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UNA LECTURA ANTROPOLOGICA PARA EL TURISMO CULTURAL CLAUDIA MARIA COCERES \ wiley, sIS DESDE LATINOAMERIC: ‘ANALISIS ‘A 403 CAPITULO 5 Conclusiones: Aportes desde una mirada antropolégica hacia Jos procesos socioculturales que implican el turismo Para seguir en este recorrido de experiencias y anilisis critico del proceso sociocultural que hace al turismo, enumero las actividades que hicieron a una segunda parte de la gestién de los encuentros de turismo cultural. Dichos encuentros, como los anteriores, estuvieron atravesados por problematicas generales y cuestiones especificas que obstaculizan el desarrollo de politicas consensuadas y participativas en el turismo. A estas cuestiones las enmarco dentro de la gran problematica que hace a la falta de educacién patrimonial, en relacién directa con la imposibilidad de definir la cultura regional y los procesos de identificacion del lugar de sus habitantes. Los “olvidos” de la Memoria colectiva-histérica que se hicieron visibles al momento de recuperar las preguntas movilizadoras que propuse para poder reflexionar sobre las problematicas: ;quiénes somos?, {qué queremos hacer? y gqué tipo de turismo queremos? Ademés pude reconocer atin mas el desconocimiento sobre los derechos sociales, econdmicos, culturales y politicos en los distintos espacios de los encuentros y diversos grupos que hacen al movimiento. Desde algunos sectores involucrados en las actividades turisticas parece ignorarse (0 no se quiere tomar) el compromiso sobre lo que significa el derecho y la responsabilidad sobre el patrimonio de nuestros pueblos. - El valor social de la cultura no es considerado como cuestién de accién concreta para resguardar el patrimonio; tampoco en la realizacion de programas de evaluacién sociocultural, para considerar las transformaciones socioeconémicas. Hay que considerar que la Motivadora pregunta de quiénes somos, qué es nuestro, es desnaturalizar prejuicios, preconceptos arraigados. Ades xién Sobre los “mitos politicos” como conceptos rigidos en la reflex criti te a discursos Y politicas en la rine ‘gus peneraion replanteos frente lad social. . éCémo organizar la actividad 0 planificarla si se dear Oe Se tiene? Asi como no se consideran 4 los sujetos ee a dicha actividad, ni se establecen las relaciones en Ia coo! 104 UNA LECTURA ANTROPOLOGICA PARA EL TURISMO CULTURAL, las tareas en conjunto con las organizaciones especificas que trabajan las dreas de cultural y patrimonio que leva ala falta de correlacién en, la planificacién. Esto implica una articulacion de eames) proyectos y tareas para acciones en conjun pare a chee optimizacién con el objetivo de valorar los conoci y Saberes de quienes construyen la cultura del lugar. ern En algunos casos se pretende validar la organizacion de Proyectos partiendo de las voces “autorizadas” de expertos que solo disefian posibilidades desconociendo el trabajo de campo social, desconociendo la idiosincrasia en las dimensiones econdmicas y politicas de nuestra regién, 0 no tomando los recaudos del profundo significado que implica una declaratoria tal como la de Patrimonio de la Humanidad. Los pedidos de declaratorias publicas a una organizacién internacional demuestran que no se ude realizar gestiones culturales y de patrimonio por si mismos y que, probablemente, no se cumplen las reglamentaciones del cuidado del Patrimonio desde la misma sociedad. Estas declaratorias son vistas como imposiciones que revelan intereses econdmicos y politicos de gobiernos que parecen carecer de un genuino interés en el bienestar comin. Estas cuestiones politicas se hicieron presentes en mayor © menor grado en los encuentros, pero la desarticulacién de esfuerzos para concretar proyectos colectivos era evidente. En general, se presentaban proyectos individuales, los cuales en algunas dimensiones no profundizaban sus implicancias, ya sea por carecer de informacion o desconociendo los amplios campos en los que incide el turismo. El complejo recorrido sobre el proceso socio-politico del turismo muestra las miltiples incidencias y como los grupos de poder interfieren en las politicas turisticas. En algunos casos los cargos designados se otorgan