó mucho, y ordenó a sus sol-
dados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su
pueblo. 
68
Mateo 22:1-14

El reino de los cielos es semejante a un rey que le hace una


fiesta de bodas a su hijo. Cuando envía a sus siervos a llamar a
los convidados, ellos rechazan la invitación y matan a los men-
sajeros. Entonces, el rey los destruye con su ejército e invita a
la boda a todos los que se encuentren por los caminos. Muchos
son llamados, pero pocos son escogidos.

8  Entonces dijo a sus siervos: “La boda a la


verdad está preparada, pero los que fueron in-
vitados no eran dignos. 
8 Luego dijo a sus criados: “El banquete está listo, pero
aquellos invitados no merecían venir. 

9  Id, pues, a las salidas de los caminos y llamad


a la boda a cuantos halléis.” 
9 Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten
al banquete a todos los que encuentren.” 

10 Entonces salieron los siervos por los caminos


y reunieron a todos los que hallaron, tanto ma-
los como buenos, y la boda se llenó de invitados.
10 Los criados salieron a las calles y reunieron a todos
los que encontraron, malos y buenos; y así la sala se
llenó de gente.

11  »Cuando entró el rey para ver a los invita-


dos, vio allí a un hombre que no estaba vestido
de bodas, 
11 »Cuando el rey entró a ver a los invitados, se fijó en
un hombre que no iba vestido con traje de boda. 

12 y le dijo: “Amigo, ¿cómo entraste aquí sin es-


tar vestido de bodas?” Pero él guardó silencio. 
12 Le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí, si no traes
traje de boda?” Pero el otro se quedó callado. 

13 Entonces el rey dijo a los que servían: “Atadlo


de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afue-
ra; allí será el lloro y el crujir de dientes”, 
13 Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas:
“Átenlo de pies y manos y échenlo a la oscuridad de
afuera. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”

14  pues muchos son llamados, pero pocos


escogidos.»
14 Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.»

69
Ayuda a su meditación

El rechazo y una nueva invitación (22:1-10)


Dios ha invitado una y otra vez al hombre pecador a la salvación. Jesús cuenta la
parábola de la fiesta de bodas, en la que un rey envía invitaciones mediante sus
siervos, pero es rechazado. Uno prefiere irse a sus terrenos, el otro a sus nego-
cios (v. 5) y otros mantan a los mensajeros.El rey, enojado, envía a sus ejércitos
para destruir a los homicidas y quema la ciudad. Luego de esto, envía nueva-
mente a sus siervos, para que inviten a la boda a todos los que se encuentren por
los caminos (v. 10). Muchas personas terminan participando de la fiesta. Por la
transgresión de los judíos, muchos gentiles han sido salvos. Las muchas iglesias
de todo el mundo dan fe de la invitación universal de Dios.
¿Cómo fue aceptada la invitación del rey de participar de las bodas de su hijo?
¿Qué ocurriría si negara y rechazara la invitación inmerecida del Señor?

Los que no se visten para la boda (22:11-14)


Muchos son los que oyen el evangelio y son invitados a la salvación; pero pocos
son los que gozan de la gracia de la salvación. Cuando el rey halla un hombre
que no está vestido de boda, manda a sus siervos a echarlo de la ceremonia.
Hay una sola condición para que los que fueron invitados por el rey puedan
comer y disfrutar de la boda: estar vestidos para la ocasión. El vestido de bodas
simboliza el comportamiento digno de la fe en Cristo. Esto no quiere decir que
la salvación es por las buenas obras; sin embargo, solo la fe genuina en Jesús se
hace evidente en la vida del creyente. Si nos hemos vestido con la vestidura de
Jesucristo, entonces debemos dar frutos dignos del pueblo de Dios.
¿Qué ocurrió con los que no estaban vestidos para la boda? ¿Cómo podría
cambiar las palabras y obras que no son dignas de pueblo de Dios?

Padre, gracias por haberme invitado a participar del banquete celestial


Una Carta de Tu glorioso reino. Con sumo gozo acudo a esa invitación que me
a Dios extiendes con Tu Palabra. Revestido de la justicia de Cristo, mi Salvador
y Señor, no cesaré de interceder por los que todavía no han recibido
la salvación.
70
Ensayo para meditar Mateo 22:1-14

Invitar con el evangelio

R
ecuerdo la historia de un misionero que puso su vida en ries-
go predicando el evangelio en Turquía y que luego fue de-
portado a Corea. Ya en casa, notó un profundo sentimiento
de derrota entre los creyentes y se llenó de enojo al escucharlos
decir cosas como: ‘la iglesia coreana está decayendo, cada vez tene-
mos menos fieles, ya no sirve de nada predicar el evangelio’. ¡Cómo
no se iba a resentir, si él mismo arriesgó su vida por el mensaje
de salvación! Entonces, se propuso predicar a donde fuera, para
comprobar si realmente estaba pasando lo que los cristianos esta-
ban afirmando. Comenzó a tomar taxis, en vez de conducir, para
predicarles a los conductores. Hasta que un día, uno de los taxistas
aceptó a Cristo llorando. Resulta que este tenía muchos conocidos y
parientes creyentes, incluso pastores, pero ninguno jamás le predicó
el evangelio como lo hizo este misionero. Si bien le decían: «¿No
crees que ya es hora de que vayas a la iglesia?», nadie le explicaba
por qué ni qué era el evangelio del que hablaban en la iglesia. O
sea que ni siquiera muchos de los que asistían al culto conocían la
Buena Nueva.
No es el evangelio el que carece de poder, somos nosotros los que
carecemos de entendimiento. Si conocemos correctamente el poder
del evangelio y lo vivimos, él obrará en nosotros. Por lo tanto, de-
bemos conocer bien la gracia de la cruz de Jesucristo, que aún está
operando en la vida de muchos en este momento, e invitar a otros
a que reciban la salvación.

Vivo por el evangelio, Lee Chan-soo

Aplicación Personal

71
JUE

11 A Dios lo que
es Suyo
Mateo 22:15-22

La Biblia en un año: 15 Entoncesse fueron los fariseos y consultaron


Ex. 22/ Jn. 1/ Job 40/ 2 Co. 10
cómo sorprenderlo en alguna palabra. 
15 Después de esto, los fariseos fueron y se pusieron
de acuerdo para hacerle decir a Jesús algo que les diera
motivo para acusarlo. 

16  Y le enviaron sus discípulos junto con los


herodianos, diciendo: —Maestro, sabemos que
eres amante de la verdad y que enseñas con ver-
dad el camino de Dios, y no te cuidas de nadie,
porque no miras la apariencia de los hombres. 
16 Así que mandaron a algunos de sus partidarios, junto
con otros del partido de Herodes, a decirle: —Maestro,
sabemos que tú dices la verdad, y que enseñas de veras
el camino de Dios, sin dejarte llevar por lo que diga la
gente, porque no hablas para darles gusto. 

17  Dinos, pues, qué te parece: ¿Está permitido


dar tributo a César, o no?
17 Danos, pues, tu opinión: ¿Está bien que paguemos
impuestos al emperador romano, o no?

18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les


dijo: —¿Por qué me tentáis, hipócritas? 
18 Jesús, dándose cuenta de la mala intención que lleva-
ban, les dijo: —Hipócritas, ¿por qué me tienden trampas?
72
Mateo 22:15-22

Los fariseos envían a sus discípulos junto con los herodianos


para que hablen con Jesús y lo sorprendan con alguna palabra
que les permita acusarlo. Le preguntan si es lícito dar tributo
al César; entonces, Jesús pide que le muestren la moneda del
tributo y les responde: “Dad, pues, a César lo que es de César, y
a Dios lo que es de Dios”. Oyendo esto, se maravillan y se van.

19  Mostradme la moneda del tributo. Ellos le


presentaron un denario. 
19 Enséñenme la moneda con que se paga el impuesto.
Le trajeron un denario, 

20  Entonces les preguntó: —¿De quién es esta


imagen y la inscripción?
20 y Jesús les preguntó: —¿De quién es ésta cara y el
nombre que aquí está escrito?

21  Le dijeron: —De César. Y les dijo: —Dad,


pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que
es de Dios.
21 Le contestaron: —Del emperador. Jesús les dijo
entonces: —Pues den al emperador lo que es del em-
perador, y a Dios lo que es de Dios.

22  Al
oír esto se maravillaron, y dejándolo, se
fueron.
22 Cuando oyeron esto, se quedaron admirados; y de-
jándolo, se fueron.

73
Ayuda a su meditación

Los fariseos y los herodianos (22:15-17)


En la época de Jesús, los fariseos y los herodianos discrepaban en sus intereses.
Mientras que los primeros buscaban cumplir la Ley a cabalidad al considerarla
como un medio para alcanzar la santidad, los segundos buscaban acumular ma-
yor poder y riquezas ganando el favor del rey Herodes. Sin embargo, estos dos
grupos con intereses irreconciliables se unen para tentar a Jesús, haciéndole una
pregunta sobre ‘el tributo’, un impuesto per cápita recaudado por los funciona-
rios romanos. Si Jesús hubiera respondido que no estaba bien pagar el impues-
to, hubiera tenido problemas con los herodianos y probablemente habría sido
blanco de persecución política. Y, si hubiera dicho que se debían pagar estos
tributos, habría caído en un enfrentamiento con todo el pueblo judío, especial-
mente con los fariseos. Verdaderamente fue una trampa que ambos grupos le
habían tendido para poderlo condenar.
¿Con qué pregunta tientan a Jesús los fariseos y los herodianos? ¿Qué debe-
mos hacer cuando nos encontramos entre la espada y la pared?

Lo de César y lo de Dios (22:18-22)


Las maquinaciones humanas solo revelan la sabiduría de Jesús. El Señor sabe
que están tentándole con una pregunta engañosa. Mostrando un denario, la
moneda del tributo, hace una pregunta inesperada: “¿De quién es esta imagen
y la inscripción?”. En esos días, toda moneda llevaba la imagen del César y una
inscripción que señalaba que era hijo de dios. Entonces, Jesús les dice: “Dad,
pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. Los hombres de
Dios somos ciudadanos del reino celestial y tenemos ciertas responsabilidades
que cumplir. Al mismo tiempo, fuimos creados a la imagen de Dios. Somos de
Dios y debemos vivir para un reino glorioso y eterno.
Si la moneda con la imagen de César es de César; entonces, ¿de quiénes
somos nosotros, si fuimos hechos a la imagen de Dios? ¿Qué es lo que debo
apartar, sabiendo que le pertenece a Dios?

Amado Espíritu Santo, te pido que me des sabiduría, para no caer en el


Una Carta lazo de este mundo. Gracias por guiarme en todo momento al camino de
a Dios la verdad; deseo obedecer a Tu dulce voz. Ayúdame a cumplir fielmente
mis responsabilidades, delante de Ti y también delante de los hombres.
74
Ensayo para meditar Mateo 22:15-22

Cuando separamos
para Dios

C
uando ministraba en una iglesia cooperativa de Taichung,
Taiwán, oraba para poder ofrendar cincuenta dólares todas
las semanas, porque no quería dar la impresión de que no
me interesaba ofrendar como misionero o que era muy pobre. En
realidad, cincuenta dólares era suficiente para comprar arroz para
alimentar a mi familia durante dos semanas. Nuestros hijos necesi-
taban leche y el menor aún usaba pañales. Cuando el automóvil se
quedaba sin combustible y se acababa el alimento en casa, lo único
que podía hacer era esperar a Dios todo el día en la habitación.
Esperaba ansioso por ver cómo proveería. Enfocaba todos mis
pensamientos en Él y pensaba: ‹Esta es Su obra›. Me encontraba
en el extranjero, donde no conocía a nadie y tampoco tenía a quién
acudir. Estaba atrapado en Jesucristo.
No obstante, Dios nos cuidó de maneras diversas, evitando que
pasáramos hambre. Incluso, los jóvenes venían a nuestra casa a cui-
dar a los niños que también comían con nosotros. Recuerdo el día
que nos visitaron unos amigos que habían sido copastores y pudi-
mos preparar un banquete con esos cincuenta dólares. Lo curioso
es que esa misma noche, cuando abrí la Biblia, luego de que se
marcharan, descubrí un sobre con tres mil dólares. Han pasado 10
años desde ese entonces y Dios siempre me ha protegido y me ha
dado todo lo que he necesitado. Así, al separar lo poco que tenía
para Dios, Él llenó las necesidades de nuestra familia, para que nada
nos faltara.

Serás lleno en el desierto, Hwang Geum-man

Aplicación Personal

75
VIE

12 Dios de vivos
Mateo 22:23-33

La Biblia en un año: 23  Aquel día se acercaron a él los saduceos, que


Ex. 23/ Jn. 2/ Job 41/ 2 Co. 11
dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
23 Aquel mismo día, algunos saduceos fueron a ver a
Jesús. Alegaban que no hay resurrección de los muertos,
así que le presentaron este caso:

24 diciendo: —Maestro, Moisés dijo: “Si alguien


muere sin hijos, su hermano se casará con su
mujer y levantará descendencia a su hermano.” 
24 —Maestro, Moisés dijo que si alguien muere sin dejar
hijos, su hermano deberá tomar por esposa a la viuda,
para darle hijos al hermano que murió. 

25 Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos: el


primero se casó y, como murió sin dejar descen-
dencia, dejó su mujer a su hermano. 
25 Pues bien, aquí, entre nosotros, había una vez siete
hermanos. El primero se casó, y murió. Como no tuvo
hijos, dejó su viuda al segundo hermano. 

26 De la misma manera también el segundo, y el


tercero, hasta el séptimo. 
26 Lo mismo le pasó al segundo, y después al tercero,
y así hasta el séptimo hermano. 

27 Después de todos murió también la mujer. 


27 Después de todos murió también la mujer. 
76
Mateo 22:23-33

Los saduceos vienen a Jesús y le presentan un caso de un hombre


que se casa, pero muere sin hijos. El hermano del difunto se casa
con su mujer y también muere sin descendencia. Esto ocurre con
los siete hermanos. Preguntan de cuál de los siete será ella mujer
cuando resuciten. Jesús les enseña que en la resurrección ni se
casarán ni se darán en casamiento; y que Dios es Dios de vivos.

28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete


será ella mujer, ya que todos la tuvieron?
28 Pues bien, en la resurrección, ¿de cuál de los siete
hermanos será esposa esta mujer, si todos estuvieron
casados con ella?

29  Entonces respondiendo Jesús, les dijo: —


Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de
Dios,
29 Jesús les contestó: —¡Qué equivocados están, por
no conocer las Escrituras ni el poder de Dios! 

30 pues en la resurrección ni se casarán ni se da-


rán en casamiento, sino serán como los ángeles
de Dios en el cielo. 
30 Cuando los muertos resuciten, los hombres y las mu-
jeres no se casarán, pues serán como los ángeles que
están en el cielo.

31  Pero respecto a la resurrección de los muer-


tos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por
Dios, cuando afirmó: 
31 Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han
leído ustedes que Dios mismo dijo: 

32 “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac


y el Dios de Jacob”? Dios no es Dios de muer-
tos, sino de vivos.
32 “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”?
¡Y él no es Dios de muertos, sino de vivos!

33 Al oír esto, la gente se admiraba de su doctrina.


33 Al oír esto, la gente se quedó admirada de las ense-
ñanzas de Jesús.

77
Ayuda a su meditación

Sobre la resurrección (22:23-28)


Los saduceos solo aceptaban como Palabra divina el Pentateuco mosaico y no
creían en la resurrección ni en la existencia de ángeles. Este grupo religioso
ejercía una gran influencia en el ámbito político. Para tentar a Jesús, presentan el
siguiente caso: un hombre con siete hermanos menores se casa, pero muere sin
dejar descendencia. Entonces, su mujer se casa con el hermano del difunto, el
cual también muere sin haber tenido hijos. Esta historia se repite hasta el sépti-
mo hermano. Luego le preguntan a Jesús: “En la resurrección, pues, ¿de cuál de
los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron?”. La Ley mosaica establecía
que, si un hombre moría sin dejar hijos, su hermano menor debía casarse con la
viuda para dejar herederos (Dt. 25:5). En realidad, los saduceos no creían en la
resurrección por considerarla incoherente a la luz de la Ley.
¿Con qué intención, preguntan los saduceos a Jesús sobre la resurrección?
¿Ha habido algún tema que no he comprendido bien, por mi ignorancia bíblica?

Dios de vivos (22:29-33)


La resurrección es un concepto incomprensible para el mundo. Jesús señala
la ignorancia bíblica de los saduceos y enseña dos cosas: primero, el cuerpo
resucitado será semejante al de los ángeles; nuestra vida celestial no será como
la terrenal. Además, en ese momento no habrá matrimonios, por tanto, no es
correcto el ejemplo presentado por los saduceos. Segundo, la Biblia se refiere al
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob dando testimonio de la resurrección. Él
es el Autor de la vida y nos ha creado para compartir la eternidad con nosotros.
La resurrección es poder y sabiduría de Dios, quien hace posible que nosotros,
después de la muerte, sigamos en comunión con Él. No se trata de una falsa
expectativa; la resurrección es una realidad histórica.
¿Cuáles son los dos errores cometidos por los saduceos? ¿Cuán insignificantes
se vuelven los problemas y las aflicciones presentes, a la luz de la eternidad?

Dios, perdona mi necedad, pues he limitado Tu Palabra con mi racioci-


Una Carta
nio y la he interpretado de manera incorrecta. Derrama Tu poder sobre
a Dios mí, especialmente en estos tiempos, pues se me hace difícil mantener
viva la esperanza en la resurrección. Tú eres el Dios de vivos; anhelo
el día en que participaré de Tu gozo y gloria eternamente en los cielos.
78
Ensayo para meditar Mateo 22:23-33

La esperanza de la
resurrección que tenemos

L
a esposa de Donald Gray Barnhouse falleció de cáncer cuando
él ministraba en la Iglesia Presbiteriana de Filadelfia, dejando
a cuatro hijos en este mundo. Camino al sepelio junto a sus
hijos, un camión enorme se cruzó de carril y su sombra cubrió el
coche de Barnhouse.
Entonces, este preguntó a sus hijos: «Si pudieran elegir entre ser
atropellados por el camión o su sombra, ¿qué preferirían?». A lo
que su hijo de 11 años respondió: «La sombra, obviamente». Allí,
Barnhaouse les explicó: «Eso es lo que sucedió con su madre. Jesús
fue atropellado por la muerte y a su madre la atropelló la sombra
de la muerte».
Lo que la muerte dispara es pecado y su veneno infestó a Jesús.
Por eso, todos los cristianos contamos con la esperanza de la re-
surrección y con el poder de derrotar a la muerte. Los creyentes
vencemos a la muerte, así vivamos o muramos. Gracias a la victoria
de Jesucristo, lo único que nos queda es vivir felices y recibir Su
amor. ¿Qué daño puede hacernos la muerte, si Jesús se convirtió en
nuestro Salvador muriendo y resucitando por nosotros?

Sobre la muerte, Tim Keller

Aplicación Personal

79
SÁB

13 El Gran
Mandamiento
Mateo 22:34-46

La Biblia en un año: 34 Entonces los fariseos, cuando oyeron que ha-


Ex. 24/ Jn. 3/ Job 42/ 2 Co. 12
bía hecho callar a los saduceos, se reunieron. 
34 Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había
hecho callar a los saduceos, 

35 Y uno de ellos, intérprete de la Ley, preguntó


para tentarlo, diciendo:
35 y uno, que era maestro de la ley, para tenderle una
trampa, le preguntó:

36  —Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en


la Ley?
36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importan-
te de la ley?

37 Jesúsle dijo: —“Amarás al Señor tu Dios con


todo tu corazón, con toda tu alma y con toda
tu mente.” 
37 Jesús le dijo: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu co-
razón, con toda tu alma y con toda tu mente.” 

38 Éste es el primero y grande mandamiento. 


38 Éste es el más importante y el primero de los
mandamientos. 

39 Yel segundo es semejante: “Amarás a tu pró-


jimo como a ti mismo.”
39 Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a
tu prójimo como a ti mismo.” 

40  De estos dos mandamientos dependen toda


la Ley y los Profetas.
40 En estos dos mandamientos se basan toda la ley y
los profetas.
80
Mateo 22:34-46

Con el fin de tentarle, un intérprete de la Ley le pregunta a Jesús


cuál es el gran mandamiento. El Señor le responde diciendo:
“amarás a Dios con todo tu corazón, alma y mente” y “amarás a
tu prójimo como a ti mismo”. Jesús les pregunta a los fariseos por
qué David se refería a Cristo como ‘Señor’, si también se habla de
él como ‘el Hijo de David’. Los fariseos no saben qué responder.

41  Estando reunidos los fariseos, Jesús les


preguntó,
41 Mientras los fariseos todavía estaban reunidos,

42  diciendo: —¿Qué pensáis del Cristo? ¿De


quién es hijo? Le dijeron: —De David.
42 Jesús les preguntó: —¿Qué piensan ustedes del
Mesías? ¿De quién desciende? Le contestaron: —
Desciende de David.

