w Introduccién
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Elelemento ordenador de este libro, mas alla de su divisi6n en perfodos
hist6ricos, es la fextura. El vocablo, como todos saben, alude a la técnica
del tejido. Proviene del latin y significa “disposicién y orden de los hilos
en una tela”, aunque, en sentido figurado, cl idioma castellano lo hace
extensivo a la “estructura de una obra de ingenio”.
Dicha acepcion ha servido a la mtisica para explicar, a su vez, su pro-
pia estructura, porque el lenguaje musical est constituido por “hilos”
horizontales que constituyen la melodia, mientras los “hilos” verti ‘ales
forman los acordes. Pues bien, esa rama formada por lo horizontal y lo
vertical es lo que origina la lextura musical. Pero tal tejido no ha sido
exactamente igual en la musica occidental durante los veinte siglos trans-
curridos. Esa relacién conoce por lo menos cinco variantes fundamenta-
les, ademas de posibilidades intermedias. La diversidad de texturas pro-
voca diferencias notables en el estilo musical, que el oyente advierte, sin
duda, aunque muchas veces ignore cusil es la causa.
El lector encontrari este libro dividido en cinco partes, entonces, en
relaci6n con ese elemento que constituye la base del lenguaje. La prime-
ase refiere a Ia textura monddica (o monofénica), la cual predomina de
manera excluyente durante los diez primeros siglos de musica occiden-
tal, a uravés del canto de Ia Iglesia cristiana. Consiste en una sola y tinica
linea de canto, que todos entonan, aunque lo hagan en diferentes alwu-
ras segtin el registro (soprano, contralto, tenor, bajo) de cada cantor.
Esa textura monédica se prolonga en los siglos xit y xilt con el canto
profano de los trovadores; pero mientras ello ocurre, ya se estd desarro-
llando, a un nivel artistico cada vez mas complejo, el segundo tipo de
textura que nos ofrece la creacién sonora de Occidente. Es la polifonica,
en lacual existen varias voces 0 lineas horizontales, con su disefio indivi-
dual, pero conectadas por relacién de verticalidad unas con otras. LaPot SUAREZ Urrunt
polifonia encuentra e Ia Alta Edad Media yen el eae gradlos
encumbrados de fantasia y perfeccion, av luego “| periodo Barroco
prolong’, Tegando a nueve igios de imaginact 5n a través del arte
ie Handel y Johann Sebast
Latercera textura que hace stt api
paiiaday es Ja que acuna ‘el nacimiento de I p
ecnica consiste en una melodia de vuelo amplio
te destacada, fa cual se apoya en acordes que van “a
diseno.
El cuarto tipo se impone
mos con el nombre de tex!
independiente, porque clacompafamiento toma
tica que los simples acordes dela monodia acompaii
disgregan formando sus propias lineas horizontales,
siguen dependiendo del curso de la melodia principal. También puede
interpretarscla como una sucesion de acordes disgregados que estin
horizontalmente conectados por una melodia.
El siglo xx, por fin, se caracteriza por wna gran variedad de estilos y
corrientes estéticas; por tanto, recurre a Jas variadas texturas ya existen-
tes, Pero si una de ellas domina, adquiriendo rasgos propios, es nueva
mente la polifénica, s6lo que ahora, regida por diferentes leyes, da ori-
gen al contrapunto disonante. Esto significa que los “hilos” horizontales
recobran su autonomia, como ocurria en el estilo medieval, renacentista
ybarroco, pero los encuentros verticales de esas voces aparecen signados
vos prod
11 Bach.
aricion es la llamada monodia acom.
a opera, hacia el 1600, Esta
ylibre yabsolutamen.
compaiiando” su
con elestilo clésico y romédntico ya conoce-
ura homédfona. Ahora la melodia es menos
mayor dignidad artis
ada. Esos acordes se
las cuales con todo
por la disonancia.
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