por la cercania a los gobiernos de turno, pero sin ningun tipo de incumbencia en la i osirtinieviar tar un equipo de asesores idéneos. mbién se bi re uscan en “expertos extranjeros” due se ponderan desde una formacién académica sin base de Teconocimiento “en terreno” ni muest i tan humildad para reconocer que sus aportes podrian “ P ANALISIS DESDE LATINOAMERICA, 105 promueven el turismo carecen de una com Ja cual pretenden colaborar, desconocen, n 2 cual 1 > » NO comprender histéricos y condiciones soci ff apa ales-econdmi iti 5 nuestros pueblos latinos. Esto trae aparejado teens aan lleva a fracasar 0 a desvirtuarse en sus objetivos logrando Brahe aie practicas de asistencialismo, clientelismo y facil hacen a la generacién de empleos. : Como bien expresé Daniel Lépez Foresi en la entrevista que citiramos de www.turismoyderecho.com.ar: ”Vivimos en un pais donde atin existen odios interprovinciales que nos carcomen y nos hacen presa facil del poder y donde coexisten bajo una misma bandera los collas con los gerentes jévenes de lentes oscuros que abundan en Buenos Aires”. Sigue Lopez Foresi abortando, cuestiones que destaco ya que revelan como en el turismo se desarrolla la problematica sobre la identidad y sus complejas relaciones.”Es cierto que el ‘caso Buenos Aires’ hay que tratarlo aparte de la anterior pregunta. Luego de haber vivido muchos aiios en el interior, habiendo nacido en Quilmes y trabajado en Buenos Aires, llegué a la conclusién de que es errénea la idea que la gente del interior posee de los habitantes de Capital Federal. Me parece que para el turista internacional Argentina no es solamente Buenos Aires -como suponen en el interior- sino que Buenos Aires es. otro pais. Ellos quieren conocer Argentina. Trataré de explicarme mejor. Buenos Aires es una ciudad maravillosa. Cautivante. Increfblemente bella. Su poblacién esté integrada por una enorme cantidad de provincianos que le brindan una calidez muy particular. Simulténeamente, también existen aquellos portefios que me inspiran tanta ternura pero que tan mal nos hacen quedar fuera del pafs con sus gritos y exclamaciones eg6latras. Digo que me inspiran ternura porque son asi de excéntricos debido a una gran inseguridad. No sé... asi lo siento. Pero me parece que el turista extranjero que elige ae a vacaciones en Argentina, lo hace para conocer otros sitios de Bee otra gente que nada tiene que ver con Buenos Aires. Quien So ena 5° avenida o cena en Munich no creo que s¢ asombre por re Madero. Busca lo ex6tico que para ellos significa lo que para onde €s natural y cotidiano. No hace mucho tiempo realizamos 2 a en sitios de chat latinoamericanos, preguntando a mexicanos, chil ae Paraguayos, etc., por qué hablan, siempre tan mal de los argentinos. prensién de la cultura con ismo en areas que ——_—_—_— STURA ANTROPOLOGICA PARA EL TURISMO CULTURAL 106 UNA LI La respuesta que mas se produjo es:’porque siempre miraron hacia Europa y no hacia Latinoamérica. Se creen superiores a nosotros . La pregunta que yo me hice siempre es... gpor qué los argentinos tenemos tanto miedo de mirar hacia adentro y mostrar Jo que en realidad somos? Creo que el turismo internacional puede brindarnos la oportunidad de valorarnos al menos tanto como ellos nos valoran. Cuando todos los sectores que manejan los hilos del turismo comprendan que debemos tratar al turista como nos tratamos entre nosotros mismos, todo sera muchisimo més sencillo y enriquecedor. Pero el turismo, como cualquier otra profesién, esta atado a la desconfianza y descontento sociales que atin padecemos los argentinos. Es dificil construir una identidad luego de décadas de terror, seguidas de fantasias colectivas como en la década del "90. Pero es una bella tarea enfrentarnos con la realidad de reconocernos y construir esa identidad para mostrarsela al mundo con orgullo”, concluye el periodista. El turismo est reflejando los problemas de los procesos hist6ricos que hacen a la identificacién social y politica de nuestra sociedad. Politicas culturales en el turismo “Se podria definir la politica cultural como el conjunto de principios tedricos y operativos que orientan las acciones de una institucién en dicho campo. Para la Unesco, la institucién