43  Élles dijo: —¿Cómo, pues, David, en el


Espíritu lo llama Señor, diciendo:
43 Entonces les dijo Jesús: —¿Pues cómo es que David,
inspirado por el Espíritu, lo llama Señor? Porque David
dijo:

44 »“Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi dere-


cha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies”?
44 “El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha,
hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies.”

45  »Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su


hijo?
45 ¿Cómo puede el Mesías descender de David, si David
mismo lo llama Señor?

46 Y nadie le podía responder palabra; ni se atre-


vió ninguno a preguntarle más desde aquel día.
46 Nadie pudo responderle ni una sola palabra, y des-
de ese día ninguno se atrevió a hacerle más preguntas.

81
Ayuda a su meditación

La tentación del escriba (22:34-40)


Era de interés común para los judíos hallar el mandamiento más importan-
te de toda la Ley de Dios. Un intérprete le pregunta a Jesús cuál es el gran
mandamiento de la Ley, para tentarle. Conociendo sus malas intenciones, Jesús
aprovecha la situación para enseñar y le responde: “‘Amarás a Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’ (Dt. 6:5). Éste es el primero
y grande mandamiento”. Luego, agrega: “Y el segundo es semejante: ‘amarás a
tu prójimo como a ti mismo’” (Lv. 19:18). De esta forma, aclara que el segundo
mandamiento tiene el mismo nivel de importancia que el primero. En estos dos
mandamientos se resume toda la Ley. El intérprete preguntó desde la óptica del
conocimiento; sin embargo, Jesús aborda el tema desde la práctica del amor.
Agradamos a Dios, cuando lo amamos a Él y amamos al prójimo.
¿En qué se resume toda la Ley? ¿Cómo se articula el amor a Dios con el amor
al prójimo?

El Mesías, nuestro Señor (22:41-46)


Jesús fue mucho más que un simple hombre; Él tenía naturaleza humana y
también divina. Jesús pregunta de quién es hijo el Cristo, y los fariseos le respon-
den que es hijo de David. Era bien conocido para los judíos que Salmos 110:1
trataba sobre el Mesías. Jesús cita este mismo salmo para preguntarles por qué
David se refería al Mesías como ‘mi Señor’, si se suponía que él era su padre. Si
bien los fariseos sabían que el Mesías pertenecería al linaje davídico, no tenían
conocimiento de que sería el Hijo de Dios que vendría al mundo para rescatar
a Su pueblo de sus pecados e iniquidades. Tampoco se imaginaron que Aquel a
quien buscaban matar era Jesús, el ‘Señor’ de David. Jesús, el Hijo de David, es
también el Hijo de Dios que merece toda nuestra adoración por siempre.
¿Qué aspecto del Mesías resalta David cuando dice que Cristo es su ‘Señor’?
¿Con qué actitud de corazón debo confesar que Jesús es mi Señor?

Padre celestial, ten misericordia de mí, porque sabiendo que debo amar
Una Carta
al prójimo como a mí mismo, a veces me cuesta mucho cumplir este
a Dios mandamiento de corazón. Me esforzaré en conocerte y acercarme más
a Ti. Que crezca cada día mi amor por Ti, para que pueda amar en
verdad y de manera incondicional a mis hermanos.
82
Ensayo para meditar Mateo 22:34-46

Porque te amo

U
na vez realicé una visita pastoral a la casa de una hermana
que cuidaba de su madre enferma. Fue un poco duro, porque
la casa entera estaba infestada con el olor de las heces de su
madre. Por más que la hermana limpiara todos los días, el hedor
no se iba y era tan fuerte que no quería volver nunca más, a pesar
de que solo había estado allí un rato. Sin embargo, la hermana es-
taba allí cuidando de su madre, soportando el hedor en silencio. Y,
cuando la mujer falleció, su hija fue la que más lloró, lamentándose
por no haberla tratado mejor. Ellas tenían una relación basada en
un amor genuino.
Si amamos a Dios, no es difícil cumplir con la Ley. Así como esta
hermana se lamentaba por no haber servido mejor a su madre des-
pués de estar 20 años cuidándola, si amamos a Dios, no nos resul-
tará para nada fastidioso cumplir con Su Palabra.
Del mismo modo, si volvemos a nacer, nos transformaremos en
vasijas donde habitará Jesús. Es imposible que quienes nos rodean
no noten el cambio, ya que lo reflejaremos a Él, Aquel a quien
amamos. Su corazón hacia las personas empezará a brotar desde
nuestro interior de manera natural, permitiéndonos amar a nuestros
hermanos e incluso a nuestros enemigos. Espero que todos poda-
mos vivir mostrando el fruto de esta salvación.

Creí que había sido salvo, Park Han-soo

Aplicación Personal

83
DOM

14 Con humildad
e integridad
Mateo 23:1-12

La Biblia en un año: 1  Entonces habló Jesús a la gente y a sus discí-


Ex. 25/ Jn. 4/ Pr. 1/ 2 Co. 13
pulos, diciendo:
1   Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus
discípulos: 

2  «En la cátedra de Moisés se sientan los escri-


bas y los fariseos. 
2 «Los maestros de la ley y los fariseos enseñan con la
autoridad que viene de Moisés. 

3  Asíque, todo lo que os digan que guardéis,


guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme
a sus obras, porque dicen, pero no hacen. 
3 Por lo tanto, obedézcanlos ustedes y hagan todo lo que
les digan; pero no sigan su ejemplo, porque ellos dicen
una cosa y hacen otra. 

4  Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las


ponen sobre los hombros de los hombres; pero
ellos ni con un dedo quieren moverlas.
4 Atan cargas tan pesadas que es imposible soportarlas,
y las echan sobre los hombros de los demás, mientras
que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con
un dedo. 

5  Antes bien, hacen todas sus obras para ser


vistos por los hombres, pues ensanchan sus fi-
lacterias y extienden los flecos de sus mantos; 
5  Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gus-
ta llevar en la frente y en los brazos porciones de las
Escrituras escritas en anchas tiras, y ponerse ropas con
grandes borlas.

6 aman los primeros asientos en las cenas, las pri-


meras sillas en las sinagogas,
6 Quieren tener los mejores lugares en las comidas y los
asientos de honor en las sinagogas, 
84
Mateo 23:1-12

Jesús señala que en la cátedra de Moisés se sientan los escribas


y los fariseos, pero les pide que no imiten sus obras, porque no
coinciden con lo que hablan. Uno es el Padre celestial, uno es
el Cristo y todos nosotros somos hermanos. El que es mayor,
sea servidor de los demás; el que se enaltece será humillado, y
el que se humilla será enaltecido.

7 las salutaciones en las plazas y que los hombres


los llamen: “Rabí, Rabí”.
7 y desean que la gente los salude con todo respeto en
la calle y que los llame maestros.

8  »Pero vosotros no pretendáis que os llamen


“Rabí”, porque uno es vuestro Maestro, el
Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 
8  »Pero ustedes no deben pretender que la gente los
llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y
tienen solamente un Maestro. 

9  Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tie-


rra, porque uno es vuestro Padre, el que está en
los cielos. 
9 Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque
tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. 

10  Ni seáis llamados maestros, porque uno es


vuestro Maestro, el Cristo. 
10 Ni deben pretender que los llamen guías, porque
Cristo es su único Guía. 

11  El que es el mayor de vosotros sea vuestro


siervo, 
11 El más grande entre ustedes debe servir a los demás. 

12 porque el que se enaltece será humillado, y el


que se humilla será enaltecido.
12 Porque el que a sí mismo se engrandece, será humi-
llado; y el que se humilla, será engrandecido.

85
Ayuda a su meditación

Lo que debemos imitar (23:1-12)


Los que no son hacedores de sus enseñanzas, causan desánimo; así sucedía
con los escribas y los fariseos. Por eso, Jesús enseña que se deben escuchar sus
enseñanzas, pero no se deben imitar sus obras. ‘La cátedra de Moisés’ se refiere
a los profetas que anuncian la Palabra de Dios. Si prestamos atención solo a los
deberes religiosos, sin tener en cuenta el espíritu de la Ley, nos convertimos en
hipócritas como los fariseos, pues ellos buscaban el reconocimiento humano
antes que el divino. Si estamos más preocupados por la opinión de los hombres
que la de Dios, nuestra fe es fingida. Jesús es el verdadero Maestro, porque nos
ha enseñado todo con Su ejemplo. Él nos ha dicho que seamos servidores, sin
caer en la soberbia. Un principio del reino celestial es que Dios enaltece al que
se humilla.
¿Cómo evalúa Jesús las palabras y las obras de los escribas y fariseos? ¿Qué
pasaría si lográramos recibir el reconocimiento de los hombres a costa de la
desaprobación Dios?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Qué debemos guardar y no hacer de los escribas
y fariseos? ¿Por qué? (23:2-7)

Aplicación y ¿Quién me preocupa más, Dios o los hombres?


diálogo
Compartamos si alguna vez hemos hecho algo con
hipocresía, buscando el reconocimiento de los hom-
bres.

2 Observación
¿Por qué no debemos buscar ser llamados ‘Rabí
(maestro), padre o líder’? ¿Quién es ‘el mayor’ en el
reino de los cielos? (23:8-12)

Aplicación y Compartamos cuál es el lugar desde donde debe-


diálogo
mos servir con humildad.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

86
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Los rohinyás es un grupo étnico musulmán, víctima de genocidio por una


operación de ‘limpieza étnica’ llevada a cabo por el gobierno de Birmania
desde el año 2017. Cientos de miles de ellos huyen en embarcaciones de su
país, para escapar de los campos de refugiados; pero, debido a la pandemia
que causó el cierre de las fronteras, mueren sin pisar tierra, en alta mar.
Pidamos a Dios que tenga misericordia de todos ellos que no conocen el
evangelio; y que el gobierno de Birmania comience a respetar los derechos
humanos más allá de los conflictos políticos y étnicos que pueda tener.

87
LUN

15 Advertencias contra
los hipócritas
Mateo 23:13-24

La Biblia en un año: 13  »Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hi-


Ex. 26/ Jn. 5/ Pr. 2/ Gl. 1
pócritas!, porque cerráis el reino de los cielos
delante de los hombres, pues ni entráis vosotros,
ni dejáis entrar a los que están entrando.
13 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipó-
critas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para
que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan
entrar a los que quieren hacerlo.

14 »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócri-


tas!, porque devoráis las casas de las viudas, y
como pretexto hacéis largas oraciones; por esto
recibiréis mayor condenación.
15 »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócri-
tas!, porque recorréis mar y tierra para hacer un
prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis dos
veces más hijo del infierno que vosotros.
15 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipó-
critas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto,
y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos
veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.

16 »¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: “Si


alguien jura por el Templo, no es nada; pero si
alguien jura por el oro del Templo, es deudor.” 
16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Quien
hace una promesa jurando por el templo, no se compro-
mete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces
sí queda comprometido.”

17  ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿cuál es mayor,


el oro o el Templo que santifica al oro? 
17 ¡Tontos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro,
o el templo por cuya causa el oro queda consagrado? 

18 También decís: “Si alguien jura por el altar, no


es nada; pero si alguien jura por la ofrenda que
está sobre él, es deudor.” 
18 También dicen ustedes: “Quien hace una promesa
jurando por el altar, no se compromete a nada; pero si
jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces sí
queda comprometido.” 
88
Mateo 23:13-24

Jesús reprende a los escribas y a los fariseos por su hipocre-


sía. Ellos cierran el reino de los cielos; no entran ellos, ni dejan
entrar a otros. Consideran el oro y la ofrenda del altar mayor
que el templo y el altar mismo. Diezman la menta, el eneldo y el
comino; pero han renunciado a lo más importante: la justicia, la
misericordia y la fe.

19  ¡Necios y ciegos!, porque ¿cuál es mayor, la


ofrenda o el altar que santifica la ofrenda? 
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el al-
tar por cuya causa la ofrenda queda consagrada? 

20 Elque jura por el altar, jura por él y por todo


lo que está sobre él; 
20 El que jura por el altar, no está jurando solamente por
el altar, sino también por todo lo que hay encima; 

21  y el que jura por el Templo, jura por él y por


el que lo habita; 
21 y el que jura por el templo, no está jurando solamente
por el templo, sino también por Dios, que vive allí.

22  y
el que jura por el cielo, jura por el trono de
Dios y por aquel que está sentado en él.
22 Y el que jura por el cielo, está jurando por el trono de
Dios, y a la vez por Dios, que se sienta en él.

23  »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipó-


critas!, porque diezmáis la menta, el anís y el
comino, y dejáis lo más importante de la Ley: la
justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesa-
rio hacer, sin dejar de hacer aquello. 
23 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hi-
pócritas!, que separan para Dios la décima parte de la
menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las
enseñanzas más importantes de la ley, que son la justi-
cia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben
hacer, sin dejar de hacer lo otro. 

24  ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tra-


gáis el camello!
24 ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se
tragan el camello!

89
Ayuda a su meditación

Impiden la entrada al reino (23:13-15)


El Señor reprenderá duramente a aquellos que no han sido fieles y han descui-
dado sus responsabilidades. En la época de Jesús, los escribas y los fariseos eran
los líderes religiosos y tenían la responsabilidad de guiar al pueblo hacia Dios.
Sin embargo, en este pasaje, el Señor los reprende por cerrar el reino celestial
delante de los hombres, y los cuestiona porque no entran ellos, ni dejan entrar a
nadie. En este sentido, si alguno se convertía con dificultad, entonces le hacían
dos veces más hijo del infierno que ellos mismos. Tanto los escribas como los
fariseos pensaban equívocamente que conocían bien la voluntad de Dios, pero
sus obras dejaban mucho que desear. Sin embargo, sus vidas imperfectas que-
daron al descubierto ante la mirada de Jesús. Para que un grupo de personas
se comporte como pueblo santo de Dios, es necesario que su líder se también
actúe como es digno del reino celestial.
¿Hacia dónde guían los escribas y los fariseos a los creyentes? ¿Cómo es la
influencia que yo ejerzo sobre otros, como líder?

Justicia, misericordia y fe (23:16-24)


Debemos cuidarnos de no tergiversar la Palabra con un juicio errado. Los es-
cribas y los fariseos enseñaban diciendo que podían no cumplir el juramento
por el templo o por el altar, pero sí por la ofrenda que está sobre el altar. Jesús
señala que el templo es mayor que la ofrenda y el altar, más que el sacrificio.
Más importante que aquello por el que uno jura es Dios, quien oye el juramento.
Está bien diezmar; pero más importante que esto es hacer justicia, misericordia
y vivir por fe. A Dios no le agrada la obediencia y la práctica que ‘cuela’ cosas; ya
que preocupados por algo insignificante (mosquito), podríamos tragarnos algo
más importante (el camello). No nos limitemos con el cumplimiento externo de
la Ley; obedezcamos a Dios de corazón.
¿Qué es tan importante como el diezmo, para nosotros los creyentes? ¿Alguna
vez he perdido de vista algo muy importante, por preocuparme de algo insig-
nificante?

Señor Jesús, me pregunto a quién he tratado de seguir; y cómo guío


Una Carta
a otros en este caminar. Aunque tenga que luchar constantemente, no
a Dios dejaré de predicar el bendito evangelio, como también me esforzaré en
vivir como a Ti te agrada. Abre mis ojos espirituales, para que pueda
guiar a muchas personas al camino correcto.
90
Ensayo para meditar Mateo 23:13-24

Una persona justa,


una oración justa

C
uando oramos por la iglesia es muy fácil hacerlo pidiendo
que nos permita destacarnos por encima de las demás. Esto
se debe a que nos gusta alardear de lo que nuestra congrega-
ción hace bien y criticamos lo que las otras hacen mal. Sin embargo,
no debemos utilizar nuestros logros o buenas obras para condenar
a los demás. El discernimiento de lo correcto no nos fue dado para
que fanfarroneemos delante de los demás, sino para que le pidamos
a Dios por algo justo.
Seguramente, nuestro país podría permanecer en pie con una sola
iglesia firme, sin que hagan falta dos. Entonces, ¿no deberíamos
servir al Señor con todo nuestro ser, para que la congregación a la
que pertenecemos sea así? Sea esa persona a la que Dios responde
primero, porque ora por los políticos y el bienestar del país. Busque
ser una persona justa, antes de orar pidiendo que los demás sean
justos, e interceda por la salvación de todos, no solo de algunos.
El error de un político causa la aflicción de toda una generación
y una nación; el error de un maestro conduce a sus alumnos por el
mal camino. Del mismo modo, nosotros debemos reflexionar cada
día respecto a nuestra responsabilidad con el mundo, entendiendo
que somos los mensajeros de la bendición de Dios.

La oración de Park Young-seon, Park Young-seon

Aplicación Personal

91
MAR

16 La condenación
del infierno
Mateo 23:25-39

La Biblia en un año: 25 »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócri-


Ex. 27/ Jn. 6/ Pr. 3/ Gl. 2
tas!, porque limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de
injusticia. 
25 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipó-
critas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no
les importa llenarlos con el robo y la avaricia. 

26  ¡Fariseociego!, limpia primero lo de dentro


del vaso y del plato, para que también lo de fue-
ra quede limpio.
26 ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y
así quedará limpio también por fuera!

27  »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipó-


critas!, porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad, se mues-
tran hermosos, pero por dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda inmundicia. 
27 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hi-
pócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien
arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos
de muertos y de toda clase de impureza. 
92
Mateo 23:25-39

Jesús reprende a los fariseos y a los maestros de la Ley, porque son


semejantes a sepulcros blanqueados. Ellos mienten diciendo que, si
hubieran vivido en los días de sus padres, no hubieran sido cómpli-
ces de la muerte de los profetas. Como la gallina junta sus polluelos
debajo de sus alas, así ha querido Jesús juntar a los moradores de
Jerusalén, pero no han querido. Por tanto, la ciudad será desolada.

28  Asítambién vosotros por fuera, a la verdad,


os mostráis justos a los hombres, pero por den-
tro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
28 Así son ustedes: por fuera aparentan ser gente hon-
rada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de
maldad.

29 »¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócri-


tas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas
y adornáis los monumentos de los justos, 
29 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipó-
critas!, que construyen los sepulcros de los profetas y
adornan los monumentos de los justos,

30  y decís: “Si hubiéramos vivido en los días de


nuestros padres, no habríamos sido sus cómpli-
ces en la sangre de los profetas.” 
30 y luego dicen: “Si nosotros hubiéramos vivido en
tiempos de nuestros antepasados, no habríamos toma-
do parte en la muerte de los profetas.” 

31 Con esto dais testimonio contra vosotros mis-


mos de que sois hijos de aquellos que mataron
a los profetas.
31 Ya con esto, ustedes mismos reconocen que son des-
cendientes de los que mataron a los profetas. 

93
32  ¡Vosotros, pues, colmad la medida de vues-
tros padres! 
32 ¡Terminen de hacer, pues, lo que sus antepasados
comenzaron!

33 ¡Serpientes, generación de víboras!, ¿cómo es-


caparéis de la condenación del infierno? 
33 »¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar
del castigo del infierno? 

34  Por tanto, yo os envío profetas, sabios y es-


cribas; de ellos, a unos mataréis y crucificaréis,
y a otros azotaréis en vuestras sinagogas y per-
seguiréis de ciudad en ciudad. 
34 Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y maes-
tros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de
ellos, y a otros los golpearán en las sinagogas y los per-
seguirán de pueblo en pueblo. 

35 Así recaerá sobre vosotros toda la sangre jus-


ta que se ha derramado sobre la tierra, desde
la sangre de Abel, el justo, hasta la sangre de
Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis en-
tre el Templo y el altar. 
35 Así que sobre ustedes caerá el castigo por toda la
sangre inocente que ha sido derramada desde Abel el
justo hasta Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes
mataron entre el santuario y el altar.
94
Mateo 23:25-39

36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre


esta generación.
36 Les aseguro que el castigo por todo esto caerá sobre
la gente de hoy.

37  »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profe-


tas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas
veces quise juntar a tus hijos como la gallina
junta sus polluelos debajo de las alas, pero no
quisiste!
37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas
veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus
pollitos bajo las alas, pero no quisiste!

38 Vuestra casa os es dejada desierta,


38 Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar
abandonado; 

39  pues os digo que desde ahora no volveréis a


verme hasta que digáis: “¡Bendito el que viene
en el nombre del Señor!”»
39 y les digo que, a partir de este momento, no volverán
a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor!”»

