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¿Alguna vez has oído a alguien explicar una escritura y te preguntas: “¿Es eso verdaderamente lo que la
Escritura quiere decir?”
“Contexto” es una palabra que a menudo surge en los estudios de la Biblia, pero ¿qué significa leer la Biblia
en su contexto original? Allen Parr explica cinco pasajes de la Biblia que a menudo se toman fuera de contexto
y cómo podemos entender mejor no sólo estos pasajes, pero toda nuestra Biblia, aprendiendo a prestar mucha
atención al estudiar las Escrituras.
Mateo 7:1 – “No juzguen a los demás, y no serán juzgados”
Esta frase de Jesús frecuentemente mal citada se suele utilizar para demostrar que nadie tiene el derecho de
juzgar a nadie por ninguna razón. “Sólo Dios puede juzgarme.” Es una forma religiosa de decir “no te metas en
lo que no te importa.”
Esto no es el mensaje que Jesús quiso transmitir en absoluto. Lo sabemos por otros pasajes de la Biblia que no
sólo fomentan, pero mandan a los cristianos a pasar juicio.
1 Corintios 5:11 Lo que quise decir es: no se relacionen con ninguno que afirma ser creyente[a] y aun así se entrega
al pecado sexual o es avaro o rinde culto a ídolos o insulta o es borracho o estafador. Ni siquiera coman con esa
gente.
El verdadero mensaje de Mateo 7:1 es que al juzgar, no debemos ser hipócritas. No hay que juzgar a los demás
sin examinarnos a nosotros mismos y estar dispuestos a cambiar nosotros mismos (Mateo 7:5). No podemos
perdonarnos a nosotros mismos al mismo tiempo que condenamos a otros, porque todos quedamos corto a la
altura de la santidad de Dios (Romanos 3:23).
Cuando Jesús encontró a la mujer sorprendida en adulterio, modeló para cada cristiano cómo vivir en la
tensión entre juzgar y no juzgar.
¿Deberían juzgar los cristianos? La mayoría de la gente piensa que no. Pero ¿qué pasa cuando alguien
está claramente pecando – y dice ser un seguidor de Dios? ¿Son las reglas diferente para alguien que no
dice seguir a Jesús? Jesús mismo una vez se vio en esta situación (ver Juan 8). La verdad es que
probablemente todos hemos estado allí. Así que… ¿deberías juzgar o no?
El punto de Jesús es que debemos tratar con nuestro pecado primero antes de empezar a preocuparnos por lo
que otros están haciendo mal. Esto lo hacemos al confiar en Jesús para el perdón de nuestros pecados. Entonces
recibimos el Espíritu Santo que nos lleva a honrar a Dios en nuestra vida y hábitos cotidianos. Y últimamente,
comenzamos a mirar fuera de nosotros y a ayudar a otros a buscar de Dios – señalándoles amablemente la paja
en sus ojos y guiándolos a confiar en Jesús para recibir salvación.
Algunas personas no entienden esta instrucción y la consideran demasiado dura. Pero lee el pasaje de nuevo y
enumera los pasos. Jesús en realidad estaba estableciendo un proceso que le dio a la parte ofensora (al que
cometió la ofensa) la mayor oportunidad posible de ser restaurado a una relación sana con la parte ofendida.
Pasar juicio dentro de la iglesia siempre tiene que ver con ayudar a la otra persona a volver a estar en las
relaciones correctas – con Dios y con los demás. Citemos Efesios 4:32;
[Relacionado: Tres pasos para decir en voz alta a un cristiano]