genuina para trazar e implementar politicas culturales es el Estado, a través de sus diversos organismos. Sin duda esta politica ser la dominante, pues ademas de las politicas oficiales estén las politicas que trazan las instituciones privadas. Es evidente que las multiples acciones en el campo reconocen que no hay ‘una sola politica’ sino que coexisten otras visiones desde los distintos sectores acerca de la politica cultural a aplicar”, dice Adolfo Colombres, en su “Manual del promotor cultural (1): Bases tedricas de la accién” (Editorial Humanitas/Ediciones Colihue,1990). En el caso de las politicas para el Area de turismo es importante reconocer que en la cultura también existen pugnas e intereses politicos dentro del turismo. La cultura esta imbricada y definida para este andlisis como “el conjunto de valores materiales y espirituales acumulados por los seres humanos en el proceso de su Practica histérico-social. Se destaca el caracter historico de la cultura, como el resultado d i ura, lc un proceso acumulativo y selectivo”. contintia Colombres. in ,nalisiS DESDE LATTNOAMERICA ; - 07 Desde la perspectiva antropoldgica que enm: retendo proyectar cjes posibles de tr complejizando las posibilidades de investi experiencia de estas actividades, sumando |, ue promovi Y el analisis colectivo con otro: con las areas problemiticas. Enrelacion ala cultura politicamente “r Ja cual conlleva un compromiso soci responsables con obligaciones y derec! culturales. Las lecturas antropoldgicas deben considerarse en las politicas culturales para el turismo ya que si bien son complejas dada su es- trecha relacién con la cultura, identidad y patrimonio, estos temas tienen un compromiso profundo con nuestros pueblos. Quedan mds areas a trabajar también profundamente involucra- das: una de ellas se refiere a “las industrias culturales”. A la misma hay que reconocerle las dimensiones econdémicas y politicas que hacen a la cultura, identidad y patrimonio: reconocer el “valor de la cultura”. Este tema esta pendiente y significa un replanteo general del valor del conocimiento social: su valor en el “mercado” no solo material, sino también simbélico. En relacién a esto ultimo la division entre “intangible” y “tangi- ble” separa a los seres humanos en planos que no pueden presentar- se diferenciados. Los seres humanos somos seres simbélicos: que tengamos una materialidad no significa que nuestros pensamientos- ideas (,abstractos?) carezcan de valor. Lo “intangible” parece una idea abstracta, desglosada, separada en un imaginario que no se corresponde con realidades, hechos y Procesos ideolégicos materiales. Y que descontextualizados hacen d€esaparecer” a los sujetos de accion simbdlica material ae Al Ser teconocido a través de sus acciones y saberes desde la tora i “ Como muestra el turismo el “mundo de las ideas de una cu tura Particular”? 0 ei catélogos de a . “Stas cuando las mismas cambian ¢ 2 .Los vi interpretaciones sociopoliticas diferentes cn even “No omiag Seran siempre eternamente los mismos? (>* vel tiempo”? Culturales”? ;Se promueve entonces un “tune! ae eg De “nmarca este trabajo abajo que se articulan, igacion Y de acuerdo a la ‘a gestion dela informacién 's especialistas relacionados evelada”, siempre presente, ial y politico que nos hace ‘hos econdmicos, sociales y cultura- istros de zonas Cl regi gonistas lado que sus prota 108 UNA LECTURA ANTROPOLOGICA PARA EL TURISMO CULTURAL, Algunas miradas hacia las politicas culturales en el turismo Retomo definiciones para enmarcar el analisis del trabajo realiza- do durante los afios 2001 a 2006, las cuales permitieron acercarme a quienes son protagonistas de una realidad que el turismo potencia desde una desigualdad de visiones sumando mayor complejidad al tema. éQué es turismo? En consideraciones internacionales “El 4 de marzo de 1993 la Co- mision de Estadistica de las Naciones Unidas adoptd las recomenda- ciones de la Organizacion Mundial del Turismo (OMT) sobre las es- tadisticas del turismo. La definicién aceptada oficialmente es: El tu- rismo comprende las actividades de personas que viajan a (y perma- necen en) lugares fuera de su medio normal durante mas de un afio consecutivo por motivos de ocio, negocios