95
Ayuda a su meditación

La hipocresía de los religiosos (23:25-32)


El Señor no juzga por las apariencias, sino que discierne las intenciones del
corazón. Los escribas y los fariseos cumplían con los ritos de la purificación de
la Ley, pero cedían a la codicia y a la injusticia. Eran como sepulcros blanquea-
dos, limpios por fuera, pero lleno de inmundicia en su interior. Edificaban los
sepulcros de los profetas y adornaban los monumentos de los justos, diciendo
que no hubieran llevado a la muerte a los justos, si hubieran vivido en los días
de sus padres. Sin embargo, sus declaraciones no eran ciertas, pues no repararon
en criticar a Juan el Bautista (11:18) ni en conspirar contra Jesús. Guardemos
en nuestro corazón la advertencia de Jesús y preocupémonos más por cuidar
nuestro ser interior.
¿Cómo difiere el exterior y el interior de un sepulcro blanqueado? ¿En qué
áreas me siento identificado con los escribas y fariseos de la época de Jesús?

Dios castiga a Jerusalén (23:33-39)


Desde los tiempos de David, Jerusalén se convirtió una ciudad especial para los
judíos. De hecho, la presencia del templo le dio la fama de ser la ciudad santa,
la ciudad de Dios. Sin embargo, por continuar rechazando Su voluntad, Jesús
anuncia que será destruida. Los líderes religiosos de ese entonces habían sido
partícipes del derramamiento de sangre justa, desde Abel hasta Zacarías. Como
la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, así quiso el Señor juntar a Sus
hijos, pero no quisieron. Entonces, Jesús les anuncia que Dios se apartará de Je-
rusalén y la ciudad será desolada. Esta profecía de Jesús se cumplió en el año 70
d. C., con el ataque del ejército romano. Serán juzgados si siguen rechazando la
voluntad de Dios, aunque sean el pueblo escogido. Por nuestra parte, sirvamos
a Dios con temor.
¿Qué anuncia Jesús que ocurrirá con Jerusalén por haber matado a los envia-
dos de Dios? ¿He dejado de temer a Dios en algún área de mi vida?

Señor de amor, gracias porque Tú eres omnisciente y escudriñas lo más


Una Carta profundo de mi corazón. Renuncio a toda hipocresía y búsqueda del
a Dios reconocimiento humano, y me preocuparé más por mantener puro mi
ser interior. Renuévame en Tu presencia y en Tu amor, que sobrepasa
todo entendimiento.
96
Ensayo para meditar Mateo 23:25-39

Yo cambiaré

T
ras conocer a Jesús cuando tenía unos 20 años, deseaba trans-
formar al mundo con el evangelio. A los 30, cuando me casé,
quería transformar a mi esposa y educar correctamente a mis
hijos con la Palabra del Señor, para que llegaran a ser devotos fieles.
Me esforzaba mucho por cambiar a mi familia con el conocimiento
y la información que poseía y había aprendido. Sin embargo, cuanto
más lo intentaba, más obstinados se volvían, porque en realidad
Dios me los había enviado para moldear mi propia vida y perso-
nalidad. Ellos reflejaban mis fallas de carácter, como si fueran un
espejo.
A los 40, llegué a Israel y luché para transformar a los judíos que
iba conociendo. Ahora, que estoy llegando a los 50, por fin descubrí
una sorprendente verdad: no puedo cambiar a nadie. Me di cuenta
porque, a la hora de la verdad, nunca pude cambiar ni a mi esposa ni
a mis hijos, ni al pueblo, ni las naciones, como lo deseaba. Por eso,
si hoy me preguntaran en qué consiste la misión, respondería que es
el proceso de renovación y santificación de uno mismo, de caminar
cada día junto al Señor y la Palabra, cuidando el corazón y la mente.
Me gustaría que esta vergonzosa confesión mía sea de ayuda a quien
esté pasando por lo mismo que yo.

Tú obstruyes mi gloria, Choi Yo-na

Aplicación Personal

97
MIÉ

17 El que persevere
hasta el fin
Mateo 24:1-14

La Biblia en un año: 1  Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se


Ex. 28/ Jn. 7/ Pr. 4/ Gl. 3
acercaron sus discípulos para mostrarle los edi-
ficios del Templo.
1  Jesús salió del templo, y ya se iba, cuando sus discí-
pulos se acercaron y comenzaron a atraer su atención a
los edificios del templo.

2  Respondiendo él, les dijo: —¿Veis todo esto?


De cierto os digo que no quedará aquí piedra so-
bre piedra que no sea derribada.
2  Jesús les dijo: —¿Ven ustedes todo esto? Pues les
aseguro que aquí no va a quedar ni una piedra sobre
otra. Todo será destruido.

3 Estando él sentado en el Monte de los Olivos,


los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:
—Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal
habrá de tu venida y del fin del siglo?
3 Luego se fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó,
y los discípulos se le acercaron para preguntarle apar-
te: —Queremos que nos digas cuándo va a ocurrir esto.
¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo?

4 Respondiendo Jesús, les dijo: —Mirad que na-


die os engañe, 
4  Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie
los engañe.

5 porque vendrán muchos en mi nombre, dicien-


do: “Yo soy el Cristo”, y a muchos engañarán.
5  Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí.
Dirán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente. 

6 Oiréisde guerras y rumores de guerras; mirad


que no os turbéis, porque es necesario que todo
esto acontezca, pero aún no es el fin. 
6 Ustedes tendrán noticias de que hay guerras aquí y
allá; pero no se asusten, pues así tiene que ocurrir; sin
embargo, aún no será el fin. 
98
Mateo 24:1-14

Jesús anuncia la destrucción del templo. Cuando Sus discípulos le


preguntan cuáles serán las señales del fin, Él explica que aparecerán
muchos falsos Cristos, que habrá guerras y rumores de guerras; habrá
pestes y terremotos por doquier. Los creyentes serán atribulados; pero, el
que persevere hasta el que persevere hasta el fin será salvo. Y será pre-
dicado el evangelio del reino en todo el mundo; entonces, vendrá el fin.

7 Se levantará nación contra nación y reino con-


tra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos
en diferentes lugares.
7 Porque una nación peleará contra otra y un país ha-
rá guerra contra otro; y habrá hambres y terremotos en
muchos lugares. 

8 Pero todo esto es sólo principio de dolores.


8 Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores.

9 »Entonces os entregarán a tribulación, os ma-


tarán y seréis odiados por todos por causa de
mi nombre. 
9 »Entonces los entregarán a ustedes para que los mal-
traten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por
causa mía. 

10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán


unos a otros, y unos a otros se odiarán. 
10 En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se
odiarán y se traicionarán unos a otros. 

11 Muchos falsos profetas se levantarán y enga-


ñarán a muchos; 
11 Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a
mucha gente. 

12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor


de muchos se enfriará. 
12 Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener
amor hacia los demás. 

13  Pero el que persevere hasta el fin, éste se-


rá salvo. 
13 Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará. 

14 Y será predicado este evangelio del Reino en


todo el mundo, para testimonio a todas las na-
ciones, y entonces vendrá el fin.
14 Y esta buena noticia del reino será anunciada en to-
do el mundo, para que todas las naciones la conozcan;
entonces vendrá el fin.

99
Ayuda a su meditación

Señales antes del fin (24:1-8)


El templo de Jerusalén fue reconstruido por el rey Herodes I con el fin de ganar
el favor de los judíos. Después de su muerte, se demoraron décadas en culminar
la obra, pero el resultado fue un edificio grandioso. Los discípulos solo ven el
aspecto exterior del templo, pero Jesús ve las vanas ceremonias religiosas reali-
zadas allí y anuncia: “(…) no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derri-
bada”. Las señales antes del fin y de la segunda venida del Señor son la aparición
del falso cristo, guerras, hambre y terremotos. Miremos que nadie nos engañe
y no temamos ante los rumores de las catástrofes. No nos enfoquemos tanto
en las señales o en los hombres; cuánto más cerca estamos del fin, velemos con
mayor fervor en oración, para recibir al Señor que volverá en Su gloria.
¿Cómo difiere la óptica de los discípulos de la de Jesús? ¿Cómo reaccionamos
ante los rumores de guerras, pestes o terremotos?

Razón para perseverar (24:9-14)


Cuanto más cerca estamos del fin, más seremos aborrecidos y atribulados por
nuestra fe. Los falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos. El amor de
muchos se enfriará y será difícil guardar la fe. Mas los que creemos en Jesús,
debemos perseverar hasta el fin; porque el que soporta con paciencia la tribu-
lación, sin ser contaminado, será salvo. Podemos perseverar en la fe incluso en
la aflicción, porque el Señor resucitado es más poderoso que Satanás, que tiene
la potestad de la muerte. Si Dios no interviene inmediatamente para detener la
aflicción presente, es porque desea que el evangelio sea predicado en el mundo
entero. Aun en estos momentos, muchos creyentes son perseguidos y el reloj
del tiempo de Dios avanza hacia el perfeccionamiento de la salvación.
¿Por qué el Señor tarda en retornar, si hay tantos creyentes que sufren persecu-
ción? ¿Qué puedo hacer por los hermanos que son afligidos por causa de la fe?

Señor Jesús, Tú eres la cabeza de la iglesia, el soberano de la crea-


Una Carta
ción. Gracias por enseñarme que más triste es ver a un alma perderse
a Dios eternamente, que la destrucción física de un templo. Seré un testigo fiel
del evangelio celestial; perseveraré en la fe hasta alcanzar mi gloriosa
salvación.
100
Ensayo para meditar Mateo 24:1-14

El lugar de la aflicción
es mi Tierra Santa

C
uando fuimos a Tierra Santa, nos encontramos con un vas-
to desierto que, para poderlo cruzar, tuvimos que recorrer
Egipto, Jordania e Israel. Dedicamos tiempo, dinero y es-
fuerzo para realizar nuestra travesía. Lo hicimos así para vivir algo
de la experiencia del éxodo de Israel, su asentamiento en Jerusalén y
el recorrido de la cruz del Señor. Así mismo, transitamos cada sitio
donde hombres y mujeres tuvieron que cuidar su fe en el nombre
de Jesús, a pesar de la persecución.
Todo lugar en el que actualmente derramamos lágrimas y oramos
por la aflicción que atravesamos, aunque sea en la sala, en el dormi-
torio o en la cocina, es un sitio sagrado. La Tierra Santa es donde
recordamos que el Señor estuvo con nosotros en los momentos de
mayor congoja, donde comprobamos Su poder, donde lo conoci-
mos y nuestra vida se transformó.
Por lo tanto, si aún tiene preocupaciones, temores y rencores en
su corazón, lo invito a dejarlo todo en la cruz, pues el Señor desea
darnos una fe perfecta, aquella que es capaz de confiar en que Él se
hará cargo de nuestras vidas. Si bien la desolación y la adversidad
actual nos aterrorizan y nos agotan, esa será nuestra Tierra Santa,
porque el Señor estará con nosotros y tendremos el poder para
soportar los momentos difíciles e inquietantes. Así se forjará un
increíble monumento de fe en nuestro interior, el cual nadie podrá
derribar y que nosotros jamás podremos olvidar.

La familia que revivió en la cruz, Yu Ki-sung

Aplicación Personal

101
JUE

18 La destrucción
del templo
Mateo 24:15-28

La Biblia en un año: 15  »Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo la


Ex. 29/ Jn. 8/ Pr. 5/ Gl. 4
abominación desoladora de la que habló el pro-
feta Daniel —el que lee, entienda—, 
15 »El profeta Daniel escribió acerca del horrible sacri-
legio. Cuando ustedes lo vean en el Lugar santo —el
que lee, entienda—, 

16  entonces los que estén en Judea, huyan a los


montes. 
16 entonces los que estén en Judea, que huyan a las
montañas;

17 Elque esté en la azotea, no descienda para to-


mar algo de su casa; 
17 y el que esté en la azotea de su casa, que no baje a
sacar nada; 

18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás pa-


ra tomar su capa. 
18 y el que esté en el campo, que no regrese ni aun a
recoger su ropa.

19  Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que


críen en aquellos días! 
19 ¡Pobres mujeres aquellas que en tales días estén
embarazadas o tengan niños de pecho!

20  Orad, pues, que vuestra huida no sea en in-


vierno ni en sábado,
20 Pidan ustedes a Dios que no hayan de huir en el in-
vierno ni en sábado; 

21 porque habrá entonces gran tribulación, cual


no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá. 
21 porque habrá entonces un sufrimiento tan grande co-
mo nunca lo ha habido desde el comienzo del mundo ni
lo habrá después. 
102
Mateo 24:15-28

Cuando vean en el lugar santo la abominación desoladora, los


que están en Judea deben huir a los montes. Habrá una tribu-
lación sin igual desde el principio del mundo; mas por causa de
los escogidos, aquellos días serán acortados. No debemos creer
las grandes señales y prodigios de los falsos cristos y profetas.

22  Y si aquellos días no fueran acortados, na-


die sería salvo; pero por causa de los escogidos,
aquellos días serán acortados.
22 Y si Dios no acortara ese tiempo, no se salvaría nadie;
pero lo acortará por amor a los que ha escogido.

23 »Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí es-


tá el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis,  
23 »Si entonces alguien les dice a ustedes: “Miren, aquí
está el Mesías”, o “Miren, allí está”, no lo crean.

24  porque se levantarán falsos cristos y falsos


profetas, y harán grandes señales y prodigios,
de tal manera que engañarán, si es posible, aun
a los escogidos. 
24 Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas; y
harán grandes señales y milagros, para engañar, a ser
posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido. 

25 Ya os lo he dicho antes.  


25 Ya se lo he advertido a ustedes de antemano. 

26 Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desier-


to”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”,
no lo creáis,
26 Por eso, si les dicen: “Miren, allí está, en el desierto”,
no vayan; o si les dicen: “Miren, aquí está escondido”,
no lo crean.

27 porque igual que el relámpago sale del oriente


y se muestra hasta el occidente, así será también
la venida del Hijo del hombre.
27 Porque como un relámpago que se ve brillar de
oriente a occidente, así será cuando regrese el Hijo del
hombre. 

28  Dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí


se juntarán las águilas.
28 Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

103
Ayuda a su meditación

Tribulación sobre Judea (24:15-22)


Verdaderamente es una tragedia ver realizarse sacrificios paganos dentro del
templo de Dios. Los judíos fueron testigos de esto en el año 167 a. C., cuan-
do Antíoco IV Epífanes, un rey gentil, profanó el templo. Cuando estas cosas
sucedan, Jesús manda a huir a todos los que estén en Judea, región que sufrirá
una gran crisis. La calamidad sobre dicha región será tan inminente, que los de
la ciudad tendrán que huir a los montes y no volver ni siquiera para buscar algo
de sus casas. De hecho, Jerusalén sufrió una gran aflicción cuando fue rodeada
y atacada por el ejército del imperio de Roma. El templo, dejó de adorar sola-
mente a Dios y dejó de ser un lugar seguro. No obstante, Dios ha acortado los
días de tribulación por amor a los escogidos.
¿Qué debían hacer cuando vieran en el lugar santo la abominación desolado-
ra? ¿Cuál es la gracia que debemos pedir a Dios durante la gran tribulación?

Acontecimientos mundiales antes del fin (24:23-28)


En los postreros días, Satanás se disfrazará de ángel de luz para engañar a los
escogidos. Debemos discernir a los falsos cristos y falsos profetas que tratarán
de engañarnos con grandes señales y prodigios. Algunos nos instarán a ir al
desierto o a los aposentos, diciendo que allí está Cristo. No nos dejemos enga-
ñar; la segunda venida de Jesús será un acontecimiento mundial. Todo ojo verá
el retorno del Señor, así como se puede ver un relámpago del cielo o como se
amontonan los buitres cuando hay un cadáver. Considerando que vivimos los
días postreros, no sigamos a ciegas las señales y los prodigios sobrenaturales.
Leamos la Biblia, meditemos en ella y obedezcamos, pues nuestro discernimien-
to debe ser conforme a la Palabra de la verdad.
¿Por qué compara Jesús Su segunda venida con un relámpago que sale del
oriente y se muestra hasta el occidente? ¿Qué debo tener en cuenta para no
ser engañado?

Amado Dios, ahora conozco cómo será la gran tribulación, y las señales
Una Carta
que habrán de suceder antes del fin. Gracias por acortar aquellos días
a Dios por amor a los escogidos. Pasaré más tiempo en oración y en la lectura
de la Palabra, para conocerte más, Señor. Guárdame de las falsas doc-
trinas hasta el día en que Tú, Jesús, vuelvas por Tu iglesia.
104
Ensayo para meditar Mateo 24:15-28

Luego de un rato

C
uando nuestro primer bebé comenzó a hablar, mi esposa y
yo nos volvíamos locos con sus preguntas constantes. Aún
recuerdo nítidamente lo agotados que estábamos con su in-
cesante: «¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?». Un día, de repente me
pregunté si Jesús también se sentía agotado por las preguntas.
¿Por qué a un niño le dio un tumor cerebral? ¿Por qué ocurrió
un ataque terrorista en Boston? ¿Por qué tuvieron que morir ino-
centes a causa del desastre natural en Texas? ¿Por qué mi hijo se
fue de casa? ¿Por qué nos separamos con mi esposa? ¿Por qué no
puedo superar la depresión, sin importar cuánto lo intente? A to-
dos los cuestionamientos desesperados, Jesús nos responde: «Ami-
gos míos, presten atención. En este mundo pasarán cosas terribles,
como enfermedades, hambruna, guerras, odio, injusticias, traición,
abusos, violencia, etc. Y aunque les parezca eterna la aflicción, ante
la eternidad es solo un instante. Pronto regresaré y volverán a ver-
me. Entonces, corregiré todo lo que está mal y el mundo renacerá.
Olvidarán todo el dolor y triunfará la alegría».
Cuando nos encontramos ante una puerta cerrada, nos llenamos
de preguntas: ¿por qué no pasó como lo deseaba?, ¿por qué tengo
que sufrir? Sin embargo, llegará el día en que demos gracias tanto
por la puerta cerrada como por la abierta. Ese día veremos la bon-
dad de Dios y, muy pronto, todas nuestras dudas desaparecerán y
triunfará el júbilo.

Tantos destinos a donde ir, ¿cómo saber cuál elegir?, John Ortberg

Aplicación Personal

105
VIE

19 La Palabra
no pasará
Mateo 24:29-35

La Biblia en un año: 29 »Inmediatamente después de la tribulación de


Ex. 30/ Jn. 9/ Pr. 6/ Gl. 5
aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará
su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las
potencias de los cielos serán conmovidas. 
29 »Tan pronto como pasen aquellos días de sufrimien-
to, el sol se oscurecerá, la luna dejará de dar su luz,
las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales
temblarán. 

30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del hom-


bre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán
lamentación cuando vean al Hijo del hombre ve-
nir sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria. 
30 Entonces se verá en el cielo la señal del Hijo del
hombre, y llenos de terror todos los pueblos del mundo
llorarán, y verán al Hijo del hombre que viene en las nu-
bes del cielo con gran poder y gloria. 

31 Enviará sus ángeles con gran voz de trompeta


y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro.
31 Y él mandará a sus ángeles con una gran trompeta,
para que reúnan a sus escogidos de los cuatro puntos
cardinales, desde un extremo del cielo hasta el otro.

106
Mateo 24:29-35

Después de la tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su


resplandor y las estrellas caerán del cielo. Entonces, se lamenta-
rán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Enviará a Sus án-
geles con gran voz de trompeta para que recogan a Sus escogidos.
El cielo y la tierra pasarán, pero la Palabra del Señor no pasará.

32 »De la higuera aprended la parábola: Cuando


ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis
que el verano está cerca. 
32 »Aprendan esta enseñanza de la higuera: Cuando
sus ramas se ponen tiernas, y brotan sus hojas, se dan
cuenta ustedes de que ya el verano está cerca. 

33 Así también vosotros, cuando veáis todas es-


tas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
33 De la misma manera, cuando vean todo esto, sepan
que el Hijo del hombre ya está a la puerta.  

34  Decierto os digo que no pasará esta genera-


ción hasta que todo esto acontezca. 
34 Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera
la gente de este tiempo. 

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras


no pasarán.
35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras
no dejarán de cumplirse.

107
Ayuda a su meditación

Establecimiento del nuevo orden (24:29-31)


Todo lo terrenal es temporal y perecedero. No pasará mucho tiempo hasta la
caída de Jerusalén. La expresión ‘el sol se oscurecerá’, que tantas veces es uti-
lizada para anunciar la caída de países gentiles, ahora se aplica a la destrucción
de Jerusalén. El versículo “(…) todas las tribus de la tierra harán lamentación
cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y
gran gloria” (v. 30; Dn. 7:13-14) describe la autoridad que Jesús recibirá en los
cielos, como Rey. Dios ha invalidado el pacto antiguo utilizado como medio
de salvación, para habilitar una nueva era mediante Cristo. Gracias a Él, se han
levantado muchas iglesias en muchos lugares del mundo y se han ido añadiendo
creyentes de todos los tiempos; esa es la evidencia más clara del cambio.
¿Qué significa que el Hijo del Hombre vendrá sobre las nubes del cielo con
poder y gran gloria? ¿Cómo gobierna Cristo mi vida?

