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EL GUAJOJO Erase una vez una joven indigena, tan bella como graciosa, hija de un poderoso cacique de una tribu que vivia en un claro de la selva. La chica, que no pasaba nunca desadvertida, era amada por un guaje de la misma tribu, amor al que ella también correspondia. El joven era apuesto, valiente, un guerrero pero, también, un chiquillo de muy tierno corazon. Al conocer que su hija amaba y era amada por un chaval que él no creia merecedor de su progenie, el viejo cacique, que también era un poderoso hechicero, decidié acabar con el amor entre los jsvenes del modo mas facil y eficaz. Un dia lam6 al amante de su hija y, por medio de sus artes magicas, lo llevé a lo mas espeso del bosque en donde acabé con su vida sin miramiento alguno. A medida que pasaba el tiempo ta joven empez6 a sospechar del odio de su padre hacia su novio y, harta ya de su ausencia, decidié ir en la busqueda del hombre que amaba adentrandose en las profundidades de la selva. Alli descubrio los restos de su amante y, llena de dolor, volviéd a su casa para increpar a su padre, amenazandolo de que iba a contar a todos el vil asesinato que habia perpetrado. El viejo hechicero, cobarde, decidié acallar a su propia hija transformandole al instante en un ave nocturna para que no pudiera contar el crimen. Pero aunque consiguié que su hija pasara de humana a animal emplumado, no consiguié hacer desaparecer su voz y, convertida ahora en pajaro, la joven emitia con profunda tristeza el lamento por la muerte de su amado.

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