u otros propdsitos”. Los encuentros de Turismo Cultural NAyA de Salta/2001, Jujuy/ 2002, Cordoba/2003 y Buenos Aires/2003 se organizaron en parte con el objetivo de establecer las dimensiones que hacen a las proble- maticas de la Cultura; vistas como “producto dentro del Mercado tu- ristico” y relacién socio-politica que también se definen en el Patri- monio y la Identidad de la sociedad. Es importante que se identifique como, en los discursos, las plani- ficaciones y practicas de la actividad turistica se definen los “usos” sociales de la cultura. Qué es turismo cultural? Tomamos una definicién del turismo cultural como “...accién 0 una practica, que se emplaza en un determinado circuito o lugar, a través de un itinerario en el cual se trasmiten, promocionan y viven- cian valores. El turismo cultural se define cuando se establecen espa- cios de interaccién donde turista y comunidad comprenden el univer- so de significaciones y concepciones del mundo de la cultura a la cual se acercan. Visitar otra cultura, otro sistema cognitivo-valorativo, im- plica otros modos de actuar humanos, donde los sistemas simb6licos de expresién también constituyen la cultura a respectar. Como se re- fiere a una practica 0 accién, no solo de indole intelectual sino tam- bign corporal, la dimensién de los sentidos humanos es fundamental. La vista, el tacto, el olfato, el oido y el gusto son los modos por los cuales el humano construye su percepcién y posteriormente ordena todos sus sentidos de acuerdo a la cultura en la que este inserto...” ANALISIS DESDE LATINOAMERICA 109 Anilisis sobre la comunicacién social del turi ismo ; del Carmen Bustos Peralta —Encuentro de Tuam Gaul Bet Maria (Buenos Aires 2003). ral-NAyA Politicas culturales ~ Cultura, identidad y patrimonio En general en la actividad turistica no se hace mencién a procesos de valores para el cuidado del patrimonio cultural o natural ni tampo- co la idea de diversidad cultural; dichos temas implican una compleja interpretacion, pero forman parte de su actividad. No existen recono- cimientos directos al diélogo social que se construye entre turistas y comunidades receptoras, que hace a un intercambio cultural sobre el pueblo que visitan, Ni tampoco se detiene en las perspectivas y dife-- rencias que influyen en los viajeros y la comunidad receptora. Si el Turismo cultural es visitar otra comunidad en cuanto “porta- dora de cultura” (esto es, de otro sistema cognitivo-valorativo que implica modos humanos de actuar distintos de los del turista, y donde los sistemas simbélicos son también parte de la experiencia que hace del turismo una experiencia estética), la formacién de profesionales en el area no comprende explicitamente los aprendizajes de valores. Por esto comunicar la Cultura en el turismo significa algo mas que presentarla como “producto acabado definido desde una concepcién inmévil”, las definiciones sobré cultura pueden perjudicar las lectu- ras y la interaccién de los viajeros y sus visitantes-el Otro cultural. Asi las implicancias de poder que se dan en las relaciones sociales hacen a las asimetrias en las interpretaciones y afectan indirectamen- te a los derechos culturales, sociales, econdmicos y politicos. En el turismo cultural los conflictos se hacen presentes en el acceso a los derechos: al trabajo, a la educacién, a la cultura y al ocio; por esto una politica cultural que reconozca esos derechos implica un anilisis ideo- légico complejo. En el turismo se reconoce que el concepto cultura ae dose desde diversos sectores, dichos “manejos” no son explicitados yaque dejan de lado la explicacién de sus significados y usos, cayen- do en general en una “funcién” que sirve para legitimar discursos vat No se corresponden con Ia realidad. Segiin Wright Susan, rs ea. ‘al concepto cultura podrian dar lugar a hablar de mee ismoss vos management de las organizaciones empresariales 0, tal vez, flictos Teportes de Unesco en los cuales se descontextualizan los contlicto: est- manipulan- 110 UNA LECTURA ANTROPOLOGICA PARA EL ‘TURISMO CULTURAL para dejar de lado las disputas de poder y asi definir a la cultura como una entidad discreta. En el caso de las politicas turisticas que tienen como base, Produc- to, “mercancias” a