La eterna Palabra de Jesús (24:32-35)


Podemos aprender de la higuera: cuando su rama está tierna y brotan las hojas,
sabemos que el verano está cerca. Así mismo, por el cumplimiento de las señales
anunciadas por Jesús, sabremos que Su segunda venida está próxima. El Señor
dijo: “(…) no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”, para re-
ferirse a la destrucción y la caída de Jerusalén. Esta profecía se cumplió al pie
de la letra y sabemos que así será también con Su segunda venida. Las naciones
de este mundo pueden prosperar o desaparecer, pero a una sola cosa debemos
aferrarnos: a la Palabra de la verdad.
¿Qué relación existe entre la profecía sobre la caída de Jerusalén y la segun-
da venida del Señor? ¿Cuál es la verdad inmutable que debo atesorar en mi
corazón, en medio de una historia cambiante?

Dios mío, aunque el cielo y la tierra pasarán, Tus palabras no pasarán.


Una Carta
Anhelo escudriñar y aprender más de Tu Palabra. Dame sabiduría y
a Dios espíritu de revelación para discernir estos tiempos. Viviré fielmente el
día de hoy, para no lamentarme de nada cuando Tú vuelvas con gran
poder y gloria, sino para recibirte con sumo gozo.
108
Ensayo para meditar Mateo 24:29-35

Ya, pero todavía no

P
ara el fin de los tiempos se utiliza mucho la frase «Ya, pero to-
davía no». Hay situaciones en las que pareciera que “ya” llegó
el fin y que Jesús regresará mañana. Pero esto no es así. Si no
somos cuidadosos con estos dos conceptos, nos convertiremos en
cristianos extremistas que han perdido el equilibrio.
El fin ya comenzó. Ya está cerca el regreso del Señor y ya están
sucediendo en el mundo, en cada país y en cada individuo, todas las
señales del fin. El Señor pronto llegará como un ladrón. No obs-
tante, nadie sabe con exactitud cuándo será. Esto no quiere decir
que debamos dejar nuestros negocios, empleos, estudios y que ten-
gamos que subir a la montaña porque Él regresará. Esa es la actitud
que asumen los que no han entendido el “todavía no”. Así mismo,
quien vive inmerso en el disfrute del mundo, bebiendo y comiendo
como si faltara mucho para el regreso del Señor, es porque no ha
comprendido el “ya”.
Todo cristiano debe vivir recordando ambas expresiones equili-
bradamente. La tierra es la realidad de la lucha espiritual para el
creyente, hasta el día en que el Señor regrese. Y solo el que es sabio
se prepara para el fin de los tiempos y se esfuerza para permanecer
despierto en la devoción. Esta es la actitud de la novia sagrada que
espera al Señor.

Lecciones sobre el Evangelio de Mateo V, Ha Yong-jo

Aplicación Personal

109
SÁB

20 El siervo fiel
Mateo 24:36-51

La Biblia en un año: 36  »Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los
Ex. 31/ Jn. 10/ Pr. 7/ Gl 6
ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 
36 »En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los
ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
37  Pero como en los días de Noé, así será la ve-
nida del Hijo del hombre, 
37 »Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá
también cuando regrese el Hijo del hombre. 
38  pues como en los días antes del diluvio esta-
ban comiendo y bebiendo, casándose y dando
en casamiento, hasta el día en que Noé entró
en el arca,
38 En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día
en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y
se casaba. 
39  y no entendieron hasta que vino el diluvio y
se los llevó a todos, así será también la venida
del Hijo del hombre. 
39 Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se
los llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese
el Hijo del hombre. 
40  Entoncesestarán dos en el campo: uno será
tomado y el otro será dejado. 
40 En aquel momento, de dos hombres que estén en el
campo, uno será llevado y el otro será dejado. 
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino:
una será tomada y la otra será dejada.
41 De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada
y la otra será dejada.
42 »Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha
de venir vuestro Señor. 
42 »Manténganse ustedes despiertos, porque no saben
qué día va a venir su Señor. 
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia su-
piera a qué hora el ladrón habría de venir, velaría
y no lo dejaría entrar en su casa. 
43 Pero sepan esto, que si el dueño de una casa su-
piera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se

110
Mateo 24:36-51

Solo el Padre conoce el día y la hora. Como en los días de Noé,


que no entendieron hasta que vino el diluvio, así será la venida
del Hijo del Hombre. Estemos preparados. Bienaventurado el
siervo fiel y prudente que cumple fielmente con su trabajo; en
cambio, el siervo malo que se dedique a la maldad pensando que
su señor se demorará en llegar, será reprendido.

mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera


en su casa a robar. 
44  Portanto, también vosotros estad prepara-
dos, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora
que no pensáis.
44 Por eso, ustedes también estén preparados; porque
el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
45  »¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al
cual puso su señor sobre su casa para que les dé
el alimento a tiempo? 
45 »¿Quién es el criado fiel y atento, a quien su amo
deja encargado de los de su casa, para darles de comer
a su debido tiempo? 
46  Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando
su señor venga, lo halle haciendo así.
46 Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo
encuentra cumpliendo con su deber.
47  De cierto os digo que sobre todos sus bie-
nes lo pondrá. 
47 Les aseguro que el amo lo pondrá como encargado
de todos sus bienes. 
48 Pero si aquel siervo malo dice en su corazón:
“Mi señor tarda en venir”, 
48 Pero si ese criado es un malvado, y pensando que
su amo va a tardar
49  y comienza a golpear a sus consiervos, y aun
a comer y a beber con los borrachos, 
49 comienza a maltratar a los otros criados, y se junta
con borrachos a comer y beber, 
50 vendrá el señor de aquel siervo en día que és-
te no espera, y a la hora que no sabe,  
50 el día que menos lo espere y a una hora que no sa-
be, llegará su amo 
51  y lo castigará duramente y pondrá su parte
con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de
dientes.
51 y lo castigará, condenándolo a correr la misma suer-
te que los hipócritas. Entonces vendrán el llanto y la
desesperación.

111
Ayuda a su meditación

Preparados para la segunda venida (24:36-44)


Solo un mentiroso afirmaría conocer la fecha de la segunda venida del Señor.
Nadie conoce el tiempo, a excepción del Padre. En los días de Noé, antes del
diluvio, la gente comía, bebía, se casaba y se gozaba en los placeres de esta vida,
y no discernía el inminente juicio de Dios. El Señor ciertamente volverá; y el que
no vele en oración, sufrirá como aquel que por estar desprevenido es asaltado
por un ladrón en plena noche. El día de Su retorno, algunos estarán trabajando
en el campo, otros en el molino. Permanezcamos vigilantes y vivamos en santi-
dad, como si el Señor pudiera venir hoy mismo, para que lo recibamos con gozo
y no seamos avergonzados.
Los que anhelamos el retorno del Señor, ¿qué podemos aprender del diluvio
de Noé? ¿Cómo cambiaría mi vida, si pensara que hoy puede venir el Señor?

Siervo fiel y prudente (24:45-51)


El siervo fiel y prudente toma como prioridad máxima de su vida, cumplir el
mandato de su señor. En todo momento, procederá como si su amo estuviese
presente, siempre dando lo mejor de sí. No importa cuándo vuelva el señor, será
hallado sirviendo con integridad y será elogiado por su fidelidad. En cambio, el
siervo malo hará lo que desea su corazón, olvidándose de su llamado. Cometerá
toda clase de maldades, desperdiciará recursos y descuidará sus responsabilida-
des, confiando en que su señor tardará en venir. Al final, su amo llegará en el día
menos pensado y lo reprenderá. Nuestra vida terrenal es un preparativo para la
segunda venida del Señor. Si deseamos recibir galardones en aquel día, seamos
siervos fieles que trabajan con prudencia como si estuviésemos ante el Señor.
¿Qué fin tendrá el ‘siervo fiel y prudente’ y cuál será el del ‘siervo malo’? ¿Con
qué siervo me identificará el Señor, considerando mi proceder?

Dios, yo deseo ser el siervo fiel y prudente a quien Tú buscas. Dejaré


Una Carta
de derrochar mi tiempo y bienes materiales solo para comer y beber
a Dios y saciar mis deseos carnales. Consagro mi vida una vez más para ali-
mentar a las almas que me has encomendado, con Tu Santa y perfecta
Palabra.
112
Ensayo para meditar Mateo 24:36-51

Pensar en el fin de la vida

S
teve Jobs, quien falleció a los 56 años, fue operado en 2004
por un cáncer de páncreas. Al año siguiente, la Universidad
de Stanford lo invitó a dar el discurso de graduación. Allí sos-
tuvo: «En mi experiencia, pensar en que pronto moriremos fue lo
que más me ayudó a tomar decisiones importantes, porque ante la
muerte, desaparece el temor, el orgullo y las expectativas externas,
y solo queda lo que realmente es esencial. Pensar que moriremos
es la mejor manera de liberarnos de la trampa del miedo a perder
algo. Así, al pensar en la muerte, nuestro corazón queda expuesto».
A esto yo le llamo “una manera de usar la muerte”. Si considera-
mos que en cualquier momento podemos morir como una precon-
dición, se reducen notablemente las chances de cometer errores.
Ante esta perspectiva, siempre podremos saber qué es lo realmente
importante. Cuando comprendemos que nuestra vida tiene un final,
comenzamos a pensar en Dios, que es el origen de la existencia más
allá del tiempo y el espacio. Mientras que no estemos conscientes
del fin y no nos enfrentemos a esta verdad, no podremos progresar
en la dirección correcta, pues es solo en ese contexto que dimen-
sionamos la importancia de la salvación y la vida eterna. La correcta
visión de la muerte es la que le da sentido al pasado, el presente y
el futuro como una sola unidad: es la que nos lleva a responder a
Dios hoy y a considerar la eternidad. Al final de cuentas, la mejor
preparación para la muerte es vivir la mejor vida posible.

Aprendiendo a vivir en la muerte, Hwang Myung-hwan

Aplicación Personal

113
DOM

21 Preparativos para
recibir al esposo
Mateo 25:1-13

La Biblia en un año: 1 »Entonces el reino de los cielos será semejante


Ex. 32/ Jn. 11/ Pr. 8/ Ef. 1
a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, sa-
lieron a recibir al novio. 
1   »Sucederá entonces con el reino de los cielos como
lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron
szxsus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. 

2 Cinco de ellas eran pr udentes y cinco


insensatas. 
2 Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. 

3  Las insensatas, tomando sus lámparas, no to-


maron consigo aceite; 
3 Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no
llevaron aceite para llenarlas de nuevo; 

4 pero las prudentes tomaron aceite en sus vasi-


jas, juntamente con sus lámparas. 
4 en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de acei-
te, además de sus lámparas. 

5 Como el novio tardaba, cabecearon todas y se


durmieron. 
5 Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas,
y por fin se durmieron. 

6  Ya la medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí


viene el novio, salid a recibirlo!” 
6 Cerca de la medianoche, se oyó gritar: “¡Ya viene el
novio! ¡Salgan a recibirlo!” 

7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron


y arreglaron sus lámparas. 
7 Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a
preparar sus lámparas. 
114
Mateo 25:1-13

El reino de los cielos es semejante a diez vírgenes que, tomando sus


lámparas, salen a recibir al novio. Cinco de ellas son prudentes y llevan
suficiente aceite para la espera, mientras que a las otras cinco se les
apagan sus lámparas, justo cuando llega el novio. Por su descuido
tienen que irse a buscar aceite y se quedan por fuera de la boda. Vele-
mos, pues, porque no sabemos el día ni la hora en que Jesús ha de venir.

8  Ylas insensatas dijeron a las prudentes:


“Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lám-
paras se apagan.” 
8 Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco
previsoras: “Dennos un poco de su aceite, porque nues-
tras lámparas se están apagando.”

9  Perolas prudentes respondieron diciendo:


“Para que no nos falte a nosotras y a vosotras,
id más bien a los que venden y comprad para vo-
sotras mismas.” 
9 Pero las muchachas previsoras contestaron: “No, por-
que así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes.
Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para
ustedes mismas.”

10  Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el


novio; y las que estaban preparadas entraron con
él a la boda, y se cerró la puerta.
10 Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a
comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido pre-
visoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. 

11 Después llegaron también las otras vírgenes,


diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!” 
11 Después llegaron las otras muchachas, diciendo:
“¡Señor, señor, ábrenos!”

12 Pero él, respondiendo, dijo: “De cierto os di-


go que no os conozco.” 
12 Pero él les contestó: “Les aseguro que no las
conozco.”

13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora


en que el Hijo del hombre ha de venir.
13 »Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—,
porque no saben ni el día ni la hora.

115
Ayuda a su meditación

Vírgenes prudentes con aceite (25:1-13)


Es una costumbre hebrea que los amigos de la novia salgan a recibir al novio
para llevarlo a la ceremonia. Jesús compara el reino de Dios con diez vírgenes
que salen a recibir al novio: cinco de ellas son prudentes y cinco son insensatas.
Lo que las diferencia es el aceite de reserva. Como el esposo tarda en llegar, se
les empiezan a apagar las lámparas. Y, cuando por fin se anuncia la llegada del
prometido a la medianoche, las responsables están preparadas para recibirlo,
mientras que las descuidadas deben irse a comprar aceite y se pierden de entrar
a la boda. Esta parábola nos enseña que debemos esperar la segunda venida del
Señor con prudencia. El aceite simboliza el corazón y las obras dignas de Cristo.
¿Cuál es el parámetro que distingue a las vírgenes prudentes de las insensatas?
¿Cuál es el aceite que debo preparar con prudencia, hasta que vuelva el Señor?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Qué prepararon las cinco vírgenes prudentes con
anticipación? ¿En qué estado cayeron las vírgenes,
esperando de noche al novio? (25:4-5)
Aplicación y ¿Qué representaría en mi vida ‘el aceite de repuesto’
diálogo
de las cinco vírgenes prudentes? Compartámoslo
con otros.

2 Observación
¿Qué ocurrió mientras las cinco vírgenes insensa-
tas fueron a comprar aceite? ¿Cómo les responde el
novio, cuando ellas le piden que les abra la puerta?
(25:10-12)
Aplicación y ¡Cuán terrible sería que el Señor, nuestro esposo,
diálogo
nos dijera: ‘no os conozco’! ¿Cuál será la actitud
de corazón y las obras que el Señor espera de mi
familia?
Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

116
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Senegal de África Occidental se independizó de Francia en 1960; sin


embargo, su idioma oficial sigue siendo el francés. El 94 % de sus habitantes
profesan el islamismo, que se ha fusionado con la religión nativa; y solo
el 5 %, el cristianismo. Pidamos a Dios que levante más personas que
puedan predicar el evangelio en esta nación; y que sus habitantes sean
transformados con el amor del Señor.

117
LUN

22 Cuando arreglemos
nuestras cuentas
Mateo 25:14-30

La Biblia en un año: 14  »El reino de los cielos es como un hombre


Ex. 33/ Jn. 12/ Pr. 9/ Ef. 2
que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les en-
tregó sus bienes. 
14 »Sucederá también con el reino de los cielos como
con un hombre que, estando a punto de irse a otro país,
llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran
su dinero. 

15  Auno dio cinco talentos, a otro dos y a otro


uno, a cada uno conforme a su capacidad; y lue-
go se fue lejos. 
15 A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro
dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad.
Entonces se fue de viaje. 

16  Elque recibió cinco talentos fue y negoció


con ellos, y ganó otros cinco talentos.
16 El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo
negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. 

17  Asimismo el que recibió dos, ganó también


otros dos. 
17 Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras
dos mil. 
118
Mateo 25:14-30

El reino de los cielos es como un hombre que llama a sus siervos


y les entrega sus bienes. Después de mucho tiempo, arregla
cuentas con ellos. Los dos siervos que duplicaron los talentos
recibidos son reconocidos por servir con fidelidad y entran en el
gozo de su señor; pero el siervo malo y negligente, que escondió
su talento en la tierra, es echado en las tinieblas.

18 Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tie-


rra y escondió el dinero de su señor.
18 Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su
jefe en un hoyo que hizo en la tierra.

19  »Después de mucho tiempo regresó el señor


de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
19 »Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos em-
pleados, y se puso a hacer cuentas con ellos.  

20 Se acercó el que había recibido cinco talentos


y trajo otros cinco talentos, diciendo: “Señor,
cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ga-
nado otros cinco talentos sobre ellos.”
20 Primero llegó el que había recibido las cinco mil mo-
nedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole:
“Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco
mil que gané.” 

21 Suseñor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; so-


bre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.
Entra en el gozo de tu señor.” 
21 El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y
fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de
mucho más. Entra y alégrate conmigo.”

119
22  Seacercó también el que había recibido dos
talentos y dijo: “Señor, dos talentos me entre-
gaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos
sobre ellos.”
22 Después llegó el empleado que había recibido las dos
mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí
tiene otras dos mil que gané.” 

23 Suseñor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; so-


bre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.
Entra en el gozo de tu señor.” 
23 El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y
fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de
mucho más. Entra y alégrate conmigo.”

24 Peroacercándose también el que había recibi-


do un talento, dijo: “Señor, te conocía que eres
hombre duro, que siegas donde no sembraste y
recoges donde no esparciste; 
24 »Pero cuando llegó el empleado que había recibido
las mil monedas, le dijo a su jefe: “Señor, yo sabía que
usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró
y recoge donde no esparció. 

25  porlo cual tuve miedo, y fui y escondí tu ta-


lento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.”
25 Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la
tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.” 
120
Mateo 25:14-30

26 Respondiendo su señor, le dijo: “Siervo malo


y negligente, sabías que siego donde no sembré
y que recojo donde no esparcí. 
26 El jefe le contestó: “Tú eres un empleado malo y pe-
rezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré
y que recojo donde no esparcí, 

27  Por tanto, debías haber dado mi dinero a los


banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que
es mío con los intereses. 
27 deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al
volver, habría recibido mi dinero más los intereses.” 

28  Quitadle,pues, el talento y dadlo al que tie-


ne diez talentos,
28 Y dijo a los que estaban allí: “Quítenle las mil mone-
das, y dénselas al que tiene diez mil. 

29 porque al que tiene, le será dado y tendrá más;


y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 
29 Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de so-
bra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le
quitará. 

30  Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de


afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
30 Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscu-
ridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”

121
Ayuda a su meditación

Buen siervo y fiel (25:14-23)


Los hombres miden la importancia del trabajo y catalogan lo más visible como
más importante. Pero así no es en la obra de Dios. Un hombre entrega a sus
siervos cinco, dos y un talento y se va lejos. Los siervos con cinco y dos talentos
negocian con ellos y obtienen otro tanto de ganancias. Pero el que había reci-
bido un talento, lo esconde bajo tierra, sin trabajar. Cuando vuelve el hombre
y arregla cuentas con ellos, los dos primeros siervos son felicitados con las
mismas palabras por su amo. A diferencia de este mundo, en el reino de Dios
no nos juzgarán por la relevancia del trabajo. Dios desea que trabajemos fiel-
mente y que usemos con responsabilidad y satisfacción los talentos que Él nos
ha dado.
¿Cómo felicitó el hombre a sus siervos, a quienes les había dado cinco y dos
talentos? ¿Con cuánta fidelidad cumplo yo las pequeñas responsabilidades
que Dios me ha delegado?

El malentendido del siervo infiel (25:24-30)


Es por su generosidad y para que sus siervos trabajen que el hombre conce-
de parte de sus bienes a sus siervos. No obstante, el siervo con un talento se
equivoca al creer que su amo es un hombre duro y, por temor a perder lo que
recibió, lo esconde bajo tierra y no lo trabaja. Dios, representado por el hombre,
no es tirano ni malo. Es Satanás quien nos siembra conceptos errados sobre
el Señor. La Biblia da testimonio de Su misericordia y Su gracia. La parábola
no lo dice, pero es posible que el siervo con un talento no lo haya trabajado
por considerar demasiado poco lo que había recibido. No debemos comparar
nuestros talentos con los de los demás. Si no servimos fielmente y no hallamos
contentamiento en los dones recibidos, seremos juzgados como el siervo infiel.
¿Cómo es juzgado el siervo con un talento? ¿Cuál es el talento que Dios me ha
dado? ¿Lo he trabajado o no?

