La cultura en un sentido sociológico (y antropológico) presenta una serie de características

que conforman su realidad: universalidad, aprehensibilidad, transmisibilidad,

acumulatividad y significabilidad.

Universalidad

     La universalidad de la cultura se encuentra presente en su carácter general que la tipifica

y conforma como un todo concebido por el hombre. Aún cuando cada sociedad posee su
propia cultura,  ésta constituye un patrimonio de la humanidad, de todos los pueblos, de
todo el mundo, en cualquier lugar y tiempo. En toda sociedad, desde las  más primitivas
hasta las  más avanzadas, existe cultura.

Aprehensibilidad

     La aprehensibilidad de la cultura es el proceso mediante el cual el hombre interioriza los

contenidos culturales recibidos en una sociedad determinada y los hace propios, parte de sí.
Dichos contenidos se encuentran formados por creencias, valores, normas, signos,
símbolos, costumbres, y significados de las cosas, los cuales se traducen en hábitos,
habilidades, destrezas, y actitudes que se expresan en conductas socialmente aceptadas.

Transmisibilidad

     La transmisibilidad de la cultura es el proceso mediante el cual un contenido de cultura

es transferido de una persona a otra sin que el transmisor lo divida o pierda es decir lo
comparte y conserva.  Esto implica que la transmisibilidad no transfiere objetos ni cosas
materiales, sólo contenidos intangibles.