la cultura, identidad y patrimonio, procesos ideo- légicas en los cuales se debe sefialar la desnaturalizacién de los pro- cesos de descontextualizacion y asi revelar las relaciones de conflicto que hacen a estos temas. En la lectura de los discursos politicos y en sus practicas sobre turismo no se evidencian referencias a los contextos regionales, na- cionales e internacionales que afectan dicha construccion. Tampoco se reconocen procesos especificos sino todo lo contrario, parece que se extrapolan modelos culturales a seguir. En el area de turismo la Organizacién Mundial del Turismo construye leyes generalizadoras desconociendo los territorios y aplicando conceptos desde un turismo globalizado. Por esto es necesario que las politicas culturales en el turismo con- sideren las transformaciones considerando contextos de globalizacién, del Estado, de los mercados culturales, las comunicaciones y la difu- sin de la cultura y la democratizacion de la cultura. Sobre estos ulti- mos planteos las politicas turisticas no hacen menciones ni se acercan a las transformaciones entre la globalizacion y “efectos locales” del turismo, esto podria llevar a desconexiones complejas en la organiza- cin de la actividad. En la construccién de una politica cultural para el turismo la demo- cracia de la cultura se conforma en un desafio. Algunos aspectos de este desafio se hicieron evidentes en los encuentros que coordiné dada la no circulacién de informacién actualizada sobre dicha “industria” y la falta de capacitacion. Los “mecanismos sociales y politicos” también promueven los encasillamientos conformando estereotipos culturales que cierran las posibilidades de conocimiento hacia la complejidad cultural de nues- tra sociedad. Los desconocimientos de las incumbencias profesionales y labora- les de los estudiantes y profesionales del turismo; la no accién de institucionales privadas y piiblicas para promover una actividad para la produccién y el empleo; la no responsabilidad de los gobiernos en relacién a los procesos de investigacién sobre las incidencias depre- dadoras que tiene el turismo; la falta de estudio sobre las posibilida- ANALISIS DESDE LATINOAMERICA Wt des de humanizar los circuitos turisticos, y pretender ignorar lo flictos territoriales, sumadas a las declaratorias de pattimonializacion con la consecuente evidencia de las relaciones de desigualdad en a Ss planos econdmicos, sociales y politicos hacen que una politica cultu. ral para el turismo sea solo un discurso. La construcci6n de politicas culturales del respeto por los derechos econdmicos, sociales, politicos, cultura- les-educativos, que exprese la intencién de una cohesién hacia un pasado comin donde los procesos de identificacién reflejados en la complejidad de la lectura hacia la memoria de su pasado. En el caso de Argentina, como regién multicultural, las lecturas sobre su patri- monio dependerdn de la desnaturalizacién de los procesos de domi- nacién y hegemonia ideoldgica social que no permiten el reconoci- miento de su patrimonio y memoria social. En lo que se refiere a la comunicacién de identidades y riquezas culturales, en la folleteria turistica se difunden generalizaciones que reducen o niegan contextos, particularidades locales, planteando abs- tracciones comercializables sin demasiado fundamento. Para esto una politica cultural en el turismo deberia darse desde los medios de comunicacién como espacios para difundir en forma de- mocratica todas las actividades socioculturales. Y asi expandir la ac- tividad de quienes estan involucrados en areas culturales, tanto sea para ampliar la participacién de los diferentes sectores a la creacién y apropiacién de los mecanismos para “hacer” cultura. . ; Las politicas de este tipo deben plantearse desde la existencia de un Estado que garantice los derechos a la cultura y no permita que se legitimen usos del nacionalismo como formas de discriminaciones internas 0 como nuevas formas de identidad para el exotismo comer- cializables. . no La proyeccién de una politica cultural en el turismo debe referirse desde procesos educativos que consideren contenidos de valores so- ciales involucrando a las comunidades y a los viajeros en un didlogo