Dios bueno, he sido necio como el siervo insensato, pues teniendo un


Una Carta
concepto errado de Ti, he escondido lo que me has entregado bajo tierra.
a Dios Mi deseo es que me reconozcas como un siervo bueno y fiel, y participar
de Tu gozo. Dejaré de compararme con los demás, para agradecerte
por lo que tengo y utilizarlo para la extensión de Tu reino.
122
Ensayo para meditar Mateo 25:14-30

La ganancia del amor

W
illiam Carrey era hijo de un tejedor y, luego de convertirse
en el padre de las misiones modernas, fue invitado a un
banquete que organizó el virrey de India. Allí, un oficial le
preguntó: «¿Usted no era zapatero antes?». A lo que Carrey respon-
dió: «No, oficial. Yo solo enmendaba zapatos, que es una posición
aún más baja». A pesar de que la gente veía su ministerio como un
trabajo devoto y fiel, Carrey lo hacía porque amaba de corazón al
Señor y estaba agradecido porque decidió salvar y utilizar a alguien
tan pequeño como él. Él tenía éxito en todo lo que emprendía, por-
que amaba al Señor y lo hacía sin quejarse, sin importar si recibía
cinco talentos o dos. William Carrey no tenía ni dinero ni educa-
ción. De hecho, la iglesia de Inglaterra no lo envió como misionero,
porque no cumplía con los requisitos. Sin embargo, logró lo que ni
siquiera alguien con la mejor educación pudo. Fundó universidades,
tradujo la Biblia a 16 idiomas y sembró la semilla de la fe en India.
Hoy en día, el Señor le sigue encomendando cinco talentos a
quien está agradecido con Él, a quien ve su pecado y se conmueve
profundamente por Su gracia. Alcanzaremos una vida que le agrada
a Dios y en la que Él deposita Sus ganancias, cuando le sirvamos
con amor y devoción.

Obrar con pasión, Kim Yang-jae

Aplicación Personal

123
MAR

23 Amor al Señor
y al prójimo
Mateo 25:31-46

La Biblia en un año: 31 »Cuando el Hijo del hombre venga en su glo-


Ex. 34/ Jn. 13/ Pr. 10/ Ef. 3
ria y todos los santos ángeles con él, entonces
se sentará en su trono de gloria, 
31 »Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de es-
plendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono
glorioso. 

32  y serán reunidas delante de él todas las na-


ciones; entonces apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 
32 La gente de todas las naciones se reunirá delante de
él, y él separará unos de otros, como el pastor separa
las ovejas de las cabras. 

33  Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabri-


tos a su izquierda. 
33 Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su
izquierda. 

34  Entonces el Rey dirá a los de su derecha:


“Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino
preparado para vosotros desde la fundación del
mundo,
34 Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan
ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; re-
ciban el reino que está preparado para ustedes desde
que Dios hizo el mundo.  
124
Mateo 25:31-46

Desde Su trono de gloria, el Hijo del Hombre apartará de las


naciones como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Los
que se encuentran a Su derecha, los que hicieron el bien a sus
hermanos más pequeños, heredarán el reino preparado; pero los
que se encuentran a Su izquierda, los que ignoraron a los más
pequeños, serán condenados.

35  porque tuve hambre y me disteis de comer;


tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y
me recogisteis; 
35 Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer;
tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero,
y me dieron alojamiento. 

36 estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me


visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme.”
36 Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve en-
fermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a
verme.”

37 Entonces los justos le responderán diciendo:


“Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te ali-
mentamos, o sediento y te dimos de beber? 
37 Entonces los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te
vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te
vimos con sed, y te dimos de beber? 

38 ¿Ycuándo te vimos forastero y te recogimos,


o desnudo y te vestimos? 
38 ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alo-
jamiento, o sin ropa, y te la dimos?

125
39 ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y
fuimos a verte?” 
39 ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos
a verte?” 

40  Respondiendoel Rey, les dirá: “De cierto os


digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
40 El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo que
hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes,
por mí mismo lo hicieron.”

41 »Entonces dirá también a los de la izquierda:


“Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno pre-
parado para el diablo y sus ángeles, 
41 »Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda:
“Apártense de mí, los que merecieron la condenación;
váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles. 

42  porque tuve hambre, y no me disteis de co-


mer; tuve sed, y no me disteis de beber; 
42 Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer;
tuve sed, y no me dieron de beber; 
126
Mateo 25:31-46

43 fui
forastero, y no me recogisteis; estuve des-
nudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel,
y no me visitasteis.” 
43 anduve como forastero, y no me dieron alojamiento;
sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cár-
cel, y no vinieron a visitarme.”  

44  Entonces también ellos le responderán di-


ciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la
cárcel, y no te servimos?” 
44 Entonces ellos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te
vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto
de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?” 

45  Entonces les responderá diciendo: “De cier-


to os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de
estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.”
45 El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo que
no hicieron por una de estas personas más humildes,
tampoco por mí lo hicieron.” 

46  Iránestos al castigo eterno y los justos a la


vida eterna.
46 Ésos irán al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna.»

127
Ayuda a su meditación

Benditos de mi Padre! (25:31-40)


Jesús volverá con gloria y se sentará en el trono como juez. En Su segunda ve-
nida, pondrá las ovejas a Su derecha y los cabritos a Su izquierda con un claro
parámetro: el servicio y el trato que le hayan dado a los más pequeños, es decir,
a Sus discípulos y seguidores (v. 40). El Señor proclamará bendición sobre los
que se encuentren a Su derecha. Aunque estos no lo recuerden, Dios sí tendrá
encuenta cada vez que actuaron con amor y benevolencia, cuando los Suyos tu-
vieron hambre, sed, enfermedad y desnudez; el Señor considerará cualquiera de
estos gestos de bondad como si hubiera sido para Él mismo. Los que se hagan
a Su derecha heredarán el reino de los cielos, preparado desde antes de la funda-
ción del mundo. No menospreciemos el amor y la benevolencia que podemos
mostrar a cada persona apreciada por Jesús.
¿Por qué los que se encuentran del lado derecho de Jesús reciben bendición?
¿A quién debo cuidar como al Señor y cómo puedo ayudarle?

¡Apartaos de mí! (25:41-46)


Solemos tomar con ligereza la omisión de los actos, especialmente cuando cree-
mos que no son una obligación. Por eso, Jesús nos enseña con énfasis y de
manera clara. Los que se encuentran a Su izquierda recibirán las siguientes pa-
labras: “(…) en cuanto no hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí
lo hicisteis” (v. 45). Pasar de largo e ignorar la necesidad del prójimo proviene
de la dureza del corazón, una señal de los postreros días. Los que se encuentran
del lado izquierdo, serán enviados al fuego eterno preparado para el diablo y
sus ángeles. Pasar por alto la aflicción de los que son apreciados por el Señor es
incumplir con el mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo.
¿Por qué los que se encuentran del lado izquierdo del Señor son malvados?
¿En qué he sido indiferente y cómo podría poner en práctica el mandamiento
de amar al prójimo como a mí mismo?

Señor Jesús, Tú que escudriñas todas mis obras, confieso no haber


Una Carta
tratado con bondad a mis hermanos y he ignorando sus necesidades.
a Dios Perdona mi egoísmo y mi maldad; ayúdame a cuidar a los hambrientos,
a los enfermos, a los presos; me comprometo a servirles como si se
tratara de Ti. Derrama Tu amor y Tu poder sobre mí, para poder lograrlo.
128
Ensayo para meditar Mateo 25:31-46

Una pequeña
consideración, una
gran alegría

L
a empresa importadora que administraba quedó en quiebra
por la crisis del FMI (Fondo Monetario Internacional). Como
no podía quedarme de brazos cruzados, comencé a vender
panqueques rellenos en la entrada de una universidad. Al comienzo,
en lo único que pensaba era en el sustento de siete personas que
estaban a mi cargo, incluyendo a mi familia, mi cuñada y mi suegra
que vivían conmigo. Sin embargo, como también pensé que debía
brindarles algún servicio a los estudiantes, empecé a vender los pan-
queques rellenos más grandes de la ciudad. La base de mi negocio
era pensar en los alumnos que tendrían hambre luego de estudiar.
Mi alegría se duplicó, cuando descubrí que por ser generoso no me
iba a quedar sin recursos, pues fui recompensado con una larga fila
de clientes que esperaban delante de la tienda. Luego, cuando inau-
guré el restaurante de sopas, comencé a servirles el almuerzo a los
indigentes de la calle de enfrente. Esa labor la continué realizando
sin parar, porque Dios tuvo en cuenta mi disposición y me llenó de
gozo. En consecuencia, pude establecer un negocio exitoso, aun
estando en la peor de las ubicaciones, donde decenas de restauran-
tes se declararon en quiebra. De esta manera, una sopa considerada
para pobres y enfermos, ahora es una representativa marca coreana.
Al mirar en retrospectiva, me doy cuenta de que los momentos
más oscuros de mi vida me prepararon para los días de bendición.
Dios desea bendecirnos. Por eso, espera hasta que nos transfor-
memos y estemos listos para poder recibir la misión que tiene para
nosotros.

La misión de un plato, Choi Bok-ee

Aplicación Personal

129
MIÉ

24 Avaricia, traición vs.


amor, consagración
Mateo 26:1-16

La Biblia en un año: 1  Cuando acabó Jesús todas estas palabras, dijo


Ex. 35/ Jn. 14/ Pr. 11/ Ef. 4
a sus discípulos: 
1  Cuando Jesús terminó toda su enseñanza, dijo a sus
discípulos:
2  «Sabéisque dentro de dos días se celebra la
Pascua, y el Hijo del hombre será entregado pa-
ra ser crucificado.»
2 —Como ustedes saben, dentro de dos días es la fiesta
de la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para
que lo crucifiquen.
3 Entonces los principales sacerdotes, los escri-
bas y los ancianos del pueblo se reunieron en el
patio del sumo sacerdote, llamado Caifás, 
3 Por aquel tiempo, los jefes de los sacerdotes y los an-
cianos de los judíos se reunieron en el palacio de Caifás,
el sumo sacerdote, 
4  y se confabularon para prender con engaño a
Jesús, y matarlo.
4 e hicieron planes para arrestar a Jesús mediante algún
engaño, y matarlo. 
5 Perodecían: «No durante la fiesta, para que no
se haga alboroto en el pueblo.»
5  Pero decían: —No durante la fiesta, para que no se
alborote la gente.
6  Estando Jesús en Betania, en casa de Simón
el leproso, 
6  Jesús estaba en Betania, en casa de Simón, al que
llamaban el leproso; 
7  se le acercó una mujer con un vaso de alabas-
tro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre
la cabeza de él, que estaba sentado a la mesa. 
7 en esto se le acercó una mujer que llevaba un frasco
de alabastro lleno de un perfume muy caro. Mientras
Jesús estaba a la mesa, ella le derramó el perfume so-
bre la cabeza. 
8  Al ver esto, los discípulos se enojaron y dije-
ron: —¿Para qué este desperdicio?, 
8 Los discípulos, al verlo, se enojaron y comenzaron a
decir: —¿Por qué se desperdicia esto? 
130
Mateo 26:1-16

Jesús anuncia que será crucificado en la Pascua; y los principa-


les sacerdotes y los ancianos se confabulan para matarle. Una
mujer derrama sobre la cabeza de Jesús un perfume de gran
valor, causando el enojo de los discípulos. Pero Jesús dice que
dondequiera que se predique el evangelio, se contará lo que ella
hizo. Judas Iscariote busca oportunidad para entregar al Maestro.

9  puesesto podía haberse vendido a buen pre-


cio y haberse dado a los pobres.
9 Pudo haberse vendido por mucho dinero, para ayudar
a los pobres.
10 Al darse cuenta Jesús, les dijo: —¿Por qué mo-
lestáis a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo
es una buena obra, 
10 Jesús lo oyó, y les dijo: —¿Por qué molestan a esta
mujer? Ha hecho una obra buena conmigo. 
11 porque siempre tendréis pobres con vosotros,
pero a mí no siempre me tendréis, 
11 Pues a los pobres los tendrán siempre entre ustedes,
pero a mí no siempre me van a tener. 
12 puesal derramar este perfume sobre mi cuer-
po, lo ha hecho a fin de prepararme para la
sepultura. 
12 Lo que ha hecho esta mujer, al derramar el perfume
sobre mi cuerpo, es prepararme para mi entierro. 
13 De cierto os digo que dondequiera que se pre-
dique este evangelio, en todo el mundo, también
se contará lo que ésta ha hecho, para memoria
de ella.
13 Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde
se anuncie esta buena noticia, se hablará también de lo
que hizo esta mujer, y así será recordada.
14  Entonces uno de los doce, que se llamaba
Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes 
14 Uno de los doce discípulos, el que se llamaba Judas
Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes 
15  y les dijo: «¿Qué me queréis dar, y yo os lo
entregaré?» Ellos le asignaron treinta piezas de
plata.
15 y les dijo: —¿Cuánto me quieren dar, y yo les entre-
go a Jesús? Ellos le pagaron treinta monedas de plata. 
16  Desde entonces buscaba oportunidad para
entregarlo.
16 Y desde entonces Judas anduvo buscando el momen-
to más oportuno para entregarles a Jesús.

131
Ayuda a su meditación

Complot para matar a Jesús (26:1-5, 14-16)


La Pascua conmemora el fin de la esclavitud de Israel en Egipto. Jesús anuncia
que para esa fecha será entregado para ser crucificado. Muchos participan del
complot para matar al Mesías, de su propia ignorancia y avaricia. Los principa-
les sacerdotes y los ancianos del pueblo se confabulan para prender y matar a
Jesús, pero temen la reacción del pueblo. Reciben una visita de Judas Iscariote,
quien sabiendo que Jesús no sería el Mesías político esperado, se compromete
a entregar a su Maestro por treinta piezas de plata. Habiendo permanecido tres
años con el Señor, no cree en Él (Jn. 6:64). Juan lo llama ladrón, por su avari-
cia (Jn. 12:6). La rebeldía y la traición contra Jesús, el salvador, nos alejan de la
salvación.
¿Cómo influye la traición de Judas Iscariote en el complot de los líderes religio-
sos? ¿En qué debo cuidarme, para no tomar un rol protagónico como villano
en la historia de la salvación de Dios?

Preparando para Su sepultura (26:6-13)


En medio del relato del complot para matar a Jesús, hallamos una maravillosa
historia de consagración de una mujer. Estando Jesús en Betania, en casa de
Simón el leproso, viene una mujer y derrama un perfume de gran precio sobre
Su cabeza. Marcos y Juan señalan que dicho perfume valía al menos trescientos
denarios (Mr. 14:5; Jn. 12:5), lo que equivalía al jornal de un año. Enojados, los
discípulos reprenden a la mujer: “¿Para qué este desperdicio?”. Pero Jesús pien-
sa diferente, de hecho, felicita a la mujer diciendo: “lo que ha hecho conmigo es
una buena obra”. Lo que parece un derroche, es en verdad un acto de consagra-
ción, un gesto de adoración extravagante que prepara a Jesús para Su sepultura.
Cualquier sacrificio y consagración para el Señor será recordado eternamente.
¿Por qué la mujer habrá derramado perfume sobre la cabeza de Jesús? ¿Cuál
es la adoración extravagante que puedo ofrecer a Dios, con gozo?

Amado Jesús, no permitas nunca que participe de la injusticia por amor


Una Carta
a las riquezas, así como sucedió con Judas Iscariote. Antes bien, deseo
a Dios derrochar de lo más precioso que pueda tener, para adorarte sin medi-
das. Quebranto mi vida, como ese alabastro de perfume de nardo puro,
en consagración y completa entrega a Ti.
132
Ensayo para meditar Mateo 26:1-16

Con un corazón que


ama al Señor

H
ace poco, 120 miembros de nuestra iglesia, incluyendo a los
líderes, nos ofrecimos como voluntarios para donar sangre.
Decidimos hacerlo, luego de escuchar que los hospitales su-
frían una escasez de sangre debido a que nadie estaba donando en
estos días por el COVID-19. En realidad, teníamos miedo, porque
algunos infantes de la marina habían ido a donar sangre y se descu-
brió que tenían coronavirus. Por suerte, nosotros contábamos con
3000 soldados que intercedían por nosotros y oraban todo el día
por los donantes. Además, como mucha gente estaba atravesando
una difícil situación económica a causa de la pandemia, pusimos a
disposición una sala donde pudieran compartir sus congojas; tam-
bién prestamos ayuda económica a las zonas más afectadas; otor-
gamos becas a los estudiantes de Teología que estaban pasando por
un mal momento financieramente, y realizamos donaciones en las
comunidades a través de centros de asistencia social.
Hicimos todas estas buenas obras por amor al Señor y con la in-
tención de vaciarnos por completo y entregarnos a Jesús, quien mu-
rió en la cruz. La verdadera adoración nace de sentir que nunca es
suficiente, por más que entreguemos una y otra vez, conmovidos
por la gracia del Señor. Por lo tanto, sea un adorador que recuerda el
amor del Señor y sirve al prójimo. El Señor no olvida a un adorador
con ese corazón.

Abra la ventana de la adoración, Choi Seong-eun

Aplicación Personal

133
JUE

25 Entregado para
la redención
Mateo 26:17-35

La Biblia en un año: 17  El primer día de la fiesta de los Panes sin


Ex. 36/ Jn. 15/ Pr. 12/ Ef. 5
levadura, se acercaron los discípulos a Jesús, di-
ciéndole: —¿Dónde quieres que preparemos
para que comas la Pascua?
17 El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin
levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le pre-
guntaron: —¿Dónde quieres que te preparemos la cena
de Pascua?

18  Él dijo: —Id a la ciudad, a cierto hombre,


y decidle: “El Maestro dice: ‘Mi tiempo está
cerca; en tu casa celebraré la Pascua con mis
discípulos.’”
18 Él les contestó: —Vayan a la ciudad, a casa de
Fulano, y díganle: “El Maestro dice: Mi hora está cerca,
y voy a tu casa a celebrar la Pascua con mis discípulos.”

19  Losdiscípulos hicieron como Jesús les man-


dó y prepararon la Pascua.
19 Los discípulos hicieron como Jesús les había man-
dado, y prepararon la cena de Pascua.

20 Cuando cayó la noche se sentó a la mesa con


los doce. 
20 Cuando llegó la noche, Jesús estaba a la mesa con
los doce discípulos; 
134
Mateo 26:17-35

Durante la cena pascual, Jesús dice: “¡ay de aquel por quien el


Hijo del Hombre es entregado! Después de dar las gracias, da a
Sus discípulos pan y vino. El pan simboliza el cuerpo del Señor; y
el vino, la sangre del nuevo pacto para remisión de los pecados.
Pedro y los discípulos le aseguran que nunca negarán al Señor.

21 Ymientras comían, dijo: —De cierto os digo


que uno de vosotros me va a entregar.
21 y mientras comían, les dijo: —Les aseguro que uno
de ustedes me va a traicionar.

22  Entristecidos en gran manera, comenzó ca-


da uno de ellos a preguntarle: —¿Soy yo, Señor?
22 Ellos se pusieron muy tristes, y comenzaron a pregun-
tarle uno tras otro: —Señor, ¿acaso seré yo?

23  Entonces él, respondiendo, dijo: —El que


mete la mano conmigo en el plato, ése me va a
entregar. 
23 Jesús les contestó: —Uno que moja el pan en el mis-
mo plato que yo, va a traicionarme. 

24  A la verdad el Hijo del hombre va, tal como


está escrito de él, pero ¡ay de aquel hombre por
quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno
le fuera a ese hombre no haber nacido.
24 El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen
las Escrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera
sido mejor para él no haber nacido. 

135
25  Entonces, respondiendo Judas, el que lo iba
a entregar, dijo: —¿Soy yo, Maestro? Le dijo: —
Tú lo has dicho.
25 Entonces Judas, el que lo estaba traicionando, le
preguntó: —Maestro, ¿acaso seré yo? —Tú lo has dicho
—contestó Jesús.

26  Mientras comían, tomó Jesús el pan, lo ben-


dijo, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo:
—Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
26 Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan
y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a
los discípulos, diciendo: —Tomen y coman, esto es mi
cuerpo.

27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias,


les dio, diciendo: —Bebed de ella todos, 
27 Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo da-
do gracias a Dios, se la pasó a ellos, diciendo: —Beban
todos ustedes de esta copa, 

28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto que


por muchos es derramada para perdón de los
pecados. 
28 porque esto es mi sangre, con la que se confirma la
alianza, sangre que es derramada en favor de muchos
para perdón de sus pecados. 

29  Os digo que desde ahora no beberé más de


este fruto de la vid hasta aquel día en que lo be-
ba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
29 Pero les digo que no volveré a beber de este producto
de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino
nuevo en el reino de mi Padre.

136
Mateo 26:17-35

30 Después de haber cantado el himno, salieron


al Monte de los Olivos.
30 Después de cantar los salmos, se fueron al Monte
de los Olivos. 

31  Entonces Jesús les dijo: —Todos vosotros


os escandalizaréis de mí esta noche, pues escri-
to está: “Heriré al pastor y las ovejas del rebaño
serán dispersadas.” 
31 Y Jesús les dijo: —Todos ustedes van a perder su fe
en mí esta noche. Así lo dicen las Escrituras: “Mataré al
pastor, y las ovejas se dispersarán.” 

32 Pero después que haya resucitado, iré delante


de vosotros a Galilea.
32 Pero cuando yo resucite, los volveré a reunir en
Galilea.

33 Respondiendo Pedro, le dijo: —Aunque todos


se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
33 Pedro le contestó: —Aunque todos pierdan su fe en
ti, yo no la perderé.

34 Jesúsle dijo: —De cierto te digo que esta no-


che, antes que el gallo cante, me negarás tres
veces. 
34 Jesús le dijo: —Te aseguro que esta misma noche,
antes que cante el gallo, me negarás tres veces.

