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INTERPRETACION Tecnicas Graficas
INTERPRETACION Tecnicas Graficas
Se seguirán para ello los criterios enunciados por E. Hammer (1961), Karen Machover
(1968), Joseph Di Leo (1974), Elizabeth Koppitz (1976), M. R. Caride (1982), Elsa
Grassano (1984), M. Esther Arzeno (1993) y Graciela Celener (1997). Se intentará
ampliarlos en base a investigaciones posteriores y a mi propia experiencia clínica.
Hammer establece por primera vez pautas para el análisis de las técnicas gráficas que se
intentará explicar y ampliar en este texto:
1) PAUTAS FORMALES:
Se denomina pautas formales a aquellos aspectos que forman parte del cómo se expresa un
sujeto en la realización de un determinado gráfico. Implican directamente las
características de personalidad y el estilo propio de ejecución. Es decir el modo de
organizar el mundo y representarlo en “formas” que hacen referencia a la estructura de los
objetos y su organización intrínseca.
En este sentido se pueden discriminar dentro de las pautas formales los siguientes ítems:
Adecuada realización de lo graficado (Gestalt)
Tamaño de la figura
Ubicación de la figura en la hoja (Emplazamiento)
Calidad del trazo
Tipo de presión
Grado de simetría
Secuencia de la graficación
Grado de dinamismo (Movimiento)
Se debe hacer previamente una aclaración antes de introducirse directamente sobre los
aspectos formales: Los mismos están íntimamente ligados a las pautas evolutivas
gráficas. Es decir que el tamaño, el trazo, la presión, la ubicación, etc., varían de acuerdo a
la edad cronológica de un sujeto y esto se debe a un crecimiento y desarrollo neuromotor.
Tal desarrollo se produce, como se explicó anteriormente, desde los dos años
aproximadamente que es el momento en el cual se inicia el desarrollo motriz fino hasta la
finalización de la adolescencia (21 años aproximadamente).
Tamaño grande: Se considera tamaño grande cuando la figura principal abarca más de ¾
partes de la hoja. Figuras que llegan a los límites de la hoja o bien los sobrepasan. También
en aquellas figuras que no les alcanza la hoja para terminar de realizarlas completas. Se
acompañan generalmente de una presión del trazo fuerte.
Tamaño pequeño: Se considera tamaño pequeño cuando los dibujos ocupan menos de ¼
de la hoja. Generalmente se acompañan de una presión del trazo débil. El escenario que
rodea la figura principal puede corresponder a un tamaño similar o bien ser más grande
haciendo más evidente la pequeñez de la figura central. Generalmente se emplazan en la
zona superior y en menor medida en la zona inferior de la hoja. Los dibujos
extremadamente pequeños y con fallas en la forma son característicos de las psicosis.
Trazo entrecortado:
Es aquel trazo que no mantiene una línea continua y firme, por el contrario está realizado
con pequeñas líneas una al lado de la otra.
Trazo entreabierto:
Es aquel trazo donde claramente para realizar una línea o un contorno vemos la presencia
de pequeñas rayitas separadas unas de las otras para formar un todo.
Trazo espigado:
Es aquel trazo donde una línea está constituida por infinitas rayitas en forma de espigas.
Tipos de presión:
La presión se refiere al cuantum energético utilizado por un sujeto en la producción de un
trazo. Dicho nivel de energía está relacionado con la vitalidad y el grado de control de los
impulsos que una persona tiene de sí mismo. En ello participan funciones neuromotoras, el
desarrollo de la inteligencia y aspectos emocionales. Las patologías psicológicas pueden
provocar desde una disminución energética importante (depresión) hasta un aumento o falla
del control impulsivo (psicopatías).
a) Evolutivamente la presión en el niño pequeño es fuerte debido a la ausencia de ciertos
desarrollos neuromotores que aún no están maduros.
b) Progresivamente el niño adquiere la capacidad de controlar su impulsividad y energía a
través de aspectos cognitivos (nuevos aprendizajes). Aprende a medir sus fuerzas y a
dirigirlas en función a objetivos y normas.
c) En la edad adulta se espera un control adecuado de la energía y una distribución
energética equilibrada. La presión directamente evaluada por el trazo nos muestra dicho
control y organización.
Presión normal:
La presión normal es aquella donde le permite al trazo ser definido y claro.
Características psicológicas de esta tendencia:
-Seguridad
-Equilibro energético
-Buena organización y distribución energética
-Buen grado de integración yoico
Presión fuerte:
La presión fuerte es aquella donde el trazo se engrosa y marca la hoja del lado de atrás. Es
notorio y llamativo por la fuerza y la exageración.
Presión débil:
La presión débil es aquella donde el trazo se hace casi imperceptible.
Presión alternada:
La presión alternada es aquella donde se observan trazos irregulares, tanto débiles como
más fuertes en forma constante, tanto en la producción de una figura y que se mantiene en
la secuencia de otros dibujos.