intercultural de aprendizaje reconocido por ambas partes. En este oe estariamos refiriéndonos a una alfabetizacion cultural en la cual los Medios masivos tienen un papel fundamental, dada la influencia ei e difusion y a las politicas comunicacionaies: promover y difundir la cultura en el turismo es el objetivo a considerar. ; El posicionamiento de la caltura en los medios deberia ser replan- podria considerarse a partir NTROPOLOGICA PARA E 112 UNA LECTURA AN EL TURISMO. CULTURAL, teado ya que los contextos politicos inciden en ese Posicionamienty afectando a toda la sociedad. La constitucién de la politica cultural, para ser efectiva, tiene ue partir de un compromiso entre todos: las. instituciones estatales y pri- vyadas, organismos independientes, asociaciones de artistas, especia- listas en comunicacién, animadores culturales, ONGs, etc. Esto im- plica ademas un relevamiento de todas las personas que estén en rela. cin con el area cultural, como también de las instituciones que ofte- cen posibilidades de aportar experiencias significativas de aprendiza- je. Al mismo tiempo es conveniente considerar a la industria cultural desde la dimensién econdmica, analizando al mismo tiempo las con- tradicciones que plantean las areas de cultura y politica de los gobier- nos cuando dicen que “en el area cultura no hay dinero para financiar, subsidiar nada”. {Qué significa esto?: si estas afirmaciones se remi- ten a que se quiere promover las areas de turismo cultural, educativo y cientifico es conveniente reconsiderar cémo financiar esas areas y como acompaiiar a las politicas de educacién patrimonial para respe- tar nuestro patrimonio. Estas areas tienen como base el saber y cono- cimiento especializado desde las investigaciones antropoldgicas que empieza a “jugar” en el mercado turistico un papel econdmico y po- litico. Se precisa analizar sobre las aplicaciones y consecuencias de sus usos. Para esto, es conveniente que se investiguen como se rela- cionan estas experiencias para poder considerar las interpretaciones socioculturales mejorando su comunicacién y aprendizaje. Nuestras politicas culturales también establecen relaciones dentro de un contexto mayor (por ejemplo, el lugar que ocupa la cultura de América Latina a nivel internacional), considerando ademis la di- mensién econémico-politica de las producciones artisticas, artesana- les y culturales. En el plano politico la incidencia de los mercados Culturales internacionales pueden Ilevarnos a pensar si se “puede pa- sar de la exaltacién separatista de la diferencia, que larga perpetua lb desigualdad Y propicia la discriminacién, al reconocimiento compar ad de lo distinto y lo heterogéneo en biisquedas simbélicas capa é na comunicacién intercultural”, dice el antropdlogo argentino or Garcia Cancli 1 an es las asimetrias de produccién y consumo oe merica Latina, Europa y EE.UU y consideran las i js iza- * inovaciones teenologicas no se implementan en forma actualiz ANALISIS DESDE LATINOAMERICA 13 da, dado el peso econédmico yla crisis politica en las cuales estamos inmersos, es poco probable visualizar una politica multicultural. Por esto y para que la cultura no se transforme en una mercancia, se de- ben reconocer los derechos humanos en el turismo desde una cons- truccién colectiva de los sentidos histéricos de la cultura, donde su vida simbolica sea respetada. Desde estos planteos podriamos consi- derar que las acciones para entrar en colaboracién entre gobiernos, empresas privadas y organismos politicos partiendo de contemplar los distintos intereses; en donde los museos, las escuelas artisticas y centros de investigacién van en el reconocimiento de la necesidad de informacién y actividades de innovacién sociocultural que hacen a poder enfrentar los desafios de la actividad humana llamada: turismo. Esto implica un compromiso en cuanto a la formacién de funcio- narios, administradores y promotores culturales que necesitan capa- citarse para desenvolverse en contextos diversos, en situaciones in- ternacionales, para poder fundamentar y afrontar la importancia y los valores culturales, estéticos, las cuestiones financieras y politicas de las relaciones interculturales en el proceso socio-productivo. En la politica cultural para el turismo también inciden la produc- cién de bienes y mensajes culturales en la economia nacional e inter- nacional y donde también desde el discurso “de generar empleos” que se autoimpone en el sector produciendo mayores lecturas de es- tos procesos. 