35 Pedro le dijo: —Aunque tenga que morir con-


tigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron
lo mismo.
35 Pedro afirmó: —Aunque tenga que morir contigo, no
te negaré. Y todos los discípulos decían lo mismo.

137
Ayuda a su meditación

La cruz, en la Santa Cena (26:17-29)


Se establece la institución de la Santa Cena en la última cena pascual de Jesús
con Sus discípulos. Participa también Judas Iscariote, quien, habiendo oído del
mismo Señor sobre su intención de traición, no se arrepiente hasta el fin. Je-
sús explica sobre Su muerte con el pan y el vino. El pan simboliza Su cuerpo;
y el vino, la sangre del nuevo pacto derramada para remisión de los pecados.
Jesús es el Cordero Pascual, que redimió de una vez por todas los pecados del
hombre. A cambio de Su cuerpo desgarrado y Su sangre derramada en la cruz,
nos ha regalado el perdón de pecados y la vida eterna. Recordemos en la Santa
Cena, el gran sacrificio que el Señor sufrió por nosotros, anhelando el banquete
celestial en el que participaremos con Cristo.
¿Qué simbolizan el pan y el vino? ¿Cómo puedo agradecer a Jesús cuyo cuerpo
fue desgarrado y Su sangre fue derramada en la cruz?

Anuncia la negación de Pedro (26:30-35)


La Pasión y la muerte de Jesús en la cruz, nuestro Pastor, es el cumplimiento
de la profecía de Zacarías (Zac. 13:7). Como las ovejas son dispersadas cuan-
do hieren al pastor, así también serán dispersados los discípulos. Jesús anuncia
diciendo: “todos vosotros os escandalizaréis de mí”. Pedro le asegura que aun-
que todos fallaren, él nunca se escandalizará de Jesús. El Señor le anuncia que
le negará tres veces; más él afirma que no le negará, aunque tenga que morir.
Pedro no deja de pensar que él es la excepción, olvidándose de sus debilidades.
En cuanto pensamos que ‘somos la excepción’, ciertamente caemos en el lazo
del pecado. Solo cuando reconocemos nuestra debilidad, y pedimos a Dios Su
gracia y Su misericordia, podemos reducir nuestras faltas y caídas.
¿Cómo responde Pedro cuando Jesús dice que todos Sus discípulos se es-
candalizarán de Él? ¿En qué debo dejar de pensar que ‘soy la excepción’ y
pedir la ayuda del Señor?

Amado Señor, ¡cuán grande es Tu misericordia y amor, que has concedi-


Una Carta do la Santa Cena también a aquel que pronto te traicionaría, como al que
a Dios te negaría con maldición! Renuncio a toda la avaricia que pueda haber
en mí; y busco Tu misericordia para participar de Tu cuerpo y Sangre.
138
Ensayo para meditar Mateo 26:17-35

El discernimiento
decide la vida

L
a madre Teresa dijo que ella era un lápiz en manos de Dios. «Soy
el lápiz de Dios. A Él le gusta dibujar con lápices gastados. Por
más que seamos herramientas imperfectas, Dios puede dibujar
una obra hermosa». Así, hasta un ser pequeño puede salvar vidas en
manos de Dios. Por lo tanto, nosotros también necesitamos poder
ver a la gente y a las situaciones con el discernimiento de Dios, y
recordar que no hay nada ni nadie insignificante para Él. De hecho,
Su interés se encuentra en aquellos que reconocen su debilidad. El
discernimiento es nuestro mayor reto en la vida y solo se consigue
con la perspectiva divina, la observación detenida y la meditación.
El poeta inglés Wiliam Blake cantaba: «Para ver el mundo en un
grano de arena y el cielo en una flor silvestre, abarca el infinito en la
palma de tu mano y la eternidad en una hora». Recuerde que Jesús
vino al mundo como un grano de trigo y, a pesar de que murió en la
cruz, se convirtió en el primer fruto de la resurrección.
Quien puede ver miles de árboles y un denso bosque en una semi-
lla, posee los ojos del cielo. Por lo tanto, en vez de buscar la elegan-
cia visible a los ojos carnales, sea una persona que descubre la vida
en las cosas pequeñas. Y recuerde que salvar almas y formarlas para
la eternidad es el acto más valioso de este mundo.

La gratitud es una semilla que posee al bosque, Kang Joon-min

Aplicación Personal

139
VIE
Oración de
26 sometimiento
al Padre
Mateo 26:36-46

La Biblia en un año: 36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que


Ex. 37/ Jn. 16/ Pr. 13/ Ef. 6
se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: —
Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
36 Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llama-
do Getsemaní, y les dijo: —Siéntense aquí, mientras yo
voy allí a orar.

37  Y tomando a Pedro y a los dos hijos de


Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiar-
se en gran manera. 
37 Y se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y
comenzó a sentirse muy triste y angustiado. 

38  Entonces Jesús les dijo: —Mi alma está muy


triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad
conmigo.
38 Les dijo: —Siento en mi alma una tristeza de muer-
te. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos
conmigo.

39  Yendo un poco adelante, se postró sobre su


rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es po-
sible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo
quiero, sino como tú.»
39 En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se
inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo:
«Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amar-
go; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que
quieres tú.»

40  Volvió luego a sus discípulos y los halló dur-


miendo, y dijo a Pedro: —¿Así que no habéis
podido velar conmigo una hora? 
40 Luego volvió a donde estaban los discípulos, y los
encontró dormidos. Le dijo a Pedro: —¿Ni siquiera una
hora pudieron ustedes mantenerse despiertos conmigo?
140
Mateo 26:36-46

Al llegar a Getsemaní, Jesús les pide a Sus discípulos que velen


mientras Él ora. Angustiado hasta la muerte, ora para que Dios
pase de Él la copa; pero no desea que se haga conforme a sus
deseos, sino a la voluntad del Padre. Después de pedir tres veces
por esto, les dice a Sus discípulos: “(…) el Hijo del Hombre es en-
tregado en manos de pecadores. (…) se acerca el que me entrega”.

41 Velad y orad para que no entréis en tentación;


el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la car-
ne es débil.
41 Manténganse despiertos y oren, para que no caigan
en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son
débiles.

42 Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo:


«Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin
que yo la beba, hágase tu voluntad.»
42 Por segunda vez se fue, y oró así: «Padre mío, si no
es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu
voluntad.»

43  Volvióotra vez y los halló durmiendo, por-


que los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 
43 Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los dis-
cípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. 

44  Y dejándolos, se fue de nuevo y oró por ter-


cera vez, diciendo las mismas palabras.
44 Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo
las mismas palabras. 

45 Entonces se acercó a sus discípulos y les dijo:


—¡Dormid ya y descansad! Ha llegado la hora,
y el Hijo del hombre es entregado en manos de
pecadores. 
45 Entonces regresó a donde estaban los discípulos, y
les dijo: —¿Siguen ustedes durmiendo y descansando?
Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores.

46  ¡Levantaos, vamos! Ved, se acerca el que me


entrega.
46 Levántense, vámonos; ya se acerca el que me
traiciona.

141
Ayuda a su meditación

Jesús se entristece y se angustia (26:36-39)


El huerto de Getsemaní es un lugar al cual solía ir muchas veces Jesús con Sus
discípulos a orar (Lc. 22:39). Jesús deja que Pedro, Jacobo y Juan vean lo triste y
angustiado que Él se siente. Por otro lado, admite con honestidad ante el Padre
la aflicción que siente por Su inminente muerte. Cuando en Su oración dice
“(…) si es posible, pase de mí esta copa”, vemos la debilidad propia de Su hu-
manidad. Pero no se deja vencer por el temor y termina Su oración expresando
confianza y obediencia absoluta a Dios, diciendo: “(…) hágase Tu voluntad”.
Esto nos enseña que la oración no es un medio para cumplir nuestra voluntad,
sino un medio para someter nuestra voluntad a la del Padre.
¿Por qué Jesús se entristeció y se angustió en gran manera? Incluso en mi
aflicción, ¿cuál es la oración que deseo levantar a Dios, tomando el ejemplo
de Jesús?

Velad y orad (26:40-46)


Jesús desea que Sus discípulos tengan conocimiento y sean partícipes de Su
aflicción y tristeza. Sin embargo, halla a Sus discípulos durmiendo, ignorando
Su petición de velar con Él. Jesús les reprende diciendo: “¿no habéis podido ve-
lar conmigo una hora?”. Después de orar por segunda vez, los halla nuevamente
durmiendo. Nosotros no somos muy diferentes a aquellos discípulos. Aunque
el espíritu está dispuesto, la carne en verdad es débil. Pero ¡qué bueno es saber
que el Señor se compadece de nuestras debilidades! Después de orar por tercera
vez, Jesús les dice: “¡Dormid ya y descansad!”. Después de esta ferviente ora-
ción, sale a recibir con determinación a los que vienen a prenderle, sin tristeza
ni aflicción. La oración nos da poder y valor para soportar las pruebas.
¿Cómo cambió el corazón de Jesús después de orar tres veces con fervor al
Padre? ¿Cómo cambia mi corazón, antes y después de orar a Dios?

Señor Jesús, perdona mi pereza, porque no soy muy diferente a los


Una Carta
discípulos que se quedaron dormidos, aun cuando Tú les habías pedido
a Dios que oraran y velaran, justo antes de ser crucificado. Deseo aprender
de Tu ejemplo de oración, tomaré mi cruz y andaré por Tu camino, para
que se cumpla la voluntad del Padre.
142
Ensayo para meditar Mateo 26:36-46

Vivir conforme a la
voluntad de Dios

U
n día, estaba navegando en las redes sociales y alguien hizo un
comentario extraño. Resulta que era una persona que adora-
ba a Satanás. Me sorprendió mucho descubrir que el satanis-
mo había llegado a Corea. Los que pertenecen a este grupo tienen
su propia biblia, cuyo primer versículo dice: «Tú eres el dueño de tu
vida». De hecho, Satanás nos ataca solo con esta afirmación, desde
la época de Adán y Eva, hasta el presente. «Yo soy tu dios. Si quieres
comer de la fruta prohibida, puedes hacerlo. Vive a tu manera. Vive
según tu ambición». ¿Por qué Satanás nos ataca para que seamos
nuestro propio dios? Porque sabe que, si lo hacemos, seremos des-
truidos, que perderemos el paraíso y la salvación. El hombre tiene
el instinto de querer ser el señor, de sentarse en el lugar de Dios,
de ser el protagonista y el más reconocido, de ser glorificado y vivir
a su antojo. No obstante, si nos alejamos de la voluntad de Dios y
comenzamos a vivir como queremos, fracasaremos sin duda.
La única manera de vencer esto es con la cruz. Debemos negarnos
a nosotros mismos y vivir cargando con la cruz. Tenemos que vivir
una vida que vuelve a levantarse al tropezar, que se arrepiente si se
equivoca y se niega por completo a sí mismo. Aunque pensemos
que todo sería mejor si podemos vivir según nuestra voluntad y
nuestros deseos, eso no es la bendición. La bendición y el camino
de la vida es tener a Dios como nuestro Señor, haciendo Su volun-
tad, comprendamos o no Su Palabra.

Colibrí: vivir el cielo en un mundo agotador, Kim Dong-ho

Aplicación Personal

143
SÁB

27 Sujeción absoluta
al Padre
Mateo 26:47-56

La Biblia en un año: 47  Aún estaba él hablando cuando llegó Judas,


Ex. 38/ Jn. 17/ Pr. 14/ Fil. 1
uno de los doce, y con él mucha gente con espa-
das y palos, de parte de los principales sacerdotes
y de los ancianos del pueblo. 
47 Todavía estaba hablando Jesús, cuando Judas, uno
de los doce discípulos, llegó acompañado de mucha gen-
te armada con espadas y con palos. Iban de parte de los
jefes de los sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 

48 Y el que lo entregaba les había dado señal, di-


ciendo: «Al que yo bese, ése es; prendedlo.»
48 Judas, el traidor, les había dado una contraseña, di-
ciéndoles: «Al que yo bese, ése es; arréstenlo.» 

49  En seguida se acercó a Jesús y dijo: —¡Salve,


Maestro! Y lo besó. 
49 Así que, acercándose a Jesús, dijo: —¡Buenas no-
ches, Maestro! Y lo besó. 

50  Jesús le dijo: —Amig o, ¿a qué vienes?


Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús,
y lo prendieron. 
50 Jesús le contestó: —Amigo, adelante con tus planes.
Entonces los otros se acercaron, echaron mano a Jesús
y lo arrestaron.

51 Perouno de los que estaban con Jesús, echan-


do mano de su espada, hirió a un siervo del sumo
sacerdote y le quitó la oreja. 
51 En eso, uno de los que estaban con Jesús sacó su
espada y le cortó una oreja al criado del sumo sacerdote. 
144
Mateo 26:47-56

Judas viene con mucha gente con espadas y palos; saluda a


Jesús con un beso y en seguida prenden al Señor. Uno de los que
están con Jesús hiere a un siervo del sumo sacerdote, quitán-
dole la oreja. Jesús señala que los que toman espada, a espada
perecen, y se entrega para que se cumplan las Escrituras. Los
discípulos dejan a Jesús y huyen por su vida.

52  Entonces Jesús le dijo: —Vuelve tu espada a


su lugar, porque todos los que tomen espada, a
espada perecerán. 
52 Jesús le dijo: —Guarda tu espada en su lugar. Porque
todos los que pelean con la espada, también a espada
morirán. 

53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi


Padre, y que él no me daría más de doce legio-
nes de ángeles? 
53 ¿No sabes que yo podría rogarle a mi Padre, y él
me mandaría ahora mismo más de doce ejércitos de
ángeles? 

54  ¿Pero cómo entonces se cumplirían las


Escrituras, de que es necesario que así se haga?
54 Pero en ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras,
que dicen que debe suceder así?

55 En aquella hora dijo Jesús a la gente: —¿Como


contra un ladrón habéis salido con espadas y
con palos para prenderme? Cada día me senta-
ba con vosotros enseñando en el Templo, y no
me prendisteis. 
55 En seguida Jesús preguntó a la gente: —¿Por qué
han venido ustedes con espadas y con palos a arres-
tarme, como si yo fuera un bandido? Todos los días he
estado enseñando en el templo, y nunca me arrestaron. 

56  Pero todo esto sucede para que se cumplan


las Escrituras de los profetas. Entonces todos
los discípulos, dejándolo, huyeron.
56 Pero todo esto sucede para que se cumpla lo que
dijeron los profetas en las Escrituras. En aquel momen-
to, todos los discípulos dejaron solo a Jesús y huyeron.

145
Ayuda a su meditación

El beso de la traición (26:47-52)


Jesús no fue prendido de manera pasiva, porque le faltara poder para impedirlo;
sino de manera activa, para cumplir las Escrituras. Muchos vienen a prenderle
con espadas y palos, como parte del complot para matarlo. Judas Iscariote, que
ya había acordado en entregar al Maestro por treinta piezas de plata, lo identifica
con un beso de traición. En ese preciso momento, puede parecer que la conspi-
ración humana tuvo éxito por sobre los planes de Dios. Pero, en realidad, Dios
siempre ha sometido todas las cosas bajo Su soberanía. La espada de violencia
utilizada precipitadamente detiene por un instante el plan soberano. El arresto
de Jesús no es voluntad humana, sino voluntad divina para salvar al hombre de
sus pecados.
¿Con qué intención besa Judas Iscariote a Jesús delante de la multitud?
¿Alguna vez he visto cómo Dios ha cumplido Su voluntad, incluso cuando yo
no he tenido que actuar?

La obediencia de Jesús (26:53-56)


El poder de Jesús no se comparaba en nada con la multitud que lo buscaba para
arrestarle con espadas y palos. De haberlo querido, hubiera podido orar al Padre
y pedir la intervención de más de doce legiones de ángeles para que pelearan a
Su favor. Si no lo hizo así, fue para que se cumplieran las Escrituras. Incluso, por
esa misma razón, la gente antes se sentaba en el templo a escucharlo y no fue
prendido. Todos los discípulos huyen por su vida, dejándolo solo en la senda
hacia la cruz, tal como fue anunciado por Jesús (26:31). Dios tiene control de
todos los tiempos y determinó una sola forma para la salvación de la humani-
dad, y Jesús se sometió a Su voluntad. Nosotros también debemos rendir a Dios
nuestra obediencia, así como lo hizo Cristo.
¿Por qué Jesús se dejó prender por los que tienen espadas y palos? ¿Estoy
dispuesto a obedecer enteramente a la voluntad y los planes de Dios, así como
lo hizo Jesús?

Amado Señor, perdóname si alguna vez he tratado de aprovecharme de


Una Carta Ti para obtener algún beneficio personal. Renuncio a toda forma mun-
a Dios dana de proceder, porque quiero comenzar a obedecerte de corazón.
Haz Tu voluntad, Padre, en los cielos, en la tierra y en mi vida.
146
Mateo 26:47-56

Aprendiendo con el devocional


* Les presentamos la metodología en tres pasos (meditación, aplicación y oración)
para que puedan aprender diversas maneras de tener un tiempo devocional.

La Palabra que me da hoy:  Mateo 26:51-54

Mi meditación
Judas llega con los sumo sacerdotes, líderes judíos y una muchedumbre que
sostiene palos y espadas para entregar a la muerte a Jesús, quien no había co-
metido ningún pecado. Pedro, con una mentalidad humana y sin comprender el
plan de salvación de Dios, le corta una oreja a uno de los soldados (v. 51, Juan
18:10). Entonces, Jesús le ordena guardar la espada y revela que todo es para
que se cumplan las palabras que los profetas registraron en la Biblia. Eligió
el camino del sufrimiento de la cruz, para cumplir con la voluntad de Dios.
Su Palabra se cumple a pesar del malvado plan del hombre, y Su obra se hace
realidad, a través de los humildes que le obedecen.
Mi aplicación:
Antes pensaba que, si me casaba, naturalmente tendría hijos. Hasta que co-
menzamos a pasar de hospital en hospital. Finalmente, me rendí por completo
ante el Señor, cuando atravesamos la dolorosa pérdida de nuestro bebé. Más
tarde, recibimos a un niño que acababa de cumplir un año, gracias al Centro
de Bienestar Social. No obstante, la emoción de la adopción duró poco. Aún
estaba tratando de descubrir cómo expresar la alegría de ser padre, cuando
comenzaron las discusiones con mi esposa por las diferencias sobre la crian-
za de nuestro hijo. Así, luego de varias peleas acaloradas, comprendí que no
estaba dejando la instrucción de nuestro pequeño bajo la providencia de Dios,
ni estaba adoptando la disciplina de una persona que tiene a Jesús como Señor
de su vida. Al reflexionar estas cosas sobre mi propio ser, me arrepentí. Al igual
que Pedro, me enfrenté a una situación de manera emocional y sin discernir qué
era lo que Dios quería. A pesar de todo, después del primero, recibimos a otro
niño de dos meses. Por medio del proceso de adopción y crianza de nuestros
hijos, deseo comprender con agradecimiento la providencia que tuvo Dios al
aceptarme a mí como Su hijo. Por lo tanto, cargaré con mi cruz con paciencia,
aunque tenga que sufrir, y oraré para poder discernir y seguir la voluntad del
Padre, eliminando toda intención de convertirme en el señor de mi vida cuando
me invada la pasión y el pensamiento humano.
Mi oración:
¡Jesús, tú elegiste la cruz del sufrimiento por voluntad propia para salvarme!
Ayúdame para que, pase lo que pase, siempre siga Tu voz y jamás haga lo que
mis sentimientos o los valores del mundo dicten. Despierta a nuestro matrimo-
nio y guíanos día a día con la Palabra, para que podamos cumplir Tu voluntad,
la cual nos permitió adoptar y criar a nuestros dos hijos.

147
DOM

28 El Hijo de Dios
es condenado
Mateo 26:57-68

La Biblia en un año: 57  Losque prendieron a Jesús lo llevaron al su-


Ex. 39/ Jn. 18/ Pr. 15/ Fil. 2
mo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos
los escribas y los ancianos. 
57 Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron a la casa
de Caifás, el sumo sacerdote, donde los maestros de la
ley y los ancianos estaban reunidos. 

58  Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio


del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los
guardias para ver el fin. 
58 Pedro lo siguió de lejos hasta el patio de la casa
del sumo sacerdote. Entró, y se quedó sentado con los
guardianes del templo, para ver en qué terminaría todo
aquello.

59 Los principales sacerdotes, los ancianos y to-


do el Concilio, buscaban falso testimonio contra
Jesús para entregarlo a la muerte, 
59 Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema
buscaban alguna prueba falsa para condenar a muerte
a Jesús, 

60  pero no lo hallaron, aunque se presentaron


muchos testigos falsos. Pero al fin vinieron dos
testigos falsos, 
60 pero no la encontraron, a pesar de que muchas per-
sonas se presentaron y lo acusaron falsamente. Por fin
se presentaron dos más, 

61  que
dijeron: —Éste dijo: “Puedo derribar el
Templo de Dios y en tres días reedificarlo.”
61 que afirmaron: —Este hombre dijo: “Yo puedo des-
truir el templo de Dios y volver a levantarlo en tres días.”

