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ASERTIVIDAD

Una de las ideas básicas de la enseñanza de habilidades sociales consiste en


que aprendáis a observar la diferencia entre el comportamiento social pasivo,
agresivo y asertivo. Cuando alguien actúa de forma pasiva no se expresa a sí mismo,
deja que los demás le manden, le digan lo que tiene que hacer y, generalmente, no
defiende sus propios derechos. Por regla general, sus necesidades, opiniones o
sentimientos son ignorados, y puede que los otros se aprovechen de él.
En el otro extremo se encuentran las personas que son agresivas. Son
mandones, intimidan a los demás, los critican y los humillan. Sólo se preocupan por
conseguir lo que ellos desean y cuando ellos quieren. Rara vez se preocupan por los
sentimientos de los demás y, con frecuencia se meten en líos o peleas. Tienden a
aprovecharse injustamente de los demás y, generalmente, tienen muy pocos amigos
de verdad.
Por lo tanto, queda claro que tanto el comportamiento social pasivo como el
agresivo no son la mejor forma de relacionarse con los demás. Estos dos
comportamientos conducen, bien a resultar herido (ratones), bien a herir a los demás
(monstruos). Seguro de que conocéis compañeros que se comportan como ratones o
como monstruos, y parece obvio afirmar que no se trata de gente feliz. Los
monstruos tienen que ser duros, mientras que los ratones se tienen que esconder
continuamente.
Asertividad
Ahora, introduciremos una nueva palabra y explicaremos su importancia. La
palabra es asertividad. Ser asertivo significa dejar que los demás sepan lo que
sientes y piensas de una forma que no les ofenda, pero que al mismo tiempo te
permita expresarte. Puedes reconocer y respetar los sentimientos, opiniones y
deseos de los demás de forma que no te impongas y que no te permita que los demás
se aprovechen de ti. También significa defender tus propios derechos e intentar
siempre ser honrado, justo y sincero. Ser asertivo no es sólo una cuestión de “buenas
maneras”, es una forma de comportarse ante los demás de modo que les permite
conocer tus sentimientos e ideas sin atropellar o ignorar las suyas. Lo ideal sería que
todos nosotros actuásemos de forma asertiva, en lugar de actuar de forma pasiva o
agresiva, ya que entonces pocas veces no pelearíamos, perderíamos amigos o
sentiríamos miedo de estar con los demás.
Dos conclusiones finales

Podemos aprender a ser más asertivos.


La asertividad no es algo innato e inmutable. Es cierto que algunas personas son
capaces de comportarse socialmente sin apenas esfuerzo y a otras les cuesta mucho.
Pero siempre se puede aprender.
La asertividad es contagiosa.
(Y la no asertividad también). Si expresamos lo que queremos, con claridad y
sin agredir a los demás, es mucho más probable que nos comprendan y nos respeten.
El comportamiento pasivo impide que los demás nos conozcan – y se comporten
pasivamente con nosotros – o que entiendan que somos dominables – y se comporten
agresivamente –
Si somos agresivos, nos encontraremos con la agresividad de los demás o, en el
polo opuesto, con su pasividad, pero no estableceremos relaciones constructivas.
Solo nuestra asertividad puede aumentar la asertividad de los demás.
SIEMPRE HAY UNA FORMA DE DECIR BIEN LAS COSAS
OBJETIVO: Revisar en la propia vida experiencias de asertividad, agresividad y de no
asertividad.
TIEMPO: 30 Minutos
MATERIAL: Ninguno
DESARROLLO
El docente leerá lo siguiente, dejando un intervalo de tiempo después de cada historia,
para que los participantes identifiquen si el personaje fue asertivo, no asertivo o agresivo;
así como, comuniquen experiencias propias que les haya recordado y qué respuesta
asertiva encuentran para el ejemplo de no asertividad y agresividad.
OCASIÓN EN QUE FUI PASIVO: La semana pasada mi hermano tomo 50 euros de mi
cartera sin pedírmelos; en consecuencia no puede ver la película que quería, esa noche.
El acostumbra hacer cosas como éstas, pero nunca le digo nada.
OCASIÓN EN QUE FUE AGRESIVO: Una amiga bromeaba conmigo en la oficina. Yo
tenía dolor de cabeza, así que le grité que era una persona desconsiderada, inmadura, y
me fui dejándola con la palabra en la boca.
OCASIÓN EN QUE FUI ASERTIVO: El otro día iba yo con un amigo en el coche y éste
prendió un cigarro; le dije que fumar en un espacio tan reducido y encerrado me
molestaba y le pedí de favor, que no fumara mientras estuviéramos dentro del coche. El
apagó el cigarro.