Grado de Simetría:
La simetría en una figura implica la armonía gestáltica, el equilibrio de sus partes y la
integración en un todo. Sabemos que la percepción se organiza en función a leyes. Una de
ellas tiende a producir el equilibrio (simetría bilateral) entre las partes. Esta posibilidad se
logra en el curso de la maduración neuromotora y del desarrollo psicológico. A través de
ella podemos determinar el grado de integración del yo y del objeto que ha alcanzado un
sujeto.
a) Evolutivamente el niño pequeño no tiene una noción de simetría del espacio. Dicha
diferenciación se va logrando con la integración del objeto progresivamente.
b) A medida que crece aprende determinadas categorías mentales (espacio, tiempo,
volumen, tamaño, profundidad, etc.) que le permitirán acceder lentamente a una figura
cada vez mas integrada y completa.
c) Recién a partir de la adolescencia se logra una simetría gráfica totalmente adecuada.
Simetría adecuada:
Implica la realización de una figura equilibrada y armoniosa.
Características psicológicas de esta tendencia:
-Integración yoica y objetal
-Grado adecuado de discriminación y diferenciación de la realidad
Fallas en la simetría:
Implica la realización de una figura desequilibrada y sin armonía. (Por ejemplo: un brazo
más corto que el otro, la ausencia de un ojo, una pierna más engrosada que la otra, etc.)
Falta de simetría:
La falta de simetría implica una falla grave en el curso del desarrollo. Generalmente
aparece en patologías como la psicosis infantil y adulta.
Exceso de simetría:
Implica un sistema defensivo primario contra la sensación de desestructuración o
descompensación yoica. La necesidad de control excesivo refleja el grado de preocupación
del individuo por su integridad estructural.
Secuencia de la graficación:
Se entiende por secuencia de la graficación la manera particular de un sujeto de organizar y
planificar la realización de su dibujo. La secuencia gráfica nos informa sobre la capacidad
de planificación de un sujeto y el estado en que se encuentran las funciones mentales que
están involucradas en la acción de planificar. La secuencia esperable de graficación en el
dibujo de la figura humana es: cabeza – tronco – extremidades. En la graficación de la casa
es: techo – paredes – accesorios. Finalmente en el caso del árbol es: tronco – copa – ramas.
En este caso vemos una diferencia ya que no se empieza por la copa (=cabeza o techo) sino
por el tronco (=paredes o cuerpo).
Secuencia esperable:
Como se dijo anteriormente existen secuencias esperables en la realización de los dibujos y
especialmente han sido estudiadas las de la casa, el árbol y la persona.
Secuencia atípica:
Se denomina secuencia atípica a aquella producción realizada de manera contraria a lo
esperable. La secuencia más atípica se encuentra en los niños autistas que pueden llegar a
dibujar una figura humana desde los pies hasta terminar por la cabeza. Otras secuencias
atípicas implican comenzar por el tronco, luego las extremidades y finalmente la cabeza.
2) PAUTAS DE CONTENIDO:
Denominamos pautas de contenido a “qué expresa un sujeto en sus dibujos”. La
información nos la brinda en el tratamiento especial que hace de sus producciones gráficas.
Es decir, que ponemos el acento en el “que destaca u omite de sus figuras” (detalles,
omisiones, remarcados, realces, borroneado, sombreado, emocionalidad, etc.). Sabemos que
toda graficación es una proyección del “sí mismo”, o sea que las diferentes partes de dicha
figura implican entonces distintas partes de la vida interior de un sujeto. Es por eso que
cada parte de esa producción gráfica nos estará hablando de situaciones internas (intra
psíquicas) en dinámico juego.
Para realizar una adecuada interpretación de las pautas de contenido (simbólicas) debemos
separar las diferentes partes que componen la figura conociendo el tipo y grado de
significación que poseen y evaluar el tratamiento que el sujeto le dio a la misma durante su
realización.
Figura Humana:
Vestimenta:
Árbol:
Ramas:
El árbol disociado
Indica: Este tipo de árbol que falla claramente en la integración general de la figura implica
la presencia de conflictos graves de la personalidad (Psicosis o Estados Border).
El árbol cerradura
Indica: Generalmente determina conductas oposicionistas y negativistas. Dificultades en la
relación con la autoridad.
Casa:
Paisaje
Indica: Cuando se acompaña de dibujos elaborados implica creatividad y organización
espacial. Frente a un dibujo sencillo y clisé puede implicar un estado infantil y regresivo.
Camino
Implica: Conexión con el exterior. De acuerdo a su forma, anchura y tipo puede implicar el
tipo de conexión con el exterior. Los caminos en semicírculo que finalmente apuntan a la
casa implican un estado de introversión, en cambio aquellos que tienden abrirse hacia los
extremos implican extroversión.
Cerca
Indica: Necesidad de defenderse y protegerse. Temor, inseguridad. Necesidad de control
del espacio propio. Dificultades inconscientes para delimitar adentro – afuera.
En perspectiva
Indica: Alto nivel gráfico y estético. Pensamiento lógico (Tridimensionalidad).
Alpina
Indica: Tendencia regresiva. Infantilismo. Tendencia a la ensoñación.
Clishé
Indica: Pobreza yoica. Represión. Regresión. Inmadurez.
Plano de la casa
Indica: Dificultades graves a nivel adaptativo.
Machover, K. (1949). “ Personality projection in the drawing of the human figure”. New
York. Sprigfield - Thomas.
Di Leo, J. (1974) “El dibujo y el diagnóstico psicológico del niño normal y anormal de 1 a
6 años”. Buenos Aires. Editorial Paidos.
Koppitz, E. (1976) “El dibujo de la figura humana en los niños”. Buenos Aire. Editorial
Guadalupe.