62  Se levantó el Sumo sacerdote y le preguntó:


—¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos
contra ti?
62 Entonces el sumo sacerdote se levantó y preguntó a
Jesús: —¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están
diciendo contra ti?
148
Mateo 26:57-68
Pedro sigue a Jesús de lejos. El Concilio busca falso testimonio
contra Jesús, para condenarlo a muerte. Un testigo afirmó que
Jesús dijo que podía derribar el templo y en tres días reedificarlo;
luego, Él mismo responde que es el Cristo, el Hijo de Dios. Por
eso, lo acusan de blasfemia, un pecado que se castigaba con
la pena capital. Entonces, escupen el rostro y golpean al Señor.

63  PeroJesús callaba. Entonces el sumo sacer-


dote le dijo: —Te conjuro por el Dios viviente
que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
63 Pero Jesús se quedó callado. El sumo sacerdote le
dijo: —En el nombre del Dios viviente te ordeno que di-
gas la verdad. Dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. 

64 Jesús le dijo: —Tú lo has dicho. Y además os


digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre
sentado a la diestra del poder de Dios y vinien-
do en las nubes del cielo.
64 Jesús le contestó: —Tú lo has dicho. Y yo les digo
también que ustedes van a ver al Hijo del hombre sen-
tado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las
nubes del cielo.

65  Entonces el Sumo sacerdote rasgó sus vesti-


duras, diciendo: —¡Ha blasfemado! ¿Qué más
necesidad tenemos de testigos? Ahora mismo
habéis oído su blasfemia. 
65 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en
señal de indignación, y dijo: —¡Las palabras de este
hombre son una ofensa contra Dios! ¿Qué necesidad
tenemos de más testigos? Ustedes han oído sus pala-
bras ofensivas; 

66  ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dije-


ron: —¡Es reo de muerte!
66 ¿qué les parece? Ellos contestaron: —Es culpable,
y debe morir.

67  Entonces lo escupieron en el rostro y le die-


ron puñetazos; y otros lo abofeteaban,
67 Entonces le escupieron en la cara y lo golpearon.
Otros le pegaron en la cara,

68  diciendo:
—Profetízanos, Cristo, quién es el
que te golpeó.
68 diciéndole: —Tú que eres el Mesías, ¡adivina quién
te pegó!

149
Ayuda a su meditación

Jesús ante el Concilio (26:57-68)


Jesús es interrogado ante el Concilio, la máxima autoridad. Pedro sigue al Señor
de lejos, incumpliendo su promesa de seguirle hasta la muerte (26:33, 35). Los
principales sacerdotes buscan motivos para matar a Jesús, aunque sin éxito. Dos
testigos falsos le acusan de haber dicho que podía derribar el templo de Dios y
en tres días reedificarlo. El sumo sacerdote le pregunta: “¿(…) eres tú el Cristo,
el Hijo de Dios?”. Jesús afirma Su identidad y la autoridad real que recibirá des-
pués de resucitar. Acusado de blasfemo, el Hijo de Dios es escupido, azotado e
injuriado. Teniendo poder ilimitado, Jesús se niega a utilizarlo y se somete a la
voluntad de Dios. Esta es la templanza y la humildad con que debemos proce-
der en la aflicción.
¿Cuál fue la reacción de Jesús hacia los que le escupieron y le abofetearon?
¿Alguna vez nos hemos valido más de nuestras fuerzas y justicia propia, antes
que de la templanza y la humildad?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Por qué Pedro sigue de lejos a Jesús, cuando es
llevado ante Caifás, el sumo sacerdote? (26:58)

Aplicación y ¿Hemos cumplido la promesa hecha a Dios como


diálogo
familia? Compartamos qué debemos hacer para no
fracasar como Pedro.

2 Observación
¿Cómo responde Jesús ante la pregunta del sumo
sacerdote, si es el Cristo, el Hijo de Dios? (26:63-64)

Aplicación y Compartamos las veces que hemos tratado de hacer


diálogo
las cosas con nuestras fuerzas, sin reconocer a
Jesús, el Rey de reyes. Oremos para que podamos
vivir con templanza y humildad como Jesús.
Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

150
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Laos es un país comunista, en donde ha crecido el número de los cristianos.


En el año 1994, eran tan solo 400 creyentes; pero, en el año 2020, se estimó
que ya eran 250.000 personas. Los creyentes de esta nación han solicitado
Biblias a organizaciones misioneras como ‘La Voz de los Mártires (VOM)’,
razón por la cual se estipula que para mayo de este año se habrán distribuido
unos 100.000 ejemplares. Oremos al Señor para que todo el proceso de la
distribución de la Biblia pueda prosperar.

151
LUN

29
Mateo 26:69-75
Vergüenza y
quebrantamiento
Devocional de la semana de la Pasión

La Biblia en un año: 69  Estando Pedro sentado fuera, en el patio, se


Ex. 40/ Jn. 19/ Pr. 16/ Fil. 3
le acercó una criada y le dijo: —Tú también es-
tabas con Jesús, el galileo.
69 Pedro, entre tanto, estaba sentado afuera, en el patio.
En esto, una sirvienta se le acercó y le dijo: —Tú también
andabas con Jesús, el de Galilea.

70  Pero él negó delante de todos, diciendo: —


No sé lo que dices.
70 Pero Pedro lo negó delante de todos, diciendo: —No
sé de qué estás hablando.

71  Saliendo él a la puerta, lo vio otra y dijo a


los que estaban allí: —También éste estaba con
Jesús, el nazareno.
71 Luego se fue a la puerta, donde otra lo vio y dijo a los
demás: —Ése andaba con Jesús, el de Nazaret.

72  Pero él negó otra vez con juramento: —¡No


conozco al hombre!
72 De nuevo Pedro lo negó, jurando: —¡No conozco a
ese hombre!
152
Mateo 26:69-75

Pedro está sentado fuera en el patio, cuando dos criadas y un


hombre le acusan de haber estado con Jesús. Pedro jura que no
lo conoce y en seguida canta el gallo; entonces, Pedro se acuer-
da de las palabras de Jesús: “Antes de que cante el gallo, me ne-
garás tres veces”; y saliendo de aquel lugar, llora amargamente.

73  Un poco después, acercándose los que por


allí estaban, dijeron a Pedro: —Verdaderamente
también tú eres de ellos, porque aun tu manera
de hablar te descubre.
73 Poco después, los que estaban allí se acercaron a
Pedro y le dijeron: —Seguro que tú también eres uno de
ellos. Hasta en tu manera de hablar se te nota. 

74  Entonces él comenzó a maldecir y a jurar:


—¡No conozco al hombre! Y en seguida can-
tó el gallo. 
74 Entonces él comenzó a jurar y perjurar, diciendo:
—¡No conozco a ese hombre! En aquel mismo momen-
to cantó un gallo, 

75 Entonces Pedro se acordó de las palabras que


Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo,
me negarás tres veces.» Y saliendo fuera, lloró
amargamente.
75 y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho:
«Antes que cante el gallo, me negarás tres veces.» Y
salió Pedro de allí, y lloró amargamente.

153
Ayuda a su meditación

Pedro niega a Jesús (26:69-72)


A diferencia de Jesús, que acude al interrogatorio con denuedo, Pedro teme ser
reconocido. Durante el interrogatorio, Pedro está sentado en el patio de la casa
de Caifás, el sumo sacerdote, cuando una criada lo reconoce como uno de los
seguidores de Jesús. Pedro lo niega y sale a la puerta. Otra criada lo identifica
como seguidor del nazareno, así que Pedro lo niega con juramento: “No conoz-
co al hombre”. Por temor, niega al Señor, ante las palabras de una simple criada.
Incluso después de haber confesado que era el Hijo del Dios viviente (16:16),
no repara en negarle varias veces. Si uno de los discípulos más cercanos a Jesús
falló, a nosotros también nos puede pasar. En momentos de crisis, reconozca-
mos nuestra debilidad y busquemos la gracia de Dios.
¿Cómo se habrá sentido Pedro, al ser interrogado por varias personas? ¿Alguna
vez, he negado al Señor con palabras o con hechos?

Pedro llora amargamente (26:73-75)


Cuanto más tensa se vuelve la presión; más rotunda es la negación. Un hombre
asegura que Pedro es un discípulo de Jesús, por su manera de hablar, típica de
la región de Galilea. Entonces, Pedro lo niega, esta vez, con maldición y jura-
mento. En ese preciso momento, oye cantar el gallo y se acuerda cuando Jesús
le dijo: “Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces” (26:34). Y saliendo
de la casa del sumo sacerdote, Caifás, llora amargamente. Ese hombre, que se
jactaba de sí mismo, ahora es quebrantado profundamente. Solo cuando enten-
demos que somos débiles y nos postramos ante Dios en humillación, podemos
nacer de nuevo como verdaderos seguidores de Cristo.
¿Por qué Pedro habrá llorado con amargura, al oír cantar al gallo? ¿Cuál es la
Palabra del Señor que ha revelado mis debilidades, y cómo he cambiado a
raíz de esa confrontación?

Dios mío, confieso que por momentos siento tanto temor como Pedro
Una Carta
cuando negó conocer a Jesús. Deseo ver con los ojos del Señor la gloria
a Dios de la resurrección detrás del sufrimiento en la cruz. Cúbreme con Tu
gracia, para que en ninguna circunstancia adversa termine negándote,
ya sea en palabras o en obras.
154
Ensayo para meditar Mateo 26:69-75

La forma de la conciencia

E
n nuestro interior tenemos dos corazones: la «conciencia» y el
«rencor». El primero es un corazón bueno creado por Dios,
que nos permite conocerlo y vivir de acuerdo con el propósi-
to de la creación. Si bien no es perfecta como lo era al principio, a
causa del pecado que nos destruyó, la conciencia continúa obrando
dentro del ser humano y nos señala la dirección correcta de la vida.
Una tribu indígena de EE. UU. representó a la conciencia con la
figura de un triángulo, porque cada vez que nos sentimos inquietos,
empieza a girar lastimando las paredes de nuestro corazón con sus
puntas afiladas. Sin embargo, si a lo largo de nuestras vidas conti-
nuamos haciendo cosas que van en contra de nuestra conciencia,
los puntiagudos extremos se irán gastando y las paredes del corazón
se engrosarán hasta que dejaremos de sentir dolor. Por esa misma
razón, representan a la conciencia de los niños como un triángulo y
la de los adultos como un círculo.
Una vida de verdadera fe es aquella que toma decisiones y obra
de acuerdo con una buena conciencia. Para que la buena conciencia
sea la que tome la decisión final ante cualquier situación, debemos
morir junto a Jesús en la cruz y volver a nacer, recibiendo una nueva
vida. Esto quiere decir que debemos restaurar la confianza que le
sigue a la conciencia por la obra del Espíritu Santo.

Se busca un cristiano bueno que no sea magnífico, Lee Jae-hoon

Aplicación Personal

155
MAR

30
Mateo 27:1-10
Remordimiento, pero
no arrepentimiento
Devocional de la semana de la Pasión

La Biblia en un año: 1 Cuando llegó la mañana, todos los principales


Lv. 1/ Jn. 20/ Pr. 17/ Fil. 4
sacerdotes y los ancianos del pueblo dispusieron
contra Jesús un plan para entregarlo a muerte. 
1  Cuando amaneció, todos los jefes de los sacerdotes y
los ancianos de los judíos se pusieron de acuerdo en un
plan para matar a Jesús. 

2  Lo llevaron atado y lo entregaron a Poncio


Pilato, el gobernador.
2 Lo llevaron atado y se lo entregaron a Pilato, el gober-
nador romano.

3  Entonces Judas, el que lo había entregado,


viendo que era condenado, devolvió arrepen-
tido las treinta piezas de plata a los principales
sacerdotes y a los ancianos, 
3 Judas, el que había traicionado a Jesús, al ver que lo
habían condenado, tuvo remordimientos y devolvió las
treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes
y a los ancianos, 

4  diciendo:—Yo he pecado entregando sangre


inocente. Pero ellos dijeron: —¿Qué nos impor-
ta a nosotros? ¡Allá tú!
4 diciéndoles: —He pecado entregando a la muerte a un
hombre inocente. Pero ellos le contestaron: —¿Y eso
qué nos importa a nosotros? ¡Eso es cosa tuya!

5  Entonces, arrojando las piezas de plata en el


Templo, salió, y fue y se ahorcó.
5  Entonces Judas arrojó las monedas en el templo, y
fue y se ahorcó.
156
Mateo 27:1-10

En la madrugada, los líderes religiosos entran en consejo para matar


a Jesús y lo entregan a Pilato. Viendo que es condenado Jesús,
Judas arroja las treinta piezas de plata en el templo y se ahorca.
Los principales sacerdotes dicen que no es lícito echar el precio
de sangre en el tesoro de las ofrendas, y compran un campo para
sepultura de extranjeros. Así se cumple lo dicho por los profetas.

6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas


de plata, dijeron: —No está permitido echarlas
en el tesoro de las ofrendas, porque es precio
de sangre.
6 Los jefes de los sacerdotes recogieron aquel dinero,
y dijeron: —Este dinero está manchado de sangre; no
podemos ponerlo en el cofre de las ofrendas.

7  Y,
después de consultar, compraron con ellas
el campo del alfarero, para sepultura de los
extranjeros. 
7 Así que tomaron el acuerdo de comprar con él un te-
rreno llamado el Campo del Alfarero, para tener un lugar
donde enterrar a los extranjeros.

8  Por
lo cual aquel campo se llama hasta el día
de hoy: «Campo de sangre». 
8  Por eso, aquel terreno se llama hasta el día de hoy
Campo de Sangre. 

9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías,


cuando dijo: «Tomaron las treinta piezas de pla-
ta, precio del apreciado, según precio puesto por
los hijos de Israel, 
9 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:
«Tomaron las treinta monedas de plata, el precio que los
israelitas le habían puesto,  

10 y las dieron para el campo del alfarero, como


me ordenó el Señor.»
10 y con ellas compraron el campo del alfarero, tal como
me lo ordenó el Señor.»

157
Ayuda a su meditación

La mala decisión de Judas (27:1-5)


El remordimiento de conciencia no equivale al arrepentimiento. Después del
juicio ilícito e ilegal de Jesús, los líderes religiosos lo entregan a Poncio Pilato, el
gobernador de Roma. Solo hasta ese instante es que Judas siente remordimiento
en su consciencia, y desea deshacer sus obras. Devolviendo las treinta piezas
de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, confiesa: “Yo he pecado
entregando sangre inocente”. Aunque Judas da testimonio de la inocencia de
Jesús, los líderes religiosos le responden: “¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá
tú!”. Con la consciencia cauterizada, solo les importa que lograron capturar a
Jesús. Judas arroja las piezas de plata en el templo y se ahorca. Todos podemos
cometer errores; lo importante es cómo reaccionamos después de ello. El re-
mordimiento no nos lleva a nada; debemos arrepentirnos de corazón.
¿Qué dijo Judas Iscariote con remordimiento a los principales sacerdotes y a
los ancianos? ¿En qué debo arrepentirme de corazón, y no simplemente que-
darme con remordimiento de consciencia?

El campo del alfarero (27:6-10)


La traición, la muerte de Judas Iscariote y todo lo que sucede después, cumplen
lo dicho por las Escrituras. Los principales sacerdotes se preguntan qué hacer
con las piezas de plata que Judas ha arrojado en el templo; no creen correc-
to echarlas en las ofrendas, por cuanto es una ofrenda abominable ofrecida a
cambio de la vida de un hombre. Compran con ellas el campo del alfarero, para
sepultura de los extranjeros. Parece una buena causa pero, debido a su hipocre-
sía, no escaparán de la condenación del infierno (23:33). Comprada a precio de
sangre, se le conoce como ‘campo de sangre’; así se cumple la Palabra de Dios
en Zacarías 11:13. Dios toma las obras que los principales sacerdotes realizan
en la dureza de su corazón, para cumplir Sus planes.
¿Por qué no echan el dinero de Judas Iscariote en el tesoro de las ofrendas?
¿Cómo debemos proceder, sabiendo que nuestras obras tienen como propósito
cumplir la voluntad de Dios?

Padre, cuando tropiece por el pecado, levántame con Tu poder para


Una Carta andar por la senda de la cruz. Me rindo completamente ante Ti y ante Tu
a Dios amor, porque me amaste primero, aun cuando no te conocía. Purifícame
con Tu sangre preciosa, Jesús, y restáurame una vez más. Líbrame del
lazo del remordimiento, para caminar contigo con gozo.
158
Ensayo para meditar Mateo 27:1-10

Aléjese del pecado

P
ara los judíos el pecado era como una deuda con Dios. Era lo
mismo vivir endeudado que vivir pecando. Cuando nos en-
deudamos, se siente como si tuviéramos constantemente una
carga difícil de llevar que nos aplasta y nos genera una presión de la
cual no nos podemos librar. Asimismo, quedamos atados al acree-
dor por más pequeña que sea la deuda. Del mismo modo, el pecado
nos deja atados a Satanás, sin importar cuán insignificante sea. Y
una vez que quedamos atados, perdemos la libertad.
Esperar ser bendecidos, sin buscar recibir el perdón por nuestros
pecados, es lo mismo que ser un niño que solo pide comida chatarra
y que no conoce el sabor de la buena comida. Es pretender evitar la
mirada de los padres, que saben lo que es bueno y lo que es nocivo
para sus hijos. De nada sirve recibir bendición tras bendición, sin
haber sido perdonados por nuestros pecados. Es como poner una
delicia en un plato sucio. Sencillamente no podremos comerlo. Por
ende, primero debemos limpiar el plato.
Solo hay un asunto importante y apremiante para Dios: alejarnos
del pecado. Es primordial que una persona sea restaurada a través
del perdón de los pecados, porque es la llave para que esa sanidad
alcance a más personas. Además, si se restaura la relación con Dios,
se restaurará la relación con los hombres. Por eso, necesitamos an-
helar desesperada y únicamente el perdón de los pecados, en lugar
de tomar aquellas malas decisiones que nos aplastarán. La derrota
o el éxito realmente no significan nada comparado con la gracia del
perdón de los pecados.

¿Por qué la salvación?, Cho Jung-min

Aplicación Personal

159
MIÉ

31
Mateo 27:11-26
Entregado a la
crucifixión
Devocional de la semana de la Pasión

La Biblia en un año: 11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gober-


Lv. 2-3/ Jn 21/ Pr. 18/ Col. 1
nador; y éste le preguntó, diciendo: —¿Eres tú
el Rey de los judíos? Jesús le dijo: —Tú lo dices.
11 Jesús fue llevado ante el gobernador, que le pregun-
tó: —¿Eres tú el Rey de los judíos? —Tú lo has dicho
—contestó Jesús.

12 Y siendo acusado por los principales sacerdo-


tes y por los ancianos, nada respondió. 
12 Mientras los jefes de los sacerdotes y los ancianos lo
acusaban, Jesús no respondía nada. 

13  Pilatoentonces le dijo: —¿No oyes cuántas


cosas testifican contra ti?
13 Por eso Pilato le preguntó: —¿No oyes todo lo que
están diciendo contra ti? 

14  PeroJesús no le respondió ni una palabra,


de tal manera que el gobernador estaba muy
asombrado.
14 Pero Jesús no le contestó ni una sola palabra; de ma-
nera que el gobernador se quedó muy extrañado. 
160
Mateo 27:11-26

Jesús afirma ante Pilato que es el Rey de los judíos, pero guarda
silencio ante la acusación de los principales sacerdotes y los
ancianos. Conforme a la costumbre del día de la fiesta, Pilato
pregunta a quién quieren que suelte, y la gente pide a Barrabás.
Por temor al pueblo, Pilato entrega a Jesús para ser crucificado.

15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbra-


ba el gobernador soltar al pueblo un preso, el
que quisieran. 
15 Durante la fiesta, el gobernador acostumbraba dejar
libre un preso, el que la gente escogiera. 

16  Y
tenían entonces un preso famoso llama-
do Barrabás. 
16 Había entonces un preso famoso llamado Jesús
Barrabás;  

17  Reunidos, pues, ellos, les preguntó Pilato:


—¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a
Jesús, llamado el Cristo?
17 y estando ellos reunidos, Pilato les preguntó: —¿A
quién quieren ustedes que les ponga en libertad: a Jesús
Barrabás, o a Jesús, el que llaman el Mesías? 

18  (Porque sabía que por envidia lo habían


entregado.) 
18 Porque se había dado cuenta de que lo habían en-
tregado por envidia. 

