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RITUAL PARA LA RECEPCIÓN DE LAS PEREGRINACIONES

1. Saludo
C:/ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R:/ Amén.
El sacerdote, extendiendo las manos, saluda con una de las fórmulas siguientes:
C:/ El Dios de la esperanza, que por la acción del Espíritu Santo nos colma con su alegría y
con su paz, permanezca siempre con todos ustedes.
R:/ Y con tu espíritu.

2. Liturgia penitencial
C:/ Hermanos, humildemente, con corazón arrepentido, reconozcamos nuestros pecados.
Se hace una breve pausa en silencio.
C:/ Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad.
R:/ Señor, ten piedad.

C:/ Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo ten piedad.
R:/ Cristo, ten piedad.

C:/ Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros: Señor, ten
piedad.
R:/ Señor, ten piedad.
Se concluye con esta oración:
C:/ Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos
lleve la vida eterna.
R:/ Amén.

3. Oración
Con los brazos extendidos, el sacerdote invita a la oración:
C:/ Oremos. Dios, Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la
especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo,
concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra
patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
R:/ Amén.

4. Homilía

5. Oración del peregrino guadalupano


Se invita a todos los fieles peregrinos a unir sus manos, mientras el sacerdote dice la siguiente oración:

Virgen Santísima de Guadalupe,


Madre del verdadero Dios por quien se vive y Madre de la Iglesia,
Señora y niña mía nos ponemos delante de tu santa imagen
que dejaste estampada en la tilma de San Juan Diego como prenda de amor, ternura y bondad
para decirte que en mi corazón están muy vivas tus palabras:
¿No estoy Yo aquí, que soy tu madre? ¿No soy la fuente de tu alegría?
¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?
Virgen de Guadalupe,
que al comprender tu mensaje podamos poner en nuestros corazones en tus manos
y dar testimonio al sabernos hijos tuyos,
y así entregarnos a la más grande, tierna y amorosa de las experiencias,
la de vivir en el amor de Dios por medio de tu mirada compasiva y misericordiosa.

Que, a semejanza de San Juan Diego,


Podamos con la misma fe, llevar tu mensaje,
tu palabra, tu aliento, para seguir edificando, aquí en este mundo,
“tu casita sagrada”, donde puedas mostrar todo tu amor y consuelo.

Te pedimos que siempre veamos tu amor de madre, y vivamos a semejanza Tuya.


Que sólo necesitemos de tu guía para que, tomados de tu mano,
nos conduzcas por caminos seguros hacia tu Hijo Jesucristo.

Virgen de Guadalupe, cúbrenos con tu manto,


defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas
y ayúdanos en nuestras necesidades tanto materiales como espirituales. Amén.

Mi corazón en amarte eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte madre mía de Guadalupe.

6. Canto
Mientras se rocía con agua bendita a los fieles peregrinos, se entona el canto de “La Guadalupana”.

7. Bendición y despedida
El sacerdote extiende las manos y dice:
C:/ El Señor esté con ustedes.
R:/ Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
C:/ Que el Señor los bendiga y los guarde.
R:/ Amén.

C:/ Les muestre su rostro y tenga misericordia de ustedes.


R:/ Amén.

C:/ Vuelva su mirada hacia ustedes y les conceda su paz.


R:/ Amén.

C:/ Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre
ustedes y permanezca siempre.
R:/ Amén.

Luego se despide a los peregrinos diciéndoles:


C/. En el nombre del Señor, pueden ir en paz.
R:/ Demos gracias a Dios.

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