5 ; La politica cultural en el turismo no solo impulsa la circulacion de mercancfas sino también de personas ¢ informacion de flujos; los cua- les debemos estudiar, analizar, investigar y gestionar para dar cuenta de sus implicancias sociales. Evidentemente estas politicas tienen como ” mayor obstdculo la desigualdad econémica y educativa que inciden en nuestros contextos econdmicos y sociales, los cuales se relacionan en un plano de equidad social y en el ser protagonista y disfrutar del derecho a Ja cultura, al ocio y al descanso. Dichos derechos no se teflejan en forma democratica en nuestra realidad dado que no se aseguran derechos basicos tales como los econémicos y educativos Para todos. Si la politica cultural en el turismo pretende asumir el discurso de la diversidad cultural primero debera considerar la desigualdad ante los derechos humanos, la cultura y en particular sobre los derechos €condmicos, los cuales inciden en la verdadera creacién de empleos N: OGICA PARA, 114 UNA LECTURA ANTROPOLOGICA EL TURISMO CULTURAL y la calidad de los mismos. La diversidad no debe ocultar el conflicto de la actual situacién de marginacion que esta presente en la activi. dad turistica y en donde Ja cultura no puede seguir mirandose como mercancia ascéptica y descontextualizada de conflictos politicos sino todo lo contrario. Aportes antropolégicos para multiples redefiniciones sobre el] turismo analizado como una construccion sociocultural El turismo es un complejo proceso ideoldgico-politico en el cual no se pueden disociar problematicas, ni pueden establecer “indicado- res” de movilidad econdmica, social o de “progreso” sin contemplar la totalidad de las dimensiones que lo constituyen. No se pueden ocultar las contradicciones que hacen a la cultura, al patrimonio e identidad, ya que son inevitables los cuestionamientos a su tratamiento como “mercancfas”. Los procesos de identificacién y las dimensiones politico-econdmicas estan presentes, y se hacen mds visibles en la actividad turistica, siendo inevitable su tratamiento. Estas dimensiones también se plantean en las formas de interpretar el turismo, que se manifiesta en algunas deficiencias de los didlogos intersectoriales, los cuales no permiten establecer coincidencias en los programas de desarrollo acordes a las necesidades y a las diversas logicas politicas y culturales de los grupos. El turismo es un desafio que deberia arribar a perspectivas articu- ladoras que den cuenta de la complejidad del tema: es un desafio “articular la complejidad” que hace a la actividad turistica. La antropologia, como disciplina que concibe la “totalidad” en sus enfoques para analizar e investigar procesos, demuestra las miiltiples Posibilidades de la aplicacién de los conocimientos de la totalidad, enfoque que la caracteriza. Es importante entonces reconocer al ¢0- Silerar Goes due Puede aportar recomendaciones acm Siel treme ‘ali a que es la actividad turistica, oltica, hay que saber aué Lee como una herramienta deo Oe C = “beneficios” ce con ella, para qué y para quiénes s¢ ae necesariog a ae Serdn sus consecuencias para evaluar obje ‘ganizacion, 7 iti istic; ié) ts foma politics turistica también debe pensarse en relacién @ = i ‘tones, desde el plano politico esto parece una obviedad, P ‘aS acciones desde la “espo ; . ae ntaneidad” o intereses que benefician Jas trans- ANALISIS DESDE LATINOAMERICA. i solo sector generan més prejuicios para todos. En los marcos de anilisis socioculturales sefialar los desplazamien- tos, las percepciones y tepresentaciones del tiempo y del espacio en los turistas, es reconocer a los turistas-viajeros y a las comunidades desde aspectos inherentes a su concepcién como sujetos hacedores de cultura que reproducen, resisten, asimilan o transforman su entor- no en los planos materiales y simbélicos. El turismo ya no debe ser visto desde una sola perspectiva dimen- sionada, sino como el proceso de intercambio de