El docente solicita a los participantes que hagan un autoanálisis sobre los


comportamientos (Agresivo, asertivo y pasivo) que muestra en cada una de las áreas de
vida:
o

Salud
o

Trabajo
o

Economía
o

Familia
o

Sociedad
o

Esparcimiento
o

Estudios (actuales)
o

Necesidades
o
Valores

III. El docente integra subgrupos para que comenten sus respuestas.

IV. El docente guía un proceso para que el grupo analice, como se puede aplicar lo
aprendido en su vida.

Situaciones para practicar.

Por grupos, elaborar un guión de respuesta asertiva en cada una de estas


situaciones. Representarlo ante los demás.

Situación 1. Un amigo te pide que le hagas un favor: que le lleves en tu


moto durante el cambio de clase a su casa a por el cuaderno de lenguaje
que necesita para la clase siguiente.

Situación 2. Al pagar en el bar del Instituto te devuelven 20 céntimos de


menos.

Situación 3. Tu profesor, enfadado, te dice que has vuelto a suspender y


que no das ni golpe. Tu habías estudiado mucho para ese examen.

Situación 4. Tu amiga Pepa te cae muy bien pero apenas se fija en ti.
Quieres decirle algo agradable.

Situación 5. Los compañeros de clase que se sientan detrás de ti no


paran de cuchichear en clase y te distraen,

Situación 6. Un compañero se burla de ti por tu nuevo corte de pelo.


Respondes asertivamente.
¿Cómo es un entrenamiento asertivo?
Hay varios métodos de Entrenamiento Asertivo, a continuación le mostramos un procedimiento
estructurado en 6 etapas:
1º Identificar los estílos básicos de la conducta interpersonal: Estilo agresivo, pasivo y agresivo. La función
de esta etapa es distinguir entre cada uno de los estilos, reconociendo la mejor forma de actuar de acorde con el
estilo asertivo. Nos ayudará también a reconocer nuestros errores en este ámbito.

2º Identificar las situaciones en las cuales queremos ser más asertivos. Se trata de identificar en qué
situaciones fallamos, y cómo deberíamos actuar en un futuro. Se analiza el grado en que nuestra respuesta a las
situaciones problemáticas puede hacer que el resultado sea positivo o negativo.

3º Describir las situaciones problemáticas. Se trata de analizar las situaciones en terminos de quién, cuando,
qué y cómo interviene en esa escena, identificando nuestros pensamientos negativos y el objetivo que queremos
conseguir.

4º Escribir un guión para el cambio de nuestra conducta. Es un plan escrito para afrontar la conducta de
forma asertiva. Aquí se intenta poner por escrito las situaciones problema y clarificar lo que queremos conseguir.
El entrenador moldea junto al paciente el guión para que este sea expresado de forma específica.

5º Desarrollo de lenguaje corporal adecuado. Se dan una serie de pautas de comportamiento en cuanto a
lenguaje no verbal (la mirada, el tono de voz, la postura, etc.), y se dan las oportunas indicaciones para que la
persona ensaye ante un espejo.

6º Aprender a identificar y evitar las manipulaciones de los demás. Las demás personas utilizan estratagemas
para para manipularle, haciendole sentir culpable, evadiendose de la conversación o victimizandose. Se dan una
serie de técnicas para resistirnos al influjo de los demás.

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