19  Yestando él sentado en el tribunal, su mujer


le mandó a decir: —No tengas nada que ver con
ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sue-
ños por causa de él.
19 Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su espo-
sa mandó a decirle: «No te metas con ese hombre justo,
porque anoche tuve un sueño horrible por causa suya.» 

161
20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos
persuadieron a la multitud que pidiera a Barrabás
y que se diera muerte a Jesús. 
20 Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos con-
vencieron a la multitud de que pidiera la libertad de
Barrabás y la muerte de Jesús. 

21  Respondiendo el gobernador, les dijo: —¿A


cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos di-
jeron: —A Barrabás.
21 El gobernador les preguntó otra vez: —¿A cuál de los
dos quieren ustedes que les ponga en libertad? Ellos di-
jeron: —¡A Barrabás! 

22  Pilato les preguntó: —¿Qué, pues, haré de


Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: —¡Sea
crucificado!
22 Pilato les preguntó: —¿Y qué voy a hacer con
Jesús, el que llaman el Mesías? Todos contestaron:
—¡Crucifícalo!

23  El gobernador les dijo: —Pues ¿qué mal ha


hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo:
—¡Sea crucificado!
23 Pilato les dijo: —Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos
volvieron a gritar: —¡Crucifícalo! 
162
Mateo 27:11-26

24  Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que


se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las
manos delante del pueblo, diciendo: —Inocente
soy yo de la sangre de este justo. Allá vosotros.
24 Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que
el alboroto era cada vez mayor, mandó traer agua y se
lavó las manos delante de todos, diciendo: —Yo no soy
responsable de la muerte de este hombre; es cosa de
ustedes.

25  Y respondiendo todo el pueblo, dijo: —Su


sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
25 Toda la gente contestó: —¡Nosotros y nuestros hijos
nos hacemos responsables de su muerte!

26 Entonces les soltó a Barrabás, y habiendo azo-


tado a Jesús, lo entregó para ser crucificado.
26 Entonces Pilato dejó libre a Barrabás; luego man-
dó azotar a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran.

163
Ayuda a su meditación

¿Barrabás o Jesús? (27:11-19)


Jesús es el Hijo de Dios, el rey. Él responde a la pregunta sobre Su identidad,
pero no a otras acusaciones (vv. 11-12). Jesús decide no pronunciar palabra
alguna para cumplir la voluntad de Dios, causando sorpresa en Pilato. Este sa-
bía que Jesús había sido entregado, por envidia de los principales sacerdotes y
ancianos. Su esposa también le advierte que Jesús es justo (v. 19). A fin de librar
a Jesús, como era la costumbre en el día de la fiesta, pregunta a la multitud si lo
suelta a Él o a Barrabás. Barrabás había sido arrestado por haber provocado un
motín y haber cometido homicidio en una revuelta (Mr. 15:7). Siendo nuestro
rey, Jesús se humilló hasta lo sumo, poniéndose en el lugar de un homicida, para
redimir nuestros pecados.
¿Por qué Jesús, siendo rey, guarda silencio ante las acusaciones y el interro-
gatorio? ¿Qué puedo aprender de Jesús, que se mantuvo callado pese a haber
sido acusado injustamente?

Armonía tripartita (27:20-26)


Tres personajes cumplen un rol central en la crucifixión de Jesús: primero, Pila-
to (el gobernador), quien decidió ignorar la verdad; segundo, los principales sa-
cerdotes y los ancianos que habían incitado a la multitud; y tercero, el ignorante
pueblo judío. Después de entregar a Jesús para que fuera crucificado, conforme
a la petición de la multitud, Pilato se lava las manos en señal de inocencia. No
obstante, considerando que tenía potestad para liberar como para crucificar (Jn.
19:10), Pilato tendrá que responder por sus decisiones. Jesús es crucificado por
un común acuerdo tripartito: un hombre irresponsable como Pilato, los líderes
religiosos malvados y una multitud que no supo discernir la verdad. Detrás de
estos, estuvo Satanás incitando al pecado y llevando al Hijo de Dios a la muerte.
Cuidémonos siempre de no escoger el camino del pecado por ir tras la opinión
de la mayoría.
¿Qué hizo Pilato, después de entregar a Jesús a la muerte? ¿Alguna vez he
contrariado la voluntad de Dios, por seguir a la mayoría?

Amado Dios, dame denuedo y discernimiento para optar siempre por


Una Carta la verdad, aunque el mundo se burle de mí. Aborreceré todo aquello
a Dios que viene del mundo y solo me regocijaré de aquello que te agrada.
Toma control de mi vida, para que siempre pueda optar por Tu camino,
que es vida.
164
Ensayo para meditar Mateo 27:11-26

El precio que pagó


con la cruz

M
uchos me preguntan por qué Dios no puede perdonar, sin
pedir que paguemos por el pecado. El dueño de una em-
presa me dijo: «A pesar de que mis empleados desperdician
materiales y a menudo rompen las máquinas, siempre los perdo-
no. Entonces, ¿por qué Dios exige un costo por el perdón?». Hay
algo que él estaba olvidando: su empresa estaba pagando los daños
de reparación y reposición que causaban los empleados. Si mi hija
rompiera una lámpara y se echara llorar, la abrazaría diciéndole:
«No llores, te perdono», como un padre lleno de amor y perdón. Se-
guramente la gente señale: «Eso es lo que Dios debería hacer». Sin
embargo, a esto le sigue una pregunta: «¿Quién paga por la lámpara
rota?». Yo, que soy su padre, tendría que asumir el costo.
Esto es justamente lo que Dios hizo por nosotros. Él nos perdo-
nó y pagó el precio del perdón por medio de la cruz. Dios pagó
un precio que ni Shakyamuni, ni Mahoma, ni Confucio ni ningún
otro líder religioso pudo pagar. Dios, que es Jesucristo, abandonó
Su trono para venir al mundo como un hombre y pagó el precio de
nuestros pecados muriendo en la cruz. Nadie puede pagar por el
pecado viviendo «una vida buena». El único camino es Jesús.

Más que un carpintero, Josh McDowell·Sean McDowell

Aplicación Personal

165
Estudio bíblico semanal

01
Mateo 20:1-16
Acorde a la buena
voluntad de Dios.

|  Podemos obedecer humildemente, si confiamos en la buena


Enfoque 
voluntad de Dios.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 20:1-16


Palabra
Entendiendo el contexto:
Antes de Su entrada a Jerusalén, Jesús les habla a Sus discípulos so-
bre el cielo, el reino de Dios y el sufrimiento de la cruz. El reino de Dios
no es solo para las clases privilegiadas o una etnia especial, ni discri-
mina entre judíos y gentiles. Asimismo, Su reino no es una recompen-
sa que se entrega por los esfuerzos, la dedicación y las buenas obras
del hombre. En Mateo 19, Jesús comparte sobre el reino de Dios con
el joven rico, que preguntaba cómo conseguir la vida eterna, y con Pe-
dro, que quiere saber cuál es la recompensa de la devoción. Enton-
ces, Jesús les enseña que solo Dios tiene la soberanía de Su reino,
por medio de la parábola de los obreros de la viña.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Cuál era la paga que había prometido el dueño de la viña a los
obreros?
2. ¿A qué hora trajo el señor de la viña a los obreros? (vv. 1-7)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Con qué actitud debemos predicar el evangelio o llevar adelan-
te una vida de fe sabiendo que el Señor llamó a algunos antes y a
otros más después?

166
2• Observando y meditando:
1. ¿Cómo entregó el dueño de la viña la paga?
2. ¿Qué les dice este a los obreros que se quejan? (vv. 8-16)

Aplicando y compartiendo:
1. Compartan si alguna vez sintieron descontento por trabajar en la
familia, el empleo, la iglesia, etc. y qué deben recordar en esos
momentos.

Ordenando las El reino de Dios es como el señor de la viña que sale temprano por
ideas: la mañana para encontrar obreros. El obrero puede ser llamado para
trabajar en la viña a la mañana o a la tarde. Por lo tanto, el fiel debe
cumplir con su responsabilidad con honestidad, con la alegría de la
salvación y desde el lugar que Dios lo llamó, ya sea por una hora o 10
años. Y debemos vivir confiando en Dios, quien cumple con Su pro-
mesa. Dios no discrimina y, como Su regla es diferente a la del mun-
do, no se basa en nuestras habilidades o méritos. Por el contrario, Él
nos paga únicamente por Su gracia. El fiel que vive recordando esta
verdad tiene esperanza.

Orando con la Gracias, Dios, por aceptarme como parte de Tu pueblo, a pesar de
Palabra: que no he hecho esfuerzo alguno. Te pido que me ayudes a apreciar
el trabajo que me encomiendas hoy y a realizarlo con un corazón puro.
Guíame para que pueda vivir como un fiel siervo que alegra al Señor.

Orando juntos: 1. Oremos para que los ciudadanos puedan considerar el pago de
los impuestos como una virtud y para que el gobierno pueda cum-
plir correctamente con su rol de mayordomo justo, administrando
con honestidad para sus ciudadanos.
2. Oremos para que el viento de la transformación espiritual sople por
toda la región de Siria, donde los musulmanes convertidos al cris-
tianismo están llamando a la puerta de la iglesia, mientras que los
cristianos se alejan a causa de las guerras civiles.

Versículo para
“Así, los primeros serán últimos y los últimos, primeros” (Mateo 20:16).
memorizar:

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


167
Estudio bíblico semanal

02
Mateo 22:1-14

Quienes fueron invitados

|  El fiel es quien respondió a la invitación de Dios y es un siervo


Enfoque 
que Él envió.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 22:1-14.


Palabra
Entendiendo el contexto:
Jesús comparte la parábola de la fiesta de boda del rey y lo hace para
enfatizar lo que dijo antes: “(…) el reino de Dios será quitado de voso-
tros y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43).
En esta parábola, el rey representa a Dios, quien invita al cielo al pue-
blo de Israel; y el hijo del rey es Jesús, el novio. Algunos son invita-
dos a la boda, mientras que otros son enviados para invitar. A través
de esta parábola, Jesús nos muestra la obra redentora de Dios. Así,
quienes no se revistan de Jesucristo, quedarán fuera de la línea de la
salvación y el resto se convertirá en el nuevo pueblo del reino de Dios.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Cómo reaccionaron y actuaron quienes fueron invitados a la
boda? (vv. 2-6)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Alguna vez fueron rechazados cuando invitaron a alguien a la igle-
sia predicando el evangelio?
2. ¿Qué actitud debe tener quien predica el evangelio?

168
2• Observando y meditando:
1. ¿Cómo reaccionó el rey con los invitados que no aceptaron la in-
vitación?
2. ¿Qué ordena a sus criados? (vv. 7-10)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿A quién debe predicar?
2. ¿Qué pueden hacer por ellos?

Ordenando las Al reino de Dios solo entran aquellos que fueron invitados. Para esto,
ideas: Dios envía a sus siervos al mundo. El fiel es alguien que fue invitado a
Su reino, sin pagar nada a cambio; como Su siervo, debe cumplir con
su deber de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hechos
20:24). Si bien el reino de Dios está abierto para todos, hay una condi-
ción para entrar: vestirnos con la ropa de la justicia que viene del cor-
dero Jesucristo y no de nuestros propios esfuerzos. De este modo,
solo quienes aceptaron a Jesucristo como su Salvador pueden gozar
de la alegría de participar de la boda del cordero en el reino de Dios.

Orando con la Te alabo y te doy gracias, Señor, por la gracia de invitarme al festejo
Palabra: del cielo diciéndome: “¡Ven!”. Guíame para que pueda vivir compar-
tiendo sobre la fiesta del reino de la salvación, valorando Tu invitación
más que cualquier otra cosa de este mundo.

Orando juntos: 1. Oremos por los jóvenes que están preparando sus carreras ac-
tualmente. Que, en medio de tanto desempleo, descubran sus
llamados y puedan trabajar en el reino de Dios utilizando su fe y
capacidad.
2. A causa de las dificultades económicas que genera el COVID-19,
las iglesias de los países desarrollados están cerrando sus puer-
tas. Oremos para que las iglesias de todo el mundo que atravie-
san dificultades puedan aferrarse al Señor con la fe.

Versículo para “Id, pues, a las salidas de los caminos y llamad a la boda a cuantos halléis”
memorizar: (Mateo 22:9).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


169
Estudio bíblico semanal

03
Mateo 23:25-39

Advertencia para los hipócritas

|  El arrogante también perjudica a los demás.


Enfoque 

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 23:25-39.


Palabra
Entendiendo el contexto:
Los escribas, junto a los fariseos y los sacerdotes, eran líderes religio-
sos de la sociedad judía. Y, como tal, gozaban de una posición de po-
der. Estos vivían respetando la Ley más que nadie, por el conocimiento
y las condiciones económicas. Por eso, sus enseñanzas y manera de
vivir tenían un gran impacto en la gente. Sin embargo, no tenían inte-
rés en obedecer la voluntad de Dios. Al ser una fe hipócrita, basada
en la formalidad de la Ley, a menudo se arruinaban a sí mismos y per-
judicaban a los demás. Entonces, Jesús los regaña repitiendo siete
veces: “¡Ay de vosotros!”.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Qué exclama Jesús ante los escribas y los fariseos?
2. ¿Por qué los llama “hipócritas”? (vv. 25-31)

Aplicando y compartiendo:
1. Revisemos si estamos siendo hipócritas como los escribas y los
fariseos.
2. ¿Qué cosa les impide ser creyentes con un corazón genuino ha-
cia Cristo?

170
2• Observando y meditando:
1. ¿Qué pesaron los escribas y los fariseos edificando los sepulcros
de los profetas y adornando los monumentos de los justos?
2. ¿Cómo los regaña Jesús? (vv. 29-36)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Qué piensan al ver los errores de otra persona?
2. Compartan si alguna vez aprendieron del error de otros.

Ordenando las Los escribas y los fariseos estaban confundidos y creían que su ma-
ideas: nera de pensar y de obrar era correcta ante Dios. Además, se preocu-
paban solo por la opinión de los demás. Así, su errada vida de fe, que
buscaba lucirse ante los hombres, destruyó la fe del resto. Por eso,
Jesús los regaña llamándolos hipócritas” y “generación de víboras”.
Si no tenemos en cuenta nuestras limitaciones humanas y la voluntad
de Dios, que se encuentra en la Palabra, nos volveremos arrogantes y
podemos perjudicar a los demás. No obstante, el fiel que busca la vo-
luntad de Dios humildemente y se esfuerza por hacer lo correcto ante
Él, será felicitado por ser Su fiel siervo.

Orando con la Dios, me arrepiento de mi soberbia, pues le he dado prioridad a mis


Palabra: pensamientos y experiencias antes que a Tu Palabra. Guíame, Espíritu
Santo, para que pueda comprender correctamente la Palabra al medi-
tarla. Ayúdame a reaccionar siempre con humildad y fe.

Orando juntos: 1. 1. Según el Servicio Nacional de Estadísticas, solo el 17,9 % de


las relaciones entre discapacitados y no discapacitados son du-
raderas. Oremos para que se derrumbe ese muro entre discapa-
citados y no discapacitados.
2. 2. China está clausurando iglesias subterráneas que no fueron ha-
bilitadas por el gobierno e incluso está interviniendo en la traduc-
ción de la Biblia para imponer su cultura. Oremos para que ponga
a fin a todas estas obras.

Versículo para “¡Fariseo ciego!, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que
memorizar: también lo de fuera quede limpio” (Mateo 23:26).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


171
Estudio bíblico semanal

04
Mateo 25:31-46
El juicio que separa a las
ovejas de los cabritos

|  Debemos vivir de acuerdo con la voluntad del Señor, si quere-


Enfoque 
mos ser salvos el día del juicio.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 25:31-46.


Palabra
Entendiendo el contexto:
La parábola de las diez vírgenes, la de los talentos, y la de la oveja
y el cabrito, que se mencionan en Mateo 25, se refieren al fin de los
tiempos y al cielo. Por medio de estas, Jesús nos explica claramente
sobre el final que enfrentaremos un día. Sobre todo, menciona las di-
ferencias sobre la realidad y el conocimiento que tenían los judíos de
esa época a cerca de este tema. Allí, reprende seriamente a los ju-
díos que estaban convencidos de que serían salvos, sintiéndose su-
periores por ser el ‘pueblo elegido’ de Dios. También, enseña cuál es
la fe digna del Señor.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Qué hará Jesucristo, el Hijo del hombre, cuando regrese y se sien-
te en el trono? (vv. 31-33, 46)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿De qué lado creen que estarán el día que Jesús regrese?

172
2• Observando y meditando:
1. ¿Cuál es el estándar que separa al justo del malvado en la pará-
bola de Jesús? (vv. 34-45)
2. ¿Se puede ser justo solo con nuestro esfuerzo?

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cuál es su estándar para tomar decisiones?
2. ¿Qué deben elegir y qué necesitan abandonar, para vivir una vida
que alegre a Dios?

Ordenando las La única manera de recibir la salvación es por la fe, no por el linaje ni
ideas: la obediencia a la Ley. No obstante, la fe de la que habla Jesús no se
consigue solo de labios, sino que hay que conocer la voluntad de Dios
y obedecerla (véase Mateo 7:21). Dios exige que, además de nues-
tra relación vertical con Él, seamos perfectos en la relación horizontal
con la gente. O sea que Su deseo no se limita solo a los actos moral-
mente correctos. Él no quiere que tratemos bien a los demás porque
será beneficioso para nosotros, sino porque es Su voluntad. Él nos re-
conocerá como justos, cuando creamos y obedezcamos a Cristo de
acuerdo con Su voluntad.

Orando con la Dios, gracias por llamarme justo a través de Jesús y por Tu gracia, la
Palabra: cual me permitió hacer parte de Tu pueblo. Dame la fuerza y la sabidu-
ría para poder comprender correctamente la voluntad del Señor y obe-
decerla. Haz que así pueda vivir fielmente una vida consagrada a Ti.

Orando juntos: 1. La entrada de Jesús a Jerusalén era el camino para morir en la


cruz y la marcha del Rey de la paz. Oremos para que sea un do-
mingo de Ramos en el que comprendamos el servicio y el amor
del Salvador.
2. La generación mongola de los años noventa, cuando tuvo lugar un
acelerado crecimiento del cristianismo, ahora son los líderes de las
iglesias. Oremos para que esta fe pase a la próxima generación
(véase “Pioneros de la misión”).

Versículo para “Respondiendo el Rey, les dirá: ‘De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
memorizar: uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis’” (Mateo 25:40).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


173
Testimonio

Transformación a través
del devocional
Andrés Borrero Cadena - Shelter Church - Bogotá D. C. - Colombia

C onocí el Tiempo con Dios es Vida Viva en el


año 2013 y, como todo lo que el Señor hace,
llegó en el momento preciso, cuando más necesi-
taba conocerlo y aprender a escuchar Su voz. Fue
un tiempo de crisis en mi vida y en mi matrimonio,
pero, a través del TcD, Dios empezó a revelarme
Su amor y Sus promesas. Poco a poco, perseve-
rando en el estudio de Su Palabra y aprendiendo
a confiar en Él, mi vida empezó a tomar el cami-
no que desde antes de nacer Él tenía planeado
para mí.
Toma tiempo adquirir el hábito de buscar Su voz temprano en la mañana, pero
en la medida que Su guía y Su revelación fueron llegando, mi relación con Él se fue
afianzando, Su revelación empezó a fluir, y mi concepción del Dios que creía an-
tes lejano cambió totalmente por la de un Padre que me ama incondicionalmen-
te. A través del estudio de la Biblia con el TcD, el Señor me ha llevado por un viaje
maravilloso, en el cual marcó mi vida especialmente con el estudio de los libros de
Romanos, Números y los Evangelios. A través de Romanos, me mostró que soy re-
dimido y que no hay condenación en mi contra, a pesar de mi pecado y mis luchas
(Rom. 7:14-25 y Rom. 8:1); a través del libro de Números, me enseñó que, así como
hizo con el pueblo de Israel en el desierto, me transformó para que dejara de ser
un esclavo (del pecado) y me convirtiera en un guerrero y conquistador de Sus pro-
mesas (Núm. 34:1-39); y, a través de los Evangelios, me prometió restauración y sa-
nidad para mi vida.
Hoy, ocho años después de haber conocido el TcD, soy un hombre más maduro,
un mejor esposo y un hijo que se siente amado por su Creador, por su Padre. Hoy
soy un tecedista convencido del poder transformador y restaurador de Dios a tra-
vés de Su Palabra. Hoy puedo dar testimonio de cómo el devocional TcD es Vida
Viva es usado por Él, para hacernos conocer Su amor y, a su vez, para transformar
nuestras vidas para siempre.
Gracias Duranno Latino por llevar la Palabra de Dios a toda Hispanoamérica,
para que lo que Dios sigue haciendo en mi vida, lo haga con muchos más que
necesitan de Su obra restauradora, tal como pasó conmigo ocho años atrás.

Si desea compartir a los demás lectores la gracia que recibió, no dude en enviarnos su valioso
testimonio a: [testimonios@durannolatino.org]

174
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