conocimientos, pro- cesos educativos formales e informales, que permitan reconocer mul- tiples visiones culturales que hacen a las dindmicas sociales de quie- nes “estan en viaje”. Por éstas y otras cuestiones distinguir al “turismo cultural” es un uso politico que algunos banalizan en un “mero todo es cultura”, di- ciendo asi nada al respecto. Y de este modo se cree que los turistas por si mismos valoraran lo que se les ponga adelante, que las comuni- dades cuidaran por si solas “su patrimonio”. Si el turismo es cultural, entonces {cémo se cuida y educa para disfrutar de la cultura, recrean- dola, comunicandola, reconociéndola?: nadie habla acerca de esto. Pero... existe un turismo cultural. Desde mi posicién, la definicién que utilicé en investigacién-ac- cidn tiene como objetivo reconocer las multiples dimensiones del tu- rismo si se lo distingue como cultural: qué relaciones estan sostenien- do los sectores y sujetos que la componen y los usos del término cultura. La distancia entre discursos y practicas de la actividad cultural en el turismo la reconoe/ desde el trabajo especifico que desarrollé en los talleres culturales en el Café Via Via Restobar Hostel, de San Telmo, que pertenece a una cadena de cafés que tuvieron origen en Bélgica, hace mas de 30 afios. zs Inicié las actividades en el afio 2003, con un programa de “Café Cultural-Talleres Culturales NAyA”, con el objetivo de promover y articular los andlisis y acciones socioculturales que se debatieron en los distintos encuentros y cémo mejorar la comunicacién de la cultu- tacon turistas y comunidad. La fundamentacién se constituy6 en par- te desde las conclusiones del iiltimo Encuentro de Turismo Cultural NAyA -2003 organizado en Jujuy, algunas de éstas se referian a la Necesidad de establecer espacios de didlogo para que los habitantes y 116 UNA LECTURA ANTROPOLOGICA PARA EL TURISMO CULTURA, viajeros se comuniquen y establezcan una comunicacién basada en Jos valores de la cultura a la que per tenecen. Es claro que los objeti- vos parecian muy idealistas pero habia que desarrollarlos, En este espacio organicé con otros especialistas de diversas areas, actores, maestros chef, licenciados en arte, estudiantes de arte, licen. ciados en comunicacién, representantes de comunidades, artesanos, antropdlogos, etc., actividades que integraban en parte “imagenes esteorotipadas” sobre nuestra cultura que se comunican en el turismo masivo pero que desde los cursos, talleres, charlas y cine-debate se trataron de desnaturalizar visiones rigidas sobre nuestra cultura. En los mismos pude observar, ademas, la imagen de quienes son parte de otras culturas, sus necesidades de conocer o de identificarse con el lugar que visitan. Desde mi lugar como promotora cultural, con el desafio de la pre- paracién de las tematicas, sumado a los multiples cruces que profun- dicé, surgieron las amplias posibilidades de comunicar la cultura con sus diversas expresiones. A los mismos asistieron personas de distin- tos lugares, origen, profesién e intereses, no slo extranjeros sino quie- nes querian conocer mas sobre el desarrollo de lo que se llama “talle- res culturales NAyA”. Consideré muy enriquecedor estos intercam- bios ya que profundizaban temas desde diversos contextos e interro- gantes con los cuales participaban los asistentes. El turismo como construccién sociocultural y sus dimensiones educativas En el Encuentro Nacional de Turismo Cultural 2005-II Region Pa- tagonica, titulado: “Itinerarios Culturales Patagénicos”, los enfoques del turismo cultural que trabajé como concepto de la gestién en los talleres culturales NAyA en el Café Via Via me Ilevaron a analizar las posibilidades educativas del turismo. El turismo construye espacios sociopoliticos que no poseen tinicas lecturas ¢ interpretaciones, ni tampoco sus usos politico-econdmicos son tnicos, Asi mismo el turismo, como proceso social y politico, también posee er de neocolonizacin, asimilacién, resistencia, adaptaciOn y comsaene A lo largo de este libro explicité algunas de las Ls gene Poder que hacen a estos usos culturales en el turismo 7 eran transformaciones sociales, a veces en manos de unos poces ¥

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